!¿Otro mas?! [Elith]

*Tic tac tic tac* -¿quién dices que vendrá a visitarte?- en mi rostro se reflejaba facilmente el fastidio que esto representaba para mi; me encontraba sentado en un sillón de la casa de Elith, ahora conocida más como nuestra casa y guarida en el mundo humano. Hace tan solo algunas horas atrás habíamos recibido la noticia que ella recibiría visitas –¿Es realmente necesario que me quede? Ya sabes puedo hacer un millón y una cosas en el digimundo, no es realmente importante si estoy aquí o no cuando llegue tu visita… digo no querrás que lo primero que vea al entrar sea un ser contrario a lo que existe en este mundo- mi intención al principio fue huir lo más lejos posible, era toda una molestia tener que pasar tiempo fingiendo que me agradaba la compañía de otros, ya que con suerte aguantaba a Vaal.

Los minutos seguían pasando y con ellos se llevaban mi paciencia –¡Acaso se viene en una tortuga!- entendía que por las distancias los viajes en el mundo humano eran un poco lentos comparándolas con el digimundo. –Ahora podría estar en el digimundo haciendo negocios o vagando por allí…- con un suave bufido presente mi queja ante Elith la cual parecía un poco ocupada con las preparaciones o ¿realmente estaba actuando normal y yo la veía así por encontrarme completamente aburrido? Fuera como fuese ya no podía escapar debido a la advertencia de ella, tan solo me quedaba esperar que su familiar sin importar de quien se tratara llegara, apareciera con los respectivos saludos y se esfumara con la misma rapidez –“porque no me quede en la base, en vez de pasar el día en el mundo humano”- en esta ocasión mi sentido de la evasión me traiciono librándome de un problema para sumergirme en otro.

-“¡¡Ja!! ¡Pero están locos si creen que me quedare esperando aquí hasta que llegue, suficiente tengo con el deber mantener mi apariencia de impmon!”- si esperaban que me quedara con los brazos cruzados sentado ahí estaban muy equivocados, rápidamente me levante de mi asiento y subí las escaleras. Con cada paso firme que daba se podía escuchar un leve rechinido de la madera debido al peso de mi cuerpo, seguí subiendo hasta encontrarme en el segundo piso donde estaba mi cuarto y a la vez habitación de lectura, donde luego de quedarme en el marco contemplando hacia abajo cerré la puerta de un portazo para concentrarme un rato en la lectura.

- Mi familia, o al menos eso dijeron – le respondi rápidamente mientras me paseaba de un lado al otro de la casa desempolvando ciertas cosas que tenia tiempo no movia, vaal y belle estaban ayudándome pero mi otro impmon no parecía decidido a hacer algo mas

- Todos vinimos aquí para ayudarle, deberías hacer lo mismo – reclamo el wizarmon que cargaba unas almohadas llevándolas al cuarto, yo segui escuchando los gritos y reclamos de mi digimon sin prestarle mucha atención

- Tu mismo decidiste no quedarte en la base, era el papeleo pendiente de tu tamer o esto – la otra impmon paso sacándole la lengua momentáneamente, solo escuche sus pasos hacia el piso superior

- Ya se fue a hacer berrinche en la parte de arriba – dije deteniéndome un momento, segundos después escuche la puerta cerrándose fuertemente y suspire

- Termina en la cocina y ve a hablarle – sugirió Vaal terminando de arreglar la sala, deje parte de lo que estaba cocinando en la estufa y después de secarme las manos subi las escaleras y abri la puerta sin tocar

- Vaal y Belle subirán en un momento, deben quedarse aquí sin hacer ruido, si llegasen a entrar por favor no los asustes – le dije en tono serio y algo apenada sentándome a su lado – Se que es algo a lo que ustedes no están acostumbrados, después de esto regresaremos al digimundo, es solamente por aparentar, ¿Puedes ayudarme? – pedi poniendo mi mano encima del libro que estaba leyendo, sabia que aquella etapa no era del gusto de la mayoría de ellos pero les había prometido no tardar demasiado, mi telefono sono de pronto, lo revise dandome cuenta de que era un mensaje de que ya venian en camino - Ya estan por llegar, solo necesito un poco de apoyo moral, solo eso - puse mi mano en la cabeza de mi impmon - ¿Que me dices? -

Me encontraba en ese momento sentado en la cama sumergido en la lectura, el relato en si trataba sobre un cuento medieval con un toque de fantasía y ciencia ficción. Lo típico un ser del pasado, un caballero, era arrastrado por medios desconocidos a una época más futurista donde la magia y la tecnología estaban enfrascadas en un duelo; esta era una típica novela donde el protagonista debía adaptarse a un mundo demasiado avanzado para sus conocimientos actuales y demasiado fantasioso para reaccionar de forma racional. Realmente la historia era un tanto simple, con cada cambio de página uno podía apreciar como el autor simplemente deseaba crear una historia mezclando muchos géneros y haciéndola fácil de vender para las masas simples –“¿realmente es demasiado simple para mi gusto, acaso los humanos no pueden pensar en algo intrincado?”- no podía dejar de sorprenderme para bien o para mal de las artes de este mundo.

