El pais del nunca jamas volvere a visitar[libre]

Tan solo íbamos al digimundo por una medicina para mi brazo lastimado, pero quien pensaría que terminariamos en otra aventura(claro que con nuestra mala suerte yo tenia cierta certeza). La mañana empezó como cualquier otra, tan solo habían pasado unos cuantos días desde aquel lamentable accidente en el cual perdí completamente la movilidad de mi brazo izquierdo, aunque debía decir que pese a ello no me encontraba incomodo para nada, excepto claro en realizar tareas que requirieran el uso de los dos y era ahí cuando el asunto se complicaba un poco.

Hace dos días exactamente uno de mis contactos me informo sobre cierta medicina que podría curar mi brazo y pese a mi acostumbrado escepticismo el cual al principio me llevo a rechazar aquella idea, luego de conversarlo con Elith decidimos que lo mejor seria intentarlo. Según las palabras de mi informante al del cual no confiaba para nada -cerca del distrito comercial de este pueblo, se encuentra un portal que te llevara a un lugar donde se encuentra este milagroso producto- en sus palabras había un extraño sentimiento que por mi indiferencia me fue imposible notar.

-Vamos- le dije a mi compañera mientras me colocaba una pequeña bolsa con unas cuantas cosas, que luego le entregue a Elith. Cuando las preparaciones estuvieron listas y por mas que me desagradara la idea deje que me regresara a mi etapa anterior para así evitar que los humanos me descubrieran en el trayecto al portal -espero que sea la ultima vez que deba adoptar esta forma...- dije un tanto mosqueado por ello. Sentí los brazos de mi compañera rodeándome para luego levantarme, mientras me cargaba hasta la estación, por suerte el viaje fue un poco tranquilo pese a que tuve que soportar los insistentes toqueteas de un pequeño humano que tiraba de mi piel pensando que era un peluche.

El arribo a la estación que daba paso al distrito comercial se realizo a tan solo media hora de abordar el tren, por lo cual podía respirar con tranquilidad; aquel mocoso me miraba desde la ventanilla mientras el tren retomaba su marcha para completar su recorrido -"maldito niño"- pensé mientras resoplaba suavemente, mis mejillas me dolían por sus casi pellicos esto me hice estar a punto de morderlo pero no lo hice por la conmoción que causaría. Recorrimos las calles y avenidas guiandonos únicamente por un mapa en condiciones deplorables cuya información detallaba la ruta a seguir; el camino empezaba en un local llamado suministros tomioka, hasta un callejón detrás de un expendio de bebidas donde se hallaba el portal.

-pero quien diablos dibujo esto!!- le pregunte a Elith gruñendo -mira los!!!- aquellos garabatos los que cualquier infante dibujaría: unas casas deformes; unas calles demasiado largas y lo peor de todo una caligrafía tan poco reconocible que solo un criptologo experto entendería. Si bien nos perdimos en unas cuantas ocasiones luego de deambular hasta casi llegar al mediodía logramos dar con la ubicación del lugar.

Mire en ambas direcciones antes de volver a ser un impmon, debia asegurarme que nadie me viera por suerte ese lugar parecia ser evitado por todos como si algo los expulsara; ya en mi forma normal y antes de entrar a aquel portal volvi a preguntar a mi compañera si se encontraba completamente segura. -¿Realmente quieres hacerlo?- debia reconocerlo me habia vuelto demasiado cauteloso, ya que no queria causarle mas problemas Eliht -si quieres podemos regresar a casa...- me acerque un poco al portal esperando la respuesta de mi compañera sin atreverme a cruzar este.

Aquellos primeros días después de “ese incidente” eran para resumirlo en una sola palabra: agobiantes

La actitud de nuestra tamer, Elith, a pesar de lo que ella nos dijera y fingiera había cambiado drásticamente, después de descansar prácticamente un dia entero y tratar nuestras heridas apropiadamente, habíamos retomado nuestro modo de vida común, aunque claro, ella se notaba casi completamente ausente, debido a esto me era imposible dejar de mantenerme a su lado en casi todo momento, su horario de sueño había cambiado, ignoraba con frecuencia lo que impmon y yo decíamos e inclusive pasaba de largo de nuestras pequeñas discusiones que ya no sabia si hacíamos por verla reaccionar o porque en verdad estuviéramos enfadados, mas cuando la cuestionaba por aquel incidente me brindaba una sonrisa que siendo sincero me helaba la sangre, no por su carencia de emociones, sino porque sentía que encerraba algo realmente roto en ella, y eso me aterraba al grado que prefería dar por terminado el tema y seguir tratando de animarla por otros medios, impmon se había recuperado rápidamente y al parecer estaba tratando de conseguir alguna información por sus esporádicas salidas, a pesar de eso no quise agobiarlo con lo que había descubierto, generalmente cuando se encontraban juntos Elith se mostraba sumamente amable con su digimon, casi no podía notar la diferencia exceptuando cuando Eth se marchaba ya sea de la casa o a ocuparse con otros asuntos y su sonrisa tranquila se transformaba en casi una línea, más de una vez la vi llevar su mano de manera inconsciente a su brazo izquierdo y apretarlo como tratando de contener su furia, aunque al reparar en mi presencia corregía su postura y continuaba con lo suyo.

Hasta hace unos días supe a que se debían las salidas de Eth, los escuche conversar en la habitación de Elith, acerca de ir por un tipo de remedio para aquel brazo lastimado, por fortuna las heridas de nuestra tamer estaban sanando de manera rápida, aun le quedaba tiempo para terminar de sanar a las cicatrices mas profundas pero además de eso no había daños notables en sus brazos, pase a la habitación sin hacer ruido a sabiendas de que poco importaba mi opinión en ese tema, me dedique a observarlos charlar de un tema que resultaba claramente incómodo para ella, aunque para mi sorpresa en lugar de rechazar el viaje rápidamente dio su opinión – No perdemos nada con intentarlo, ¿cierto Eth? – había dicho esto con una sonrisa completamente sincera tomando la garra funcional de impmon, creo que ambos sabíamos que era todo lo necesario para decidir el viaje, a pesar de que el tono que uso era uno mucho mas serio al que ambos estábamos acostumbrados, decidi no molestarlos siguiendolos por mis propios medios ya que habia mantenido mi forma de wizarmon, esto no sin antes preparar sus alimentos para evitarle algo de trabajo…

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Habiamos salido de casa con mi usual mochila en mi espalda, cargada con las cosas de ambos, lo único diferente era que en uno de los bolsillos de fácil acceso había un mapa entregado por el contacto de Eth, me encontraba cargando a mi digimon en su forma de yaamon oyendo una queja a la que no le di importancia, estaba un poco mas concentrada en esa pequeña mancha en uno de sus costados, lo cual me recordaba de manera cruel lo que había sucedido, y no era para mas, al haber afectado su data obviamente también reflejarían cambios en sus etapas en menor o mayor medida, en este caso un parche casi indistinguible de apenas un centímetro cuadrado en su costado izquierdo, con una coloración negruzca, eran líneas formando un patrón parecido a una grieta pero mucho mas lineal, comencé a caminar a nuestro primer objetivo sin decir palabra alguna, subimos al vagon del metro tomando asiento en el primer espacio libre que vi, a mi lado una madre y su niño pequeño se encontraban, mas no le preste atención a sus insistentes quejas o halagos acerca de mi “peluche” tal parecía que lo quería tocar y lo logro varias veces apretando las mejillas de mi digimon hasta que pude ver que esto le causaba algo de dolor, aquel niño era mas brusco de lo que había pensado, esto hizo que retirara de su alcance a eth girando un poco mi cuerpo al lado contrario, el pequeño intento llegar a él nuevamente siendo detenido por mi mirada amenazante, estuve a punto de levantarle la mano antes de verlo sollozar y acurrucarse con su madre, después de eso el viaje continuo con tranquilidad

Los siguientes 20 minutos me dedique a ver los alrededores, las luces que pasaban rápidamente por las ventanas del vagon, las personas que bajaban y subían en las estaciones marcadas e inclusive mantuve una mirada atenta al niño que pasados unos minutos había recobrado su actitud alegre, por fortuna ahora estaba entretenido  con un pequeño juguete que su madre le había dado, apenas llegamos a la estación me levante rápidamente sin importarme la mirada del niño que me siguió hasta que el metro volvió a avanzar, seguimos el camino marcado hasta el local tomioka donde saque el mapa para empezar a tratar de descifrarlo

Eth se quejo en mas de una ocasión por el dibujo de la ruta, haciendo que prestara brevemente atención a ellos, iba siguiéndolos sin importarme mucho como estaban dibujados “supongo” trate de buscar alguna forma de contestarle pero solo atine a encogerme de hombros y seguir caminando hasta dar con el lugar, a pesar de que nos tomo mas de una hora llegar a un lugar como el que nos habían descrito
Mi digimon volvió a su forma de impmon y rápidamente saque aquel trozo de tela que habíamos acordado que usaría, colocándoselo con sumo cuidado, no sabia si era por mi que había aceptado, o por los motivos que le había dicho de no parecer débil ante los demás, además de que gracias a este la movilidad de su brazo se veía reducida y evitaba que pudiera estorbar en cualquier ataque por las modificaciones internas que le habia hecho a esa pequeña tela o capa - Listo - le dije una vez hube terminado siguiendolo con el animo de entrar a aquel portal, mas al estar a punto de cruzarlo mi digimon me pidio mi confirmacion haciendo que mis pies pararan al instante, no era bueno el haber hecho esa pregunta ahora mismo, desvie mi mirada como buscando alguna forma de responderle, di un paso atras- Yo... - estaba a punto de decirle que queria volver, a pesar de lo motivada que pudiera haber estado aun no se curaba ese miedo a volver a aquel lugar llamado digimundo, mas algo detuvo mi andar en reversa, wizarmon habia aparecido y me observaba con las manos en mi espalda y una mirada feliz

