La guarderia del Asesino [Priv: Amara]

Ya va una semana… ¿verdad? – Creo que si… ¿Por qué no se fue? - ¿Cómo voy a saberlo?, yo solo leo un guion que altera su existencia para que concuerde con lo leído… no tengo el poder de leer mentes - ¿Por eso eres tan malo en los juegos de adivinanzas? – Cállate o te despido – pfs… que malo… - no puedo evitarlo, nuestro villano ha estado… una semana completa cambiando pañales y calentando biberones… ¿Cómo se supone que lo volvamos un villano… un terrorista de verdad, si no hace otra cosa más que ayudar a la gente? – bueno, ha tenido sus momentos de matanza… creo… - las únicas veces que ha matado han sido en el pasado… este intento de personaje solo deja que otros controlen su cuerpo y con el matar; no es lo mismo… Loki es un niño aun… Aquiles simplemente es tonto y Grym… bueno, el ya es un asesino pero no un villano… dios… debí haber aceptado ese otro trabajo con el chico del corazón artificial… - supongo… me pregunto si el narrador del de la cicatriz aun acepta aprendices… - ¡¿Qué?! ¡No señor! ¡Si yo sufro este aburrimiento! ¡Tú lo sufres conmigo! - ¡¿Por qué yo?! - ¡Porque yo lo digo! ¡Soy el jefe aquí! Ahora ve por algún juego de video, dejare el piloto automático y esperare a que suceda algo interesante para volver a narrar yo… - ¿existe el piloto automático? – sí, y jamás creí que lo usaría pero… egh… medidas desesperadas ante situaciones aburridas… venga


Pasados apenas 5 días desde la recuperación exitosa del digispirit bestia, Kyukimon, el humano conocido como Frederick había terminado por alguna razón en las zonas iniciales de los digimons… lugar pacifico donde la vida comienza. El humano tenía planes para cumplir, como localizar mas digispirits o inclusive alistarse como un miembro del clan “Union Saver”, pero prefirió quedarse allí y ayudar a los encargados del lugar… ¿Por qué?, ni siquiera el lo comprendía… era un sentimiento extraño que le decía “quédate y ayuda”, pero irracional. Aunque durante la larga semana que paso en ese lugar una pequeña respuesta lógica cruzo la mente del humano… estaba identificado con esa zona.

Allí renacían los digimons que habían muerto… un nuevo inicio… y él había hecho eso prácticamente, morir como un terrorista para renacer como alguien de bien aunque… sus impulsos le impedían desarrollarse como lo deseaba, aunque no era un impedimento absoluto. Podía hacer el bien pero a su manera… una caótica manera. Todo debía incluir diversión personal, caos o por lo menos, una pelea sin sentido… correr de un lugar a otro sin llegar a ninguna parte… dar un paso y luego regresar 4 hacia atrás… saltar al vacío y rodear la ruta directa… esa era su forma de hacer el bien por describirla de algún modo. Claro que aquella semana se había mantenido bastante tranquilo… quizás porque no quería causar tantos problemas en aquel lugar tan pacifico pero aun así… necesitaba algo de emoción… quizás asustar a los digimons recién nacidos saciaría su sed de problemas… pero le era difícil asustarlos… ya de por si lloraban por todo. Lo que el necesitaba era una nueva víctima… alguien con el suficiente razonamiento como para asustar pero lo bastante resistente como para no causarle un paro cardiaco.

Era ya lunes por la noche, y el humano se había ido a su refugio para descansar… lo necesitaba luego de haber estado todo el día cambiando pañales y haciendo cosas tontas para lograr que los sacos de popo ambulantes rieran en lugar de llorar. Lo peor aún estaba por venir… el día martes se encontraría totalmente solo, ya que los encargados del sector irían a una reunión importante para ver un asunto urgente que no pudieron discutir con el chico… nada importante de ser así. Fuese como fuese, el humano observo el cielo estrellado del lugar y antes de dormir, decidió pedir un deseo para distraer su cansado cuerpo.

