Juegos de husky (priv. Ed Elric)

Hacia tiempo que no regresaba al Mundo Humano, pero ahora que Veemon era lo suficientemente fuerte como para defenderse pude volver para hablar con mi familia de lo ocurrido. Les expliqué a mis padres todo lo ocurrido, les dije lo de los digimons y la razón por la que no volví a casa, al principio pensé que me tomarían por loca pero Veemon salió en ese momento del digivice. Si llegaron a pensarlo, cambiaron de opinión al verlo. Me hicieron muchas preguntas, más incluso de las que habia imaginado. Yo les dije que ahora tenía una vida en el Mundo Digital, y que mi deber era quedarme allí para defender ese mundo, algo a lo que mi madre no le hizo mucha gracia. Por suerte, mi padre intervino, dijo que si era lo suficientemente responsable como para participar en esas carreras de trineo de Noruega (a veces eran un poco peligrosas por el hielo), podria arreglrarmelas en el Mundo Digital, y más si estaba con Veemon. Les dije que, aunque estubiese en el Mundo Digital volvería para hacer visitas y para fechas especiales: como los cumpleaños, Navidad, fin de año...

Después de todas esas explicaciones y preguntas, acabé dando cuenta del ladrido de un perro. Nada más escucharlo corrí al jardín, reconocía ese ladrido, no podía ser otra que...

- ¡Maya! - dije con alegría cuando vi a mi perra, la que encabezaba mi equipo de trineo.

Al parecer habia traido a Maya desde Noruega porque allí habia pillado una depresión en mi ausencia. Me echaba de menos y por eso la trajeron aqui, en el fondo mis padres sabían que volvería. Por eso decidí pasar el día con Maya y Veemon aprovechando que no tenía ninguna misión como Royal Knight, era agradable tener días libres de vez en cuando. Mi padre me dijo que a las afueras de la ciudad habia una cadena montañosa que solía tener nieve la mayor parte del año, era como un pequeño trozo de Noruega. No me lo pensé dos veces y me fuí allí con Veemon y Maya. También llevaba una pequeña pelota morada de goma para jugar allí con Maya.

Cuando llegamos allí, Maya no paraba de dar saltos por la nieve y de lamer a Veemon. Es curioso, pensaba que se mostraría desconfiada o que notaría extraño el olor de un digimon pero parece que no fue así. Llegamos a una zona boscosa y entramos en un claro, sería el lugar ideal para divertirse un poco. Jugamos con Maya con su pelota y al escondite, yo entretenía a mi perra mientras Veemon se escondía y luego ella tenía que encontrarlo por su rastro, lo encontraba todas las veces. Luego volvimos a jugar con la pelota de Maya, y cuando a Veemon le tocó lanzar tiró la pelota más lejos de lo que hubiese calculado, Maya fue tras ella igual.

- Se me fue la mano- se disculpó Veemon.
- No te preocupes, seguro que la encuentra- le dije sonriendo.

La pelota morada fue rodando por la nieve, hasta topar con una pequeña ladera donde cogió velocidad y bajó hasta detenerse cerca de cierto tamer y su digimon que pasaban por allí.

Maya empezó a correr tras Monodramon, tal vez pensaba que ahora tenía una pelota gigante a la que perseguir o tal vez creyó que se trataba de Veemon al captar un olor similar. En tal caso daría igual que Monodramon soltase la pelota pero le seguiría persiguiendo de todos modos, además Maya estaba acostumbrada a correr asi que no tardaría en alcanzar a Monodramon y menos en la nieve, donde estaba más acostumbrada.

En un rato de nada (demasiado corto como para decir el tiempo exacto) Maya saltó sobre Monodramon, lo tiró al suelo y empezó a lamerle la cara mientras movía la cola de un lado a otro. Veemon y yo llegamos en ese instante, no me esperaba ver a Ed y Monodramon allí, fue una sorpresa. Bajamos la colina y nos acercamos a Ed.

- Me alegro de verte de nuevo- le dije- No tenía ni idea de que vendrías al Mundo Humano, se me hace un poco raro verte aqui.
- Sigrun, ¿No crees que deberías apartar a Maya de Monodramon?-dijo Veemon intentando ocultar su risa.
- Tampoco le está haciendo nada pero bueno- dije antes de silbar.

