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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Code of Desaster [Historias internas]
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Code of Desaster [Historias internas]
[click en las imagenes pequeñas, son spoilers]
►Lo que no fue, parte 1: La Reina◄
Musica para acompañar
Las cosas no siempre salen como son planeadas… el destino a veces escribe algo pero después, como toda entidad fuera de nuestra comprensión y cuyas ideas junto con pensamientos se contradicen día a día en busca de la “perfección”, terminan cambiando lo escrito en voluntad propia pero sin esperanzas de lograr nada. En estas reescrituras hay cruces que no debieron ser… situaciones difíciles que por X o Y motivo, no tenían sentido alguno y simplemente, estaban allí porque si… así como también, personajes que antes no estaba o que estuvieron, intercambiaron papeles… quien tenía un papel importante paso a segundo plano mientras que aquellos tímidos escondidos en el fondo del escenario, salieron a la luz del foco… arrebatando el protagonismo a los legítimos personajes principales. Al día de hoy son cientos, por no decir miles, aquellos personajes que sufrieron una reescritura en su destino por un ente más allá de su comprensión… o que quizás comprender es sencillo, pero satisfacer difícil. Este es uno de los reescritos… tachado como si se tratara de un mero boceto, cuando en realidad, era lo que tenía que ocurrir sin excepciones… pero, como ya se dijo: fue cambiado por un ente contradictorio e insaciable que, en busca de su propia satisfacción, creo un universo alterno donde esta escritura… no es más que una idea vacía y sin valor.
Hace muchos años… existió un reino alejado en una isla remota… sin ninguna playa ni montaña; aquella isla flotaba como un nómada, a la deriva por el mar, sin rumbo, sin guías… simplemente moviéndose por las corrientes marinas que la alcanzaban y forzaban a desplazarse en direcciones aleatorias. Aquel reino vivía de lo que el destino pudiese darles… vivía en una aleatoriedad constante donde, si no había suerte, no había suerte… la comida era fruto del destino que tuvieran sus habitantes en la mayoría de ocasiones, mientras que el agua o el dinero eran bienes con prácticamente ninguna importancia. Vivian por y para sí mismos… cuidándose unos a otros como podían, enfrentando de cara al destino cuando este no les sonreía y haciendo todo lo que estaba en sus manos para sacarle una sonrisa y vivir en paz nuevamente. Claro que lo que importaba de aquel reino, pese a lo importante que sonó aquel dato sobre el destino, no era otra cosa que los habitantes del castillo… y no, no de los reyes; ellos vendrán más adelante en cuanto al valor real. Quienes importaban realmente en ese castillo no eran otro que sus leales guardianes; un grupo de 4 caballeros entrenados para defender el reino y a la isla de cualquier peligro que el destino pudiera ponerles enfrente. Aquellos guardianes eran Marco, un Duftmon veloz y astuto, siempre capaz de encontrar el punto débil en todos sus adversarios; Blake, un Reapermon creativo y simpático, despierto y gran estratega; Samuel, un ChaosDukemon fuerte y valiente, dispuesto a dar su vida por su reino; y finalmente, Briny, una Renamon y líder de aquel grupo por su espíritu y habilidad nata para el combate. Aquel cuarteto siempre se mantenía unido, en sus entrenamientos, rondas de vigilancia o expediciones; los 4 siempre estaban juntos y por ello siempre salían adelante sin grandes problemas. No seria ninguna sorpresa el decir que aquel cuarteto siempre luchaba unido contra cualquier amenaza posible para la isla (Algo que prácticamente jamás ocurría), pero la única verdad es la contraria: luchaban por separado. Por luchar por separado, uno se refiere a algo más que “cada quien por su parte”, si no porque literalmente jamás conseguían luchar todos juntos. El poder que tenían era tan elevado que cuando una amenaza se presentaba; con que uno solo se presentase a la acción, era suficiente para alcanzar la victoria… algo triste para tan buen equipo, pero también resultaba en una ligera alegría; puesto todos tenían menos obligaciones y preocupaciones de las usuales.
