Bag's Groove [Priv, Ryu; Nex]

Odias esto, los sonidos de los pasos, de las voces, de las risas; simplemente el estar allí como una sombra, es realmente frustrante y agotador. Deshacerte de tu uniforme escolar fue una satisfacción que apenas duró debido a la molestia que atrae la edad y enfrentar el asunto de los estudios que fomentan el compañerismo, se supone que ibas a salir a ver si conseguías otro de esos dispositivos para comparar, no esperaste encontrarte con un grupo de tu clase. Asiento 8, 12, 24 y 17; ni siquiera les llamarías por su nombre en tu cabeza. Hablando entre ellos, te limitabas a dar solo respuestas apropiadas a la conversación debido a que no deseabas que comenzasen a fastidiarte por tu falta de atención. Puedes prestarles atención, simplemente detestas hacerlo. Con las manos fuera de tus bolsillos caminando por el parque, esperabas que hubiera una llamada, un momento que hiciera que te pudieras apartar de estas personas una vez el trabajo ha sido terminado. Por supuesto que lo harías, tomarías cualquier cosa de ser necesario, lo que fuera que te diera una excusa para ello, fue luego de ello que un teléfono sonó, un cierta compañera comenzó a responder a su superior paterno, las palabras lentamente cambiaban, la conversación se deshacía y no dudaste en aprovechar para tomar otro camino con una excusa barata. Argh, subiste la capucha de tu sudadera solo para calmar las voces; ya les escuchas suficiente en la mañana, que te dejen en paz a estas horas es lo mejor.

Suspiraste con cierto alivio, ni siquiera sabes sus nombres completos, como dirigirte a ellos, su asiento, eso si, pero más allá de algo importante, no, no lo suficiente. Ni siquiera sabes porque estaban todos tan juntos y porque te jalaron allí, ni siquiera tenían algo de valor y mira que revisaste sus casilleros durante la clase de deportes de esta mañana. Es desesperante, probablemente esté por ser las 4:30 si no es que más tarde. Lo peor de todo será el recurrir al hecho de que lo único que generalmente deshace la molesta tensión, o tal vez los pocos seres con quien conversar, es una torpe IA; pero está bien, no lo admitirás en voz alta, es patético solo decirlo en voz alta.

También podrías llamar un taxi, ahora que lo dices no estaría del todo mal y solo retirarte por hoy para calmar tu frustración unos momentos pero no es como si tuvieses un celular contigo de todos modos. Tenías otros planes para más tarde los cuales no requerían que hubiera un dispositivo que pudiera usarse para identificarte. Demasiados planes arruinados antes de comenzar, argh, sientes que tu propia cabeza estallará de tantas cosas pendientes, ¿Por qué tuviste que mudarte a este lugar? Ni siquiera es tan bueno más allá de pequeñas nimiedades. Mientras caminabas una mujer con pinta de prostituta caía al suelo, le miraste con unos ojos ligeramente vacíos dado que no hacía intención de levantarse, era como..., oh por dios, ni que el suelo estuviera tan duro, ¿Por qué llora siquiera? Pero está bien, puedes hacerlo, funcionaba con la vecina anciana, podría funcionar aquí, total...

Te dirigiste a la señora e intentaste, en serio, intentaste mantener una expresión lo suficientemente convincente para esto..., acercando tu mano a la mujer en el suelo soltaste un - Disculpe, ¿Tiene una moneda? - Ahora, podrías solo, no se, igual ayudarla, pero no la conoces, no vez razón para hacer algo así, digo, ¿Es lo correcto? ¿No?

Pasaron solo unos días desde esa inexplicable golpiza. Todo aún seguía siendo confuso, y por más explicaciones que exigía a ese sujeto, siempre obtenía la misma respuesta ilógica: “no sé, quizás solo estaban enojados y se desquitaron con lo primero que vieron”. Una respuesta vaga y carente de sentido común… aunque considerando bien todos los factores, esos “gorilas” tenían cara de ser menos inteligentes que un muchacho de secundario. Pero aun así me cuesta creer que lo arrojaran por un callejón y después simplemente por acercarme a ver si estaba bien, me atacaran del mismo modo. Supongo que lo peor de este asunto es que, no pude identificar ningún rostro y Maya no pudo sacar ninguna fotografía… ese día por quien sabe qué razón decidí dejarla en casa, asique no se enteró de nada hasta que volví horas después del hospital con algunas gasas y bolsas de hielo.

Sé que ya no tiene caso pensar en eso, ya paso y no puedo hacer nada para cambiarlo… pero eso no quita el hecho de que me encuentre irritado; y para colmo, la gente está más emocionada que de costumbre. Sé que últimamente la economía mejoro en todo el país pero… realmente, ver tanta alegría y buen humor se me hace raro luego de una vida prácticamente sin “emoción”. Sea como sea… tampoco debería quejarme tanto, gracias a estos cambios positivos he sido capaz de progresar como programador, he obtenido algún que otro cliente medianamente importante, y muchos sujetos nuevos ingresando al mundo empresarial que me han pedido diseñar y programar sus páginas web. Es una pena que no tenga ningún sentido artístico bien desarrollado, si no, podría cobrar más de lo que cobro para vivir… incluso podría comprar algunas piezas nuevas para mejorar mi teléfono, y con él, expandir la memoria para que Maya aprenda un poco más sobre cualquier tema que vea relevante.

