Animales fantásticos ya encontrados (Libre)

Después de lo sucedido en Ciudad Central, decidí que lo mejor para mi, no era ese mundo, desde que había llegado solo había tenido problemas, peleas, muertes, intentos de matarme y como si fuera poco lo sucedido en CC, no fue algo para olvidar. Una vez allí cogí el tren que había y me dispuse a irme de nuevo a mi mundo, y no pensaba volver hasta que descubriese como hacer funcionar mi Digiviece... o eso pensaba yo en ese momento. Cogí el tren para volver a mi mundo. Cuando baje del tren, no podía creerlo, me dejo en medio de un parque, ¿Que clase de tren era ese? Cuando me giré, vi que el tren aquel, había desaparecido por completo

-Increíble... Al menos... He vuelto a mi mundo-Digo mientras miro al cielo

Pensaba que todo se había acabado, pero... Al echar guante a mi móvil, me percaté que aquel aparato llamado "digiviece" seguía aquí, algo me decía que no seria la ultima vez que pisara aquel mundo infernal que solo me causaba dolores de cabeza. Pensando que no podría ir nada, en ese mismo parque, podría escuchar los gritos de alguien. Mi vena aventurera me hizo salir corriendo hacia los gritos. Nada mas llegar, pude ver con mis ojos lo que parecía ser un Dinosaurio/Dragón y, debajo de un árbol, una chica de cabellos castaños casi rosados, de piel blanca como la nieve y de ojos azules que podía incluso ver su alma. Era un ángel... Mi cabeza no daba a basto al ver aquella delicada flor apoyada en aquel árbol.

-H-hola... ¿N-Necesitas ayuda?--Mi mente se encontraba tan colapsada que había olvidado que un digimon estaba tan cerca de nosotros.

No podía crear la escena que estaba pasando ante mis ojos... ¡¿UN DIGIMON EN EL MUNDO HUMANO?! Esto era la gota que colmaba el vaso... Hacia solo unos instantes estaba feliz por haber vuelto a mi mundo y aquí me veo de nuevo delante de problemas. No pude evitar ponerme la mano en mi cabeza y suspirar. La chica empezó a pinchar al digimon cambiando su nombre, yo seguí pensando en que hacer en ese momento, ¿Correr? Para que... el digimon sería mas rápido que mis piernas... ¿Luchar? Tendría que estar loco para que pasase eso después de haber visto lo que eran capaces de hacer esas criaturas. Cuando volví en mi y deje de pensar en mis problemas, pude ver como la chica empezaba a delirar por el cambio del digimon.

-Interesante...-Dije mientras posaba mi mano en mi barbilla-Ya me habían contado que podían digievolucionar pero... No sabía que podían degenerar, o al menos... Eso es lo que parece-Mire de arriba abajo a la nueva forma del digimon

Suspiré de nuevo, parecía que la chica tampoco podía entrarle en la cabeza lo que estaba pasando. Me mantuve tranquilo, pues no era mucho peor de lo que yo había vivido en aquel mundo infernal del que acababa de volver. Me acerque a ella y le puse la mano en el hombro para que se estuviese quieta un momento y volví a suspirar.

-Tranquilízate, no harás nada gritando a los cuatro vientos, lo único que conseguirás así...-Empecé a mirar a los alrededores para comprobar si había mas gente-Solo conseguirás que te descubran y quieran experimentar con... Esa cosa...-Dije mientras señalaba al digimon

Me alejé de ella de nuevo para darle espació, supongo que podría irme para no meterme de nuevo en líos como allí, pero... ¿Dejarla sola con un digimon? No era la mejor de mis ideas, pero ya había tenido suficiente por una buena temporada. Decidí girarme y empezar a andar para alejarme de esa zona, antes de eso, me paré para decirle algo a la chica.

-Intentad que no os descubran...-Dije mientras volví a empezar a andar

Luego de un viaje ligeramente indeseado al mundo digital… logre regresar, aun no entiendo bien el cómo, pero si puedo afirmar una cosa: me gusta mucho mas estar en el mundo donde mi ropa no es tan vistosa y extravagante. Lo juro, vestir de esa forma tan… ridícula, me hacía sentir peor que las pesadillas causadas por Fukushu… era verdaderamente molesto, a decir verdad. Pero bueno… estaba de regreso… aunque fuera por unos días antes de volver forzosamente por culpa de mi “espíritu”, que es más bien un parasito irritante y manipulador. Serían unos días muy cortos, pero debía aprovecharlos todo lo que me fuera posible… y lo haría, de no ser por el hecho que tenía que ir al hospital a retirar unos estudios que me hicieron antes de mi “encuentro” con Fukushu… de ese día en que perdí un cuarto de mi sangre por un ataque suyo.

