Amara Aigner ID

Amara no se trata de una chica que destaque de alguna forma. De tez pálida; no es muy baja ni mucho menos una persona alta (mide aproximadamente 1,63cm). De contextura delgada, no se ejercita más allá que en la hora de educación física de la academia en la que estudia. Es miope y tiene que usar lentes la mayor parte del tiempo por su la intensa graduación que ésta posee, no pudiendo distinguir nada más que borrosas figuras de colores sin estos. Su cabello es corto, destacando de este únicamente un par de mechones que están sujetos con delgados listones color blanco que contrastan de cierta manera con su cabello castaño. No suele usar ropa de colores muy variados, pese a su gusto por los colores brillantes, su familia la obliga a vestir de manera formal incluso cuando se está en su habitación con intención de que esto se vuelva costumbre suya.

Por otro lado, Amara utiliza un avatar prediseñado cuando se adentra y vive en el mundo digital. Aunque su cabello sigue siendo siendo el mismo en cuanto a corte se refiere (cambiando únicamente que los listones se convierten en broches de forma cuadrada) su cabello cambia a ser uno color cyan. Sus ojos, antes café oscuro, tienen el mismo brillo y tonalidad que su nuevo peinado. Su vestimenta radica en ser un uniforme donde los colores blanco, negro y verde militar conviven mutuamente. Sus brazos son cubiertos por una chaqueta militar corta y del mismo color verde desértico antes mencionado. Asimismo, una sedosa bufanda blanca cubre su cuello, formando esta también parte del uniforme. Sus manos están protegidas por un par de guantes negros en su totalidad donde solo sus dedos están al descubierto. Utiliza un par de botas de combate perfectas para suelos áridos.

Amara es conocida tanto por su familia como por sus compañeros de escuela como una chica bastante tímida, reservada y por lo general callada. Rara vez se le oye dar a demostrar sus pensamientos y opiniones y suele dejarse llevar por lo que otros dicen con facilidad, siendo el asentir con la cabeza uno de sus gestos más característicos. Su forma de ser hace que la mayoría de sus conocidos se aprovechen de ella y la obliguen a realizarles mandados y favores, desconcertado muchas veces a los más adultos y profesores quienes tienen la imagen de que Amara como la de una chica bastante aplicada pero con graves problemas que la hacen comportares de esa manera.

Aunque ciertamente se trata de una chica responsable en sus tareas, es algo que no hace por gusto ni esmero, sino por obligación; se siente constantemente presionada por sus familiares quienes tienen un control parcial de su vida. El otro parcial, sin embargo, lo utiliza para ella. Solo para ella.

Es normal que una chica introvertida y con tan poca seguridad sobre sí misma se resguarde en otro sitio donde puede finalmente ser quien ella desea ser, y la herramienta perfecta para esto es el internet. Ahí Amara se muestra de una manera completamente diferente a la que suelen conocerla. Es una chica bastante tenaz; y si antes ocultaba sus opiniones ahora no teme en decirlos incluso de manera directa y sin el más mínimo tacto. No es del todo carismática, pues no es alguien que tome confianza rápidamente con las personas, lo que la convierte en una chica un tanto huraña. No se deja estresar con facilidad, combate los problemas pero sin usar mucho la cabeza sino más bien siguiendo su instinto. Es bastante espontánea y muchas veces se deja llevar por las ideas que se le ocurren de repente pues no toma mucha importancia a la seguridad cuando se está en un ‘’mundo virtual’’. A pesar de que no le gusta que le tomen el pelo, sabe cómo responder ante esto y no se inmuta en devolverlo de manera incluso peor. Le gusta tomarse las cosas a broma. Muchas veces resta importancia a las cosas y se deja llevar por la corriente, o lo que la haga sentir más cómoda. No acepta órdenes directas, pero no contesta de mala manera, sino que simplemente pasa de hacerlas. Le gusta mucho sentir la adrenalina y divertirse por lo que constantemente pasa sus días en el mundo digital en busca de aventuras y peligros. No aprende lecciones de vida con facilidad, y es muy despistada.

Tiene una gran afición a las maquinas, en especial las armas, siendo sus favoritas las explosivas o de largo alcance. Le encanta la comida dulce o picante y le desagrada la seca. Se le dificulta medir el peligro de las situaciones. No tiene sentido de la orientación. Le gustan los colores brillantes en general. Su animal preferido es el zorro porque le parece un animal bastante astuto y bello, cosa que admira. Le asustan los insectos. No sabe nadar. No le gustan las indirectas porque nunca suele captarlas. Los poemas y acertijos le aburren y fastidian. Por razones desconocidas constantemente se siente observada, lo que la hace tener la guardia alta todo el tiempo.

Nacida en Berlín, Alemania. Amara vivió parte de su vida en lo que vendría siendo su país natal antes de que su padre encontrara un puesto importante fuera de este, más específicamente, en la capital de Japón. La joven que en esos tiempos tan solo cumplía 8 años de edad tuvo que abandonar a sus amistades y familiares para irse a vivir con su padre y madre a una nueva casa en un nuevo país donde la cultura, el clima y el idioma diferían por mucho del anterior.

Naturalmente los primeros años fueron muy difíciles para la más pequeña del trío familiar. Su madre, de ascendencia japonesa, no tenía muchas dificultades en entender el idioma pues poseía una base; su padre por otro lado había asistido a clases antes de impartir en el viaje. Amara sin embargo tuvo que aprender con la práctica, cosa que le tomó un poco más que al resto. Le era muy dificultoso hacer amistades pues constantemente la discriminaban o la hacían sentir como si fuese demasiado diferente al resto. Llegó un momento en que decidió quitar importancia a los temas sociales y se concentró únicamente en sus estudios. En cuanto sus calificaciones comenzaron a subir los primeros días recibió elogios de parte de sus padres, cosa que le serviría de motivante para seguir con esto; no obstante con el paso de los años este tema se volvía cada vez más rutinario hasta el punto en que tener buenas calificaciones ya no era algo que festejar, sino que mantener o de lo contrario habría castigo.

