Night of Dreams [Priv. Scott]

La hermosa pelirroja pecosa le escucho en silencio, ni ella ni su digimon acompañante emitían un solo sonido ante las palabras del lobo de metal y sus acciones, Momo por la emoción que le producía la situación y ella porque quería ver hasta donde era capaz de llegar, quería ver de primera mano donde estaba el límite de aquel chico, curioso chico con el cual se había topado de causalidad en ese mundo digital, el badass. Otro quizás hubiese acabado con la situación de un solo golpe acabando con los huevos que ahora temblaban asustados, algo que ella no hubiese compartido a pesar de todos los imprevistos que le hubiesen hecho pasar con anterioridad, habían cosas que para Selene no se tranzaban con tanta rapidez ni con tanta facilidad y que Scott decidiese no acabarlos y seguirle el juego, era algo que valoraba y que él quisiera o no, le permitía conocerle.

Giró su rostro al momento que el lobo se alejaba de los huevos congelados ¿los iba a dejar así? “No” la afirmación fue certera en su cabeza, tan certera que parecía irracional pero según el punto de vista de ella ¿para que tomarse tantas molestias, tantas palabras si iba a dejarlos congelados? “No va a hacerlo” se repitió viendo alejarse la figura de témpano que formaban ambos digimon atrapados bajo el hielo implacable que exhalaba el lobo de metal, el movimiento proveniente de Scott y Labramon fue rápido, el sonido del hielo desquebrajándose liberando finalmente a los dos digimon que les habían jugado una buena y la sonrisa sincera de Selene al verlos libres, sonrisa que pocas personas habían visto en sus labios; se volvió al frente y colocó una mano sobre el cuello del lobo de metal, contra el pelaje suave, era su manera de decir “gracias”.

-Voto por el pueblo- aseguro la chica inclinándose al costado donde el trataba de verlos, a Momo con el pelaje gris por la suciedad aun en la improvisada bolsa a base de la camisa con barro y ella, que probablemente no tenía el mejor aspecto ni el de una dama, con el cabello rojo revuelto y restos de barro en el rostro y en el cuerpo -Creo que tu pierna si necesitará revisión y todos un baño- sonrió con esa picardía innata -¿Correrás muy rápido?- añadió Momo con esa voz aguda intentando hacer espacio entre la camisa que lo sujetaba y el vientre de Selene para ver mejor, ella se río con ligereza ante las palabras de su digimon -Vámonos Badass, creo que todos hemos tenido suficiente de fantasmas y espíritus por hoy-

Selene volvió a colocar las manos en la orilla de la armadura y Momo a regañadientes volvió a acomodarse en su improvisado morral, él bebe digimon lo único que deseaba era intentar correr al lado del lobo de metal sin embargo la tamer se lo había impedido intentando hacerle entender que Scott y Labramon también necesitaban un descanso; el viaje al pueblo más cercano para ambos les resulto una aventura y ambos pudieron dar cuenta que no hubiesen dado con la salida del pantano si no hubiese sido por la ayuda de Scott y Labramon, nuevamente Selene se lo agradecía en secreto. A cada paso que daba el lobo de metal en su ágil carrera hacia el pueblo, ella intentaba que su peso y el de su digimon no fueran un impedimento para los movimientos rápidos del par, a cada paso que daba el lobo de metal en su ágil carrera hacia el pueblo a Selene le asaltaban todas las preguntas que tenía para hacerle ¿Cómo había logrado aquella evolución? ¿era una evolución? ¿fusión? ¿Cuál sería el termino correcto? ¿Qué era el Chaos Empire? Pero sobre todas las demás ¿Por qué? ¿Por qué se había detenido a ayudarlos de manera tan desinteresada?, ya que estaba segura que no había sido por su “bonito color de cabello”.

-¡Selene mira, el pueblo!- gritó Momo al ver las luces acercarse a gran velocidad y la chica se abstrajo de sus pensamientos de regreso al paisaje de bosque que les rodeaba y las luces que indicaban el descanso cercano. El bullicio fue creciendo a medida que la distancia se iba a cortando y al penetrar en las incandescentes luces del pueblo rural, Selene extraño la oscuridad y la luz de las estrellas ahora disminuidas por las luces del lugar, mala costumbre adquirida que venía con la mano de esa soledad que le gustaba disfrutar -¿Qué lugar es este?- pregunto hacia el lobo de metal al notar que los habitantes del pueblo no eran humanos, para su sorpresa eran plantas -¿Todos los pueblos de aquí viven…plantas?- directa como era su costumbre, no se detuvo a pensar si podía herir los sentimientos de algunos de los habitantes que ahora formaban un pequeño círculo a su alrededor, flores e insectos a su mirada comenzaban a rodearlos ¿Qué clase de jardín de Alicia en el país de las maravillas era ese? Momo se removió en su improvisado morral y ella comprendió que era momento de bajarse, se inclinó nuevamente hacia Scott y Labramon, agradeció que no pudiesen verle el rostro sino no tendría donde esconderse y para su mala suerte, sus defensas estaban demasiado anuladas en ese momento, apoyó su mano en el pelaje libre y le acaricio con sutileza -Gracias, a ambos- murmuro con suavidad justo antes de cruzar una pierna sobre la otra afirmando a Momo entre su brazos para volver a tocar el suelo, tambaleo y su espalda se fue contra el costado del lobo de metal. -¿estás bien?- La hermosa pelirroja pecosa asintió antes de dejarlo libre y erguirse nuevamente.

