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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
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Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Una aventura más, como otra cualquiera de las ocasiones en las que, últimamente me había visto envuelta, comenzó ese día de verano. Desde que había conocido a Kate, un montón de cosas me ocurrían: había conocido a varios amigos, había vivido muchas experiencias, tanto positivas como negativas, me había enfrentado a varios enemigos terribles... Y ese día, no iba a ser un día distinto.
Me encontraba tumbada en mi cama, aburrida sin saber qué hacer. ¿Llamaría al teléfono de Max, Ashe y los demás y organizaríamos una quedada? Nah, que tontería, si ni siquiera tenía sus números de teléfono. Tan sólo el de Chitoge, pero me comentó que ese día tenía una comida familiar y no podía quedar conmigo, aunque lo estaba deseando. Entonces, eché un vistazo a Kate, quien leía plácidamente uno de mis libros... Mientras estaba recostada encima de mi librería. Dada su naturaleza felina, eso no le suponía ningún problema, puesto que de dos o tres saltos podía llegar allí perfectamente. Pero me estaba dando cuenta de que estaba adoptando todas y cada una de mis costumbres: leer libros y mangas ver series, jugar a videojuegos... Hasta alguna vez se propuso vestirse con uno de mis trajes de cosplay hecho en miniatura, adecuado para su tamaño. ¿Significaba esto que yo estaba resultando una influencia positiva o negativa sobre ella? No lo sabía, pero se la veía entretenida. Quizás tan sólo quería estudiar y comprender las actitudes, los gustos, los hobbies que teníamos los humanos.
¿Quieres hacer algo, Kate?- le pregunté, mientras me tumbaba de lado en mi cama, apoyando mi cabeza en una de mis manos mientras observaba a mi gatuna amiga leer ese libro que parecía tenerla totalmente ocupada
¿Como el qué?- preguntó tajantemente. Era su forma de decir: "estoy ocupada". Sin ni siquiera mirar a su Tamer, la Gatomon seguía observando con detenimiento las palabras que inundaban las páginas de ese libro. La obra literaria trataba de un niño mago huérfano que se enfrentaba a un poderoso a la par que malvado hechicero que quería matar a todo aquél que no estuviese de su parte ni acatase ninguna de sus órdenes.
Hmm, ¿qué tal si vamos al Mundo Digital?- dije entusiasmada mientras señalaba mi ordenador enchufado a la corriente. Lo cierto es que, la primera vez que fui al Mundo Digital, en esa extraña zona basada en el videojuego de Silent Hill, estaba bastante asustada, pero luego, al final, salió todo bien... Y desde entonces, siempre que he tenido ocasión, he querido visitar ese extraño mundo. No sólo para buscar al Digimon que robó los datos de mi padre, sino también porque me encantaba hacer turismo. Kate, suspirando y sabiendo que no la iba a dejar en paz, asintió, dando un salto para bajar de la estantería y dejando el libro encima de mi cama, doblando la esquina de la página en la que se había quedado. Sin más dilación, apunté con mi D3 a la pantalla del PC y abrí una puerta digital, seleccionando la Zona de los Desiertos. Me gustaría visitar esa zona... ¿Quién sabe? Quizás yo también tendría mi propia historia digna de Las Mil y Una Noches... Antes de saltar hacia el portal, procuré ponerme ropa adecuada para la zona a la que estaba a punto de acceder.
Nada más cruzar la puerta digital, llegamos a una calle concurrida de una ciudad en pleno desierto. Podía observar a varios Digimons paseando por la zona, seguramente fuesen Digimons acostumbrados a vivir con poca agua y en constante acoso por las tormentas de arena. Sin embargo, aunque en un principio, los lugareños que pasaban por allí nos miraban, tanto a Kate como a mi, de una manera extraña, cosa totalmente normal si ves aparecer de repente a una Tamer y su Digimon delante de tus narices, luego cada uno siguió con su vida y sus quehaceres. Me ajusté el turbante que tapaba mi cabello pelirrojo y me lo pasé por delante de mi boca, para refugiarme de la arena que se agitaba. Ah sí, por cierto. Kate vestía un modelito similar al mío, pero en miniatura.
Tras un buen rato caminando, llegamos a un bazar con un montón de puestos ambulantes en los que parecían que vendían gran cantidad de productos: perfumes exóticos, collares, pulseras, pendientes, comida con una pinta exquisita... No podía esperar a comprar, por lo que, cartera en mano, me acerqué a uno de los puestos. Sin embargo, en uno de los carteles que había en dicho puesto de madera, había una frase escrita con rotulador: "Solo aceptamos Bits, si tiene otro tipo de moneda, vaya a canjearlos en el puesto correspondiente, al principio de la calle". Entonces, siguiendo las indicaciones del cartel, fuimos hacia el puesto que había al principio y cambiamos varios de mis billetes de yen por bits. Parecía ser la moneda de este mundo... "En fin, seguiré con las compras", es lo que pensé en ese preciso instante.
Mientras caminaba, viendo los puestos, pues quería mirar antes de comprar algo, llegué a un estrecho callejón. Sin duda, me había perdido, absorta en mis pensamientos y en la idea de querer comprar todo lo que pudiese, pues había objetos que me llamaban muchísimo la atención. De hecho, parecía que me estuviesen diciendo "Cómprame, Cómprame" constantemente. Atravesé ese callejón seguida de Kate y observé otro puesto, que estaba alejado del resto de puestos comerciales situados en el bazar. Me acerqué a él cautelsoamente, debido a la posible peligrosidad que podía haber en ese callejón, observando varios objetos con formas raras. En el cartel de la tienda ponía la palabra "Digihuevos". En cada uno de los Digihuevos, había un extraño símbolo... Uno era un Digihuevo rojo y amarillo con un cuerno metálico, otro era uno negro, azul, blanco y amarillo, además de alargado, con un cuerno en forma de relámpago... Y había muchos más. Pero, sin duda, el que más me llamaba la atención, era un Digihuevo dorado... Era precioso, simple y llanamente...
Me encontraba tumbada en mi cama, aburrida sin saber qué hacer. ¿Llamaría al teléfono de Max, Ashe y los demás y organizaríamos una quedada? Nah, que tontería, si ni siquiera tenía sus números de teléfono. Tan sólo el de Chitoge, pero me comentó que ese día tenía una comida familiar y no podía quedar conmigo, aunque lo estaba deseando. Entonces, eché un vistazo a Kate, quien leía plácidamente uno de mis libros... Mientras estaba recostada encima de mi librería. Dada su naturaleza felina, eso no le suponía ningún problema, puesto que de dos o tres saltos podía llegar allí perfectamente. Pero me estaba dando cuenta de que estaba adoptando todas y cada una de mis costumbres: leer libros y mangas ver series, jugar a videojuegos... Hasta alguna vez se propuso vestirse con uno de mis trajes de cosplay hecho en miniatura, adecuado para su tamaño. ¿Significaba esto que yo estaba resultando una influencia positiva o negativa sobre ella? No lo sabía, pero se la veía entretenida. Quizás tan sólo quería estudiar y comprender las actitudes, los gustos, los hobbies que teníamos los humanos.
¿Quieres hacer algo, Kate?- le pregunté, mientras me tumbaba de lado en mi cama, apoyando mi cabeza en una de mis manos mientras observaba a mi gatuna amiga leer ese libro que parecía tenerla totalmente ocupada
¿Como el qué?- preguntó tajantemente. Era su forma de decir: "estoy ocupada". Sin ni siquiera mirar a su Tamer, la Gatomon seguía observando con detenimiento las palabras que inundaban las páginas de ese libro. La obra literaria trataba de un niño mago huérfano que se enfrentaba a un poderoso a la par que malvado hechicero que quería matar a todo aquél que no estuviese de su parte ni acatase ninguna de sus órdenes.
Hmm, ¿qué tal si vamos al Mundo Digital?- dije entusiasmada mientras señalaba mi ordenador enchufado a la corriente. Lo cierto es que, la primera vez que fui al Mundo Digital, en esa extraña zona basada en el videojuego de Silent Hill, estaba bastante asustada, pero luego, al final, salió todo bien... Y desde entonces, siempre que he tenido ocasión, he querido visitar ese extraño mundo. No sólo para buscar al Digimon que robó los datos de mi padre, sino también porque me encantaba hacer turismo. Kate, suspirando y sabiendo que no la iba a dejar en paz, asintió, dando un salto para bajar de la estantería y dejando el libro encima de mi cama, doblando la esquina de la página en la que se había quedado. Sin más dilación, apunté con mi D3 a la pantalla del PC y abrí una puerta digital, seleccionando la Zona de los Desiertos. Me gustaría visitar esa zona... ¿Quién sabe? Quizás yo también tendría mi propia historia digna de Las Mil y Una Noches... Antes de saltar hacia el portal, procuré ponerme ropa adecuada para la zona a la que estaba a punto de acceder.
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Nada más cruzar la puerta digital, llegamos a una calle concurrida de una ciudad en pleno desierto. Podía observar a varios Digimons paseando por la zona, seguramente fuesen Digimons acostumbrados a vivir con poca agua y en constante acoso por las tormentas de arena. Sin embargo, aunque en un principio, los lugareños que pasaban por allí nos miraban, tanto a Kate como a mi, de una manera extraña, cosa totalmente normal si ves aparecer de repente a una Tamer y su Digimon delante de tus narices, luego cada uno siguió con su vida y sus quehaceres. Me ajusté el turbante que tapaba mi cabello pelirrojo y me lo pasé por delante de mi boca, para refugiarme de la arena que se agitaba. Ah sí, por cierto. Kate vestía un modelito similar al mío, pero en miniatura.
Tras un buen rato caminando, llegamos a un bazar con un montón de puestos ambulantes en los que parecían que vendían gran cantidad de productos: perfumes exóticos, collares, pulseras, pendientes, comida con una pinta exquisita... No podía esperar a comprar, por lo que, cartera en mano, me acerqué a uno de los puestos. Sin embargo, en uno de los carteles que había en dicho puesto de madera, había una frase escrita con rotulador: "Solo aceptamos Bits, si tiene otro tipo de moneda, vaya a canjearlos en el puesto correspondiente, al principio de la calle". Entonces, siguiendo las indicaciones del cartel, fuimos hacia el puesto que había al principio y cambiamos varios de mis billetes de yen por bits. Parecía ser la moneda de este mundo... "En fin, seguiré con las compras", es lo que pensé en ese preciso instante.
Mientras caminaba, viendo los puestos, pues quería mirar antes de comprar algo, llegué a un estrecho callejón. Sin duda, me había perdido, absorta en mis pensamientos y en la idea de querer comprar todo lo que pudiese, pues había objetos que me llamaban muchísimo la atención. De hecho, parecía que me estuviesen diciendo "Cómprame, Cómprame" constantemente. Atravesé ese callejón seguida de Kate y observé otro puesto, que estaba alejado del resto de puestos comerciales situados en el bazar. Me acerqué a él cautelsoamente, debido a la posible peligrosidad que podía haber en ese callejón, observando varios objetos con formas raras. En el cartel de la tienda ponía la palabra "Digihuevos". En cada uno de los Digihuevos, había un extraño símbolo... Uno era un Digihuevo rojo y amarillo con un cuerno metálico, otro era uno negro, azul, blanco y amarillo, además de alargado, con un cuerno en forma de relámpago... Y había muchos más. Pero, sin duda, el que más me llamaba la atención, era un Digihuevo dorado... Era precioso, simple y llanamente...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Mientras observaban los curiosos objetos, el callejón fue llenándose cada vez más, pues al parecer conseguir solo uno de aquellos productos constituía una proeza heroica, por lo que la amplia gama y la calidad que se podía observar en el pulido y acabados de los digihuevos. Algunos tamers ya empezaban a comentar ilusionados sobre las posibilidades que habría aquel lugar, mostrando todos ellos su D-3, ya que, obviamente, ningún otro digivice podía albergar y canalizar correctamente el poder de las digiarmaduras.
-No se amontonen caballeros, tengo de todos los tipos: valor, conocimiento, amistad, amor... -decía el vendedor mirando pícaramente a su público- Y esta vez el stock puede cubrir cualquier demanda, salvo por un pequeño detalle -decía, sosteniendo la pequeña digiarmadura de oro-. Solo tengo tres digiarmaduras de los milagros, ¡así que solo habrá tres afortunados hoy!
Siendo un tipo tranquilo y relajado, este digimon de escaso tamaño necesitaba de una silla para poder atender a sus clientes. Embozado en una capa que ataban dos bufandas entrecruzadas, daba la impresión de ser un digimon que sabía moverse por el desierto, pues con esa apariencia podría soportar el calor de la zona. Respondía a las preguntas de su clientela con educación y tranquilidad, si bien dejó claro su intención de vender las armaduras doradas al final.
Algunos ya discutían mientras que otros se limitaban a adquirir alguno de los otros digihuevos, mientras que poco a poco los tamers y sus compañeros se iban yendo tras su compra. Finalmente solo quedaron, además de la pareja de Yoko y Kate, dos chicos con sus acompañantes digitales y un digimon sin tamer. Tranquilamente, el vendedor colocó las tres armaduras en el mostrador y, sonriendo declaró el inicio de la venta especial.
-Bueno, estimados clientes, si les parece bien comencemos la puja en...
-Un momento -aclaraba el primer tamer, un chico que vestía un poncho, de cabellos claros y ojos azules, cuyo compañero digimon se enrollaba en su cuello como una serpiente-. Kudamon no tiene registrada ninguna evolución con esa digiarmadura. Si la compro, ¿no será tirar el dinero?
-¡Pues aparta, gafotas!-vociferó el otro, vestido similar a un camionero y poseyendo un cuerpo corpulento- ¡Por fin mi Vemon será un Magnamon con todas las de la ley!
-No se equivoquen, muchachos. Que las evoluciones no estén registradas no quiere decir que no puedan alcanzar dicha etapa. Por poner un ejemplo, generalmente las Gatomon evolucionan a Maildramon, pero esta lindura de aquí podría incluso convertirse en una Angewomon por medio del digihuevo. ¿Han olvidado acaso que es “un milagro”? Eso sí, les recuerdo lo mismo que a los demás clientes: que lo adquieran no garantiza una evolución inmediata, deben cumplir el requisito moral que está grabado en él.
-Pues vaya...-decía el digimon restante, de aspecto animal- Así que debería esperar un milagro para que me haga evolucionar.
-¡Pero si no tienes ni siquiera un d-terminal robado, perro!
-Soy un Gazimon, y hasta un tipo tan bobo como tú debería saber que algunos digimons pueden evolucionar de las armors, sino cómo crees que algunos en su evolución natural incluyen una evolución armor... Bah, paso. En esta ciudad se puede ver de todo pero, ¿milagros? -sacudiendo la arena que permanecía en una capa que portaba mientras se volteaba para irse de allí-Eso son cuentos de hadas...
-Bueno, pues ya que estamos solo tres clientes y hay 3 armors no creo que sea necesaria una subasta. El precio de salida es de 10.000 bits. Ya sé que es diez veces más que una armor normal, ¡pero son doradas, señores y señorita!
Sin embargo, cuando fueron a sacar el dinero, encontraron una desagradable sorpresa, y era que no podían encontrar sus carteras. Por más que trataban de dar con ellas no hubo éxito en esta empresa. Y aunque era desagradable, fue el tamer de Kudamon quien dio con la respuesta.
-¡Ese maldito Gazimon nos ha robado! ¡Hay que perseguirlo!
Al salir del callejón pudieron observar a aquel digimon, que saltando entre los toldos de los distintos puestos con una agilidad felina, les dedicó a los hurtados una sonrisa y continuó con su huida.
Acción: Gazimon solo ha avanzado unos cuantos metros. Si quieres recuperar tus bits solo tienes un post para dar con la clave para atraparlo... Si bien hay varias posibilidades. En caso de fallar el resto de la misión se desarrollará sin ninguna posibilidad de compra.
Anexo: Incluso aunque no puedas comprar la armor dorada se te pedirá que atrapes al ladrón por una serie de motivos que se presentarán en caso de que falles.
-No se amontonen caballeros, tengo de todos los tipos: valor, conocimiento, amistad, amor... -decía el vendedor mirando pícaramente a su público- Y esta vez el stock puede cubrir cualquier demanda, salvo por un pequeño detalle -decía, sosteniendo la pequeña digiarmadura de oro-. Solo tengo tres digiarmaduras de los milagros, ¡así que solo habrá tres afortunados hoy!
