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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
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y Sigrun Vinter
病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
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病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Dando una palmada, de la tierra brotó un edificio. Surgió de la nada, o esa ilusión dio, pues era una mezcla de la propia energía y los materiales ya existentes en el ambiente, usando la tierra y el polvo para los ladrillos, el metal e incluso las instalaciones del agua. El propio cuerpo crecía, expandiéndose, pero el brote se separaba del árbol madre, y así, la madera se sumaba a la estructura para dar lugar al complejo. El talento de Puppetmon para la construcción era innegablemente práctico: rápido, limpio y sencillo. Una segunda palmada, para quitarse los restos de polvo mientras evaluaba la magnificencia de su obra, pasando a ser, nuevamente, Adam.
Una casa amplia, de diseño japonés, surgida de la nada, con un cartel en digimoji indicando el propósito del edificio. En el medievo eran llamados casas de curas, hospicios y similares, y en la actualidad no habría referentes más allá de esas cabañas apostadas en rutas de senderismo, alpinismo u otra clase de ejercicios, cuya intención es proporcionar un descanso, atender posibles lesiones, y permitir una actitud contemplativa.
-Así que... ¿Pa' qué sirve esta cosa? -preguntaba Tyr, rascándose la cara con su única mano- Puedo entender lo útil de tener bases así, construidas porque sí, pero conociéndote seguro que hay algo retorcido y oscuro tras esto.
-Por favor, antes de obtener los permisos expliqué la motivación de este proyecto-sabía que no lo había leído, porque nunca lo hace-. Tiene una triple función: en primer lugar, asistencia para los viajeros, pues aunque Yggdrassil otorgue protección a los tamers y abundancia -la carne crecía literalmente del suelo- no todos gozan de su beneplácito. Los habrá que estén perdidos, hambrientos o enfermos, y aquí podrán descansar.
-¿Y ya está? -este era nuevo, Bragi, que sí había leído el informe, pero guardaba sus dudas, acompañando al otro Valkyrimon- Decías que pensabas privatizarlo...
-No exactamente. Las instalaciones básicas ofrecen atenciones básicas, si algún viajero quiere adquirir la propiedad e integrar un negocio, claramente puede, pero con sus pertinentes tasas y sin abandonar su función original: ayudar a los tamers en sus viajes.
-De acuerdo, pero... ¿Y eso de que movilicemos a recién llegados al clan aquí, para que “asistan en el fin del proyecto”?
-Claramente, es mano de obra gratis -lo dijo con tal frialdad y convicción que los otros dos no pudieron evitar sentir un escalofrío-, además de instruírles en materia de primeros auxilios y salud. Sin contar la experiencia de conocer a otras personas que ya han recorrido mundo.
Los valkirs sabían que, con esta iniciativa, se expandiría la influencia US, principalmente por medio de ayuda desinteresada y, al mismo tiempo instrucción para los novatos, los cuales ya iban llegando a ese primer taller de prácticas. No podían evitar ese malestar de darle la razón a Roku, el cual comentaba con Sven su deber de supervisar y proteger el lugar de quienes intentaran imponer su fuerza.
-Bueno... Esperemos que dure más de un día en pie...
Dijo Bragi al tiempo que sacaba una foto del lugar, empezando a reseñarlo para su blog.
Una casa amplia, de diseño japonés, surgida de la nada, con un cartel en digimoji indicando el propósito del edificio. En el medievo eran llamados casas de curas, hospicios y similares, y en la actualidad no habría referentes más allá de esas cabañas apostadas en rutas de senderismo, alpinismo u otra clase de ejercicios, cuya intención es proporcionar un descanso, atender posibles lesiones, y permitir una actitud contemplativa.
-Así que... ¿Pa' qué sirve esta cosa? -preguntaba Tyr, rascándose la cara con su única mano- Puedo entender lo útil de tener bases así, construidas porque sí, pero conociéndote seguro que hay algo retorcido y oscuro tras esto.
-Por favor, antes de obtener los permisos expliqué la motivación de este proyecto-sabía que no lo había leído, porque nunca lo hace-. Tiene una triple función: en primer lugar, asistencia para los viajeros, pues aunque Yggdrassil otorgue protección a los tamers y abundancia -la carne crecía literalmente del suelo- no todos gozan de su beneplácito. Los habrá que estén perdidos, hambrientos o enfermos, y aquí podrán descansar.
-¿Y ya está? -este era nuevo, Bragi, que sí había leído el informe, pero guardaba sus dudas, acompañando al otro Valkyrimon- Decías que pensabas privatizarlo...
-No exactamente. Las instalaciones básicas ofrecen atenciones básicas, si algún viajero quiere adquirir la propiedad e integrar un negocio, claramente puede, pero con sus pertinentes tasas y sin abandonar su función original: ayudar a los tamers en sus viajes.
-De acuerdo, pero... ¿Y eso de que movilicemos a recién llegados al clan aquí, para que “asistan en el fin del proyecto”?
-Claramente, es mano de obra gratis -lo dijo con tal frialdad y convicción que los otros dos no pudieron evitar sentir un escalofrío-, además de instruírles en materia de primeros auxilios y salud. Sin contar la experiencia de conocer a otras personas que ya han recorrido mundo.
Los valkirs sabían que, con esta iniciativa, se expandiría la influencia US, principalmente por medio de ayuda desinteresada y, al mismo tiempo instrucción para los novatos, los cuales ya iban llegando a ese primer taller de prácticas. No podían evitar ese malestar de darle la razón a Roku, el cual comentaba con Sven su deber de supervisar y proteger el lugar de quienes intentaran imponer su fuerza.
-Bueno... Esperemos que dure más de un día en pie...
Dijo Bragi al tiempo que sacaba una foto del lugar, empezando a reseñarlo para su blog.
Última edición por Roku Ginshô el Mar Sep 05, 2017 7:27 am, editado 1 vez
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Si había algo que a Selene le molestase realmente era el calor, había algo en esas temperaturas altas que acababan con su tolerancia a una velocidad abrumante. La hermosa pelirroja pecosa en ese momento no sabía decidir si era la arena que se levantaba con cada escaso viento, sentir su piel con esa suave capa de sudor y sin importar cuando ligera de ropa fuera el calor que sentía no parecía querer disiparse de su cuerpo, hubiese dado lo que tuviese a mano por algo de sombra y agua helada, muy helada.
Cargo el peso de Momo en uno de sus brazos y seco el sudor que perlaba la piel de su rostro con el dorso de su mano -Selene ¿estás bien?- tuvo que morderse la lengua para retener el primer impulso de responderle con la ironía totalmente cargada, su pequeño Caprimon no tenía la culpa de que a ella le afectase el calor de esa forma -Solo quiero salir de aquí, Momo- el suspiró escapo de sus labios, si no encontraban la parada del Trailmon las cosas para ella irían de mal a peor. Ella y el pequeño digimon habían terminado en esas zonas desconocidas gracias al Wizardmon que se habían acostumbrado a ayudar, o bien aquel “mago” sentía cierta lastima por ellos o acababa de encontrar a los mensajeros más baratos del todo el digimundo, fuese cual fuese la razón del Wizardmon ella y Momo aceptaron una vez más ayudarle, si bien el Wizardmon les advirtió que en esas zonas la temperatura era un poco más alta Selene no se imaginaba a que punto llegaba el “más alto” y ahora caminaba entre la arena colándose a cada paso por sus converse negras con el sol pegando sobre sus hombros desnudos, eso iba a dolerle más tarde lo sabía.
-Momo ¿estás seguro que por aquí eran las indicaciones del Starmon?- los ojos azules, vidriosos a causa del aumento de temperatura en la chica, trataban de enfocar con gran esfuerzo a su digimon, quien tras una larga pausa admitió que se habían perdido -Nunca he estado aquí, lo siento Selene pero todo se ve igual- Momo se apegó al pecho de la chica en señal de disculpa y ella rodó los ojos, ya no podía hacer nada contra aquello solo encontrar la forma de salir de ahí o un pueblo o un digimon que les indicase el camino correcto, lo que viniese primero -¿Puedes tolerar el calor? Te dejaré en el piso un momento- Momo asintió y ella procedió a trenzarse el cabello con rapidez, necesitaba recogerse el cabello para sentirse más “fresca” pero sin dejar expuesto su cuello o el dolor que sentiría más tarde le sería dificultosamente soportable -Vamos, tenemos que encontrar esa parada de Trailmon-
Ella no dijo nada más y Momo no se atrevió a iniciar una conversación, el pequeño caprimon estaba preocupado por la chica, desde su posición en los brazos de Selene podía notar como las mejillas de su tamer peleaban por igualar el color de su cabello haciendo que las pecas que estaban sobre estas se notasen aún más, sin embargo eso no era todo lo que le preocupaba, podía escuchar la respiración agitada de la chica y el corazón acelerado como si estuviese haciendo un gran esfuerzo físico a cada paso. Si el no recordaba mal, ella había dicho que estaba enferma pero ya se iba a pasar, aun así, los días anteriores Selene había estado tocando constantemente su frente con sus manos heladas, su expresión no era la de siempre, se veía cansada como si necesitase dormir por mucho tiempo. Momo se sintió culpable, él había insistido en ir a ayudar ese día a Wizardmon y ella no se negó, el pequeño dejo de mirarla tratando de pensar cómo ayudarle hasta que el sonido de personas hablando se hizo más fuerte -¡Selene mira, ellos nos ayudaran!- dijo emocionado con ese tono agudo característico. De un salto escapó de los brazos de su tamer para botear en la dirección que veía a las personas conversar -¡Hola! ¿Podrían decirnos como encontrar una parada de Trailmon por aquí? Selene necesita llegar a casa-
Cargo el peso de Momo en uno de sus brazos y seco el sudor que perlaba la piel de su rostro con el dorso de su mano -Selene ¿estás bien?- tuvo que morderse la lengua para retener el primer impulso de responderle con la ironía totalmente cargada, su pequeño Caprimon no tenía la culpa de que a ella le afectase el calor de esa forma -Solo quiero salir de aquí, Momo- el suspiró escapo de sus labios, si no encontraban la parada del Trailmon las cosas para ella irían de mal a peor. Ella y el pequeño digimon habían terminado en esas zonas desconocidas gracias al Wizardmon que se habían acostumbrado a ayudar, o bien aquel “mago” sentía cierta lastima por ellos o acababa de encontrar a los mensajeros más baratos del todo el digimundo, fuese cual fuese la razón del Wizardmon ella y Momo aceptaron una vez más ayudarle, si bien el Wizardmon les advirtió que en esas zonas la temperatura era un poco más alta Selene no se imaginaba a que punto llegaba el “más alto” y ahora caminaba entre la arena colándose a cada paso por sus converse negras con el sol pegando sobre sus hombros desnudos, eso iba a dolerle más tarde lo sabía.