-¡¿Eh?!- mi lectura fue interrumpida por la llegada de Elith y sus palabras -“Y que me importa si ellos suben”- estaba bien que ellos eran mis compañeros pero no deseaba compartir mi cuarto con ellos, porque no simplemente se iban al suyo y se quedaban ahí tranquilos, pero claro no podía ser posible.  – ¿Acaso piensas que soy un monstruo cuya diversión es asustar a otros?- está bien, comprendía que mi aspecto no era de lo más amigable, pero esto no significaba que me pasara asustando a otros por diversión – ¿Ayudarte? No es suficiente con darte apoyo moral y estar aquí cuando perfectamente podría encontrarme en el digimundo, además no es como si fuera arruinar la visita de tus parientes, mientras ellos no me molesten yo no tengo ningún problema- ella sabía que mi política era de no intervenir a menos que eso perjudicara mis planes.

De pronto su celular indico por medio de un mensaje que ya estaban por llegar –Tienes mi palabra que yo no seré el que inicie los problemas si algo llegara a suceder- como ya le había repetido me comportaría de la mejor forma posible. –¡Tch! Sabes que no me gusta que pongan sus manos en mi cabeza- aparte amablemente su mano de allí y me levante de la cama colocando el libro en la estantería y esperando a que ella abandonara el cuarto para intentar encontrar la forma de pasar desapercibido ante los ojos de sus parientes.

- Ja! - puse mis manos en mis caderas indignada, para despues agacharme un poco para quedar mas a su nivel - ¿Entonces tu puedes hacerlo y yo no? - volvi a poner mi mano sobre su cabeza de forma rapida - Eres mas divertido en tu forma de Beelzemon, me pregunto porque cuando eres pequeño te vuelves tan amargado, y ultimamente mas - me cruce de brazos volviendome a poner erguida - ¿Acaso te sientes inferior y por eso te vuelves gruñon y enojon? - bufe con una sonrisa en los labios - Sigues siendo un beelze para mi, deberias probar a ser mas como esa etapa, y solo debes quedarte quieto si llegan a entrar, igual que cuando eres un yaamon, aunque no pienso dejarlos pasar - me dirigi a la puerta y la abri, pase por ella y antes de cerrar le saque la lengua en forma divertida - Portate bien! - le grite mientras caminaba por el pasillo

Baje al area de la cocina y para cuando termine de hacer la comida los otros dos digimons habian acabado

- Esperaremos arriba  - asenti y los deje subir a la habitacion de mi digimon

- Ya los alcanzo -

- No nos dejo tocar nada, asi que solo nos sentaremos aqui - menciono Vaal despues de entrar a la habitacion

- Como si fuese a querer leer algo, este lugar parece mas una biblioteca que un cuarto - dijo viendo hacia todos lados - En esto se gasta Elith su dinero - tomo un libro para leer la portada y dejarlo donde estaba

Toque la puerta levemente antes de pasar con una charola llena de galletas

- Tengan por las molestias, cuando se vayan volveremos a la base, o podemos ir a pasear por ahi - me despedi con un gesto de manos y volvi a bajar, no tardarian mucho mas en llegar, mis digimons suspiraron viendo de reojo al Impmon y esperando que fuera quien tomara la primera (o todas) aquellas galletas

-¡¡Oye!! Ya te dije que me molesta que otros pongan sus manos sobre mí cabeza- aunque ya le había comentado que dejara de hacerlo ella seguía colocando su mano allí, no intentaba demostrar nada ni me sentía inferior a otros simplemente eran cosas de gusto pero ¿cómo explicárselo a una chica que solo sabía molestar? No había forma para hacerlo, tan solo era bufar y dejar que siguiera hablando hasta poder debatirle lo que decía.

-No me compares con esa cosa, no porque sea el mismo me comportare de la misma forma en ambas etapas o acaso tú eras igual cuando pequeña ¿no cierto?- jum y pensar que una humana me daría a mi clases de cómo comportarme entre etapas, como si no fueran ellos los que sufrieran un cambio de actitud durante lo que llamaban adolescencia -solo te digo que si llegan a tocarme más de la cuenta no me culpes si alguno termina siendo mordido- aprovechando como ella salió del cuarto dándome la espalda saque mi lengua en señal de burla –lo pensare- ya ahora el cuarto había quedado vacío o casi cuando los otros dos llegaron.