Las plantas comenzaban a murmurar a su alrededor, algunas asustadas otras expectantes, finalmente del tumulto una de ellas surgió con un aire más alegre y acogedor -¡Bienvenidos a nuestro pueblo!-la flor hizo una reverencia frente a ellos, a su lado, el insecto que la acompañaba agrego -Tenemos las mejores posadas para relajo ¿buscan algún servicio en especial?- -¿Tendrán algún servicio médico?- Selene intentó que la preocupación no se impregnase en su pregunta y se quedase guardada en su interior, tentomon que les daba la bienvenida junto con la floramon se miraron por un momento de manera cómplice y finalmente asintieron al unísono -Por favor, vengan con nosotros, en la posada pueden encontrar el servicio médico que buscan-respondió tentomon -Y darse el baño que necesitan-dijo floramon arrugando la nariz ante el olor a barro seco y suciedad que traían encima.

Selene camino cargando a Momo en sus brazos detrás de lo que para ella eran la flor que hablaba y el bicho que hablaba, no llevaba el tiempo suficiente en el digimundo para aprenderse los nombres de cada nuevo digimon que veía cada día, para ella era toda una aventura visitar una nueva locación, encontrar nuevas oportunidades y nuevos retos. Si bien la flor -que se había denominado a si misma Floramon, algo que para la chica rebosaba en una originalidad nunca antes vista- y el bicho parecían desear correr hacia la posada, ella marcaba un paso más lento, uno que le permitía girar de vez en cuando hacía quienes les habían salvado, Scott y Labramon. Ella era consciente de que el pelinegro cojeaba y se hubiese ofrecido de lazarillo si no fuera porque su digimon ya estaba en ello -¿Que pasa Selene?- dijo Momo en el tono de voz agudo pero intentando no gritar a los cuatro vientos como era su costumbre, ella dudo un momento ¿era prudente decírselo a su digimon? Para la hermosa pelirroja pecosa, el pequeño Momo era un niño que no se daba cuenta del peligro por el que acaban de pasar -Estoy preocupada- murmuró al fin, en un tono más bajo para que el pudiese escucharla -Por Scott y Labramon, por la herida de su pierna, por el mal rato que les hicimos pasar, por el cansancio que deben sentir al cargarnos hasta acá...- "Por lo imprudente que hemos sido, por que haz corrido al peligro y si no fuera por ellos..." -Pero el viaje en el BlackMetalGarurumon ha estado genial ¿viste como corría?- Momo inconscientemente elevó la voz y ella le observó, su instinto tenía razón lo que había visto de su pequeño acompañante una vez tras otra Momo no media las consecuencias de lo que acababa de pasar, ni de muchas situaciones anteriores-Momo- dijo ella y el pequeño la observo -Scott y Labramon se han metido en este problema por nuestro actuar y eso no está bien- fue categórica, el pequeño digimon en respuesta de la mirada azul implacable, desvió la vista hacia el frente sin decir una sola palabra más.

Las luces de la posada y el aspecto tradicional oriental la trajeron de regreso a su entorno, le dieron una sensación de tranquilidad que no se respiraba en las grandes ciudades que ella estaba acostumbrada a transitar y vivir, era completamente agradable. Avanzó detrás de la flor y el insecto por frente de Scott y Labramon, dentro de la "posada" se mezclaba la arquitectura oriental con algo más tradicional y el aire estaba cargado de un aroma un tanto dulce que los orillaba al relajo; escucho al insecto, tentomom, dar las indicaciones de todos los servicios, su cabeza capto baños termales y lo asimilo a una de las grandes termas que eran características en Nueva York, una piscina grande y temperada ¿serían así las termas en el digimundo? Aún le costaba digerir la idea de que también hubiese termas en el digimundo. Sus ojos azules se fueron sobre Scott y la carta que acababa de entregarle ¿así era como se pagaba aquí? ¿Con cartas? Ella solo llevaba su monedero con dólares en el bolsillo de su jeans sucio cubierto de barro a medio secar, monedero que probablemente podría haberse caído en el pantano, ahora no solo le debía a Scott haberles salvado, también el hecho que pagase para que ellos pudiesen quedarse "¿Porque lo hacía? ¿Porque el badass se seguía preocupando por ella y Momo?" Deseaba agradecerle, pero ¿cómo? ¿De qué forma se le agradecía a alguien como él? Toda la situación que habían pasado era algo más que peculiar, pantano, respuestas que captaban su atención, fuerza implacable y un lobo ¿Qué era lo que le hacía falta a alguien como él, que ella pudiese darle? Era algo más que una intención.

Las palabras de la Floramon dirigiéndose directamente hacia ella hicieron que su atención fueran del badass y el tentomom hacia la digimon de sonrisa cálida -¿Mis medidas?- ciertamente no tenía la menos idea de cuánto eran sus medidas en el mundo digital, realmente no tenía la menor idea cuales eran sus medidas si no fuera por la talla del sujetador, bragas, pantalón y camisetas -Puedes tomarla tú misma, no estoy segura si mi talla sea la misma que manejan aquí- Selene sonrió, sabía perfectamente dónde estaban "los problemas" con su cuerpo al momento de buscar la talla perfecta, además jamás se había medido en centímetros nada…tampoco estaba segura si quería saber cuántos centímetros la acompañaban. Scott pidió que lavasen la ropa antes de retirarse y la flor les indicó que la siguieran, ella se quedó un momento más ahí, observándolo avanzar en la dirección opuesta “¿Cuántas veces te has quedado esp---“ el cuestionamiento interno fue interrumpido por las palabras de Momo, murmurando su nombre para el avance -¿he? Si claro, vamos Labramon, creo que a los tres nos hace falta un buen baño-

