Gritos y enojos, furia y peleas, un dia cualquiera para 2 enojones amistosos [Priv: Louise]

Me quede pensando en cientos de cosas a medida que caminaba, ¿Cómo sería si hubiera tenido una infancia normal?, ¿Labramon sería mi compañero?, ¿sería digno de haber llegado al digimundo?, ¿sería feliz como ahora?... no lo sé… cada pregunta es un enigma, cada duda es la puerta a un mundo que podría simbolizar un sueño o una pesadilla para mi actual “yo”. Por un lado, creo que de haber tenido una infancia normal sería más… sociable por así decirlo, quiero decir, si hubiera nacido con mi inteligencia y criado de una forma normal, no tendría muchos amigos porque seguramente se sentirían inferiores ante alguien tan “inteligente”; pero por el otro, creo que seguiría siendo tan solitario por sentirme diferente… siempre me sentí diferente… siempre sentí que nunca encaje y el libro que eh memorizado me hace pensar que tengo razón en que soy diferente… no en el sentido de diferencia de apariencias… no, en el sentido de diferente de… persona… no soy una persona en si… tsk… no lo sé… esa duda me carcome por dentro, “¿soy una persona o no?”. Luego de un momento mis pensamientos fueron destrozados por escuchar la voz de Louise, aunque no digo esto en un modo ofensivo como si ella hubiese arruinado mis pensamientos, al contrario, solo me dio más en que pensar por así decirlo… pero fuera como fuera, ella me saco de mi mente con una simple frase, que, no importa como lo vea, tiene razón al decirla… “me sorprendería si hubieses dicho lo contrario, no pareces del tipo lleno de amigos”… je, cuánta razón tiene… no estoy lleno de amigo… más bien solo tengo aliados a quienes suelo llamar amigos para no sentirme diferente y sentirme más como persona… je… quizás realmente no soy una persona. Luego de unos instantes, Louise quiso intentar disculparse, ¿Por qué “quiso intentar”?, simplemente porque no creo que pudiera lograrlo… ella es una persona de orgullo, no creo que consiga disculparse aun si no tenía la intención de dañarme, cosa que no logro, solo me hiso ver una verdad que generalmente tardo en ver.

No te preocupes, tienes toda la razón, no soy de amigos… de hecho, si no fuera por Labramon… podría decirse que sería un “asesino” desolado en estos instantes… je… no me llevo con los “supuestos humanos”, quienes para mí son simples plagas que arrasare algún día –con una mano cubrí la cicatriz de mi ojo mientras por mi mente pasaban cientos y cientos de imágenes de “humanos” destruyendo el mundo poco a poco- igualmente… me alegra haber conocido a Labramon, de no ser por el no me habría dado cuenta de que tengo un lado “humanitario”… ciertamente no creí que lo tendría

Tras decir eso, Louise prosiguió con sus palabras, ciertamente cuando esta así de… de calmada es más agradable para mi, incluso puedo casi asegurar que me hace feliz tenerla cerca, pero no lo sé… mi mente sigue confundiéndose conforme estoy con esta chica. Primero me enojo, después me compadezco, luego intento ser amable, me enojo de nuevo y soy “tierno” por así decirlo… ¿Qué me ocurre?... quizás Labramon me ablando de algún modo… o quizás yo mismo me ablande al conocer a Louise… tsk… son tantas las posibilidades que no puedo pensar claramente. Fuera como fuera, Louise dijo que tampoco estaba acompañada, y que nadie la quería cerca… bueno, eso me sorprende, pocos son capaces de aceptar una personalidad como la suya, y no se si incluirme entre esos pocos que la aceptan porque bueno… sigo debatiéndome internamente si aceptarla tal cual es o irme al infierno para no tener que escucharla nunca más… tsk… en serio, odio este debate que ni siquiera puedo comprender. Fuera como fuera… me acerque un poco a Louise y le acaricie levemente la cabeza sin despeinarla, no quiero que haga un alboroto solo porque “despeine su cabellera”… je, seguramente algo así diría, podría apostar mi mano y ganar si hablo con seguridad.

