Primer Espiritu Luminoso: el Guerrero del Bosque [Priv: Louise]

Magnamon… ojala estuvieras aquí para decirme que hacer… yo… simplemente no entiendo nada… primero despierto en una habitación de un “hospital” donde me dicen que no hable ni haga nada ya que mi corazón usa una energía muy rara que podría descontrolarse y causarme daños internos… después me drogan, electrifican y medican de tal modo en que pierdo la tonalidad azul que solían tener mis ojos… luego me dicen que como no tengo memoria renací y cambiaron mi nombre sin decirme mi antiguo nombre… y finalmente, cuando conozco a una extraña criatura, me dice ser de otro mundo y al ver la extraña armadura que portaba, parte de mi memoria fue recuperada… todo para después encontrarme con este aparato extraño y para saber que no era más que una marioneta para esos científicos… realmente… ¿Qué ocurrió conmigo?... bueno… solo lo descubriré si cumplo la promesa a Magnamon… debo encontrar todos los espíritus luminosos para recuperar mi memoria pero… ¿por dónde comenzar?, este bosque parece gigantesco. Bueno, debo agradecer que sé que estoy en otro mundo y que, en este mundo, no seré perseguido por esos doctores, científicos y policías… pero aun no sé si alegrarme… este es el mundo de Magnamon, el mundo de los “digimons”, como dijo Magnamon que se llamaban los de su especie… ¿todos los digimons serán tan amables como él?... espero que si por qué… realmente no estoy seguro de que pueda hacer yo sin experiencia de esas criaturas… digo, me entrenaron para defenderme pero eso no significa que podría pelear contra algún dinosaurio gigante o algún mamífero de gran tamaño… dios… afortunadamente el lago donde caí estaba deshabitado pero aun así… ¿Qué se supone que haga?... no sé por dónde comenzar a buscar a los “espíritus luminosos”… pero tampoco puedo quedarme sentado esperando a que la respuesta me llegue por si sola… tengo que ser un hombre y salir a buscar las respuestas… solo así podre cumplir mi promesa y sobrevivir. Bueno… deberé caminar pero antes de dar un paso… simplemente me quede apreciando todo tipo de “digimons”… en verdad era sorprendente ver tales especies… muchas de ellas solo las vería en sueños pero… ahora las tengo frente a mi… aves gigantescas volando sin problemas, insectos del tamaño de niños o elefantes volando de árbol en árbol… incluso vi a una especie de mono con taparrabos y resortera columpiarse por las lianas del lugar… realmente este lugar impresionante pero… ¿a quién debo preguntarle por los espíritus luminosos? No creo que me lo vayan a decir a la primera pero… si no pregunto no iré a ningún lado. Apenas pude, me acerque a una especie de hongo con guantes, de color morado… sin duda, este mundo es muy extraño… bueno, sea como sea, al acercarme al hongo, este me observo confundido y después se alejo rápidamente diciéndome que no me acercara mas… realmente no comprendo a estos seres…

¡Aléjate humano! ¡No temo atacarte y destruirte si intentas algo! ¡No creas que por ser un Mushroomon seré débil! –el pequeño hongo me apunto con una especie de bomba con forma de hongo, claro que estaba algo asustado pero mi defecto facial le impidió darse cuenta- haaa… ¿p-por qué no ti-tiemblas asustado?... haaa…
(Cree que no tengo miedo… bien, debería de aprovechar eso supongo… parece una criatura fácil de engañar) simplemente no me das miedo… ahora… ¿Qué sabes de los espíritus luminosos?... ¿sabes que son o donde puedo encontrar uno? –se que fui directo pero no tengo más remedio que hacerlo de ese modo, solo así encontrare esos espíritus y recuperare mi memoria rápidamente- vamos… dímelo y no te hare nada malo…
Haaa… n-no sé a que t-te refieres por “espíritu luminoso”… pe-pero quizás te convenga buscar en el templo de los Strabimons… e-ellos saben e-ese tipo de cosas lumínicas y que se yo… s-solo ve allí –tan pronto como dijo eso, el Mushroomon se fue corriendo a toda velocidad-
Ni modo… a buscar ese “templo de Strabimon”…

Louise

¿Cuanto tiempo había pasado desde que salió del Dark Area? Un par de semanas quizás. Aún no se acostumbraba del todo a estar de regreso en el Digital World. Esos tres años en el infierno parecían ser un sueño. En realidad, todo alrededor parecía un sueño. El típico sueño que tenía todas las noches al dormir en ese mundo de pesadilla. Tomó la mano de Lune, quién caminaba a su lado, quería comprobar que no era un sueño. Hacía eso casi todos los días desde su regreso. Tenía miedo de que un día despertara de nuevo en el Dark Area y esperara de nuevo por un rescate. Aún le parecía ilógico y razonable a la vez el que el tiempo transcurriera distinto en todos los mundos. Lune no había envejecido más que 3 semanas, en cambio, ella tres años. Todo en ella había cambiado. Su percepción del mundo, incluso sus miedos. Se ajustó la diadema-comunicador que llevaba en la cabeza. Por alguna razón, ella tenía la necesidad de un momento en la naturaleza. Miró la portada del libro que llevaba con ella, Alice in Wonderland. Era más para ella que un simple libro, era su libro favorito. El libro que una vez perdió en un día cualquiera en la Ciudad Central. El mismo libro que su maestro recuperó y obsequió para ella. Su libro más preciado. Siendo honestos, la mujer de cabellos rosados, Louise, podía ir sola a leer a espaldas de un árbol, solía hacerlo todo el tiempo en el mundo digital, sin embargo se sentía todo el tiempo insegura. Ya no quería estar ni un sólo segundo sin su compañera. El simple hecho de pensar que perdió tanto tiempo a su mejor amiga la hacía estremecer rotundamente.

Inhaló el aire fresco. La fragancia natural de los árboles y plantas del lugar era un deleite para su olfato. Miró a la pequeña digimon con una sonrisa tranquila. Podía adivinar su pensamiento, ella también disfrutaba el aroma a naturaleza del bosque. Era algo comprensible, después de todo se la pasaban casi siempre en la Ciudad Central. "Definitivamente no es un lugar con este aroma" Pensó para sus adentros, haciendo referencia a dicha ciudad. A lo lejos divisó un digimon hongo que corría a toda velocidad en dirección a ellas. Parecía muy asustado ¿Qué podría asustar a un digimon el bosque? Frunció el ceño ante tal cuestionamiento. Alzó su mano libre y la movió de izquierda a derecha, llamando al digimon con ella.
-¡Oye! ¡Tú!
El digimon paró en seco, se alejó unos pasos de ellas, aterrado. Sacó una especie de hongo más pequeño. Louise ni se inmutó al verlo, sin embargo Lune retrocedió un par de pasos mientras ahogaba un grito. Esa no era una buena señal.

