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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
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Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
-No creo que usen esta agua más que para arrastrar los deshechos -decía Ichabod dejando escapar una leve risa-. Probablemente dispongan de algún digimon o máquina para depurar el agua, pero usando otra clase de canales -tras la inocente queja de Yoko sobre la forma de llamarla, Ichabod se puso más serio-. Ni hablar, es como me han educado y no puedo olvidar mis modales -protestaba él regresando a su carácter afable ante las palabras de Kate.
La aparición del Numemon impidió que la conversación continuara, dejando claro la Gatomon sus limitaciones en cara al combate. Y aunque el plan parecía solido como el arma del enemigo, un imprevisto surgió, acabando con las esperanzas de una victoria rápida.
-Me niego a tocar a ese digimon... -Kudamon temblaba notablemente sobre los hombros de su tamer- Es viscoso, huele mal y mira lo que lleva en la mano... Lo siento, es superior a mis fuerz... -una arcada le impidió acabar la frase- Imposible...
Su tamer le acariciaba el lomo intentando que se relajara, pero mientras esta acción se llevaba a cabo, Kate ya había lanzado su ataque, que el Numemon evadió plegándose contra el suelo, hundiendo su torso y ojos en su propio y gelatinoso cuerpo. Sin nadie que aprovechara la oportunidad de atacarle, arrojó su arma, la cual chocó contra la cara de Kate, estallando en una serie de tropezones que chapotearon en el caudal cercano o rebotaron contra el suelo. Por su consistencia dura apenas se adherieron a su pelaje, habiéndose partido (casi) limpiamente contra ella, sin olvidar que esto no disminuyó el asco del digimon.
Riéndose, el Numemon “desenfundó” dos proyectiles más, de menor tamaño. Deslizándose con velocidad se aproximaba a la herida digimon dispuesto a rematarla con otra andanada, pero un haz de luz impactó contra su mano derecha, quebrando la deposición que pensaba arrojar a Kate. Al igual que experimentó ella momentos atrás, los fragmentos llegaron a los ojos, pero esta vez Numemon fue el afectado, emitiendo un quejido de desagrado.
-No pienso tocarle, pero si ambos atacamos a distancia limitaremos su ofensiva a cero -decía Kudamon, responsable de este ataque-. Lamento haberos fallado, ¡pero esta vez sí me esforzaré!
Sin embargo, los ojos de Kate estaban irritados, tanto por los efluvios del primer ataque como por los fragmentos que se adherían a sus párpados, y si bien podía quitarlos, la peste perduraría. Por suerte, al haberlo recibido antes podría recuperarse antes que el Numemon, que ya estaba lo bastante cerca como para intentar iniciar una confrontación cuerpo a cuerpo.
Parcialmente cegada y paralizada, Gatomon tenía a su izquierda un muro, arriba el techo, a su derecha el pequeño río lleno de aguas fecales y a sus pies un suelo de roca. ¿Confiaría en sus habilidades físicas, en su agilidad, en sus técnicas o pensaría un plan con el que deshacerse del molesto oponente?
Nota: El plan ha fallado debido a la actitud de Kudamon, el cual al parecer no puede aferrarse a digimons que considere feos o le den asco. Al igual que Kate, prefiere atacar a distancia en casos donde sus habilidades se limiten.
Nota: Una de las posibles soluciones al combate ya han sido dadas. Hay como dos o tres más, suerte encontrándolas.
La aparición del Numemon impidió que la conversación continuara, dejando claro la Gatomon sus limitaciones en cara al combate. Y aunque el plan parecía solido como el arma del enemigo, un imprevisto surgió, acabando con las esperanzas de una victoria rápida.
-Me niego a tocar a ese digimon... -Kudamon temblaba notablemente sobre los hombros de su tamer- Es viscoso, huele mal y mira lo que lleva en la mano... Lo siento, es superior a mis fuerz... -una arcada le impidió acabar la frase- Imposible...
Su tamer le acariciaba el lomo intentando que se relajara, pero mientras esta acción se llevaba a cabo, Kate ya había lanzado su ataque, que el Numemon evadió plegándose contra el suelo, hundiendo su torso y ojos en su propio y gelatinoso cuerpo. Sin nadie que aprovechara la oportunidad de atacarle, arrojó su arma, la cual chocó contra la cara de Kate, estallando en una serie de tropezones que chapotearon en el caudal cercano o rebotaron contra el suelo. Por su consistencia dura apenas se adherieron a su pelaje, habiéndose partido (casi) limpiamente contra ella, sin olvidar que esto no disminuyó el asco del digimon.
Riéndose, el Numemon “desenfundó” dos proyectiles más, de menor tamaño. Deslizándose con velocidad se aproximaba a la herida digimon dispuesto a rematarla con otra andanada, pero un haz de luz impactó contra su mano derecha, quebrando la deposición que pensaba arrojar a Kate. Al igual que experimentó ella momentos atrás, los fragmentos llegaron a los ojos, pero esta vez Numemon fue el afectado, emitiendo un quejido de desagrado.
-No pienso tocarle, pero si ambos atacamos a distancia limitaremos su ofensiva a cero -decía Kudamon, responsable de este ataque-. Lamento haberos fallado, ¡pero esta vez sí me esforzaré!
Sin embargo, los ojos de Kate estaban irritados, tanto por los efluvios del primer ataque como por los fragmentos que se adherían a sus párpados, y si bien podía quitarlos, la peste perduraría. Por suerte, al haberlo recibido antes podría recuperarse antes que el Numemon, que ya estaba lo bastante cerca como para intentar iniciar una confrontación cuerpo a cuerpo.
Parcialmente cegada y paralizada, Gatomon tenía a su izquierda un muro, arriba el techo, a su derecha el pequeño río lleno de aguas fecales y a sus pies un suelo de roca. ¿Confiaría en sus habilidades físicas, en su agilidad, en sus técnicas o pensaría un plan con el que deshacerse del molesto oponente?
Nota: El plan ha fallado debido a la actitud de Kudamon, el cual al parecer no puede aferrarse a digimons que considere feos o le den asco. Al igual que Kate, prefiere atacar a distancia en casos donde sus habilidades se limiten.
Nota: Una de las posibles soluciones al combate ya han sido dadas. Hay como dos o tres más, suerte encontrándolas.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Kudamon, el compañero de Ichabod, se negó completamente a atacar a Numemon, puesto que le daba realmente asco... En cierto modo, le entendía. Nadie tocaría gustosamente a esa asquerosa babosa ni aunque le pagasen. Pero debíamos dejarle KO, pues era nuestra única oportunidad para pasar a través de la zona que custodiaba el Numemon y, así, de seguir nuestro camino.
El amable Ichabod acariciaba a la especie de... ¿marmota? ¿ardilla? ¿culebra? No sabía a qué se asemejaba Kudamon en cuanto a animales del Mundo Real. Lo cierto es que parecía una mezcla entre un roedor y una serpiente. De todas formas, la cuestión es que el Entrenador intentaba calmar a su compañero mientras que Kate, mi delicada compañera, atacó con un par de rayos láseres que, para nuestra desgracia, el Numemon, se aplastó contra el suelo, algo que su cuerpo viscoso le permitía sin ninguna dificultad.
Eso tan sólo me da más asco...- dije sin ningún tipo de remordimientos, poniendo una cara de asco en mi rostro mientras atendía al método que había utilizado el Digimon gelatinoso para evadir el Láser de Gato realizado por mi felina compañera.
Inmediatamente después, a modo de respuesta, el Numemon no dudó en utilizar el gigantesco excremento que tenía en uno de sus apéndices que utilizaba como extremidad superior para atacar a Kate, mi Gatomon compañera. El ataque caca impactó de lleno en la cara de Kate, reventando en varios trozos de si mismo que, aunque no se pegaron en el pelaje de mi compañera, si que cayeron alrededor de Kate y en el pequeño riachuelo que se hallaba en aquél paso subterráneo de aguas. No pude evitar realizar otra mueca de asco, aún más acentuada que la anterior.
...Me vas a pagar esto estúpida babosa... Esto ya es algo personal...- los ojos azulados de mi compañera se tornaron en un color amarillento de furia, como si fuese una bestia descontrolada por la furia que le había causado el recibir ese no poderoso, pero si asqueroso ataque. Los ojos de mi compañera se encontraban también terriblemente irritados a consecuencia del ataque de Numemon que reía jactándose de su "victoria",
Por favor, cálmate, Kate... Ha demostrado que no debemos confiarnos con esa babosa...- sugerí mientras intentaba limpiarle la cara con que Ichabod le había entregado anteriormente, mientras sujetaba con la otra mano el candil con el que podíamos alumbrar aquella zona. Numemon, mientras tanto, sacó, vete tu a saber de dónde, dos excrementos más, aunque de un tamaño más pequeños que el que había lanzado anteriormente.
Sin embargo, nuestro compañero serpenteo le lanzó un haz de luz que destrozó el excremento de la mano derecha, consiguiendo que éste se destruyera y cayera al suelo, causándole cierto daño al Digimon babosa. Kate, sin embargo, observó la pared que se encontraba a su lado y el techo que se encontraba encima suyo. Pero se encontraba demasiada herida tras el ataque de Gazimon y el reciente de Numemon. No es que estuviese herida de muerte. Pero los efectos secundarios de ambos ataques aún le pasaban factura. Sin embargo, Numemon se encontraba relativamente cerca de la orilla del riachuelo.
Yoko, ahora que Numemon se ha distraído con el ataque de Kudamon, lánzame contra esa pared... No me importa tocar a ese Numemon, siempre que venzca a esa asquerosa criatura...- Kate señaló con una de sus enguantadas zarpas hacia la pared que se encontraba a su izquierda, mientras yo asentía afirmativamente, agarrándola de la cola y lanzándola como había dicho. Había un pequeño problema en el plan y es que Numemon podía esquivar ese ataque y Kate acabaría en el agua, más sucia de lo que ya estaba y siendo arrastrada por la corriente, por lo que yo intervine.
¡Kudamon! ¡Realiza otra vez ese ataque que has utilizado antes! ¡Ciega de inmediato a Numemon! ¡Por favor!- mientras suplicaba a Kudamon que volviese a realizar ese ataque, Kate se dirigía contra la pared, impactando sus patas traseras en ella en un ángulo diagonal ascendente, girando en el aire y divisando una tubería que se encontraba en el techo, justo encima de nosotras. Con sus patas delanteras se agarró firmemente a esa tubería y, aunque le costaba realizar esa prueba de agilidad, la llevaría a cabo hasta el fin... sabía que podía lograrlo. En cuanto llegó al extremo más alto, se soltó de la tubería, trazando un arco descendente hacia la posición en la que se encontraba el Digimon babosa, apuntando con su pierna derecha, dispuesta a patear al Numemon y tirarla al riachuelo formado por una mezcla de agua y deshechos. Esperaba que Kudamon reaccionase lo suficientemente rápido para que Kate se deshiciera del Numemon...