Un día próximo a la celebración de 100 años de reinado confiable por el Rey MagnaGarurumon y la Reina Sakuyamon; el cuarteto decidió reunirse en el centro de la isla para festejar, lejos de todo el escándalo que pudiera crear la gran fiesta que planeaban los reyes, y sobre todo: en buena compañía. Marco y Blake no se reunieron en todo el día con Samuel o Briny, ya que querían darle una sorpresa a ambos; Blake la noticia de la próxima elección de Líder de la Guardia Real, y Marco… bueno, el mas bien tenía una sorpresa para Briny; aunque no la revelaría ante nadie, ni siquiera a sus confiables amigos Blake y Samuel, ¿Por qué? Porque cuantos menos riesgos corriera, mayor seria la sorpresa para la líder de aquel equipo. Mientras tanto, Briny se mantuvo sola todo el día por primera vez en un largo tiempo… aunque sola en espíritu, puesto físicamente tenia literalmente todo un reino que la conocía, saludaba y admiraba en cierto sentido; pero la soledad interna era bastante amplia… no acostumbraba mantenerse alejada de sus compañeros y eso le causaba gran incomodidad… pero no podía ir con ellos; cada quien tenía su plan hasta que llegara la hora de la reunión, cada quien menos ella. El día paso muy lentamente para Briny, quien solo podía ver impacientemente cada reloj que se cruzaba esperando que el tiempo avanzara más rápido… pero no era el caso… el tiempo no avanzaría más rápidamente solo porque ella mirara cada reloj con desesperación… y esa realidad ciertamente no le ayudaba demasiado a seguir su objetivo de ignorar la soledad interna. La líder del cuarteto finalmente sucumbió a la presión e incapacidad para ignorar aquel sentimiento agobiante; suspiro con pesar y se dispuso a buscar a sus compañeros, pero antes de dar el paso, un zorro de color rojo se poso frente a ella y la miro fijamente. La Renamon no sabía exactamente qué hacer, y cuando quiso rodear al animal, este se paro nuevamente frente a ella… y así hasta que llego un punto en el que Briny solo observaba a la criatura rojiza con duda. Preguntarle que quería no era coherente para la digimon; para ella era claro que el animal quería bloquearle el paso, pero aun así se dispuso a hacer la pregunta. - ¿Qué quieres de mi, amiguito? – Con un tono ligeramente cansado y pesado, Briny observo al animal fijamente; y en respuesta a la pregunta, el animal se dio la media vuelta y apunto con la nariz al castillo. Ante aquello, Briny se froto los ojos confusa y vio correr al animal hacia el castillo. En su interior sabía que era mejor dejarlo ser y evitarse cualquier problema; pero algo dentro de sí la forzó a avanzar y seguir al zorro de color rojo sin pararse a pensar en el porqué lo hacía exactamente. Estaba claro que el animal la guiaba, pero ella no lo captaba en su mente… simplemente seguía su instinto y cuando finalmente alcanzo al animal… aquella Renamon se encontraba justo frente a su reina: Sakuyamon. Personalmente, Briny jamás había visto a la reina, solo al rey en el momento de su nombramiento como Líder del cuarteto; por lo que tan pronto vio aquella figura irradiadora de respeto y calma, se arrodillo bajando la cabeza esperando no haber ofendido a su majestad… y fue esa actitud la que le robo una ligera risa a la dama noble. Sakuyamon sonrió ligeramente y se acerco a la Renamon que tenia arrodillada frente a ella, agachándose para estar a su altura y entonces acariciar suavemente su cabeza. – Recuerdo que de niña, me gustaba que me acariciaran aquí… ¿a ti no? - - S-Si… ¿Su… majestad…? – Pregunto la guardiana temerosa. - ¿Si, querida? - - Na-nada… s-solo quería confirmar que se trataba de usted… - - Pues si… se trata de mi – Sakuyamon rio levemente, levantándose y haciendo un gesto para que la Renamon también lo hiciera.
Briny observo maravillada a su reina, sintiendo una paz interna absoluta… no mas soledad, solo tranquilidad y paz; nada podía salir mal… nada podía arruinar aquel momento, y la misma reina lo sabia; fue por ello que no temió en hacer una pregunta directa a la líder del cuarteto - ¿te gustaría ocupar mi lugar, querida? - - ¿E-eh… su lugar…? No comprendo su majestad… - - ¿Te gustaría ser la nueva Reina…? – Aquella pregunta tomo por sorpresa a la Renamon, quien retrocedió impactada mientras su corazón se aceleraba enormemente. No sabía cómo responder a esa pregunta, y por alguna razón eso causaba cierta gracia a la reina, quien se acerco sonriendo y tomo la mano de Briny, haciendo que esta se sonrojara ligeramente, aunque también haciéndola sentirse extrañamente familiar… como si aquello fuese lo más normal del mundo – Tienes un alma bastante antigua, querida mía… un alma que solo una reina puede poseer - - Haaaa… es-esto es mucha… información que retener… - - No la retengas… solo… cierra los ojos y deja que tu alma, fluya… - - ¿Cómo…? - - El alma de las reinas necesita ser libre y fluida… no debemos tener preocupaciones ni retenciones… ya verás… cierra los ojos, respira profundamente y que tu mente deje de actuar… ahora solo interesa tu alma, nada mas - - De acuerdo… l-lo intentare… por usted, su majestad… - Renamon cerró sus ojos y de un instante a otro… dejo de sentir todo lo que había a su alrededor y… simplemente sintió como algo dentro de sí misma crecía. Por un instante quiso sentir pánico, pero lo cierto es que ya no había nada que sentir… no podía sentir pánico aunque lo quisiera… y no quería en ese momento por alguna razón. La sensación de “flotar” en el vacio le resultaba muy agradable, pero aun así, debía dejar de sentirla en algún momento… y fue allí cuando la digimon se dispuso a abrir los ojos nuevamente, pero lo que vio no tenia precio o razón de ser. Frente a si misma, no había nada más que un espejo… el cual reflejaba una figura igual a la de Sakuyamon, pero donde solía haber amarillo, ahora había morado. Briny había pasado de etapa; ya no era aquella Renamon habilidosa de antes… ahora era una Kuzuhamon, una Kuzuhamon destinada al reinado de aquella isla.
Por unos instantes Briny intento entender que ocurría, pero no hallaba problemas en su mente… simplemente, sabía que estaba en el lugar correcto. Fue allí cuando apareció el rey MagnaGarurumon, con un báculo en sus manos… un báculo dorado, perteneciente a Sakuyamon. El hombre lobo entrego el artefacto a Kuzuhamon y simplemente se retiro, dejando como únicas y últimas palabras las siguientes – Salve la nueva reina, Kuzuhamon… quien corregirá los errores de nuestros ancestros -. Briny no sabía qué hacer exactamente… pero tan pronto sintió el báculo de la antigua reina entre sus manos, una corazonada le dijo que hacer; y sin muchas más opciones, la digimon siguió aquella corazonada. Claro que antes tuvo que llamar a sus ex compañeros… Marco, Blake y Samuel; debía informarles de su retiro del grupo… pero cuando llego la hora de hablar con ellos, estos simplemente se negaron a todo. Se negaban a creer en la historia de Kuzuhamon y en su renuncia al grupo… para ellos, todo se trataba de una mentira, una historia falsa… historia que se negaron a aceptar. Blake y Samuel decidieron abandonar el grupo, indignados por aquella historia y sobre todo, heridos por tener que perder a una amiga y compañera de equipo. Marco por su lado intento aceptar que todo era mentira… pero no pudo y cuando llego la hora de la verdad, la hora de la despedida… Briny freno al Duftmon y le hiso una pregunta muy directa; pero que reflejaba la preocupación y disposición de la reina hacia su equipo… - ¿Te gustaría… ser el nuevo rey? -.