-Momo ¿estás seguro que por aquí eran las indicaciones del Starmon?- los ojos azules, vidriosos a causa del aumento de temperatura en la chica, trataban de enfocar con gran esfuerzo a su digimon, quien tras una larga pausa admitió que se habían perdido -Nunca he estado aquí, lo siento Selene pero todo se ve igual- Momo se apegó al pecho de la chica en señal de disculpa y ella rodó los ojos, ya no podía hacer nada contra aquello solo encontrar la forma de salir de ahí o un pueblo o un digimon que les indicase el camino correcto, lo que viniese primero -¿Puedes tolerar el calor? Te dejaré en el piso un momento- Momo asintió y ella procedió a trenzarse el cabello con rapidez, necesitaba recogerse el cabello para sentirse más “fresca” pero sin dejar expuesto su cuello o el dolor que sentiría más tarde le sería dificultosamente soportable -Vamos, tenemos que encontrar esa parada de Trailmon-
Ella no dijo nada más y Momo no se atrevió a iniciar una conversación, el pequeño caprimon estaba preocupado por la chica, desde su posición en los brazos de Selene podía notar como las mejillas de su tamer peleaban por igualar el color de su cabello haciendo que las pecas que estaban sobre estas se notasen aún más, sin embargo eso no era todo lo que le preocupaba, podía escuchar la respiración agitada de la chica y el corazón acelerado como si estuviese haciendo un gran esfuerzo físico a cada paso. Si el no recordaba mal, ella había dicho que estaba enferma pero ya se iba a pasar, aun así, los días anteriores Selene había estado tocando constantemente su frente con sus manos heladas, su expresión no era la de siempre, se veía cansada como si necesitase dormir por mucho tiempo. Momo se sintió culpable, él había insistido en ir a ayudar ese día a Wizardmon y ella no se negó, el pequeño dejo de mirarla tratando de pensar cómo ayudarle hasta que el sonido de personas hablando se hizo más fuerte -¡Selene mira, ellos nos ayudaran!- dijo emocionado con ese tono agudo característico. De un salto escapó de los brazos de su tamer para botear en la dirección que veía a las personas conversar -¡Hola! ¿Podrían decirnos como encontrar una parada de Trailmon por aquí? Selene necesita llegar a casa-
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :119Nivel On Rol :RookieInventario :
Selene Mchanon
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Lo primero que le invadió en aquel momento...fue el terror absoluto. No tanto por el hecho de haber pasado de un segundo al otro de la condenación al estar enterrado debajo de toneladas de rocas a ahora estar en un pequeño páramo arbolado. Ni siquiera el hecho de que a través de un portal salido de la nada en aquel momento donde la muerte ya era casi segura. No, lo que aterraba al joven Simon en aquel momento era la bola de pelos parlante y de grandes ojos que le seguía. Al punto de que su primer ademán fue el ganar distancia con respecto a esa parlanchina criatura.
- ¿Tu....Tu que demonios eres? - Preguntó, nervioso y balbuceante el quinceañero temblando levemente de espaldas contra un árbol cercano. Cada vez mas acorralado por aquella criatura tan particular que en su hablar mostraba mucha mas determinación que el muchacho.
- Soy tu compañero...¡Nyaromon! ¡Si, tu compañero Digimon! - Replicó con decisión aquella criatura que de buenas a primeras se hizo conocer como decidido y energético. - ¡ Y mas vale que te vayas acostumbrando a eso! ¿Algo que tengas que decir?
Pero no hubo respuesta, o mas bien, no la hubo en la manera en la que el Digimon bebé la esperaba. Pues la huida de Simon fue la reacción mas inmediata que pronto impulsó al chico a evadir a esa criatura. No tanto por cobardía, sino por que se encontraba totalmente superado por esta apabullante situación. ¿Que clase de mundo loco era este? ¿Y esa cosa decía ser un Digimon? ¿Por que podía hablar si tan solo era una gran cabeza peluda con cola? Lo único que le quedaba en claro a Simon en aquel momento donde pasaba de estar en una arboleda a un páramo mucho mas desértico en tan solo cuestión de minutos de carrera insesante, es que definitivamente ya no estaba en Oregon.
- ¿Donde....Donde es que fui a parar? -Se preguntó a si mismo el muchacho, deteniendose por fin en su huida desesperada de aquella anómala monstruosidad. Dándose cuenta de que su carrera en realidad no tenía destino ni rumbo alguno. No sabía donde terminaría de seguir yendo en aquella dirección, y eso le hizo espabilar mas tarde que nunca a la hora de seguir avanzando.
- Estas en el Digimundo, genio... Obviamente ya no estas en casa. - Dijo detrás de él una voz, una que pese a haber escuchado decir tan solo un par de frases el peliazul ya conocía bien. Era esa criatura de aspecto gatuno y voz energética nuevamente.
- ¡¿T-tu... Tu... Como has logrado seguirme...? - Si ni siquiera tenía patas, esa era la totalidad de la pregunta que Simon quiso hacerle al notar que la criatura con sorprendente facilidad y notable determinación le había seguido en la carrera pese a que el chiquillo había hecho lo posible para dejarlo atrás a todo pulmón.
- Tengo que estar siempre contigo... para bien o para mal... soy tu compañero Digimon y ese es mi deber. - Fue la respuesta dada por aquella peculiar criaturita. Quién acto seguido de un brinco se posicionó sobre la cabeza del muchacho, que anonadado mantuvo el equilibrio para no caer al suelo en lugar de buscar arrojar lejos de si al Digimon como lo dictaría su sentido común. - Jum... Si que hemos corrido un buen tramo... Pero estos lugares rara vez están tan desiertos, siempre hay otros Tamers o viajeros casuales... ¡Loteria! ¡Mira eso!
La vista gatuna de Nyaromon le había hecho ubicar una edificación apenas si visible desde el horizonte, una hacia la cual Simon tuvo que caminar un par de minutos mas para finalmente divisarla. ¡Era un hospedaje! O al menos lucía como uno. Y de seguro no lo habrían construido estos raros monstruos al tener en cuenta de que Nyaromon ni tenía extremidades para tal compleja tarea.
- ¡Humanos! ¡De seguro allí hay mas humanos! - Clamó el chico a viva voz y con entusiasmo renacido a mas no poder. Para acto seguido nuevamente emprender carrera con tal determinación como para incluso levantar una estela de polvo tras su paso fugaz, y dejando atrás al compañero Digimon quién en realidad le había ayudado a divisar eso.
- ¡Oye, niño idiota! ¡Todavía no sabemos quien ha podido construir eso! ¿Y si es peligroso? - Nyaromon hablaba con justa cautela en efecto, pero Simon ni siquiera se molestaba en escucharlo y al Digimon no le quedaba de otra que seguir a su Tamer todavía inexperto del todo.
- ¡Hey! ¡Hey! ¡Ustedes... necesito ayuda! ¡Ayuda! - Mientras mas se acercaba a aquella edificación, Simon pudo notar como múltiples individuos estaban en la entrada de esta. Pero la alegría total del chico pronto se transformó en una mezcla extraña de confusión y sorpresa. Pues entre esa multitud había no solo humanos...sino mas tipos de criaturas de formas y aspectos extraños. - Yo... ¿Que... En que locura me he metido? - Balbuceó el muchachito, cesando poco a poco su paso al no saber como reaccionar ante la escena que contemplaba, seguido no muy de lejos por su compañero todavía no deseado.
- ¿Tu....Tu que demonios eres? - Preguntó, nervioso y balbuceante el quinceañero temblando levemente de espaldas contra un árbol cercano. Cada vez mas acorralado por aquella criatura tan particular que en su hablar mostraba mucha mas determinación que el muchacho.
- Soy tu compañero...¡Nyaromon! ¡Si, tu compañero Digimon! - Replicó con decisión aquella criatura que de buenas a primeras se hizo conocer como decidido y energético. - ¡ Y mas vale que te vayas acostumbrando a eso! ¿Algo que tengas que decir?
Pero no hubo respuesta, o mas bien, no la hubo en la manera en la que el Digimon bebé la esperaba. Pues la huida de Simon fue la reacción mas inmediata que pronto impulsó al chico a evadir a esa criatura. No tanto por cobardía, sino por que se encontraba totalmente superado por esta apabullante situación. ¿Que clase de mundo loco era este? ¿Y esa cosa decía ser un Digimon? ¿Por que podía hablar si tan solo era una gran cabeza peluda con cola? Lo único que le quedaba en claro a Simon en aquel momento donde pasaba de estar en una arboleda a un páramo mucho mas desértico en tan solo cuestión de minutos de carrera insesante, es que definitivamente ya no estaba en Oregon.
- ¿Donde....Donde es que fui a parar? -Se preguntó a si mismo el muchacho, deteniendose por fin en su huida desesperada de aquella anómala monstruosidad. Dándose cuenta de que su carrera en realidad no tenía destino ni rumbo alguno. No sabía donde terminaría de seguir yendo en aquella dirección, y eso le hizo espabilar mas tarde que nunca a la hora de seguir avanzando.
- Estas en el Digimundo, genio... Obviamente ya no estas en casa. - Dijo detrás de él una voz, una que pese a haber escuchado decir tan solo un par de frases el peliazul ya conocía bien. Era esa criatura de aspecto gatuno y voz energética nuevamente.
- ¡¿T-tu... Tu... Como has logrado seguirme...? - Si ni siquiera tenía patas, esa era la totalidad de la pregunta que Simon quiso hacerle al notar que la criatura con sorprendente facilidad y notable determinación le había seguido en la carrera pese a que el chiquillo había hecho lo posible para dejarlo atrás a todo pulmón.
- Tengo que estar siempre contigo... para bien o para mal... soy tu compañero Digimon y ese es mi deber. - Fue la respuesta dada por aquella peculiar criaturita. Quién acto seguido de un brinco se posicionó sobre la cabeza del muchacho, que anonadado mantuvo el equilibrio para no caer al suelo en lugar de buscar arrojar lejos de si al Digimon como lo dictaría su sentido común. - Jum... Si que hemos corrido un buen tramo... Pero estos lugares rara vez están tan desiertos, siempre hay otros Tamers o viajeros casuales... ¡Loteria! ¡Mira eso!
La vista gatuna de Nyaromon le había hecho ubicar una edificación apenas si visible desde el horizonte, una hacia la cual Simon tuvo que caminar un par de minutos mas para finalmente divisarla. ¡Era un hospedaje! O al menos lucía como uno. Y de seguro no lo habrían construido estos raros monstruos al tener en cuenta de que Nyaromon ni tenía extremidades para tal compleja tarea.
- ¡Humanos! ¡De seguro allí hay mas humanos! - Clamó el chico a viva voz y con entusiasmo renacido a mas no poder. Para acto seguido nuevamente emprender carrera con tal determinación como para incluso levantar una estela de polvo tras su paso fugaz, y dejando atrás al compañero Digimon quién en realidad le había ayudado a divisar eso.
- ¡Oye, niño idiota! ¡Todavía no sabemos quien ha podido construir eso! ¿Y si es peligroso? - Nyaromon hablaba con justa cautela en efecto, pero Simon ni siquiera se molestaba en escucharlo y al Digimon no le quedaba de otra que seguir a su Tamer todavía inexperto del todo.
- ¡Hey! ¡Hey! ¡Ustedes... necesito ayuda! ¡Ayuda! - Mientras mas se acercaba a aquella edificación, Simon pudo notar como múltiples individuos estaban en la entrada de esta. Pero la alegría total del chico pronto se transformó en una mezcla extraña de confusión y sorpresa. Pues entre esa multitud había no solo humanos...sino mas tipos de criaturas de formas y aspectos extraños. - Yo... ¿Que... En que locura me he metido? - Balbuceó el muchachito, cesando poco a poco su paso al no saber como reaccionar ante la escena que contemplaba, seguido no muy de lejos por su compañero todavía no deseado.
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Aquél dúo caminaba por la zona y sin rumbo fijo, avanzaban explorando lo que iban encontrando a su alrededor. Aunque realmente era Erza la que se dedicaba a descubrir todo lo que ese mundo, que recientemente haba empezado a explorar, tenía por ofrecerle. Su compañero, un Elecmon de nombre Arslan se dedicaba a hacer de guía para su tamer, puesto que él conocía el Mundo Digital como la palma de su mano. Lo que no significara que hubiese zonas inexploradas para él.
- Toda esta zona tiene parajes más desérticos y zonas montañosas- le iba explicando Arslan- También hay zonas verdes y bosques pero no suelen ser muy grandes y frondosos como en otras zonas.
