Re: 小さな一歩、大きな世界 [Un pequeño paso, un gran mundo] (Libre)

por **Elluka Clockworker** Lun Dic 21, 2015 7:00 pm

-Monsieur Fuji -Exclamó y se removió la coneja al notar la figura conocida, estaba tan sorprendida que no pudo controlar ese acento francés. Sabía que el susodicho era un tamer de DigiSpirit, como ella. Aquella noche le mostró su D-Scanner dorado... Pero no esperaba que la presencia de su forma bestial fuese tan abrumadora, la había hecho sentirse intimidada. Aunque le agradaba pensar que era el mismo destino que los unía el que los hacía volver a encontrarse antes del gran evento al que asistirían. Una sonrisa se pintó en su conejuna cara.
-¿Se conocen? -Miró un tanto perpleja al chico de cabellos púrpuras, y de regreso al de los esmeralda. Le parecía extraña la situación ¿Era tan pequeño el mundo digital? El segundo tamer se acercó con su compañero y se presentó.
-Debería buscar a Roku Ginshô -Tajó la digimon lunar con su suave y fría voz. Sabía que podía confiar en Fuji la seguridad de los muchachos. La energía espiritual se fue del cuerpo de Lekimon mientras se alejaba a un paso apresurado. cambiando poco a poco a la elegante figura de Elluka Clockworker. Sus cabellos rosados ondeaban por obre y gracia del viento con suavidad, junto a la rosada gabardina de la joven. Estaba algo agotada para seguir manteniéndose como digimon, llevaba así por alrededor de cinco horas. Mientras caminaba a la estación de Trailmon repasaba los nombres de los muchachos que había conocido. "Tsurugi", "Hao Kyōyama", "Roku Ginshô". Si bien, los únicos que se presentaron formalmente eran los últimos dos, había escuchado cómo llamaba Frimon al muchacho de los cabellos violeta. Elluka no se había presentado aún, eso era algo extraño en sus modales. Comenzaba a pensar que la influencia de Lekismon en ella era más fuerte de lo que parecía. Tal vez Lekismon era desconfiada en vida, o tal vez tímida. La digimon blanca cambiaba mucho su perspectiva de la palabra "contraste". No podía entender la afinidad que debería tener con el espíritu, muchos tamer podían comunicarse con sus espíritus, según había leído ¿Por qué Lekismon no hablaba con ella? "Hola Elluka, hoy luces bien, vayamos a comer algo" o algo como eso debería ser lindo. Mitigaría un poco la soledad que sentía en la base de vez en cuando. Tendría a alguien para quién tocar y cantar, incluso con quién hablar de sus pequeños sueños y momentos del día.
-¡Roku Ginshô! -Llamó al joven mientras alzaba la voz. Se habría metido en un Trailmon, seguramente.
Un estruendo gigante se hizo presente. Elluka llamó una vez más a Roku Ginshô, un poco asustada, un tanto nerviosa, y bastante agitada. Dos Devimon se hicieron presentes en la escena. Por un momento Elluka pensó en su hermano, pero Devimon nunca hablaría de una manera tan ridícula. Chasqueó la lengua con desdén. Suspiró y una vez más mostró su digivice, sin perder en ningún momento la postura imperial que tan bien lucía.
-Union Saver -Se presentó de nuevo mientras preparaba el lazo de datos en su mano, listo para transformarse en digimon nuevamente. -Amenazar a dos Rookie es bastante abusivo ¿No creen? Resolvamos este asunto por las buenas, no me apetece cenar demonio. -Retó a los digimon con una voz severa. Su actitud altanera siempre le había traído problemas, pero no podía mostrar respeto ante las palabras de los demoniacos entes. Abusar del pequeño nunca será digno de un buen tono de voz. Observó la escena con disimulo, no estaba muy lejos de los muchachos y monsieur Fuji. Si los muchachos tenían algo de sentido común, se esconderían tras el más poderoso o desaparecerían del lugar... Pero Elluka dudaba del razonamiento de los tamer, con honestidad y ninguna mala intención de denigrar, obviamente. La impulsividad no serviría en un asunto así, por lo menos con un Rookie como compañero no.

