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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
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y Sigrun Vinter
Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
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Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
Después, de haber logrado pasar el bosque y por fin llegar a ciudad central me pregunte mientras rebotaba hacia esta, el lugar era… muy grande quizás demasiado para una criatura tan pequeña como yo, -“ Valla swanmon me había dicho que era una ciudad grande pero… esto”- eso fue lo que paso por mi mente cada vez que me acercaba hasta llegar a lo que parecía ser una avenida principal de acceso a esta, ya había dejado atrás aquel camino por el que había llegado, dejando aun la do las hojas color naranja, y aquel sonido del viento entre los árboles, siendo remplazados por el ruido de la ciudad, un lugar agitado con digimons yendo y viniendo en diferentes direcciones, este sitio parecía un caos , ¿cómo se suponía que encontrara respuestas a mis preguntas en un sitio como este?, ni siquiera sabía dónde empezar a buscar…. Y simplemente era una bola de pelos en una inmensidad de digimos de todo tipo, tamaños y clases, sin más un poco involuntariamente me crujió el estómago mientras rebotaba por allí aparentando saber a dónde iba, aunque inevitablemente miraba alrededor sorprendido de los aromas y cosas que jamás había visto, aunque evidentemente el primero de mis problema por ahora sería buscar algo que comer, en el bosque mínimo habría frutos o algo…pero aquí.. todo parecía fusionar de una manera completamente diferente, y lo que era peor aún, parecía estar atardeciendo en unas horas seguro anochecería, y este sitio me causaba más desconfianza tantos sonidos y olores a la vez me hacían estar bastante nervioso, sin más por azares del destino, en mi caminata llegue a lo que parecía una especia de…Estación de trenes, había algunos digimons un poco en malas condiciones rondado en el lugar, no parecía un lugar muy seguro aunque, …poco a poco comenzaba a sentirme cansado, rebotar por allí disimulando que sabes a dónde vas no había sido fácil, más por el hecho de que el lugar era muy grande y lleno de digimons, algunos me veían pasar otros simplemente tenían prisa así que , como pude me escabullí en la terminal buscando un refugio un lugar poco visto, no sabía a donde me enviarían si alguien me encontraba por ahora había sido suficiente, están a en uno de los andenes me quede quieto con la orejas bajas por el cansancio mientras me decía a mí mismo en voz baja.
-Cielos esto parecerá, que esto va ser más difícil de lo que parece *suspire un poco mientras los rayos de sol del atardecer entraban por la salida del andén de la estación, simplemente había pasado todo el día rebotando por allí como si nada, sin sentido y sin motivo, y por si fuera poco tenía hambre, la situación estaba un poco fea, pero no perdí el optimismo así que me dije a mi mismo para motivarme de forma positiva –Bueno, mínimo ya conozco algunas de las calles de esta ciudad quizás mañana podría comenzar a preguntar en algunos sitios, seguro mañana será un mejor día-
Mi estómago crujió nuevamente mientras que a mi nariz me llego el olor a comida, rápidamente impulsado por el hambre me asome yendo con cuidado entre las habitaciones buscando el origen del olor… parecía ser un puesto de salchichas, olía tan rico, tanto que por un momento de me hacía había la boca, pero cuando me di cuenta, ya estaba cerca del puesto… a lo que desperté del trance en el que estaba por el olor y salte hacia atrás sorprendido y rápidamente trate de no ser visto, tal parecía que el dueño del puesto no estaba, pero… robar no era correcto, aunque tenía hambre y no tenía ni una moneda para apagar….definitivamente este día había terminado no como esperaba sin más escondido detrás de una banca observe a los lado para tratar de divisar donde estaba el dueño del carrito, no pensaba robarlo.. Alménenos no intencionalmente, tal vez si podía persuadir al dueño que me regalara uno podría quitarme ese remordimiento, o tal vez pagárselo con algún favor o algo que yo pudiese hacer.
-Cielos esto parecerá, que esto va ser más difícil de lo que parece *suspire un poco mientras los rayos de sol del atardecer entraban por la salida del andén de la estación, simplemente había pasado todo el día rebotando por allí como si nada, sin sentido y sin motivo, y por si fuera poco tenía hambre, la situación estaba un poco fea, pero no perdí el optimismo así que me dije a mi mismo para motivarme de forma positiva –Bueno, mínimo ya conozco algunas de las calles de esta ciudad quizás mañana podría comenzar a preguntar en algunos sitios, seguro mañana será un mejor día-
Mi estómago crujió nuevamente mientras que a mi nariz me llego el olor a comida, rápidamente impulsado por el hambre me asome yendo con cuidado entre las habitaciones buscando el origen del olor… parecía ser un puesto de salchichas, olía tan rico, tanto que por un momento de me hacía había la boca, pero cuando me di cuenta, ya estaba cerca del puesto… a lo que desperté del trance en el que estaba por el olor y salte hacia atrás sorprendido y rápidamente trate de no ser visto, tal parecía que el dueño del puesto no estaba, pero… robar no era correcto, aunque tenía hambre y no tenía ni una moneda para apagar….definitivamente este día había terminado no como esperaba sin más escondido detrás de una banca observe a los lado para tratar de divisar donde estaba el dueño del carrito, no pensaba robarlo.. Alménenos no intencionalmente, tal vez si podía persuadir al dueño que me regalara uno podría quitarme ese remordimiento, o tal vez pagárselo con algún favor o algo que yo pudiese hacer.
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
Luego de la agitada noche del cementerio, de la que por poco habían logrado salir con vida, Taiga y Artaud habían emprendido nuevamente su camino de regreso a la Tierra. Artaud había aprovechado sus nuevas habilidades para llevarse a Taiga volando hacia el poblado o ciudad más cercana que encontraran. Necesitaban encontrar una estación de trenes, tal como la primera vez, algo que se volvía tedioso. Pero habían pasado toda la noche despiertos y el amanecer los descubrió muy cansados. Tanto, que Artaud debió bajar a descansar y en cuanto tocó tierra volvió a su forma de Pagumon. Allí había terminado el aventón, pero al menos estaban en un lugar que parecía más amigable: un bosque que se veía bastante tranquilo. Tan grande era el cansancio, que se durmieron a los pies de un árbol, sin reparar en que algún digimon peligroso podría aparecer y atacarlos. Por suerte para ellos, esto no ocurrió, y despertaron a las horas.