Deseo que mañana pase algo tan loco… que solo Grym pueda manejarlo –Rio entre dientes, mientras observaba su D-Scanner- si… mañana tú vigilaras a los chamacos mientras yo duermo… -con una sonrisa bastante picara, el humano dejo el aparato digital a un lado y espero hasta quedar totalmente dormido en su lugar-
¿Quieres que vigile una guardería…?... realmente… ¿Cómo termine con un mocoso como tu…? –Murmuro una silueta desde la pantalla del aparato digital, ignorando el hecho de que le hablaba a un cuerpo dormido-

Llego la mañana siguiente. El joven humano se levanto temprano como era de esperar y no perdió mucho tiempo en todo lo que tenía que hacer. Se levanto del suelo y se encamino a la “villa popo” para ver si los cuidadores le habían dejado alguna clase de desayuno… triste realidad saber que no habría nada y aun más triste realidad llegar para que fuera efectivamente de ese modo… oh bueno, nada puede hacerse en esos casos. El humano no tuvo más opción que apresurarse y salir de la pequeña villa llena de bebes-fabricas industriales de popo para encontrar algún desayuno… pero, ¿Qué sería lo máximo que encontraría? Seguramente un montón de insignificantes bayas y con suerte, una manzana de carne… si, sus esperanzas no eran las mejores, he de decirlo todo. Finalmente el humano se rindió luego de una larga búsqueda de 5 minutos… perdiendo toda esperanza posible en que ocurriera un milagro que lo salvara o que pudiera encontrar comida… aunque… quizás si buscaba más rápido, comería mas rápido… pero de hacer eso, estaría yéndose sin comer, porque para buscar más rápido… debía activar su digispirit bestia… un asesino resentido sin la capacidad de sentir piedad por sus víctimas y que… planeaba dejar a cargo de los bebes ese día… si, es algo muy seguro de hacer.

Sin perder demasiado tiempo, el humano de una forma inexplicable genero una inmensa cantidad de cadenas de digicore en su mano; tan inmensa que de repartirse por su cuerpo, habrían formado directamente al un digimon de nivel superior al Mega… pero claro, solo era la fase de activación. Sin perder mucho tiempo, en el rostro de aquel humano se genero una sonrisa, y antes de que cualquiera se diera cuenta, lanzo su D-Scanner al aire, mientras este generaba una ligera luz y en su pequeña pantalla se veía una estatuilla en forma de zorro o comadreja con 2 guadañas cruzadas. Para antes de que alguien se preguntara por que había hecho eso, el aparato digital ya había caído en el punto exacto para que su lectora analizara las cadenas de digicore de la mano humana, dando un pequeño pitido como si dijera “Aceptado”.

Un gran destello cubrió el cuerpo del humano, borrando su piel, órganos e incluso esqueleto… dejando únicamente una pequeña esfera que representaría su núcleo de vida en el mundo digital: su dificore. No obstante, un sinfín de cadenas de digicore rodearon la esfera, generando un nuevo cuerpo, mas grande y delgado que el de aquel humano… pero también con muchas más diferencias puesto se trataba del cuerpo de una “bestia”. Para cuando el destello termino, el cuerpo resultante de aquella transformación no fue otro que una representación más completa de la estatuilla reflejada en la pantalla del ya inexistente aparato digital. Un enorme zorro o comadreja, de pelaje rosado y cabello azul oscuro, con 2 grandes guadañas por manos… así como una especie de doble daga en la boca. El cuerpo era obviamente el de un digimon, pero también era un digimon en mente… asi es, el humano ya no existía, solo ese digimon conocido como “Kyukimon” por especie. Kyukimon suspiro levemente y estiro los brazos, extendiendo a su vez las grandes guadañas que tenia por manos.

Para el aquello era un calentamiento antes de moverse… pocas veces desde que había vuelto a “casa” había tenido el gusto de usar el cuerpo de aquel humano para resurgir de entre los muertos. Finalmente, cuando Kyukimon termino sus estiramientos… comenzó lo que realmente podría marcarse como “impresionante”. El digimon bestia, de pelaje rosado y cerca de 2 metros de altura desapareció en un abrir y cerrar de ojos, dejando únicamente una ligera corriente de aire en su lugar.