- ¿Y la gente que vive aquí?- preguntó la joven.
- Aquí te encontrarás sobretodo pueblos y digimons nómadas, es lo más común.
Erza pensó que tal vez podrían encontrar algún pueblo cercano en el que tomar algo. Se conformaría con un vaso de agua, llevaban mucho caminando y ya empezaba a notar la garganta seca. En el pueblo anterior compraron una mochila y una cantimplora, con el dinero que cambiaron en la Zona D, pero hacía ya un rato que esta ya no tenía agua. Arslan sugirió subir a una zona elevada, desde allí arriba podrían ver más terreno y con suerte localizar algún pueblo o río en el que rellenar la cantimplora. Subieron a una pequeña colina y desde allí tuvieron una vista extraordinaria de toda la zona.
- Mira allí, hay una casa- dijo Erza señalándole el lugar- También veo un humano y dos digimons iguales- Luego miró cerca y distinguió otros dos tamers y digimons- Bajemos y preguntemos si allí podemos beber agua.
Ella empezó a bajar la colina pero notó que su compañero no la seguía y se dio la vuelta. No se había movido del sitio, seguía mirando aquella casa. Pero Arslan realmente no miraba la casa, si no a los dos digimons megas que Erza había visto. Los conocía, conocía a esos dos Valkyrimon. Ellos fueron sus compañeros en los Union Saver, parte de su familia. Sonrió al recordar los buenos momentos que pasó, tanto con ellos como con el resto de Valkirimon. Todo eso quedó atrás. Su tiempo en el clan terminó. Ellos creían que él había muerto y que no volvería. Deseaba poder decirles que estaba vivo ¿pero de qué serviría? No podía ir allí y hablarles como si les conociera de toda la vida. Ya no era Imperialdramon, su línea evolutiva se alteró. Además, él quería que los Unions Saver aprendieran a valerse sin él y se preguntó si lo estarían consiguiendo. Tal vez haya sido buena idea encontrarse con ellos, podría informarse de cómo van las cosas por allí.
- ¡Arslan!- le dijo alzando un poco la voz- Estás en la nubes, no parece propio de ti.
- Conozco a esos dos digimons, pero no puedo decirles quien soy. Al menos no por ahora- le explicó.
- Entiendo.
Erza ya conocía la situación de Arslan y le preguntó si quería alejarse de allí. Él se negó, ya que les había encontrado al menos trataría de averiguar cómo va todo. Ambos fueron bajando de la colina para dirigirse a esa casa, dónde empezaba a reunirse gente.
- Toda esta zona tiene parajes más desérticos y zonas montañosas- le iba explicando Arslan- También hay zonas verdes y bosques pero no suelen ser muy grandes y frondosos como en otras zonas.
- ¿Y la gente que vive aquí?- preguntó la joven.
- Aquí te encontrarás sobretodo pueblos y digimons nómadas, es lo más común.
Erza pensó que tal vez podrían encontrar algún pueblo cercano en el que tomar algo. Se conformaría con un vaso de agua, llevaban mucho caminando y ya empezaba a notar la garganta seca. En el pueblo anterior compraron una mochila y una cantimplora, con el dinero que cambiaron en la Zona D, pero hacía ya un rato que esta ya no tenía agua. Arslan sugirió subir a una zona elevada, desde allí arriba podrían ver más terreno y con suerte localizar algún pueblo o río en el que rellenar la cantimplora. Subieron a una pequeña colina y desde allí tuvieron una vista extraordinaria de toda la zona.
- Mira allí, hay una casa- dijo Erza señalándole el lugar- También veo un humano y dos digimons iguales- Luego miró cerca y distinguió otros dos tamers y digimons- Bajemos y preguntemos si allí podemos beber agua.
Ella empezó a bajar la colina pero notó que su compañero no la seguía y se dio la vuelta. No se había movido del sitio, seguía mirando aquella casa. Pero Arslan realmente no miraba la casa, si no a los dos digimons megas que Erza había visto. Los conocía, conocía a esos dos Valkyrimon. Ellos fueron sus compañeros en los Union Saver, parte de su familia. Sonrió al recordar los buenos momentos que pasó, tanto con ellos como con el resto de Valkirimon. Todo eso quedó atrás. Su tiempo en el clan terminó. Ellos creían que él había muerto y que no volvería. Deseaba poder decirles que estaba vivo ¿pero de qué serviría? No podía ir allí y hablarles como si les conociera de toda la vida. Ya no era Imperialdramon, su línea evolutiva se alteró. Además, él quería que los Unions Saver aprendieran a valerse sin él y se preguntó si lo estarían consiguiendo. Tal vez haya sido buena idea encontrarse con ellos, podría informarse de cómo van las cosas por allí.
- ¡Arslan!- le dijo alzando un poco la voz- Estás en la nubes, no parece propio de ti.
- Conozco a esos dos digimons, pero no puedo decirles quien soy. Al menos no por ahora- le explicó.
- Entiendo.
Erza ya conocía la situación de Arslan y le preguntó si quería alejarse de allí. Él se negó, ya que les había encontrado al menos trataría de averiguar cómo va todo. Ambos fueron bajando de la colina para dirigirse a esa casa, dónde empezaba a reunirse gente.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :63Nivel On Rol :RookieInventario :
Erza Scarlet
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Las miradas cómplices de ambos se cruzaron. Sabían qué estaba pasando, no eran estúpidos, mas no dirían palabra de ello. En menos de un minuto, ya tenían a dos tamers en situaciones críticas pidiendo auxilio. Bragi no había tenido tiempo ni de avisar a Central para informar de que, preparadas ya las instalaciones, podían enviar el Trailmon con los reclutas que iniciarían esas “prácticas”. Estos también iban a trasladar el equipo necesario, por lo que ahora mismo, el edificio disponía de lo mínimo y más básico. De todas formas, Tyr y Bragi ya habían pactado no darle la razón a Adam, simplemente asistirían a esas dos peticiones.
Asintiendo, Bragi saltó, usando sus potentes piernas para caer cerca de, según indicaba el estridente bebé, reposaba su tamer inconsciente. No era médico, pero colocó su palma en la frente de la chica, retirándola por el extremo calor. No sabía si era fiebre, o si estaba padeciendo una fuerte insolación. La porteó, con sumo cuidado, antes de saltar regresando al punto inicial. Con su excelente puntería, aterrizó justo donde había dejado sus huellas.
Al tiempo de esto, Tyr intentaba calmar al chico. Interpuso entre ellos su mano y su muñón, pues hacía mucho que uno de sus brazos se fue. Pensó que esto igual se interpretaba como una amenaza, no se le daba bien socializar. Ese era el punto fuerte de Bragi, pero este ya se había ido (y regresado) por el otro asunto. Accedió por lo simple que era asignar las tareas. Él estaba más cerca del chico, Bragi de la chica, no había lugar a discusión. Por algo compartían la misma disciplina. Suspiró, pensando cómo solventar el problema, y descartó dejarlo inconsciente de un golpe. Sacó su cantimplora, y se la ofreció.
-¡A ver, a ver! ¡Cállate un segundo! -sonaba demasiado rudo, y se lo notaba- Toma un trago, respira profundamente, y dime qué puñetas te pasa, tío. ¿Te has perdido o algo? -contempló al bebé que ya se apostaba a la vera del muchacho- ¡Ooooooh! ¡Vale, vale! Si te acompaña un digimon bebé, y estás desorientado y asustado, ¡es que acabas de llegar!
-Tyr, lo estás asustando -indicaba Bragi, que usando el agua de su cantimplora, roció la cara de la desmayada- ¡Vamos, despierta! -daba toques con su índice en su mejilla- ¿Por favor?
-¡Pero si no le voy a hacer nada! -protestaba- Bueno, enanín. Te explico... Dónde está Hordd cuando se le necesita... Yo soy Tyr, un Valkyrimon, monstruo de clase mega, y él es Bragi, mi hermano de armas, misma especie, mismo nivel -asentía, contento con su resumen-. Estás en la tierra de los monstruos, un mundo paralelo al humano. Que por cierto, ¡qué descaro llamarnos a nosotros “monstruos”! ¡¡Para nosotros, vosotros sois los raritos!! ¡¡Te voy a...!!
-¡Tyr! -protestó Bragi- Bueno, chico, has sido elegido para guiar a uno de los nuestros, ese pequeño que te sigue. A medida que vuestro viaje avance, él adoptará otras formas, y quién sabe -preparaba su cámara, haciéndose un selfie con la pelirroja-. Igual acaba siendo un Valkyrimon.
-Tío, no te hagas fotos con la muerta, -tiritó de puro desagrado- da grima.
-No está muerta, y es para el blog. Que vean que salvamos vidas y... Un momento -recordó-, antes me dijiste que en tu cantimplora no había agua. ¿De qué la llenaste?
-Whiskey.
Llegando tanto Adam como otro nuevo dúo, este evaluó con la mirada el desarrollo de la situación. Todos ellos estarían más seguros dentro del estómago de un Greymon con digestión pesada. El licor, por sus componentes, favorece la deshidratación, y aunque no afectaba a un mega, sí a un menor. Verter agua helada sobre alguien insolado solo generará un shock, pues el cambio brusco de temperatura es entendido como “dolor” por los receptores del cuerpo. En su lugar, hay que rehidratarlo y ajustar la temperatura paulatinamente. Y no sabía qué tortura sufrieron los otros dos, pero el pequeño digimon le recordaba a alguien.
No recordaba a quién, ni su nombre, ni el momento. Mas juraría haberlo visto antes.
-¡Un momento! -gritó Bragi- ¡Yo sé quién eres! -apuntó con su dedo a la nueva chica y a su digimon escarlata- Esa figura, no me cabe la menor duda... -asentía, orgulloso de sus capacidades deductivas- Piel pálida, y pelo rojo. Tú eres su hermana, ¿verdad?
-A mí todos los humanos me parecen iguales...-protestaba Tyr, cogiendo su cantimplora de vuelta y bebiendo- Lo necesitaba...
-Mientras llegan los cargamentos, estos tres son responsabilidad nuestra -Adam evaluaba la situación-. Esta chica está deshidratada, pero si le damos de beber, al no tener fuerzas para asimilar los líquidos, los vomitará. Llevadla al ala médica y conectadla al suero. Así podremos hidratarla por medio de su torrente sanguíneo -solo había dos alas: la destinada a los tratamientos médicos y la destinada al ocio, no se complicó mucho la vida-. En cuanto a vosotros dos. Ella dispone de un digimon novato, una etapa más que el tuyo. Debe ser también alguien nuevo en este lugar, pero podrá compartir contigo sus experiencias aquí. Cuando estabilice a la chica, no me importará explicarte dónde estás -y, dirigiéndose ahora a los valkirs- ¡Vamos, moveos!
Asintiendo, Bragi saltó, usando sus potentes piernas para caer cerca de, según indicaba el estridente bebé, reposaba su tamer inconsciente. No era médico, pero colocó su palma en la frente de la chica, retirándola por el extremo calor. No sabía si era fiebre, o si estaba padeciendo una fuerte insolación. La porteó, con sumo cuidado, antes de saltar regresando al punto inicial. Con su excelente puntería, aterrizó justo donde había dejado sus huellas.
Al tiempo de esto, Tyr intentaba calmar al chico. Interpuso entre ellos su mano y su muñón, pues hacía mucho que uno de sus brazos se fue. Pensó que esto igual se interpretaba como una amenaza, no se le daba bien socializar. Ese era el punto fuerte de Bragi, pero este ya se había ido (y regresado) por el otro asunto. Accedió por lo simple que era asignar las tareas. Él estaba más cerca del chico, Bragi de la chica, no había lugar a discusión. Por algo compartían la misma disciplina. Suspiró, pensando cómo solventar el problema, y descartó dejarlo inconsciente de un golpe. Sacó su cantimplora, y se la ofreció.
