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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Finalmente te encontré [Priv.Haruki]
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Finalmente te encontré [Priv.Haruki]
Era el momento de tomar un breve descanso o al menos eso es lo que pensaba. Tras haber pasado una tarde agotadora en la casa del saber por fin podría recostarme sobre un suave colchón y quizás dormir un poco o al menos eso era lo que estaba pensando mientras me dirigía caminado hacía mi hogar, con Moonmon y aquella señora que es la que nos cuida. Aún me costaba creer que estuviese viviendo esta vida, todo parecía tan monótono que inclusive llegaba aburrir. Todos los días, al menos de lunes a viernes debía de despertarme temprano para asistir a clases, tenía que encargarme de las cosas del consejo estudiantil y en ocasiones recibía alguna paliza de un grupo de niñas enojadas por haber rechazado o como ellas decían haberlo "humillado" Sí, para mi es algo normal, por suerte mi apariencia no se ve tan afectada pues los golpes que recibo no son tan fuerte aunque bueno, no puedo negar que mientras caminó aún siento como palpita mi mejilla por los golpes pero eso se puede arreglar con un poco de hielo y descanso, no debo preocuparme por eso. ¿Qué acaso debo de decirle a alguien que recibo alguna que otra paliza por parte de ciertas niñas inmaduras? No quisiera meterme en más problemas de lo que estoy y eso las hace sentir bien, supongo que no es malo ¿O si? Total, puedo resistirlo.
Una vez que termina una mañana como esa, llegó a mi casa para encontrarme nada más que a mi Digimon viendo alguna que otra película o programa de televisión. Antes no pasaba a menudo eso ya que cuando era una Lunamon salía y exploraba por los alrededores, pero teniendo esa apariencia supongo que también se aburrirá de estar todo el día encerrada. Siempre estamos solas cuando llego a casa, mi mamá adoptiva siempre se encuentra trabajando, es una señora muy trabajadora y buena... Le he agarrado mucho cariño así que no importa mucho que no éste en casa ya que estoy con Moonmon. Así son todos mis días pero hoy cambiaría pues Moonmon tenía algo en mente.
-Me alegro que llegarás.. ¡Estaba muy aburrida!... Estos programas de televisión cada vez son peor- Fue lo que dijo aquella voz aguda tras abrir la puerta de la pequeña casa y dejar mi mochila y zapato en la entrada. En ese momento tenía un palillo de Pocky que había comprado en el camino así que no podía contestarlo mientras comía. -¡Lo siento mucho!... Supongo que puedo entenderte- Fue lo único que pude decirle, mi boca estaba algo ocupada y necesitaba relajarme, ella no me respondió. Una vez que me acomode para estar en casa me acerqué hasta Moonmon que se encontraba en el piso al frente de la TV y me senté junto a ella.
Ella estaba enojada conmigo, o al menos lo notaba en sus mejillas infladas. Desde que se transformo en ese Digimon su personalidad cambió a una más infantil... ¿Será algo normal? Según ella es un Digimon que esta en una etapa por debajo a la de un "Rookie" ¿Así se llamaba, no? Ahorita no recordaba.
No puedo negar que ver su cara deformada por su enojo la hace ver algo graciosa -¡Hagamos algo! ¿No te parece?- Finalmente habló una vez más, empezó a saltar adelante de donde estaba sentada con mucha emoción, los cambios de actitud de este Digimon son muy extraños. -¿Que te gustaría hacer?- Le pregunté mientras sacaba la cajita de Pocky, aún me quedaba algunos pocos que eran para ellas y claro, también para mi. Empecé a dárselos mientras Moonmon empezó a pensar.
-¡OH!.. Hace un rato vi una película acerca de un aventura pirata... ¡Era genial! Había muchas peleas y muchas geniales, se estreno hace poco... ¿Podemos ir?- Ella hablaba con la boca llena y tampoco debaja de botar.
Hacía mucho tiempo que no salíamos, estaba reciéntemente ocupada por las clases pero ¿Salir ahora? Estaba algo cansada aunque ella no ha salido mucho de las cuatros paredes, supongo que no era tan malo, sólo lo haría por ella nada más y puede que esa pelicula sea algo interesante. -Muy bien, sólo déjame arreglarme.. No me tardo- Mencione mientras me levantaba. Empecé a ducharme pues aún tenía mi piel sucia y sudorosa. Debía arreglarme para salir y eso no resultaría un problema. Me sentía algo feliz por Moonmon pues así se divertiría.
No pasaría mucho para que terminase. Mi apariencia no era nada el otro mundo, sólo era cómoda y muy buena para la ocasión. También cargaba un bolso lo suficientemente grande como para que Moonmon entrase, no sería bueno llamar mucho la atención, muchos no están preparados para los Digimon, pero no importaba, en otras ocasiones hemos salido y nada ha ocurrido, esto será una pequeña salida y nada sucederá. Una vez listas, dejé una carta para avisar a donde iríamos y finalmente salimos. Iríamos en un bus o quizás caminando, no estaba muy lejos el centro comercial con el cine.