Lunamon

Al ver la bomba en manos de Mushroomon sabía que algo iría mal. Lune tenía miedo de hablar, pero debía hacer algo. Louise seguramente le gritaría a Mushroomon y terminarían ambas bañadas en veneno. Se ajustó la temblorosa voz y se acercó con cierta seguridad al digimon. Hablaron unos segundos, el hongo parecía más cómodo hablando con una de su especie que con Louise. Ladeó la cabeza el es checar hablar de un humano dirigirse al templo de Starbimon. Miró a la pelirosada con seriedad y asintió. Los espíritus luminosos que mencionó seguramente eran DigiSpirit y el chico era un tamer. Palmeó la cabeza del digimon tiernamente y éste sonrió en respuesta. Una vez que el digimon se retiró con más tranquilidad, se dirigió a su tamer y le tomó la mano, caminando en línea recta.
-¿Qué haces, Lune?
-Vamos a ayudar al tamer que busca los "espíritus luminosos"
Sintió un jalón y se volvió con preocupación a la contraria. Louise tenía una cara de decepción en su rostro.
-N-no pongas esa cara... Te ves muy bonita y madura cuando sonríes, podemos leer cuando terminemos. Ayudamos a los que lo necesitan, ¿Recuerdas?
Louise bufó una carcajada y siguió caminando orgullosamente.
-Era broma, andando
Lune rió con cierto nerviosismo. Louise había crecido mucho, pero nada en ella había cambiado por dentro.

Continúe mi camino hacia el “templo de Strabimon” que había indicado el pequeño hongo “Mushroomon”, bueno, más que indicar lo menciono, pero cierto impulso me decía que era por esta dirección, un impulso que me era difícil de describir… sentía que iba por el camino correcto pero no lo sabía del todo… ¿Qué significaría esta sensación?, ¿acaso esos espíritus luminosos son algo más que simples “espíritus” hechos para que recupere mi memoria? O… ¿son algo más que simples objetos o espíritus hechos para eso?... si es así… significa que Magnamon no me dio la clave para recuperar mi memoria… sino más bien me dio una pista para poder conseguir alcanzar más fuerza y así poder luchar… después de todo… cuando reúnes las piezas de tu alma, no solo te sientes completo, si no… también adquieres una fuerza que nadie más puede igualar… quizás Magnamon quería eso… eso significa que debo darme prisa. Realmente estoy confundido… lo único que recuerdo es la silueta de esa niña a quien nunca eh visto pero… sé que es importante para mi… también estoy confundido con este mundo… tengo que encontrar algo que nunca eh visto ni tengo la menor de las ideas de cómo es… ¿Cómo se supone lo hare todo yo solo?... realmente no lo sé… pero si se que… Magnamon no le habría pedido esto a cualquiera… me lo pidió a mi porque sabía que ambos éramos iguales… ambos éramos marionetas que habríamos muerto en ese maldito hospital, laboratorio o lo que fuese… tsk… no importa… tengo que dejar ese lugar atrás… tengo que seguir adelante, por Magnamon y por mi… ambos queríamos la libertad solo con conocernos… ahora Magnamon es un espíritu libre y yo… no alcanzare mi libertad hasta que no consiga la fuerza para luchar por ella… ahora lo único que soy es un ciego caminando por la autopista en medio de la noche… el menor movimiento en falso y seré derribado de tal modo en que no me dará tiempo de responder para moverme y sobrevivir… tendré que dejar atrás los míos… el miedo que me causa este mundo… el miedo que me causo ese hongo… ¡Dejare atrás todo eso para poder avanzar rápidamente! No dejare que mi problema facial me salve de nuevo… realmente no debo sentir miedo por más terrible que sea la situación… solo así podre llegar hasta el final de esta autopista.
Continúe caminando mientras me “maravillaba” con los diferentes tipos de insectos, aves, mamíferos y plantas de este lugar… ciertamente cuando dejas el miedo atrás, este lugar se vuelve un mundo casi infantil… pero eso no deja de hacerlo peligroso, ese hongo de antes pudo haberme hecho cualquier cosa y realmente no tengo ganas de saber que podría hacer una criatura más grande que el… realmente no quiero saberlo. A medida que caminaba, pude notar algo extraño en el cielo, parecía oscurecerse… era realmente extraño, quiero decir, hace tan solo 10 minutos estaba totalmente despejado y sin nubes, y ahora… comenzó a llenarse de nubes levemente grises… ¿Qué significaría?, ¿se aproximaría una tormenta?, desconocía el estado climático de este mundo pero seguramente habría lluvia, y por cómo se estaba preparando, sería una lluvia bastante fuerte y no creo que sea buena idea buscar los espíritus luminosos bajo la lluvia… además de que podría enfermarme, mi campo de visión se acortaría y seria un blanco fácil para cualquier “digimon” que quisiera comerme. En fin, mientras caminaba, me encontré con una especie de… eh… ¿semilla?, flotante que parecía estar moviéndose de un lado a otro sin parar… era bastante extraño… pero lo más extraño fue el que me viera… a penas se dio cuenta de mi existencia, se me quedo viendo fijamente, después comenzó a volar hacia mí, como si quisiera darme una tacleada o algo así, por lo que me aparte rápidamente, aunque eso no le impidió a la semilla seguir intentando taclearme sin piedad alguna, ¿tan mal son vistos los humanos por aquí?, no me sorprendería si un día me dicen que los humanos llegamos a este mundo y destruimos todo… pero… esperen… saben que soy humano… no me han dicho cosas como “criatura extraña”… no… ellos saben que soy humano… ¡¿Eso quiere decir que esos malditos doctores y científicos también pudieron haber llegado a este mundo?! Tsk… ¡Justo cuando me creía a salvo! ¡Me doy cuenta de que sigo atrapado! ¡Ah! Dios… esto es frustrante, demasiado frustrante… tengo que… ¡Tengo que desquitarme!