-Atrévete a tocar algo y será lo último que hagas!!- realmente no había problema alguno en que tomaran los libros ya que la gran mayoría fueron leídos hace mucho tiempo atrás, pero claro no iba a ceder tan fácilmente a que los intrusos pese a ser conocidos pudieran tener fácil acceso a estos y mucho menos si se trataba de Vaal.

-Para empezar este es ¡mi! Cuarto y no una biblioteca, segundo todos los libros que se hayan aquí fueron obtenidos en su gran mayoría por mí y tercero pero no menos importante si quieres puedes quedarte mirando por la ventana y convertirte en piedra, para lo que me importa- sin importar que fuera belle o Vaal no iba a dejar que ninguno hablara mal de mi cuarto y por consiguiente de la colección de libros que en este se guardaban. Unos segundos después Elith llego trayendo galletas dejándolas en el cuarto y alejándose tan rápido como llego.

Tome una de las galletas y le di una gran mordida –Tch! la única molestia es aguantar a estos dos...- murmure entre mordidas de galleta evitando ser escuchado por el resto, no se cuánto tardarían en llegar o cuanto duraría su visita pero esperaba por su bien que todo sucediera rápido y así alejarme de estas dos molestias.

- Estas de mal genio hoy... oh espera, pero si es tu mismo humor de siempre - lo provoco la otra impmon con un tonito de burla, tomo dos galletas y le paso una al wizarmon a su lado - Los humanos se relacionan en familias, deberias saber eso, tu eres el comelibros, ademas ¿no estas intrigado en conocer a los familiares de tu tamer? - se quedo observando la puerta - Seria interesante ver que tipo de comportamiento tienen, segun se hay humanos que se parecen mucho -

Vaal tomo asiento en el piso asegurandose de no aumentar la ira de aquel pequeño digimon - Ella tiene derecho a pasar tiempo con su familia, tiene mucho tiempo de no verlos, y de todas formas quiere regresar con nosotros, no le veo lo malo a estar aqui durante unas horas, asi sea obligados a estar en una misma habitacion - suspiro viendo aquella galleta en su mano antes de ponerla en su boca, momentos despues escucharon un toquido a lo lejos

- Ire a ver - Belle se levanto y con cuidado de no hacer ruido salio de la habitacion a toda prisa

- ¡Belle! - wizarmon le grito en tono bajo sabiendo que ya habian llegado, pero no se atrevio a salir por ella ni alcanzo a detenerla


En el piso de abajo la comida habia quedado lista, me habia ido a arreglar de forma rapida, me encontraba vestida con mis ropajes antiguos esperando en la sala, solo fue cuestion de minutos para que tocaran a la puerta, fui con calma a abrirles, esperaba no haber cometido un error al traer a mis digimons de vuelta, aunque sin ellos no habria terminado de limpiar a tiempo, gire la perilla con delicadeza...

- Oneeeee-san!!! - un pequeño niño me embistio abrazandome de improvisto, mi hermano pequeño de 13 años que por su altura aparentaba mas se encontraba aferrado a mi con una sonrisa amplia en su cara, la cual me hizo sonreir levemente

- Kasuma-chan - le dije con voz calmada colocando mi mano en su cabeza

- Te extrañe mucho -

- ¿Y los demas? - en cuanto formule esa pregunta se separo y acomodandose la mochila que traia consigo dijo alegre

- Yo he venido solo, nuestros padres no han podido asi que me han enviado de vacaciones una semana -


- ¿Que?! - exclame sorprendida, buscando detras de él, esperando que fuera una broma - Tanto tiempo... - dije en un susurro haciendo que se me quedara viendo muy extrañado - No puedo creer que los desesperes tanto para que quieran deshacerse de ti una semana - le dije para disimular logrando que sonriera nuevamente antes de poner cara de molestia

- Muy graciosa Elith onee-san - coloco sus manos detras de su nuca y observo alrededor - Asi que aqui vives ahora... algo pequeña para mi gusto... pero servira -

- Gracias por el cumplido supongo - comenzo a recorrer la casa antes de sentarse en la sala dejando su mochila a un lado, subiendo sus brazos al respaldo del sillon y cruzando una de sus piernas sobre la otra - Es comodo - suspire y me aleje a la cocina

- ¿Tienes hambre? - mi hermano se levanto de inmediato y corrio a donde estaba

- Claro que tengo - empezo a rebuscar entre la alacena hasta dar con los platos y sacarlos para servirnos a ambos sin dejarme hacer nada