- No puede ser, nos quedamos dormidos, no tengo ni idea de qué hora es...
Dijo Taiga.
- Y yo me muero de hambre...
Dijo Artaud.
- Veo que el bosque está lleno de arbustos con bayas, ¿se podrán comer?
Artaud se acercó a uno y lo examinó:
- Claro, he comido estas bayas antes, son deliciosas, y dulces.
Al fin buenas noticias, entre tantas aventuras peligrosas. Comieron hasta llenarse, y Taiga tuvo la astucia de proponer guardar tantas bayas como pudieran para el resto del día. Armó una especie de bolsa con unas hojas enormes de unas especies de palmeras extrañas que habían en el lugar, y la llenó de bayas.
- Tenemos que seguir caminando hasta encontrar una estación de tren.
El día se hizo largo, y caminaron muchísimo hasta que, increíblemente, divisaron lo que parecía ser una enorme ciudad en el horizonte.
- No puedo creerlo, ¡es una ciudad! Estoy segura de que allí habrá una estación de trenes, ¡vamos!
Ambos se apresuraron y pronto estuvieron inmersos en aquella jungla de calles y edificios. Taiga sin dudarlo se acercó a un digimon desconocido y le preguntó por una estación de trenes, a lo que este respondió con mucha amabilidad indicando el camino que debían seguir para llegar a ella.
Taiga, entusiasmada, le agradeció y, tomando a Artaud en sus brazos, corrió en la dirección que aquel digimon les había indicado. Pronto llegaron a la terminal. Esta vez, a diferencia de la primera, sí tenían el dinero necesario para pagar un boleto (cortesía del tío de Taiga), por lo que ingresaron sin problemas. Una vez en la terminal, observaron el panorama: varios andenes, muchísimos digimones colmándolos, y varios trailmons diferentes que llegaban y se íban.
- Tenemos que encontrar el que vaya a la Zona D, ¿recuerdas?
Pero Artaud estaba pendiente de otra cosa:
- Taiga... Mira... Es extraño que un digimon de su nivel esté aquí sólo...
Dijo señalando a un pequeño digimon que se encontraba cerca de una especie de carrito de comidas rápidas. Taiga lo divisó y, al ver que se trataba de una especie de gatito, sintió algo de ternura.
- Mmm... Ya sé, quieres ayudarlo, ¿No?
Artaud era tan bueno, se sintió culpable por pensar que podría haber sido un digimon maligno como los Bakemons de la noche anterior.
- Al menos preguntarle si está sólo, si está esperando a su tamer nos iremos sin contratiempos.
Dijo Artaud, y Taiga respondió:
- De acuerdo... Sólo quiero que sepas que me alegra tu actitud de preocuparte por los demás, pero que nadie sepa que te dije esto.
Dijo Taiga: ese par comenzaba a funcionar, muy de a poco, como un buen equipo. Taiga, aún con Artaud en brazos, se acercó al pequeño digimon gato, y, intentando un tono amable para no asustarlo, le dijo:
- Hola, disculpa, yo soy Taiga y él es Artaud, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?
A Taiga no se le daba tan bien esa clase de cortesía a desconocidos, pero la apariencia del pequeño digimon había despertado en ella un lado que pocos conocían. Artaud mantenía una sonrisa, esperando que todo estuviera bien, o que pudieran ayudar al pequeño digimon si lo necesitaba.
- No puede ser, nos quedamos dormidos, no tengo ni idea de qué hora es...
Dijo Taiga.
- Y yo me muero de hambre...
Dijo Artaud.
- Veo que el bosque está lleno de arbustos con bayas, ¿se podrán comer?
Artaud se acercó a uno y lo examinó:
- Claro, he comido estas bayas antes, son deliciosas, y dulces.
Al fin buenas noticias, entre tantas aventuras peligrosas. Comieron hasta llenarse, y Taiga tuvo la astucia de proponer guardar tantas bayas como pudieran para el resto del día. Armó una especie de bolsa con unas hojas enormes de unas especies de palmeras extrañas que habían en el lugar, y la llenó de bayas.
- Tenemos que seguir caminando hasta encontrar una estación de tren.
El día se hizo largo, y caminaron muchísimo hasta que, increíblemente, divisaron lo que parecía ser una enorme ciudad en el horizonte.
- No puedo creerlo, ¡es una ciudad! Estoy segura de que allí habrá una estación de trenes, ¡vamos!
Ambos se apresuraron y pronto estuvieron inmersos en aquella jungla de calles y edificios. Taiga sin dudarlo se acercó a un digimon desconocido y le preguntó por una estación de trenes, a lo que este respondió con mucha amabilidad indicando el camino que debían seguir para llegar a ella.
Taiga, entusiasmada, le agradeció y, tomando a Artaud en sus brazos, corrió en la dirección que aquel digimon les había indicado. Pronto llegaron a la terminal. Esta vez, a diferencia de la primera, sí tenían el dinero necesario para pagar un boleto (cortesía del tío de Taiga), por lo que ingresaron sin problemas. Una vez en la terminal, observaron el panorama: varios andenes, muchísimos digimones colmándolos, y varios trailmons diferentes que llegaban y se íban.
- Tenemos que encontrar el que vaya a la Zona D, ¿recuerdas?
Pero Artaud estaba pendiente de otra cosa:
- Taiga... Mira... Es extraño que un digimon de su nivel esté aquí sólo...
Dijo señalando a un pequeño digimon que se encontraba cerca de una especie de carrito de comidas rápidas. Taiga lo divisó y, al ver que se trataba de una especie de gatito, sintió algo de ternura.
- Mmm... Ya sé, quieres ayudarlo, ¿No?
Artaud era tan bueno, se sintió culpable por pensar que podría haber sido un digimon maligno como los Bakemons de la noche anterior.
- Al menos preguntarle si está sólo, si está esperando a su tamer nos iremos sin contratiempos.
