¿un día perfecto? (priv KaguraGr)

El camino era algo largo, el recorrido era una molestia, habían tenido que pasar por entre las plantas, subir y bajar de terrenos elevados, sin mencionar que debido a la oscuridad de la noche, la cual se hacía presente, se les dificulta llegar, la poca iluminación pudiera haber hasta ahora era gracias al aparato que Kagura tenía. Usando la luz de la pantalla de este fue como ilumino el camino, no faltaba mucho, podía escuchar nuevamente las olas del mar.

La fresca brisa se podía sentir e incluso ver a través de las ramas y hojas de la vegetación moviéndose. Sentir aquella fresca brisa provocaba un poco de placer, era una sensación muy agradable después de comer, recordó aquella época de vacaciones de verano junto a sus hermanos, visitaban la playa privada de la familia muy seguido cada vez que se podía ir, construir castillos de arena, caminar por la húmeda arena, buscar conchas y caracoles para coleccionar, incluso ver a su padre pescar, todo esos recuerdos pasaban por la mente de Kagura.

Mizuki también parecía pasarla bien, estar a solas junto a su tamer en una isla, hacia tiempo que no tenía esta clase de momentos tan personales con su tamer, si bien era una digimon con algunos complejos el más destacable es el notable cariño y estima que ella tiene hacia Kagura, devota de que aquel chico llegará lejos, pues es parte de la vision profetica de su más grande maestro, tiene una completa fe hacia él y claro que Kagura ha actuado en base a la confianza que Mizuki le tiene.

Ya casi llegamos - Dijo Kagura mientras se abría paso entre las follaje del lugar. Mizuki se hallaba algo distraída, no apartaba la mirada de Kagura. - Bueno, aquí estamos. - Mencionó mientras paró el paso y observo el lugar.

Observo al chico que habia visto antes, respondió a su saludo levantando la mano. - Hola, Acubens... lindo canto. - Mencionó mientras volteo a ver Mizuki, a quien habia señalado antes.- Ah, ella es Mizuki, una Renamon... con un raro pelaje color plata... aun no entiendo el porque de esto pero creo que es debido a una alteración de sus datos cuando ella llegó al mundo humano a buscarme.- Dijo mientras se acercaba junto a su compañera quien también saludó apropiadamente con total formalidad. Kagura estaba un tanto desconcertado cuando Acubens pidió que tirara toda esa comida que habia recolectado antes, tirarla al mar era una locura, la opción más viable era almacenarla como provisiones por si pasaba algo.

Después de todo, estaban solos en una isla que se movía por sí sola, aun llena de misterios que el chico de pelo plateado quería resolver, y con un digimon al cual quería encontrar para enfrentar. Mizuki no sabía que estaba pasando, miró el rostro de Kagura, dudaba de que hacer, sus miradas se cruzaron un momento, como si ambos se preguntaran qué hacer. Finalmente Kagura tomó la bolsa con la comida tal y como lo pidió aquel chico Acubens y la vacío por completa dejando caer todo al mar.

Bien... no entiendo para que lo pediste pero... hecho, ¿ahora que?.- Dijo al voltear a ver a Acubens mientras Mizuki se asomaba a ver que pasaría con la comida que cayo al oceano.

Kagura se habia sentido algo raro con la explicación sobre la mutaciones raras y los códigos genéticos alterados, los rasgos horrorosos y otros que son atractivos, si bien el mismo chico peli plata, Kagura, era una prueba de ello, detestaba recordarlo, traía viejos recuerdos amargos de cuando era niño y estaba en preparatoria o incluso grados menores de estudio, siempre fue la burla por tener un pelo color plateado, los ojos rojos y la piel tan blanca. Por lo general lo molestaban mucho diciéndole vampiro u otras cosas relacionadas a esas características.

D-descuida. - Sonrió y soltó una pequeña carcajada para evadir esos recuerdos y tratar de recubrirlos con el gusto del momento. Mizuki por otra parte se hallaba interesada en cierto análisis, las observaciones del joven acubens le resultaban interesantes, si bien era algo muy raro de ver una variante de ciertos colores de Renamon, también era rara por la alteración a sus atributos al evolucionar. - Amo Kagura... debería apreciar su propia rareza tambien, despues de todo usted nacio con ojos tan rojos como rubíes y pelo color plata pura, es como si fuese una estatua de gran valor. -Dijo Mizuki mientras observaba fijamente a Kagura.