Suerte que yo no soy cualquier gente… soy un “demonio” por así decirlo… yo te quiero cerca, pese a nuestras discusiones que, francamente no entiendo como no me exploto una vena… me agradas, pocos pueden hablarme como tú lo haces, así como pocos me hacen enojar tan poco en un día –aleje mi mano de su cabeza y la guarde en mi bolsillo mientras cerraba los ojos siguiendo el camino intentando o más bien, esperando a no tropezarme con nada, aunque ciertamente, me da igual si tropiezo o no, no es como si me interesara tanto lo que Louise piense de mí, no me suele importar el pensamiento de los demás, luego escuche que ella tampoco quería gente cerca- je… cierto, todos tenemos diferentes facetas, y cuando digo todos, lo digo en serio, también tengo mis facetas aunque… primero tendría que descubrirlas

Luego de un momento de silencio, nuevamente Louise retomo la palabra, y pero esta vez fue un tema menos personal si tengo que catalogarlo de algún modo. Su pregunta o comentario, en lugar de ser sobre mi o mi vida, fue más referente a la fuerza de Anubismon y que seguramente habríamos entrenado mucho… bueno, si me pongo a pensar no recuerdo cómo fue que comenzamos a entrenar, tampoco recuerdo cual fue nuestro primer entrenamiento, pero sí recuerdo la razón y esa razón sigue persistiendo en nosotros… el deseo de una vida tranquila.

Pues si… entrenamos desde pequeños… técnicamente desde que tengo 8 años… y actualmente tengo 17… 9 años de entrenamiento duro para conseguir la fuerza que tenemos ahora… je… supongo que lo valió plenamente –por primera vez en todo el día, sonreí de forma leve mientras relajaba mis brazos, después escuche la pregunta de Louise sobre si conocía el lugar, je… ¿tengo cara de saber a dónde voy?- realmente no lo sé… solo camino por caminar y para ver… si hablamos de conocer el lugar, Anubismon es el experto, no yo… -vi como Louise se me acercaba hasta estar a mi lado… bueno, supongo que lo aceptare- … ¿y tu como vivirías con Moonmon?... me refiero… de regresar al mundo humano, ¿Cómo vivirían?

A la perspectiva de Louise...

¿Entrenar desde los 8 años? ¡Wow! Si ahora tiene 17 años, debería procurar entrenar con Moonmon. Yo tengo 15 años, estoy muy, muy atrasada entonces. No puedo imaginar toda mi vida entrenando. Averiguar si Moonmon es una especie de diosa sería interesante, pero el precio es bastante alto. ¿9 años de entrenamiento? Bien dicen que la curiosidad mató al gato... Pero el gato murió sabiendo. Ya veré que hacer cuando llegue el momento. Aún recuerdo la expresión de Moonmon al ver evolucionar a Anubismon, estaba llena de ilusión. Me gustaría poder ayudar a que fuera igual de fuerte, si es que eso la hace verse feliz. Es cierto que las formas de Labramon a Anubismon eran muy diferentes. No puedo ni siquiera imaginar como se vería Moonmon en otra forma más grande o fuerte. Me tomé la nuca y acaricié un poco mi cabellera. Cuando quise darme cuenta, mi cara estaba enrojecida. ¿Qué había dicho Scott? Eso... No sé describirlo, me hizo sentir feliz. Aunque sea sólo una persona... No ha tratado de huir de mi a pesar de que lo hago enojar... Tal vez sea su deber, pero me hace sentir feliz. Era muy raro que una persona se quedara cerca mío después de hacer un berrinche como el que hice con el vendaje, claro, a menos que haya sido mi personal de criadas y camareros. Aunque... Scott no se sentía como un camarero o algo parecido. ¿Es esto un amigo? ¿No lo es? ¿Es diferente? Ah... ¡Demonios! Me hace sentir confusión.

