Conectarse
Últimos temas
Click en los botones para ir a los respectivos temas
El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
¿Quién está en línea?
En total hay 22 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 22 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 553 durante el Jue Nov 21, 2024 1:55 pm
Staff
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios |
Mejores posteadores
Scott Desaster (2239) | ||||
cadejo (2039) | ||||
Roku Ginshô (1249) | ||||
Fuji Raikomaru (1033) | ||||
Sigrun Vinter (1013) | ||||
Kurai (909) | ||||
Diana S. Bennet (844) | ||||
Ed Elric (640) | ||||
Ralian (621) | ||||
Luna Kobayashi (589) |
Creditos
-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Ficha de Alexandra Wang
Página 1 de 1. • Comparte
Ficha de Alexandra Wang
Tamer
-Nombre: Alexandra Wang
-Apodos: Generalmente las personas tienden a llamarla Alex por simple comodidad. Su nombre en clave es Valshe. Su compañero digimon tiende a nombrarla como Chiisana que significa "Pequeño" en japonés.
-Edad: 18 años
-Género/Orientación sexual: Femenino/Bisexual
-Nacionalidad: Canadiense-China
-Digivice:
-Apariencia:
Su estatura ronda el metro con sesenta aunque no los alcanza y su peso es proporcionado, ni muy gorda ni muy delgada. Podríamos considerarla como una joven peculiar, pues su físico es puramente masculino. Esto no quiere decir que carezca de pechos o curvas, simplemente lo que pueda tener lo oculta bajo una apariencia de hombre. Curiosamente sus músculos son algo notorios, no como una persona que vaya al gimnasio, pero si que puede observarse su fortaleza en comparación a otras mujeres. A ojos de otros puede verse como un hombre algo afeminado, siendo esta la primera impresión; luego suelen darse cuenta de sus rasgos. Sí, si prestas atención no resulta tan complejo percatarse de la verdad que quiso ocultar. Siguiendo por un primer vistazo, destaca el hecho de que sea una mujer rubia de ojos azules. Su cabellera es corta, algo despeinada, con cortes irregulares y mechones que van por libre. Tiene un flequillo que se describe con los mismo adjetivos pero este no cubre sus ojos a pesar de ello. Como ya mencionamos antes, sus ojos son azules y bastante más expresivos de lo que pueda parecer a simple vista. Sus labios, esa es la parte de su rostro que más la delata. Estos se tornan de un color rosado pálido pero están bien cuidados y ocultan una hermosa y atractiva sonrisa que enamora. Tiene tres pendientes en su oreja derecha mientras que la izquierda está intacta. Para finalizar su vestimenta es muy variada, aún así casi siempre lleva un collar de cuero en varios colores... Parece un collar de perros, para qué mentir.
-Personalidad:
Bueno, bueno, bueno... ¿Por dónde comenzar a describir su psicología? Se considera a sí misma como un ser neutro en la vida ya que no se deja influenciar por el bien o el mal. Sigue sus propios ideales mientras tiene libertad absoluta. Es tranquila, calmada, tímida e introvertida. Muchas personas ni si quiera se darían cuenta de su presencia debido a estos factores pues suele pasar bastante desapercibida y lo agradece; no le gusta ser el centro de atención. No es egocéntrica pero sí realista y a eso le sumamos su sinceridad. Suele decir lo que piensa sin importar que resulte ofensivo o demasiado directo. Si eres atractivo/a, lo dirá y si eres la criatura más malévola que ha visto, también te lo hará saber. Hay en algunas ocasiones que suaviza sus palabras, pero rara vez hace eso realmente. No es muy expresiva, pero no por ello resulta imposible sacarla una sonrisa o que abra su corazón, simplemente es complejo. Tiende a desconfiar hasta de su sombra, aunque aparente ser una persona amable, seguro estará analizándote para prevenir malos actos contra ella. Sí, es muy analítica, lo había olvidado. Es posible que te mire fijamente y de manera descarada para fijarse en los movimientos o detalles más mínimos. Por otro lado he de reconocer su lealtad, pues es fiel hasta la médula. Cuando considera a alguien como un amigo no dejará que a este le suceda nada malo. Es algo perezosa, incluso la sociedad "la da pereza". No es muy buena relacionándose con otros por lo que siempre ha preferido la soledad, aunque no por ello odie estar con personas; solo se mantiene al margen hasta sentirse segura de sí misma. Esto se debe a su trabajo, teme que alguien la descubra y acabe muy mal. Para finalizar se debe mencionar ese brusco cambio de personalidad cuando hay una batalla -digimon o pelea callejera-; parece transformarse en otra persona, siendo muy activa y dispuesta a dar todo de sí misma.