Maya levantó la cabeza de su "victima" y volvió corriendo a mi lado y se sentó obedientemente, como si esperase una orden. Vi que llevaba su pelota en la boca, al parecer la habia agarrado antes de venir aqui.

- Perdón, no sé si debó de confundir a Monodramon con su pelota, son del mismo color- le dije a Ed.
- ¿Estás bien, Monodramon?- le dijo Veemon sonriendo a Monodramon.

Desde lejos observaba esa carrera de presa y cazador, Monodramon corría como si su vida estuviera en juego. Esas eran las únicas ocasiones en las que nunca estaba cansado o flojo. Pero esto no duraría mucho, a pesar de que era mucho más ágil que antes, cuando se lo proponía, y que había tomado buena velocidad, era demasiado pesado para que la nieve lo soportara y las cuatro patas de ese can servían de mayor apoyo para esa superficie. Creo que si hubiera seguido corriendo por el camino en vez de haberse metido a la nieve, le hubiera ido mucho mejor.
Ese salto me recordó a una leona atrapando su comida, sólo que esta era una versión infantil y cómica. Mi compañero cayó de frente al suelo y luego se volteó mientras sufría las terribles... lamidas de ese perro.

-¡Waah! Jajajaja, auxilio Ed, me hace cosquillas-

-¿Eh? ¡Chicos! Al fin los encontramos. La verdad es que venimos muy seguido, es cierto que pasamos la mayoría del tiempo en el Digimundo por los trabajos y todo eso, pero siempre que tenemos algo de tiempo regresamos aquí. Y como esta vez tenemos unos cuantos días de descanso, decidimos hacerte una visita sorpresa y también aproveché para que Monodramon conociera un poco de nuestro mundo. Espero que no seamos una molestia-

Después de una seña, el husky se arrimó a nuestra posición y ahí se quedo con la pelota entre sus colmillos.
Mi amigo se puso de pie y se nos unió tambaleando un poco mientras se limpiaba la baba de la cara y se sacudía lo poco de nieve que tenía en sus hombros y cabeza, también lo notaba algo confundido por lo que acababa de ocurrir.

-Sí, me encuentro bien. Algo sucio por cierto. Sólo me asusté un poco, este perro es distinto a los pocos que había visto antes-

-Es muy probable, además ¿por qué no perseguir una gran bola morada? Y sí, lo digo porque estás algo panzón amigo.
Supongo que esta es tu mascota, Sig ¿Cómo es su nombre?-

Flexione mis rodillas para pasar un par de veces mi mano por la parte de arriba de la cabeza del animal. Se lo veía muy contento y saludable, de seguro disfrutaba del momento con su dueña.
Miré nuevamente a Sigrun para hacerle saber de otra pregunta que tenía en mente y que surgió espontáneamente.

-¿Y bien? ¿Qué haremos hoy? La verdad tampoco tenía planeado visitarte, fue algo de último momento, así que tampoco se me ocurrió algo que podríamos hacer. Tal vez estaba pensando que me mostraras los alrededores, caminar un poco por el bosque. Hace mucho que no salgo fuera de la ciudad y mucho menos veo la nieve. Tu decides-

En realidad, cualquier cosa me parecería bien. Me gustaría revivir algunos momentos que habíamos pasado con anterioridad, crear nuevos recuerdos y conocer el futuro de ellos dos. Incluso planear algo en el que ambos nos veamos involucrados, al menos en cierto punto.
Junto con Monodramon debíamos volver al Mundo Digital el día después de mañana, así que teníamos bastante tiempo para disfrutar hasta ese entonces. Aún no había llegado el mediodía y el estómago de mi compañero todavía se mantenía tranquilo, pero era cuestión de un par de horas solamente. Era ahora o nunca para hacer algo.

Off: Espero que no te moleste que al menos esta parte transcurra a la mañana :3

- No te preocupes, no es ninguna molestia- le dije a Ed.

Cuando Maya vino aproveché para quitarle la nieve que tenía encima de su pelaje blanco y negro. Monodramon llegó poco después, lleno de babas de perro, no pude evitar imaginarme que hubiese pasado de haber tenido aqui a todo el equipo de trineo al completo. Sonreí al pensar en el pobre Monodramon siendo perseguido por seis perros al mismo tiempo y con ganas de jugar.