Lo que ocurrió después de aquella pregunta… no fue otra cosa más que una era de paz… tranquilidad y buena vida. El destino continúo encarando a aquella isla… pero esta no caería ante las cosas malas que llegaran; no solo porque sus nuevos reyes lo pararían… si no porque la disposición de la nueva reina era lo bastante poderosa, como para reanudar las cosas. “Reparar los errores de los ancestros”; esa era la misión de Kuzuhamon… y la única forma de cumplirla, seria guiando a su pueblo, aquel con el que había crecido y al que había protegido… hacia un continente, ¿Cuál…? Eso no importaba… mientras dejaran de estar a la deriva y confiar tan ciegamente en el destino, donde se asentaran, será perfecto.
…
►Lo que no fue, segunda parte: El Guardian◄
...
Última edición por Scott Desaster el Vie Sep 08, 2017 10:42 pm, editado 1 vez
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Re: Code of Desaster [Historias internas]
La coronación del nuevo emperador
En las planicies oscuras y sin vida, el cielo gris como la ceniza de un volcán se alza sobre las cabezas de los invitados. Se alzan banderas, no solo de distintos cultos, sectas y militares, sino también de familias sin nombres propios que viven como comunidad por el simple deseo que coexiste en sus corazones de manera igualitaria. Los seguidores de los pecados llegan y un representante de cada uno, se posa sobre un gran escenario hexagonal; 6 para cada punta, 1 para representar a todos los demás en el centro, en la parte norte de las líneas imaginarias. Los seguidores de los ángeles caídos, acompañando al representante de los pecados, alzaban sus banderas en las demás direcciones, sur, este y oeste. Las máquinas de guerra resguardando a la población que asistía a la ocasión, no tenían representante, puesto ellos pensaban como uno, y con solo estar allí, declaraban abiertamente el apoyo a la celebración. 3 figuras subían las escaleras hacia el escenario, cuyo centro tenia dibujado el tan temido “Digital Hazard”. El primero era un dragón humanoide de armadura negra; la segunda era una dama vestida de morado; y el tercero, ubicado en el medio de los 2 anteriores, un hombre chacal cuyas alas de ángel contrastaban con los representantes de los ángeles caídos y los pecados. Los dragones furiosos y soldados de la noche, creadores de pesadillas, veían al hombre dragón como su líder; los espíritus de la naturaleza, salvajes pero fieles, veían a la dama de morado; y finalmente, un grupo de digimons originarios del desierto, santos, oscuros, mecánicos, entre muchos otros, solo habían asistido por el hombre chacal a quien consideraban su único y legitimo dios.
Una vez todos llegaron a sus lugares, guardaron silencio, mientras que del centro del escenario emergía una figura humana. Vestido de negro, con una armadura, capucha y visor, el humano se elevó por encima de los representantes, pero sin llegar a hacerlos ver inferiores. Frente a él, un micrófono conectado y preparado para emitir su mensaje. Entre la multitud, 2 humanas vigilaban que todo salieran como estaba planeado, calmando a todo aquel que osara con interferir con la ceremonia. Finalmente el silencio de la multitud llego; sus miradas se clavaron en el humano como si de cuchillos se trataran, queriendo asesinarlo desde sus lugares, pero incapaces de hacerlo. El observo a todos los presentes y se dispuso a emitir su discurso.
Damas… caballeros… bestias… demonios… sectarios, asesinos, renegados, bandidos, terroristas, pirómanos… todo aquel que no ha sido capaz de encontrar su lugar en el mundo y que ha tenido que verse acosado, perseguido y atacado por aquellos cuyo “orden” y “ley” no han hecho más que causar dolor y molestias… estamos aquí reunidos para el entierro de lo que antes nos unía… y para ver el nacimiento de lo que nos hará salir de las sombras de todo aquel que antes creyera que solo éramos débiles e insignificantes
Guardo una pausa y chaqueo los dedos. Se vio reflejado en 6 grandes pantallas holográficas el símbolo que antes representaba al Chaos Empire, aquel cuyo origen nadie podía recordar, ni siquiera los pocos miembros antiguos del clan que aún permanecían allí. Se escucharon muchos abucheos de las distintas multitudes; todos en desacuerdo por las palabras del humano, pero el silencio era mayor. La concentración de espectadores que guardaba silencio, estaba dispuesta a escuchar al encapuchado y enmascarado antes de decidir si abuchear o alabar. No confiaban en alguien como él, al menos la gran mayoría, puesto ni siquiera sabían que se escondía tras esa mascara, pero al mismo tiempo, les inspiraba respeto por algún motivo. Los únicos que sabían el rostro oculto tras esa fachada, guardaban silencio constante, puesto se encontraban todos en el escenario.
