Torneo de Año nuevo: Carlos vs Sigrun y Ulforce (concurso)

por cadejo Mar Ene 31, 2017 8:26 pm

La música energética resuena por todo el estadio, los fuegos artificiales estallan llenando mas de alegría y emoción los gritos de animo de los espectadores de este memorable enfrentamiento de inicio del año.

Los contrincantes no tardan en salir por sus respectivos arcos de piedra, para encontrarse en las limitaciones del estadio de baldosas, una vez dentro con sus Spirits y/o Digimons en el nivel indicado, el piso empieza a brillar un una enorme semiesfera cubre todo el estadio. Este se transforma en un sub-espacio especial de este coliseo, proporcionando un escenario infinito y con ciertas características especiales, usando la información de las zonas existentes en el Digimundo. Mientras lo contrincantes solo pueden divisar como fueron llevados a estar áreas, los espectadores pueden seguir sus movimientos al observar los monitores o la semiesfera que ahora cubre el estadio, la cual sigue como si fueran cámaras de un evento, a los participantes.

Carlos vs Sigrun y Ulforce

Estadio: Fabrica de mecanizacion antigua y gigante. Lleno de corredores, espacios amplios, calderas gigantes, motores a vapor, etc.
Nivel: Ultimate

por Sigrun Vinter Mar Feb 28, 2017 3:27 pm

Aún no habían salido a la arena del coliseo, pero ya se escuchaban los gritos del público desde los pasillos. La sublíder de los Royal Knights respiró hondo para relajarse mientras observaba la luz que entraba por el final del aquél pasillo de piedra. Una verja al final, de chrome digizoid era lo único que la separaba de la batalla que estaba por sucederse. Pero no iba a luchar sola, a su lado había un dragón azul que tenía la vista al frente, esperando a que subieran la verja y pudieran salir al campo de batalla.

- ¿Estás nervioso, Ulforce? – preguntó mientras le dedicaba una sonrisa a su compañero.
- ¿Nervioso? Más bien estoy ansioso- corrigió AeroVeedramon- Hay mucha gente en las gradas y los que se quedaron sin entradas seguro que están viendo el torneo por televisores de todo el mundo. ¿No crees que es una oportunidad para demostrar que los Royal Knights estamos en nuestro mejor momento? ¿Demostrar que somos un clan fuerte?
- Tienes razón. Debemos dejar al clan en buena posición- dijo su compañera en el momento que empezaban a subir la verja.

Ambos salieron a la arena y las ovaciones del público aumentaron cuando vieron a sus competidores. Los que más se hacían notar eran los miembros de los Royal Knight, sobre todo los de la unidad de los Blue Thunders Dragons que aclamaban a sus Holy Knights. La verja se cerró tras ellos e instantes después se abrió la del otro extremo del Coliseo. Una gran serpiente roja salió, reptando por la arena hasta su posición. Se detuvo y alzó la cabeza como una gran cobra. Allí estaba su contrincante Carlos, un MegaSeadramon de los Union Saver al que ambos conocieron junto con su tamer hace tiempo. Aunque apenas se habían visto.

- Veo que ya no eres ese pequeño Pukamon- comentó Ulforce al ver la serpiente marina.
- He estado entrenando duro todos los días- explicó Carlos- ¡Os voy a mostrar mi poder!
- Me alegra que hayas mejorado- dijo la valquiria mientras que con su mano derecha hizo un gesto horizontal de siniestra a diestra haciendo aparecer varias pantallas holográficas frente a ella. Según las normas, ella no podría meterse en la lucha, sólo podía dar apoyo a Ulforce desde ahí, algo imposible si se activaba el correspondiente bioma que había visto en otros combates porque no podría tener una visión clara de su compañero. Aquello le serviría para ver lo que ocurría y comunicarse con Ulforce.- Pero nosotros también hemos mejorado en todo ese tiempo. Ten presente contra quienes estas luchando.

No eran simples aficionados, Sigrun no negaba que hubiera tamers con más poder y experiencia que ella, no se le ocurriría pensar que fuese la mejor. Sería algo egocéntrico por su parte. Pero también asumía que si había llegado hasta allí, había sido por su propio esfuerzo y los méritos que había logrado alcanzar. Nunca obtuvo nada regalado, había tropezado y caído numerosas veces, pero siempre encontró la fuerza para levantarse. Unas veces por sí misma, otras gracias al apoyo de otras personas. Ahora era el momento de que ella y su compañero demostraran al mundo eso.

Tras un fogonazo de luz, todo el lugar cambió. Ahora estaban frente a una gigantesca fábrica, de aspecto antiguo. No podían ver las gradas, era como si hubiesen sido teletransportados. Tampoco podían ver a Carlos, así que supusieron que él había entrado en la fábrica desde el otro lado.