El amable Ichabod acariciaba a la especie de... ¿marmota? ¿ardilla? ¿culebra? No sabía a qué se asemejaba Kudamon en cuanto a animales del Mundo Real. Lo cierto es que parecía una mezcla entre un roedor y una serpiente. De todas formas, la cuestión es que el Entrenador intentaba calmar a su compañero mientras que Kate, mi delicada compañera, atacó con un par de rayos láseres que, para nuestra desgracia, el Numemon, se aplastó contra el suelo, algo que su cuerpo viscoso le permitía sin ninguna dificultad.
Eso tan sólo me da más asco...- dije sin ningún tipo de remordimientos, poniendo una cara de asco en mi rostro mientras atendía al método que había utilizado el Digimon gelatinoso para evadir el Láser de Gato realizado por mi felina compañera.
Inmediatamente después, a modo de respuesta, el Numemon no dudó en utilizar el gigantesco excremento que tenía en uno de sus apéndices que utilizaba como extremidad superior para atacar a Kate, mi Gatomon compañera. El ataque caca impactó de lleno en la cara de Kate, reventando en varios trozos de si mismo que, aunque no se pegaron en el pelaje de mi compañera, si que cayeron alrededor de Kate y en el pequeño riachuelo que se hallaba en aquél paso subterráneo de aguas. No pude evitar realizar otra mueca de asco, aún más acentuada que la anterior.
...Me vas a pagar esto estúpida babosa... Esto ya es algo personal...- los ojos azulados de mi compañera se tornaron en un color amarillento de furia, como si fuese una bestia descontrolada por la furia que le había causado el recibir ese no poderoso, pero si asqueroso ataque. Los ojos de mi compañera se encontraban también terriblemente irritados a consecuencia del ataque de Numemon que reía jactándose de su "victoria",
Por favor, cálmate, Kate... Ha demostrado que no debemos confiarnos con esa babosa...- sugerí mientras intentaba limpiarle la cara con que Ichabod le había entregado anteriormente, mientras sujetaba con la otra mano el candil con el que podíamos alumbrar aquella zona. Numemon, mientras tanto, sacó, vete tu a saber de dónde, dos excrementos más, aunque de un tamaño más pequeños que el que había lanzado anteriormente.
Sin embargo, nuestro compañero serpenteo le lanzó un haz de luz que destrozó el excremento de la mano derecha, consiguiendo que éste se destruyera y cayera al suelo, causándole cierto daño al Digimon babosa. Kate, sin embargo, observó la pared que se encontraba a su lado y el techo que se encontraba encima suyo. Pero se encontraba demasiada herida tras el ataque de Gazimon y el reciente de Numemon. No es que estuviese herida de muerte. Pero los efectos secundarios de ambos ataques aún le pasaban factura. Sin embargo, Numemon se encontraba relativamente cerca de la orilla del riachuelo.
Yoko, ahora que Numemon se ha distraído con el ataque de Kudamon, lánzame contra esa pared... No me importa tocar a ese Numemon, siempre que venzca a esa asquerosa criatura...- Kate señaló con una de sus enguantadas zarpas hacia la pared que se encontraba a su izquierda, mientras yo asentía afirmativamente, agarrándola de la cola y lanzándola como había dicho. Había un pequeño problema en el plan y es que Numemon podía esquivar ese ataque y Kate acabaría en el agua, más sucia de lo que ya estaba y siendo arrastrada por la corriente, por lo que yo intervine.
¡Kudamon! ¡Realiza otra vez ese ataque que has utilizado antes! ¡Ciega de inmediato a Numemon! ¡Por favor!- mientras suplicaba a Kudamon que volviese a realizar ese ataque, Kate se dirigía contra la pared, impactando sus patas traseras en ella en un ángulo diagonal ascendente, girando en el aire y divisando una tubería que se encontraba en el techo, justo encima de nosotras. Con sus patas delanteras se agarró firmemente a esa tubería y, aunque le costaba realizar esa prueba de agilidad, la llevaría a cabo hasta el fin... sabía que podía lograrlo. En cuanto llegó al extremo más alto, se soltó de la tubería, trazando un arco descendente hacia la posición en la que se encontraba el Digimon babosa, apuntando con su pierna derecha, dispuesta a patear al Numemon y tirarla al riachuelo formado por una mezcla de agua y deshechos. Esperaba que Kudamon reaccionase lo suficientemente rápido para que Kate se deshiciera del Numemon...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Nota: La tubería no podría estar “sobre vosotros” ya que entonces las aguas fecales caerían en el camino y el lugar sería (aún) menos higiénico. O hay “canales/acequias” que muevan las deposiciones al caudal principal o la tubería debería estar justo sobre este, sino es que el diseño del lugar lo hizo un chapucero.
Como de todas formas se puede rebotar en el techo la acción no se va alterar.
Aprovechando la ceguera provocada por tropezones de materia fecal en su ojo, Numemon ignoraba lo que pretendía llevar a cabo la digimon felina, arrojada por su propia tamer contra la pared. El plan era ganar impulso y propulsar a la molesta babosa al canal que les bordeaba. Y en teoría esto podría funcionar, pero la práctica nunca es tan idílica.
El cuerpo debilitado de Kate, tanto por los olores agresivos como por el ataque del carterista, sumado a su inferior masa muscular y a las facultades del digimon, hizo imposible que este cayera al agua, si bien Kudamon irradiaba luz desde el anillo de su cuello para imposibilitar la vista del ojo sano.
Volviendo a las facultades del digimon, en primer lugar había que recordar su cuerpo consistente en una masa viscosa de músculos, que permitía distribuir la presión liberada por el golpe sin alterar su estabilidad, apuntando esto al segundo detalle, y es que la ausencia de piernas le permitía aferrarse al suelo con prácticamente todo su ser.
Y aunque ciego, el Numemon no fue estúpido, y viendo de dónde venía el golpe pudo apresar la pierna de la Gatomon. Podría pensarse que castigaría a la felina golpeando el suelo repetidas veces con su cuerpecito, pero el enemigo fue más benévolo... O malvado, según se mire, pues la estrategia en sí dejaría huella en Kate.
Numemon la abrazó, rodeándolas con los apéndices que usaba como brazos para inmovilizar los de la muchacha... Para luego usar su ataque de “aliento pestilente” a quemarropa.
No era letal, pero los agudos sentidos animales de la pobre solo recibían “dolor”. La nariz le ardía como si le hubieran metido una cerilla prendida dentro, los ojos le lloraban y las náuseas se agolpaban en la boca del estómago como si quisieran desgarrarla desde dentro. Ni era un daño letal ni peligraba su vida, y sin embargo la sensación de asco le hacía pensar en un fin inminente.
Y por esto, quizás le costaba ver la solución, aunque esta estuviera, literalmente, justo delante.
Nota: De haberte acercado al punto muerto de su ojo dañado y usar cualquiera de los golpes de gato (puño o patada) a modo de palanca, tu plan hubiera tenido éxito. Pero las florituras no sirven contra Numemon: es más grande y, aunque dije que no tiene la fuerza de un champion, no puedo ignorar que se desplaza usando todo su cuerpo (como la babosa que es). Lo dicho, si hubieras alterado su estabilidad caería.
Nota: Mira el lado positivo, le has inutilizado las manos y no puede usar sus popós...
Como de todas formas se puede rebotar en el techo la acción no se va alterar.
Aprovechando la ceguera provocada por tropezones de materia fecal en su ojo, Numemon ignoraba lo que pretendía llevar a cabo la digimon felina, arrojada por su propia tamer contra la pared. El plan era ganar impulso y propulsar a la molesta babosa al canal que les bordeaba. Y en teoría esto podría funcionar, pero la práctica nunca es tan idílica.
El cuerpo debilitado de Kate, tanto por los olores agresivos como por el ataque del carterista, sumado a su inferior masa muscular y a las facultades del digimon, hizo imposible que este cayera al agua, si bien Kudamon irradiaba luz desde el anillo de su cuello para imposibilitar la vista del ojo sano.
Volviendo a las facultades del digimon, en primer lugar había que recordar su cuerpo consistente en una masa viscosa de músculos, que permitía distribuir la presión liberada por el golpe sin alterar su estabilidad, apuntando esto al segundo detalle, y es que la ausencia de piernas le permitía aferrarse al suelo con prácticamente todo su ser.
Y aunque ciego, el Numemon no fue estúpido, y viendo de dónde venía el golpe pudo apresar la pierna de la Gatomon. Podría pensarse que castigaría a la felina golpeando el suelo repetidas veces con su cuerpecito, pero el enemigo fue más benévolo... O malvado, según se mire, pues la estrategia en sí dejaría huella en Kate.
Numemon la abrazó, rodeándolas con los apéndices que usaba como brazos para inmovilizar los de la muchacha... Para luego usar su ataque de “aliento pestilente” a quemarropa.
No era letal, pero los agudos sentidos animales de la pobre solo recibían “dolor”. La nariz le ardía como si le hubieran metido una cerilla prendida dentro, los ojos le lloraban y las náuseas se agolpaban en la boca del estómago como si quisieran desgarrarla desde dentro. Ni era un daño letal ni peligraba su vida, y sin embargo la sensación de asco le hacía pensar en un fin inminente.
Y por esto, quizás le costaba ver la solución, aunque esta estuviera, literalmente, justo delante.
Nota: De haberte acercado al punto muerto de su ojo dañado y usar cualquiera de los golpes de gato (puño o patada) a modo de palanca, tu plan hubiera tenido éxito. Pero las florituras no sirven contra Numemon: es más grande y, aunque dije que no tiene la fuerza de un champion, no puedo ignorar que se desplaza usando todo su cuerpo (como la babosa que es). Lo dicho, si hubieras alterado su estabilidad caería.
Nota: Mira el lado positivo, le has inutilizado las manos y no puede usar sus popós...
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
OFF: Perdón, a eso me quería referir, a una acequia, pero en ese preciso instante solo me salía tubería. Claro como es algo parecido y mueve esa mezcla de agua y porquería... Culpa mía
ON Rol: El plan había resultado un éxito... En parte. Kudamon había logrado cegar temporalmente al horrendo Numemon ante el que nos encontrábamos. Sin embargo, ese Digimon molusco era más inteligente de lo que podía parecer en un principio... Y más molesto de lo que creíamos también era. El golpe seguramente le abría hecho daño, pero su cuerpo gelatinoso absorbió todo el golpe, evitando que se deformara. Mejor dicho, si que se deformó, pero volvió a su estado inicial sin mucha dificultad.
¡Qué pesado eres, Numemon! ¡Muerete de una vez!- dije yo mientras acariciaba mi cola de caballo formada por mi extenso cabello pelirrojo mientras resoplaba y miraba al Kudamon que era el compañero de Ichabod, el Tamer que nos acompañaba-Es una pena que Gatomon no pueda digievolucionar a su etapa Champion aún... ¿Tú puedes hacerlo Kudamon?- le pregunté aunque, pensándolo bien, quizás no digievolucionase por el simple motivo de que su evolución Champion poseía ataques físicos... Y ya me había quedado claro que no tocaría a ningún Digimon que le diese asco... En fin, supongo que por pregintar no pasa nada...