Siendo un tipo tranquilo y relajado, este digimon de escaso tamaño necesitaba de una silla para poder atender a sus clientes. Embozado en una capa que ataban dos bufandas entrecruzadas, daba la impresión de ser un digimon que sabía moverse por el desierto, pues con esa apariencia podría soportar el calor de la zona. Respondía a las preguntas de su clientela con educación y tranquilidad, si bien dejó claro su intención de vender las armaduras doradas al final.
Algunos ya discutían mientras que otros se limitaban a adquirir alguno de los otros digihuevos, mientras que poco a poco los tamers y sus compañeros se iban yendo tras su compra. Finalmente solo quedaron, además de la pareja de Yoko y Kate, dos chicos con sus acompañantes digitales y un digimon sin tamer. Tranquilamente, el vendedor colocó las tres armaduras en el mostrador y, sonriendo declaró el inicio de la venta especial.
-Bueno, estimados clientes, si les parece bien comencemos la puja en...
-Un momento -aclaraba el primer tamer, un chico que vestía un poncho, de cabellos claros y ojos azules, cuyo compañero digimon se enrollaba en su cuello como una serpiente-. Kudamon no tiene registrada ninguna evolución con esa digiarmadura. Si la compro, ¿no será tirar el dinero?
-¡Pues aparta, gafotas!-vociferó el otro, vestido similar a un camionero y poseyendo un cuerpo corpulento- ¡Por fin mi Vemon será un Magnamon con todas las de la ley!
-No se equivoquen, muchachos. Que las evoluciones no estén registradas no quiere decir que no puedan alcanzar dicha etapa. Por poner un ejemplo, generalmente las Gatomon evolucionan a Maildramon, pero esta lindura de aquí podría incluso convertirse en una Angewomon por medio del digihuevo. ¿Han olvidado acaso que es “un milagro”? Eso sí, les recuerdo lo mismo que a los demás clientes: que lo adquieran no garantiza una evolución inmediata, deben cumplir el requisito moral que está grabado en él.
-Pues vaya...-decía el digimon restante, de aspecto animal- Así que debería esperar un milagro para que me haga evolucionar.
-¡Pero si no tienes ni siquiera un d-terminal robado, perro!
-Soy un Gazimon, y hasta un tipo tan bobo como tú debería saber que algunos digimons pueden evolucionar de las armors, sino cómo crees que algunos en su evolución natural incluyen una evolución armor... Bah, paso. En esta ciudad se puede ver de todo pero, ¿milagros? -sacudiendo la arena que permanecía en una capa que portaba mientras se volteaba para irse de allí-Eso son cuentos de hadas...
-Bueno, pues ya que estamos solo tres clientes y hay 3 armors no creo que sea necesaria una subasta. El precio de salida es de 10.000 bits. Ya sé que es diez veces más que una armor normal, ¡pero son doradas, señores y señorita!
Sin embargo, cuando fueron a sacar el dinero, encontraron una desagradable sorpresa, y era que no podían encontrar sus carteras. Por más que trataban de dar con ellas no hubo éxito en esta empresa. Y aunque era desagradable, fue el tamer de Kudamon quien dio con la respuesta.
-¡Ese maldito Gazimon nos ha robado! ¡Hay que perseguirlo!
Al salir del callejón pudieron observar a aquel digimon, que saltando entre los toldos de los distintos puestos con una agilidad felina, les dedicó a los hurtados una sonrisa y continuó con su huida.
Acción: Gazimon solo ha avanzado unos cuantos metros. Si quieres recuperar tus bits solo tienes un post para dar con la clave para atraparlo... Si bien hay varias posibilidades. En caso de fallar el resto de la misión se desarrollará sin ninguna posibilidad de compra.
Anexo: Incluso aunque no puedas comprar la armor dorada se te pedirá que atrapes al ladrón por una serie de motivos que se presentarán en caso de que falles.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Me encontraba realmente asombrada ante la presencia de ese Digihuevo dorado que correspondía al Digihuevo de los Milagros. Seguramente el resto de las digiarmaduras fueran muy poderosas: Valor, Amistad, Conocimiento, Amor... Pero sabía que el de los Milagros tenía algo que lo hacía ser superior al resto. El brillo dorado que emabana estaba segura de que podía iluminar una gran caverna... Sin embargo, no podía creer que hubiese TANTOS Digihuevos en un mismo sitio, con lo difíciles que eran de encontrar... Aunque claro, igual eran así de difíciles por el hecho de que éste mercader tenía un buen puñado de ellos... Poco tiempo pasó hasta que me vi envuelta entre humanos y Digimons, algunos miembros de estos dos grupos estaban juntos entre sí. Menos mal que esta vez estaba realmente tapada, no quiero recordar a mi grupo de acosadores que tuve en las Islas Hespérides... Menos mal que en ese momento atacaron una manada de Piyomons... Los Tamers y los Digimons que se agolpaban allí cuchicheaban y hablaban sobre los Digihuevos que el misterioso mercader tenía puestos a la venta.
Al cabo de un tiempo, algunos de esos Tamers ya habían comprado varios Digihuevos, dejando intactos los Digihuevos de los Milagros. Tan sólo quedábamos Kate y yo, acompañadas de dos Tamers, sus respectivos Digimons (un Kudamon y un Veemon) y un Digimon solitario, un Gazimon. ¿Qué podía hacer? ¿Compraría esos Digihuevos? ¿Los dejaría allí? Lo cierto es que me tentabs mucho...
Ante esto, una pequeña riña entre el Tamer del Veemon y el Gazimon solitario terminó con éste último marchándose del lugar. Dado que eramos tres los que allí estábamos, el mercader nos propuso pagar 10.000 bits por cada una de las Digiarmaduras doradss... ¿¡Qué demonios?! ¡Por supuesto que voy a pagar uno de esos Digihuevos! Faltaría más... Aunque necesite ciertas condiciones para que Gatomon evolucione con el Digiegg de los Milagros, no pierdo nada por intentarlo...
¿Eh? ¿Y mi cartera?- mencioné buscando entre mis bolsillos una cartera de piel de cuero marrón que siempre llevaba conmigo dándome cuenta de que había desaparecido...
¿Ya la has perdido?- me preguntó suspirando Kate mientras movía la cabeza hacia los lados como si quisiera decir "no tienes remedio".
Sin embargo, ¡no era culpa mía! ¡Sabía perfectamente que no la había perdido! Fue entonces que, el Tamer de Kudamon, me dio la razón. El Gazimon que había estado hasta hace poco con nosotros en ese lugar, observando la tienda, resultaba ser el ladrón. En ese preciso instante, pudieron observar a Gazimon que, riendose de nosotros, saltaba entre los toldos. Cabreada con el Digimon conejo, agarré a Kate de la cola y comencé a moverla con mi brazo como si fuese un molinillo.
¡Ahh nooo! ¡Tú no te escapaaaas! ¡Cógele Kate!- tras decir esa última frase, labcé a mi compañera Digimon lo más lejos que pude de nosotros y, por supuesto, lo más cerca que pude también de Gazimon. Había habido suerte y Kate aterrizó a tan sólo dos toldos de donde se encontraba el Digimon conejo. Mientras ellos realizaban su propia persecución por los toldos, yo los perseguía por el suelo, sin saber si los otros dos Tamers me seguían o no.
Maldita Vaca Lechera...-me maldijo por lo bajini mi compañera Digimon mientras perseguía al Gazimon entre los puestos. Seguramente me lo dijo por haberla lanzado sin tn siquiera haberle pedido permiso... ¡Lo siento Kate! ¡Te lo compensaré con un bol de ramen bien grande!-¿En serio crees que eres más ágil que yo? ¡Laser de Gato!- un rayo láser de color rosa apareció desde los ojos de Kate. Probablemente el Gazimon se tomaría el tiempo suficiente para esquivarlo de un salto, pues alrededor tan sólo había toldos porblos que continuar hacia delante, ya que se encontraba en un callejón estrecho. Las paredes de piedra eran lo suficientemente altas como para que el Digimon conejo no pudiese escalarlas. Aprovechando la posible hipótesis de que Gazimon intentaría esquivar el ataque, Kate se coló rápidamente entre los puestos de las tiendas, poniendose a la altura de Gazimon y situándose justo delante de él. No sabía si el ataque surtiría efecto, nunca lo había probado antes, pero lo intentaría-¡Ojos de Gato!- el ataque consistía, basicamente en que Kate lanzaba unas ondas de color blanco desde sus ojos. El efecto de estas hondas era de la capacidad de Kate de hipnotizar a sus enemigo. Esperabamos que diese resultado...
Mientras tanto yo, me había perdido entre los bazares... ¿¡Dónde demonios están Kate y ese Gazimon!? Se habían alejado demasiado de mi...
Al cabo de un tiempo, algunos de esos Tamers ya habían comprado varios Digihuevos, dejando intactos los Digihuevos de los Milagros. Tan sólo quedábamos Kate y yo, acompañadas de dos Tamers, sus respectivos Digimons (un Kudamon y un Veemon) y un Digimon solitario, un Gazimon. ¿Qué podía hacer? ¿Compraría esos Digihuevos? ¿Los dejaría allí? Lo cierto es que me tentabs mucho...
Ante esto, una pequeña riña entre el Tamer del Veemon y el Gazimon solitario terminó con éste último marchándose del lugar. Dado que eramos tres los que allí estábamos, el mercader nos propuso pagar 10.000 bits por cada una de las Digiarmaduras doradss... ¿¡Qué demonios?! ¡Por supuesto que voy a pagar uno de esos Digihuevos! Faltaría más... Aunque necesite ciertas condiciones para que Gatomon evolucione con el Digiegg de los Milagros, no pierdo nada por intentarlo...
¿Eh? ¿Y mi cartera?- mencioné buscando entre mis bolsillos una cartera de piel de cuero marrón que siempre llevaba conmigo dándome cuenta de que había desaparecido...
¿Ya la has perdido?- me preguntó suspirando Kate mientras movía la cabeza hacia los lados como si quisiera decir "no tienes remedio".
Sin embargo, ¡no era culpa mía! ¡Sabía perfectamente que no la había perdido! Fue entonces que, el Tamer de Kudamon, me dio la razón. El Gazimon que había estado hasta hace poco con nosotros en ese lugar, observando la tienda, resultaba ser el ladrón. En ese preciso instante, pudieron observar a Gazimon que, riendose de nosotros, saltaba entre los toldos. Cabreada con el Digimon conejo, agarré a Kate de la cola y comencé a moverla con mi brazo como si fuese un molinillo.
¡Ahh nooo! ¡Tú no te escapaaaas! ¡Cógele Kate!- tras decir esa última frase, labcé a mi compañera Digimon lo más lejos que pude de nosotros y, por supuesto, lo más cerca que pude también de Gazimon. Había habido suerte y Kate aterrizó a tan sólo dos toldos de donde se encontraba el Digimon conejo. Mientras ellos realizaban su propia persecución por los toldos, yo los perseguía por el suelo, sin saber si los otros dos Tamers me seguían o no.
Maldita Vaca Lechera...-me maldijo por lo bajini mi compañera Digimon mientras perseguía al Gazimon entre los puestos. Seguramente me lo dijo por haberla lanzado sin tn siquiera haberle pedido permiso... ¡Lo siento Kate! ¡Te lo compensaré con un bol de ramen bien grande!-¿En serio crees que eres más ágil que yo? ¡Laser de Gato!- un rayo láser de color rosa apareció desde los ojos de Kate. Probablemente el Gazimon se tomaría el tiempo suficiente para esquivarlo de un salto, pues alrededor tan sólo había toldos porblos que continuar hacia delante, ya que se encontraba en un callejón estrecho. Las paredes de piedra eran lo suficientemente altas como para que el Digimon conejo no pudiese escalarlas. Aprovechando la posible hipótesis de que Gazimon intentaría esquivar el ataque, Kate se coló rápidamente entre los puestos de las tiendas, poniendose a la altura de Gazimon y situándose justo delante de él. No sabía si el ataque surtiría efecto, nunca lo había probado antes, pero lo intentaría-¡Ojos de Gato!- el ataque consistía, basicamente en que Kate lanzaba unas ondas de color blanco desde sus ojos. El efecto de estas hondas era de la capacidad de Kate de hipnotizar a sus enemigo. Esperabamos que diese resultado...
Mientras tanto yo, me había perdido entre los bazares... ¿¡Dónde demonios están Kate y ese Gazimon!? Se habían alejado demasiado de mi...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Resolución: Acierto al 50%; al lanzar a Kate se recortó distancia con el Gazimon, pero el bajar de los toldos a la calle transitada es un fallo: el bazar siempre está transitado, y los viandantes no van a dejarte el paso libre para que te muevas cómodamente. Usar el láser de gato fue una buena idea para hacerle perder el tiempo, pero aclaré que ya no era el callejón, por lo que tiene espacio por el que correr. Sin embargo, teniendo en cuenta que en la persecución no solo actúas tú, Éxito parcial.
Usando la tela que protegía las delicadas mercancías del sector más lujoso de la ciudad, Gazimon rebotó como si de una cama elástica se tratara, sonriendo a la Gatomon al sentirse victorioso. Tanta era su confianza que al ver cómo su perseguidora saltaba a las calles del lugar se sintió a salvo, permitiéndose el lujo de hacer una pirueta, riéndose.
-¡No te lo tengas tan creído, bellaco!
El kudamon del tamer que habían visto en el puesto saltaba entre los toldos, aprovechando su forma aerodinámica y delgada para recorrer aquella distancia a gran velocidad. Al parecer ya había empezado a perseguirlo al mismo tiempo que Gatomon, pero de un modo tan sibilino que los ataques de Kate habían hecho que el ladrón no se fijara, y la pérdida de tiempo definitivamente fue su perdición, pues el digimon, imitando a una sierpe, ya lo rodeaba en un mortal abrazo que lo inmovilizó.
-¡Esperadme! -gritaba el Veemon restante, abriéndose paso a codazos y empujones- ¡Quitáos de enmedio!
Una vez se reunieron los tres digimons con el bandido, lo llevaron de nuevo al callejón. Obviamente estaban enfurecidos, incluso más que sus tamers, puede que por el hecho de que por su culpa casi pierden la posibilidad de adquirir la armor dorada. Mientras se quejaban, el Gazimon hizo algo muy rastrero, pues pateando el suelo para retroceder, apuntó a Veemon y Kate para lanzarles su ataque paralizante, pero un movimiento rápido de Kudamon hizo que solo pudiera impactar sobre la Gatomon. El daño no fue mucho, pero un extraño cosquilleo le recorría todo el cuerpo, y sentía las extremidades entumecidas.
-¡Encima de ladrón, rastrero! -vociferaba el lagarto azul aporreando la cabeza del Gazimon- ¡Toma, cobarde!
-No creo que sea correcto decirle “cobarde” si le pegas cuando no puede defenderse...
-¡Cállate!
Mientras estos discutían ante una lastimada Kate, Yoko andaba perdida por la zona del bazar, deambulando sin poder encontrar el camino de vuelta. El jaleo de un edificio llamó su atención, y observando que era una especie de bar (“especie” porque el letrero estaba escrito en un idioma incomprensible) pudo ver cómo unos digimons de cuerpo pétreo se reían mientras jugaban a las cartas. Pero lo que le llamó la atención fue una abultada bolsa que uno colocó sobre la mesa con una inmensa sonrisa, pudiendo ver que su contenido eran monedas de oro, pues una se cayó sobre la mesa. Mientras preparaban la baraja de naipes, uno se fijó en ella.
-¡Ey moza! ¿Necesitas algo?
Usando la tela que protegía las delicadas mercancías del sector más lujoso de la ciudad, Gazimon rebotó como si de una cama elástica se tratara, sonriendo a la Gatomon al sentirse victorioso. Tanta era su confianza que al ver cómo su perseguidora saltaba a las calles del lugar se sintió a salvo, permitiéndose el lujo de hacer una pirueta, riéndose.
-¡No te lo tengas tan creído, bellaco!
El kudamon del tamer que habían visto en el puesto saltaba entre los toldos, aprovechando su forma aerodinámica y delgada para recorrer aquella distancia a gran velocidad. Al parecer ya había empezado a perseguirlo al mismo tiempo que Gatomon, pero de un modo tan sibilino que los ataques de Kate habían hecho que el ladrón no se fijara, y la pérdida de tiempo definitivamente fue su perdición, pues el digimon, imitando a una sierpe, ya lo rodeaba en un mortal abrazo que lo inmovilizó.
-¡Esperadme! -gritaba el Veemon restante, abriéndose paso a codazos y empujones- ¡Quitáos de enmedio!