Ed acarició a mi perra y me preguntó por su nombre.

- Se llama Maya, la tenía en Noruega junto con el resto del equipo de perros de trineo pero mis tios, que se encargan de cuidarmelos, llamaron a mis padres diciendoles que Maya estaba depresiva, que no comía y que no jugaba con los demás. Supusieron que era porque me echaba de menos asi que la enviaron aqui- le conté mientra veía a Maya mover la cola- Y ahora parece que se encuentra mucho mejor. En cierto sentido, es una pena que tenga que estar de vuelta al Mundo Digital pero volveré de vez en cuando aunque sea sólo para estar con Maya.

Luego Ed preguntó que qué hariamos hoy y, antes de que pudiese decir Veemon se me adelantó.

- Nosotros estabamos jugando con Maya ¿Que os parece si os quedais y nos divertimos todos juntos? - sugirió mi compañero- Maya no parece tener miedo del olor de los digimon como pensé en un principio, aunque creo que de eso Monodramon ya se habrá dado cuenta- dijo sonriendo.

Maya ladró como si intentara decir que estaba de acuerdo, luego se acercó a Monodramon de nuevo y le acercó la pelota que aún tenía en sus fauces, como si quisiera decirle algo al digimon morado.

Ed sugirió que pasasemos por su casa algún día. Me pareció una buena idea asi que deberia tenerlo en cuenta para más adelante. Salir de vez en cuando de la rutina en la base de los RK biene bien, sobretodo cuando puedes estar con amigos.

Vi como Maya se quedó sentada mientras Monodramon agarraba su pelota, pensé que se lanzaría de nuevo a perseguirle. Bueno, supongo que estará esperando para ver lo que hace antes de entrar en acción de nuevo. Cuando la pelota pasó a Ed, Maya se levantó y se acercó al tamer moviendo la cola, estaba distraida mirando a mi perra cuando sentí algo frío en mi cara. Era una bola de nueve y Ed habia sido el culpable.

- No sabes lo que has hecho- dije sonriendo al tiempo que tomaba más nieve lanzandosela a Ed.
- Pues ahora seremos dos- dijo Veemon riendo y lanzando más bolas de nieve a Ed.

Monodramon se nos acerco mientras Ed subía por una colina y Maya alcanzaba algunas bolas de nieve al vuelo, el digimon morado tenía un plan para derrotarle y parecía bastante bueno. Nos pusimos manos a la obra, seguimos distrayendo a Ed con nuestros disparos de nieve mientras Monodramon se ponía en posición y lo derribó, luego se sentó encima para que no pudiera levantarse.

- ¡Ya ha caido!- dijo Veemon acercandose y enterrandolo.

Yo me acerqué y empezé a enterrarlo tambien, aquello era muy divertodo y hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien. Maya, al ver que enterrabamos a Ed, debió pensar que era un juego nuevo porque se puso al lado de Ed pero de espaldas a él y empezó a cavar arrojando la nieve hacia atrás sobre el pobre tamer.

Ed encerró a Monodramon dentro de su digivice y pudo levantarse. Maya se alejó un poco cuando vió a Ed emerger de las nieves, aunque se mantuvo cerca por si el juego volvía a empezar. Luego Ed empezó a estornudar, espero que no se haya resfriado.

- Lo siento, tal vez no fue buena idea enterrarte. Luego si quieres pasamos por mi casa y te daré una taza de té o chocolate caliente, te vendrá bien- le dije mientras Maya volvía acercarse.
- ¿Puedo tomar yo también una cuando volvamos, Sigrun?- me preguntó Veemon- Me encanta el chocolate caliente tras una jornada en la nieve.
- Por supuesto que si- le contesté poco antes de escuchar la idea de Ed de acampar en el bosque y contar historias- Me parece bien, cuando anochezca pasaré por mi casa y traeré los sacos de dormir, además de un par de linternas para crear ambiente mientras contamos las historias.


