Mis primeros pasos por el digimundo [Rol Finalizado]

Off: perdonen por re-hubicar todo, pero es para especificar según la información del foro, y saber que digimon colocar al lugar ya que los que coloco Rakan no los ubicaba en ninguna parte, ni me aparecieron por wikimon.

On:

La fría noche del salvaje desierto era tan fastidiosa como siempre, fuertes ráfagas de viento levantaban la arena elevándola haciendo un poco hostil el ambiente, tres figuras se alzaban por el horizonte, cubiertos por mantas dañadas por el viento y la arena, siendo en mayor parte algunos rasguños por las fuertes ráfagas, la primer figura era perteneciente a un humano, de ojos rojos y pelo plateado, era ni mas ni menos que aquel tamer llamado Kagura, la segunda, por ende tendría que ser Mizuki, su compañera, una Renamon muy rara, pues tenia un pelaje plateado, como si estuviese hecha de plata pura, pero la tercera, aquella figura de menor estatura, casi nadie la reconocería, se trataba de Kiseki, aquella adorable Plotmon que había evolucionado recientemente a una Mikemon de nivel campeón.

Caminaban guiados por la luz de la luna, en dirección al conocido Bullet Town, un pequeño pueblo con un estilo parecido al viejo oeste su viaje de exploración por el mundo digital había sido mas interesante que antes desde la ultima vez, Mizuki logro alcanzar su nivel perfecto, Kagura había conseguido una nueva integrante al equipo que rápidamente se había acoplado y alcanzado la madures suficiente como para alcanzar el nivel campeón, también conoció a tamers interesantes y poderosos, y seguía trabajando duro para mantener el orden como miembro de los US. Ya no faltaba mucho, divisaron el pueblo a unos 20 metros de distancia tras subir a un enorme banco de arena, el viento poco a poco se iba calmando hasta que las rachas cesaron.

Terminaron dando un pequeño salto barriéndose en la arena acumulada para bajar de aquella duna, faltaba poco para llegar al lugar deseado, lo primero que deseaba era comprar algo de comida caliente, el pequeño pueblo era tranquilo y parecía que todos eran amables y cordiales, era típico que todos confiaran entre si, no había nadie que no se conociera, al menos entre ellos, fue una pequeña observación que Kagura hizo al entrar a lo que pareciera ser una pequeña taberna. No paso mucho tiempo antes de que llegase el sheriff del lugar, aparentemente era demasiado raro recibir visitas de algunos tamers y digimon prácticamente.

-¿Ocurre algo malo Sheriff?- Pregunto el joven tamer mientras veía la placa de Sheriff en lo que seria equivalente al pecho, de un Starmon, este a su vez le contesto de una manera un tanto perezosa. - Ninguno mi amigo, pero es muy inusual tener visitas recientemente, en especial con este clima que últimamente ah estado como loco, tantas tormentas de arna no son muy buenas, solo quería asegurarme de saber quienes eran y cuales son sus intenciones para poder regresar a descansar a mi comisaria. - Termino bostezando. -Solo somos unos simples viajeros buscando descansar de un largo viaje, comer, beber, y continuar después con el viaje, no hay nada de que preocuparse, al menos en lo que respecta de nosotros. - Una vez que el Starmon escucho las palabras del joven, lo miro fijamente a el y a sus compañeras, dio una señal a los habitantes para que siguieran con sus actividades y después se retiro de la barra de aquel bar.

Familias Digimons - Zonas

Aun de noche, apenas había pasado si a caso una hora en medida del tiempo de aquel mundo digital claro, al fin el joven de ojos rojos había podido dar un trago de agua para calmar su sed, sus compañeras se encontraban descansando un poco en las habitaciones de arriba, pues se veían muy afectadas por aquel largo viaje, los problemas no se hacían esperar en cualquier lugar al que fuera, en el transcurso del viaje es un buen ejemplo de ello, atacados por un grupo de digimons bandidos, digimon salvajes y fuera de control, conseguir comida y agua, y un sin fin de problemas mas que los había agotado por completo. Es un alivio para todo el grupo que pudieran encontrar este pequeño pueblo, donde pudieran descansar por un pequeño precio, habían llegado a un trato, aparentemente el Sheriff era un poco... perezoso, y el dueño de la cantina había tenido problemas resientes con respecto a unos digimon que se embriagaban y después se ponían a pelear, esto por su puesto, ocasionaba un desastre y daños materiales al lugar.

