Capitulo 2: Una pregunta, una respuesta, Un destino [Libre]

Rebotaba sobre la acera hacia a la afueras de la ciudad donde había visto la posada, cerca de la salida al bosque  mientras pensaba en voz alta   sin darse cuenta de su alrededor  con toda tranquilidad.

-hmm supongo que si mañana  voy de regreso con los  guias del bosque me puedan guiar a  algún otro lado en el que pueda ayudar forjar mi propio destino. Quizas podría volverme guía del bosque o no se, pero seguro la cosas se pondrán mejor de ahora en adelante.-

Me decía a mi mismo alegremente mientras rebotaba por allí. Hasta que de repente “tropecé” con algo haciendo que me me desconectara de lo que estaba pensado,  haciendo que la bolsa de frutas se callera de mi cabeza casi podia ver en cámara lenta como estas caian   y sin mas esta fue tomada antes de hacer por una de las garras de un gazimon, uno de los que me había seguido sin que yo me percatara mientras pensaba en mis cosas  y no prestaba atecion a mi alrededor.

Este mismo sonrió  y dijo –Fiu  estuvo cerca- por un segundo me sentí aliviado pensando de que se trataba de otro digimon que  solo quería ayudarme  por lo que sonreí un poco al ver que no se habían caído las frutas, pero entonces note que con me había tropezado se trataba de otro gazimon por lo que  rápidamente  dije –Disculpe , no era mi intención- Los gazimon se voltearon a ver  mutuamente con una sonrisa  y sin mas  se rieron para después salir corriendo.

 Pero que ingenuo había sido al pensar de que se trataban de digimons bueno que querían ayudarme, esos me habían seguido únicamente para aprovechar la oportunidad de arevatarme las frutas que la humana había sido tan amable de  regalarme por un segundo  me sentí triste con ganas de llorar por la impotencia gritándoles – No, no, no, esa son mis frutas…- Baje las ojeras entristesido pro la situación cuando recordé las palabras de aquel strabimon  que no ayudo a mi y a labramon a  llegar hasta la ciudad central “Aquel que no  lucha por sus ideales, no tiene derecho a tener los mismos”. Fue entonces cuando me llene de valor y comencé a percegirlos lo mas rápido que podía, hasta que finalmente les perdí de vista justo hacia la salida del bosque… ya había obscurecido… y el camino se veía mucho mas peligroso de cuando había venido…

-Creo que seria mejor dejarlo asi…no se… ¿allí? ¿ahora?...-

dije mientras mire la obscura entrada   al bosque  bastante temeroso, a decir verdad  estaba empezando a  tomar la decisión de no seguir hasta que en el fondo escuche las risas de esos gazimon  que provenían del bosque, esto hizo que lebantara las orejas al identificar el sonido,  respire y me llene de valor para  comenzar a adentrarme en el bosque no muy seguro todavía de  porque los seguía diciéndome a mi mismo mentalmente ”Solo es una bolsa con frutas, que se la queden tu vida vale mas…” Pero a pesar de eso continuaba buscando en aquella noche de luna llena  aunque sin duda era hermosa a la vista…a mi me comenzava a parecer tenebroza tomando en cuenta mi tamaño segui las risas y comentarios que se escuchabas diciendo  

-Lo vez  fue como quitarle un dulce a un bebe, literalmente hahaha-
-Viste  la carita que hizo cuando agarre la bolsa  que ingenuo, hahaha bola de pelos tonta-
-y luego “esas son mis frutas jajaja mejor se hubiese quedado en la guardería-
- hey dame esa manzana-
- No es mia-
- Hay muchas en la bolsa de ese ingenuo dame una-
- el plan fue mio, por lo que la mas grande es mia-

llegue a un claro donde pude distinguir claramente  a los gazimon discutiendo   por las frutas que habían en mi bolsa aunque me escondí en los matorrales para que no me vieran  en este punto no sabía que hacer… ello eran 2 y yo solo era una bola de pelos.

“Tal vez si…No, no, ellos se robaron mi bolsa. Es obvio que no querían devolverla por las buenas… pero, entonces…¿Qué hago?….”

