Re: All I See [Priv. Elluka Clockworker]

por **Elluka Clockworker** Vie Jun 23, 2017 7:26 am

Elluka

Me removí un poco al notar el repentino entusiasmo de Zack al escuchar de los Union Savers, incluso el fulgor de sus ojos crecía con cada palabra exponencialmente. Tragué saliva por un srgundo, y me reincorporé al siguiente, justo a tiempo para poder discernir entre la explicación con respecto a la marca del Yukimi Botamon.
-Yuki, ¿eh? -Pronuncié para mí misma, haciendo trabajo para no olvidar el nombre de aquél compañero digimon. Me giré un momento, y al ver la mueca de Aleron, sabía que estaba dando el buen visto a su respuesta. Me parecía bastante aceptable también. Después de todo, lo más probable era que también fuera un DigiTama de experimentación.

En cualquier otro caso mi primera reacción hubiera sido encarcelarlos y hacerles pruebas médicas. Sin embargo, ese brillo lleno de ilusión en sus ojos me doblegó. Era casi como ver un espejo a mi yo de hace unos años, hambrienta por respuestas. Quizás este niño es una oportunidad de expiar mis pecados. Yggdrassil me está dando una oportunidad de redimirme. Pensé con gran fantasía. Me froté el entrecejo, tratando de ocultar mis rojizas mejillas, y carraspeé para recuperarme.
-Mi clan... -Medité un poco. Hubiera sido mucho más fácil hablar del Metal Empire, de ellos podría parlotear horas y horas. En cambio, siempre me había costado definir y, sobre todo, vender correctamente mi clan a los nuevos tamers. -Ya lo dije, somos una fuerza militar... O algo así. Somos... Ahm... Una autoridad. -Sentencié, un poco más segura de mi respuesta. -Los Union Savers buscan el balance entre el mundo humano y el mundo digital, y de paso velamos por la justicia. -Comencé a caminar, y me posé al lado de mis dos digimon acompañantes, buscando un refugio ante mis temores. La verdad es que comenzaba a dudar sobre si realmente peleaba por aquellos ideales, o si lo que daba era una respuesta de libro. -Nos conforman cuatro grandes grupos: las Bestias Sagradas, los Ban-tyo, los Sagrados Ángeles, y los Olímpicos. Todos están unidos por el mismo propósito, y la base central está en Ciudad Central. -Miré al cielo, esperando no haber saltado nada. Comenzaba a sentirme un poco incómoda, así que busqué una salida rápida. -Por ahora estamos de misión, ¿te parece bien si te envío al CG para que calmes tu sed de respuestas?

por Invitado Dom Jul 23, 2017 4:16 am

{Narrador}

No sabía el porqué de su reacción, pero fue como si algo dentro de sí mismo lo hiciera avanzar, mientras sus ojos brillaban, para apartar su normalmente tímida actitud para actuar e interrogar a la mujer. Sus manos temblaban en emoción, también en nerviosismo.

Temía que la de cabellera rosada retrocediera, que hiciera como si nunca hubiera hablado con él, pero no mostró miedo en su mirada. Es más, sus brillantes ojos azules encararon los ciruelos de la mujer, con una convicción que el chico nunca experimentó.

Notó como la mujer se movió en su espacio, antes de murmurar algo a sí misma, para volver a ver al de cabello castaño, quien aún mantenía aquella mirada esperanzada. Después de todo, la relación de aquella organización con su creación, aún estaba en el aire.

Ella parecía divagar en su mente, buscando articular palabras para expresarse, mostrándose insegura con cada palabra, como si apenas pudiera reunir las palabras necesarias para saciar la curiosidad del de ojos zafiros. El chico notó esto. ¿No era una figura política? — Pensó él, mientras su expresión no cambiaba, aparentando no fijarse en el tono indeciso de la mayor.

No podía ser nueva, ¿cierto?

Eso último lo perturbo, pensando que divagaba mucho, y quizás se metería en algo que era recomendable mantenerse alejado. Pero él era curioso. Terminó por no indagar en eso, no quería verse envuelto en dilemas políticos de un mundo tan extraño como este.

Asintió ante la oferta de Elluka. Ir al cuartel general de aquella organización le pareció lo más adecuado, después de todo, parecía que ellos ya se hallaban en otra cosa de mayor importancia.

Si, el mismo se restaba importancia.

El movimiento de su compañero lo sacó de sus pensamientos.

—Bien, señorita Elluka. — Respondió finalmente, mientras el viento soplaba y sus ojos brillaban de manera más tenue. — Acepto su oferta.