Por eso mismo el cantinero le ofreció un trato al joven tamer, podrían comer, beber y quedarse a descansar, siempre y cuando ellos pudiesen detener a aquellos digimon problemáticos. El tiempo seguía pasando, llego el momento de actuar, habían llegado un grupo de Gazimon, aparentemente solo eran 5, pero eran lo suficientes como para ocasionar grandes desastres al embriagarse. Kagura los observo fijamente pasar, aun con aquellos harapos puestos, tomo un extremo de tela que sobre salia de su espalda y se lo coloco sobre su cabeza, cubriéndose como si de una capucha se tratase, subió por las escaleras deslizando su mano por aquel pasa manos de madera, se estaba preparando para cualquier cosa, fue para despertar a sus compañeras.

Los Gazimon tomaron asiento frente a la barra. - Queremos lo de siempre, y rápido que estamos sedientos.- dijo con una voz algo ronca el que parecía ser el líder de aquel grupo de Gazimon. la situación no parecía cambiar mucho, primero beberían hasta quedar ebrios, después comenzarían a discutir y posteriormente a pelear entre ellos. - Te estoy diciendo, cada vez es mas difícil encontrar algo bueno en la vieja mina, deberíamos tratar algo distinto como ir a asaltar a los viajeros, escuche que esos pillos de los black sand sacan buenos bits de los pobres que caen en sus trampas- Dijo en voz baja el mas joven del grupo. - No creo que eso sea algo fácil, a demás la ley nos la pondrá difícil, el sheriff seguro nos pillara rápido. - Cuestiono el tercero. - Ese Starmon perezoso no atrapara a nadie, prefiere pasarse durmiendo en la comisaria, ni siquiera se ah molestado en quedarse aquí para atraparnos por lo que hicimos la ultima vez, a demás el jefe nos exije cada vez entregar mas datos y objetos valiosos para vender. Si no hacemos algo pronto nos arrancara nuestro digi-core solo para después exhibirlo ante otros e infundir mas miedo.- Dijo uno que acababa de dar un gran trago a su bebida.

Kagura había llegado justo a tiempo junto a Mizuki y Kiseki, estaban escuchando la conversación por completo, a escondidas, desde la planta alta, paso el tiempo, poco a poco las discusiones siguieron mientras uno a uno caían ebrios, no falto mucho antes de que los pleitos entre ellos comenzaran, primero fueron empujones, pero después fueron golpes fuertes y secos. -AYUDAAAA!!- Grito el Burgamon viejo que atendía la barra, pronto los clientes siguieron el caos de la batalla, era demasiado desastre por nada, así que el tamer decidió mejor no intervenir y salir junto a sus compañeras de aquel caótico lugar, eso hasta que uno de los Gazimon lanzo accidentalmente una silla de madera justo en dirección de Kagura y compañía, y aun que la lograron evadir, habían conseguido irritar al joven de ojos rojos y a las digimon acompañantes. - Iba a dejarlos jugar un rato... pero creo que ustedes necesitan aprender los modales que yo aprendí de alguien una vez. - Dijo de manera muy fría y después procedió a sacar su dispositivo. Una luz resplandeció desde el interior del lugar y solo se escuchaban los gritos de algunos digimon que antes luchaban entre si.

Poco después el tamer salio de la taberna aun cubierto por aquel trozo de tela que le ayudaba a resguardarse del frió de la noche en el desierto, lo siguieron Mizuki y Kiseki, dejando solo a los digimon inconscientes de aquel bar a excepción del Burgamon dueño del lugar. Finalmente había cumplido en parte aquel trato que hizo, pero algo le decía que no seria recibido una vez mas en aquel lugar. Caminaron un buen rato hasta llegar a lo que parecía ser una vieja granja, era muy rudimentaria, parecía abandonada incluso, se introdujeron al lugar buscando asilo, vieron un acogedor granero y se dirigieron a el, fue entonces que al entrar se encontraron a una chica humana y otros dos digimon. Los miraron fijamente, Kagura aun ocultaba sus rostro con aquella capucha. -No deberías tratar a un digimon de esa forma, ellos también sienten.- Decía mientras se acercaba al pobre digimon que aparentaba estar de mal estado, lo tomo entre sus brazos y le dio un poco de agua de la ultima botella que había saqueado de aquel inmundo bar.