Una vez se reunieron los tres digimons con el bandido, lo llevaron de nuevo al callejón. Obviamente estaban enfurecidos, incluso más que sus tamers, puede que por el hecho de que por su culpa casi pierden la posibilidad de adquirir la armor dorada. Mientras se quejaban, el Gazimon hizo algo muy rastrero, pues pateando el suelo para retroceder, apuntó a Veemon y Kate para lanzarles su ataque paralizante, pero un movimiento rápido de Kudamon hizo que solo pudiera impactar sobre la Gatomon. El daño no fue mucho, pero un extraño cosquilleo le recorría todo el cuerpo, y sentía las extremidades entumecidas.
-¡Encima de ladrón, rastrero! -vociferaba el lagarto azul aporreando la cabeza del Gazimon- ¡Toma, cobarde!
-No creo que sea correcto decirle “cobarde” si le pegas cuando no puede defenderse...
-¡Cállate!
Mientras estos discutían ante una lastimada Kate, Yoko andaba perdida por la zona del bazar, deambulando sin poder encontrar el camino de vuelta. El jaleo de un edificio llamó su atención, y observando que era una especie de bar (“especie” porque el letrero estaba escrito en un idioma incomprensible) pudo ver cómo unos digimons de cuerpo pétreo se reían mientras jugaban a las cartas. Pero lo que le llamó la atención fue una abultada bolsa que uno colocó sobre la mesa con una inmensa sonrisa, pudiendo ver que su contenido eran monedas de oro, pues una se cayó sobre la mesa. Mientras preparaban la baraja de naipes, uno se fijó en ella.
-¡Ey moza! ¿Necesitas algo?
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Kate al habla. Esta parte de la historia la contaré yo. Parece ser que no logré acertar a ese maldito gazapo... Bueno, tuve suerte de tener a esos dos Tamers junto al Digimon bufanda y el dinosaurio azulado que habían sido víctimas del robo, junto a Yoko.... Por cierto, ¿dónde andará? Si no recuerdo mal, estaba siguiéndonos desde las calles... Pero parecía que se había perdido entre el gentío. Quizás tenga que ir a buscarla más adelante...
El Digimon de color blanco llamado Kudamon, gracias a que pude despistar lo suficiente a nuestro querídismo ladrón, pudo atraparlo con su largo y elástico cuerpo.... Si, lo de queridísimo era sarcasmo. Veemon apenas había participado en la cacería del rufián, quizás porque fuese demasiado lento o demasiado poco ágil como para desplazarse entre los toldos, pero lo cierto era que no había ayudado a la captura del ladrón... Aunque bueno, no fue tan al escolta mientras nos volvíamos a dirigir hacia el callejón con el malechor. Lo cierto es que estuve enfurecida durante un buen tiempo, principalmente porque quizás, mientras nosotros tres perseguíamos a este conejo, otros compradores ya se habían agenciado esa Digiarmadura dorada de los Milagros... Y, sinceramente, yo ansiaba ese poder. Quería proteger a Yoko costase lo que costase, aunque a veces me molestase, era mi amiga del alma y mi corazón estaba unido a ella... Claro que esto no lo he dicho nunca, no me gusta hablar de estos temas, la verdad...
De cualquier modo, entre Kudamon, Veemon y yo escoltamos de nuevo a Gazimon hasta la presencia de donde se suponía que estaban los Tamers de mis compañeros, quienes se quejaban de la tardanza. Mientras tanto el Gazimon utilizó su ataque llamado Aliento Paralizante... Gracias a Kudamon el ataque no alcanzó a Veemon, pero sí a mi, que, aunque no logró darme de lleno, un cosquilleó recorrió todo mi cuerpo, entumeciendo mis extremidades. Tumbada en el suelo decidí descansar por un momento para recuperarme de mis heridas. Entonces, oí que Veemon había golpeado en la cabeza a ese Gazimon, mientras que él se escudaba diciendo que no era correcto llamarle cobarde si no se podía defender. Pero el caso es que me había tocado la moral. En cuanto me recupere se va a enterar...
Paseaba, perdida entre el gentío. No sabía siquiera si mi compañera Kate había logrado dar con el Gazimon, si lo habían atrapado o si habían recuperado mi cartera... ¡Joooo! ¡Quería comprar un montón de cosas en el bazar con ese dinero! Mientras seguía intentando buscar el camino de vuelta entre el barullo de tantos hogareños, oí algunos extraños ruidos provenientes de un edificio no muy lejano de donde me situaba en ese preciso instante. De manera curiosa, me acerqué a ese edificio, que parecía ser una especie de taberna, aunque con un letrero de madera muy estropeado y con letras prácticamente ilegibles para mí. En el interior del edificio, pude divisar a un grupo de sujetos que jugaban al poker o a cualquier otro tipo de juego de cartas y había apostada una gran cantidad de dinero metido dentro de una bolsa... Hace mucho que no juego al poker, ahora que lo pienso... Entretanto uno de los sujetos se dirigió hacia mi con un "¡Ey moza, ¿necesitas algo"!
Estooo.... La cuestión es que me he perdido, estaba en el bazar y he llegado aquí sin darme cuenta jeje....- la táctica de la dama en apuros dulce... Espero que funcionase esta vez, porque como me pidan dinero por la información estoy apañada. Me quité el turbante-capucha de mi cabeza, dejando relucir mi sedoso y largo cabello rojizo, como el sol que iluminaba toda la ciudad, así como mi hermoso rostro cuidado e impecable- Parecéis buenas personas.... ¿podríais ayudarme! ¿POR-FA-VOOOR?- de una manera coqueta sonreí traviesamente mientras les guiñaba un ojo. A mi alrededor se podía ver que la taberna era lo bastante amplia y que había un buen número de humanos y Digimons jugando a distintos juegos de mesa o atiborrándose a comida y bebida. Quiero volver con Kate...
El Digimon de color blanco llamado Kudamon, gracias a que pude despistar lo suficiente a nuestro querídismo ladrón, pudo atraparlo con su largo y elástico cuerpo.... Si, lo de queridísimo era sarcasmo. Veemon apenas había participado en la cacería del rufián, quizás porque fuese demasiado lento o demasiado poco ágil como para desplazarse entre los toldos, pero lo cierto era que no había ayudado a la captura del ladrón... Aunque bueno, no fue tan al escolta mientras nos volvíamos a dirigir hacia el callejón con el malechor. Lo cierto es que estuve enfurecida durante un buen tiempo, principalmente porque quizás, mientras nosotros tres perseguíamos a este conejo, otros compradores ya se habían agenciado esa Digiarmadura dorada de los Milagros... Y, sinceramente, yo ansiaba ese poder. Quería proteger a Yoko costase lo que costase, aunque a veces me molestase, era mi amiga del alma y mi corazón estaba unido a ella... Claro que esto no lo he dicho nunca, no me gusta hablar de estos temas, la verdad...
De cualquier modo, entre Kudamon, Veemon y yo escoltamos de nuevo a Gazimon hasta la presencia de donde se suponía que estaban los Tamers de mis compañeros, quienes se quejaban de la tardanza. Mientras tanto el Gazimon utilizó su ataque llamado Aliento Paralizante... Gracias a Kudamon el ataque no alcanzó a Veemon, pero sí a mi, que, aunque no logró darme de lleno, un cosquilleó recorrió todo mi cuerpo, entumeciendo mis extremidades. Tumbada en el suelo decidí descansar por un momento para recuperarme de mis heridas. Entonces, oí que Veemon había golpeado en la cabeza a ese Gazimon, mientras que él se escudaba diciendo que no era correcto llamarle cobarde si no se podía defender. Pero el caso es que me había tocado la moral. En cuanto me recupere se va a enterar...
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Paseaba, perdida entre el gentío. No sabía siquiera si mi compañera Kate había logrado dar con el Gazimon, si lo habían atrapado o si habían recuperado mi cartera... ¡Joooo! ¡Quería comprar un montón de cosas en el bazar con ese dinero! Mientras seguía intentando buscar el camino de vuelta entre el barullo de tantos hogareños, oí algunos extraños ruidos provenientes de un edificio no muy lejano de donde me situaba en ese preciso instante. De manera curiosa, me acerqué a ese edificio, que parecía ser una especie de taberna, aunque con un letrero de madera muy estropeado y con letras prácticamente ilegibles para mí. En el interior del edificio, pude divisar a un grupo de sujetos que jugaban al poker o a cualquier otro tipo de juego de cartas y había apostada una gran cantidad de dinero metido dentro de una bolsa... Hace mucho que no juego al poker, ahora que lo pienso... Entretanto uno de los sujetos se dirigió hacia mi con un "¡Ey moza, ¿necesitas algo"!
Estooo.... La cuestión es que me he perdido, estaba en el bazar y he llegado aquí sin darme cuenta jeje....- la táctica de la dama en apuros dulce... Espero que funcionase esta vez, porque como me pidan dinero por la información estoy apañada. Me quité el turbante-capucha de mi cabeza, dejando relucir mi sedoso y largo cabello rojizo, como el sol que iluminaba toda la ciudad, así como mi hermoso rostro cuidado e impecable- Parecéis buenas personas.... ¿podríais ayudarme! ¿POR-FA-VOOOR?- de una manera coqueta sonreí traviesamente mientras les guiñaba un ojo. A mi alrededor se podía ver que la taberna era lo bastante amplia y que había un buen número de humanos y Digimons jugando a distintos juegos de mesa o atiborrándose a comida y bebida. Quiero volver con Kate...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Después de que Gazimon intentara escapar, la represión fue mayor, obligándole el Kudamon a permanecer inmóvil con la cara en el suelo. Mientras esto se llevaba a cabo, el tamer del digimon pálido atendió a Kate, agarrando su garra con dulzura y comprobando si podía estirar y contraer el brazo, intentando analizar la rigidez de sus músculos.
-Te ha dado de lleno, así que el efecto podría extenderse por unas horas -decía buscando en los bolsillos internos de su poncho-. Aquí esta, es una hierba que ayuda a combatir los efectos de la parálisis, aunque en este sitio no abunda, así que la cantidad solo hará que no notes las molestias, pero los músculos seguirán afectados. Abre la boca y mastícala.
Mientras esperaba la reacción de la Gatomon, el otro tamer ya había adquirido el ansiado digihuevo, entregando el dinero a aquel comerciante. Una vez finalizada la transación, el Veemon de este cogió la cartera de Yoko y, delante de Kate, sacó 10.000 bits, ni uno más ni uno menos.
-Sé que no puedes moverte, así que mientras te trata el gafotas es mejor que no hagas movimientos innecesarios. Supongo que tú y tu tamer también queréis la armadura dorada, así que si te parece bien ya le damos el dinero antes de que venga otro y se la quede, ¿no?
Nota: La parálisis de Kate perdudará al menos hasta su próximo combate, limitando sus movimientos. Depende de si decide tomar la medicina esto podría solucionarse o no, ya depende de si se fía del tamer.
Pero Kate no fue la única a la que se le ofrecía ayuda. Los digimons escucharon atentamente la explicación de la joven, pero quedaron perplejos ante la forma en que esta se descubrió el pelo. Aunque con este gesto llamó la atención de los presentes del lugar, que se fijaron en la chica y su “extraña” forma de pedir un favor, los digimons simplemente alzaron una ceja ante el número, si bien esta parte en ellos era una pequeña piedra sobre el ojo.
Cogiendo una de las monedas y llevándosela a la boca, aquel digimon empezó a masticarla sonoramente, machacando el oro hasta formar una papilla que se tragó. Luego, dedicando una sonrisa a la tamer se levantó, pero el que parecía el líder, caracterizado porque sus rocas eran pálidas y tenía un mayor tamaño, hizo un gesto con la cabeza, obligándole a sentarse. Con un ademán de su mano, todos se levantaron, revelando llevar en su cintura armas blancas, apreciando ahora el detalle de que cerca de ellos habían apostadas varias lanzas.
-¿Así que te has perdido, eh? ¿y crees que puedes irrumpir aquí como si nada e intentar coquetear con mis hombres, mujer? ¡¿De verdad te crees que eso va a funcionar?!
Su ronca voz reverberó en toda la estancia, calmando el revuelo que causó la entrada de Yoko. Los digimons rocosos clavaban sus frías miradas en la humana. Dando un golpe en la mesa, el de mayor tamaño continuó con su discurso.
-¡Pues claro que sí, hombre! ¡¿Cómo no vamos a echarle una mano a alguien que se ha perdido?! ¡Si es que el bazar es como un laberinto, pero tranquila! ¡Para eso estamos nosotros, los guardias del sector sur, para ayudar en lo que podamos! ¡¿A que sí, Gottsumons?!
Sus hombres comenzaron a reírse, creando un torrente de voces que causó la impresión de que podían derribar el lugar a carcajada limpia.
-Bueno, creo que solo hará falta que vaya uno, ¿no? Nos pillas en nuestra hora de comer y claro, aquí cada uno se trae su rancho -decía sacando un bloque de sal que partió de un mordisco- Hummm, saaaaal... ¿De que hablábamos? ¡Ah sí! Elige al que quieras chata.
Acción: Los únicos que han demostrado tener personalidad son el líder (Meteormon) y el Gottsumon ricachón (que come oro). Si eliges otro la personalidad será libre y podrás rolearlo tú, pero claro, no tendrá la misma información que estos dos. También considera que deberás darles una descripción de dónde estabas y eso. Ánimo.
-Te ha dado de lleno, así que el efecto podría extenderse por unas horas -decía buscando en los bolsillos internos de su poncho-. Aquí esta, es una hierba que ayuda a combatir los efectos de la parálisis, aunque en este sitio no abunda, así que la cantidad solo hará que no notes las molestias, pero los músculos seguirán afectados. Abre la boca y mastícala.
Mientras esperaba la reacción de la Gatomon, el otro tamer ya había adquirido el ansiado digihuevo, entregando el dinero a aquel comerciante. Una vez finalizada la transación, el Veemon de este cogió la cartera de Yoko y, delante de Kate, sacó 10.000 bits, ni uno más ni uno menos.
-Sé que no puedes moverte, así que mientras te trata el gafotas es mejor que no hagas movimientos innecesarios. Supongo que tú y tu tamer también queréis la armadura dorada, así que si te parece bien ya le damos el dinero antes de que venga otro y se la quede, ¿no?
Nota: La parálisis de Kate perdudará al menos hasta su próximo combate, limitando sus movimientos. Depende de si decide tomar la medicina esto podría solucionarse o no, ya depende de si se fía del tamer.
Pero Kate no fue la única a la que se le ofrecía ayuda. Los digimons escucharon atentamente la explicación de la joven, pero quedaron perplejos ante la forma en que esta se descubrió el pelo. Aunque con este gesto llamó la atención de los presentes del lugar, que se fijaron en la chica y su “extraña” forma de pedir un favor, los digimons simplemente alzaron una ceja ante el número, si bien esta parte en ellos era una pequeña piedra sobre el ojo.
Cogiendo una de las monedas y llevándosela a la boca, aquel digimon empezó a masticarla sonoramente, machacando el oro hasta formar una papilla que se tragó. Luego, dedicando una sonrisa a la tamer se levantó, pero el que parecía el líder, caracterizado porque sus rocas eran pálidas y tenía un mayor tamaño, hizo un gesto con la cabeza, obligándole a sentarse. Con un ademán de su mano, todos se levantaron, revelando llevar en su cintura armas blancas, apreciando ahora el detalle de que cerca de ellos habían apostadas varias lanzas.
-¿Así que te has perdido, eh? ¿y crees que puedes irrumpir aquí como si nada e intentar coquetear con mis hombres, mujer? ¡¿De verdad te crees que eso va a funcionar?!
Su ronca voz reverberó en toda la estancia, calmando el revuelo que causó la entrada de Yoko. Los digimons rocosos clavaban sus frías miradas en la humana. Dando un golpe en la mesa, el de mayor tamaño continuó con su discurso.
-¡Pues claro que sí, hombre! ¡¿Cómo no vamos a echarle una mano a alguien que se ha perdido?! ¡Si es que el bazar es como un laberinto, pero tranquila! ¡Para eso estamos nosotros, los guardias del sector sur, para ayudar en lo que podamos! ¡¿A que sí, Gottsumons?!
Sus hombres comenzaron a reírse, creando un torrente de voces que causó la impresión de que podían derribar el lugar a carcajada limpia.
-Bueno, creo que solo hará falta que vaya uno, ¿no? Nos pillas en nuestra hora de comer y claro, aquí cada uno se trae su rancho -decía sacando un bloque de sal que partió de un mordisco- Hummm, saaaaal... ¿De que hablábamos? ¡Ah sí! Elige al que quieras chata.