Una vez que termina una mañana como esa, llegó a mi casa para encontrarme nada más que a mi Digimon viendo alguna que otra película o programa de televisión. Antes no pasaba a menudo eso ya que cuando era una Lunamon salía y exploraba por los alrededores, pero teniendo esa apariencia supongo que también se aburrirá de estar todo el día encerrada. Siempre estamos solas cuando llego a casa, mi mamá adoptiva siempre se encuentra trabajando, es una señora muy trabajadora y buena... Le he agarrado mucho cariño así que no importa mucho que no éste en casa ya que estoy con Moonmon. Así son todos mis días pero hoy cambiaría pues Moonmon tenía algo en mente.
-Me alegro que llegarás.. ¡Estaba muy aburrida!... Estos programas de televisión cada vez son peor- Fue lo que dijo aquella voz aguda tras abrir la puerta de la pequeña casa y dejar mi mochila y zapato en la entrada. En ese momento tenía un palillo de Pocky que había comprado en el camino así que no podía contestarlo mientras comía. -¡Lo siento mucho!... Supongo que puedo entenderte- Fue lo único que pude decirle, mi boca estaba algo ocupada y necesitaba relajarme, ella no me respondió. Una vez que me acomode para estar en casa me acerqué hasta Moonmon que se encontraba en el piso al frente de la TV y me senté junto a ella.
Ella estaba enojada conmigo, o al menos lo notaba en sus mejillas infladas. Desde que se transformo en ese Digimon su personalidad cambió a una más infantil... ¿Será algo normal? Según ella es un Digimon que esta en una etapa por debajo a la de un "Rookie" ¿Así se llamaba, no? Ahorita no recordaba.
No puedo negar que ver su cara deformada por su enojo la hace ver algo graciosa -¡Hagamos algo! ¿No te parece?- Finalmente habló una vez más, empezó a saltar adelante de donde estaba sentada con mucha emoción, los cambios de actitud de este Digimon son muy extraños. -¿Que te gustaría hacer?- Le pregunté mientras sacaba la cajita de Pocky, aún me quedaba algunos pocos que eran para ellas y claro, también para mi. Empecé a dárselos mientras Moonmon empezó a pensar.
-¡OH!.. Hace un rato vi una película acerca de un aventura pirata... ¡Era genial! Había muchas peleas y muchas geniales, se estreno hace poco... ¿Podemos ir?- Ella hablaba con la boca llena y tampoco debaja de botar.
Hacía mucho tiempo que no salíamos, estaba reciéntemente ocupada por las clases pero ¿Salir ahora? Estaba algo cansada aunque ella no ha salido mucho de las cuatros paredes, supongo que no era tan malo, sólo lo haría por ella nada más y puede que esa pelicula sea algo interesante. -Muy bien, sólo déjame arreglarme.. No me tardo- Mencione mientras me levantaba. Empecé a ducharme pues aún tenía mi piel sucia y sudorosa. Debía arreglarme para salir y eso no resultaría un problema. Me sentía algo feliz por Moonmon pues así se divertiría.
No pasaría mucho para que terminase. Mi apariencia no era nada el otro mundo, sólo era cómoda y muy buena para la ocasión. También cargaba un bolso lo suficientemente grande como para que Moonmon entrase, no sería bueno llamar mucho la atención, muchos no están preparados para los Digimon, pero no importaba, en otras ocasiones hemos salido y nada ha ocurrido, esto será una pequeña salida y nada sucederá. Una vez listas, dejé una carta para avisar a donde iríamos y finalmente salimos. Iríamos en un bus o quizás caminando, no estaba muy lejos el centro comercial con el cine.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :13Nivel On Rol :Bebé II
Yukie Masuda
Re: Finalmente te encontré [Priv.Haruki]
¡Hola! Mi nombre es Koizumi Haruki, y tan solo soy un estudiante más de 18 años de edad; aún así, quizás por cosas del destino, acabé envuelto en un problema para nada natural.
Desde mi infancia he estado viviendo en un orfanato pero eso cambió hace poco cuando junté todos mis ahorros posibles para entrar a la universidad para estudiar una carrera; eso tan solo me motiva a seguir trabajando si quiero ganar el dinero necesario para quedarme, así que he estado teniendo constantes trabajos de medio tiempo que me sirven para llevar ese cometido, y aunque a veces es un poco cansado tener que estarme transportando de un lado a otro en un periodo corto de tiempo teniendo tan solo mis pies como transporte, ¡La verdad es que me divierto mucho!
