Re: 不敬 (Profano) [Privado: Fuji Raikomaru]

por Fuji Raikomaru Vie Jul 28, 2017 4:51 am

Un súbito momento, no pudo responder a la pregunta de su acompañante porque había sido interrumpido, enviado de nuevo a la primer casilla del tablero, con la palabra en la boca, con la intención en vuelo. Frunció el ceño, comenzó a contar hasta diez en francés, inhalaba y exhalaba cada tres números. Un berrinche, el Royal Knight elevó su D-Scanner creando una infinidad de códigos fractales en su zurda. El dispositivo se deslizó recogiéndolos, asimilándolos y cubriéndome nuevamente de aquella luz plateada, ya no era tenue, era un fulgor.

Decenas de digispirits anónimos, vástagos del gran emperador, me cubrieron, dando como resultado la lanza y el escudo mas reconocibles por muchos en la Zona Imperial. — Hyper Spirit, Evolution... —Susurré intentando recuperar el eje de mi cordura. Dukemon, blanco como la primera nevada del ártico, surgió desde la luz. Elevó su lanza, un gruñido se pudo escuchar en mi garganta. — ¡Royal Saber! —Curvas, caminos, mesura; dejaron de existir. Se impulsó sin importar cuantas paredes hubiese entre él, y aquel quien lo había empujado. Escuchó la voz cantante, y aun mas aceleró, como un par de magnetos atrayéndose de forma inevitable, con su lanza apuntando directamente al digicore de la victima ingresó como un relámpago a la habitación. Para ser justos, tan bien no afina.

por Roku Ginshô Vie Jul 28, 2017 5:14 am

Prosiguiendo con su cantinela, disfrutaba contoneando su refulgente cuerpo, en contraste con la habitación a oscuras. Reiterando la idea de su BRILLO, golpeaba al samurai contra el suelo, el techo o las paredes, jugando con él como si de un muñeco de trapo se tratara. Incluso se permitió el lujo de reír, sabiéndose victorioso de aquel combate. Un sonido, sin embargo, rompió su nota, y a duras penas pudo identificarlo antes de ser asesinado, de un modo similar a Cherrymon.

La lanza quebró la pared como si esta fuera de papel, y probablemente lo habría empalado con la misma facilidad de no haber podido interponer una gigantesca mano de luz que detuvo el embate. Se giró, molesto por interrumpir su número, y dudó entre cumplir su cometido, o enfrentar a ese nuevo oponente. Observó su mano, real, comprobando que un estigma estaba presente. Por poco no detuvo el golpe, estuvo peligrosamente cerca. Una vez dentro de su ilusión, estaba destinado a luchar contra aquella mano, en un duelo que no finalizaría hasta que el agotamiento forzara la derrota.

-Creo que no entiendes qué pasa aquí. ¿No entiendes cómo no pudisteis ver mi brillo en la entrada? Muy sencillo, yo no estaba aquí. Me han preparado para este duelo, por supuesto -sus talismanes empezaron a flotar por la sala, prendiendo veras a pasmosa velocidad-, porque necesitamos al demonio.

Por la habitación, enmarcados, dibujos varios de los diferentes actos y formas de Roku: asesinatos, robos, mentiras, todas dibujadas al puro estilo japonés. No había solo delitos suyos, pues otros se localizaban en lugares, contra oponentes que no conocía. ¿Anteriores portadores del Azazel? Seguramente.

-Y por eso mi canción. Con mi mantra, puedo dormir su maldad y sumirlo en un estado de trance, para nuestros intereses. No me miren así, no me interesa dormir al demonio, claro que no. Es al débil armazón de carne el que sufrirá la nana, y entonces, Él se despertará.

