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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Antiguos guerreros en tiempos modernos [w/ Rin Okumura]
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Antiguos guerreros en tiempos modernos [w/ Rin Okumura]
Hoy había tenido un muy largo día en la escuela que preferiría no pensar mucho en eso, con solo decir que hoy hubo un examen sorpresa y como Pinamon comenzó a soplarme las respuestas la profesora creyó que estaba hablando con alguien me quitó el examen y fui castigada sin descanso, esta es la segunda vez que me pasa, y lo peor de todo es que ha sido en las materias en las que me ha ido peor desde que llegué aquí. Por fortuna, la profesora me dejó volver a presentar el examen con la condición de que entregara una investigación de un tema en especial que, según ella, vendría en la proxima unidad. Está bien, no tenía problemas en hacer la investigación, pero... me pregunto si habrá alguna forma de poner en ''Silencio'' a este artefacto, sería util dejar de escuchar la voz de Pinamon un momento.
Si bien, ahora mismo debería estar trabajando en la investigación de la profesora, pero bueno... no suelo estar en la computadora casi nunca, no vendría tan mal comenzar a jugar algo ¿Verdad?. Era un juego bastante entretenido, tenía que hacer que un pajarito volara en medio de unos obstaculos sin dejar que este cayera al suelo o chocara con los obstaculos mencionados ''¡Llevo 56! 5 más y supero mi record~'' y así estaba, contando mentalmente, 1... 2... 3... cuando de repente...
- ¡MIO!
- ¡B-Bwahhhh! -di un clic más del necesario y el pajarito chocó con un obstáculo que yacía en el cielo ¿Porque se encontraba ahí un obstáculo? No lo sé, pero hizo que perdiera antes de superarme a mi misma- ¡Pinamon!... Agh... Nunca podré superarme...
- En eso tienes razón humana, y menos podrás hacerlo si sigues de ociosa olvidandote de tus responsabilidades -me comentó mirandome con esa cara tan inexpresiva que de alguna forma parecía estar siempre molesta. Intenté ignorarlo esta vez y comenzar un nuevo juego.
- Comenzaré la investigación enseguida, solo dejame superar mi record esta vez... -me relamía los labios mirando atentamente la pantalla mientras jugaba, pero vaya susto me llevé cuando vi al polluelo saltar frente a mi de repente y cerrarme la ventana con el teclado... ¿Cómo es que sabía los comandos del teclado?- ¡¡NO!!
- ¿Cuantos años dijiste que tenías? ¿Siete?
- 17 años...
- Entonces deberías sentirte apenada por ese comportamiento tan poco propio de tu edad -saltó hacia mi cabeza y me dio un par de picotazos- Primero haces que te quiten un examen y después evades tus responsabilidades, no me sorprende que estés tan mal en la escuela
- ¡Recuerda la razón por la que me quitaron el examen! -fruncí leve el ceño pero después suspiré y me dejé caer sobre el taclado- Lo siento Pinamon... hoy ha sido un día tan pesado que solo tengo ganas de distraerme un rato...
- Ese tipo de autocompadecimiento es el que provoca que la debilidad se apodere de ti, humana -dio un salto y aleteó hasta caer al suelo, alejandose a paso lento- Más te vale terminar pronto y correctamente esa investigación, porque me esta dando hambre y no puedo hacerme de comer
- Está bien, está bien... -me levanté del teclado y comencé a estirarme- Ah por cierto, Pinamon, se ha terminado el arroz
En cuanto dije esto noté que los pasos de Pinamon se volvieron rigidos, fue como si el polluelo se hubiera congelado o en caso de que fuera una maquina ''le faltara aceite'', después me volteó a ver.
- Qué... ¿Qué dices?...
- ¿Huh? Si... ¿Porque tan sorprendido? Con la cantidad tan enormes de arroz que engulles no es de causar impresión alguna
- No acepto esta clase de bromas, humana, ¿Acaso quieres verme enojado?
- No es ninguna broma, ¿Quieres que te muestre la alacena?
- ¡No! No puedo ver tal atrocidad... aun tengo muchos años de cordura que me gustaría conservar -comenzó a aletear sus alas rápidamente- Qué... ¿Qué haremos ahora que se ha acabado tal elixir? -''¿Elixir...?''
- Podríamos ir a comprar pero las tiendas estan muy lejos y tengo que terminar la investigación, ¿Que te parece comer algo más?
- ¡Nunca! ¡No caeré en tus trucos tentativos, humana del mal! -''¿Del mal...?''
- Está bien... -me hice hacia atrás el fleco de la frente con mi mano mientras pensaba y después lo solté, mirando a Pinamon- ¿Que te parece si vamos a comprar un platillo con arroz al restaurante? Si no mal lo recuerdo, hay uno a un par de cuadras
- ¿Venden ese tipo de manjares en un restaurante? Me parece bien, muy bien...
Ambos nos quedamos callados por un buen tiempo mirandonos atentamente a los ojos sin emitir sonido alguno más que el de nuestro respirar hasta que finalmente logré preguntar...
- ¿Vamos ahora y dejo la investigación para des...?
- Tampoco estoy tan desesperado -se alejó. Suspiré.
- Al menos lo intenté...
Tal y como lo había prometido empecé con el trabajo de investigación que debía hacer, a veces tuve ganas de parar para descansar un rato, pero me daba la sensación de que Pinamon saldría de la nada a picotearme así que preferí resistir esto y seguir concentrandome en el proyecto hasta acabar. Cuando lo hice Pinamon se entretuvo leyendolo y, antes de que empezara con sus criticas, salí corriendo a bañarme y alistarme para salir. Cuando lo hice increíblemente, al ver el trabajo, éste estaba completamente corregido. Lo releí detenidamente.
- ¿Has cambiado todo este trabajo en el tiempo en que estuve en el baño?
- Eres lenta incluso bañandote humana, rápido, guarda el documento y salgamos de inmediato, siento que mis intestinos armarán una revolución en mi interior si no como algo pronto.
En fin, hice lo que me pidió y, antes de salir, lo guardé en mi Digivice. Al principio se quejó un poco por esto pero no iba a arriesgarme de nuevo, las pocas veces que me he llegado a convencer y sacarlo con el pretexto de hacerlo parecer un muñeco mío desgraciadamente no quiere actuar como tal y se mueve y habla por si solo, le contesta a otros y demás; soy una persona que suele huir de los asuntos vergonzosos pero que a la vez es un imán de estos, y Pinamon actualmente es el que provoca casi todos.
- ¿Cuanto falta aproximadamente para llegar al restaurante, humana?
- Ya estamos cerca, unos pasos más, creo que ya puedo verlo a lo lejos... -entrecerré leve los ojos para intentar identificarlo pero al no poder me abstuve a seguir con eso- ...Por cierto, ¿Vas a pedir un platillo con arroz, verdad?
- Un platillo DE arroz -suspiré
- ...¿No te gustaría probar algo más? Hay tanta comida, tantos platillos deliciosos, el arroz es rico pero no es nada a comparación de muchos otros manjares culinarios, ¿No te interesa probar aunque sea un platillo diferente?
- No -''Él no se anda con rodeos, enserio...''- ¿Hm? -noté como si levantara la mirada desde la pantalla.
- ¿Sucede algo?