Kagura se limito a observar a la tamer hasta que el propio Tunomon reacciono, escucho atentamente sus palabras de agradecimiento pero no reacciono de ninguna forma en especifica, se encontraba serio, pensante, luego de que aquel digimon saltara de sus brazos y empezase a buscar desesperadamente algo, aparentemente un objeto de gran valor para él, así que se tomo un poco de distancia y se dispuso a descansar un momento al sentarse en un rincón, recargando su espalda contra una de las paredes del lugar, escucho un grito proveniente del pequeño al cual había ayudado antes, pero no le tomo tanta importancia, se había encontrado con otro pequeño que aparentemente también se encontraba descansando en el lugar, esto cada vez parecía mas una reunión de desconocidos.

posteriormente volvió escuchar al pequeño, esta vez disculpándose, algo totalmente innecesario, aun que su conducta le parecía irracional, sabe bien que cada quien tiene sus razones para actuar de tales formas en algunas circunstancias, no le tomo mucha importancia y siguió tratando de descansar. Mientras Kagura se resguardaba en la zona mas oscura de aquel sitio, Mizuki y Kiseki, las digimon que lo acompañaban y sus compañeras, hicieron una pequeña reverencia tratando de guardar silencio, al final y al cabo, entre menos personas se relacionaran con ellos, menores molestias ocacionarian, al menos asi fue durante un pequeño momento, hasta que la mente infantil de Kiseki escucho la palabra "jugar", a lo que la adorable gatita digital, una Mikemon para ser preciso, reacciono con gran ilusion y entusiasmo. -¿Jugar?, yo también quiero jugar!!! Nya!!. - Para ser un digimon en nivel campeón no había cambiado mucho su personalidad desde que era un digimon bebe 2. Por otra parte, Mizuki, la Renamon de precioso pelaje color plata, reacciono algo molesta, y cual "hermana mayor"dio un pequeño jalón de orejas a la Mikemon. - Se suponía que debes aprender a guardar silencio, no deberías hablar con desconocidos ni fraternizar con ellos hasta saber si es seguro. - Decía Mizuki con una voz severa.

Los regaños continuaron con un jalón a la mejilla de la pequeña Mikemon. - Lo siento, lo siento, guardare silencio, en serio. - comenzó a llorar como si de verdad le doliera ello, lo cual era imposible, ya que ningún digimon de nivel campeón podría dolerle un simple jalón de orejas o mejillas por parte de uno de nivel inferior, tal vez era mas por el hecho de estar siendo regañada por quien considera su hermana mayor. De pronto Kiseki había dejado de llorar, se fijo en los símbolos que la bufanda de aquel Tunomon tenia. - Mira Mizuki, son como las de tus guantes. - Mizuki fijo su mirada sobre el pequeño digimon, lo observo muy bien, no pareciera tener nada diferente al resto de los demás digimon que ah visto, a excepción de aquella bufanda, en parte le recordaba su tamer, ya que el siempre la lleva consigo a demás que ella también tenia una propia la cual cuidaba con toda su alma, después observo los símbolos de esta, eran los del yin y yang, algo muy peculiar, puesto que por lo general es un detalle que solo lo llevan los de su raza, incluyendo algunos de los digimon que vivían en su aldea.

Mizuki quedo pensativa, pero después de un rato solo se dio la media vuelta y se marcho a ocultarse en las sombras. - No es justo, no puedo seguirte así, yo no puedo desaparecer de la misma forma que tu. - Se quejaba la Mikemon de una forma un tanto infantil, inflo las mejillas de manera adorable y dio un suspiro para después ir a acurrucarse junto al joven Kagura, quien no podía cerrar los ojos para descansar debido a todo el escándalo provocado por todos los presentes en el lugar, le resultaba un gran fastidio en verdad, comenzó a extrañar un poco sus pocos momentos de soledad, donde no hacia nada mas que quedarse dormir en casa, tocar algún instrumento musical o jugar a algún vídeo juego, no tenia nada por lo que preocuparse después de todo, había hecho una gran inversión, era millonario, con buenos negocios dando frutos y expandiéndose por el mundo. No le preocupaba nada mas que seguir con sus entrenamientos y pasar el tiempo de la forma en que mas le pareciera. El joven de pelo color plata dio un suspiro, abrazo a la Mikemon, era claro, antes podía vivir solo y haciendo lo que quisiera, pero ahora las cosas cambiaron, no sabe si para bien o para mal, pero había tomado una decisión, ayudar a todo aquel que lo necesite, usar todo el poder que ah conseguido con sus compañeras para el "bien", o al menos lo que él entiende por "bien".