Ah… déjame en paz –dije con un tono seco y frio, totalmente lleno de indiferencia mientras abría mi mano y sujetaba a la pequeña semilla de la “cara” y la estampaba con fuerza contra el suelo- escúchame… mi día ah ido de mal en peor… asique dime… ¿Dónde rayos queda el “Templo de Strabimon”? –se notaba la seriedad de mis palabras, no era solo mi problema facial el que me permitía hablar de ese modo, si no que el sentimiento de inseguridad me daba “fuerza extra”- habla ahora, semilla
¡AH! ¡No soy “semilla”! ¡Soy Lalamon! ¡Pero mi nombre es “Koa”! ¡Déjame en paz humano! ¡No te diré nada solo porque pongas esa voz tan agresiva! –La semilla intento zafarse pero por su tamaño y fuerza, no continuo nada más que agotarse- heee… ¿me repites la pregunta por favor?
Con gusto, “Koa”… ¿Dónde está el Templo de Strabimon? –esta vez soné algo más tranquilo que antes, pero igualmente me sentía bastante furioso, pero no podía mostrarlo de ningún modo que no fuera con esta actitud, directa y firme- habla
Haaa… si caminas hacia el norte, siguiendo el rio, llegaras al templo al anochecer… pero te advierto que en ese templo te mataran apenas te vean… los Strabimons no son digimons que disfruten mucho de la compañía sorpresa de otros –Koa sonaba sincera de modo que levante mi mano dejando que ella escapara rápidamente, aunque más que escapar, tomo algo de altura de nuevo- no me olvidare de esto humano, puedes estar seguro de que regresare para darte una buena paliza por ese modo de tratarme
… bien… igual para ese momento tendré los espíritus luminosos… asique espero esa revancha con ansias –realmente no sé si a eso se refería Koa, pero creo que terminare llevándome bien con ella… aunque no se cómo ni cuándo, pero sé que lo hare… ambos parecemos tener un espíritu bastante… potente-

Louise

Louise continúo caminando junto a Lune durante un rato más. La digimon parecía cansarse, perdía el equilibro constantemente y su respiración era pesada, así que se puso a su altura y le sonrió suavemente.
-Puedo hacerte datos dentro del digivice si estás cansada -Sugirió mientras acariciaba la cabeza de la pequeña digimon.
Lune sonrió en respuesta y negó con la cabeza.
-Estoy bien, de verdad, Louise, no necesitas preocuparte -Dijo mientras se rascaba la mejilla.
Louise se puso de pie y se descolgó dicho aparato con suma elegancia en ambas acciones. Extendió su brazo firmemente hacia su compañera con el digivice en mano y apretó uno de los botones del mismo. Inmediatamente la digimon se vio envuelta en un montón de datos hasta quedar completamente inmersa en ellos. En un abrir y cerrar de ojos, la horda de datos se dirigió a la superficie del digivice y fueron absorbidos.
-Louise, dije que estaba bien -Habló Lune desde el aparato, en una voz temblorosa.
-Duerme un rato, Lune, te despertaré cuando encuentre al chico. -Contestó la pelirosada mientras se volvía a colgar su dispositivo en el cuello.
Se ajustó las cintas de las botas y continuó su camino inmersa en sus pensamientos.

Realmente no estaba prestando atención hacia donde caminaba. Estaba disfrutando de los dulces aromas naturales y la paz que involucraba vagar por el bosque. A lo lejos divisó una criatura ¿volando? ¿flotando? No estaba segura de ello. Concluyó que era un digimon flor por su apariencia. Rió para sus adentros al verla pasar. Parecía molesta, como perturbada. No pudo evitar pensar en ella misma al verla. Color rosado, mal genio, refunfuñar. Le parecía muy divertido. Se dispuso a ofrecer ayuda a la pequeña semilla molesta, pero una gran nube oscura la privó de los rayos de luz.
-¿Huh? -Alzó la mirada y se percató de que el cielo comenzaba a tornarse gris con tantas nubes cubriéndolo. Suspiró con desdén y se llevó las manos a la cintura. -Parece que debes esperar hasta mañana, Alice -Dijo con un tono divertido para si misma. Sabía perfectamente bien lo que venía, una tormenta eléctrica. Hace algunos años (¿O más bien días?) la hubiera matado de miedo el hecho de que su cabello se esponjaría debido a la humedad o a la electricidad. Ahora sabía que había cosas más importantes que su peinado... De repente se preguntó si realmente había cambiado en su forma de pensar. ¿Aún era la misma niña enojona y agresiva? ¿Seguía siendo tan orgullosa como antes? Sería una fortuna para ella si un gramo de humildad se hubiera instalado en su personalidad. Quizás era que no se había presentado la oportunidad para actuar de esa manera. "Un noble es un noble, elegante y orgulloso" diría su maestro. Ella seguía siendo una aristócrata, estaba en sus venas.

Comenzó a acelerar el paso para encontrar al tamer antes de que los alcanzara la tormenta. Caminó. Trotó. Corrió. Los digimon que hasta ahora había visto se encontraban muy alterados. No podía ser cosa del clima, debía haber algo más. ¿Culpa del muchacho? Seguramente. Si el muchacho era igual o peor a ella probablemente desesperaría a todo digimon a 100 kilómetros a la redonda. Louise tenía entendido que los Starbimon no eran una especie dócil como Lune, si el muchacho daba un paso en falso le podía ocurrir algo. Aceleró aún más su correr. La brisa que provocaba el movimiento del cuerpo de la pelirosada y la velocidad hacían que su cabello rebotara y oscilara. Para su fortuna los auriculares-comunicador estaban bien acomodados y no se movían de su lugar. Sus ojos azules buscaban desesperadamente por entre los árboles y los arbustos. Si el chico moría no sería en su guardia.
-Sacrè bleu... -Suspiró -¿Dónde se encontrará?
Continuó corriendo. La única alternativa que le quedaba era seguir corriendo hasta el templo de Starbimon.

