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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
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Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
Abrí los ojos y caía. Voy a morir.
-¡AAAHHHHH! ¡Ugh! ¡Arggh!-
Caía, caía desde el cielo. En el trayecto mientras me movía sin control, vi algo de qué sujetarme, pero no pude. El hierro impactó en mis brazos y en parte de mi torso, creía que podría aminorar la velocidad, lo cierto es que lo empeoró. El golpe cambió la manera en que caía y comencé a girar en el aire, salí disparado hacia el lado opuesto chocando una dura superficie con mi espalda, eso frenó la carrera en seco, aunque no detuvo el trabajo de la gravedad. En mi carrera hacia el suelo aterricé sobre un gran basurero de plástico y al estar cerrado, su tapa amortiguó la caída libre, pero me impulsó hacia un costado dando una vuelta lateral más y tocando, boca abajo, finalmente el suelo. Al menos eso esperaba.
Utilicé mis antebrazos para tratar de levantarme en vano... tosí una buena cantidad de sangre, así que giré para quedar mirando hacia arriba. Tenía los ojos entrecerrados y pude distinguir a duras penas que había pasado, a pesar de que me era difícil creer. En mi mente pude deducir que caí, no sé de donde, ni cómo pude hacerlo desde tan gran altura. Me encontraba entre dos paredes, hacia mi izquierda una de esas escaleras de emergencia de acero, que generalmente son usadas para evacuar los edificios en los incendios, la pared contraria se encontraba vacía, pero más abajo se encontraban dos contenedores de basura en los que aterricé.
*¿No estoy muerto? ¿Cómo hice para sobrevivir a semejante caída?*
Era un milagro de que estuviera con vida. Me sentía muy golpeado, sí, pero iba reponerme, tal vez tomaría mucho tiempo, pero estaba seguro de que lo haría.
Tenía que ponerme de pie para sacar mi trasero de ese sucio callejón, puse las palmas de manos en el suelo e hice fuerza con mi abdomen hasta que logré escuchar un ruido ~CRACK~
-¡AAAGHH! ¡Maldita sea! Mis costillas...
Traté de sólo sostenerme con mis brazos y con mis piernas me impulsé para quedar sentado contra la pared de mi izquierda, abajo de las escaleras. Limpiaba la sangre que había quedado en la comisura de mis labios parte con la manga de mi chaqueta, parte con el dorso de mi mano. Mientras miraba para ambos lados, vi que estaba aproximadamente en la mitad del extenso y callejón, pero más cerca de un extremo que del otro, apenas me llegaba la luz del Sol, pero era lo suficientemente fuerte para que no me dejara ver que había más allá, sumando a esto que me encontraba mareado y golpeado.
Me costaba respirar y el olor que había allí era desagradable, casi insoportable, no tenía fuerzas para ponerme de pié y salir de ahí.
Sentí el ruido de bolsas moviéndose, de algo escarbando en la basura, rompiendo y masticando... ¿Todo este tiempo hubo alguien más ahí y no me había dado cuenta? Casi muero y el idiota que se encontraba atrás de los contenedores no había venido a ayudarme? Seguramente era un vagabundo buscando comida.
-Oye vagabundo, dime donde estoy ¿quieres?
Y el sonido se detuvo.
-Oye, estoy hablándote. No voy a robarte tu comida-
-¿Mmm?-
Algo extraño se asomó por la esquina inferior detrás de los basureros, no pude distinguir bien lo que era, parecía la cabeza de alguien con una cola de caballo. ¿Se estaba escondiendo de mi? Creo que yo me encontraba aterrado. Si bien poseía ojos negros, brillaban con un mínimo de luz y eran indiferentes, serenos, pero a la vez sentía como si pudiera ver a través de mi. De mi alma.
Traté de mojar mi garganta, pero mi boca se encontraba seca casi por completo.
-Ehh... no... no quiero hacerte daño, ni robar tu comida ni tu cama señor vagabundo. Veras, tuve un accidente y estoy extraviado, sólo necesito que me diga en donde me encuentro-
-Mmm...-
Tenía... tenía la voz de un niño, a pesar de que no hablaba, se notaba una voz fina. Podría ser una niña.
-Oye, disculpa si te llamé vagabundo niña, sólo estoy confun...-
Esa cabeza salió de su escondite por su propia cuenta, ¡era una cabeza sola! ¡Y se acercaba lenta pero aterradoramente dando saltos!
Quise alejarme pero no podía, ya estaba chocando con la pared y una puntada en mi costado me recordó que me encontraba incapaz de huir.
-Nononononono, disculpe señor cabeza de vagabundo, no quise ofenderlo, ni a usted ni a su cuerpo... donde sea que se encuentre...-
No se detenía, seguía avanzando hacia mi a la misma velocidad. Entonces lo recordé... Koumaken, siempre traía mi espada conmigo. Puse la mano en mi cintura y no la encontré, en mi espalda tampoco la sentía. ¿Donde estaba? ¿Con qué me defendería?
-Hola-
-¿Huh?... ¿AHH?-
¡La cabeza habló! ¿Cómo podía? Estas cosas se suponen que no pasan, no podía ser real. Sin dudas el golpe afectó mi cabeza, por eso dolía tanto. Mientras lo miraba seguía saltando y se subió a mis piernas. Estaba en lo correcto era sólo una cabeza, pero era de un animal... que nunca había visto.
-Hola-
-Ohh, por... ¿qué... eres?-
-Hola-
-Sí, sí, ya te escuché. Ho... hola ¿qué se supone que eres pequeñín?-
-Hola ¿y tu que eres?-
-¿Ehh? Al menos responde la pregunta. Mi nombre es Okumura, Rin Okumura ¿cuál es el tuyo?-
-¿Qué es un Rinokumura? Yo soy Chicchimon. Nunca vi un Rinokumura, ¿de donde vienes?-
-Que cosa más extraña... Entiendes mal, me llamo Rin Okumura, soy un humano ¿De donde vengo? Lo mismo te pregunto a ti-
-Mucho gusto Rinokumura, estás en... en este bosque gris-
-El gusto es mío ¿Bosque gris? Te refieres a la ciudad... Por cierto ¿no viste mi espada? Es una de vaina color azul-
-Ahh, sí, espada-
El extraño animal se bajó de mis piernas y saltó un par de veces hasta meterse detrás del basurero de donde salió. Al regresar traía a Kurikara consigo, sosteniendo el mango con ese... pico que tenía.
Hizo un rápido giro y entrecerré los ojos, al abrirlos nuevamente el contenedor que estaba más lejos tenía un gran corte a lo ancho, de punta a punta. ¡Esa criatura había desenvainado la espada y había hecho un corte limpio sólo con su boca! Fue increíble.
-Me gusta tu espada Rinokumura, ¿me la regalas?-
-Claro que no, es un regalo que me hizo mi padre-
Estiré con dolor la mano y saqué la espada de su boca, guardándola en la vaina nuevamente.
-Nunca más juegues con eso, puedes lastimarte, está muy filosa. Por cierto ¿cómo hiciste eso sin utilizar las manos?-
-Fue fácil. Sólo tienes que... no, no sé cómo lo hice. Tampoco sé porque lo hice. Se siente bien. ¿Me regalas tu espada?-
-Ya dije que no, no insistas. Es lo más preciado que tengo y no pienso dársela a nadie-
-¿Me la darías si te entrego esto?-
De no sé donde sacó un aparato, de forma cuadrada, tenía el mismo tono de azul que Koumaken y unos detalles en gris o blanco. Eso no importaba, no sabía que era y tampoco me servía. En toda mi vida no había visto nada igual, dudo que ahora eso sea indispensable para vivir, menos aún a cambio de mi espada.
Me era más importante conocer donde me encontraba, en que parte de la ciudad y así poder llegar a mi hogar, descansar y curar mis heridas. Pero este desconocido animal tampoco lo sabía, ni siquiera había visto pasar a personas por los extremos del callejón, mucho menos alguien que hubiese venido a curiosear, nada. No oía sonido alguno ¿Donde diablos estaba toda la gente? Se me pasó por la cabeza que tal vez me encontrara en una ciudad abandonada, pero no pasaron ni dos segundos hasta que descarté la idea. El lugar en donde vivía era una zona muy habitada, ¿y ahora me hallaba en una sin población? Pff, sí claro.
-No quiero tus juguetes, mucho menos eso que ni siquiera sé lo que es. Escucha, te pediré un favor ¿me ayudas a levantarme? Sólo quiero ir a mi casa, luego tu puedes seguir comiendo basura o lo que sea que hacías-
-¿Rinokumura no quieres el juguete? Está bien, ayudaré porque Rinokumura no puede-
-Claro que sí puedo, es que... necesito sólo un pequeño empujón. A la cuenta de tres tira lo más fuerte que puedas de aquí-
Estiré mi mano derecha y la moví para indicarle que tirara de ahí, luego de que se acercara tomó con su pico la parte que de abajo de la manga de mi chaqueta. No estaba seguro si lo lograría, si el pequeño aguantaría tanto peso sólo con su boca, pero tenía que salir de ahí, no quería quedarme en ese sucio lugar mucho tiempo más. Tal vez sólo lograría lastimarme más, así que tendría que ser un éxito en el primer intento.
-¿Estás listo?-
-Hmm-
-Bien. Uno, dos, tres ¡Ya!-
Él comenzó a tirar antes de la cuenta y mi chaqueta se deslizó por su pico, haciendo que saliera disparado hacia el lado contrario, golpeándose contra el contendedor de basura que teníamos al frente. Espero que no se haya lastimado, sería el colmo si quedara herido como yo. Era mi única salida de aquí.
Se puso de pie... es una manera de decir, ya sé que no tiene pies, y se acercó tomando mi manga nuevamente.
-¿Te encuentras bien? Tiraste demasiado antes. ¿Listo para un nuevo intento?-
No me dirigía la mirada en lo absoluto. Lo notaba algo serio, podría decir incluso que enfadado. Sólo asintió y produjo el mismo sonido que hizo con anterioridad, siempre con la mirada al frente.
-Muy bien, esta vez lo lograremos. Uno, dos, tres ¡Ya!-
Esta vez yo hice fuerza antes de tiempo. Por el poco tiempo de conversación que llevaba con aquel animal, me daba la impresión de que era muy terco y que probable que no haya escuchado nada de lo que había dicho.
Pero logré levantarme un momento, sentía que estaba poniéndome de pie hasta que una puntada en mi costado izquierdo me llevó de nuevo al suelo, golpeando mi espalda contra la pared. Pude apoyar mi codo derecho un instante antes, pero aún así sentí el impacto. El dolor era muy agudo, aparte de que me prohibía moverme con normalidad, respiraba con cierta dificultad. No hacía de esta pequeña odisea, algo más sencillo.
-Aghh, mis costillas, duelen demasiado. Una vez más pequeño, esta vez lo lograremos.
-Eres terco Rinokumura. Lo intentaremos una vez más-
Se había referido a mi usando el mismo adjetivo con el que lo había calificado. Creo que al menos en esto coincidíamos.
Por tercera vez tomó mi chaqueta, y se sentía distinto. Se sentía la fuerza y fiereza de un guerrero en su mirada, dispuesto a cumplir el objetivo que se proponía. Me contagié con la actitud combativa y de esa atmósfera que se creo. En ese momento eramos nosotros dos contra la adversidad, la dificultad de la situación... el mundo. Era ahora o nunca.
-Ya sabes, a la cuenta de tres. Uno, dos, tres ¡Ahora!-
-¡HAAAAAA!-
-¡Tira Chicchimon!-
-Empuja Rinokumura-
No importaba si él se lastimaba el pico, no importaba cuán punzante sea mi dolor, sólo seguimos haciendo fuerza hasta que pude encontrar la estabilidad suficiente para ponerme de pié. Con la espada en la mano izquierda pude obtener un mejor apoyo. Y una vez que mi mano con la que la criatura se sostenía quedó libre, la llevé nuevamente hacia mi costado. Sentí que todo en mi interior se movía y me lastimaba.
Tambalee un poco y sentí como el pequeñín se apoyaba en mi pierna mientras hacía fuerza, como si tratara de evitar que no cayera.
-¡AHHHHH! ¡DEMONIOS!-
Patee el basurero para desquitarme y aguanté el dolor.
Listo ya estaba de pié, ahora a emprender mi camino a cas...
-Me llamaste Chicchimon-
-¿Eh? ¿De qué hablas?-
-Me llamaste por mi nombre-
-Claro que no. Y si lo hubiera hecho ¿qué importancia tiene? Ese es tu nombre ¿no?-
-Rinokumura me llamó por mi nombre-
-Está bien, lo hice. Pero no te encariñes tanto-
Vi como la cara de... bueno sí, de Chicchimon había cambiado una vez más, y ahora se lo notaba feliz y se refregaba en el lado externo de mi pierna izquierda.
Utilizando a Koumaken de bastón y a veces arrastrando los pies, logré llegar hasta la entrada del callejón y dí el primer vistazo al lugar en donde me encontraba. La luz del sol daba directo en mi rostro así que al principio entrecerré los ojos hasta que me acostumbré al resplandor.
Era algo completamente diferente a mi ciudad. Sí, era una ciudad como cualquier otra, con algunos grandes edificios y otros no tantos, pero no era mi ciudad. Tampoco había gente en las calles como había pensado antes. ¿Qué había ocurrido para que terminase allí?
-Muy bien Chicchimon, gracias por tu ayuda. Te debo una, pero es momento de separarnos.
-¿A donde irás?-
-No lo sé, primero a descubrir a donde estoy ¿Y tu?-
-A donde tu vayas-
...
-¡¿QUÉ?!-
-¡AAAHHHHH! ¡Ugh! ¡Arggh!-
Caía, caía desde el cielo. En el trayecto mientras me movía sin control, vi algo de qué sujetarme, pero no pude. El hierro impactó en mis brazos y en parte de mi torso, creía que podría aminorar la velocidad, lo cierto es que lo empeoró. El golpe cambió la manera en que caía y comencé a girar en el aire, salí disparado hacia el lado opuesto chocando una dura superficie con mi espalda, eso frenó la carrera en seco, aunque no detuvo el trabajo de la gravedad. En mi carrera hacia el suelo aterricé sobre un gran basurero de plástico y al estar cerrado, su tapa amortiguó la caída libre, pero me impulsó hacia un costado dando una vuelta lateral más y tocando, boca abajo, finalmente el suelo. Al menos eso esperaba.
Utilicé mis antebrazos para tratar de levantarme en vano... tosí una buena cantidad de sangre, así que giré para quedar mirando hacia arriba. Tenía los ojos entrecerrados y pude distinguir a duras penas que había pasado, a pesar de que me era difícil creer. En mi mente pude deducir que caí, no sé de donde, ni cómo pude hacerlo desde tan gran altura. Me encontraba entre dos paredes, hacia mi izquierda una de esas escaleras de emergencia de acero, que generalmente son usadas para evacuar los edificios en los incendios, la pared contraria se encontraba vacía, pero más abajo se encontraban dos contenedores de basura en los que aterricé.
*¿No estoy muerto? ¿Cómo hice para sobrevivir a semejante caída?*
Era un milagro de que estuviera con vida. Me sentía muy golpeado, sí, pero iba reponerme, tal vez tomaría mucho tiempo, pero estaba seguro de que lo haría.
Tenía que ponerme de pie para sacar mi trasero de ese sucio callejón, puse las palmas de manos en el suelo e hice fuerza con mi abdomen hasta que logré escuchar un ruido ~CRACK~
-¡AAAGHH! ¡Maldita sea! Mis costillas...
Traté de sólo sostenerme con mis brazos y con mis piernas me impulsé para quedar sentado contra la pared de mi izquierda, abajo de las escaleras. Limpiaba la sangre que había quedado en la comisura de mis labios parte con la manga de mi chaqueta, parte con el dorso de mi mano. Mientras miraba para ambos lados, vi que estaba aproximadamente en la mitad del extenso y callejón, pero más cerca de un extremo que del otro, apenas me llegaba la luz del Sol, pero era lo suficientemente fuerte para que no me dejara ver que había más allá, sumando a esto que me encontraba mareado y golpeado.
Me costaba respirar y el olor que había allí era desagradable, casi insoportable, no tenía fuerzas para ponerme de pié y salir de ahí.
Sentí el ruido de bolsas moviéndose, de algo escarbando en la basura, rompiendo y masticando... ¿Todo este tiempo hubo alguien más ahí y no me había dado cuenta? Casi muero y el idiota que se encontraba atrás de los contenedores no había venido a ayudarme? Seguramente era un vagabundo buscando comida.
-Oye vagabundo, dime donde estoy ¿quieres?
Y el sonido se detuvo.
-Oye, estoy hablándote. No voy a robarte tu comida-
-¿Mmm?-
Algo extraño se asomó por la esquina inferior detrás de los basureros, no pude distinguir bien lo que era, parecía la cabeza de alguien con una cola de caballo. ¿Se estaba escondiendo de mi? Creo que yo me encontraba aterrado. Si bien poseía ojos negros, brillaban con un mínimo de luz y eran indiferentes, serenos, pero a la vez sentía como si pudiera ver a través de mi. De mi alma.
Traté de mojar mi garganta, pero mi boca se encontraba seca casi por completo.
-Ehh... no... no quiero hacerte daño, ni robar tu comida ni tu cama señor vagabundo. Veras, tuve un accidente y estoy extraviado, sólo necesito que me diga en donde me encuentro-
-Mmm...-
Tenía... tenía la voz de un niño, a pesar de que no hablaba, se notaba una voz fina. Podría ser una niña.
-Oye, disculpa si te llamé vagabundo niña, sólo estoy confun...-
Esa cabeza salió de su escondite por su propia cuenta, ¡era una cabeza sola! ¡Y se acercaba lenta pero aterradoramente dando saltos!
Quise alejarme pero no podía, ya estaba chocando con la pared y una puntada en mi costado me recordó que me encontraba incapaz de huir.
-Nononononono, disculpe señor cabeza de vagabundo, no quise ofenderlo, ni a usted ni a su cuerpo... donde sea que se encuentre...-
No se detenía, seguía avanzando hacia mi a la misma velocidad. Entonces lo recordé... Koumaken, siempre traía mi espada conmigo. Puse la mano en mi cintura y no la encontré, en mi espalda tampoco la sentía. ¿Donde estaba? ¿Con qué me defendería?
-Hola-
-¿Huh?... ¿AHH?-
¡La cabeza habló! ¿Cómo podía? Estas cosas se suponen que no pasan, no podía ser real. Sin dudas el golpe afectó mi cabeza, por eso dolía tanto. Mientras lo miraba seguía saltando y se subió a mis piernas. Estaba en lo correcto era sólo una cabeza, pero era de un animal... que nunca había visto.
-Hola-
-Ohh, por... ¿qué... eres?-
-Hola-
-Sí, sí, ya te escuché. Ho... hola ¿qué se supone que eres pequeñín?-
-Hola ¿y tu que eres?-
-¿Ehh? Al menos responde la pregunta. Mi nombre es Okumura, Rin Okumura ¿cuál es el tuyo?-
-¿Qué es un Rinokumura? Yo soy Chicchimon. Nunca vi un Rinokumura, ¿de donde vienes?-
-Que cosa más extraña... Entiendes mal, me llamo Rin Okumura, soy un humano ¿De donde vengo? Lo mismo te pregunto a ti-
-Mucho gusto Rinokumura, estás en... en este bosque gris-
-El gusto es mío ¿Bosque gris? Te refieres a la ciudad... Por cierto ¿no viste mi espada? Es una de vaina color azul-
-Ahh, sí, espada-
El extraño animal se bajó de mis piernas y saltó un par de veces hasta meterse detrás del basurero de donde salió. Al regresar traía a Kurikara consigo, sosteniendo el mango con ese... pico que tenía.
Hizo un rápido giro y entrecerré los ojos, al abrirlos nuevamente el contenedor que estaba más lejos tenía un gran corte a lo ancho, de punta a punta. ¡Esa criatura había desenvainado la espada y había hecho un corte limpio sólo con su boca! Fue increíble.
-Me gusta tu espada Rinokumura, ¿me la regalas?-
-Claro que no, es un regalo que me hizo mi padre-
Estiré con dolor la mano y saqué la espada de su boca, guardándola en la vaina nuevamente.
-Nunca más juegues con eso, puedes lastimarte, está muy filosa. Por cierto ¿cómo hiciste eso sin utilizar las manos?-
-Fue fácil. Sólo tienes que... no, no sé cómo lo hice. Tampoco sé porque lo hice. Se siente bien. ¿Me regalas tu espada?-
-Ya dije que no, no insistas. Es lo más preciado que tengo y no pienso dársela a nadie-
-¿Me la darías si te entrego esto?-
De no sé donde sacó un aparato, de forma cuadrada, tenía el mismo tono de azul que Koumaken y unos detalles en gris o blanco. Eso no importaba, no sabía que era y tampoco me servía. En toda mi vida no había visto nada igual, dudo que ahora eso sea indispensable para vivir, menos aún a cambio de mi espada.