Me quede pensando un segundo  cuando  note  que tal vez podía  recuperar mi bolsa mientras no se daban cuanta y discutían así que e escabullí entre las hierbas lo más silencioso posible hasta  que al estar  en la mejor posición posible y con mi cola trate de tomar lo que quedaba en la bolsa estaba muy nervioso  cuando de repente note que  me habían descubierto… mi instinto fue simplemente tomarla bolsa y salir huyendo  pero en el intento  el gazimon mas cercano logro agarrarme  así que sin pensarlo lo mordí lo más fuete que pude. Este grito de dolor agitando su mano de un lado a otro conmigo en ella diciendo.

-AAAAHY!!! Maldita bola de pelos  ahhhhh quítalo quítalo –

Sin mas lo solte y me dispuse a  huir nuevamente  mientras  eso pasaba  el gazimon que había mordido le dijo al otro:

-¿Que estas esperando’? persíguelo Tonto!!!-

Sin más  los gazimon comenzaron a perseguirme por el bosque haciendo un gran alboroto esto no había salido  como lo pensé. A decir verdad me estaba arrepintiendo de hacerlo pero rebotaba lo más rápido que podía  con la bolsa  mientras era perseguido mientras los gazimon decían



-Cuando te atrape maldita bola de pelos,  me las vas a pagar-

Las voces y amenazas se escuchaban cada vez más cerca  y yo  rebotaba deseperado sin saber a dónde ir  tratando de escapar de ellos

¿Hoy toca... un bosque?- preguntó Shin mientras el trío conformado por el dinosaurio azul, el carmesí llamado Hiro y el Tamer del primero, llamado Hepokomaru caminaban por la oscura arboleda. Los tres portaban sendas antorchas creadas con un paño húmedo, unas ramas más o menos gruesas y un poco de fuego que había expulsado Hiro momentos antes. La vestimenta de Hepokomaru consistía en una camiseta de manga larga de color blanco, unos pantalones militares y unas botas de color marrón verdoso, que complementaban bien con sus pantalones. Asimismo, una enorme mochila descansaba en su espalda, del mismo color que sus botas.

Efectivamente- asintió el chico de cabellos puntiagudos y plateados mientras sujetaba la antorcha con su mano derecha y la movía lentamente tanto para ahuyentar a posibles Digimon salvajes que temiesen a dicho elemento, algo normal en un bosque, como para alumbrar el camino que se abría ante ellos. Al igual que en el Mundo Real, los bosques por la noche eran realmente oscuros y, en cierto modo, aterradores. No se podía saber si, de un momento a otro, podía aparecer un ser que les atacase. Pero para eso estaban allí ambos Digimon.

¿Otra misión del clan?- preguntó Hiro, con su inocente vocecilla, mientras jugueteaba con su antorcha y caminaba de una forma boba, como si de un niño pequeño se tratase.

No- negó con la cabeza el joven humano- Esta vez me apetecía explorar este bosque. Y vosotros estáis aquí como mis guardaspaldas- reveló el chico de cabellos puntiagudos mientras una mueca burlona se dibujaba en su sonrisa.

Es decir, que para un día libre que tenemos, tenemos que hacer lo mismo de siempre... Trabajo de campo, investigación y demás... ¿No?- dijo el Digimon azulado, deprimido mientras su mano se aferraba a la antorcha.

Correcto. Pero he oído que en este bosque hay fruta deliciosa, por lo que si me ayudáis, no tendré ningún reparo en indicaros la zona.- el chantaje de Hepokomaru era más que evidente. Sin embargo, surtió efecto en los Digimon, quienes se miraron y se dispusieron a ayudar a su amigo, especialmente Hiro, quien era el que más hambre tenía- Ventajas que tiene revisar los archivos del clan

Tras unos minutos caminando, pudieron vislumbrar una fogata a lo lejos y unos gritos. Podían distinguir dos voces que parecían estar peleándose entre sí o con una tercera forma de vida. Como el joven curioso que era, Hepokomaru no pudo evitar seguir aquellos gritos, encontrándose en el camino a un pequeño Digimon con forma de bola de pelos y una cola. También eran característicos los tonos azulados de su pelaje, así como la enorme M en su frente. Este ser se pertenecía a la especie de los Wanyamon y parecía tener una bolsa llena con diversas frutas. Asimismo, parecía estar huyendo de dos Digimon con aspecto de conejo, quienes le perseguían. Hiro y Shin se interpusieron entre ellos dos y el Digimon bebé, preparándose para atacar, no sin antes entregarle las antorchas a Hepokomaru.

V-Mon Head!- Shin, de la especie de los Veemon, utilizó sus piernas como propulsores y se lanzó hacia el Gazimon que parecía tener una marca de un mordisco, golpeando con su cabeza hacia el estómago del Digimon mamífero.