Sonriendo de nuevo, reanudó su canto, del modo más burlón y vejatorio posible.

por Fuji Raikomaru Vie Jul 28, 2017 5:27 am

Cuando me reconocí adentro del dorado dominio de Shakamon, detuve mi marcha. Retorné a mi forma humana, tomando asiento de piernas cruzadas en el suelo dorado, resplandeciente y cálido. Tomé mi cigarrera de plata, abriéndola con particular lentitud y calma, de ella tomé uno de los cigarros que entre mis labios deposité, encendiéndolo con el mechero en mi otro bolsillo. — Catorce —Dije para mis adentros, antes de extender las piernas, recostándome con la mirada en alto, simplemente contemplando como el humo de mi cigarro se elevaba en un espiral etéreo. Le di una calada, y comencé a pensar en mi lista de cosas por hacer cuando volviese al digimundo.

Las sombras tomaron forma, y era una mujer. La Demon Lord que yacía sigilosa apañada en su propia oscuridad ahora notaba como la concentración del orgulloso oponente yacía en mantener a sus dos prisioneros, cautivos. Se acercó a sus espaldas, contorneando sus labios con su zarpa dorada, antes de enviar como un suspiro un beso cargado de energía oscura que impactó en la espalda del Shakamon, inundando de pecado al ser iluminado.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 3:48 am

Distraído como estaba, relamiéndose en su victoria, poco atendió a aquella sombra, y cuando percató su existencia ya fue demasiado tarde. Pudo notar como algo anidaba en él, extendiéndose a costa de su voluntad, cada vez más y más maltrecha. Del mismo modo que la araña teje su red, la presa cae en la trampa antes de darse cuenta de su triste y próximo final, y sin poder hacer nada más que aceptar su sino, expiró. Las manos luminiscentes se desvanecieron, y con una sonrisa, se dirigió a los presentes.

-Supongo que ahora podrían pensar que sucumbiré a sus caprichos, que traicionaré a los míos, y serviré de guía -su piel empezaba a rescrebajarse, dejando escapar haces de luz-. Yo solo era el primer obstáculo, y mi única función era ir rompiendo esa estúpida barrera. Para ello, me concedieron toda esta fuerza. Por unas horas, he podido ser mega -ya todo su cuerpo padecía de esas aristas y quiebres-, y por ello no puedo estar más agradecido a mi señor. He podido ser... BRILLANTE.

El crepitar de un fuego naciente advertía su intención de inmolarse, prefiriendo la muerte a la servidumbre. Alertado de esta amenaza, el samurai regresó al esqueleto, engullendo el peligro. Un instante de miedo absoluto, estar limitado siempre a la misma fuerza, víctima de caprichos superiores, y luego, la nada.

Los restos del esqueleto yacían en el piso, pues la explosión extinguió las tinieblas que unían estas partes. No estaba muerto, pero sí malherido. Al poco, la penumbra volvió a vincular y armar a aquel esqueleto, con notorias dificultades.

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 4:00 am

Aparecí recostado en el suelo de aquel templo, con el cigarro entre mis labios y las manos bajo mi nuca, reposando sobre ellas a modo de almohada. Giré sobre mi cuerpo a la observa del Shakamon destruyéndose, sosteniendo mi cabeza sobre le suelo con mi codo posado contra este, y exhalé el humo de mi boca sin soltar el cigarro de entre mis labios. — Oh, conseguiste momentáneamente el poder que desbloquee cuando tenía quince años, felicidades, ya te puedes sentar con los adultos en las fiestas —Repliqué con cierto sarcasmo, sentándome de mala gana en el suelo, antes de levantarme.

Observé por unos segundos al Shakamon, antes de ladear la cabeza arqueando una ceja. — O podrías, si no estuvieses por explotar —Y así fue, mis cabellos se mecieron por la energía liberada, pero ni me inmute. No era la primera vez que un Ultimate ante mi se desvanecía, la energía, los datos fluyendo. Lilithmon absorbió parte de ellos, habiéndose ganado la recompensa de habernos liberado previamente. Por mi parte caminé hacia el esquelético ser que poco a poco se reincorporaba, crucé mis brazos tras tomar el cigarro en mi zurda. — ¿Por qué no retornas a tu forma humana? No creo que debas gastar tanta energía cuando apenas hemos entrado, si lo deseas puedo taparme los ojos para mantener tu anonimato... Tampoco planeo encerrarte en mis mazmorras, de todas formas, allí irían por ejemplo... Nadie, disculpa —Me llamé a silencio, no debía revelar el motivo de mi presencia allí.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 4:39 am