Me era más importante conocer donde me encontraba, en que parte de la ciudad y así poder llegar a mi hogar, descansar y curar mis heridas. Pero este desconocido animal tampoco lo sabía, ni siquiera había visto pasar a personas por los extremos del callejón, mucho menos alguien que hubiese venido a curiosear, nada. No oía sonido alguno ¿Donde diablos estaba toda la gente? Se me pasó por la cabeza que tal vez me encontrara en una ciudad abandonada, pero no pasaron ni dos segundos hasta que descarté la idea. El lugar en donde vivía era una zona muy habitada, ¿y ahora me hallaba en una sin población? Pff, sí claro.
-No quiero tus juguetes, mucho menos eso que ni siquiera sé lo que es. Escucha, te pediré un favor ¿me ayudas a levantarme? Sólo quiero ir a mi casa, luego tu puedes seguir comiendo basura o lo que sea que hacías-
-¿Rinokumura no quieres el juguete? Está bien, ayudaré porque Rinokumura no puede-
-Claro que sí puedo, es que... necesito sólo un pequeño empujón. A la cuenta de tres tira lo más fuerte que puedas de aquí-
Estiré mi mano derecha y la moví para indicarle que tirara de ahí, luego de que se acercara tomó con su pico la parte que de abajo de la manga de mi chaqueta. No estaba seguro si lo lograría, si el pequeño aguantaría tanto peso sólo con su boca, pero tenía que salir de ahí, no quería quedarme en ese sucio lugar mucho tiempo más. Tal vez sólo lograría lastimarme más, así que tendría que ser un éxito en el primer intento.
-¿Estás listo?-
-Hmm-
-Bien. Uno, dos, tres ¡Ya!-
Él comenzó a tirar antes de la cuenta y mi chaqueta se deslizó por su pico, haciendo que saliera disparado hacia el lado contrario, golpeándose contra el contendedor de basura que teníamos al frente. Espero que no se haya lastimado, sería el colmo si quedara herido como yo. Era mi única salida de aquí.
Se puso de pie... es una manera de decir, ya sé que no tiene pies, y se acercó tomando mi manga nuevamente.
-¿Te encuentras bien? Tiraste demasiado antes. ¿Listo para un nuevo intento?-
No me dirigía la mirada en lo absoluto. Lo notaba algo serio, podría decir incluso que enfadado. Sólo asintió y produjo el mismo sonido que hizo con anterioridad, siempre con la mirada al frente.
-Muy bien, esta vez lo lograremos. Uno, dos, tres ¡Ya!-
Esta vez yo hice fuerza antes de tiempo. Por el poco tiempo de conversación que llevaba con aquel animal, me daba la impresión de que era muy terco y que probable que no haya escuchado nada de lo que había dicho.
Pero logré levantarme un momento, sentía que estaba poniéndome de pie hasta que una puntada en mi costado izquierdo me llevó de nuevo al suelo, golpeando mi espalda contra la pared. Pude apoyar mi codo derecho un instante antes, pero aún así sentí el impacto. El dolor era muy agudo, aparte de que me prohibía moverme con normalidad, respiraba con cierta dificultad. No hacía de esta pequeña odisea, algo más sencillo.
-Aghh, mis costillas, duelen demasiado. Una vez más pequeño, esta vez lo lograremos.
-Eres terco Rinokumura. Lo intentaremos una vez más-
Se había referido a mi usando el mismo adjetivo con el que lo había calificado. Creo que al menos en esto coincidíamos.
Por tercera vez tomó mi chaqueta, y se sentía distinto. Se sentía la fuerza y fiereza de un guerrero en su mirada, dispuesto a cumplir el objetivo que se proponía. Me contagié con la actitud combativa y de esa atmósfera que se creo. En ese momento eramos nosotros dos contra la adversidad, la dificultad de la situación... el mundo. Era ahora o nunca.
-Ya sabes, a la cuenta de tres. Uno, dos, tres ¡Ahora!-
-¡HAAAAAA!-
-¡Tira Chicchimon!-
-Empuja Rinokumura-
No importaba si él se lastimaba el pico, no importaba cuán punzante sea mi dolor, sólo seguimos haciendo fuerza hasta que pude encontrar la estabilidad suficiente para ponerme de pié. Con la espada en la mano izquierda pude obtener un mejor apoyo. Y una vez que mi mano con la que la criatura se sostenía quedó libre, la llevé nuevamente hacia mi costado. Sentí que todo en mi interior se movía y me lastimaba.
Tambalee un poco y sentí como el pequeñín se apoyaba en mi pierna mientras hacía fuerza, como si tratara de evitar que no cayera.
-¡AHHHHH! ¡DEMONIOS!-
Patee el basurero para desquitarme y aguanté el dolor.
Listo ya estaba de pié, ahora a emprender mi camino a cas...
-Me llamaste Chicchimon-
-¿Eh? ¿De qué hablas?-
-Me llamaste por mi nombre-
-Claro que no. Y si lo hubiera hecho ¿qué importancia tiene? Ese es tu nombre ¿no?-
-Rinokumura me llamó por mi nombre-
-Está bien, lo hice. Pero no te encariñes tanto-
Vi como la cara de... bueno sí, de Chicchimon había cambiado una vez más, y ahora se lo notaba feliz y se refregaba en el lado externo de mi pierna izquierda.
Utilizando a Koumaken de bastón y a veces arrastrando los pies, logré llegar hasta la entrada del callejón y dí el primer vistazo al lugar en donde me encontraba. La luz del sol daba directo en mi rostro así que al principio entrecerré los ojos hasta que me acostumbré al resplandor.
Era algo completamente diferente a mi ciudad. Sí, era una ciudad como cualquier otra, con algunos grandes edificios y otros no tantos, pero no era mi ciudad. Tampoco había gente en las calles como había pensado antes. ¿Qué había ocurrido para que terminase allí?
-Muy bien Chicchimon, gracias por tu ayuda. Te debo una, pero es momento de separarnos.
-¿A donde irás?-
-No lo sé, primero a descubrir a donde estoy ¿Y tu?-
-A donde tu vayas-
...
-¡¿QUÉ?!-
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :53Nivel On Rol :Rookie
Rin Okumura
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
Haré un bastante breve del resumen. Después de que me perdí por centesima vez en el bosque encontré un camino por el cual podría salir de ahí con facilidad, o algo así, debo admitir que me perdí una o dos veces mientras seguía ese camino porque a veces Drac se distraía por querer comer algun hongo y, si no quería perderlo, debía ir a detenerlo perdiendo al instante el camino que ante seguíamos, pero eso no es lo importante, el punto es que llegó un momento donde lo volvimos a encontrar al tiempo que nos topamos con un par de digimon de nivel infante hablando entre ellos, no recuerdo ni de quienes se trataban pese a que no pasó hace mucho, pero uno tenía la forma de un dinosaurio naranja y la otra era una planta bipeda con una flor mutlicolor en la cabeza; ambos nos dijeron la dirección para salir de ese bosque sin enterarnos en ese momento de a que otro lugar nos avecinabamos ¿Y de que lugar se trataba? Ni nada mas ni nada menos que una bastante poblada ciudad... ¿Cómo es que existía un lugar como este en el digimundo? Hace poco, si no fuera por que la estaba viendo con mis propios ojos, juraría que el digimundo era un lugar completamente ''salvaje'' con pocos digimon civilizados, la mayoría eran animales sedientos de los datos de otros en busca de volverse mas fuertes para evolucionar, pero veo que estaba equivocado, al parecer aquí es donde se refugian los digimon que bien podrían ser los mas civilizados, aquellos que prefieren sumarse a la aventura solo cuando se trata de objetos preciosos que se pueda vender en los mercados que abundan en este lugar y por los que puedes ver con voltear a cualquier lado.
En ese lugar nos habíamos topado con un chico bastante extraño que hablaba con su celular, o al menos eso fue lo primero que se me ocurrió al verlo tan euforico gritandole y hablandole cosas a ese aparato, llegué incluso a pensar que el pobre sufría de una enfermedad psicológica como esquizofrenia o que se yo, pero bueno... solo era una suposición de primera impresión, la situación más lógica considerando que estabamos en el digimundo era que ese chico hablaba con un digimon; desde mi punto de vista seguí creyendo que él estaba loco así que después de un poco de charlar decidí marcharme de ahí para poder vagar un poco más alrededor de la ciudad- Hmmm... que curioso, esta ciudad es muy similar a la nuestra, ¿No crees Drac? Solo que ésta tiene de habitantes predominantes digimon, y los edificios no son tan exageradamente grandes como los nues...¿tros? -me di la vuelta, miré hacia ambas direcciones pero no podía ver a ese pequeño estorbo que siempre me acompañaba- ...¿Drac? -tsk... no puede ser... ¿Se me perdió?.. ¡¿Y EN ÉSTA CIUDAD!? No la conozco en lo absoluto- Aunque... considerando que es Drac... -si, ¿Porque entraba en panico? Hablo de mi odioso compañero, eso significa que la razón que lo obligaría a separarse de mi era que había olfateado comida no muy lejos de aquí así que eso fue lo primero que fui a buscar.
Me sentí un tanto apurado, sé que Drac no puede irse muy lejos de mi por su innata dependencia hacia mi persona, pero nunca debía subestimar la gran estupidez de mi compañero por lo que tuve que acelerar el paso para evitar que se me llegase a escapar en caso de que olvidara que no estaba solo o que yo existo solo por ir a comer. De mi tranquilo caminar pasó poco a poco a ser una caminata mas apresurada hasta llegar incluso a correr evadiendo a los digimon que caminaban a una dirección contraria a mi y empujando a los que no se querían apartar de mi- ¡A un lado! ¡Tengo prisa! -era lo que exclamaba para excusarme un poco mientras escuchaba las respuestas un poco altas de tono de los digimon. Llegó un momento en donde me crucé frente a un humano nuevo, era de cabello oscuro y tez clara, eso fue lo unico que logré analizar antes de que chocara con él y, debido a lo apresurado que me encontraba, lo unico que dije fue- Ten mas cuidado, no te quedes parado en medio del camino -le miraba con cierta arrogancia y sin detenerme a charlar lo dejé atrás para comenzar a correr a toda velocidad de nuevo.
Creía que era definitivo que no iba a encontrar a mi compañero, había recorrido toda una cuadra entera y seguía sin encontrarlo. Sin darme cuenta de que había estado corriendo en circulos alrededor de esa cuadra fue entonces que me vi de nuevo en el mismo punto donde comencé con la ''carrera''- ¡No de nuevo...! -golpeé mi cara con la palma de mi mano y me recargué sobre un puesto para poder descansar un poco mis piernas y pulmones. Escuchaba el barullo de una ciudad común y corriente, y a un lado de mi, había un vendedor de frutas bastante peculiares... aunque bueno, estabamos en el mundo digital, aquí la comida aunque sea un poco similar a la nuestra era tambien muy diferente... por ejemplo: la fruta solía tener colores tan extraños u otros sabores distintos- Hmm... -me llevé una mano al área de mi estomago frotandola en él- Que hambre... ¿Hace cuanto no como algo?... -cerré los ojos para evitar pensar en eso, necesitaba encontrar a Dracmon, pero si algo había aprendido en anteriores aventuras era que el rastreador de Drac que tiene instalado mi digivice no sirve de nada en el mundo digital, o sea, Drac estaba oficialmente perdido- ¿¡Cómo que no tiene naranzanas!? ¡Yo quiero una naranzana! -un momento... ¿Esa voz...?- ¿Hm? -volteé mi mirada hacia el puesto de frutas antes mencionado, observando con sorpresa como mi ruidoso compañero le gritaba al digimon vendedor reclamandole algo que no lograba entender bien- ¡DRAC! ¿Aquí estabas? -el me volteó a ver y se rascó la cabeza- ¿Huh? Claro... te dije que vendría a ver que hay de comer a los puestos de comida que estaban a unos cuantos pasos... Jajaja ¿No me digas que no me escuchaste, Kuro? ¡Que despistado! -comenzó a reirse en alto.
Sentía como mi cara se ponía un poco roja por esta enorme vergüenza- Claro que te escuché... solo que se me olvido en ese instante -fruncí el ceño deseando solo que el tiempo pasara rapido para evitar recordar esta vergüenza. Nuevamente mi estomago comenzó a gruñir, por lo que se me ocurrió un plan- Hey Drac -mi compañero se acercó a mi, acerqué mi rostro a su oído y le susurré un par de cosas- ¿Entendido? -una sonrisa se dibujó en su rostro y asintió enérgico. Él nuevamente se acercó hacia el vendedor- ¡Oye tu! -el digimon, un Derumon que ahora mismo estaba acomodando un par de frutas, dirigió su mirada hacia el mini vampiro y le respondió- Oh... es usted de nuevo, ¿Ahora que quiere? -Drac comenzó a mofarse y a insultar al pajarraco, quien de inmediato se erizó sus plumas y su rostro antes azul se volvía rojo de la ira- ¡Ya verás, tu... mocoso! -salió de su puesto y empezó a correr detrás de él, en ese entonces yo aproveché para juntar las primeras frutas que veía. Intentaba agarrar grandes cantidades acomodadas en una de las bolsas que le dan al cliente para no tener que estar cargando con todo el montón todo el tiempo- Ahhh~ Estas frutas huelen tan bien -volteé a ver hacia Drac quien estaba esquivando divertidamente los aletazos y picotazos del digimon, se notaba mucho que él no era un digimon de pelea a diferencia de Drac, seguro era por estar acostumbrado a los mercados y eso- Ja, lo tiene muy ocupado... comeré entonces un poco -tomé una fruta que bien tenía la forma de un platano de color violeta, le quite la cascara pero cuando estaba por llevarlo a mi boca escuché como el Derumon exclamaba- ¡Oiga usted, delincuente! ¡DEJE MIS FRUTAS EN DONDE ESTABAN! -fruncí el ceño, me lleve la fruta a la boca para poder arrancarle el contenido de un mordisco y dejarlo sin cascara- ¡Mhmmhm! -quería decir ''Ahora Drac!'' pero por tener la boca llena me era imposible, por suerte, él entendió la señal- ¡Toma! -Drac le dio un puntapie en la pata al pajaro al tiempo que iniciaba su correr- ¡¡Au, au au...!! ¡OIGAN, LADRONES! -corrió hacia nosotros mientras aleteaba sus cortas alas, yo esbocé una sonrisa mientras Drac se adelantaba y yo arrojaba la cascara de banana que hizo que el Derumon resbalara. Tragué lo que tenía en la boca- ¡Gracias, es un excelente mercader! -dicho esto salí corriendo- ¡Au... au....! ¡QUE ALGUIEN LOS DETENGA, SON UNOS LADRONES! -jaja... que risa me daba, estaba acostumbrado a escuchar eso en el mundo humano, pero... ¿En el digimundo? Creo que nunca cambiaré.
En ese lugar nos habíamos topado con un chico bastante extraño que hablaba con su celular, o al menos eso fue lo primero que se me ocurrió al verlo tan euforico gritandole y hablandole cosas a ese aparato, llegué incluso a pensar que el pobre sufría de una enfermedad psicológica como esquizofrenia o que se yo, pero bueno... solo era una suposición de primera impresión, la situación más lógica considerando que estabamos en el digimundo era que ese chico hablaba con un digimon; desde mi punto de vista seguí creyendo que él estaba loco así que después de un poco de charlar decidí marcharme de ahí para poder vagar un poco más alrededor de la ciudad- Hmmm... que curioso, esta ciudad es muy similar a la nuestra, ¿No crees Drac? Solo que ésta tiene de habitantes predominantes digimon, y los edificios no son tan exageradamente grandes como los nues...¿tros? -me di la vuelta, miré hacia ambas direcciones pero no podía ver a ese pequeño estorbo que siempre me acompañaba- ...¿Drac? -tsk... no puede ser... ¿Se me perdió?.. ¡¿Y EN ÉSTA CIUDAD!? No la conozco en lo absoluto- Aunque... considerando que es Drac... -si, ¿Porque entraba en panico? Hablo de mi odioso compañero, eso significa que la razón que lo obligaría a separarse de mi era que había olfateado comida no muy lejos de aquí así que eso fue lo primero que fui a buscar.
Me sentí un tanto apurado, sé que Drac no puede irse muy lejos de mi por su innata dependencia hacia mi persona, pero nunca debía subestimar la gran estupidez de mi compañero por lo que tuve que acelerar el paso para evitar que se me llegase a escapar en caso de que olvidara que no estaba solo o que yo existo solo por ir a comer. De mi tranquilo caminar pasó poco a poco a ser una caminata mas apresurada hasta llegar incluso a correr evadiendo a los digimon que caminaban a una dirección contraria a mi y empujando a los que no se querían apartar de mi- ¡A un lado! ¡Tengo prisa! -era lo que exclamaba para excusarme un poco mientras escuchaba las respuestas un poco altas de tono de los digimon. Llegó un momento en donde me crucé frente a un humano nuevo, era de cabello oscuro y tez clara, eso fue lo unico que logré analizar antes de que chocara con él y, debido a lo apresurado que me encontraba, lo unico que dije fue- Ten mas cuidado, no te quedes parado en medio del camino -le miraba con cierta arrogancia y sin detenerme a charlar lo dejé atrás para comenzar a correr a toda velocidad de nuevo.
Creía que era definitivo que no iba a encontrar a mi compañero, había recorrido toda una cuadra entera y seguía sin encontrarlo. Sin darme cuenta de que había estado corriendo en circulos alrededor de esa cuadra fue entonces que me vi de nuevo en el mismo punto donde comencé con la ''carrera''- ¡No de nuevo...! -golpeé mi cara con la palma de mi mano y me recargué sobre un puesto para poder descansar un poco mis piernas y pulmones. Escuchaba el barullo de una ciudad común y corriente, y a un lado de mi, había un vendedor de frutas bastante peculiares... aunque bueno, estabamos en el mundo digital, aquí la comida aunque sea un poco similar a la nuestra era tambien muy diferente... por ejemplo: la fruta solía tener colores tan extraños u otros sabores distintos- Hmm... -me llevé una mano al área de mi estomago frotandola en él- Que hambre... ¿Hace cuanto no como algo?... -cerré los ojos para evitar pensar en eso, necesitaba encontrar a Dracmon, pero si algo había aprendido en anteriores aventuras era que el rastreador de Drac que tiene instalado mi digivice no sirve de nada en el mundo digital, o sea, Drac estaba oficialmente perdido- ¿¡Cómo que no tiene naranzanas!? ¡Yo quiero una naranzana! -un momento... ¿Esa voz...?- ¿Hm? -volteé mi mirada hacia el puesto de frutas antes mencionado, observando con sorpresa como mi ruidoso compañero le gritaba al digimon vendedor reclamandole algo que no lograba entender bien- ¡DRAC! ¿Aquí estabas? -el me volteó a ver y se rascó la cabeza- ¿Huh? Claro... te dije que vendría a ver que hay de comer a los puestos de comida que estaban a unos cuantos pasos... Jajaja ¿No me digas que no me escuchaste, Kuro? ¡Que despistado! -comenzó a reirse en alto.
Sentía como mi cara se ponía un poco roja por esta enorme vergüenza- Claro que te escuché... solo que se me olvido en ese instante -fruncí el ceño deseando solo que el tiempo pasara rapido para evitar recordar esta vergüenza. Nuevamente mi estomago comenzó a gruñir, por lo que se me ocurrió un plan- Hey Drac -mi compañero se acercó a mi, acerqué mi rostro a su oído y le susurré un par de cosas- ¿Entendido? -una sonrisa se dibujó en su rostro y asintió enérgico. Él nuevamente se acercó hacia el vendedor- ¡Oye tu! -el digimon, un Derumon que ahora mismo estaba acomodando un par de frutas, dirigió su mirada hacia el mini vampiro y le respondió- Oh... es usted de nuevo, ¿Ahora que quiere? -Drac comenzó a mofarse y a insultar al pajarraco, quien de inmediato se erizó sus plumas y su rostro antes azul se volvía rojo de la ira- ¡Ya verás, tu... mocoso! -salió de su puesto y empezó a correr detrás de él, en ese entonces yo aproveché para juntar las primeras frutas que veía. Intentaba agarrar grandes cantidades acomodadas en una de las bolsas que le dan al cliente para no tener que estar cargando con todo el montón todo el tiempo- Ahhh~ Estas frutas huelen tan bien -volteé a ver hacia Drac quien estaba esquivando divertidamente los aletazos y picotazos del digimon, se notaba mucho que él no era un digimon de pelea a diferencia de Drac, seguro era por estar acostumbrado a los mercados y eso- Ja, lo tiene muy ocupado... comeré entonces un poco -tomé una fruta que bien tenía la forma de un platano de color violeta, le quite la cascara pero cuando estaba por llevarlo a mi boca escuché como el Derumon exclamaba- ¡Oiga usted, delincuente! ¡DEJE MIS FRUTAS EN DONDE ESTABAN! -fruncí el ceño, me lleve la fruta a la boca para poder arrancarle el contenido de un mordisco y dejarlo sin cascara- ¡Mhmmhm! -quería decir ''Ahora Drac!'' pero por tener la boca llena me era imposible, por suerte, él entendió la señal- ¡Toma! -Drac le dio un puntapie en la pata al pajaro al tiempo que iniciaba su correr- ¡¡Au, au au...!! ¡OIGAN, LADRONES! -corrió hacia nosotros mientras aleteaba sus cortas alas, yo esbocé una sonrisa mientras Drac se adelantaba y yo arrojaba la cascara de banana que hizo que el Derumon resbalara. Tragué lo que tenía en la boca- ¡Gracias, es un excelente mercader! -dicho esto salí corriendo- ¡Au... au....! ¡QUE ALGUIEN LOS DETENGA, SON UNOS LADRONES! -jaja... que risa me daba, estaba acostumbrado a escuchar eso en el mundo humano, pero... ¿En el digimundo? Creo que nunca cambiaré.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :354Cuentas :Ficha :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :UltimateIcono :Rango y Unidad :Haruka Aizawa
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon Spirit
Dracmon
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon SpiritRango y Unidad Digi Aliado :Gaomon
Rango: Knight
Unidad: Dragon SpiritInventario :
Haruka Aizawa
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
-Nnno, no, jeje, debes estar bromeando ¿cómo que irás conmigo? E-eso no puede pasar, tu tienes tu basurero aquí, muy oloroso por cierto -diciendo por lo bajo, y eres feliz con eso ¿no es cierto? Además ¿qué harás si la gente te ve? Creerán que te escapaste de alguna granja y te perseguirán por todos lados.