Floramon los guio por los pasillos de la posada mientras explicaba donde quedaba cada cosa, comedor general y habitación más privadas para comer, sectores comunitarios, indicaciones sobre el pueblo, como llegar al próximo pueblo más cercano o qué clase de comida podían probar en el pueblo, les consulto por el tiempo que llevaban juntos y porque estaban totalmente cubiertos de barro, los hizo avanzar por un pasillo interior hasta las habitaciones -Adelante, esta es su habitación señorita- indico entregándole una pequeña tarjeta dorada y extendiéndole la siguiente a Labramon -esta es para usted y el joven, es la habitación de al lado, vamos pasen a la habitación, voy a enseñarles donde esta cada cosa- la floramon comenzó a empujar entre risas amables a la tamer y los digimon al interior de la habitación de la chica -Todas nuestras habitaciones tienen la misma distribución- puntualizo, desde la puerta del lugar podía apreciarse directamente al fondo una puerta corrediza al estilo “japonés”, al costado derecho una cama grande para dos personas, entre la cama y la puerta corrediza un mueble para depositar posibles pertinencias y frente a la cama, como les mostró la amablemente la digimon, la habitación del baño tamaño mediano. Les enseño la ubicación de las toallas y artículos varios, finalmente el pequeño recorrido termino con la puerta corrediza la cual daba a un pequeño patio interior totalmente oriental, el cual conectaba todas las habitaciones de ese lado por un pasillo de madera justo antes de salir al jardín, para el reposo más “acogedor” como floramon lo había indicado, para Selene esa habitación tenía la mezcla perfecta entre lo oriental y lo occidental, suerte para ella, le hubiese sido difícil dormir a ras de piso.

-Ahora señorita, necesito tomar sus medidas- añadió con amabilidad empujando a la chica hacia el baño, Selene por inercia dejo a Momo en el piso y tratando de no parecer totalmente incomoda cedió dejando solos a ambos digimon. Momo, quien había estado particularmente silencioso dio dos botes hacia labramon, dejando restos de barro a su paso ¿Cómo podía decirlo? Para él, lo que había dicho Selene tenía sentido sin embargo, no consideraba que fuera expresamente su culpa, el no pidió que apariencia ahí ni el tamer ni el digimon a ayudarles, no, el solo planeaba hacerle una broma inocente a Selene y ya estaba, luego encontraría la salida del pantano…pero Selene había dicho que ellos tenían la culpa ¿Cuál culpa? Las otras personas habían decidido ayudarles voluntariamente, a su parecer nadie les había obligado y el solo quería divertirse…pero Selene... Momo suspiro sintiéndose incomodo, tenía que disculparse, lo sabía pero no quería hacerlo y si no lo hacía Selene se sentiría mal y eso era lo que más quería evitar, no le gustaba que la pelirroja no le prestara atención -Labramon- llamó al digimon para atraer su atención -Lo siento- añadió sin ser capaz de mirarle -por lo del pantano y eso- no dijo más, el pequeño caprimon aún le resultaba incomodo tener que disculparse.

Minutos después Floramon salió del baño cargando toda la ropa de Selene con una gran sonrisa en el rostro -Disfruten su estancia, cualquier cosa estamos para serviles, traeré la bata de acuerdo a sus medidas en unos minutos- fue lo último que se escuchó de la amable digimon antes de dejar la habitación. La pelirroja con mirada turbada observaba a Momo y Labramon cubierta únicamente por una toalla a medio poner color crema que la flor le había permitido colocarse en una especia de suerte -Ven--vengan- añadió aun intentando superar que le había desvestido una flor y había decidido cuales eran sus “medidas" -Será mejor quitarnos el barro de encima- la chica sonrío a ambos digimon, intentando dejar los escalofríos de lado, comenzando a preparar el agua tibia y el resto de los implementos que Floramon había indicado -¿Ustedes primero o todos juntos?- pregunto Selene a ambos digimon -¡Todos juntos!- respondió Momo entusiasmado -¿Cómo te es más cómodo a ti labramon?- pregunto la chica hacia el compañero de Scott mientras Momo boteaba hasta el baño con rapidez -Vamos labramon, bañémonos todos juntos, además Selene es muy cuidadosa y suavecita- aseguró entusiasmado como un niño pequeño antes de perderse dentro del baño.

Selene esperó que Labramon tomase alguna decisión mientras Momo boteaba inquieto en el mismo lugar para saltarse dentro de la tina, el compañero de Scott pareció no molestarse por la idea y termino apoyándola, ella le sonrió en señal de respuesta, si bien Labramon había cedido ante la idea había dicho lo que ella no había podido dejar de pensar, Selene también estaba preocupada por Scott -¿Te parece si lo vamos a buscar luego de bañarnos?- le indico al cachorro dejando la puerta del baño abierta mientras preparaba las toallas de Momo y Labramon una vez que estuviesen totalmente limpios -Incluso si tú y Momo terminan antes podrían adelantarse, a menos que prefieras ir solo o esperarme…lo último no lo recomiendo, mi cabello me tomará un poco de tiempo- quisiera o no, su ducha iba a ser larga, tenía un cabello bastante largo y harto barro seco que secar.

La hermosa pelirroja pecosa esperaba haber pasado “desapercibida” con su preocupación por Scott, estaba segura que la había disimulado entre sus sugerencias y su tono de voz, sería mejor que cambiase el tema antes de que Labramon diese una segunda vuelta a sus sugerencias. Tomo a Momo y lo coloco dentro de la tina de agua tibia, el pequeño digimon exhalo un suspiro de satisfacción, luego ella tomo a la labramon y lo dejo dentro de la tina de agua tibia y jabón sobre el agua -Labramon dijiste que en casa se bañaban de 2 o 3 ¿viven muchas personas con ustedes?- consulto con curiosidad mientras se quitaba la toalla dejándola sobre el lavamanos para luego meterse en la tina con ambos digimon, a Selene la vergüenza de que dos digimon la viesen desnuda ni siquiera había cruzado por su cabeza, además una planta la había desvestido y medio toqueteado ya no estaba muy segura que pensar sobre eso. Acerco a Momo y comenzó a cubrirlo de shampoo para quitarle el barro de su pelaje, el pequeño Caprimon emitía risas alegres -¿Hace cuánto que Scott y tu son compañeros Labramon?- preguntó Selene con cierta curiosidad  -Es solo que…realmente me han sorprendido ahí en el pantano- admitió, la imagen del lobo de metal gélido estaba demasiado vivida en sus recuerdos. Dejo de lado a Momo y con cuidado acerco a labramon para colocarle shampoo, de manera suave comenzó a frotarlo sobre su pelaje para soltar el barro que se había impregnado -Gracias- dijo ella hacia labramon pasando sus dedos con delicadeza por el suave pelaje para no tirarle -Por ayudarnos, aunque el baño no sea suficiente paga- sonrió.