Apariencia :

-Gracias señorita obvia, recordare siempre que cuando necesite consultar algo que ya se puedo ir contigo- uuy si belle la que todo lo sabe. Me levante de mi puesto tomando un libro con tapa negra en él se detallaba toda la información que había recolectado últimamente, ya que el anterior se lo había entregado a Elith mucho tiempo atrás –Ya conozco todo lo que se debe saber sobre los humanos y sus relaciones familiares- pase una de las paginas solo para darle más énfasis a mis palabras –Que tú seas una digimon que solo se dedica a vagar en vez de recolectar información no es mi problema- aquello simplemente era para molestar.

-Aja… si Vaal lo que digas tu aquí eres la voz de la razón y todo lo que hablas siempre tiene sentido, pero sabes? No he pedido tu opinión al respecto; además no estoy prohibiéndole ni obligándola a que abandone el mundo humano, ya me he hecho a la idea de tener que aguantarte toda esta vida que me queda- volví a pasar página leyendo alguno datos para cerciorarme si todo estaba en lo correcto, como íbamos a tener algún tiempo aburridos que mejor sino hacer un inventario con los temas e información conseguida hasta hoy.

-Shhh! No grites!- reprendí a wizarmon al hacer ruido en mi cuarto –deja que belle haga lo que quiera total…- recordé unos momentos la cantidad de veces que ella había actuado por su propia cuenta y suspire al notar que la cantidad era mayor a lo que podía contar con mis garras –ella siempre hace lo que desea sin preocuparse por los demás- obviamente que los familiares de Elith notaran nuestra presencia podría causar un gran revuelo, no solo porque descubrirían nuestra existencia sino también debido a tener que soportar sus preguntas inquisidoras.

-Ahora… si no te vas a quedar tranquilo o callado puedes ir a vigilar a belle para que no cause algún desastre, no quiero tenerte aquí molestando mientras me dedico a mis asuntos- el boyscout desde ahora era probable que estaría pendiente sobre lo que belle podría hacer cosas que no me dejaría concentrar hasta el punto de terminar estallando y lanzándolo lejos por lo tanto era mejor pedirle que amablemente abandonara el cuarto. –Si quieres ponte a leer algo, si  tenemos suerte las visitas se irán en poco tiempo y ni siquiera notaran a la impmona que recorre el lugar- le lance un libro ya fuera lo atrapase o este lo golpeara serviría para que despabilara.

Vaal alcanzo a atrapar el libro y leyo la portada un momento, sin querer llevarle la contraria lo abrio y comenzo a leer, tenia razon, aquella impmon siempre hacia lo que queria, aunque de igual manera los ayudaba siempre que se ameritaba, pero no podian cambiar su actitud tan despreocupada con ciertas cosas, lo observo por un segundo notando como leia aquella especie de diario que llevaba consigo siempre, el otro debia estar en la base


- Nuestros padres se la pasan quejandose de mis notas, me gusta salir mas que a ti y aunque mantengo buen promedio no me dejan de molestar - se cruzo de brazos

- Siempre han sido asi, ademas les haces mucho menos caso, tu mismo te lo buscas -

- A este paso prefiero vivir solo como tú - me rei un poco y levante mi plato

- No es una broma! Mirate, tienes la vida que quieres y no te falta nada, ultimamente ni siquiera les pides dinero, te debe estar yendo muy bien - una sonrisa nerviosa aparecio en mi rostro, por suerte no estaba viendolo directamente

- Supongo, pero no es tan sencillo como parece -

- Aun faltan unos años para que me dejen irme, quien sabe, quiza deberia venir a vivir... -

- Olvidalo! - se rio con ganas - No necesito un niño al cual cuidar - me fui a sentar a la sala

- Vamos hermanita, no tiene nada de malo, asi no te preocuparias de la seguridad en casa -

- Claro, como si no supiera cuidarme sola - fue por su mochila colgandosela en la espalda

- Voy arriba, ¿cual es mi habitacion? - me levante rapidamente y lo segui de cerca

- Primera a la derecha, al lado de la mia - mientras subia seguia apreciando toda la casa

- Vaya, incluso tienes lugar de sobra, no te vendria mal... -

- Ni lo pienses - lo empuje cuando abrio su puerta haciendo que volviera a reir y entrara - Acomoda tus cosas, tengo que ir a mi habitacion -

- Bien bien, no tardo mucho -

Corri a la habitacion de mi impmon y abri la puerta rapidamente cerrandola tras de mi y quedandome apoyada en la misma

- Se piensa quedar mas tiempo - dije con mirada afligida

- ¿Cuanto? -

- Una semana -

- Regresaremos entonces, no te preocupes -

- Lamento el inconveniente -

- Elith!! - un grito vino desde afuera alertandome y haciendome salir, en el mismo instante que lo escuche me di cuenta que hacia falta Belle en la habitacion...