-¿Qué es la gente, Rinokumura?
-¿Eh? ¿Cómo es que no sabes? ¿Vives en este lugar y no sabes que es la gente? La gente está en todos lados como... ¡¿Qué?!
No era posible, no pude no darme cuenta antes ¿No me enteré? ¿Nadie me dijo nada?
-¡¿Hoy era día de cosplay?!
¿Qué es todo esto? Es tan raro que todos se hayan disfrazado hoy, es genial, sí, pero tan extraño. Debo estar en una ciudad llenos de amantes cosplay, pero... tampoco sé como llegué aquí.
Se ven tan reales y tan variados, me pregunto cómo hicieron para que se vea así.
-Disculpe señora, ¿sabe donde me encuentro?
Estirando mi mano para tocar el hombro de esa señora de amarillo que parecía animal quise llamarle la atención de esta manera y pude sentir el pelaje que tenía su disfraz, era tan suave que parecía real, fue la primera vez que toqué algo así ¿Era piel de verdad?
-No me toque, degenerado. Hmph...
-¿U-uh?
Sólo me quedé ahí, parado, haciendo... nada, mientras la señora seguía caminando ignorando mi pregunta y llamándome de de esa manera.
-¿Degenerado? ¡¿A quién le dices degenerado?! ¡¿De donde sacas tales...?!
-¡Que no es degenerado! ¡Es Rinokumura!
Miré hacia abajo porque escuché esa fina voz que, ahora que lo recuerdo, no había escuchado desde hace un momento. Era esa bola amarilla, Chicchimon, que se había sumado a mis reclamos hacia esa señora. Se lo veía frenético mientras daba pequeños rebotes y movía sus alas de arriba hacia abajo. ¿Estaba enfadado? Parecía que sí, esas cejas rojas y grandes en comparación del cuerpo se arqueaban hacia abajo cubriendo un poco ambas pupilas oscuras de sus ojos.
-Vaya, ¿por qué estás gritando?
-Te llamó degenerado, Rinokumura no es degenerado, Rinokumura es Rinokumura. ¿No es cierto Rinokumura?
-Claro que no soy un degenerado -inflando las mejillas-. ¿Y cuándo aprenderás a llamarme...?
-Si Rinokumura grita, yo también, es divertido
-¿Hmm? Pues, no sé si es divertido, pero es que me hacen enfadar.
De repente, ocurrió algo muy extraño. Estaba distraído hablando con esa ave, el polluelo y por eso no pude darme cuenta hasta que sentí un golpe que hizo que mis piernas temblaran y casi caí al suelo nuevamente. No fue el golpe en sí, pero el dolor que apenas podía soportar en mis costillas tuvo la culpa de todo. ¿Acaso era? ¿Era una persona? Mejor dicho una persona sin disfraz, la única que había visto hasta ahora había chocado conmigo justo del lado en donde me había golpeado, bueno, del lado donde más estaba golpeado, y siguió corriendo sin nada más que echarme la culpa de eso.
-Agh, maldición ¡cómo duele!... -poniendo mi mano sobre el lado izquierdo de mi pecho-. ¡Oi, oi! ¡Espera, no te vayas!
Demasiado tarde, ya estaba muy lejos, iba con mucha prisa y no había señales de que se detendría por más que se lo pidiera.
-Oish ayayay, necesito encontrar un hospital cuanto antes. Tu no sabes donde hay uno ¿no?
Chicchimon sólo me miraba inexpresivo, sin decir ni una palabra y sin hacer ningún gesto, como si esperara que yo le dijera algo.
-Bah, como si supieras algo de aquí.
Pasamos los siguientes diez o quince minutos parados en esa misma entrada al callejón, preguntando por direcciones, lugares, o donde estábamos a todos los que pasaban por ahí. No recibimos más que miradas de disgusto, de terror o de desprecio. También nos ignoraban, tch, claro no podía faltar. Las frases como "Piérdete"; "Aléjate humano", como si ellos no lo fuera, llevar un disfraz no te hace ser otra cosa; y el "Hueles mal" se hacían repetitivas. No tengo la culpa de haber caído del cielo en un lugar como este.
Ya estaba agotado, no podía quedarme parado por mucho tiempo más, mi dolor me lo impedía. Tampoco iba a sentarme después de lo que me costó ponerme de pie, y si lo hacía, nadie iba a ayudarme además de esta criatura que estaba a la par mía, firme y sin decir ni una palabra. Aún así me apoyé sobre la pared derecha que daba a la calle y solté un suspiro, tenía que respirar con algo de fuerza.
-Oye, ¿no dirás nada? ¿Por qué piensas que la gente no nos quiere decir nada?
-No lo sé, debe ser porque te ves raro.
-¡Jo...! No me digas raro ¿acaso no te viste? Ni siquiera sé lo que eres.
-Soy Chicchimon ¿y tu quién eres?
-¿Pero qué... qué ocurre contigo?
¡QUE ALGUIEN LOS DETENGA, SON UNOS LADRONES!
Me llamó la atención unos gritos que venían de la izquierda ¿Ladrones?
-Rinokumura, es tu oportunidad, detiene a los ladrones y te verán como a un héroes, o puedes darme tu espada y lo haré yo.
-Un héroe ¿eh?
Toda la ciudad desfilaba por las calles con serpentinas, papeles de colores, panfletos, me llevaban sobre un carro inmenso, mientras yo, el grandioso Rin Okumura iba sobre mi merecido trono y el gran tazón de sukiyaki me esperaba al final del desfile...
Esos cabellos rubios, esa ropa extraña.
-¿Podrá ser...?
Me paré firme frente al que venía corriendo, era el mismo que me había chocado hacía tiempo atrás, esta vez no pasaría de largo.
-Detente ahí ¿a donde crees que vas? -alzando mi espada envainada hacia un costado formando una especie de valla.
-No podrás escapar, ladrón.
El polluelo se paró sobre mi espada haciendo equilibrio con las alas.
-O devuelves lo que robaste y te vas tranquilo por donde viniste o sufres ante las consecuencias. Tú decides.
-¡Deténganlos, deténgalos! ¡Miren su compañero está esperándolo en ese callejón para huir!
-¡Atrapen a él también! ¡Atrapen a los dos humanos!
-¿Dos humanos? ¿Donde el otro? ¡Responde!
-¡Esos dos! ¡El rubio y el apestoso! ¡Ladrones!
-Dije ¡que no es mi culpa que haya caído en un lugar así! ¿Huh? ¡¿Qué?! N-n-n-no, no es lo que piensan, no...
Veía cómo todos se comenzaban a abalanzarse sobre mi y sobre el otro tipo que estaba ahí, al frente mío. No había escapatoria, ya estaban cerradas todas las rutas de escape... pero, claro, el callejón, era la única salida, giré la cabeza hacia atrás para confirmar por última vez que el camino estaba libre.
-¡Corre ahora Rinokumura!
El pollo saltó por delante de mi rostro y comenzó a alejarse por el callejón a gran velocidad. No me quedó más remedio que seguirlo... como podía, trastabillé los primeros pasos hasta que pude apoyar nuevamente mi espada como bastón, pero no sería suficiente, en el estado en que estaba no podría llegar tan lejos, antes de que llegara al otro extremo, de seguro ya estaría bloqueado por más personas, y al fin me atraparían. Aunque si bien en la prisión recibiría tratamiento para mis costillas que de seguro estaban rotas, no quería ganarme el título de ladrón, un ladrón que nunca llegó a robar.
No importa, debo intentarlo aunque sea.
-Chicchimon, la funda, ¡tráela!
La funda roja en la que llevaba la espada estaba también detrás de uno de los basureros. Era roja con un tirante negro, inconfundible. El chico obedeció y con el pico seguido de un salto me la arrojó hacia mi que puede agarrarla en el aire. Pude agarrarla pero me resbalé con algo del suelo lo que hizo que cayera apoyando la rodilla derecha y sosteniendo con ambas manos la espada al frente mío para no quedar desplomado en el piso. Comencé a pararme aunque no estaba seguro de poder lograro.
Tengo que salir de esta.
-¿Qué es la gente, Rinokumura?
-¿Eh? ¿Cómo es que no sabes? ¿Vives en este lugar y no sabes que es la gente? La gente está en todos lados como... ¡¿Qué?!
No era posible, no pude no darme cuenta antes ¿No me enteré? ¿Nadie me dijo nada?
-¡¿Hoy era día de cosplay?!
¿Qué es todo esto? Es tan raro que todos se hayan disfrazado hoy, es genial, sí, pero tan extraño. Debo estar en una ciudad llenos de amantes cosplay, pero... tampoco sé como llegué aquí.
Se ven tan reales y tan variados, me pregunto cómo hicieron para que se vea así.
-Disculpe señora, ¿sabe donde me encuentro?
Estirando mi mano para tocar el hombro de esa señora de amarillo que parecía animal quise llamarle la atención de esta manera y pude sentir el pelaje que tenía su disfraz, era tan suave que parecía real, fue la primera vez que toqué algo así ¿Era piel de verdad?
-No me toque, degenerado. Hmph...
-¿U-uh?
Sólo me quedé ahí, parado, haciendo... nada, mientras la señora seguía caminando ignorando mi pregunta y llamándome de de esa manera.
-¿Degenerado? ¡¿A quién le dices degenerado?! ¡¿De donde sacas tales...?!
-¡Que no es degenerado! ¡Es Rinokumura!
Miré hacia abajo porque escuché esa fina voz que, ahora que lo recuerdo, no había escuchado desde hace un momento. Era esa bola amarilla, Chicchimon, que se había sumado a mis reclamos hacia esa señora. Se lo veía frenético mientras daba pequeños rebotes y movía sus alas de arriba hacia abajo. ¿Estaba enfadado? Parecía que sí, esas cejas rojas y grandes en comparación del cuerpo se arqueaban hacia abajo cubriendo un poco ambas pupilas oscuras de sus ojos.
-Vaya, ¿por qué estás gritando?
-Te llamó degenerado, Rinokumura no es degenerado, Rinokumura es Rinokumura. ¿No es cierto Rinokumura?
-Claro que no soy un degenerado -inflando las mejillas-. ¿Y cuándo aprenderás a llamarme...?
-Si Rinokumura grita, yo también, es divertido
-¿Hmm? Pues, no sé si es divertido, pero es que me hacen enfadar.
De repente, ocurrió algo muy extraño. Estaba distraído hablando con esa ave, el polluelo y por eso no pude darme cuenta hasta que sentí un golpe que hizo que mis piernas temblaran y casi caí al suelo nuevamente. No fue el golpe en sí, pero el dolor que apenas podía soportar en mis costillas tuvo la culpa de todo. ¿Acaso era? ¿Era una persona? Mejor dicho una persona sin disfraz, la única que había visto hasta ahora había chocado conmigo justo del lado en donde me había golpeado, bueno, del lado donde más estaba golpeado, y siguió corriendo sin nada más que echarme la culpa de eso.
-Agh, maldición ¡cómo duele!... -poniendo mi mano sobre el lado izquierdo de mi pecho-. ¡Oi, oi! ¡Espera, no te vayas!
Demasiado tarde, ya estaba muy lejos, iba con mucha prisa y no había señales de que se detendría por más que se lo pidiera.
-Oish ayayay, necesito encontrar un hospital cuanto antes. Tu no sabes donde hay uno ¿no?
Chicchimon sólo me miraba inexpresivo, sin decir ni una palabra y sin hacer ningún gesto, como si esperara que yo le dijera algo.
-Bah, como si supieras algo de aquí.
Pasamos los siguientes diez o quince minutos parados en esa misma entrada al callejón, preguntando por direcciones, lugares, o donde estábamos a todos los que pasaban por ahí. No recibimos más que miradas de disgusto, de terror o de desprecio. También nos ignoraban, tch, claro no podía faltar. Las frases como "Piérdete"; "Aléjate humano", como si ellos no lo fuera, llevar un disfraz no te hace ser otra cosa; y el "Hueles mal" se hacían repetitivas. No tengo la culpa de haber caído del cielo en un lugar como este.
Ya estaba agotado, no podía quedarme parado por mucho tiempo más, mi dolor me lo impedía. Tampoco iba a sentarme después de lo que me costó ponerme de pie, y si lo hacía, nadie iba a ayudarme además de esta criatura que estaba a la par mía, firme y sin decir ni una palabra. Aún así me apoyé sobre la pared derecha que daba a la calle y solté un suspiro, tenía que respirar con algo de fuerza.
-Oye, ¿no dirás nada? ¿Por qué piensas que la gente no nos quiere decir nada?
-No lo sé, debe ser porque te ves raro.
-¡Jo...! No me digas raro ¿acaso no te viste? Ni siquiera sé lo que eres.
-Soy Chicchimon ¿y tu quién eres?
-¿Pero qué... qué ocurre contigo?
¡QUE ALGUIEN LOS DETENGA, SON UNOS LADRONES!
Me llamó la atención unos gritos que venían de la izquierda ¿Ladrones?
-Rinokumura, es tu oportunidad, detiene a los ladrones y te verán como a un héroes, o puedes darme tu espada y lo haré yo.
-Un héroe ¿eh?
Toda la ciudad desfilaba por las calles con serpentinas, papeles de colores, panfletos, me llevaban sobre un carro inmenso, mientras yo, el grandioso Rin Okumura iba sobre mi merecido trono y el gran tazón de sukiyaki me esperaba al final del desfile...
Esos cabellos rubios, esa ropa extraña.
-¿Podrá ser...?
Me paré firme frente al que venía corriendo, era el mismo que me había chocado hacía tiempo atrás, esta vez no pasaría de largo.
-Detente ahí ¿a donde crees que vas? -alzando mi espada envainada hacia un costado formando una especie de valla.
-No podrás escapar, ladrón.
El polluelo se paró sobre mi espada haciendo equilibrio con las alas.
-O devuelves lo que robaste y te vas tranquilo por donde viniste o sufres ante las consecuencias. Tú decides.
-¡Deténganlos, deténgalos! ¡Miren su compañero está esperándolo en ese callejón para huir!
-¡Atrapen a él también! ¡Atrapen a los dos humanos!
-¿Dos humanos? ¿Donde el otro? ¡Responde!
-¡Esos dos! ¡El rubio y el apestoso! ¡Ladrones!
-Dije ¡que no es mi culpa que haya caído en un lugar así! ¿Huh? ¡¿Qué?! N-n-n-no, no es lo que piensan, no...
Veía cómo todos se comenzaban a abalanzarse sobre mi y sobre el otro tipo que estaba ahí, al frente mío. No había escapatoria, ya estaban cerradas todas las rutas de escape... pero, claro, el callejón, era la única salida, giré la cabeza hacia atrás para confirmar por última vez que el camino estaba libre.
-¡Corre ahora Rinokumura!
El pollo saltó por delante de mi rostro y comenzó a alejarse por el callejón a gran velocidad. No me quedó más remedio que seguirlo... como podía, trastabillé los primeros pasos hasta que pude apoyar nuevamente mi espada como bastón, pero no sería suficiente, en el estado en que estaba no podría llegar tan lejos, antes de que llegara al otro extremo, de seguro ya estaría bloqueado por más personas, y al fin me atraparían. Aunque si bien en la prisión recibiría tratamiento para mis costillas que de seguro estaban rotas, no quería ganarme el título de ladrón, un ladrón que nunca llegó a robar.
No importa, debo intentarlo aunque sea.
-Chicchimon, la funda, ¡tráela!
La funda roja en la que llevaba la espada estaba también detrás de uno de los basureros. Era roja con un tirante negro, inconfundible. El chico obedeció y con el pico seguido de un salto me la arrojó hacia mi que puede agarrarla en el aire. Pude agarrarla pero me resbalé con algo del suelo lo que hizo que cayera apoyando la rodilla derecha y sosteniendo con ambas manos la espada al frente mío para no quedar desplomado en el piso. Comencé a pararme aunque no estaba seguro de poder lograro.
Tengo que salir de esta.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :53Nivel On Rol :Rookie
Rin Okumura
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
En estos momentos yo sentía que era imposible que alguien me detuviera, me consideraba una persona muy rápida y aunque odie decirlo... tener este tamaño tampoco está del todo mal pues, junto a mi sueter oscuro, si me las arreglo podría camuflarme un poco entre las sombras y burlar una vista despistada fácilmente, o al menos así era como solía arreglarmelas en el mundo humano, pero he de considerar que en estos momentos el sol brilla con amplitud y... bueno, no creo que las habilidades y sentidos de los digimon sean tan inútiles como la de un humano promedio- Será un gran reto, pero creo que puedo realizarlo -dije en mis adentros con total seguridad aun sin soltar la bolsa-red con frutos adentro- ¡Kuro, cuidado! -exclamó Dracmon, quien mantenía el mismo paso veloz que yo, a pesar de que tenía mis ojos abiertos en todo momento no había logrado asimilar que frente de mi un chico blandía una especie de filo obstruyendome el paso, quizá era porque el sol relucía en la espada y era, practicamente, invisible... tsk... y yo hablando de los sentidos inutiles... esto es vergonzoso.
Me detuve justo al momento en que la hoja de la espada quedaba a un par de centimetros de mi cuello. Noté que el filo no estaba descubierto hacia mi dirección pero de todas formas hubiese sido un golpe bastante doloroso, en cambio, Drac no logró frenar al instante pese a que fue el primero que se dio cuenta de la presencia del chico éste, al estar concentrada en la mirada juzgadora de este chico y en el sentimiento que me decía ''Yo a éste lo conozco'' no pude ver a donde fue a parar mi compañero, solo sé que de en un momento a otro ya se encontraba siendo perseguido por una especie de digimon bastante vieja y con una escoba en mano gritandole cosas como ''Pervertido! Niño malandroso, espera a que te atrape y te de una buena tunda que te mereces!'' creo que ahora no podía sentirme mas avergonzado, y si hay una forma, espero que mi suerte actual no la atraiga hacia mi- ...¿Qué es esto? ¿Desde cuando los frikis llegaron al digimundo? -sonreí de lado para no verme intimidado por la espada tan cercana a mi pero era cierto que... bueno, he logrado dominar muchas tecnicas defensivas para protegerme de un arma, y yo creía que la unica a la que no estaba ''acostumbrado'' era a alguien con un arma de fuego.... ahora que me paro a pensar tampoco sé evitar el ataque de un chico con espada, para empezar ¿¡Porque tendría que considerarlo!? ¿Quien demonios usa espadas en el siglo XXI? Estos frikis de ahora, primero un caballero y ahora ¿Qué? ¿Un samurai?
- ¡Deténganlos, deténgalos! ¡Miren su compañero está esperándolo en ese callejón para huir! -esto fue lo primero que escuché de, de pronto, una lluvia de acusaciones. Por un momento pensé que se referían, obviamente, a Dracmon pero él se encontraba tirado en el suelo bocaabajo a unos cuantos centimetros de nosotros siendo apaleado una y otra vez por la vieja esa justo en la cabeza- ¡Y otra mas, para que sepas respetar a los mayores! ¡Hmph! -finalmente había dejado en paz a Drac quien aun no hallaba las fuerzas para levantarse, pese a ser pequeña se ve que era un digimon con mucha fuerza, ¿Que le habrá hecho Drac para que la fastidiase tanto?... Bah, no importa eso ahora, el punto es que ellos hablaban de un compañero y la verdad es que dudo que se estén refiriendo al intento de vampiro éste- ¿Estarán hablando de él?... -lo peculiar es que se refirieron al otro compañero que me seguía como ''apestoso'', segun yo Drac tambien lo es... tanto que creo que he perdido un poco el sentido del olfato; respiré hondo para poder captar algun ''aroma extraño'' pero no capté nada- Si, es seguro, Drac me ha acostumbrado a los malos olores -fruncí el ceño, aprovechando el barullo formado para alejarme de la espada y acercarme a mi compañero a quien le di unos cuantos golpes con el pie muy leves, solo para que reaccionara- Oye... parece que ha surgido un malentendido... -con un poco de esfuerzo, Drac comenzó a levantarse- N-No me digas... -no sé si hablabamos del mismo ''malentendido'' pues hasta ahora parecía él estar completamente distraido a la situación que acontecía conmigo.