-Historia:
—¿Mi historia? ¿Acaso importa la vida de una delincuente que acabó en la Yakuza con el único fin de salvar a su familia? No, nada de eso es importante.
—Chiisana, si solo dices eso dejarás a todos con ganas de saber más...
—¿Tú crees, Akuma?— arqueé una ceja —Está bien, pero comenzaré con ese día.
—¿Te refieres a...?— no dejé terminar su frase, interrumpiendo esta con un movimiento de cabeza a modo de afirmativa.
"Mi vida era prácticamente perfecta. Vivía en Canadá junto a mi madre canadiense y mi padre procedente de China. Era hija única, aunque no sé si a día de hoy eso sigue siendo así, pero bueno... Volvamos al tema que me lío. ¿Qué sucedió? Nada y todo a la vez. Mi padre era un empresario director de una lujosa cadenas de hoteles distribuidos por: Canadá, Estados Unidos, Alemania, China y Japón. Hasta ahí todo parece normal, ¿cierto? Bueno, la desgracia fue el día que mi padre resultó estafado por a saber que hombres y contrajo una deuda que ascendía a tres millones de dólares. Un conocido suyo accedió a sacarle de esa bancarrota a cambio de algo.
—Tu hija. Ella se vendrá conmigo a Japón y se encargará de devolvernos hasta la última moneda.
Lo peor de todo fue lo poco que se esforzó mi padre en regatear o intentar hacer otro trato. Sin pensarlo dos veces aceptó el trato por lo que, de un modo u otro, podría decirse que me malvendió con tan solo doce años de edad.
—Eh, tranquila preciosa. Si te portas bien nada malo va a suceder te— me dijo mientras admiraba mi nueva casa; un apartamento simple con un baño, un dormitorio, una cocina y un pequeño salón.
—Ya, claro... Unos miembros de la Yakuza me han adoptado como forma de pago, ¿y dices que no va a pasarme nada?— lo miré con una fingida sonrisa antes de soltar una amarga carcajada —¿Qué va a ser lo siguiente que deba escuchar? ¿Que uno de los mafioso se disfrazará de gatito, irá a buscarme a la escuela y me traerá de nuevo de la manita?
—Tienes mucho carácter— habló tirando el cigarro al suelo y pisando este —A partir de ahora tu nombre en clave será Valshe.
Curiosamente, y a pesar de lo que pude pensar en un principio, el jefe en verdad nunca me hizo nada malo y se aseguró de que nadie me tocase un solo pelo. A pesar de ello comencé a desarrollar un físico y una actitud masculina a modo de defensa con la esperanza de que nadie se interesase en mí. Solo de pensar lo que me podría pasar en un descuído...
Así llegamos a mis dieciséis años. Decidieron que ya había estudiado lo básico para poder empezar a ganarme la vida y pagar la deuda que, como era de esperar, había aumentado; ¿o acaso pensabáis que me dejaba vivir gratis? Pero bueno, eso yo lo denomino como daños colaterales. En mi primera "misión" y gracias a la experiencia adquirida tanto en defensa personal como hurto nocturno, decidieron ponerme a prueba ordenándome entrar a la vigilada casa de un viejo conocido bastante adinerado. Como bien podéis imaginar no estaba muy de acuerdo en ello, pero después de leer la información sobre los habitantes de esa casa, decidí actuar de un modo diferente: Ligar con la hija de los dueños. Sí, no era el plan del siglo, pero después de investigar la casa y su seguridad tampoco se me ocurrió nada mejor. Digamos que ese fue el primero de muchos. A veces simplemente me dedicaba a sustraer a los transeuntes o a usar mis encantos -generalmente masculinos- para vigilar de cerca a futuras presas.
De algún modo aquella forma de vida tan miserable se convirtió en lo único que sabía hacer bien. Por otro lado, tampoco podía revelarme contra los Yakuza; aprecio mi vida así que no quiero que me despellejen viva.
—Valshe, hoy vas a dar un paso muy grande— me dijo el jefe acomodándose en su silla y mostrándome unos planos —¿Te resultan familiares?— asentí —Son de un museo, pero no un museo cualquiera. Dentro se encuentra uno de los mayores tesoros de todo el país.
—No me digas más: Un amigo tuyo o conocido sería muy feliz con esa decoración en su casa. Obvio que la suma de dinero que está dispuesto a pagar sobrepasa las nubes, ¿me equivoco?— dejé los planos tras revisarlos de nuevo.