- Es extraño... sentí como si hubiera un digimon cerca... -sentí como si mi corazón golpeara mi pecho al escuchar esas palabras ''No... no quiero volver a vivir las batallas digimon de nuevo... ¿Porque hoy? ¿Porque ahora? Lo unico que quiero hacer es descansar, no que el día se arruine por otra de esas batallas...''- ..Aunque puede ser mi hambre, el sentimiento es muy similar -''¡Gracias por el susto, Pinamon!''
- Si, seguro eso es -reí leve y después miré hacia al frente- Parece que si era el restaurante después de todo... Vas para el bolsillo, Pinamon -dicho esto lo coloqué en uno de los bolsillos interiores de la chaqueta que traía.
Entré al establecimiento escuchando el sonar de la campanilla que esta conectada a la puerta para que los empleados supieran cada vez que entra un nuevo cliente o este sale. Parecía ser un restaurante más o menos humilde o estable, ni de los mejores ni de los peores, era mas bien... tenía ese aspecto que les gusta mucho a las familias para salir días como quincenales o fines de semanas juntos. Por unos instantes pasaron imagenes en mi cabeza sobre cuando iba con mis padres a este tipo de restaurantes, esos días en donde el trabajo no los separaba tanto de mi y podía disfrutar plenamene de su compañía ''Que lindos esos días...'' dije en mis adentros con una leve sonrisa en mi rostro hasta que reaccioné ante una voz.
- ¿Disculpe? ¿Señorita?
- ¿Eh? ¿Si? ¿Mande? -miraba hacia mis lados completamente distraída. Al parecer me había formado ya y sin darme cuenta la fila había avanzado hasta quedar yo en frente, ¿Cuanto tiempo he estado así?- Disculpe... no vi... ehh... bueno -cerré los ojos como dando ''punto y aparte'' y seguir a lo que venía- ¿Puedo saber cual es el menú en este lugar? Quisiera saber de un buen platillo... Esto... ¿Cuales buenos platillos que usted conoce son relativamente buenos y tengan arrozde acompañamiento? -al decir esto ultimo bajé la voz notoriamente para que ''alguien'' no lograra escucharlo.
Si bien, ahora mismo debería estar trabajando en la investigación de la profesora, pero bueno... no suelo estar en la computadora casi nunca, no vendría tan mal comenzar a jugar algo ¿Verdad?. Era un juego bastante entretenido, tenía que hacer que un pajarito volara en medio de unos obstaculos sin dejar que este cayera al suelo o chocara con los obstaculos mencionados ''¡Llevo 56! 5 más y supero mi record~'' y así estaba, contando mentalmente, 1... 2... 3... cuando de repente...
- ¡MIO!
- ¡B-Bwahhhh! -di un clic más del necesario y el pajarito chocó con un obstáculo que yacía en el cielo ¿Porque se encontraba ahí un obstáculo? No lo sé, pero hizo que perdiera antes de superarme a mi misma- ¡Pinamon!... Agh... Nunca podré superarme...
- En eso tienes razón humana, y menos podrás hacerlo si sigues de ociosa olvidandote de tus responsabilidades -me comentó mirandome con esa cara tan inexpresiva que de alguna forma parecía estar siempre molesta. Intenté ignorarlo esta vez y comenzar un nuevo juego.
- Comenzaré la investigación enseguida, solo dejame superar mi record esta vez... -me relamía los labios mirando atentamente la pantalla mientras jugaba, pero vaya susto me llevé cuando vi al polluelo saltar frente a mi de repente y cerrarme la ventana con el teclado... ¿Cómo es que sabía los comandos del teclado?- ¡¡NO!!
- ¿Cuantos años dijiste que tenías? ¿Siete?
- 17 años...
- Entonces deberías sentirte apenada por ese comportamiento tan poco propio de tu edad -saltó hacia mi cabeza y me dio un par de picotazos- Primero haces que te quiten un examen y después evades tus responsabilidades, no me sorprende que estés tan mal en la escuela
- ¡Recuerda la razón por la que me quitaron el examen! -fruncí leve el ceño pero después suspiré y me dejé caer sobre el taclado- Lo siento Pinamon... hoy ha sido un día tan pesado que solo tengo ganas de distraerme un rato...
- Ese tipo de autocompadecimiento es el que provoca que la debilidad se apodere de ti, humana -dio un salto y aleteó hasta caer al suelo, alejandose a paso lento- Más te vale terminar pronto y correctamente esa investigación, porque me esta dando hambre y no puedo hacerme de comer
- Está bien, está bien... -me levanté del teclado y comencé a estirarme- Ah por cierto, Pinamon, se ha terminado el arroz
En cuanto dije esto noté que los pasos de Pinamon se volvieron rigidos, fue como si el polluelo se hubiera congelado o en caso de que fuera una maquina ''le faltara aceite'', después me volteó a ver.
- Qué... ¿Qué dices?...
- ¿Huh? Si... ¿Porque tan sorprendido? Con la cantidad tan enormes de arroz que engulles no es de causar impresión alguna
- No acepto esta clase de bromas, humana, ¿Acaso quieres verme enojado?
- No es ninguna broma, ¿Quieres que te muestre la alacena?
- ¡No! No puedo ver tal atrocidad... aun tengo muchos años de cordura que me gustaría conservar -comenzó a aletear sus alas rápidamente- Qué... ¿Qué haremos ahora que se ha acabado tal elixir? -''¿Elixir...?''
- Podríamos ir a comprar pero las tiendas estan muy lejos y tengo que terminar la investigación, ¿Que te parece comer algo más?
- ¡Nunca! ¡No caeré en tus trucos tentativos, humana del mal! -''¿Del mal...?''
- Está bien... -me hice hacia atrás el fleco de la frente con mi mano mientras pensaba y después lo solté, mirando a Pinamon- ¿Que te parece si vamos a comprar un platillo con arroz al restaurante? Si no mal lo recuerdo, hay uno a un par de cuadras
- ¿Venden ese tipo de manjares en un restaurante? Me parece bien, muy bien...
Ambos nos quedamos callados por un buen tiempo mirandonos atentamente a los ojos sin emitir sonido alguno más que el de nuestro respirar hasta que finalmente logré preguntar...
- ¿Vamos ahora y dejo la investigación para des...?
- Tampoco estoy tan desesperado -se alejó. Suspiré.
- Al menos lo intenté...
Tal y como lo había prometido empecé con el trabajo de investigación que debía hacer, a veces tuve ganas de parar para descansar un rato, pero me daba la sensación de que Pinamon saldría de la nada a picotearme así que preferí resistir esto y seguir concentrandome en el proyecto hasta acabar. Cuando lo hice Pinamon se entretuvo leyendolo y, antes de que empezara con sus criticas, salí corriendo a bañarme y alistarme para salir. Cuando lo hice increíblemente, al ver el trabajo, éste estaba completamente corregido. Lo releí detenidamente.
- ¿Has cambiado todo este trabajo en el tiempo en que estuve en el baño?
- Eres lenta incluso bañandote humana, rápido, guarda el documento y salgamos de inmediato, siento que mis intestinos armarán una revolución en mi interior si no como algo pronto.