-¡A ver, a ver! ¡Cállate un segundo! -sonaba demasiado rudo, y se lo notaba- Toma un trago, respira profundamente, y dime qué puñetas te pasa, tío. ¿Te has perdido o algo? -contempló al bebé que ya se apostaba a la vera del muchacho- ¡Ooooooh! ¡Vale, vale! Si te acompaña un digimon bebé, y estás desorientado y asustado, ¡es que acabas de llegar!
-Tyr, lo estás asustando -indicaba Bragi, que usando el agua de su cantimplora, roció la cara de la desmayada- ¡Vamos, despierta! -daba toques con su índice en su mejilla- ¿Por favor?
-¡Pero si no le voy a hacer nada! -protestaba- Bueno, enanín. Te explico... Dónde está Hordd cuando se le necesita... Yo soy Tyr, un Valkyrimon, monstruo de clase mega, y él es Bragi, mi hermano de armas, misma especie, mismo nivel -asentía, contento con su resumen-. Estás en la tierra de los monstruos, un mundo paralelo al humano. Que por cierto, ¡qué descaro llamarnos a nosotros “monstruos”! ¡¡Para nosotros, vosotros sois los raritos!! ¡¡Te voy a...!!
-¡Tyr! -protestó Bragi- Bueno, chico, has sido elegido para guiar a uno de los nuestros, ese pequeño que te sigue. A medida que vuestro viaje avance, él adoptará otras formas, y quién sabe -preparaba su cámara, haciéndose un selfie con la pelirroja-. Igual acaba siendo un Valkyrimon.
-Tío, no te hagas fotos con la muerta, -tiritó de puro desagrado- da grima.
-No está muerta, y es para el blog. Que vean que salvamos vidas y... Un momento -recordó-, antes me dijiste que en tu cantimplora no había agua. ¿De qué la llenaste?
-Whiskey.
Llegando tanto Adam como otro nuevo dúo, este evaluó con la mirada el desarrollo de la situación. Todos ellos estarían más seguros dentro del estómago de un Greymon con digestión pesada. El licor, por sus componentes, favorece la deshidratación, y aunque no afectaba a un mega, sí a un menor. Verter agua helada sobre alguien insolado solo generará un shock, pues el cambio brusco de temperatura es entendido como “dolor” por los receptores del cuerpo. En su lugar, hay que rehidratarlo y ajustar la temperatura paulatinamente. Y no sabía qué tortura sufrieron los otros dos, pero el pequeño digimon le recordaba a alguien.
No recordaba a quién, ni su nombre, ni el momento. Mas juraría haberlo visto antes.
-¡Un momento! -gritó Bragi- ¡Yo sé quién eres! -apuntó con su dedo a la nueva chica y a su digimon escarlata- Esa figura, no me cabe la menor duda... -asentía, orgulloso de sus capacidades deductivas- Piel pálida, y pelo rojo. Tú eres su hermana, ¿verdad?
-A mí todos los humanos me parecen iguales...-protestaba Tyr, cogiendo su cantimplora de vuelta y bebiendo- Lo necesitaba...
-Mientras llegan los cargamentos, estos tres son responsabilidad nuestra -Adam evaluaba la situación-. Esta chica está deshidratada, pero si le damos de beber, al no tener fuerzas para asimilar los líquidos, los vomitará. Llevadla al ala médica y conectadla al suero. Así podremos hidratarla por medio de su torrente sanguíneo -solo había dos alas: la destinada a los tratamientos médicos y la destinada al ocio, no se complicó mucho la vida-. En cuanto a vosotros dos. Ella dispone de un digimon novato, una etapa más que el tuyo. Debe ser también alguien nuevo en este lugar, pero podrá compartir contigo sus experiencias aquí. Cuando estabilice a la chica, no me importará explicarte dónde estás -y, dirigiéndose ahora a los valkirs- ¡Vamos, moveos!
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
El calor comenzaba a hacer estragos en la hermosa pelirroja pecosa mientras ella intentaba mantenerse de pie en el mismo lugar, sentía el mareo comenzar a apoderarse de su cabeza sabía que Momo había escapado de sus brazos porque estos caían lánguidos a los costados de su cuerpo. Escuchaba a su pequeño caprimon hablar con esos tonos más agudos que le caracterizaban cuando estaba emocionado por algo sin embargo sus fuerzas estaban llegando al límite, no lograba procesar las palabras exactas, sus piernas amenazaban con flaquear y ella intentaba aferrarse con desesperación a esa fortaleza interna para no caer en la inconciencia. Vio las figuras que tenía al frente un tanto borrosas, deseo llamar a Momo para seguir caminando mientras llevaba una de sus manos hacia su frente para quitar el sudor que perlaba su piel “Ugh” pensó, sus manos que acostumbraban a estar frías ahora se encontraban tibias, la sensación era desagradable. Abrió los labios y no consiguió decir nada más que un suspiro cansado, el lugar comenzaba a verse difuso e indeterminado una sola mancha de color en tonos cafés rojizos y el calor abrazador, aplastante, reclamándola “Momo” le llamó, sus piernas cedieron al momento que su mente vago lejos, la insolación le había ganado.
-¡Selene Selene despierta!- pidió Momo al verla inconsciente a su lado -¡Por favor!- la desesperación del caprimon era clara, él con su pequeño cuerpo peludo intentaba moverla para hacer que reaccionase. La intervención imprevista del digimon que le triplicaba en tamaño le sobresalto -Oye --- Momo iba a impedir que la tocase pero al notar que solo ponía su mano en su frente se quedó en silencio -¿Esta bien?- murmuró hacia el digimon quien tomó a su tamer y volvió a su lugar anterior -¡Hey hey deja a Selene!- exclamo con esa voz aguda mientras boteaba “furioso” hacia el llamado Bragi. Momo se colgó de su zapato comenzando a morderlo para que dejara a su tamer -Heyg dgjag a Slgneng- añadió de manera incompresible y al ver que la rociaba con algo se alarmo mordiéndole con más fuerza pero el llamado Bragi parecía demasiado imponente para él, el pequeño caprimon deseo ser el doble de ese Valkyrimon para quitarle a Selene de las manos -¡No te tomes fotos con Selene!- exclamó rodeándolo dando botes rápidos intentado alcanzar los brazos del digimon y al escuchar a Selene quejarse se alarmó -¡por favor dejala!- pidió, Momo no iba a atacarlo únicamente porque tenía a su tamer con él.
Momo no se percató de los recién llegados hasta que los Valkyrimon lo hicieron, el pequeño caprimon giró viendo a una nueva chica de cabellos rojos igual que Selene solo que sus ojos eran diferentes, los de Selene eran claros, los de ella oscuros -¡No es su hermana! ¡bájala! - boteo intentando llamar la atención de Bragi quien parecía ignorarlo con ganas; él bebe digimon escuchó las indicaciones del otro humano y le pareció mucho más sensato que el digimon que cargaba a su tamer, decidió que él era el “líder” de esos dos y que él podía ayudar a Selene, además había dicho área médica, eso era algo bueno ¿no?.
Las imágenes imprecisas y los sonidos alargados llegaban de distintas partes, era un estado de sopor del cual Selene no podía despertar. Había algo blanco que la cargaba entregándole la sensación de levitar constantemente, el sonido agudo, invariable y molesto para sus oídos, algo frio y mal oliente que le caía encima, su cuerpo reaccionando tardío en forma de quejido nacido del dolor. Intento removerse de aquello que la cargaba pero su cuerpo respondía mucho más lento de lo que ella esperaba, el calor la tenía atrapada, su cabeza daba vueltas, su cuerpo parecía estar en un hervidero constante. Luego había negro, nada, solo inconciencia que la atraía y la atrapaba dejándola a la merced del mundo que continuaba a su alrededor.
Iba y volvía en ese estado, creía haber visto a otras personas alguien más de cabello rojo ¿su madre? No…no podría estar alucinando de una forma tan grotesca; algo frio sobre su espalda, un pinchazo que se extendía por todo su cuerpo, otro quejido de dolor, casi un gemido suave que se escapa de sus labios mientras ella luchaba con su cabeza para recuperar el control de su cuerpo, la imagen difusa de alguien más allí donde fuera que estuviese. Silencio, soledad, finalmente se entregó al sueño.
-¡Selene Selene despierta!- pidió Momo al verla inconsciente a su lado -¡Por favor!- la desesperación del caprimon era clara, él con su pequeño cuerpo peludo intentaba moverla para hacer que reaccionase. La intervención imprevista del digimon que le triplicaba en tamaño le sobresalto -Oye --- Momo iba a impedir que la tocase pero al notar que solo ponía su mano en su frente se quedó en silencio -¿Esta bien?- murmuró hacia el digimon quien tomó a su tamer y volvió a su lugar anterior -¡Hey hey deja a Selene!- exclamo con esa voz aguda mientras boteaba “furioso” hacia el llamado Bragi. Momo se colgó de su zapato comenzando a morderlo para que dejara a su tamer -Heyg dgjag a Slgneng- añadió de manera incompresible y al ver que la rociaba con algo se alarmo mordiéndole con más fuerza pero el llamado Bragi parecía demasiado imponente para él, el pequeño caprimon deseo ser el doble de ese Valkyrimon para quitarle a Selene de las manos -¡No te tomes fotos con Selene!- exclamó rodeándolo dando botes rápidos intentado alcanzar los brazos del digimon y al escuchar a Selene quejarse se alarmó -¡por favor dejala!- pidió, Momo no iba a atacarlo únicamente porque tenía a su tamer con él.
Momo no se percató de los recién llegados hasta que los Valkyrimon lo hicieron, el pequeño caprimon giró viendo a una nueva chica de cabellos rojos igual que Selene solo que sus ojos eran diferentes, los de Selene eran claros, los de ella oscuros -¡No es su hermana! ¡bájala! - boteo intentando llamar la atención de Bragi quien parecía ignorarlo con ganas; él bebe digimon escuchó las indicaciones del otro humano y le pareció mucho más sensato que el digimon que cargaba a su tamer, decidió que él era el “líder” de esos dos y que él podía ayudar a Selene, además había dicho área médica, eso era algo bueno ¿no?.
Las imágenes imprecisas y los sonidos alargados llegaban de distintas partes, era un estado de sopor del cual Selene no podía despertar. Había algo blanco que la cargaba entregándole la sensación de levitar constantemente, el sonido agudo, invariable y molesto para sus oídos, algo frio y mal oliente que le caía encima, su cuerpo reaccionando tardío en forma de quejido nacido del dolor. Intento removerse de aquello que la cargaba pero su cuerpo respondía mucho más lento de lo que ella esperaba, el calor la tenía atrapada, su cabeza daba vueltas, su cuerpo parecía estar en un hervidero constante. Luego había negro, nada, solo inconciencia que la atraía y la atrapaba dejándola a la merced del mundo que continuaba a su alrededor.