''Eso'' ocurrió cuando estaba en una de mis habituales transiciones de trabajo del supermercado hacia el orfanato donde residía en mi infancia. Ese lugar al que llamo hogar (Porque lo sigue siendo a pesar de ya no vivir en él) se trata de un sitio donde tiene que subsistir de la caridad que las personas de buen corazón ofrecen, la paga no es muy buena, pero estoy seguro de que todos mis compañeros disfrutan trabajar ahí tanto como yo ¡La mejor paga es ver las sonrisas de esos niños! Incluso lo vale porque no lo veo tanto como un trabajo, yo me encargo de hacer feliz a esos niños que a veces pueden ponerse tristes porque creen que no son queridos, ¡Pero no es así! Claro que puedo entender ese sentimiento a la perfección. Pero no vamos a hablar de mi trabajo, sino de ''Eso''.
Recibí un extraño mensaje donde alguien pedía con desesperación mi ayuda. No es que ese mensaje me haya dado miedo, incluso por unos instantes pensé que debía tratarse de una broma, pero de no ser así el caso jamás me hubiese perdonado que alguien que necesitaba una mano haya sido rechazado o ignorado por mi persona, así que me dije- ¿Porque no? -y acepté el mensaje. Por unos cortos instantes no había ocurrido nada, lo importante llegó segundos más tardes cuando el celular comenzó a esparcir chispas por todos lados ¡Eso sí que me sacó un buen susto! Solté el celular temiendo que la estática pudiese quemarme o hacerme algún otro mal, pero no fue así, en vez de eso una extraña criatura hizo aparición. Ese pequeño amigo estaba muy exhausto, no podía abrir sus ojos y apenas lograba abrir su boca para soltar alguno que otro quejido- ¿Oye? Amigo, ¿Te encuentras bien? ... ¡¿Me escuchas?! -no importa lo mucho que exigía, angustiado, su respuesta. Él no respondía.
Su forma era realmente extraña, no se asemejaba a ningún animal que conociera ¡E incluso expulsaba fuego de su cabeza! Pero por alguna razón esa llama no me quemaba, tan solo me hacía sentir su calidez- Parece que no tengo opción... -tuve que cancelar mi ida al trabajo, por suerte era el ultimo, y aunque no me guste quedar mal con nadie debía elegir una decisión certera y, sin saberlo, ya lo había hecho en cuanto envié ese mensaje.
Llevé conmigo a ese pequeño hacia mi habitación en la universidad y dediqué mis siguientes horas en buscarle una buena y cómoda posición entre mis almohadas y sabanas donde lo dejaría descansar. Intentaba constantemente tomar su temperatura, pero eso muy difícil hacerlo con una criatura que parece como si estuviese hecha de fuego- Se ve que está ardiendo -comenté sorprendido tras ver como el termómetro de mi kit de primeros auxilios había llegado hacia el límite. No me sentía con el poder de elegir otra opción, ese pequeño estaba en problemas, así que me ofrecería a cuidarlo hasta que se recuperase. El único problema que podría suponerme realmente es que en esta habitación no vivo solo, y conociéndolo, no sé como pueda reaccionar tras ver a un alienigena en mi cama.
- ¡Oye, Koizumi! ¿No has visto mi memoria USB por aquí? No la encuentro por ningún lado.
Ese chico despeinado y desarreglado es mi compañero de cuarto. Su nombre es Onodera Makoto, puede ser un poco despistado y a veces sorprende con su peculiar forma de tomarse todo tipo de situaciones como si fuera lo más normal del mundo; sé que posiblemente no se sorprendería demasiado tras ver al pequeño amigo que tengo ahora escondido entre mis sabanas, pero ese no es el verdadero problema, lo que pasa es que no es de ese tipo de personas que destacan por su nivel de confiabilidad.
- ¿Ah? No, aquí no está. Arreglé la habitación esta mañana, así que... ¡Oh! En la mañana entró Miyamoto por ella, ¿Quizás la habrá tomado él?
- ¡Miyamoto! -por unos momentos pensé que iba a echar espuma por la boca- ¡Ese idiota! Le he dicho miles de veces que no tome mis cosas sin permiso, pero en fin, tendré que dejárselo en claro una vez más -agité mi mano como seña de despedida pero, antes de marcharse, soltó un comentario- ¿Ah? ¿Otra vez estás con ese celular? Amigo, no es normal que un celular esté echando chispas por doquier, yo digo que deberías dejarlo y comparte otro.
- ¿Ahh? ¡Pero si lo compré tan solo hace 3 años! Aún sigue funcionando, lo sé, solo debo cerciorarme de que no esté quemado por dentro y podré arreglarlo -en estos días no tengo la libertad de estar gastando el dinero como sí nada. Un nuevo celular no es cosa de nada, incluso si me compro uno barato, pero quiero dejar esa opción como ultimo recurso ¿Que sucedería si de verdad puedo arreglarlo? ¡Debía intentarlo!
- Como quieras -suspiró- Iré a partirle la cara de nuevo a ese idiota, ¡Hasta luego!