En fin, hice lo que me pidió y, antes de salir, lo guardé en mi Digivice. Al principio se quejó un poco por esto pero no iba a arriesgarme de nuevo, las pocas veces que me he llegado a convencer y sacarlo con el pretexto de hacerlo parecer un muñeco mío desgraciadamente no quiere actuar como tal y se mueve y habla por si solo, le contesta a otros y demás; soy una persona que suele huir de los asuntos vergonzosos pero que a la vez es un imán de estos, y Pinamon actualmente es el que provoca casi todos.
- ¿Cuanto falta aproximadamente para llegar al restaurante, humana?
- Ya estamos cerca, unos pasos más, creo que ya puedo verlo a lo lejos... -entrecerré leve los ojos para intentar identificarlo pero al no poder me abstuve a seguir con eso- ...Por cierto, ¿Vas a pedir un platillo con arroz, verdad?
- Un platillo DE arroz -suspiré
- ...¿No te gustaría probar algo más? Hay tanta comida, tantos platillos deliciosos, el arroz es rico pero no es nada a comparación de muchos otros manjares culinarios, ¿No te interesa probar aunque sea un platillo diferente?
- No -''Él no se anda con rodeos, enserio...''- ¿Hm? -noté como si levantara la mirada desde la pantalla.
- ¿Sucede algo?
- Es extraño... sentí como si hubiera un digimon cerca... -sentí como si mi corazón golpeara mi pecho al escuchar esas palabras ''No... no quiero volver a vivir las batallas digimon de nuevo... ¿Porque hoy? ¿Porque ahora? Lo unico que quiero hacer es descansar, no que el día se arruine por otra de esas batallas...''- ..Aunque puede ser mi hambre, el sentimiento es muy similar -''¡Gracias por el susto, Pinamon!''
- Si, seguro eso es -reí leve y después miré hacia al frente- Parece que si era el restaurante después de todo... Vas para el bolsillo, Pinamon -dicho esto lo coloqué en uno de los bolsillos interiores de la chaqueta que traía.
Entré al establecimiento escuchando el sonar de la campanilla que esta conectada a la puerta para que los empleados supieran cada vez que entra un nuevo cliente o este sale. Parecía ser un restaurante más o menos humilde o estable, ni de los mejores ni de los peores, era mas bien... tenía ese aspecto que les gusta mucho a las familias para salir días como quincenales o fines de semanas juntos. Por unos instantes pasaron imagenes en mi cabeza sobre cuando iba con mis padres a este tipo de restaurantes, esos días en donde el trabajo no los separaba tanto de mi y podía disfrutar plenamene de su compañía ''Que lindos esos días...'' dije en mis adentros con una leve sonrisa en mi rostro hasta que reaccioné ante una voz.
- ¿Disculpe? ¿Señorita?
- ¿Eh? ¿Si? ¿Mande? -miraba hacia mis lados completamente distraída. Al parecer me había formado ya y sin darme cuenta la fila había avanzado hasta quedar yo en frente, ¿Cuanto tiempo he estado así?- Disculpe... no vi... ehh... bueno -cerré los ojos como dando ''punto y aparte'' y seguir a lo que venía- ¿Puedo saber cual es el menú en este lugar? Quisiera saber de un buen platillo... Esto... ¿Cuales buenos platillos que usted conoce son relativamente buenos y tengan arroz
- Mapa:
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :18Nivel On Rol :Rookie
Mio Akiyama
Re: Antiguos guerreros en tiempos modernos [w/ Rin Okumura]
"No pretendas que no pueden verte sólo porque la oscuridad te rodea. Hay brillantes ojos en cada grieta a tu alrededor. No pretendas que no pueden oírte sólo porque lo único que oyes es tu voz. Hay oídos agudos en cada parte del aire que te rodea. No pretendas que tu vida está a salvo manteniendo distancia. Porque el único trayecto que hay entre tu garganta y mi mano, es el filo de mi espada."
-¿Aún no sabe qué pedir? Lo siento, pero no puedo hacer esperar a las demás personas de la fila y menos siendo los últimos clientes. Por favor, hágase a un lado, llamaré al cocinero para que le responda, luego tendrá que volver a formar en la fila. ¡Oye, Okumura! Te necesitan aquí.
-¡Orden de yakisoba lista! -empujando las puertas vaivén con el hombro mientras traía en ambas manos dos tazones con fideos. Luego haciendo sonar una campanilla para que vinieran a buscar la comida-. ¿Me llamaba señor Mori?
-Así es, esta jovencita necesita saber los platillos hechos con arroz. Trata de no demorarte mucho, aún quedan cinco personas que esperan en la fila.
-Eh... sí, señor.
Habían pasado varios días, creo que fueron dos semanas desde que llegamos al mundo humano nuevamente. No habíamos podido establecernos en ningún lugar, ni siquiera en el Digimundo. Bueno, aunque ahí sólo caminamos de un lugar a otro siguiendo pistas o rastros de lugares o nombres, pero nunca hemos pasado el suficiente tiempo en un sólo sitio. ¿Será que los portales nos persiguen o algo? Ya voy contando uno... más ese otro... más los dos de la otra vez... como unos cuatro o cinco. Me pregunto si podré adoptar a tiempo la costumbre de estar en constante movimiento, incluso me imagino siendo un viejo vago y con larga barba, igual que Jijimon... ¡Nooo, claro que no! ¡No quiero ser nunca como ese viejo! Ahh, como decía, el día que aparecimos aquí, fue cerca del río que corre a través del monte. Desde ahí, al escuchar el sonido del agua, pudimos ver que el río bajaba y lo seguimos hasta terminar en las entradas de la ciudad, aún sigo creyendo que fue pura suerte que llegásemos a las afueras, pero podrían habernos dejado un poco más cerca ¿no? Jum...
El único lugar que teníamos para ir era a la capilla nuevamente, aunque una vez que me fijé en el bolsillo del pantalón en busca de la llave, recordé que me la había olvidado dentro del edificio el último día que estuve aquí. No íbamos a quedarnos fuera, al menos nos meteríamos al terreno. Así que saltamos el enrejado y comenzamos a recorrer por el camino que había entre las habitaciones hasta llegar a la puerta del templo. No perdería nada intentando ver si estaba abierta, aunque daba un poco de miedo el saber que lo estaba y que alguien más se había metido, un ladrón o... o... ¡un perro rabioso! ¿Eh? Bueno, estaba cerrada, como lo suponía ¿pero no había una...? ¡Claro que sí! Había dos macetas con plantas que ya estaban secas por cierto, una a cada lado de esa puerta, debajo de la derecha siempre había una copia de la llave, sólo por si acaso. Y por suerte seguía ahí, con esa podía tener acceso a todas las demás habitaciones, incluyendo a la capilla, que ahora debía estar cubierta de polvo, y pensar que a papá le gustaba mantenerla limpia y reluciente, pero no a la puerta enrejada que rodeaba todo el perímetro.
Al menos ahora teníamos un lugar para quedarnos, y era la primera vez que Hyokomon estaba aquí. Seguía con esa costumbre de dormir de cabeza como lo hacen los murciélagos. Por lo general lo hacía en el árbol más cercano que estaba a mi habitación, aunque una noche de tormenta me desperté a las tres de la mañana y al ver por la ventana, él estaba ahí colgado a merced del agua y del viento. Me costó que se desprendiera a pesar de que no se había despertado, luego de eso lo metí bajo techo, lo sequé y al no encontrar un lugar mejor lo colgué en el perchero del guardarropas, supuse que le gustaría.