Pasando a un escenario totalmente distinto… Kyukimon se había alejado no más de 2 kilómetros de distancia en un lapso de 10 segundos, algo lamentable para el pero bueno, apenas había tenido tiempo para estirarse; no se le podía culpar de ser tan lento. Fuese como fuese, ignorando la lentitud del digimon; no muy lejos de donde se encontraba, comenzó a sentir algo familiar… miedo. Así como los animales, el podía oler el “miedo” de la gente y otros digimons de menor nivel que el… algo bastante útil si quería amenazar a alguien o conseguir información, pero claro… sentir tanto miedo solo por estar en público normalmente no es agradable… es casi como ser ahogado en perfume: al final tu nariz duele. Fuese como fuese, al final Kyukimon decidió dirigirse hacia el lugar y ver que estaría ocurriendo… con suerte para él, serian unos campistas asustados por algún digimon y podría llevarse su comida mientras estos estaban distraídos, un plan aceptable. Con aquello en mente, Kyukimon desapareció en un haz de luz rosado, y tras desaparecer una gran corriente de viento apareció en línea recta justamente hacia donde la comadreja había sentido el olor del miedo.

Triste sorpresa fue para Kyukimon el no ver un grupo de asustadizos campistas siendo atacados por un digimon contra el que pudieran luchar o huir siquiera… si no ver a una humana extraña a punto de ser asesinada por un mero Gazimon. Dentro de la mente de Kyukimon, sentía ganas de matarlos a ambos por hacerle perder tiempo… pero, una parte de si le decía que ayudara a la humana, pero no sabía por qué. Esa humana obviamente no tenia comida de ningún tipo, ¿para qué ayudarla?, Kyukimon no tenía idea pero bueno, no le quedaba otra opción que ayudarla ahora que tenia la chance… quizás con suerte, podría persuadirla para que lo ayudara con la guardería ese día… porque fijo ya no podría forzar al humano a recuperar el control de su cuerpo, o a intercambiar tareas con Dinohumon o Kotemon, otros digispirits pero de menor poder que compartían ese cuerpo dependiendo de la situación.

Oye, enano… -Kyukimon se acerco tranquilamente, hasta quedar detrás del Gazimon- ¿no crees que estas siendo demasiado rudo…? Podrían denunciarte por acoso sexual si lo haces en campo abierto –Bromeo ligeramente la comadreja, sin sonreír, de hecho, era una broma sarcástica, con un tono más que obvio- bien… ahora déjala o –En un abrir y cerrar de ojos, el digimon tenia sus guadañas cruzadas y listas para cortar el cuello de aquel Gazimon, mientras su rostro inexpresivo fruncía el seño muy ligeramente- me alimentare con tus datos… lo cual me vendría bien porque no he desayunado y los datos de un simple nivel Rookie servirían más que un montón de insípidas y tontas bayas

Kyukimon observo a la humana golpear a aquel Gazimon en sus partes nobles… lo que le dibujo una gran sonrisa en el rostro, e inclusive lograron sacarle una mísera carcajada. Finalmente cuando la situación pareció calmarse, el asesino observo de reojo a la humana… esperaba que ella quisiera matar al Gazimon pero no pareció ser el caso, y ya que el mismo atacante había cooperado como ordeno la comadreja con cuchillas por manos, no tuvo otra opción más que dejarlo libre. Retiro sus brazos cuidadosamente, no porque le interesara dejar vivo al digimon nivel Rookie, si no para mantenerlo bajo control hasta que todo aquello terminara. Una vez que el pequeño buscapleitos estaba fuera de peligro, la comadreja lo miro de reojo, casi ordenándole que se largara si quería seguir allí de pie… si, había prometido no matarlo si cooperaba, pero no había dicho nada si se quedaba más tiempo allí para molestar.

El Gazimon se fue rápidamente, después de todo obedecer a un digimon de nivel Ultimate era casi una obligación, mas si se trataba de un digimon tan agresivo como lo parecía ser aquel Kyukimon. Una vez todo llego a la calma, Kyukimon dio un leve suspiro y se dio la media vuelta, observando unos instantes a la humana. No podía decirle nada, después de todo, ¿Cuál era el caso de ayudar a una humana?, para él no había caso alguno… simplemente la dejaría a su suerte y allí no ocurrió absolutamente nada de nada.

