Brisa marina [Libre]

 -¡Hey! ¡Chibimon deja de saltar!.- Decía el pelimarrón a su pequeño digimon acompañante, resulta que este se encontraba muy emocionado,ya que hace mucho tiempo el chico le había dicho que irían a la playa más cercana que encontraran en el Digimundo, Kyosuke había estado en el digimundo ya unas cuantas veces, sin embargo nunca había ido a la playa de ese extraño mundo para el chico. Chibimon por su parte tampoco había ido jamas a ese lugar, y por las muchas descripciones que le ha dicho el pelimarrón sobre aquel lugar, lo había bastante ilusionado, por lo que detenerle ahora era casi imposible. Sin embargo si fueran no tendría ningún inconveniente. Así que finalmente utilizo su digivice [D-3] para abrir el portal al digimundo. Como siempre apareció en un bosque, este estaba aun más pacifico de lo normal, lo cual no era muy bueno, y ponía algo nervioso al pelimarrón y al pequeño digimon celeste que se encontraba junto a el. -¿Queda mucho, queda mucho?. ¡rápido, vayamos rápido!.- Decía como si fuera un pequeño niño que quiere algo, y lamentablemente finalmente lo consigue. -Tranquilo, ya queda poco, supongo, ahora deja de comportarte como si fueras un niño.- Luego de decir eso el pelimarrón suspiró y siguió su camino junto al pequeño digimon de color celeste, luego de un buen rato caminando se veía como el pequeño digimon estaba ya bastante cansado, se veía en su cara que ya estaba muy cansado, sin embargo no dejaba de caminar junto al pelimarrón. El ya mencionado esperaba encontrar rápidamente una playa o una costa, sin encontrarse algún digimon hostil en el camino obviamente. Además iba pensando en las evoluciones futuras que podría tener el pequeño ser de color celeste apodado Chibimon según el digivice. Esto lo emocionaba bastante ¿seria un monstruo gigante? o quizás un ser pequeño pero de velocidad monstruosa, pero lo que más lo tenia confundido ¿Cuantos tipos de Digimon habrán, existirá más gente como el con un digimon? Todo era un camino borroso que cada vez se hacia más y más claro. 

Finalmente, después de caminar kilómetros y kilómetros, llegaron a una gran costa, tan extensa que no se veía el fin a ninguno de los lados, posiblemente podría guardar este punto como referencia algún día para no perderse; mientras este observaba a su alrededor buscando un buen lugar para colocarse, Chibimon desapareció en un abrir y cerrar de ojos, sin embargo fue fácil encontrarlo, por lo que se lanzo al agua inmediatamente. Era algo peligroso que estuviera solo,ya que al ser tan pequeño la fuerza y velocidad del mar podría atraparlo y llevárselo fácilmente, sin embargo Chibimon es ingenioso e inteligente, así que podría ingeniárselas solo para salir rápidamente. Finalmente el pelimarrón sonreía viendo al pequeño punto celeste que apenas poda distinguirse en el mar. -¡Procura no alejarte demasiado Chibimon!.- Gritó el pelimarrón, sin embargo luego de eso se dio cuenta de que habia otra presencia cerca, por lo que rápidamente observó aquel sujeto, sin perder de vista a Chibimon que aun no se daba cuenta.