Rock Breaker!- impulsándose con su robusta cola de color escarlata, Hiro, de la especie de los Guilmon, se lanzó contra el segundo Gazimon, golpeándolo con su garra derecha. Ambos Digimon conejo cayeron hacia atrás, escapando nada más levantarse, con el rabo entre las piernas, como se solía decir.

¿Estás bien, pequeño?- preguntó el chico de cabellos plateados, devolviéndole las antorchas caseras tanto a Shin como a Hiro, quienes se preocuparon también por el Digimon bebé.

Tras revotar  con tanta desesperación peri el equilibrio de la bolsa de frutas sobre mi cabeza haciendo que “tropezara”  haciéndome rodar un poco más, mientras las frutas caían a unos centímetros por un segundo pensé 

"¿Hasta aqui... quede?...Esto es el fin..." Fueon las palabras que pasadon por mi mente mientras  via como los gazimon se abalanzaban contra mi y entonces
que esos gazimons  me atraparían cuando de repente  entre las hierbas y la obscuridad del bosque  2 digimons más salieron ayudarme.

Ambos parecían dinosaurios  solo que uno era azul y otro  rojo, estos  ahuyentaron fácilmente a los gazimons, parecía que  al verse en desventaja salieron huyendo  cobardemente…aunque para mi tratar con digimons así era mucho más difícil. Aún  era pequeño;   una blanda y peluda pelota con cola, esto me entristeció un poco. Entonces un humano se acercó a mi preguntándome si estaba bien, parecía tener alguna especie de relación con los otros dos digimos dinosaurios por lo que de momento no le temí. Este tenía un característico pelo blanco que reflejaba bastante  la luz de las antorchas… "acaso los digimons y lo humanos debían estar juntos?"... en el poco tiempo que estaba en el digimundo  había notado que había muchos digimons independientes… aunque, había otros más resaltantes que siempre  iban acompañados con humanos por un segundo parecí perdido en mis pensamientos así que respondí un poco nervioso..


-¡Aaa!  Si perdonen la molestia, muchas gracias por  ayudarme. Soy wanyamon... y ¿quienes son ustedes? –


Agradecí  cortésmente haciendo una reverencia  un poco leve y después de haber hecho esto mire las frutas tiradas para recogerlas diciendo

-Hay no, las frutas que me obsequiaron…*suspire con una mirada un poco triste* A este paso no quedaran ningunas para cuando llegue con los otros-

 tras decir esto trate de ponerlas en la bolsa de nuevo, para que mientras lo hacía preguntarles al humano y a esos digimons, en un tono inocente y curioso.

-y ustedes que hacen por aquí?-

Pregunte curioso aunque sabía que aún no sabía en qué parte del bosque estaba…tal vez podría pedirles ayuda a ellos  aunque me sentía un poco inútil,  aunque afortunado, por alguna razón siempre había alguien que me ayudara, aunque  por alguna razón seguía sintiendo un poco de vacío, como se suponía que ayudaría a los digimons del bosque si no podía ni siquiera cuidarme a mí mismo, nuevamente me quede un poco perdido en mis pensamientos mientras esperaba una respuesta.


OFF: Perdona la gran demora  tuve algunos asuntos que atender y no  se me daba algo bueno que responder espero   responder a la brevedad la proxima vez.

Tanto el muchacho de cabello plateado como sus dos prehistóricos amigos sonrieron al comprobar que el Wanyamon se encontraba bien. Al parecer esos Gazimon habían tratado de robar las piezas de fruta que en esos momentos el pequeño Digimon estaba recogiendo y devolviéndolos a la cesta, no sin antes preguntar qué estaban haciendo allí sus rescatadores.

¡Buscar comida deliciosa!- intervino inocentemente Hiro, mientras daba pequeños saltos de alegría. Su actitud, desde luego, era el mismo que el de un niño al que iban a premiar con un regalo o juguete nuevo debido a su buen comportamiento.

Entre otras cosas, sí, hemos venido a por comida- Shin intentó explicarle al pequeño Wanyamon qué era lo que estaban haciendo allí, pero fue interrumpido por su compañero humano.