-Ahí quedarás mejor, jeje -descansando una mano en la cintura y con la otra rascándome la nariz.
Se hizo prioridad buscar una forma de mantener nuestra estadía al saber que no estábamos seguros sobre cuándo regresaríamos al mundo digital, si es que lo hacíamos algún día. La única forma era buscar un trabajo.
Debía haber resúmenes en la caja que guardaba bajo mi cama con cosas que no utilizaba, que sólo eran... ehm... libros de la escuela. Sólo encontré dos, pero fueron suficientes para que me aceptaran en un restaurante a varias cuadras de ahí... sólo espero que este me dure más de una semana. Aunque ahora tengo una ventaja y desventaja a la vez, y es que Hyokomon me despierta demasiado temprano por más que no haya dormido lo suficiente, así que es raro que llegue tarde como en otras oportunidades. Y ya que lo menciono, no encontré mejor solución que traerlo a él hacia aquí, pero se queda en el callejón que hay al lado para que nadie más lo vea. De todas formas es uno parecido al de aquella vez cuando nos conocimos por primera ocasión. Salgo varias veces durante el día para observarlo y charlar con él, también, al sacar los desperdicios aprovecho para llevarle un tazón con comida que siempre hago de más. Por lo general cualquier cosa siempre que sea sano, desde fideos, arroz, los vegetales son sus favoritos, e incluso pescado, aunque ignora por completo el pollo, me pregunto por qué... ¡Ahh! Fiu, por poco y el yakisoba se quema.
-¿Platos con arroz? Déjame ver, yakimeshi, barazushi, arroz con huevo, arroz con salsa de curry, bolas de arroz, estofado de arroz con vegetales y cerdo... -respondiendo con un tono desganado. Luego de recordar los otros platillos pude hablar con normalidad-. ¿Pero por qué sólo arroz? También tenemos yakisoba, tempura, butajiru, tonkatsu y mi especialidad: sukiyaki -acercándome a aquella muchacha poniendo una mano al lado de mi boca para que nadie más escuchara.- Que por cierto, es el mejor que probarás en toda tu vida. -apartándome y mostrando una sonrisa-. ¿Y bien? ¿Qué elegirás? Oh, y por cierto ¿planeas comer aquí o es para llevar?
Una vez que terminé de preparar los cinco platillos restantes más el de la chica que no sabía qué pedir, ya había terminado con todos en el día de hoy, así que salí por la puerta del costado hacia el callejón para ver cómo se encontraba el polluelo. No sin antes dejar mi delantal colgado y avisarle al señor Mori que ya me iba y tomar las bolsas repletas de basura para tirarlas en uno de los contenedores.
-Oye, chico, ya es hora de irnos... ¿Hyokomon, donde estás? Ahh, me pregunto donde se habrá metido ahora.
-¡Muere!
Mira hacia arriba y una sombra de gran tamaño se soltó de las escaleras de donde estaba colgado y se acercó rápidamente hacia mi mientras caía en picada. Como reacción me tiré al suelo cubriéndome el rostro con uno de mis brazos. Y a medida que la poca luz que entraba en el callejón me dejaba ver, pude darme cuenta de quién era.
-¡Waaah! ¿Hyo-Hyokomon? ¡¿Qué te crees que haces?! ¡¿Quieres matarme de un susto acaso?!
-Ni en el mundo que conoces estás a salvo del filo de una espada bien empuñada -quitándose de encima mío y sacando su ala de la empuñadura-.
-¿Y por eso tienes que asustarme de esa manera?
-La naturaleza de cada uno se mide por sus reacciones, y en este instante, la espada tendría más sangre en su alma que tú en tu cuerpo.
-Pe-pero ¿qué es lo que dices? Además, ¿qué es eso de "Muere"? ¿Lo... lo decías en serio?
-Pregunta y lo sabrás, pero recuerda que no siempre la respuesta vendrá de alguien más. ¿Qué esperas para buscar en donde sólo tú puedes llegar?
-Eh... sí, sí, cómo sea, después de todo no tenía mi espada conmigo, no sé que esperas que haga. Sabes bien que si la llevo mientras cocino podrían llegar a despedirme. Por cierto, ya terminé por hoy, volvamos a casa.
Me volví a estirar las mangas de mi suéter acercándome a uno de los contenedores de basura para dejar las bolsas ahí y recoger mi espada en el otro de la par. Pero Hyokomon me interrumpió seriamente.
-Rin.
-¿Ahora qué ocurre?
...
-¿Que viste a un Digimon por aquí?
-Y a una humana acompañándolo.
-¿Aún no sabe qué pedir? Lo siento, pero no puedo hacer esperar a las demás personas de la fila y menos siendo los últimos clientes. Por favor, hágase a un lado, llamaré al cocinero para que le responda, luego tendrá que volver a formar en la fila. ¡Oye, Okumura! Te necesitan aquí.
-¡Orden de yakisoba lista! -empujando las puertas vaivén con el hombro mientras traía en ambas manos dos tazones con fideos. Luego haciendo sonar una campanilla para que vinieran a buscar la comida-. ¿Me llamaba señor Mori?
-Así es, esta jovencita necesita saber los platillos hechos con arroz. Trata de no demorarte mucho, aún quedan cinco personas que esperan en la fila.
-Eh... sí, señor.
Habían pasado varios días, creo que fueron dos semanas desde que llegamos al mundo humano nuevamente. No habíamos podido establecernos en ningún lugar, ni siquiera en el Digimundo. Bueno, aunque ahí sólo caminamos de un lugar a otro siguiendo pistas o rastros de lugares o nombres, pero nunca hemos pasado el suficiente tiempo en un sólo sitio. ¿Será que los portales nos persiguen o algo? Ya voy contando uno... más ese otro... más los dos de la otra vez... como unos cuatro o cinco. Me pregunto si podré adoptar a tiempo la costumbre de estar en constante movimiento, incluso me imagino siendo un viejo vago y con larga barba, igual que Jijimon... ¡Nooo, claro que no! ¡No quiero ser nunca como ese viejo! Ahh, como decía, el día que aparecimos aquí, fue cerca del río que corre a través del monte. Desde ahí, al escuchar el sonido del agua, pudimos ver que el río bajaba y lo seguimos hasta terminar en las entradas de la ciudad, aún sigo creyendo que fue pura suerte que llegásemos a las afueras, pero podrían habernos dejado un poco más cerca ¿no? Jum...
El único lugar que teníamos para ir era a la capilla nuevamente, aunque una vez que me fijé en el bolsillo del pantalón en busca de la llave, recordé que me la había olvidado dentro del edificio el último día que estuve aquí. No íbamos a quedarnos fuera, al menos nos meteríamos al terreno. Así que saltamos el enrejado y comenzamos a recorrer por el camino que había entre las habitaciones hasta llegar a la puerta del templo. No perdería nada intentando ver si estaba abierta, aunque daba un poco de miedo el saber que lo estaba y que alguien más se había metido, un ladrón o... o... ¡un perro rabioso! ¿Eh? Bueno, estaba cerrada, como lo suponía ¿pero no había una...? ¡Claro que sí! Había dos macetas con plantas que ya estaban secas por cierto, una a cada lado de esa puerta, debajo de la derecha siempre había una copia de la llave, sólo por si acaso. Y por suerte seguía ahí, con esa podía tener acceso a todas las demás habitaciones, incluyendo a la capilla, que ahora debía estar cubierta de polvo, y pensar que a papá le gustaba mantenerla limpia y reluciente, pero no a la puerta enrejada que rodeaba todo el perímetro.