Selene dejo que ambos digimon estuviesen cubiertos de shampoo antes de comenzar a enjuagarlos dejando escapar el agua gris a causa del barro de la tina dando la ducha para poder quitarles lo jabonoso del pelaje. Ella se sentó sobre sus piernas, se aseguró que el agua tuviese la temperatura correcta antes de acercar a Momo a sus piernas quien al tener el pelo más corto era más rápido que labramon, asegurándose de quitar todo el resto de shampoo olor a vainilla del pelaje lo dejo fuera de la tina en una de las toallas para que se fuera secando -Vamos labramon, tu turno- la chica repitió la misma acción, sentó a labramon sobre sus piernas y comenzó a enjuagar al compañero de Scott con cuidado, una vez que estuvo segura que había quitado todo el shampoo lo saco de la tina sobre la toalla y dejando de lado la regadera, cogió una toalla libre para cubrirse el cuerpo mojado antes de salir de la tina para ayudar a secarles, primero con la toalla luego con el secador -Intentare no tardar mucho, si quieres ir a buscar a Scott Labramon, yo luego te alcanzó- cerró la puerta del baño para tener algo de privacidad que podía ser totalmente innecesaria luego de la situación anterior. El agua caliente sobre el cuerpo ayudo a relajarla y poco a poco su cuerpo fue reclamándole los dolores de lo que había pasado con anterioridad, una de sus rodillas ya tenía un cardenal ahí donde se había golpeado directo contra el piso cuando Scott le hubiese soltado. Los huesos de su cadera le recordaban que también se habían golpeado contra el suelo y tanto sus piernas como sus brazos, medios agarrotados le hacían dar cuenta que el viaje sobre el lobo de metal también le pasaba la cuenta se sentía cansada y abrumada con todas las emociones intensas que habían sucedido en poco tiempo, tal y como le gustaba.

Se obligó a si misma a salir de la ducha, busco una toalla limpia para secarse y envolverse el cuerpo al salir hacia la habitación. Una vez ahí, Momo ya dormía tranquilo sobre la cama ella sonrió ante su imagen y notó que Labramon aún seguía allí esperándola -Me visto y vamos- Selene se colocó la bata rápidamente, asegurándose que le cerrase donde debiese cerrarse y colocando su digivice sobre la tira que afirmaba la ropa sobre su cintura -Lista- añadió con una sonrisa dejando la toalla húmeda del cabello en el baño y sin darse el tiempo necesario para acomodarlo, prefería que se secase así “al natural” -Espero que su pierna esté bien, no sé cómo funcionan los servicios médicos aquí- Selene abrió la puerta de la habitación, espero que Labramon saliera para cerrar, estaba segura que Momo no despertaría hasta un par de horas -Labramon ¿Por qué dijiste que Scott se trata las heridas únicamente en casa?- comenzó a caminar por el pasillo al lado del compañero de Scott -¿los otros servicios médicos son insuficientes o…- dudó un momento - es algo personal?- la respuesta del cachorro sería proporcional a la forma en que ella se empeñaría para agradecerle lo que acababa de hacer por Momo y por ella.

La hermosa pelirroja pecosa camino al lado de Labramon  por el pasillo de las habitaciones con calma, sentía la preocupación latente por Scott el “Badass” del pantano, aunque no buscaba encontrarle un origen a su preocupación esto no dejaba de llamarle la atención; lo acababa de conocer, ella lo sabía y aun así sentía que ahí había algo más, como si en un par de palabras hubiese corrido kilómetros con el chico que “no podía ver nuevas oportunidades”…era extraño, demasiado extraño pero a ella lo particular le encantaba y no había que ser muy lista para dar cuenta el resultado de aquello -¿Cómo es posible que su digivice aparezca un año después de su encuentro?- preguntó con cierta curiosidad de novata hacia el cachorro para romper el hielo en el camino mientras acomodaba sus cabellos rojos revueltos y húmedos con la intención de “domarlos” -Soy nueva en esto y lo único que tengo claro de esos dispositivos que llaman digivice es que es la conexión entre uno y su digimon- confesó rodando los ojos, esto de ser “novata” ser “más débil” y “ir más lento” no le gustaba pero tampoco tenía muy claro por donde comenzar a “entrenar” como ella y Momo acordaron.

Selene alzo la cejas en señal de sorpresa cuando el digimon de Scott mencionó que tenían una enfermería en su casa “¿En qué tipo de casa viven?” la pregunta cruzó sus pensamientos pero no llego a verbalizarse, supuso que debía ser algo grande para convivir 14 digimon y un humano en conjunto, suponiendo que los digimon no todos eran del porte de Momo y que tenían su enfermería personalizada, iba a agregar que, quizás esa digimon podría revisarlo una vez que fueran a casa o si no podía moverse ella podría ir a buscar pero Labramon se le adelantó con el “no te preocupes”, lo que hizo que sus palabras que quedaran en sus pensamientos y no escaparan de allí ¿estaba siendo muy obvia? Estaba segura que no. No paso mucho más tiempo en que ambos llegaron a la recepción, los ojos azules de la pelirroja se fueron sobre la pierna del pelinegro, ahí había una especie de yeso o algo parecido, se sintió un tanto culpable por la condición de su pierna y al ver al cachorro correr sobre la espalda de Scott casi derribándolo, ella rio bajito, armónica, entonada, siendo testigo del tipo de relación que compartían ambos; se acercó nuevamente a la pareja.