Nada más preguntar tanto a Ichabod como a Kudamon, pude observar que Numemon había atrapado con su cuerpo gelatinoso, utilizando los apéndices que eran como sus brazos para sujetarlo y abriendo mucho la boca, exhalando un apestoso, cómo no, aliento asfixiante. La cara de Kate era todo un poema. Tenía una cara de asco plantada, mientras no le quedaba más remedio que aspirar el intenso "aroma" que emanaba la babosa verde a través de su gran boca. Un intenso lagrimeo caía por los ojos de Kate, mientras que, como si le hubiesen colocado un contenedor en cada una de sus fosas nasales, se intentaba revolver, más esto resultaba en vano. Numemon no pretendía soltarla de ese abrazo de la muerte... O abrazo de la peste en este caso.
¡Maldita babosa! ¡Me tienes hasta las narices ya, nunca mejor dicho! ¡Láser de Gato!- la voz de mi compañera sonaba desesperada mientras que se intentaba tranquilizar y sus ojos llorosos se tornaban violetas, apuntando con sumo cuidado a distintas partes del Numemon para hacerle todo el daño que pudiese: las partes seleccionadas habían sido sus ojos y a su boca. El plan era quemarle esas zonas con su ataque láser ahora que se encontraba a una corta distancia, disparándole a bocajarro. A no ser que tuviese unos grandiosos reflejos o que pudiese ver el futuro, a Numemon le sería muy difícil esquivar ese ataque. Espero que funcione, odio ver a mi compañera en ese estado y que yo no pueda hacer nada...
ON Rol: El plan había resultado un éxito... En parte. Kudamon había logrado cegar temporalmente al horrendo Numemon ante el que nos encontrábamos. Sin embargo, ese Digimon molusco era más inteligente de lo que podía parecer en un principio... Y más molesto de lo que creíamos también era. El golpe seguramente le abría hecho daño, pero su cuerpo gelatinoso absorbió todo el golpe, evitando que se deformara. Mejor dicho, si que se deformó, pero volvió a su estado inicial sin mucha dificultad.
¡Qué pesado eres, Numemon! ¡Muerete de una vez!- dije yo mientras acariciaba mi cola de caballo formada por mi extenso cabello pelirrojo mientras resoplaba y miraba al Kudamon que era el compañero de Ichabod, el Tamer que nos acompañaba-Es una pena que Gatomon no pueda digievolucionar a su etapa Champion aún... ¿Tú puedes hacerlo Kudamon?- le pregunté aunque, pensándolo bien, quizás no digievolucionase por el simple motivo de que su evolución Champion poseía ataques físicos... Y ya me había quedado claro que no tocaría a ningún Digimon que le diese asco... En fin, supongo que por pregintar no pasa nada...
Nada más preguntar tanto a Ichabod como a Kudamon, pude observar que Numemon había atrapado con su cuerpo gelatinoso, utilizando los apéndices que eran como sus brazos para sujetarlo y abriendo mucho la boca, exhalando un apestoso, cómo no, aliento asfixiante. La cara de Kate era todo un poema. Tenía una cara de asco plantada, mientras no le quedaba más remedio que aspirar el intenso "aroma" que emanaba la babosa verde a través de su gran boca. Un intenso lagrimeo caía por los ojos de Kate, mientras que, como si le hubiesen colocado un contenedor en cada una de sus fosas nasales, se intentaba revolver, más esto resultaba en vano. Numemon no pretendía soltarla de ese abrazo de la muerte... O abrazo de la peste en este caso.
¡Maldita babosa! ¡Me tienes hasta las narices ya, nunca mejor dicho! ¡Láser de Gato!- la voz de mi compañera sonaba desesperada mientras que se intentaba tranquilizar y sus ojos llorosos se tornaban violetas, apuntando con sumo cuidado a distintas partes del Numemon para hacerle todo el daño que pudiese: las partes seleccionadas habían sido sus ojos y a su boca. El plan era quemarle esas zonas con su ataque láser ahora que se encontraba a una corta distancia, disparándole a bocajarro. A no ser que tuviese unos grandiosos reflejos o que pudiese ver el futuro, a Numemon le sería muy difícil esquivar ese ataque. Espero que funcione, odio ver a mi compañera en ese estado y que yo no pueda hacer nada...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
-No, no puedo digievolucionar aún, por eso nos interesó el puesto de digihuevos... Supongo que pecamos de orgullosos -se lamentaba el Kudamon-. Y ahora la pobre lo esta pagando -indicaba, señalando con su hocico a Kate.
-Pero aunque no podamos evolucionar, atraparemos a ese ladrón y lo pagará caro -interrumpió su tamer, sonriendo a Yoko.
Pero la situación no era tan idílica ni simple para Kate, atrapada en aquel viscoso abrazo, poco a poco se iba quedando sin aire. Ignorando el comentario ofensivo de la pelirroja, en Numemon seguía emanando aquella peste directamente a la pobre digimon, que sin embargo sacó fuerzas de flaquezas para realizar un último ataque, y de sus ojos llorosos irradió una intensa luz que cortó el aire transformado en un fugaz resplandor que, literalmente, fue lo último que vio aquel digimon.
Aquel haz seccionó el tentáculo que conectaba el ojo con el resto de su cuerpo. Una vez en el suelo, este pequeño apéndice reptó un poco, como queriendo volver al cuerpo principal, pero apenas se acercó.
Gritando de dolor, aquella babosa por fin soltó a Kate, intentando llevar sus pequeños brazos a la zona dañada, de la que aún salía humo de la reciente quemadura. Entre gimoteos y lloriqueos, se arrastró hacia el agua y saltó.
-¡Ya veréis cuando avise a los demás, os vais a enterar! ¡Pagaréis lo de mi ojito, vándalos, gamberros, desaprensivos! -moviendo su puñito amenazadoramente, se percató luego de otro detalle- Un momento, el campamento está a contracorriente...
Y con cara de lelo se alejó, empujado por el caudal, y con una expresión petrificada ante el fallo de su improvisado plan. Una vez su cuerpo se perdió en el horizonte, Ichabod rebuscó en su poncho, sacando esta vez un curioso tallo que ofreció a Kate.
-Mastícalo y contén la respiración, te ayudará con las náuseas. Luego intenta respirar poco a poco, no a bocanadas. El ambiente no ayuda, así que cálmate, ya has ganado. Eres una campeona, ¿verdad?
-Bueno, si no se hubiera abalanzado de buenas a primeras, podríamos haberlo eliminado con ataques a distancia... -indicaba su digimon- Supongo que tiene mérito, pero ha sido en parte suerte.
Tras esto, ante ellos se extendía un amplio pasillo oscuro con la amenaza de más Numemons. Deberían pensar una forma de atravesar aquel sitio
Nota: Ya que estaban abrazados, apuntar a la boca no era una opción, pero sí al ojo, de ahí la resolución.
Nota: Lo prometido es deuda, tras el combate, ya sea por el mal olor, la adrenaliza o las hierbas, Kate puede moverse de un modo más normal (si bien ciertamente ha acabado herida en esta contienda).
Nota: Hay varias soluciones para este pequeño puzzle. Tienes un intento (el siguiente post), luego Ichabod dirá qué le parece y podrás rectificar una vez. Luego ya la terrible conclusión de este tramo. ¿Deberás toparte con más Numemons? ¿Cómo reaccionará Kate al enfrentamiento de varias de estas babosas? Suerte.
-Pero aunque no podamos evolucionar, atraparemos a ese ladrón y lo pagará caro -interrumpió su tamer, sonriendo a Yoko.
Pero la situación no era tan idílica ni simple para Kate, atrapada en aquel viscoso abrazo, poco a poco se iba quedando sin aire. Ignorando el comentario ofensivo de la pelirroja, en Numemon seguía emanando aquella peste directamente a la pobre digimon, que sin embargo sacó fuerzas de flaquezas para realizar un último ataque, y de sus ojos llorosos irradió una intensa luz que cortó el aire transformado en un fugaz resplandor que, literalmente, fue lo último que vio aquel digimon.
Aquel haz seccionó el tentáculo que conectaba el ojo con el resto de su cuerpo. Una vez en el suelo, este pequeño apéndice reptó un poco, como queriendo volver al cuerpo principal, pero apenas se acercó.
Gritando de dolor, aquella babosa por fin soltó a Kate, intentando llevar sus pequeños brazos a la zona dañada, de la que aún salía humo de la reciente quemadura. Entre gimoteos y lloriqueos, se arrastró hacia el agua y saltó.
-¡Ya veréis cuando avise a los demás, os vais a enterar! ¡Pagaréis lo de mi ojito, vándalos, gamberros, desaprensivos! -moviendo su puñito amenazadoramente, se percató luego de otro detalle- Un momento, el campamento está a contracorriente...
Y con cara de lelo se alejó, empujado por el caudal, y con una expresión petrificada ante el fallo de su improvisado plan. Una vez su cuerpo se perdió en el horizonte, Ichabod rebuscó en su poncho, sacando esta vez un curioso tallo que ofreció a Kate.
-Mastícalo y contén la respiración, te ayudará con las náuseas. Luego intenta respirar poco a poco, no a bocanadas. El ambiente no ayuda, así que cálmate, ya has ganado. Eres una campeona, ¿verdad?
-Bueno, si no se hubiera abalanzado de buenas a primeras, podríamos haberlo eliminado con ataques a distancia... -indicaba su digimon- Supongo que tiene mérito, pero ha sido en parte suerte.
Tras esto, ante ellos se extendía un amplio pasillo oscuro con la amenaza de más Numemons. Deberían pensar una forma de atravesar aquel sitio
Nota: Ya que estaban abrazados, apuntar a la boca no era una opción, pero sí al ojo, de ahí la resolución.
Nota: Lo prometido es deuda, tras el combate, ya sea por el mal olor, la adrenaliza o las hierbas, Kate puede moverse de un modo más normal (si bien ciertamente ha acabado herida en esta contienda).
Nota: Hay varias soluciones para este pequeño puzzle. Tienes un intento (el siguiente post), luego Ichabod dirá qué le parece y podrás rectificar una vez. Luego ya la terrible conclusión de este tramo. ¿Deberás toparte con más Numemons? ¿Cómo reaccionará Kate al enfrentamiento de varias de estas babosas? Suerte.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
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Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
El ataque desesperado de Kate dañó con éxito uno de los ojos de aquél asqueroso Digimon babosa... Menos mal, creí que mi compañera perdería contra ese molusco de color verde. Después de comprobar que su ojo estaba realmente dañado, tanto que se había caído al suelo y ahora era un Digimon tuerto, el Numemon se deslizó rápidamente hacia la marea de aguas estancadas y residuos orgánicos que formaban los canales del complejo de alcantarillado construido bajo la ciudadela. Mientras se alejaba, dejándose arrastrar por la corriente, el Digimon babosa comenzó a soltar maldiciones, promesas e insultos, a las que yo le contesté:
¿Nosotros somos los bárbaros? Si ni siquiera nos has dado tiempo a explicarnos y comenzaste a amenazarnos y atacarnos...- me quejé, exhalando después un corto pero firme "tsk", volviendo mi vista a mi querida compañera que era atendida por Ichabod, quien le estaba dando una medicina e instrucciones para librarse del daño que el Numemon le había ocasionado a su sistema respiratorio. La felina Digimon comenzó a masticar lentamente el tallo, aguantando la respiración hasta que no pudo más y volviendo a respirar suavemente, sin necesidad de forzar sus fosas nasales y sin aspirar una gran cantidad de aire, únicamente la necesaria.