Acción: Los únicos que han demostrado tener personalidad son el líder (Meteormon) y el Gottsumon ricachón (que come oro). Si eliges otro la personalidad será libre y podrás rolearlo tú, pero claro, no tendrá la misma información que estos dos. También considera que deberás darles una descripción de dónde estabas y eso. Ánimo.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
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Rango: Teniente
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Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
El muchacho de las gafas, quien parecía ser el Tamer del Kudamon que sujetaba al digimon gazapo que había logrado herirme contra el suelo, se acercó a mi y, agarrando mis articulaciones, comprobó cómo estaba mi cuerpo. Ya te lo podía decir yo: no podía moverme apenas, me costabs mucho. Sin embargo, el muchacho era mucho más amable de lo que creía. No parecía mala persona, si soy franca. Estaba tratando de ayudarme, diciendo que los efectos del ataque de Gazimon durarían unas horas y que con una especie de hierba que me estaba ofreciendo en ese momento, en esa cantidad específica, haría que dejase de sentir los datos de la parálisis, pero que los músculos de todo mi cuerpo seguirían de la misma forma hasta lograr recuperarse.
Gracias... Haría una reverencia en agradecimiento como hacen los japoneses de tu mundo... Pero ya habrás imaginado que ni siquiera podré hacer eso realmente bien, durante un tiempo al menos- dije agradeciendole al bondandoso Tamer mientras tomaba la hierba medicinal... ¡Puaj! ¡Sabía a rayos y truenos! Pero el chico me la había ofrecido con toda su buena voluntad... Vamos Kate, para dentro y sin rechistar...
Mientras tanto, el otro Tamer, el brutote compañero de Veemon y el Digimon azulado cogieron la cartera que llevaba Yoko con los 10.000 bits necesarios para comprar el Digiegg de los Milagros, puesto que sabía que nosotras también lo queríamos, ante la amabilidad de ese sujeto, asentí como pude, agradeciéndoselo tanto a él como a su Digimon de igual manera.
Arigatou Gozaimasu- aprendí esas palabras de agradecimiento hace relativamente poco, por lo que quería usarlas siempre que pudiese... Lo cierto es que me encantaba aprender, sobre todo si se trataba de artes marciales o lucha libre...
Me encontraba esperando la respuesta de esos Digimons rocosos, quienes me miraban atentamente. Yoko, ya has hecho esto otras veces, no tienes que ponerte nerviosa... Aunque claro, era la primera vez que intentaba seducir a un grupo de Digimons... ¿Sería su tipo acaso? No, la pregunta más importante era ¿los Digimon se sienten atraídos por los humanos, más allá de los lazos afectivos de amistad y compañerismo? En eso, uno de los Digimons que había allí, el que tenía la bolsa llena de oro, se levantó, siendo ordenado por otro, un rocoso de color blanco y de mayor tamaño que se sentase. El Digimon parecía enfadado con mi intento de seducción... ¿¡Son eso armas lo que tienen estos tipos duros (literalmente hablando)?! Ay madre... ¿¡Dónde me he metido?!
Sin embargo, el Digimon que parecía ser el líder, seguido de sus subordinados comenzó a desternillarse de la risa, ante mi rostro asustado que comenzó a transformarse en uno impresionado y algo avergonzado. Los Digimons de la mesa accedieron a ayudarme alegando que eran guardias y que el bazar era como un laberinto, ante lo que suspiré aliviada. ¡Me habían engañado estos malditos Digimons! Bueno... No podía negar su ayuda la verdad... El Digimon jefe de color blanco le dijo a Yoko, mientras de alimentaba, que eligiese a uno de sus hombres para que me acompañase
Pues tú mismo, boss, después de todo me siento avergonzada...- dije inclinandome levemente hacia delante, pidiendo disculpas- Lamento profundamente haber intentado seduciros, estaba ya harta de andar perdida sin rumbo, después de haber perseguido a ese maldito Gazimon que me ha robado la cartera... ¡Os lo compensaré, os lo prometo!- volviendo a la posición inicial, me volví a colocar el turbante en mi cabeza, cubriendo parte de mi rostro, asi como mi rojizo cabello. Debía de explicarles de dónde venía- oh sí, se me olvidaba, si no no podréis guiarme... Estaba casi al inicio del bazar, cerca de donde se realiza el cambio de monedas del Mundo Humano al del dinero del Mundo Digital, los bits... Después tomé una recta y comencé a mirar puestos que tenían varias cosas como perfumes, collares y comidas... Y más tarde recuerdo haberme metido junto a mi compañera Digimon en un callejón y estar en una tienda donde vendían Digihuevos para que los Digimon alcanzase el nivel Armor... Ahí fue donde Gazimon me robó la cartera y, poco después, me perdí hasta dar con vosotros en este bar. ¿Es suficiente información? ¡Oh sí! Recuerdo perfectamente que, al inicio de la calle, justo al lado del puesto donde se cambian las divisias, había varios posters de un Digimon llamado Bastemon
Gracias... Haría una reverencia en agradecimiento como hacen los japoneses de tu mundo... Pero ya habrás imaginado que ni siquiera podré hacer eso realmente bien, durante un tiempo al menos- dije agradeciendole al bondandoso Tamer mientras tomaba la hierba medicinal... ¡Puaj! ¡Sabía a rayos y truenos! Pero el chico me la había ofrecido con toda su buena voluntad... Vamos Kate, para dentro y sin rechistar...
Mientras tanto, el otro Tamer, el brutote compañero de Veemon y el Digimon azulado cogieron la cartera que llevaba Yoko con los 10.000 bits necesarios para comprar el Digiegg de los Milagros, puesto que sabía que nosotras también lo queríamos, ante la amabilidad de ese sujeto, asentí como pude, agradeciéndoselo tanto a él como a su Digimon de igual manera.
Arigatou Gozaimasu- aprendí esas palabras de agradecimiento hace relativamente poco, por lo que quería usarlas siempre que pudiese... Lo cierto es que me encantaba aprender, sobre todo si se trataba de artes marciales o lucha libre...
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Me encontraba esperando la respuesta de esos Digimons rocosos, quienes me miraban atentamente. Yoko, ya has hecho esto otras veces, no tienes que ponerte nerviosa... Aunque claro, era la primera vez que intentaba seducir a un grupo de Digimons... ¿Sería su tipo acaso? No, la pregunta más importante era ¿los Digimon se sienten atraídos por los humanos, más allá de los lazos afectivos de amistad y compañerismo? En eso, uno de los Digimons que había allí, el que tenía la bolsa llena de oro, se levantó, siendo ordenado por otro, un rocoso de color blanco y de mayor tamaño que se sentase. El Digimon parecía enfadado con mi intento de seducción... ¿¡Son eso armas lo que tienen estos tipos duros (literalmente hablando)?! Ay madre... ¿¡Dónde me he metido?!
Sin embargo, el Digimon que parecía ser el líder, seguido de sus subordinados comenzó a desternillarse de la risa, ante mi rostro asustado que comenzó a transformarse en uno impresionado y algo avergonzado. Los Digimons de la mesa accedieron a ayudarme alegando que eran guardias y que el bazar era como un laberinto, ante lo que suspiré aliviada. ¡Me habían engañado estos malditos Digimons! Bueno... No podía negar su ayuda la verdad... El Digimon jefe de color blanco le dijo a Yoko, mientras de alimentaba, que eligiese a uno de sus hombres para que me acompañase
Pues tú mismo, boss, después de todo me siento avergonzada...- dije inclinandome levemente hacia delante, pidiendo disculpas- Lamento profundamente haber intentado seduciros, estaba ya harta de andar perdida sin rumbo, después de haber perseguido a ese maldito Gazimon que me ha robado la cartera... ¡Os lo compensaré, os lo prometo!- volviendo a la posición inicial, me volví a colocar el turbante en mi cabeza, cubriendo parte de mi rostro, asi como mi rojizo cabello. Debía de explicarles de dónde venía- oh sí, se me olvidaba, si no no podréis guiarme... Estaba casi al inicio del bazar, cerca de donde se realiza el cambio de monedas del Mundo Humano al del dinero del Mundo Digital, los bits... Después tomé una recta y comencé a mirar puestos que tenían varias cosas como perfumes, collares y comidas... Y más tarde recuerdo haberme metido junto a mi compañera Digimon en un callejón y estar en una tienda donde vendían Digihuevos para que los Digimon alcanzase el nivel Armor... Ahí fue donde Gazimon me robó la cartera y, poco después, me perdí hasta dar con vosotros en este bar. ¿Es suficiente información? ¡Oh sí! Recuerdo perfectamente que, al inicio de la calle, justo al lado del puesto donde se cambian las divisias, había varios posters de un Digimon llamado Bastemon
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
-No, no hagas esfuerzos innecesarios. Simplemente evita actividades físicas extremas hasta que haga efecto -explicaba el chico-. Y sobre todo procura beber agua en abundancia. Con este clima es normal que el cuerpo necesite más cuidados, y si no te hidratas adecuadamente tardarás más en digerir la medicina.
-Sí, sí, sí, lo hemos entendido, “doctor”-protestaba el otro tamer que, cogiendo la digiarmadura que correspondía a Kate, se la acercó para que esta pudiera agarrarla-. Bueno, aquí tienes la tuya, y con esto todos contentos, ¿no?
-Ni hablar, habría que entregar a este bribón a las autoridades -apelaba el primero-. Aunque de eso podemos encargarnos Kudamon y yo, no hace falta que os molestéis los demás. Al fin y al cabo, es él quien lo mantiene preso.
Mientras esta conversación daba pie a una breve discusión banal entre los dos muchachos que ciertamente no llevaba a ninguna parte, el vendedor recogió los digihuevos restantes del puesto, que empezó a limpiar del polvo acumulado mientras canturreaba, para luego contar y guardar sus ganancias, tras lo cual dio una sonora palmada y comenzó a hablar.
-Bueno, señores clientes, habiendo ya vendido la mercancía principal y una buena cantidad de armaduras, creo que es momento de cerrar el puesto por hoy, ya saben, para ocuparme en tareas de inventario y demás. Ha sido un placer realizar negocios con ustedes y que el hurto no llegara a más -decía cubriendo desde dentro el puesto con un toldo, ocultando el interior de su lugar de trabajo-. Espero verles pronto.
Fue lo último que dijo antes de que las telas taparan por completo la pequeñísima tienda. Con esto prosiguió la discusión de los dos tamers, a la que se sumaron sus digimons. Si bien el jaleo no era excesivo, la acalorada charla molestaba a Kate debido a su delicado estado, sintiendo cómo su cuerpo luchaba por intentar expulsar la medicina, lujo que no podía permitirse ya que era el único tratamiento del que disponía.
Al parecer, el chico que la había tratado defendía dar parte a los US para que se hicieran cargo del delincuente, pero ya que esto requería rellenar una serie de impresos para efectuar una denuncia legal y luego había que esperar la llegada de estos no terminaba de convencer al tamer del Veemon, que prefería dejar el asunto en manos de la seguridad local, que si bien se decía que era más estricta y violenta sería más rápido, aunque el chico de las gafas exponía que esto era inhumano, reanudando la discusión a su punto inicial donde cada uno argumentaba. Sin querer profundizar mucho en los detalles, a continuación aparecen las ideas expuestas por cada uno en un cómodo resumen:
-Los US son la policía del digimundo y podrán juzgarlo justamente.
-Al tener ellos el registro de los delincuentes podrán recibir una reconpensa.
-Por haber demostrado implicación en aplicar la correcta ley podrían ingresas por méritos en el clan.
-El propio bazar tiene su ley, impuesta por el líder y llevada a cabo por sus representantes.
-La llegada de los US podría ser vista como una ofensa o insulto a este sistema.
-Ayudar al lugar podría facilitar su estancia por la zona e incluso darles un descuento o reconpensa.
Viendo que cada uno tenía su parte de razón pero sin querer reconocerle el mérito al otro, ambos clavaron su mirada en quien podría dar una opinión neutral. Y siendo esta la propia Kate le dijeron que fuera ella quien acordara a quién deberían avisar.
A su vez, y antes de llegar a la conclusión de que la Gatomon era la única que podría acabar con el empate, Yoko había elegido al líder de aquel grupo, que en un primer momento dejó escapar un chasquido de molestia por tener que abandonar su preciado bloque de salitre, pero escuchando cómo la muchacha había perdido su dinero y la orientación casi deja escapar una lágrima.
-¿Pero cómo alguien ha podido robarle a una cosita tan desvalida como tú? Pobrecita mía... -decía mientras secaba su ojo- Pero tranquila, cuando le encuentren mis hombres le darán la paliza de su vida. Luego lo colgaremos de un palo y lo expondremos en la plaza, donde lo apedrearemos repetidas veces para dar ejemplo. Finalmente le caerán trabajos forzados, como recoger los desperdicios que la gente suelta en la calle y eso -todo esto era narrado con la mejor de las sonrisas, aunque los humanos del local manifestaban con sus facciones su disconformismo frente a esta brutalidad- ¡Ah, claro, y no podemos olvidar lo más importante! Que se disculpe.
Sus hombres comenzaban a reírse al igual que su líder, pues al parecer amaban su trabajo. Cuando se calmaron, el jefe se levantó para acompañar a Yoko, y cuando le ofreció salir la primera, se volteó para dar a sus hombres una indicación más.
-Como cuando vuelva falte algo de mi sal os mato a todos -regresando con la tamer, se rascó la sien mientras pensaba-. No me suena ningún puesto de armaduras en forma de huevo... Pero claro, soy viejo. Para que no vuelvas a perderte debes saber algo, pequeña: todo el distrito sur se dedica a productos de lujo, perfumes, joyas y eso, así que decirme que ibas por un sitio así es como soltarme “iba por este sector” -intentaba, sin éxito, imitar la voz de Yoko-. Pero en sí, cada zona tiene una especialidad, me refiero, los locales de comida se estructuran en una misma zona, los de joyas en otra, y así, ya sabes, para facilitar el transporte. Es cierto que hay puestos deambulantes que van rotando, porque no pueden competir contra los más grandes, los monopolios, pero por lo que dices no creo que ese sea uno... Así que vamos a la zona de los herreros. Cógete a mi dedo para que no te pierdas.
Con una sonrisa, el digimon ofreció su robusta falange para que se aferrara a esta, como si ella fuera una infante perdida buscando a sus padres. Mientras avanzaban él seguía pensando en lo que Yoko le había explicado, intentando resolver sus dudas. Pero a ratos el esfuerzo de pensar era tal que su cabeza se ponía roja y despedía pequeñas motas de humo.
-Que yo sepa hay muchos puestos para cambiar el dinero, pero no recuerdo cuántos...-se esforzaba sin poder acceder al número exacto- Arrrtgh, es imposible, sé que son un montón, lo siento, ¡pero sí sé quién es la hermosa digimon de los pósters! La líder de este distrito, nuestra adorada Bastemon, la más hermosa y justa de los líderes. Fue ella la que nos encargó defender el distrito, y soy yo, Meteormon el responsable de ello. Para ello, cada “barriada” tiene asignado uno o dos Gottsumons, los digimons con cara de tonto que estaban conmigo -esto lo decía como si no fuera consciente de que tenían la misma expresión facial-, y tal vez deberías haber elegido al de la bolsa de oro, que se encarga de patrullar esa zona. De hecho esa bolsa es una “paga extra” -explicaba haciendo comillas con su mano libre- por su dedicación. Aunque ahora que lo pienso, podría haberle mandado que viniera... -se daba cuenta tarde de su estupidez- Porras, si es que soy un cerebro de piedra. Bueno, ya hemos llegado, a ver dónde queda ese puesto.
Mientras examinaba con la mirada los posibles callejones, un pequeño jaleo llamó su atención, y conduciendo a Yoko al lugar, ya que no quería que esta se perdiese de nuevo al dejarla sola pero sin olvidar sus deberes como guardia, la llevó ante un grupo que ya conocía, pues los responsables de aquel escándalo eran aquellos tamers y su querida Kate.
-A ver, qué pasa aquí -protestaba Meteormon- ¿No estarán peleando por la gatita, verdad? -cuando dijo esto guió un ojo a la digimon, para luego ver cómo estaba atado el Gazimon- Ehm, estas prácticas están prohibidas en la vía pública, ¡aunque yo respeto lo que sea que estén haciendo no podemos permitir estas cosas en zonas transitadas por niños!
Acción: Ahora debes elegir el destino del Gazimon (US o Meteormon) a través de la decisión de Kate y Yoko.
-Sí, sí, sí, lo hemos entendido, “doctor”-protestaba el otro tamer que, cogiendo la digiarmadura que correspondía a Kate, se la acercó para que esta pudiera agarrarla-. Bueno, aquí tienes la tuya, y con esto todos contentos, ¿no?