por Fuji Raikomaru Lun Dic 21, 2015 9:24 pm

Fuji arqueó una de sus cejas al oir la voz de aquella Lekismon digiriendose hacia él, ciertamente conocía a una persona con la capacidad de convertirse en dicho digimon que lo llamaría de esa forma. Sonrió de lado mientras realizaba una reverencia ante su presencia. - El destino ha querido que nos volvamos a ver, Elluka, sin embargo no podemos disfrutar de nuestra compañía... Noto una ligera sensación de caos en las proximidades, mi olfato nunca se equivoca cuando se trata de problemas -exclamó antes de tomar nuevamente su digivice de platino con decoraciones de oro solido, y extendio la zurda hacia el cielo. La misma se cubrió en su totalidad de halos lúminicos, digicodes, alrededor de todo su brazo girando a gran velocidad. - Ancient Spirit... -susurró antes de pasar el escaner de su digivice por todo su brazo. - Evolution -Al terminar sus palabras, su cuerpo de cubrió de una luz, mas oscura que la noche misma. Una cantidad exorbitante de Digi-Spirits aparecieron a su alrededor y se entrodujeron en su cuerpo como si se tratasen de una armadura.

Tras unos segundos, la luz se disipó, y fue cuando Tactimon hizo su presencia. - Tactimon -anunció clavando con firmeza su espada en el suelo, alrededor de todos ellos se formó una gran cordillera de aproximadamente cincuenta metros de diametro con una altura de veinte metros. De esa manera, tendrían visión de lo sucedido en zonas aledaneas. Fuji, ahora Tactimon, notó como dos Devimon parecían listos para enfrentarse con la joven de los Union Saver. - ... Bien, no soy una gran niñera para serles sincero, así que... Quien tenga el nivel suficiente para enfrentarse a un digimon Adult, puede ir, quien no simplemente quedese detras de mí -Desde su espalda de hizo presente su cañon, el cual se posó sobre su hombro derecho apuntando a ambos digimon diabolicos. En caso de necesitarse, los eliminaría de la faz de la tierra, pero la curiosidad del tamer le había indicado simplemente observar como se desarrollaba la situación.

por Tsurugi Kurone Sáb Ene 02, 2016 2:35 am

Vaya... tremendo lió, el Digimundo aparentemente es un pequeño pañuelo, todos se conocen entre todos pero bueno, tomando en cuenta que se habla del señor Roseworth no era de extrañarse que existiera la posibilidad de que el peliverde conociese al 75% de la población del Mundo Digital.
No voy a negarlo, pensó Tsurugi, hace rato cuando el tío raro ese Roku salio corriendo por allí por un momento pensé que seria la ultima vez que le vería.
Aunque Tsurugi estaba equivocado, poco tiempo después de que Roku partió corriendo de la zona una perturbación en el ambiente le llamo la atención, como si algo hostil estuviese a la cercanía del grupo.
Aparentemente el señor Roseworth también se había dado cuenta, Liollmon desde hace rato tenía el pelaje erizado y eso no era buena señal, en un abrir y cerrar de ojos magistralmente el peliverde hizo gala de su increible habilidad y se transformo en Tactimon.

Era imponente, incluso más que su forma de Duftmon, Tsurugi se acercó lo más que pudo a Liollmon y justo en ese momento Tactimon incrustó su espada en el suelo y este se elevó por los aires.- ¡Wow! ¿¡Qué diablos!? -Exclamó el peli azul casi perdiendo el equilibrio, una plataforma y más como un pilar de tierra se elevó por los aires y arriba de este estaba el grupo.

Jope, ¿Acaso Tactimon controlaba la materia? ¿O quizás era simplemente el tremendo poder de este mismo que le permitía hacer este tipo de hazañas? Una vez en lo alto, más allá de los arboles frondosos y los pinos, cerca se podía ver una estación de trenes, o gasolinera o algo así, y a unos cuantos metros un Trailmon y.... Oh, sorpresa.