Dijo Artaud, y Taiga respondió:
- De acuerdo... Sólo quiero que sepas que me alegra tu actitud de preocuparte por los demás, pero que nadie sepa que te dije esto.
Dijo Taiga: ese par comenzaba a funcionar, muy de a poco, como un buen equipo. Taiga, aún con Artaud en brazos, se acercó al pequeño digimon gato, y, intentando un tono amable para no asustarlo, le dijo:
- Hola, disculpa, yo soy Taiga y él es Artaud, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?
A Taiga no se le daba tan bien esa clase de cortesía a desconocidos, pero la apariencia del pequeño digimon había despertado en ella un lado que pocos conocían. Artaud mantenía una sonrisa, esperando que todo estuviera bien, o que pudieran ayudar al pequeño digimon si lo necesitaba.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
Estaba pasando por mi cabeza en esos instantes de tanta hambre, que estaba dejando a un lado el hecho de actuar correctamente, llegando a pensar –“Solo será una, no creo que tomando una valla afectar o ¿sí?”- Poco a poco con mucha cautela y pendiente de que el encargado apareciera de repente me acerque y justo cuando estaba frente al puesto detrás mío escuche un voz gentil y ligeramente amigable a lo que pensé rápidamente un poco nervioso, haciendo que mi pelaje se erizara por un nos segundos para enseguida pensar.- “Rayos, el encargado está aquí, ahora que hago”- respire un segundo para después girar mi mirada lenta y tranquilamente para ver de quien se trataba, lo que menos necesitaba era parecer sospechoso.
Se trataba de… ¿Que era? No recordaba a ningún digimon con ese aspecto lo cual hizo que expresara un poco de sorpresa en mi mirada, tal parecía que se había presentado de primera entrada, me que de unos instantes callado tratando de analizar que era, aunque traía entre vos a un pagumon, tal parecía que le había puesto una especie de apodo al pagumon llamándolo “Artaud”, esto era un poco extraño a lo que responde, lo más tranquilamente que pude para no levatar sospechas alguna.
-Ahm?...Hola, un gusto…Taiga y Artaud, yo soy wandyamon-
Tal parecía que todo estaba bien hasta allí hasta que tenía que responder que si estaba bien o si necesitaba algo , cuando entonces recordé que swanmon me había hablado de esas criaturas que habían llegado de otro mundo “humanos” ya parecía que ella era uno de esos “humanos”, pero.. ¿Qué hacía aquí en el digimundo?, por uno segundo parecí perdido en esa idea y dije tratando de evadir la pregunta, ya que me causaba un poco de vergüenza, tener que pedir ayudan en casos como estos.
-Eres una humana… ¿no es así?, valla nunca había visto a un humano. Pero la verdadera pregunta es… ¿Qué hace una humana en el digimundo?-
Trataba en lo más posible mantiene mi estomago callado en lo que evadía un asunto de la comida cuando sin pedir aviso o siquiera preguntarme, mi estómago crujió en frente de ella, Que vergüenza, después de tanto tratar de evadir el tema, parecía que no me había podido controlarlo, lo que baje mis orejitas un poco pidiendo disculpas casi de inmediato.
-Perdonen...es que * me quede callado bajando la mirada no sabía que hacer ante una situación como esta, haciéndome que me sonrojara un poco y diciendo un poco en voz baja casi saliendo la idea de mis pensamientos* -Este viaje… no ha terminado tan bien como parecía-
Después de decir eso tratar de no mirarles y hacerme el fuerte, no tenía ninguna intención de provocarle lastima, después de todo, quien había elegido iniciar este viaje había sido yo, y como sabría de mi destino si…no me esforzaba para lograr encontrarlo, aunque para ser sincero, no sabía con exactitud que buscaba ¿cuál era mi razón de existir?, ¿realmente tenía un destino? Estaba bastante confundido porque ni siquiera podía responder la pregunta que la joven humana me había hecho, sin más mire un poco el horizonte mientras atardecía y la estación de trenes parecía cada vez menos llena simplemente respondí a las preguntas de la joven un poco cabizbajo.
-A decir verdad, no sé, se supone que vine a ciudad central en busca de respuestas, de cual era mi destino, pero ahora no sé qué es lo que estoy buscando realmente, ahora estoy aquí con hambre y sin sentido-
Posterior a eso lentamente la mire a la humana y a su acompañante con mis ojos color ámbar por unos segundos y después simplemente respirar un poco y decirle –Pero igual, te agradezco por preguntar, no me conoces, pero parece preocuparte por mi.- Sin más que agregar solo trate de alejarme un poco rebotando lentamente por el andén , no quería causarles problemas, seguramente ello ya tenían sus propios problemas, estaba más que seguro que la joven humana buscaba la forma de regresar a su mundo, era bastante evidente a decir verdad. Aunque de cierta manera envidiaba a ese pagumon, el mínimo tenía un objetivo; que era proteger a su compañera, yo simplemente no tenia nada de eso, aunque es to me causaba un poco de conflicto, ¿Por qué envidiaba a ese pagumon?, ¿Acaso…mi destino estaba ligado también con una humano como ella? No lo sabía en realidad, tal parecía que haber venido a la ciudad, más que resolver mis preguntas había hecho que me hiciera aún más preguntas, acerca de mi destino.
Se trataba de… ¿Que era? No recordaba a ningún digimon con ese aspecto lo cual hizo que expresara un poco de sorpresa en mi mirada, tal parecía que se había presentado de primera entrada, me que de unos instantes callado tratando de analizar que era, aunque traía entre vos a un pagumon, tal parecía que le había puesto una especie de apodo al pagumon llamándolo “Artaud”, esto era un poco extraño a lo que responde, lo más tranquilamente que pude para no levatar sospechas alguna.
-Ahm?...Hola, un gusto…Taiga y Artaud, yo soy wandyamon-
Tal parecía que todo estaba bien hasta allí hasta que tenía que responder que si estaba bien o si necesitaba algo , cuando entonces recordé que swanmon me había hablado de esas criaturas que habían llegado de otro mundo “humanos” ya parecía que ella era uno de esos “humanos”, pero.. ¿Qué hacía aquí en el digimundo?, por uno segundo parecí perdido en esa idea y dije tratando de evadir la pregunta, ya que me causaba un poco de vergüenza, tener que pedir ayudan en casos como estos.