-Ni hablar, habría que entregar a este bribón a las autoridades -apelaba el primero-. Aunque de eso podemos encargarnos Kudamon y yo, no hace falta que os molestéis los demás. Al fin y al cabo, es él quien lo mantiene preso.
Mientras esta conversación daba pie a una breve discusión banal entre los dos muchachos que ciertamente no llevaba a ninguna parte, el vendedor recogió los digihuevos restantes del puesto, que empezó a limpiar del polvo acumulado mientras canturreaba, para luego contar y guardar sus ganancias, tras lo cual dio una sonora palmada y comenzó a hablar.
-Bueno, señores clientes, habiendo ya vendido la mercancía principal y una buena cantidad de armaduras, creo que es momento de cerrar el puesto por hoy, ya saben, para ocuparme en tareas de inventario y demás. Ha sido un placer realizar negocios con ustedes y que el hurto no llegara a más -decía cubriendo desde dentro el puesto con un toldo, ocultando el interior de su lugar de trabajo-. Espero verles pronto.
Fue lo último que dijo antes de que las telas taparan por completo la pequeñísima tienda. Con esto prosiguió la discusión de los dos tamers, a la que se sumaron sus digimons. Si bien el jaleo no era excesivo, la acalorada charla molestaba a Kate debido a su delicado estado, sintiendo cómo su cuerpo luchaba por intentar expulsar la medicina, lujo que no podía permitirse ya que era el único tratamiento del que disponía.
Al parecer, el chico que la había tratado defendía dar parte a los US para que se hicieran cargo del delincuente, pero ya que esto requería rellenar una serie de impresos para efectuar una denuncia legal y luego había que esperar la llegada de estos no terminaba de convencer al tamer del Veemon, que prefería dejar el asunto en manos de la seguridad local, que si bien se decía que era más estricta y violenta sería más rápido, aunque el chico de las gafas exponía que esto era inhumano, reanudando la discusión a su punto inicial donde cada uno argumentaba. Sin querer profundizar mucho en los detalles, a continuación aparecen las ideas expuestas por cada uno en un cómodo resumen:
-Los US son la policía del digimundo y podrán juzgarlo justamente.
-Al tener ellos el registro de los delincuentes podrán recibir una reconpensa.
-Por haber demostrado implicación en aplicar la correcta ley podrían ingresas por méritos en el clan.
-El propio bazar tiene su ley, impuesta por el líder y llevada a cabo por sus representantes.
-La llegada de los US podría ser vista como una ofensa o insulto a este sistema.
-Ayudar al lugar podría facilitar su estancia por la zona e incluso darles un descuento o reconpensa.
Viendo que cada uno tenía su parte de razón pero sin querer reconocerle el mérito al otro, ambos clavaron su mirada en quien podría dar una opinión neutral. Y siendo esta la propia Kate le dijeron que fuera ella quien acordara a quién deberían avisar.
A su vez, y antes de llegar a la conclusión de que la Gatomon era la única que podría acabar con el empate, Yoko había elegido al líder de aquel grupo, que en un primer momento dejó escapar un chasquido de molestia por tener que abandonar su preciado bloque de salitre, pero escuchando cómo la muchacha había perdido su dinero y la orientación casi deja escapar una lágrima.
-¿Pero cómo alguien ha podido robarle a una cosita tan desvalida como tú? Pobrecita mía... -decía mientras secaba su ojo- Pero tranquila, cuando le encuentren mis hombres le darán la paliza de su vida. Luego lo colgaremos de un palo y lo expondremos en la plaza, donde lo apedrearemos repetidas veces para dar ejemplo. Finalmente le caerán trabajos forzados, como recoger los desperdicios que la gente suelta en la calle y eso -todo esto era narrado con la mejor de las sonrisas, aunque los humanos del local manifestaban con sus facciones su disconformismo frente a esta brutalidad- ¡Ah, claro, y no podemos olvidar lo más importante! Que se disculpe.
Sus hombres comenzaban a reírse al igual que su líder, pues al parecer amaban su trabajo. Cuando se calmaron, el jefe se levantó para acompañar a Yoko, y cuando le ofreció salir la primera, se volteó para dar a sus hombres una indicación más.
-Como cuando vuelva falte algo de mi sal os mato a todos -regresando con la tamer, se rascó la sien mientras pensaba-. No me suena ningún puesto de armaduras en forma de huevo... Pero claro, soy viejo. Para que no vuelvas a perderte debes saber algo, pequeña: todo el distrito sur se dedica a productos de lujo, perfumes, joyas y eso, así que decirme que ibas por un sitio así es como soltarme “iba por este sector” -intentaba, sin éxito, imitar la voz de Yoko-. Pero en sí, cada zona tiene una especialidad, me refiero, los locales de comida se estructuran en una misma zona, los de joyas en otra, y así, ya sabes, para facilitar el transporte. Es cierto que hay puestos deambulantes que van rotando, porque no pueden competir contra los más grandes, los monopolios, pero por lo que dices no creo que ese sea uno... Así que vamos a la zona de los herreros. Cógete a mi dedo para que no te pierdas.
Con una sonrisa, el digimon ofreció su robusta falange para que se aferrara a esta, como si ella fuera una infante perdida buscando a sus padres. Mientras avanzaban él seguía pensando en lo que Yoko le había explicado, intentando resolver sus dudas. Pero a ratos el esfuerzo de pensar era tal que su cabeza se ponía roja y despedía pequeñas motas de humo.
-Que yo sepa hay muchos puestos para cambiar el dinero, pero no recuerdo cuántos...-se esforzaba sin poder acceder al número exacto- Arrrtgh, es imposible, sé que son un montón, lo siento, ¡pero sí sé quién es la hermosa digimon de los pósters! La líder de este distrito, nuestra adorada Bastemon, la más hermosa y justa de los líderes. Fue ella la que nos encargó defender el distrito, y soy yo, Meteormon el responsable de ello. Para ello, cada “barriada” tiene asignado uno o dos Gottsumons, los digimons con cara de tonto que estaban conmigo -esto lo decía como si no fuera consciente de que tenían la misma expresión facial-, y tal vez deberías haber elegido al de la bolsa de oro, que se encarga de patrullar esa zona. De hecho esa bolsa es una “paga extra” -explicaba haciendo comillas con su mano libre- por su dedicación. Aunque ahora que lo pienso, podría haberle mandado que viniera... -se daba cuenta tarde de su estupidez- Porras, si es que soy un cerebro de piedra. Bueno, ya hemos llegado, a ver dónde queda ese puesto.
Mientras examinaba con la mirada los posibles callejones, un pequeño jaleo llamó su atención, y conduciendo a Yoko al lugar, ya que no quería que esta se perdiese de nuevo al dejarla sola pero sin olvidar sus deberes como guardia, la llevó ante un grupo que ya conocía, pues los responsables de aquel escándalo eran aquellos tamers y su querida Kate.
-A ver, qué pasa aquí -protestaba Meteormon- ¿No estarán peleando por la gatita, verdad? -cuando dijo esto guió un ojo a la digimon, para luego ver cómo estaba atado el Gazimon- Ehm, estas prácticas están prohibidas en la vía pública, ¡aunque yo respeto lo que sea que estén haciendo no podemos permitir estas cosas en zonas transitadas por niños!
Acción: Ahora debes elegir el destino del Gazimon (US o Meteormon) a través de la decisión de Kate y Yoko.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Ese amable Tamer estaba cuidando realmente bien de mí, a decir verdad. Y estaba realmente agradecida, aunque no lo mostrase en ese preciso momento. No solía ser una Digimon muy afectiva, pero con el desagradable sabor que tienen esas hierbas medicinales... ¡Puaj! ¡Qué ascazo! Procuraré no mostrar repulsión delante de él, que se ha portado tan bien... Yoko, olvídate de Max y agencíate a este, que encima parece listo, no como el despistado del peliverde... Dos nuevos consejos del chico Tamer de las gafas me hicieron sentir abrumada... De verdad agradezco que me cuides, pero te estás pasando un poquito... Los consejos fueron que no hiciese sobre-esfuerzos y que bebiese mucha agua. A ver... Estamos en el desierto, tampoco creo yo que pueda beber mucha agua...
Por otro lado, el chico fuertote me dio el Digimental de los Milagros que había comprado en la tienda, cuyo dependiente se fue inmediatamente, como si tuviese prisa, empaquetando todas sus cosas y marchándose del lugar. Me pregunto adonde irá...
Entonces, ambos Tamers se pusieron a discutir sobre qué hacer con el Digimon con aspecto de gazapo que se encontraba "detenido" por Kudamon, el Digimon bufanda, mamífero, serpiente o lo que sea. El Tamer de éste, debatía que lo mejor sería entregárselo a los Union Savers... Un momento, ¿Gato y Ashely no formaban parte de ese grupo? Bueno Max y Xorem, el Tsukaimon compañero del chico peliverde habían sido reclutados por la primera, después de las acciones que había realizado el chico el día de su cumpleaños ante el Vilemon y el Airdramon que pretendían destruir la ciudad de Yoko... Por otra parte, el Tamer de Veemon argumentaba que los guardias locales se hicieran cargo de él, por muy duros que fuesen los castigos, en parte, se lo merecían. Entonces, los Tamers y los Digimons me miraron a mí... ¿Quieren que yo decida? Intentando no hacer demasiados esfuerzos, les di mi opinión.
Creedme, aunque yo misma le daría una paliza por lo que ha hecho... Creo que los castigos que le pueden causar en esta zona son demasiados para un simple hurto. Quizás porque haya acabado bien pienso esto, pero me temo que lo mejor es llamar a los Union Savers... Aunque, a pesar de que no me puedo mover, no tengo ningún problema en utilizar los ataques con mis ojos hacia el cabezón ese...- les dije mientras hacía que mis ojos brillasen de un color de rosa, sin llegar a lanzar mi ataque Láser de Gato contra el Gazimon mientras lo observaba.
Mientras caminaba hacia la zona donde le había indicado, aunque no demasiado bien para mi pesar, el Digimon, que se hacía llamar Meteormon, me estiró una de sus manos para que le cogiese de uno de sus pedregosos dedos... ¿Acaso se cree que soy una niña? En fin, mientras me ayude... Sin embargo, me hablaba acerca de darle una paliza a Gazimon... Creo que eso es pasarse bastante, la verdad... No creo que sea necesario.
¿No crees que eso es pasarse un poco? Quiero decir, ha sido un simple hurto, no ha asesinado a nadie como para que el pobre reciba una paliza... Y menos aún si vais a apedrearlo de esa forma que estás diciendo... Creo que con los trabajos forzados aprenderá la lección- sin embargo, moví las manos hacia los lados mientras sonreía nerviosamente- Pe-Pero, ¡no estoy diciéndote cómo debéis hacer vuestro trabajo! ¡Es solo mi humilde opinión!- tras caminar durante un buen rato, sin hablar por mucho más tiempo, la verdad, llegamos a la zona donde se suponía que estaba el mercader. Entonces, vi a mi compañera dañada, por lo que corrí rápidamente hasta su ubicación-¡Kate! Demonios, ¿qué te ha pasado?--pregunté desesperadamente, cogiéndola entre mis brazos para que estuviese más cómoda que en el suelo.
Verás... Ese Gazimon... Me dio con su ataque. Paralizó todo mi cuerpo...- explicó con brevedad Kate, mientras señalaba con la vista al Digimon atrapado por el compañero de uno de los muchachos, a quienes les di las gracias- Por cierto, ¿qué crees que debemos hacer con Gazimon? ¿Llamamos a los Union Savers o se lo dejamos a los guardias de aquí?
Creo que lo correcto es llamar a los Union Savers... Posiblemente esté en su lista de ladrones buscados- mientras decía eso, me agaché para coger el Digihuevo dorado que estaba al lado de donde se enconraba Kate minutos antes y volvía a agradecer a los Tamers que me comprasen el Digihuevo también, con una sonrisa. Al instante, me volví hacia Meteormon, quien se hallaba detrás de mí y le dije:- si ves algo que te gusta de los puestos de las tiendas, dímelo y te lo compro, por las molestias de haberme traído hasta aquí
Por otro lado, el chico fuertote me dio el Digimental de los Milagros que había comprado en la tienda, cuyo dependiente se fue inmediatamente, como si tuviese prisa, empaquetando todas sus cosas y marchándose del lugar. Me pregunto adonde irá...
Entonces, ambos Tamers se pusieron a discutir sobre qué hacer con el Digimon con aspecto de gazapo que se encontraba "detenido" por Kudamon, el Digimon bufanda, mamífero, serpiente o lo que sea. El Tamer de éste, debatía que lo mejor sería entregárselo a los Union Savers... Un momento, ¿Gato y Ashely no formaban parte de ese grupo? Bueno Max y Xorem, el Tsukaimon compañero del chico peliverde habían sido reclutados por la primera, después de las acciones que había realizado el chico el día de su cumpleaños ante el Vilemon y el Airdramon que pretendían destruir la ciudad de Yoko... Por otra parte, el Tamer de Veemon argumentaba que los guardias locales se hicieran cargo de él, por muy duros que fuesen los castigos, en parte, se lo merecían. Entonces, los Tamers y los Digimons me miraron a mí... ¿Quieren que yo decida? Intentando no hacer demasiados esfuerzos, les di mi opinión.
Creedme, aunque yo misma le daría una paliza por lo que ha hecho... Creo que los castigos que le pueden causar en esta zona son demasiados para un simple hurto. Quizás porque haya acabado bien pienso esto, pero me temo que lo mejor es llamar a los Union Savers... Aunque, a pesar de que no me puedo mover, no tengo ningún problema en utilizar los ataques con mis ojos hacia el cabezón ese...- les dije mientras hacía que mis ojos brillasen de un color de rosa, sin llegar a lanzar mi ataque Láser de Gato contra el Gazimon mientras lo observaba.
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Mientras caminaba hacia la zona donde le había indicado, aunque no demasiado bien para mi pesar, el Digimon, que se hacía llamar Meteormon, me estiró una de sus manos para que le cogiese de uno de sus pedregosos dedos... ¿Acaso se cree que soy una niña? En fin, mientras me ayude... Sin embargo, me hablaba acerca de darle una paliza a Gazimon... Creo que eso es pasarse bastante, la verdad... No creo que sea necesario.
¿No crees que eso es pasarse un poco? Quiero decir, ha sido un simple hurto, no ha asesinado a nadie como para que el pobre reciba una paliza... Y menos aún si vais a apedrearlo de esa forma que estás diciendo... Creo que con los trabajos forzados aprenderá la lección- sin embargo, moví las manos hacia los lados mientras sonreía nerviosamente- Pe-Pero, ¡no estoy diciéndote cómo debéis hacer vuestro trabajo! ¡Es solo mi humilde opinión!- tras caminar durante un buen rato, sin hablar por mucho más tiempo, la verdad, llegamos a la zona donde se suponía que estaba el mercader. Entonces, vi a mi compañera dañada, por lo que corrí rápidamente hasta su ubicación-¡Kate! Demonios, ¿qué te ha pasado?--pregunté desesperadamente, cogiéndola entre mis brazos para que estuviese más cómoda que en el suelo.
Verás... Ese Gazimon... Me dio con su ataque. Paralizó todo mi cuerpo...- explicó con brevedad Kate, mientras señalaba con la vista al Digimon atrapado por el compañero de uno de los muchachos, a quienes les di las gracias- Por cierto, ¿qué crees que debemos hacer con Gazimon? ¿Llamamos a los Union Savers o se lo dejamos a los guardias de aquí?
Creo que lo correcto es llamar a los Union Savers... Posiblemente esté en su lista de ladrones buscados- mientras decía eso, me agaché para coger el Digihuevo dorado que estaba al lado de donde se enconraba Kate minutos antes y volvía a agradecer a los Tamers que me comprasen el Digihuevo también, con una sonrisa. Al instante, me volví hacia Meteormon, quien se hallaba detrás de mí y le dije:- si ves algo que te gusta de los puestos de las tiendas, dímelo y te lo compro, por las molestias de haberme traído hasta aquí
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
-Bueno, somos el distrito más débil en cuanto a poder bélico -explicaba el digimon de piedra-. No demostrar seriedad en un problema interno, aunque sea un simple hurto, haría que pudieran reclamarnos más terreno, y perderíamos varios negocios. Y esto me lo explicaron una vez, cómo era -rascaba ruidosamente su cabeza mientras pensaba- ¡Ah, sí! “Perderíamos ingresos y confianza en los comerciantes del sector, lo que llevaría a una futura pérdida de terreno”, o lo que yo entendí, que esto es como una avalancha: empieza con una piedrecita pero luego esta arrastra otras más grandes -con esto creía haberse explicado bien-. Y por eso, aunque no nos guste, debemos ser crueles, es todo por política, pequeña. Y tranquila, mujer, que por dar tu opinión no me voy a enfadar. ¡Ni que yo fuera violento!