Me pregunto quién será el que ha logrado estos cambios tan gratificantes… sé que los cambios están allí, pero realmente, nunca me he interesado lo suficiente en la democracia o los líderes políticos. Aunque eso debería interesarme para saber cómo salir beneficiado, me es difícil tener interés por algo tan… extraño y difícil, lo que es irónico, ya que me gusta guardar toda la información posible. Pero bueno, tal vez solo es pereza… pensar en que debería recordar o recopilar tanta información me da bastante pereza… es algo innegable, supongo; está en la naturaleza humana el ser perezoso en algún punto donde nos sea imposible avanzar o realizar labores de utilidad. En fin… realmente todo el día he sentido pereza… he perdido las ganas de hacer cualquier cosa, inexplicablemente. Maya me sugirió que podría ser estrés por tanto trabajo pendiente, y tiene sentido… aunque jamás me había ocurrido algo similar. No tenía ganas de trabajar… no tenía ganas de leer… ni siquiera una buena partida de ajedrez contra Maya me llamaba la atención; y después de mucho “no tenía ganas”, decidí simplemente tomar un libro con notas de la ciudad y salir para explorar un poco.

Son muy raras las ocasiones en las que salgo voluntariamente, y aún más raras son las ocasiones en las que esas salidas son para “pasear” por mero gusto. Esta vez las condiciones eran lo suficientemente aburridas como para hacerme creer que salir a dar un paseo era buena idea, por lo que tome mi teléfono, mis lentes y salí de casa, sin mi bata; no hacia demasiado frio, y además tenía un suéter puesto de ayer por la noche, asique debería abrigarme lo suficiente.


Durante todo el camino vi como las personas reían tranquilas, quizás hoy era un día de celebración… o quizás simplemente iban a hacer algo, pero no me interesaba en lo más mínimo. Realmente me resultaban algo molestas… supongo que realmente no estoy hecho para socializar con facilidad. Al final termine por desviarme del camino que tenía previsto… me aleje del centro de la ciudad y me dirigí hacia un parque. Creo que pase algunas veces por este lugar cuando aún estudiaba… que recuerdos aquellos… aunque ahora ya no me es gratificante recordar… prefiero simplemente olvidar todo lo que he dejado atrás… prefiero… olvidar… todo…

Señor Ryu –Una voz femenina y robótica me despertó de mi pequeño “viaje” interno- Señor Ryu, ¿se encuentra bien?
¿Eh…? Si Maya… estoy bien –saque mi teléfono para ver a Maya, una Inteligencia Artificial que actúa como mi asistente… y a veces, como mi madre- no te preocupes, solo me quede pensando de más…
Ya veo… quizás deba sentarse un rato y tratar de despejarse… o al menos, “viajar” en un lugar donde no corra peligro al moverse sin visualización real de su camino –La robot sin boca me miró fijamente desde la pantalla del teléfono, casi ordenándome que fuera a sentarme-
Está bien, está bien… no tienes que mirarme así… de todos modos, necesito sentarme un rato… ya he caminado suficiente por hoy –Realmente no sé cuánto camine, pero sé que mis piernas me están matando…-

Y justo cuando iba a sentarme, se escucha un llanto bastante extraño. Me voltee instintivamente para ver de dónde provenía, y mi sorpresa no fue ver del quien provenía, si no del como vestía dicha persona. Era una mujer con demasiada poca ropa… una prostituta seguramente, actuando para atraer una pobre víctima. Realmente llegaría a sentir pena por el pobre diablo que caiga en esa trampa… si no fuera tan obvia. Con esa forma de vestir y la situación que intenta ejecutar, está claro que o es una novata o está desesperada… sea cual sea la razón, dudo que alguien vaya a acercarse por mera gentiliza, si no por hormonas estimuladas por una vista tan… “agradable”.

Me quede observándola y al final, me acerque. No iba a ayudarla ni mucho menos, pero si estaba tan desesperada para exagerar de ese modo en búsqueda de atención, lo mínimo que podía hacer era darle algo de dinero… pero antes de poder estar lo suficientemente cerca, se acercó un chico. Realmente no sé si él había caído bajo los “encantos” de la dama o no, pero por la pregunta que escuche de él, sentí cierta gracia; no por la pregunta en sí, si no por el mero hecho de que dejaba en claro que la exageración de esa mujer era demasiado notoria.

Suspire con cierta resignación y saque mi billetera del bolsillo del pantalón. No tenía demasiado, solo unas monedas para comprarme alguna bebida si la necesitaba pero… está claro que esa mujer necesita más el dinero que yo; lo que sea para que deje de actuar tan terriblemente mal.

Oigan, si necesitan dinero, puedo darles unas monedas… pero no esperen mucho, no tengo demasiado que ofrecerles -¿Qué tanto puede ofrecer un programador independiente? No mucho, al menos ESTE programador independiente-
¿Está seguro, señor? –Nuevamente Maya hablo desde mi teléfono-
A veces hay que ser solidarios… -Seria cruel para la sociedad que esa mujer siga actuando de ese modo…-

Ryu

Curiosamente hubo un 3er intruso en esta, curiosa pero ligeramente entretenido inicio de conversación - Oh, muchas gracias; realmente solo lo necesito para hacer una llamada - Dijiste de la manera menos agresiva posible, de hecho, hasta podrías decir que sonaste como una persona humilde. Aun así, cuando volteaste a verle fue como, ok, manten la calma, no mires su pelo, no mires su cabello, está bien, estamos bien con la gente de cabellos diferentes, aunque... ugh... es solo que...