-Eres una humana… ¿no es así?, valla nunca había visto a un humano. Pero la verdadera pregunta es… ¿Qué hace una humana en el digimundo?-
Trataba en lo más posible mantiene mi estomago callado en lo que evadía un asunto de la comida cuando sin pedir aviso o siquiera preguntarme, mi estómago crujió en frente de ella, Que vergüenza, después de tanto tratar de evadir el tema, parecía que no me había podido controlarlo, lo que baje mis orejitas un poco pidiendo disculpas casi de inmediato.
-Perdonen...es que * me quede callado bajando la mirada no sabía que hacer ante una situación como esta, haciéndome que me sonrojara un poco y diciendo un poco en voz baja casi saliendo la idea de mis pensamientos* -Este viaje… no ha terminado tan bien como parecía-
Después de decir eso tratar de no mirarles y hacerme el fuerte, no tenía ninguna intención de provocarle lastima, después de todo, quien había elegido iniciar este viaje había sido yo, y como sabría de mi destino si…no me esforzaba para lograr encontrarlo, aunque para ser sincero, no sabía con exactitud que buscaba ¿cuál era mi razón de existir?, ¿realmente tenía un destino? Estaba bastante confundido porque ni siquiera podía responder la pregunta que la joven humana me había hecho, sin más mire un poco el horizonte mientras atardecía y la estación de trenes parecía cada vez menos llena simplemente respondí a las preguntas de la joven un poco cabizbajo.
-A decir verdad, no sé, se supone que vine a ciudad central en busca de respuestas, de cual era mi destino, pero ahora no sé qué es lo que estoy buscando realmente, ahora estoy aquí con hambre y sin sentido-
Posterior a eso lentamente la mire a la humana y a su acompañante con mis ojos color ámbar por unos segundos y después simplemente respirar un poco y decirle –Pero igual, te agradezco por preguntar, no me conoces, pero parece preocuparte por mi.- Sin más que agregar solo trate de alejarme un poco rebotando lentamente por el andén , no quería causarles problemas, seguramente ello ya tenían sus propios problemas, estaba más que seguro que la joven humana buscaba la forma de regresar a su mundo, era bastante evidente a decir verdad. Aunque de cierta manera envidiaba a ese pagumon, el mínimo tenía un objetivo; que era proteger a su compañera, yo simplemente no tenia nada de eso, aunque es to me causaba un poco de conflicto, ¿Por qué envidiaba a ese pagumon?, ¿Acaso…mi destino estaba ligado también con una humano como ella? No lo sabía en realidad, tal parecía que haber venido a la ciudad, más que resolver mis preguntas había hecho que me hiciera aún más preguntas, acerca de mi destino.
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
El pequeño digimon parecía inexperto en cuanto al mundo que lo rodeaba. Artaud supuso que habría nacido reciéntemente, pero Taiga no tenía idea de todo eso. Ella sólo escuchó al Wanyamon preguntarle si era una humana y qué hacía en el Digimundo. Viendo que este parecía no saber demasiado sobre los mundos, Taiga se dispuso a explicar, paciente:
- Sí, soy una humana, y aunque vengo de otro mundo llamado Tierra, estoy en el Digimundo porque este pequeño es mi compañero digimon, y él es de este mundo. A veces estamos ambos aquí, y a veces estamos ambos en mi mundo.
El breve discurso fue interrumpido por el estómago del pequeño de orejas de gato. Tanto Taiga como Artaud sintieron pena por eso, y rápidamente ella se ofreció:
- Ten estas bayas, puedes quedártelas y comértelas todas, nosotros las recolectamos hoy, pero ya nos estamos yendo de aquí y donde yo vivo tengo comida para nosotros, así que no las necesitamos, créeme. Por favor, acéptalas.
El pequeño digimon sólo se disculpaba y explicaba que un viaje del que esperaba ciertas cosas, como encontrar su destino, terminó de forma indeseada. Al escuchar la palabra "destino", Taiga, que desde que había llegado al Digimundo por segunda vez de había dedicado a enseñar a cuanto digimon encontrara cosas como que los espíritus malignos y los dioses para los que hay que sacrificar digimons no existen, decidió hacer un último acto de ese estilo antes de regresar a su casa, diciendo:
- El destino no es algo que esté escrito, predeterminado, o que debas encontrar. El destino es algo que tú debes proponerte y hacerlo. Es la forma como tú sabes que quieres vivir tu vida. Tú eres el único que puede escribir tu propia historia. ¿Quién sabe? Quizás un día encuentres una humana o un humano solitario, como Artaud me encontró a mi, y decidas que quieres compartir tu vida con esa persona, o quizás sea otro digimon, o varios. Tú eliges con quiénes te sientes a gusto, y qué es lo que más te gusta hacer. Y estará bien, y te sentirás bien, siempre y cuando tus elecciones no dañen a nadie. PEro estoy convencida de que eres un digimon bueno y no quieres dañar a nadie, así que tienes que hacer tu mismo tu destino.
Sonrió como muy pocas veces, ya que no era muy común en ella. Aquel digimon era afortunado de conocer un lado de Taiga que casi nadie conocía. Incluso Artaud, que ya había visto que ella era bastante fría, estaba sorprendido. Sin embargo, él sabía que lo que decía era lo que realmente pensaba, porque seguía la línea de razonamiento que siempre había mantenido, y sólo cambiaba su forma de expresarla. Taiga notó que la estación ya no estaba tan colmada de digimons como hacía unos momentos. Pensó que lo mejor sería terminar rápido con aquel asunto para poder partir de una vez en el tren que les correspondía, ya que aún ni siquiera habían comprado sus boletos. Pero, disimulando estos pensamientos, preguntó con amabilidad:
- ¿Tienes dónde pasar la noche? Si no tienes donde ir podría llevarte conmigo hasta que decidas a dónde quieres ir...
- Sí, soy una humana, y aunque vengo de otro mundo llamado Tierra, estoy en el Digimundo porque este pequeño es mi compañero digimon, y él es de este mundo. A veces estamos ambos aquí, y a veces estamos ambos en mi mundo.