Caminar por caminar... Nunca lo había pensado así. Para mi todo tenía un propósito. Desde ir a la biblioteca de mi padre a leer hasta salir a montar en Josephine. Todo debería tener un motivo, todo tenía un intinerario, todo estaba en una lista. Salí de mi rutina hasta que escapé de casa, y aun así, tenía todo lo que debía hacer en una lista y en un orden jerárquico. Supongo es la costumbre... Hoy fue una gran excepción, no tenía planeado nada de esto. Es... Relajante. Miré a Scott de reojo mientras lo escuchaba. ¿Era eso una sonrisa? Se le veía... diferente, como más relajado. Eso me parecía lindo... ¡N-No de esa manera! Hablo de agradable, ese tipo de lindo. Comienzo a pensar que lo que digo se puede malinterpretar fácilmente... ¡Eso no suele pasarme! ¡Cielos! -Realmente pareciese que conoces mucho por aquí... -Murmuré tratando de no parecer torpe. Equivocarme no es lindo, mucho menos cuando estoy casi segura de algo. Llevé mis manos a mi espalda y me tomé de los antebrazos. Aún podía sentir tierra en las mangas de mi blusa a botones. Escuchar la pregunta de Scott me hizo meditar un momento... -Entonces... Hay manera tanto de entrar como de salir de este mundo... -Hablé para mi misma y suspiré. ¿Cómo sería todo si regresase? Nada sería igual... -No quiero siquiera imaginarlo... -Apreté mis manos, haciendo arrugar los antebrazos de la blusa. -Si viviera ahora en el mundo humano, si regresara ahora, probablemente estaría muerta. -Volví a soplar a mi flequillo, haciéndolo volar un momento. -¡Tch! Es un mundo de escoria, preferiría no tener que volver a ir ahí... -Miré al cielo, en la dirección en que Anubismon y Moonmon se habían ido. -Tampoco me gustaría que Moonmon conociera un lugar tan repugnante, arruinaría su inocencia. -Me quejé sin despegar la vista del cielo. Mi cara estaba despejada al mirar al cielo de esa forma, aún sentía un tenue color rosa en mis mejillas y mi cabello rebotaba mientras caminaba. Volví a bajar la mirada y me encogí de hombros. -Hay veces en que quiero pensar que es mejor dormir en un callejón que en una cama blanda. Una chica tiene que hacer lo que una chica tiene que hacer, mucho más cuando se trata de sobrevivir. -Volví a alzar mi mirada. Realmente no era cualquier gente, no me daba miedo abrirme con él. Era muy extraño. Volví a acomodarme un mechón rosado de cabello tras mi oreja mientras mi cara se sentía más caliente. ¿En qué rayos estaba pensando?

No sé porque pero sentí algo golpear mi pecho… no puedo describir algo así ya que es la primera vez que lo siento, y no es una apuñalada… de esas solo recibí una en el hombro… bueno, no interesa eso… solo sé que… cuando escuche lo que Louise tuvo que decir… me sentí identificado por así decirlo… fue… raro. Si hubiera escapado sin cobrar ninguna vida en mi familia, seguramente ahora no me atrevería a realizar trabajos en el mundo humano por “temor” a que me encuentren, me reconozcan y me maten… pero el caso es que no podría regresar así como Louise no puede… o eso pude entender… tsk… realmente esta chica me confunde… y en cuanto descubra el porqué, lo primero que hare será entrenarme mentalmente para evitar sentirme así… no quiero… no quiero confundirme tanto en mitad de un trabajo si da la casualidad de encontrármela de nuevo… aunque lo dudo… no creo tener tanta suerte en mi vida. Luego de un momento deje de caminar y observe el cielo comenzando a respirar profundamente, ciertamente este día ah sido muy relajante… nada podría hacerme enojar en este instante.