- Jajaja ¡Que todo salga bien!
No se asusten, él en realidad no va a ''partirle la cara'' a nadie, es tan solo una expresión que usa cuando está muy enfadado. Quizás no lo aparenté pero sí estaba algo angustiado por sí de casualidad Onodera-san hubiera alcanzado a ver al pequeño ser hecho de fuego. Me giré a verlo por unos instantes, él había permanecido en cama hace ya tres días y aunque no dé señales de que haya muerto ya que constantemente se le ve respirando e incluso quejándose (Lo que resulta incómodo cuando tengo que explicarle esos sonidos a Onodera-san) tampoco da muchas señales de mejora. Estaba comenzando a angustiarme, ¿Cuanto tiempo permanecerá de esa manera? Es posible que por ser algo tan diferente a nosotros su forma de recuperación también sea distinta a la nuestra, a lo mejor no estoy haciendo bien en dejarlo tan acobijado todo el día- Quizás si lo descubro un poco... -aprovechando que Onodera-san no vendría a la habitación por un buen rato hice a un lado las sabanas. Entonces sus ojos se abrieron y con sorpresa miraron los míos. Él gritó. Yo me asusté, y aunque del susto hubiese gritado también, el pensar que una oleada de gritos pudiera atraer a la seguridad de la residencia o a cualquier otro curioso lo que hice fue cubrir su boca.
- ¡Espera, no grites! -supliqué. Era muy difícil obstruir ese vozarrón que el pequeño tenía y que por más que se lo pedía no dejara de gritar. No fue hasta que él solo se tranquilizó de una manera tan rápida que parecía una broma.
- ¿Hm? ¿Quien eres tú?
- Eh... ¿Yo? Yo soy Koizumi Haruki
- ¿Koizumiharuki? Que nombre tan extraño es ese
- ¿Extraño? ... Oye, quizás en tu planeta sea extraño, ¡Pero aquí en Japón no!
- ¿Ja...pón? -el pequeño se notaba muy confundido tras escuchar esa palabra. Se giró para ver toda mi habitación, luego exclamó- ¡¿Este es el mundo humano?! -asentí lentamente- ¿Y tú eres humano?
- ¿Acaso... no era obvio?
- Geniaaaal... -sus ojos esparcían un brillo muy similar al de un niño en una dulcería. Lo siguiente que haría sería dar constantes botes sobre toda la habitación. Brincaba de aquí a allá, de un lado para el otro, ¡Era como un conejo!- ¡¿Todas estas son cosas humanas?! Son muy raras, ¡Pero me gustan! Jajajaja
- ¡Oye, oye! Quieto ahí, ¡Detente un segundo! -apenas me levanté de mi asiento logré atraparlo con ambas manos. Él pedía que lo soltara y se retorcía tratando de escurrirse entre mis manos, pero no lo iba a dejar- Te estoy hablando, ¿Tú no estabas enfermo hasta hace unos momentos?
- ¿Enfermo? Qué dices... ¡Solo estaba durmiendo! -''¿D-Durmiendo?'' No podía creerlo.
- ¿Entonces... tú no enviaste ese mensaje pidiendo ayuda? -esa pregunta sería la que en definitiva lograría que esa criatura por fin se tranquilizara, y con sus pequeños ojos negros mirando hacia los míos me preguntó.
- ¿Mensaje? -bajó la mirada- Creo... No recuerdo.
- ¿Cómo que no recuerdas?
- Es que no recuerdo nada. Mis últimos recuerdos son los de el día de hoy, justo cuando te vi, pero por alguna razón me inquieta mucho ese mensaje del que hablabas. -algo me decía que todo esto estaba conectado. No sabía de que forma, ni tampoco porque, pero algo me decía que la llegada de este pequeño no era casualidad, ni tampoco lo era ese mensaje- Oye Koizumiharuki, ¡Hagamos algo!
- ¡Se olvidó del problema rápidamente! -reaccioné en mis adentros. Y yo que creía que Onodera-san se tomaba las cosas importantes muy a la ligera, en tan solo unos pocos minutos este pequeño ya lo destronó- Ah, sí claro, ¿Hacer qué?
- Quiero conocer este mundo, es lo que más anhelo, ¿No tienes algún sitio donde podamos divertirnos?
- Hablas como si de hace mucho tuvieras ese deseo, pero sí dices que no recuerdas nada... -quise decírselo pero tan solo quedó en mi mente. Me puse a pensar en algún lugar- Uhm... Aquí hay muchos sitios, es difícil elegir tan solo uno.
Después de que el pequeño me insistiera demasiado terminé decidiendo un lugar de manera muy al azar y que en realidad no me sentía seguro si se trataría de un buen comienzo; el cine. Por las calles había alcanzado a ver grandes pancartas que te invitaban a ver el estreno de una película de piratas. Los pirata son muy divertidos y me agrada su convicción, no sé bien de que tratara porque no he podido ver los comerciales, pero seguramente nos divertiríamos mucho él y yo ¡Y lo podría enseñar las palomitas! ... ¿Me pregunto si los de su especie comerán eso?