—La pequeña niña se ha vuelto todo un lince, desde luego.
Esa misma noche me puse en marcha. Pedí un taxi que me dejó a unos manzanas de distancia. Era una noche fría y sin luna. Recuerdo perfectamente las vacías calles, si ni quiera se escuchaba un solo ruido. Metí ambas manos en mis bolsillos en busca del teléfono móvil que... ¿Cogí prestado indefinidamente de un japonés? Sí, algo así. La cuestión era: ¿Por qué no estaba? Rebusqué una y otra vez confusa, incluso me decidí por mirar dentro de la mochila.
—¿Qué es esto?— mascullé al ver un extraño aparato amarillo —¿Y el móvil? ¿Cómo se supone que van a venir a buscarme ahora?— chasqueé la lengua frustrada —En fin, cuanto antes acabe antes podré volver.
Con una agilidad felina me adentré en el edificio forcejeando un poco con el candado que lo mantenía cerrado de ladrones como yo. Lástima que aquello fuese como un juego de niños para mí. Observé el lugar sin poder evitar soltar un silbido de asombro como harían en las películas. Había varias representaciones artísticas de deidades, estatuas de ángeles y demonio entre otras muchas obras, pero lo que realmente buscaba estaba en una vitrina de cristal. Analicé aquella máscara calavérica. Desde mi perspectiva tampoco era la gran cosa, pero por las medidas de seguridad desde luego debía ser más valiosa de lo que parecía a simple vista. Fruncí el ceño al escuchar un ruido. Debía ser un hombre de seguridad que estaría vigilando. Giré bruscamente haciendo que el aparato que apareció en mi mochila cayese al suelo. Apreté los dientes tensando los músculos y recogiéndolo con velocidad, escondiéndome tras una columna a la sombra de aquella linterna que buscaba el origen del ruido. Solté aire recuperando mi alma que hasta hacía unos segundos se escapó de mi cuerpo. Por suerte no me vieron, pero la sorpresa que me llevé fue enorme.
—¿Es usted quién ha osado despertarme de mi largo letargo?— indagó con una educación digna de admiración —No me malinterprete joven, pero es muy pequeño y débil para que sea mi tamer.
—Esto... Sí... Comprendo— entorné los ojos —¿De qué me estás hablando? ¿Quién o qué eres?
—Soy un digimon; Astamon, mas todos me llaman Akuma, para servirle— inclinó ligeramente la cabeza —¿Puedo saber su nombre?
—Val... Alex, Alexandra Wang— respondí rodando los ojos por el lugar —No sé lo que quieres decir con eso de "tamer", pero tengo cosas que hacer. Si fuese tú me iría de aquí— ajusté mis guantes tácticos y rompí el cristal sin pensarlo dos veces.
Cogí aquella máscara y salí corriendo por la misma puerta trasera como si nada hubiese pasado... Más o menos. Las sirenas de la policía, a juego con la alarma del museo, rápido se dejaron escuchar en el eco de la noche. Tras de mí, y para mi sorpresa, ese tal Akuma se dejó ver ocultándome en un callejón. Gracias a él no me atraparon. Se lo agradecí y seguí mi camino, aunque como era de esperar, tardé varias horas en llegar caminando y evitando a los agentes de policía. Había creado un gran escándalo por mi manera tan llamativa de actuar, pero la situación tan subrealista me dejó completamente en blanco.
Poco después Akuma me habló sobre el Mundo Digital y las criaturas que allí habitan: Los digimon. El jefe de la mafia no tardó mucho en descubrir mi secreto, pero a pesar de lo que pude pensar, no le importó lo más mínimo la presencia del demonio diciendo que su apariencia física podría ayudarlos. Desde ese día comenzamos a trabajar juntos. A él no importaba demasiado si estaba bien lo que hacíamos o no, simplemente era incapaz de dejarme sola ya que, según dijo, sería mi compañero más leal hasta la muerte."
—Eso es todo lo que necesitáis saber— finalicé la historia de mi vida.
—Chiisana, se te olvida lo más importante.
—¿Lo más importante?— miré a mi compañero que se encontraba situado en mi hombro derecho —Ah, claro— asentí con una sonrisa en el rostro —Akuma tuvo una pelea con un digimon de nivel superior y acabó en esta etapa en la que se encuentra ahora.
—Aunque siga siendo Akuma lamentablemente ahora me encuentro en mi etapa Tsumemon. Espero que nada le suceda a Chiisana hasta que logre evolucionar nuevamente— respondió.