Tardaron varios minutos en callar a quienes no aceptaban al humano y sus palabras, pero finalmente lo consiguieron. El humano respiro profundamente y se dispuso a hablar nuevamente, mientras los representantes de los ángeles, pecados, y familias sin orden definido, se acercaban al mismo.
El imperio del caos ha sido el hogar de muchos, pero… no somos lo que antes… nos encontramos varados en un punto donde si no hacemos nada, quedaremos en un punto sin retorno que terminara por llevarnos a todos a la extinción… -las pantallas reflejaron el símbolo de la familia del Metal Empire- la Era Dorada del clan fueron sus inicios… el Metal Empire, que busco frenar la discriminación contra las máquinas, y que termino por unir a los soldados de las pesadillas y algunos miembros de las grandes bestias salvajes… -Nuevamente, el símbolo cambio para mostrar al del Chaos Empire- la Era Caótica, donde estamos varados, se produjo cuando nuestro antiguo Emperador, Cadejo Shiroi, subió al trono… allí, lo que alguna vez fue un clan para quienes necesitaran un hogar, se convirtió en un chiste para el mundo… nos volvimos el grupo de niños problemáticos para todos, inclusive para mi antes de llegar aquí
Nuevamente los abucheos de gran parte del público, pero también el silencio de otra gran parte. Muchos deseaban abuchear, expresar su enfado ante las palabras del humano, pero no eran capaces, porque sabían que decía la verdad. No tuvieron más opción que callar y hacer callar a quienes no pudieran guardar silencio.
Nos hacemos llamar “Imperio” pero no tenemos nada más que energías para hacer lo que queramos… nuestras tropas son débiles porque no están entrenadas para luchar, solo hacen lo que quieren y ganan la experiencia de sus actos… nuestras relaciones con las distintas zonas del mundo digital consistían en la amenaza constante de Cadejo, pero sin el… ¿Qué ocurrió? Pues lo evidente… perdimos todo… inclusive varios de nuestros miembros más poderosos desertaron por la ineficacia que representamos… -Guardo una pequeña pausa, esperando abucheos, pero no ocurrió nada- … pero eso termino hoy… ¿saben porque? Porque yo no voy a permitir que ninguno de ustedes, ni ninguno de todos los que buscan un refugio de las leyes absurdas de este mundo… pierda su posibilidad de vivir libremente
Las pantallas holográficas mostraron el símbolo de los pecados, de los ángeles, de los soldados oscuros, de los espíritus salvajes, del imperio del metal y del culto del chacal. Todos alzaron la mirada para ver cada emblema representativo; aquello que los había traído allí, que les inspiraba lealtad, respeto y muchas otras emociones que todos y cada uno de los presentes podían sentir.
Yo soy el primer y único Caballero de Hades que ha existido en el mundo digital… el único que ha alcanzado el corazón de la Dark Area para ser nombrado por el propio Plutomon como su caballero –Su espalda emitió un gran brillo, mientras la marca del infierno se veía reflejada en cada pantalla. Sus ojos pudieron verse a través del visor, mostrando los ojos del mismísimo diablo- y gracias a su ayuda, hemos logrado recuperar lo que creíamos tener, pero que solo era una ilusión… los seguidores de los señores demonios han reconocido nuestra valía… los mensajeros de la palabra de los ángeles caídos han aceptado nuestro poder… los soldados de pesadilla y dragones han sido sometidos y recordado la importante fuerza que fueron para nosotros… los espíritus salvajes se unieron a nuestra búsqueda de la libertad y nueva ley… y el culto del desierto, los seguidores del juez de las almas, mi compañero, han aceptado darnos su fuerza
Las banderas se alzaron, tanto de cada representante de cada pecado como de cada ángel y cada familia. El hombre chacal extendió sus alas y levanto el vuelo momentáneamente, permitiendo que el humano se subiera a sus manos. La plataforma se ocultó, puesto ya no había nadie; y cada representante observo al grupo que lo había seguido. El dios de la muerte y juez de las almas se mantuvo en el aire, con sus brazos extendidos para que todos pudieran ver al humano.
¡Ya no somos los “Niños Problematicos” del mundo digital! ¡Ya no somos el grupo débil que debía valerse de las sectas y cultos para sobrevivir! ¡Ya no necesitamos la lastima de nadie! ¡No somos más un montón de ruinas de lo que alguna vez fuimos! –Guardo silencio un momento, mientras el cuerpo del hombre chacal adoptaba una nueva coloración, como la del dragón humanoide y la dama de morado, siendo ahora todos en su mayoría blancos y negros- ¡He batallado mucho pero finalmente podemos ser un imperio! ¡Ya tenemos la fuerza! ¡El apoyo! ¡La aceptación! ¡Solo nos falta el nuevo emperador! ¡Por eso hemos venido aquí! ¡Para no solo coronar a nuestro nuevo líder! ¡Si no para ver el renacimiento del Chaos Empire! ¡La tercera Era! ¡La era del Desastre!
Con aquellas palabras, todas las pantallas mostraron el nuevo emblema que representaría al imperio del caos. Quienes antes abucheaban, ahora guardaban silencio; y quienes guardaban silencio, ahora gritaban de emoción, alabando las palabras del humano, el cual descendía junto con su compañero de nuevo al escenario. Su mensaje por fin tenía sentido para ellos; el nuevo nacimiento del imperio al que tanto necesitaban, para eso habían asistido, y saber que por fin ocurriría, que la espera habría valido la pena, llenaba sus corazones de emoción.