De un momento a otro, nos comencé a ver rodeados: a mi, a Drac, al chico samurai y esa bola de plumas que lo acompañaba- ¿Y ahora que podemos hacer...? Bueno, es obvio que ya lo han considerado a él como un aliado mío, no sé si eso deba parecerme bueno o ma... -me detuve al escuchar como alguien gritaba ''¡Miren! Uno de ellos está intentando escapar, ¡Tras él!'' giré la mirada, viendo como esos dos corrían hacia una especie de callejón- ¡Sigamoslos! -exclamó Drac apunto de irse con él pero le tomé del brazo- ¿Estas loco? Solo observa -ambos miramos hacia al frente, viendo como la mayoría de la multitud se iba detrás del chico- Es nuestra oportunidad Drac ¡Jajajaja! Así quizás aprenda a no meterse en plan de héroe. Vamos. -sin soltar su brazo inicié mi correr pero a los pocos pasos escuché de nuevo ''¡Oigan, ahí está el otro!''- ¡Es una trampa, quieren burlarnos! -Tch... ¿Porque los digimon de aquí son tan estupidos? ¿Que no vieron que el loco ese me tenía casi con la espada al cuello?- Cambio de planes Drac, un escape directo no basta -detuve mi correr de repente, y miré hacia los lados al notar como los digimon comenzaban a rodearnos- Una pelea no sirve en estos momentos, aunque Drac evolucione a Astamon... esto solo llamaría la atención de mas digimon y sería nuestro fin -apreté mis puños, dandome cuenta de que aun tenía algo en mis manos- ¿Ah...? ¡La bolsa de frutas! -comencé a buscar algo en ella- ...¡Hey, Kuro! ¿Que crees que haces? Este no es momento para.... Bueno, mejor sí, no quiero morir con el estomago vacío -alzó su mano hacia mi para que le diera algo pero solo se la azoté- Shhh, calla, no voy a comer nada -le susurré, encontrando lo que buscaba- ¡Ajá! ...¡OIGAN TODOS! -los digimon que se acercaban mas y mas a nosotros se detuvieron- Si piensan que estamos solos deben estar muy equivocados... ¡Y se daran cuenta enseguida! -saqué de la red una fruta redonda y la lancé hacia el cielo- ¡Ve, Pikachumon! -todos los digimon se quedaron abobados viendo la fruta volar, por lo que le di la señal a Drac para que me siguiera y, aprovechando la distracción, nos fuimos arrastrandonos debajo de las piernas de todos hasta llegar detrás de unas cajas apiladas que usaríamos como escondite.
La fruta cayó al suelo- ....Oigan, esto no es nada más que una naranzana ordinaria... -Dracmon tuvo la grandiosa idea de salir de su escondite- ¿¡Una naranzana!? ¡Así que si había! -le tomé de la cabeza y lo intenté empujar hacia el suelo- ¡CALLATE, TONTO! -los digimon voltearon a vernos, era obvio, así que tuvimos que de nuevo iniciar nuestro correr hacia el callejón a un lado nuestro donde nos vimos obligados a ocultarnos el interior de un recipiente de bolsas de basura. Esta vez nos guiamos del oído y esperabamos la señal- ¿A donde se fueron? -''No lo sé, seguramente dieron la vuelta y escaparon''- ¡Entonces no esperemos más y a seguirlos! -seguido de eso solo escuchamos pasos alejarse de nuestra posición hasta que no hubo sonido alguno- Ufff... -abrí el recipiente y salí de ahí- Creo que finalmente nos libramos de la muchedumbre -me dejé recargar en la pared- Ah... paz... tranquilidad... creo que esto no hubiese pasado si ese friki no nos hubiera dete... Ah, es cierto ¿Cómo crees que le esté yendo a ese chico? -Dracmon se estaba quitando una cascara de banana que tenía en la cabeza- ¿Ah? ¿Te refieres al que huyó siendo perseguido por parte de los digimon? Jajaja seguramente nada bien, se le notaba que estaba herido, no creo que haya podido correr mucho como nosotros -¿Eh? ¿Estaba herido? Yo... no pude notarlo- ...¿Que te pasa? Te ves pensativo... ¡EH! Espera, ¡No me digas que estas ideando una forma de salvarlo! -reaccioné ante esto y desvié la mirada- ¡C-Claro que no! ¿Que me crees? -me quedé callado unos momentos con las manos en los bolsillos- ...Aunque... a él ahora lo creen un aliado nuestro... y si le salvamos la vida... estará en deuda con nosotros -sonreí de lado- ...Lo sabía, estabas ideando algo, ¿Porque queremos a ese cojo con nosotros? Solo nos retrasará -me crucé de brazos- El tiene una espada, y pude notar que es de verdad, no creo que haya un ser tan tonto como para cargar un arma consigo que no sepa utilizar -Drac se llevaba el dedo dentro de la mascara hacia su oreja- ...¿O sea...? -suspiré- El debe saber como usarla, será de ayuda si nos vuelven a rodear esos locos -bostezó- Como quieras...
En ese callejón, rodeado por departamentos, habían unas escaleras metalicas donde podías subir a otros pisos hasta llegar al techo. Las usamos para pasar al techo de ese edificio, sabía por logica que los digimon no nos habían dejado correr mucho, por no decir nada, así que en efecto... en el callejón ''vecino'' a ese mismo edificio se encontraba acorralado el chico y su bola de plumas- Bien, aquí está Drac, es hora de hacer aparición -me acomodé el gorro del sueter con una sonrisa de lado en el rostro, sentía esto como un reto pues siempre me ha gustado poner mis planes en acción- ...Un momento... ¿¡Que planeas hacer!? ¿Quieres que bajemos hacia donde estemos ellos? -di un salto hacia el ''piso metalico'' conectado a las escaleras- Precisamente -dicho esto di otro, no tenía tiempo de usar las escaleras, así que iba de salto en salto hacia llegar finalmente al suelo hacia donde se encontraba el chico- Ufff.. Perdona compañero, ¿Llegué tarde? -le pregunté al joven de cabello oscuro, dandole la mano para que la aceptase y pudiese ponerse de pie. El la aceptó, lo cual afirmó un paso mas adelante en mi plan- Es hora -me dije en mis adentros. El siguiente en caer hacia donde nos encontrabamos fue Drac, para ese momento yo ya había sacado mi digivice y una carta- Sostenganse bien, sería catastrofico si se soltaran -dije como un tono de burla mientras aferraba el cuerpo de él contra el mío y pasaba la carta por el digivice- ¡Card Slash! -el brazo derecho de Drac comenzó a cambiar su forma al de una especie de garra metalica, la garra del digimon ''Mugendramon''- ¡Booster Claw! -su garra se disparó como una especie de gancho, aferrandose a un tanque que yacía en el techo del edificio contrario. Me tomé fuerte a Drac y el hizo lo mismo conmigo, dejando que el mismo brazo nos jalara hacia el punto donde se había aferrado y nos sacara de donde se encontraban todos reunidos. Miré hacia ambos lados- Vengan -aun con la mano del chico tomada, caminé hacia el lado contrario del techo, donde se encontraba el siguiente callejón y empuje al chico para que cayera sobre el piso de metal conectado a las escaleras- Oye, ¿Que no él estaba herido? -reí con gracia por el comentario de Drac, y tambien a él lo empujé- Lo sé bien -seguido, di un salto yo hacia donde estaban ellos y me quité el sueter negro que siempre cargo conmigo- Shhh... callados -puse el sueter sobre las cabezas de todos, como una especie de manta. El sueter era pequeño por lo que teníamos que mantenernos bastante juntos- Es diferente el mundo humano del digital ¿No? Já... seguramente algunos digimon voladores estan surcando los cielos buscandonos -los callejones son oscuros, y el piso de metal oxidado era un color aun mas oscuro y nos permitió camuflarnos de la vista de esos digimon.
Después de unos minutos, volteé a ver a mi compañero- ¿Qué dices, Drac? -el permaneció en silencio unos segundos- .......No oigo nada -suficiente seguridad, nos quité el sueter y me lo volví a poner- Se fue el peligro.
Me detuve justo al momento en que la hoja de la espada quedaba a un par de centimetros de mi cuello. Noté que el filo no estaba descubierto hacia mi dirección pero de todas formas hubiese sido un golpe bastante doloroso, en cambio, Drac no logró frenar al instante pese a que fue el primero que se dio cuenta de la presencia del chico éste, al estar concentrada en la mirada juzgadora de este chico y en el sentimiento que me decía ''Yo a éste lo conozco'' no pude ver a donde fue a parar mi compañero, solo sé que de en un momento a otro ya se encontraba siendo perseguido por una especie de digimon bastante vieja y con una escoba en mano gritandole cosas como ''Pervertido! Niño malandroso, espera a que te atrape y te de una buena tunda que te mereces!'' creo que ahora no podía sentirme mas avergonzado, y si hay una forma, espero que mi suerte actual no la atraiga hacia mi- ...¿Qué es esto? ¿Desde cuando los frikis llegaron al digimundo? -sonreí de lado para no verme intimidado por la espada tan cercana a mi pero era cierto que... bueno, he logrado dominar muchas tecnicas defensivas para protegerme de un arma, y yo creía que la unica a la que no estaba ''acostumbrado'' era a alguien con un arma de fuego.... ahora que me paro a pensar tampoco sé evitar el ataque de un chico con espada, para empezar ¿¡Porque tendría que considerarlo!? ¿Quien demonios usa espadas en el siglo XXI? Estos frikis de ahora, primero un caballero y ahora ¿Qué? ¿Un samurai?
- ¡Deténganlos, deténgalos! ¡Miren su compañero está esperándolo en ese callejón para huir! -esto fue lo primero que escuché de, de pronto, una lluvia de acusaciones. Por un momento pensé que se referían, obviamente, a Dracmon pero él se encontraba tirado en el suelo bocaabajo a unos cuantos centimetros de nosotros siendo apaleado una y otra vez por la vieja esa justo en la cabeza- ¡Y otra mas, para que sepas respetar a los mayores! ¡Hmph! -finalmente había dejado en paz a Drac quien aun no hallaba las fuerzas para levantarse, pese a ser pequeña se ve que era un digimon con mucha fuerza, ¿Que le habrá hecho Drac para que la fastidiase tanto?... Bah, no importa eso ahora, el punto es que ellos hablaban de un compañero y la verdad es que dudo que se estén refiriendo al intento de vampiro éste- ¿Estarán hablando de él?... -lo peculiar es que se refirieron al otro compañero que me seguía como ''apestoso'', segun yo Drac tambien lo es... tanto que creo que he perdido un poco el sentido del olfato; respiré hondo para poder captar algun ''aroma extraño'' pero no capté nada- Si, es seguro, Drac me ha acostumbrado a los malos olores -fruncí el ceño, aprovechando el barullo formado para alejarme de la espada y acercarme a mi compañero a quien le di unos cuantos golpes con el pie muy leves, solo para que reaccionara- Oye... parece que ha surgido un malentendido... -con un poco de esfuerzo, Drac comenzó a levantarse- N-No me digas... -no sé si hablabamos del mismo ''malentendido'' pues hasta ahora parecía él estar completamente distraido a la situación que acontecía conmigo.
De un momento a otro, nos comencé a ver rodeados: a mi, a Drac, al chico samurai y esa bola de plumas que lo acompañaba- ¿Y ahora que podemos hacer...? Bueno, es obvio que ya lo han considerado a él como un aliado mío, no sé si eso deba parecerme bueno o ma... -me detuve al escuchar como alguien gritaba ''¡Miren! Uno de ellos está intentando escapar, ¡Tras él!'' giré la mirada, viendo como esos dos corrían hacia una especie de callejón- ¡Sigamoslos! -exclamó Drac apunto de irse con él pero le tomé del brazo- ¿Estas loco? Solo observa -ambos miramos hacia al frente, viendo como la mayoría de la multitud se iba detrás del chico- Es nuestra oportunidad Drac ¡Jajajaja! Así quizás aprenda a no meterse en plan de héroe. Vamos. -sin soltar su brazo inicié mi correr pero a los pocos pasos escuché de nuevo ''¡Oigan, ahí está el otro!''- ¡Es una trampa, quieren burlarnos! -Tch... ¿Porque los digimon de aquí son tan estupidos? ¿Que no vieron que el loco ese me tenía casi con la espada al cuello?- Cambio de planes Drac, un escape directo no basta -detuve mi correr de repente, y miré hacia los lados al notar como los digimon comenzaban a rodearnos- Una pelea no sirve en estos momentos, aunque Drac evolucione a Astamon... esto solo llamaría la atención de mas digimon y sería nuestro fin -apreté mis puños, dandome cuenta de que aun tenía algo en mis manos- ¿Ah...? ¡La bolsa de frutas! -comencé a buscar algo en ella- ...¡Hey, Kuro! ¿Que crees que haces? Este no es momento para.... Bueno, mejor sí, no quiero morir con el estomago vacío -alzó su mano hacia mi para que le diera algo pero solo se la azoté- Shhh, calla, no voy a comer nada -le susurré, encontrando lo que buscaba- ¡Ajá! ...¡OIGAN TODOS! -los digimon que se acercaban mas y mas a nosotros se detuvieron- Si piensan que estamos solos deben estar muy equivocados... ¡Y se daran cuenta enseguida! -saqué de la red una fruta redonda y la lancé hacia el cielo- ¡Ve, Pikachumon! -todos los digimon se quedaron abobados viendo la fruta volar, por lo que le di la señal a Drac para que me siguiera y, aprovechando la distracción, nos fuimos arrastrandonos debajo de las piernas de todos hasta llegar detrás de unas cajas apiladas que usaríamos como escondite.
La fruta cayó al suelo- ....Oigan, esto no es nada más que una naranzana ordinaria... -Dracmon tuvo la grandiosa idea de salir de su escondite- ¿¡Una naranzana!? ¡Así que si había! -le tomé de la cabeza y lo intenté empujar hacia el suelo- ¡CALLATE, TONTO! -los digimon voltearon a vernos, era obvio, así que tuvimos que de nuevo iniciar nuestro correr hacia el callejón a un lado nuestro donde nos vimos obligados a ocultarnos el interior de un recipiente de bolsas de basura. Esta vez nos guiamos del oído y esperabamos la señal- ¿A donde se fueron? -''No lo sé, seguramente dieron la vuelta y escaparon''- ¡Entonces no esperemos más y a seguirlos! -seguido de eso solo escuchamos pasos alejarse de nuestra posición hasta que no hubo sonido alguno- Ufff... -abrí el recipiente y salí de ahí- Creo que finalmente nos libramos de la muchedumbre -me dejé recargar en la pared- Ah... paz... tranquilidad... creo que esto no hubiese pasado si ese friki no nos hubiera dete... Ah, es cierto ¿Cómo crees que le esté yendo a ese chico? -Dracmon se estaba quitando una cascara de banana que tenía en la cabeza- ¿Ah? ¿Te refieres al que huyó siendo perseguido por parte de los digimon? Jajaja seguramente nada bien, se le notaba que estaba herido, no creo que haya podido correr mucho como nosotros -¿Eh? ¿Estaba herido? Yo... no pude notarlo- ...¿Que te pasa? Te ves pensativo... ¡EH! Espera, ¡No me digas que estas ideando una forma de salvarlo! -reaccioné ante esto y desvié la mirada- ¡C-Claro que no! ¿Que me crees? -me quedé callado unos momentos con las manos en los bolsillos- ...Aunque... a él ahora lo creen un aliado nuestro... y si le salvamos la vida... estará en deuda con nosotros -sonreí de lado- ...Lo sabía, estabas ideando algo, ¿Porque queremos a ese cojo con nosotros? Solo nos retrasará -me crucé de brazos- El tiene una espada, y pude notar que es de verdad, no creo que haya un ser tan tonto como para cargar un arma consigo que no sepa utilizar -Drac se llevaba el dedo dentro de la mascara hacia su oreja- ...¿O sea...? -suspiré- El debe saber como usarla, será de ayuda si nos vuelven a rodear esos locos -bostezó- Como quieras...
En ese callejón, rodeado por departamentos, habían unas escaleras metalicas donde podías subir a otros pisos hasta llegar al techo. Las usamos para pasar al techo de ese edificio, sabía por logica que los digimon no nos habían dejado correr mucho, por no decir nada, así que en efecto... en el callejón ''vecino'' a ese mismo edificio se encontraba acorralado el chico y su bola de plumas- Bien, aquí está Drac, es hora de hacer aparición -me acomodé el gorro del sueter con una sonrisa de lado en el rostro, sentía esto como un reto pues siempre me ha gustado poner mis planes en acción- ...Un momento... ¿¡Que planeas hacer!? ¿Quieres que bajemos hacia donde estemos ellos? -di un salto hacia el ''piso metalico'' conectado a las escaleras- Precisamente -dicho esto di otro, no tenía tiempo de usar las escaleras, así que iba de salto en salto hacia llegar finalmente al suelo hacia donde se encontraba el chico- Ufff.. Perdona compañero, ¿Llegué tarde? -le pregunté al joven de cabello oscuro, dandole la mano para que la aceptase y pudiese ponerse de pie. El la aceptó, lo cual afirmó un paso mas adelante en mi plan- Es hora -me dije en mis adentros. El siguiente en caer hacia donde nos encontrabamos fue Drac, para ese momento yo ya había sacado mi digivice y una carta- Sostenganse bien, sería catastrofico si se soltaran -dije como un tono de burla mientras aferraba el cuerpo de él contra el mío y pasaba la carta por el digivice- ¡Card Slash! -el brazo derecho de Drac comenzó a cambiar su forma al de una especie de garra metalica, la garra del digimon ''Mugendramon''- ¡Booster Claw! -su garra se disparó como una especie de gancho, aferrandose a un tanque que yacía en el techo del edificio contrario. Me tomé fuerte a Drac y el hizo lo mismo conmigo, dejando que el mismo brazo nos jalara hacia el punto donde se había aferrado y nos sacara de donde se encontraban todos reunidos. Miré hacia ambos lados- Vengan -aun con la mano del chico tomada, caminé hacia el lado contrario del techo, donde se encontraba el siguiente callejón y empuje al chico para que cayera sobre el piso de metal conectado a las escaleras- Oye, ¿Que no él estaba herido? -reí con gracia por el comentario de Drac, y tambien a él lo empujé- Lo sé bien -seguido, di un salto yo hacia donde estaban ellos y me quité el sueter negro que siempre cargo conmigo- Shhh... callados -puse el sueter sobre las cabezas de todos, como una especie de manta. El sueter era pequeño por lo que teníamos que mantenernos bastante juntos- Es diferente el mundo humano del digital ¿No? Já... seguramente algunos digimon voladores estan surcando los cielos buscandonos -los callejones son oscuros, y el piso de metal oxidado era un color aun mas oscuro y nos permitió camuflarnos de la vista de esos digimon.
Después de unos minutos, volteé a ver a mi compañero- ¿Qué dices, Drac? -el permaneció en silencio unos segundos- .......No oigo nada -suficiente seguridad, nos quité el sueter y me lo volví a poner- Se fue el peligro.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :354Cuentas :Ficha :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :UltimateIcono :Rango y Unidad :Haruka Aizawa
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon Spirit
Dracmon
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon SpiritRango y Unidad Digi Aliado :Gaomon
Rango: Knight
Unidad: Dragon SpiritInventario :
Haruka Aizawa
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
En el momento menos indicado, en el más problemático fue que las cosas salieron mal. ¿Habría sido en vano haberme parado en aquél entonces? Si no lo hubiera hecho de seguro nada de esto hubiera ocurrido, no me hubiera cruzado con esa clase de personas, malas personas por cierto. Lo único que quería era un hospital, al menos la dirección de uno, ni siquiera como recompensa por atrapar a ese maldito ladrón. Pero no, la peor parte la sacamos nosotros, porque ¿así es como nos pagan? ¿persiguiéndonos? ¿Y luego qué? ¿Nos atraparán así sin más y nos golpearán por algo que no hicimos para después acabar en una jaula? Tch, ¿qué importa si me ponía de pie o no? Voy a morir de todas formas, pero si lo hago, no la tendrán tan fácil...
-...tendrán que a buscarme primero.
Arrojé la funda hacia un lado quedando en el piso una vez másTomando la vaina con mi mano izquierda, la levanté a pesar del dolor en frente de mi rostro, ya no había vuelta atrás estaba muy enfadado y en mi rostro se lo notaba. Alcé mi mano restante, apreté la empuñadura y comencé a sacarla lentamente unos centímetros y luego de un sólo tirón para quedar fuera por completo. Aprovechando esa fuerza pude dar media vuelta sobre mis rodillas y quedar en frente de aquellos que venían por nosotros, apuntando al frente con el extremo del filo.
-¡Rinokumura!