Era difícil creer que este digimon era el que segundos atrás hablaba de apedreamiento público como si nada, pero la conversación no pudo seguir, pues se produjo el reencuentro entre Yoko y su digimon. Una vez más derramó una lagrimita que limpió con su enorme dedo de roca.
Regresando a las protagonistas de esta aventura, era curiosa su conexión, ya que aunque no lo habían hablado ambas estimaron a los US como una opción más acorde al delito cometido. Si bien el tamer de las gafas parecía contento por esta decisión, el otro bufó irritado, mientras que Meteormon parecía haber visto quebrado su corazoncito de piedra. Pero la decisión estaba tomada por la mayoría, y democráticamente había que respetarla.
Karma: Por haber elegido a los US, el tamer de Kudamon sentirá simpatía hacia Yoko y Kate. No obstante, el tamer de Veemon y Meteormon recordarán esta decisión, por lo que en el futuro tendrá repercusiones.
-Bueno, entonces yo aquí no pinto nada... -decía tristemente el digimon- Pues entonces les dejo tranquilos mientras avisan a los US y vienen para estas cosas...
-¿Veis? Ahora habrá que esperar a que lleguen. Menuda tontería. Dejándosela a los guardias ya podríamos irnos a casa...
-No creo que esperar un poco te mate amigo -indicaba el chico de las gafas-. Ah, y ya que tenemos que esperar un rato, creo que lo más cortés es presentarnos. Yo me llamo Ichabod, y junto con Kudamon recorremos el mundo analizando la vegetación de las zonas. En el futuro quisiera poder dedicarme a la farmacia natural por aquí -decía, cogiendo y besando la mano de Yoko-. Encantado
-Bah -la mano de Ichabod se extendió hacia este tamer, deseando acabar su presentación con un apretón, pero este no hizo ni el ademán de querer ofrecérsela-. Me llamo Bob y me dedico al transporte de mercancías junto con Veemon... Y poco más que añadir.
-Bueno...-Ichabod parecía desilusionado porque su ofrecimiento acabara así- Voy a llamar a los US, enseguida vengo -el tamer se alejó no sin antes acariciar la cabeza de su Kudamon, el cual sonrió ante este gesto.
-Menudo tío más repipi, ¿verdad? -Bob se dirigía a Yoko- No todo se puede arreglar dependiendo de los US. ¿Y qué hace una chica como tú por este lugar? ¿Te apetece que luego te enseñe la ciudad?
Mientras las presentaciones se efectuaban, Meteormon no se movía del sitio, pensando, con su dedo colocado en su sien, la cual golpeaba débilmente, como si intentara hacer un esfuerzo en recordar. Finalmente golpeó con su puño en su propia mano, haciendo un sonoro chasquido que acompañaba una sonrisa de triunfo, que luego se sustituyó por una mueca de enfado.
-¡Ya decía yo que este puesto me parecía raro! ¡No está registrado! ¡Este callejón está reservado como acceso a “la catacumba”! -enfadado, se acercó al puesto, que empezó a desmenuzar a puñetazos, no pudiendo la madera con la fiereza de sus golpes- ¡El vendedor ha huido!
Tras despejar los escombros, Meteormon enseñó una especie de gran tubería cerrada con varios candados, los cuales empejó a abrir con un manojo de llaves que sacó de la capa que portaba y abrió las puertecillas que la sellaban, dejando ver una especie de oscuro alcantarillado. Pateando el suelo con fuerza, Meteormon parecía iracundo, pero luego suspiró pesadamente, resignado.
-Chicos, creo que os ha timado este vendedor... No ha pagado la cuota del registro, lo cual no sería grave. Pero que se haya montado el puesto aquí indica que quería huir desde el principio, y bueno, no tengo jurisdicción ahí abajo, así que... ¿Podréis comprobar si os funciona lo que habéis comprado?
Nota: Ahora es cuando podréis ver que al registrarlo en el d-terminal presenta nombres estúpidos (como “harmadura de horo”, “digiuevo de los milagros” y cosas así).
Tras esta declaración, Ichabod llegó sonriendo, pues los US le habían dicho que irían lo más rápido posible, indicando esta información al grupo, si bien la felicidad acabó al comprobar él también que la adquisición era una estafa. Preguntando al Meteormon qué ocurria, este prosiguió hablando.
-Las “catacumbas” son una red de túneles subterráneos que conectan los distritos. Las usamos para trueques entre los sectores o como sistema de evacuación en caso de guerra. Lo que pasa es que... No se puede bajar sin salvoconducto, os haría ilegales. Y hasta que consigáis uno lo más probable es que ya se haya escapado... Pero si queréis bajar no os lo voy a impedir, supongo que estaréis cabreados y querréis vengaros. Puedo cuidar yo de ese delincuente, prometo no llevarlo con los míos, esperaré a los US -esto último lo decía con rintintín-, al parecer ellos son mejores en todo...
Ante esta situación, se abrían tres opciones para el grupo: esperar a los US que vendrían a por el ladrón y explicarles el caso, descender a las catacumbas para intentar seguir el rastro del timador, o denunciar la estafa a los guardias del sector.
Eslabón kármico: Meteormon podría haberos acompañado a las alcantarillas, pero por no haberlo elegido está demasiado deprimido para perseguir maleantes ahora.
Era difícil creer que este digimon era el que segundos atrás hablaba de apedreamiento público como si nada, pero la conversación no pudo seguir, pues se produjo el reencuentro entre Yoko y su digimon. Una vez más derramó una lagrimita que limpió con su enorme dedo de roca.
Regresando a las protagonistas de esta aventura, era curiosa su conexión, ya que aunque no lo habían hablado ambas estimaron a los US como una opción más acorde al delito cometido. Si bien el tamer de las gafas parecía contento por esta decisión, el otro bufó irritado, mientras que Meteormon parecía haber visto quebrado su corazoncito de piedra. Pero la decisión estaba tomada por la mayoría, y democráticamente había que respetarla.
Karma: Por haber elegido a los US, el tamer de Kudamon sentirá simpatía hacia Yoko y Kate. No obstante, el tamer de Veemon y Meteormon recordarán esta decisión, por lo que en el futuro tendrá repercusiones.
-Bueno, entonces yo aquí no pinto nada... -decía tristemente el digimon- Pues entonces les dejo tranquilos mientras avisan a los US y vienen para estas cosas...
-¿Veis? Ahora habrá que esperar a que lleguen. Menuda tontería. Dejándosela a los guardias ya podríamos irnos a casa...
-No creo que esperar un poco te mate amigo -indicaba el chico de las gafas-. Ah, y ya que tenemos que esperar un rato, creo que lo más cortés es presentarnos. Yo me llamo Ichabod, y junto con Kudamon recorremos el mundo analizando la vegetación de las zonas. En el futuro quisiera poder dedicarme a la farmacia natural por aquí -decía, cogiendo y besando la mano de Yoko-. Encantado
-Bah -la mano de Ichabod se extendió hacia este tamer, deseando acabar su presentación con un apretón, pero este no hizo ni el ademán de querer ofrecérsela-. Me llamo Bob y me dedico al transporte de mercancías junto con Veemon... Y poco más que añadir.
-Bueno...-Ichabod parecía desilusionado porque su ofrecimiento acabara así- Voy a llamar a los US, enseguida vengo -el tamer se alejó no sin antes acariciar la cabeza de su Kudamon, el cual sonrió ante este gesto.
-Menudo tío más repipi, ¿verdad? -Bob se dirigía a Yoko- No todo se puede arreglar dependiendo de los US. ¿Y qué hace una chica como tú por este lugar? ¿Te apetece que luego te enseñe la ciudad?
Mientras las presentaciones se efectuaban, Meteormon no se movía del sitio, pensando, con su dedo colocado en su sien, la cual golpeaba débilmente, como si intentara hacer un esfuerzo en recordar. Finalmente golpeó con su puño en su propia mano, haciendo un sonoro chasquido que acompañaba una sonrisa de triunfo, que luego se sustituyó por una mueca de enfado.
-¡Ya decía yo que este puesto me parecía raro! ¡No está registrado! ¡Este callejón está reservado como acceso a “la catacumba”! -enfadado, se acercó al puesto, que empezó a desmenuzar a puñetazos, no pudiendo la madera con la fiereza de sus golpes- ¡El vendedor ha huido!
Tras despejar los escombros, Meteormon enseñó una especie de gran tubería cerrada con varios candados, los cuales empejó a abrir con un manojo de llaves que sacó de la capa que portaba y abrió las puertecillas que la sellaban, dejando ver una especie de oscuro alcantarillado. Pateando el suelo con fuerza, Meteormon parecía iracundo, pero luego suspiró pesadamente, resignado.
-Chicos, creo que os ha timado este vendedor... No ha pagado la cuota del registro, lo cual no sería grave. Pero que se haya montado el puesto aquí indica que quería huir desde el principio, y bueno, no tengo jurisdicción ahí abajo, así que... ¿Podréis comprobar si os funciona lo que habéis comprado?
Nota: Ahora es cuando podréis ver que al registrarlo en el d-terminal presenta nombres estúpidos (como “harmadura de horo”, “digiuevo de los milagros” y cosas así).
Tras esta declaración, Ichabod llegó sonriendo, pues los US le habían dicho que irían lo más rápido posible, indicando esta información al grupo, si bien la felicidad acabó al comprobar él también que la adquisición era una estafa. Preguntando al Meteormon qué ocurria, este prosiguió hablando.
-Las “catacumbas” son una red de túneles subterráneos que conectan los distritos. Las usamos para trueques entre los sectores o como sistema de evacuación en caso de guerra. Lo que pasa es que... No se puede bajar sin salvoconducto, os haría ilegales. Y hasta que consigáis uno lo más probable es que ya se haya escapado... Pero si queréis bajar no os lo voy a impedir, supongo que estaréis cabreados y querréis vengaros. Puedo cuidar yo de ese delincuente, prometo no llevarlo con los míos, esperaré a los US -esto último lo decía con rintintín-, al parecer ellos son mejores en todo...
Ante esta situación, se abrían tres opciones para el grupo: esperar a los US que vendrían a por el ladrón y explicarles el caso, descender a las catacumbas para intentar seguir el rastro del timador, o denunciar la estafa a los guardias del sector.
Eslabón kármico: Meteormon podría haberos acompañado a las alcantarillas, pero por no haberlo elegido está demasiado deprimido para perseguir maleantes ahora.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Finalmente, habíamos llegado entre todos a un acuerdo: llamar a los Union Savers para que decidieran qué hacer con el ladronzuelo que acababa de robarnos a todos la cartera. Aunque me disgustaba el rostro entristecido de Meteormon, quien amablemente me había ayudado y yo no le había dejado a cargo del ladrón... Además, el otro chico, el Tamer de Veemon, también parecía estar a disgusto por nuestra decisión... ¡Lo siento mucho! Pero es lo que creo conveniente y más aún después de escuchar el castigo al que le iban a someter los guardias del distrito. Meteormon parecía realmente entristecido... Incluso anki me daba penita, el pobre...
Tras lo cual el Tamer de las gafas, quien tenía a Kudamon como su compañero se presentó como Ichabod y era una especie de estudioso de las plantas del Mundo Digital, un botánico. Mientras se presentaba, agarró una de mis manos y la besó, como todo un caballero. ¡Ohhhh! ¡Qué mono...!
Yo me llamo Yoko Littner y mi compañera Gatomon se llama Kate y somos una Tamer y su compañera novatas que acabamos de comenzar en esto... Supongo que nos metemos en demasiados problemas en tan poco tiempo...- les dije yo mientras sonreía con nerviosismo, mientras el muchacho, Ichabod, se marchaba a avisar a los Union Savers.
Entretanto, el Tamer de Veemon, quien se había negado a mostrarse amigable con el encantador chico de las gafas que nos acompañaba. El fortachón se llamaba Bob y se dedicaba al transporte de mercancías. También se ofreció a enseñarnos la ciudad a Kate y a mi después de preguntarnos qué hacíamos aquí
Pues lo cierto es que queríamos visitar el Mundo Digital y elegimos éste lugar, no tiene mucho más misterio- dije yo encogiéndome de hombros, asintiendo luego a la proposición de Bob- ¡Claro! ¡Quiero seguir visitando la ciudad y comprar un montón de cosas! ¡Acepto tu propuesta!- acepté sonriente sin percatarme si Bob se encontraba o no enfadado conmigo debido a mi decisión. Tras esto, escaneé el Digihuevo de los Milagros que me habían comprado con el D-Terminal, guardándolo dentro del mismo, para no tener que cargar con él a todas partes.
Mientras nos presentábamos, Meteormon estaba inusualmente callado, como si estuviese meditando sobre algo. El puesto de las Digiarmaduras no estaba registrado y el vendedor del mismo había huido. De hecho, el callejón en el que se encontraba el puesto que acababa de ser destruido por Meteormon, daba lugar a unas catacumbas. El Digimon rocoso también nos advirtió que, probablemente, el vendedor nos habría timado, por lo que comprobé mi aparato blanco llamado D-Terminal.
¿Digiuevo de los Milagros? ¿No le falta una h? ¡Recórcholis! ¡Que si que nos han timado!- la cara se me puso completamente roja de la rabia. Seguramente Bob se había enfadado igualmente, pero no le estaba prestando absoluta atención
Nos ha tomado el pelo...- dijo Kate mientras miraba furiosamente a la entrada del alcantarillado. Entretanto, Ichabod volvió y se dio de bruces también con la realidad, dándose cuenta de que también había sido timado por el vendedor.
Sin embargo, no estaba todo perdido. Meteormon nos aconsejó perseguirlo a traves de las catacumbas. Sin embargo, aunque no nos lo impediría, nos mencionó que meternos allí dentro sin un salvoconducto, que tardaríamos en conseguir, sería ilegal. A mi me da igual si es ilegal o no... ¡Pero nadie se rie de mi y se va de rositas! Meteormon se quedaría cuidando mientras, y esto lo decía con rintintín, esperaba a los Union Savers
No te preocupes, a mi nadie me toma por idiota. Cuando encuentre a este farsante, lo traeré le podréis apedrear tú y tus hombres todo lo que queráis- dije mientras, sujetando firmemente a mi amiga Kate, me dirigía hacia la entrada de las catacumbas. ¡Haría pagar a ese maldito truhán lo que acababa de hacer! ¡A mi nadiebme trataba como una tonta y se iba de rositas! ¡Yo misma le le haría comer esas falsificaciones de los Digihuevos!
Tras lo cual el Tamer de las gafas, quien tenía a Kudamon como su compañero se presentó como Ichabod y era una especie de estudioso de las plantas del Mundo Digital, un botánico. Mientras se presentaba, agarró una de mis manos y la besó, como todo un caballero. ¡Ohhhh! ¡Qué mono...!
Yo me llamo Yoko Littner y mi compañera Gatomon se llama Kate y somos una Tamer y su compañera novatas que acabamos de comenzar en esto... Supongo que nos metemos en demasiados problemas en tan poco tiempo...- les dije yo mientras sonreía con nerviosismo, mientras el muchacho, Ichabod, se marchaba a avisar a los Union Savers.
Entretanto, el Tamer de Veemon, quien se había negado a mostrarse amigable con el encantador chico de las gafas que nos acompañaba. El fortachón se llamaba Bob y se dedicaba al transporte de mercancías. También se ofreció a enseñarnos la ciudad a Kate y a mi después de preguntarnos qué hacíamos aquí
Pues lo cierto es que queríamos visitar el Mundo Digital y elegimos éste lugar, no tiene mucho más misterio- dije yo encogiéndome de hombros, asintiendo luego a la proposición de Bob- ¡Claro! ¡Quiero seguir visitando la ciudad y comprar un montón de cosas! ¡Acepto tu propuesta!- acepté sonriente sin percatarme si Bob se encontraba o no enfadado conmigo debido a mi decisión. Tras esto, escaneé el Digihuevo de los Milagros que me habían comprado con el D-Terminal, guardándolo dentro del mismo, para no tener que cargar con él a todas partes.