Estábamos investigando una cosa... Aunque claro, es algo sin importancia- mencionó el chico, ayudándole a recoger el resto de las frutas a aquella bola de pelos- Ah, perdón, yo me llamo Hepokomaru y estos son Shin, mi compañero Digimon y miembro de la especie de los Veemon e Hiro, un amigo nuestro y miembro de la especie de los Guilmon- en primer lugar se presentó a si mismo, seguido por el Digimon de color azulado y el de color rojizo, por último- ¿Y tú? ¿Qué hacías aquí sólo y de noche?- le preguntó al pequeño Digimon peludo mientras observaba a su alrededor y alumbraba con la antorcha improvisada- Deberíamos dirigirnos al pueblo más cercano, las antorchas se apagarán pronto

¿Y cómo pretendes que lo logremos? Porque, honestamente, no recuerdo dónde estaba el camino de vuelta...
Eso nos pasa por desviarnos- preguntó Shin mientras suspiraba y se rascaba la cabeza, preocupado por las decisiones de su Tamer.

Hiro puede olfatear el poblado más cercano, Hiro puede poner a sus amigos a salvo- nuevamente, con su tono de voz infantil, el Digimon de color carmesí intervino en la conversación, ofreciéndose a llevarles a un lugar seguro.

Cierto... No me acordaba de esa habilidad tuya...- Shin parecía estar sorprendido no de las habilidades de su compañero, sino de no haberse acordado de las mismas.

Pues no perdamos más tiempo- el chico sonrió, mientras Hiro le entregaba su antorcha y se inclinó hacia delante, olfateando el suelo y siguiendo el rostro que les conduciría hacia el poblado más cercano, como si fuese un perro de presa perdido que vuelve a su hogar.

Al escuchar su respuesta no pude evitar pensar que bromeaban  comida a esta hora?... en mi poco conocimiento no sabía si había algo en especial que pudiesen encontrar por la noche en el bosque…  aunque el saurio rojo parecía emocionado por el tema el otro más bien parecía  fastidiado, entonces el humano interrumpió antes de que digiera algo más  comentando que  investigaban  algo aunque no tenía mucha importancia según el… “Si no es algo importante por que investigan” pensé par mí mismo para después escuchar la presentación del joven y sus acompañantes, por lo cual respondí cordialmente con una sonrisa, de forma alegre.
 
 – Es un gusto… así que el rojo es un guilmon y el azul es un veemon-


Comente  un poco ignorante aun de las especies entre  digimons,  después de esto, el chico paso a preguntarme que hacía en el bosque por lo que reí un poco nervioso y respondí.


-Bueno yo  estaba en ciudad central  cuando entonces esos gazimon robaron la comida que tenia de regreso a… la reunión de unos amigos… pero al robarme  mis frutas...Pues… no tuve de otra que tratar de recuperarla ... y  bueno los segui al bosque,  pero ahora estoy perdido.. no se ni donde estoy–


Baje las orejas un poco triste ya que a decir verdad no tenia  lugar a donde ir, aunque el plan era regresar con los guias del bosque. Entonces escuche como el chico proponía  irse ya que la noche era peligrosa en el bosque  y que era mejor ir a un lugar seguro, pero el saurio azul dijo que ellos tampoco tenían ni idea donde estaban esto parecía haberse tornado peligroso… entonces el guilmon dijo algo  de que podía olfatear de vuelta a algún poblado a lo cual me pregunte “Podre también yo hacer eso?, quizás a eso se refería  gabumon  aquella vez que me guio  hasta ciudad central” me decía mentalmente a mi mientras trataba de olfatear algo.. sin mucho éxito  aunque parecía que el guilmon  si podía esto parecio soprender al veemon, pero más bien parecí  sorprendido de lo olvidadizo que era, sin más el humano propuso que nos apresúranos…a lo que dije un poco tímido aun sin seguirlos

-Pu….puedo ir con ustedes…La verdad no… no se como regresar -

Por un momento espere a que me digieran  que si mientras  me quedaba un poco atrás, no estaba acostumbrado a tomar muchas decisiones por mi sin que salieran mal, o al menos eso pensaba con respecto con esto de seguir a los gazimon por el bosque. Aunque tampoco quería ser una carga para el humano y sus compañeros...

Siertamente no sabia que tan lejos llegaria o donde terminaria pero seguro  que seria mejor ir con ellos que  perderme de noche solo en el bosque...  aunque aun me preguntaba porque  lso humanos y los digimons parecian sera tan buena combinacion... parecia ser algo que tenia que pasar en la vida de un digimon en algun momento, quizas por eso sentia ese vacio en mi?... como habia dicho esa humana en ciudad central.. alomejor en mi futuro estaba  conocer a alguin humano y ser su compañero... pero como lo sabria?, no estaba seguro pero solo el tiempo podria darme estas respuestas, por lo que lo mejor por ahora esa ir con ellos y si podia aprender un poco mas acerca de esta relacion entre humanos y digimons. 