Comenzaba a pensar que realmente estaba muerto ya y que lo que estaba experimentando no era más que una simple alucinación de mi mente ya inactiva para hacerme creer que seguía con vida… realmente no siento mi corazón… sé que es porque ahora dispongo de un corazón artificial pero aun así… el que ya no pueda sentir mi rostro… el que ahora me encuentro atrapado en un mundo totalmente extraño sin la menor de las ideas de adonde ir o que hacer para encontrar los espíritus luminosos que me había dicho Magnamon… tsk… ¡Quiero despertar! ¡Quiero morir como se debe! ¡¿o no quiero?! ¡Ah! ¡Si quisiera morir ya debería de haberme rendido! ¡Haberme dejado asesinar por ese hongo o por esa semilla extraña! ¡Pero en lugar de eso continuo peleando! ¡¿Por qué?! ¡¿Qué me impulsa a seguir luchando además de mi promesa con Magnamon?! ¡Por favor! Necesito ayuda… necesito ayuda Magnamon… por favor… quisiera que al menos… me dijeras que hacer… quisiera tener algo por lo que luchar en verdad… no quiero un simple instinto de supervivencia o un sentimiento confuso… no… lo que yo deseo es una explicación de por qué debo seguir luchando por una libertad falsa que no conseguiré jamás… por favor… díganme que hago… necesito algo que hacer… necesito saber claramente cómo debo librar esta batalla si ni siquiera sé por qué debo pelear o como es que sigo peleando. Llego un momento que simplemente me rendí al momento, ¿Cómo esperaba conseguir respuestas si ni siquiera comprendo a quien debo preguntarle realmente?... tsk… lo único que pude hacer fue acercarme a un pequeño lago… uno por lo menos el doble de pequeño que el de antes… es mas, parecía mas bien un estanque con un gran árbol en una isla ubicada exactamente al medio… lo curioso es que habían todo tipo de “digimons” en ese lugar… la mayoría se encontraba nadando, otros solo dormían en la copa de algunos árboles… ninguno me observo ni por un instante… sencillamente me ignoraron y no hicieron ningún tipo de disturbio para insultarme, atacarme o simplemente escapar de mi… aunque yo no tenía miedo de ninguno de estos seres… ya deje el miedo atrás… ahora que se que seré cazado no importa a donde vaya… no puedo sentir miedo. Realmente no tenia deseos de hacer un disturbio yo tampoco… de modo que simplemente me quite la chaqueta blanca que llevaba, dejando únicamente mi camisa negra y mis pantalones a la vista, después me arrodille frente al lago y tome algo de agua entre mis manos, luego me lave la cara levemente, intentando ver si podía despertar de esta “fantasía”, pero no… seguía en este lugar cuando abrí los ojos… es decir que esto no era un simple sueño, esto era totalmente real… lo que significaba que realmente soy una presa en este mundo… y que vi morir a mi único amigo frente a mis ojos, todo para conseguir nuestra libertad… tsk… lo más frustrante de todo, es que, además de todo eso, no tenia memoria y ni siquiera recordaba mi nombre real… solo tenía mi nombre actual, el nombre con el cual me bautizaron al “renacer”… Plasma. Al momento en que vi mi reflejo, no pude evitar sentir lástima, pena, odio, enojo, tristeza, piedad, alegría, desesperación, depresión e inferioridad… realmente me sentía un fenómeno… ojos grises que antes eran azules por lo que me dijeron… cabello blanco, piel pálida y un rostro incapaz de mostrar la menor de las emociones… ¿Cómo es que un ser tan patético podía existir en esta vida?... ¿acaso este castigo es por que cometí algún error en mi vida olvidada?... otra pregunta sin respuesta… je… se ve que me gusta complicarme la existencia… quizás mi vida olvidada era bastante difícil… quizás cometi cientos de errores y renaci como castigo y bendición para redimirme… y si es asi… ¿no debería de aprovecharlo?... no lo se… pero si encuentro la respuesta a al menos una de mis miles de preguntas… creo que será mas que suficiente para seguir impulsándome hacia adelante y tratar de mejorarme, hacerme mas fuerte, luchar y vencer… además de cumplir mi promesa con Magnamon claro esta… no puedo dejarlo de lado… el me ayudo a escapar al fin y al cabo, ¿Qué clase de amigo seré si no cumplo?, yo me respondo, la clase de amigos que no quisiera tener… je… que irónico, yo queriendo buscar una respuesta para seguir luchando y la acabo de conseguir… quizás si deba levantarme y tratar de seguir… dios… soy muy extraño…

No puedo seguir perdiendo tiempo… tengo que llegar al templo de Strabimon y hacerme con ese “Espíritu Luminoso”… no puedo dejar simplemente que mis dudas me detengan… -me levante del suelo y me dispuse a tomar mi chaqueta, pero cuando fui a donde la había dejado, ya no estaba- ¿pero qué…? –me puse a buscarla con la mirada y entonces la vi, siendo doblada por una especie de mujer planta… vaya, que mundo más raro en el que eh terminado- oiga, eso es mío
¿Oh?, lo lamento… como la senti tendida en el suelo supuse que la habían dejado abandonada… o que quizás estarías tomando un baño, solo quise doblarla para que no se arrugara… es una linda chaqueta para dejar que se arruine –la digimon planta me sonrió con gran calidez, creo que si no fuera porque desconozco el sentimiento, esa habría sido la sonrisa de una madre a su hijo- lo siento mucho humano… creo que debo presentarme… mi nombre es Ceresmon Medium, aunque aquí, muchos de los digimons pequeños suelen decirme “Madre Juliet”
¿Madre Juliet?... pues si se ve como una madre… -realmente me incomodaba bastante esta digimon, no se veía muy fuerte pero aun así no debo bajar la guardia ante nada, por lo que rápidamente tome mi chaqueta y me la puse, intentando evitar mencionar cualquier cosa posiblemente ofensiva… ciertamente quería decirle “¿sabes que tienes plantas por todo el cuerpo?”, pero eso podría ser ofensivo y no quiero ser atacado, no de nuevo- mi nombre es Plasma…
¿Plasma?... es un lindo nombre, y queda con tu apariencia –Madre Juliet se levanto del suelo con delicadeza y se acerco a mí, tocándome el hombro levemente, ¿Qué querría?- lamento si estoy invadiendo tu espacio jovencito pero… realmente soy ciega, y no creas que es por el casco, muchas de mi especie pueden ver con el… pero yo no, soy totalmente ciega –sonrió con gran calidez, realmente debía ser horrible el no poder ver… yo parezco ciego pero al menos no padezco de esa incapacidad- bueno… deberías de quedarte un momento, te siento algo nervioso y confundido… quizás una pausa a tus acciones puedan ayudar a que tu mente se disipe y puedas evitar confundirte más de lo que ya debes estar
… si… me sería útil… mama Juli –lo que dije fue sin pensar… estaba confundido y nervioso como ella dijo… simplemente me sentía raro y ella… parece ser una madre y no pude evitar dejar salir ese instinto común de todo ser cuando esta con su madre… un sentimiento de calma y alegría… creo que encontrar una madre, aunque sea temporal, fue lo que debí hacer desde un principio sabiendo yo que nadie llega a ningún lado si una madre que pueda dar apoyo moral- por favor… permítame estar aquí un momento para calmar mis dudas…
No debes pedirlo hijo… simplemente hazlo –mama Juli simplemente me abrazo un instante y después se aparto- no creo que te guste mucho el contacto físico –vaya… no me puede ver pero ya me conoce bastante bien-

Seguir corriendo era la única opción. Comenzó a cansarse y fue disminuyendo su velocidad poco a poco hasta parar y encorvarse. Se apoyó en sus rodillas con las manos y jadeó. Su sedoso y largo cabello rosado le resbaló por la espalda, quedando casi tocando el suelo. ¿Cuánto camino habría recorrido ya? Se irguió con pesadez y miró hacia la dirección en la que había llegado. A pesar del clima, el paisaje era hermoso. Observó a un par de digimon verdes con apariencia de planta platicar muy alegremente. A juzgar por su tamaño, no podían ser mayores a uno de etapa Rookie. Uno de ellos era completamente verde y tenía unos lindos ojos almendrados oscuros. En la cabeza tenía una flor de tonos rosados tan grande que bien pudiera haber sido un sombrero. El otro era parecido en cuanto al torso, pero su cabeza parecía una semilla, tenía unos ojos grandes y azulados y en su cuello había pétalos gigantes. Eran digimon muy monos, parecían un par de niñas pequeñas cotilleando sobre el chico que les gusta.