Una vez el humano estaba de regreso en el escenario, cada representante se acercó para entregar un objeto con el cual firmar su tratado con el nuevo imperio. Antes no habrían hecho nada, pero ahora, podían aceptar que estaban por debajo del imperio; y ahora no solo los pecados, ángeles y diferentes familias estaban de su lado, si no que la Dark Area se había vuelto parte de su bando, o al menos, sus gobernantes. El humano se acercó a las orillas del escenario y alzo su brazo hacia la pantalla, guiando con la mirada al nuevo símbolo del Chaos Empire, mientras se disponía a hacer su última declaración.
¡Yo soy Bisuto Rensa! ¡El nuevo Chaos Lord! ¡El nuevo Emperador del Caos! –Guardo silencio y se le dibujo una pequeña sonrisa- Vamos a demostrarle al mundo de lo que somos verdaderamente capaces de hacer
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Re: Code of Desaster [Historias internas]
1: El día más feliz de mi no vida
Siempre me considere un hombre de buena fe; nunca hice nada incorrecto en mi vida; siempre asumí que todas mis decisiones eran las correctas porque no podía verme del mismo modo de haber elegido otra cosa. Desde mi primer entrenamiento de espada, hasta esa figurita de acción del caballero real “Destello Azul”; incluso el día en que accidentalmente rompí el jarrón favorito de mi madre y llore por pensar en el castigo que me caería encima… y ahora quisiera llorar por recordarlo, ya que fue un castigo horrible; de verdad, ¿alguien puede vivir un mes entero sin golosinas de ningún tipo? Buag, yo no… bueno, ya no puedo ni podría aunque quisiera. Aunque me estoy yendo por las ramas, puesto no tiene nada que ver una cosa con la otra… ¿o sí? Ya no recuerdo, ¿de que hablaba…? Ha si, de que no me arrepentía de mis decisiones, que me veía como una persona de bien y todo eso… si… vaya, realmente suena raro cuando lo recuerdo de ese modo, debería releer esto y hacer correcciones pero… bah, ya lo hare algún día, al fin y al cabo, tengo literalmente toda la eternidad para hacerlo. El punto de todo esto, es que considero una gran injusticia lo que me ha ocurrido… aunque francamente, ya no sé qué es o no justo.
Desde que conocí a mi esposa y supe que sería padre a los 2 años de conocerla… buf… ¿Qué podría desear? Tenía un buen trabajo, asique no podía pedir más; aunque debería haber pedido un aumento ahora que lo pienso. No creo que nadie sepa lo difícil que es ser un guardia muy poco creyente de un pueblito religioso cuya fe y devoción al árbol místico al que llamamos “dios” es equiparable a la de sus 13 caballeros personales; pero si a eso le sumamos tener una esposa creyente y además, una hija a futuro… egh… pensándolo de este modo, no puedo creer que nunca hubiese pensado “matadme por favor, matadme” ante la idea de que viviría de forma religiosa de por vida pero… supongo que en ese momento no me importaba, al fin y al cabo, era feliz, y sigo siendo feliz en ese pasado por más que quisiera cambiarlo. El punto de todo esto, es que al momento de aceptar que mi vida sería igual de aburrida por siempre… realmente no sé si ese fue el punto de quiebre, o solo una coincidencia muy, muy cruel.
La niña estaba por nacer, yo estaba de guardia haciendo cosas de guardia, como inspeccionar frutas y esas cosas… y antes de que pudiese darme cuenta, las nubes negras aparecieron alrededor de todo el pueblo. Gritos de pánico y desesperación eran todo lo que escuchaba, mientras que los rayos comenzaban a caer sobre los tejados, acompañados de seres del averno que no se asemejaban a nada que hubiera visto anteriormente. Intente luchar, quise detenerlos, pero antes de que me diera cuenta… estaba rodeado por oscuridad y solo podía ver como cientos de miles de puntos rojos me miraban. El miedo invadió mi mente por primera vez luego de muchos años; pensé que sería mi final… pero entonces recordé que mi miedo no se compararía en nada al miedo que mi esposa estaría padeciendo. Me arme de valor y empuñe mi espada infundida en las llamas de la estupidez por amor para abrirme paso entre la oscuridad. Funciono al inicio, pero conforme más corría y cortaba a mi alrededor, más y más se cansaba mi cuerpo, así como más oscuridad me atrapaba hasta que finalmente, caí inconsciente; y para burlarse de mis esfuerzos, quien fuera que estaba a cargo de ese sitio… puso a mi esposa con la niña recién nacida frente a mi justo antes de desfallecer.
Abrí los ojos en una celda con barrotes de plata y alfombras de piel. Se podría decir que estaba en una celda de lujo, pero era algo que no había pagado, y que seguro me cobrarían al final. Los carceleros eran esas mismas bestias inmundas que atacaron mi pueblo, pero estos llevaban armaduras, actuando como guardias. Quise estrangular a uno at raves de los barrotes, pero al mínimo esfuerzo para rodear su cuello y atraerlo al metal de mi celda, mi brazo atravesó su cuerpo como si de agua se tratara. Me mire asqueado mientras que sentía ese “liquido” como azufre deslizarse desde mi fallido intento de estrangulamiento hasta el suelo. Sentía ira, y esas cosas parecían darse cuenta de ello, puesto al ver que estaba despierto y enfadado, no pudieron evitar esbozar esas sonrisas de enfermos psicóticos. Al poco tiempo llegaron más y más, y antes de que pudiera darme cuenta, me pusieron collares y brazaletes en casi todo el cuerpo, forzando mi cuerpo a regresar a una edad más infantil, débil e insignificante. Me llevaron ante quien decidí llamar “su rey”. Era una criatura repugnante, repleta de ojos rojos y dientes por todo su cuerpo. No sabía si estaba viendo a un individuo o a una masa de dientes con ojos.