Kagura no supo cómo reaccionar ante tal comentario, pero agradeció a su compañera y prosiguió seguir escuchando lo que decía para como se mencionó anteriormente seguir sus instrucciones. Tanto tamer como digimon se sorprendieron al ver lo que pareciera ser una enorme boca engullir toda la comida y una gran cantidad de agua del mismo mar, ¿era una visión acaso?, no, era un digimon que jamás había podido ver antes, definitivamente este era uno de los mas raros que han visto, fue entonces que Kagura lo pensó.

¿Y si ese digimon fuese el que el dispositivo habia detectado antes?, la razon por la cual no podían encontrarlo seria que ya estaban sobre él, fue en verdad un espectaculo increible de presenciar.

¿En verdad crees que eso sea posible? - Pregunto el chico peli plata mientras trataba de procesar en su mente aquello que habia visto, en los registros de su dispositivo no encontraba informacion alguna sobre esa criatura. Era en verdad sorprendente no solo por su tamaño sino por la form en que era, una especie de ballena que tenia funciones de isla, una coraza de roca y tierra solida que permitiera crecer vegetación, incluso proveer agua dulce por medio de una cascada y un río que desembocaba al mar el cual surcaban. Observo a Mizuki aun incrédulo sobre lo que pasaba.

Mizuki por otra parte asintió respondiendo a la duda que se notaba en la mirada de su tamer, afirmo que era posible la existencia de una criatura así, pues con el paso del tiempo cada vez eran mas extensas las especies de digimon y sus variantes. Kagura llevo su mano al rostro y suspiro profundamente tratando de encontrar calma en un pequeño momento de meditación, dudaba poder contra algo tan enorme, esto era un adiós al intento de batallar contra esa cosa, simplemente estaban fuera de su liga, pero el viaje tampoco fue por nada, pues no sólo descubrieron a una nueva especie de digimon, sino que también hicieron un nuevo amigo, si es que se le pudiera llamar amigo a una persona que recién conocen.

Bueno, supongo que esto es un adiós al intento de cazar digimon fuertes para absorber datos... si es posible que esta cosa nos lleve a otra parte... digamos, a tierra firme, espero que sea un lugar donde al menos pueda enfrentarme a digimons a los cuales Mizuki pueda absorber sus datos. -Decía Kagura un tanto decepcionado pero con una pequeña sonrisa de optimismo, mientras su compañera solo asentía y cerraba los ojos por un momento, para meditar.

Kagura habia quedado desconcertado por la propuesta de aquel chico, no sabia si reir por la gracia que le daba o simplemente agradecer, pero fuera cual fuera el resultado sería el mismo, si buscaba batalla contra alguien, era contra un digimon salvaje, necesitaban las todos los datos que pudiera absorber para avanzar y ser más fuertes, Mizuki necesitaba batallar contra otros digimon, es su naturaleza después de todo, batallar contra un tamer no era opción, Kagura contuvo su ganas de soltar una pequeña risa y agradeció el gesto de una manera un tanto formal.

No, no es necesario eso, a decir verdad si buscábamos batalla pero... batalla contra digimon salvajes, no contra otros humanos, veras, estas criaturas llegan a evolucionar tras batallar contra otra criatura digital y absorber sus datos, así es como consiguen poder poco a poco hasta poder ser capaz de evolucionar a su siguiente nivel, por eso mismo cazo algunos digimon salvajes fuera de control.

Explicó aquel chico peli plata mientras pensaba mirando fijamente al horizonte. - Ojala y lleguemos a algún lugar donde haya esa clase de criaturas, no me gusta la idea de tener que acabar con digimon inofensivos para tener que recolectar datos.

Observando el acontecimiento algo incrédulo, su mirada cambio a una un tanto más sombría, sonreía placenteramente, como si dentro de su mente ya estuviera arrancando los digicore de los cuerpos digitales de aquellos invasores, no era solo algo conveniente para joven peli plata, también para su compañera quien necesitaba absorber las datas de aquellos digimon que pudiera, no habia motivos por el cual contener esa sed asesina que llevaban controlando desde ya unos días desde su última batalla.