- Vamos Elith, Eth te esta esperando - me empujo con delicadeza haciendo que volviera a avanzar, aun asi me detuve al lado de mi digimon quedandome congelada, aquel portal deformaba de manera casi imperceptible el area que lo estaba rodeando, pero igual que antes mi otro digimon se adelanto tomando mi mano y la de Eth y juntandolas como siempre lo haciamos - Ire detras de ustedes, cuidala - le dijo a mi digimon dando unos pasos atras y esperando a que cruzaramos - Va... vamos - conteste a la pregunta de mi digimon de forma dudosa y con algo de temor, sujetando su garra de manera firme y esperando que esta vez no pasaramos por nada grave

Al otro lado del portal en el mundo digital una serie de robos eran cometidos en una isla cuya ubicación era desconocida por casi cualquier humano o digimon. La isla era una porción de tierra mediana ubicada aparentemente en medio del  vasto océano del digimundo, en cuyo interior se podía apreciar un gran bosque de arboles cuyo color de hojas iban desde el verde común hasta un rosado casi trasparente dándole a este lugar un aura casi fantástica y en el centro de este se podía apreciar un gigantesco tronco cuyo follaje comenzaba a desmoronarse poco a poco. Aquel gigantesco árbol poseía un secreto se trataba de una entrada a la guarida subterránea de petermon y tinkermon donde estos guardaban todo su botín, por otro lado si uno seguía la orilla de la isla podía llegar a una especie de acantilado cuyo fondo además de estar adornado con una infinidad de rocas puntiagudas poseía un enorme barco pirata el cual se encontraba  medio hundido, casi al punto de parecer haber sido lanzado desde los cielos; en este lugar habitaba el capitán hockmon  encargado de la seguridad de los habitantes de la isla así como de detener las fechorías del dúo de ladrones(petermon y tinkermon).

Dentro de aquel gran tronco hueco una extraña y alegre música comenzaba a fluir como suave corriente inundando el lugar con su positiva tonada. El sonido era provocado por una pequeña maquina musical dentro de la guarida de petermon y tinkermon donde ambos se encontraban celebrando y planeando su siguiente movimiento en una especie de algarabía.

-¿Que te parece que mañana asaltemos nuevamente aquella aldea?- pregunto petermon a su compañera mientras alzaba su vaso lleno de una especie de néctar de elaboración propia, algo así como una bebida alcohólica artesanal, la cual llevo a su boca vaciando mas de la mitad de su contenido en tan solo unos segundos.

-¿otra vez vamos a pelear con aquel viejo?- respondió esta a su pregunta con otra, tinkermon al contrario que su compañero odiaba las bebidas pero en su lugar se encontraba comiendo una tierna pieza de carne al mismo tiempo que miraba unas cuantas joyas obtenidas de su ultimo botín.

-¿No es que haya otro o si?- le respondió petermon terminando por completo su bebida para luego limpiarse con una de sus mangas los restos de esta.

-bueno si tu lo dices…- le reclamo tinkermon con un tono un poco fastidiado, para ella ya no era divertido pelear contra el captainhookmon  pese a que este se esforzara en detenerlos era casi imposible hacerle frente a los dos el solo, lo que terminaba siempre con ellos levándose gran partes de las riquezas del lugar. Así  avanzo la conversación junto con el resto del día; entre juegos, comidas y conversaciones  hasta bien entrada la noche donde ambos ya cansados decidieron que era el momento de dormir.
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Entramos en aquel portal lentamente sin saber lo que nos esperaba al otro lado pero no tardamos demasiado en averiguarlo. En unos segundos estábamos caminando de forma paralela por el para luego inmediatamente caer de forma vertical estrellándonos contra el agua Splash* se escucho en el lugar debido a la velocidad del impacto de nuestros cuerpos en aquella superficie, aunque luego de recuperar la compostura pude notar la suerte que tuvimos en aquel momento. A tan solo unos cuantos centímetros de donde estábamos  una gran cantidad de rocas puntiagudas se encontraban amontonadas las cuales sin dudara serian muy dolorosas si cayeras sobre ellas.(claro siempre y cuando uno sobreviviera ante tal impacto)
Con un poco de esfuerzo me mantuve en la superficie mientras escupía un poco de agua - ¡Puaf!  Como odio esto, ¿te encuentras bien Elith?- le pregunte a mi compañera que recién salía a la superficie, mientras revisaba por los alrededores en busca de un lugar donde  subirnos.

-¡Ey! Marinero ¿estas bien?- pregunto una voz desde alguno de los puntos el cual no tarde en encontrar, se trataba de una especie de barco cuya baranda mas próxima un digimon se encontraba -por que no suben antes de que se resfríen- dijo invitándonos a abordar aquella nave marítima.

-“Supongo que no habrá problema…”- pensé aunque no sin antes tener en cuenta nuestra común mala  suerte  -¿vamos Elith?- comente mientras tomaba su mano  guiándola hasta la escalerilla que nos era tendida  por aquel digimon, el cual resulto ser un captainhoockmon.

Al vernos a bordo este abrió sus brazos de forma alegre abrazándonos de uno en uno –¡Bienvenidos!- comento luego de soltarnos –pasen, ¡vengan! Este es nuestro pequeño pueblo en medio del mar- dijo con una gran sonrisa mientras sus manos intentaban con unos raros gestos mostrarnos todo el lugar.

Suspire un poco molesto ante su actitud demasiado alegre para mi gusto, pero luego olvide completamente el asunto al contemplar la superficie del barco, esta era una gran nave de color rojo ceniza en cuya envergadura se podían ver un sin numero de digimon comerciando y  conviviendo todos en armonías.

-¡¡Ah!! Supongo que se abran dado cuenta de lo que ocurre- aquí dijo al ver como mirábamos por el lugar –esta es la zona comercial del barco, mientras que en las zonas bajas se encuentras los dormitorios así como también los restaurantes y como no…- dijo inflando su pecho al mismo tiempo le daba pequeños golpes con su brazo en forma de ancla –en lo mas profundo esta mi cuarto, el del líder del lugar- exclamo triunfante.

Ante sus palabras solo pude acercarme a mi compañera y murmurarle en voz baja –te seré claro, este tipo esta loco…- aunque por su actitud no era alguien para desconfiar, no creía que relacionarnos con el nos trajera algún beneficio sino que por el contrario todo se volvería caótico.

Como siempre pasaba nuestro descenso no fue de lo mas “placentero” caimos en agua buscando salir de manera rápida, teníamos suerte de que debido a nuestras experiencias todas las cosas empacadas iban en bolsas, mojándose solo la mochila exterior – Estoy bien – le respondi a mi digimon sin agregar nada mas, oí como nos llamaba aquel extraño capitán, de no ser por sus extremidades un tanto roboticas podría haber jurado que era un humano, nos invito a subir a una especie de nave marítima, asentí a la pregunta de mi digimon dejándome guiar por este hasta unas escaleras hechas de madera y cuerda

subimos rápidamente para ser recibidos de manera calurosa por el capitán el cual nos mostro una especie de mercado, donde se vendían infinidad de productos, desde comida hasta joyas y ropajes extravagantes para los digimons, había una buena cantidad de digimons en aquel barco, y no alcance a ver a ningún humano cerca, recibiendo algunas miradas de sorpresa de parte de uno que otro digimon al pasar en su campo de visión, al parecer los tamers no daban con este lugar muy seguido, lo cual no me sorprendía en lo absoluto, al mirar hacia arriba podía notar que estábamos en una especie de fondo o terminación de un acantilado, algo realmente digno de admirar, mas mis pensamientos fueron interrumpidos por aquel digimon quien nos dio una explicación vaga del contenido de su nave, Eth me dio una pequeña advertencia a lo que asentí aparentemente sin mucha importancia, la verdad ya no me fiaba de ningún digimon que no fueran los mios, conteste en tono bajo

– Ve a investigar al mercado, yo me encargo del capitán – le recomendé a Eth ya que mientras mas pronto diéramos con aquella cura mas rápido nos podríamos ir, volvi a dirigirme al capitán – Esta nave es realmente sorprendente, me encantaría que me pudiera enseñar como esta compuesta, es la primera vez que estoy en un barco, y déjeme decirle que me ha dejado impresionada – pude ver como los ojos de aquel capitán se iluminaban con orgullo al recibir esa clase de palabras – Claro, claro, por aquí – extendió su mano invitándome a acompañarlo dejando a Eth en la parte alta del barco investigando mientras soportaba las charlas de aquel digimon y estaba alerta de cualquier cosa o lugar sospechoso, seguramente wizarmon también estaría investigando por su cuenta, asi que confie en ambos dedicándome a escuchar

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Atravese el portal de manera un tanto estrepitosa solo segundos después de ver desaparecer a Elith y a Eth, logre verlos brevemente a lo lejos antes de sentir como caia sin poder siquiera reaccionar para llamarlos, de un instante a otro me encontraba en el aire dirigiéndome hacia un espeso follaje de una especie de selva o bosque, cai carente de gracia golpeándome contra cada una de las ramas del árbol, desde una altura que fácilmente excedia los 5 metros, tuve suerte de que había algunas lianas y hojas grandes que evitaron que me lastimara en exceso y aminoraron mi caída, para cuando llegue al piso se escucho un golpe sordo puesto que cai entre hojas secas, las cuales se levantaron levemente, trate de ver algo mas pero aquellos golpes hicieron que perdiera la consciencia casi al instante de sentir que tenia tierra firme debajo mio

No supe cuantas horas habían pasado, recordaba vagamente que al haber llegado ahí el cielo se encontraba azul, marcando que era de día, abri mis ojos con algo de dificultad, mi cabeza me dolia y sentía que mi gorro había caído lejos de mi, el baculo tampoco se encontraba junto mio, ahora tendría que encontrarlos, en eso estaba pensando mientras mi visión se aclaraba un poco encontrándome con unos ojos y figura a la vez familiares y extraños, unos pequeños orbes azules me observaban desde lo alto - ¿Eth? – le dije aun confundido debido a su figura idéntica a la de mi compañero

-  ¿Asi te llamas? – pregunto aquel digimon con una voz mas bien femenina, haciendo de desechara cualquier idea, negué levemente con la cabeza