Agradecí inmensamente cuando el “Rey” cambio de forma, a una más semejante a la mía de adulto, pero con un cambio drástico. Adopto la forma de un hombre cubierto de una armadura negra, con cuernos y cola, además de una capa teñida de rojo como la sangre de aquellos que vi caer el día del ataque. Sus ojos, sus verdaderos ojos, tenían el filo de cuchillos, y extrañamente no tenía boca, era más bien una máscara de metal dorado… aunque al poco tiempo comprendí porque era así. Desde diversas partes de su armadura, se abrieron lo que parecían ser bocas con dientes afilados y en cuyo interior se podían ver esos ojos que tenía como masa amorfa. Quería vomitar, pero seguramente no podría hacerlo con el estómago vacío; y quizás de haberlo hecho, me habría matado ahí mismo.
El Rey solo se rio de mi posición, y declaro que ahora lucharía para su entretenimiento. Obviamente me negué y quise golpearlo, pero antes de siquiera poder tocarlo, la cola que le creía se enrollo en mi cuello y no solo me estrangulo con rotunda facilidad, si no que me azoto constantemente contra el suelo hasta que finalmente se escuchó un ruido de quiebre. Mi columna. Ya sin poder hacer nada, el Rey me dijo algo que de verdad me hiso imposible responder o reaccionar de una forma que a él no le causara gracia.
Si conseguía 100 victorias seguidas me permitiría volver a ver a mi esposa e hija sanas y salvas, sin que nada ni nadie las tocara. Sentía un inmenso asco por él, pero no tenía otra opción. Simplemente acepte, asumiendo además la pérdida total de mi integridad como guardia.
Con el pacto sellado, el Rey me engullo completamente y después me escupió, pero ya no era el niño insignificante en que me volvieron a convertir. Ahora era un hombre adulto de nuevo, pero había algo diferente… bueno, realmente las cosas diferentes eran demasiadas. Mi cabello, mi ropa, mis proporciones, incluso mi cara y mis ojos se sentían diferentes. No me tomo demasiado tiempo el darme cuenta de que ya no era el mismo hombre, si no que ahora era una criatura como las que me tenían cautivas. Me llevaron de regreso a mi celda, pero ahora era una putrefacta, con cadáveres, ratas y todo el decorado barato que me hacía entender que ya había pagado mi estancia en la celda presidencial. Me entregaron un arma que nunca había manejado, así como un abastecimiento completo de cuchillos. Obviamente quise matar a los guardias unas cien o mil veces pero… creo que está claro que no conseguí nada. Finalmente llego el día de mi primera pelea, y vaya sorpresa me lleve al ver que era uno de mis compañeros de equipo allá antes de mi transformación.
Naturalmente no me reconoció pese a que yo lo hiciera; y aunque intente explicárselo, él no me reconocía de ninguna forma. Tuve que matarlo. Lo mate. Lo asesine a sangre fría.
No sentí nada.
No sentí dolor, nauseas, orgullo, pena, felicidad, tristeza ni nada. Simplemente lo mate a sangre fría y me fui de la arena. Este proceso se repitió 99 veces exactas. Mate a 100 personas diferentes, algunos amigos míos, otros completos desconocidos queriendo obtener su libertad, pero todos iguales al final: cadáveres. El Rey complacido me nombre “campeón del infierno”, y me dijo que me dejaría ver a mi familia sana y salva, y que por haber matado tan insensiblemente a gente inocente y amigos, me permitiría ir a verlos. Eso claramente se lo había inventado; él ya había prometido eso, y que no lo recordaba era la clara señal de que no iba a permitirme volver al principio.
Abrió la puerta del infierno y yo solo corrí como un desgraciado. Corrí como si mi alma se estuviera escapando de mi cuerpo hasta llegar al pueblo. Todo estaba intacto, todos estaban allí, incluso a quienes asesine en el abismo. Seguía sin sentir nada, pero me daba igual, solo quería ir a ver a mi familia. Pero no tuve suerte. Todo el pueblo huyo espantado al verme, los guardias quisieron atacarme, y cuando pude abrirme paso para llegar a mi esposa e hija, ella… no me reconoció. Le dije quién era, le dije cosas que solo yo podría saber, incluso repetí todos los vergonzosos poemas que escribí para ella alguna vez; pero no obtuve respuesta. Me llamo acosador, mal impostor e incluso amenazó con atacarme si no me iba. No entendí nada, hasta que me vi en el espejo. Seguía con esa forma de demonio que tenía, e inclusive el aura de buena persona que alguna vez tuve, ahora solo era sangre cubriendo mi cuerpo.
Caí de rodillas, incrédulo, y entonces volví a aparecer frente al Rey. El solo sonreía a gusto, quizá porque finalmente me había arrodillado ante él. Por primera vez en mucho tiempo, sentí dolor, pero eso se esfumo al poco tiempo. Por fin comprendía lo que estaba ocurriendo. Había muerto y ahora, quizás por ser una patética excusa de creyente, había terminado en el infierno; y ese demonio ahora aprovecharía el talento que tenía. Me dijo que yo no estaba muerto, si no lo contrario: estaba no muerto. Obviamente no lo entendí, pero el punto final fue que yo estaba atrapado allí, y que si quería salir, debería atenderme a una cierta lista de reglas. Claro que no acepte los primeros 10 millones de años, pero… cuando una nueva sombra se abrió paso por el infierno, opte por aceptar; porque esa sombra me recordaba a mí en cierto modo: alguien que mataría a quien fuera por sus seres queridos. Me causa gracia que ahora yo deba vigilar a ese desgraciado pero bueno… creo que estoy más pendiente de mis descendientes por parte de mi hija que de mi propio deber; al fin y al cabo: soy el campeón del infierno, solo el rey puede darme la cara, y por qué finalmente hoy me doy cuenta de eso: es el día más feliz de mi no vida.