Gracias Ichabod...- dijo Kate recuperándose poco a poco de sus magulladuras y notando cómo su propio sistema respiratorio mejoraba por momentos gracias a la medicina que le había proporcionado el Tamer médico- por lo menos hay alguien que hace algo... Gracias por nada- susurró de tal forma Kate que sólo pudo oírlo ella misma, pero sé lo que estaba pensando con la mirada que le dirigió a Kudamon, después del comentario de éste. Estaba claro que, después de este combate, Kate no sentía mucha simpatía hacia el Digimon serpentíneo, pero seguramente no dijera nada, por si necesitabamos su ayuda. Kate era un Digimon muy orgulloso y era bastante dura con auqellas personas o Digimons que no le cayeran especialmente bien... Espero poder controlarla un poco mientras sigamos buscando al falsificador. Pero podía notar a simple vista que ya estaba harta de recibir tantos golpes, primero de Gazimon y, después, de Numemon. Había pasado demasiado tiempo con ella como para que no lo notase. Intenté cambiar de tema antes de que Kate saltara a la mínima y atacase al Kudamon, aunque fuese verbalmente.
Ha dicho que el campamento está a contracorriente ¿no? Hmmm- dije, repitiendo las últimas palabras del Numemon antes de que le perdiésemos de vista, observando que la dirección que habíamos elegido era la misma que nos llevaría hacia el campamento de los Numemon- Creo que debemos rectificar en nuestra decisión. Honestamente, si lo que dice Numemon es cierto, no creo que el falsificador de las DigiArmaduras se haya dirigido hacia una zona próxima al campamento base de esas babosas, no al menos si conoce los túneles y si quiere evitar ser detectado... Creo que deberíamos retroceder en nuestros pasos y continuar nuestro camino a la par que seguimos la corriente en la dirección contraria
Lo que tengo claro es que cuanto más lejos este de esas asquerosas babosas, mejor para mí. Como tenga que volver a enfrentarme a ellas, voy a estallar en una bomba de excrementos. Quiero llegar a casa y lavarme de una buena vez. Cuanto antes atrapemos a ese timador, mejor. Pero le pienso hacer beber de ese agua putrefacta, porque por su culpa estoy hecha unos zorros- dijo sin ningún tipo de miramientos y con su cara asqueada mientras intentaba limpiarse lo mejor que podía los restos de la pringue-excremento que le había lanzado anteriormente su enemigo.
¿Nosotros somos los bárbaros? Si ni siquiera nos has dado tiempo a explicarnos y comenzaste a amenazarnos y atacarnos...- me quejé, exhalando después un corto pero firme "tsk", volviendo mi vista a mi querida compañera que era atendida por Ichabod, quien le estaba dando una medicina e instrucciones para librarse del daño que el Numemon le había ocasionado a su sistema respiratorio. La felina Digimon comenzó a masticar lentamente el tallo, aguantando la respiración hasta que no pudo más y volviendo a respirar suavemente, sin necesidad de forzar sus fosas nasales y sin aspirar una gran cantidad de aire, únicamente la necesaria.
Gracias Ichabod...- dijo Kate recuperándose poco a poco de sus magulladuras y notando cómo su propio sistema respiratorio mejoraba por momentos gracias a la medicina que le había proporcionado el Tamer médico- por lo menos hay alguien que hace algo... Gracias por nada- susurró de tal forma Kate que sólo pudo oírlo ella misma, pero sé lo que estaba pensando con la mirada que le dirigió a Kudamon, después del comentario de éste. Estaba claro que, después de este combate, Kate no sentía mucha simpatía hacia el Digimon serpentíneo, pero seguramente no dijera nada, por si necesitabamos su ayuda. Kate era un Digimon muy orgulloso y era bastante dura con auqellas personas o Digimons que no le cayeran especialmente bien... Espero poder controlarla un poco mientras sigamos buscando al falsificador. Pero podía notar a simple vista que ya estaba harta de recibir tantos golpes, primero de Gazimon y, después, de Numemon. Había pasado demasiado tiempo con ella como para que no lo notase. Intenté cambiar de tema antes de que Kate saltara a la mínima y atacase al Kudamon, aunque fuese verbalmente.
Ha dicho que el campamento está a contracorriente ¿no? Hmmm- dije, repitiendo las últimas palabras del Numemon antes de que le perdiésemos de vista, observando que la dirección que habíamos elegido era la misma que nos llevaría hacia el campamento de los Numemon- Creo que debemos rectificar en nuestra decisión. Honestamente, si lo que dice Numemon es cierto, no creo que el falsificador de las DigiArmaduras se haya dirigido hacia una zona próxima al campamento base de esas babosas, no al menos si conoce los túneles y si quiere evitar ser detectado... Creo que deberíamos retroceder en nuestros pasos y continuar nuestro camino a la par que seguimos la corriente en la dirección contraria
Lo que tengo claro es que cuanto más lejos este de esas asquerosas babosas, mejor para mí. Como tenga que volver a enfrentarme a ellas, voy a estallar en una bomba de excrementos. Quiero llegar a casa y lavarme de una buena vez. Cuanto antes atrapemos a ese timador, mejor. Pero le pienso hacer beber de ese agua putrefacta, porque por su culpa estoy hecha unos zorros- dijo sin ningún tipo de miramientos y con su cara asqueada mientras intentaba limpiarse lo mejor que podía los restos de la pringue-excremento que le había lanzado anteriormente su enemigo.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
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Kate Littner (Gatomon)
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Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Nota: Regresar atrás no es una opción viable, pues sería revertir el curso de la misión a un punto anterior.
Ichabod miraba a Yoko con un gesto de disconformismo claro. Su ceja arqueada, la posición de su boca, y un leve tintineo en su cabeza que se mecía suavemente en una negación incosnciente vaticinaba ya lo que, sin duda, estaba a punto de decir.
-¿Volver atrás? Me temo que no, señorita -parecía como si le molestara tener que decir esto-. No estamos seguros de por dónde ha ido, y si perdemos tiempo retrocediendo sin duda, e independientemente de la ruta que eligiera, lo perderemos. Nos saca una pequeña ventaja, y si dudamos sin duda lo perderemos. Antes dedujo que lo más lógico era ir a contracorriente, ¿no? Pues no es momento de echarse atrás.
Durante unos segundos, su mirada se mantenía fija en la de Yoko, y aunque no dijera más era palpable un creciente enfado por aquella decisión. Sin saber muy bien por qué, Ichabod había abandonado su carácter afable y estaba ahora juzgando crudamente el plan propuesto por la pelirroja.
-Eeeeeh... Yo creo que deberíamos seguir -decía tímidamente el digimon pálido- Si retrocedemos lo único seguro es que nos toparemos de nuevo con ese Numemon, ¿no?
-Bueno -empezaba su tamer-, más adelante estarán en grupo, pero eso es un riesgo que el timador debe haber tomado en cuenta. El Numemon que nos topamos, si estaba haciendo esta misma ronda, debería haberlo visto -hizo una pausa para pensar-. O tiene algún método para evadirlos o, simplemente, tiene un maldito salvoconducto.
-B-bueno, pero discutiendo aquí es obvio que se va a escapar. Tal vez deberíamos...
-Pensar una forma de avanzar sin llamar la atención de los guardas. El plan más estúpido sería, por ejemplo, cruzar a nado la zona, pero queda descartado. Aún así, eso significaría avanzar, por lo que llegaríamos a algún lado... En fin, ahora soy yo quien retrasa al grupo. Así que di, ¿alguna idea para poder AVANZAR?
Su compañero digital estaba ciertamente agitado por la forma en que reaccionaba Ichabod, moviéndose nerviosamente por sus hombros y cuello. Sus pequeñas manos intentaban buscar alguna solución al problema, señalando varias zonas. El agua, en primer lugar, pero luego apuntó al techo del túnel y una serie de antorchas que, adosadas al muro, aportaban una tenue iluminación en la zona.
La paciencia de Ichabod se había gastado ante la propuesta de Yoko, por lo que ahora debía pensar un plan para avanzar evadiendo a los guardas, y solo le restaba una oportunidad.
Ichabod miraba a Yoko con un gesto de disconformismo claro. Su ceja arqueada, la posición de su boca, y un leve tintineo en su cabeza que se mecía suavemente en una negación incosnciente vaticinaba ya lo que, sin duda, estaba a punto de decir.
-¿Volver atrás? Me temo que no, señorita -parecía como si le molestara tener que decir esto-. No estamos seguros de por dónde ha ido, y si perdemos tiempo retrocediendo sin duda, e independientemente de la ruta que eligiera, lo perderemos. Nos saca una pequeña ventaja, y si dudamos sin duda lo perderemos. Antes dedujo que lo más lógico era ir a contracorriente, ¿no? Pues no es momento de echarse atrás.
Durante unos segundos, su mirada se mantenía fija en la de Yoko, y aunque no dijera más era palpable un creciente enfado por aquella decisión. Sin saber muy bien por qué, Ichabod había abandonado su carácter afable y estaba ahora juzgando crudamente el plan propuesto por la pelirroja.
-Eeeeeh... Yo creo que deberíamos seguir -decía tímidamente el digimon pálido- Si retrocedemos lo único seguro es que nos toparemos de nuevo con ese Numemon, ¿no?
-Bueno -empezaba su tamer-, más adelante estarán en grupo, pero eso es un riesgo que el timador debe haber tomado en cuenta. El Numemon que nos topamos, si estaba haciendo esta misma ronda, debería haberlo visto -hizo una pausa para pensar-. O tiene algún método para evadirlos o, simplemente, tiene un maldito salvoconducto.
-B-bueno, pero discutiendo aquí es obvio que se va a escapar. Tal vez deberíamos...
-Pensar una forma de avanzar sin llamar la atención de los guardas. El plan más estúpido sería, por ejemplo, cruzar a nado la zona, pero queda descartado. Aún así, eso significaría avanzar, por lo que llegaríamos a algún lado... En fin, ahora soy yo quien retrasa al grupo. Así que di, ¿alguna idea para poder AVANZAR?
Su compañero digital estaba ciertamente agitado por la forma en que reaccionaba Ichabod, moviéndose nerviosamente por sus hombros y cuello. Sus pequeñas manos intentaban buscar alguna solución al problema, señalando varias zonas. El agua, en primer lugar, pero luego apuntó al techo del túnel y una serie de antorchas que, adosadas al muro, aportaban una tenue iluminación en la zona.