El tonto Roku estaba siendo atacado por dos Devimons, siendo sinceros Tsurugi sintió la necesidad de hacer algo pero estaban a una gran distancia y aunado a eso ambos Devimon son más poderosos que su Liollmon, simplemente se quedo observando la situación con esperanzas de que Tactimon, o incluso la chica de pelo rosa o el tío del Veemon hicieran algo, aunque bueno... quizás la chica del pelo rosa y el tipo peli amarillo se sintieran igual que él.

Entonces...- Tsurugi... sé que seria un suicidio pero debemos hacer algo. -Exclamó Liollmon dejando ver sus colmillos y gruñendo, en ese momento la confianza de Liollmon de forma casi automática se transmitió a Tsurugi en cual dibujando una leve sonrisa le dijo a su compañero.- Vale... nunca te cansas de peligrar, hagamos lo que podamos. -Musitó con aires de valentía.

por Fura Kiiro Vie Ene 08, 2016 5:01 pm

La tan repentina reaccion del chico llamado Roku fue algo...rara, se hecho a correr de manera desesperada supongo que su falta de conocimiento sobre el digimundo lo estaba afectando y veia todo desde una perpesctiva muy salvaje.

En fin no era el caso nos habiamos agrupado nuevamente para presentarnos pero no pasaron siquiera unosm inutos hasta que aquel ambiente de tranquilidad fuera interrumpido por una explosion, aquel trailmon abordado por el chico portaba de unos cuantos vagones, una explosion separa a uno de estos dejando a la vista un par de sombras, ascendieron de entre los escombros y mostraron su forma, los hermanos devimon se hacian llamar.

Wow...que dia tan raro..- Posee mi mano derecha sobre el tirante de mi d-arc y lo descolge del mismo, con mi mano libre retire el seguro de mi maso de cartas y me mantuve la guardia en todo momento.

Hao..- Veemon dio unos pasos alfrente, sabia que sus ansias de pelear y su espiritu luchador ardian como nunca, no peleabamos desde nuestra llegada al digimundo, pues era hora de ver de que era capaz veemon en una situacion mas dificil.

Adelante, Veemon no puedo detenerte mas- Aquella expresión provoco una sonrisa inminente en el rostro de veemon, lo conocía muy bien y no había otra manera de complacerlo.

Antes de que veemon se lanzara alrededor de los Hermanos Devimon, ya retirado el broche de mi mazo de cartas, tome un par de cartas pero mi movimiento fue interrumpido por el impulso de veemon, dejando caer mas cartas de lo esperado.

Demonios veemon, se que estas emociona...- estaba por reprenderlo cuando pude observar aquel destello azul de entre las cartas regadas en el suelo.

Veemon se había lanzado a la batalla, posándose a un lado de aquella chica de cabellos rosa - Vengo a ayudar..- Se ofreció veemon para contribuir en la batalla.

Me agache y retire las cartas del suelo, aquella carta tan extraña no recordaba haberla visto antes, era tan hermosa, un color sin igual, un azul tan azul como un safiro, y en ella solo podia observarse una especie de icono con forma de digimon, no tenia mensaje alguno para mi.

No se si seria seguro usarla...pero veamos que es, entre la inseguridad aquel instinto nacio, tomando las cartas y guardandolas en su estuche nuevamente, manteniendo en su mano izquierda la Carta azul, nuevamente coloco su mano sobre el d-arc, y lentamente deslizo aquella carta por la ranuda del d-vice.

Al primer contacto de la carta y la ranura, una chispa de color celeste claro fue expulsada del espacio restante, poco a poco los datos de la carta fueron escaneados hasta finalmente terminar la lectura de la carta azul.

EVOLUTION- Aquella voz robotica producida por el Digivice, provoco que Veemon fuera alterado.