Dirigiendo las fatuas pupilas al tamer, quería hablar. Tuvo que esperar a que la quijada regresara para poder dirigir alguna palabra. Restaurado, regresó a la figura del samurai, permaneciendo sentado. No eran fuerzas lo que le faltaban, sino respuestas. Es decir, invadiendo aquel lugar, era más que evidente que estaría en inferioridad numérica, y que el cansanció iría haciendo mella en él. Negar eso era estúpido, y más viendo que lo habían investigado, que sabían de lo que era capaz. No pretendía hacer una razia, ni decir que los vencería a todos. Eso no era una película de artes marciales ochentera.

Tenía un plan, puede que un poco simple, pero confiable. Usar la toxina de SkullBaluchimon, una niebla que una infesta al enemigo, comienza a deteriorarlo, negando el don de la evolución. A medida que pasaran los minutos y las horas, la fuerza iría decreciendo más y más, hasta que solo quedaran niños y bebés para oponerse a él. De este modo, se libraría del combate, y podría buscar sin riesgo alguno las respuestas a todas esas preguntas que aún resonaban en su cerebro.

Necesitaría un punto elevado para llevar a cabo la estrategia, y sobrevolar el cielo solo lo haría visible para todos. Por ello, y siendo aquello un monte, debería llegar a la cima para garantizar la mayor zona de efecto. Si lograba eso, la victoria sería suya. Claro que necesitaba reponer fuerzas, y aunque fuera durante unos segundos, pensó en clavar sus colmillos en la yugular de Raikomaru. Sabía a quién pertenecía esa idea, y sabía que no debía dejarle el control. Respiraciones profundas, y expiraciones lentas, recordar sus errores del pasado, y su férrea decisión de no repetirlos. Acabó levantándose, expulsando a esa voz al rincón más profundo de su mente. Era ÉL quien tomaba las decisiones.

-Estoy bien, sigamos.

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 4:47 am

Mi mirada lo analizó por unos momentos, silencioso pero sonriente, antes de asentir finalmente tras escucharlo. — Bien, respetaré tu silencio —Comenté antes de marcar el camino del grupo, si mi mirada como Dukemon a medida que sorteaba paredes, atravesaba unas cuantas otras y mi memoria cuando vinimos por aquí, tras haber analizado la estructura externa del lugar, no me fallaban, un pequeño túnel interno conduciría al segundo cuerpo de aquel templo, sin necesidad de exponernos nuevamente a la intemperie a sabiendas que eso supondría quedar expuestos a ataques por los flancos.

Con un gesto de mi mentón Lilithmon se adelantó un par de metros para guiar el camino que iba indicando con mis pupilas, sigilosa, silenciosa, verificaba que no hubiese sorpresas indeseadas para que tanto yo, como mi aliado, pudiésemos avanzar por los oscuros cuartos de aquel templo aparentemente abandonado. No había señal de humanos, no por ahora, y ciertamente no serían cálidos anfitriones practicantes del Shinto. Detuve mi andar antes de ingresar al segundo cuerpo, justo en la puerta corrediza que marcaba el final del simple túnel subterráneo de madera. Tomé mi D-Scanner como era costumbre, generé un codigo fractal en mi zurda, y dí un paso al frente con Lilithmon atenta a mi retaguardia.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 5:16 am

Adentrándose por aquella ruta, a la que ni el más leve rayo de Luna alumbraba, prosiguieron sin titubeo ni duda. Cada minuto que pasaran inmóviles solo daba tiempo al enemigo para preparar sus defensas. En poco tiempo, tuvieron acceso al que sería el segundo templo que visitarían aquella noche. La sala, en contraste con la anterior, estaba en un estado deplorable: madera carcomida, ventanales rotos, e incluso en la escasa decoración, un par de tapices y una estatua de lo que pareciese un buda, mostraban claros síntomas de descuido, pues el paso del tiempo se hacía visibles en ellos, sin mostrar ningún cuidado o atención.