¡Genial, acampada en el Mundo Humano! Tengo que salir de la rutina más a menudo, siempre y cuando no requieran nuestra presencia en el clan. Lo mejor de todo es que podremos contar historias frente a una hoguera y con la luz de las linternas. ¿qué historia podría contar esta noche? Jijimon me contaba algunas cuando vivía en la Ciudad del Comienzo, pero ninguna de miedo ya que eramos digimons bebés. Bueno, seguro que Sigrun se sabe alguna y si cuenta la que creo que va a contar me necesitará como ayudante. Esto será divertido, espero que Ed y Monodramon se hayan puesto pañales porque los van a necesitar.

- Entonces decidido, esta noche acamparemos aquí y contaremos historias- les dije decidido- ¿exploramos un poco el bosque antes de comer?
.....
Off: pedona si es corto, no estaba muy inspirada.

-No me parece...
-¡Yo quiero chocolate! Digo... también estoy enfermo ¡ACHUUUUS!
Monodramon se tapó la boca luego de ese poco obvio "estornudo" y miraba para hacia ambos lados como si tratara de disimular, campo en el que no era especialista. Él, por comida haría lo que fuera, incluso hacerse pasar por enfermo por más que nunca quisiera parecer débil o mostrarse en desventaja, pero comida era comida, no me sorprendería verlo en una situación en donde se hiciera pasar por mujer para conseguirla... ¡¿En qué estoy pensando?! ¡Necesito sacar esta horrible imagen de mi cabeza ahora!
Agh... no pienso describirla.
-Como decía, no me parece una mala idea tomar una taza de chocolate. Pero seguramente no sea nada grave, sólo alergia... a la nieve. De todas formas fue divertido mientras duró.
Bueno, tampoco es que soy el mejor para mentir, pero no importaba demasiado. Es demasiado obvio que estaba por resfriarme, si es que no lo estaba ya, aunque sigo manteniendo esa postura de no preocupar a los demás. Seguramente una vez que hayamos regresado a la casa de Sig me pondría mejor, quería prevenir cualquier cosa que arruinara la velada que ya comenzamos a planear. Será una noche estupenda.
-Wiii, no veo la hora de que llegue la noche. Ahora... ¿no tenemos un bosque que explorar?
-Eso es, debe haber algún lugar único por aquí, como un lago cristalino o un claro en medio de los árboles. Supongo que debes conocer esta zona, no creo que sea tu primera vez por aquí. Así que confío en que nos guíes por el buen camino, Sig. Maya podría ayudarnos a encontrar el camino de regreso si es que llegásemos a perdernos. Andando... mejor dicho, lideren el camino ustedes dos. ¡Achús!
Claro, no podía faltar otro estornudo.
-Oigan, creen que haya algún Digimon escondido por esta zona? Podrían haberse escapado del mundo digital o estar atrapados por accidente aquí.
-Lo dudo mucho, pero si algo he aprendido desde que te conocí, es que cualquier cosa puede pasar. De toda formas las probabilidades de que haya uno justo en este bosque son muy bajas. Supongo que no hay de qué preocuparse.
Esperábamos a que Veemon, Sigrun y Maya comenzaran a trazar el camino por el cuál nos adentraríamos en el bosque.

Off: Bueno, se ve que tampoco estaba inspirado y además tengo sueño :P Se me tendrá que ocurrir algo interesante para la próxima ^^

¿Alergia a la nieve? Es la primera vez que escucho algo así, no creo ni que exista pero no importa, seguramente Ed no está acostumbrado a los climas fríos. Bueno, si veo que a la noche empeora lo mejor será volver a casa y prepararle el cuarto de invitados. No creo que con un resfriado le apetezca dormir al aire libre. Monodramon nos recordó que teníamos un bosque que explorar y Ed sugirió que yo debería hacerles de guía. Llevaba poco tiempo en aquella ciudad con sus alrededores pero cuando se trata de explorar un zona como aquella tardo muy poco en conocerla bien.

- Cerca de aquí hay un lago helado, además podríamos acampar por los alrededores del lago cuando llegue la noche- les sugerí.

Dicho y hecho empezamos a caminar hacia allí mientras Maya olfateaba cada cosa que le llamaba la atención: un tronco, una piedra, una rama… Luego se puso a saltar y revolcarse en la nieve, le gustaba mucho ese sitio debía de recordarle también a Noruega. Sólo le falta a este sitio un par de fiordos para que sea casi idéntico.