Al menos ahora teníamos un lugar para quedarnos, y era la primera vez que Hyokomon estaba aquí. Seguía con esa costumbre de dormir de cabeza como lo hacen los murciélagos. Por lo general lo hacía en el árbol más cercano que estaba a mi habitación, aunque una noche de tormenta me desperté a las tres de la mañana y al ver por la ventana, él estaba ahí colgado a merced del agua y del viento. Me costó que se desprendiera a pesar de que no se había despertado, luego de eso lo metí bajo techo, lo sequé y al no encontrar un lugar mejor lo colgué en el perchero del guardarropas, supuse que le gustaría.
-Ahí quedarás mejor, jeje -descansando una mano en la cintura y con la otra rascándome la nariz.
Se hizo prioridad buscar una forma de mantener nuestra estadía al saber que no estábamos seguros sobre cuándo regresaríamos al mundo digital, si es que lo hacíamos algún día. La única forma era buscar un trabajo.
Debía haber resúmenes en la caja que guardaba bajo mi cama con cosas que no utilizaba, que sólo eran... ehm... libros de la escuela. Sólo encontré dos, pero fueron suficientes para que me aceptaran en un restaurante a varias cuadras de ahí... sólo espero que este me dure más de una semana. Aunque ahora tengo una ventaja y desventaja a la vez, y es que Hyokomon me despierta demasiado temprano por más que no haya dormido lo suficiente, así que es raro que llegue tarde como en otras oportunidades. Y ya que lo menciono, no encontré mejor solución que traerlo a él hacia aquí, pero se queda en el callejón que hay al lado para que nadie más lo vea. De todas formas es uno parecido al de aquella vez cuando nos conocimos por primera ocasión. Salgo varias veces durante el día para observarlo y charlar con él, también, al sacar los desperdicios aprovecho para llevarle un tazón con comida que siempre hago de más. Por lo general cualquier cosa siempre que sea sano, desde fideos, arroz, los vegetales son sus favoritos, e incluso pescado, aunque ignora por completo el pollo, me pregunto por qué... ¡Ahh! Fiu, por poco y el yakisoba se quema.
-¿Platos con arroz? Déjame ver, yakimeshi, barazushi, arroz con huevo, arroz con salsa de curry, bolas de arroz, estofado de arroz con vegetales y cerdo... -respondiendo con un tono desganado. Luego de recordar los otros platillos pude hablar con normalidad-. ¿Pero por qué sólo arroz? También tenemos yakisoba, tempura, butajiru, tonkatsu y mi especialidad: sukiyaki -acercándome a aquella muchacha poniendo una mano al lado de mi boca para que nadie más escuchara.- Que por cierto, es el mejor que probarás en toda tu vida. -apartándome y mostrando una sonrisa-. ¿Y bien? ¿Qué elegirás? Oh, y por cierto ¿planeas comer aquí o es para llevar?
Una vez que terminé de preparar los cinco platillos restantes más el de la chica que no sabía qué pedir, ya había terminado con todos en el día de hoy, así que salí por la puerta del costado hacia el callejón para ver cómo se encontraba el polluelo. No sin antes dejar mi delantal colgado y avisarle al señor Mori que ya me iba y tomar las bolsas repletas de basura para tirarlas en uno de los contenedores.
-Oye, chico, ya es hora de irnos... ¿Hyokomon, donde estás? Ahh, me pregunto donde se habrá metido ahora.
-¡Muere!
Mira hacia arriba y una sombra de gran tamaño se soltó de las escaleras de donde estaba colgado y se acercó rápidamente hacia mi mientras caía en picada. Como reacción me tiré al suelo cubriéndome el rostro con uno de mis brazos. Y a medida que la poca luz que entraba en el callejón me dejaba ver, pude darme cuenta de quién era.
-¡Waaah! ¿Hyo-Hyokomon? ¡¿Qué te crees que haces?! ¡¿Quieres matarme de un susto acaso?!
-Ni en el mundo que conoces estás a salvo del filo de una espada bien empuñada -quitándose de encima mío y sacando su ala de la empuñadura-.
-¿Y por eso tienes que asustarme de esa manera?
-La naturaleza de cada uno se mide por sus reacciones, y en este instante, la espada tendría más sangre en su alma que tú en tu cuerpo.
-Pe-pero ¿qué es lo que dices? Además, ¿qué es eso de "Muere"? ¿Lo... lo decías en serio?
-Pregunta y lo sabrás, pero recuerda que no siempre la respuesta vendrá de alguien más. ¿Qué esperas para buscar en donde sólo tú puedes llegar?
-Eh... sí, sí, cómo sea, después de todo no tenía mi espada conmigo, no sé que esperas que haga. Sabes bien que si la llevo mientras cocino podrían llegar a despedirme. Por cierto, ya terminé por hoy, volvamos a casa.
Me volví a estirar las mangas de mi suéter acercándome a uno de los contenedores de basura para dejar las bolsas ahí y recoger mi espada en el otro de la par. Pero Hyokomon me interrumpió seriamente.
-Rin.
-¿Ahora qué ocurre?
...
-¿Que viste a un Digimon por aquí?
-Y a una humana acompañándolo.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :53Nivel On Rol :Rookie
Rin Okumura
Re: Antiguos guerreros en tiempos modernos [w/ Rin Okumura]
- Ehh, yo... bueno... -ante las palabras del trabajador desvié mi mirada hacia las personas que estaban detrás de mi y todas, o la mayoría, mostraba el ceño fruncido, algunas incluso movían el pie rápidamente cruzados de brazos, otros miraban su reloj con esa misma expresión ''¿Tanto me he tardado? Que pena... que vergüenza...'' Regresé mi mirada hacia al frente y el señor que me había atendido llamaba a quien parecía ser el cocinero; aun cabizbaja por la culpa de haber hecho esperar tanto tiempo a los demás clientes decidí correrme hacia un lado para poder hablar tranquila y rápidamente con el cocinero, así evitaría quitarle tiempo tambien y podría irme rápido a mi apartamento ''Seguro Pinamon debe estar vuelto loco''
El cocinero había salido y fue directamente a hablar con su compañero de trabajo, yo por mientras saqué levemente el digivice de mi bolsillo después de escuchar la voz de Pinamon retumbar en este.
- ¿Cuanto más se va a tardar este restaurante en preparar el platillo? Pero que pésimo servicio... -''Si tan solo supiera que aun no he pedido nada...''
- Ya... ya están en eso, solo espera un poco... -escuché la voz de alguien delante mío. Mi piel se erizó del susto y rápidamente volví a guardar el digivice en el bolsillo esperando que, si lo llegase a haber visto, lo confundiera con algun celular o algo parecido... de espaldas y a medio sacar el artefacto si parece uno.