-A mí también me alegra que estés mejor- agregó sincera -Vamos, te ayudaré a caminar de regreso a la habitación y no aceptaré un “no” por respuesta badass- se plantó firme frente a él, tenía que encontrar la manera de retribuirle lo que hacía por ellos aunque fuese mínimo aunque considerase que no era suficiente. Scott aceptó su ofrecimiento, algo que le sorprendió de forma agradable, ella le regresó la sonrisa coqueta que podían formar sus labios acercándose a él, tomando su brazo y pasándolo por sobre sus hombros para que pudiese moverse con mayor facilidad por el pasillo de regreso -¿No estás muy cansado? Lo digo por la distancia que recorriste, bueno que recorrieron con nosotros a cuestas- sus ojos azules le observaron de soslayo gravando la imagen de su perfil con detenimiento, la forma de su cabello ahora totalmente descubierto y con los restos de barro, la marca de su cicatriz que traía esa peculiar respuesta, el resto de barro que aún estaba en su piel, su cuello expuesto…Selene se obligó a volver a mirar al frente -Creo que, aun tengo la imagen grabada de ese lobo de metal en mi retina, eres difícil de olvidar Badass cuando puedes hacer todas esas cosas- admitió con sinceridad caminando por el pasillo a una velocidad que a Scott le permitiese avanzar sin dolor.

Si bien el trayecto a la habitación desde la recepción no era muy largo, la chica se tomó el tiempo para caminar preguntándole si iba bien de camino o si necesitaba detenerse un momento antes de continuar, finalmente lo dejó frente a su puerta de habitación acompañado de Labramon y con un “buenas noches” se despidió de ambos. No deseaba hacerlo pero no era tonta y Scott necesitaba su tiempo para asearse como lo habían hecho ellos; Selene vio a Momo aun dormido en la cama y ella se tumbó a su lado mirando el techo en esa habitación que a su parecer era grande para ambos, estaba cansada, su cuerpo adolorido y sus emociones corriendo una carrera interna. Intentó dormir, primero de espaldas luego para ambos lados incluso abrazando a Momo pero no lograba acallar sus pensamientos ¿Cómo él había logrado semejante forma? ¿Cómo él podía ser tan fuerte? ¿ella podría llegar a alcanzar ese nivel? ¿Cómo había activado esa carta? ¿Por qué les estaba ayudando? Y sobre todo ¿Por qué no lograba sacarse su imagen de la cabeza?, sabía que necesitaba aclarar aunque fuese algunas de sus preguntas o encontrar alguna clase de orientación por más mínima que fuese.

Se levantó en silencio y con cuidado para no despertar a su caprimon, avanzó por la habitación hasta salir por la puerta de estilo japonés que daba al jardín interior continuó su caminata hacia la habitación contigua deteniéndose frente a la puerta, fijando sus ojos azules en su propia silueta que se reflejaba gracias a la luz proveniente del jardín contra el papel y la madera de la puerta que correspondía a la pieza del tamer. Ahora ¿qué le diría? “Hola Scott, sabes tengo insomnio y quiero charlar ¿te unes? Porque no me basta con molestarte en el pantano, también quiero interrumpir tu sueño” Soltó un suspiro -Scott- pronuncio en un tono bajo pero audible sin correr la puerta que tenía frente a sí, no iba a darle muchas vueltas a las palabras “correctas” ella tenía la confianza que las encontraría para el momento -Si no puedes dormir…¿Quieres compartir una charla de insomnio?-

Si había algo que a Selene no se le daba muy bien era esperar, ella sencillamente no esperaba prefería seguir corriendo hacia el frente que detenerse por alguien más, sin embargo, ahora estaba parada frente a la puerta de madera y papel observando su propia figura reflejada por la luz del patio interior, su cabello ligeramente revuelto, la forma de su cuerpo modelado en la yukata que la floramon hubiese dejado sobre la cama y con el estómago retorciéndose de los nervios; necesitaba saber más, mucho más de lo que acababa de suceder. Y mientras la luz de la noche se reflejaba en los pasillos interior, los segundos se hicieron eternos hasta que el sonido dentro de la habitación la alerto, Scott se estaba moviendo, la delgada puerta corrediza al estilo japonés dejaba entre ver las siluetas tanto del interior como del exterior.

A medida que se acercaba notó como cojeaba, vio su silueta más alta recortada contra la suya y el sonido de la puerta deslizándose termino por descubrirlo, fijo sus ojos azules en su rostro -Con regularidad- afirmó con esa sonrisa coqueta habitual que formaban sus labios mientras una de sus manos acomoda uno de sus cabellos rojos detrás de su oreja derecha, era mejor decir con regularidad que explicarle porque el “con regularidad” podía subirse a “siempre tengo problemas para conciliar el sueño” -Es una especie de alivio no haberte despertado- admitió con sinceridad -¿te parece si nos sentamos afuera? No quiero despertar a labramon con nuestra platica- desde la posición en que Selene se encontraba tenía cierta visión de la habitación de Scott, notando al compañero digital dormir plácidamente en la cama al igual que Momo -¿Vamos?- Selene no esperaba no dejaba pasar las oportunidades, extendió su mano hacia él con la sonrisa en los labios para ayudarle a caminar hacia el pasillo exterior donde podían sentarse.