La castigada madera chirriaba a cada paso, y el eco de estos quejidos reverberaban en aquel cochambroso y destartalado lugar. ¿Por qué se encontraba en ese estado cuando el anterior, aunque sencillo, cumplía los cuidados mínimos de un lugar santo? No tenía sentido. Antes de poder cavilar más en los motivos que podrían justificar eso, una tos interrumpió los pensamientos. Y tres ancianos, a la vera de la imponente estatua, se entretenían con una partida de mah-jong. Uno de ellos bebió de una desgastada taza de té, e hizo su movimiento, despertando un “oh” en otro de aquellos ancianos, mientras que el central afirmaba.

-Buen movimiento, buen movimiento...-mesando su extensa barba, abrió un ojo- ¡Oh, invitados! ¿Les puedo ofrecer un té? Si hubieran llegado antes, podría haberles convidado a algún tentempié, pero me temo que ya se han acabado...-le avisaron de que le tocaba el siguiente movimiento, y así lo hizo- Claro que, si quieren incorporarse a nuestro juego, no tengo ningún inconveniente.
-Dices eso... Porque vas... Perdiendo... -afirmaba de quien nacía la constante tos- Je... Je... Je...

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 5:24 am

— Joder... —Palmeé mi rostro en señal de clara frustración ante toparnos un obstáculo como eran tres ancianos, dude por un segundo en si debía simplemente atacarlos, no teníamos tiempo para tratar con ellos. Llevé mi mirada al Musyamon a mi derecha con cierta señal de complicidad en ella, negando con mi cabeza cuando uno de los ancianos preguntaron si nos quedaríamos a jugar con ellos, por lo cual comencé a andar pasando de ellos tras realizar una reverencia con la cabeza.

Lily se detuvo pensativa, pero en guardia, ¿Me dejarían marcharme así como así? Me dispuse a seguir el camino ignorando lo que sucedería con ellos, ¿Eran digimon siquiera? No recordaba haberme topado con ninguna especie de ese índole en mi década como Tamer, ajenos a Jijimon o Babamon, y ellos poseían poder de nivel Ultimate en la mayoría de los casos. A sabiendas de esto seguí avanzando, con Lily salvando las distancias en caso de que los ancianos intentasen algo.

Como nota mental, debía llamar a Benoit una vez terminase mis asuntos laborales.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 5:42 am

-Me temo que no pueden salir...-afirmó el anciano- Este lugar no es un lugar de credo, aunque parezca que sí -su compañero siguió tosiendo, teniendo que callar el primero hasta que su crisis respiratoria pasó-. Estamos en una prisión. Verán, hay una barrera que cierra, como una cúpula, esta casa, y las separa del resto. Se puede entrar, pero no salir. De hacerlo... -tomó un breve sorbo- Bueno...
-La muerte... Je... Je... -de nuevo, quedó en silencio por sus problemas respiratorios- ¿Por qué crees que estamos aquí? ¡¿No crees que ya hubiéramos salido?!
-Calma, calma -tranquilizó el tercero-. Antaño, estas tierras tenían otros dueños, pero llegaron esos monstruos, y reclamaron la propiedad. Puede que por lo lejos que está con la ciudad, nadie vino en nuestro auxilio, y muchos fueron asesinados, y hasta devorados por esas bestias...
-Muchos compañeros se nos fueron...-guardaron unos segundos de silencio, en señal de respeto- Y al resto nos encerraron, a algunos aquí, a otros en algún otro sitio, no sabemos...-suspiró, con visible dolor- Nos traen comida, algún que otro pasatiempo, pero... Bueno, al principio nos dijeron de la barrera, pero alguno no se lo creyó.
-Y perdimos a otros compañeros. Algunos queriendo huir, intentando romperla, y otros, que simplemente no aguantaron más la presión. Pensaron que mejor morir que vivir así. Bueno, al menos nos queda el mah-jong. Te toca.