Iba y volvía en ese estado, creía haber visto a otras personas alguien más de cabello rojo ¿su madre? No…no podría estar alucinando de una forma tan grotesca; algo frio sobre su espalda, un pinchazo que se extendía por todo su cuerpo, otro quejido de dolor, casi un gemido suave que se escapa de sus labios mientras ella luchaba con su cabeza para recuperar el control de su cuerpo, la imagen difusa de alguien más allí donde fuera que estuviese. Silencio, soledad, finalmente se entregó al sueño.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :119Nivel On Rol :RookieInventario :
Selene Mchanon
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
El pequeño Tamer, en su afán por buscar ayuda y guía en este mundo totalmente desconocido, había terminado en un escenario tan variopinto en medio de estas hasta por entonces desoladas planicies que su mente no daba crédito para elegir por cualquier primer extraña situación empezar a sacar el millar de preguntas correspondientes. - ¿Valkyrimons?... ¿Monstruos clase mega?... ¿Mundo paralelo? - Primeramente, destacaba el primer encuentro donde el desespero del chiquillo peliazul y la energía innegable de esas dos criaturas digitales chocaron. Quedando claramente Simon superado por el energético par. Temblando con el mayor disimulo posible, agradeciendo haber quedado tal anonadado ante aquel recibimiento como para no tomar la bebida que le ofrecían al darse cuenta de que se trataba de algo alcohólico.
Lo siguiente en la escena que captó su atención, y por que no su preocupación, era la muchacha desvanecida por lo que el humano mas conocedor de toda esta situación muy acertadamente clasificó como deshidratación. ¿Ese destino le hubiera aguardado a él en el caso de haber vagado sin rumbo ni encuentros de por medio por estos páramos? Simon sacudió su cabeza con disimulo para que los pensamientos al respecto no le sobrecargasen, dedicando su atención al otro ser humano restante en esta serie de encuentros entre lo milagroso y lo inesperado. - Eh... Hola... Soy Simon... Y él es... - Algo nervioso, pero intentando que su inexperiencia no lo dejase mudo a la hora de dirigirse a la pelirroja de semblante mas inflaqueable en escena, fue interrumpido por su colega Digimon. Quién obviamente en su aire prepotente pese a su juventud deseaba presentarse por su cuenta. - ¡Soy Nyaromon! ¡Y algún día también seré un Mega poderoso como estos Valkyrimon! - Subiéndose sobre la cabeza del jovencito, haciéndolo metafóricamente aquel pequeño Digimon para demostrarle a todos de quién llevaba los pantalones en el dúo que ellos formaban, no tuvo pelos en la lengua a la hora de proyectarse a futuro mientras hacía introducción.
La reacción de Simon no se hizo esperar, apartando al Digimon bebé de su cabeza pero no por esto arrojandolo sin consideración. El peliazul respetaba la vida en todas sus formas incluso la de su bocón compañero, por mas que ni siquiera supiera bien que clase de forma de vida era Nyaromon para empezar. - Serás... ¡Serás bocazas! - Le sostuvo entre sus manos, cada palma a cada esponjoso costado del pequeño Digimon para que este no tuviera escapatoria a la hora de intentar dar un movimiento o brinco donde buscase hacerse lucir a toda costa. Mirándole con un aire reprochador a la vez que se sentía en verguenza por el atrevimiento al que obviamente se vería el también ligado por ser el colega de Nyaromon.
Acto seguido, y sin soltar de aquella prisión amigable al tacto pero firme para con el pequeño Digimon, Simon contempló con ojos analíticos (y todavía algo temerosos, la edificación no muy lejana a ellos). Solo había un solo humano partícipe en aquella magnífica obra alzándolse casi como oasis en estas tierras áridas... ¿Los Digimon le habrían ayudado en eso, como si colegas y compañeros a tal punto se tratasen? - Entonces... Ustedes me dicen que... esta...? - Estaba a punto de decir "cosa", pero sería muy simplificador y algo desconsiderado llamarle así a Nyaromon teniendo en cuenta que lo tenía tan cercano a él por sostenerle entre manos. - ¿Nyaromon es algo así como... mi compañero en específico en este mundo? - Pudo por fin ordenar aquella incognita buscando no ofender sencibilidades, pero ya deseoso de obtener respuestas concisas de todo este nuevo universo en el que literalmente se veía envuelto.
Lo siguiente en la escena que captó su atención, y por que no su preocupación, era la muchacha desvanecida por lo que el humano mas conocedor de toda esta situación muy acertadamente clasificó como deshidratación. ¿Ese destino le hubiera aguardado a él en el caso de haber vagado sin rumbo ni encuentros de por medio por estos páramos? Simon sacudió su cabeza con disimulo para que los pensamientos al respecto no le sobrecargasen, dedicando su atención al otro ser humano restante en esta serie de encuentros entre lo milagroso y lo inesperado. - Eh... Hola... Soy Simon... Y él es... - Algo nervioso, pero intentando que su inexperiencia no lo dejase mudo a la hora de dirigirse a la pelirroja de semblante mas inflaqueable en escena, fue interrumpido por su colega Digimon. Quién obviamente en su aire prepotente pese a su juventud deseaba presentarse por su cuenta. - ¡Soy Nyaromon! ¡Y algún día también seré un Mega poderoso como estos Valkyrimon! - Subiéndose sobre la cabeza del jovencito, haciéndolo metafóricamente aquel pequeño Digimon para demostrarle a todos de quién llevaba los pantalones en el dúo que ellos formaban, no tuvo pelos en la lengua a la hora de proyectarse a futuro mientras hacía introducción.
La reacción de Simon no se hizo esperar, apartando al Digimon bebé de su cabeza pero no por esto arrojandolo sin consideración. El peliazul respetaba la vida en todas sus formas incluso la de su bocón compañero, por mas que ni siquiera supiera bien que clase de forma de vida era Nyaromon para empezar. - Serás... ¡Serás bocazas! - Le sostuvo entre sus manos, cada palma a cada esponjoso costado del pequeño Digimon para que este no tuviera escapatoria a la hora de intentar dar un movimiento o brinco donde buscase hacerse lucir a toda costa. Mirándole con un aire reprochador a la vez que se sentía en verguenza por el atrevimiento al que obviamente se vería el también ligado por ser el colega de Nyaromon.
Acto seguido, y sin soltar de aquella prisión amigable al tacto pero firme para con el pequeño Digimon, Simon contempló con ojos analíticos (y todavía algo temerosos, la edificación no muy lejana a ellos). Solo había un solo humano partícipe en aquella magnífica obra alzándolse casi como oasis en estas tierras áridas... ¿Los Digimon le habrían ayudado en eso, como si colegas y compañeros a tal punto se tratasen? - Entonces... Ustedes me dicen que... esta...? - Estaba a punto de decir "cosa", pero sería muy simplificador y algo desconsiderado llamarle así a Nyaromon teniendo en cuenta que lo tenía tan cercano a él por sostenerle entre manos. - ¿Nyaromon es algo así como... mi compañero en específico en este mundo? - Pudo por fin ordenar aquella incognita buscando no ofender sencibilidades, pero ya deseoso de obtener respuestas concisas de todo este nuevo universo en el que literalmente se veía envuelto.
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Nada más llegaron vieron que la situación era realmente caótica. Los Valkyrimon no parecían tener mucha idea sobre lo que hacer y parecían estar empeorando las cosas ¿A quién se le ocurre ofrecer alcohol en una situación así? Típico de Bragi, no había cambiado y eso también alegraba a Arslan. Aunque el digimon tuvo que controlarse para no ir allí y tratar de poner orden como solía hacer antes. ¿De que serviría? Para los Valkyrymon él estaba muerto y, con una línea evolutiva alterada, ya no sería reconocible para nadie. Si dijera quien es seguramente lo tratarían por loco o le acusarían de manchar la memoria de su amigo caído.
De repente, Bragi les señaló diciendo que le conocía. Arslan se puso tenso ¿Con tanta rapidez lo reconoció? ¿Sólo con una mirada? Sin embargo, el resto de las palabras delataba que no era así, simplemente había confundido a Erza con una hermana de la otra chica pelirroja. El digimon no sabía si alegrarse o entristecerse. Era confuso.
- ¿Su hermana? No, me temo que te has equivocado- explicó Erza- Soy hija única.
Intervino quien parecía ser su jefe, Erza miró a su compañero como si le preguntara por la identidad de aquella persona, pero él desconocía de quien se trataba. Nunca conoció en los Union Saver a ningún tamer con máscara. Si pertenecía al clan entonces debió llegar tras su “muerte” de otra forma habría sabido quien es. Ese mismo desconocido indicó al tamer del Nyaromon que ella podría explicarle algunas cosas, por tener a un compañero en una etapa mayor, al menos hasta que él terminara.
- Yo me llamo Erza y él es Arslan, un Elecmon- se presentó, tras escuchar el nombre del chico- También me considero una novata en este mundo. Es mi compañero el que conoce cada rincón y me explica todo lo que voy viendo.
- Puedo explicarte lo que necesites, Simon. Pero si acabas de llegar lo mejor será ir poco a poco. Tanta información de golpe no es bueno- le explicó el digimon- Lo principal que debes saber es que en este mundo, los humanos van acompañados por algún digimon. Nosostros actuamos de guías para nuestros tamers pero también podemos llegar a ser grandes compañeros y amigos. No lo veas como algo negativo si no como una oportunidad de descubrimiento ¿Cuántos humanos tienen la oportunidad de conocer otras formas de vida inteligente? Según tengo entendido, en tu mundo aún hay gente que cree que estáis solos ¿no?
Erza recordó a su compañero que tenia la garganta seca desde hacia ya un buen rato, así que Arslan decidió hacer una pausa en su explicación y buscaron al tamer de la máscara para preguntar si había agua para ellos en el edificio. Después, si Simon lo consideraba oportuno, continuaría con la explicación.
De repente, Bragi les señaló diciendo que le conocía. Arslan se puso tenso ¿Con tanta rapidez lo reconoció? ¿Sólo con una mirada? Sin embargo, el resto de las palabras delataba que no era así, simplemente había confundido a Erza con una hermana de la otra chica pelirroja. El digimon no sabía si alegrarse o entristecerse. Era confuso.
- ¿Su hermana? No, me temo que te has equivocado- explicó Erza- Soy hija única.
Intervino quien parecía ser su jefe, Erza miró a su compañero como si le preguntara por la identidad de aquella persona, pero él desconocía de quien se trataba. Nunca conoció en los Union Saver a ningún tamer con máscara. Si pertenecía al clan entonces debió llegar tras su “muerte” de otra forma habría sabido quien es. Ese mismo desconocido indicó al tamer del Nyaromon que ella podría explicarle algunas cosas, por tener a un compañero en una etapa mayor, al menos hasta que él terminara.
- Yo me llamo Erza y él es Arslan, un Elecmon- se presentó, tras escuchar el nombre del chico- También me considero una novata en este mundo. Es mi compañero el que conoce cada rincón y me explica todo lo que voy viendo.
- Puedo explicarte lo que necesites, Simon. Pero si acabas de llegar lo mejor será ir poco a poco. Tanta información de golpe no es bueno- le explicó el digimon- Lo principal que debes saber es que en este mundo, los humanos van acompañados por algún digimon. Nosostros actuamos de guías para nuestros tamers pero también podemos llegar a ser grandes compañeros y amigos. No lo veas como algo negativo si no como una oportunidad de descubrimiento ¿Cuántos humanos tienen la oportunidad de conocer otras formas de vida inteligente? Según tengo entendido, en tu mundo aún hay gente que cree que estáis solos ¿no?
Erza recordó a su compañero que tenia la garganta seca desde hacia ya un buen rato, así que Arslan decidió hacer una pausa en su explicación y buscaron al tamer de la máscara para preguntar si había agua para ellos en el edificio. Después, si Simon lo consideraba oportuno, continuaría con la explicación.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :63Nivel On Rol :RookieInventario :
Erza Scarlet
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
-Oye, tienes algo en el pie -indicaba Tyr a su hermano-. A ver, zarandea, que como sea una pulga será peor si se afianza.
