; la surprise à l'école! {privado}

Aquella mañana la rutina escolar había tomado un giro bastante extraño, por motivos de enfermedad el profesor de matemáticas no podría asistir a la escuela a clases y habían suspendido el resto de la jornada, noticia que a todos les agrado tanto que casi ni les importo la salud del profesor. Me encontraba caminando por los pasillos de la escuela junto a mis amigas hablando de cosas sin importancia y con la alegría de que las clases habían sido suspendidas, cuando de pronto entre las bromas recordé algo muy importante, se trataba de Nyaromon quién la había dejado dentro de mi bolso de gimnasia en mi casillero y con la noticia del termino de la jornada la había olvidado por completo. Sin pensarlo, puse un alto en la conversación con las niñas y dije con un tono alegre y rápido, no quería dar mayores explicaciones, tenía que partir rápidamente ─ Olvide algo importante en mi casillero, ustedes sigan, nos vemos mañana! ─ Las niñas no alcanzaron a referirse a lo dicho y yo había salido corriendo rápidamente a buscar a Nyaromon con un leve sentimiento de culpa, pero a la vez ella era la responsable por no querer esperarme en casa y obligarme a traerla a la escuela.

Al llegar a los pasillos donde estaba mi casillero me encontre con muchos chicos de otro salón los cuales habían salido en ese minuto de sus clases y habían llenado el pasillo de gente, me metí entre ellos y rápidamente fui en busca de Nyaromon a mi casillero. Lo abrí, tomé el bolso y me corrí hacia otro pasillo donde no había nadie, posteriormente abrí el bolso donde rápidamente Nyaromon se asoma mirándome y con un tono agotado diciendo ─ No quiero volver a esperarte en el bolso ─ a nadie le gustaría que la dejaran en un bolso dentro de un casillero, pero no le diría que casi me voy sin ella, en ese momento el digivice comenzó a sonar con un pito el cual indicaba que había cerca de nosotras un tamer igual a mi, antes que le respondiera algo a Nyaramon ella dijo ─ Hay un digimon cerca ─ La situación era bastante extraña, tanto tiempo que andaba en la escuela con mi digivice y jamás había detectado a otro tamer y menos a otro Digimon, pero tenía que investigar la situación, aún no conocía a otros tamer y quizás sería ideal poder entenderme mejor con alguien que este pasando por lo mismo que yo y que tal vez pueda darme las explicaciones de todas las dudas que me traen los digimon.

En ese momento de incertidumbre los chicos que se encontraban en el pasillo anteriormente fuera de mi casillero venían caminando todos juntos en dirección al pasillo donde estaba yo con Nyaromon, al parecer su clase estaba por comenzar de nuevo y no podía dejar que me vieran con Nyaramon, rápidamente y la escondí nuevamente mientras ella se quejaba y dije ─ Nyaromon, vamos a descubrir quién es ─ Me puse a un lado del pasillo mientras venían todos los tipos caminando, mientras algunos entraban al salón que estaba junto a mi ponía el digivice el cual intentaba reconocer al tamer uno a uno mientras entraban, pero pasó algo extraño, todos los alumnos del salón entraron al salón y el digivice no detecto a ninguno como el tamer que buscaba, abrí un poco el bolso con el cierre donde Nyaramón se asomaba desde dentro para que observara ─ El digimón que detecto se aleja, Rosetta hay que seguirlo! ─ En ese momento salí corriendo con el bolso y Nyaramon, tenía un plan para encontrar al tamer con su digimon y este no podría fallar, en dirección hacia la salida de la escuela a toda velocidad me dirigía mientras le dije a Nyaramon desde el exterior del bolso ─ Si lo espero en la salida, no podrá escapar! ─ dije mientras corría a toda velocidad por la escuela bajando escaleras, metiendome entre la gente, profesores y pendiente del digivice para ver si marcaba alguna reacción o algo y así poder encontrar al tamer oculto, cuando sali de la edificación de la escuela en los jardines de la entrada Nyaramon dice ─ Detente, esta por aqui! ─ el digivice empezaba a sonar nuevamente y marcaba el punto cerca a nosotros pero quieto, al parecer estaba en el jardín de la entrada pero había mucha gente en ese lugar, más que en los pasillos, ¿cómo podría encontrar al tamer de esa manera?.

El digivice había pasado a segundo plano, mi volátil concentración había sido centrada el el escándalo que tenía un tipo en las afueras de mi escuela, tras los gritos del resto de la gente, me di vuelta y observe como una chica desde el segundo piso arrojaba una mesa agresivamente en dirección a un tipo de look extraño que se encontraba en el jardín, el cual esquivo la mesa corriendo en cuatro patas por su vida, al momento de escapar paso junto a mi corriendo y el digivice arrojó un sonido nuevamente, no había duda que el tipo que estaba haciendo ese escándalo era el tamer que mi digivice a ratos podía identificar, sin pensarlo salí corriendo tras el tipo ─ No escaparás ─ le murmuré a Nyaromon, mientras corría con mi bolso en el brazo. Mientras que corría tras el tipo al ser hombre y tener una buena condición física me tomo ventaja y lo perdí en los callejones de fuera de la escuela.

Cuando me vi frente a un callejón desolado y sin rastros del tipo, paré y antes que la frustración se apoderara de mis emociones, el digivice comenzó a sonar y me mostraba un punto rojo en la pantalla cerca de mi, era mi oportunidad, continué buscando al chico por los callejones ayudada del digivice. No tardé en entrar a un callejón donde lo pude ver hasta al final del callejón, pero lo que vi era algo que no había visto antes, una luz extraña creaba una especie de portal luminoso, el cual giraba rápidamente y antes que pudiera decir nada el chico se adentro en el y desaparecio frente a mis ojos, impulsivamente Nyaromon salta del bolso y se arroja al portal diciendo con un tono seguro el cual me dio confianza para continuar ─ Vamos Rosetta, es el digimundo! ─ Nyaromon se adentro al portal luminoso desapareciendo también, ya no había nada que hacer al respecto, solo tenía una alternativa y era viajar por el portal, dejé el bolso en el piso y corrí y me arrojé al portal justo antes de que se cerrara, una nueva aventura estaba por iniciar y no tenía idea de lo que vendría por delante, con más miedo que curiosidad comenzaba a cuestionarme si es que era necesario haber seguido al tipo a esta instancia pero no había duda que era un tamer.