Por supuesto que puedes acompañarnos- sonrió el chico al pequeño Wanyamon mientras asentía con su cabeza llena de cabellos puntiagudos.

No te hemos salvado para dejarte tirado ahora, ¿no crees?- sonrió Shin, el Digimon de color azulado mientras seguía a su amigo que seguía olfateando el suelo y continuando con su marcha, moviendo las pequeñas orejas que tenía, intentando captar algo que se encontrase fuera de lugar- He de decir que el bosque por la noche es verdaderamente siniestro...- mencionó el Veemon mientras hacía lo mismo que su Tamer y miraba en todas direcciones, alumbrando con su antorcha, todo ello mientras seguían el paso de aquél dinosaurio de color carmesí.

Debemos tener cuidado de que esos dos Gazimon no vuelvan tras nosotros... ¡Aunque seguramente somos mucho más fuerte que ellos!- ésto último lo dijo en un tono de voz mucho más fuerte, aunque no tanto como para acercarse a un grito, sino lo suficientemente alto como para que cualquiera que se encontrase cerca de ellos pudiesen oírlo, fuesen los Gazimon o cualquier otro Digimon- Perdona, ya me he enfrentado a un Gazimon antes. Son Digimon cobardes, al menos el que yo conocía, que atacarán por la espalda sin dudarlo. Si saben que estamos alerta, no nos atacarán y seguirán escondidos... Pero probablemente sepan donde vamos e intentarán vengarse- advirtió Hepokomaru mientras se seguían acercando al poblado, al que llegaron al poco tiempo.

El poblado no era muy grande. Había varias casas construidas con, principalmente, madera recolectada de los árboles que se hallaban en los alrededores. Los Digimon que vivían allí tampoco parecían ser de un nivel más avanzado que el nivel Champion, aunque, honestamente, había muy pocos Digimon que perteneciesen a dicho nivel evolutivo, más allá de un Leomon, un Igamon y un Kiwimon. El resto se trataba de Digimon en etapa Rookie, como Elecmon o Mushroomon y de ambas etapas Baby, como Botamon, Punimon, Motimon o Yokomon. Una vez allí, Hepokomaru se encargó de apagar las antorchas, pues el poblado ya estaba lo suficientemente iluminado como para malgastar dichas fuentes de luz. Mientras tanto, Shin se acercó al Leomon, que parecía ser el líder de la aldea.

Perdone, somos viajeros y nos ha caído la noche encima, ¿le importaría que nos quedásemos en la aldea a dormir? Sólamente sería esta noche, no queremos causar problema alguno. Mañana por la mañana retomaremos nuestro camino-- el Leomon parecía llevarse una de sus manos al mentón, como si estuviese pensando en si debía o no acogerlos- Necesitamos un lugar en el que ese Wanyamon se sienta a salvo. Ha sido atacado por un par de Gazimon, quienes le han intentado quitar la comida y ahora está asustado y busca protección, al menos, por una noche- suplicó el Veemon, para, al fin, comprobar que el Leomon asentía con la cabeza, dando su consentimiento de que los visitantes podían quedarse a dormir. El Veemon se volvió hacia Hiro, Hepokomaru y el Wanyamon y les levantó el pulgar de su mano derecha mientras sonreía, en señal de que tenían permitido la estancia en ese lugar.

Sabiendo o no el joven humano  junto con sus acompañantes  habían acertado en el clavo al pensar que aquellos gazimon no se darían por vencido,  e intimidados por las frases del humano y lo alerta de aquel veemon. Obligándolos a tomar  un decisión que tal vez  provocaría lo contrario a lo que el joven  y sus compañeros poniéndolos en más peligro de lo que aparentaba la situación.

El gazimon con la mordida de aquel wanyamon   había despertado una ravia hacia el mismo  diciéndole con coraje a su compañero  a una distancia segura mientras  habían seguido a sus presas  hasta aquel pueblo cubiertos por la obscuridad de la noche.