Eh?! Que sucede!!- Veemon muy asustado tenia una sensacion muy rara, su cuerpo empezo a perder parte de sus datos y su fisico incremento bastante, creando una musculatura casi humanoide, su forma de dragon era mas visible, aquel par de alaz se desplegaron en su espalda y aquella "X" se dibujo en su pecho blanco.

Soy...soy un xveemon...- Ambos muy anonadados por el cambio de veemon, recuerdo que aquella chica me hablo una vez de la digievolucion...era esto prueba de ello?

por Roku Ginshô Mar Ene 12, 2016 12:23 am

Los hermanos Devimon, al ver cómo sus futuras víctimas se preparaban para el combate compartieron una sonrisa de complicidad mientras se miraban. La presencia de Tactimon era un evidente riesgo, pero para ellos la solución era sencilla: solo tendrían que divertirse, como siempre, y usar los despojos que dejarían de sus oponentes como escudos. Era una lástima que el digimon más pequeño, aquel Liollmon, se hubiera alejado y guarecido tras el poderoso digimon. Lo que más amaban estos hermanos era aplastar digimons aún en proceso de crecimiento... Pero al menos tenían dos champions con los que entretenerse. Con ademanes que solo ellos entendían se repartieron los oponentes, y de nuevo sonrieron empezaron con su “espectáculo”.

-¿Union qué?-decía burlonamente el primero- No, no me suena de nada ese grupito. ¿Es una asociación de conejos o algo así? Y no creo que vayas a comerme con esos dientecitos, los míos son más grandes, ¿ves?-decía señalándose los colmillos - Pero lo que debes temer de un Devimon, es, obviamente, sus garras- afirmaba estirando y contrayendo su brazo- ¿Preparada para jugar? DEATH CLAW

Y aunque esto fue lo que grito, aunque no hizo uso de su característico ataque; en su lugar había arrojado tierra a los ojos del Lekismon, pues quería aprovechar la ceguera temporal de esta triquiñuela para conectar el ataque. Por otra parte, su hermano se había fijado en el recién evolucionado Xveemon, y aunque de nuevo sus presas favoritas eran los más novatos... Un champion que aún no se ha acostumbrado a su recién adquirida fuerza tampoco podía estar mal.

Mientras aún contemplaban al enorme dragón azulado el Devimon saltó sobre su cabeza, y aunque esto no guardaba ningún interés ofensivo, solo quería distraerle, pues con otra pierueta se colocó enfrente del tamer, al cual dedicó una terrorífica sonrisa.

-Bueeeeeno, ¿cómo te va por el digimundo, pequeño? ¿Te has divertido? ¿Lo has pasado bien? Lo digo porque aquí se acaba tu viaje- mientras afilaba sus garras chocándolas entre sí se acercó al oído del chico y susurró- ¿o de verdad piensas que si tu amigo ataca no voy a poder esquivarlo o usar tu cuerpecito como barrera, hummm?

Y mientras este espectáculo se llevaba a cabo, Roku seguía en la locomotora parlante tras el cambio de sentido que esta misma había provocado. El viajero seguía extrañado intentando analizar el interior del maletín.

-¿Pero esto qué diablos es? ¿Es algo humano... O digital?