¡¿Qué carajos pasa con ese cabello?!

O sea, ¿Cómo? ¿Por qué no ha asesinado al estilista? Oh será una peluca, no, no puede ser, nadie compraría una peluca tan fea; ni siquiera para un cosplay. Es demasiado raro y surrealista, sin duda notó que la miraste pero pudiste apartarte de ello cuando la mujer en el suelo se levantó con cierto tono de agresividad ante la falta de ayuda - Oh, disculpe. Pensé que estaba practicando un papel en la calle o algo por el estilo. Su posición al caer, expresión y desenlace parecían demasiado ficticios para considerarlo real; si le he ofendido supongo debería disculparme - Aunque dijiste eso sonaste sin mucho animo hasta que la mujer en cuestión parecía dispuesta a golpearte a ti y al otro hombre con su palma, su mano fue detenida al puro estilo de una escena conocida, pero este si pareció real de algún modo. Luego de la pequeña explicación, no pudiste evitar soltar un - Es un experimento posible, pero  hubo demasiadas cosas que lo interrumpirían. Su ropa, la situación en particular, el llanto que usó era demasiado exigente para el tipo de caída de cierto modo... - Al decir eso decidiste callarte, no es como si ese tipo de palabras pueda importarle a los adultos de todas maneras. Cerraste tu boca en ese momento mientras notabas las compañías de los dos extraños. No puedes terminar de entender lo que sería el ir acompañado sin importar que. Aun así, la razón para esperar paciente sobre ello, sería por el pequeño regalo monetario necesario para hacer dicha llamada, ni siquiera importa mucho si lo recibiste o si te han dado una excusa. Al momento que aquel intermediario que evito el resultado de agresión se empezó a retirar, aprovechaste para hacer lo mismo. Estás casi seguro que no habías visto ese modelo de celular. Te dirigiste sin mucho a uno de esas cabinas telefónicas que habían alrededor. Al menos una que tuviera los costados "no" transparentes, odias esos, te agrada la privacidad de cierta manera.

Estabas, realmente, realmente aturdido aun por el peinado de ese sujeto, pero eso no era lo importante. De tu bolsillo sacaste el pequeño dispositivo que para ti era un simple juguete virtual. Aun así, no lograste encontrar ningún otro desde entonces. Fuiste a las más grandes concentraciones en artículos de electrónica y no encontraste un modelo similar; aun así, te sirvió bastante para ver cuales son los dispositivos existentes; no conocías ese modelo. Te sentías curioso, no te sentías fascinado al ver algo que no querías, ¡No! ¡Lo querías! Querías apropiarte de el porque tu no lo tenías. Era lo más sensato pero con la gran cantidad de personas era algo que no podías maquinar apropiadamente, al menos no de una manera que no terminaras haciendo algo estúpido.

Por tu parte revisaste el dispositivo y esa cosita seguía allí. Parece conejo, eso lo sabes, pero nunca se lo dirías. De algún modo te puedes comunicar de cierta forma con el la cual es extraña. Necesitabas hablar con el de algo pero realmente no sabías que podría ser, comenzó como una conversación sencilla pero con un tono de voz ligeramente más bajo.

"Hoy estás temprano. ¿Se supone que ha ocurrido algo?"
"No mucho, se podría decir que encontré a gente problemática. Uno tenía un peinado bizarro"
"¿Le tomaste una foto?"
"Ojalá. Dejé mi celular en casa"
"Maldición. Hubiera sido divertido. Pero está bien, aquí es aburrido a veces"
"Aquí también es aburrido casi a morir. Principalmente decidí iniciar esta conversación porque logré ver un dispositivo extraño. Y me hace dudar si es algo similar a lo tuyo"
"No podría decirte. No se mucho, al menos no recuerdo demasiado por mi cuenta. Mejor deberías irte..."
"Ugh... no quiero...; me gustó, quiero tenerlo..., no, quiero robarlo..."
"No te lo recomiendo"
"Y si no al menos las gafas de la mujer que quizo golpearme..."
"¿Golpear?"
"No es importante"

Cerraste en ese momento el Digivice, no obtuviste información ni nada, que criatura tan inútil después de todo. Pero está bien, es lo mejor a solo escuchar tu propia voz en tu cabeza. Al menos una conversación tan torpe te ayuda a aclarar tus propios pensamientos de alguna manera. Aunque esperas no haya notado demasiado, tu madre te dijo que no deberías robar y que cuando quieres hacerlo tu tono de voz cambia un poco. No lo notas, nunca te has grabado ni lo harás, pero realmente esperas no fuera demasiado notorio como con aquella criatura.

Por tu parte, deberías usar la cabina telefónica finalmente antes de retirarte..., necesitas aclarar un poco tu cabeza.

Fue bastante extraño. Realmente no entiendo bien que interpreto esa mujer pero supongo que no debería ni siquiera preocuparme por entenderlo… aunque sigue siendo muy extraño. Esa mujer simplemente se enfadó por el ofrecimiento monetario… ¿pero no quería acaso eso? ¿No estaba en un estado de desesperación absoluta que la forzó a actuar de ese modo…? Realmente no lo sé, y creo que me sentiré mejor si nunca me entero. Por otro lado, el chico si pareció interesado en la oferta monetaria, una alegría supongo, así no habré sacado mi billetera en vano.