Desde mi infancia he estado viviendo en un orfanato pero eso cambió hace poco cuando junté todos mis ahorros posibles para entrar a la universidad para estudiar una carrera; eso tan solo me motiva a seguir trabajando si quiero ganar el dinero necesario para quedarme, así que he estado teniendo constantes trabajos de medio tiempo que me sirven para llevar ese cometido, y aunque a veces es un poco cansado tener que estarme transportando de un lado a otro en un periodo corto de tiempo teniendo tan solo mis pies como transporte, ¡La verdad es que me divierto mucho!
''Eso'' ocurrió cuando estaba en una de mis habituales transiciones de trabajo del supermercado hacia el orfanato donde residía en mi infancia. Ese lugar al que llamo hogar (Porque lo sigue siendo a pesar de ya no vivir en él) se trata de un sitio donde tiene que subsistir de la caridad que las personas de buen corazón ofrecen, la paga no es muy buena, pero estoy seguro de que todos mis compañeros disfrutan trabajar ahí tanto como yo ¡La mejor paga es ver las sonrisas de esos niños! Incluso lo vale porque no lo veo tanto como un trabajo, yo me encargo de hacer feliz a esos niños que a veces pueden ponerse tristes porque creen que no son queridos, ¡Pero no es así! Claro que puedo entender ese sentimiento a la perfección. Pero no vamos a hablar de mi trabajo, sino de ''Eso''.
Recibí un extraño mensaje donde alguien pedía con desesperación mi ayuda. No es que ese mensaje me haya dado miedo, incluso por unos instantes pensé que debía tratarse de una broma, pero de no ser así el caso jamás me hubiese perdonado que alguien que necesitaba una mano haya sido rechazado o ignorado por mi persona, así que me dije- ¿Porque no? -y acepté el mensaje. Por unos cortos instantes no había ocurrido nada, lo importante llegó segundos más tardes cuando el celular comenzó a esparcir chispas por todos lados ¡Eso sí que me sacó un buen susto! Solté el celular temiendo que la estática pudiese quemarme o hacerme algún otro mal, pero no fue así, en vez de eso una extraña criatura hizo aparición. Ese pequeño amigo estaba muy exhausto, no podía abrir sus ojos y apenas lograba abrir su boca para soltar alguno que otro quejido- ¿Oye? Amigo, ¿Te encuentras bien? ... ¡¿Me escuchas?! -no importa lo mucho que exigía, angustiado, su respuesta. Él no respondía.
Su forma era realmente extraña, no se asemejaba a ningún animal que conociera ¡E incluso expulsaba fuego de su cabeza! Pero por alguna razón esa llama no me quemaba, tan solo me hacía sentir su calidez- Parece que no tengo opción... -tuve que cancelar mi ida al trabajo, por suerte era el ultimo, y aunque no me guste quedar mal con nadie debía elegir una decisión certera y, sin saberlo, ya lo había hecho en cuanto envié ese mensaje.
Llevé conmigo a ese pequeño hacia mi habitación en la universidad y dediqué mis siguientes horas en buscarle una buena y cómoda posición entre mis almohadas y sabanas donde lo dejaría descansar. Intentaba constantemente tomar su temperatura, pero eso muy difícil hacerlo con una criatura que parece como si estuviese hecha de fuego- Se ve que está ardiendo -comenté sorprendido tras ver como el termómetro de mi kit de primeros auxilios había llegado hacia el límite. No me sentía con el poder de elegir otra opción, ese pequeño estaba en problemas, así que me ofrecería a cuidarlo hasta que se recuperase. El único problema que podría suponerme realmente es que en esta habitación no vivo solo, y conociéndolo, no sé como pueda reaccionar tras ver a un alienigena en mi cama.
- ¡Oye, Koizumi! ¿No has visto mi memoria USB por aquí? No la encuentro por ningún lado.
Ese chico despeinado y desarreglado es mi compañero de cuarto. Su nombre es Onodera Makoto, puede ser un poco despistado y a veces sorprende con su peculiar forma de tomarse todo tipo de situaciones como si fuera lo más normal del mundo; sé que posiblemente no se sorprendería demasiado tras ver al pequeño amigo que tengo ahora escondido entre mis sabanas, pero ese no es el verdadero problema, lo que pasa es que no es de ese tipo de personas que destacan por su nivel de confiabilidad.
- ¿Ah? No, aquí no está. Arreglé la habitación esta mañana, así que... ¡Oh! En la mañana entró Miyamoto por ella, ¿Quizás la habrá tomado él?