Siempre me considere un hombre de buena fe; nunca hice nada incorrecto en mi vida; siempre asumí que todas mis decisiones eran las correctas porque no podía verme del mismo modo de haber elegido otra cosa. Desde mi primer entrenamiento de espada, hasta esa figurita de acción del caballero real “Destello Azul”; incluso el día en que accidentalmente rompí el jarrón favorito de mi madre y llore por pensar en el castigo que me caería encima… y ahora quisiera llorar por recordarlo, ya que fue un castigo horrible; de verdad, ¿alguien puede vivir un mes entero sin golosinas de ningún tipo? Buag, yo no… bueno, ya no puedo ni podría aunque quisiera. Aunque me estoy yendo por las ramas, puesto no tiene nada que ver una cosa con la otra… ¿o sí? Ya no recuerdo, ¿de que hablaba…? Ha si, de que no me arrepentía de mis decisiones, que me veía como una persona de bien y todo eso… si… vaya, realmente suena raro cuando lo recuerdo de ese modo, debería releer esto y hacer correcciones pero… bah, ya lo hare algún día, al fin y al cabo, tengo literalmente toda la eternidad para hacerlo. El punto de todo esto, es que considero una gran injusticia lo que me ha ocurrido… aunque francamente, ya no sé qué es o no justo.
Desde que conocí a mi esposa y supe que sería padre a los 2 años de conocerla… buf… ¿Qué podría desear? Tenía un buen trabajo, asique no podía pedir más; aunque debería haber pedido un aumento ahora que lo pienso. No creo que nadie sepa lo difícil que es ser un guardia muy poco creyente de un pueblito religioso cuya fe y devoción al árbol místico al que llamamos “dios” es equiparable a la de sus 13 caballeros personales; pero si a eso le sumamos tener una esposa creyente y además, una hija a futuro… egh… pensándolo de este modo, no puedo creer que nunca hubiese pensado “matadme por favor, matadme” ante la idea de que viviría de forma religiosa de por vida pero… supongo que en ese momento no me importaba, al fin y al cabo, era feliz, y sigo siendo feliz en ese pasado por más que quisiera cambiarlo. El punto de todo esto, es que al momento de aceptar que mi vida sería igual de aburrida por siempre… realmente no sé si ese fue el punto de quiebre, o solo una coincidencia muy, muy cruel.
La niña estaba por nacer, yo estaba de guardia haciendo cosas de guardia, como inspeccionar frutas y esas cosas… y antes de que pudiese darme cuenta, las nubes negras aparecieron alrededor de todo el pueblo. Gritos de pánico y desesperación eran todo lo que escuchaba, mientras que los rayos comenzaban a caer sobre los tejados, acompañados de seres del averno que no se asemejaban a nada que hubiera visto anteriormente. Intente luchar, quise detenerlos, pero antes de que me diera cuenta… estaba rodeado por oscuridad y solo podía ver como cientos de miles de puntos rojos me miraban. El miedo invadió mi mente por primera vez luego de muchos años; pensé que sería mi final… pero entonces recordé que mi miedo no se compararía en nada al miedo que mi esposa estaría padeciendo. Me arme de valor y empuñe mi espada infundida en las llamas de la estupidez por amor para abrirme paso entre la oscuridad. Funciono al inicio, pero conforme más corría y cortaba a mi alrededor, más y más se cansaba mi cuerpo, así como más oscuridad me atrapaba hasta que finalmente, caí inconsciente; y para burlarse de mis esfuerzos, quien fuera que estaba a cargo de ese sitio… puso a mi esposa con la niña recién nacida frente a mi justo antes de desfallecer.
Abrí los ojos en una celda con barrotes de plata y alfombras de piel. Se podría decir que estaba en una celda de lujo, pero era algo que no había pagado, y que seguro me cobrarían al final. Los carceleros eran esas mismas bestias inmundas que atacaron mi pueblo, pero estos llevaban armaduras, actuando como guardias. Quise estrangular a uno at raves de los barrotes, pero al mínimo esfuerzo para rodear su cuello y atraerlo al metal de mi celda, mi brazo atravesó su cuerpo como si de agua se tratara. Me mire asqueado mientras que sentía ese “liquido” como azufre deslizarse desde mi fallido intento de estrangulamiento hasta el suelo. Sentía ira, y esas cosas parecían darse cuenta de ello, puesto al ver que estaba despierto y enfadado, no pudieron evitar esbozar esas sonrisas de enfermos psicóticos. Al poco tiempo llegaron más y más, y antes de que pudiera darme cuenta, me pusieron collares y brazaletes en casi todo el cuerpo, forzando mi cuerpo a regresar a una edad más infantil, débil e insignificante. Me llevaron ante quien decidí llamar “su rey”. Era una criatura repugnante, repleta de ojos rojos y dientes por todo su cuerpo. No sabía si estaba viendo a un individuo o a una masa de dientes con ojos.