El breve discurso fue interrumpido por el estómago del pequeño de orejas de gato. Tanto Taiga como Artaud sintieron pena por eso, y rápidamente ella se ofreció:
- Ten estas bayas, puedes quedártelas y comértelas todas, nosotros las recolectamos hoy, pero ya nos estamos yendo de aquí y donde yo vivo tengo comida para nosotros, así que no las necesitamos, créeme. Por favor, acéptalas.
El pequeño digimon sólo se disculpaba y explicaba que un viaje del que esperaba ciertas cosas, como encontrar su destino, terminó de forma indeseada. Al escuchar la palabra "destino", Taiga, que desde que había llegado al Digimundo por segunda vez de había dedicado a enseñar a cuanto digimon encontrara cosas como que los espíritus malignos y los dioses para los que hay que sacrificar digimons no existen, decidió hacer un último acto de ese estilo antes de regresar a su casa, diciendo:
- El destino no es algo que esté escrito, predeterminado, o que debas encontrar. El destino es algo que tú debes proponerte y hacerlo. Es la forma como tú sabes que quieres vivir tu vida. Tú eres el único que puede escribir tu propia historia. ¿Quién sabe? Quizás un día encuentres una humana o un humano solitario, como Artaud me encontró a mi, y decidas que quieres compartir tu vida con esa persona, o quizás sea otro digimon, o varios. Tú eliges con quiénes te sientes a gusto, y qué es lo que más te gusta hacer. Y estará bien, y te sentirás bien, siempre y cuando tus elecciones no dañen a nadie. PEro estoy convencida de que eres un digimon bueno y no quieres dañar a nadie, así que tienes que hacer tu mismo tu destino.
Sonrió como muy pocas veces, ya que no era muy común en ella. Aquel digimon era afortunado de conocer un lado de Taiga que casi nadie conocía. Incluso Artaud, que ya había visto que ella era bastante fría, estaba sorprendido. Sin embargo, él sabía que lo que decía era lo que realmente pensaba, porque seguía la línea de razonamiento que siempre había mantenido, y sólo cambiaba su forma de expresarla. Taiga notó que la estación ya no estaba tan colmada de digimons como hacía unos momentos. Pensó que lo mejor sería terminar rápido con aquel asunto para poder partir de una vez en el tren que les correspondía, ya que aún ni siquiera habían comprado sus boletos. Pero, disimulando estos pensamientos, preguntó con amabilidad:
- ¿Tienes dónde pasar la noche? Si no tienes donde ir podría llevarte conmigo hasta que decidas a dónde quieres ir...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
Inevitablemente cuando aquella humana me hablo del “destino” capto rápidamente mi atención, girando un poco mi mirada hacia ella, evidentemente aquellas palabras quizás eran justo lo que necesitaba, no podía evitar solo ignorar todas aquellas palabras, “el destino no es algo que se busca, no es algo que está escrito, es algo que uno mismo decide”, sin duda parecía sonar simple, pero. Que debía buscar, ¿un motivo? ¿Un objetivo?... parecía ser un libro en blanco aun, no tenía nada una en mente respecto a eso, nunca me había puesto a pensar que es lo que realmente quería, o que me gustase hacer. Tal parecía que tenía suerte para que me ayudasen, ya que no era la primera vez que me ayudaban de esta manera, sin más en te esas palabras dije en voz baja las palabras del strabimon que me había topado en el bosque hace una horas.
-“Aquel que no lucha por sus ideales no merece tener los mismos” fueron la palabras que me dijo… de un amigo-
S Comente tratando e procesar todo y digerirlo… tal parecía que había venido a este sitio solo a darme cuenta de esto, swanmon sabría que todo esto hubiese pasado si viniese aquí?...No importaba realmente, el punto es que me alegraba haber conocido a todos lo que había conocido, y ahora que lo pensaba, tal vez me gustaría también ayudar en el bosque al igual que ladramon y los otros, aunque tal vez era demasiado pronto, Ahora quería demostrarles que podía ser tan bueno como cualquiera de ellos, y sin más le devolví la sonrisa a la chica, mientras en mis ojos se notó un brillos en esto… como si por fin hubiese hallado una pequeña chispa en mi interior, para después pensar en la pregunta que me había hecho, por lo cual me quede apenado de nuevo y reí un poco notando se una ligera gota que caía de mi frente.
-Ehm… no jeje. Realmente no había pensado en donde me quedaría esta noche-
Aunque ciertamente no había contestado la pregunta de la joven humana, había mostrado señales de…ser amable y cálido en el fondo y después le dije agradeciéndoles mientras inclinaba un poco mi cabeza en muestra de respeto.
-Realmente son muy amables en brindarme su compañía, procurare no darles problemas-
Claro la cortesía ante todo, realmente no los conocía, pero me había ofrecido su compañía y algo de comida, asique no podía ser mal agradecido con ello sin, parecía que todo iba bien hasta que repentinamente mi estomaguito crujió de nuevo haciendo que me sonrojara de nuevo y comenzara a disculparme de nuevo.
-Enserio, lo lamento, es que no he comido nada en todo el día, pase por el bosque y olvide tomar alguna fruta jeje-
Dije riendo un poco para tratar de amenizar un poco la indecorosa situación, al menos si iba a compañeros esta noche…. Tenía que dejarles de ser tan molesto, o de menos una compañía incomoda. Sin más mire un poco a pagumon y le pregunte un poco curioso al respecto de cómo ellos dos parecían convivir todo el tiempo juntos.
- ¿Que se siente ser compañero de un humano? ¿Es divertido?-
Pregunte en un tono amable y curioso para no incomodarlo al respeto, aunque simplemente quería saber, por experiencia de otro, que era esa sensación, quizás, como ella decía podía que a lo mejor en un futuro, compartiera un vínculo con un humano, algo raro en mi interior me decía que podría haber sido así, pero sin importar eso, ahora las cosas había cambiado, era un poco extraña la sensación que sentía, pero sin duda alguna, habérmelos topado había sido muy bueno, sin más me acerque un poco a ella, pero tampoco a una distancia tan cercana, después de todo solo sería su compañía por esta noche, mañana sería un nuevo día, y quizá así comenzaría a escribir mi propia historia en mi libro que aún estaba en blanco, solo comente un poco ansioso.