por **Elluka Clockworker** Mar Ene 12, 2016 8:02 pm

La joven Clockworker había terminado su transformación a Lekismon nuevamente, pero estaba tan agotada que no pudo demostrar su furia al haber sido retada se semejante manera, mucho menos prever la jugarreta del demonio. Perdió del equilibrio y cayó de lado al suelo por obra del característico movimiento del susodicho, sin embargo se puso en pie rápidamente mientras se tallaba los ojos y dirigió esos orbes de color del atardecer al Tactimon que parecía estar tomando su distancia de la situación. -¿Monsieur Fuji? -Murmuró su suposición. Era una presencia aún más abrumadora que la anterior, mucho más poderosa, incluso podía decir que emanaba cierta oscuridad tan fría como el más grande de los icebergs de la zona helada. Sintió repentinamente la necesidad de lucirse mejor que nunca. Era cierto que la coneja se encontraba exhausta, pero tenía el deber de brillar de manera proporcional a la abrumadora oscuridad que despedía el guerrero, lo sentía muy por dentro como una verdad absoluta. -¡Tear Arrow! -Exclamó con su aguda voz y generó alrededor propio sus pequeñas dagas de cristal y las arrojó al Devimon que la había atacado anteriormente en con movimientos suaves y a la vez rápidos de sus brazos, mientras a la vez intercambiaba los pies para avanzar brutalmente sin perder el ritmo de aquella danza tan poco común. Una vez terminados sus cristales, retrocedió de un gran salto con la intención de acercarse un poco al par de novatos que se habían unido a la pelea. -Hao Kyōyama. -Lo llamó sin verlo mientras preparaba una de sus bombas lunares en las manos. -Ponte seguro, X-Veemon no podrá luchar si está preocupado por ti. -Comandó con severidad al mismo tiempo que recolectaba la energía para su bomba. Era una voz fría y un tanto -bastante- autoritaria, quizás hasta manipuladora, pero su preocupación era genuina. Era característico de la joven Elluka, su voz nunca expresaría lo que en verdad sentía por más que lo intentase. Y no era como si la chica quisiera decir que en realidad se preocupaba por el bienestar ajeno, simplemente deseaba ser transparente. -¡Moon Night Bomb! -Y explotó su bomba contra el suelo como un globo de agua, excepto en esta situación no había líquido, todo lo que se levantó era una nube espesa de polvo y centellas restantes de la luna que explotó. -Kyōyama -Lo llamó nuevamente esperando que entendiese que esperaba siguiera su petición y aprovechase la cortina para alejarse un poco y dar espacio para protegerlo.

por Roku Ginshô Vie Dic 16, 2016 5:39 am

Off-Rol:

Lo que había en el maletín le sorprendía, extrañaba y, por qué no decirlo, despertaba en él cierta fascinación. Alzó aquello con la mano, pero con cuidado, delicadeza, pues parecía tremendamente frágil. Su superficie cristalina vendría a ser la parte “normal”, y en el interior de ese objeto esférico se podía ver algo que, sin duda, no tenía una procedencia mundana, sino algo puramente... ¿Cómo decirlo? ¿Inhumano? No, algo tan agradable a la vista no merecía ese calificativo...

Lúmenes de diferentes colores que se arremolinaban, formando haces de luz que se deshacían en partículas solo para reiniciar aquella danza. Durante unos segundos se emebelesó contemplando el espectáculo. ¿Qué diablos era aquello? ¿Y para qué servía? Sustrajo la máquina que le había sido entregada, aquel artefacto oscuro que, por su semejanza a un teléfono móvil, le dio la idea de que podría recibir información sobre esa cosa.

Una súbita iluminación sorprendió al chico, que tuvo el impulso, que no el acto, de arrojar la máquina pensando en un peligro. Sosteniéndola pese a eso, el interior de la esfera atravesó el cristal para adentrarse en el dispositivo de forma violenta, liberando chispas en el proceso. Cuando aquello acabó, el vagón quedó oscuro y el chico, sin palabras.

-Bien... Bien... ¿Se me escucha? Probando, uno, dos, tres...-la voz le era familiar- Sí, funciona. ¡¡Ey, “como-te-llames”!! ¡¡Has sobrevivido a tu primera media hora en el digimundo, enhorabuena!! -el tipo extravagante que le dió el artilugio y generó ese portal- Aunque no te voy a engañar, pensaba que esos Devimons, los tipos negros, te iban a matar...-más bien le preocupaba el dragón humanoide- Pero esto es positivo, ¡¡muy positivo!! Pues, mientras tú vivas, y sobre todo, obedezcas, ellos también.

Era desagradable. No la voz de aquel tipo, sino el sonido de fondo, que se iba incrementando cada vez más: gritos, llantos, súplicas... Todas voces jóvenes, por lo que el temor se iba acrecentando. Aceptó el trato para evitar esa situación, pero no había servido de nada. ¿Qué les estaba haciendo? ¿Y por qué?