Desde el lugar donde se encontraban ambos tenían una visión completa del jardín interior, grandes árboles con intrincadas ramas que parecían fusionarse rodeaban el camino a la salida de las habitaciones, arbustos perfectamente recortados en formas circulares acuñados a piedras de distintos tamaños le entregaban un orden que emulaba la tranquilidad, el sonido suave del agua sobre el estanque cayendo de manera constante y las montañas que podían divisarse a lo lejos por sobre el muro que rodeaba la propiedad bañado en la tenue luz exterior de la posada más el cielo nocturno, para Selene, todo parecía sacado de una postal oriental. Su mirada se elevó por un momento hacia el cielo y se dedicó a contemplarlo, era el mismo cielo que había en Nueva York…bueno casi el mismo, en su ciudad era imposible divisar las estrellas en ese lugar al menos podían verse pero ella estaba a una distancia que no sabía cómo medir de su casa.

-¿Cómo lo hiciste badass?- preguntó al fin mirando a Scott -¿Cómo lograste transformarte en un lobo de metal en esa situación?- sentía una curiosidad demasiado grande sobre lo que él había hecho allí y como lo había logrado sin embargo esa no era la pregunta que la estaba carcomiendo por dentro “¿Por qué?, ¿Por qué tanta molestias sin siquiera conocernos?” esa era la pregunta correcta -Quizás fui muy directa- acotó más no se disculpó ella no veía nada de malo en ser directa, además no podía sacarse esa imagen de la cabeza ¿Cuántas eran las posibilidades de que él se “transformase” en uno de sus animales favoritos? ¿una en un infinito? -pero como habrás notado Momo y yo somos nuevos en esto y que aparecieras en el pantano como un espectro o un demonio en medio de la bruma y terminaras siendo la oscuridad que necesitábamos para salir de ahí me intriga y no me deja dormir- admitió con la sinceridad aplastante que la caracterizaba, sus ojos azules observaron su semblante y decidió guardar ese recuerdo para ella -más considerando que no “puedes ver las nuevas oportunidades”..- sonrió con picardía al recordar la “excusa” que le había dado en el pantano, para Selene, Scott podía ver las nuevas oportunidades pero no estaba segura si las quería seguir…siendo sincera consigo misma algo le decía, por más irracional que fuese, que él no quería seguirlas pero para la mala suerte del Badass, él se había topado con ella en ese lugar, la había sacado a ella y a su digimon y había captado su atención.

Ella sonrió con esa coquetería innata cuando el mencionó nuevamente lo del monologo, le agradaba que supiera reducir los temas a las respuestas concretas, notó como sus ojos se elevaron al cielo pero los de ella se mantuvieron sobre su rostro observándolo a él, su expresión y la forma en que su cabello caía sobre su rostro “Ira, miedo” repitió, si él no le hubiese dicho que también había sentido el miedo que ella había palpado en el pantano le hubiese costado creerlo, para Selene, Scott no había demostrado miedo durante ese episodio, badass parecía el más centrado de los cuatro y eso le parecía un tanto increíble, ahora quería saber más y conocerlo más. Sus ojos azules se fueron de su semblante hacia su digivice -Son distintos..- la afirmación fue casi por reflejo sin pensarlo demasiado, sus manos se fueron hacia la amarra de su yukata sacando su digivice rojo con bordes plateados enseñándoselo -No necesitas decirme que ambos pueden hacer cosas distintas, eso ya me ha quedado claro solo por la forma y por el hecho que tú puedas pasar las cartas por allí invocando o materializando distintas habilidades de tiempo variable y… yo, aún no consigo saber bien como se usa- Exhalo un suspiro de frustración pero lo dejo pasar con rapidez, no era momento para quedarse pensado en esas cosas -Por curiosidad ¿Por qué esta agrietado? Eso…¿no es peligroso para tu unión con Labramon?- si bien Selene no sabía demasiado de los digivice o del digimundo, ella tenía claro que ese artefacto era la única conexión que una humana como ella podía tener con un digimon como Momo y por eso no podía extraviarlo o romperlo pero el del badas….comenzaba a creer que a Scott le gustaba jugar al límite.

-Y por otro lado ¿No querías que nos separáramos en el pantano?- ella le sonrió con picardía a causa de su primera afirmación, la pregunta, el “Porque” que rondaba su cabeza volvió a aparecer en sus pensamientos pero no lo concreto, su sonrisa pícara se transformó en una sincera -Gracias, por no dejarnos allá y por no querer que nos separásemos, no estoy muy segura que Momo y yo lo podríamos haber resuelto por nuestros propios medios- era…extraño tener que admitir algo como eso en voz alta y más frente al chico, al badass, que se transformaba en lobo -¿Solo puedes transformarte en lobo si estás enojado o también si hay alguna otra emoción igual de fuerte que ambos puedan sentir al unísono? Lo pregunto porque, no me gustaría hacerte enojar solo para ver cómo te transformas en lobo otra vez- dejó de observarle para elevar sus orbes azules hacia el cielo nuevamente, ella quería volver a ver al lobo de metal.