Estuve por darle el dinero cuando me percaté de que no dejaba de observarme… algo bastante incomodo, aunque intente obviarlo lo mejor posible. Simplemente le di un par de monedas, desconozco su valor, pero si el necesitaba hacer una llamada debería ser más que suficiente para alguna cabina telefónica cercana. Todo iba relativamente “bien”, hasta que la mujer de antes se mostró agresiva, tanto en su tono de habla como reacciones físicas. Estoy bastante seguro de que iba a darme una bofetada, y quizás también a ese chico, pero por fortuna alguien logro detenerla, no solo a sus impulsos de agresión, sino también a su actitud tan “ofendida” y agresiva. Observe al “salvador” y vi que era un sujeto como de mi edad, creo, no estoy del todo seguro… pero lo más llamativo en él era su cabello morado. Realmente, el lucia normal comparado conmigo… je… es extraño que por un accidente tenga el cabello como lo tengo… y que además, me guste como luzca pese a que sé que es muy extraño.

El sujeto nos explicó medianamente lo que estaba ocurriendo, y mi sorpresa no fue muy evidente, aunque estaba allí. Entonces habíamos participado en un experimento social… bueno, supongo que estaba bien, aunque quizás los factores empleados no fueron los mejores. Escuche decir al chico al que le había dado las monedas un par de observaciones, y no pude evitar reír con cierta gracia, seguida de un “Él tiene razón, quizás cambiando los factores habría mejores resultados”. Me hacía cierta gracia que alguien tan joven pudiera pensar tan lógicamente… eso me daba ciertas “esperanzas” para las futuras generaciones. Si de verdad hubiera más gente lógica como el, seguramente el futuro estaría en mejores manos… o quizás no, realmente, me es imposible saberlo con exactitud. Fuera como fuera, el sujeto que nos salvó de una buena bofetada nos deseó buena tarde y regreso a su asiento, aunque la mujer que lo acompañaba se fue sin más… lo cierto es que no me había dado cuenta de ella hasta que mire en la misma dirección que el sujeto de pelo morado, pero bueno, ya no tenía caso.

Me aparte un poco, regresando a la banca donde iba a sentarme del lado contrario al sujeto de pelo morado, y saque mi teléfono, necesitaba hablar con Maya, o aunque sea, encargarle un trabajo muy rápido y sencillo.

Maya, ¿podrías averiguar todo lo que puedas sobre el cabello morado en Japón?
Claro, pero, ¿puedo saber porque? –aunque Maya sea muy servicial, ella también tiene una “personalidad” auto desarrollada, asique es común que me pregunte “porque” a todas mis peticiones, o al menos, a las menos comunes-
Ese sujeto me dio cierta curiosidad… y aunque no soy el indicado para decir esto, su cabello es bastante… peculiar… quisiera ver si es alguna de estas celebridades o algo, ya sabes, esas cosas de las que jamás me he enterado con exactitud –Me quede observándolo un instante; estaba sentado junto a la mujer que quiso abofetearme a mí y al chico… ¿Qué serian para el tener tanto control sobre alguien tan… excéntrica?- ¡Oh! También averigua si hay ofertas por la zona, hoy quisiera comer algo barato pero en buen estado
Enseguida señor –la pequeña me hiso una reverencia y simplemente la pantalla del teléfono se bloqueó-
Bueno… ahora solo me queda esperar a ver si hay resultados de algún tipo…

Saliendo de la cabina telefónica, notaste que en las bancas se encontraban los dos hombres; realmente nunca has entendido porque solo van y se sientan por allí, digo, ¿Tan viejos están? No importaba del todo, pero revisando tu mano, decidiste ignorar a la pareja que venía de paso con la mujer rara que intentó tomar gente por tonto sin tener una buena preparación. El sujeto sea lo que fuera que conversaran no era de tu total atención. En primera, te preocupa un poco el no ver a la 2da persona que le acompañaba, ¿Se habrá ido? Eso sería provechoso, pero es demasiado riesgo, agh, porque tiene que haber luz todavía, si fuera de noche sin duda sería excesivamente más sencillo.

Primero deberás de deshacerte de cierto pendiente. Caminando al sujeto de peinado raro, ok, del peinado MAS raro. Los habitantes de japón serán raros por naturaleza o algo, o tal vez quieren destacar, de algún modo sirve porque siendo honesto todos los chinos se parecen. Y los japoneses también entran en ese aspecto, es difícil mostrar algo que te llame suficiente la atención para luego poder reconocerles. En este caso, mientras te dirigías al mismo el hombre se encontraba hablando con su teléfono, de algún modo algo nostálgico si piensas en esta mañana, pero esperando a que terminara te dirigiste a el mientras extendías tu mano con el cambio en ella; ligeramente inclinándote hacia adelante, la mano abierta sosteniendo unas monedas - Disculpe, me sobró este cambio luego de realizar mi llamada, creo me dio de más - Le mencionas extendiendo la mano a la espera de que este la tomara. Deberle más, o conservar el dinero de algún modo acarrearía más el depender de una deuda mental, la cual no te agrada deber aun si es con un extraño. Fue por ello que en base a lo que alcanzaste a escuchar de la conversación, comenzaste a mencionarle - Eh..., no conozco un lugar con "ofertas" pero si lugares donde venden comida sin un gran costo. Igualmente podría darle la dirección en caso de que quiera dirigirse hacia ese lugar.

Finalizaste mientras ligeramente un aroma a cigarrillo llegaba a tus sentidos, el aroma estaba en el aire, probablemente por el sujeto de cabello de color. De algún modo sientes que le has visto en algún lado, pero no sabes realmente si en la tele, internet o una revista de chismes del estante del casero.