- Lo lamento, te confundi con alguien mas –

- Despues de ese golpe imposible no quedar algo atolondrado – menciono riendo de manera controlada, antes de tenderme una de sus garras para ayudar a pararme, la acepte quedando de pie, sobando mi cabeza un poco y cerrando mis ojos en el proceso, para cuando los abri y me gire aquella impmon tenia mi baculo y gorro y los estaba tendiendo hacia mi – Gra… gracias – le dije tomándolos y colocando mi gorro en su lugar

- ¿Venias en algún digimon volador? Has caído desde muy alto – giro hacia el cielo el cual estaba de un color oscuro, en ese instante me di cuenta de que era de noche

- Es una larga historia – intente omitir detalles de mi llegada, no quería dar información de mi tamer a cualquier digimon por mas amable que fuera

- ¿Quién es Eth? – cambio el tema al no obtener ninguna respuesta – No conozco ningún digimon que se llame asi – me cuestiono nuevamente

- Es… un amigo, solo que es la manera en que yo lo llamo, hablando de eso, no lo has visto de casuali… -

- Shhh – aquella digimon tapo mi boca con su garra rápidamente, asomándose por entre algunas hojas hacia una dirección en especifico – Han apagado la vela de arriba – menciono un tanto feliz – Oye, ven ayúdame, después yo te ayudare a encontrar a tu amigo – me tomo de la mano y comenzó a caminar sin esperar mi respuesta llevando en una de sus garras una especie de morralito mediano, pronto me di cuenta que nos dirigíamos hacia una especie de árbol gigante

- ¿A dónde vamos? – le pregunte en voz baja

- Mantente callado, después te digo – caminamos cerca de media hora antes de estar a los pies de aquel árbol, de cerca se veía aun mas imponente, nos quedamos en una zona donde aun había vegetación, abrió su morral sacando otro par de guantes y pañoleta, cambiando su atuendo color casi rosa por uno negro – Tu trabajo solo es vigilar hacia esa abertura – señalo una pequeña grieta en el árbol – Si ves que se enciende lanza un ataque unos metros cerca y corre sin detenerte – dejo sus cosas en mis manos antes de correr de manera sumamente sigilosa sin dejarme preguntarle nada mas ¿Qué esta pasando? Pensé mientras  la observaba perderse dentro de aquella grieta…

Pasaron cerca de 20 minutos en los cuales me mantuve atento al lugar que me había indicado, estaba realmente preocupado por aquella digimon, tanto que estaba a punto de salir en su búsqueda, pero antes de correr hacia ella vi su silueta apareciendo por donde se había ido, cargaba algunas cosas brillantes las cuales deposito en la bolsa tomándola de manera rápida de mis manos y volvimos a salir corriendo en otra dirección, sujetando mi mano como anteriormente

- ¿Les robaste? – dije deteniéndome en seco al haber avanzado escasos metros, la digimon me volvio a jalar fastidiada por mi actitud, haciéndome avanzar solo unos centímetros mas

- Te explicare luego, vamos, se de un lugar donde pueden haber visto a Eth – negué con la cabeza, no pensaba avanzar después de haber ayudado a un ladron, la digimon resoplo mas fastidiada

- Bien bien, te lo dire, pero por favor, vamos a un lugar mas encubierto, nos encontraran si nos ven – la observe desafiante – Son ladrones ¿contento? – levanto su bolso enseñandomelo – Estas cosas eran mias, me las robaron hace un tiempo – segui sin creerle – Oye, te ayude cuando fácilmente podría haberme quedado con tu baston y tus cosas, por lo menos me debes un poco de confianza, de haber sido otro digimon quizá ni hubieras despertado – tuve que admitir que tenia un punto muy a su favor, suspire resignado, la digimon logro interpretar esto volviendo a jalarme y adentrándonos en la espesura del bosque, al estar a una buena distancia del árbol comenzó a hablar mientras caminábamos

- Hace unos meses era una de las comerciantes de la aldea dirigida por el capitánhookmon, mis ganancias eran buenas, esta isla es un tanto extravagante, conseguimos materiales y productos con mucho esfuerzo que no se consiguen en prácticamente ningún otro lugar del digimundo, si uno sabe moverse puede irle demasiado bien, pero eso no es lo importante – me solto aminorando su paso, me mantuve al lado de ella caminando lentamente

- En ese árbol viven un par de ladrones, que cada cierto tiempo les roban a algunos de los comerciantes de esa aldea, en uno de sus atracos termine afectada, me fue despojado todo y volvi a donde comencé, el capitán fue amable y me ofrecio todas las comodidades, las rechace dedicándome a encontrar a esos dos ladrones y al dar con su guarida me he encontrado hurtando parte de su botin noche tras noche, aunque ese no es mi objetivo final – giro su cabeza viendo un poco al cielo y deteniéndose – Quiero recorrer el digimundo, pero se que para eso necesito contactos y dinero además de un transporte para salir de la isla, naci aquí, asi que no conozco mucho mas, pero seria lindo recorrer todo tipo de lugares – sonrio de manera tranquila, recordándome por un instante a mi tamer, quedándome embobado viéndola

- Oye, me daras miedo si sigues viéndome tan fijamente – bromeo pasando su garra por enfrente de mi cara, me reí nostálgicamente

- Me has recordado a alguien – me observo de manera picara haciendo que volviera a reir mas sonoramente – No es un digimon, es… - me detuve un poco viendo su cara de emoción, había hablado de mas

- ¿es…? – me alentó aquella impmon

- Un secreto – le dije divertido

- Oh vamos, soy buena guardando secretos, prometo no decírselo a nadie – puso la garra con la bolsa sobre su pecho mientras la otra hacia una especie de L en el aire, en forma de juramento

- Es mi tamer – la impmon ahogo un grito de alegría

- ¡Un humano! Empezaba a creer que eran un mito, jamas he visto uno, dicen que es raro que alguno nos visite y cuando pasa generalmente estaba ocupada, por un momento crei que eran puras bromas hechas por mis colegas de la aldea, pero veo que no, si pudiera ver uno, realmente me intrigan – comenzó a hablar sin detenerse haciéndome sonreir, tenia casi la misma actitud alegre que elith solo que ella era un poco mas energica – ¿Es eth? –

- No, pero los busco a ambos – aclare negando

- ¿Qué digimon es Eth? – pregunto curiosa

- Un impmon como tú, ahora sigamos que debo encontrarlos –

- oooooooookeeeey – grito energica la digimon volviendo a tomarme de la mano y seguimos avanzando a paso constante – Llegaremos al lugar después del amanecer, me encargare de vender estas cosas y podremos preguntar si alguien los ha visto, aunque si en ese lugar no saben de ellos probablemente no esten en la isla...un humano y un impmon, que peculiar par – menciono llamando mi atención, “si supieras” pensé ante sus palabras, a veces ni yo podía creer que ese par estuvieran tan unidos

-Esta bien supongo…- comente en el momento que ambos me dejaron solos para seguir con aquella recomendación, pero que iba a recorrer en aquel lugar puesto que a simple vista no eran mas que tiendas comunes. De aquí a allá se podían ver puestos de alimentos algunos nunca vistos por las zonas en las que había estado; tiendas de joyas aunque para mi tan solo eran simples pedazos de basura brillante y por supuesto no podían faltar los grupos de digimon que cotilleaban sin cesar solo observando el lugar sin comprar ni vender nada.

-¡Vengan y vean productos de gran calidad!- se podía escuchar o sino también -¡¡Pase, las mejores joyas a precios de oferta no se arrepentirá!! – sin duda entre todo ese ruido también habían frases como -¿viste a ese digimon junto con aquel humano…?- palabras que solo hacían aumentar mi irritación además de no dejarme concentrar en lo que realmente buscaba.

-¡tch!- reclame ante mi situación -“porque no se callaran…”- pensé al ver todos esos digimon reunidos, si era cierto yo odiaba las multitudes tan amontonadas y el hecho de recorrer aquel lugar en busca de una medicina que pensándolo bien quizás no encontraría en aquel lugar solo provocaban que me fastidiara aun mas de lo normal.


En la proa del barco a unos cuantos metros de mi punto de partida se encontraban las tiendas  de medicinas; pequeños puestos en los cuales sus dueños exhibían  sobre unas pequeñas mantas a especie de mesas sus productos;  hierbas raras cuyas formas, colores y apariencias harían que uno se la pensara mas de dos veces antes de ingerirlas; algunas pociones en numerosos recipientes con formas curveadas cuyos líquidos por su color dejarían en vergüenza al arcoíris y el producto estrella de algunos una pasta redondeada la cual según ellos era una cura capaz de erradicar cualquier mal u dolencia sufrida.

-Mentiras y basura…- comente en voz baja alejándome de aquellas tiendas mientras me dirigía a reunirme con Elith, se empezaba a hacer tarde deberíamos descansar pronto para asi partir en busca de aquella medicina puesto que si no se hallaba allí en otro lugar estaría esperándonos si es que existía…

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-Por aquí sígame- le comento el captainhoockmon a Elith guiándola al interior de la nave –este galeón es mi mas grande orgullo – sus palabras adquirían un toque nostálgico cuando se refería a un barco bautizado como “el águila rapaz.” Este otrora fue un rápido navío que recorría los mares digitales en busca de aventuras, aunque de que tipo eran estas este nunca se las dijo a Elith simplemente prefirió en mantenerlo oculto.

-Bien, aquí- dijo señalando lo que parecía ser una especie de cuarto con un pequeño letrero –se ubica la posada- cuyo interior estaba formado por unas cuantas literas a modo de dar el suficiente espacio para los que allí durmieran pudieran moverse sin obstruirle el paso a los demás –el lugar consta de dos pisos y un precio de lo mas asequible para todo aquel que quiera hospedarse-  termino aquella presentación con un leve guiño de su ojo como si de un vendedor se tratase intentando atraer clientes.