 –No tenemos de otra tendremos que pedirle a la jefa que  se encargue de ese humano y sus amigos.  Pero ese enano… me las pagara- 

Su compañero  comento un poco asustado por lo que estaba proponiendo  -Pero ya sabes que a la jefa no le gusta que la estén molestando, seguro nos rebanara en pedacitos- Despues de esto el primer gazimon  le contesto a su compañero como teniendo un plan – si pero lo que mas adora la jefa es  quitarle cosas a  indefensos en el bosque, estoy mas que seguro que nos ayudara-

Finalmente  ambos rieron entre dientes un poco mientras estos  se encontraban escondidos entre los arbustos  cercanos a la salida del bosque al pequeño pueblo en el que se guarecerían  el grupo una vez asegurándose de esto  se movilizaron a lo profundo del bosque.

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Por otra parte este sonido había hecho que el agudo oído de wanyamon se alertara mirando pro un segundo  hacia el bosque, no   sin antes ser llamada su atención por  el veemon  que decía  en una forma de plegaria y de forma un poco exagerada en cuanta a la situación del mismo.

-ahhhh…. -

Traten de decir sin lograr  salir ni una palabra el pequeño wanyamon  muy sonrrojado y apenado por lo cobarde que parecía  ser, para después  decirle a aquel leomon hacercandome un poco.

- No queremos causarle ningún inconveniente –

Irónicamente esto mismo hizo que leomon accediera a que el grupo se guareciera en el pueblo  ascendiendo con la cabeza,  a lo cual e  veemon hizo una expresión de aparente Victoria con su mano con un pulgar hacia arriba, para después el leomon comentase  -Por aquí. Les indicare donde podrán quedarse- para después simplemente  avanzar  hacia una pequeña choza de madera –saben, son el 2do grupo esta semana reportando un caso así, si continuarán  por esta zona anden con cuidado- Le comento el leomon situándose a la entrada de la choza al humano, como una especie de advertencia aunque el pueblo parecía estar muy tranquilo a cargo de leomon, ya que los pocos digimons de allí parecían  platicar y convivir cerca de una fogata que se encontraba en el centro de la aldea con unos troncos a su alrededor  en forma de asientos.

-Menos mal que leomon cuida el lugar  ¿no? –

Dije sonriente y bastante mas tranquilo mirando a  el humano sin despegarme mucho del grupo rebotando sin estorbarles claramente, ya que parecía mas confiado y alegre aunque por mi cabeza aun me pasaba aquella pregunta acerca de  la relación entre humanos y digimons.

Por lo que espere un rato y un momento más tranquilo, mientras compartía un poco de ls frutas que llevaba y había podido recuperar gracias a ellos diciéndoles de forma amable.
 
-No tengo mucho para agradecerles  su ayuda en el bosque así que pueden tomar de mis frutas como pago si gustan -

Poco después de eso mientras comían  me acerque al veemon un poco y preguntándole de forma curiosa   y un poco nervioso.

- Y ustedes que … son compañeros de los humanos, ¿porque lo hacen?... Lo hacen ¿Porque es divertido?, o ¿porque hay alguna otra razón?-

sin mas espere un mirando un poco hacia a la bolsa con frutas recordando por unos momentos aquel encuentro con la otra humana hace poco en ciudad central, ya que si bien me había ayudado  aún tenía muchas dudas de el porque los digimons existían y cual eran su función realmente y porque algunos iban con humanos y otros no, no sabría cómo reaccionarían lo presentes pero… no planeaba quedarme con las ganas de preguntar.


PD: perdona si no espesifique en este post que mas haran los gazimon solo que senti que ya me estaba colgando un poco.

OFF: No te preocupes ^^

ON: Así que el segundo grupo que reportamos un caso similar...- el Veemon se llevó una de sus manos hacia su mentón, mientras que el Leomon asentía y conducía al grupo hacia la choza donde se hospedaría el grupo conformado por Hepokomaru, el Wanyamon y los dos Digimon reptiles de colores azul y rojo.

Habrá que tener más cuidado del que pensabamos en un principio...- el chico se cruzó de brazos, pensativo mientras observaba el interior de su casa. Era simple, hecha de madera y con las cosas más básicas en su interior: un inodoro, una pequeña cocina, un diminuto salón y un dormitorio con varias camas, situado al lado del cuarto de baño- - aún así, sigo pensando que no son gran cosa, no os preocupéis- sonrió el chico, dirigiéndose hacia el salón, acompañado de sus amigos.