Mientras nos presentábamos, Meteormon estaba inusualmente callado, como si estuviese meditando sobre algo. El puesto de las Digiarmaduras no estaba registrado y el vendedor del mismo había huido. De hecho, el callejón en el que se encontraba el puesto que acababa de ser destruido por Meteormon, daba lugar a unas catacumbas. El Digimon rocoso también nos advirtió que, probablemente, el vendedor nos habría timado, por lo que comprobé mi aparato blanco llamado D-Terminal.
¿Digiuevo de los Milagros? ¿No le falta una h? ¡Recórcholis! ¡Que si que nos han timado!- la cara se me puso completamente roja de la rabia. Seguramente Bob se había enfadado igualmente, pero no le estaba prestando absoluta atención
Nos ha tomado el pelo...- dijo Kate mientras miraba furiosamente a la entrada del alcantarillado. Entretanto, Ichabod volvió y se dio de bruces también con la realidad, dándose cuenta de que también había sido timado por el vendedor.
Sin embargo, no estaba todo perdido. Meteormon nos aconsejó perseguirlo a traves de las catacumbas. Sin embargo, aunque no nos lo impediría, nos mencionó que meternos allí dentro sin un salvoconducto, que tardaríamos en conseguir, sería ilegal. A mi me da igual si es ilegal o no... ¡Pero nadie se rie de mi y se va de rositas! Meteormon se quedaría cuidando mientras, y esto lo decía con rintintín, esperaba a los Union Savers
No te preocupes, a mi nadie me toma por idiota. Cuando encuentre a este farsante, lo traeré le podréis apedrear tú y tus hombres todo lo que queráis- dije mientras, sujetando firmemente a mi amiga Kate, me dirigía hacia la entrada de las catacumbas. ¡Haría pagar a ese maldito truhán lo que acababa de hacer! ¡A mi nadiebme trataba como una tonta y se iba de rositas! ¡Yo misma le le haría comer esas falsificaciones de los Digihuevos!
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Luego de que las presentaciones se llevaran a cabo, y en el intervalo en que Ichabod regresara, Yoko había aceptado la propuesta de Bob, el cual sonreía al haberse apuntado un tanto antes que Ichabod, tamer que, pese al poco tiempo que hacía desde que se conocieron, ya había brotado la enemistad al menos por su parte.
Pero esto no era lo importante, pues los protagonistas de esta escena eran otros. Tal vez por el sofoco de la situación, o los calores del desierto, el Veemon de Bob tenía una pequeña capa de sudor recorriendo su frente, la cual apartó con su mano, quedando molesto por aquella situación. Expirando con dificultad, finalmente irgió su espalda, y con decisión, se colocó delante de la Gatomon compañera de Yoko.
-¿T-te llamas Kate? A mí me dicen Magnus porque algún día seré un Magnamon y... -en este momento parecía perder esa confianza mostrada al principio- Y simplemente quería decir que me ha fascinado ver cómo atrapabas al ladrón y... Y que estoy seguro de que en el futuro serás aún más fuerte. Por eso quería decirte que... Bueno, preguntar...-alternaba entre valentía y estas pausas que nacían de su nerviosismo- ¡¿Querrías salir conmigo?!
Antes de que Kate pudiera dar una respuesta, o si acaso que los tamers pudieran reaccionar, Meteormon, que iba a lo suyo, comenzó el destrozo del puesto, sumado esto a la deducción de la estafa y la llegada de Ichabod dejó de lado la declaración del lagarto azulado, que al no obtener respuesta de la digimon, sorprendida por el timo, pareció sumirse en una depresión. Era cierto que su sueño de ser Magnamon ya no se alcanzaría, pero eso no parecía importarle tanto como la atención de Kate.
Meteormon se apartó para dejar paso a los tamers que quisieran bajar, pero no todos eran tan impulsivos como Yoko.
-Yo paso de meterme ahí abajo -indicaba Bob-. Lo que me faltaba por hoy, que me encerraran por perseguir a un ladrón. ¿Verdad, Veemon?-pero su digimon no reaccionaba, conmocionado por la tristeza.
-Ya acompaño yo a la señorita -indicaba Ichabod sonriendo-. Quedaos aquí para explicarle a los US qué ha pasado.
-¿Y qué te pasa a ti? ¿No te hierve la sangre saber que te han estafado?
-Bastante, pero enfadándome no voy a arreglar nada -chasqueando sus dedos Kudamon saltó sobre su cuello, colocándose como un fular-. ¿Vamos, srta. Littner?
-Ah, esperad -decía Meteormon, reavivado al escuchar cómo la pelirroja decía que con el timador sí podría aplicar su justicia-. Si vais abajo necesitaréis esto- le entregó a Yoko un candil de aceite para que pudiera alumbrar la oscuridad del túnel-. Ánimos.
-¿Por qué tienes uno de esos... Si es de día?
-Ah, es que si no cargo con él todo el rato se me olvida y luego es un engorro trabajar a oscuras...- de nuevo se rascaba la cabeza, y viendo que Gazimon, libre de su atadura, intentaba huir, lo agarró violentamente del cuello- Tú no te vas amiguito...
Ante esto, Yoko e Ichabod pudieron bajar a aquel lugar, similar a una red de alcantarillados, pues aunque bajo sus pies tenían terreno firme por el que caminar, a su lado corría el agua, como si fuera un afluente del río que alimentaba a la ciudad. Sin embargo, ahora se despertaban dos opciones: ir en el sentido de la corriente, o viajar en el sentido opuesto, al origen del agua.
También debía controlar la iluminación del candil, pudiendo prescindir de este, una llama media o la luz más potente que pudiera irradiar. Al ser Yoko quien poseía esta herramienta, la responsabilidad de elegir era suya.
Pero esto no era lo importante, pues los protagonistas de esta escena eran otros. Tal vez por el sofoco de la situación, o los calores del desierto, el Veemon de Bob tenía una pequeña capa de sudor recorriendo su frente, la cual apartó con su mano, quedando molesto por aquella situación. Expirando con dificultad, finalmente irgió su espalda, y con decisión, se colocó delante de la Gatomon compañera de Yoko.
-¿T-te llamas Kate? A mí me dicen Magnus porque algún día seré un Magnamon y... -en este momento parecía perder esa confianza mostrada al principio- Y simplemente quería decir que me ha fascinado ver cómo atrapabas al ladrón y... Y que estoy seguro de que en el futuro serás aún más fuerte. Por eso quería decirte que... Bueno, preguntar...-alternaba entre valentía y estas pausas que nacían de su nerviosismo- ¡¿Querrías salir conmigo?!
Antes de que Kate pudiera dar una respuesta, o si acaso que los tamers pudieran reaccionar, Meteormon, que iba a lo suyo, comenzó el destrozo del puesto, sumado esto a la deducción de la estafa y la llegada de Ichabod dejó de lado la declaración del lagarto azulado, que al no obtener respuesta de la digimon, sorprendida por el timo, pareció sumirse en una depresión. Era cierto que su sueño de ser Magnamon ya no se alcanzaría, pero eso no parecía importarle tanto como la atención de Kate.
Meteormon se apartó para dejar paso a los tamers que quisieran bajar, pero no todos eran tan impulsivos como Yoko.
-Yo paso de meterme ahí abajo -indicaba Bob-. Lo que me faltaba por hoy, que me encerraran por perseguir a un ladrón. ¿Verdad, Veemon?-pero su digimon no reaccionaba, conmocionado por la tristeza.
-Ya acompaño yo a la señorita -indicaba Ichabod sonriendo-. Quedaos aquí para explicarle a los US qué ha pasado.
-¿Y qué te pasa a ti? ¿No te hierve la sangre saber que te han estafado?
-Bastante, pero enfadándome no voy a arreglar nada -chasqueando sus dedos Kudamon saltó sobre su cuello, colocándose como un fular-. ¿Vamos, srta. Littner?
-Ah, esperad -decía Meteormon, reavivado al escuchar cómo la pelirroja decía que con el timador sí podría aplicar su justicia-. Si vais abajo necesitaréis esto- le entregó a Yoko un candil de aceite para que pudiera alumbrar la oscuridad del túnel-. Ánimos.
-¿Por qué tienes uno de esos... Si es de día?
-Ah, es que si no cargo con él todo el rato se me olvida y luego es un engorro trabajar a oscuras...- de nuevo se rascaba la cabeza, y viendo que Gazimon, libre de su atadura, intentaba huir, lo agarró violentamente del cuello- Tú no te vas amiguito...
Ante esto, Yoko e Ichabod pudieron bajar a aquel lugar, similar a una red de alcantarillados, pues aunque bajo sus pies tenían terreno firme por el que caminar, a su lado corría el agua, como si fuera un afluente del río que alimentaba a la ciudad. Sin embargo, ahora se despertaban dos opciones: ir en el sentido de la corriente, o viajar en el sentido opuesto, al origen del agua.
También debía controlar la iluminación del candil, pudiendo prescindir de este, una llama media o la luz más potente que pudiera irradiar. Al ser Yoko quien poseía esta herramienta, la responsabilidad de elegir era suya.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Mientras Yoko y los demás se presentaban, ese Veemon, quien se encontraba sudando la gota gorda, me hablaba nerviosamente mientras estaba recostada en los brazos de Yoko, a la vez que me duraba el efecto paralítico del ataque había recibido con anterioridad. Sinceramente, parecía que ese Digimon azulado me tenía pavor o, al menos, tenía un nerviosismo bastante notable cuando intentaba hablar conmigo. La respuesta a ese estado del Digimon llegó enseguida. Me preguntó si quería salir con él. Ahora que lo pensaba, nunca me he planteado siquiera tener un noviazgo, aunque fuese un noviazgo de "una noche", como lo llaman los humanos. Sencillamente, por lo pronto esa idea no me atraía. Lo que no podía negar, es que ese Veemon, atacado por su estado de nervios resultaba realmente encantador, aunque suene fatal que me entretenga a costa de su estado de ánimo. Cierto es que la pregunta me pilló de sorpresa, pero intentaría serle sincera. Las palabras que escogí fueron las siguientes: "lo siento, Magnus, aprecio tu valentía... Pero no estoy preparada para salir con nadie".
Aunque no eran palabras cien por cien sinceras, puesto que no es que no estuviese preparada, sino que no me apetecía salir con nadie, creo que son las palabras exactas para dejar clara la situación. No digo que me cayese mal el pobre, pero, sinceramente, me daba mucha pereza. Además que nunca he sentido qué es el amor, se supone que es un sentimiento muy fuerte que hace que te veas idiota. Y yo no padecía de ese sentimiento, para desgracia de Veemon.
Sin embargo, antes de que pudiese responder a Magnus, el compañero Digimon del Tamer grandote llamado Bob, Meteormon, el Digimon que había acompañado a Yoko y que, por lo que parecía, era un guardia, al menos por una de las armas que portaba, se disponía a destrozar el local donde nos habían vendido los digimentals, alegando que eran puras falsificaciones.
Nos ha tomado el pelo...- dije mientras suspiraba entre los brazos de mi compañera y cuidadora humana. Cada vez, el día empeoraba aún más. No sólo me encontraba con secuelas del ataque del Gazimon, sino que además tenía que romperle el corazón al pobre Veemon y habíamos sido estafadas como unas bobas... Esto último enfureció muchísimo a mi amiga. Si algo odiaba era que le tomasen el pelo. Creo que ese vendedor va a recibir la paliza de su vida... En fin, supongo que lo de romperle el corazón al Digimon azul tendrá que esperar...
Seguía llena de furia. ¡Odiaba a ese tipo de personas! Me recuerda a un dependiente de una tienda de segunda mano con el que tuve un altercado y que me coló un precio más elevado del real a traición por un maldito colgante de lapislázuli. En el Mundo Humano está peor visto que en el Mundo Digital que utilices la violencia a tu favor. Y lo comprendo. Si puedo, evito las peleas. Pero si me toman por tonta, ¡quiero hacerselo pagar! ¡Sí, lo sé! ¡Lo sé! ¡Soy muy orgullosa, no hace falta que lo penséis! ¡Y puedo asegurar que éste se va a tragar las replicas una a una!
Dejando mi rabia a un lado, el muchacho amable, Ichabod, se comportó de nuevo como lo había hecho previamente, como un completo caballero. No podía negar que era bastante mono con esa actitud, la verdad. De hecho, me gustaba que, de vez en cuando, me tratasen de esa forma por lo que, ocultando mi enfado, le sonreí brevemente y asentí a su ofrecimiento de querer acompañarme.
Por otro lado y como si Meteormon se hubiese vuelto a alegrar porque le dije que con este bribonzuelo si que podían aplicar su justicia, nos ofreció un farolillo, el cual cogí con mi mano izquierda. Supongo que servirá para alumbrar las catacumbas, las cuales deben de estar realmente oscuras. Por eso de encontrarse bajo tierra y demás.
Sin demorarnos por mucho más tiempo, Kudamon, Ichabod, Kate quien se encontraba recostada en mi brazo libre y yo nos adentramos denteo del sistema de alcantarillado. Estaba realmente oscuro y el agua que allí había desprendía un hedor particularmente desagradable, por lo que tuve que contenerme las ganas de llevarme los dedos a la nariz para impedir que el olor inundase las fosas nasales , ya que tenía las dos manos ocupadas. El lugar era realmente oscuro y lúgubre y, aunque teníamos una especie de camino por el que ir, la mayoría del alcantarillado se basaba en agua putrefacta y maloliente recorriendo los kilómetros y kilómetros que, seguramente, conformaban el sistema de la ciudad.
Esto parece como si fuese un río... ¿De dónde vendrá el agua? Quiero decir, estamos en pleno desierto, ¿hay algún oasis por aquí cercano? Sé que por aquí es por donde se vierte el agua con los... Deshechos de los habitantes, pero de algún modo tienen que conseguir el agua en esta zona ¿no?- decía divagando más que cualquier otra cosa mientras miraba a la corriente del agua del alcantarillado y después a mi compañero que se encontraba a mi lado junto con su Kudamon, por si él tenía la respuesta-De cualquier forma, creo que será mejor que usemos muy poca luz, ya que probablemente la necesitaremos, así que gastaremos únicamente la justa y necesaria- mientras anunciaba esto a mis compañeros, encendí el candil que portaba en mi mano con una llama muy pequeña pero lo suficientemente potente como para que pudiesemos ver algo- También creo que lo mejor es que vayamos en el sentido contrario de la corriente del agua. Hay 50 por ciento de probabilidades de que nos encontremos al estafador, pero tengo la corazonada de que no ha seguido el rumbo del agua... Espero estar en lo cierto... Se supone que si te pierdes, lo lógico es seguir la corriente, ya que donde hay agua, hay vida... claro que ésto lo he oído en programas y documentales de supervivencia en la selva... No sé si se pofrá aplicar a esto mismo... Pero bueno, no perdemos nada por intentarlo...- mientras divagaba como si me encontrase yo sóla en ese lugar, comencé a caminar en el sentido opuesto de la corriente del agua, aguantando todo lo que podía el olor que allí se respiraba... Era insoportable...
Pffff, ¡qué peste!- dijo la quejica de mi compañera intentando taparse la nariz con sus zarpas, consiguiendolo con dificultades debido a que aún seguía bajo los efectos del ataque de Gazimon, tal y como me había contado mientras nos dirigíamos hacia la entrada del sistema de alcantarillado.
Debes aguantar, Kate. Tu por lo menos, aunque te cueste, puedes taparte la nariz y yo no... Además, supongo que cuando llevemos aquí un rato, nos acostumbraremos, descuida- le dije a mi compañera, confiando en que ésto último que dije fuese verdad... Por el bien de mis fosas nasales...
Aunque no eran palabras cien por cien sinceras, puesto que no es que no estuviese preparada, sino que no me apetecía salir con nadie, creo que son las palabras exactas para dejar clara la situación. No digo que me cayese mal el pobre, pero, sinceramente, me daba mucha pereza. Además que nunca he sentido qué es el amor, se supone que es un sentimiento muy fuerte que hace que te veas idiota. Y yo no padecía de ese sentimiento, para desgracia de Veemon.
Sin embargo, antes de que pudiese responder a Magnus, el compañero Digimon del Tamer grandote llamado Bob, Meteormon, el Digimon que había acompañado a Yoko y que, por lo que parecía, era un guardia, al menos por una de las armas que portaba, se disponía a destrozar el local donde nos habían vendido los digimentals, alegando que eran puras falsificaciones.
Nos ha tomado el pelo...- dije mientras suspiraba entre los brazos de mi compañera y cuidadora humana. Cada vez, el día empeoraba aún más. No sólo me encontraba con secuelas del ataque del Gazimon, sino que además tenía que romperle el corazón al pobre Veemon y habíamos sido estafadas como unas bobas... Esto último enfureció muchísimo a mi amiga. Si algo odiaba era que le tomasen el pelo. Creo que ese vendedor va a recibir la paliza de su vida... En fin, supongo que lo de romperle el corazón al Digimon azul tendrá que esperar...