-Enserió traes frutas?, no es por ser grosero señorita Taiga, realmente le agradezco todo lo que está haciendo por mí, alguna día se lo compensare-
Dije mientras esperaba la fruta para por fin hacer que este estomago engreído se quedase callado, y dejar de molestar aparte de que no quería ponerla en una situación incómoda des nuevo después de lo que me había ayudado, por ahora me limitaría a seguirle, con la mejor actitud posible, aunque seguramente nuestros caminos se separarían, poco a poco la luz del sol se ocultaba hasta finalmente ocultarse en el horizonte haciéndose presente las estrellas en el cielo, me pregunto que me esperaría de ahora en adelante.
-“Aquel que no lucha por sus ideales no merece tener los mismos” fueron la palabras que me dijo… de un amigo-
S Comente tratando e procesar todo y digerirlo… tal parecía que había venido a este sitio solo a darme cuenta de esto, swanmon sabría que todo esto hubiese pasado si viniese aquí?...No importaba realmente, el punto es que me alegraba haber conocido a todos lo que había conocido, y ahora que lo pensaba, tal vez me gustaría también ayudar en el bosque al igual que ladramon y los otros, aunque tal vez era demasiado pronto, Ahora quería demostrarles que podía ser tan bueno como cualquiera de ellos, y sin más le devolví la sonrisa a la chica, mientras en mis ojos se notó un brillos en esto… como si por fin hubiese hallado una pequeña chispa en mi interior, para después pensar en la pregunta que me había hecho, por lo cual me quede apenado de nuevo y reí un poco notando se una ligera gota que caía de mi frente.
-Ehm… no jeje. Realmente no había pensado en donde me quedaría esta noche-
Aunque ciertamente no había contestado la pregunta de la joven humana, había mostrado señales de…ser amable y cálido en el fondo y después le dije agradeciéndoles mientras inclinaba un poco mi cabeza en muestra de respeto.
-Realmente son muy amables en brindarme su compañía, procurare no darles problemas-
Claro la cortesía ante todo, realmente no los conocía, pero me había ofrecido su compañía y algo de comida, asique no podía ser mal agradecido con ello sin, parecía que todo iba bien hasta que repentinamente mi estomaguito crujió de nuevo haciendo que me sonrojara de nuevo y comenzara a disculparme de nuevo.
-Enserio, lo lamento, es que no he comido nada en todo el día, pase por el bosque y olvide tomar alguna fruta jeje-
Dije riendo un poco para tratar de amenizar un poco la indecorosa situación, al menos si iba a compañeros esta noche…. Tenía que dejarles de ser tan molesto, o de menos una compañía incomoda. Sin más mire un poco a pagumon y le pregunte un poco curioso al respecto de cómo ellos dos parecían convivir todo el tiempo juntos.
- ¿Que se siente ser compañero de un humano? ¿Es divertido?-
Pregunte en un tono amable y curioso para no incomodarlo al respeto, aunque simplemente quería saber, por experiencia de otro, que era esa sensación, quizás, como ella decía podía que a lo mejor en un futuro, compartiera un vínculo con un humano, algo raro en mi interior me decía que podría haber sido así, pero sin importar eso, ahora las cosas había cambiado, era un poco extraña la sensación que sentía, pero sin duda alguna, habérmelos topado había sido muy bueno, sin más me acerque un poco a ella, pero tampoco a una distancia tan cercana, después de todo solo sería su compañía por esta noche, mañana sería un nuevo día, y quizá así comenzaría a escribir mi propia historia en mi libro que aún estaba en blanco, solo comente un poco ansioso.
-Enserió traes frutas?, no es por ser grosero señorita Taiga, realmente le agradezco todo lo que está haciendo por mí, alguna día se lo compensare-
Dije mientras esperaba la fruta para por fin hacer que este estomago engreído se quedase callado, y dejar de molestar aparte de que no quería ponerla en una situación incómoda des nuevo después de lo que me había ayudado, por ahora me limitaría a seguirle, con la mejor actitud posible, aunque seguramente nuestros caminos se separarían, poco a poco la luz del sol se ocultaba hasta finalmente ocultarse en el horizonte haciéndose presente las estrellas en el cielo, me pregunto que me esperaría de ahora en adelante.
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
Artaud se concentró en la pregunta que iba dirigida a él:
- Bueno... Desde que nací sentía que Taiga algún día vendría por mí, pero nunca le había dado tanta importancia hasta el día en que apareció... Antes de conocerla estuve por muchos pueblos y me lo pasaba muy bien, así que realmente no sufría por eso. Sin embargo, cuando Taiga finalmente apareció, supe que yo debía permanecer junto a ella y protegerla. Al principio ella no entendía mucho, así que no me aceptaba muy bien, pero luego ya nos empezamos a llevar mejor... Es divertido, sí, aunque el mundo de los humanos es muy complicado y Taiga tiene que hacer muchas cosas que a veces la obligan a estar lejos de mí en su mundo... Me gusta estar con ella, pero tiene cosas buenas y cosas malas...
Taiga escuchó la respuesta de su compañero, y pensó que debió sentirse solo y aburrido cuando ella se fue a la escuela y lo dejó en su casa. Los digimons no tienen ese tipo de obligaciones, es más fácil que las personas se junten con otras personas, y que los digimons se junten con otros digimons. Pero por alguna razón Taiga y Artaud estaban unidos, y tendrían que buscar la forma de que ese vínculo funcione de la forma menos problemática posible.
Para solucionar los dos problemas de Wanyamon, el de la comida y el del lugar donde quedarse, Taiga propuso:
- Mira, nosotros tenemos que irnos antes de que dejen de circular trenes, tengo que llegar sí o sí a mi casa en el mundo humano esta noche. Si quieres, ven con nosotros, y en el tren podrás comer todas las frutas que quieras. Pasarás la noche en mi casa, y mañana, si decides regresar al Digimundo, te traeré. Yo no puedo quedarme aquí mucho tiempo más, necesito volver porque tengo que cumplir con algunas tareas en mi mundo... Pero si no quieres venir con nosotros, entonces te dejaré la bolsa de frutas y algo de dinero para que puedas pagarte un lugar donde dormir, y Artaud y yo nos iremos. Lo siento, pero son las únicas opciones que puedo darte, necesito irme a mi mundo sí o sí...