Volvió a mirarle cuando él le habló y estuvo a punta de interrumpirle y acotar su pensamiento pero se concentró en su primera pregunta desde que se habían sentado ahí, al borde del pasillo antes de bajar al jardín. Dejo de verle y su vista fue hacia el jardín, hacia los árboles nudosos, hacia el agua que corría cerca y hacia las montañas que se divisaban por sobre la muralla ¿Lo estaba? ¿ella estaba “bien”? -Estoy impresionada…- dijo un tono más bajo, como si buscase darle un toque más “intimo” a su charla -Estoy magullada, estoy ansiosa, estoy expectante y gracias a ti y tu intervención badass, estoy bien- le vio de soslayo -Me gustan las emociones fuertes, eso no voy a negarlo pero lo de hoy es..algo más que peculiar, algo que no me esperaba y eso me gusta, a pesar de todo el miedo que sentí ahí atrás, por Momo, por ti, por tu compañero, no lo cambiaría ni el más mínimo detalle, no te arrepientas ¿recuerdas?- su cuerpo giro sobre si misma sentándose de medio lado, cruzando una pierna sobre la otra y afirmando su yukata para que no se abriese sobre sus piernas quedando de frente a Scott -Y tu ¿estás bien?, no me refiero a tu pierna dañada o solo lo ocurrido al pantano, sino a un todo, todo lo que eres tú Badass… ¿tú estás bien? piénsalo así- dijo ella con ese peculiar brillo azul en los ojos -No me conoces, yo tampoco a ti ¿Cuántas son las posibilidades de volver a encontrarnos? Tómalo como una conversación a base del insomnio donde puedes ser sincero ante mis preguntas, si lo eres, yo lo seré contigo- aseguró -además si tu visión es perfecta a pesar de la cicatriz que solo te vuelve más badass y atractivo, ¿No quieres ver las nuevas oportunidades o no quieres seguirlas?-

Selene observo su movimiento en silencio sentada frente a él, notando por primera vez el color de sus ojos ¿Cómo no percibió antes el color que había ellos? La luz que se había reflejado en el pantano y al llegar al pueblo se lo habían impedido “No” se repitió mentalmente, ella si había notado esos ojos con anterioridad, ese color era el que pertenecía al lobo de metal ¿Cuánto quedaría de Scott en esa transformación? se sintió ligeramente atraída y expuesta ante esa mirada de tonos rojizos, ella en ese momento estaba segura que si el desease mirar dentro del contenedor que era su cuerpo y avanzar hasta los lugares escondidos de su personalidad podría hacerlo, con esos ojos podría hacerlo.

-A mí me parecen que tienen mucho sentido Badass-  ella acomodo uno de sus cabellos rebeldes y húmedos detrás de su oreja para intentar de manera un tanto inútil, controlarlo -pero me es raro pensar que tu digivice te permitiese una …¿Cómo llamarla?... ¿forma? ¿traje? Creo que lo dejaré como tu esencia, como decía, me es raro pensar que tu digivice te permitiese traer hasta aquí a tu lobo de metal si no pudiese soportarlo, quizás no sea el lobo de metal el problema, quizás sea la emoción de la que nace- Se quedó en silencio un momento ¿se estaba explicando bien? Esperaba que sí, sino él siempre podía retomar el tema y preguntarle -tu mencionaste que podían haber más emociones pero la ira la facilita, quizás, no deberías tomar el camino fácil a tu lobo de metal, conste que no estoy diciendo que traerlo con otras emociones sea simple…yo no sé mucho de eso… pero creo que hay emociones que podrían ser más fuertes que la ira y que podrían ayudar a esa grieta que hay en tu digivice, dime ¿ya lo has intentado? ¿has intentado traer al lobo de metal con otra emoción más fuerte y compleja?- le observo con curiosidad, de alguna manera hablar con él era fácil, muy fácil para ella.

Noto como recostaba su cuerpo en el frío suelo de madera, ella volvió a llevar la vista hacia el cielo nocturno aun esperando la respuesta a su pregunta complicada, a la pregunta compleja, hacia el terreno difícil y por lo demás, desconocido para ella. Esa era la clase de conversaciones que a Selene le agradaban, no es que no pudiese hablar de cosas triviales eso lo hacía con regularidad pero si encontraba a alguien con quien pudiese hablar de todo desde lo más complejo hasta el día casual eso significaba algo, además para Selene era difícil encontrar a alguien que quisiera aventurarse con ella en esa clase de temas, después de todo ¿Quién desearía desnudar sus demonios personales ante una extraña? Ella era muy capaz de hacerlo, con la compañía correcta y ahora lo estaba probando, necesitaba asegurarse que la irracional voz en su cabeza que la incitaba a llegar hasta el final con él después del primer intercambio de palabras no se estaba equivocando.

Scott comenzó a hablar, una sonrisa sincera se formó en su memoria más no llego a sus labios esa sonrisa era algo personal, sus ojos azules volvieron a fijar su atención en él ¿Se abría acostado para estar relajado o para liberar la tensión?  Nuevamente estaba escuchando cada una de sus palabras, gravando la expresión que podía formar su postura corporal y su expresión. Ella se quedó en silencio un momento meditando las palabras que el acababa de dar “Incompleto, vacío..” -Inmóvil- murmuro, el pensamiento se había escapado por sus labios; Selene dejo que sus brazos cayesen un poco hacia atrás y recargo el peso de su cuerpo en estos fijando sus ojos azules en esos orbes rojos que en ese momento la evitaban -¿De qué te sirve quedarte plantado ahí solo por el miedo?- soltó con la brutal sinceridad que la caracterizaba, si él estaba ahí con ella tendría que conocerla y si no podía con el huracán que era su personalidad, sus emociones y sentimientos sería un problema a sortear -No creo que sea necesario que te diga el resultado de eso, si estás en medio del cruce de oportunidades demasiado asustado para tomar una nueva oportunidad ¿Cómo dejaras de sentirte vacío e incompleto? No ganas nada sin permitirte avanzar ni retroceder ¿Qué esperas Badass? ¿Qué es lo que esperas para sujetar esa nueva oportunidad como el lobo de metal que vi hace un rato? para seguirla hasta el final ¿Seguridad? No eres el único que teme lanzarse hacia adelante con el miedo a perderlo todo otra vez…- guardo silencio por un momento dejando de lado sus propios dolores, ahora estaba ahí para él para ponerle el mundo de cabeza, para arrastrarlo hacia adelante aunque sus piernas flaquearan -sabes..- ella le sonrió, si bien no era la sonrisa coqueta que siempre formar sus labios, esta era distinta ahí estaba la sinceridad y franqueza de la pelirroja -aunque tenga que arrastrarte contra tu voluntad te haré caminar hacia adelante, con tus miedos e inseguridades, te empujare hasta sacarte de ese cruce- Selene acababa de encontrar lo que a Scott le faltaba, Selene acababa de encontrar la forma más sincera que tenía para agradecerle -Te lo dije, podrías sorprenderte hasta donde puedes llegar si nos seguías y ahora espero que estés dispuesto a ello-