Entiendo el sentimiento Louise… pero no culpes al mundo por su corrupción… culpa a los habitantes… ellos son las plagas que corrompen y destruyen el mundo –suspire vagamente mientras mi sonrisa se borraba de mi rostro al escuchar una risa muy, muy familiar y desagradable- tsk… ¿ya paso el tiempo que debía pasar?... tsk… con lo mucho que odio a ese viejo desgraciado…
¡Oh! ¡Chico mercenario! Qué bueno que te veo, comenzaba a preocuparme de que estuvieras haciendo de vago por ahí –tsk… con solo decir eso le di un puñetazo a la cabeza- ¡Ah! ¡Esto es abuso contra los ancianos y…! oooh… ya veo, ya veo –el viejo se me acerco y me dio unas palmadas con su bastón- quieres parecer rudo ante la niña que te acompaña, entiendo, yo también fui joven e hice mucho para ser el héroe de varios digimons –creo que Jijimon despertó a la bestia, y no hablo de Louise-
Tsk… ¡Cállate viejo! ¡Y deja de decirme vago! ¡Vago aquí eres tu Jijimon! ¡Yo solo tuve que poner esa dichosa cerca alrededor de todo este lugar! Aunque… cuando te fuiste el día fue mejorando poco a poco en todo sentido –tosí levemente intentando que eso no se escuchara del todo bien- como sea… encontramos a la Moonmon… ahora está con mi compañero
Sí, eso lo sé perfectamente, vi al Anubismon dios de la muerte con la Moonmon sobrevolando el bosque mientras se reían… no sabía que un dios tendría esos gustos –al escuchar eso le di otro puñetazo en la cabeza, nadie habla así de mi compañero sin un golpe merecido- ¡Ah! ¡Basta! ¡Que eso me duele!
Entonces cállate de una vez… te estás ganando mas puñetazos de los que tenia planeados –me crují los nudillos levemente-

A la perspectiva de Louise...

Asentí al escuchar las palabras de Scott. Estaba totalmente de acuerdo con ello... No debería generalizar en ese aspecto. No es culpa del planeta que su población se haya tornado en un montón de basura. Me dispuse a hablar, pero me callé al notar que Scott había dejado de caminar. No dijo nada, sólo alzaba la mirada al cielo. Eso sí lo pude comprender. El aire de este lugar era muy fresco y natural. Era una situación muy relajante. No había pasado mucho tiempo en este mundo, pero el par de horas que llevo por aquí me han dado una buena impresión. Quizás Scott no era el humano más normal de todos, pero fue el primero que conocí aquí. Además, fue el primero que no se ha alejado después de recibir un par de gritos míos. Me siento agradecida con él, al igual que con su compañero, el haberme llevado junto a Moonmon. Son muy amables ambos. Me llevo una muy buena impresión de ellos... Aunque... Bueno, no me gustaría que esta fuera la única vez que los vea. Seguramente después de esto, aunque yo me quedase aquí, ellos se irían. Tengo entendido que sólo estaban por aquí por un trabajo. Me ponía muy nerviosa la idea de tener que moverme sola con una bebé como una vaga. ¿Cómo habrán reunido Scott y Labramon el valor para luchar solos durante tanto tiempo? Sentía que debía decir algo sobre ello, estuve a punto de hacerlo, pero una risa ronca y extraña se llevó la palabra. Era una risa parecida a la de un anciano. Giré mi cabeza y vi a un... ¿Anciano? Bueno, parecía más bien un vago con un bastón extraño. Era bajito y estaba lleno de cabello por todos lados, y, cuando digo todos lados, es todos lados. Ni siquiera se le veía la cara. Dudé un segundo si se trataba de un humano también, pero su apariencia era tan extraña que a final de cuentas concluí en que se trataba de un digimon. ¿Qué más podría ser? Eso no me sorprendería en lo absoluto, pero preferí ahorrarme la pregunta.