Tanto Taiga como Artaud querían ayudar al pequeño digimon, pero Taiga se sentía muy presionada: ya había perdido un día de clase y sabía que su padre se molestaría con ella. No podía no regresar...
- Bueno... Desde que nací sentía que Taiga algún día vendría por mí, pero nunca le había dado tanta importancia hasta el día en que apareció... Antes de conocerla estuve por muchos pueblos y me lo pasaba muy bien, así que realmente no sufría por eso. Sin embargo, cuando Taiga finalmente apareció, supe que yo debía permanecer junto a ella y protegerla. Al principio ella no entendía mucho, así que no me aceptaba muy bien, pero luego ya nos empezamos a llevar mejor... Es divertido, sí, aunque el mundo de los humanos es muy complicado y Taiga tiene que hacer muchas cosas que a veces la obligan a estar lejos de mí en su mundo... Me gusta estar con ella, pero tiene cosas buenas y cosas malas...
Taiga escuchó la respuesta de su compañero, y pensó que debió sentirse solo y aburrido cuando ella se fue a la escuela y lo dejó en su casa. Los digimons no tienen ese tipo de obligaciones, es más fácil que las personas se junten con otras personas, y que los digimons se junten con otros digimons. Pero por alguna razón Taiga y Artaud estaban unidos, y tendrían que buscar la forma de que ese vínculo funcione de la forma menos problemática posible.
Para solucionar los dos problemas de Wanyamon, el de la comida y el del lugar donde quedarse, Taiga propuso:
- Mira, nosotros tenemos que irnos antes de que dejen de circular trenes, tengo que llegar sí o sí a mi casa en el mundo humano esta noche. Si quieres, ven con nosotros, y en el tren podrás comer todas las frutas que quieras. Pasarás la noche en mi casa, y mañana, si decides regresar al Digimundo, te traeré. Yo no puedo quedarme aquí mucho tiempo más, necesito volver porque tengo que cumplir con algunas tareas en mi mundo... Pero si no quieres venir con nosotros, entonces te dejaré la bolsa de frutas y algo de dinero para que puedas pagarte un lugar donde dormir, y Artaud y yo nos iremos. Lo siento, pero son las únicas opciones que puedo darte, necesito irme a mi mundo sí o sí...
Tanto Taiga como Artaud querían ayudar al pequeño digimon, pero Taiga se sentía muy presionada: ya había perdido un día de clase y sabía que su padre se molestaría con ella. No podía no regresar...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
Sin duda la respuesta de pagumon, me hizo sentirme un poco identificado con este, tal parecía que, desde mi interior tal vez había alguien que debía proteger pero aun no llegaba el momento tal parecía que tal vez no debía acelerar las cosas hasta que llegase el momento, sin duda esto me dejo un poco pensativo, como el mismo lo decía, había cosas buenas y malas en un relación con un humano, tal vez no estaba preparado para ello, aunque ahora comenzaba a comprender que era ese vacío que estaba en mi interior y porque sea necedad mía por querer saber acerca de mi destino, sin más parecía estar un poco perdido en mis pensamientos mientras miraba un poco al suelo aún bastante atento, lo que hiso que me sobresaltara un poco cuando la joven taiga propusiera sus ideas, las cual escuche atentamente, en la cual expresaban que tenían mucha prisa por regresar al mundo humano, realmente tenía una gran curiosidad por conocer aquel mundo, aunque rápidamente algo me decía que aun tenia cosas que hacer en este mundo, así que le hice caso a mi instinto y le dije respondiéndole, con unas palabras un poco peculiares, viniendo de un ser aparentemente confundido y muy pequeño.
-Realmente te lo agradezco mucho, pero creo que aún tengo algunas cosas que aprender y hacer en ese dundo antes de comenzar con el tuyo, realmente me alegro de haberles conocido y les deseo un buen viaje-
Al haberle dicho nuevamente agradecer cortésmente a la joven y a su acompañante, pare después sonreírles con una tranquilidad y con una extraña actitud un poco contrastante ya que, parecía a ver comprendido lo del destino bastante rápido, aparte de que parecía a ver ya tenido ya algo pensado acerca de lo que pasaría, como si hubiese retomado el camino nuevamente, y que quizás no sería la única vez que no veríamos, sin más cuando la joven humana me dio la bolsa pensé en donde pasaría la noche, creo que en lo que había rebotado en llegar a la estación había visto una posada así que, probablemente allí seria el siguiente lugar al que iría.
PD: seria interezante aver seguido en el mundo humanos, pero creo que aun quiero disfrutar un poco mas el digimundo, quiero hacer una buena narracion de mi digi evolucion asi que, XD aun tengo cosas que hacer ;)
-Realmente te lo agradezco mucho, pero creo que aún tengo algunas cosas que aprender y hacer en ese dundo antes de comenzar con el tuyo, realmente me alegro de haberles conocido y les deseo un buen viaje-
Al haberle dicho nuevamente agradecer cortésmente a la joven y a su acompañante, pare después sonreírles con una tranquilidad y con una extraña actitud un poco contrastante ya que, parecía a ver comprendido lo del destino bastante rápido, aparte de que parecía a ver ya tenido ya algo pensado acerca de lo que pasaría, como si hubiese retomado el camino nuevamente, y que quizás no sería la única vez que no veríamos, sin más cuando la joven humana me dio la bolsa pensé en donde pasaría la noche, creo que en lo que había rebotado en llegar a la estación había visto una posada así que, probablemente allí seria el siguiente lugar al que iría.
PD: seria interezante aver seguido en el mundo humanos, pero creo que aun quiero disfrutar un poco mas el digimundo, quiero hacer una buena narracion de mi digi evolucion asi que, XD aun tengo cosas que hacer ;)
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
- De acuerdo.
Dijo Taiga al escuchar la decisión de Wanyamon.