Mientras caminábamos por el bosque, Monodramon preguntó si podríamos encontrarnos con algún digimon. Yo no estaba muy segura, es cierto que las probabilidades de que un digimon logre encontrar o abrir un portal hacia  este mundo son muy bajas pero siguen ahí. De todos modos no voy a dejar que preocupaciones como esa me arruine mi día libre. Cuando llegamos al lago estaba totalmente congelado, y con los árboles nevados a su alrededor era una vista magnífica. Desde el final del bosque hasta la orilla del lago helado había una extensión de tierra sin árboles por la que avanzamos.

- Este lugar parece perfecto para patinar- dijo Veemon.
- No hay que confiarse, el lago puede parecer totalmente congelado pero en algunas zonas puede ser más fino que en otras- le dije mirando hacia el hielo- Será mejor no adentrarnos a no ser que sepamos que es seguro.

De repente escuché a Maya gruñir mientras miraba hacia el cielo mostrando sus colmillos y erizando el pelaje, de ese modo parecía una loba furiosa a punto de atacar ¿Pero a qué?

- Sigrun, se acerca un digimon- me dijo Veemon.

De repente apareció de entre las nubes una especie de dragón verde, como los que aparecían en las leyendas japonesas.

- Es Majiramon, un digimon ultímate- me dijo Veemon mientras el dragón aterrizaba en el lago, el hielo aguantó así que sería bastante grueso en ese punto.
- Los humanos sois una plaga en nuestro mundo- dijo el dragón con voz feroz- Me encargaré de acabar con esa plaga de raíz. ¡Acaré con los humanos!

Maya seguía gruñendo y ladrando. Intenté sujetarla pero fue más rápida y se lanzó corriendo hacia el dragón como si intentase echarlo de allí con un par de mordiscos.

- ¡¡¡Maya!!!- le grité pero mi perra siguió corriendo.
- Maldito estorbo- dijo el enorme dragón antes de golpear el hielo que se resquebrajó con rapidez.

Dos placas de hielo se partieron bajo las patas de Maya, ella intentó correr hacia la otra placa de hielo pero se resbaló y cayó al agua. Actué casi al instante activando mi DigiSoul, sabía que Maya no aguantaría mucho en esa agua helada y con el riesgo de ser golpeada por los trozos de hielo.

- ¡DigiSoul, carga completa!
- Veemon digievoluciona en… AeroVeedramon!

No hizo falta darle ninguna orden a mi compañero, se lanzó como una flecha y se tiró al agua helada rompiendo varios trozos de hielo al hacerlo. Esos segundos fueron angustiosos para mí, si le pasaba algo a Maya…

- Mira que lanzarse al agua helada por un inútil ser vivo como ese- dijo el dragón verde que había levantado el vuelo para evitar caer también.
- ¡¡¡Cállate!!!- le grité- ¡¡¡Vas a lamentar esto, lagarto deforme!!!

En ese momento, AeroVeedramon salió del lago volando con Maya en sus garras, aterrizó frente a mí la dejó con suavidad en el suelo, estaba bien pero temblaba de frío. Me quité la chaqueta y la cubrí intentando darle calor. AeroVeedramon se volvió hacia Majiramon, listo para atacar.

Maya aún temblaba de frío pero por lo menos parecía encontrarse mejor con mi chaqueta cubriéndola.  Enseguida escuché a ed mencionar lo de la ultimate de mi compañero y noté como me ponía el abrigo sobre los hombros.

- Entrenamos a menudo, nuestras batallas en el Mundo Digital cada vez son más difíciles- le dije antes de oírle estornudar- Deberías ponerte el abrigo, yo estoy bien. Soy noruega y estoy acostumbrada al frío.

Ed activó su digisoul y evolucionó a su compañero en Strikedramon, cuánto tiempo hacia que no lo veía en el nivel champion. La última vez fue en la Zona Imperial, en esa ciudad dónde tuvimos tantos problemas con aquella “reliquia”. Volví la mirada a la batalla, Majiramon se mantenía en el aire, eso no sería un problema para AeroVeedramon aunque sí para Strikedramon. De todos modos, el propio compañero de Ed le sugirió a AeroVeedramon que lo lanzara contra el dragón para que pudiese golpearlo. Era algo arriesgado para un champion pero que debíamos intentar.

