andar en el desierto bajo la sombra de cactus de piedra (libre)

Hay muchas cosas que no entiendo del digimundo, una de ellas es el por qué tienen dioses… sinceramente creo que con esa tontería de Yggdrassil es más que suficiente para las pobres mentes de los digimons que, sin ayuda de nadie, podrían de hacer algo bueno para este mundo… pero bueno, no debería de comentar cosas así, si lo hago, estaría horas y horas hablando de cosas ridículas e insultos a los dioses y cosas asique… je, es raro, porque si llegase a insultar a un dios, me estaría “insultando” a mí mismo, siendo yo un sucesor del dios Anubismon… aunque más bien el sucesor “legitimo” es mi propio compañero, quien irónicamente está volando conmigo en su espalda por el desierto, en su forma Mega, que es Anubismon. Bueno, la única razón que tengo para venir al desierto junto con Anubismon, es simplemente para restaurar la gran pirámide donde el adquirió el poder para evolucionar a nivel Mega… recuerdo que en ese lugar prometí restaurarla para que los digimons desolados del desierto tuvieran a donde ir… y no sé por qué lo hago realmente… quizás porque fue una promesa a un dios… quizás porque un impulso bueno me dijo que lo hiciera… o quizás estaba desesperado y tenía que hacer o decir algo para que el espíritu de Anubismon-Sama pudiese descantar en paz. En fin, lo único que podía hacer en este momento era o dormir o apreciar el paisaje sofocante y cruel que era el desierto… el lugar donde muchos digimons suelen enloquecer por la falta de bebida o comida… o por un simple golpe de calor… jeje, me gustaría ver a un digimon en ese estado… claro que a mi podría pasarme pero tengo a Anubismon asique simplemente no pasara… además ya eh venido muchas veces al desierto, algunas cuando no debería de haberlo hecho… pero bueno, venir por venir nunca está de más, me ayuda para acostumbrarme al clima.

… Anubismon, avísame cuando lleguemos… creo que dormiré una pequeña siesta… -suspire vagamente y me acomode en la espalda de Anubismon mientras este volaba-
Okey, igual no falta mucho –esas fueron las últimas palabras que escuche por parte de Anubismon antes de quedarme dormido en su espalda-


Es bueno regresar al desierto después de tanto… hacia bastante que no venia… recuerdo que la primera vez que vine fue con mi padre… la segunda con mi madre y la tercera… bueno, en esa quede solo pero al final hubo una cuarta y fue con Scott… el resto fueron simples visitas que no puedo recordar pero sí recuerdo cuando evolucione a esta forma y conseguir volverse el sucesor o heredero de Anubismon-Sama, quien ahora descansa en paz… lo que significa que soy completamente el dios de la muerte… aunque no tengo ningún poder especial ni nada como eso… no alcanzo los poderes de dioses como Yggdrassil ni nada como eso… pero el titulo está presente asique eso me alegra… je… ahora… ¿Dónde quedaba la pirámide?, bueno, eso no interesa, ya la encontrare, después de todo, a la altura a la que vuelo, ver la pirámide más grande del desierto y la que se ubica justamente en su centro no debería de ser difícil… aunque lo difícil volar sin beber algo… je… a la próxima escuchare a Scott y beberé algo antes de evolucionar a Anubismon o Cerberusmon y hacer un viaje largo… siempre termino cansándome y tenemos que para… como estoy por hacer ahora. Bueno… no sé donde aterrizar ni nada, no vi ningún oasis ni nada por el estilo en todo el camino… pero para mi suerte puede divisar un gran y extraño cactus por donde volaba, por lo que comencé a descender, sujetando a Scott quien estaba dormido en mi espalda para evitar que se cayera, ciertamente, esto de ser un dios va después de ser el compañero de Scott asique no puedo permitir que nada malo le ocurra. Luego de descender, observe el cactus unos instantes y comencé a rodearlo, ciertamente debería de ser viejo porque estaba algo deteriorado…

A veces me sorprende ver cosas como estas… -suspire levemente y me acerque al cactus- veamos si esta cosa tiene algo de agua dentro todavía…