Se quedaron tan solo unos segundos frente a esa puerta pues el barco era largo y el tiempo no tanto. Asi pasaron a la siguiente zona, en ese lugar la mayoría de la zona había sido desmantelada para en su lugar y usando la madera obtenida  pequeñas tiendas fueron armadas -Este de aquí…- comento mirando de frente a Elith y extendiendo sus manos como presentando algo –esta la zona de comidas, diferentes tipos de alimentos y bebidas podrás disfrutar  sin mucho tener que pagar- rio ante sus propias palabras. El resto del recorrido fue algo mas tranquilos en ello Elith pudo aprender que el barco poseía cuatro niveles sin contar el de la superficie donde los dos primeros eran completamente accesibles, el tercero estaba inundado hasta casi la mitad de este y el cuarto se encontraba casi completamente sumergido siendo imposible recuperar todo lo que allí se encontrara. Recorrieron unos cuantos cuartos mas hasta llegar a uno que poseía unas dobles puertas de madera en las cuales se encontraban talladas algunas extrañas figuras -y esta es mi habitación-  sin duda pese a como se veía el lugar en el fondo tenia una especie de aura de desolación; en otros tiempos este seria una gran lugar para llamar a sus seres de mas confianza pero ahora tan solo lo usaba para dormir -eso seria todo ahora lo mejor es que te reúnas con tu compañero e intenten descansar porque ya se va haciendo tarde- le dijo despidiéndose y entrando en su habitación aunque antes de cerrar le advirtió una cosa –no intenten  bajar a los pisos inferiores, no es seguro…- comento al momento que las puertas se cerraban por completo.

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En medio de la noche en aquel bosque casi de fantasía el silencio fue interrumpido de improviso además de súbitamente haciendo parecer que todo el lugar rugía con furia y se estremecía, pero todo esto era una ilusión la real fuente de aquel ruido provenía del interior de aquel árbol hueco en cuya parte mas profunda una digimon se encontraba completamente furiosa a tan altas horas.

-¡¡¡¿Quién…?!!!- debido a su estado las palabras no lograban salir con facilidad -¡¡¡QUIEN SE ATREVIO A ROBARME MIS JOYAS!!!- se quejaba mientras revolvía todas sus cosas buscando lo hurtado. Su cara se encontraba completamente roja de rabia mientras sus brazos se encontraban completamente extendidos terminando en unos puños que apretaban cada vez mas, mientras su pecho se encontraba hacia adelante y con un pie golpeaba intensamente el suelo –¡¡INACEPTABLE!!- grito explotando en una especie de rabieta infantil destruyendo algunas cosas a su paso.

Petermon que en ese momento se encontraba reposando sobre su cama solo abrió uno de sus ojos y levanto su ceja mientras contemplaba como su compañera comenzaba a destrozarlo todo –¿de que tanto te preocupas? son solo joyas, no es como si tuviéramos pocas- le comento de manera tranquila.

-¡¡¡NO ES POR LAS JOYAS, ES PORQUE ALGUIEN SE ATREVIO A ROBARNOS Y NO PODEMOS PERMITIRLO!!!- su respiración se podía escuchar sin mucho esfuerzo, ella sentía que en cualquier momento arrasaría con todo y su compañero como presintiendo esto dijo algo que la calmaría.

-¿Que te parece si mañana mientras le robamos al vejete, buscamos a aquel que nos robo y le hacemos pagar?- sin duda en ese momento lo único que deseaba petermon era descansar de forma que se encontrara preparado para aquel hurto y por como se encontraba ahora su compañera no podría hacerlo hasta que ella se tranquilizara.

-esta…esta bien- dijo un poco mas calmada tinkermon al escuchar aquella pregunta –pero tendras que prometerme que le daremos un buen castigo a aquel que lo hizo- suspiro un tanto mas relajada para luego posar su cuerpo en la cama y quedarse dormida jurando que se cobraría lo que había pasado hoy.

Aquel capitán me dio una explicación detallada de la composición de la nave, ofreciéndome en cierta medida el servicio de habitaciones y comida que ahí servían, me mantuve callada asintiendo con mirada feliz a sus palabras y recorriendo con la vista todo el lugar, no parecía haber nada sospechoso, así que solo tenía que soportar su habladuría un rato mas

Para cuando llegamos a su habitación la luz afuera se había tornado anaranjada, el atardecer se estaba acabando para dar paso a la noche, el capitán se despidió dejándome sola frente a la puerta de su cuarto haciéndome una pequeña advertencia la cual me dejo un poco intrigada, aunque di media vuelta y comencé a caminar sobre mis pasos - Como si fuera a hacerte caso - hable para mi con una mirada sombría viendo aquella puerta de reojo, si sus palabras eran ciertas o no tendría que averiguarlo por mi cuenta, pero por ahora debía ir a reservar una habitación

me dirigí a la recepción del lugar encontrándome con un pequeño toyagumon el cual se encargaba de mantener los registros de los visitantes, pague una habitación sencilla con servicio de desayuno y cena ya que siendo sincera tenía algo de hambre, pero primero debía encontrarme con mi digimon, camine por los pasillos que me llevaban hacia la zona de arriba

- Oye humana – llamo mi atención un gatomon vestido con una especie de capa cubriendo su cuerpo, se encontraba semi oculto entre las sombras – ¿No estas interesada en digivices? – abrió un poco su capa dejando ver su garra con uno de esos aparatos, era otra versión diferente al mio, sin embargo esas cosas no eran de mi interés

- Piérdete – le conteste de manera fría siguiendo mi camino, el digimon se quedó en su lugar, quizá para otros tendría más interés que para mí, camine relajándome y adoptando mi actitud alegre hasta toparme con mi digimon – Vamos a cenar, después necesito confirmar algo en los últimos niveles de esta nave – le avise a mi digimon caminando de nueva cuenta hacia el primer nivel, más específicamente a la zona que servía de restaurante - ¿Conseguiste algo de información? – pregunte sin detener mi marcha - y por cierto ¿Has visto a wizarmon? - en todo el camino no nos habiamos topado, por lo menos deberia de cenar para reponer energias

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- Oe wizarmon, dime como son ellos – pidió de manera amable aquella digimon mientras seguíamos caminando, provocando otra leve risa, era realmente curiosa

- Sabes bien que no puedo decírtelo, ya he hablado de mas al decirte de mi tamer –

- Vamos Wizar, solo quiero saber como son, sus nombres y otros datos no me interesan, como ya te dije nunca he visto un humano, me intriga como se puede comportar –

- Bien bien, ella se parece un poco a ti, es alegre y amable – la digimon rio al escuchar esto – y en cuanto a Eth… digamos que es todo lo contrario, es solitario y muy malhumorado –

- Entonces no debes aburrirte estando con ellos – menciono girando a verme con una sonrisa divertida – ¿Y que hacen aquí? –

- secreto – conteste rápidamente, haciéndola resoplar

- Creo que tendré que preguntarles directamente, ya que a ti te gusta guardarte todo – llegamos a una especie de puente de madera y cuerdas bajo el cual un rio de rápidas corrientes pasaba, cruzamos sin mucha dificultad, aún era de noche, por suerte para nosotros nuestros atuendos y colores se perdían entre la oscuridad, me deje guiar por aquella digimon, no había nada malo en su comportamiento, así que me limite a seguir a mis instintos confiando en ella

Hacía poco que Mirtha había entrado en el Chaos Empire y su única ambición era buscar aliados fuertes  que no se murieran a la primera batallita de cambio, aun no la dejaban hacer quimeras por lo que se disponía a observar y buscar digimon virus, para buscar los más idóneos para protegerla su idea era: encontrar digimon virus, derrotarlos y hacerles sus súbditos. Con esa intención  llegó a una isla o un continente no estaba muy segura, solo que era una extensión bastante grande de tierra. Bajó de una pequeña lancha y pisó tierra, se había recogido su largo pelo rubio en una coleta de la que salía un mechón a modo de flequillo como el que llevaba Lunamon, en el que se podía apreciar que por debajo del rubio pelo éste se tornaba castaño oscuro. Iba vestida con un corsé color marrón claro con el emblema de los Chaos Empire bordado en el lado izquierdo del pecho en morado. Llevaba pantalones negros muy ceñidos y botas que parecían sacadas de una armadura.

Se deleitó con la brisa que corría por la isla pero su momento de paz pronto se esfumó.

-¡Mirtha, cuidado!-le advirtió Lunamon en su cabeza pues su conexión era tan íntima que aunque la digimon hablara desde su D-scanner ella la oía en su cabeza.
-¡NORTHERN CROSS BOMBER!-una extraña flecha dorada pasó rozando su cabello dándole el tiempo justo para agacharse y fue a estamparse contra una palmera.

-¡¿Pero qué demonios....?!-se quejó ella rodando para esquivar otra oleadas de flechas.

-No queremos invasoras en los terrenos de Petermon-sama!!-dijo una de las digimon que la habían atacado seguida de otras igual a ella acercándose a la costa pero deteniéndose antes de pisar la arena, estaba claro que no podrían salir del agua o aguantar fuera de ella por mucho tiempo.

-Mermaidmons... Mirad tías, no se quien narices es ese tal Petermon, pero si es un digimon oscuro sería un gran honor para mi conocerlo... ¿Dónde puedo encontrarlo?-preguntó Mirtha sacudiéndose la arena e intentando socabar información antes de finiquitarlas por haberla asustado asi.

-¡Encima no ocultas tus intenciones! ¡No te dejaremos llegar hasta él ni salir de la isla! ¡NORTHERN CROSS BOMBER!-la que parecía la cabecilla apuntó su arma a la oscura lancha de Mirtha y la arponeó inutilizándola.

-¡NO!-gritó Mirtha pero ya era demasiado tarde--¡No tenía intención de luchar con seres tan inútiles como vosotras pero ahora me habéis cabreado de verdad! ¡Habéis desatado la furia de Mirtha Blacksmith, ahora lo lamentaréis!-El digicode recorrió su cuerpo y lo reagrupó en su mano derecha pasándolo por su D-scanner, las mermaidmons retrocedieron algo intimidadas--¡ESPÍRITU DIGITAL! DIGIEVOLUCIÓN!-Sus ropas se rasgaron y se lanzó en una nube de digicode hacia su human spirit rodeando su cuerpo de armadura púrpura.¡KAZEMON!

-Vaya! asi que eres un digimon también, interesante!-dijo una de las mermaidmon-¡ANCHOR BLITZ!- Besó su ancla y la lanzó contra Kazemon,  en una ola de energía,las demás hicieron lo mismo. Kazemon realizó varias acrobacias y pudo esquivar algunas pero de otras recibió todo el impacto.