… bueno, cuídate… humana –alcanzo a decir con cierto “respeto”, puesto se había divertido, aunque no lo aceptaría jamás, al ver aquel Gazimon siendo golpeado en su “orgullo”- ya que no me comeré sus datos, iré a buscar insípidas bayas de pradera… egh… quizás si debí haberlo matado…

Kyukimon comenzó a caminar tranquilamente hacia lo que sería la entrada a un bosque, bosque en el cual si bien había varios arbustos de bayas, también se encontraba la pequeña villa que se suponía el estaba cuidando. Claro, no le atraía la idea de cuidar un montón de niños, más que nada por no figurarse el cómo hacerlo… el no tenia manos para cargarlos y mucho menos para cambiarlos si llegaba el caso… y es aquí cuando un pensamiento fugaz cruzo la mente de la comadreja. Antes de adentrarse en el bosque, giro la cabeza para ver a aquella humana fijamente… ella tenía manos… y seguramente se metería en problemas si la dejaba sola nuevamente… quizás aprovecharse de la situación sería lo mejor… solo para sobrevivir ese mismo día. Kyukimon se acerco nuevamente, aprovechando su velocidad para quedar a unos 2 metros de distancia de ella.

Oye… quizás suene bastante bipolar de mi parte pero… ¿Necesitas ayuda en algo…?, digo, además de tener un guardaespaldas temporal para que digimons como ese Gazimon no te ataquen… claro –Una sonrisa nerviosa y casi desesperada se formo en el rostro del digimon… esa humana era su boleto a la supervivencia segura cuidando niños- porque si necesitas ayuda… puedo ayudarte si tú me prestas tus manos por un día… no literalmente, claro

El digimon con manos de cuchilla se quedo prácticamente mudo cuando escucho a esa humana hablar tan rápido. Por un instante le vinieron a la cabeza cientos de imágenes de digimons nivel Bebe II que hacían miles y miles de preguntas… hablando lo más rápido que sus bocas y neuronas les permitían… si, un completo caos para Kyukimon. Una vez que la humana dejo de hablar, el simplemente respiro profundamente, juntando sus brazos y tratando de “procesar” todo lo que había oído… si, el era capaz de moverse a la velocidad del sonido con suma facilidad, pero su mente no era tan veloz a la hora de procesar el habla humana junto con sus expresiones tan extrañas que no se molestaba en aprender. Fuese como fuese, cuando el digimon creyó tener todo analizado en su mente, cabe mencionar que se tomo unos 2 minutos para hacerlo, se dispuso a hablar, retirando la daga de su boca para que esta no obstruyera su voz y también para hablar más fluidamente.

Veamos… intentare ir por partes… -Kyukimon junto sus brazos e inspiro bastante aire, para finalmente exhalar y mirar a “Amara” fijamente, queriendo que le quedaran grabadas sus palabras- para comenzar, esto no es un juego… esto es la vida real, bueno… no tan real… este es más bien el “mundo digital”… y las criaturas que habitamos este mundo somos “Digimons”, ¿hasta aquí todo bien? –Realmente aquella pregunta era de respuesta rápida porque Kyukimon continuo hablando tras formular su pregunta- conozco ese aparato que tienes… yo… bueno, un mocoso con el que tengo que lidiar, lo tiene… no funcionara hasta que no encuentres un espíritu digital pero… de eso te explicare luego, ¿vale? –Nuevamente esa pregunta solo fue realizada para responder como mucho con un asentir o negar de la cabeza- mi nombre como digimon es “Kyukimon”, pero no me digas así… tengo un “apodo” más corto y por el cual me gustaría que me llames, y ese apodo es “Grym”…

Una vez Kyukimon se presento, suspiro levemente… para él, hablar tanto no era algo normal, pero bueno, ya se había ofrecido ayudar a la humana a cambio de que ella le prestara sus manos… es allí cuando el digimon comadreja se sentía ligeramente aliviado por el hecho de que Amara reconociera estar en deuda y también que aceptara tan fácilmente a ayudarlo… claro que le diría para que necesitaba sus manos cuando llegara el momento; Grym no quería arriesgarse a que ella simplemente rechazara el ayudarlo de pronto si sabía que estaría cambiando pañales por el resto del día.

Tras recuperar el aire por hablar tanto de una sola vez, Grym le dio la espalda a Amara y se arrodillo en el suelo, dejando su espalda expuesta. Para él, era una forma sencilla de decir “sube y evitemos un viaje tardado”, porque después de todo, siendo un digimon capaz de moverse con el sonido, tener que esperar a una humana para ir a un lugar lejano seria una tortura sumamente desagradable, y sumando que estaría dejando a los digimons de la villa descuidados… peor aun.