- ¡Miyamoto! -por unos momentos pensé que iba a echar espuma por la boca- ¡Ese idiota! Le he dicho miles de veces que no tome mis cosas sin permiso, pero en fin, tendré que dejárselo en claro una vez más -agité mi mano como seña de despedida pero, antes de marcharse, soltó un comentario- ¿Ah? ¿Otra vez estás con ese celular? Amigo, no es normal que un celular esté echando chispas por doquier, yo digo que deberías dejarlo y comparte otro.
- ¿Ahh? ¡Pero si lo compré tan solo hace 3 años! Aún sigue funcionando, lo sé, solo debo cerciorarme de que no esté quemado por dentro y podré arreglarlo -en estos días no tengo la libertad de estar gastando el dinero como sí nada. Un nuevo celular no es cosa de nada, incluso si me compro uno barato, pero quiero dejar esa opción como ultimo recurso ¿Que sucedería si de verdad puedo arreglarlo? ¡Debía intentarlo!
- Como quieras -suspiró- Iré a partirle la cara de nuevo a ese idiota, ¡Hasta luego!
- Jajaja ¡Que todo salga bien!
No se asusten, él en realidad no va a ''partirle la cara'' a nadie, es tan solo una expresión que usa cuando está muy enfadado. Quizás no lo aparenté pero sí estaba algo angustiado por sí de casualidad Onodera-san hubiera alcanzado a ver al pequeño ser hecho de fuego. Me giré a verlo por unos instantes, él había permanecido en cama hace ya tres días y aunque no dé señales de que haya muerto ya que constantemente se le ve respirando e incluso quejándose (Lo que resulta incómodo cuando tengo que explicarle esos sonidos a Onodera-san) tampoco da muchas señales de mejora. Estaba comenzando a angustiarme, ¿Cuanto tiempo permanecerá de esa manera? Es posible que por ser algo tan diferente a nosotros su forma de recuperación también sea distinta a la nuestra, a lo mejor no estoy haciendo bien en dejarlo tan acobijado todo el día- Quizás si lo descubro un poco... -aprovechando que Onodera-san no vendría a la habitación por un buen rato hice a un lado las sabanas. Entonces sus ojos se abrieron y con sorpresa miraron los míos. Él gritó. Yo me asusté, y aunque del susto hubiese gritado también, el pensar que una oleada de gritos pudiera atraer a la seguridad de la residencia o a cualquier otro curioso lo que hice fue cubrir su boca.
- ¡Espera, no grites! -supliqué. Era muy difícil obstruir ese vozarrón que el pequeño tenía y que por más que se lo pedía no dejara de gritar. No fue hasta que él solo se tranquilizó de una manera tan rápida que parecía una broma.
- ¿Hm? ¿Quien eres tú?
- Eh... ¿Yo? Yo soy Koizumi Haruki
- ¿Koizumiharuki? Que nombre tan extraño es ese
- ¿Extraño? ... Oye, quizás en tu planeta sea extraño, ¡Pero aquí en Japón no!
- ¿Ja...pón? -el pequeño se notaba muy confundido tras escuchar esa palabra. Se giró para ver toda mi habitación, luego exclamó- ¡¿Este es el mundo humano?! -asentí lentamente- ¿Y tú eres humano?
- ¿Acaso... no era obvio?
- Geniaaaal... -sus ojos esparcían un brillo muy similar al de un niño en una dulcería. Lo siguiente que haría sería dar constantes botes sobre toda la habitación. Brincaba de aquí a allá, de un lado para el otro, ¡Era como un conejo!- ¡¿Todas estas son cosas humanas?! Son muy raras, ¡Pero me gustan! Jajajaja
- ¡Oye, oye! Quieto ahí, ¡Detente un segundo! -apenas me levanté de mi asiento logré atraparlo con ambas manos. Él pedía que lo soltara y se retorcía tratando de escurrirse entre mis manos, pero no lo iba a dejar- Te estoy hablando, ¿Tú no estabas enfermo hasta hace unos momentos?
- ¿Enfermo? Qué dices... ¡Solo estaba durmiendo! -''¿D-Durmiendo?'' No podía creerlo.
- ¿Entonces... tú no enviaste ese mensaje pidiendo ayuda? -esa pregunta sería la que en definitiva lograría que esa criatura por fin se tranquilizara, y con sus pequeños ojos negros mirando hacia los míos me preguntó.
- ¿Mensaje? -bajó la mirada- Creo... No recuerdo.
- ¿Cómo que no recuerdas?
- Es que no recuerdo nada. Mis últimos recuerdos son los de el día de hoy, justo cuando te vi, pero por alguna razón me inquieta mucho ese mensaje del que hablabas. -algo me decía que todo esto estaba conectado. No sabía de que forma, ni tampoco porque, pero algo me decía que la llegada de este pequeño no era casualidad, ni tampoco lo era ese mensaje- Oye Koizumiharuki, ¡Hagamos algo!