La paciencia de Ichabod se había gastado ante la propuesta de Yoko, por lo que ahora debía pensar un plan para avanzar evadiendo a los guardas, y solo le restaba una oportunidad.
- Tamer
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Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Resoplé ante la contestación de Ichabod mientras aseguraba que mi cabello pelirrojo estaba bien recogido en la cola de caballo que tanto me caracterizaba.
Está bien está bien... Seguiremos a contracorriente, no te me enfades-- dije haciendo un gesto con mis manos mientras sonreía nerviosamente ante la pequeña bronca que me acababa de echar el hasta entonces amable Tamer. Mientras volvía a caminar hacia la dirección que habíamos tomado en un principio, intenté caminar con cautela. Seguramemte Kate no estuviese dispuesta a volver a pelear contra otro de los moluscos asquerosos esos... Y mucho menos contra un grupo de los mismos. Entonces, Ichabod y Kudamon sugirieron que debíamos realizar un plan para poder avanzar.
En este caso, estoy de acuerdo con ellos... Debemos tener un plan para poder seguir adelante y dar con el villano... Aunque, y eso que odio tener que decirlo, tengamos que pasar cerca de tantos Numemons- Kate se subió de un salto hacia mi hombro, procurando no molestarme mientras sujetaba el candil con firmeza.
Podríamos avanzar por la red de alcantarillado, cogiendo desviaciones que nos encontremos por el camino... Pero eso sería demasiado arriesgado, ya que no sabemos qué caminos podremos elegir y cuáles no, cuáles serán un atajo... O cuáles nos retrasarán y harán nuestro camino más largo... Por no hablar de los que nos conducirán a otra área o las que nos lleven hacia atrás...- entonces miré a Ichabod mientras se me "iluminaba una bombillita", es decir, que se me ocurrió una idea- A no ser que tengas un mapa que muestre el área de las alcantarillas al completo en ese bolsillo de Doraemon que tienes junto a todas tus medicinas ¿no?- dije señalando la bolsa que portaba el Tamer de Kudamon desde que le había conocido- al fin y al cabo, vosotros dos conocéis mucho más que nosotras esta zona... Otra opción sería infiltrarse en el campamento y robarles un mapa... Pero claro, no estamos seguros de que tengan mapas... - exhalé un profundo suspiro mientras me daba pequeños golpecitos en la cabeza, tratando de pensar en otra posible solución, mientras miraba al suelo y observaba varios fragmentos de pared caídos- bueno siempre podremos utilizar eso para despistar a los Numemons...- entonces, al mirar hacia la pared, observé las antorchas que estaban apostadas en la zona, mientras pensaba-¿Creeis que podremos incendiar algo? Me explico, si realizamos un pequeño incendio controlado, el olor a quemado atraerá a la mayor parte de los Numemons y, quién sabe si a algún Digimon guardia más. Por muy mal olor que genere el agua, ellos ya estarán acostumbrados... Pero no al fuego... Por esa misma razón, se verán atraídos hacia este lugar y, dado que esos Digimons viven en zonas oscuras y húmedas, les aterrará el fuego... Aunque no sabremos si huirán o si harán todo lo posible por apagarlo y continuar en su "mundo de oscuridad y humedad"... De cualquiera de las formas, tendremos mucha más facilidad y tendremos que preocuparnos menos por los Numemons, quienes seguramente estarán más ocupados en sobrevivir al fuego que en detener a cuatro "inocentes" viajeros que se han "perdido". Esa será la excusa que podremos dar si alguno de los Numemons, en un caso remoto, nos pregunta... Siempre que no aparezca el Numemon tuerto de antes. Y bien, ¿qué os parece el plan?- dije todo ello mientras me fijaba en que las antorchas podían ser extraídas de la base donde estaban puestas en la pared y miraba tanto a Ichabod como a Kudamon.
Está bien está bien... Seguiremos a contracorriente, no te me enfades-- dije haciendo un gesto con mis manos mientras sonreía nerviosamente ante la pequeña bronca que me acababa de echar el hasta entonces amable Tamer. Mientras volvía a caminar hacia la dirección que habíamos tomado en un principio, intenté caminar con cautela. Seguramemte Kate no estuviese dispuesta a volver a pelear contra otro de los moluscos asquerosos esos... Y mucho menos contra un grupo de los mismos. Entonces, Ichabod y Kudamon sugirieron que debíamos realizar un plan para poder avanzar.
En este caso, estoy de acuerdo con ellos... Debemos tener un plan para poder seguir adelante y dar con el villano... Aunque, y eso que odio tener que decirlo, tengamos que pasar cerca de tantos Numemons- Kate se subió de un salto hacia mi hombro, procurando no molestarme mientras sujetaba el candil con firmeza.
Podríamos avanzar por la red de alcantarillado, cogiendo desviaciones que nos encontremos por el camino... Pero eso sería demasiado arriesgado, ya que no sabemos qué caminos podremos elegir y cuáles no, cuáles serán un atajo... O cuáles nos retrasarán y harán nuestro camino más largo... Por no hablar de los que nos conducirán a otra área o las que nos lleven hacia atrás...- entonces miré a Ichabod mientras se me "iluminaba una bombillita", es decir, que se me ocurrió una idea- A no ser que tengas un mapa que muestre el área de las alcantarillas al completo en ese bolsillo de Doraemon que tienes junto a todas tus medicinas ¿no?- dije señalando la bolsa que portaba el Tamer de Kudamon desde que le había conocido- al fin y al cabo, vosotros dos conocéis mucho más que nosotras esta zona... Otra opción sería infiltrarse en el campamento y robarles un mapa... Pero claro, no estamos seguros de que tengan mapas... - exhalé un profundo suspiro mientras me daba pequeños golpecitos en la cabeza, tratando de pensar en otra posible solución, mientras miraba al suelo y observaba varios fragmentos de pared caídos- bueno siempre podremos utilizar eso para despistar a los Numemons...- entonces, al mirar hacia la pared, observé las antorchas que estaban apostadas en la zona, mientras pensaba-¿Creeis que podremos incendiar algo? Me explico, si realizamos un pequeño incendio controlado, el olor a quemado atraerá a la mayor parte de los Numemons y, quién sabe si a algún Digimon guardia más. Por muy mal olor que genere el agua, ellos ya estarán acostumbrados... Pero no al fuego... Por esa misma razón, se verán atraídos hacia este lugar y, dado que esos Digimons viven en zonas oscuras y húmedas, les aterrará el fuego... Aunque no sabremos si huirán o si harán todo lo posible por apagarlo y continuar en su "mundo de oscuridad y humedad"... De cualquiera de las formas, tendremos mucha más facilidad y tendremos que preocuparnos menos por los Numemons, quienes seguramente estarán más ocupados en sobrevivir al fuego que en detener a cuatro "inocentes" viajeros que se han "perdido". Esa será la excusa que podremos dar si alguno de los Numemons, en un caso remoto, nos pregunta... Siempre que no aparezca el Numemon tuerto de antes. Y bien, ¿qué os parece el plan?- dije todo ello mientras me fijaba en que las antorchas podían ser extraídas de la base donde estaban puestas en la pared y miraba tanto a Ichabod como a Kudamon.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
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Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
-Si esta zona es restringida... ¿Como vamos a tener un mapa? Sí tengo de la ciudad y los sectores, pero es imposible saber la correspondencia de estos con los túneles que estamos recorriendo -Ichabod se rascó nerviosamente el pelo unos instantes-. Sé que hay digimons que pueden usar habilidades de rastreo, pero dudo que tu digimon quiera olisquear esta zona -tras oír lo del fuego-. En un ambiente tan húmedo el fuego no podrá ganar potencia. Sí, hay antorchas, pero seguramente usen aceite o grasa. Si prendemos fuego a una tela o algo, cuando se consuma la tela finalizarán las llamas. Para que el olor llenara toda la zona necesitaríamos una GRAN cantidad de materiales. No es una mala idea, pero no puede llevarse a cabo... Y la excusa es inviable, te repito que esto es una zona restringida. Incluso lo de buscar un mapa de la zona apenas nos serviría a no ser que encontremos por dónde ha ido nuestro ladrón particular.
-Con solo negativas no vamos a llegar a nada...-recalcaba su digimon- Algo debe servir, ¿no?
-Bueno... Si hacemos un pequeño fuego podríamos avivarlo con mi poncho. Me refiero, hacer que el humo se extienda por el túnel. Al no propagarse por todo el lugar les llegaría y pensarían que es fuego... Pero seguiríamos necesitando algo que pudiera prender fácilmente...
-¿Y qué hacemos cuando vengan? Si nos quedamos aquí provocando el fuego nos pillarán, y simplemente nos superan en número -protestaba Kudamon-. Podemos provocar la distracción, pero, ¿luego qué?
-Bueno, estarán todos aquí, así que solo dejan dos opciones: o pelear o evadirlos. Ahora, esa es la teoría, para la práctica necesitaríamos alguna estrategia. Srta. Littner, ¿alguna idea?
Nota: En la zona hay dos elementos combustibles que servirían para generar el fuego. En caso de no deducir cuáles son, siempre puede usarse la ropa, con la obviedad de que esta acabaría destruida.
Nota 2: En caso de optar por esta estrategia se dispondrá de un post más para saber qué hacer con los Numemons (o cómo evadirlos). Lo mismo que antes, Yoko da su idea, Ichabod comenta y la resolución.
Anexo: Ya que ambos hablan con el mismo color, para facilitar la lectura se separarán sus diálogos cuando coincidan.
-Con solo negativas no vamos a llegar a nada...-recalcaba su digimon- Algo debe servir, ¿no?
-Bueno... Si hacemos un pequeño fuego podríamos avivarlo con mi poncho. Me refiero, hacer que el humo se extienda por el túnel. Al no propagarse por todo el lugar les llegaría y pensarían que es fuego... Pero seguiríamos necesitando algo que pudiera prender fácilmente...
-¿Y qué hacemos cuando vengan? Si nos quedamos aquí provocando el fuego nos pillarán, y simplemente nos superan en número -protestaba Kudamon-. Podemos provocar la distracción, pero, ¿luego qué?
-Bueno, estarán todos aquí, así que solo dejan dos opciones: o pelear o evadirlos. Ahora, esa es la teoría, para la práctica necesitaríamos alguna estrategia. Srta. Littner, ¿alguna idea?
Nota: En la zona hay dos elementos combustibles que servirían para generar el fuego. En caso de no deducir cuáles son, siempre puede usarse la ropa, con la obviedad de que esta acabaría destruida.
Nota 2: En caso de optar por esta estrategia se dispondrá de un post más para saber qué hacer con los Numemons (o cómo evadirlos). Lo mismo que antes, Yoko da su idea, Ichabod comenta y la resolución.
Anexo: Ya que ambos hablan con el mismo color, para facilitar la lectura se separarán sus diálogos cuando coincidan.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
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Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
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Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
¿Quién sabe? Igual tienes tus contactos en el mercado negro...- mencioné con una pequeña sonrisita, dando a entender que estaba de broma con esa frase mientras atendía a las palabras de Ichabod.