-¿Que tengo una qué? -al deparar en el digimon bebé, que le hablaba sobre el estado de su tamer, Bragi no pudo hacer otra cosa más que cogerlo entre sus manos, y abriendo mucho los ojos, declarar- ¡¡Pero qué coshita más mona!! -estrujándolo contra él, mostraba que no escuchó NADA de lo que le dijo- ¡¡Es tan mono que me quiero morir!! ¡¡Cosa más tierna!!
-Pero si es de metal, ¿no? -indicando lo obvio, Tyr rascaba su cabeza- Yo pensé que sería una de esas cosas raras del ME, otro intento de querer jugar a ser dioses y tal. Como siempre...
-¡¡Es supermono y te callas!!
Ignorando el resto de zalamerías que Bragi soltaba acerca del Capurimon que retenía, Tyr atendió al chico, bebiendo lo que rechazó. Al escuchar las declaraciones del pequeño gato sin extremidades, una mueca se manifestó en su rostro. Intentaba que no se percataran de ello, sin éxito. No pudo evitar reírse, de un modo tan escandaloso y sorprendente, que sus piernas no aguantaron su propio peso, cayendo de espaldas al suelo y prosiguiendo con la estridente carcajada. Un par de lágrimas salían de sus ojos, limpiándolas como podía. Al rato, detuvo el cómico pataleo y se reincorporó.
-Bueno, no pretendía ofender, solo que... Bueno, que no es tan sencillo llegar a ser como nosotros. No solo son años de práctica marcial, entrenamiento y filosofía, no somos simples "valkyrimons" -henchido, sacaba pecho con orgullo-. Somos únicos incluso dentro de nuestra especie, porque...
-Ah, sí, te refieres a eso de que eres manco, ¿no?
Por escasos segundos, Bragi logró bloquear la patada con su antebrazo, pero la onda de choque levantó una fina capa de arena que se propagó por el lugar. El sonido fue como el de un trueno, y se movieron tan rápido que apenas pudieron dislumbrar el impacto. Así permanecieron unos segundos, en pleno silencio, intentando hacer fuerza para vencer al opuesto, sin éxito. Finalmente desistieron en esto, dedicándose miradas llenas de odio. Bragi quería que se callara para no revelar los secretos de los US, cuyos recursos permitían una ganancia de poder ignorando el nivel, mientras que Vidar simplemente quería partirle la cara por perder el tiempo abrazándose a una desagradable bola chillona, que le podría contagíar garrapatas, moquillo, o cosas peores.
-¿Podéis dejar de hacer el subnormal cinco minutos? -el humano, con gesto de ira creciente, exterminaba con la mirada al par de digimons- Estamos hablando de una vida, tomáoslo en serio. Tyr, anda, coge a la chica y llévala a la enfermería.
-¡Tú no me das órdenes! -un guantazo dio a entender lo contrario- ...¿Acabas de...?
-Perdone, digimon inmortal, pensaba que la edad le había endurecido el oído: ¡Tamer muriéndose! ¡Moverte! ¡Ahora!
El puño de Tyr se quedó a centímetros de su rostro, detenido por el propio Bragi, que a su espalda le cogía de los brazos para que no culminara el golpe. Soltando al adorable digimon, toda su atención y fuerzas iban a detener al valkir más agresivo, mas Roku ya estaba preparado para esto, con la mano a unos centímetros de activar alguno de sus spirits.
-¡Entendido, entendido! ¡Movernos ya! Vamos Tyr, sabes que tiene razón...-señaló a la muchacha- Si perdemos más tiempo solo se agravará su estado.
-Cárgala, Bragi. Tyr es incapaz de seguir una orden sencilla más allá de “ataca” -declaró el enmascarado-. Conozco lo básico para poder intervenirla.
Bragi, más dócil, cogió a Selene para conducirla al ala médica, donde buscó un portasuero donde colgar la bolsa de este material, usado para nutrir a quienes por diversas causas, no podían. Tuvo que abrirle una vía, es decir, usar una aguja para acceder a los vasos sanguíneos, para luego poder conectarla. Buscó también un escáner para registrar las constantes, pero no había rastro de estos.
Tyr, que se había quedado, atendía a la charla del rookie al novato. Alzó la ceja, pensativo. No pensaba en la paliza que iba a propinarle luego al otro humano, eso ya estaba procesado, sino más bien en los conocimientos del enano y las palabras de la pelirroja. Había algo que elevaba sus sospechas, un “algo” familiar en todo eso, hasta que se dió cuenta del motivo que suscitaba esa extraña sensación en su foro interno.
-Así que eres un “lúcido”, ya sabes, esos digimons que después del trauma de la muerte siguen teniendo recuerdos de sus vidas anteriores, ¿no? -era la única explicación que encontraba al vocabulario y saber del digimon- No sois muy habituales, la chica tiene suerte de empezar su viaje con una enciclopedia viva.
-¿Que tengo una qué? -al deparar en el digimon bebé, que le hablaba sobre el estado de su tamer, Bragi no pudo hacer otra cosa más que cogerlo entre sus manos, y abriendo mucho los ojos, declarar- ¡¡Pero qué coshita más mona!! -estrujándolo contra él, mostraba que no escuchó NADA de lo que le dijo- ¡¡Es tan mono que me quiero morir!! ¡¡Cosa más tierna!!
-Pero si es de metal, ¿no? -indicando lo obvio, Tyr rascaba su cabeza- Yo pensé que sería una de esas cosas raras del ME, otro intento de querer jugar a ser dioses y tal. Como siempre...
-¡¡Es supermono y te callas!!
Ignorando el resto de zalamerías que Bragi soltaba acerca del Capurimon que retenía, Tyr atendió al chico, bebiendo lo que rechazó. Al escuchar las declaraciones del pequeño gato sin extremidades, una mueca se manifestó en su rostro. Intentaba que no se percataran de ello, sin éxito. No pudo evitar reírse, de un modo tan escandaloso y sorprendente, que sus piernas no aguantaron su propio peso, cayendo de espaldas al suelo y prosiguiendo con la estridente carcajada. Un par de lágrimas salían de sus ojos, limpiándolas como podía. Al rato, detuvo el cómico pataleo y se reincorporó.
-Bueno, no pretendía ofender, solo que... Bueno, que no es tan sencillo llegar a ser como nosotros. No solo son años de práctica marcial, entrenamiento y filosofía, no somos simples "valkyrimons" -henchido, sacaba pecho con orgullo-. Somos únicos incluso dentro de nuestra especie, porque...
-Ah, sí, te refieres a eso de que eres manco, ¿no?
Por escasos segundos, Bragi logró bloquear la patada con su antebrazo, pero la onda de choque levantó una fina capa de arena que se propagó por el lugar. El sonido fue como el de un trueno, y se movieron tan rápido que apenas pudieron dislumbrar el impacto. Así permanecieron unos segundos, en pleno silencio, intentando hacer fuerza para vencer al opuesto, sin éxito. Finalmente desistieron en esto, dedicándose miradas llenas de odio. Bragi quería que se callara para no revelar los secretos de los US, cuyos recursos permitían una ganancia de poder ignorando el nivel, mientras que Vidar simplemente quería partirle la cara por perder el tiempo abrazándose a una desagradable bola chillona, que le podría contagíar garrapatas, moquillo, o cosas peores.
-¿Podéis dejar de hacer el subnormal cinco minutos? -el humano, con gesto de ira creciente, exterminaba con la mirada al par de digimons- Estamos hablando de una vida, tomáoslo en serio. Tyr, anda, coge a la chica y llévala a la enfermería.
-¡Tú no me das órdenes! -un guantazo dio a entender lo contrario- ...¿Acabas de...?
-Perdone, digimon inmortal, pensaba que la edad le había endurecido el oído: ¡Tamer muriéndose! ¡Moverte! ¡Ahora!
El puño de Tyr se quedó a centímetros de su rostro, detenido por el propio Bragi, que a su espalda le cogía de los brazos para que no culminara el golpe. Soltando al adorable digimon, toda su atención y fuerzas iban a detener al valkir más agresivo, mas Roku ya estaba preparado para esto, con la mano a unos centímetros de activar alguno de sus spirits.
-¡Entendido, entendido! ¡Movernos ya! Vamos Tyr, sabes que tiene razón...-señaló a la muchacha- Si perdemos más tiempo solo se agravará su estado.
-Cárgala, Bragi. Tyr es incapaz de seguir una orden sencilla más allá de “ataca” -declaró el enmascarado-. Conozco lo básico para poder intervenirla.
Bragi, más dócil, cogió a Selene para conducirla al ala médica, donde buscó un portasuero donde colgar la bolsa de este material, usado para nutrir a quienes por diversas causas, no podían. Tuvo que abrirle una vía, es decir, usar una aguja para acceder a los vasos sanguíneos, para luego poder conectarla. Buscó también un escáner para registrar las constantes, pero no había rastro de estos.
Tyr, que se había quedado, atendía a la charla del rookie al novato. Alzó la ceja, pensativo. No pensaba en la paliza que iba a propinarle luego al otro humano, eso ya estaba procesado, sino más bien en los conocimientos del enano y las palabras de la pelirroja. Había algo que elevaba sus sospechas, un “algo” familiar en todo eso, hasta que se dió cuenta del motivo que suscitaba esa extraña sensación en su foro interno.
-Así que eres un “lúcido”, ya sabes, esos digimons que después del trauma de la muerte siguen teniendo recuerdos de sus vidas anteriores, ¿no? -era la única explicación que encontraba al vocabulario y saber del digimon- No sois muy habituales, la chica tiene suerte de empezar su viaje con una enciclopedia viva.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Momo se removió con la fiereza que solo un digimon bebe nivel dos podía hacerlo, si antes consideraba que aquel digimon gigante era malo para Selene ahora consideraba que también era malo para él y el señor que parecía el “jefe” no estaba haciendo absolutamente nada para impedirlo -¡Q---Que estás haciendo!- espetó con esa voz chillona que intentaba sonar molesta mientras su pelaje se erizaba entre los dedos de Bragi -¡Dejmmhuhmhu..- los alegatos del pequeño caprimon fueron absorbidos por el cuerpo del digimon mayor mientras lo estrujaba contra sí. Una de las características claves del compañero de la pelirroja pecosa era su impulsividad y al verse acorralado entre las manos de aquel que parecía ignorarlo con ganas hizo lo que cualquier bebe impulsivo haría, ataco.
Si bien Momo no tenía ni el nivel, ni la experiencia o la fuerza para causar algún daño contra Bragi para el pequeño lanzar una de sus descargas eléctricas contra el mayor era una gran hazaña, tanto así que se sentía orgulloso de su ataque más al notar que aquella acción solo había pasado nuevamente desapercibida para el mayor, la pequeña y suave bola peluda comenzaba a desesperarse. El Valkyr comenzó una pelea contra otro ser que Momo no alcanzó a distinguir ni tampoco liberarse de su agarre, aunque no quisiera admitirlo con unos movimientos así el pequeño caprimon podía sentir un poco de admiración por aquel digimon de peculiar personalidad sin embargo al recordar que lo ignoraba con ganas volvió a su estado de “furia”, el cambiante ánimo en la personalidad también era característica del bebe.