Su padre obtenía mejores puestos, cada vez más altos en la empresa en la que trabajaba llegando al punto de obtener una jefatura y llevarse a su esposa consigo. Aunque era un empleo bastante bueno, la unión entre los familiares se volvía tan escasa que ya no había interacciones entre ellos, ninguna clase de comunicación más que a la hora de la cena. Una noche, tras notar la soledad por la que su hija tenía que pasar, decidieron darle como obsequio de cumpleaños una computadora bastante buena, aunque esta solo permanecería si la niña no bajaba el esfuerzo que le ponía a sus estudios.

Aunque esto sonara sencillo en un principio, el uso de este artefacto electrónico haría que Amara se aficionara cada vez más pues le otorgaba a ella algo que hace tiempo no sentía: libertad. La vida de Amara pronto se resumiría en dos cosas: sus estudios y su vida digital. Esto tan solo haría que las pocas amistades que la joven logró forjar difícilmente poco a poco se fueran olvidando de ella, su vida en la academia era difícil sin compañías. No había seguridad, no se sentía libre como la computadora le permitía, y tan solo era tratada como un bicho raro por parte de los demás alumnos; sin embargo no podía dejar los estudios por más que quisiera, sus padres no lo permitirían, y posiblemente esto también significaría tener que despedirse del regalo que le habían obsequiado.

En su tiempo libre, Amara disfrutaba mucho de jugar juegos en línea. Constantemente recibía correos publicitarios donde le sugerían probar un nuevo producto. Como era costumbre de ella, todas las noches del Domingo se ponía a leer su correo para deshacerse del spam y rescatar publicidad importante; fue entonces cuando una en especial llamó su atención. Era un juego nuevo cuyo proveedor quedaba como anónimo, este punto y el hecho de que en el mensaje venía su nombre real (Dejando como nota que ella nunca lo utilizaba en internet) hizo que su corazón se estremeciera. Muy posiblemente cualquiera ignoraría ese correo por miedo a que se tratase de un virus, algún spyware o incluso un hacker, pero Amara no era alguien que se acobardara fácilmente cuando algo llamaba su atención y tenía el interés de descubrir que se trataba; además ¡Era un juego! Probarlo seguramente sería divertido pues la temática le resultaba original.

Una vez la aplicación se descargó e instaló en el ordenador se le pidió crear un avatar para ingresar al juego, un avatar completamente personalizado. Por el momento todo se veía bien, lo único que faltaba para acceder por fin al juego era colocar un código especial que se enviaría al celular. En cuanto el mensaje llegó Amara le prestó atención al número del remitente compuesto exclusivamente de 0s y 1s. Se quedó pensando un momento en todas las extrañezas que habían ocurrido y que estaban relacionadas con ese correo y el juego, llegando a la conclusión de que posiblemente lo mejor sería desinstalarlo, borrar el mensaje y olvidarse de todo pero cuando intentó cerrar el mensaje la pantalla se congeló. Trató de apagar el celular pero fue en vano; intentó quitar la batería de su lugar pero una corriente eléctrica hizo que su mano sufriera un calambre, impidiendo esto. El celular cayó al suelo y liberó dentro de sí un pulso magnético que alteraría todos los objetos electrónicos en el interior de su habitación. Su computadora, su reloj despertador, su consola de videojuegos y televisión, absolutamente todo comenzó a fallar junto con las luces. ¿Acaso se trataba de un sueño? No, todo se sentía muy real. La computadora, aún encendida, mostró la ventana que contenía el cuadro en blanco solicitando el código del celular. Así, sin tener otra opción más que continuar con lo que había comenzado, tomó el celular y colocó el código en su lugar. Una vez le dio a ‘’Enter’’ todo se apagó. Las luces se fundieron y Amara permaneció en la oscuridad de su habitación por unos cortos segundos justo antes de que la pantalla de su monitor volviera a encenderse mostrando códigos binarios que poco a poco dibujarían un ‘’Bienvenida al Mundo digital, Amara Aigner.’’ Un instante después, la chica colapsó.

Tras despertar ya no se hallaba en ningún lugar que ella conociera. Trató de levantarse y notó como su vestuario y poco más había cambiado a una apariencia que le sonaba demasiado- ¿Dónde estoy ahora? –se preguntaba. Aparentemente no había nadie cerca que pudiera responder a su duda, nada más que un extraño artefacto donde el color dorado predominaba, no parecía funcionar, pero de alguna forma sentía que eso le pertenecía a ella. Amara no sabía nada de lo que estaba viviendo pero tenía una pequeña idea- Esto es… ¡El mundo digital!

* Su apariencia únicamente cambia dependiendo del mundo en el que esté, es decir, en el mundo digital utiliza la ''apariencia 2'' y en el mundo real la ''apariencia 1''.
* Su avatar (apariencia 2) estaba diseñada principalmente para un juego shooter, eso explica que al aparecer en el mundo digital lleve un rifle consigo; sin embargo este no tiene municiones por lo que solo forma parte del uniforme.
* Sus padres esperan que cuando crezca Amara estudie una carrera de negocios para heredar el puesto de su padre, cosa que a ella no le interesa porque desea convertirse en militar.