—Tan respetuoso como siempre— encogí ligeramente mis hombros —Aún tengo una deuda que pagar, así que no prometo que salga ilesa siempre— saqué la lengua con una sonirsa infantil y juguetona.
-Gustos:
-La noche.
-Los lugares altos con buenas vistas.
-Dormir.
-Los dulces, en especial las galletas.
-Animales en general, pero en especial los perros.
-Disgustos:
-El alcohol en excesos. Ha recurrido a estas bebidas para lograr información y en más de una ocasión ha acabado muy mal.
-La Yakuza. Por muchos años que pasen seguirá sintiendo un profundo odio hacia esta mafia que la retiene.
-La gente que intenta conocer datos de su vida.
-El color rosa.
-Miedos:
-Aunque suene irónico dado que ella misma ha utilizado armas, le aterran los disparos.
-Las arañas. Es aracnofóbica.
-Acabar en la cárcel.
-Otros datos:
-Sabe hablar con fluidez inglés, francés, cantonés y japonés. Los tres primeros rara vez los habla.
-A pesar de las dificultades por las que ha pasado no se arrepiente de nada.
-Una vez intentó suicidarse. Quedó en intentó ya que Akuma evitó que saltase del puente. Tras aquella paliza recibida por parte del digimon -no literalmente, pero un buen golpe si que se llevó- juró no volver a hacer tonterías.
-No solo sabe defensa personal sino que también tiene conocimientos sobre las artes marciales mixtas.
-Desde sus dieciocho años gana una parte del dinero al realizar sus misiones... Bueno, vale, y sigue robando en ocasiones de necesitarlo con urgencia.
Digimon
-Nombre: Akuma -significa demonio en japonés-.
-Tipo de Digimon: Phascomon
-Personalidad:
Creo que lo primero y principal que debería decir es que cualquier cosa que Alex necesite él lo hará o se lo conseguirá. Ahora bien, su personalidad es caballerosa y educada -estando en cualquier etapa-. Siempre habla con respeto, incluso trata a las personas de "usted" debido a los muchos años que ha vivido: bueno, si tiene confianza tal vez pueda tutearte. Sabe muy bien comportarse en cualquier situación y ser imparcial. Es un digimon muy tranquilo y calmado, pocas veces lo verás creando un escándalo. Frente a un digimon más fuerte que él nunca muestra un signo de miedo, eso lo haría ver débil y es algo imperdonable. Prefiere evitar los conflictos que acaban en batalla, no le agrada pelear sin un buen motivo. En este aspecto es ligeramente diferente a su compañera, ya que a esta le resulta indiferente pelear o no mientras que él intentará evitar los problemas. No duda en proteger a los suyos -camaradas o amigos- a cualquier precio. Hasta el día que conoció a Alex nunca quiso saber nada sobre la vida mundana pero a día de hoy es bastante más curioso.
-Otros datos:
-Alex le enseñó a hablar cantonés.
-El día que su compañera cumplió sus dieciocho Akuma confesó sentirse atraído por ella. Esto puede notarse más en su etapa de Astamon ya que es más "humano".
-En más de una ocasión ha plantado cara al jefe de la mafia para proteger a su tamer.
-Nunca ha alcanzado su etapa Mega. Es un misterio para él saber el aspecto que tendrá.
-Le gusta ir sobre los hombros de su compañera, sobre la cabeza o que ella lo coja en brazos como a un koala.
-Apariencia:
-Nombre: Alexandra Wang
-Apodos: Generalmente las personas tienden a llamarla Alex por simple comodidad. Su nombre en clave es Valshe. Su compañero digimon tiende a nombrarla como Chiisana que significa "Pequeño" en japonés.
-Edad: 18 años
-Género/Orientación sexual: Femenino/Bisexual
-Nacionalidad: Canadiense-China
-Digivice:
- Digivice IC:
-Apariencia:
Su estatura ronda el metro con sesenta aunque no los alcanza y su peso es proporcionado, ni muy gorda ni muy delgada. Podríamos considerarla como una joven peculiar, pues su físico es puramente masculino. Esto no quiere decir que carezca de pechos o curvas, simplemente lo que pueda tener lo oculta bajo una apariencia de hombre. Curiosamente sus músculos son algo notorios, no como una persona que vaya al gimnasio, pero si que puede observarse su fortaleza en comparación a otras mujeres. A ojos de otros puede verse como un hombre algo afeminado, siendo esta la primera impresión; luego suelen darse cuenta de sus rasgos. Sí, si prestas atención no resulta tan complejo percatarse de la verdad que quiso ocultar. Siguiendo por un primer vistazo, destaca el hecho de que sea una mujer rubia de ojos azules. Su cabellera es corta, algo despeinada, con cortes irregulares y mechones que van por libre. Tiene un flequillo que se describe con los mismo adjetivos pero este no cubre sus ojos a pesar de ello. Como ya mencionamos antes, sus ojos son azules y bastante más expresivos de lo que pueda parecer a simple vista. Sus labios, esa es la parte de su rostro que más la delata. Estos se tornan de un color rosado pálido pero están bien cuidados y ocultan una hermosa y atractiva sonrisa que enamora. Tiene tres pendientes en su oreja derecha mientras que la izquierda está intacta. Para finalizar su vestimenta es muy variada, aún así casi siempre lleva un collar de cuero en varios colores... Parece un collar de perros, para qué mentir.