Siguiendo con su partida, Roku pensaba que algo fallaba ahí. ¿Para qué tener encerrados a personas que, literalmente, no tenían ya nada que aportar? Estaban derrotados, ya ni se ocupaban de lo que se supone, era el centro y origen de su fe. Aunque claro, la presencia de Buda, llegada del hinduísmo, a veces se superponía al shintoísmo, y otras convergían. ¿Acaso la escultura era una última broma? ¿Un recuerdo de que fracasaron y de que su fe no les sirvió de nada? ¿Para qué tomarse tantas molestias para encerrar a tres ancianos? ¿Y por qué los dejaron con vida? Eran testigos, al fin y al cabo.

-¿Y con qué fin aislarían una parcela entera para mantener con vida a quienes asistieron al exterminio de los antiguos propietarios? ¿Para qué arriesgarse a dejar testigos?

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 5:50 am

— Ni son propietarios de estas tierras, ni son guardianes derrotados, u ancianos abatidos por el tiempo, son distracción —Esgrimí antes de girar sobre mis talones, de brazos cruzados, fruncí ligeramente mi ceño. Mi pie derecho se movía inquieto zapateando contra la madera raída del suelo, estaba impaciente, el tiempo corría. — Asumiendo que hay una barrera, suponiendo que dicen la verdad, Shakamon intentó ganar tiempo de la misma manera que estos ancianos representan la segunda forma de hacernos perder tiempo... ¿Por qué querrían ganar tiempo? No planeo darles la satisfacción de responderme con hechos prácticos, como no recuperemos los cuarenta y tres segundos que perdí antes de comenzar a hablar, dejaré de mostrarme tan laxo —Observé el reloj de mi muñeca, suspiré con cierta molestia.

Lilithmon rauda como una gacela se abalanzó sobre la mesa donde los ancianos jugaban mah-jong, la destruyó antes de tomar con su mano libre el cuello de uno de ellos, el cual levantó del suelo sin la mejor dosis de sutileza. No tenía tiempo para modales, ni para dialogo. — Sean directos —Ordené nuevamente, Lilithmon ejerció mas presión sobre el cuello de su victima.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 6:08 am

Asistiendo a la sutil orden de Raikomaru, pudo ver cómo la digimon asía a uno de los ancianos, mientras el resto suplicaban piedad, comentaban la locura de esa acción, intentaban despertar cualquier atisbo de piedad a voces. El caballero expuso un elemento, el cual hizo que Roku pensara. Lejos de distraerse con todos los sinsentidos de aquellos prisioneros de guerra, recordó al que Fuji refirió como “Shakamon”, quien hizo de guardia en el primer templo, colocado en paralelo a este segundo. Recordando los ataques de este, sí que halló un fallo en la historia que acababan de narrar.

-Si esta barrera existe desde que llegaron, todos esos “monstruos” deben de conocerla -empezó a comentar, acercándose a este grupo-, pero el primer guardián, “Shakamon”, empleó un ataque capaz de “empujar” o “transportar” a su objetivo a una gran distancia -en ese combate, el RK llegó por el mismo sitio, así que el digimon simplemente los envió a la entrada,-. Pudiendo expulsar a alguien de su templo en una línea recta, y moverlos hasta este sitio, los hubiera encerrado en una cárcel inexpugnable -y eso hubiera supuesto su victoria-. ¿Por qué no lo hizo, entonces? Digáis lo que digáis, la historia falla, pero para asegurarme...

Recubriéndose en fuego, pasó una vez más a Asuramon. Empleando los seis ojos de este, evaluó las almas y consciencias del grupo. Pudo discernir miedo, a la Lilithmon, pero no con respecto a la barrera, ni a las supuestas bestias. Ni siquiera una chispa de odio, ira o resentimiento frente a sus supuestos captores. El juicio había acabado.