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Seguía llena de furia. ¡Odiaba a ese tipo de personas! Me recuerda a un dependiente de una tienda de segunda mano con el que tuve un altercado y que me coló un precio más elevado del real a traición por un maldito colgante de lapislázuli. En el Mundo Humano está peor visto que en el Mundo Digital que utilices la violencia a tu favor. Y lo comprendo. Si puedo, evito las peleas. Pero si me toman por tonta, ¡quiero hacerselo pagar! ¡Sí, lo sé! ¡Lo sé! ¡Soy muy orgullosa, no hace falta que lo penséis! ¡Y puedo asegurar que éste se va a tragar las replicas una a una!
Dejando mi rabia a un lado, el muchacho amable, Ichabod, se comportó de nuevo como lo había hecho previamente, como un completo caballero. No podía negar que era bastante mono con esa actitud, la verdad. De hecho, me gustaba que, de vez en cuando, me tratasen de esa forma por lo que, ocultando mi enfado, le sonreí brevemente y asentí a su ofrecimiento de querer acompañarme.
Por otro lado y como si Meteormon se hubiese vuelto a alegrar porque le dije que con este bribonzuelo si que podían aplicar su justicia, nos ofreció un farolillo, el cual cogí con mi mano izquierda. Supongo que servirá para alumbrar las catacumbas, las cuales deben de estar realmente oscuras. Por eso de encontrarse bajo tierra y demás.
Sin demorarnos por mucho más tiempo, Kudamon, Ichabod, Kate quien se encontraba recostada en mi brazo libre y yo nos adentramos denteo del sistema de alcantarillado. Estaba realmente oscuro y el agua que allí había desprendía un hedor particularmente desagradable, por lo que tuve que contenerme las ganas de llevarme los dedos a la nariz para impedir que el olor inundase las fosas nasales , ya que tenía las dos manos ocupadas. El lugar era realmente oscuro y lúgubre y, aunque teníamos una especie de camino por el que ir, la mayoría del alcantarillado se basaba en agua putrefacta y maloliente recorriendo los kilómetros y kilómetros que, seguramente, conformaban el sistema de la ciudad.
Esto parece como si fuese un río... ¿De dónde vendrá el agua? Quiero decir, estamos en pleno desierto, ¿hay algún oasis por aquí cercano? Sé que por aquí es por donde se vierte el agua con los... Deshechos de los habitantes, pero de algún modo tienen que conseguir el agua en esta zona ¿no?- decía divagando más que cualquier otra cosa mientras miraba a la corriente del agua del alcantarillado y después a mi compañero que se encontraba a mi lado junto con su Kudamon, por si él tenía la respuesta-De cualquier forma, creo que será mejor que usemos muy poca luz, ya que probablemente la necesitaremos, así que gastaremos únicamente la justa y necesaria- mientras anunciaba esto a mis compañeros, encendí el candil que portaba en mi mano con una llama muy pequeña pero lo suficientemente potente como para que pudiesemos ver algo- También creo que lo mejor es que vayamos en el sentido contrario de la corriente del agua. Hay 50 por ciento de probabilidades de que nos encontremos al estafador, pero tengo la corazonada de que no ha seguido el rumbo del agua... Espero estar en lo cierto... Se supone que si te pierdes, lo lógico es seguir la corriente, ya que donde hay agua, hay vida... claro que ésto lo he oído en programas y documentales de supervivencia en la selva... No sé si se pofrá aplicar a esto mismo... Pero bueno, no perdemos nada por intentarlo...- mientras divagaba como si me encontrase yo sóla en ese lugar, comencé a caminar en el sentido opuesto de la corriente del agua, aguantando todo lo que podía el olor que allí se respiraba... Era insoportable...
Pffff, ¡qué peste!- dijo la quejica de mi compañera intentando taparse la nariz con sus zarpas, consiguiendolo con dificultades debido a que aún seguía bajo los efectos del ataque de Gazimon, tal y como me había contado mientras nos dirigíamos hacia la entrada del sistema de alcantarillado.
Debes aguantar, Kate. Tu por lo menos, aunque te cueste, puedes taparte la nariz y yo no... Además, supongo que cuando llevemos aquí un rato, nos acostumbraremos, descuida- le dije a mi compañera, confiando en que ésto último que dije fuese verdad... Por el bien de mis fosas nasales...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Cuando vio alejarse a Kate en brazos de Yoko, el Veemon Magnus mostró un ánimo decaido, hundiendo sus hombros y exhalando pesadamente. Con esta tétrica postura se acercó a su tamer, mientras lanzaba una última mirada a su adorada Gatomon, la cual descendía ya a las llamadas “catacumbas” con su tamer y ese Kudamon que empezaba a despertarle una inquina más allá de la oposición de carácteres inicial.
Una vez en aquel lugar, Yoko encabezó el grupo al ser quien disponía el candil, siendo la responsable de la iluminación, que dejaba ver en su rostro una expresión de desagrado por los escatológicos olores que le iban llegando, y el paisaje, oscuro y tétrico, no auspiciaba nada bueno. Y tal vez por esto comenzó a hablar, para distraerse de lo que parecía iba a ser una distópica travesía.
-La ciudad se encuentra cerca de la costa, srta. Littner -empezaba a decir Ichabod pensando que le hablaba a él- y de ahí es de donde sustraen el agua para esta red. En cuanto a lo de la luz, me parece correcto, pues no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí abajo -con respecto a la deducción de Yoko sobre seguir el agua-. Bueno, ciertamente esto conecta los cuatro sectores, así que independientemente de donde vayamos acabaremos llegando a uno de estos. Dirijámonos, pues, al origen del agua.
Viendo el desagrado de la gata ante el pestilente olor del lugar, Ichabod sacó un pañuelo y se lo ofreció para que cubriera su nariz y, de este modo, evitar tener que olfatear aquella inmundicia de aire, pero al poco que avanzaron pudieron oír algo.
-¿Eh? ¿Una luz? ¿Quién va?
En poco tiempo pudieron ver un digimon babosa que se acercaba a ellos, poniendo mala cara al identificarlos como intrusos, pues no les veía mostrar ningún salvoconducto. Desenfundando su arma, que no era otra que un excremento, avisó de la normativa.
-¡Sin salvoconducto no se puede pasar! ¡Deben irse o disparo! ¡Hoy he comido maíz y la consistencia es más dura de lo normal!-era repugnante que indicara ESA información- ¡Así que vayanse o disparo!
-Me temo que debemos dejarle ko antes de que sus voces alerten a otros guardas, y al fin y al cabo somos “ilegales” aquí abajo.
Con un gesto de su mano, Kudamon descendió de su cuello serpenteando y colocándose enfrente de aquel oponente en posición de ataque.
Nota: Siendo un Numemon, cuya fuerza es “champion”, todos los que aparezcan en los túneles serán igual de poderosos que un rookie, al ser el “digimon por error” que suelen darte en los juegos por numerosos fallos y el más débil dentro de dicho nivel. Eso no quita que si te topas con un grupo de veinte no vayan a hacer NADA, siguen siendo enemigos a abatir. Y lo del maíz va en serio.
Una vez en aquel lugar, Yoko encabezó el grupo al ser quien disponía el candil, siendo la responsable de la iluminación, que dejaba ver en su rostro una expresión de desagrado por los escatológicos olores que le iban llegando, y el paisaje, oscuro y tétrico, no auspiciaba nada bueno. Y tal vez por esto comenzó a hablar, para distraerse de lo que parecía iba a ser una distópica travesía.
-La ciudad se encuentra cerca de la costa, srta. Littner -empezaba a decir Ichabod pensando que le hablaba a él- y de ahí es de donde sustraen el agua para esta red. En cuanto a lo de la luz, me parece correcto, pues no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí abajo -con respecto a la deducción de Yoko sobre seguir el agua-. Bueno, ciertamente esto conecta los cuatro sectores, así que independientemente de donde vayamos acabaremos llegando a uno de estos. Dirijámonos, pues, al origen del agua.
Viendo el desagrado de la gata ante el pestilente olor del lugar, Ichabod sacó un pañuelo y se lo ofreció para que cubriera su nariz y, de este modo, evitar tener que olfatear aquella inmundicia de aire, pero al poco que avanzaron pudieron oír algo.
-¿Eh? ¿Una luz? ¿Quién va?
En poco tiempo pudieron ver un digimon babosa que se acercaba a ellos, poniendo mala cara al identificarlos como intrusos, pues no les veía mostrar ningún salvoconducto. Desenfundando su arma, que no era otra que un excremento, avisó de la normativa.
-¡Sin salvoconducto no se puede pasar! ¡Deben irse o disparo! ¡Hoy he comido maíz y la consistencia es más dura de lo normal!-era repugnante que indicara ESA información- ¡Así que vayanse o disparo!
-Me temo que debemos dejarle ko antes de que sus voces alerten a otros guardas, y al fin y al cabo somos “ilegales” aquí abajo.
Con un gesto de su mano, Kudamon descendió de su cuello serpenteando y colocándose enfrente de aquel oponente en posición de ataque.
Nota: Siendo un Numemon, cuya fuerza es “champion”, todos los que aparezcan en los túneles serán igual de poderosos que un rookie, al ser el “digimon por error” que suelen darte en los juegos por numerosos fallos y el más débil dentro de dicho nivel. Eso no quita que si te topas con un grupo de veinte no vayan a hacer NADA, siguen siendo enemigos a abatir. Y lo del maíz va en serio.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Me encontraba caminando con mi compañera entre mis brazos, así como junto a Ichabod y su compañero Kudamon a mi lado. Suponía que el efecto del ataque recibido por Kate de parte del Gazimon empezaría a reducirse poco a poco a partir de ahora, pues notaba que mi compañera no estaba tan adolorida como había demostrado previamente.
Ichabod, de mientras me explicaba todas mis dudas. Decía que la ciudad se encontraba al lado de la costa, pero, aunque eso me solucionó esa parte del problema, una nueva duda surgió en mi cabeza.
¿Cómo hacen entonces para filtrar la sal marina? ¿O acaso el agua del mar del Digimundo es dulce? Aunque bueno, he visto a ese Meteormon comer un trozo de sal... Quizás los Digimons estén acostumbrados a beber agua salada o su organismo lo permite... Al menos los que viven en esta Zona...- seguí divagando mientras mi lamparita iluminaba poco a poco el oscuro sistema de alcantarillado- Por cierto, si no te importa, deja de llamarme Señorita Littner. Con Yoko basta, simplemente. No hace falta que seas tan caballeroso o educado- le dije con una ligera sonrisa mientras mi compañera gatuna aceptaba amablemente el pañuelo ofrecido por Ichabod y se lo ponía en la cara para evitar el olor que se originaba en esas apestosas alcantarillas
Ahhh... Gracias, Ichabod, esto ya es otra cosa...- agradeció gentilmente mi compañera mientras se sujetaba el pañuelo cerca de su hocico para evitar el olor del alcantarillado. Parecía que ese pañuelo olía bastante bien... Aunque claro, cualquier cosa olería mejor que esas alcantarillas... O eso pensábamos...
Tras estar un rato caminando, pudimos apreciar a alguien o algo que había detectado nuestra luz. se trataba de un Digimon molusco, parecido a una babosa gigantesca. Era de color verfe y con varias motas de color púrpura recorriendo la totalidad de su cuerpo. También, tenía dos enormes ojos saltones en la parte superior de su cabeza. Para finalizar, la totalidad de su cuerpo eran dos especies de extremidades superiores que sujetaban una enorme caca mientras nos amenazaba y una enorme boca con dientes blancos y una lengua roja bastante grande. En resumidas cuentas, era un Digimon bastante asqueroso. Nos exigía un salvoconducto o que nos retirasemos. De lo contrario, nos atacaría con el excremento que sujetaba entre sus manos.
No me importa si eres un guardia... Puede que esté cometiendo algo ilegal, pero... ¡Nadie me va a detener para vengarme de ese estafador! Kate, ¿puedes pelear?- dije al ver que Kudamon bajaba serpenteando del cuerpo de su compañero y se colocaba en una posición defensiva
Voy a acabar odiando que me hagan perder más tiempo del necesario en este basurero subterráneo- dijo Kate mientras también bajaba con lentitud desde mis brazos y aterrizaba con cuidado en el suelo- no estoy recuperada y no puedo luchar al cien por cien del ataque de Gazimon, pero puedo apoyar a Kudamon desde la distancia- Kate, nada más decir estas palabras, hizo una mirada a nuestro compañero Digimon y, después de asentir, sus ojos se tornaron con una luz rosada, como era habitual cuando preparaba su ataque a distancia- ¡Láser de Gato!- un rayo láser disparado de nuevo desde el sistema ocular de la Digimon felina y mi compañera, fue utilizada ya sea como señuelo o como apoyo para Kudamon. Esperabamos que, fuese cual fuese la reacción del Numemon, Kudamon pudiese aprovechar cualquier acción errónea de nuestro enemigo... Aunque no fuese realmente nuestro enemigo, si que necesitabamos dejarlo K.O. para que no interviniese en nuestra persecución
Ichabod, de mientras me explicaba todas mis dudas. Decía que la ciudad se encontraba al lado de la costa, pero, aunque eso me solucionó esa parte del problema, una nueva duda surgió en mi cabeza.
¿Cómo hacen entonces para filtrar la sal marina? ¿O acaso el agua del mar del Digimundo es dulce? Aunque bueno, he visto a ese Meteormon comer un trozo de sal... Quizás los Digimons estén acostumbrados a beber agua salada o su organismo lo permite... Al menos los que viven en esta Zona...- seguí divagando mientras mi lamparita iluminaba poco a poco el oscuro sistema de alcantarillado- Por cierto, si no te importa, deja de llamarme Señorita Littner. Con Yoko basta, simplemente. No hace falta que seas tan caballeroso o educado- le dije con una ligera sonrisa mientras mi compañera gatuna aceptaba amablemente el pañuelo ofrecido por Ichabod y se lo ponía en la cara para evitar el olor que se originaba en esas apestosas alcantarillas
Ahhh... Gracias, Ichabod, esto ya es otra cosa...- agradeció gentilmente mi compañera mientras se sujetaba el pañuelo cerca de su hocico para evitar el olor del alcantarillado. Parecía que ese pañuelo olía bastante bien... Aunque claro, cualquier cosa olería mejor que esas alcantarillas... O eso pensábamos...
Tras estar un rato caminando, pudimos apreciar a alguien o algo que había detectado nuestra luz. se trataba de un Digimon molusco, parecido a una babosa gigantesca. Era de color verfe y con varias motas de color púrpura recorriendo la totalidad de su cuerpo. También, tenía dos enormes ojos saltones en la parte superior de su cabeza. Para finalizar, la totalidad de su cuerpo eran dos especies de extremidades superiores que sujetaban una enorme caca mientras nos amenazaba y una enorme boca con dientes blancos y una lengua roja bastante grande. En resumidas cuentas, era un Digimon bastante asqueroso. Nos exigía un salvoconducto o que nos retirasemos. De lo contrario, nos atacaría con el excremento que sujetaba entre sus manos.
No me importa si eres un guardia... Puede que esté cometiendo algo ilegal, pero... ¡Nadie me va a detener para vengarme de ese estafador! Kate, ¿puedes pelear?- dije al ver que Kudamon bajaba serpenteando del cuerpo de su compañero y se colocaba en una posición defensiva
Voy a acabar odiando que me hagan perder más tiempo del necesario en este basurero subterráneo- dijo Kate mientras también bajaba con lentitud desde mis brazos y aterrizaba con cuidado en el suelo- no estoy recuperada y no puedo luchar al cien por cien del ataque de Gazimon, pero puedo apoyar a Kudamon desde la distancia- Kate, nada más decir estas palabras, hizo una mirada a nuestro compañero Digimon y, después de asentir, sus ojos se tornaron con una luz rosada, como era habitual cuando preparaba su ataque a distancia- ¡Láser de Gato!- un rayo láser disparado de nuevo desde el sistema ocular de la Digimon felina y mi compañera, fue utilizada ya sea como señuelo o como apoyo para Kudamon. Esperabamos que, fuese cual fuese la reacción del Numemon, Kudamon pudiese aprovechar cualquier acción errónea de nuestro enemigo... Aunque no fuese realmente nuestro enemigo, si que necesitabamos dejarlo K.O. para que no interviniese en nuestra persecución
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
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