-Entonces estos datos recabados son consecuentes con la información que necesitaba… aquí este punto está completamente erróneo… aquel libro no era realmente útil… esos últimos digimon eran demasiado débiles y no escondían nada.- con cada nueva página había información para descartar o para mantenerla archivaba, esto de recabar datos resultaba una tarea extenuante cuando lo importante solía mayoritariamente ser inferior a lo erróneo o completamente falso. *! Crunch!* solo el sonido de la galleta mordida por mi pudo ser escuchado, pero claro no es como si alguien más pudiera quejarse y por lo tanto seguí continuando mi lectura a medida que comía.

La lectura fue interrumpida por la abrupta forma en que la puerta fue abierta, pero como lo pude imaginar era Elith la que a toda prisa entraba en el cuarto cerrando la puerta tras de sí. Levante la vista un poco, ella se encontraba allí de pie y parecía estar deseosa de hablar. “Se piensa quedar más tiempo” fueron las palabras que detonaron la bomba, aunque sinceramente me esperaba que algo así ocurriera; con el tiempo que llevaba junto a mi compañera uno fácilmente se acostumbraba a los sucesos inesperados. A la noticia le faltaba el dato más importante el cual Vaal no tardo en averiguar; aquel familiar al cual Elith parecía haber olvidado decirnos de quien se trataba tenía pensado hospedarse por una semana en la casa –“solo que no se atreva a tocar mis cosas…”- obviamente me aseguraría de resguardar los libros más importantes lejos del alcance de un humano.

De pronto el ambiente fue roto por el grito proveniente al otro lado de la puerta, por el tipo de voz usada parecía que era un muchacho joven y le había sucedido algo –Al parecer belle ya se ha presentado ante nuestro visitante...- comente mientras Elith iba en ayuda de aquel que pedía auxilio –mira Vaal tal parece que tus dudas se hicieron realidad y nuestra querida impmona traviesa prefiero auto presentarte a estar escondida, quizás deberías ir detrás de Elith para que las cosas no se compliquen o tal vez no. Quien sabe a lo mejor solo estoy especulando de más y todo lo que digo resulta ser una gran mentira haciendo que te expongas innecesariamente… sabes… olvida lo que dije tu quédate allí y déjame seguir leyendo tranquilo, los problemas del mundo humano me tienen sin cuidado y tu deberías actuar igual- luego de aquel discurso casi eterno volví a sumergir mi vista en el libro reanudando la revisión de datos ya que confiaba en la habilidad de Elith para resolver los problemas –“¿o tan solo quiero que las cosas se compliquen aún más?”- realmente podía ser un poco de ambas aunque mucho no podía hacer en aquella situación y como había dicho hace poco salir solo podía complicar algo que  podía no ser lo pensado.

Sin prestarles atencion sali corriendo dejando a Vaal que se levanto en su lugar solo para mirar extrañado a su compañero mientras hablaba, tenia la intencion de salir conmigo pero el mismo se detuvo pensando en que solo lo empeoraria, pero Eth parecia realmente extraño dandole aquel discurso, sin saber como responderle a su compañero que en muy raras ocasiones era tan tranquilo para con su persona, tomo asiento nuevamente en su lugar y lo observo de reojo unos segundos antes de continuar leyendo, estaba tolerando extraordinariamente bien su presencia, ademas de que ambos eran muy tranquilos, la que generalmente encendia la brecha entre ambos era la impmon que se encontraba ausente, solo podian oir los murmullos que llegaban desde el pasillo detras de aquella puerta ya cerrada


- ¿Kasuma? - sali a toda prisa encontrandome a mi hermano fuera de su habitacion con Belle en brazos, aunque esta no se movia en lo mas minimo y tenia una mirada de arrepentimiento

- ¿Que es este extraño peluche que dejaste en el cuarto? - tuve que contener una risa al ver a Belle en ese apuro, no se pensaba mover y ella sola se lo habia buscado - No crei que te gustara coleccionar cosas como esta - la levanto al nivel de su cara y se le quedo viendo - Esta bien fabricado ¿Pero que se supone que es? -

- Un diablillo, como tú - respondi quitandoselo

- ¿Que hacias ahi? - miro por un lado mio y en un rapido movimiento se me adelanto