Agradecí inmensamente cuando el “Rey” cambio de forma, a una más semejante a la mía de adulto, pero con un cambio drástico. Adopto la forma de un hombre cubierto de una armadura negra, con cuernos y cola, además de una capa teñida de rojo como la sangre de aquellos que vi caer el día del ataque. Sus ojos, sus verdaderos ojos, tenían el filo de cuchillos, y extrañamente no tenía boca, era más bien una máscara de metal dorado… aunque al poco tiempo comprendí porque era así. Desde diversas partes de su armadura, se abrieron lo que parecían ser bocas con dientes afilados y en cuyo interior se podían ver esos ojos que tenía como masa amorfa. Quería vomitar, pero seguramente no podría hacerlo con el estómago vacío; y quizás de haberlo hecho, me habría matado ahí mismo.
El Rey solo se rio de mi posición, y declaro que ahora lucharía para su entretenimiento. Obviamente me negué y quise golpearlo, pero antes de siquiera poder tocarlo, la cola que le creía se enrollo en mi cuello y no solo me estrangulo con rotunda facilidad, si no que me azoto constantemente contra el suelo hasta que finalmente se escuchó un ruido de quiebre. Mi columna. Ya sin poder hacer nada, el Rey me dijo algo que de verdad me hiso imposible responder o reaccionar de una forma que a él no le causara gracia.
Si conseguía 100 victorias seguidas me permitiría volver a ver a mi esposa e hija sanas y salvas, sin que nada ni nadie las tocara. Sentía un inmenso asco por él, pero no tenía otra opción. Simplemente acepte, asumiendo además la pérdida total de mi integridad como guardia.
Con el pacto sellado, el Rey me engullo completamente y después me escupió, pero ya no era el niño insignificante en que me volvieron a convertir. Ahora era un hombre adulto de nuevo, pero había algo diferente… bueno, realmente las cosas diferentes eran demasiadas. Mi cabello, mi ropa, mis proporciones, incluso mi cara y mis ojos se sentían diferentes. No me tomo demasiado tiempo el darme cuenta de que ya no era el mismo hombre, si no que ahora era una criatura como las que me tenían cautivas. Me llevaron de regreso a mi celda, pero ahora era una putrefacta, con cadáveres, ratas y todo el decorado barato que me hacía entender que ya había pagado mi estancia en la celda presidencial. Me entregaron un arma que nunca había manejado, así como un abastecimiento completo de cuchillos. Obviamente quise matar a los guardias unas cien o mil veces pero… creo que está claro que no conseguí nada. Finalmente llego el día de mi primera pelea, y vaya sorpresa me lleve al ver que era uno de mis compañeros de equipo allá antes de mi transformación.
Naturalmente no me reconoció pese a que yo lo hiciera; y aunque intente explicárselo, él no me reconocía de ninguna forma. Tuve que matarlo. Lo mate. Lo asesine a sangre fría.
No sentí nada.
No sentí dolor, nauseas, orgullo, pena, felicidad, tristeza ni nada. Simplemente lo mate a sangre fría y me fui de la arena. Este proceso se repitió 99 veces exactas. Mate a 100 personas diferentes, algunos amigos míos, otros completos desconocidos queriendo obtener su libertad, pero todos iguales al final: cadáveres. El Rey complacido me nombre “campeón del infierno”, y me dijo que me dejaría ver a mi familia sana y salva, y que por haber matado tan insensiblemente a gente inocente y amigos, me permitiría ir a verlos. Eso claramente se lo había inventado; él ya había prometido eso, y que no lo recordaba era la clara señal de que no iba a permitirme volver al principio.
Abrió la puerta del infierno y yo solo corrí como un desgraciado. Corrí como si mi alma se estuviera escapando de mi cuerpo hasta llegar al pueblo. Todo estaba intacto, todos estaban allí, incluso a quienes asesine en el abismo. Seguía sin sentir nada, pero me daba igual, solo quería ir a ver a mi familia. Pero no tuve suerte. Todo el pueblo huyo espantado al verme, los guardias quisieron atacarme, y cuando pude abrirme paso para llegar a mi esposa e hija, ella… no me reconoció. Le dije quién era, le dije cosas que solo yo podría saber, incluso repetí todos los vergonzosos poemas que escribí para ella alguna vez; pero no obtuve respuesta. Me llamo acosador, mal impostor e incluso amenazó con atacarme si no me iba. No entendí nada, hasta que me vi en el espejo. Seguía con esa forma de demonio que tenía, e inclusive el aura de buena persona que alguna vez tuve, ahora solo era sangre cubriendo mi cuerpo.
Caí de rodillas, incrédulo, y entonces volví a aparecer frente al Rey. El solo sonreía a gusto, quizá porque finalmente me había arrodillado ante él. Por primera vez en mucho tiempo, sentí dolor, pero eso se esfumo al poco tiempo. Por fin comprendía lo que estaba ocurriendo. Había muerto y ahora, quizás por ser una patética excusa de creyente, había terminado en el infierno; y ese demonio ahora aprovecharía el talento que tenía. Me dijo que yo no estaba muerto, si no lo contrario: estaba no muerto. Obviamente no lo entendí, pero el punto final fue que yo estaba atrapado allí, y que si quería salir, debería atenderme a una cierta lista de reglas. Claro que no acepte los primeros 10 millones de años, pero… cuando una nueva sombra se abrió paso por el infierno, opte por aceptar; porque esa sombra me recordaba a mí en cierto modo: alguien que mataría a quien fuera por sus seres queridos. Me causa gracia que ahora yo deba vigilar a ese desgraciado pero bueno… creo que estoy más pendiente de mis descendientes por parte de mi hija que de mi propio deber; al fin y al cabo: soy el campeón del infierno, solo el rey puede darme la cara, y por qué finalmente hoy me doy cuenta de eso: es el día más feliz de mi no vida.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
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