-¡Agh!-se quejó--¡...dita sea.. aun no soy muy fuerte...!-dijo para sí--"¡Andate con ojo, Mirtha, ellas están en nivel ultimate, un nivel por encima de ti!"-le dijo Kazemon en su mente."¿Qué? No fastidies! Pensaba que eran champion!"-contestó ella."¿Es que nunca terminaste de leer la enciclopedia digimon de Madre??"-le riñó Kazemon en su cabeza, Mirtha iba a hacer un gesto como afirmando lo que decía su compañera cuando una nube de flechas doradas fueron dirigidas de nuevo hacia ella.

-¡DOUBLE JUMP!-las esquivó ella saltando hasta alzar el vuelo

-¿Acaso sólo sabes revolotear y esquivar, digi-humana?-se mofaban las mermaimon

-Sois una verdadera molestia! ¡LUNA ASSALTO!- se lanzó sobre sus enemigas pateándoles la cara y una vez estuvieron algo confusas realizó otro ataque. -¡ROSEO TEMPORALE!-creó un tornado con sus piernas pateando todo lo que tenía cerca y lanzó a las mermaimons al mar. "Ahora"!!!-le pidió Kazemon en su cabeza.

En una rápida ejecución, sabiendo la notable diferencia de poder se adentró volando hacia el interior de la jungla huyéndo así de las mermaimons mientras aun se encontraban confusas por los rápidos ataques.

-¡Sigh!-  recorrer  aquel  lugar  solo me hacía sentir cansado y un poco  hambriento, pero por sobre todo molesto. Caminar por ahí era un incordio total hasta el punto de no poder avanzar ni siquiera un metro sin deber evitar chocar con algún otro digimon perdido en sus pensamientos de compras –“¿dónde estará Elith?”-  sin duda todavía seguir al interior de aquel navío y por lo tanto hacia allí fue donde mis pasos me llevaron, para mi suerte el lugar se encontraba con menor afluencia de digimon por lo que tan solo tarde unos cuantos minutos en dar con mi compañera.

-Dejemos eso de investigar para mañana- le pedí mientras la seguía por el lugar, en aquel momento lo único que mi cuerpo deseaba era comer y dormir ya mañana podríamos dedicarnos a recorrer todos los rincones o recovecos del barco en busca de cualquier pista o información que nos acercara a nuestro objetivo inicial.

-No hubo suerte…- comente un poco decepcionado, ¿pero era de no haberlo encontrado? No, lo que me hacía sentir asi era el haber perdido todo un día en aquel lugar sin obtener nada de provecho –wizarmon debe andar por ahí a su propio ritmo, no te preocupes- tan solo en el momento que escuche sobre el me acorde que no estaba a nuestro lado, había pasado tanto que no escuchaba su voz que mi mente dio por hecho el obviar su ser.

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Al fin la noche dio lugar a la mañana iluminando aquel árbol tan extraño que servía como base secreta al dúo de  ladrones, los cuales ya a esa hora comenzaron a prepararse para aquel robo.

-Ooooaaaauuuuhh!!!-  bostezo petermon en aquel momento, justo ahora se encontraban discutiendo como llevarían a cabo tal hazaña ya que si bien simplemente podrían entrar por la fuerza y obtener todo lo que quisieran sin problema alguno eso sería algo completamente aburrido y sin sentido; no el prefería algo vistoso porque no decirlo extravagante y que con ello todos supieran de aquel acto.

En cambio tinkermon al ser tan directa a veces solía odiar tanto tramite, ella era más una chica de acción si se podía conseguir algo no era obvio hacerlo de una vez por todas. -¿Entonces cómo será esta vez?-  como siempre tendría que aguantar mínimo una hora o más de aquella platica antes de partir a su objetivo.

-Esperaba que lo preguntaras- comento petermon colocando su pierna sobre la mesa como intentando adoptar la pose del pensador pero de una manera burda casi cómica -¿qué tal una actuación?- pregunto un tanto orgulloso de su idea aunque en realidad no hubiera revelado nada con aquella interrogativa.

-Déjame adivinar- le comento tinkermon a su compañero al entender lo que este realmente pensaba –de seguro quieres que nos disfracemos- sin duda su repuesta dio en el blanco esto lo pudo confirmar viendo la expresión que petermon tenía en su rostro al notar la facilidad con que ella lo adivino.

Cof*  cof* tosió este para restarle un poco de importancia a aquel hecho  -bue…bueno asi es fácil explicarlo - moviéndose de un lado hacia otro mientras era ayudado por los movimientos de sus manos comenzó a explicar los detalles del asunto –entraremos al barco como artistas ambulantes, tu sabes unos cuantos trucos para captar la atención y he ahí cuando aprovecharemos de infíltranos en la bóveda del barco donde guardan los mejores tesoros- era un plan simple que daba resultados aunque el tiempo para prepararse era un poco extenso.

Tinkermon simplemente escuchaba levemente  los detalles restándole importancia a asunto hasta que este menciono lo de los tesoros. En ese momento su cara se ilumino por la idea de obtener todas esas joyas, las brillantes monedas y cualquier cosa que le pudiera parecer valiosa – ¿terminaste de divagar?- al parecer pese a haber contado los detalles su compañero seguía hablando, más bien fantaseaba con lo que sucedería en aquel lugar.


Dos horas tardaron en preparar todos los detalles entre  reunir a algunos de sus subordinados, preparar la vestimenta a utilizar, montar una especie de plataforma en la cual viajarían y lo último pero menos importante convencer a tinkermon que se disfrazara; pero pese a ello ya se encontraban avanzando por el bosque de camino hacia el barco como una gran compañía circense.

- bueno, supongo que sabe cuidarse solo - no le di más importancia y avanzamos al comedor

Evitamos las charlas innecesarias durante la cena, y haciendo caso a su peticion nos retiramos a la habitación temprano - Descansa - fue lo único que le dije a Eth antes de acostarme, quedándome en un estado de somnolencia por varias horas, era muy extraño estar aquí de nuevo, por fortuna pude finalmente quedarme dormida

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un rato después de que los rayos del sol salieran aquel barco estuvo a la vista, gracias a mi compañera que por lo visto conocía perfectamente los alrededores evitamos cualquier peligro y avanzamos a buen paso, al abordar el barco la impmon se dedicó a sus negocios, los puestos apenas estaban colocándose nuevamente, la espere por algunos minutos quedándome en donde me había indicado, para cuando volvió el morralito había desaparecido y sus guantes y pañoleta tenían su coloración inicial rosa fuerte

- Vamos a desayunar mientras los demás puestos se ponen, así habrá más gente a la que preguntarle - volvió a tomarme arrastrándome hacia los niveles inferiores del barco, seguramente tenía hambre, pero no podía quejarme ya que yo también necesitaba algo de alimento

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Desperté algo tarde y siendo sumamente sigilosa salí del cuarto rumbo al comedor dejando a eth aun dormido, quería investigar por mi cuenta a aquellos digimons y seguramente estarían desayunando en ese momento, camine por los pasillos saliendo del hotel y avanzando al área de comida, topándome sorpresivamente con mi otro digimon

- ¡Elith! - grito wizarmon alegre por verme - Es una suerte encontrarte aquí - dijo sonriendo  

- Ves, te dije que tenían que estar aquí - la otra voz llamo mi atención antes de acercarse a mi con mirada impresionada - Woow, un humano, al fin pude ver uno - su actitud me molesto un poco - mucho gusto, eres mucho más alta de lo que imaginaba - sonrió antes de tenderme la mano como saludo, me le quede viendo un momento antes de seguir avanzando al comedor dejándolos atrás mientras la impmon se quedaba desconcertada con la mano hacia adelante

- Creí que estarías buscando lo mismo que nosotros, pero por lo visto has decidido congeniar con mas digimons y perder el tiempo - hable sin detenerme entrando al comedor y ubicándome en una pequeña mesa con 4 sillas, wizarmon agacho la cabeza

- ¿No era el saludo correcto? dijiste que era mas amable y eso que te dijo no.... - sin previo aviso wizarmon tomo a la impmon de su mano y la arrastro dentro llevándola hasta la mesa donde me encontraba

- Discúlpate - me exigió quedándose de pie con su compañía al lado del asiento donde me encontraba sentada

- ¿te llevas tan mal con eth y aun así vas y te juntas con otro impmon? ¿Que estabas pensando? - me cruce de brazos ignorando sus palabras

- Elith, discúlpate - volvió a exigir sin dejar de verme, observe a la impmon que nos veía a ambos sin comprender del todo lo que estaba pasando

- ¿Porque debería disculparme? Según tú - lo rete sonriendo, wizarmon no pudo más y tomándome de mi camisa me jalo hacia él - Vaya, ¿lastimaras a tu tamer? ¿Ahora quién es el digimon oscuro? -

- Déjala wizarmon, por lo visto está bajo el control de algún otro digimon maligno, quizá Eth - mi digimon me soltó de golpe, acomode mi camisa y postura antes de hablar

- A eth no lo metas en esto, y dado que eres del mismo tipo te estarías mordiendo la lengua - la impmon sonrió solo provocando que me enojara

- Vaya, ¿hablaras con la digimon oscura? - me imito sin quitar esa mueca de su cara

- No te sientas la gran cosa, solo no dejare que hables mal de mí impmon -

- tu impmon debería defenderse solo, ni siquiera le veo contigo ¿así te cuida? - siguió provocándome

- Por si no lo sabes no soy una niña indefensa para tener que ocupar una niñera todo el tiempo -

- esa actitud que tienes es peor que la de un digimon bebe, asi que sí, necesitas una niñera - wizarmon fue quitado de en medio mientras la impmon tomaba su lugar muy cerca mio

- ¿Quién te crees tú para decirme como debo comportarme? - algunos digimons en el lugar comenzaron a girar a vernos al durar tanto nuestra discusión, wizarmon cambio de actitud a una mas tranquila para intentar calmarnos

- impmon... elith -

- A los digimons bebes debes de darles clases de educacion, algo como esto - extendio la garra derecha - debe ser respondido - observe su garra antes de quitarla de mi vista empujándola con la parte contraria a la palma de mi mano derecha