La cuestión es que en esa zona tan húmeda, era difícil prender una gran cantidad de fuego puesto que no se podía extender. Me golpeaba la punta de la nariz con mi dedo índice tratando de pensar en posibles soluciones. Volví a mirar las antorchas y, más tarde, miré en la bolsa que servía de kit de primeros auxilios del Tamer que tenía a su serpentíneo colega sobre uno de sus hombros, chasqueando los dedos después.
Tengo otra idea. Debemos asegurarnos de si podemos sacar las antorchas de los soportes en los que están enganchadas- dije señalando los soportes metálicos con ranuras que se solían incrustar en las paredes para, así, colocar antorchas en las paredes e iluminar ciertas zonas- no quiero que te deshagas de ello, de hecho, puede ser una estupidez, pero... - dije intentando aclararme la garganta, mientras señalaba a la bolsa de Ichabod con uno de mis dedos índices- ¿Tienes algún medicamento inflamable? Quizás podamos avivar las llamas con algún medicamento que tenga como ingredientes grasa de algún animal o planta o cosas por el estilo... No sé mucho de medicamentos, por eso te pregunto a ti Ichabod. Es una opción- dije mientras Kate llamaba mi atención con una de sus garras que rozaban mi piel con suavidad.
Puede funcionar pero, ¿para qué quieres más de una antorcha? Con una nos vale ¿no?- preguntó mi compañera felina mientras señalaba momentos después las distintas antorchas que se encontraban alrededor de nuestra zona.
Se me ha ocurrido que podemos utilizar más de una antorcha para que el fuego dure más y la fogata sea más visible... Después de todo, las antorchas están parecen estar hechas de una madera que aguanta bien el fuego para alargar la vida de la luz artificial. Además, si quitamos las antorchas de las distintas zonas desde donde pueden venir los vigilantes, los Numemons que se vean atraídos hacia aquí, permanecerán a oscuras... Si también quitamos algunas de las antorchas de la zona donde nos escondamos nosotros... Quizás hasta podamos pasar desapercibidos sin que nos puedan ver... Y tratando de no hacer ruido, claro.- dije mientras miraba a mis compañeros, preguntandoles con la mirada si les parecía buena idea- En cuanto a lo de atraerles aquí... Podemos utilizar uno de los perfumes que me han dado anteriormente en el bazar. Es una muestra gratis, no sé si podremos extender mucho el olor, o si acaso será perceptible... - dije sacando un diminuto frasco transparente con un tapón rosa y, en su interior, un líquido de color rosa claro. El frasco no era más largo que un dedo corazón y tampoco sería más grueso que una goma de borrar... Pero quizá funcionase
¿Y no me diste eso para evitar oler a Numemon...?- preguntó Kate mientras miraba con recelo el pequelo frasco que había sacado.
Si te lo hubiese echado, los Numemon nos habrían detectado antes y tendríamos problemas... Además, podemos sacar provecho de que aún hueles mal debido a tu combate contra Numemon para pasar desapercibidos si les nublamos la visión sobre nosotros- dije intentando sacarle provecho a la situación mientras miraba el candil con el que portabamos nosotros mismos la luz- También deberemos apagar el candil si queremos pasar desapercibidos, al menos hasta que nos hayamos alejado de los Numemon lo suficiente.
La cuestión es que en esa zona tan húmeda, era difícil prender una gran cantidad de fuego puesto que no se podía extender. Me golpeaba la punta de la nariz con mi dedo índice tratando de pensar en posibles soluciones. Volví a mirar las antorchas y, más tarde, miré en la bolsa que servía de kit de primeros auxilios del Tamer que tenía a su serpentíneo colega sobre uno de sus hombros, chasqueando los dedos después.
Tengo otra idea. Debemos asegurarnos de si podemos sacar las antorchas de los soportes en los que están enganchadas- dije señalando los soportes metálicos con ranuras que se solían incrustar en las paredes para, así, colocar antorchas en las paredes e iluminar ciertas zonas- no quiero que te deshagas de ello, de hecho, puede ser una estupidez, pero... - dije intentando aclararme la garganta, mientras señalaba a la bolsa de Ichabod con uno de mis dedos índices- ¿Tienes algún medicamento inflamable? Quizás podamos avivar las llamas con algún medicamento que tenga como ingredientes grasa de algún animal o planta o cosas por el estilo... No sé mucho de medicamentos, por eso te pregunto a ti Ichabod. Es una opción- dije mientras Kate llamaba mi atención con una de sus garras que rozaban mi piel con suavidad.
Puede funcionar pero, ¿para qué quieres más de una antorcha? Con una nos vale ¿no?- preguntó mi compañera felina mientras señalaba momentos después las distintas antorchas que se encontraban alrededor de nuestra zona.
Se me ha ocurrido que podemos utilizar más de una antorcha para que el fuego dure más y la fogata sea más visible... Después de todo, las antorchas están parecen estar hechas de una madera que aguanta bien el fuego para alargar la vida de la luz artificial. Además, si quitamos las antorchas de las distintas zonas desde donde pueden venir los vigilantes, los Numemons que se vean atraídos hacia aquí, permanecerán a oscuras... Si también quitamos algunas de las antorchas de la zona donde nos escondamos nosotros... Quizás hasta podamos pasar desapercibidos sin que nos puedan ver... Y tratando de no hacer ruido, claro.- dije mientras miraba a mis compañeros, preguntandoles con la mirada si les parecía buena idea- En cuanto a lo de atraerles aquí... Podemos utilizar uno de los perfumes que me han dado anteriormente en el bazar. Es una muestra gratis, no sé si podremos extender mucho el olor, o si acaso será perceptible... - dije sacando un diminuto frasco transparente con un tapón rosa y, en su interior, un líquido de color rosa claro. El frasco no era más largo que un dedo corazón y tampoco sería más grueso que una goma de borrar... Pero quizá funcionase
¿Y no me diste eso para evitar oler a Numemon...?- preguntó Kate mientras miraba con recelo el pequelo frasco que había sacado.
Si te lo hubiese echado, los Numemon nos habrían detectado antes y tendríamos problemas... Además, podemos sacar provecho de que aún hueles mal debido a tu combate contra Numemon para pasar desapercibidos si les nublamos la visión sobre nosotros- dije intentando sacarle provecho a la situación mientras miraba el candil con el que portabamos nosotros mismos la luz- También deberemos apagar el candil si queremos pasar desapercibidos, al menos hasta que nos hayamos alejado de los Numemon lo suficiente.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
-¡Por supuesto que no los tengo! ¡La ciudad entera es ya un mercado! ¿¡Para qué necesitaría recurrir a un...!?-viendo que se trataba de una broma, Ichabod suspiró y se tranquilizó- Ja-ja, muy graciosa... -tras esto escuchó lo que le tenía que decir acerca de las antorchas-. Sí, tengo una pomada de hierbas bastante grasa. Principalmente sirve para hidratar y su constitución es aceitosa. Creo que servirá para lo que pretendes.
Mientras el tamer sacaba el recipiente donde la guardaba, su compañero ya recorría la pared reptando por la superficie, aprovechando la longitud de su cuerpo para costringir varias antorchas, las cuales retiró de sus soportes metálicos, pues, por suerte, no eran fijas. Eran leños envueltos en telas y prendidos, probablemente impregnados en alguna base inflamable, ya fuera sebo, aceite... O, Yggdrassil no lo quisiera, untado en excrementos.
Kudamon iba apilando las antorchas, y si bien la luz se iba acumulando en dicha zona, el pasillo se iba tiñendo de una inquietante oscuridad. De hecho, que se opacara el sentido de la vista agudizaba el olfato, para desgracia de los presentes.
-Me temo que ese frascito poco va ha poder disimular. Es como intentar apagar un incendio con un vasito de agua. Además, el olor del humo y de los residuos se mezclarán y, bueno, eclipsaran por completo tu perfume. También decirte que Numemon es un digimon que no destaca por su olfato. De hecho es una babosa, creo que no tiene ni nariz. Pero habiendo colocado ya este cebo, y mientras comienzan a venir, ¿alguna idea de cómo evadirlos en la oscuridad? Nosotros tampoco veremos, y el chocarnos contra uno solo nos dejarían expuestos al peligro. No tenemos esa constitución tan...
-¿Asquerosa? -dijo tímidamente su digimon, que seguía trayendo antorchas en viajes cada vez más largos.
-Yo iba a decir “gelatinosa”, pero sí, supongo que sí. Solo nos queda aclarar ese punto, y podremos movernos por los pasillos prácticamente sin miedo a una emboscada -el humano meditó unos instantes-. La pelea no ocasionó unos destrozos tales como para poder escondernos en un hoyo o algo, y no sabemos si las paredes se romperían si las atacamos. Esa idea se descarta por el hecho de que haríamos ruido, y si bien hemos anulado su vista, nos detectarían enseguida.
-Quisiera dejar constancia de que me niego a ocultarnos en el agua -dijo su digimon, estremeciéndose-. Solo de pensarlo me siento morir... ¿Hay alguna otra posibilidad? Más que "escondernos" sería un modo de "movernos en la oscuridad", ¿no? Porque si hemos quitado las antorchas ellos solo van a ver sombras...
-Sí, a no ser que fuéramos tan tontos de quedarnos al lado de la hoguera, así nos verían claramente.
Mientras el tamer explicaba a su digimon la ventaja de haber agrupado toda la lumbre en una zona, Yoko debía pensar cómo moverse por el pasillo. En circunstancias normales, el olor de los Numemons los delataría, pero toda la zona olía así, por lo que guiarse por el olfato sería dificultoso.
Nota: Efectivamente Ichabod poseía un material prendible, pero el aceite del candil, así como la propia caca de Numemon, hubieran servido igualmente. El olor no es un problema, pues ciertamente todo el espacio huele mal.
Mientras el tamer sacaba el recipiente donde la guardaba, su compañero ya recorría la pared reptando por la superficie, aprovechando la longitud de su cuerpo para costringir varias antorchas, las cuales retiró de sus soportes metálicos, pues, por suerte, no eran fijas. Eran leños envueltos en telas y prendidos, probablemente impregnados en alguna base inflamable, ya fuera sebo, aceite... O, Yggdrassil no lo quisiera, untado en excrementos.
Kudamon iba apilando las antorchas, y si bien la luz se iba acumulando en dicha zona, el pasillo se iba tiñendo de una inquietante oscuridad. De hecho, que se opacara el sentido de la vista agudizaba el olfato, para desgracia de los presentes.
-Me temo que ese frascito poco va ha poder disimular. Es como intentar apagar un incendio con un vasito de agua. Además, el olor del humo y de los residuos se mezclarán y, bueno, eclipsaran por completo tu perfume. También decirte que Numemon es un digimon que no destaca por su olfato. De hecho es una babosa, creo que no tiene ni nariz. Pero habiendo colocado ya este cebo, y mientras comienzan a venir, ¿alguna idea de cómo evadirlos en la oscuridad? Nosotros tampoco veremos, y el chocarnos contra uno solo nos dejarían expuestos al peligro. No tenemos esa constitución tan...
