quemándome por descuidado[Libre]

Comencé a ver a mi alrededor-"estoy en un bosque? es un sueño? y si no lo es como es que logre llegar aquí?, acaso tome cerveza y me termine perdiendo el bosque y por eso no recuerdo como llegar aquí?"-esas y mas preguntas estaban en la mente de Hakuno, decidiendo mejor explorar el lugar, en la ciudad donde vivía no había ningún bosque ni nada de eso cerca, por lo cual llevo a pensar a Hakuno que el ahora mismo se encontraba muy lejos de su hogar y de su familia, bueno si familia se le puede llamar a esas personas que te olvidaron por completo por tu hermana gemela, si la vida era dura, lamentablemente, Hakuno decidió dejar esos pensamientos deprimentes al caer al piso por haberse tropezado con una rama y caer al piso de cara-auch.-Soltó mientras se levantaba y comenzó a seguir caminando hasta que vio que en el cielo el cual se veía un poco extraño según el, pudo ver que había humo saliendo de una parte del bosque-espero que sea un humano con una fogata y no un incendio-murmuro para si mismo comenzando a caminar en diseccionar a donde salia aquel humo.

Mientras caminaba vio frutas en los arboles que nunca en su vida había visto, pensó en comer una pero decidió mejor no tentar a la suerte ya que había probabilidades de que fueran venenosas, por fin llego a donde provenía el humo, efectivamente venia de fuego pero era extraño, muy extraño, era una bola de fuego, que flotaba con ojos y boca, Habano y aquella bola de fuego se miraron y parpadearon los ojos al mismo tiempo repetidas veces-Una bola de fuego?-, -Un humano?!-dijeron al mismo tiempo, Hakuno con curiosidad y la bola de fuego con temor, Hakuno estaba a punto de decir algo hasta que unos sonidos de grandes pisadas y el sonido de unos elefantes lo interrumpió, la bola de fuego también se sorprendió al escuchar ese sonido, ambos lentamente giraron sus cabezas hacia un lado viendo como unos Mammons iban corriendo hacia ellos en estampida, Hakuno iba a correr pero noto que la bola de fuego al parecer se había quedado paralizada del miedo.

-Cuidado!-grito tomando la bola de fuego en brazos y poniéndose detrás de una gran roca mientras los digimons pasaban de largo-estuvo cerca...¿estas bien?-le pregunto a la bola de fuego la cual lo vio preocupado-s-si!, pero estas bien tu?-le pregunto, mantenía esa cara de preocupación-claro por que no lo...huele a quemado o es idea mía?-dijo mientras comenzaba a oler y se dio cuenta que efectivamente se estaba quemando, con un tic en el ojo aparto a la bola de fuego poniéndola en el piso para seguidamente levantarse y correr como alma que lleva el diablo por el bosque hasta encontrar un lago cercano al cual se tiro instantáneamente-eso estuvo cerca...-dijo sacando la cabeza del agua-l-lo siento...déjame ayudarte-dijo la bola de fuego tendiéndole una mano o al menos eso era lo que parecía, Hakuno la agarro solo para darse cuenta que se había quemado la mano la cual volvió a sumergir en el agua-oops lo siento-dijo mientras Hakuno salia del agua y al notar la cara de arrepentimiento de la bola de fuego, le acaricio la cabeza haciendo que la bola de fuego lo mire.

-calma no es tu culpa, por cierto soy Hakuno y tu?-le pregunto a la bola de fuego con una sonrisa amable-yo...no tengo nombre, ocupo el nombre de mi especie que es peti mer-no pudo terminar de decirlo ya que Hakuno lo interrumpió-te llamare Shinkai ya que no tienes nombre propio, te parece?-le pregunto con una sonrisa-s-si!, por cierto...te estas quemando la mano otra vez-le dijo preocupado, Hakuno vio que la mano con la cual estaba acariciando al ahora nombrado Shinkai, estaba quemándose rápidamente la volvió a sumergir en el agua mientras el digimon se reía un poco, ninguno de los dos noto que en el bolsillo de Hakuno el digivice estaba brillando un poco.