Esperar a que Maya me diera algún resultado era algo normal; aun siendo una inteligencia artificial tan desarrollada, el hecho de que tenga una personalidad la vuelve “más eficiente”. Ella recolecta información que vea útil, a diferencia de cualquier motor de búsqueda que simplemente da todos los resultados relacionados sin molestarse en verificar datos. Pensar en ello me hace apreciar aún más el trabajo que hace, aun cuando ella no se cansa en lo absoluto… pero supongo que esa actitud o forma de existir me hace… recordar cosas molestas.

Decidí simplemente abrir el libro que tenía y ver si encontraba información del parque. Verdaderamente no es como que tenga mucha información comprobada… es más, con solo ver todas las paginas marcadas del libro, uno puede darse cuenta de todo lo que no he confirmado por X o Y razón. Pero mientras más quería concentrarme, más algo me incomodaba… no es el que exactamente, quizás eran esos recuerdos que quisiera olvidar de una vez; o quizás era simplemente el poco ruido que había en el ambiente. No es como si en mi departamento las cosas fueran más ruidosas, pero es verdad que al menos, el sonido de la cafetera calentando el agua es común, así como los gritos amortiguados por las paredes de esos conductores matutinos que no saben hacer otra cosa más que tocar la bocina.

Fuera como fuera, mi intento de lectura fue interrumpido por la voz del chico al que le di las monedas para que realizara su llamada. Levante la mirada y me di cuenta de que tenía la mano extendida, con algunas monedas de menor valor al que le di, supongo, mientras me explicaba que le había dado dinero de más. Supongo que el vio correcto darme el cambio que pudiera tener, aunque francamente, no me importaba demasiado… no es como si fuera a usar esas monedas en primer lugar… o quizás si… siempre puedo ver si me falta cambio a la hora de comprar algún paquete de cigarrillos.

Oh… muchas gracias… aunque no era necesario que me dieras el cambio, lo agradezco –tome las pocas monedas y las guarde en el bolsillo de mi pantalón, no tenía muchas ganas de sacar mi billetera en ese momento- sabes, pudiste quedarte con el cambio, no es como si fuera a necesitarlo… pero bueno, está bien, cada uno hace lo que quiere, supongo –En eso, el chico me menciono que conocía lugares donde comer sin gastar demasiado… ¿acaso escucho cuando hable con Maya? Bueno, tiene sentido, no me percate de cuando llego y también le hable en voz alta a Maya- bueno, me gustaría que me dieras la dirección de ser posible… no salgo demasiado asique no conozco muchos lugares, asique acepto la ayuda

Justo después de eso, un aroma familiar apareció repentinamente. Era el aroma de humo de cigarrillo, un aroma al que estoy medianamente acostumbrado. Dirigí mi mirada hacia el sujeto de cabello morado, quien estaba siendo “bloqueado” por la mujer tan extravagante de antes. Sigo sin saber qué tipo de relación podrían tener esos 2, pero sin duda es una muy cercana… o al menos, lo suficiente para que puedan estar juntos sin “provocarse” de forma agresiva o de cualquier otra forma posible.

Me causaba cierto interés esa mujer, más allá de que primero quería verla usando ropa normal, sentía cierta curiosidad de porque esa actitud. No escuche bien lo que nos gritó antes, pero parecía… enfadada no solo por nuestras reacciones, sino también por otra cosa. Quizás Maya lo habría escuchado mejor, pero ahora mismo no podía preguntarle nada… y no creo que fuera a hacerlo, después de todo, ese asunto ya no importa, realmente. Irónicamente, con solo pensar en Maya, mi teléfono comenzó a sonar como si estuviera recibiendo una llamada.

¿Encontraste algo, Maya? –Saque el teléfono y lo observe, viendo como la pantalla se iluminaba para ver a la pequeña asistente de su interior-
Afirmativo –la pequeña asistente desapareció de la pantalla para mostrar algunas fotos- ese sujeto es, según las páginas de noticias más confiables y populares, el Gobernador Raikomaru Fuji, el responsable de todos los cambios positivos que hemos visto últimamente en el país
… ya veo… ¿algo más? -¿Asique el gobernador, eh? Pues vaya, que curioso que alguien tan importante este con alguien tan extravagante…-
No hay ofertas en ninguna tienda cercana, lo siento mucho señor
Oh bueno, es una lástima… entonces supongo que el ofrecimiento de información que me acaban de dar será más valioso de lo que pensé –reí ligeramente, cerrando el libro que tenía- dime chico, ¿Dónde queda el lugar que mencionaste?

- Probablemente no era necesario, pero no me gusta deberle a la gente más de lo que necesite..., aun si es un extraño - Mencionas mientras escuchas que le interesa la dirección de aquel lugar. Necesitarías donde escribirlo o tal vez hacer que lo anote. Aunque ibas a hacerlo, de la nada el teléfono sonó y lo que parece ser un asistente personal comenzó a hablar. Ahora, estás al tanto de algunas IA´s, intentas recordar si te suena familiar, quiero decir, los asistentes personales en los teléfonos no son tan raros, aunque la voz así que se diga, familiar, no estás del todo seguro; igual al menos por el tipo de uso en las palabras y el como suena a cuando generas audios y los usas para que el equipo hable..., no eres un informático pero conoces la base lo suficiente para no ser engañado en todas esas cosas.