-¿Asquerosa? -dijo tímidamente su digimon, que seguía trayendo antorchas en viajes cada vez más largos.
-Yo iba a decir “gelatinosa”, pero sí, supongo que sí. Solo nos queda aclarar ese punto, y podremos movernos por los pasillos prácticamente sin miedo a una emboscada -el humano meditó unos instantes-. La pelea no ocasionó unos destrozos tales como para poder escondernos en un hoyo o algo, y no sabemos si las paredes se romperían si las atacamos. Esa idea se descarta por el hecho de que haríamos ruido, y si bien hemos anulado su vista, nos detectarían enseguida.
-Quisiera dejar constancia de que me niego a ocultarnos en el agua -dijo su digimon, estremeciéndose-. Solo de pensarlo me siento morir... ¿Hay alguna otra posibilidad? Más que "escondernos" sería un modo de "movernos en la oscuridad", ¿no? Porque si hemos quitado las antorchas ellos solo van a ver sombras...
-Sí, a no ser que fuéramos tan tontos de quedarnos al lado de la hoguera, así nos verían claramente.
Mientras el tamer explicaba a su digimon la ventaja de haber agrupado toda la lumbre en una zona, Yoko debía pensar cómo moverse por el pasillo. En circunstancias normales, el olor de los Numemons los delataría, pero toda la zona olía así, por lo que guiarse por el olfato sería dificultoso.
Nota: Efectivamente Ichabod poseía un material prendible, pero el aceite del candil, así como la propia caca de Numemon, hubieran servido igualmente. El olor no es un problema, pues ciertamente todo el espacio huele mal.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Una divertida y traviesa sonrisa se dibujó en mi rostro nada más ver a Ichabod caer en mi pequeña broma. Mientras Ichabod y Kudamon se encargaban de recoger las antorchas, asi como de preparar la pomada de hierbas grasa que había mencionado previamente el aspirante a doctor, yo supervisaba la operación "Distracción a las babosas".
A medida que las antorchas iban siendo extraídas y, por ende, la oscuridad se apoderaba de la zona donde éstas se encontraban previamente, llegué a la conclusión de que en esas zonas, dependeríamos más de los sentidos del olfato o del oído antes que del sentido de la vista. Aunque, claro está, nuestra vista, aunque limitada, acabaría adaptándose a la oscuridad. Entonces, Ichabod comentó que dudaba que el diminuto frasquito que yo había sacado previamente y que contenía la muestra del perfume que había recibido anteriormente pudiese hacer algo para llamar la atención de los Numemons, debido a la poca cantidad de materia líquida, por así decirlo, que poseía. Además, aunque el olfato se agudizase en la oscuridad... Siendo sincera, no oleríamos a otra cosa que a caca, aguas fecales y, por supuesto, a los Numemons. Por lo que deberíamos ser más inteligentes que ellos.
Entonces, salió el tema de cómo podríamos evadirlos en la oscuridad. Ya había pensado vagamente en ello, pero el frasquito de perfume me dio la idea. Aunque, claramente, estaba a favor de los deseos de Kudamon de no meternos en el agua.
En el caso de que encontremos una puerta o una especie de pasillo, podemos ocultarnos en él. Si no estoy equivocada, al menos en el Mundo Real, cada poco tiempo hay una puerta o un conducto que nos sirve como salida del alcantarillado. Podemos cruzar esa puerta y ocultarnos ahí, dejándola entreabierta... Ni siquiera se darán cuenta de que estamos ahí. Entonces usaremos esto- dije enseñando de nuevo la pequeña botellita con perfume que se encontraba entre mis finos y largos dedos mientras sonreía
Pero, Ichabod ya te ha dicho que no servirá de mucho el perfume. Estoy con él, probablemente no tengan ni siquiera olfato- mencionó Kate mientras señalaba con una de sus zarpas hacia la botellita que poseía yo.
Pero fíjate de qué está hecho el "envoltorio", el frasco. De cristal. O por lo menos de un material bastante similar. Estoy segura que si lo tiramos contra el suelo, se rompe en mil pedazos. Y hemos podido deducir una cosa de nuestro combate contra Numemon... Tienen sentido del oído. Desconozco si es bueno o malo, pero me apuesto lo que sea a que si lo lanzamos justo en la dirección opuesta a la que queremos avanzar, los Numemons que estén cerca de nosotros irán a averiguar cuál es el origen del ruido, además que buscarán como locos a los causantes de la fogata que estamos haciendo. Y creo que, su cerebro funciona de tal forma que relacionarán el ruido del frasco rompiendose con el origen del fuego, por lo que se dirigirán hacia la dirección opuesta en la que nos encaminamos nosotros. Eso debería bastar para deshacernos de la gran mayoría de Numemons, luego tan sólo tendremos que salir por la puerta en la que nos hemos escondido y avanzar con cuidado. Si oímos arrastrarse algo, debemos intentar averiguar de dónde vienen esos movimientos y lanzar otro objeto que pueda quitarlos del camino... Eso o que Kudamon y Kate peguen algún fogonazo ocasional con sus objetos sagrados correspondientes mientras Ichabod y yo nos protejemos de la ceguera. Un ataque de luz repentino entre tanta oscuridad los cegará seguro y, si no hacemos ruido, podremos escabullirnos sin problemas. Pero eso sólamente lo utilizaremos si tropezamos con algún Numemon. Eso es lo que se me ha ocurrido- dije mientras le ofrecía el frasco con el perfume a Ichabod- ¿Harás tú los honores de tirar el frasco cuando sea el momento exacto? Ya sabes, cuando los Numemons estén reunidos alrededor de la fogata
A medida que las antorchas iban siendo extraídas y, por ende, la oscuridad se apoderaba de la zona donde éstas se encontraban previamente, llegué a la conclusión de que en esas zonas, dependeríamos más de los sentidos del olfato o del oído antes que del sentido de la vista. Aunque, claro está, nuestra vista, aunque limitada, acabaría adaptándose a la oscuridad. Entonces, Ichabod comentó que dudaba que el diminuto frasquito que yo había sacado previamente y que contenía la muestra del perfume que había recibido anteriormente pudiese hacer algo para llamar la atención de los Numemons, debido a la poca cantidad de materia líquida, por así decirlo, que poseía. Además, aunque el olfato se agudizase en la oscuridad... Siendo sincera, no oleríamos a otra cosa que a caca, aguas fecales y, por supuesto, a los Numemons. Por lo que deberíamos ser más inteligentes que ellos.
Entonces, salió el tema de cómo podríamos evadirlos en la oscuridad. Ya había pensado vagamente en ello, pero el frasquito de perfume me dio la idea. Aunque, claramente, estaba a favor de los deseos de Kudamon de no meternos en el agua.
En el caso de que encontremos una puerta o una especie de pasillo, podemos ocultarnos en él. Si no estoy equivocada, al menos en el Mundo Real, cada poco tiempo hay una puerta o un conducto que nos sirve como salida del alcantarillado. Podemos cruzar esa puerta y ocultarnos ahí, dejándola entreabierta... Ni siquiera se darán cuenta de que estamos ahí. Entonces usaremos esto- dije enseñando de nuevo la pequeña botellita con perfume que se encontraba entre mis finos y largos dedos mientras sonreía
Pero, Ichabod ya te ha dicho que no servirá de mucho el perfume. Estoy con él, probablemente no tengan ni siquiera olfato- mencionó Kate mientras señalaba con una de sus zarpas hacia la botellita que poseía yo.
Pero fíjate de qué está hecho el "envoltorio", el frasco. De cristal. O por lo menos de un material bastante similar. Estoy segura que si lo tiramos contra el suelo, se rompe en mil pedazos. Y hemos podido deducir una cosa de nuestro combate contra Numemon... Tienen sentido del oído. Desconozco si es bueno o malo, pero me apuesto lo que sea a que si lo lanzamos justo en la dirección opuesta a la que queremos avanzar, los Numemons que estén cerca de nosotros irán a averiguar cuál es el origen del ruido, además que buscarán como locos a los causantes de la fogata que estamos haciendo. Y creo que, su cerebro funciona de tal forma que relacionarán el ruido del frasco rompiendose con el origen del fuego, por lo que se dirigirán hacia la dirección opuesta en la que nos encaminamos nosotros. Eso debería bastar para deshacernos de la gran mayoría de Numemons, luego tan sólo tendremos que salir por la puerta en la que nos hemos escondido y avanzar con cuidado. Si oímos arrastrarse algo, debemos intentar averiguar de dónde vienen esos movimientos y lanzar otro objeto que pueda quitarlos del camino... Eso o que Kudamon y Kate peguen algún fogonazo ocasional con sus objetos sagrados correspondientes mientras Ichabod y yo nos protejemos de la ceguera. Un ataque de luz repentino entre tanta oscuridad los cegará seguro y, si no hacemos ruido, podremos escabullirnos sin problemas. Pero eso sólamente lo utilizaremos si tropezamos con algún Numemon. Eso es lo que se me ha ocurrido- dije mientras le ofrecía el frasco con el perfume a Ichabod- ¿Harás tú los honores de tirar el frasco cuando sea el momento exacto? Ya sabes, cuando los Numemons estén reunidos alrededor de la fogata
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :106Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :ArmaduraIcono :Rango y Unidad :Yoko Littner
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Kate Littner (Gatomon)
Rango: Soldado
División: Four Holy Best
Unidad/Sub-division: East Blue Dragons
Inventario :
Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Mientras se seguían apilando los leños para alimentar la improvisada fogata, Yoko explicaba qué hacer cuando empezaran a acudir aquellas babosas ante aquella fogata. Las llamas en mitad del oscuro pasillo podrían llamar la atención o ser ignorada, pero tras aplicar aquel sebo no cabía duda de que vendrían. Un amargo olor ocupó el espacio, similar al de las castañas al fuego, pero con una sensación ácida en la nariz que recordaba a la desagradable esencia del hollín. Era una fragancia tal que incluso opacaba la esencia fecal que hasta entonces habían estado respirando, sin poder saber qué situación era peor.
Iniciada pues la operación “Distracción a las babosas”, Yoko siguió exponiendo la segunda parte de la artimaña, que era la distracción una vez los Numemons estuvieran acudieran a el improvisado fuego. Mientras crepitaban las llamas, Ichabod cogió la mano de la muchacha y la llevó contra el muro.
-Aquí solo tenemos la pared, el techo y el canal, por lo que eso de esconderse en una “puerta” o “conducto” no es viable, ya que la sección en la que estamos es solo un camino en línea recta. Solo queda esta posibilidad o... El agua.
-¡Muro, por favor, muro!
-No hagas ruido, ahora mismo las sombras son lo único que nos guarece.