- Adelante Ulforce, te daré apoyo desde aquí- le informó con calma.

El dragón asintió y voló atravesando la enorme entrada, adentrándose en las entrañas de aquella enorme fábrica. Por su parte, Sigrun seguía los movimientos de Ulforce a través de las pantallas. Ulforce llegó a un enorme espacio desde el que partían más pasillos, algunos de los cuales tenían rieles para llevar vagones con material, como ocurría en las minas. El silencio era inquietante, Ulforce se adentró hasta el centro del lugar mirando a su alrededor, intentando localizar a su rival. De repente un rayo atravesó el aire en dirección a él, pero el silencio jugó a favor del dragón que pudo notar la electricidad chisporrotear mientras avanzaba. Extendió las alas y se elevó evitando el ataque de MegaSeadramon que causó un cráter en el lugar del impacto. Cuando Ulforce miró hacia el origen del impacto pudo ver la cabeza de la serpiente entre las sombras de uno de los pasillos que salían de aquella sala. Carlos lanzó una mirada desafiante al dragón y volvió atrás alejándose todo lo rápido que podía, reptando por aquél suelo de metal.

Ulforce iba a ir tras él pero la voz de Sigrun le detuvo.

- /Espera. Su objetivo es derrotarnos, si se aleja de nosotros es porque tiene algo pensado/- le advirtió.

Comprendiendo a su tamer se acercó al pasillo, su olfato no era de los más finos pero podía distinguir la humedad sin mayores problemas.

- Huele a humedad- informó.
- /¿Humedad? Carlos es un digimon de agua, y en este lugar está completamente en desventaja, pero puede que esta fábrica cuente con algún tipo de piscina de refrigeración y que quiera aprovecharla. Es inteligente, pero nosotros también sabemos usar estrategias. Ulforce, cerca tienen que estar las tuberías que mantienen el agua fría, hay que destruirlas y Megaseadramon perderá su única ventaja en este lugar./

Mientras tanto la serpiente marina esperaba, metido en el agua de aquella piscina, a que su rival llegara a la sala para atacarle. Únicamente tenía su cabeza en la superficie. Aquél era su medio, y allí podría derrotarle más fácilmente. Pero empezaba a impacientarse, ¿habría enfadado lo suficiente a Ulforce como para que le siguiera? Escuchó algo no muy lejos y creyendo que si rival se acercaba se sumergió. El agua estaba fresca pero pronto empezó a notar que se calentaba, al principio no le dio importancia pero luego vio que la temperatura seguía subiendo y que ya le empezaba a quemar la piel. Salió del agua rápidamente, reptando y profiriendo rugidos de dolor. Tan distraído estaba por sus quemaduras que no se percató acababa de entrar en la sala volando, rompiendo las puertas con las cuchillas de sus brazos.

- ¡Wind Guardian!- atacó Ulforce con cuchillas de viento cortante.

Carlos trató de esquivarlo, pero le fue imposible. En tierra era lento, las quemaduras eran un grave inconveniente y Ulforce había atacado en aérea, para reducir aún más las posibilidades de que lo esquivara. Tras recibir esos ataques, agravados por las quemaduras, Carlos quedó bastante tocado, pero aún no dijo su última palabra.

- ¡Maelstorm!- exhaló una ráfaga congelante de su boca queriendo congelar a Ulforce para intentar reducir su velocidad.

El Royal Knight simplemente usó el calor para combatir el frío. Se rodeó de un aura de energía que adoptó la forma de un gran dragón. Aquello le sirvió para anular parte del frío, pero no sólo pensaba usarlo de manera defensiva.

- ¡Dragon Impulse!

Ulforce cargó contra MegaSeadramon embistiéndolo y destrozando la pared que había detrás, en ese momento el aura estalló y causó una explosión que afectó tanto a la sala de la piscina como a la contigua donde habían acabado tras destrozar la pared. Aunque esta no salió muy dañada, ya que era más grande y la onda expansiva podía disiparse antes. El dragón azul emergió de la nube de humo, elevándose para alejarse y evitar así un posible contraataque de su contrincante. Permaneció en el aire, y cuando el humo se disipó comprobó que la serpiente marina había desaparecido, en su lugar había un Gizamon inconsciente. El dragón azul aterrizó en el suelo y rugió con orgullo, proclamándose vencedor de aquél combate.

Con el mismo fogonazo de luz, la fábrica desapareció, regresando a los competidores a la arena del Coliseo, que se llenó de gritos que vitoreaban a Sigrun y Ulforce. Ambos Royal Knights, tras saludar a las gradas, agradeciendo el apoyo se retiraron del lugar, saliendo por el mismo lugar por el que antes habían entrado. Tenían una victoria, pero aún no habían ganado, pero de lo que tenían que encargarse ahora era de recuperar fuerzas y prepararse para su siguiente combate.

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