Súbete Amara… no es por ofenderte… pero si debemos seguir tu ritmo, no llegaremos nunca a un lugar donde no te atacaran y donde podrás prestarme tus manos… -Grym espero a sentir a la humana en su espalda antes de levantarse, ligeramente sonrojado porque jamás había pensado en cargar a alguien en su espalda, mucho menos a un ser humano- por favor… nunca le digas a nadie… lo que estoy haciendo… ¿sí?... no quiero matarte por una tontería…

“Lo veras cuando lleguemos”, esas fueron las únicas palabra que dijo Grym antes de levantarse del suelo, con Amara sujetada en su espalda. Por un momento la comadreja creyó que la humana no estaba lo suficientemente sujetada, por lo que tuvo que rodear su cintura aprovechando su cola, algo que si bien le molestaba, era algo que estaba dispuesto a hacer con tal de tener aquellas manos a su disposición para ayudarle con los bebes digitales. Una vez Amara estaba “fijada” a la espalda del Kyukimon, este respiro profundamente y observo fijamente al bosque… nunca antes había corrido con alguien en su espalda por lo que aquella seria una experiencia… “curiosa”. Antes de que siquiera alguien se preguntara el porqué se mantenía quieto sin hacer el menor movimiento, la bestia digital con manos de cuchilla desapareció en un az de aire, dejando únicamente visible un minúsculo hilo rosado que se suponía era él. “Pink Flash” fueron las palabras que recito Grym antes de desaparecer en dicho hilo de “luz”. Un movimiento natural de su especie que le permitía alcanzar la velocidad del sonido en menos de un segundo, pero que solo le permitiría mantener la velocidad si iba únicamente en línea recta… y es allí cuando sus cuchillas tenían un buen uso. Cada vez que un árbol se aproximaba al rango de visión de Grym, este con solo agitar sus brazos hacia adelante eliminaba el obstáculo como si jamás hubiese existido, y así fue el camino hacia la villa.

No fueron más de 5 minutos a tan alta velocidad, pero en esos 5 minutos cerca de más de una docena de arboles habían caído a “manos” de Grym, quien se detuvo bruscamente cuando llego a los límites de la villa. Una vez llegaron, Grym soltó la cintura de su pasajera y se inclino para que esta bajara, comenzando a caminar de paso hacia el lugar mientras miraba por los alrededores, esperando que nada malo ocurriera aunque… apenas serian las 8 o 9 de la mañana, el sol había salido por ser época de verano y claramente los bebes no despertarían hasta las 10 o hasta que sus olfatos súper desarrollados detectaran comida… lo que sucediera primero, ciertamente. Una vez Grym se aseguro de que ningún digimon estuviera despierto, suspiro con cierto alivio y con una buena razón: ahora tendría tiempo para buscar algo de comida para su estomago.

Bueno Amara… bienvenida a una de las tantas villas del inicio… aquí renacen los digimons que mueren y bla, bla, bla… nada que le interese a alguien como yo, honestamente… -Grym se volteo para verla- ahora… necesito tus manos para cuidar de los bebes de este lugar… porque, como podrás imaginarte… -el digimon levanto sus cuchillas- no creo que me sea fácil cambiar pañales o dar biberones a esos bebes…

Grym comenzó a caminar hacia la villa una vez informo completamente a Amara sobre lo que haría, no porque quisiera evitar las quejas que esta pudiera lanzar (Bueno, en parte si), si no porque si no encontraba algo para desayunar, sería tan inútil como en su forma de estatuilla… o peor: mas amargado aun.

Ojala pudiera mata a ese mocoso… dejarme a cargo de un montón de bebes… tsk… aunque… -Grym murmuraba para sí, y antes de continuar sus murmuras, sonrió ligeramente, muy ligeramente- con Amara todo debería ser más fácil… solo espero que tenga algo de experiencia o ambos estaremos en problemas…

Grym continuo caminando, pensando que Amara lo seguía todo el tiempo, hasta llegar a una pequeña choza, lugar donde Vivian los dueños de toda la villa, o guardianes; realmente para Grym esa información no era tan útil, el punto es que ellos eran quienes estaban a cargo normalmente. El digimon comadreja comenzó a husmear entre las lacenas de los dueños para ver si encontraba comida. El sabia de la nota que su humano había leído, pero no creía 100% en ella puesto si no había comida, los bebes no podrían ser alimentados… y aun siendo comida para bebe, la comida es comida y un estomago vacio no le hace asco a prácticamente nada en función a la desesperación del momento. Fuese como fuese, una vez Grym confirmo que no había absolutamente nada para comer, se volteo para ver a su acompañante y decirle que saldría a buscar algo de comida… pero cuando quiso hacerlo, se percato de que esta no estaba por ninguna parte.