-Hola, mi nombre es Louise -Dijo la pelirosada mientras se acercaba a las criaturas con una sonrisa serena.
-¡Hola Louise! -Contestaron al unísono.
-Yo soy Palmon -Dijo la primer criatura, el digimon con la flor en la cabeza.
-Y yo soy Floramon -Continuó la segunda, el digimon con pétalos en el cuello.
"Vaya que son nombres que les quedan bien" Pensó mientras reía para sus adentros. Se cruzó de brazos y las miró fijamente con sus ojos color azul relampagueante sin borrar su sonrisa serena. Ellas podrían ayudarle a darle direcciones.
-Ambas son muy guapas, muy lindos nombres -Asintió con la cabeza y tomó aire para hablar.
-¡Gracias!
-¡Tu también eres muy guapa! -Interrumpieron ambas antes de dejarla continuar.
-Ah... Gracias. Escuchen, niñas, yo...
-¡Oh! ¿Ya viste su cabello, Palmon?
-¡Si! Es muy lindo, como el de mamá Juliet
-¡Ah! ¿Recuerdas a Lilamon? Ella también es muy mona
-¡Sí! Es una pena que ya no esté aquí, debe ser genial viajar tanto, ojalá haya encontrado un buen digimon para ella, como ese buen Woodmon, el es muy amable
Louise comenzaba a desesperarse. Quizás antes ya incluso hubiera explotado y se hubiera ido de inmediato, el tiempo la cambió en ese aspecto... Pero seguía siendo Louise después de todo.
-Muy bien, escuchen -Dijo y las cortó en seco. Su tono de voz era bastante elevado y se notaba la irritación que tenía gracias al mismo. Ambas digimon la miraron con cierta confusión en sus expresiones. -Necesito direcciones ¿Me podrían decir dónde está el templo de Starbimon? O quizás vieron a un chico humano, no lo sé, cualquier información me sirve.

Ambas plantas se miraron mutuamente y ladearon la cabeza. Tomó un par de minutos, pero a final de cuentas le contaron sobre un humano de cabello blanco que fue en dirección hacia el lago. Asintió y agradeció a ambas plantas chismosas con una de sus elegantes reverencias. Siguió caminando, ahora en dirección hacia el lago. ¿Qué querría en el lago? ¿Sed quizás? Comenzaba a sentirse culpable por demorar tanto en encontrar al muchacho. Cuando ella llegó al Digital World, su ayuda llegó al instante. Labramon llegó a auxiliarla casi de inmediato. Esperaba que el chico no estuviera tan confundido como ella cuando llegó a ese mundo. Divisó a lo lejos una escena entre una digimon de apariencia muy hermosa y selvática y un joven muchacho ¿Sería él a quién buscaba? Mantuvo una distancia razonable y escuchó con atención. No pudo evitar esbozar una sonrisa ante tal ternura. Esperó a que terminaran su conversación y se acercó un poco más, hasta llegar a unos pasos del chico. Realizó una pequeña caravana.
-Lamento interrumpir, mi nombre es Louise De la Valliére –Dijo con tranquilidad y suspiró. -¿Eres un nuevo tamer, verdad? Escuché que has provocado ciertos altercados aquí mientras buscabas unos “Espíritus Luminosos” –Se cruzó de brazos, colocando su libro bajo el antebrazo derecho y lo miró con seriedad. –Podría arrestarte ahora por perturbar la comodidad del bosque –Palmeó el hombro del muchacho y sonrió levemente. –Pero yo también fui novata algún día, ¿Me permites ayudarte…? Ah… ¿Cómo dijiste que te llamabas?

Me quede sentado en el suelo, con los ojos cerrados, calmando todas las penas de mi alma… la muerte de mi mejor amigo, mi misión en esta nueva vida… mi meta inalcanzable… el hecho de que ahora soy una presa… demasiadas perturbaciones en la mente de alguien con tan solo un año de edad… por suerte, mama Juli me mantuvo calmado en todo momento, acariciando mi cabeza como si fuera un niño pequeño… sé que tengo supuestamente 18 años pero con mis confusiones temores y penas, me siento como un niño de 6 años apenas… seguramente por eso cause tanta… pena en madre Juliet… espero que ella no se encariñe conmigo… no quiero tener que dejar a alguien tan buena. No pasaron unos segundos hasta que sentí otra presencia, no sé si era algún digimon o un animal, pero en todo lo que eh visto durante el día, debía ser un digimon definitivamente, pero cuando me voltee, no vi otra cosa más que una humana, de mi misma edad por lo que parecía, de cabello largo de color rosado, como el de Madre Juliet, la única diferencia era la ropa… y la forma de hablar, sin duda eran diferentes en todo sentido pero… cuando ella dijo una palabra inmediatamente me levante y comencé a retroceder lentamente. “Arrestarme”… ¿es una policía?, no lo sé… pero sé que Madre Juliet me “observo” confundida, naturalmente ella no sabe nada de mí, no es mi madre y no le eh dicho nada más que mi nombre y que me siento inseguro… fuera como fuera, no tenia por que contarle de esto a nadie pero… si esta chica humana es una policía… es verdad… esos malditos del laboratorio me buscan… buscan encerrarme… seguramente ellos me borraron la memoria en primer lugar… y no dejare que lo hagan de nuevo… tengo que pelear pero… ¿Cómo peleo contra una humana que parece tener más experiencia en este mundo que yo?... incluso me dijo “Tamer”… no se qué diablos sea un Tamer pero debe ser la forma de llamar a los humanos aquí… pfs… no me interesa… solo sé que cuando pueda, le romperé los huesos si intenta arrestarme. Apenas la humana me pregunto si podía ayudarme, naturalmente retrocedí mas rápido, manteniendo una postura de guardia alta, no pienso dejar que esta policía se me acerque… los científicos seguramente compraron o compraran o ya tienen comprada a la policía, de no ser así, seguramente me habrían sacado hacia mucho de ese maldito laboratorio, así como a Magnamon… tsk… ¡Magnamon! No dejare que ninguna policía me impida cumplir mi promesa hacia ti… ¡Te juro que cumpliré mi promesa! Encontrare esos espíritus luminosos y recuperare mi memoria, peleare por nuestros nuevos ideales, la verdadera justicia… ¡Que ningún corrupto siga en este mundo! ¡De ser necesario! ¡Cargare con la corrupción de los seres malignos!