Escuchaste con ligera atención mirando un poco el dispositivo sin ignorar lo que decía. Raikomaru Fuji, o... Fuji Raikomaru, bueno, no importa mucho. Ligeramente luego de pensar en ello crees haber recordado el porque sonaba familiar de algún modo, ese tipo de cosas importantes, no te gusta la política, la mayoría son ladrones a gran nivel, pero no es tu fuerte.

Al terminar la dicha conversación comenzaste a mencionarle sobre este, principalmente era alrededor de 2 calles y media, al menos es fácil poder explicarlo sabiendo las calles y todo eso. Principalmente el excentricismo de ese trio a una distancia tan cercana era algo que te atrapaba un poco, aun no te rendías sobre la idea de llevarte eso, tomarías carrera, si lo haces, ¿Podrían atraparte? ¿Tomarías el riesgo? Estar tan atento podría ser peligroso, pero mientras prestaste atención sobre esto, el sujeto comenzó a alejarse sin más. Era realmente divertido en parte, una oportunidad, ligera, muy muy muy muy escasa. Esperando a que se terminara de explicar sobre el como ir, esperabas despedirte apropiadamente mientras seguías la pista de aquella persona. Resonabas en tu cabeza el dispositivo, te dirigías allí luego de despedirte y volver a agradecer por aquellas monedas. Ahora mismo caminaste hacia aquella dirección esperando apartarte de la vista de todos. Es un parte, tomaste una piedra del suelo para llevarla hacia tu bolsillo y luego con la capucha cubriendo tu cabeza comenzaste a correr alrededor mientras buscabas a aquel sujeto. Su dirección y el tiempo que tomó no se apartó demasiado más que para apartarse de aquellas dos, desconoces la razón pero aun estaba en el rango visual, aun así, aprovechar algo así era demasiado difícil de evitar.

Replicabas en tu cabeza la posición del dispositivo así como la forma en la cual estaba colocado, ligeramente moviendo tus dedos como un breve calentamiento corriste hacia el mismo tratando lo más posible que fueras notado hasta que estuvieras a la mejor distancia posible. Para correr en una misma dirección y colocar tus manos, no podrías solo "tomar" algo, necesitas ser rápido.

Colocando tus pies en un camino en dirección desde el costado de este, necesitabas que el rango de tu mano en un movimiento directo hacia adelante pudiera hacer contacto con el mismo. Un toque, solo necesitabas eso, no tienes tanta fuerza como velocidad y eso necesitas para poder "separar" aquel dispositivo de aquel resguardo que llevaba en su cintura, no podrías tomarlo, eres consciente que aun a tu velocidad tomas una fracción de tiempo extra por el tomar algo así, pero lanzarlo hacia cierta distancia usando el impulso, eso está en el rango de lo posible. De todas maneras, podrías usarlo, y eso hiciste, como una excusa y un valor sencillo, corriste hacia allí con todas tus fuerzas moviendo los dedos hacia el dispositivo y lanzarlo, un paso hacia adelante luego de pasar a esta persona, bueno, lo que pasará a continuación, reacción, situación, tienes planteadas diferentes respuestas, y solo te queda elegir la más adecuada dependiendo de este nuevo resultado, la moneda ha sido lanzada.

El chico al final me indico como llegar al lugar que conocía. Según me había dicho quedaba bastante cerca, asique podría degustar algo de comía bastante más pronto de lo que esperaba. No tuve que molestarme en anotar ninguna dirección, Maya se encargó de eso rápidamente, tomando todas las indicaciones del chico para calcular exactamente el lugar. Mientras tanto, me dedique a intentar memorizar yo esa información, para el día en que me olvidara a Maya en casa y necesitara seriamente comer algo a bajo precio. No obstante, cuando el chico termino de explicar el cómo llegar, se despidió sin más y se marchó rápidamente. Me hubiera gustado decirle “hasta luego” o algo así, pero no puedo saber en lo más mínimo si volveré a verlo, por lo que solo me despedí con un gesto de la mano. Tampoco era como si me hubiera dado un margen amplio para pensar las palabras indicadas.

Fuese como fuese, una vez se fue, dirigí la mirada hacia el banco donde estaba el “gobernador”, y vaya sorpresa la mía fue el ver que ya no se encontraba allí. Estaban solo esas 2 mujeres, que ahora podría asumir que son sus asistentes… pero… ¿Cuándo llego la otra? Sé que se había ido sin darme cuenta pero… ¿también llego sin que me diera cuenta? Bueno, supongo que es lo normal… estuve prestando demasiada atención a otras cosas. Me quede observándolas un instante… las 2 eran muy distintas, más allá de los obvios rasgos físicos, si no esa forma de… lucir apariencias. La mujer semidesnuda se veía excéntrica e hiperactiva… mientras que la dama a su lado, lucia muy tranquila y quizás fría… seguramente, el tipo de mujer que nunca pondría su vida personal por encima del trabajo.