Escuchaba atentamente los platillos que el cocinero me ofrecía de su menú, aunque la verdad es que la mayoría de estos los desconocía por completo ''¿No tendrá alguna imagen con los platillos para guiarme de estas?'' Necesitaba un platillo que tuviese arroz para que Pinamon decidiera comerlo pero, de preferencia, no fuera lo principal... así quizás se digne a comer más por su gran apetito ''Pero no quiero seguir molestando...''
- Eh.. esto... -me quedé en silencio pensando en todos los platillos que me dijo, intentando recordar aunque sea el nombre de uno ''...Me parece que pediré el Yakimeshi'' planeaba venir a comprar solo el platillo de Pinamon y hacerme de comer a mi en la casa pero las insinuaciones del cocinero para que comprara un platillo en especial que parecía ser su especialidad hizo que me llamase la atención pese a no saber de que se trataba realmente el ''Sukiyaki''- No pensaba comprar un platillo para mi... pero me ha logrado convencer -sonreí y me incliné- Me disculpo por las molestias, y le agradezco la ayuda
Dicho esto volví a mi compostura de antes y me dirigí hacia el final de la fila, era corta, pero el tiempo no era demasiado rápido considerando que los clientes se iban marchando hasta tener su comida ya preparada y ya que había distraído unos momentos al cocinero no me sorprende que el paso de la cocina haya decaído un poco, por suerte no tardó en restablecerse dicho progreso y poco a poco los clientes se fueron marchando más contentos que antes. Cuando llegó mi turno, pedí los platillos que había elegido: una orden de Yakimeshi y otra de Sukiyaki para llevar. Podía escuchar la voz de Pinamon en mi bolsillo, por lo tanto me sentía algo nerviosa mientras esperaba, pero por suerte los comensales que si habían decidido comer en el restaurante hacían el ruido suficiente como para camuflar su voz y así evitar que cualquiera a mi lado se lograse percatar de esto. Cuando los platillos estuvieron listos me los entregaron en una bolsa, apilados ''Huelen muy bien... me pregunto como se verán, y como sabrán...'' hice practicamente lo mismo que le había dicho antes al cocinero: me disculpé y le agradecí la atención antes de irme.
Apenas salí del restaurante, a los pocos pasos, decidí sacar mi digivice nuevamente aunque con algo de fátiga porque sabía que tendría que aguantar las quejas de Pinamon ya sea a mi o al restaurante, o quizás a ambos, pero en vez de eso fue directo al grano.
- ¿Pediste arroz para mi?
- ¿Ah? Claro que sí, tu querías arroz y te compré arroz... espero que te guste, este restaurante... yo nunca antes había venido pero si he escuchado anteriormente buenas criticas de sus comidas -''En realidad, recuerdo que la mayoría decía que sus comidas no eran tan buenas como las de otros lugares, pero el ver el lugar tan lleno me hace cambiar de parecer...''- Tambien compré un platillo para mi, creo que este no tiene arroz, pero si gustas probar... -cuando volví a ver la pantalla, Pinamon se encontraba aún con los ojos abiertos pero con una enorme burbuja saliendole de la nariz ''¿¡Se durmió!?''- Debi imaginarmelo...
- ¡Hm! -la burbuja de su nariz explotó en cuanto reaccionó de esta manera.
- ¿Que suce...? ¿Tan poco te duró el sueño?
- Humana, debes tener en cuenta que uno nunca debe bajar la guardia ni siquiera en sueños -desvió la mirada- Siento la misma sensación de antes de entrar al restaurante...
- ¿La misma? -lo miré confundida- ¿No dijiste que se trataba del hambre? Aun no has comido y la comida que tengo aquí huele muy bien, quizás es...
- Usa la cabeza, ¿No te parece extraño el hecho de que sea la misma sensación en el mismo lugar de forma seguida? -detuve mi caminar y miré hacia mi izquierda ''Ese callejón...''
- Dime por favor que no estás pensando en...
- Si se trata de un digimon salvaje puede atacar a un humano inocente que pase por ahí, tenemos que ir a revisar
- ¿''Tenemos''? -''¿Acaso este es el trabajo de los ''Tamers''? No me gusta... no sé ni siquiera como me vi envuelta en esta aventura tan extraña y peligrosa''
- Si tu no vas a ir entonces iré yo solo, sacame de esta prisión y dejame revisar -Pinamon parecía muy decidido aun a pesar de no ser realmente seguro si de verdad había un digimon ahí o solo era su hambre.
- No... No voy a dejarte ir solo, Pinamon... -tomé el digivice con un poco de fuerza, intentando armarme de valor. Cerré los ojos y suspiré- Está bien, vayamos a revisar...
Apoyé el digivice cerca de mi pecho, ocultando el ladro frontal con mi propio cuerpo para evitar que alguien viese en la pantalla a Pinamon y me posicioné frente al callejón ''Solo es un callejón... un oscuro callejón... no va a pasar nada, no habrá ningun digimon ahí ni tampoco ningun maleante... es solo un callejón...'' me repetía en mis adentros aún con mis ojos cerrados; tomé un bocado de aire y lo exhalé lentamente logrando relajarme ''Está bien, aquí vamos''. Empecé a caminar dentro del callejón, parecía ser uno muy largo y bastante oscuro... sobre todo a estas horas del día.
- Humana, tus pasos son demasiado cortos y rígidos, ¿Te encuentras bien?
- S-Si, claro que... estoy de maravilla, Pinamon... -tenía una gran sonrisa en el rostro que no mostraba algo más que miedo, nervios e inseguridad. Desvié mi mirada hacia la pantalla del digivice sin que mi rostro se relajara- No parece haber ningun digimon por aquí... Ya... ¿Ya podemos irnos, Pinam...? -un grito interrumpió mi habla, pero no era un simple grito, parecía que alguien gritase ''¡Muere!'' lo cual hizo que mi cuerpo se ''paralizara'' del terror y soltase mi digivice. La caída fue lo suficientemente fuerte para aplanar uno de los botones y dejar que Pinamon saliese.
- Parece que ese digimon acaba de atacar a su desafortunada presa... ¡No te quedes ahí, vamos! -Pinamon corrió tan rápido como pudo, que por cierto... era muy veloz, parecía un ratón emplumado.
- ...Pinamon... espera... -no podía moverme por el miedo- ...No me dejes sola...
El cocinero había salido y fue directamente a hablar con su compañero de trabajo, yo por mientras saqué levemente el digivice de mi bolsillo después de escuchar la voz de Pinamon retumbar en este.
- ¿Cuanto más se va a tardar este restaurante en preparar el platillo? Pero que pésimo servicio... -''Si tan solo supiera que aun no he pedido nada...''
- Ya... ya están en eso, solo espera un poco... -escuché la voz de alguien delante mío. Mi piel se erizó del susto y rápidamente volví a guardar el digivice en el bolsillo esperando que, si lo llegase a haber visto, lo confundiera con algun celular o algo parecido... de espaldas y a medio sacar el artefacto si parece uno.
Escuchaba atentamente los platillos que el cocinero me ofrecía de su menú, aunque la verdad es que la mayoría de estos los desconocía por completo ''¿No tendrá alguna imagen con los platillos para guiarme de estas?'' Necesitaba un platillo que tuviese arroz para que Pinamon decidiera comerlo pero, de preferencia, no fuera lo principal... así quizás se digne a comer más por su gran apetito ''Pero no quiero seguir molestando...''