La verdad es que el me conto todo lo que ocurrió… y sinceramente, me molestaba que me hubiera tratado como su juguete desde mucho antes de presentarse formalmente pero… egh… ¿Qué podía hacer yo para remediarlo? Nada realmente… simplemente me tocaría seguir su juego como me fuera posible.

De cualquier forma… cuando llegue, era demasiado temprano, asique no debería preocuparme mucho por llegar al hospital pero… es verdad que quería quitármelo todo rápido de encima para poder hacer algo de provecho… ¿Qué seria? Tendría que verlo pero sé que sería algo alejado a la idea de encontrar a un digimon para matarlo. No obstante, en mi búsqueda de terminar pronto con mis asuntos pendientes en este mundo… termine pasando por el parte donde Fukushu me hiso pasar por una de las peores experiencias de mi vida: me hiso rozar la muerte. Creo que no estaría tan molesto, si no fuera por el hecho de que él lo ve como un asunto divertido… como una broma, cuando realmente pudo quedarse sin el único humano que parece soportar su existencia sin morir a los 3 días.

¿No sientes frio? ¿O es que tu ropa te mantiene tibio? –Odio esas rimas… no sé cuánto más soportare-
Estoy bien… la falta de sangre me impide sentir el frio en su totalidad –comente casi regañándolo, aunque sé que él lo tomaría como una broma de la cual reírse- sigo sin creerme que me hayas hecho sufrir tanto solo por diversión
Pues comienza a creerme, si quieres alejarte de la muerte –Rio tranquilo, caminando a mi lado; como siempre, en esa forma fantasmal suya para que nadie pudiera verlo… tch… suertudos todos menos yo- ¿y que venimos a hacer? ¿Ver cómo es tu sangre?
Algo así… me hicieron unos estudios el día en que casi me matas… hoy voy por los resultados… e irónicamente este es el camino más rápido para llegar –Continúe caminando hasta que vi algo en la distancia- no me hables en un rato…

Me quede observando un momento; creo que se trataban de 2 personas… aunque una tenía una especie de perro gigantesco… no lo sé, por la distancia me resultaba difícil ver, además de que tenía los lentes puestos a falta de usar mis lentes de contacto; y gracias al roció matutino, ver de lejos era algo difícil… todo lucia muy borroso.

Egh, odio el roció matutino…

Di unos 2 pasos hasta sentir que algo me estaba agarrando del cuello de la camiseta. Algo me decía que no me iba a librar tan rápido de aquel embrollo... No podía evitar suspirar sin antes mirar de reojo al digimon que intentaba escabullirse por los arbustos. De alguna forma pude sentirme identificado con aquel monstruo, la chica era muy... ¿Hiperactiva? No sabría como definiría a la dama, solo que cuando dijo que no era ruidosa, diría que me demostró todo lo contrario en tan solo una milésima de segundos. Me giré hacia la chica, y la mire serio y con cara de pocos amigos, supongo que normal, ya había tenido otros problemas con susodichas criaturas digitales y no tenía la mas mínima intención de meterme en mas y encima en mi propio mundo...

-Mira, al principio pensaba que necesitabas ayuda o algo, pero ahora...-Volví a dirigir mi mirada al digimon y suspiré-Yo ya he tenido suficientes problemas con esas criaturas y no pienso volver a cargar con ellos encima estando en este mundo, así que te pediría que no me metieses en esto-dije en un tono frío mientras le apartaba la mano de mi camiseta.

Volví a darle la espalda intentando de nuevo el poder escabullirme de aquella escena. No era miedo, pero si que estaba bastante harto... No he tenido ni un solo momento de tranquilidad desde todo lo pasado y ahora que podría disfrutar de dicha relajación tenía que meterme en mas barullos. No iba a permitir que me desanimase de nuevo por tener que cargar con los problemas de una dama y una criatura que si descubriesen, podrían experimentar con ella. Me pare en seco y me di media vuelta. ¿Acaso me había vuelto imbécil? Volví con la chica con la misma cara de pocos amigos de antes. No sabía que sería lo que me impulsaba a hacer estas tonterías pero algo dentro de mi... Me decía que debía ayudarla aunque no tuviese fuerza para hacerlo...

Nada mas llegar al lado de ella mientras esta miraba al digimon, le puse la mano en el hombro con nervios. A partir de aquí, no sabría que podría pasar ni esto podría convertirse de un momento a otro en un caos... Suspiré una vez mas sin ganas.

-¿Que es lo que necesitas...?-Pregunté mientras miraba hacia otro lado algo preocupado.