- Mal - volvió a extenderla frente a mi, intente volver a quitarla de igual manera pero cuando la estaba empujando tomo mi muñeca con su garra izquierda y dejándola quieta la apretó con su otra garra - Asi se hace, Elith - intente retirarla - Mucho gusto, soy impmon, es un placer conocer por fin a un humano - a los pocos segundos me soltó, sobe mi muñeca con mi mano izquierda acomodándome en mi lugar frente a la mesa

- Soy... Elith - le conteste sin verla a los ojos, no tenía ganas de seguir peleándome con ella, wizarmon se quedó paralizado en su lugar al ver nuestra actitud, la impmon sin quitar su sonrisa de su cara tomo asiento al lado mío

- No deberías hacer eso - le advirtió wizarmon pero como respuesta solo obtuvo señas de que se pusiera al lado de ella, suspiro antes de tomar asiento - ¿Donde esta eth? -

- Durmiendo - respondí secamente viendo a un punto fijo en la mesa

- ¿dormiste bien? - volvió a hablar la impmon, la observe levemente - tu mirada me dice que no - me miro preocupada

- No es de tu in... -

- ¡Lo tengo! - se levantó de manera rápida y fue a donde se encontraban las bebidas, sirviendo un líquido en una especie de taza y agregándole algunas cosas

- ¿Estas bien? - me pregunto wizarmon en voz baja - Lamento haberte lastimado, no eres así - negué con la cabeza

- No te preocupes, me deje llevar - me quede viendo a la impmon que ahora estaba revolviendo el té con una cucharita y agregándole azúcar - ¿Quién es ella? -

- Una amiga, me ayudo al llegar aquí, termine en un sitio alejado de este, ¿consiguieron algo? - negué nuevamente - Ella conoce la isla, podría ayudarnos en caso de estar en otro lugar - la impmon caminaba hacia nosotros, dejo la tacita frente a mi

- Bébelo, es una vieja receta, te ayudara a calmarte - la observe dudosa, pero ya que había ayudado a wizarmon supuse que no era un digimon peligroso, lleve la taza a mis labios y tome un pequeño sorbo - ¿Esta bien? - asentí mientras ella volvía a tomar asiento al lado mío, poco después ambos se levantaron por comida para todos, incluyendo a eth, seguramente no tardaría mucho en venir con nosotros

- El circo se acerca.. llegara en solo un rato - comence a oir algunos comentarios de parte de otros digimons en el comedor, aunque no les di demasiada importancia siguiendo con mi té

El bosque de verdad sentaba muy bien a Kazemon, en resumidas cuentas era una hada y por tanto se sentía como en casa. La digimon revoloteó un poco alegremente por el bosque hasta que decidió descansar acomodada en las extensas ramas de una viejo árbol cubierto de líquenes y follaje. Relajada poco a poco se transformó en digicode y devolvió a Mirtha su forma humana y sus ropas intactas, estando así la digispirit repleta de energía para volver a ser usada. La simbiosis entre Lunamon y Mirtha era tan perfecta que se transformaban como en hermanas y siempre se daban algun capricho la una a la otra, como en el caso de permitirle a Kazemon disfrutar en su hábitat natural. Mirtha se quedó adormilada en el árbol cuando de pronto oyó unos pasos como de una especie de peregrinos cargados  con bultos que se encaminaban hacia la costa.

-¡Mirtha, despierta! ¡Tenemos compañía!-le dijo Lunamon en su cabeza. Poco después de oír eso Mirtha abrió los ojos como platos y miró alrededor.

Entre la espesa hojarasca del árbol pudo vislumbrar como una troupe de circenses se acercaba hacia la costa lugar del que ella había venido."¿Por qué se acercarán al mar? Allí no había nada que yo recuerde... excepto un grupo de molestas Mermaimon..."-pensó.
"¿Por qué no nos acercarmos a ver? Quizá tengan algo que satisfaga nuestros objetivos jejej"-le decía Lunamon desde el digivice pero ella oía lo que ella decía en su propia mente debido a su fuerte conexión."Está bien"-dicho esto Mirtha bajó del árbol un poco más torpemente de lo que subió como Kazemon y cuando estuvo abajo se ocultó entre unos arbustos para ver pasar a la troupe que ya se acercaba.

Mirtha observó que era muy difícil averiguar de que digimons se trataban pues todos andaban vestidos de unos trajes muy extraños, posiblemente disfraces. "Qué sospechoso..."-pensó Mirtha. El único que parecía no llevar disfraz era un horrendo digimon que parecía un gatomon deforme... lo conocía pero no podía recordar su nombre...."Es un Betsumon, Mirtha! Por favor, cuando volvamos a casa, en serio, leete la enciclopedia digimon de Madre, nos harías un favor a las dos!!"-le apuntó Lunamon.-"¿Y para qué quiero leer ese rollo si te tengo a ti y te la sabes de memoria? Complementas mi mente y en paz!"-le contestó Mirtha en su pensamiento de la misma manera.
La digispirit la iba a contestar pero algo captó la intención de la joven en ese maldito betsumon, puesto que llevaba un dispositivo que capturaba los datos de los digimon y los analizaba. Un aparatejo igual al que le había visto usar a Scott mientras le observaba en sus dominios.

-Qué interesante! Creo que ya tenemos objetivo, Lunamon... ¡Quiero esa cosa!-señaló  Mirtha pero cuando se quiso dar cuenta el betsumon había desaparecido.-¿Qué? ¿Dónde demonios se ha...?-Mirtha se echó para atrás y topó con un árbol. "Mirtha! detrás de ti!"-le advirtió Lunamon pero era demasiado tarde y el árbol empezó a moverse girándose hacia ella. Mirtha se volvió y vio la horrenda cara del betsumon en frente de la suya, el cual se había disfrazado de árbol expresamente para sorprenderla.

-¡KIIIAAAHHH!!-se asustó Mirtha haciendo detenerse a toda la troupe debido a su berrido.

-No está bien espiar a la gente, sabes?-le dijo el Betsumon recuperando su forma normal- Oye! me recuerdas a esa criatura que suele ir con mi prima Gatomon... esto... ah si! una humana! Sois familia?

-¡No todos los humanos somos familia, cretino! ¿Y menos si la tamer de la gatomon a la que te refieres es en la que yo estoy pensando... como me compares con esa niñata juro que te reviento aquí mismo!-se le encaró Mirtha."Mirtha, no pierdas los papeles, le necesitamos si queremos quitarle el aparatito que cuelga de su cinturón"-le dijo Luna disfrutando de una vista panorámica de su objetivo desde el D-scanner, puesto que Mirtha lo llevaba enganchado a su cintura.

-Oh! una mujer con carácter, me gustas! Quieres ser mi novia?-le propuso Betsumon.

-Aparta de mí bestia inmun....!-empezó Mirtha pero Luna la interrumpió -"Mirtha no! enrolate con ellos quizá asi nos sea mas fácil robar el aparato ese, déjame hacer a mí, en el D-scanner no puedo ayudar"!-le comentó lunamon. "Te mataré por esto, Luna..."-le dijo Mirtha-"No me importa, ya estuve muerta una vez... jeje"-se rió Lunamon.

-Vayamos despacio amigo... A ver, como decirlo... Me gustaría participar en vuestro espectáculo...-dijo finalmente Mirtha con enorme esfuerzo, lamentando sus palabras pues las chorraditas y los pintamonas circenses no iban para nada con su estilo. Al oír eso la troupe rodeó a Betsumon y a Mirtha para ver qué ocurría.

-¡Ohh! ¿de verdad? ¿Quieres que seamos colegas?-Mirtha intentaba agarrar el aparato pero Betsumon se movía continuamente y le era muy dificil quitárselo discretamente-¡Genial!  Yo soy un maestro del disfraz, Dime, ¿qué sabes hacer tú?

Mirtha lanzó un suspiro y se convirtió en Lunamon

-¡Oh te transformas en una lunamon, bien! pero eso no daría mucho juego en el espectáculo...-observó Betsumon

-Bueno, también tengo una mirada cautivadora!-Lunamon abrió sus ojos caídos y de color morado y pestañeó varias veces intentando cautivar a Betsumon con su mirada.

El betsumon retrocedió un poco repelido por esos siniestros ojos.

-Esto... dejemos la mirada aparte.... ¿alguna cosa más?-insistió Betsumon.

-Mmmm... ¡Ah, ya!- Lunamon sacó de debajo de sus cintas una pequeña botellita con un líquido verde con burbujitas y se bebió su contenido evitando tragarlo. Hinchó los mofletes y empezó a hacer pompas de jabón de diferentes tamaños y formas.

-¡Ohhhh!- exclamó toda la troupe a coro.

-Oh! eso de verdad fue mi bello! Daría un buen espectáculo! La contratamos, chicos?-todos corearon "Si, si, si"-Bienvenida, Lunamon! Ahora formas parte de nuestra troupe! Lunamon... ¿ese es tu nombre no?-le dijo Betsumon.

-Oh si! Podéis llamarme Luna, si queréis-dijo Lunamon, manteniendo su nombre oculto de momento por si acaso, con una sonrisa falsa de oreja a oreja. A pesar de ser un digimon adorable, el hecho de tener esos ojos y no estar acostumbrada a sonreír de verdad hacía que los que la miraban retrocedieran un poco repelidos por el impacto ciertamente grotesco de su cara en ese momento.

-Bien.. Bienvenida Luna, si.... esto evita hacer eso, actúa con naturalidad... eso ayudará al espectáculo querida...-dijo Betsumon

-"Mira quién habló... "Mister Universo"... Lunamon, en cuanto tengamos ese artefacto en nuestro poder, nos largamos eh?"-pensó Mirtha.

-Gracias, pero por favor, Sr. Betsumon, permitame que no me separe de vos, es mi primera actuación en público y necesitaré de sus sabios consejos para conquistar al público, sabes?-Dijo Lunamon intentando coger su zarpa en señal de amistad, aunque lo que pretendía era robar el Analizador de datos.

-No... no hay problema, pero si no te importa... ¿podrías volver a ser humana cuando no haya actuación? te ves mucho más linda asi-dijo apartandola un poco de su lado, volviendola a apartar de su objetivo.