Kagura volvió a escuchar la voz de la joven tamer que los acompañaba en aquel oscuro lugar, sonrió levemente y tomo aire para contestar. - Si lo que te interesa es encontrar un lugar donde beber, lo encontraras a unos escasos metros al este de aquí... es un viejo bar, pero te recomiendo que no vayas por ahora, creo que con lo que paso no dejaran entrar a humanos por ahora, seguramente tenga que pasar un tiempo para que se olviden de aquel desastroso incidente. Aun que escuche de buena fuente que en dirección al oeste hay oculto un lugar donde fabrican alcohol de manera ilegal si es que buscan algo mas barato y no regularizado. - Hizo mención de aquello aun ocultando su rostro bajo la capucha.

Escuchaba nuevamente disculpas necesarias por parte de aquel pequeño digimon, cuando de repente noto algo no marchaba muy bien, por lo que no presto mucha atención a las palabras de aquel digimon que le hablaba y en cambio se limito a observar atentamente a su alrededor, solo con la mirada sin siquiera mover su cabeza, miro algunas sombras pasar por las ventanas de aquella vieja estructura, estaba consciente de que algo sucedería en cualquier momento, no fue si no hasta que escucho los llantos de aquel otro digimon que antes estaba junto al Tunomon, observo unas sombras pasar por el exterior nuevamente, siluetas que le resultaban familiares, entonces noto que el pequeño Tunomon que antes le hablaba ya no estaba frente a él, "seguramente fue hacer sus necesidades" pensó el joven de ojos rojos.

Comenzó a escuchar ruido en el exterior del lugar, se levanto decidido a investigar que era lo que estaba sucediendo, pero vio como el Tunomon entro a gran velocidad como si hubiese sido lanzado por alguien, fijo su mirada en dirección desde donde aparentemente había sido lanzado, ahí mismo se encontraba uno de los Gazimon, había tomado como rehén al otro pequeñín, estaba sufriendo, lloraba aterrado y aparentemente aquel Tunomon estaba decidido a hacer todo lo posible por evitar que aquellos sujetos le hicieran mas daños al pequeño que los había estado acompañando desde hace poco tiempo. Kagura simplemente se limito a observar, Kiseki la Mikemon, se había puesto algo incomoda al respecto, miraba desafiante al Gazimon, como si esperase tan solo una orden o mínima señal de Kagura para que le permitiera acabar con aquel digimon.

Escucho una voz desconocida, era la de una Tailmon de color negro, era la variante virus a juzgar por su apariencia, una BlackTailmon que decía proclamar venganza junto a los Gazimon, seguramente había una especie de relación cercana por lo cual no aceptaba la humillación de sus llamados "hermanos". Kagura sonrió ante tal amenaza, solo le resultaba un montón de palabras sin sentido, buscar venganza por una batallar que claramente ellos tenían desventaja no era algo vergonzoso, lo vergonzoso para él, hubiera sido que tuvieran el mas mínimo pensamiento de tener una victoria tan solo basándose en la ventaja numérica, esto era algo que aprendió de aquel tamer llamado Fuji y ahora lo pondría en practica. - Una vez alguien me dijo... "quien merece vivir, vive... quien no..." bueno... ahora lo sabrán. - Dijo en un tono soberbio, pero fue interrumpido por el llanto de aquel pequeño digimon que yacía entre las garras del Gazimon.