- Nosotros también nos alegramos de haberte conocido.
Dijo Artaud con una sonrisa. Taiga le dejó la bolsa de frutas y el dinero que le había dicho.
- Aquí tienes, espero que tu viaje sea exitoso, y que volvamos a vernos algún día.
Artaud volvió a los brazos de Taiga y ambos se dirigieron a la boletería de la estación para comprar dos boletos hasta la Zona D. El tren estaba por salir, así que debieron apresurarse a abordarlo. Rápidamente el tren arrancó: era uno de los últimos en salir de la estación, que de a poco se iría vaciando conforme llegaba el último viaje. Taiga se sentía aliviada: al fin regresaría a su casa y al día siguiente podría ir a la escuela. Sabía que su padre estaría molesto con ella por no cumplir con su promesa, pero se alegraba de haber perdido sólo un día de clase. Esa misma noche estaría llegando a su casa y al día siguiente podría estudiar sin problemas. Artaud no podía dejar de pensar en el pequeño Wanyamon. Se sentía conforme porque al menos pudieron darle algo de ayuda, pero le hubiese gustado hacer algo más por él. Pero Artaud ya había decidido que debía acompañar a Taiga siempre, y sabía que ella tenía obligaciones que él no comprendía, pero debía apoyarla. Esperó que Wanyamon pudiera encontrar lo que buscaba, y que no se encontrara en el camino con ningún peligro. Y tuvo el presentimiento de que eventualmente se volverían a encontrar.
Dijo Taiga al escuchar la decisión de Wanyamon.
- Nosotros también nos alegramos de haberte conocido.
Dijo Artaud con una sonrisa. Taiga le dejó la bolsa de frutas y el dinero que le había dicho.
- Aquí tienes, espero que tu viaje sea exitoso, y que volvamos a vernos algún día.
Artaud volvió a los brazos de Taiga y ambos se dirigieron a la boletería de la estación para comprar dos boletos hasta la Zona D. El tren estaba por salir, así que debieron apresurarse a abordarlo. Rápidamente el tren arrancó: era uno de los últimos en salir de la estación, que de a poco se iría vaciando conforme llegaba el último viaje. Taiga se sentía aliviada: al fin regresaría a su casa y al día siguiente podría ir a la escuela. Sabía que su padre estaría molesto con ella por no cumplir con su promesa, pero se alegraba de haber perdido sólo un día de clase. Esa misma noche estaría llegando a su casa y al día siguiente podría estudiar sin problemas. Artaud no podía dejar de pensar en el pequeño Wanyamon. Se sentía conforme porque al menos pudieron darle algo de ayuda, pero le hubiese gustado hacer algo más por él. Pero Artaud ya había decidido que debía acompañar a Taiga siempre, y sabía que ella tenía obligaciones que él no comprendía, pero debía apoyarla. Esperó que Wanyamon pudiera encontrar lo que buscaba, y que no se encontrara en el camino con ningún peligro. Y tuvo el presentimiento de que eventualmente se volverían a encontrar.
- Off Rol:
- Disculpa que mi personaje no podía quedarse, si necesitas seguir roleando aquí puedes poner una búsqueda para que entre alguien nuevo a este rol. Yo, por lógica, ya no podré postear aquí. Fue un placer rolear contigo, nos vemos en la carrera ^^
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Buscando un destino: -La ciudad de la preguntas. [Libre]
Mire por un segundo como el tren salía de la terminal, por unos segundos me sentí arepentido de no ir con aquella humana, quizás mi destino hubiese estado en aquel camino lo cual me entristeció un poco por haber tomado mal dicha decisión. Sin más y manteniéndome firme de haber tomado mi decisión me dije a mi mismo.
–Lo hecho, hecho esta. No sirve de nada pensar en ello ya.-
Sin más me fui dando saltitos con la bolsa encima de mi cabeza. Era curioso ver una bola de pelos rebotar con una bolsa de frutas que a su vez rebotaban, era casi irreal el equilibrio que parecía que por naturaleza tenia haciendo estas cosas, aunque a decir verdad; era porque cuando ayudaba a los elecmons y a swanmon en el pueblo del inicio solía llevar cosas de esta manera.
Pero esto no era normal para todos algunos otros digimons me veían con sorpresa aunque otros más veían con más envidia. Era fácil pensar en quitarle algo como comida a un digimon tan inofensivo como el que parecía ser, y justamente eso fue lo que vio un par de gazimons los cuales se vieron mutuamente y sonrieron diciéndole uno al otro:
– ¿Estas pensado lo mismo que yo?-
el otro rio un poco y le respondio diciendo en un tono burlón con una amplia sonrisa
– A mi me huele a comida gratis-
Ambos se vieron con una sonrisa de complicidad mientras yo salía despreocupadamente de la terminal con dirección a la posada que había visto antes y estos sin más me siguieron con cautela esperando el momento perfecto para hacer lo que tenían en mente.
FIN DEL TEMA*
–Lo hecho, hecho esta. No sirve de nada pensar en ello ya.-
Sin más me fui dando saltitos con la bolsa encima de mi cabeza. Era curioso ver una bola de pelos rebotar con una bolsa de frutas que a su vez rebotaban, era casi irreal el equilibrio que parecía que por naturaleza tenia haciendo estas cosas, aunque a decir verdad; era porque cuando ayudaba a los elecmons y a swanmon en el pueblo del inicio solía llevar cosas de esta manera.
Pero esto no era normal para todos algunos otros digimons me veían con sorpresa aunque otros más veían con más envidia. Era fácil pensar en quitarle algo como comida a un digimon tan inofensivo como el que parecía ser, y justamente eso fue lo que vio un par de gazimons los cuales se vieron mutuamente y sonrieron diciéndole uno al otro:
– ¿Estas pensado lo mismo que yo?-
el otro rio un poco y le respondio diciendo en un tono burlón con una amplia sonrisa
– A mi me huele a comida gratis-
Ambos se vieron con una sonrisa de complicidad mientras yo salía despreocupadamente de la terminal con dirección a la posada que había visto antes y estos sin más me siguieron con cautela esperando el momento perfecto para hacer lo que tenían en mente.
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