Supongo que ella mantendrá a raya a la otra… -termine comentando al aire, exhalando algo resignado- Maya, ¿Cuántas probabilidades tengo de hablar con el gobernador sobre los atacantes urbanos?
Aproximadamente… 2,34% en las actuales condiciones –Ese número es mucho más alto del que esperaba- esas son sus asistentes desde el punto de vista lógico, ¿Por qué no les pide una cita para hablar con el gobernador?
Por 2 factores importantes… el primero, la del cabello anaranjado que quizás quiere golpearme, y el segundo factor es la otra… no sé, pero ella da una sensación de indiferencia… si le hablara, quizás le estaría hablando al aire… -Es curioso como más considero la idea conforme la descarto-
Entonces tendrá que actuar como cualquier otra persona y simplemente pedir una cita por teléfono… lo cual reduce las probabilidades
Supongo… egh… bueno, ¿Qué más puedo perder…? Ya me golpearon unos tipos antes, quizás pueda soportar la agresión de la anaranjada para preguntarle a la otra… egh… -No sé porque, pero creo que algo saldrá mal…-

Me levante de la banca y guarde el teléfono en el bolsillo; tome el libro con notas y me dispuse a acercarme. No iba a complicarme mucho, solo preguntar si la agenda del gobernador tenía algún hueco… necesitaba al menos decirle o preguntarle si tenía algún plan para erradicar a los barbaros que vagan por las calles así como así. No obstante, cuando ya estaba a mitad de camino, algo… me hiso detenerme… escuche cosas extrañas… y no el tipo de “extraño” que me gustaría. Eran gritos… gritos de dolor… de furia… rugidos amenazantes… explosiones… ¿Qué estaba ocurriendo…? Todo estaba nublándose… y de pronto, solo pude ver un par de siluetas.

Ese dinosaurio tendido en el suelo… esas serpientes o dragones o lo que fueran luchando entre si… y ese caballero parado frente a mí, observándome fijamente como si quisiera matarme. Algo me estaba ocurriendo… algo horrible… era como si… un dolor horrible que fue incubado, decidiera nacer justamente en aquel momento.

Empecé a toser, sudar e incluso a respirar con dificultad, pero no era capaz de entender el porqué. Tape mi boca intentando frenar el tosido, pero cuando todo pareció parar y retire mi mano… vi algo de sangre en ella. Nunca tuve una salud deficiente… pero igualmente había tosido hasta sangrar… ese dolor… fue mental pero tuvo la potencia suficiente para hacerme sangrar. Quería creer que era toda mi imaginación, pero la sangre estaba allí… igual que esa… punta de lanza rozando mi cuello…

No puede… ser real… -No podía serlo… podía ver a través del arma… era imposible que fuera real…-
Xodarap… seerc ut euq ol ed laer sam se –No entendí nada… pero… parecía que hablara al revés-

Off: la silueta es solo una visión de Ryu, un “fantasma” por así decirlo.

Hay tantas cosas pasando por tu cabeza, probablemente si intentas contarselas a esa cosa que tienes en ese teléfono excentrico no sabrías orquestarlas verbalmente bien. Estás aturdido, realmente funciono, estas sorprendido, que buena reacción, ¿Desde cuando los políticos saben moverse así?

Estás aterrado, viejo, aquí es el momento de la verdad, ahora SI llegaste a esto. Estás aliviado, de entre todos los movimientos realizó un lanzamiento de judo; si hubiera sido jiujitsu hubieras estado en problemas; el lanzamiento de judo fue peligroso, realmente fácil de capturar. Si tuvieras que elegir entre fuerza/resistencia y velocidad/tiempo de reacción; eliges lo segundo, es necesario para este hobby; además que no eres de enfrentar a la gente directamente, probablemente tenga que ver con el estilo de boxeo de tu padre, no lo sabes, nunca te pondrás a pensar tonterías existenciales para psicoanalizarte, es estúpido. No tienes mucho que hacer, tu equilibrio es destrozado en un instante pero tu cuerpo aun puede moverse. Usando el brazo libre para apoyarse y usar de palanca para liberarte del agarre, tu equilibrio está roto debido a que no tienes la resistencia física para no perderlo, ahora, recuperar tu centro de gravedad, eso te es más sencillo. Fue un lanzamiento, no un agarre y una llave; girar tu cadera para usar tu mano y rodilla para volver a ponerte a salvo al rodar tu cuerpo y evitar hacerte demasiado daño no fue tan difí... al diablo, ¡OBVIO QUE FUE DIFÍCIL!, salió bien debido a que no es tan raro "caer", pero a excepción de los guantes en tus manos, usar la rodilla en este suelo probablemente hiciera que se rasgara con este, sentiste algo de dolor en la misma que lo probaba. Es tan extraño, podría decirse que estás feliz de esto, aunque la mirada en tu rostro bajo esa capucha es difícil aclarar, tu corazón late, habrá un montón de químicos creandose en tu cuerpo y afectando tu cerebro y haciendo que tu consciencia y tu griten al unisono dentro, ¡ESTOY VIVO!; y es un sentimiento fascinante, algo que quisieras que esa bola de pelos fuera capaz de entender.

Por supuesto, no puedes solo pensar en ti. Las cosas pasan rápido, hay demasiados eventos ocurridos en un mismo momento.

Tamer.

No tienes la menor idea de que es eso pero imaginas es importante.

Un aroma a flores inmenso.

No tienes idea de donde salió pero por favor, es demasiado notorio.