Yo no he hecho nada policía… y mantente alejada de mi a menos que quieras perder las piernas… ya probé mi fuerza con una tal “Lalamon” llamada Koa… y no sé como sabes de los espíritus luminosos pero te aseguro que tú y tus demás amigos policías sufrirán como intenten tocar esos espíritus –con o sin mi problema facial, ahora mismo mantendría esta mirada seria, aunque estaría frunciendo el ceño, lleno de ira, de verdad quería asesinar a esta policía como ella me habría asesinado- y si quieres arrestar a alguien, arréstate a ti misma, tu eres la corrupta que debió dejarse comprar por esos malditos científicos… ¡Dile a ese maldito de Tamashi que jamás regresare a ese lugar!
Hijo… por favor cálmate… entiendo tu sentimiento… fuiste usado… apresado y despojado de tu libertad… comprendo ese sentimiento –Madre Juliet se levanto de su lugar y no se movió de allí, sabía que si ella daba un paso yo correría- por favor, relájate… seguramente es una mala broma… esta linda jovencita no debe saber de tus problemas… no puedes simplemente enojarte… por favor…
Madre Juliet… -¿realmente me tranquilizo sin prometerme nada?... ella es una verdadera madre- lo siento… pero… no regresare a ese maldito lugar… allí perdí a mi mejor y único amigo… y no pienso morir allí… tsk… bien… intentare calmarme… -respire profundamente, realmente necesito calmarme… y esta policía no pudo llegar en peor momento- todos son novatos, no hace falta decir algo obvio señorita policía… pero no necesito ayuda, solo necesito encontrar los espíritus luminosos, el resto de este mundo… es cosa de ustedes, los científicos, policías y doctores… se que ustedes quieren algo con este mundo… y lo descubriré

Apenas dije eso, logre tranquilizarme, pude sentir como mi corazón artificial dejaba de latir tan rápido como lo hacía… sin duda esto está conectado a mi mente y se altera cuando yo lo hago… tsk… fuera como fuera, con una policía cerca no puedo quedarme tranquilo… simplemente tengo que mantener la guardia alta… no dejare que me arreste… matare a todo policía que intente acercarse a mí con un par de esposas… o al menos, moriré en el intento… realmente, yo moriré libre antes que morir en manos de esos científicos para que experimenten conmigo. Fuera como fuera, luego de un momento sentí algo extraño, un presentimiento de paranoia… entonces me di cuenta de que el digimon con forma de hongo de antes había salido de entre unos arbustos, se veía algo más valiente pero podía verse el miedo en sus ojos… tsk… creo que ya tengo otro odio además de los policías, doctores y científicos… a los cobardes que quieren hacerse los valientes… fuera como fuera, el pequeño hongo se me acerco corriendo y dio un salto al aire, gritando cosas como que me enviaría a mi mundo de vuelta… tsk…

No gracias… apenas escape de allí, no regresare –de algún modo, logre darle una patada alta al rostro sin el menor esfuerzo, dejando al pequeño hongo noqueado en el suelo mientras que yo volvía a mi posición de guardia… ¿Dónde aprendí a pelear?, eso fue casi un reflejo- … odio a los cobardes que se hacen pasar por valientes… -me voltee levemente, observando a la policía, debía estar a unos 3 metros de distancia tras haber retrocedido antes- … mi nombre actual es Plasma… el resto me lo guardare hasta que encuentre el espíritu luminoso…
Cielos… que tipo de ataque debió ser para que ese Mushroomon cayera noqueado… -Madre Juliet se veía preocupada, ciertamente debía serle algo incomodo no ver actos de violencia- por favor… no peleen… por favor

Louise

El chico se levantó nerviosamente del suelo... ¿Sin estar nervioso? Sus movimientos eran toscos, nerviosos y tensos pero su expresión permanecía seria. Era como sí ni siquiera se hubiera inmutado al ver a Louise. Más bien sería "escucharla" ya que la reacción ocurrió justo cuando la humana pelirosada comenzó a hablar. ¿Dijo algo malo? ¡Demonios! Realmente no sirve para calmar a la gente. ¿Cómo diablos quería ayudar a los demás siendo tan torpe para hablar? Se unió a los Union Saver para poder auxiliar a los novatos así como ella fue auxiliada cuando más lo necesitaba. De repente se sintió furiosa consigo misma. Torpe. Torpe. ¡Torpe! Louise Françoise LeBlanc De la Vallière, la peor heroína de la historia del mundo digital.

-¿Perder las piernas? ¡¿Me estás retando, novato?! ¡No deberías luchar contra los digimon! -Comenzaba a perder la paciencia y bajo los brazos, mientras apretaba los puños. La continua seriedad del muchacho la hacía enojar. ¿Cómo podía ser tan cínico? Insultar a una dama con tanta naturalidad es simplemente inaceptable. -¡Nos importan un sacrosanto bit tus "espíritus luminosos" y cómo los usarás! ¡Nosotros velamos por un balance entre el mundo digital y el humano! ¡Cuida tus amenazas! ¡Ya ve...!
-¡Louise!
Cortó en seco sus reclamos al escuchar la voz de su compañera, al parecer la había despertado. Lo primero que escuchó fue al chico hablar de corrupción y un tal Tamashi. ¿Un fugitivo del mundo humano? Genial. ¿Ahora en qué se metió? El muchacho de cabello blanco no podía ser mayor que ella, unos 17 o 18 años de edad. Tomó en sus manos su digivice y suspiró. Cuando ella llegó al Digital World también era una fugitiva. ¿Y si el chico tenía una historia parecida a la de ella? ¿Y si sólo era víctima de las circunstancias? No puedo evitar compadecerse del contrario. Se relajó un poco y comenzó a volver a su tono blanco de piel. La hermosa digimon silvestre calmaba al chico albino con sus palabras. Ya había leído de ella en alguna parte, en varios libros que tomó patea orientarse en el mundo digital cuando regresó del Dark Area. Según sus recuerdos, debía ser Ceresmon medium. Escuchó casa una de las palabras del chico... Huía para sobrevivir, tal como ella lo hacía. Tal vez no eran más que dos caras de la misma moneda después de todo.

Mushroomon salió de entre los arbustos buscando atacar al chico. Genial, justo cuando la digimon acababa de calmarlo vienen a causarle estrés... O bueno, eso creía Louise, porque el chico tenía el rostro más fresco que una lechuga recién cortada y lavada. Se descolgó el digivice y estiró el brazo, lista para materializar a su compañera e intervenir pero para su sorpresa el chico había mandado a volar al pobre hongo.
-Incroyable... -Suspiró y volvió a tensar el brazo horizontalmente. -Lunamon, realize -Ordenó mientras sostenía el aparato color rosado y la oleada de datos salió del mismo formando consigo a la digimon lunar.
-A la orden, Louise -Dijo Lunamon y ahogó un grito al ver a Mushroomon noqueado.
-Lo sé... ¡Juro que no fui yo esta vez! ¿Podrías...?
-No digas más -Interrumpió Lune sonriente y corrió hacia el digimon inconsciente para asistirlo.
Louise asintió con una leve sonrisa y miró de nuevo al chico seriamente. Los movimientos del muchacho no eran de un combatiente principiante. Estaba segura de ello aunque el único deporte que se le daba bien era la equitación.
-Un gusto, Plasma –Inquirió seriamente. –Como ya dije, mi nombre es Louise… No sé de qué hablas con respecto a ese tal Tamashi, pero yo también soy una fugitiva del mundo humano. –Suspiró y le mostró su digivice con suma confianza. –Soy miembro de los Union Saber, el clan que vela por el balance entre ambos mundos, como ya había dicho también. –Miró a Ceresmon e hizo una reverencia al estilo europeo, una llamada caravana. –Usted debe ser la madre Juliet de la que hablaban Floramon y Palmon, un gusto igualmente... Siento los inconvenientes causados en nombre mío, de mi compañera y mi clan.
-Todo está bien con Mushroomon, Louise –Exclamó Lune mientras ayudaba al digimon hongo a incorporarse y lo calmaba para procurar que no iniciara una pelea de nuevo.
-Gracias, Linda –Contestó y volvió a mirar al chico de nombre Plasma. –Como verás, trabajo con Lunamon, yo la llamo Lune, es mi compañera digimon. Estamos conectadas por este aparato, su hombre es Digivice –Continuó con una sonrisa tenue en sus labios. –Hay mucho que enseñarte, chico.