El digimon salió rápidamente de la casa y comenzó a buscarla con la vista pero no había nada, solo cunas y mas cunas por todos lados… es allí cuando Grym se preguntaba cómo era posible perder de vista a una humana con un rifle de francotirador en menos de 5 minutos… luego recordó el humano con el cual él debía lidiar casi diario y la respuesta llego por sí sola.

Grym continuo buscando con la mirada a Amara puesto no podía llamarla a gritos; después de todo terminaría despertando a los bebes y eso sería un problema… pero el problema nació igualmente. De algún modo, los bebes, TODOS ELLOS, despertaron con un gran llanto lo que desencadeno una gran orquesta de llantos, baba y quizás popo por alguna que otra cuna. Grym entro en la desesperación y corrió a toda velocidad hacia la zona donde había escuchado lo que sería el “llanto raíz”, y una vez llego allí, pudo encontrar a Amara, pero también a un Botamon llorando, muy seguramente asustado o enfadado por haber sido despertado tan temprano y sin comida.

¡¿Qué paso aquí?! ¡¿Quién despertó al niño?! –Para cuando Grym se dio cuenta de que Amara estaba cargando a la bola de pelos oscuros con ojitos brillantes, le dio un pequeño tic en el ojo derecho- Amara… ¡¿Se puede saber porque has molestado a un bebe en mitad de la siesta?! –Grym se acerco y tomo al bebe con su cola, tratando de arrullarlo rápidamente- ¡Venga! ¡Duérmete! ¡NO tengo idea de cómo se supone que voy a sobrevivir hoy!

Grym continuo tratando de calmar al pequeño Botamon, pero no había caso, con los demás bebes llorando de fondo, que se calmaran todos para dormir nuevamente sería un milagro, y uno demasiado grande como para ser real. La comadreja apoyo sus cuchillas en el suelo mientras mantenía la cabeza baja… era obvio que se lamentaba por estar siquiera allí presente… no era bueno con nadie y mucho menos sería bueno con los niños… es allí cuando el digimon recupero su “espíritu” y observo a Amara fijamente. Sabía que ella tenía la culpa pero no podía simplemente agredirla como haría en cualquier otra situación… lo único que podría hacer seria intentar formular un plan rápido para calmar a todos los bebes y ganar 5 minutos de silencio en ese infierno de llantos, babas y popo.

Amara, tengo un plan… pero será bastante complicado… -El digimon se levanto del suelo para ver a la humana fijamente- yo voy a buscarles comida aprovechando que soy más rápido, y tu intenta calmarlos con lo que sea, ¿vale? –Grym no se detuvo a escuchar a la humana, el simplemente acepto su plan rápidamente y desapareció en un haz de viento, corriendo hacia el bosque a toda velocidad- tengo que encontrar lo que sea que coman esos bebes…

No tengo la menor idea de que comen exactamente esos bebes… no tengo la menor idea de cómo voy a encontrar algo que no sé cómo es antes de que Amara simplemente… sea consumida por esos mocosos en lo que podría llamar “montaña de lagrimas, baba y popo”… egh… ¡¿Por qué ese mocoso insufrible tuvo que dejarme a cargo?! ¡¿Y cómo es que Kotemon y Dinohumon simplemente lo aceptaron y ahora no me dejan cambiar?! ¡No lo entiendo! Tsk… el único consuelo que tengo es la presencia de Amara… con ella esta carga debería ser mucho más sencilla… claro, si ignoramos el hecho de que aparentemente los 2 somos un par de novatos en el arte de cuidar niños. Fuese como fuese, debía darme prisa y encontrar algo que estos niños pudieran comer pero… ¿Qué podría ser…? No tengo la menor idea… ¿bayas…? Si a mí me dan casi asco, a ellos deberían gustarles… ¿no? Espero que sea así… pero, ¿Dónde hay bayas cuando las necesitas…? Supongo que tendré que acelerar y encontrarlas lo más rápido que me sea posible.