- No te incumbe ese lugar -

- Vamos, un pequeño vistazo a la casa de mi hermana no le hace daño a nadie... a menos que... Elith! No crei que fueras de las locas con cuartos satanicos y esas cosas!... AY! - grito cuando le pegue en la cabeza por tal tonteria


- Parece que se acercan - Vaal se levanto de su lugar y se acerco a Eth - Dame la mano, prefiero desaparecer a ser un peluche... tu escoge... Magic Game - activo su habilidad justo cuando le abri la puerta a regañadientes rogando porque mis digimons se quedaran quietos o se hubieran escondido

En parte agradecía no poseer una capacidad auditiva superior, ya que podía resultar realmente molesto revisar documentos cuanto podías entender todo lo que hablaban en el pasillo de tu casa. Sin importar como estuviera avanzando la situación estaba claro que tenían una larga conversación, con solo suponerlo uno podía pensar que esto tenía relación con belle y debido a la falta de gritos era obvio que de alguna forma u otra no había pasado a mayores –“bien cuanto tardaran en llegar hasta este cuarto”- no es como que me preocupara realmente, pero claro todo tiene un límite. Elith había logrado ocultar nuestra presencia la situación en algún punto podía no ser contenida y sobre todo con eso de que los humanos tienen familia.

Con el paso de los minutos los susurros se hicieron fuertes casi convirtiéndose en palabras audibles; los pasos ya eran notorios indicando su cercanía a mi cuarto, ellos la estaban por entrar y descubrirían a dos criaturas más sentadas leyendo. Arquee una de mis cejas ante la propuesta de Vaal -“¿desaparecer? Está intentando hacer que yo huyo del lugar”- JA!   Ya quisiera, no tengo pensado moverme de mi sitio y menos tener que aparentar algo que no soy. En ese mismo momento la puerta crujió comenzando a abrirse.

-Hola Elith ¿quién ese enclenque humano que te acompañan?- pregunte tranquilamente mientras seguía ojeando mi libreta. Obviamente y notándose como me había quedado quedaba más que claro mi rechazo ante la idea de Vaal sobre desaparecer.

-¿Acaso ese debilucho humano es la visita?- comente apuntando en dirección al chico –sinceramente esperaba más de tus parientes, he de decir que me siento un tanto decepcionado al verlo...- dejando las bromas de lado y luego de pensarlo detalladamente no era lo mejor ocultarle al mocoso nuestra existencia, después de todo su estadía era de una semana periodo en el cual a Elith le resultaría difícil ocultar sus salidas del mundo humano –Bueno, dejando las presentaciones aparte… ¿se les ofrece algo o solo vienen a interrumpir mi lectura?- por muy interesante que pudieran resultar los seres vivos de este mundo yo tenía muchos datos que analizar y ahora no era lo mejor que me interrumpieran. –“Claro no voy a ser irrespetuoso”- amablemente espere las reacciones de ambos antes de si era necesario desalojarlos amablemente del cuarto.

Esperaba encontrar un cuarto vacio, o al menos momentaneamente, el espacio para esconderse no era poco que digamos, pero mi primer digimon habia optado por todo menos eso, en cuanto abri la puerta y lo observe leyendo sin prestar demasiado atencion a mi compañia todo fue en camara lenta

gire a ver a mi hermano, que se habia quedado momentaneamente paralizado por aquel ser parlante... y como reclamarle, si a mi inicialmente me habia causado una impresion similar, su cara fue cambiando, deformandose hasta ser una mueca parecida al miedo-horror-intriga combinados

- Si ya no vamos a fingir entonces que caso tiene - Belle tambien se aburrio de eso y quitando mis manos de su cuerpo bajo y se acerco a Eth

- E...e...eso... - comenzo a tartamudear y apunto a donde estaban los dos digimons

- No te alteres - le dije y rapidamente entre a la habitacion cerrando la puerta tras de mi, me apoye en la misma y coloque los dedos de mi mano derecha en la frente suspirando

- ¿En que rayos estas pensando? - pregunte lo mas tranquila posible a Eth

- Supongo que ahora hay que explicarle todo - Vaal aparecio y suspiro ante aquel caos que seguro vendria

- Si es parecido a nosotros deberia comprenderlo - no paso mucho antes de comenzar a oir los toquidos de mi hermano que parecia querer derribar la puerta

- ¡SAL DE AHI ENSEGUIDA ELITH! ¡¿COMO PUEDES ESTAR CON ESOS MONSTRUOS!? - me aleje de la puerta y me coloque cerca de ellos