- ¡Se olvidó del problema rápidamente! -reaccioné en mis adentros. Y yo que creía que Onodera-san se tomaba las cosas importantes muy a la ligera, en tan solo unos pocos minutos este pequeño ya lo destronó- Ah, sí claro, ¿Hacer qué?
- Quiero conocer este mundo, es lo que más anhelo, ¿No tienes algún sitio donde podamos divertirnos?
- Hablas como si de hace mucho tuvieras ese deseo, pero sí dices que no recuerdas nada... -quise decírselo pero tan solo quedó en mi mente. Me puse a pensar en algún lugar- Uhm... Aquí hay muchos sitios, es difícil elegir tan solo uno.
Después de que el pequeño me insistiera demasiado terminé decidiendo un lugar de manera muy al azar y que en realidad no me sentía seguro si se trataría de un buen comienzo; el cine. Por las calles había alcanzado a ver grandes pancartas que te invitaban a ver el estreno de una película de piratas. Los pirata son muy divertidos y me agrada su convicción, no sé bien de que tratara porque no he podido ver los comerciales, pero seguramente nos divertiríamos mucho él y yo ¡Y lo podría enseñar las palomitas! ... ¿Me pregunto si los de su especie comerán eso?
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :11
Koizumi Haruki
Re: Finalmente te encontré [Priv.Haruki]
El camino hacia el cine no fue para nada largo o al menos no lo sentía de esa manera, pudo haber sido más corto seguro si hubiese hablado con Moonmon pero hablar con una criatura desconocida mientras caminas puede resultar extraño ¿O no? Al menos para la mayoría es así. El bolso que cargaba sólo estaba mi Digimon, posiblemente sería más cómodo hacer que se meta dentro del extraño aparato que era mi celular, pero... A ninguna de las dos nos gusta eso, no sería algo muy adecuado y seguro que Moonmon no me lo perdonaría así que es mejor esperar un momento hasta llegar al cine y tener un buen lugar para hablar.
¿Cuantos minutos pasaron? No lo sé, posiblemente fue una hora o incluso fue menos, lo importante era que ya habíamos llegado. El centro comercial donde llegamos era uno de los más grandes de la ciudad y eso se puede notar con la cantidad de personas que va todos los días, no me gusta estar rodeada de mucha gente pero todo sea por mi compañera. No puedo negar que éste lugar es agradable, a pesar de la cantidad de personas que hay, no existe ninguna incomodidad a la hora de caminar, pero, eso no importaba ahorita, debía de de buscar el cine que se encontraba en uno de los pisos. ¿Cuanto había pasado desde la última vez que visité éste lugar? No lo sé, con esa multitud me perderé así que busqué un mapa que estaba cerca de unas escaleras de esas mecánicas. Lo veía de lejos pues, estaba algo alto como para leerlo de cerca. El cine estaba en segundo piso, así que no estaba muy lejos, pero antes de ir ahí lo mejor sería que Moonmon recibiese un poco de aire pues durante éste tiempo había estado muy tranquila, así que me dirigí al baño más cercano y sí, también me guié por el mapa para encontrarlo.
Al llegar, entre lo más rápido posible. Me percaté de que no entrase nadie y que tampoco alguien estuviese adentro. No vi a nadie excepto a una señora que estaba saliendo de una de las cabinas del baño, me saludo y yo igual le devolví el saludo... ¿Estaré siendo muy sospecha? Posiblemente pero, ¿Qué más da?. Me metí dentro de una de las cabinas para así sacar a Moonmon del bolso. Ella se comporta muy bien estás ocasiones pero igual me preocupaba que éste mucho tiempo sin moverse. Ella estaba sin hacer nada hasta que finalmente salió del bolso -¿¡Ya empezó la pelicula!?- Fue lo que exclamó al sujetarla con mis manos, ella se movía de un lugar a otro con peligro a caerse, traté de calmarla y que no hiciese ruido -No hagas mucho ruido... Y no, sólo quería ver como estabas, estaba a punto de comprar la entrada- Le respondí tranquilamente, ella estaba algo ¿Ansiosa?. Suspiraba con cierta resignación, era un poco decepcionante ese cambió de actitud en ella, no digo que me agradaba más como Lunamon si no que a veces no nos llegamos a complementar de manera efectiva - De todos modos, sigue estando sin moverte... Pronto estaremos en la sala del cine- Mencione para calmarla mientras una vez más la guardaba dentro del bolso y salía del baño. Por suerte no había nadie por los alrededores así que no había mucho de que preocuparse.