Scott parecía irritarse más por el anciano que por mi. Quizás fue la gota que derramó el vaso, o quizás no le agradaba del todo. Bueno, me sorprendí al ver a Scott golpear al anciano. -¿Q-Qué rayos estás haciendo? ¡E-es un anciano! -Traté de defender al anciano, pero no parecía... Ah... Dolido. Incluso parecía como un juego para él. Escuché el crujir de los nudillos de Scott. Oh cielos... Si no intervenía o decía algo seguramente ahora sí golpearía duro al tipo.
-Ah... Hola -Interrumpí llevándome la mano detrás de mi oreja. -Mi nombre es Louise, Louise Françoise LeBlanc De la Vallière... Esto... Usted es el encargado aquí ¿Verdad? -Examiné disimuladamente de nuevo al anciano. No debe ser muy cuerdo para dejar a un mercenario al cuidado de un montón de bebés. Bueno, por lo menos yo no lo haría, yo no dejaría a mis hijos ni siquiera a un bebé ajeno al cuidado de alguien que fácilmente podría estrangularlos si quiere... Reí nerviosa y ofrecí mi mano para estrecharla con él. -Quisiera hablar con usted sobre Moonmon... -Miré a Scott un momento y regresé mi mirada al anciano. -Tengo una corazonada muy fuerte sobre ella... Creo... Creo que es mi compañera... Ah... Digimon. -Le mostré mi digivice al anciano, esperando que me entendiera. -Estoy casi segura de ello... Y, em, creo que no soy la única que está de acuerdo con ello... -Miré a Scott de nuevo, esta vez de reojo. Creo que lo estoy mirando mucho... Tch, seguramente es su apariencia, no estoy acostumbrada a ver a gente vestida de esa manera. O quizás puede ser esa cicatriz, marca, lo que sea que tiene en la cara. Simplemente llama la atención. Centré mi vista en el anciano de nuevo, pero no podía recordar lo siguiente que iba a decir, porque el mismo grupo de bebés que estaban jugando alegremente ahora estaba discutiendo a gritos. Me froté la cabeza. ¿Cómo es que el lugar no se había caído a pedazos ya?

Me quede observando como Louise hablaba con el viejo de Jijimon, tsk… realmente no se por qué ella se molesta en hablarle, todo se lo toma a broma, dios… realmente espero que ese viejo inútil no la haga enojar, que ya logre calmarla por asi decirlo. Fuera como fuera, cuando Louise le enseño su digivice a Jijimon, este simplemente la ignoro y vino a darme un golpe en la cabeza con su bastón, suerte que se lo devolví con un puñetazo.

¡¿Ah que vino eso?! ¡Ella fue quien hablo! –Realmente odio a este anciano- ¡Explícate ahora antes de que venga el verdadero demonio y te aplaste!
Chico, no entendí ni una palabra del nombre de esta niñita, pero si entendí algo sobre compañeros… ¡Tú eres un Tamer por el amor a Yggdrassil! ¡Ella no debería dudar de si Moonmon es su compañera o no! ¡Por dios! ¡¿Cómo es que tú eres un Tamer?! –eso fue la gota que derramo el vaso, apenas pude le di un puñetazo a la cara- ¡Ah! ¡Basta! Que me duele
Usted cállese, que un digimon nivel Mega no siente los puñetazos de un humano –me frote el puño mientras me daba vuelta- yo le dije que Moonmon es su compañera, incluso Anubismon lo dijo… ella era quien quería asegurarlo
Pfs… usted señor es el peor entrenador que eh visto –realmente, ¿Qué hago para matarlo?- como sea, niñita cuyo nombre es impronunciable, Moonmon es tu compañera, puedo sentirlo en mi barba, y tu digivice ya está ligado a Moonmon, muchísimo antes de que la conocieras, cuando tengas que irte, Moonmon te acompañara, cuando tengas que pelear, Moonmon te apoyara –se rio levemente- cuando tengas que vivir con este chico, Moonmon te dejara sola para que hagas tus cosas
Cállese –le di un golpe con una pala dejándolo en un K.O en el suelo- tsk… este viejo es más molesto que mis padres… y ellos eran monstruos

Después de darle el golpe con la pala, vi a Anubismon a la distancia, parecía que el paseo había terminado, je… bueno, al menos ahora puedo pedirle que el golpee a Jijimon cuando este se pase del límite. Luego de un momento, Anubismon aterrizo frente a mí con Moonmon en su mano y observo a Jijimon noqueado en el suelo… je, debe estar confundido.