Chicchimon pudo darse cuenta que no le seguía el ritmo y al voltearse se dio cuenta que me había quedado varios metros atrás, que había caído sobre la carrera. Se detuvo de inmediato, por alguna razón que no sé, como si fuera su amigo de siempre y no quería que me quedará en esa situación. En ese momento comenzó a dar saltos acercándose hacia mi. ¿Y ahora qué pretende?
-¡Aléjate, huye, no te detengas por mi!
-Pero Rinokumura, te ayudaré a levantarte de nuevo.
-No hay tiempo ahora, si te acercas te atraparán a ti también. Si sigues corriendo podrás escapar, hazlo y escóndete en algún lugar seguro, ahora!
-¡Rinokumura tonto, tonto! ¡Si Rinokumura se queda a pelear, yo también lo haré!
¿Por qué lo hacía? ¿Por qué se quedaba? Estaba claro que si seguía su camino iba a lograrlo, era muy rápido y ágil al parecer, eso sería suficiente sin contar el tiempo extra que le daría deteniendo a todos aquellos que venían detrás nuestro.
-Si nos atrapan, que nos atrapen a ambos, no nos separaremos una vez que ya te di la mano -llegando al lado mío, con una mirada furiosa.
-Tch, sabes que no me haré responsable por lo que te pase, eres tú el que quiere quedarse, ya te lo advertí.
-Cada uno elige y hace su propio camino, y en mi camino estás tú, yo decido qué hacer, yo decido protegerte.
-Eres terco, pequeño.
-Lo eres más, Rinokumura.
-Ahora, ¡adelante!
La multitud se había detenido por completo frente a nosotros, y las miradas que nos dirigían eran muy variadas, desde temerosas hasta llenas de ira, pasando por miradas de asombro y otras indiferentes, que parecían estar ahí sólo porque su instinto les decía eso, sólo por curiosidad y no porque de verdad querían o lo sentían.
-¡Atrás todos! No intenten acercarse o les juro que se arrepentirán. No sé qué quieren hacer con nosotros, pero les juro que no robamos nada, si es así ¿dónde está eso? De seguro que ni ustedes lo saben. Y si piensan que aquel que perseguían es nuestro amigo, están muy equivocados. ¿Por qué no se dan un tiempo y piensan en las cosas que están haciendo? ¿Por qué toman el camino más fácil y nos culpan directamente sin buscar alguna prueba aunque sea? Piensen lo que quieran de nosotros, les aseguro que no estoy mintiendo. Así que el primero que no me crea, que se acerque, pero no garantizo de que vayan a salir muy bien parados de esta.
A veces me pregunto "¿Qué hice para merecer esto?", pero claro, nunca obtengo respuesta. No tengo idea de lo que ocurre aquí, pero sea lo que sea esta era la primera vez que estaba logrando algo positivo desde que llegué aquí, después de caer desde el cielo, después de tantos golpes y caídas, después de que casi me da un infarto pensando que Chicchimon era la cabeza de algún vagabundo, incluso después de que nos acusaran de ladrones, por fin que empezaba a ver como las caras de algunos de nuestros perseguidores comenzaban a cambiar luego de oír mis palabras... todo se vino abajo de nuevo.
Aquel tipo, el verdadero ladrón, salió de la nada misma, apareció desde arriba en frente nuestro ¿llamandome...?
-¿Eh? ¿Co-compañero?
Me ofreció la mano como ayuda para que pueda pararme, y acepté estando muy confundido envainando nuevamente mi espada antes de eso. No me atreví a preguntarle sobre qué era en realidad lo que estaba haciendo ahí, apareciendo en frente de aquellos que buscaban a los ladrones como si nada y menos por qué me llamaba de esa forma, después de haber tratado de detenerlo hace unos minutos atrás. Tenía que aprovechar su ayuda, pero no por eso lo iba a dejar escapar. Sin soltar su mano, pensé ¿Ahora a dónde irás?
A continuación todo fue tan extraño y rápido que no sé qué pasó en realidad así que trataré de explicarlo; al separarse de mi, el ladrón invocó a una especie de mono negro y ojon, que desde su brazo-garra metálica, disparó un gancho hacia hacia el cielo... agh, no entiendo nada.
Volvió a tomarme de la mano, esta vez apegado a ese animal y sin haber podido parpadear al menos una vez, comenzaron a separarse del suelo ¡y me llevaban con ellos!
-¡O-oigan! ¿Qué es lo que hacen? ¡Chicchimon!
Yo también comenzaba a flotar y no tuve tiempo de reaccionar a soltarme de su mano, ya no podía, si lo hacía acabaría lastimándome peor una vez que cayera al suelo y ahora sin duda la gente sí me daría una paliza, y más allá de ladrón también me llamarían mentiroso. El pequeñín estaba en el suelo todavía, no podían atraparlo ¿quién sabe las cosas que le harían al descubrir que es una criatura tan extraña? Le harían experimentos o lo usarían como fenómeno de circo para ganar dinero: "La cabeza de vagabundo viviente". No, no, eso jamás, pensé sacudiendo mi cabeza para sacar esas ideas de ahí. Pasé mi espada a mi mano izquierda, la que estaba siendo sujeta por ese tipo y ahora con la que me quedaba libre, la extendí hacia abajo tratando de sujetar al polluelo que en este momento estaba demasiado lejos para llegar.
-¡Chi-Chicchimon, salta!
-¡Rinokumura!
A continuación, él abrió grande sus ojos negros y corrió primero hacia la funda roja que estaba en el suelo, que a pesar de no tener tiempo se arriesgó para conseguirla tomándola con el pico, y luego al darse media vuelta, movió su... cabeza hacia ambos lados mirando a las paredes y comenzó su carrera hacia la cual nosotros estábamos más cerca, saltando al principio desde el suelo y luego realizando un segundo salto apoyándose en la pared. Sólo cerré los ojos y tiré un manotazo tratando de agarrar algo en el momento que creía indicado.
-¡HMMMM!
El sonido hizo que reaccionara y al poder ver una vez más, sostenía al polluelo de esa especie de pluma o cresta que tenía en la parte de arriba de su cabeza. Sé que le dolía, era como si estuviera jalándole del cabello pero al menos ya estábamos a una altura en la que era imposible para aquellos que nos perseguían, el poder alcanzarnos.
De un momento a otro ya nos encontrábamos sobre uno de los techos de los edificios que eran separados por aquel callejón, todo ocurría tan rápido y no entendía nada de lo que ocurría, ni siquiera la mitad de las cosas, nunca había el tiempo suficiente para que alguien me explicara, sólo sucedían una tras otra, y por si fuera poco ahora tampoco sería la excepción. Aquél ladrón no me soltaba de la mano y ahora me llevaba por toda la azotea hasta llegar al otro extremo ¿Qué pretendía hacer?
-¿Qué? ¿Aparte de robar también secuestras personas? ¿A dónde crees que me llevas? ¿Eh? ¿Qué haces? ¡Ahhhh, agghhh!
Pensaba que me había empujado al vacío, una vez más hacia el otro callejón pero esta vez no iba a tener tanta suerte como en la anterior, esta vez no sobreviviría. Caí de espaldas sobre una superficie distinta a donde estábamos, por el golpe, hizo un ruido metálico que produjo eco en el espacio entre ambos edificios además de quitarme el aire de los pulmones, solté una queja prácticamente muda.
Poco más pasó luego, al parecer ahora eramos los más buscados ¿o qué? Parece que también nos buscaban hasta los helicópteros, por algo que ellos habían robado, pero ¿qué? ¿Un banco acaso? No se me ocurría otra cosa, y si así fuera ¿donde está el botín? Una vez que recuperé un poco el aire y la capacidad de hablar, me arrastré hacia atrás para poder sentarme a medias y mirar a aquellos dos. Sin duda uno era un humano, pero el otro...
-¿Quié-quiénes son ustedes? -tosiendo un par de veces-. -¿Y qué es ese mono extraño que tienes ahí? Por favor, necesito que me lo... expliquen... por favor. ¡Aghh!
Mientras tanto, Chicchimon saltó a mis piernas desde una gran distancia y los miraba de una manera que me recordaba a un búho, balanceando su cuerpo hacia los lados, parecía muy extrañado y hacía los mismos gestos de la primera vez que nos vimos.
-Hmm... ¿Mmm?... Mmm... Mhm, ¡es otro Rinokumura! Y el otro es uno de esos Dracmon, parece débil, Rinokumura, débil y algo tonto.
-...tendrán que a buscarme primero.
Arrojé la funda hacia un lado quedando en el piso una vez másTomando la vaina con mi mano izquierda, la levanté a pesar del dolor en frente de mi rostro, ya no había vuelta atrás estaba muy enfadado y en mi rostro se lo notaba. Alcé mi mano restante, apreté la empuñadura y comencé a sacarla lentamente unos centímetros y luego de un sólo tirón para quedar fuera por completo. Aprovechando esa fuerza pude dar media vuelta sobre mis rodillas y quedar en frente de aquellos que venían por nosotros, apuntando al frente con el extremo del filo.
-¡Rinokumura!
Chicchimon pudo darse cuenta que no le seguía el ritmo y al voltearse se dio cuenta que me había quedado varios metros atrás, que había caído sobre la carrera. Se detuvo de inmediato, por alguna razón que no sé, como si fuera su amigo de siempre y no quería que me quedará en esa situación. En ese momento comenzó a dar saltos acercándose hacia mi. ¿Y ahora qué pretende?
-¡Aléjate, huye, no te detengas por mi!
-Pero Rinokumura, te ayudaré a levantarte de nuevo.
-No hay tiempo ahora, si te acercas te atraparán a ti también. Si sigues corriendo podrás escapar, hazlo y escóndete en algún lugar seguro, ahora!
-¡Rinokumura tonto, tonto! ¡Si Rinokumura se queda a pelear, yo también lo haré!
¿Por qué lo hacía? ¿Por qué se quedaba? Estaba claro que si seguía su camino iba a lograrlo, era muy rápido y ágil al parecer, eso sería suficiente sin contar el tiempo extra que le daría deteniendo a todos aquellos que venían detrás nuestro.
-Si nos atrapan, que nos atrapen a ambos, no nos separaremos una vez que ya te di la mano -llegando al lado mío, con una mirada furiosa.
-Tch, sabes que no me haré responsable por lo que te pase, eres tú el que quiere quedarse, ya te lo advertí.
-Cada uno elige y hace su propio camino, y en mi camino estás tú, yo decido qué hacer, yo decido protegerte.
-Eres terco, pequeño.
-Lo eres más, Rinokumura.
-Ahora, ¡adelante!
La multitud se había detenido por completo frente a nosotros, y las miradas que nos dirigían eran muy variadas, desde temerosas hasta llenas de ira, pasando por miradas de asombro y otras indiferentes, que parecían estar ahí sólo porque su instinto les decía eso, sólo por curiosidad y no porque de verdad querían o lo sentían.
-¡Atrás todos! No intenten acercarse o les juro que se arrepentirán. No sé qué quieren hacer con nosotros, pero les juro que no robamos nada, si es así ¿dónde está eso? De seguro que ni ustedes lo saben. Y si piensan que aquel que perseguían es nuestro amigo, están muy equivocados. ¿Por qué no se dan un tiempo y piensan en las cosas que están haciendo? ¿Por qué toman el camino más fácil y nos culpan directamente sin buscar alguna prueba aunque sea? Piensen lo que quieran de nosotros, les aseguro que no estoy mintiendo. Así que el primero que no me crea, que se acerque, pero no garantizo de que vayan a salir muy bien parados de esta.
A veces me pregunto "¿Qué hice para merecer esto?", pero claro, nunca obtengo respuesta. No tengo idea de lo que ocurre aquí, pero sea lo que sea esta era la primera vez que estaba logrando algo positivo desde que llegué aquí, después de caer desde el cielo, después de tantos golpes y caídas, después de que casi me da un infarto pensando que Chicchimon era la cabeza de algún vagabundo, incluso después de que nos acusaran de ladrones, por fin que empezaba a ver como las caras de algunos de nuestros perseguidores comenzaban a cambiar luego de oír mis palabras... todo se vino abajo de nuevo.
Aquel tipo, el verdadero ladrón, salió de la nada misma, apareció desde arriba en frente nuestro ¿llamandome...?
-¿Eh? ¿Co-compañero?
Me ofreció la mano como ayuda para que pueda pararme, y acepté estando muy confundido envainando nuevamente mi espada antes de eso. No me atreví a preguntarle sobre qué era en realidad lo que estaba haciendo ahí, apareciendo en frente de aquellos que buscaban a los ladrones como si nada y menos por qué me llamaba de esa forma, después de haber tratado de detenerlo hace unos minutos atrás. Tenía que aprovechar su ayuda, pero no por eso lo iba a dejar escapar. Sin soltar su mano, pensé ¿Ahora a dónde irás?
A continuación todo fue tan extraño y rápido que no sé qué pasó en realidad así que trataré de explicarlo; al separarse de mi, el ladrón invocó a una especie de mono negro y ojon, que desde su brazo-garra metálica, disparó un gancho hacia hacia el cielo... agh, no entiendo nada.
Volvió a tomarme de la mano, esta vez apegado a ese animal y sin haber podido parpadear al menos una vez, comenzaron a separarse del suelo ¡y me llevaban con ellos!
-¡O-oigan! ¿Qué es lo que hacen? ¡Chicchimon!
Yo también comenzaba a flotar y no tuve tiempo de reaccionar a soltarme de su mano, ya no podía, si lo hacía acabaría lastimándome peor una vez que cayera al suelo y ahora sin duda la gente sí me daría una paliza, y más allá de ladrón también me llamarían mentiroso. El pequeñín estaba en el suelo todavía, no podían atraparlo ¿quién sabe las cosas que le harían al descubrir que es una criatura tan extraña? Le harían experimentos o lo usarían como fenómeno de circo para ganar dinero: "La cabeza de vagabundo viviente". No, no, eso jamás, pensé sacudiendo mi cabeza para sacar esas ideas de ahí. Pasé mi espada a mi mano izquierda, la que estaba siendo sujeta por ese tipo y ahora con la que me quedaba libre, la extendí hacia abajo tratando de sujetar al polluelo que en este momento estaba demasiado lejos para llegar.
-¡Chi-Chicchimon, salta!
-¡Rinokumura!
A continuación, él abrió grande sus ojos negros y corrió primero hacia la funda roja que estaba en el suelo, que a pesar de no tener tiempo se arriesgó para conseguirla tomándola con el pico, y luego al darse media vuelta, movió su... cabeza hacia ambos lados mirando a las paredes y comenzó su carrera hacia la cual nosotros estábamos más cerca, saltando al principio desde el suelo y luego realizando un segundo salto apoyándose en la pared. Sólo cerré los ojos y tiré un manotazo tratando de agarrar algo en el momento que creía indicado.
-¡HMMMM!
El sonido hizo que reaccionara y al poder ver una vez más, sostenía al polluelo de esa especie de pluma o cresta que tenía en la parte de arriba de su cabeza. Sé que le dolía, era como si estuviera jalándole del cabello pero al menos ya estábamos a una altura en la que era imposible para aquellos que nos perseguían, el poder alcanzarnos.
De un momento a otro ya nos encontrábamos sobre uno de los techos de los edificios que eran separados por aquel callejón, todo ocurría tan rápido y no entendía nada de lo que ocurría, ni siquiera la mitad de las cosas, nunca había el tiempo suficiente para que alguien me explicara, sólo sucedían una tras otra, y por si fuera poco ahora tampoco sería la excepción. Aquél ladrón no me soltaba de la mano y ahora me llevaba por toda la azotea hasta llegar al otro extremo ¿Qué pretendía hacer?
-¿Qué? ¿Aparte de robar también secuestras personas? ¿A dónde crees que me llevas? ¿Eh? ¿Qué haces? ¡Ahhhh, agghhh!
Pensaba que me había empujado al vacío, una vez más hacia el otro callejón pero esta vez no iba a tener tanta suerte como en la anterior, esta vez no sobreviviría. Caí de espaldas sobre una superficie distinta a donde estábamos, por el golpe, hizo un ruido metálico que produjo eco en el espacio entre ambos edificios además de quitarme el aire de los pulmones, solté una queja prácticamente muda.
Poco más pasó luego, al parecer ahora eramos los más buscados ¿o qué? Parece que también nos buscaban hasta los helicópteros, por algo que ellos habían robado, pero ¿qué? ¿Un banco acaso? No se me ocurría otra cosa, y si así fuera ¿donde está el botín? Una vez que recuperé un poco el aire y la capacidad de hablar, me arrastré hacia atrás para poder sentarme a medias y mirar a aquellos dos. Sin duda uno era un humano, pero el otro...
-¿Quié-quiénes son ustedes? -tosiendo un par de veces-. -¿Y qué es ese mono extraño que tienes ahí? Por favor, necesito que me lo... expliquen... por favor. ¡Aghh!
Mientras tanto, Chicchimon saltó a mis piernas desde una gran distancia y los miraba de una manera que me recordaba a un búho, balanceando su cuerpo hacia los lados, parecía muy extrañado y hacía los mismos gestos de la primera vez que nos vimos.
-Hmm... ¿Mmm?... Mmm... Mhm, ¡es otro Rinokumura! Y el otro es uno de esos Dracmon, parece débil, Rinokumura, débil y algo tonto.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :53Nivel On Rol :Rookie
Rin Okumura
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
Di un par de pasos hacia atrás y terminé sentandome en el mismo piso metalico que nos estaba sosteniendo, recargando mi espalda sobre los barrotes que impedían cualquier caída peligrosa, era un medio de seguridad. Suspiré de alivio en mis adentros mientras cerraba mis ojos, ahora era algo así como un momento de descanso después de todas las carreras que tuvimos desde que llegamos aquí, eso me hacía sentir tranquilo de alguna forma, sin embargo, un movimiento brusco que se escuchó gracias al suelo de metal me hizo abrir uno de mis ojos. Sin hacer ni decir nada solo observaba como el chico que habíamos rescatado se intentaba alejar de nosotros a rastras hasta posicionarse al otro extremo del pequeño cuadro metalico que nos sostenía, nuestras miradas se cruzaron por lo que abrí tambien mi segundo ojo y darle a entender que no lo ignoraba del todo. Su hilo de voz era diferente a la primera vez que lo escuché, quizas estaba cansado o agotado, no sé si es por todo el asunto que acaba de vivir y el hecho de que no esté acostumbrado a que todo el mundo esté en su contra o simplemente se debe a que la herida no le permite respirar y andar muy bien y, hasta ahora, se ha tenido que forzar por correr por su vida... bien puede ser cualquier otra razón pero esas dos son mis suposiciones mas primordiales. Sonreí con cierta ironía, me era cómico el hecho de haber salvado a alguien que me metió en problemas, si no fuera por él seguramente hubiese escapado fácilmente; antes de responder escuché la voz de mi compañero quien se encontraba a mi lado en todo momento- ¿¡Cómo que mono!? Grrrr... -posé mi mano sobre la gran cabeza de Drac y lo obligué a tirarse al suelo, él hacía fuerza para no caer por lo que simplemente se mantenía con la cabeza baja y haciendo fuerzas para enderezarse entre quejidos que apenas y se escuchaban, yo solo respondía sin dejar de hacer eso- En las calles me conocen como Kuro Neko, pero... Já puedes llamarme Kuro -solté a Dracmon quien permaneció mareado, sujetandose la cabeza. Estaba por presentar tambien a Drac pero me llamó la atención la forma en que nos miraba el polluelo sobre las piernas de ese chico, el hecho de que lo seguía todo el tiempo me hizo suponer que se trataba de su compañero digimon efectivamente- ...¿Qué es un ''Rinokumura''? -tal vez era su forma de llamar a los humanos, una forma muy extraña por cierto, me pregunto si significara algo entre los digimon... aunque era la primera vez que lo escuchaba, tal vez Drac supiera algo de eso o simplemente ese pollo estaba loco- ¿¡Tonto y Débil!? No voy a quedarme aquí mientras una cabeza parlante me insulta -dijo mi compañero mientras se acercaba amenazadoramente mostrando sus colmillos y garras al polluelo quien simplemente se quedó mirandolo sin inmutarse, por lo que tuve que tomarlo de la punta de su mascara para arrastrarlo hacia mi posición de nuevo, él solo se tomaba de ella para evitar que se la quitara y hacía mas facil el arrastre- ¡No, mi mascara no por favor, todo menos mi mascara! -lo solté una vez que lo regresé a mi lado y después volví mi mirada hacia los demás- Tal como dijo ese polluelo en tus piernas, este mono a mi lado es un Dracmon -el mencionado alzó su mirada hacia mi amenazante- ¡No les sigas la corriente llamandome ''mono''! -ignoré completamente sus palabras, y dirigí mi vista hacia el chico quien parecía estar mas entretenido en cubrirse cierta parte del cuerpo que era lo que mas llamaba mi atención- Así que Drac estaba en lo correcto... este chico está herido.