Realmente ya no estaba seguro de que estaba viendo… ni siquiera tenía claro el camino que tenía frente a mí. Era dar un paso y no saber concretamente a donde dirigirme… y tiene gracia, porque seguramente podría pedirle a Fukushu que me guiara… si no fuera porque no confió en él y porque le pedí que se quedara callado. Este es el tipo de cosas que me ocurren por levantarme tan temprano solo para hacer algo… pero es necesario, honestamente. Me dijeron que había sobrevivido de milagro… que soy de esas personas que, a la mínima pérdida de sangre, pueden tener problemas ligeramente serios; como lo sería el tener dificultad para respirar o sentirse mareado constantemente. No puedo decir que no me sorprendí, pero tampoco creo que fuera una sorpresa considerando que… bueno… perdí al menos un cuarto de mi sangre porque sí; y no fue por una herida, afortunadamente, si no, habría sido peor. Sea como sea… continúe avanzando por el mismo camino, intentando limpiar con el brazo cada tanto los lentes sin mucho éxito.

Cada vez que los limpiaba, volvían a empañarse como si nada, de modo que llego un momento en que me harte y decidí guardarlos. No fue la mejor idea, honestamente, pero tampoco es como si pudiera ver correctamente con mi brazo limpiando los lentes literalmente cada 40 o 50 segundos.

Paradox… Paradox… -La voz de Fukushu comenzaba a molestarme de nuevo; por suerte solo me estaba llamando, y para eso no necesita rimar-
(Fukushu, en serio… no quiero que me hables…)
Paradox… en serio, quédate quieto… -¿En serio? ¿También planea darme ordenes en el mundo humano…?-
(Fukushu, deja de molestar…) ¡! –Para cuando me di cuenta, había chocado con un árbol- egh… auch…
Quise advertirte, pero no escuchaste… -Como odio a este sujeto… pero de formas que ni siquiera yo puedo figurarme como son posibles-
¿Sabes que Fukushu…? Aun así no quiero que hables –lo último que necesito es un “te lo dije” de su parte-

Al final tuve que ponerme los lentes de nuevo, pero seguían empañados, cosa que ya no me sorprende a estas alturas. Lo que si me sorprendió fue el hecho de que al ser capaz de ver más o menos bien, pude notar como esas 2 personas que había visto antes, no estaban tan lejos… bueno, pude caminar una distancia considerablemente amplia en poco tiempo; lo cual me alegra… porque normalmente suelo tropezar con todo lo que haya en el camino si no tengo los lentes de contacto o los lentes reales.

No pude evitar apoyar mi mano en la cabeza y rascarme la cabeza mientras miraba al suelo. Por mas que quisiera negarlo, ella... Tenía razón... ¿Que clase de hombre era que daba la espalda a quien mas necesitaba ayuda? Eso no es lo que aprendí cuando nací... Me vinieron recuerdos a la mente, el como antes ayudaba a la gente sin preocuparme de lo que pasase, de las veces que caería y podría hacerme daño... Me daba igual, solo quería que la gente me reconociese, que cuando me viesen supiesen que esa persona que les había ayudado... Era yo. Alce la mirada y vi como la chica se empezaba a alejar. Mis pies seguían inmóviles... Una parte de mi no quería volver a involucrarse con esos monstruos, por otra parte, cuando quise darme cuenta, mis pies empezaron a correr detrás de aquella chica.

-¡Tienes razón, he sido un imbécil y me deje llevar por el miedo, pero no volverá a ocurrir!-Dije mientras la alcanzaba

Cuando la alcancé apoye mis manos en mis rodillas y empece a jadear. Un sprint como ese, que ni yo mismo controlaba mis piernas, no era cosa de bebes. Cuando me recompuse, pude ver que la chica estaba hablando con lo que venía a ser un hombre con un peinado parecido al típico peinado que veríamos en un anime como ¡OhYuGi! Pero eso era otro tema. Tenía una pinta siniestra, parecía como si estuviese muriendo o algo por el estilo...

-¿Estas bien? No tienes muy buen aspecto...-Le pregunté mientras los miraba de arriba a abajo.

No me inspiraba realmente confianza alguna, pero ya sabemos el dicho, "Nunca hay que criticar un libro por su portada". Aun así, me mantuve firme y serio por si se atreviese a decir algo sobre el digimon. Ahora que... Como era... ¿Haku? Bueno, el dragón de antes se había transformado en una bola rosa, podría colar perfectamente por un peluche.