Salí de los límites del bosque bastante rápido… prácticamente estaba en la misma pradera donde había encontrado a Amara… y si es la misma… quizás encuentre digimons que puedan tener comida, quizás hasta encuentre a ese Gazimon y pueda amenazarlo para decirme donde hay comida… si… eso hare, aprovechemos un poco que nadie puede verme para ser “yo mismo”.

Finalmente luego de haber ingeniado una forma de encontrar comida, me apresure a ponerla en práctica. Tuve que recorrer casi toda la pradera pero finalmente me encontré con un grupo de digimons en lo que parecía ser un campamento. Definitivamente serian viajeros… todos eran nivel Rookie y no parecían buscar problemas… eso sería una dificultad si quería llevarme algo de su comida. Me acerque como pude, tratando de mantenerme fuera de su vista… y vi lo que necesitaba: una mochila repleta de comida fresca. Se me hiso un poco agua a la boca cuando vi tanta comida junta… pero aun no podía celebrar… debía, 1, apoderarme de la mochila, y 2, huir con la misma de algún modo sabiendo que no podría llevármela en “mano” porque se cortaría casi instantáneamente. Me quede pensando unos instantes cuando sentí un pellizque en mi brazo derecho; y al ver de qué se trataba, era uno de los digimons que estaba vigilando… seguramente me quede más tiempo pensando del que había supuesto… bueno, soy de pensamiento rápido en batalla, no en la vida diaria o en un intento de hurto de comida.

… pellízcame de nuevo y lo que irá a mi estomago serán tus datos… -Se trataba de un Flamon, el cual se aparto algo asustado, bueno, aun genero ese aire de miedo… ¿o serán mis cuchillas?-
Ha… ¿pensabas en robarnos…? –Yo solo asentí con cierta indiferencia- pues… ¿no crees que podrías buscar comida en otro sitio…? Digo, tu pareces de esos digimons que comen a otros y…
Es para una humana –Con solo decir eso, el Flamon se callo rápidamente, y los otros digimons llegaron, una Palmon y un Betamon- he… oigan… soy un digimon con poca paciencia… tengo a una humana que alimentar y también un grupo de bebes… ¿no podrían ignorar que soy nivel Ultimate y darme esa mochila de ahí con comida…? Estoy seguro que deben tener más, no me creo que vinieran solo con eso…
Vale… te la daremos con una condición –La Palmon levanto una de sus zarpas para dejar en claro su punto, a lo que solo pude responder con un “okey…”- esa humana que tienes que cuidar… ¡¿Es tu novia o algo así para que tengan bebes?! –De pronto el Flamon salto con la misma pregunta e incluso el Betamon, siendo los 3 rookies no solo molestos, si no irritantes… mas con esos ojitos brillantes que me ponían-
¡SOY UN DIGIMON! ¡¿COMO VOY A SALIR CON UNA HUMANA?! ¡SOLO PONGANME SU MOCHILA EN LA ESPALDA TRIO DE ESTRÉS CON PATAS! –Quizás me pase… esos 3 se escondieron detrás de un árbol- egh… no soy bueno con los infantes… eso esta mas que claro…

Luego de unos 10 minutos hasta que decidieran quien me pondría la dichosa mochila con comida en la espalda, la Palmon lo hiso, aunque usando sus manos lianas alargadas para no acercarse mucho a mi, bastante inteligente eh de admitirlo. Una vez que la mochila quedo fija a mi espalda me esfume de allí a toda velocidad. Tenía que regresar pronto con Amara… no quiero imaginar que clase de problemas puede tener ahora mismo esa chica… tsk… espero que siga consiente cuando regrese.

Continue corriendo a toda velocidad para no demorarme más de lo necesario… tenía que apresurarme y evitar que Amara fuera consumida por esas criaturas tan abominables conocidas como “bebes”. Seguí el camino más rápido que podía formular en mi cabeza y cuando finalmente llegue a la villa… bueno… había varias cosas que me dejaron un poco preocupado…

¡¿DÓNDE RAYOS ESTA AMARA?! –Sentí como la cuchilla de mi boca se cayó al suelo de la impresión que sentía en ese momento… no había nadie… solo esos bebes revoloteando por ahí en sus cunas, algo molestos e impacientes- ¡RAYOS! ¡¿Por qué estas cosas me pasan a mí?!