-¿Será grosero ese gato deforme?-protestó Lunamon.

Mirtha se rió en su mente, "La verdad es que ese digimon es bastante detestable.... una lástima que no podamos derrotarle, nivel ultimate, no? Ya sabes, mantén la calma, Lunamon, al menos hasta conseguir nuestros objetivos jeje"-dijo ella en la mente de Lunamon aprovechando lo que ella misma le dijo antes. Lunamon refunfuñó mordiéndose la lengua e intentó volver a ponerse al paso de Betsumon.

Después de esto la troupe siguió su camino hacia la costa con un nuevo miembro en su haber.

Pese a todo el bullicio causado por aquella muchacha recién llegada al grupo había dos digimons que se mostraban un poco distantes aunque estos  respondieron junto con el grupo aceptando que se uniera no estaban con ganas de encontrarse con alguien que pudiera arruinarle sus planes.

-¿Estás seguro que está bien esto?- pregunto tinkermon a su compañero –digo aquella muchacha no me inspira confianza, además esta esté tonto de betsumon…- obviamente a ella no le agradaba aquel digimon, es más lo detestaba de una manera tal que muchas veces deseo destruirlo pero como siempre ahí estuvo petermon para intervenir y asi evitar el desastre que podría provocarse.

-La verdad da igual ¿no?- dijo colocando sus manos detrás de su espalda en señal de completa despreocupación –digo… uno más con el que distraer al “capitán”- los planes de petermon no cambiarían sin importar quien interviniera en estos. Su disfraz era perfecto tanto asi que a simple vista nadie podría reconocer sus verdaderas identidades.

-Si tú lo dices no me opondré pero en el momento que ella cometa un error me encargare de “solucionarlo”-  aunque la palabra no era la adecuada para definir lo que haría si arruinaban sus planes para ella era mejor dejarlo de ese modo y no ahondar en los detalles.

Mientras la caravana iba acercándose a su destino ambos caminaban detrás de todo para observar sus alrededores y poder tener una conversación un poco más privada lejos del bullicio provocado por los otros integrantes del grupo artístico.

-Entonces… ¿que es lo que realmente haremos al llegar al barco?- la pregunta era un tanto inquisitiva ya que lo que buscaba era conocer los pasos que seguirían luego de infiltrarse en la bóveda del barco -y tú sabes que no me refiero a lo que harán estos inútiles- estaba más que claro que en cuanto a actitudes amistosas tinkermon sería la peor.

-Lo de siempre…- contesto este sin darle mucho tema al asunto puesto que ya se encontraban frente a la orilla que los llevaría rumbo al barco. En ese lugar una pequeña barcaza  si podía llamarse de algún modo a una gran plancha de madera utilizada para transportar mercancías y otras cosas. El grupo abordo aquel medio de transporte avanzando hasta el navío donde el público ya se encontraba reunido esperando que estos abordaran.

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-¿Elith…?- pregunte mientras restregaba mis ojos y en el momento en que abrí mirando en todas direcciones en aquel lugar lo único que faltaba era mi compañera la cual al parecer se había levantado antes y dirigido hacia el comedor. Espere algunos minutos antes de ponerme en pie para ir en su búsqueda aunque algo incomodas aquellas camas proporcionaban el descanso adecuado para los viajeros cansados en busca de un hospedaje. Acomode mi capa cubriendo mi brazo inmovilizado, tome mis pocas pertenecías es decir mi pañoleta y algunas otras cosas abandonando aquel cuarto rumbo a lo que sería mi desayuno.

La madera del piso crujía con cada paso pero todo el ruido era amortiguado casi completamente por las voces de los que allí transitaban a esa hora del día. A decir verdad todo el lugar me ponía de mal humor ya desde hace algún tiempo me desagradaba estar en sitios tan concurridos hasta el punto que siempre que podía los evitaba –“bien ¿dónde estará?”- me pregunte estando en las zonas de comida, ya que muchos locales se ubicaban en ese sitio. Por suerte un digimon amablemente se me acerco e índico el sitio donde habían visto entrar a la humana según sus palabras iba acompañada de dos digimon.

-Gracias…- le comente en un tono seco carente de emoción alguna, que por suerte el atribuyo al sueño que se reflejaba en mi cara, luego de que este se marchara dejándome solo entre a aquel local al mismo momento que afuera se comenzaba a formar una gran cantidad de ruido. Por todos lados se podía escuchar sobre la llegada de una especie de circo -“genial más escándalo...”- pensé mientras miraba las mesas, tan solo demore unos cuantos segundos  antes de encontrar  compañera sentada junto a wizarmon y un impmon el cual obviamente no era yo.

Sin prestarle atención a los dos frente a ella me senté a su lado -buenos días Elith, parece que está muy concurrido este sitio - en un punto tuve la idea de preguntar sobre quien era aquella digimon, pero el hecho de que estuviera ahí junto a wizarmon me hacía pensar que no era la mejor opción y en mi estado de ánimo actual no tenía ni la menor curiosidad sobre aquel asunto, no en ese momento solo pensaba en comer.

Eth había llegado por fin al comedor después de unos minutos, con una mirada de entre fastidio y somnolencia, le recibí con una sonrisa completamente contraria a la actitud que había mostrado los otros digimons, tomo asiento al lado mío haciendo un comentario que imagine estaría dirigido a nuestra nueva compañía y al ruido en el lugar

-  Un poco, aunque si no encontramos nada en los niveles inferiores podremos salir de aquí cuanto antes –

- ¿Niveles inferiores? ¿Qué planean buscar ahí? – se metió de pronto aquella impmon

- Algo – le hable desganada mientras acercaba el plato - previamente servido y aun caliente que tenia apartado para mi digimon – delante de eth, dejándole que comenzara a comer

- En esos niveles solo hay una bodega, y a veces se pasean digimons marinos, el capitan no es precavido con esa zona solo por gusto –

- Supongo que nunca has bajado – la impmon negó con su cabeza

- Lo hice, y por poco no vuelvo a subir, antes había rumores de que esos digimons resguardaban algo, que en el último nivel un tesoro se escondía, pero solo fui a encontrar problemas – nos observo a ambos – Si quieren ahorrarse un dia en su búsqueda les convendría mas comenzar en otra parte – miro a Eth - lo que ocultas bajo esa manta no se resolverá con lo que hay en el barco – la voltee a ver fijamente al igual que wizar la miraba dudoso – Tranquilos, no soy la única intrigada por esa tela, conozco a los comerciantes y algunos pueden ser realmente chismosos, no es como si tuviéramos muchas noticias con que entretenernos  en este lugar tan apartado de todo – dijo con total naturalidad, como restándole importancia a ese asunto

- ¿Sabes donde podemos… -

- Wizarmon – lo detuve antes de que continuara

- ¿Conseguir una cura para ese brazo lastimado? – se adelantó la impmon, tenía que admitir que sus métodos eran buenos, aunque eso solo aumentaba la desconfianza que sentía, sumando a la sonrisa un tanto burlona en su cara, se levantó de su asiento acercándose a Eth y quedando de pie al lado de su silla por su costado izquierdo – Obviare las presentaciones, un gusto conocerte Eth, ¿me permites ver ese brazo? – apreté una servilleta inconscientemente entre una de mis manos – Solo necesito ver donde esta el daño, prometo no entrometerme, en algunas zonas de esta isla e inclusive aquí en el barco hay curanderos, pero siempre hay un límite de lo que pueden hacer – sin estar del todo convencida asentí viendo a eth como transmitiéndole que podia confiar en ella aunque fuera un poco mientras dejaba caer la servilleta en la mesa

- ¡Ya llegaron! – se escuchó un grito seguido de muchos otros sonidos de aplausos y pisadas en la madera, el comedor se vacío casi al instante, dejándonos relativamente solos, había aun dos mesas mas donde descansaban unos digimons muy llenos mientras otros conversaban

- Dejame verlo, ahora mismo es el momento antes de que llegue el circo, puedo ir a hablar con un amigo para pedirle lo necesario o planificar una reunión en caso de saber arreglarlo – se quedo quieta esperando la respuesta de mi digimon, mientras yo esperaba su rechazo inminente

Mirtha había decidido mantener su forma de lunamon al menos hasta que acabara la actuación aunque ello la dejara un poco cansada después, mas que nada porque su plan era de lunamon y como ella la dejara sola no tenia ni idea de como seguir su papel... solo se limitaría a robar el aparatejo y salir de ahi, o liarse a palos con toda la troupe, detestaba hacer las cosas de lo que consideraba un digimon de nivel inferior y pensaba en castigar a lunamon por hacerle pasar por ese trago.

De momento se limitaba a seguir el plan de su compañera dejandola actuar. Parecía que nos dirigíamos a un barco o una barcaza, no sabia distinguirlas bien, que no había visto antes, quizá acababa de atracar en la isla. Solo rezaba para que, mientras pisaba la arena de la playa las locas de las mermaidmon no estuvieran alli o si acaso estuvieran que no la reconocieran. De pronto vio a unos digimon actuando raro y decidió ir a investigar.

Manteniendo su forma de Lunamon y escondiéndose entre las sombras, las cuales consideraba sus amigas y le daban seguridad, decidió seguirles. Observó que poco a poco se alejaban del grupo rezagándose. Se ocultó lejos de sus miradas y escuchó lo que hablaban:

-Entonces… ¿que es lo que realmente haremos al llegar al barco?,y tú sabes que no me refiero a lo que harán estos inútiles...- decía una voz de mujer.
-Lo de siempre…- contesto otra voz mas grave a su lado

"Estos no parecen simples comediantes, Luna... Parece que algo se traen entre manos...."-dijo Mirtha en la cabeza de Lunamon."Será mejor no perderles de vista por si acaso..."-le contestó de la misma forma la digimon en su mente.

Cuando la pareja parecía querer volver a la troupe, Lunamon se movió rápido y llegó antes que ellos a su lugar en la caravana q parecía haberse tomado un pequeño descanso, al menos Betsumon roncaba como un boarmon acatarrado.