- Imagen Kawaii:
- Esta es un regalo de Alex aún más kawaii:
-Personalidad:
Bueno, bueno, bueno... ¿Por dónde comenzar a describir su psicología? Se considera a sí misma como un ser neutro en la vida ya que no se deja influenciar por el bien o el mal. Sigue sus propios ideales mientras tiene libertad absoluta. Es tranquila, calmada, tímida e introvertida. Muchas personas ni si quiera se darían cuenta de su presencia debido a estos factores pues suele pasar bastante desapercibida y lo agradece; no le gusta ser el centro de atención. No es egocéntrica pero sí realista y a eso le sumamos su sinceridad. Suele decir lo que piensa sin importar que resulte ofensivo o demasiado directo. Si eres atractivo/a, lo dirá y si eres la criatura más malévola que ha visto, también te lo hará saber. Hay en algunas ocasiones que suaviza sus palabras, pero rara vez hace eso realmente. No es muy expresiva, pero no por ello resulta imposible sacarla una sonrisa o que abra su corazón, simplemente es complejo. Tiende a desconfiar hasta de su sombra, aunque aparente ser una persona amable, seguro estará analizándote para prevenir malos actos contra ella. Sí, es muy analítica, lo había olvidado. Es posible que te mire fijamente y de manera descarada para fijarse en los movimientos o detalles más mínimos. Por otro lado he de reconocer su lealtad, pues es fiel hasta la médula. Cuando considera a alguien como un amigo no dejará que a este le suceda nada malo. Es algo perezosa, incluso la sociedad "la da pereza". No es muy buena relacionándose con otros por lo que siempre ha preferido la soledad, aunque no por ello odie estar con personas; solo se mantiene al margen hasta sentirse segura de sí misma. Esto se debe a su trabajo, teme que alguien la descubra y acabe muy mal. Para finalizar se debe mencionar ese brusco cambio de personalidad cuando hay una batalla -digimon o pelea callejera-; parece transformarse en otra persona, siendo muy activa y dispuesta a dar todo de sí misma.
-Historia:
—¿Mi historia? ¿Acaso importa la vida de una delincuente que acabó en la Yakuza con el único fin de salvar a su familia? No, nada de eso es importante.
—Chiisana, si solo dices eso dejarás a todos con ganas de saber más...
—¿Tú crees, Akuma?— arqueé una ceja —Está bien, pero comenzaré con ese día.
—¿Te refieres a...?— no dejé terminar su frase, interrumpiendo esta con un movimiento de cabeza a modo de afirmativa.
"Mi vida era prácticamente perfecta. Vivía en Canadá junto a mi madre canadiense y mi padre procedente de China. Era hija única, aunque no sé si a día de hoy eso sigue siendo así, pero bueno... Volvamos al tema que me lío. ¿Qué sucedió? Nada y todo a la vez. Mi padre era un empresario director de una lujosa cadenas de hoteles distribuidos por: Canadá, Estados Unidos, Alemania, China y Japón. Hasta ahí todo parece normal, ¿cierto? Bueno, la desgracia fue el día que mi padre resultó estafado por a saber que hombres y contrajo una deuda que ascendía a tres millones de dólares. Un conocido suyo accedió a sacarle de esa bancarrota a cambio de algo.
—Tu hija. Ella se vendrá conmigo a Japón y se encargará de devolvernos hasta la última moneda.
Lo peor de todo fue lo poco que se esforzó mi padre en regatear o intentar hacer otro trato. Sin pensarlo dos veces aceptó el trato por lo que, de un modo u otro, podría decirse que me malvendió con tan solo doce años de edad.
—Eh, tranquila preciosa. Si te portas bien nada malo va a suceder te— me dijo mientras admiraba mi nueva casa; un apartamento simple con un baño, un dormitorio, una cocina y un pequeño salón.