No sabía si lo que estaba a punto sea visto correctamente, pero da igual, no es como si fuese a importarme mucho ese tipo de detalles. Rompí la distancia entre ambos acercarme hacia el muchacho no sin antes decir- Déjame ver que tienes ahí -lo que mas temía en estos momentos era que él se negase creyendo que fuese a robarle algo, pero vamos, ¿Que clase de ladrón idiota salvaría a alguien solo para robarle algo? Si de eso se tratara mas sencillo sería esperar a que lo atraparan y después, estando todos ocupados, ir a arrebatarle ese algo y huir... pero él no tiene ningún objeto que me fuese a servir de algo. La verdad es que me sorprendió el hecho de que el chico no opusiera resistencia alguna, quizás era tan idiota que no pensaría en precauciones como esas, o tal vez la herida le esta afectando el cerebro jajaja puede ser cualquier cosa. Hice a un lado a su compañero pues me estorbaba, y sin mover del lugar al chico, levanté su playera para observar detenidamente el cuerpo, tal como si se tratara de un juego de precisión, mi mirada analizaba todos los puntos intentando averiguar si había una herida externa como cortada, moretón o algo así... evidentemente habían varios de esos últimos y alguna que otra raspadura por lo que no lograba sacar una buena conclusión con solo ver- ¿O quizás le duele todo el cuerpo?... Puede ser, pero hay un punto en especial donde suele tocarse, y creo que viene de este costado... -decía en mis adentros, centrando mi mirada en ese costado mencionado. Miraba de arriba a abajo, habían solo unas tres heridas en ese lugar ¿Todas estarían conectadas o solo era una la verdaderamente afectada? ninguna era profunda, en otras palabras, sea lo que sea que había sufrido se trataba de un golpe contra algo, quizás un impacto, pero no con nada filoso.
- Hmmm... Dime si te duele algo -comencé a apretar con dos de mis dedos la primera herida sin despegar mi mirada de su rostro, tenía que estar al tanto de sus gestos- Está bien, le duele, pero no demasiado... vamos a ver con la otra -deslicé mis dedos hacia la segunda herida al costado e hice el mismo procedimiento pero el resultado fue un poco mas intenso que antes- ¿Será esta?... voy a comprobar -seguí con la ultima herida que quedaba en mis sospechas pero esta vez el resultado fue verdaderamente satisfactorio pues de inmediato reacciono con una gran mueca de dolor, casi podría jugar que daba un brinco jajaja- Bingo, ya le di -dije en mis adentros con una leve sonrisa, pero esta se desvaneció y en mi rostro permaneció la duda- Aunque... ¿Que clase de moretón provocaría un gesto como ese?... No lo creo, él tiene algo más que un simple golpe... además de que dicha área está demasiado inflamada, quizás... -comenzaba a hacer mis diagnosticos en mi mente mientras me rascaba la cabeza, solo reaccioné al escuchar la voz de Dracmon- ¿Porque hiciste todas esas cosas? ¿Querías oírlo gritar, verdad? Jajajaja -ignorando lo que me dijo, lo volteé a ver- Drac, necesito que me hagas un favor -él solo borró su sonrisa y me miró extrañado, lo que hice después fue susurrarle un par de cosas al oído- ¿Te quedó claro? -él me miró, sonrió de forma confiada y asintió enérgico- ¡Claro que entendí! Me voy, jejeje... -se dio la vuelta y de un salto subió hacia los barrotes que nos protegían de cualquier caída. De ahí dio un gran salto hacia la pared contraria donde tuvo que utilizar las garras de una de sus manos y de sus pies para frenar la caída y llegar a salvo al suelo, después de eso solo se alejó del lugar corriendo- ¿No le era mas sencillo usar las escale...? Bah, es Drac -me rasqué la cabeza y me recargué sobre el respaldo, usando mis brazos como una especie de almohada- Ahhhh... Esto es vida, ¿No? -decía sin voltearlo a ver, mi mirada se encontraba clavada en el cielo que, quizá porque las paredes eran altas y hacían el callejón estrecho, el sol no nos daba directamente y se podía ver con mayor claridad desde esta perspectiva el cielo celeste con algunas nubes que de repente pasaban- Desde estos lugares se puede disfrutar más de la calma, ¿Sabías? -pese a lo que le dije el no se notaba tan calmado como yo, no sé si porque le seguía doliendo o porque le inquietaba el hecho de que había sido ''secuestrado'' por alguien como yo- Es cierto, debes tener muchas dudas en estos instantes, y... -volteé a ver hacia el camino que había tomado mi compañero- ..parece que Drac se tardara un poco en traer lo que le he encargado, así que te contestaré tus dudas. Las que quieras puedes pedirlo -le sonreí- Solo no intentes huir -mi sonrisa desapareció, dando a entender que eso ultimo lo decía enserio.
No sabía si lo que estaba a punto sea visto correctamente, pero da igual, no es como si fuese a importarme mucho ese tipo de detalles. Rompí la distancia entre ambos acercarme hacia el muchacho no sin antes decir- Déjame ver que tienes ahí -lo que mas temía en estos momentos era que él se negase creyendo que fuese a robarle algo, pero vamos, ¿Que clase de ladrón idiota salvaría a alguien solo para robarle algo? Si de eso se tratara mas sencillo sería esperar a que lo atraparan y después, estando todos ocupados, ir a arrebatarle ese algo y huir... pero él no tiene ningún objeto que me fuese a servir de algo. La verdad es que me sorprendió el hecho de que el chico no opusiera resistencia alguna, quizás era tan idiota que no pensaría en precauciones como esas, o tal vez la herida le esta afectando el cerebro jajaja puede ser cualquier cosa. Hice a un lado a su compañero pues me estorbaba, y sin mover del lugar al chico, levanté su playera para observar detenidamente el cuerpo, tal como si se tratara de un juego de precisión, mi mirada analizaba todos los puntos intentando averiguar si había una herida externa como cortada, moretón o algo así... evidentemente habían varios de esos últimos y alguna que otra raspadura por lo que no lograba sacar una buena conclusión con solo ver- ¿O quizás le duele todo el cuerpo?... Puede ser, pero hay un punto en especial donde suele tocarse, y creo que viene de este costado... -decía en mis adentros, centrando mi mirada en ese costado mencionado. Miraba de arriba a abajo, habían solo unas tres heridas en ese lugar ¿Todas estarían conectadas o solo era una la verdaderamente afectada? ninguna era profunda, en otras palabras, sea lo que sea que había sufrido se trataba de un golpe contra algo, quizás un impacto, pero no con nada filoso.
- Hmmm... Dime si te duele algo -comencé a apretar con dos de mis dedos la primera herida sin despegar mi mirada de su rostro, tenía que estar al tanto de sus gestos- Está bien, le duele, pero no demasiado... vamos a ver con la otra -deslicé mis dedos hacia la segunda herida al costado e hice el mismo procedimiento pero el resultado fue un poco mas intenso que antes- ¿Será esta?... voy a comprobar -seguí con la ultima herida que quedaba en mis sospechas pero esta vez el resultado fue verdaderamente satisfactorio pues de inmediato reacciono con una gran mueca de dolor, casi podría jugar que daba un brinco jajaja- Bingo, ya le di -dije en mis adentros con una leve sonrisa, pero esta se desvaneció y en mi rostro permaneció la duda- Aunque... ¿Que clase de moretón provocaría un gesto como ese?... No lo creo, él tiene algo más que un simple golpe... además de que dicha área está demasiado inflamada, quizás... -comenzaba a hacer mis diagnosticos en mi mente mientras me rascaba la cabeza, solo reaccioné al escuchar la voz de Dracmon- ¿Porque hiciste todas esas cosas? ¿Querías oírlo gritar, verdad? Jajajaja -ignorando lo que me dijo, lo volteé a ver- Drac, necesito que me hagas un favor -él solo borró su sonrisa y me miró extrañado, lo que hice después fue susurrarle un par de cosas al oído- ¿Te quedó claro? -él me miró, sonrió de forma confiada y asintió enérgico- ¡Claro que entendí! Me voy, jejeje... -se dio la vuelta y de un salto subió hacia los barrotes que nos protegían de cualquier caída. De ahí dio un gran salto hacia la pared contraria donde tuvo que utilizar las garras de una de sus manos y de sus pies para frenar la caída y llegar a salvo al suelo, después de eso solo se alejó del lugar corriendo- ¿No le era mas sencillo usar las escale...? Bah, es Drac -me rasqué la cabeza y me recargué sobre el respaldo, usando mis brazos como una especie de almohada- Ahhhh... Esto es vida, ¿No? -decía sin voltearlo a ver, mi mirada se encontraba clavada en el cielo que, quizá porque las paredes eran altas y hacían el callejón estrecho, el sol no nos daba directamente y se podía ver con mayor claridad desde esta perspectiva el cielo celeste con algunas nubes que de repente pasaban- Desde estos lugares se puede disfrutar más de la calma, ¿Sabías? -pese a lo que le dije el no se notaba tan calmado como yo, no sé si porque le seguía doliendo o porque le inquietaba el hecho de que había sido ''secuestrado'' por alguien como yo- Es cierto, debes tener muchas dudas en estos instantes, y... -volteé a ver hacia el camino que había tomado mi compañero- ..parece que Drac se tardara un poco en traer lo que le he encargado, así que te contestaré tus dudas. Las que quieras puedes pedirlo -le sonreí- Solo no intentes huir -mi sonrisa desapareció, dando a entender que eso ultimo lo decía enserio.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :354Cuentas :Ficha :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :UltimateIcono :Rango y Unidad :Haruka Aizawa
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon Spirit
Dracmon
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon SpiritRango y Unidad Digi Aliado :Gaomon
Rango: Knight
Unidad: Dragon SpiritInventario :
Haruka Aizawa
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
tras horas de andar por la playa llege a una ciudad gigantesca -esta ciudad parece igual que Tokio e incluso puede que sea mas grande- dije andando por la calle mirando a todos lados sintiendome algo incomodo pues bastantes digimons se paraban a mirarme -creo que aqui muchos humanos no vere- dije y entre en los callejones de la ciudad para ver que me encontraba y escuche unos ruidos y al ver a mirar que es lo que era me encontre con un Vegiemon que estaba golpeando a un Piyomon indefenso -porque me haces esto yo no te hecho nada- dijo el pobre piyomon -el motivo es que me divierte mucho golpearte Piyomon- dijo el Vegiemon golpeando a Piyomon de forma cruel una y otra vez y como no podia soportarlo me interpuse -deja de golpearle o veras- dije a Vegiemon -!maldito humano no te metas en medio si no quieres que te muela a golpes a ti tambien! - me dijo Vegiemon de forma amenazante pero a mi no me dio miedo -venga intentalo- dije a Vegiemon que empezo a lanzarme ataques con sus tentaculos que podia esquivar con mis reflejo de ninja -eres lento Vegiemon que pasa es que no has desayunado- dije a Vegiemon burlandome de el y Piyomon aprovecho para huir,-ya veras mis tentaculos no son lo unico que puedo lanzarte- dijo Vegiemon lanzandome Bomba de Hedor, no podia soportar la peste y me pare por lo que Vegiemon aprovecho para golpearme con sus tentaculos -toma esta y esta, jajajaja que divertido te seguire golpeando asta que me canse- dijo pero igual que un daruma cada vez que caia seguia levantandome una y otra vez aun sufriendo un gran daño y tras un rato Vegiemon cansado paro de golpearme -no puede ser que puedas seguir levantandote deberias de estar en el suelo incapaz de moverte- dijo vegiemon sorprendido, -escuchame vegiemon sera megor que dejes de hacer daño a digimons inocentes- dije a Vegiemon y decidi seguir mi camino pero el no se rindio y siguio atacandome con sus tentaculos que podia esquivar y corri por los callejones para despistarle
- Invitado
Invitado
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
¿Dracmon? Pff, pero qué nombre más chistoso para un simio, al menos le hace honor a lo feo que es jajaja. Sin dudas los nombres extraños van con las cosas extrañas, como los monos que hablan y los... ¿dije "los monos que hablan"? Pe-pero era cierto, ¡ese era un animal parlanchin!
-Eso ha...
Me tragué mis palabras y rasqué fuerte mi cabeza varias veces, me costaba asimilar todo y cada vez se agregaban más y más cosas a la lista de cosas inexplicables, ¡ya es suficiente! Ahora mismo escuchaba como el ladrón me decía su apodo, decía que en las calles lo conocían como "Kuro Neko", ¿era una persona famosa algo así como una estrella de telenovela? De inmediato el mono se notaba furioso y se acercaba a nosotros decidido, ni siquiera se me ocurrió qué hacer, sólo lo miraba sorprendido por la facilidad que tenía para hablar ¡y sí, de verdad lo hacía! Que yo sepa apenas podían contar y oler mal, pero este era como un super simio o algo por el estilo. Se detuvo a poca distancia de nosotros y comenzó a volver por donde venía mientras se sujetaba el rostro y se quejaba, al alejarse pude ver que "Kuro" lo jalaba hacia él mientras confirmaba su nombre. De verdad era ese y Chicchimon había acertado, pero no entiendo cómo lo hizo, es como si adivinara el nombre de una mascota, de un perro por ejemplo.
-Oye ¿cómo es que eso puede hablar? ¿Cuánto tiempo te tomó para que aprendiera a hacerlo? ¿Eres famosa por entrenar chimpancés? ¿Por eso te conocen en la calle? ¿Y tú, cómo es que supiste su nombre? -tomando al pequeño por los lados, apretándolo y jalándolo viendo como todo su cuerpo se deformaba.
-Es que así se llaman todos, pero este parece diferente, Rinokumura, el vampiro es diferente, diferente y tonto.
-¿Este es diferente? ¿Po-porque se viste así de ridículo?
-Se supone que los Dracmon son conocidos por ser temerarios e intimidantes, pero este no parece serlo, es por eso que digo que es diferente, el vampiro, el vampiro...
¿E-en serio? ¿Qué clase de explicación se supone que es esa? Como era de costumbre, nada me ayudaba a entender la situación, me volvería loco en cualquier momento. Esto era tan estúpido, en primer lugar nunca pedí estar aquí y menos con esta gente, o animales, o cosas que no sé lo que son.
-¡¿Qué diablos es un Dracmoooon?! ¡Quiero irme a casa ahora! Y... y ninguno de ustedes hará nada para impedirlo, no importa si estoy herido, muriendo o si ya lo estoy desde hace un par de horas, no me importa nada.
Lo sé, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Al encontrarme así me es difícil moverme con normalidad, eso quedó claro, pero que no quepan dudas que si pudiera hacerlo, me iría sin siquiera advertirlo. El único problema en ese caso sería la policía siguiéndome, pero créanme, en la prisión me atenderían mejor que aquí y de seguro los reclusos serían mejor compañía que este tipo extraño.
-Diferente y tonto, tonto y diferente. Diferente y tonto, tonto y diferente.
Escuché una voz diferente a la del polluelo que interrumpíó en mis pensamientos lo que hizo que abriera los ojos un poco más de la cuenta, al ver que el tal Kuro se acercaba hacia a mi supe lo que pretendía, quería ver lo que tenía. Sería difícil pelear en su contra estando sentado, pero sería más doloroso para él perder su mano. Tan sólo necesitaba desenfundar a tiempo para darle una advertencia de que tuviera cuidado.
-Ni lo intentes -apretando con la mano izquierda donde sostenía la espada, pero aún así no detenía su marcha, necesitaría una intimidación mayor.- ¡Te dije que no te acerca...! ¿Pe-pe-pe-pe-pe-ro qué haces?
Corrió a Chicchimon hacia un lado soltándolo a mitad del aire, que, moviendo sus alas, no pudo evitar caer de una manera un tanto torpe mientras que el juguete que tenía colgado de su cuello rebotó y golpeó contra él. Mientras tanto este sujeto levantó mi camisa y comenzó a ver lo que tenía debajo de ella, era obvio lo que encontraría, aunque no sé por qué lo hacía. No hice nada al respecto o mejor dicho, no podía hacer nada, ¿cómo se supone que debía reaccionar? No todos los días alguien te levanta la ropa para ver qué tienes ahí. Me imagino cómo será si le haces eso a una mujer...
-Rinokumura está rojo, ¿Rinokumura está enfermo?
-¡¿Qué?! No, n-no...no, ¿por qué te metes en mis pensamientos? ¿Y qué haces ahí arriba? Shu, shu, bájate de ahí... -viendo que se había subido sobre la cabeza de Kuro para ver lo que él estaba haciendo y desobedeciendo lo que le decía.
No pude deducir lo que intentaba hacer al levantarme la camisa, aunque por primera vez podía ver lo que los golpes habían hecho. Era obvio que tendría marcas por la caída, lo que no lo era, era la razón por la que seguía con vida, después de eso tuviera que haber quedado inconsciente al menos por un buen rato, pero ni siquiera eso. Y a pesar de saberlo, no pude evitar asombrarme al ver los grandes círculos morados que tenía, dos en mi pecho y uno en el centro del abdomen. Sin dudas tendría muchos más por todos lados, pero no podía sentirlos a menos que me tocara justo en ese lugar. Sólo había uno que era el verdadero problema, el que me impedía moverme como de costumbre, incluso el que quitaba el aire de los pulmones, y era el del costado izquierdo. Pude verlo y claramente era el que peor estaba, inflamado tanto que dentro de poco se parecería a Chicchimon pero de color negro.
Sentí una molestia por la que reaccioné ciñendo los dientes y soltando una pequeña queja. Era aquel muchacho que había empezado a tocarme con sus dedos, las partes en las que tenía la piel morada.
-Aish, ¡oye! ¿Qué diablos crees que haces? Quita tus sucias manos de mí... ¡Aghhh! ¡¿Acaso no me oyes?! -dándole una bofetada a su mano para que se detuviera-. Ayayay, maldito seas.
Al parecer, al no estar conforme con lo golpeado que estaba, ahora se dedicaba a tocar mis heridas ¿Para qué lo hacía? ¿Para verme sufrir acaso? De ahora en más nunca permitiré que se acerque a mí, no dudaré en cortarle las manos, así nunca más volverá a robar y a meter a los demás en problemas.
-¿Estás bien? -saltando nuevamente sobre mis piernas-. ¿Por qué gritas tanto, Rinokumura? ¿Sigues enfermo?
-Tch, estoy bien, no te preocupes, sólo fueron cosquillas. -volviendo a poner la camisa en su lugar, tratando de no tocarme ninguno de las lastimaduras. Luego, poniéndole atención a Kuro y a su mascota-. ¿Ahora qué? ¿No te conformas con lo que haces y ahora haces planes en secreto? ¿Eh? Tu... tu mono, ¿a dónde se fue?
Viendo como ese orangután hacía acrobacias para llegar hasta abajo, no sé a dónde iba ni cómo lo hacía, pero a pesar de todo este tipo parecía un buen adiestrador. No cualquiera hace que un simio le obedezca y ni hablar de enseñarle a que pueda comunicarse con los humanos a través de las palabras. En eso es en lo único que le doy crédito.
Al menos la situación ahora había mejorado un poco, ya que esa cosa ojona no estaba, sería más fácil irme de aquí, al menos eso suponía. Primero tenía que ponerme de pie, y supuse que debido a donde estaba, no se me dificultaría tanto lograrlo. A mi alrededor estaba rodeado de barrotes verticales unidos por unos cuantos en forma horizontal, funcionarían perfecto para usarlos como soporte. Esta vez no necesitaría la ayuda del pequeño, así que sin tratar de armar mucho alboroto, giré hacia un lado y apoyándome en uno de los barrotes pude apoyar ambas rodillas para luego afirmarme con el pie. Ahora estando en frente del enrejado lo demás sería pan comido... o a menos eso era lo que pensaba hasta que lo intenté. Podía sentir como todo el metal se movía, lo hacía junto con mi cuerpo que temblaba por todo el esfuerzo que hacía para levantarme y aún más para no caer. ¡Demonios! Sin dudas estoy usando lo último de fuerza que me queda y aun así no sé si será suficiente para poder lograrlo, sólo necesito un último empujón, un poco más, tch... ¡Un momento!
Miré mi brazo izquierdo que no había soltado la espada desde que la tomé. Por poco y olvidaba que lo tenía, y, aunque apenas era de utilidad, en este momento era seguro de que me serviría. Así que no dudé ni un segundo más, lo levanté tratando de mover sólo la parte del codo hacia abajo y usando una vez más como si fuera un bastón, pude pararme.
-¿Qué piensa hacer, Rinokumura?
-Como puedes ver, pequeño... -golpeando un par de veces la espada contra el suelo para asegurarme de estar lo suficientemente firme, ya que luego de eso, caminar no se me dificultaría tanto. Al levantar la mirada, en realidad Chicchimon estaba hablando con el muchacho de pelo rubio. ¿Qué? ¿Ahora a todos les llamaría de esa manera? Creo que nunca entenderá.
En esos momentos, Kuro me ofrecía responder mis dudas y dijo que de todas maneras ese Dracmon se tardaría en regresar.