Me quede observando al tal “Mushroomon” mientras este parecía ser asistido por una digimon rara… y según pude notar, esa digimon salió de un aparato que tenia la policía… ¿acaso esos malditos desgraciados pueden trabajar con los digimons?... aparentemente si, y según ella, no le importaban los espíritus luminosos pero sé que pronto la corromperían… no existe ningún policía que se mantenga puro… tsk… fuera como fuera, creo que ya tengo un nuevo enemigo, los “Union Savers”… todo policía es corrompido… ninguno se salva de la regla… es una ley universal, eso ya lo eh comprobado y podría comprobarlo con quien sea. Escuche atentamente a la policía, y no pude evitar reírme internamente, ¿un clan que vela por el balance entre ambos mundos?... eso es imposible… si velara por ello, no existirían los policías corruptos, no habría criminales por todos lados y no debería de existir las torturas que yo tuve que sufrir… realmente… esas tonterías no pueden existir… y de existir, no hacen nada más que ignorar su trabajo como un montón de corruptos estúpidos… juro que cuando encuentre un policía puro… sonreiré. Fuera como fuera, continúe escuchando la conversación, la policía se disculpo con Madre Juliet por todo lo causado, je… ¿se disculpa antes de causar problemas?, bueno, le daré puntos por su honestidad… sea como sea… yo no confiare en ella así como así… se que ella esta corrupta… no tengo ningún sexto sentido ni nada de eso pero sé que ella debe tener algo de corrupto, todos lo tenemos… yo soy un fugitivo, y aunque ella diga lo mismo, sé que es mentira, de ser una fugitiva no seria ningún tipo de policía… no le das un arma a un fugitivo sin tener a alguien mejor con el arma para vigilarlo… igualmente no puedo decirle nada… eso solo aseguraría mi encierro.

… (¿Me cree estúpido?) Lo siento pero ninguna fugitiva termina como policía… no sin alguien que pueda vigilar que no abuces de tu arma oficial… -simplemente, no me creeré esto así de fácil… se como es un verdadero “velador de la justicia”, y ese era Magnamon… puedo sentirlo- no creo que te encierren en prisión y te usen como conejillo de indias si te atrapan señorita “policía fugitiva”… y aunque lo hicieran, tus demás amigos te ayudarían a escapar… yo no tengo tal suerte…
Por favor Plasma… puedo sentir que tu corazón esta perturbado y estas más que dolido por dentro pero adoptar algo tan brusco como esa negatividad no te será de ayuda… debas pensar en positivo… aunque hayas pasado malos momentos… algo bueno debió ocurrirte ahora, lo sé –observe a Madre Juliet mientras esta me observaba con ternura, se que quería penetrar mi alma para hacerme cambiar de parecer pero… mi una madre puede hacer esto- y señorita Louise, no se preocupe, Plasma solo se defendió y usted no estaba al tanto de lo que él pudo haber vivido o no… y con respecto a Floramon y Palmon, espero que esas niñas no hayan ido de chismosas de nuevo –se rio levemente tapándose la boca con elegancia- debería de enseñarles a no ir por ahí contando chismes
Tsk… -me aparte un poco, observando al Mushroomo levantarse e irse rápidamente, tenía un gran moretón en la cara, supongo que las botas de acero que me dieron para complicarme las cosas en mis ejercicios diarios serán de utilidad- … ¿eh?... ¿enseñarme?... discúlpame policía pero me hablas como si quisiera saber algo de este mundo… -suspire vagamente y la observe- yo solo busco los espíritus luminosos, cuando los encuentre… destruiré a todos los policías, científicos y doctores que me hicieron el monstruo que soy… no me interesa casi nada este mundo… -observe a madre Juliet y apreté los puños- (pero… si quiero cumplir con mi objetivo… o más bien, objetivos… debo aprender y proteger este mundo… solo por Madre Juliet y quienes lo merezcan) … habla si quieres pero no me interesa aprender nada de este mundo… en todo caso, iré a una biblioteca de querer aprender…