- Eh.. esto... -me quedé en silencio pensando en todos los platillos que me dijo, intentando recordar aunque sea el nombre de uno ''...Me parece que pediré el Yakimeshi'' planeaba venir a comprar solo el platillo de Pinamon y hacerme de comer a mi en la casa pero las insinuaciones del cocinero para que comprara un platillo en especial que parecía ser su especialidad hizo que me llamase la atención pese a no saber de que se trataba realmente el ''Sukiyaki''- No pensaba comprar un platillo para mi... pero me ha logrado convencer -sonreí y me incliné- Me disculpo por las molestias, y le agradezco la ayuda
Dicho esto volví a mi compostura de antes y me dirigí hacia el final de la fila, era corta, pero el tiempo no era demasiado rápido considerando que los clientes se iban marchando hasta tener su comida ya preparada y ya que había distraído unos momentos al cocinero no me sorprende que el paso de la cocina haya decaído un poco, por suerte no tardó en restablecerse dicho progreso y poco a poco los clientes se fueron marchando más contentos que antes. Cuando llegó mi turno, pedí los platillos que había elegido: una orden de Yakimeshi y otra de Sukiyaki para llevar. Podía escuchar la voz de Pinamon en mi bolsillo, por lo tanto me sentía algo nerviosa mientras esperaba, pero por suerte los comensales que si habían decidido comer en el restaurante hacían el ruido suficiente como para camuflar su voz y así evitar que cualquiera a mi lado se lograse percatar de esto. Cuando los platillos estuvieron listos me los entregaron en una bolsa, apilados ''Huelen muy bien... me pregunto como se verán, y como sabrán...'' hice practicamente lo mismo que le había dicho antes al cocinero: me disculpé y le agradecí la atención antes de irme.
Apenas salí del restaurante, a los pocos pasos, decidí sacar mi digivice nuevamente aunque con algo de fátiga porque sabía que tendría que aguantar las quejas de Pinamon ya sea a mi o al restaurante, o quizás a ambos, pero en vez de eso fue directo al grano.
- ¿Pediste arroz para mi?
- ¿Ah? Claro que sí, tu querías arroz y te compré arroz... espero que te guste, este restaurante... yo nunca antes había venido pero si he escuchado anteriormente buenas criticas de sus comidas -''En realidad, recuerdo que la mayoría decía que sus comidas no eran tan buenas como las de otros lugares, pero el ver el lugar tan lleno me hace cambiar de parecer...''- Tambien compré un platillo para mi, creo que este no tiene arroz, pero si gustas probar... -cuando volví a ver la pantalla, Pinamon se encontraba aún con los ojos abiertos pero con una enorme burbuja saliendole de la nariz ''¿¡Se durmió!?''- Debi imaginarmelo...
- ¡Hm! -la burbuja de su nariz explotó en cuanto reaccionó de esta manera.
- ¿Que suce...? ¿Tan poco te duró el sueño?
- Humana, debes tener en cuenta que uno nunca debe bajar la guardia ni siquiera en sueños -desvió la mirada- Siento la misma sensación de antes de entrar al restaurante...
- ¿La misma? -lo miré confundida- ¿No dijiste que se trataba del hambre? Aun no has comido y la comida que tengo aquí huele muy bien, quizás es...
- Usa la cabeza, ¿No te parece extraño el hecho de que sea la misma sensación en el mismo lugar de forma seguida? -detuve mi caminar y miré hacia mi izquierda ''Ese callejón...''
- Dime por favor que no estás pensando en...
- Si se trata de un digimon salvaje puede atacar a un humano inocente que pase por ahí, tenemos que ir a revisar
- ¿''Tenemos''? -''¿Acaso este es el trabajo de los ''Tamers''? No me gusta... no sé ni siquiera como me vi envuelta en esta aventura tan extraña y peligrosa''
- Si tu no vas a ir entonces iré yo solo, sacame de esta prisión y dejame revisar -Pinamon parecía muy decidido aun a pesar de no ser realmente seguro si de verdad había un digimon ahí o solo era su hambre.
- No... No voy a dejarte ir solo, Pinamon... -tomé el digivice con un poco de fuerza, intentando armarme de valor. Cerré los ojos y suspiré- Está bien, vayamos a revisar...
Apoyé el digivice cerca de mi pecho, ocultando el ladro frontal con mi propio cuerpo para evitar que alguien viese en la pantalla a Pinamon y me posicioné frente al callejón ''Solo es un callejón... un oscuro callejón... no va a pasar nada, no habrá ningun digimon ahí ni tampoco ningun maleante... es solo un callejón...'' me repetía en mis adentros aún con mis ojos cerrados; tomé un bocado de aire y lo exhalé lentamente logrando relajarme ''Está bien, aquí vamos''. Empecé a caminar dentro del callejón, parecía ser uno muy largo y bastante oscuro... sobre todo a estas horas del día.
- Humana, tus pasos son demasiado cortos y rígidos, ¿Te encuentras bien?
- S-Si, claro que... estoy de maravilla, Pinamon... -tenía una gran sonrisa en el rostro que no mostraba algo más que miedo, nervios e inseguridad. Desvié mi mirada hacia la pantalla del digivice sin que mi rostro se relajara- No parece haber ningun digimon por aquí... Ya... ¿Ya podemos irnos, Pinam...? -un grito interrumpió mi habla, pero no era un simple grito, parecía que alguien gritase ''¡Muere!'' lo cual hizo que mi cuerpo se ''paralizara'' del terror y soltase mi digivice. La caída fue lo suficientemente fuerte para aplanar uno de los botones y dejar que Pinamon saliese.
- Parece que ese digimon acaba de atacar a su desafortunada presa... ¡No te quedes ahí, vamos! -Pinamon corrió tan rápido como pudo, que por cierto... era muy veloz, parecía un ratón emplumado.
- ...Pinamon... espera... -no podía moverme por el miedo- ...No me dejes sola...
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :18Nivel On Rol :Rookie
Mio Akiyama
Re: Antiguos guerreros en tiempos modernos [w/ Rin Okumura]
-¿A... a dónde los viste? Dime, ¿cuándo fue? ¿Están cerca de aquí? Debemos ir a buscarlos, tenemos que hacerlo.
-El tiempo que pasó no fue ni el de una luna, sólo segundos de la eternidad. Si digo veinte minutos, tendré la confianza que no fallaré a pesar de que no sé con certeza hacia dónde se dirigían. Pude oír algo de sus palabras, algo distantes, hablaba desde su Digivice.
-¿Estás seguro de eso? Puede... haber sido que hablaba con un teléfono ¿no crees? ¿Nunca viste uno? Son cuadrados y pequeños, muy parecidos a esto -sacando nuestro Digivice del bolsillo y mostrándoselo-. Te pudiste haber confundido.
-No voy a dudar de una certeza, Rin, pude escuchar el nombre de un Digimon, el viento me lo dijo.
-Entonces iremos tras ellos. ¿Sabes al menos qué dirección tomaron? Si nos apresuramos de seguro podemos alcanzarlos.
-Las posibilidades son nulas ahora, el viento me susurra de nuevo, alguien se acerca.