Su pequeño cuerpo cayó sobre la arena la cual absorbió el golpe, libre al fin boteo hasta su tamer inconsciente -Por favor, Selene despierta- pidió con urgencia pero nuevamente no hubo respuesta por parte de la chica pero el mismo digimon, Bragi, quien lo había tomado contra su voluntad volvía a tomar a Selene entre sus brazos -¡Déjala!- exigió con la voz chillona característica y boteo a su lado lo más rápido que podía para seguirlo al interior de la estructura. Momo tardo en alcanzarlos, Bragi le sacaba dos piernas de ventaja finalmente cuando entró al lugar donde Selene estaba sobre la camilla pudo ver con horror como el Valkyr le enterraba algo en el brazo, se lanzó contra su pie que era lo único que realmente lograba alcanzar con su altura y su casco de metal choco contra el musculo haciéndolo retroceder, era muy tarde el digimon que le caía a ratos bien y a ratos mal, como era el caso actual, ya había logrado su cometido -No le hagas daño- pidió mientras boteaba a su alrededor intentando alcanzar la camilla para saltar sobre esta -Selene no puede defenderse- añadió dando el último bote que le había permitido alcanzar la superficie blanda en donde la pelirroja pecosa estaba acostada.
Momo avanzo hasta donde ella estaba acomodándose entre el espacio que quedaba entre su brazo izquierdo y su cintura sintiéndose más “seguro” ahí, percibía la temperatura del cuerpo más alta de lo normal y quisiera o no eso le preocupaba -oye… eso que le pusiste ¿le hace daño o le ayuda a que se despierte?- consultó, no sabía si confiar o no en Bragi, su instinto le decía que debía quitarle lo que le había puesto en el brazo pero sabía que si lo hacía probablemente el digimon mayor se lo impidiera con facilidad -¿No tienes que ir con tu tamer?- agregó intentado no sonar a que estaba buscando la forma de liberarse de aquel digimon para despertar a Selene y salir de ahí.
Si bien Momo no tenía ni el nivel, ni la experiencia o la fuerza para causar algún daño contra Bragi para el pequeño lanzar una de sus descargas eléctricas contra el mayor era una gran hazaña, tanto así que se sentía orgulloso de su ataque más al notar que aquella acción solo había pasado nuevamente desapercibida para el mayor, la pequeña y suave bola peluda comenzaba a desesperarse. El Valkyr comenzó una pelea contra otro ser que Momo no alcanzó a distinguir ni tampoco liberarse de su agarre, aunque no quisiera admitirlo con unos movimientos así el pequeño caprimon podía sentir un poco de admiración por aquel digimon de peculiar personalidad sin embargo al recordar que lo ignoraba con ganas volvió a su estado de “furia”, el cambiante ánimo en la personalidad también era característica del bebe.
Su pequeño cuerpo cayó sobre la arena la cual absorbió el golpe, libre al fin boteo hasta su tamer inconsciente -Por favor, Selene despierta- pidió con urgencia pero nuevamente no hubo respuesta por parte de la chica pero el mismo digimon, Bragi, quien lo había tomado contra su voluntad volvía a tomar a Selene entre sus brazos -¡Déjala!- exigió con la voz chillona característica y boteo a su lado lo más rápido que podía para seguirlo al interior de la estructura. Momo tardo en alcanzarlos, Bragi le sacaba dos piernas de ventaja finalmente cuando entró al lugar donde Selene estaba sobre la camilla pudo ver con horror como el Valkyr le enterraba algo en el brazo, se lanzó contra su pie que era lo único que realmente lograba alcanzar con su altura y su casco de metal choco contra el musculo haciéndolo retroceder, era muy tarde el digimon que le caía a ratos bien y a ratos mal, como era el caso actual, ya había logrado su cometido -No le hagas daño- pidió mientras boteaba a su alrededor intentando alcanzar la camilla para saltar sobre esta -Selene no puede defenderse- añadió dando el último bote que le había permitido alcanzar la superficie blanda en donde la pelirroja pecosa estaba acostada.
Momo avanzo hasta donde ella estaba acomodándose entre el espacio que quedaba entre su brazo izquierdo y su cintura sintiéndose más “seguro” ahí, percibía la temperatura del cuerpo más alta de lo normal y quisiera o no eso le preocupaba -oye… eso que le pusiste ¿le hace daño o le ayuda a que se despierte?- consultó, no sabía si confiar o no en Bragi, su instinto le decía que debía quitarle lo que le había puesto en el brazo pero sabía que si lo hacía probablemente el digimon mayor se lo impidiera con facilidad -¿No tienes que ir con tu tamer?- agregó intentado no sonar a que estaba buscando la forma de liberarse de aquel digimon para despertar a Selene y salir de ahí.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :119Nivel On Rol :RookieInventario :
Selene Mchanon
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Tyr se acercó a ellos, había escuchado su conversación con Simon y parecía que empezaba a sospechar. Supo que Arslan era alguien que recordaba su vida pasada y eso hizo que se pusiera un poco nervioso. ¿Tan fácil era de reconocer? Pero pronto vio que no era así, lo cual le decepcionó en parte. De todos modos ese no era el momento de dejarse llevar por el pasado, ahora tenía un presente por el que seguir adelante. Para empezar ¿cómo debía actuar con su viejo amigo? Para que no lo tomara como un loco, lo mejor era actuar como cualquier otro digimon.
- Así es. Soy un “lúcido”. Aunque no creo ser una enciclopedia viviente, todavía hay mucho que desconozco- comentó antes de que se le ocurriera algo para indagar en el estado actual del clan- He podido oír antes como el humano de la máscara os llamaba a ambos por vuestros nombres. Tyr y Bragi. ¿Sois acaso dos de los Valkirymon de los Union Saver? No son nombres muy comunes, así que supongo que debéis de ser vosotros.
Erza por su parte no quería meterse mucho en la conversación, sabía que el tema era delicado para su compañero y no quería arriesgarse a revelar más de la cuenta por accidente. Un simple comentario de más y Tyr empezaría a atar cabos. Se disculpó con ambos, alegando que iría a preguntar dentro del edificio dónde rellenar la cantimplora, y se alejó caminando para entrar. Aunque, una vez dentro, escuchó el ajetreo que debían de tener en otra sala. Aunque realmente sólo escuchó la voz de un digimon, aparentemente de pequeño tamaño, preguntando por su tamer. Recordó que había visto como llevaban a una chica inconsciente y se preguntó si estaría bien. ¿Podría ayudar en algo? Observó su cantimplora, el agua podía esperar, así que entró en la sala donde estaban atendiendo a la otra pelirroja, tocando a la puerta sin avanzar más, con educación.
- Disculpen, ¿Puedo ayudar en algo? Os vi entrar y quisiera ser de ayuda- dijo observando a los presentes- Me llamo Erza- se presentó.
Sus conocimientos de medicina no pasaban de los típicos primeros auxilios. Puede que molestase más de lo que pretendía ayudar, pero quería sentirse útil en algo y no le importaba aprender lo que fuera.
- Así es. Soy un “lúcido”. Aunque no creo ser una enciclopedia viviente, todavía hay mucho que desconozco- comentó antes de que se le ocurriera algo para indagar en el estado actual del clan- He podido oír antes como el humano de la máscara os llamaba a ambos por vuestros nombres. Tyr y Bragi. ¿Sois acaso dos de los Valkirymon de los Union Saver? No son nombres muy comunes, así que supongo que debéis de ser vosotros.
Erza por su parte no quería meterse mucho en la conversación, sabía que el tema era delicado para su compañero y no quería arriesgarse a revelar más de la cuenta por accidente. Un simple comentario de más y Tyr empezaría a atar cabos. Se disculpó con ambos, alegando que iría a preguntar dentro del edificio dónde rellenar la cantimplora, y se alejó caminando para entrar. Aunque, una vez dentro, escuchó el ajetreo que debían de tener en otra sala. Aunque realmente sólo escuchó la voz de un digimon, aparentemente de pequeño tamaño, preguntando por su tamer. Recordó que había visto como llevaban a una chica inconsciente y se preguntó si estaría bien. ¿Podría ayudar en algo? Observó su cantimplora, el agua podía esperar, así que entró en la sala donde estaban atendiendo a la otra pelirroja, tocando a la puerta sin avanzar más, con educación.
- Disculpen, ¿Puedo ayudar en algo? Os vi entrar y quisiera ser de ayuda- dijo observando a los presentes- Me llamo Erza- se presentó.
Sus conocimientos de medicina no pasaban de los típicos primeros auxilios. Puede que molestase más de lo que pretendía ayudar, pero quería sentirse útil en algo y no le importaba aprender lo que fuera.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :63Nivel On Rol :RookieInventario :
Erza Scarlet
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Bragi, atendiendo a sus deberes, prestaba atención a lo que Roku buenamente podía hacer, interveniendo a la yacente tamer con el instrumental del que disponía. Esto se reducía a comprobar que la vía estuviera bien colocada, que el suero tuviera un avance lento pero progresivo y, por supuesto, que las constantes de la chica no decayeran. Con las yemas de los dedos, fue comprobando el estado de la piel y la temperatura palpando su rostro. Con este reconocimiento superficial, sabía que después deberían proporcionarle tratamiento para las quemaduras, y no había necesidad de una inspección más profunda, entre otras cosas, por la inconsciencia y la ausencia de permiso para proceder.
-Ah, yo no tengo tamer -respondía el digimon al bebé-. Bueno, no es exactamente así, hay una chica, pero es más complicado, verás -antes de narrar la historia, recordó que Roku estaba allí, y tapándose la boca, finalizó abruptamente la frase- ¡Nada, no es nada importante! ¡No tengo tamer!
-La historia de vuestros orígenes, o la presencia de un tamer implicada en la cùpula directiva US no podía importarme menos -mintió, ciertamente sí le interesaba saber si esa tamer, existiera o no, podía vincularse a cinco digimons diferentes, o desde cuándo se daba esta situación dentro del clan-, ahora lo importante es el tratamiento. Debemos estabilizarla.
-¿Y eso cómo se hace? -preguntaba, buscando cambiar de tema- ¿Lo busco en la red? -con el móvil preparado, se disponía a cerrar los vídeos de gatitos que estudiaba para ver cómo reanimar un humano- ¿”Estabilizar” va con o sin “h”?
-Cada uno hará lo que pueda -preparó una tina con agua y un paño-. Tú eres su digimon, ¿no? Por tu etapa, dudo que sepas cómo ayudarla, así que, te guste o no, deberás seguir mis instrucciones: cada cierto tiempo, moja la tela, escúrrela para que no gotee demasiado, y pósala sobre la frente -iba indicando con las manos las zonas que luego debía humedecer-. Sienes, cuello y labios, cada cierto tiempo, para reposarla de nuevo en la zona de origen, ¿sabrás hacerlo? -prestándose a salir de la habitación- Y tú, Bragi, tu especialidad eran las rapaces, ¿no? Manda una para que traigan el equipo con urgencia.
-Dicho y heeeecho -silbando, atrajo a varios de los halcones dorados, los Frey, para darles la orden pertinente- ¿Y tú, a dónde vas?
-Los cactus de la zona tiene agua dentro, y si extraes las espinas y piel, la carne de dentro es un buen remedio para las quemaduras, ahora vengo.
“Adam” salió de la sala, haciendo un gesto de saludo a la otra pelirroja. Dado que no sabía cuánto tardaría en encontrar plantas por la zona, no pudo atenderla, mas Bragi, sonriendo, la saludaba ampliamente con la mano, invitándola a entrar. No es que no le importara el estado de la chica, más bien, que se aburría, y hablar con alguien, de lo que fuera, se veía como un mejor pasatiempo.
-Esa pregunta es estúpida -decía alguien de pensamiento opuesto-, ¿quiénes vamos a ser si no? Yo me dedico más a los entrenamientos y las peleas, pero me mandaron acá para vigilar a... ¡Eh, eh, eh! ¡¿A dónde vas tú?! -señalando a Roku, este le respondió extendiendo el dedo corazón, alegando que iba a por medicinas naturales, que si tenía dudas hablara con Bragi- A vigilar a este capullo...