Lunamon

Louise se veía algo agitada a ojos de Lune. La pequeña digimon comenzaba a enervarse, era su primer trabajo como Union Savers y no podía permitir una riña entre su querida tamer y el recién llegado. Había algo en el muchacho que llamaba la atención de Lunamon. Dejó al Mushroomon por la paz y se despidió de él con una sonrisa. Lo observó alejarse corriendo -¿Un poco asustado tal vez?- y miró de regreso al muchacho mientras Louise comenzaba a hacer corajes y berrinches. Estaba demasiado concentrada en el chico como para notar que Louise se veía adorable con su actual edad y haciendo esa clase de papeles en plena misión. Era un muchacho albino, piel, cabello, ojos, todo color blanco. Su rostro se mantenía serio, inexpresivo ¿Cómo podía existir alguien así? Lune se concentró en su mirada y una fría sensación de preocupación recorrió todo su pequeño cuerpo. Sus ojos reflejaban tantas emociones negativas que era imposible de soportar mucho tiempo mantener la atención en ellos sin sentir impotencia… Por lo menos para Lune. Reflejaban pena, angustia, rencor, odio y muchos otros terribles sentimientos… Aunque algo había en esa misma mirada que llamaba su atención aún más… No había sólo pena y rencor en esos ojos, había una pequeña parte de esperanza. Algo como una pequeña flama en medio de una tormenta de nieve. Era algo conmovedor.
Quizás no se dio cuenta en su momento, pero le recordaba a cuando conoció a su tamer. En el momento que la vio a los ojos por primera vez también puedo apreciar la gran amabilidad y ternura que había en la furita pelirosada, no sólo a una niña enojona e irritable. Quizás por eso la comprendió desde el primer momento de verla. Ahora que su complexión había cambiado, no podía evitar pensar que quizás también lo hizo por dentro. Para ella no habían pasado tres semanas, habían pasado tres años… Quizás no recordaba mucho de su deber como Union Saver y eso la angustiaba. Necesitaba intervenir antes de que algo malo sucediera. Se dispuso a tomar la palabra mientras se acercaba a los demás, pero se frenó al ver a Louise darse media vuelta.
-Ya lo escuchaste, Lune, el señor arrogancia no quiere nuestra ayuda. –Escuchó venir de ella mientras caminaba de regreso.
-Ah… Louise, espera –Dijo Lunamon mientras le tomaba el puño con suavidad y sonreía nerviosamente. –No debemos dejarlo solo, es sólo un tamer sin digimon o digispirit… Por más que te irrite…
-¡N-no pienso trabajar en favor de un muchacho tan irritante! –Murmuró Louise severamente mientras miraba a Lune a los ojos.
Lunamon suspiró. Louise no se daba cuenta que ella también llegó a irritar a su primer mentor en el mundo digital, Scott, que casi termina dejando las marcas de sus zapatos en la cara del chico. ¿Cómo podía haber olvidado semejante día? Continuó mirando fijamente a la hermosa joven con ojos suplicantes y la hizo bufar una risa.
-No me mires así… ¿Qué haría yo sin ti? –Murmuró y se irguió de nuevo, regresando hacia el chico. –Escucha, Plasma ¿Ese es tu nombre, no? Si te ayudaré es porque Lunamon quiere ayudarte y no pienso dejarla sola. –Se crujió el cuello y frunció el ceño. –Aclaremos las cosas. Punto número uno: Mi nombre es Louise, Louise Françoise LeBlanc De la Vallière ¿Entendido? No quiero sobrenombres como “Policía fugitiva” ni nada de eso. Sólo aceptaré que me llames “señorita”, “señorita Louise”, o, si prefieres, “señorita De la Valliére”. –Apuntó mientras se cruzaba de brazos y Lune rio. Louise regresaba a su estado más común: el orgulloso. –Punto número dos: Todos tus argumentos son inválidos en este mundo. Tú lógica de “policías” no aplica conmigo, sigo mi propio reglamento… -Sopló a su flequillo con aires soberbios y plantó sus ojos color cielo en los albinos. Haciendo gala de la manera en que el digisoul y los datos se alborotaban en ellos, una característica especial que adquirió cuando despertó en el Dark Area –Yo tengo clase, soy una dama de alta sociedad… No me rebajo a cosas tan mundanas como la traición… Ahora eres mi protegido temporal ¿Alguna duda? Bien. Andando. –Sentenció sin dejar decir una sola palabra al muchacho y hacía una reverencia a Ceresmon. Lune entró en pánico y siguió a su mejor amiga imitándola. Dieron un par de palabras de agradecimiento a la digimon e hicieron elogios sobre su belleza y caminaron de regreso al sendero -¿Alguna pista de lo que buscas?

Me quede quieto unos momentos, seré un ignorante pero tengo respeto aun si es por una policía ignorante… o en este caso, una policía en entrenamiento por que realmente, no tiene absolutamente nada de policía… era realmente una despistada… incluso pude irme mientras ella se había dado la vuelta, pero no lo hice… creo que lamento no haberme ido tranquilamente cuando pude… después de todo, ella me hablo como si fuera mi jefa… lastima que yo no escucho a los policías… aunque según su inútil punto numero 2, la lógica de policías no se aplicaba en este mundo… pfs… si claro, todo mundo tiene policías, todos los policías guardan corrupción… no importa que ocurra, nadie se salva de la regla. Bueno, fuese como fuese, me quede escuchando hasta que finalmente, se callo y se fue por un lado creyendo que yo la seguiría… es obvio que me di la vuelta y camine en dirección contraria, no planeaba quedarme con esta… ya tuve suficientes problemas hoy averiguando todo lo que ocurre, y como se ve, a ella no le interesa saber nada, solo quiere dar ordenes y hacer abuso de poder… je… y luego dice que no es una corrupta… me gustaría poder reír, así podría expresar una risa irónica para sentirme bien. Estuve por irme hasta que escuche la voz de “Louise”… tsk… quisiera haberme ido por completo, empezar a correr e incluso saltar al agua, nadar hasta el fondo del lago y salir del otro lado pero Madre Juliet se acerco a mi, tomándome del hombro con cuidado y me dio un abrazo… y no se que tenia ese abrazo pero… me sentí bien… incluso diría que habría sonreído de no ser por mi problema facial… dios… realmente no quiero irme… quiero quedarme con Madre Juliet… al diablo esa chica, solo quiero paz y tranquilidad. Luego de un momento, Madre Juliet dijo que yo debía aprender a confiar en lo que mi corazón dictaba sobre la gente, y luego observo a Louise y le dijo que debería de ser mas cuidadosa con las palabras, puesto que el que no piensa antes de hablar, termina mal… jeje, realmente estuvo bien esa frase así como la mía… el problema seria que no tengo corazón pero… bueno, la frase lo dice todo… tengo que dejar de ser un desconfiado… cosa que no sucederá hasta que la policía pelirosada se disculpe o me pruebe que puedo confiar en ella… y no creo que haya un modo de lograr tal cosa… pero bueno… con intentarlo no se pierde nada, de no ser así, seguiría encerrado.

Gracias, Madre Juliet… intentare… seguir lo que dicte mi corazón… -suspire vagamente y me voltee para observar a Louise vagamente- … tu nombre es demasiado largo para mi gusto pero esta bien… no te diré señorita por que no eres mayor que yo, esa palabra es para las mayores, tampoco te llamare por tu apellido, el Francés no es mi fuerte –bostece un poco, cubriendo mi boca para no ofender mas a esta policía que parece ofenderse por todo- y la lógica de los policías funciona en TODO el universo… y se que en este mundo hay policías… pero haré como que te creo y pensare que esa lógica no funciona…
Bien Plasma, se ve que ya comenzaste a confiar –Madre Juliet me sonrió tranquilamente y después observo a Louise- Louise, Lune, si acompañaran a Plasma hasta encontrar ese espíritu luminoso, les sugiero seguir el rió arriba… si lo siguen, en cuestión de unos minutos llegaran al templo de los Strabimon y alli podrían ayudarlos, aunque tengan cuidado… en esta época los Strabimons están bastante molestos por las malas cosechas…
Gracias Madre Juliet… prometo no irritar a Louise… -la observe unos instantes- pero por favor intenta no hacerme enojar haciendo comentarios… lo peor que una persona, me incluyo, puede hacer, es comentar cosas personales sin saber nada… por esta lógica acepto que seguramente estuve equivocado contigo… -dicho eso, comencé a caminar alejándome del lugar- si quieren pueden irse… no quisiera que gente inocente sufra por mis problemas…