-Pues ¿sabes qué? Ahhh... No me interesa si esto es vida para ti y para esa... cosa que te sigue a todos lados o no, pero sé que no lo es para mí. Y de verdad agradezco que quieras aclarar mis dudas... mmm no, de verdad no lo agradezco para nada, porque cada vez que intentan hacerlo, lo único que hacen es confundirme más, y prefiero quedarme como estoy. Tampoco voy a huir como lo hiciste tú, sólo me iré, prefiero que me atrape la policía o que me den una golpiza ahí afuera antes que quedarme en un lugar como este. Tendrás la opción de detenerme, pero te aseguro que no te conviene hacerlo, bueno, al menos nadie más verá cómo te patean el trasero si lo intentas.
Chicchimon ¿vienes o piensas quedarte aquí?
El polluelo bajó la mirada algo triste al verme de mal humor, ¿acaso no sería obvio que yo estuviera así? No podía reaccionar de otra manera que no fuera esa. Maldigo el momento en el que... aparecí aquí, donde sea que esté ahora, maldigo a la gente de este lugar, maldigo a este ladrón y a su acompañante, maldigo a C...
Lo siento pequeño, de verdad lo siento, pero prefiero morir allá afuera antes que vivir en un sucio callejón. Tan sólo si el viejo estuviera aquí, él sabría qué hacer, ¿qué me diría si me viera ahora?
"Rin, ¿otra vez estuviste peleando? Mira cómo te ensuciaste, y por favor, átate bien la corbata ¿o ya te olvidaste cómo te enseñé a hacerlo?"
Miré hacia abajo, mi corbata de verdad estaba desacomodada y muy suelta, hasta ahora nunca me había dado cuenta. Con una mano tomé la parte corta de la corbata y con la otra el nudo tirándolo hacia arriba y luego sonreí. Papá, de verdad siempre tenías razón, menos en una cosa... nunca olvidaré cómo hacer el nudo.
A continuación, me di media vuelta y usé la espada para levantar la funda que estaba en el suelo, y encarando a Kuro y a Chicchimon, comencé a caminar hacia el otro lado de la plataforma, en ese extremo era en donde estaba la escalera para continuar bajando, iba hacerlo, así fuera sólo o no, el viejo me apoyaría esté donde esté. Pasando de largo a ellos dos, me detuve para voltear un poco la cabeza hacia atrás.
-Polluelo, ¿me sigues?
No sé porque se lo pregunté, no una, sino dos veces. Lo hacía a pesar de que anteriormente no me agradaba la idea de que estuviera conmigo, pero admito que pudo ganarse algo de mi, aunque no sé qué pueda ser, una parte que quiere que no nos separemos.
-Hm -asintiendo con todo su cuerpo, comenzó a rebotar hasta alcanzarme.
-Muy bien, adelante, esta parte será difícil, así que ten cuidado.
-Cuidaré de que no te caigas.
-¿Q-qué? No... no necesito que lo hagas -mirando hacia otro lado con cierto tono egoísta.
Sin darme cuenta, ya había bajado el primer pie y al echar un vistazo más amplio, la escalera parecía interminable y eso que sólo era un tramo, aún faltaban unos cuantos pisos más antes de llegar a suelo firme. De seguro estoy agotado, eso es todo jeje, n-n-no es nada para mi, no. Una vez que baje todo habrá pasado.
Lo que ocurrió luego no hubiera pasado... ¡no hubiera pasado si la maldita escalera no comenzara a girar y a doblarse y a...!
-¡Bluarghgrhgrhghrhrg! Ahhh, ¿justo ahora me tienen que dar náuse... ¡Blarghghghgh!
Afortunadamente pude salir hacia un lado a, bueno, ya saben a qué.
-Ya... ya... no digas nada Chicchimon, estoy bien, ahora me siento mejor -moviendo una mano de arriba a abajo como si tratara de alejarlo-. Continuemos.
Tomé con mi mano derecha la baranda, con mi mano izquierda a mi espada como bastón y lentamente, paso tras paso, comenzamos a bajar por las escaleras de metal.
-Me pregunto si serán muchos escalones.
-No te preguntes eso, Rinokumura, sólo concéntrate en bajar, en nada más. Yo te estaré cuidando desde aquí.
A pesar de que había dicho de que no lo hiciera, era obvio que no me iba a hacer caso, debería haberlo sabido.
-Eso ha...
Me tragué mis palabras y rasqué fuerte mi cabeza varias veces, me costaba asimilar todo y cada vez se agregaban más y más cosas a la lista de cosas inexplicables, ¡ya es suficiente! Ahora mismo escuchaba como el ladrón me decía su apodo, decía que en las calles lo conocían como "Kuro Neko", ¿era una persona famosa algo así como una estrella de telenovela? De inmediato el mono se notaba furioso y se acercaba a nosotros decidido, ni siquiera se me ocurrió qué hacer, sólo lo miraba sorprendido por la facilidad que tenía para hablar ¡y sí, de verdad lo hacía! Que yo sepa apenas podían contar y oler mal, pero este era como un super simio o algo por el estilo. Se detuvo a poca distancia de nosotros y comenzó a volver por donde venía mientras se sujetaba el rostro y se quejaba, al alejarse pude ver que "Kuro" lo jalaba hacia él mientras confirmaba su nombre. De verdad era ese y Chicchimon había acertado, pero no entiendo cómo lo hizo, es como si adivinara el nombre de una mascota, de un perro por ejemplo.
-Oye ¿cómo es que eso puede hablar? ¿Cuánto tiempo te tomó para que aprendiera a hacerlo? ¿Eres famosa por entrenar chimpancés? ¿Por eso te conocen en la calle? ¿Y tú, cómo es que supiste su nombre? -tomando al pequeño por los lados, apretándolo y jalándolo viendo como todo su cuerpo se deformaba.
-Es que así se llaman todos, pero este parece diferente, Rinokumura, el vampiro es diferente, diferente y tonto.
-¿Este es diferente? ¿Po-porque se viste así de ridículo?
-Se supone que los Dracmon son conocidos por ser temerarios e intimidantes, pero este no parece serlo, es por eso que digo que es diferente, el vampiro, el vampiro...
¿E-en serio? ¿Qué clase de explicación se supone que es esa? Como era de costumbre, nada me ayudaba a entender la situación, me volvería loco en cualquier momento. Esto era tan estúpido, en primer lugar nunca pedí estar aquí y menos con esta gente, o animales, o cosas que no sé lo que son.
-¡¿Qué diablos es un Dracmoooon?! ¡Quiero irme a casa ahora! Y... y ninguno de ustedes hará nada para impedirlo, no importa si estoy herido, muriendo o si ya lo estoy desde hace un par de horas, no me importa nada.
Lo sé, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Al encontrarme así me es difícil moverme con normalidad, eso quedó claro, pero que no quepan dudas que si pudiera hacerlo, me iría sin siquiera advertirlo. El único problema en ese caso sería la policía siguiéndome, pero créanme, en la prisión me atenderían mejor que aquí y de seguro los reclusos serían mejor compañía que este tipo extraño.
-Diferente y tonto, tonto y diferente. Diferente y tonto, tonto y diferente.
Escuché una voz diferente a la del polluelo que interrumpíó en mis pensamientos lo que hizo que abriera los ojos un poco más de la cuenta, al ver que el tal Kuro se acercaba hacia a mi supe lo que pretendía, quería ver lo que tenía. Sería difícil pelear en su contra estando sentado, pero sería más doloroso para él perder su mano. Tan sólo necesitaba desenfundar a tiempo para darle una advertencia de que tuviera cuidado.
-Ni lo intentes -apretando con la mano izquierda donde sostenía la espada, pero aún así no detenía su marcha, necesitaría una intimidación mayor.- ¡Te dije que no te acerca...! ¿Pe-pe-pe-pe-pe-ro qué haces?
Corrió a Chicchimon hacia un lado soltándolo a mitad del aire, que, moviendo sus alas, no pudo evitar caer de una manera un tanto torpe mientras que el juguete que tenía colgado de su cuello rebotó y golpeó contra él. Mientras tanto este sujeto levantó mi camisa y comenzó a ver lo que tenía debajo de ella, era obvio lo que encontraría, aunque no sé por qué lo hacía. No hice nada al respecto o mejor dicho, no podía hacer nada, ¿cómo se supone que debía reaccionar? No todos los días alguien te levanta la ropa para ver qué tienes ahí. Me imagino cómo será si le haces eso a una mujer...
-Rinokumura está rojo, ¿Rinokumura está enfermo?
-¡¿Qué?! No, n-no...no, ¿por qué te metes en mis pensamientos? ¿Y qué haces ahí arriba? Shu, shu, bájate de ahí... -viendo que se había subido sobre la cabeza de Kuro para ver lo que él estaba haciendo y desobedeciendo lo que le decía.
No pude deducir lo que intentaba hacer al levantarme la camisa, aunque por primera vez podía ver lo que los golpes habían hecho. Era obvio que tendría marcas por la caída, lo que no lo era, era la razón por la que seguía con vida, después de eso tuviera que haber quedado inconsciente al menos por un buen rato, pero ni siquiera eso. Y a pesar de saberlo, no pude evitar asombrarme al ver los grandes círculos morados que tenía, dos en mi pecho y uno en el centro del abdomen. Sin dudas tendría muchos más por todos lados, pero no podía sentirlos a menos que me tocara justo en ese lugar. Sólo había uno que era el verdadero problema, el que me impedía moverme como de costumbre, incluso el que quitaba el aire de los pulmones, y era el del costado izquierdo. Pude verlo y claramente era el que peor estaba, inflamado tanto que dentro de poco se parecería a Chicchimon pero de color negro.
Sentí una molestia por la que reaccioné ciñendo los dientes y soltando una pequeña queja. Era aquel muchacho que había empezado a tocarme con sus dedos, las partes en las que tenía la piel morada.
-Aish, ¡oye! ¿Qué diablos crees que haces? Quita tus sucias manos de mí... ¡Aghhh! ¡¿Acaso no me oyes?! -dándole una bofetada a su mano para que se detuviera-. Ayayay, maldito seas.
Al parecer, al no estar conforme con lo golpeado que estaba, ahora se dedicaba a tocar mis heridas ¿Para qué lo hacía? ¿Para verme sufrir acaso? De ahora en más nunca permitiré que se acerque a mí, no dudaré en cortarle las manos, así nunca más volverá a robar y a meter a los demás en problemas.
-¿Estás bien? -saltando nuevamente sobre mis piernas-. ¿Por qué gritas tanto, Rinokumura? ¿Sigues enfermo?
-Tch, estoy bien, no te preocupes, sólo fueron cosquillas. -volviendo a poner la camisa en su lugar, tratando de no tocarme ninguno de las lastimaduras. Luego, poniéndole atención a Kuro y a su mascota-. ¿Ahora qué? ¿No te conformas con lo que haces y ahora haces planes en secreto? ¿Eh? Tu... tu mono, ¿a dónde se fue?
Viendo como ese orangután hacía acrobacias para llegar hasta abajo, no sé a dónde iba ni cómo lo hacía, pero a pesar de todo este tipo parecía un buen adiestrador. No cualquiera hace que un simio le obedezca y ni hablar de enseñarle a que pueda comunicarse con los humanos a través de las palabras. En eso es en lo único que le doy crédito.
Al menos la situación ahora había mejorado un poco, ya que esa cosa ojona no estaba, sería más fácil irme de aquí, al menos eso suponía. Primero tenía que ponerme de pie, y supuse que debido a donde estaba, no se me dificultaría tanto lograrlo. A mi alrededor estaba rodeado de barrotes verticales unidos por unos cuantos en forma horizontal, funcionarían perfecto para usarlos como soporte. Esta vez no necesitaría la ayuda del pequeño, así que sin tratar de armar mucho alboroto, giré hacia un lado y apoyándome en uno de los barrotes pude apoyar ambas rodillas para luego afirmarme con el pie. Ahora estando en frente del enrejado lo demás sería pan comido... o a menos eso era lo que pensaba hasta que lo intenté. Podía sentir como todo el metal se movía, lo hacía junto con mi cuerpo que temblaba por todo el esfuerzo que hacía para levantarme y aún más para no caer. ¡Demonios! Sin dudas estoy usando lo último de fuerza que me queda y aun así no sé si será suficiente para poder lograrlo, sólo necesito un último empujón, un poco más, tch... ¡Un momento!
Miré mi brazo izquierdo que no había soltado la espada desde que la tomé. Por poco y olvidaba que lo tenía, y, aunque apenas era de utilidad, en este momento era seguro de que me serviría. Así que no dudé ni un segundo más, lo levanté tratando de mover sólo la parte del codo hacia abajo y usando una vez más como si fuera un bastón, pude pararme.
-¿Qué piensa hacer, Rinokumura?
-Como puedes ver, pequeño... -golpeando un par de veces la espada contra el suelo para asegurarme de estar lo suficientemente firme, ya que luego de eso, caminar no se me dificultaría tanto. Al levantar la mirada, en realidad Chicchimon estaba hablando con el muchacho de pelo rubio. ¿Qué? ¿Ahora a todos les llamaría de esa manera? Creo que nunca entenderá.
En esos momentos, Kuro me ofrecía responder mis dudas y dijo que de todas maneras ese Dracmon se tardaría en regresar.
-Pues ¿sabes qué? Ahhh... No me interesa si esto es vida para ti y para esa... cosa que te sigue a todos lados o no, pero sé que no lo es para mí. Y de verdad agradezco que quieras aclarar mis dudas... mmm no, de verdad no lo agradezco para nada, porque cada vez que intentan hacerlo, lo único que hacen es confundirme más, y prefiero quedarme como estoy. Tampoco voy a huir como lo hiciste tú, sólo me iré, prefiero que me atrape la policía o que me den una golpiza ahí afuera antes que quedarme en un lugar como este. Tendrás la opción de detenerme, pero te aseguro que no te conviene hacerlo, bueno, al menos nadie más verá cómo te patean el trasero si lo intentas.
Chicchimon ¿vienes o piensas quedarte aquí?
El polluelo bajó la mirada algo triste al verme de mal humor, ¿acaso no sería obvio que yo estuviera así? No podía reaccionar de otra manera que no fuera esa. Maldigo el momento en el que... aparecí aquí, donde sea que esté ahora, maldigo a la gente de este lugar, maldigo a este ladrón y a su acompañante, maldigo a C...
Lo siento pequeño, de verdad lo siento, pero prefiero morir allá afuera antes que vivir en un sucio callejón. Tan sólo si el viejo estuviera aquí, él sabría qué hacer, ¿qué me diría si me viera ahora?
Imágenes en su cabeza
"Rin, ¿otra vez estuviste peleando? Mira cómo te ensuciaste, y por favor, átate bien la corbata ¿o ya te olvidaste cómo te enseñé a hacerlo?"
***
Miré hacia abajo, mi corbata de verdad estaba desacomodada y muy suelta, hasta ahora nunca me había dado cuenta. Con una mano tomé la parte corta de la corbata y con la otra el nudo tirándolo hacia arriba y luego sonreí. Papá, de verdad siempre tenías razón, menos en una cosa... nunca olvidaré cómo hacer el nudo.
A continuación, me di media vuelta y usé la espada para levantar la funda que estaba en el suelo, y encarando a Kuro y a Chicchimon, comencé a caminar hacia el otro lado de la plataforma, en ese extremo era en donde estaba la escalera para continuar bajando, iba hacerlo, así fuera sólo o no, el viejo me apoyaría esté donde esté. Pasando de largo a ellos dos, me detuve para voltear un poco la cabeza hacia atrás.
-Polluelo, ¿me sigues?
No sé porque se lo pregunté, no una, sino dos veces. Lo hacía a pesar de que anteriormente no me agradaba la idea de que estuviera conmigo, pero admito que pudo ganarse algo de mi, aunque no sé qué pueda ser, una parte que quiere que no nos separemos.
-Hm -asintiendo con todo su cuerpo, comenzó a rebotar hasta alcanzarme.
-Muy bien, adelante, esta parte será difícil, así que ten cuidado.
-Cuidaré de que no te caigas.
-¿Q-qué? No... no necesito que lo hagas -mirando hacia otro lado con cierto tono egoísta.
Sin darme cuenta, ya había bajado el primer pie y al echar un vistazo más amplio, la escalera parecía interminable y eso que sólo era un tramo, aún faltaban unos cuantos pisos más antes de llegar a suelo firme. De seguro estoy agotado, eso es todo jeje, n-n-no es nada para mi, no. Una vez que baje todo habrá pasado.
Lo que ocurrió luego no hubiera pasado... ¡no hubiera pasado si la maldita escalera no comenzara a girar y a doblarse y a...!
-¡Bluarghgrhgrhghrhrg! Ahhh, ¿justo ahora me tienen que dar náuse... ¡Blarghghghgh!
Afortunadamente pude salir hacia un lado a, bueno, ya saben a qué.
-Ya... ya... no digas nada Chicchimon, estoy bien, ahora me siento mejor -moviendo una mano de arriba a abajo como si tratara de alejarlo-. Continuemos.
Tomé con mi mano derecha la baranda, con mi mano izquierda a mi espada como bastón y lentamente, paso tras paso, comenzamos a bajar por las escaleras de metal.
-Me pregunto si serán muchos escalones.
-No te preguntes eso, Rinokumura, sólo concéntrate en bajar, en nada más. Yo te estaré cuidando desde aquí.
A pesar de que había dicho de que no lo hiciera, era obvio que no me iba a hacer caso, debería haberlo sabido.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :53Nivel On Rol :Rookie
Rin Okumura
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
Parecía ser que este chico no me había escuchado, o no como yo esperaba que lo hiciera, se veía que era alguien obstinado que no le importa lo que le digan los demás. No tenía derecho a quejarme de ese tipo de personas por el simple hecho de que yo pertenezco a ''ese grupo'' pero... eso no impedía el que me sintiera tan molesto con su forma de hablarme después de que le ofreciera ''amablemente'' mi ayuda, después de haberlo salvado de esa banda de digimon locos- Maldito malagradecido -fruncí el ceño mientras movía con ansias mi pie golpeando repetidas veces el suelo metálico en el que nos encontrabamos. Arqueé la ceja y seca mirada pasó hacia donde se encontraba el polluelo quien parecía estarme hablando a mi a pesar de llamarme, nuevamente, ''Rinokumura''- ¿Que que haré? No haré nada, no voy a hacer nada por un idiota como él -respondí en mis adentros, no lo dije, estaba demasiado molesto y, por lo visto, él se encontraba muy ocupado intentando escapar como para hacerme caso, obviamente, el que me ignore me dará aún mas rabia y no quiero ''explotar'' en un lugar tan angosto como este donde sería capaz de empujarlo desde esta distancia al suelo y, por sus heridas, podría terminar hiriendolo más o algo peor- No, no quiero manchar mis manos de sangre -negué con la cabeza, no me gustaban esas cosas, no soy una buena persona pero... tampoco soy así, soy un ladrón que roba para sus necesidades y no para sus caprichos, no paso de más.
Al final lo logró, estaba intentando escapar, al principio tenía la minima esperanza de que sus dolores le impidieran siquiera avanzar hasta la escalera pero sin duda su obstinación era tan grande que no lo iba a detener ni siquiera unas heridas de ese grado- Es un... -apreté mis puños, me sentía insultado, burlado, y odiaba sentirme de esa manera, no lo iba a perdonar. Me levanté y me quedé mirando desde mi posición como le estaba yendo al chico en su huida- Ya lleva mucho recorrido, supongo que no se puede hacer nada... -levanté la mirada para ver hacia la calle, aun no habían señales de Dracmon- ...y Drac aun no llega, seguramente tardará... -volví a bajar mi mirada pero, esta vez, avancé hasta la escalera para poder bajar tambien; al contrario del niño ese yo no iba a bajar a un paso tan lento, me sostuve con mi mano derecha de la barra izquierda de la escalera y con esta y mi pie derecho logré deslizarme hasta aterrizar en el suelo.
Faltaba muy poco para que Rin bajara por sí solo de la escalera pero yo no iba a esperar hacia esto y, antes de que tocara el ultimo escalón con su pie, lo tomé un poco mas abajo del cuello de la camisa para tirarlo hacia mi y que pudiese verme- ¿Para que esperar a que te den una paliza allá afuera? -le pregunté mientras tronaba mis nudillos, los de cada mano, y despues dirigirle una mirada seria- Despues de ayudarte, me gustaría tener ese placer antes que nadie. Si vas a irte de aquí, adelante, pero tendrás que pasar sobre mi cadáver.... imbécil -estaba hablando enserio, no me importaban sus heridas, además... el tenía una espada, sigue teniendo ventaja ante alguien desarmado como yo...- ¿O no? -sonreí de lado con cierta malicia, esperando su respuesta.
Al final lo logró, estaba intentando escapar, al principio tenía la minima esperanza de que sus dolores le impidieran siquiera avanzar hasta la escalera pero sin duda su obstinación era tan grande que no lo iba a detener ni siquiera unas heridas de ese grado- Es un... -apreté mis puños, me sentía insultado, burlado, y odiaba sentirme de esa manera, no lo iba a perdonar. Me levanté y me quedé mirando desde mi posición como le estaba yendo al chico en su huida- Ya lleva mucho recorrido, supongo que no se puede hacer nada... -levanté la mirada para ver hacia la calle, aun no habían señales de Dracmon- ...y Drac aun no llega, seguramente tardará... -volví a bajar mi mirada pero, esta vez, avancé hasta la escalera para poder bajar tambien; al contrario del niño ese yo no iba a bajar a un paso tan lento, me sostuve con mi mano derecha de la barra izquierda de la escalera y con esta y mi pie derecho logré deslizarme hasta aterrizar en el suelo.