-Aaaaah, música, ¿no cres? -se reía- Bueno, vamos a ir a lo importante. Ellos viven si tú cumples tu parte del trato, y si fallas o palmas... En el segundo caso no lo sabrás por estar muerto y esas cosas... Pero en el primero simplemente irán perdiendo eso de “integridad física”, o lo que es lo mismo: orejas, dedos, narices o lo que me dé en gana, ¿entendido?
-Pero dijiste que si aceptaba los dejarías en paz... Ese era el trato... Que no les harías dañ...
-Nnnnnoooo, el trato era que “estarían a salvo”, pero tenía que respetar otro acuerdo anterior. ¿Por qué te crees que fui a tu clase en concreto? Por echarle agallas te di la oportunidad de hacer algo, de ser el héroe de los tuyos, de sentirte importante... Solo para luego hundirla. Eres nada, menos que nada, una jodida herramienta, un arma. Un arma que ME pertenece.
-... No tengo alternativa, dime qué hacer.
-Ya te iré diciendo, el digispirit es una fuerza extraña y curiosa. Se manifiesta en un ritmo diferente según el anfitrión -reía-, y para eso hay que estimularlo apropiadamente. Ahora, voy a vincularos, el proceso igual escuece, o pica, o yo-qué-sé.

Las luces emergieron de nuevo, clavándose como relucientes dagas en su brazo. El dolor fue intenso, y gritó. Podía sentir como grababan a fuego más allá de su piel, sangre y hueso, algo más profundo. Dirigió la vista a las luces, y estas ganaron un tono verdoso e incandescente, era puro fuego, y dentro de las flamas... ¿Cadenas? No podía fijarse bien, dolía, se notaba morir y de pronto... Paz.

Se notó flotando en el agua. ¿Qué era aquello? ¿Estaba muerto? Sin rumbo, la corriente lo mecía en aquel mar de angustias, hasta que la vio. Una torre, un faro, que con una mortecina luz cambió el paisaje. La naturaleza presente en la costa moría, el agua abrasaba. De nuevo, el fuego, quemándole. No, algo más extraño, grabando extrañas letras en su piel, en su ser. Era como fiebre escrita. Recordó el día del accidente, cuando las rocas lo sepultaron. ¿Murió? No, aunque pensó que sí, el dolor era semejante. Pero veía algo más. Era otro lugar, un bosque de naturaleza moribunda. En el accidente había alguien más, una persona sin rostro que no podía recordar. En la foresta una chica, ¿o una mujer? Que lloraba. No sabía qué pasaba, pero inconscientemente, su mano intenta alcanzar ambas figuras. No quiere verlas así, no quiere sentirse impotente. Los dedos se extienden, pero la roca aplasta al joven Roku, aplastando su lado izquierdo con violencia, y en el otro panorama, una luz cegadora, y un dolor súbito ciega su otro ojo.

Gritos, llantos, súplicas. Se despierta, ¿cuanto lleva inconsciente? No lo sabe, pero coge la dichosa máquina, el digivice. Otra vez ese espectáculo de voces. Intenta ver si el tipo sigue ahí, y la respuesta es afirmativa.

-Oh, oh, ¿ya está? ¿Acabó la adaptación? ¡¡Enhorabuena!! No has muerto y eso... Que sepas que no todo el mundo aguanta la “violencia” de “este” spirit en concreto... ¡¡¡Y eso es muy positivo!!! Lamentablemente, tooodas las noches deberás escuchar estos soniditos. Debo ponerte al límite. Puede que no lo entiendas, pero debes descansa para que él despierte... Para que Azazel vuelva... Así qué... Buenas noches...

En posición fetal, oyendo algo que no quiere, se aferra al digivice, adolorido aún por lo que fuera aquello. ¿Quién era Azazel? ¿Por qué antes lo llamó así? ¿Qué encargos debería hacer? Había dado un paso, uno muy pequeño, pero había recorrido una distancia clave, una que separaba dos mundos. Solo sabía, o podía intuir, que Azazel no pertenecía a ninguno. Un ser que debía estar confinado para seguridad de todos...