- Hazlo, AeroVeedramon- le dije- Cuando lo sueltes intenta cubrirle para que Majiramon no pueda atacarle directamente.
- Entendido- me dijo antes de agarrar a Strikedramon y de llevárselo por los aires.


Me elevé rápidamente llevando a Strikedramon sujeto con mis garras (sin hacerle daño claro). Majiramon nos persiguió intentando alcanzarnos con sus colmillos o garras. Ese dragón no sabe con quién se está metiendo. Aceleré para poner más distancia entre ese dragón verde y Strikedramon y yo. Luego me elevé un poco más y acabé situándome justo encima del digimon.

- Buena suerte. Intentaré cubrirte para que evites sus ataques- le dije antes de soltarlo sobre el lomo de Majiramon.

El dragón se revolvió en cuanto notó a Strikedramon encima suya intentando quitárselo de encima. Tenía que mantenerlo ocupado para que no lo tirase, a una altura si… sería doloroso hasta para un digimon como él.

- ¡V Breath Arrow!- disparé una onda de calor en forma de V que impactó en Majiramon.

Ese ataque no fue muy fuerte, mi única intención era distraer al dragón verde para que centrase su atención sobre mí, de esa manera Strikedramon podría seguir con su plan sin preocupar que un lagarto deforme le golpease o lo devorase de un bocado (me parece que Strikedramon cabria perfectamente en la boca de ese digimon). Majiramon se lanzó hacia mí aunque sólo necesité un par de acrobacias aéreas para que se pasase de largo y no me alcanzara. Vaya lo que vaya a hacer Strikedramon espero que funcione.

Esperaba que Strikedramon estuviera bien, era arriesgado estar en la espalda de ese digimon, aunque por otra parte, él no podía volar y era la única manera que tenía de atacar a ese dragón deforme. Intenté concentrarme en un modo de derribar a Majiramon antes de que acabase por tirar a Strikedramon, pero en ese momento Ed me preguntó si había oído algo. ¿A qué se refiere? Lo único que escuché es el ruido de la batalla.

- No, a parte de la batalla nada- le dije volviéndome a centrar en una estrategia.

Pero no pasó mucho tiempo antes de que Ed volviera a preguntármelo. Bueno, más bien aquella vez casi me suplicó que hubiese escuchado.

- Ed, no sé de qué me estás hablando- le dije empezando a preguntarme si no estaría “nervioso” por la batalla o algo así.

Cuando volví la mirada vi que mi compañero estaba intentando atraer la atención de Majiramon, aunque no era del todo fácil. El dragón verde parecía centrado en quitarse a Strikedramon de encima y, aunque AeroVeedramon lo atacaba, él seguía centrado en el digimon de su espalda. ¿Qué podía hacer? De repente Maya ladró y al mirar hacia allí me di cuenta de que Ed se había acercado demasiado al hielo. ¿En que está pensando? ¿No ve que el hielo está muy quebradizo? Actué enseguida y agarré a Ed tirando hacia atrás en el momento justo. De haber tardado un poco más habría caído al agua helada.

Luego me ayudó a levantarme y tras disculparse me preguntó si estaba bien.

- Eso debería preguntártelo yo ¿no crees? –le dije al levantarme- ¿Qué te pasaba? Cualquiera diría que escuchabas voces.

No sé si me escuchó porque pareció centrarse más en dar ánimos a su compañero, cosa que vi bien. En la situación en la que se encontraba necesitaría todo el apoyo posible.


¡Maldita lagartija! ¿Por qué no se centra en mí y deja de golpear a Strikedramon? Por mucho que lo golpee parece decidido a quitárselo de encima. Si no hago algo al final lo tirará al suelo, mejor dicho, al lago. Strikedramon me sugirió algo pero me pareció algo demasiado arriesgado. ¿Atacar con todo lo que tenga? Es demasiado peligroso y mas estando él tan cerca.

-Pero…- intenté explicarle que era demasiado arriesgado pero el me interrumpió con el “hazme caso y sólo ataca”.

Miré a Sigrun, ella asintió pero, al igual que yo, no parecía muy convencida. Sólo nos queda confiar en Strikedramon.

- Está bien- le dije mientras me rodeaba un aura de energía que adoptó la forma de un dragón que después acabó lanzándose contra Majiramon.