El silencio que se había formado después de sus preguntas no era incomodo, para Selene quien adoraba un buen silencio que este reinara entre ellos era algo más que adecuado, era agradable. Para ella no existía la necesidad de llenar el vacío con palabras que no fueran al caso, para ella, una buena conversación podía ser la que estaban teniendo en ese momento como aquella que podrían no haber tenido y haberse quedado uno al lado del otro sin decir nada, solo acompañándose.

Scott volvió a su posición anterior, sentado a su lado sin embargo ella continúo relajada con el peso de su cuerpo apoyado en sus brazos frente a él, con las piernas semi estiradas para no terminar subiéndolas sobre las suyas, con la yukata un tanto desordenada y el cabello rojo cayendo húmedo, revuelto, rebelde por su espalda. Selene estaba esperando, expectante ante lo que él tuviese que decir ¿Cuánto había pasado desde la última vez que se había sentido así? Desde que el real interés había nacido en ella por alguien más, le parecían milenios desde aquel hecho fatídico luego nada parecía despertarla, no había algo que la movilizara, algo que la hiciera actuar hacia adelante sin ser una autómata.

El badass tenía un punto a su favor desde que había comenzado a hablar, el miedo lo volvía prudente “¿Por qué?” deseo interrumpirlo de inmediato pero espero con paciencia, sonrió ante la broma una pequeña curvatura de sus labios hacia arriba y le escucho. “Si, suenas hipócrita” convino pero a la vez ella sabía que debía haber un origen más fuerte para desear quedarse inmóvil, entonces el menciono que buscaba una oportunidad, una oportunidad única algo que superase su miedo por avanzar, ella desvió la vista de sus orbes rojos y la llevó hacia el frente. Scott buscaba una oportunidad que lo impulsara a seguir por sobre todo ¿podría ella empujarlo hacia adelante? Las palabras de Scott le daban a entender que buscaba una especie de “angel” que lo “salvase” de su situación actual, pero ella no era ningún ángel, ni siquiera le alcanzaba para portar una pluma en su espalda y probablemente ya tenía guardado su lado “especial” ahí abajo. No, ella solo era ella con más defectos que virtudes y ¿con eso bastaría, con ella bastaría? No estaba segura, nunca la estaba pero seguiría adelante, porque irracionalmente sentía que debía seguir adelante si no lo hacía iba arrepentirse.

Volvió a mirarle cuando el fijo su vista en ella y sus labios formaron la sonrisa coqueta que podían entregarle, no iba a cambiar de parecer -Aunque te hubieses plantado firme y me hubieses dicho que no me ibas a dejar intentarlo, lo haría de todas formas- respondió tranquila recargando su mejilla sobre su hombro derecho, no tenía que agregar que era un poco “cabezota” o demasiado determinada, él podía darse cuenta de ello por sí mismo -Así que, lo que esperas es algo único ¿no te conformas poco, he? Eso me agrada- sonrió -aunque si sea hipócrita de tu parte desear avanzar pero ignorar el tema por completo, espero que puedas aguantar o seguirme el ritmo sin marearte- Selene se apuntó la sonrisa leve e imperceptible que habían formado sus labios como un pequeño logro personal -y sobre todo espero que me sorprendas- la sinceridad aplastante hacia su entrada nuevamente -no creas que eres el único que está buscando una oportunidad única, algo que lo cautive y le haga estremecer desde la base- Selene espero ver la chispa de vida en esos orbes rojizos que podían leerla si así lo deseaban -algo…que me haga desearlo y que tome mi real interés- sonaba fácil pero no lo era, lo que ellos buscaban no era algo fácil. Su cuerpo cambio la postura que había adoptado dejando de recargar el peso en sus brazos para sentarse erguida sus piernas, pasándolas por sobre las de Scott, sus pies quedaron apoyados sobre la fría madera del pasillo y sus piernas formando un ángulo sobre las de él, no le tocaba pero si le retenía, tomo su largo cabello rojo y lo junto todo hacia el costado izquierdo de su cuerpo -y no esconderé que me llama la atención el lio que tienes dentro, el esperar sin buscarlo- ¿Cómo podía comenzar a acortar la distancia que ahí había? -y sobre el miedo…entiendo, entiendo que te ayude a ser prudente pero vivir desde el miedo hace que no te arriesgues, no sé si aquello este bien, a veces hace falta arriesgarse para conseguir lo que esperas y no buscas, dejar un poco el miedo de lado y enredarte en lo que venga, no digo que dejes de sentirlo, eso sería imposible y no eres una máquina- aclaró -solo digo que si el miedo te impide seguir adelante, entonces si es necesario que te lo pienses un poco- ella no desvió su mirada de su rostro ni busco cobijo en el cielo nocturno, le agradaba lo que estaba mirando -y sobre el lobo de metal me es difícil creer que puedas arrancar tu esencia y tu digivice no te lo permita, puede que haya algún detalle que se pase pero ¿Por qué podrías tomar una forma como esa sin que el digivice la tolere? No sé, a mí me suena que hay algo más allí-