Una vez mas Kagura fijo su mirada sobre ellos, esta vez ya irritado por el hecho de que estaban amenazando a ser inferior a ellos con tanto placer que lo asqueaba, claro, ellos ignoraban la facilidad con la que el podría borrarlos, pero no los iba a dejar ir sin darles una lección. Estuvo a punto de tomar su dispositivo y sus cartas, pero una luz proveniente del pequeño Tunomon volvio a interrumpir al joven de ojos rojos, aparentemente aquel Tunomon estaba evolucionando, finalmente llegaría a su etapa Rookie, Kagura miro fijamente al nuevo digimon frente a él, era una especie de dragón miniatura, aun siendo simplemente un digimon mas al cual debería proteger de sus propios delirios de grandeza, observo a la BTailmon atacar al pequeño en medio de su evolución, así que con un simple movimiento de su cabeza indico a su compañera Mikemon, Kiseki, que fuera a intervenir en ello, y así fue como la adorable Mikemon con una sonrisa fue a socorrer al pequeño que por poco seria pulverizado por la gata de pelaje oscuro, mandándola a volar con una patada de gato.

Últimamente me encuentro con sujetos muy interesantes... pero me eh tropezado con ustedes, escoria que ni siquiera este pueblo pequeño soporta. - Camino en dirección de aquel digimon de tipo dragón, a una velocidad moderadamente lenta, recalcando el hecho de la poca cosa por la que tomaba a aquellos digimon, miro fijamente al pequeño que ahora se encontraba en las "garras" del pequeño dragón. - ¿Y ahora se dedican a molestar a otros por lo que unos extraños les hicieron?, sabia que eran una escoria, pero jamas pensé que caerían tan bajo como para amenazar a aquellos que no se pueden defender por si mismos, debería eliminarlos ahora mismo, pero.... - Fue nuevamente interrumpido por un Gazimon que entro nuevamente volando a gran velocidad, atravesando una pared, impactando en otra atravesándola por igual hasta topar con el tronco de lo que simulaba ser un viejo roble.

Asomo su rostro por el enorme hueco por el cual el Gazimon había pasado, observo a la chica acercarse al lugar para hacer una "entrada asombrosa" que para Kagura solo le recordaba como era cuando jugaba de niño a ser el "héroe", dio un pesado suspiro y prosiguió. - Pero estoy agradecido por toda la información que soltaron en el bar, pequeños descuidados, a la próxima deberían tener cuidado de hablar en voz alta en un lugar publico, por ahora solo les daré una pequeña lección. - Terminando de hablar, 2 de los Gazimon restantes saltaron desde un hueco en el techo del lugar para tomar por sorpresa al Kagura, pero este ya se había percatado con anterioridad de ellos por lo que con una agilidad casi sobre humana, se quito el harapo que traía puesto y que ocultaba su vestimenta y rostro como tal, usándolo como distractor para que los Gazimon no vieran desde arriba lo que sucedía o hacia donde se movía.

Los Gazimon quedaron enredados momentáneamente por aquel enorme trozo de tela con el que el tamer se estaba cubriendo, por lo que Kagura tomo la oportunidad, con su dispositivo y cartas en mano, se posiciono en un lugar estratégico donde pudiera observar el campo de batalla por completo. - Ya veo... así que solo quedan esos 2... y el que pequeño dragón enfrenta... también queda aquel que atravesó este vieja estructura... esa Black Tailmon estará distraída con Kiseki así que... debo suponer no tendremos problemas. - Murmuraba para si mismo. -Mizuki, todo tuyos... - No paso ni un segundo después de dar la orden y de las sombras emergió aquella figura esbelta y femenina de la Renamon de pelaje color plata, había tomado desprevenidos a los Gazimon, pues hasta salto sobre ellos apenas pisando sus cabezas como burla, uno de ellos se repuso de la leve patada e intento alcanzarla a lo que Mizuki reacciono intercambiando lugares con el compañero de aquel Gazimon, los había engañado de una forma tan simple. - No caeré con un ataque tan simple... - Pronuncio con arrogancia Mizuki mientras tomaba distancia, los Gazimon se miraron el uno al otro algo confundidos y atacaron una vez mas en conjunto.

Esta vez Mizuki tomo impulso y comenzo a correr rodeando a los Gazimon, su velocidad era increíble, se movía de tal manera en que podía crear 2 clones de si misma, los cuales salieron directo a contra atacar a los Gazimon, pero al momento en que ellos acertaban el ataque, estos clones se desvanecían, solo para revelar que al final no atacaban a la verdadera Renamon. - ¿Aun siguen sin entenderlo?, no pueden hacer nada contra mi. - Dijo a espaldas de los Gazimon, pues no se habían dado cuenta de que Mizuki se había posicionado tras ellos y seguido de esto, ambos recibieron un golpe directo a sus nucas, quedando finalmente noqueados.