—Ya, claro... Unos miembros de la Yakuza me han adoptado como forma de pago, ¿y dices que no va a pasarme nada?— lo miré con una fingida sonrisa antes de soltar una amarga carcajada —¿Qué va a ser lo siguiente que deba escuchar? ¿Que uno de los mafioso se disfrazará de gatito, irá a buscarme a la escuela y me traerá de nuevo de la manita?
—Tienes mucho carácter— habló tirando el cigarro al suelo y pisando este —A partir de ahora tu nombre en clave será Valshe.
Curiosamente, y a pesar de lo que pude pensar en un principio, el jefe en verdad nunca me hizo nada malo y se aseguró de que nadie me tocase un solo pelo. A pesar de ello comencé a desarrollar un físico y una actitud masculina a modo de defensa con la esperanza de que nadie se interesase en mí. Solo de pensar lo que me podría pasar en un descuído...
Así llegamos a mis dieciséis años. Decidieron que ya había estudiado lo básico para poder empezar a ganarme la vida y pagar la deuda que, como era de esperar, había aumentado; ¿o acaso pensabáis que me dejaba vivir gratis? Pero bueno, eso yo lo denomino como daños colaterales. En mi primera "misión" y gracias a la experiencia adquirida tanto en defensa personal como hurto nocturno, decidieron ponerme a prueba ordenándome entrar a la vigilada casa de un viejo conocido bastante adinerado. Como bien podéis imaginar no estaba muy de acuerdo en ello, pero después de leer la información sobre los habitantes de esa casa, decidí actuar de un modo diferente: Ligar con la hija de los dueños. Sí, no era el plan del siglo, pero después de investigar la casa y su seguridad tampoco se me ocurrió nada mejor. Digamos que ese fue el primero de muchos. A veces simplemente me dedicaba a sustraer a los transeuntes o a usar mis encantos -generalmente masculinos- para vigilar de cerca a futuras presas.
De algún modo aquella forma de vida tan miserable se convirtió en lo único que sabía hacer bien. Por otro lado, tampoco podía revelarme contra los Yakuza; aprecio mi vida así que no quiero que me despellejen viva.
—Valshe, hoy vas a dar un paso muy grande— me dijo el jefe acomodándose en su silla y mostrándome unos planos —¿Te resultan familiares?— asentí —Son de un museo, pero no un museo cualquiera. Dentro se encuentra uno de los mayores tesoros de todo el país.
—No me digas más: Un amigo tuyo o conocido sería muy feliz con esa decoración en su casa. Obvio que la suma de dinero que está dispuesto a pagar sobrepasa las nubes, ¿me equivoco?— dejé los planos tras revisarlos de nuevo.
—La pequeña niña se ha vuelto todo un lince, desde luego.
Esa misma noche me puse en marcha. Pedí un taxi que me dejó a unos manzanas de distancia. Era una noche fría y sin luna. Recuerdo perfectamente las vacías calles, si ni quiera se escuchaba un solo ruido. Metí ambas manos en mis bolsillos en busca del teléfono móvil que... ¿Cogí prestado indefinidamente de un japonés? Sí, algo así. La cuestión era: ¿Por qué no estaba? Rebusqué una y otra vez confusa, incluso me decidí por mirar dentro de la mochila.
—¿Qué es esto?— mascullé al ver un extraño aparato amarillo —¿Y el móvil? ¿Cómo se supone que van a venir a buscarme ahora?— chasqueé la lengua frustrada —En fin, cuanto antes acabe antes podré volver.
Con una agilidad felina me adentré en el edificio forcejeando un poco con el candado que lo mantenía cerrado de ladrones como yo. Lástima que aquello fuese como un juego de niños para mí. Observé el lugar sin poder evitar soltar un silbido de asombro como harían en las películas. Había varias representaciones artísticas de deidades, estatuas de ángeles y demonio entre otras muchas obras, pero lo que realmente buscaba estaba en una vitrina de cristal. Analicé aquella máscara calavérica. Desde mi perspectiva tampoco era la gran cosa, pero por las medidas de seguridad desde luego debía ser más valiosa de lo que parecía a simple vista. Fruncí el ceño al escuchar un ruido. Debía ser un hombre de seguridad que estaría vigilando. Giré bruscamente haciendo que el aparato que apareció en mi mochila cayese al suelo. Apreté los dientes tensando los músculos y recogiéndolo con velocidad, escondiéndome tras una columna a la sombra de aquella linterna que buscaba el origen del ruido. Solté aire recuperando mi alma que hasta hacía unos segundos se escapó de mi cuerpo. Por suerte no me vieron, pero la sorpresa que me llevé fue enorme.