Preguntaría que ocurrió pero… asumo que Jijimon se paso del límite otra vez, ¿verdad Scott? –Anubismon me observo y yo solo asentí- ya veo… bueno, al menos usaste una pala y no un martillo como la ultima vez

A la perspectiva de Louise...

El viejo hombre... (¿O Digimon?) era realmente molesto. He pasado muchas molestias en mi día, he soportado muchas molestias en mi vida incluso, pero ese viejo hombre era insoportable. Aun así, no podía evitar reír cuando peleaba con Scott. ¿Por qué me hacía gracia? No tengo la menor idea, a mi también me molestaba... No pude contener mis carcajadas. Unas carcajadas agraciadas, una risa de señorita. Llevé mis manos a mi estómago para contenerme un poco. Hubiera funcionado por sí sólo, sin embargo ahora el anciano me dirigió la palabra. ¿Nombre impronunciable? ¿Enserio? ¿Qué tan difícil puede ser mi nombre? ¡Es un nombre francés! Un tic en mis ojos se hizo presente. Respiré profundamente y me tranquilicé, era un anciano, no podía ser una malcriada con él. Mi cara se enrojeció completamente al escuchar su último comentario. ¿A qué demonios se refería con eso? Alcé mi puño. Estaba a punto de explotar, levanté mi puño ardiendo y me dispuse a abofetear al viejo insolente, pero Scott fue más rápido y lo golpeó con una pala.

-Creo que eso fue demasiado... -Murmuré algo desconcertada. No había notado que aún había un tono rosado en mis mejillas. Casi de inmediato, Anubismon y Moonmon llegaron de su paseo. Sonreí amablemente, me alegraba verlos, aún más cuando confirmamos que efectivamente, Moonmon y yo, somos compañeras. -¿Cómo les fue? ¿Se divirtieron? -Mi tono de voz era suave y dulce, supongo estaba ahora de buen humor. No sabía como decirle a la pequeña la buena noticia... Más aún me preocupaba no poder cuidar de ella. A duras penas he podido cuidar de mi persona al escapar, me he metido en muchos problemas sola. Debería comenzar a tomar medidas con mi temperamento si llevaré conmigo a una bebé como Moonmon.

A la perspectiva de Moonmon...

¡El paseo con Anubismon fue tan divertido! Descubrí que me encanta volar, quisiera hacerlo por mí misma algún día. Sonreí a Louise alegre -¡Si! Anubismon puede volar muy alto y muy rápido, ¿No es genial? Yo también quiero hacerlo. ¿Cuándo pueda hacerlo Louise volaría conmigo? -Pregunté con ilusión. La expresión de Louise no parecía del todo feliz, su sonrisa era algo forzada y su ceño estaba preocupado, pero asintió con una risa temblorosa. Miré la escena, estaba confundida, Jijimon estaba tendido en el suelo, noqueado. ¿Realmente Jijimon pudo ser noqueado así? ¿Qué había ocurrido? ¡Pobre Jijimon! Aunque... Me pregunto si sólo hubiese estado fingiendo, no creo que haya sido vencido tan fácilmente... ¿O acaso pasó por aquí un digimon Mega y le dio una paliza? ¡Cielos! Louise y Scott se encontraban perfectamente bien, aunque la niña tenía un tono rosado en sus mejillas, parecían bien.

Louise miró a su digivice de nuevo y entonces me percaté de que debía preguntar a Jijimon si podía ir con Louise. Me dispuse a preguntar a los chicos presentes si habían preguntado ya a Jijimon aquél asunto, pero Louise tomó primero la palabra.
-Moonmon, verás... Hablamos con... -Dirigió su mirada al suelo, al anciano con una expresión algo asqueada, se veía graciosa. -Con Jijimon, sobre ti. -La voz le temblaba mucho y comenzaba a acelerarme. Comenzaba a ponerme nerviosa ¿Y si les dijo que no? -Dijo que estamos unidas por el digivice, que somos compañeras -Continuó con una sonrisa. Salté de alegría. ¡Era lo mejor que había escuchado en el día! No puedo describir la felicidad que sentía en ese momento. Louise me tomó en brazos y me abrazó. Fue como si pudiera leerme la mente. Sonreí agradecida a Scott y a Anubismon.