… Y ahora él era Azazel.

por Fuji Raikomaru Lun Ene 02, 2017 11:21 pm

Observó al Devimon restante, ignorando a todos los que no sean la pelirrosa previamente conocida, ser niñero no era lo suyo y tras haberlo dejado en claro se podía comportar acorde a sus principios. Los rifles de su espalda emergieron colocandose sobre sus hombros, y su vista tan implacable como exácta se posó sobre la figura oscura que danzaba erráticamente intentando asesinar con una voráz ansia de sangre. - Tanegashima... -Susurró el oscuro señor de la guerra, disparando desde uno de sus rifles. Veloz, potente y letal impactó contra el demonio menor en comparación a la magnificencia del Ancient, fue menos que un parpadeo. La explosión de datos fue inmediata, y violenta, el digicode del ser espectral emergió hacia los cielos y desapareció en el ambiente como si de una simple niebla se hubiese tratado.

Tactimon observó, de brazos cruzados, los remanentes del combate. No habia señal de los dos tamer mas jovenes que los acompañaban, suponía que posiblemente se habrian escapado para ocultarse, y de no ser así, poco importaría. Retornó a su forma humana, y fue cuando ondeó sus cabellos esmeralda, y acomodó su sombrero con una sonrisa ladina en su rostro de porcelana.

- Advertí que no soy buena niñera... Como sea, me retiro -Observó el rolex en su muñeca con detenimiento, el cual habia sido modificado para adaptarse a la velocidad del transcurso del tiempo en el digimundo. - Es hora del té -Dijo antes de acomodar nuevamente, aunque sin necesidad posiblemente, su sombrero de manera que la sombra cubra su mirada. - Siempre es bueno volver a verte, Elluka, espero con ansias que este adagio de desencuentros nos reuna nuevamente -Susurró antes de alejarse con calma de la escena, aunque no sin antes sonreírle a la Union Saver con cierta mueca pícara en su haber.

por **Elluka Clockworker** Vie Mar 03, 2017 3:50 am

Un Tear Spear fue clavado en el pecho de aquel Devimon, despistado por la muerte de su hermano, y con una explosión fue reducido a datos en el cielo. Me estremecí por completo y caí al suelo al perder la fuerza en mis piernas. Perdí el control de mi transformación, y volví a mi forma humana en un parpadear. No quería matarlo, no debía hacerlo. Era un accidente.

Me abracé a mi misma, siguiendo el rastro de los datos del digimon que acababa de asesinar. ¿Cuanto tiempo había pasado desde que vi un acto así? Estaba sorprendida por lo que había hecho con mis propias manos, temerosa. El acabar con la vida de los demás nunca fue algo que pudiese hacer, y, en cambio, Devimon o Löwemon eran quienes se encargaban de ello de ser necesario. Ya no gozaba de la protección de mis hermanos, lo sabía, y debía comenzar a valerme por mi cuenta, pero nunca cruzó por mi cabeza el tener que llegar a estos puntos. ¿Debía estar feliz por haber podido defenderme y a los demás? ¿O debía sentirme mal por haber acabado con él?

Me puse en pie, asegurándome que los muchachos seguían bien, y la voz de Fuji robó mi atención. No pude hacer más que sonreír torpemente y verlo alejarse. ¡Espera! Quería decirle, pero las palabras se quedaron atoradas en la punta de mi lengua. Sacudí la cabeza y me froté las ardientes mejillas. Me acerqué al grupo de tamers, y comencé a revisarlos para asegurarme que no tuviesen daños.

El que más me terminó preocupando fue Roku Ginshô, a quién no logré encontrar al final. Solo me quedó tener fe en que encontraría su camino como tamer de la manera más sana posible, y en su bienestar. Por el momento, lo que más importaba era recuperarme a mi misma, y esa era la misión.

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