Camine hasta el cine, debía de comprar un sólo boleto pues estoy sola, en la sociedad actual ver a una persona que va sola al cine es algo patético ¿No? Algo así alcance a leer en algún momento pero, no me importaba ya que no estaba sola. No tardé mucho en comprar la entrada, pero, por desgracia faltaba casi una hora para que la película comenzase... ¿Que podríamos hacer durante ese tiempo?, Moonmon estaba muy ansiosa y le dije que la próxima vez estaríamos dentro de la sala del cine, seguro que estará algo decepcionada por eso... Lo mejor sería invitarla a comer, eso le gusta a ella ¿No? Aunque a mi también, sí, es haría. Me dirigí hasta un puesto de comida no muy lejos del cine no quisiera que fuese la hora de la función y que no pudiese llegar a tiempo.
Busque algo para comer, una hamburguesa quizás o algo parecido, sería algo rápido para comer, así que pedí dos Sandwich y busque una mesa, pondría a Moonmon en una mesa para poder darle de comer, si era capaz de no moverse mucho sería fácil que se hiciese pasar por un peluche.
Por suerte ella estaba tranquila a pesar de lo que dije en el baño. Sólo debíamos de esperar hasta que fuese la hora correcta, seguro que hacer esto acortaría el tiempo.
¿Cuantos minutos pasaron? No lo sé, posiblemente fue una hora o incluso fue menos, lo importante era que ya habíamos llegado. El centro comercial donde llegamos era uno de los más grandes de la ciudad y eso se puede notar con la cantidad de personas que va todos los días, no me gusta estar rodeada de mucha gente pero todo sea por mi compañera. No puedo negar que éste lugar es agradable, a pesar de la cantidad de personas que hay, no existe ninguna incomodidad a la hora de caminar, pero, eso no importaba ahorita, debía de de buscar el cine que se encontraba en uno de los pisos. ¿Cuanto había pasado desde la última vez que visité éste lugar? No lo sé, con esa multitud me perderé así que busqué un mapa que estaba cerca de unas escaleras de esas mecánicas. Lo veía de lejos pues, estaba algo alto como para leerlo de cerca. El cine estaba en segundo piso, así que no estaba muy lejos, pero antes de ir ahí lo mejor sería que Moonmon recibiese un poco de aire pues durante éste tiempo había estado muy tranquila, así que me dirigí al baño más cercano y sí, también me guié por el mapa para encontrarlo.
Al llegar, entre lo más rápido posible. Me percaté de que no entrase nadie y que tampoco alguien estuviese adentro. No vi a nadie excepto a una señora que estaba saliendo de una de las cabinas del baño, me saludo y yo igual le devolví el saludo... ¿Estaré siendo muy sospecha? Posiblemente pero, ¿Qué más da?. Me metí dentro de una de las cabinas para así sacar a Moonmon del bolso. Ella se comporta muy bien estás ocasiones pero igual me preocupaba que éste mucho tiempo sin moverse. Ella estaba sin hacer nada hasta que finalmente salió del bolso -¿¡Ya empezó la pelicula!?- Fue lo que exclamó al sujetarla con mis manos, ella se movía de un lugar a otro con peligro a caerse, traté de calmarla y que no hiciese ruido -No hagas mucho ruido... Y no, sólo quería ver como estabas, estaba a punto de comprar la entrada- Le respondí tranquilamente, ella estaba algo ¿Ansiosa?. Suspiraba con cierta resignación, era un poco decepcionante ese cambió de actitud en ella, no digo que me agradaba más como Lunamon si no que a veces no nos llegamos a complementar de manera efectiva - De todos modos, sigue estando sin moverte... Pronto estaremos en la sala del cine- Mencione para calmarla mientras una vez más la guardaba dentro del bolso y salía del baño. Por suerte no había nadie por los alrededores así que no había mucho de que preocuparse.
Camine hasta el cine, debía de comprar un sólo boleto pues estoy sola, en la sociedad actual ver a una persona que va sola al cine es algo patético ¿No? Algo así alcance a leer en algún momento pero, no me importaba ya que no estaba sola. No tardé mucho en comprar la entrada, pero, por desgracia faltaba casi una hora para que la película comenzase... ¿Que podríamos hacer durante ese tiempo?, Moonmon estaba muy ansiosa y le dije que la próxima vez estaríamos dentro de la sala del cine, seguro que estará algo decepcionada por eso... Lo mejor sería invitarla a comer, eso le gusta a ella ¿No? Aunque a mi también, sí, es haría. Me dirigí hasta un puesto de comida no muy lejos del cine no quisiera que fuese la hora de la función y que no pudiese llegar a tiempo.
Busque algo para comer, una hamburguesa quizás o algo parecido, sería algo rápido para comer, así que pedí dos Sandwich y busque una mesa, pondría a Moonmon en una mesa para poder darle de comer, si era capaz de no moverse mucho sería fácil que se hiciese pasar por un peluche.
Por suerte ella estaba tranquila a pesar de lo que dije en el baño. Sólo debíamos de esperar hasta que fuese la hora correcta, seguro que hacer esto acortaría el tiempo.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :13Nivel On Rol :Bebé II
Yukie Masuda
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