Faltaba muy poco para que Rin bajara por sí solo de la escalera pero yo no iba a esperar hacia esto y, antes de que tocara el ultimo escalón con su pie, lo tomé un poco mas abajo del cuello de la camisa para tirarlo hacia mi y que pudiese verme- ¿Para que esperar a que te den una paliza allá afuera? -le pregunté mientras tronaba mis nudillos, los de cada mano, y despues dirigirle una mirada seria- Despues de ayudarte, me gustaría tener ese placer antes que nadie. Si vas a irte de aquí, adelante, pero tendrás que pasar sobre mi cadáver.... imbécil -estaba hablando enserio, no me importaban sus heridas, además... el tenía una espada, sigue teniendo ventaja ante alguien desarmado como yo...- ¿O no? -sonreí de lado con cierta malicia, esperando su respuesta.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :354Cuentas :Ficha :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :UltimateIcono :Rango y Unidad :Haruka Aizawa
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon Spirit
Dracmon
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon SpiritRango y Unidad Digi Aliado :Gaomon
Rango: Knight
Unidad: Dragon SpiritInventario :
Haruka Aizawa
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
Un paso a la vez, un escalón a la vez. Lento pero seguro, sin apuros. Nuestro objetivo es llegar al suelo, al final de las escaleras. No tenemos nada que perder, sólo la estabilidad, el equilibrio y tal vez la vi...da.
-¡Mira, Rinokumura, ya sólo falta un sólo tramo más y llegaremos!
-¿Ya? ¿S-sólo un tramo más?
La voz de Chicchimon me había sacado de esos pensamientos tan extraños que tenía, pero no podía evitarlo. Además, creo que me habían ayudado en cierta manera, porque al mirar hacia arriba, pude notar el largo camino que había hecho para llegar a donde estaba, desde aquella terraza hasta estar a pocos metros del suelo, y sin dudas pensé que, por haber tenido mi cabeza ocupada con esas cosas tan idiotas, no me había dado cuenta del tiempo que había pasado.
Aún con la vista puesta en el cielo, no pasó mucho tiempo hasta que vi como nuevamente las escaleras se deformaban y giraban como si fuese un espiral que ascendía. Inmediatamente, perdí el equilibrio y comencé a dar pequeños pasos hacia atrás, hasta golpearme con la baranda de la escalera, de la cual me agarré fuertemente con la mano que tenía libre. Agaché la cabeza y cerré fuerte los ojos, no quería seguir viendo más. Estoy demasiado agotado, pensé. Necesitaba al menos un respiro, un pequeño descanso para reponer un poco las energías o incluso comer algo. Como me gustaría un buen nikujaga o curry. Ahhh, ahora no sé si quiero ir al hospital o por un plato de comida primero.
Sentí un tirón en el pantalón, en la parte de abajo, cerca del pie, y al abrir nuevamente los ojos vi al polluelo ahí. Debí haberlo sabido.
-¿Y ahora qué ocurre? ¿Te encuentras bien, chico?
-Debemos... avanzar... ya falta... poco -mientras daba tirones con todas sus fuerzas.
Ahora lo recordaba, recordaba lo que había estado haciendo todo este tiempo, y era hacer las cosas hasta terminarlas y no detenerme hasta que lo haga. Era exactamente lo mismo que pensaba cuando debía pararme, que si me detenía, me iba a costar más avanzar luego de esperar un momento. Pero... yo nunca dije nada al respecto ¿O lo habré dicho y no me di cuenta? Chicchimon podría haberme escuchado. No, no, estoy seguro de que no abrí la boca. Como sea, son sólo coincidencias jaja.
-Sí, tienes razón. La parte final y terminaremos con esto. Y... y ya deja de hacer como si me cuidaras, te dije que puedo solo -le respondí, con de manera egoísta.
Sólo dos pasos más y ya, aún no podía creerlo, haber bajado toda esa distancia, que, ni bien la recordaba ya sentía nauseas y mareos. Pero ya lo daba por completo, ya lo había hecho, aunque no de la manera en la que esperaba. En ese momento, vi algo caer frente a nosotros, una figura negra que no pude distinguir en ese momento porque estaba mirando hacia los escalones. Un jalón me llevó hacia el suelo directamente, a penas pude lograr no tropezar con mis propios pies.
-Si de verdad me quisieras ayudar me hubieras dejado en el otro callejón en un principio -le dije a ese muchacho, al tal Kuro, que ahora se encontraba al frente mío-. ¿O estás enfadado porque no te di las gracias hace un rato? ¿Es que de verdad haces todo por conveniencia o algo por el estilo? Mira, yo ni siquiera pedí estar aquí, ¿de acuerdo? Ni siquiera sé en qué parte de mi ciudad estoy o si estoy en mi ciudad o en cualquier otra. No sé quién diablos eres tú y qué es lo que quieres de mi. Todos esos malditos disfrazados que quisieron golpearme, el mono que estaba contigo hace unos minutos, no entiendo absolutamente nada. Yo sólo quiero volver a casa. ¡Y si de verdad vas a golpearme, espero que no lo hagas como la niña que pareces ser!
De un salto, Chicchimon apareció entre ambos y nos dio un fuerte picotazo a cada uno en la cabeza, luego se quedó sobre la mía.
-Basta de pelear, ninguno de los dos se golpeará. Kuro no pegará a Rinokumura porque Rinokumura ya está muy golpeado. Y Rinokumura no pegará a Kuro porque Rinokumura no tiene por qué pegar.
-Tch... auuu, ¿por qué fue eso? -pasando mi mano por donde había recibido el golpe.
-Por tontos, tontos. Si siguen comportándose así, seré yo el que de verdad pegue. Ahora no pelearán y se disculparán, porque si ustedes quieren hacer algo, será mejor que lo hagan juntos.
Esa reacción del polluelo fue de verdad inesperada, y yo que creía que era de verdad extraño... ¡ahora lo era más! No entiendo muy bien por qué lo había hecho, pero muy en el fondo sentía que de alguna manera tenía razón o al menos tenía una razón para hacerlo. Aún si bien creo que lo que le dije a Kuro era cierto, tal vez se lo dije de una manera poco correcta o algo por el estilo. No... lo sé.
-Aggh... ¡está bien, ¿sí?! Yo lo... creo... lo siento. No quería...
Fue lo único que alcancé a decir, de verdad estaba algo apenado, tanto que agaché un poco mi cabeza y miré hacia otro lado. No tenía la fuerza suficiente para mirarlo directamente.
No sabía cómo iba a reaccionar él, se podía disculpar o enfadarse aún más, pero yo, ya había hecho lo que apenas sentía que era correcto.
-¡Mira, Rinokumura, ya sólo falta un sólo tramo más y llegaremos!
-¿Ya? ¿S-sólo un tramo más?
La voz de Chicchimon me había sacado de esos pensamientos tan extraños que tenía, pero no podía evitarlo. Además, creo que me habían ayudado en cierta manera, porque al mirar hacia arriba, pude notar el largo camino que había hecho para llegar a donde estaba, desde aquella terraza hasta estar a pocos metros del suelo, y sin dudas pensé que, por haber tenido mi cabeza ocupada con esas cosas tan idiotas, no me había dado cuenta del tiempo que había pasado.
Aún con la vista puesta en el cielo, no pasó mucho tiempo hasta que vi como nuevamente las escaleras se deformaban y giraban como si fuese un espiral que ascendía. Inmediatamente, perdí el equilibrio y comencé a dar pequeños pasos hacia atrás, hasta golpearme con la baranda de la escalera, de la cual me agarré fuertemente con la mano que tenía libre. Agaché la cabeza y cerré fuerte los ojos, no quería seguir viendo más. Estoy demasiado agotado, pensé. Necesitaba al menos un respiro, un pequeño descanso para reponer un poco las energías o incluso comer algo. Como me gustaría un buen nikujaga o curry. Ahhh, ahora no sé si quiero ir al hospital o por un plato de comida primero.
Sentí un tirón en el pantalón, en la parte de abajo, cerca del pie, y al abrir nuevamente los ojos vi al polluelo ahí. Debí haberlo sabido.
-¿Y ahora qué ocurre? ¿Te encuentras bien, chico?
-Debemos... avanzar... ya falta... poco -mientras daba tirones con todas sus fuerzas.
Ahora lo recordaba, recordaba lo que había estado haciendo todo este tiempo, y era hacer las cosas hasta terminarlas y no detenerme hasta que lo haga. Era exactamente lo mismo que pensaba cuando debía pararme, que si me detenía, me iba a costar más avanzar luego de esperar un momento. Pero... yo nunca dije nada al respecto ¿O lo habré dicho y no me di cuenta? Chicchimon podría haberme escuchado. No, no, estoy seguro de que no abrí la boca. Como sea, son sólo coincidencias jaja.
-Sí, tienes razón. La parte final y terminaremos con esto. Y... y ya deja de hacer como si me cuidaras, te dije que puedo solo -le respondí, con de manera egoísta.
Sólo dos pasos más y ya, aún no podía creerlo, haber bajado toda esa distancia, que, ni bien la recordaba ya sentía nauseas y mareos. Pero ya lo daba por completo, ya lo había hecho, aunque no de la manera en la que esperaba. En ese momento, vi algo caer frente a nosotros, una figura negra que no pude distinguir en ese momento porque estaba mirando hacia los escalones. Un jalón me llevó hacia el suelo directamente, a penas pude lograr no tropezar con mis propios pies.
-Si de verdad me quisieras ayudar me hubieras dejado en el otro callejón en un principio -le dije a ese muchacho, al tal Kuro, que ahora se encontraba al frente mío-. ¿O estás enfadado porque no te di las gracias hace un rato? ¿Es que de verdad haces todo por conveniencia o algo por el estilo? Mira, yo ni siquiera pedí estar aquí, ¿de acuerdo? Ni siquiera sé en qué parte de mi ciudad estoy o si estoy en mi ciudad o en cualquier otra. No sé quién diablos eres tú y qué es lo que quieres de mi. Todos esos malditos disfrazados que quisieron golpearme, el mono que estaba contigo hace unos minutos, no entiendo absolutamente nada. Yo sólo quiero volver a casa. ¡Y si de verdad vas a golpearme, espero que no lo hagas como la niña que pareces ser!
De un salto, Chicchimon apareció entre ambos y nos dio un fuerte picotazo a cada uno en la cabeza, luego se quedó sobre la mía.
-Basta de pelear, ninguno de los dos se golpeará. Kuro no pegará a Rinokumura porque Rinokumura ya está muy golpeado. Y Rinokumura no pegará a Kuro porque Rinokumura no tiene por qué pegar.
-Tch... auuu, ¿por qué fue eso? -pasando mi mano por donde había recibido el golpe.
-Por tontos, tontos. Si siguen comportándose así, seré yo el que de verdad pegue. Ahora no pelearán y se disculparán, porque si ustedes quieren hacer algo, será mejor que lo hagan juntos.
Esa reacción del polluelo fue de verdad inesperada, y yo que creía que era de verdad extraño... ¡ahora lo era más! No entiendo muy bien por qué lo había hecho, pero muy en el fondo sentía que de alguna manera tenía razón o al menos tenía una razón para hacerlo. Aún si bien creo que lo que le dije a Kuro era cierto, tal vez se lo dije de una manera poco correcta o algo por el estilo. No... lo sé.
-Aggh... ¡está bien, ¿sí?! Yo lo... creo... lo siento. No quería...
Fue lo único que alcancé a decir, de verdad estaba algo apenado, tanto que agaché un poco mi cabeza y miré hacia otro lado. No tenía la fuerza suficiente para mirarlo directamente.
No sabía cómo iba a reaccionar él, se podía disculpar o enfadarse aún más, pero yo, ya había hecho lo que apenas sentía que era correcto.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :53Nivel On Rol :Rookie
Rin Okumura
Re: Los primeros pasos por el camino del guerrero. [Libre]
Su ceño, anteriormente fruncido a más no poder debido a la brevedad de sus palabras, poco a poco se iba relajando por cada palabra que el pelinegro le decía a tal punto de que lo miraba ahora con cierto agobio. No iba a interrumpirlo, de hecho no le gusta hacerlo, al menos que de verdad se encuentre molesto le gusta escuchar lo que la otra persona le tiene que decir... ¡Pero vamos que ese Rin se estaba pasando!- Hablas mucho, ¿Te sientes reprimido, o algo así? -contestó apenas terminase de hablar. Solo estaba pensando mucho, a pesar de que se encontraba muy irritado por la terquedad del chico y este solo le provocaban ganas de dejarlo tirado y marcharse, una parte del rubio le impedía hacerlo. ¡Solo hay que mirarlo! Se veía que el solo mantenerse de pie le causaba mucho dolor, ¿De verdad creen que Kuro sea tan despiadado como para maltratar más a alguien en ese estado? Bueno, al menos es seguro que él mismo no lo sabe. Dudaba, después de todo, fue él quien pudo ver que sus heridas no eran solo superficiales y necesitaba a un especialista.
No lo sabía hasta que el polluelo lo hizo reaccionar, pero todo ese tiempo se encontraba apretando con fuerza su puño derecho, quizás una simple acción reflejo. Hizo un gesto de dolor por el picotazo y relajó la mano que antes yacía como puño para poder sobarse el golpe mientras miraba de reojo a ese pájaro parlante- *¿En...serio ese pollo nos está regañando? Mi orgullo no puede caer más bajo* -decía en sus adentros antes de volver su mano hacia su costado. Su mirada se volvió una vez más hacia el pelinegro quien, por las palabras de... ¿su compañero, quizá? se había tomado la gran valentía de disculparse. Si, valentía. Por un lado Kuro admiraba mucho esa actitud de saber reconocer sus errores después de un momento de tensión, pero por otro lado le parecía una seña de debilidad, esto era lo que podría llamarse como tener ''sentimientos encontrados''. Frunció muy leve el ceño y desvió su mirada.
- Si, bueno, deja de hablar -le interrumpió para evitar que siga con esa escena. Ahora se lo pensaba mucho, ¿Perdonarlo o no perdonarlo? ¿Disculparse o no disculparse? ¡Es que era muy difícil! Si antes creía que su orgullo no podía caer más bajo por culpa del polluelo, ahora tenía que lidiar con hacer lo ''moralmente correcto''- No es por querer ofenderte, y tampoco me importa mucho si lo termino haciendo, pero eres un verdadero tonto -dijo, una vez volviese su vista hacia él- Aunque tal vez tengas una razón en algo, tal vez he hecho esto por conveniencia propia, pero eso es incierto -sentía como su garganta se cerraba después de decir esto, nuevamente había dicho algo que le avergonzaba demasiado; para empezar, después de ver la terquedad del pelinegro, no era viable que él fuera capaz de ayudarlos en caso de meterse en un lío así que ¿Porque seguir molestándose en ayudarlo? Quizás era pena, si, eso sería lo más lógico; el deducir esto le ayudaba a sentirse un poco mejor consigo mismo, pero no iba a expresarlo, si lo hacía era muy seguro de que todo se arruinara- Como sea, igual perdona. Tampoco es como si mi forma de ayudarte fuera la indicada -se cruzó de brazos.
El ruido se hizo presente en ese callejón silencioso y vacío. Era un sonido molesto, muy similar a cuando se rasga la pizarra con las uñas; y de hecho, no era muy diferente a eso, quien provocaba ese sonido era Dracmon bajando intentando frenar su caída desde el techo del apartamento vecino al callejón con ayuda de sus nada despreciables filosas garras. Una vez en el suelo, extendió sus brazos con euforia- ¡Adivinen quien ha llegado! -su show que apenas ni comenzaba fue interrumpido por un merecido pero no tan fuerte golpe en la cabeza por parte de su Tamer. Como respuesta, el digimon vampiro se inclinó del dolor, cubriendo su cabeza con ambas manos- Cuidado con los ingredientes, los vas a tirar -contestó con un tono severo. El digimon permaneció en silencio, resignado, aunque muy bajo se escuchaban murmureos indescifrables. Kuro tomó el objeto que Dracmon le había traído, en una mano llevaba un mortero con algunas ramas y hojas distintas en su interior y en la otra llevaba un par de vendas, observó con detenimiento las hojas traídas por su compañero para comprobar que efectivamente eran las correctas- Creo que aquí está todo... -se giró para hablar con el pelinegro- Bien, escucha. Tenía pensado hacerte una solución con estas plantas, una crema para hacer dormir la zona aplicada y hacer que el dolor te sea más soportable... al menos hasta que llegues a un hospital y te puedan ayudar. Pero, en vista del exito no obtenido con mi ''forma de ayudarte'', esta vez no te obligaré a hacer nada. ¿Quieres mi ayuda, o no? -dijo con un tono seguro y mirándole a los ojos. Esto era también considerado como una ''prueba de confianza''.
No lo sabía hasta que el polluelo lo hizo reaccionar, pero todo ese tiempo se encontraba apretando con fuerza su puño derecho, quizás una simple acción reflejo. Hizo un gesto de dolor por el picotazo y relajó la mano que antes yacía como puño para poder sobarse el golpe mientras miraba de reojo a ese pájaro parlante- *¿En...serio ese pollo nos está regañando? Mi orgullo no puede caer más bajo* -decía en sus adentros antes de volver su mano hacia su costado. Su mirada se volvió una vez más hacia el pelinegro quien, por las palabras de... ¿su compañero, quizá? se había tomado la gran valentía de disculparse. Si, valentía. Por un lado Kuro admiraba mucho esa actitud de saber reconocer sus errores después de un momento de tensión, pero por otro lado le parecía una seña de debilidad, esto era lo que podría llamarse como tener ''sentimientos encontrados''. Frunció muy leve el ceño y desvió su mirada.
- Si, bueno, deja de hablar -le interrumpió para evitar que siga con esa escena. Ahora se lo pensaba mucho, ¿Perdonarlo o no perdonarlo? ¿Disculparse o no disculparse? ¡Es que era muy difícil! Si antes creía que su orgullo no podía caer más bajo por culpa del polluelo, ahora tenía que lidiar con hacer lo ''moralmente correcto''- No es por querer ofenderte, y tampoco me importa mucho si lo termino haciendo, pero eres un verdadero tonto -dijo, una vez volviese su vista hacia él- Aunque tal vez tengas una razón en algo, tal vez he hecho esto por conveniencia propia, pero eso es incierto -sentía como su garganta se cerraba después de decir esto, nuevamente había dicho algo que le avergonzaba demasiado; para empezar, después de ver la terquedad del pelinegro, no era viable que él fuera capaz de ayudarlos en caso de meterse en un lío así que ¿Porque seguir molestándose en ayudarlo? Quizás era pena, si, eso sería lo más lógico; el deducir esto le ayudaba a sentirse un poco mejor consigo mismo, pero no iba a expresarlo, si lo hacía era muy seguro de que todo se arruinara- Como sea, igual perdona. Tampoco es como si mi forma de ayudarte fuera la indicada -se cruzó de brazos.
El ruido se hizo presente en ese callejón silencioso y vacío. Era un sonido molesto, muy similar a cuando se rasga la pizarra con las uñas; y de hecho, no era muy diferente a eso, quien provocaba ese sonido era Dracmon bajando intentando frenar su caída desde el techo del apartamento vecino al callejón con ayuda de sus nada despreciables filosas garras. Una vez en el suelo, extendió sus brazos con euforia- ¡Adivinen quien ha llegado! -su show que apenas ni comenzaba fue interrumpido por un merecido pero no tan fuerte golpe en la cabeza por parte de su Tamer. Como respuesta, el digimon vampiro se inclinó del dolor, cubriendo su cabeza con ambas manos- Cuidado con los ingredientes, los vas a tirar -contestó con un tono severo. El digimon permaneció en silencio, resignado, aunque muy bajo se escuchaban murmureos indescifrables. Kuro tomó el objeto que Dracmon le había traído, en una mano llevaba un mortero con algunas ramas y hojas distintas en su interior y en la otra llevaba un par de vendas, observó con detenimiento las hojas traídas por su compañero para comprobar que efectivamente eran las correctas- Creo que aquí está todo... -se giró para hablar con el pelinegro- Bien, escucha. Tenía pensado hacerte una solución con estas plantas, una crema para hacer dormir la zona aplicada y hacer que el dolor te sea más soportable... al menos hasta que llegues a un hospital y te puedan ayudar. Pero, en vista del exito no obtenido con mi ''forma de ayudarte'', esta vez no te obligaré a hacer nada. ¿Quieres mi ayuda, o no? -dijo con un tono seguro y mirándole a los ojos. Esto era también considerado como una ''prueba de confianza''.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :354Cuentas :Ficha :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :UltimateIcono :Rango y Unidad :Haruka Aizawa
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon Spirit
Dracmon
Rango: Holy Knight
Unidad: Dragon SpiritRango y Unidad Digi Aliado :Gaomon
Rango: Knight
Unidad: Dragon SpiritInventario :
Haruka Aizawa
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