Caí arrodillado al suelo, rechinando los dientes mientras en mi cabeza circulaban cientos de quejas, amenazas de muerte e inclusive formas de matar con mis cuchillas sin realizar ningún corte a mis victimas. No podía creerlo… Amara me había abandonado… me dejo a mi suerte con estos mocosos solo por haberme ido a buscar comida… ¿acaso pensaría que yo la abandone? Pues tendría sentido considerando que me fui tan pronto como pude y que llevo quejándome de esto un rato bastante largo… si… seguramente ella aprovecho que me había ido para marcharse y dejarme esta desagradable sorpresa para cuando me tocara volver. Sentí una gran ira recorrer mi espalda… quería darle caza a esa humana y matarla… quería tomar sus datos y cortarlos en trocitos tan minúsculos que ni siquiera al exterior del digimundo podrían llegar… quería simplemente desquitarme con ella. Me sentía igual que el día de mi muerte… aquel en quien confiaba me traiciono… me envió a una muerte segura con el pretexto de que todos podrían dejar de verme como a un monstruo… confié en él como ahora había confiado en Amara y… ¿Qué recibí a cambio…? Solo una traición y dolor de cabeza. Quizás me lo tenía merecido… después de todo, fui y sigo siendo un asesino… y aun si mis intenciones a la hora de matar son “buenas”… sigo acabando con la vida de gente que seguramente tiene su lado bueno… pfs… es lo más probable… el karma simplemente me odia y ahora me lo ha hecho saber mejor que nunca.

Suspire con pesar y me levante del suelo usando mis cuchillas como apoyo… si la vida quería golpearme tan fuerte en el estomago como para dejarme a cargo de un montón de bebes… bien, lo hare… aceptare este castigo y después buscare a Amara para decirle lo que tengo en mente… solo espero que cuando me ponga a gritarle, mi mente no decida levantar una cuchilla y bajarla rápidamente contra su cuello… es lo último que necesito: matar a una humana que no sabe nada del mundo digital y que cree que se trata de uno de sus juegos de video que tanto juega el mocoso de Frederick en sus ratos libres.

Me dispuse a caminar hacia las cunas para verificar que estaban todos los bebes pero mi pie choco contra algo… ¿pesado?. No pude evitar bajar la mirada para ver de qué se trataba, ya que en este sitio lo más pesado que hay son los arboles y no había ninguno caído por allí… entonces vi el arma que tenia Amara anteriormente. Estaba ahí tirada como si nada en el suelo… ¿es que acaso la humana se la había olvidado?, era una posibilidad… aunque muy poco factible… después de todo, si ella se había tomado las molestias de traerla consigo luego de lo de Gazimon… ¿Por qué dejarla allí en el suelo sabiendo que yo regresaría en algún momento…? … ¿o es que ella… no se fue?...

… si no se llevo esta cosa… deberé confiar en que va a volver… -Respire profundamente y moví mis cuchillas para cortar los sujetadores de la mochila, dejándola caer al suelo- a ver mocosos… ¿Quién quiere comer algo de puré? –Con solo decir “puré”, casi todos los bebes saltaron de sus cunas y me rodearon, observándome con esos diminutos ojitos brillantes- bi-bien… denme un segundo y preparare su comi… -Antes de que me diera cuenta, todos me saltaron encima y como única respuesta pude caer al suelo- ¡Ah! ¡Quítense de encima malditas bolas de pelo saltarinas! ¡Tienen suerte de que no pueda matarlos! –Lo único que se me ocurrió hacer fue tomar a uno con la cola y lanzarlo al aire, atraparlo con la cola nuevamente y dejarlo deslizarse como un tobogán hasta el suelo- tsk… ¿eh?... ¿ahora… que?

Todos esos insufribles infantes no dudaron en saltar a mi alrededor, tratando de llamar mi atención… ¿será que mi forma de deshacerme de ellos sin lastimarlos les parecía un juego…? Bueno, si es así, supongo que deberé continuar mientras me arrastro hacia la mochila para sacar algo de comida… egh… por favor regresa Amara… no se qué diablos voy a hacer sin ti cerca para ayudarme.