Me alegre mucho, demasiado realmente, al saber que Moonmon si era la compañera de Louise, en efecto tenía razón cuando sentí que ellas eran compañeras, je… aunque no sé por qué dudaban tanto, después de todo, los compañeros se llevan como ellas, en otras palabras, se llevan excelentemente. Era notoria la alegría de Moonmon, creo que yo también actué así cuando me volví el compañero de Scott aunque… él en ese momento también se veía feliz y menos nervioso… lo que no recuerdo es exactamente que dijo cuando lo supimos… bueno, debieron ser palabras de alegría, digo, ¿Qué otra cosa podría ser?, je.

Felicidades, Moonmon, Louise, me alegra poder presenciar este lazo de unión entre Tamer y digimon… les deseo la mejor de las suertes en su viaje, y también les deseo la mayor felicidad siendo compañeras –me reí levemente y volví a mi forma de Labramon, supongo que no debo gastar energía en vano- oye Scott, ¿no tienes algo para decir?
Pues si… me alegra que Moonmon quede a un cuidado mejor que el que le brindo Jijimon –Scott observo a Jijimon aun noqueado en el suelo- realmente creo que le darás mas cuidado a Moonmon que este viejo, Louise… bueno, supongo que deberíamos irnos Labramon, ya terminamos el trabajo, Jijimon ya volvió y ya lo golpee… será mejor volver a la base y ver que otro trabajo encontramos
Ah… ¿no podemos quedarnos?, quisiera seguir jugando con Moonmon, además podrías ayudarle a Louise a entender mejor esto de ser una Tamer, después de todo, es una novata y tienes que ayudarla, ¿no era que querías ser mejor persona?, aun recuerdo lo que dijiste hace años –je, puedo ser olvidadizo pero esa promesa jamás la olvidare, eso es un hecho- vamos, no te hagas el olvidadizo, recuerdo lo que dijiste
A veces me pregunto si te olvidas de las cosas a propósito Labramon… tsk –jaja, a veces si lo hago a propósito, pero generalmente soy así- Louise, ¿quieres algún consejo o ayuda para entender esto de ser una Tamer?, puede ser algo complicado pero yo tengo bastantes años de experiencia, podría ayudarte bastante si me lo permites

A la perspectiva de Louise...

¿Preguntas? ¡Uff! Podría hacer demasiadas. ¿Cómo sabré que Moonmon debe evolucionar? ¿En qué momento lo hará? ¿El cambio de forma será diferente al de Anubismon porque mi digivice es diferente? ¿Qué clase de peligros hay allá afuera? ¿Podremos contra ellos? ¿Qué debemos hacer en caso de que una bestia nos ataque? Hay tantas dudas, tantas posibilidades. ¿Eso lo debería descubrir por mí misma? ¡Pfff! Condenada conciencia... No podía desperdiciar una oportunidad así, tenía a un veterano de este mundo ofreciéndome ayuda. Una oportunidad de oro, sin duda. Pero... había preguntas tan tontas que se me ocurrían, elegí al azar una pregunta y logré pronunciar -¿Qué es este mundo? -Moonmon me miró confundida. ¿Una pregunta extraña? Quizás fui muy cortante al preguntar. En fin, escuché atenta a la explicación. Moonmon asentía, pero parecía que ella ya sabía todo de lo que nos estaban hablando. ¿Qué no era una recién nacida? Era extraño... ¡Todo aquí lo es! ¿O acaso yo soy la extraña? Lo dudo mucho. Me acomodé el flequillo al escuchar terminar la respuesta. Suspiré, no tenía idea de qué debería hacer ahora. Aún tenía muchas preguntas, pero no iba a hacerlas todas. Yo puedo descubrir las respuestas sola. Sin embargo, no podré avanzar a lo tonto, Moonmon sigue siendo una bebé, un paso en falso y podría pasar algo muy desagradable. Bajé mi mirada para pensar un momento. La levanté y miré al lado contrario orgullosamente, tratando de parecer como si fuera forzada a hacer preguntas. -¿Qué debemos hacer primero? -Muy bien, esa sí fue una pregunta extremadamente tonta, pero necesitaba hacerla. No podía ir a paso desbalagado. Tener por lo menos una referencia de qué hacer debería servirnos. -¿Deberíamos quedarnos aquí? ¿Deberíamos irnos? ¿Cual es el siguiente paso? -Solté un aire a mi flequillo, haciéndolo volar. Sentía como si el momento de despedirse se acercara más y más, de algún modo u otro, no quería eso. Quizás por eso de repente me comporté tan agresiva... Bueno, ni siquiera yo me comprendo a mí misma.