-Jeje! es nuestra oportunidad!-Lunamon corrió hacia Betsumon y cuando estaba cerca se volvió sigilosa para que ese repulsivo digimon no notara su presencia y empezó a tirar con cuidado del analizador de datos que pendía de su cinturón. Parecía estar muy bien enganchado..."Luna usa el jabón!"-le dijo Mirtha para que suavizara el enganche con el q sujetaba al cinto y poder hacernos con ello. Sin embargo cuando Lunamon metió su mano entre sus cintas para coger la botellita verde para su actuación, Betsumon se despertó.

-Oi! Picarona, que haces? No quieres esperar al matrimonio eh? jejejej. No eres mi tipo pero podría hacer una excepción... Grrmiaauu!-contestó el betsumon pensando... que se yo que luna le quería quitar el disfraz o algo.

-¡No es lo que te piensas repugnante ser!! ¡TEAR SHOT!-de la antena de su frente dejó caer una bola de agua que empapó entero a Betsumon y se alejó corriendo de él en dirección al barco.¡"...Dita sea! que asco me da ese tipo!"-jadeaba Lunamon con el pensamiento de Mirtha en su cabeza--Calma Mirtha, a la proxima lo conseguiremos te lo aseguro.... o si no ya iremos por las malas y en serio, palabra!-dijo Luna en voz alta.

Aquella impmon nos hablaba con demasiada naturalidad para mi gusto, odiaba que otros se entrometieran en nuestros asuntos y más aún si este había sido traído por wizarmon -“otra molestia…”- pensé al ver su actitud además de sus gestos, además estaba el hecho de que parecía conocer alguna información de nosotros obviamente entregada por nuestro “querido” wizarmon. Me molestaba eso por la simple razón que nuestros datos fueron dados sin obtener nada a cambio, pero ya vería como cobrármelas con él.

En ese momento algún digimon un tanto emocionado comenzó a anunciar a pleno pulmón la llegada del circo, estos tan solo eran un grupo de digimons haciendo payasadas para entretener a otros -“sin duda una especie de ridiculez”- la verdad no me interesaba ir a ver que sucedía  en la cubierta ya que me tenía sin cuidado lo que le gusta a los demás.

-Haz lo que quieras- no iba a perder el tiempo discutiendo con un digimon que claramente no escucharía mis palabras, se notaba que esta tan solo hacia lo que quería  -solo date prisa tengo otros asuntos- dijo dándole espacio para que hiciera lo que quería.
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Mientras el resto del grupo se aprestaba raudamente a tomar aquel medio de transporte  unos pocos se quedaron frente a este para evitar que la nueva pudiera oír todo lo que ocurría de una forma clara.

-¡JAJAJAJAJAJA!- una risa estruendosa resonó por el lugar luego de aquella extraña situación. Si se miraba hacia el lugar de donde esta provenía uno se encontraría con una especie de arlequín cuyos brazos se encontraban afirmando su estómago debido  a lo gracioso de esto. -Haz sido completamente rechazado betsumon- le comento aquella figura la cual no era otra más que tinkermon disfrazada –bueno no la culpo, aparte de ser feo eres un tonto sin remedio- comento levantando como intentando decir que  nadie le importaba él.

Betsumon quiso refutar aquellas duras he hirientes palabras pero no pudo, para ser correcto se lo impidieron.  –Ya está bien-  impuso su voz petermon con una actitud desafiante ante betsumon -te deje a cargo de todo esto y mira lo que sucede, estas atrasando el espectáculo– le dijo junto con un ademan  de su mano –tal vez debería darte un castigo…-

Acto seguido el filo de una hoja carmesí apareció apuntando el cuello de betsumon  -¡oh! Querido amigo…- sonó una voz  desde su espalda  *jijijiji* aquel digimon fuera de su rango visual se reía mientras relamía sus lamios pensando en lo que haría –mmm… serias una perfecta alfombra, un corte por aquí una despellejada por acá y voila de digimon serias convertido a adorno de hogar – el filo de la guadaña se comenzó a cernir sobre betsumon pero antes de hacer contacto con su cuello fue detenida y retirada de este.

-Tranquilo jokermon todavía puede sernos útil, bueno por ahora…- comento petermon mientras les ordenaba a los demás volver a sus posiciones para proseguir su marcha – ¡betsumon!- le grito a este –seguirás a cargo del grupo y vigilaras a aquella chica, en caso de que algo resulte mal deberás encargarte de ella o si no tu cabeza rodara- sentencio al pobre digimon.

-¡Como ordene jefe!- contesto alegremente jokermon volviendo a guardar su arma y alejándose de betsumon no sin antes murmurarle al oído –te estaré vigilando…- luego de aquello este volvió a mezclarse con el grupo mientras silbaba una especie de canción infantil con un tono un tanto sombrío dejando solos a el dúo de ladrones junto con betsumon.

Con una pequeña plática de tan solo unos cuantos segundos el grupo volvió a su ritmo normal abordando aquel  transporte el cual los llevo hacia el águila rapaz en donde el capitán del barco los esperaba para recibirlos con la más cálida de las bienvenidas.

-!Bienvenidos seáis nobles artistas!- se refirió este con una pequeña reverencia -los estábamos esperando- y con estas palabras el show dio inicio.

Su acto se dividía en unos cuantos números artísticos: betsumon mostraba su habilidad cambiando su disfraz imitando la apariencia de algunos digimon, algunos otros repartían globos e incitaban a los espectadores a aplaudir; jokermon hacia una especie de malabarismo sin apartar la mirada de betsumon; también habían otros que realizaban un tipo de rutina humorística y por ultimo pero menos importante petermon y tinkermon  hacían un truco de magia mientras secretamente liberaban una especie de polvo adormecedor, el cual era indetectable por ninguno de los sentidos además de tener un efecto lento pero profundo. Sin duda esto era un gran espectáculo que nadie debería perderse.

tragandose sus palabras la extraña impmon se acerco a eth al recibir una respuesta afirmativa, me sorprendio esa actitud un tanto despreocupada de su parte al aceptarla, sin hacer demasiado escandalo levanto aquella capa cuidando de lo que hacia mi digimon, la tension en nuestra mesa solo aumento, ese acercamiento y el recordar lo que habia pasado solo me ponia furiosa conmigo misma y con aquella impmon, logre contenerme ya que no tardo mas que unos segundos en devolverla a su lugar

- ya veo... - dijo con actitud un tanto abatida

- Una busqueda inutil - deduje restandole importancia, nuestra suerte siempre era la misma, a pesar de meternos en cientos de lios variados era extraño que algo nos saliera bien a la primera

- No me malinterpreten, puedo preguntar, pero es realmente dificil que una medicina reconstruya los datos dañados de un digimon, quiza con otros metodos tendrian mas suerte - suspire cansada

- No te molestes - dije levantandome de mi lugar y dejando mi plato a medio comer - Los veo en el cuarto, a ambos - les adverti saliendo del lugar con mirada severa, teniamos asuntos que atender con wizarmon, no debia haber dado esa informacion como sin nada, sali del comedor sin decir mas rumbo al hotel, habia pocos digimons dirigiendose arriba, al parecer todos estaban felices festejando aquel tonto circo, no me detuve hasta estar en nuestra previa habitacion

- De nuevo - menciono wizarmon viendo mi plato y suspirando - Creo que lo mejor es ir a hablar con ella cuanto antes, Eth, termina de comer, no querras que se enoje mas de la cuenta - volvio a suspirar cansado de la actitud de su tamer, se levanto y se dirigio hacia donde me habia ido

- Yo ire a preguntarle a algunos digimons de confianza, quiza sepan algo de lo que buscan, los vere por aqui mas tarde - se levanto de la mesa al tiempo que wizarmon y antes de separarse por rumbos diferentes agrego - Ten cuidado, no es bueno que un digimon o humano se comporte de esa manera - dijo antes de perderse rumbo a las escaleras que llevaban a la zona mas elevada

wizarmon llego a nuestra habitacion despues de algunos minutos ya que iba a paso lento, abrio la puerta con cuidado encontrandome sentada frente a la pequeña ventana que daba al mar viendo hacia afuera, lo deje parado en medio de nuestro cuarto sin decir palabra, hasta que no hubo llegado Eth me atrevi a hablarle

- ¿Que estabas pensando? - reclame levantandome furiosa

- Que podria sernos de ayuda - respondio calmado mi digimon

- ¿Y por eso vas y le cuentas todo acerca de nosotros? - asintio completamente firme ante mi actitud - No se te paso por la cabeza que podria solo querer aprovecharse ¿cierto? -

- Nos ayudara, en este momento... -

- Puede estarle contando a alguien mas acerca de lo que vinimos a buscar - complete sin dejar de verlo friamente - Puedo perdonarte el haber llegado aqui con su ayuda, pero no puedes contarle "ese" tipo de cosas a digimons que acabas de conocer -

- Yo no le he contado nada, son sus deducciones, ¿o crees que el unico digimon listo del digimundo es tu amado impmon? - me acerque y termine por levantarle la mano, sin pensarlo dos veces trate de pegarle en su mejilla, mas me detuvo la muñeca cuando estaba a centimetros de tocarlo - He jurado protegerte con mi vida, no haria nada que te pusiera en peligro - me recordo tranquilo - Y si asi lo fuera ambos sabemos lo que pasaria, Eth te quitaria del camino y yo me quedaria con gusto a enfrentar mi error - me solto la muñeca y sin decir palabra tome asiento en la orilla de mi cama

- Les pido disculpas por ser tan imprudente, ahora mismo esa digimon es lo mas seguro que tenemos para encontrar la cura, Elith - hizo una pausa como pensando en que iba a decir - Estoy, preocupado por tu bienestar, ya no confias en nadie y creo que venir al digimundo solo esta haciendo mas estragos en tu mente, deberias descansar -

- Estoy bien, deja de preocuparte - volvi a pararme tratando de evadir el tema - Vamos arriba, con algo de suerte esa... digimon habra encontrado algo - sali del cuarto dejandolos solos un momento

- No la dejes volverse peor que tú - le menciono wizarmon a eth antes de salir justo detras mio vigilandome, no tardamos mucho en salir rumbo a aquel gentio que lentamente iba callando sus voces y empezando a entrar a un estado de somnolencia