Hyokomon se dio media vuelta y rodeó la empuñadura de su espada con su ala mirando hacia uno de los extremos del callejón, el más lejano. Había oído o al menos sentía que alguien venía hacia nosotros por lo que de manera inmediata se puso en modo de alerta. Era algo instintivo en él, algo que claramente lo hacía de manera automática y sin pensarlo mucho. Me refiero a que, seguramente era algo innecesario, si estuviéramos en el mundo digital hubiera hecho lo mismo, acompañándolo con hombro con hombro... ¿o rodilla con hombro? E-el caso es que no estábamos ahí, y no existen peligros de ese tipo en donde nos encontrábamos. Tal vez sólo un ladrón o algo parecido, pero no había sabido de ninguno desde que llegamos aquí, incluso se me ocurría que podría ser un cliente del restaurante. Si alguno me viera con una espada en la mano, me reconocería y se asustaría... o peor aún, si llegara ver a Hyokomon de seguro haría un escándalo. Pero no lo permitiría, basta de esto, tendré que hacer algo al respecto.
-¡¿Qué crees que haces con eso?! Tú te vas para arriba.
Al ver al polluelo que comenzaba a desenvainar la espada lentamente, lo tomé rápidamente del cascarón y lo arrojé hacia arriba, justo a donde estaba aquella escalera. Como por acto de reflejo se tomó de ella con las patas y quedó colgado de cabeza. Por algo pensaba que aquel que venía ya estaba demasiado cerca, sólo esperaba que no hubiera visto nada.
-Te quedas ahí y no harás nada a menos que sea completamente necesario ¿me oyes?Guarda silencio -ordenándole con un susurro en voz alta.
De inmediato apoyé mi espalda contra la pared y comencé a silbar para parecer distraído, y vaya que no lo estaba. No podía apartar la vista de ese lado del callejón ni por un segundo esperando a ver quién era el que venía. Lo cierto es que cada vez se ponía más tenso, porque el tiempo parecía pasar muy lento mientras comencé a escuchar pasos, que parecían entrecortados. Sonaban como con una especie de eco que rebotaba sobre en las paredes y no ayudaba en nada para que pudiera mantener la calma. Traté de tranquilizarme cerrando los ojos y tomando una gran bocanada de aire para luego soltarla con fuerza, pero algo hizo que descolgara la funda con mi espada dentro para colocarla en el piso, Será sólo por las dudas, sólo debe ser una persona que... que... camina lento porque no puede ver bien, pensé. De repente se me ocurrió algo, que tal vez haya sido la mejor idea, pero creí que era lo correcto para despejar la tensión. Estaría listo para cualquier cosa, eso es seguro, pero al instante en que pude ver una silueta, me paré en mitad del camino y entrecerré los ojos para ver un poco mejor sin ningún resultado.
-¿Ho-hola? ¿Quién eres? Verás, si quieres cruzar el callejón tendrás que caminar derecho, pero cuidado con los contenedores de basura ¿sí? Te... te podrías golpear y... te lastimarías.
Fue lo mejor que se me ocurrió en ese momento, es que... la oscuridad no me deja pensar bien.
-Yo... yo ya me iba -continué-, así que no tengas miedo o algo... n-no es que haya que temer, pero, eh... ¿quién eres?
-El tiempo que pasó no fue ni el de una luna, sólo segundos de la eternidad. Si digo veinte minutos, tendré la confianza que no fallaré a pesar de que no sé con certeza hacia dónde se dirigían. Pude oír algo de sus palabras, algo distantes, hablaba desde su Digivice.
-¿Estás seguro de eso? Puede... haber sido que hablaba con un teléfono ¿no crees? ¿Nunca viste uno? Son cuadrados y pequeños, muy parecidos a esto -sacando nuestro Digivice del bolsillo y mostrándoselo-. Te pudiste haber confundido.
-No voy a dudar de una certeza, Rin, pude escuchar el nombre de un Digimon, el viento me lo dijo.
-Entonces iremos tras ellos. ¿Sabes al menos qué dirección tomaron? Si nos apresuramos de seguro podemos alcanzarlos.
-Las posibilidades son nulas ahora, el viento me susurra de nuevo, alguien se acerca.
Hyokomon se dio media vuelta y rodeó la empuñadura de su espada con su ala mirando hacia uno de los extremos del callejón, el más lejano. Había oído o al menos sentía que alguien venía hacia nosotros por lo que de manera inmediata se puso en modo de alerta. Era algo instintivo en él, algo que claramente lo hacía de manera automática y sin pensarlo mucho. Me refiero a que, seguramente era algo innecesario, si estuviéramos en el mundo digital hubiera hecho lo mismo, acompañándolo con hombro con hombro... ¿o rodilla con hombro? E-el caso es que no estábamos ahí, y no existen peligros de ese tipo en donde nos encontrábamos. Tal vez sólo un ladrón o algo parecido, pero no había sabido de ninguno desde que llegamos aquí, incluso se me ocurría que podría ser un cliente del restaurante. Si alguno me viera con una espada en la mano, me reconocería y se asustaría... o peor aún, si llegara ver a Hyokomon de seguro haría un escándalo. Pero no lo permitiría, basta de esto, tendré que hacer algo al respecto.
-¡¿Qué crees que haces con eso?! Tú te vas para arriba.
Al ver al polluelo que comenzaba a desenvainar la espada lentamente, lo tomé rápidamente del cascarón y lo arrojé hacia arriba, justo a donde estaba aquella escalera. Como por acto de reflejo se tomó de ella con las patas y quedó colgado de cabeza. Por algo pensaba que aquel que venía ya estaba demasiado cerca, sólo esperaba que no hubiera visto nada.
-Te quedas ahí y no harás nada a menos que sea completamente necesario ¿me oyes?Guarda silencio -ordenándole con un susurro en voz alta.
De inmediato apoyé mi espalda contra la pared y comencé a silbar para parecer distraído, y vaya que no lo estaba. No podía apartar la vista de ese lado del callejón ni por un segundo esperando a ver quién era el que venía. Lo cierto es que cada vez se ponía más tenso, porque el tiempo parecía pasar muy lento mientras comencé a escuchar pasos, que parecían entrecortados. Sonaban como con una especie de eco que rebotaba sobre en las paredes y no ayudaba en nada para que pudiera mantener la calma. Traté de tranquilizarme cerrando los ojos y tomando una gran bocanada de aire para luego soltarla con fuerza, pero algo hizo que descolgara la funda con mi espada dentro para colocarla en el piso, Será sólo por las dudas, sólo debe ser una persona que... que... camina lento porque no puede ver bien, pensé. De repente se me ocurrió algo, que tal vez haya sido la mejor idea, pero creí que era lo correcto para despejar la tensión. Estaría listo para cualquier cosa, eso es seguro, pero al instante en que pude ver una silueta, me paré en mitad del camino y entrecerré los ojos para ver un poco mejor sin ningún resultado.
-¿Ho-hola? ¿Quién eres? Verás, si quieres cruzar el callejón tendrás que caminar derecho, pero cuidado con los contenedores de basura ¿sí? Te... te podrías golpear y... te lastimarías.
Fue lo mejor que se me ocurrió en ese momento, es que... la oscuridad no me deja pensar bien.
-Yo... yo ya me iba -continué-, así que no tengas miedo o algo... n-no es que haya que temer, pero, eh... ¿quién eres?
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- Digi Puntos :53Nivel On Rol :Rookie
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