-Mienten.

Fue el veredicto.

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 6:14 am

Cuando el juicio por parte del Asuramon fue emitido, la garra dorada de la Lilithmon se meció suave como el viento a través de las gargantas dichos ancianos, quienes abrumados por la violencia del ataque solo pudieron atisbar a convertirse en datos, eran digimon, pude confirmar. Sin embargo poco importaba en ese momento, sesenta segundos habíamos perdido, un minuto entero pudieron retrasarnos, y un minuto cuando se realizaban tareas de dicha importancia era algo que valía tanto como cientos de las vidas de los ancianos que acababan de ser destruidos ante mis ojos.

Chasqueé la lengua con cierta molestia, antes de ondear mis cabellos con la mirada fija en el próximo objetivo, el camino a retomar. — Espero, por el bien de mi paciencia, que no nos esperen más demoras... Indeseadas —Exclamé alejándome de esa habitación demacrada, cuya apariencia poco a poco cambiaba hasta volver a asemejar un lugar tan tétrico como imponente, el templo retomaba su verdadera apariencia lejana al aura de la tercera edad. Un gruñido ligero se libero desde mi garganta cuando retome el andar, por un angosto corredor, hacia uno de los pocos caminos que proseguían tras el segundo templo, unas escalinatas en descenso.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 6:56 am

Descendiendo de nuevo, las tinieblas seguían aumentando, como si en aquel lugar quisieran huir de la luz, amparándose en una noche eterna lejos de cualquier lumbre. Los escalones, de madera, ahogan las pisadas, al menos durante los primeros pasos. Al poco, regresan los crujidos, y la primera sospecha es la habilidad que acababan de presenciar. Por ello, Roku andaba con pies de plomo, intentando atender el origen de la amenaza, pero esta no dura. Varios escalones más abajo, acaba el desagradable sonido de la madera vieja, y es que, por el sonido de la pisada, ahora son de roca.

Tallados directamente en la gruta, indican que el camino tomado ahonda en la naturaleza misma, rompiendo con lo visto hasta ese momento. Del ambiente empieza a llegar un desagradable olor, como a ciénaga, y el chapoteo, nacido de la pierna hundiéndose en el agua, avisa de dónde están ahora. Unos cuatro palmos de agua, y una extensión incierta. La profundidad podrá ir en aumento, y no hay nada más desagradable que zambullirse en aquel estanque podrido.

-¿Habrá otro guardián aquí, o simplemente es su alcantarillado?

Avanzar por el lugar sería un suplicio, estando la opción de dar media vuelta. Claro que, de hacerse solo habrían perdido tiempo mas, ¿quién ocuparía ese espacio, y por qué?

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 4:02 pm

Cuando noté que comenzábamos a introducirnos en el alcantarillado no me molesté, había convivido con Numemon, Sukamon y Nanimon, pocas cosas del mundo humano podrían batir mi temple. Sin embargo, decidí convertirme en Knightmon para evitar ensuciar mi ropa, la cual ademas era incomoda para introducirme en las aguas turbias por ser mis zapatos de cuero. Con el metálico eco de mi armadura en cada paso, me acerqué hacia mi acompañante, manteniendo en todo momento la diestra sobre la empuñadura de mi espada. — Asumamos que todo lugar por el que pasamos tiene un guardián, en el Shinto se dice que en todo reside un dios después de todo, y nunca está de mas mantener la guardia en alto —Había algo de broma en mis palabras, pero no deje que eso fuese evidente por mi tono, estaba mas concentrado en sortear las aguas sépticas hacia el camino que nos hiciese avanzar.

Lilithmon mantenía su boca tapada con la zurda, asqueada por el olor de aquellas aguas que no tocaba por levitar sobre ellas, mas veía y el solo verlas le producía nauseas.

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