- ¿Monstruo? ¡El unico monstruo aqui eres tú diciendonos eso! -

- ¡CALLATE Y DEJA SALIR A MI HERMANA! -

- Kasuma, no me haran nada -

- ¿Y quien lo asegura? ¿Desde cuando tienes a esas cosas raras en tu casa? - mi hermano continuaba golpeando la puerta con fuerza

- No te pienso abrir si no te tranquilizas - sabia que tardaria un buen rato para eso, me sente en la cama de Eth viendo hacia la puerta - Espero que no la tire - dije en voz baja

En este momento deseaba con todas mis ganas tener una taza con cualquier líquido bebestible y así admirar con calma la deliciosa escena que se llevaba a cabo frente a  mí. En aquel momento tenía muchas opciones, no sabía si reír, mantener una cara seria o simplemente continuar con mi lectura como si nada hubiera pasado –“los humanos siempre son una interesante combinación de emociones”- lentamente voltee la página de mi libro mientras Elith se encargaba de cerrar la puerta del cuarto dejando al pequeño mocoso al otro lado de esta.

-¿Porque debería ser yo el culpable en esta situación? Él decidió llegar a esta casa y sin consentimiento anunciar lo larga de su estadía, cosa que no es lo peor del asunto. Su crimen es no seguir el dicho que tienen en este mundo ¿acaso ustedes no dicen que la curiosidad mato al gato?- Arquee una ceja al terminar mis palabras. No era mi culpa que aquel mocoso hubiera decidido jugar al explorador de las pirámides y terminara encontrándose con las momias.  –Y para responder a tu pregunta solo estaba pensando que esta casa es tanto tuya como mía, por lo tanto no encuentro la necesidad de esconderme ni hacerme pasar por un peluche- miren que iba yo a fingir ser otra cosa para que no asustáramos al enano este.

El mocoso no se quedó callado y berreando sin control comenzó a pedirle a Elith que saliera del cuarto y se alejara de nosotros los monstruos –“JA!! No es la primera vez que me llaman así y tampoco la última”- uuy somos las terribles criaturas que vamos devorando a los humanos, el muchacho me estaba resultando un tanto fastidioso y por lo tanto debía molestarlo un poco. Luego de que Belle y Elith tuvieran su conversación a través de la puerta con él fue mi momento de hablar.

-Tranquilo Enano tu hermana está segura con nosotros, aunque su alma nos pertenece hemos hecho un trato de que si cierto día del mes nos trae un mocoso humano para que nosotros lo devoremos ella podrá seguir viviendo Oh!! Y mira justo es ese momento del mes ¡Vaya que suerte tenemos!- hice un leve sonido de masticar algo para luego reírme macabramente, obviamente Elith se enojaría conmigo y recibiría sus regaños pero todo valía la pena porque se callara aquel enano.

por un leve instante crei que mi digimon me ayudaria, pero mi cara inicialmente de asombro se fue transformando en una seria para terminar con una enfadada viendo directamente a aquel impmon

- ¿Terminaste tu broma? - le dije quitandole el libro que estaba leyendo y levantandome de la pequeña cama

- Creo que funciono - Belle noto el silencio al otro lado de la puerta

- ¿Kasuma-chan? - aquello me preocupo un poco, quiza se habia creido la historia ridicula que le habia dicho Eth, me acerque a la puerta dejando el libro en una mesita - No creeras... -

- ¿Que has hecho un trato con demonios? Elith, no soy tonto, abreme de una vez -

- Si no te tranquilizas no abrire, lo ultimo que quiero es que los ataques -

- ¿Porque proteges a esas criaturas?... ¿Son aliens? -

- ¿Alien? - pregunto Belle indignada, intente responder su duda pero no era el momento, solo la vi momentaneamente antes de hablarle a Kasuma de nuevo

- Son mis compañeros, debes prometer que estaras quieto  -

- Bien bien, como digas -

- Estoy hablando en serio Kasuma - volvio a quedarse en silencio, suspire levemente antes de girar la perilla quitandole el seguro, abri la puerta lentamente, dejando ver a mi hermano que estaba completamente firme con los puños apretados, su mirada reflejaba furia

- Vamos, entra - le hice una seña con la mirada para que pasara a lo que nego de inmediato

- No me van a hacer nada, uno de mis compañeros es un tanto bromista, pero es inofensivo - gire a ver a mi digimon con una sonrisa que lo unico que transmitia era un "me las pagaras luego" - ¿Verdad que si Eth? -

- ¿Son 3? ¿Y ese otro? - al parecer ya se habia percatado de que no solo esos dos pequeños impmons me acompañaban, sin decir palabra deje que se presentara

- Mi nombre es Vaal, ella es Belle y aquel que intento asustarte es Ethrios - recibio un hola con la mano de parte de la digimon