OFF:

Parece que Louise no se tomo muy bien el que le dijera si tenía preguntas, pues claramente las tendría pero bueno, supongo que con su orgullo le costaría decirme que si las tenia y algo mas… fuera como fuera, todo novato o novata tiene sus preguntas, y lo mejor es responderlas antes de que algo malo le ocurra, ciertamente no tengo ganas de que ella vaya por allí haciendo tonterías, entre ellas, el hacerse la refinada, realmente, muchos digimons la matarían solo por verla actuar así, no solo porque seguramente se irritarían, si no porque también demostraría “debilidad” y eso es algo que nadie duda en aprovechar, incluso yo. Me quede esperando a que Louise se dignara a hablar o gritarme o lo que fuera que pensara hacer, y cuando llego el momento de abrir la boca, me pregunto que era este mundo, bueno, esa es la pregunta más básica de todas pero también una de las más importantes… el problema es que no se responder con exactitud.

Mira Louise, este mundo, es el mundo digital, o digimundo para sus habitantes… en este mundo casi todo es posible, las criaturas fantásticas como unicornios, ángeles, dinosaurios, dioses y todo eso… es posible, después de todo, viste a un perro hablar y volverse el dios de la muerte egipcio –dije vagamente refiriéndome a Labramon- también debes aprender que en este mundo, el tiempo pasa exactamente igual que en el mundo humano, lo que significa que ambos mundos están “conectados” por así decirlo, por eso uno puede viajar de uno al otro sin problemas
También debes saber que los digimons que lo habitamos, no morimos –Labramon las observo moviendo la cola- veras, cuando a un digimon le llega la hora o es atacado por otro, el cuerpo del digimon se vuelve “polvo”, ese polvo son los datos de ese digimon, ahora, ese polvo se une formando huevos, a los cuales llamamos “Digitamas”, y de esos Digitamas nacen los digimons
También ten esto en cuenta, niña de nombre impronunciable –me voltee para ver a Jijimon con unos cuantos chicones en la cabeza- los datos que forman el digitama no lo hacen al instante, esos datos quedan expuestos unos momentos, y los digimons pueden absorber dichos datos para hacerse más fuertes… asique debes tener cuidado

Después de eso, escuche la segunda pregunta de Louise, y francamente, era la pregunta más tonta de todas, pero bueno, supongo que ella no sabía qué hacer realmente asique se la dejare pasar esta vez… por ahora debo pensar en cómo explicarle que debe buscar un lugar para vivir y poder entrenar… después de todo, si Moonmon no evoluciona, ella y Louise serán comida de digimon seguramente. Fuera como fuera, debía responderle, ya acepte ser su “maestro” por alguna forma de decirlo… dios… a veces no entiendo porque me preocupo tanto.

Mira, si yo fuera tu me quedaría en este lugar, es el más seguro de todo el digimundo pero… si quieres que Moonmon evolucione pronto, tendrás que irte a alguna otra parte donde puedas mejorar tus habilidades… igualmente, depende de que quieras… si vivir aquí con este viejo, o ver el mundo y expandir tus conocimientos –realmente espero que elija expandirse… no quiero pensar en que trabajos podría darle este viejo a Louise con tal de que ella pueda quedarse-