—¿Es usted quién ha osado despertarme de mi largo letargo?— indagó con una educación digna de admiración —No me malinterprete joven, pero es muy pequeño y débil para que sea mi tamer.
—Esto... Sí... Comprendo— entorné los ojos —¿De qué me estás hablando? ¿Quién o qué eres?
—Soy un digimon; Astamon, mas todos me llaman Akuma, para servirle— inclinó ligeramente la cabeza —¿Puedo saber su nombre?
—Val... Alex, Alexandra Wang— respondí rodando los ojos por el lugar —No sé lo que quieres decir con eso de "tamer", pero tengo cosas que hacer. Si fuese tú me iría de aquí— ajusté mis guantes tácticos y rompí el cristal sin pensarlo dos veces.
Cogí aquella máscara y salí corriendo por la misma puerta trasera como si nada hubiese pasado... Más o menos. Las sirenas de la policía, a juego con la alarma del museo, rápido se dejaron escuchar en el eco de la noche. Tras de mí, y para mi sorpresa, ese tal Akuma se dejó ver ocultándome en un callejón. Gracias a él no me atraparon. Se lo agradecí y seguí mi camino, aunque como era de esperar, tardé varias horas en llegar caminando y evitando a los agentes de policía. Había creado un gran escándalo por mi manera tan llamativa de actuar, pero la situación tan subrealista me dejó completamente en blanco.
Poco después Akuma me habló sobre el Mundo Digital y las criaturas que allí habitan: Los digimon. El jefe de la mafia no tardó mucho en descubrir mi secreto, pero a pesar de lo que pude pensar, no le importó lo más mínimo la presencia del demonio diciendo que su apariencia física podría ayudarlos. Desde ese día comenzamos a trabajar juntos. A él no importaba demasiado si estaba bien lo que hacíamos o no, simplemente era incapaz de dejarme sola ya que, según dijo, sería mi compañero más leal hasta la muerte."
—Eso es todo lo que necesitáis saber— finalicé la historia de mi vida.
—Chiisana, se te olvida lo más importante.
—¿Lo más importante?— miré a mi compañero que se encontraba situado en mi hombro derecho —Ah, claro— asentí con una sonrisa en el rostro —Akuma tuvo una pelea con un digimon de nivel superior y acabó en esta etapa en la que se encuentra ahora.
—Aunque siga siendo Akuma lamentablemente ahora me encuentro en mi etapa Tsumemon. Espero que nada le suceda a Chiisana hasta que logre evolucionar nuevamente— respondió.
—Tan respetuoso como siempre— encogí ligeramente mis hombros —Aún tengo una deuda que pagar, así que no prometo que salga ilesa siempre— saqué la lengua con una sonirsa infantil y juguetona.
-Gustos:
-La noche.
-Los lugares altos con buenas vistas.
-Dormir.
-Los dulces, en especial las galletas.
-Animales en general, pero en especial los perros.
-Disgustos:
-El alcohol en excesos. Ha recurrido a estas bebidas para lograr información y en más de una ocasión ha acabado muy mal.
-La Yakuza. Por muchos años que pasen seguirá sintiendo un profundo odio hacia esta mafia que la retiene.
-La gente que intenta conocer datos de su vida.
-El color rosa.
-Miedos:
-Aunque suene irónico dado que ella misma ha utilizado armas, le aterran los disparos.
-Las arañas. Es aracnofóbica.
-Acabar en la cárcel.
-Otros datos:
-Sabe hablar con fluidez inglés, francés, cantonés y japonés. Los tres primeros rara vez los habla.
-A pesar de las dificultades por las que ha pasado no se arrepiente de nada.
-Una vez intentó suicidarse. Quedó en intentó ya que Akuma evitó que saltase del puente. Tras aquella paliza recibida por parte del digimon -no literalmente, pero un buen golpe si que se llevó- juró no volver a hacer tonterías.
-No solo sabe defensa personal sino que también tiene conocimientos sobre las artes marciales mixtas.
-Desde sus dieciocho años gana una parte del dinero al realizar sus misiones... Bueno, vale, y sigue robando en ocasiones de necesitarlo con urgencia.
Digimon
-Nombre: Akuma -significa demonio en japonés-.