Acaba de aparecer algo grande, una armadura y todo, y habla, y realmente no tienes la menor idea de cómo rayos se hacen esos efectos especiales, maldita sea, los japoneses sin duda van en la cumbre de la tecnología. Aun así, aun al haber recuperado tu centro de gravedad, aun así decidiste caer, aun si te lastimases un poco, mientras no fuera tan grave, el resultado sin duda no fue TAN esperado, pero no es como si tuvieras muchas opciones. Mirar a esa cosa que apareció, no, no parece del todo prudente, tu vista inicial iba hacia aquel sujeto alias el político desconocido con un buen brazo para lanzar. Retirando la capucha de tu cabeza para bajarla y observar, le miraste con cierta duda y a la vez de sorpresa - Lo siento, con la capucha hacia arriba es difícil ver por donde camino... yo, creo que... creo que le tiré algo mientras corría...; es una mala costumbre mía correr demasiado rápido con la capucha cubriendo mi cabeza, a veces choco con la gente al descuidarme... - Dices con la mano hacia tu cuello intentando ponerte de pie, recapacitas tus movimientos y solo esperas que recuperar tu centro de gravedad no fuera algo demasiado revelador, más allá de eso, consideras que tus movimientos fueron aceptables para que analizandolos a fondo pudiera ser comprometido como un accidente, principalmente a la premisa de que "ES POSIBLE"; hacer que un intento fallido fuera "POSIBLE" era lo mejor, porque entre tus otras soluciones, la mayoría se ha ido a la basura desde que apareció algo que probablemente te pueda alcanzar aun si corrieras con todas tus fuerzas, e incluso si lograses evitarle, sería demasiado problema pues careces de suficiente información. Y vamos, eres un adolescente, tus pensamientos futuros máximos generalmente radican en que estudiar en la universidad y qué prepararas mañana para comer.


___________
OFF: Como no vi mucho detalle en el "lanzamiento de judo", me basé en el lanzamiento exterior del judo deportivo; que era uno de los más sensatos para la posición que tenían ambos, igual si no era agradecería más detalle cuando sea algo así.

Esa lanza seguía en mi cuello, no podía voltearme para ver a su dueño. Escuchaba palabras sin sentido, o uniones de letras que no formaban nada ni siquiera pronunciable. Hablaba al revés, de algún modo lo sabía… de algún modo podía enterarme de lo que decía sin entender o ser capaz de procesar nada en mi cabeza. Esa sombra… ese espectro… no hacia otra cosa más que quedarse parado detrás de mí, expandiendo mi sombra o imponiendo la suya hasta desaparecer la mía. Vi el suelo que tenía frente a mí, el sol estaba en el punto donde las sombras apuntarían a la misma dirección en la que yo veía… y entonces pude verlos con claridad: 2 puntos rojos como la sangre que seguramente serían sus ojos. Quería correr y esperar a que todo fuera una mala broma de mi mente… chocar con quien sea o con lo que sea para despertar… aceptaría incluso chocar contra esa mujer extravagante o con la fría… aceptaría cualquier agresión suya con tal de escapar de esta maldita pesadilla despierto pero… esa lanza… sentía su frio tacto aun cuando no era ni lo más remotamente sólido.

Todo comenzaba a oscurecerse y cuando creía que las cosas no podían empeorar… sentí otra voz, acompañada de un extraño y casi ahogador aroma a flores. Era la voz de… ¿de quién…? Creo que de la mujer extravagante… no lo sé… todo se escuchaba confuso… apenas podía diferenciar tonos. Perfectamente podría haber sido Maya quien me estuviera hablando, pero no podría saberlo en cuestión de tonos… pero si por palabras. “¿Te estas muriendo acaso?”: Si; “¿Es que acaso hay un dios de la muerte en las cercanías?”, no con exactitud. Eso quería responder, pero todo era difícil… respirar, mantenerme de pie… todo. Me sentía firme pero inestable… como un títere por poner un ejemplo directo. Estaba en la posición adecuada para mantenerme sobre mi propio peso, pero el mínimo cambio posible podría hacerme caer al suelo incapaz de hacer nada.

Ha… basta… basta… -Sentí por un instante, una mano fría, cubierta de metal pero igual de traslucida que la lanza, alzar mi vista hacia arriba para… ver una especie de cabeza de dragón- ¡…!
… -Me sonrió con malicia y bajo su mano hasta sujetar mi cuello- responde… -ahora hablaba como era debido pero… ¿Por qué? ¿Acaso solo estaba jugando? Quisiera pensar que sí, pero me aterraba pensarlo… esa cosa… si podía jugar así, ¿Cómo haría las cosas en serio?- respóndele a la dama…

Lleve mi mano al cuello intentando que me soltara pero… simplemente lo atravesaba, igual que al aire. Esa cosa… esa visión, no era real, no existía… pero aun así, podía sentir todo lo que estaba haciendo, y mi cuerpo reflejaba sus acciones. Estaba por volver a toser en un vano intento para que me soltara, y al cubrirme la boca, volvió a salir sangre… sentí mi cuello presionado por sus manos como si fuera a aplastarme. Esa cosa… simplemente estaba torturándome, y para colmo, no dejaba de escuchar gritos desesperantes.

Decidí hacerle caso… seguir sus instrucciones… quizás así me dejaría en paz… pero tampoco era capaz de responder a las preguntas que me hacían con claridad… simplemente… no podía. Ese monstruo rio y soltó mi cuello, indicándome las palabras que debería decir… aunque no estoy seguro de nada exactamente… todo era muy confuso… demasiado…

La muerte es un honor en esta situación… y no se trata de un dios, si no del “Caballero”… -la lanza hiso un moviendo para rodear mi cuello- el caballero condenado, que ha despertado… para atormentar a monstruos y humanos…
Bien… ahora, ¿Por qué no intentas entablar una conversación? –Esa cosa rio como si se tratara de un juego- yo estaré aquí… para asegurarme de que no colapses… demasiado rápido