La sala era sencilla. Había varios troncos de madera situados alrededor de una mesa, hecha también del mismo material natural, aunque mucho más liso. Una vez allí, el Wanyamon ofreció sus frutas como recompensa por haberle ayudado, ante lo que Hiro se lanzó a meterse una de ellas en la boca en su totalidad.

Itadakimasu!- gritó el Guilmon con la fruta en la boca, mientras trataba de masticarla y comerla entera.

Mira que eres bestia...- suspiró el Veemon mientras masticaba con lentitud un trozo de su fruta, mirando después al Wanyamon- Gracias, está deliciosa- agradeció el Digimon azulado, mientras ladeaba su cabeza al escuchar la pregunta de Wanyamon- ¿Por qué estoy con Hepokomaru?- preguntó Shin mientras se rascaba su mejilla y se encogía de hombros- Supuestamente, Yggdrassill, nuestro Dios, elige a varios Tamers, como Hepokomaru, para solucionar los problemas del Mundo Digital. Yo he sido elegido como su compañero Digimon. Ambos estamos conectados por un dispositivo llamado Digivice- explicó, de manera seca, mientras le daba otro pequeño mordisco a su pieza de fruta- Esa es la teoría- se encogió de hombros, terminando su fruta- Ahora bien, si me preguntas el verdadero motivo... Es simple. Es mi mejor amigo, me divierto con él y tenemos una conexión especial. Además, me encanta vivir aventuras con él- su diálogo se vio interrumpido por el eructo de Hiro, el Guilmon, mientras éste agarraba otra pieza de fruta- Y sí, también es divertido estar con ese cabezahueca- el Digimon se rió del comportamiento inocente de su amigo, mientras miraba al Wanyamon- Deduzco que tú no tienes Tamer... No te preocupes, no necesitas uno para vivir aventuras- el Digimon sonrió, volviendo a mirar a Hepokomaru, que parecía estar ocupado con su libro de notas, dibujando al Leomon en uno de sus trabajos de investigación.

Mientras el grupo  disfrutaba de una cálida noche y una plática  todo parecía tranquilo un lugar  pacifico que  pronto dejaría de serlo ya que en lo profundo del bosque  había un digimon que había estado manipulando a un pequeño grupo de gazimons para hacer maldades en los caminos del bosque, arrebatando desde solo comida hasta  abusar delos más débiles. Entre la obscuridad de la noche sus ojos amarillos se encendieron a la luz de la luna  ante la presencia de los gazimon pidiéndole ayuda para  vengarse tal vez sería una noche larga para nuestros amigos mientras aquella cuadrúpeda silueta   se preparaba y movilizaba junto con un conjunto de 2 gazimons más en dirección a aquel poblado donde se desataría  una serie de eventos que podrían cambiar el curso de los habitantes del bosque.

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Mientras tanto en la pequeña choza wanyamon y sus acompañantes se dedicaban más a  prepararse para dormir y disfrutar la estancia o al menos eso parecía.

-Valla ya veo… creo que no entiendo muy bien… esa otra humana en ciudad central dijo algo parecido…supongo… que es cosa de digimons y sus tamer-

Dije aun un poco  confuso en cuanto a lo que se refería a ese supuesto lazo que tenían  los “Tamer” y sus compañeros digimon, aunque si Yggdrassill elige que humanos serán tamers de algún digimon esto indicaría que los digimons  o le humano primero debe conocer al digimon o humano correcto?...  no entendía el sentido “¿que esto tenia?” sin duda era algo muy extraño lo que pasaba por mi peluda y blanda cabeza en esos momentos, o más bien ideas algo confusas por el asunto por lo que suspire.

- y ustedes tan bien viven en el mundo humano como  taiga y artur? - 

Pregunte  curioso con respecto a la comparación de ambos casos… ya que según había entendido artur aquel baby devimon y su tamer… más bien parecía que me sentía seguro en aquel lugar y situación por lo que no pensaba que volvería a ver a aquellos gazimon en lo que me quedaba de vida digimon por lo que  miraba y saltaba de un lado a otro mirando a aquel veemon y a su tamer tratando de entender ese lazo especial del que hablaban diciendo inocentemente*

- aunque no se tal vez si es una lazo especial por eso no pueda verlo…eso también querrá decir.. Que…¿también tengo un lazo especial con alguien?-

dije tratando de sentir o notar algo saltando entre los dos mencionados  buscando minuciosamente   si es que ese lazo era algo físico como una cuerda  muy leve o algo asi de una forma inocente y un tanto graciosa.