-Tipo de Digimon: Phascomon
-Personalidad:
Creo que lo primero y principal que debería decir es que cualquier cosa que Alex necesite él lo hará o se lo conseguirá. Ahora bien, su personalidad es caballerosa y educada -estando en cualquier etapa-. Siempre habla con respeto, incluso trata a las personas de "usted" debido a los muchos años que ha vivido: bueno, si tiene confianza tal vez pueda tutearte. Sabe muy bien comportarse en cualquier situación y ser imparcial. Es un digimon muy tranquilo y calmado, pocas veces lo verás creando un escándalo. Frente a un digimon más fuerte que él nunca muestra un signo de miedo, eso lo haría ver débil y es algo imperdonable. Prefiere evitar los conflictos que acaban en batalla, no le agrada pelear sin un buen motivo. En este aspecto es ligeramente diferente a su compañera, ya que a esta le resulta indiferente pelear o no mientras que él intentará evitar los problemas. No duda en proteger a los suyos -camaradas o amigos- a cualquier precio. Hasta el día que conoció a Alex nunca quiso saber nada sobre la vida mundana pero a día de hoy es bastante más curioso.
-Otros datos:
-Alex le enseñó a hablar cantonés.
-El día que su compañera cumplió sus dieciocho Akuma confesó sentirse atraído por ella. Esto puede notarse más en su etapa de Astamon ya que es más "humano".
-En más de una ocasión ha plantado cara al jefe de la mafia para proteger a su tamer.
-Nunca ha alcanzado su etapa Mega. Es un misterio para él saber el aspecto que tendrá.
-Le gusta ir sobre los hombros de su compañera, sobre la cabeza o que ella lo coja en brazos como a un koala.
-Apariencia:
- Spoiler:
Re: Ficha de Alexandra Wang
Pues la ficha esta impecable, pero me temo que la apariencia/fisico que estas usando en tu descripcion fisica ya esta en uso. Se ve que es 96Neko y dicha apariencia ya fue registrada por otra usuaria. Lo mejor seria que cambies de apariencia.
Cuando lo hagas, avisame para que vuelva a revisar la ficha.
Cuando lo hagas, avisame para que vuelva a revisar la ficha.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Re: Ficha de Alexandra Wang
Ejerceré de abogada durante unos instantes (?).
En mi defensa debo aclarar que 96Neko y Valshe son dos utaites -es decir, avatares de cantantes- completamente diferentes. Cierto es que físicamente y en un primer vistazo pueden parecer iguales, pero no, no es así. La principal diferencia es el color de ojos, siendo rojos en 96Neko mientras que los de Valshe son azules.
Si te fijas bien -sí, se que resulta difícil- tienen sus diferencias.
En mi defensa debo aclarar que 96Neko y Valshe son dos utaites -es decir, avatares de cantantes- completamente diferentes. Cierto es que físicamente y en un primer vistazo pueden parecer iguales, pero no, no es así. La principal diferencia es el color de ojos, siendo rojos en 96Neko mientras que los de Valshe son azules.
- Spoiler:
Si te fijas bien -sí, se que resulta difícil- tienen sus diferencias.
Re: Ficha de Alexandra Wang
Lamento la equivocacion pero bueno, se parecen demasiado y estas cosas suelen confundir (En especial a mi). Bueno, sin mas que decir:
Por favor, añade un link de tu ficha en tu firma y disfruta del rol~
FICHA APROBADA
Por favor, añade un link de tu ficha en tu firma y disfruta del rol~
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Temas similares
» Nuestra gran ficha de un equipo poco tradicional Edición 1.(Ficha de Furanshisuko.b/ Ficha de hackmon)
» Alexandra Carter
» Otra ficha mas (?) Ficha de Vanderwolf
» Mi ficha
» Ficha :v
» Alexandra Carter
» Otra ficha mas (?) Ficha de Vanderwolf
» Mi ficha
» Ficha :v
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Nov 27, 2023 2:03 am por Garrod Ran
» [Gazimon/ Plutomon]
Dom Feb 24, 2019 2:25 pm por Pancho"Gaito"
» Introduccion
Vie Dic 14, 2018 11:32 pm por Milespinas
» [Candlemon/Wizardmon/Mystimon]
Sáb Nov 24, 2018 9:54 pm por Scott Desaster
» La aventura del Apócrifo comienza
Miér Nov 07, 2018 11:12 pm por Guillem Telast
» Danger? (priv. Roku)
Mar Nov 06, 2018 2:48 am por Yuri Matsuoka
» ATLAS DE LOCALIZACIONES REALES DE DIGIMON
Mar Oct 23, 2018 5:35 pm por Pieddark
» Petición de Lineas Evolutivas
Dom Sep 30, 2018 11:59 am por Scott Desaster
» Cuenta Alternativa! [Registro]
Jue Sep 27, 2018 10:57 pm por Koh