- ¿Que rayos son? -

- Son... ¿como explicarlo?... seres de otra dimension, universo donde somos datos... rayos, intentar explicarselo a alguien de mi familia me hace ver como toda una desquiciada - a todos los humanos que habia tenido que decirles eso se encontraban en el digimundo, y eran niños o jovenes que tenian que adaptarse a su nueva realidad, el decirlo a otras personas que no tenian nada que ver no era algo que estuviera en mis planes - Son mis amigos, por ponerlo en forma sencilla -

- Claro, amigos - en un rapido movimiento me tomo de la muñeca y me jalo hacia afuera de la habitacion comenzando a arrastrarme hacia las escaleras

- ¡Kasuma! ¡¿!Que rayos intentas hacer?! - dije sin poder poner mucha resistencia, no queria activar mi digisoul por error y llegar a lastimarlo

- Sacarte de este lugar maldito, ya vere como le explico esto a nuestros padres -

- No hay nada que explicar, solo deja mi mano - comenzamos a bajar las escaleras

- Esas cosas no pueden ser reales, y mas con ese tipo de amenazas, los demonios no son compañeros de casa Elith, y tu les has permitido creer que este lugar les pertenece tanto como a ti, seguramente ya te lavaron la cabeza -

- Maldicion Kasuma, no soy una niña pequeña... ¡Eth! - llame a mi digimon esperando que lo hiciera entrar en razon, Vaal era demasiado blando y Belle... bueno, por Belle lo encerraria en algun cuarto hasta que se calmara o algo peor, intente sujetarme de alguna cosa, pero en las escaleras el hacerlo ocasionaria que nos cayeramos

Ante su pregunta me encogí de hombros restándole importancia a mi broma,  por mucho que uno fuera un demonio no iba por la vida robando las almas de los demás. –“Si aquel mocoso se cree lo que digo es más estúpido de lo que aparenta”- nadie con dos dedos de frente sería capaz de caer en algo tan tonto.

-Jajajaja- no pude evitar reír ante la reacción de aquel muchacho, realmente ese tal kasuma se había tragado lo del pacto y para rematar la situación nos había llamado aliens, de todos nuestros posibles orígenes él había optado por definirnos como seres espaciales  -“bueno realmente al no pertenecer a la tierra seriamos algo parecido a extraterrestres pero aliens”- un pequeño escalofrió recorrió mi espalda al notar que me comparaban con aquel digimon cuya apariencia caería más en esa categoría.

-Aja solo soy un inocente alma bromista- realmente si pudiera le prendería fuego a cualquier humano lo suficiente molesto como para alterar mis nervios, pero claro aquí todos ellos son demasiado delicados hasta el punto que no renacen si mueren y también está el hecho de que si lo hago Elith podría terminar regañándome.

Elith como pudo intento convencer y explicarle al niñato que éramos, así como decirle que no poseíamos malas intenciones. Aquel chico aunque parecía estar escuchando podía notar en sus ojos como no creía nada de lo que ella decía, parecía estar a punto de correr como alma que lleva el diablo llevándose a Elith consigo. Pocos minutos pasaron hasta que mi sospecha se hizo realidad y salió arrastrándola fuera de la habitación pese a la fuerte demanda de que la soltara.

-¡¡Tch!!- me queje seguido de un leve suspiro – ¿luego nosotros somos los raros?- seguía sin entender la línea de razonamiento que seguían los seres de este mundo ¿por qué su primera acción era siempre correr? Aunque existían los que se enfrentaban al problema, la mayoría de los que conocía optaban por la primera opción –supongo que por ser hermanó de Elith no puedo lastimarlo, es una lástima…- Respondiendo ante el llamado de mi compañera rápidamente abandone la habitación y pase por al lado de ambos interponiéndome entre su camino a la salida.

-¡¡Ey enano detente ahí!!- en el dedo índice de mi mano izquierda una pequeña bola de fuego se formó – ¿Acaso no tienes respeto por tu hermana mayor?- Yo no era el indicado para intentar calmar al muchacho, digo soy una especie de demonio que puede crear fuego, frente a alguien que ve algo así por primera vez podría ser un shock tremendo. –Ahora como buenos hermanos ambos irán  a la sala, se sentaran y conversaran de la situación calmadamente. ¡Pequeño mocoso!- le llame para que centrara su atención en mi cara –No quiero que intentes escapar y llevarte a Elith tengo poderes que desconoces y podría encontrarte donde quiera que te escondas y créeme no te gustara- me estaba volviendo bueno en actuar, esperaba que aunque aquel chico no se calmara por lo menos accediera a escuchar a su hermana pese a ser obligado a ello.