Respirando fuerte, y contando hasta diez, sustrajo una serie de naipes, que empezó a barajar con su única mano. Podía parecer que tuviera un talento oculto en la cartomagia, mas solo era una habilidad desarrollada al carecer de brazo, y es que cuando se veía obligado a permanecer tiempo en un sitio, o practicaba la autocarga, o disponía de este medio para el ocio. Lejos de ser la tradicional baraja de cartas, francesa o española, este era un producto típico del digimundo, disponiendo de cinco colores o “palos”(rojo, azul, verde, amarillo y púrpura) y cartas numeradas del uno al diez, recibiendo cada una un nombre. En total, la baraja se constituía de cincuenta cartas, sin contar las “salvajes”, cartas libres similares a los comodines.
-Bueno, ¿una partidita al “Cruzado”? -acababa de barajar al tiempo que disponía de una mesa para jugar- Ah no ser que la nueva vida te haya hecho olvidar las reglas -indicaba, preparando las primeras manos- ¿Y bien?
-Ah, yo no tengo tamer -respondía el digimon al bebé-. Bueno, no es exactamente así, hay una chica, pero es más complicado, verás -antes de narrar la historia, recordó que Roku estaba allí, y tapándose la boca, finalizó abruptamente la frase- ¡Nada, no es nada importante! ¡No tengo tamer!
-La historia de vuestros orígenes, o la presencia de un tamer implicada en la cùpula directiva US no podía importarme menos -mintió, ciertamente sí le interesaba saber si esa tamer, existiera o no, podía vincularse a cinco digimons diferentes, o desde cuándo se daba esta situación dentro del clan-, ahora lo importante es el tratamiento. Debemos estabilizarla.
-¿Y eso cómo se hace? -preguntaba, buscando cambiar de tema- ¿Lo busco en la red? -con el móvil preparado, se disponía a cerrar los vídeos de gatitos que estudiaba para ver cómo reanimar un humano- ¿”Estabilizar” va con o sin “h”?
-Cada uno hará lo que pueda -preparó una tina con agua y un paño-. Tú eres su digimon, ¿no? Por tu etapa, dudo que sepas cómo ayudarla, así que, te guste o no, deberás seguir mis instrucciones: cada cierto tiempo, moja la tela, escúrrela para que no gotee demasiado, y pósala sobre la frente -iba indicando con las manos las zonas que luego debía humedecer-. Sienes, cuello y labios, cada cierto tiempo, para reposarla de nuevo en la zona de origen, ¿sabrás hacerlo? -prestándose a salir de la habitación- Y tú, Bragi, tu especialidad eran las rapaces, ¿no? Manda una para que traigan el equipo con urgencia.
-Dicho y heeeecho -silbando, atrajo a varios de los halcones dorados, los Frey, para darles la orden pertinente- ¿Y tú, a dónde vas?
-Los cactus de la zona tiene agua dentro, y si extraes las espinas y piel, la carne de dentro es un buen remedio para las quemaduras, ahora vengo.
“Adam” salió de la sala, haciendo un gesto de saludo a la otra pelirroja. Dado que no sabía cuánto tardaría en encontrar plantas por la zona, no pudo atenderla, mas Bragi, sonriendo, la saludaba ampliamente con la mano, invitándola a entrar. No es que no le importara el estado de la chica, más bien, que se aburría, y hablar con alguien, de lo que fuera, se veía como un mejor pasatiempo.
-Esa pregunta es estúpida -decía alguien de pensamiento opuesto-, ¿quiénes vamos a ser si no? Yo me dedico más a los entrenamientos y las peleas, pero me mandaron acá para vigilar a... ¡Eh, eh, eh! ¡¿A dónde vas tú?! -señalando a Roku, este le respondió extendiendo el dedo corazón, alegando que iba a por medicinas naturales, que si tenía dudas hablara con Bragi- A vigilar a este capullo...
Respirando fuerte, y contando hasta diez, sustrajo una serie de naipes, que empezó a barajar con su única mano. Podía parecer que tuviera un talento oculto en la cartomagia, mas solo era una habilidad desarrollada al carecer de brazo, y es que cuando se veía obligado a permanecer tiempo en un sitio, o practicaba la autocarga, o disponía de este medio para el ocio. Lejos de ser la tradicional baraja de cartas, francesa o española, este era un producto típico del digimundo, disponiendo de cinco colores o “palos”(rojo, azul, verde, amarillo y púrpura) y cartas numeradas del uno al diez, recibiendo cada una un nombre. En total, la baraja se constituía de cincuenta cartas, sin contar las “salvajes”, cartas libres similares a los comodines.
-Bueno, ¿una partidita al “Cruzado”? -acababa de barajar al tiempo que disponía de una mesa para jugar- Ah no ser que la nueva vida te haya hecho olvidar las reglas -indicaba, preparando las primeras manos- ¿Y bien?
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Erza vio como el tipo de la máscara salía del edificio una vez hubo estabilizado a la chica inconsciente, o al menos empezó a hacerlo ya que necesitaba algunos materiales más y por ello fue en su búsqueda. Estaba claro que allí no podía hacer gran cosa aunque no negaba que sentía curiosidad por aquel tamer y por los digimons que le acompañaban y que, una vez, compartieron clan con Arslan. El digimon que se quedó, conocido como Bragi por lo que pudo escuchar, parecía amistoso y la invitó a entrar para charlar un rato. A Erza le habría encantado conocerles más pero un pequeño pitido que venía de su bolsillo la detuvo. No era su digivice si no su móvil, recibiendo un correo.
Cuando lo leyó sintió rabia, le habían cambiado la fecha de la entrevista de trabajo para aquella misma tarde. Por la hora, apenas tendría el tiempo justo para volver a su mundo, comer algo e ir para el local. Un restaurante en el que esperaba ser contratada después de ser despedida del bar de estilo italiano. Se disculpó con el valkyrimon pero debía marcharse cuanto antes. Salió del edificio y vio a Arslan que estaba empezando una partida de cartas con Tyr.
- ¡Arslan, hay que irse! – le dijo desde su posición.
El digimon comprendió que debía de ser algo importante de modo que dejó las cartas y se despidió de Tyr. Tenía una buena mano, aunque estaba ocupado pensando en cómo jugar sin que el digimon se percatara del estilo de juego de quien él conoció como Imperialdramon. Tras esto, se marcharon corriendo hacia la estación de trailmon más cercana. Debían regresar cuanto antes.
…
Erza sale del tema
Cuando lo leyó sintió rabia, le habían cambiado la fecha de la entrevista de trabajo para aquella misma tarde. Por la hora, apenas tendría el tiempo justo para volver a su mundo, comer algo e ir para el local. Un restaurante en el que esperaba ser contratada después de ser despedida del bar de estilo italiano. Se disculpó con el valkyrimon pero debía marcharse cuanto antes. Salió del edificio y vio a Arslan que estaba empezando una partida de cartas con Tyr.
- ¡Arslan, hay que irse! – le dijo desde su posición.
El digimon comprendió que debía de ser algo importante de modo que dejó las cartas y se despidió de Tyr. Tenía una buena mano, aunque estaba ocupado pensando en cómo jugar sin que el digimon se percatara del estilo de juego de quien él conoció como Imperialdramon. Tras esto, se marcharon corriendo hacia la estación de trailmon más cercana. Debían regresar cuanto antes.
…
Erza sale del tema
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :63Nivel On Rol :RookieInventario :
Erza Scarlet
Re: 病気、改善、癒し (Enfermar, mejorar, sanar) [Priv.: Selene, Simon, Erza]
Los principios siempre eran duros. Tener que trabajar con sus propias manos, barajar todas las opciones, contemplar el riesgo de aventurarse en proyectos así, todo era parte del mismo juego: la supervivencia. Construir un hospital en medio de la nada parecía una locura, destinando recursos a una zona valdía, desperdiciando agentes y limitando la movilidad del clan, ¿y para qué? De hecho, colocar el edificio allí solo servía como destino de posibles ataques y saqueos, uno de los muchos problemas que generaba este proyecto.
Y sin embargo, iba a seguir adelante. En menos de 24 horas, ya estaban atendiendo a la primera paciente y sirviendo de referencia al primer tamer perdido. La crueldad de aquel mundo motivaba instituciones como la que él quería asentar, un lugar donde todos pudieran descansar, reponer fuerzas y tratar sus dolencias o enfermedades antes de seguir con sus aventuras.
Además, en cara al clan también ayudaba a diversificar la acción. No todos los tamers querían realizar el ejercicio de armas, sirviendo como fuerza militar u organismo de seguridad civil. Para esa tarea, el mundo ya disponía de los Caballeros Reales. En cambio, la Unión apostaba por hermanar ambos mundos, y por ello un centro que sumara los estudios de humanos y digimons para atender a la salud permitía asentar las bases del vínculo. Quienes quisieran dedicar sus vidas a la noble tarea de proteger la vida, podrían destinar sus esfuerzos al ejército o a la medicina, sin que su función de tamer entorpeciera su sueño.
Perdido en estos pensamientos, llegó al edificio con el remedio. Alzó una ceja al notar la ausencia de la chica que compartía el color de su cabello con el de su compañero, y sin querer permanecer en la incertidumbre, le preguntó a Tyr qué había pasado con ellos.
-Dijeron que olías mal y que eras estúpido -jugaba al solitario, claramente aburrido y decepcionado por la partida de ese dúo- Y por eso se han ido.
-Ni que hiciera esto para que me aplaudiesen...
Sin darle importancia, siguió atendiendo a sus deberes, esperando la llegada de ese primer Trailmon que traería el cambio. El primer hospital vinculado a un clan de forma oficial, con una funcionalidad dependiente de los esfuerzos de ambos mundos. Un ejemplo de que la fuerza de sendas razas sería más que para la batalla, un claro ejemplo de que era posible avanzar hacia un futuro mejor.
Y sin embargo, iba a seguir adelante. En menos de 24 horas, ya estaban atendiendo a la primera paciente y sirviendo de referencia al primer tamer perdido. La crueldad de aquel mundo motivaba instituciones como la que él quería asentar, un lugar donde todos pudieran descansar, reponer fuerzas y tratar sus dolencias o enfermedades antes de seguir con sus aventuras.
Además, en cara al clan también ayudaba a diversificar la acción. No todos los tamers querían realizar el ejercicio de armas, sirviendo como fuerza militar u organismo de seguridad civil. Para esa tarea, el mundo ya disponía de los Caballeros Reales. En cambio, la Unión apostaba por hermanar ambos mundos, y por ello un centro que sumara los estudios de humanos y digimons para atender a la salud permitía asentar las bases del vínculo. Quienes quisieran dedicar sus vidas a la noble tarea de proteger la vida, podrían destinar sus esfuerzos al ejército o a la medicina, sin que su función de tamer entorpeciera su sueño.
Perdido en estos pensamientos, llegó al edificio con el remedio. Alzó una ceja al notar la ausencia de la chica que compartía el color de su cabello con el de su compañero, y sin querer permanecer en la incertidumbre, le preguntó a Tyr qué había pasado con ellos.
-Dijeron que olías mal y que eras estúpido -jugaba al solitario, claramente aburrido y decepcionado por la partida de ese dúo- Y por eso se han ido.
-Ni que hiciera esto para que me aplaudiesen...
Sin darle importancia, siguió atendiendo a sus deberes, esperando la llegada de ese primer Trailmon que traería el cambio. El primer hospital vinculado a un clan de forma oficial, con una funcionalidad dependiente de los esfuerzos de ambos mundos. Un ejemplo de que la fuerza de sendas razas sería más que para la batalla, un claro ejemplo de que era posible avanzar hacia un futuro mejor.
- Nota Offrol:
- Tema cerrado dado la inactividad de los participantes.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
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Roku Ginshô
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