Observó a su compañera y con un solo gesto de su rostro, entendio que habia llegado el momento de actuar como en cada batalla, Mizuki desapareció entre las sombras ocultandose mientras que Kagura colocó sus manos en los bolsillos de su pantalon y comenzo a caminar tranquilamente como si nada malo ocurriera. - Vaya golpe de suerte... supongo que después de todo si valió la pena aventurarse y llegar hasta este sitio, bueno, no se que vayas a hacer pero en lo que a mi respecta iré a dar una muy buena bienvenida a nuestros invitados.

Poco a poco el chico peli plata se aventuraba cuidadosamente entre la espesa flora del lugar, ocultandose, esperando atacar en un momento preciso a las criaturas más pequeñas, finalmente se oculto dentro de un arbusto con alimentos, con el tiempo una de las criaturas más pequeñas se acercó, y mientras Kagura lo distraía con el movimiento de y ruido de las hojas del arbusto, Mizuki aprovecho para aparecer por la espalda del enemigo y dar un golpe certero a la parte trasera de su cabeza, noqueandolo en un instante.

Mizuki habia sido tomada por sorpresa debido a aquel ruido, pero como una digimon experimentada en combate cuerpo a cuerpo y en el uso de las artimañas, cambio de lugar con uno de los Divermon, el cual recibiría los 5 arponazos en lugar de ella, gracias a la habilidad para percibir a los digimons en su entorno y otra con la cual usar clones o con la cual intercambiar de lugar con su oponente, su tamer, quien seguía oculto, observando la batalla siguiendo a su compañera, procurando no llamar la atención. Mizuki por otra parte nuevamente llego a donde se hallaba otro de los Divermon, esta vez atacó de frente, con una serie de rapidos y ponentes rafagas de patadas, para después observar a los otros, corrio rapidamente rodeandolos y sin que se dieran cuenta que habia creado 2 clones de ella, para posteriormente atacar a las criaturas que ya no podían atacarle, pues habia gastado el arpón al lanzarlo como proyectil.

Cada clon atacó al mismo tiempo a ambas criaturas anfibias, usando sus garras para desgarrar la piel escamosa y babosa de estas, permitiendo que se empezaran a descomponer en datos. - Tienen fuerza de un nivel Rookie.... lo más probable es que sea por eso mismo que se meten contra estos digimon nivel Baby II evitando pelea con otros de mayor nivel. -Decía Mizuki tras analizar la situación, absorbió los datos que pertenecían a aquellos digimon y posteriormente avanzó cautelosamente esperando a que su tamer le siguiera el paso.

Apenas sintió el roce de un arpón en su brazo, Kagura dio un grito de dolor, tuvo un golpe de suerte definitivamente, la herida no era tan grave pero si dolorosa, fue así como el tamer harto de estar escondido y de aquellos digimon que se atrevieron a atacarle, tomo su dispositivo y unas cuantas cartas que tenia guardadas en el bolsillo de su chaqueta. Mizuki escuchó el grito de su tamer, fue justamente el grito lo que la interrumpió, pues estaba golpeando varias veces a otro de esos debiluchas criaturas que se aprovechaban de algunos pequeños que habitaban la isla, escucho justamente aquel grito después de volver datos a su rival.

No tardo mucho para levantarse y desvanecerse entre las sombras para justamente aparecer de entre las sombras en una posición cercana a donde se encontraba su tamer, una vez reunidos de nuevo, tamer y digimon se preparaban para batallar nuevamente juntos. Kagura tomo una carta azul y la paso a través del lector del dispositivo, logrando que Mizuki, su Renamon, pasara a su etapa adulta, Kyubimon. - Ya me tienen harto malditas sabandijas... ahora no le perdonaré la vida a ninguno. -Dijo el tamer furioso mientras pasaba una segunda carta. - Cambio de carta: ataque "A" de Phascomon... Evil Snore. - Una potente y poderosa onda de energía se comenzó a expandir, uno a uno, los pequeños digimon que estaban asediando la isla fueron cayendo al suelo profundamente dormidos, después de esto, Mizuki utilizó uno de sus ataques el cual generaba llamas al girar sobre si misma y fue incinerando a uno por uno, hasta acabar con todos.