Mientras tanto todo parecía ser calma y después de un rato jugando con aquel veemon su rojo amigo el grupo  termine bastante cansado, por todo el recorrido que había hecho hoy. Por lo que  casi sin avisar y de manera involuntario,  me quede plenamente dormido en  un rincón cómodo cerca de la ventana que había. Sin duda  era un digimon algo peculiar, pero sin duda feliz de una u otra manera,  todo esto  a pesar de no conocer mucho y aparentemente  no tener algún propósito real en aquel mundo.


Mientras esto pasaba y que nadie sospechaba.  Los gazimon habían llegado al lugar y escondidos entre los alrededores y la obscuridad de la noche,  miraban vigilantemente  al pequeño wanyamon   a la distancia esperando solo el momento adecuado para atacar. Tomando muy en cuenta  como distraerían al leomon que protegía  la aldea  y  como crearían un alboroto para poder aprovechar la ocasión y el cansancio de los viajeros y asi atacar, consumando su venganza.


OFF: ENcerio perdona por tanta demora, he estado un poco ocupado y algo desmotivado para rolear pero  aqui esta mi post espero contestar pronto, encerio un gra gran disculpa.

OFF: No te disculpes, todos tenemos días malos, lo importante es que te encuentres bien. Si no te parece mal, ¿podría conseguir (on-rol) mi Digimental/Digihuevo de la Luz en este tema? :3

ON:

¿Taiga y Arthur?- preguntó el Veemon, ladeando brevemente hacia un lado su cabeza mientras que se cruzaba de brazos. Daba por hecho de que se trataban de humanos y Digimon que el pequeño Wanyamon conocía, pero no compartía esa misma fortuna, ante lo que se centró en su otra pregunta- Depende. A veces vivimos en el Mundo Humano y otras veces en el Mundo Digital... Pero vivimos con más frecuencia aquí, en el Mundo Digital. Nos gusta más... Y bueno, aquí está nuestro lugar de trabajo- el Tamer del Digimon le regaló una mirada nada amigable con la que le ordenaba callarse, puesto que no le gustaba nada ir gritando por ahí "Eh, somos caballeros de los Royal Knights".

Momentos después de aquella primera pregunta, el Wanyamon les preguntó de nuevo otra cuestión a la que ellos no tenían respuesta. Parecía simple, pero era difícil de responder: El pequeño quería saber si tenía un lazo especial con alguien. Los tres amigos, Hepokomaru, Hiro y Shin se miraron. Mientras Hiro se encogía de hombros y se comía otra fruta, Shin se rascaba la cabeza, sin saber qué responder, hasta que el peligris se aventuró a decir algo.

No puedes preguntarle eso a nadie... Porque te darán la misma respuesta que te voy a dar yo o, al menos, una parecida- el chico agarró una pieza de fruta y le dio un pequeño mordisco- Sólamente Yggdrassil sabe si estás conectado con un humano, con un Tamer. Ni siquiera los Royal Knights, los caballeros leales a nuestro señor, pueden saberlo- el chico le sonrió, tratando de que el Digimon en etapa Baby no se disgustase y una M en el centro de su rostro- Pero no te preocupes, tarde o temprano, terminarás encontrándolo. No tengas prisa, sólamente disfruta del camino que te lleve hasta él... Y si no tienes Tamer, siempre puedes volverte poderoso por tu cuenta. Entrena, lucha, defiende a tus compañeros y a tus amigos y nuestro Dios te concederá nuevos poderes- el chico era un Tamer de ciencia más que de religión, pero no dudaba de la existencia de un ser todopoderoso en ese mundo paralelo del que él provenía. Después de todo, no habían dejado de pasarle cosas emocionantes a la par que peligrosas, por lo que ya creía posible todo. Además, no creía que los Royal Knights, esos legendarios caballeros a los que él pertenecía y cuyo honor iba más allá que la de cualquier otro Digimon o Tamer, estuviesen mintiendo.

En otro lugar, un misterioso fulgor de color blanco refulgía, en medio de la espesura del bosque. Estaba llamando a alguien, no se sabía a quién, pero todo aquél que intentase extraer aquél objeto, debía abandonar esa idea, pues, al igual que la leyenda de la legendaria espada Excalibur, parecía que solamente un elegido podría desenterrar ese objeto casi esférico... Pero, ¿a quién pertenecía?