Por otra parte, Kiseki, tenia un poco de problemas contra la Black Tailmon, ambas eran el mismo nivel, pero ella era un tipo data y la Black Tailmon un tipo virus, así que había una pequeña desventaja para la Mikemon, ambas lastimadas por igual después de haber tenido una "batalla de gatas" literalmente, arañazos, golpes, de daños de todo un poco debido a una batalla de alta agilidad y reflejos gatunos. - Bueno... para ser honesto te has desempeñado muy bien Kiseki, toma un descanso, Mizuki y yo nos encargaremos de esto. -Dijo el joven Kagura mientras deslizaba una carta azul por su dispositivo, de pronto una luz comenzó a salir de la pantalla de este y Mmizuki fue rodeada por la luz para transformarse poco a poco en su versión de nivel campeón, una Kyubimon de pelaje color plata. - Es hora de acabar con esto... Cambio de carta, Phascomon, Evil Snore.. - Una onda de energía comenzó emanar de Mizuki la ahora Kyubimon de pelaje plata, cuya ventaja al tener Atributo Vacuna, le permitía que sus ataques tuvieran mayor efecto sobre la Black Tailmon quien estaba agotada por la batalla contra la Mikemon, por lo que no dio tanta pelea al recibir el choque directo de la onda de energía y quedando poco a poco dormida por los efectos de dicho ataque.

La batalla, al menos la que había tenido Kagura y sus digimon, había terminado, así que solamente quedo cruzado de brazos,observando al pequeño dragón frente a él, mientras dejaba que el viento ondeara su bufanda roja, su símbolo y conexión con su pequeña hermanita, y una de las razones por las cual, él puede seguir adelante.

Rakan Battle

Kagura miro nuevamente a la tamer con una expresión de disgusto, había conocido personas que lo sacaran de quicio antes, pero aquella chica era la primera que definitivamente irritaba de una manera lamentable. Observo al Gumdramon, lo volvió a escuchar, esta vez prestando algo de atención, había recordado que aquel digimon le había preguntado algo relacionado con unas Renamon, pero antes de siquiera abrir la boca para contestar había surgido aquel asunto con los Gazimon, seria una excelente oportunidad para contestar su pregunta, si no fuera porque aquel Gumdramon no le permitió y decidió dar nuevamente las "gracias" por algo que era completamente innecesario, puesto que él sabia claramente que a quienes buscaban esos digimon eran a él mismo, ese supuesta búsqueda de venganza lamentable que desde en un principio sabia que quedarían nuevamente en ridículo.

Kagura suspiro, escucho a Gumdramon decir algo sobre ir al pueblo a investigar, seguramente seguiría su búsqueda para resolver la duda que tiene en mente, era algo aceptable, ya hace desde poco tiempo que el mismo chico peli-plata había empezado su viaje por este mundo, para resolver sus dudas, para salir adelante, pero sobre todo, para conseguir el poder que tanto desea para proteger a aquellas personas que el joven de ojos rojos tanto quiere. - Con que el pueblo... no seria mala idea regresar, pero algo me dice que puede que no sea bien recibido ahí, de todos modos tendremos que regresar y dudo mucho que por aquí haya donde conseguir comida. ¿Están de acuerdo en volver? Mizuki, Kiseki. - Pregunto el tamer a sus compañeras. - Si es lo que usted piensa amo Kagura, me parece bien. - Dijo humildemente la Kyubimon mientras permitía que su tamer subiera a su lomo. - SIIII!!!! COMIDA!!! COMIDA!! COMIDA!!! - Respondió la adorable Mikemon que de un salto de emoción subió a la espalda de Kagura.

El joven tamer lo pensó detenidamente por unos instantes, no tardo mucho en tomar su decisión. - Bien, entonces adelante, vayamos nuevamente al pueblo, seguramente podremos arreglar algunas cosas y después comeremos algo. - Miro nuevamente a la tamer junto a su MetalMamemon. -El ultimo en llegar es huevo frito.- Le dijo a la chica mientras Kyubimon salia corriendo a gran velocidad llevando a su tamer en el lomo.