Honestamente este día comenzaba a volverse muy pesado, al punto en que casi deseaba regresar al mundo digital solo para no tener tantos problemas de vista y seguir buscando un modo asesinar a un digimon por muy encima de mis posibilidades… inclusive estaba dispuesto a aceptar esa ropa ridícula que hiso Fukushu solo para molestarme, pero supongo que llegados a este punto, no tengo más remedio que seguir con mi idea original. Internamente podía sentir como Fukushu estaba a poco y nada de seguir fastidiándome, haciéndose el inteligente y/o voz de la razón… cuando todo esto es culpa suya… él es el responsable de prácticamente todas las cosas que me han ocurrido. Perdí un cuarto de mi sangre por sus “pruebas” hacia mi persona para saber si podría retener su espíritu… no tuve casi ninguna noche de buen sueño desde que apareció… es simplemente… un parasito.

Juro que me hubiera puesto a gritar de la desesperación si no hubiera escuchado voces cercanas. Una parecía femenina y la otra masculina, aunque realmente no escuche del todo bien. Me quede en el suelo unos segundos para intentar acostumbrarme al dolor que sentía en el rostro, cuando escuche nuevamente las mismas voces, para mi fortuna y “alivio”, preguntando por mi estado actual. Se me hacía agradable el hecho de que hubieran personas que a día de hoy aún pueden preocuparse por alguien que va sin rumbo por ahí… aunque yo tenía mi rumbo, lo que no tenía era un buen sentido de la percepción de profundidad.

Estoy bien… estoy bien… egh… lo que pasa es que soy miope y me deje los lentes de contacto en casa… -trate de levantarme, aun frotándome la cara para intentar hacer que se pasara el dolor- egh… y sobre mi apariencia… solo diré que recientemente perdí un cuarto de mi sangre… no estoy en mi mejor condición, desgraciadamente
El contacto en tu hogar, y los reales no tardan en empañar –Oh dios… ¿Qué he hecho para merecer esto…?- Paradox, cuídate de estos 2, porque tienen que ver con digimon
(No creo que haya nada peor que tu respecto a los digimons, Fukushu…) oigan, si no les importa, ¿podrían ayudarme a llegar al hospital…? Tengo que retirar unos resultados hoy y después marcharme rápido a otro sitio… -Al terminar de frotar mi rostro, observe a los 2 que se habían acercado… o al menos sus figuras borrosas… claramente hoy tengo la vista bastante mal- he… por cierto, mi nombre es Ryu… gracias por mostrar cierto interés en mi condición…

Un hospital que está a una calle o dos de este mismo parque… realmente no recuerdo como se llama, tengo demasiadas cosas en la cabeza como para recordarlo, pero sé que está cerca porque es al que me llaman para realizar mis exámenes de sangre –Respondí a la pregunta de quién parecía ser una chica, quien me respondió inmediatamente si no prefería ir a una farmacia a por lentes temporales. Lo cierto es que era verdad, pero no tenía tiempo- ya iré yo con ayuda cuando recoja mis exámenes… realmente eso tiene más importancia que mi poca visión

En ese instante, escuche una especie de voz haciendo una pregunta. Me quede pensando un poco pero tampoco demasiado, no iba a darle demasiadas vueltas al asunto. De cualquier forma, la chica se presentó rápidamente como Runari, y después de ella, la voz de un chico resonó para presentarse como Menta. Realmente era un nombre algo extraño, quiero decir… ¿Menta? ¿En serio? Aunque bueno, el que tiene nombre japonés y apellidos en francés e inglés, sumado al punto en que habla lo justo el japonés por vivir aquí… quiera que no, yo soy mucho más raro, más su añadimos mi cabello. De cualquier forma, Runari dijo que me ayudaría a levantarme, algo bastante cortes de su parte, aunque el otro chico pregunto si lo necesitaba… realmente, un poco de ambas. No necesitaba de ninguna ayuda para ponerme de pie en lo que a capacidad se refiere, pero considerando que ahora no tengo una visión perfecta, necesito ayuda para movilizarme. Estire mi brazo hasta lo que asumí que sería la mano de uno de esos 2, ya que pude ver una figura extraña frente a mi rostro.

Me levante y sacudí un poco la ropa, frotándome los ojos para intentar divisarlos mejor, pero claro, no tuve mucho éxito que digamos. Lo peor de todo es que sabía que Fukushu haría de las suyas, aunque bueno, no creo que haga nada relativamente peligroso… al menos no de nuevo.

Muchas gracias, de verdad son bastante amables… o al menos así se escuchan… en fin, ¿vamos? No quisiera quitarles demasiado tiempo a ninguno de ustedes 2 –Si bien creí escuchar una voz, seguramente sería mi imaginación… en todo caso, lo mejor sería ignorarla hasta ser capaz de ver claramente lo que tengo frente al rostro- por cierto… yo tengo la excusa de que voy al hospital desde temprano y luego tengo a otro sitio al que ir… pero, ¿y ustedes?