En esta posición, todos estaban espaldas a la pared alejados de los focos luminosos constituidos por la hoguera y la zona del pasillo iluminada por antorchas, quedando ellos en mitad del camino, una zona de sombras que daba una aparente seguridad. Poco a poco el olor y el sonido del fuego iban ganando formas, y el ruido comenzaba a ser eclipsado por algo que ya conocían: el eco de los Numemons deslizándose por el suelo.
Debían moverse entre ellos de un modo sigiloso y seguro. La trampa estaba funcionando, ya llegaban, pero surgía otro problema: debían sortear a los digimons moviéndose en la oscuridad, pudiendo evadir sus miradas, pero cómo podrían saber dónde colocar los pies. ¿Y si pisaban un Numemon? O peor aún, ¿y si caían al agua?
Nota: Por el plan, los Numemons no podrán veros en la zona, pero os pueden detectar de otros modos si la solución que encuentres al problema es llamativa. Piensa: es una zona donde no ves nada pero oyes a los Numemons, ¿alguna forma de sortearlos?
Iniciada pues la operación “Distracción a las babosas”, Yoko siguió exponiendo la segunda parte de la artimaña, que era la distracción una vez los Numemons estuvieran acudieran a el improvisado fuego. Mientras crepitaban las llamas, Ichabod cogió la mano de la muchacha y la llevó contra el muro.
-Aquí solo tenemos la pared, el techo y el canal, por lo que eso de esconderse en una “puerta” o “conducto” no es viable, ya que la sección en la que estamos es solo un camino en línea recta. Solo queda esta posibilidad o... El agua.
-¡Muro, por favor, muro!
-No hagas ruido, ahora mismo las sombras son lo único que nos guarece.
En esta posición, todos estaban espaldas a la pared alejados de los focos luminosos constituidos por la hoguera y la zona del pasillo iluminada por antorchas, quedando ellos en mitad del camino, una zona de sombras que daba una aparente seguridad. Poco a poco el olor y el sonido del fuego iban ganando formas, y el ruido comenzaba a ser eclipsado por algo que ya conocían: el eco de los Numemons deslizándose por el suelo.
Debían moverse entre ellos de un modo sigiloso y seguro. La trampa estaba funcionando, ya llegaban, pero surgía otro problema: debían sortear a los digimons moviéndose en la oscuridad, pudiendo evadir sus miradas, pero cómo podrían saber dónde colocar los pies. ¿Y si pisaban un Numemon? O peor aún, ¿y si caían al agua?
Nota: Por el plan, los Numemons no podrán veros en la zona, pero os pueden detectar de otros modos si la solución que encuentres al problema es llamativa. Piensa: es una zona donde no ves nada pero oyes a los Numemons, ¿alguna forma de sortearlos?
- Tamer
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Rango: Teniente
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Roku Ginshô
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Nada más comenzar a propagarse cada vez más y más el fuego a través de la pila de antorchas que habíamos juntado y a las que habíamos bañado con el ungüento que había utilizado Ichabod para ello, un olor comenzó a inundar mi nariz. Si bien es cierto que no era tan desagradable como el olor que, hasta ese entonces, había inundado las cloacas o incluso, el olor de los Numemons y de su ataque, que había atacado fuertemente el sistema olfativo de Kate, mi compañera gatuna, el olor era fuerte. Era una mezcla entre un olor amargo y ácido, una mezcla realmente extraña y que experimentaba por primera vez. No era del todo desagradable y, en parte, me recordaba a una noche en la que me quedé en una cabaña a dormir con mis padres después de un día de esquiar en las sierras. Encendimos la chimenea con varios maderos para mantener tanto el edificio como nuestros cuerpos, mientras tomábamos una taza de chocolate caliente. Eso ocurrió hace ya unos cuantos años, cuando aún iba a Educación Primaria.
Pero bueno, volvamos a lo que nos interesa. Ichabod comentó que, por ahí cerca, no había visto ningún conducto o puerta por el que nos pudiésemos esconder. La solución sería quedarse enganchados en el techo, cosa que Kudamon y Kate podrían hacer, pero nosotros no. Otra solución sería esconderse tras un muro y quedarse muy quietos antes de lanzar el pequeño frasco de cristal que contenía dentro ese perfume y entonces, dirigirnos por donde vendrían los Numemons. La última opción sería ocultarnos bajo el agua de los deshechos. A mi no me importaba esconderme en esa zona, bajo el agua, podía aguantar muy bien la respiración... Aunque tuviese que bañarme y ducharme constantemente durante días para quitarme ese mal olor de mi cuerpo. Pero al ver la cara de asco de Kate y de Kudamon, descarté esa opción. Lógicamente, ninguno de los dos seres digitales estaban dispuestos a meterse voluntariamente ahí.
Creo que por ahora, estoy con Kudamon. Escondámonos en el muro y esperemos que no nos detecten.- mencioné casi en un susurro al resto de integrantes de nuestro grupo, mientras miraba sus caras.
Me parece bien, no hay nada que objetar. Pero hagámoslo rápido, creo que se están acercando ya- mencionó Kate mientras escuchaba el sonido de varios cuerpos arrastrándose hasta nuestra posición.
Pero... ¿cómo haremos para ver en la oscuridad? ¿Cómo evitaremos caernos al agua o encontrarnos con un Numemon?- pregunté, mientras pensaba en las posibilidades y mordía la uña de mi dedo pulgar derecho, pensativa.
En eso puedo ayudar yo... Soy un Digimon Gato. Aunque los gatos no podemos ver en la oscuridad absoluta, recordad que aún hay un poco de luz en la cloaca, ya sea por las antorchas distantes que no hemos cogido y que seguramente encontremos en nuestro camino, más adelante, o por alguna grieta que hay en las cloacas- Kate señaló con sus zarpas varias imperfecciones que había en el techo y por el que se colaban pequeños orificios de luz, insuficientes para que el ser humano simple o cualquier otro Digimon pudiese ver- Sin embargo, la anatomía ocular de los gatos, tanto digitales como del mundo humano, nos permite tener una percepción visual mucho mayor. Quiero decir, se ve a simple vista que tenemos los ojos mucho más grandes que vosotros, al menos, en proporción con nuestros rostros. Nuestras córneas son convexas, lo que nos permite percibir una mayor cantidad de luz. Eso, entre otras cosas, nos permite "ver en la oscuridad" como piensan muchos humanos, aunque es incierto que realmente veamos en la oscuridad más absoluta- terminó de hablar la seria Kate, mientras yo la miraba fascinada y con la boca abierta. Parecía una tonta en esa postura. No sabía que los gatos podían hacer ese tipo de cosas.
¿Y cómo nos orientaremos en la oscuridad?- pregunté yo mientras Kate suspiraba, mientras asentía.
Bueno, he pensado en ello también. Tu puedes agarrarme en brazos, aunque me espachurres con tus oppai de vaca lechera, y yo te indico con mis zarpas hacia donde ir. Ichabod puede poner una de sus manos en uno de tus hombros mientras él lleva en brazos a Ichabod. Si yo doy un golpecito con mi zarpa derecha en tus manos significa que irás hacia la derecha. Si te doy un golpecito con mi zarpa izquierda, significará que vayas hacia la izquierda. Si poso mis dos zarpas en tus manos significa que te detengas. Y si no hago nada, significa que sigas caminando recto... Visto de otra forma, tu eres mi robot, mi mecha y yo soy tu piloto- mencionó Kate finalmente mientras nos contaba la última parte de su plan a lo que yo estaba de acuerdo. Tan sólo faltaba la confirmación de Ichabod y de Kudamon.
Pero bueno, volvamos a lo que nos interesa. Ichabod comentó que, por ahí cerca, no había visto ningún conducto o puerta por el que nos pudiésemos esconder. La solución sería quedarse enganchados en el techo, cosa que Kudamon y Kate podrían hacer, pero nosotros no. Otra solución sería esconderse tras un muro y quedarse muy quietos antes de lanzar el pequeño frasco de cristal que contenía dentro ese perfume y entonces, dirigirnos por donde vendrían los Numemons. La última opción sería ocultarnos bajo el agua de los deshechos. A mi no me importaba esconderme en esa zona, bajo el agua, podía aguantar muy bien la respiración... Aunque tuviese que bañarme y ducharme constantemente durante días para quitarme ese mal olor de mi cuerpo. Pero al ver la cara de asco de Kate y de Kudamon, descarté esa opción. Lógicamente, ninguno de los dos seres digitales estaban dispuestos a meterse voluntariamente ahí.
Creo que por ahora, estoy con Kudamon. Escondámonos en el muro y esperemos que no nos detecten.- mencioné casi en un susurro al resto de integrantes de nuestro grupo, mientras miraba sus caras.
Me parece bien, no hay nada que objetar. Pero hagámoslo rápido, creo que se están acercando ya- mencionó Kate mientras escuchaba el sonido de varios cuerpos arrastrándose hasta nuestra posición.
Pero... ¿cómo haremos para ver en la oscuridad? ¿Cómo evitaremos caernos al agua o encontrarnos con un Numemon?- pregunté, mientras pensaba en las posibilidades y mordía la uña de mi dedo pulgar derecho, pensativa.
En eso puedo ayudar yo... Soy un Digimon Gato. Aunque los gatos no podemos ver en la oscuridad absoluta, recordad que aún hay un poco de luz en la cloaca, ya sea por las antorchas distantes que no hemos cogido y que seguramente encontremos en nuestro camino, más adelante, o por alguna grieta que hay en las cloacas- Kate señaló con sus zarpas varias imperfecciones que había en el techo y por el que se colaban pequeños orificios de luz, insuficientes para que el ser humano simple o cualquier otro Digimon pudiese ver- Sin embargo, la anatomía ocular de los gatos, tanto digitales como del mundo humano, nos permite tener una percepción visual mucho mayor. Quiero decir, se ve a simple vista que tenemos los ojos mucho más grandes que vosotros, al menos, en proporción con nuestros rostros. Nuestras córneas son convexas, lo que nos permite percibir una mayor cantidad de luz. Eso, entre otras cosas, nos permite "ver en la oscuridad" como piensan muchos humanos, aunque es incierto que realmente veamos en la oscuridad más absoluta- terminó de hablar la seria Kate, mientras yo la miraba fascinada y con la boca abierta. Parecía una tonta en esa postura. No sabía que los gatos podían hacer ese tipo de cosas.
¿Y cómo nos orientaremos en la oscuridad?- pregunté yo mientras Kate suspiraba, mientras asentía.
Bueno, he pensado en ello también. Tu puedes agarrarme en brazos, aunque me espachurres con tus oppai de vaca lechera, y yo te indico con mis zarpas hacia donde ir. Ichabod puede poner una de sus manos en uno de tus hombros mientras él lleva en brazos a Ichabod. Si yo doy un golpecito con mi zarpa derecha en tus manos significa que irás hacia la derecha. Si te doy un golpecito con mi zarpa izquierda, significará que vayas hacia la izquierda. Si poso mis dos zarpas en tus manos significa que te detengas. Y si no hago nada, significa que sigas caminando recto... Visto de otra forma, tu eres mi robot, mi mecha y yo soy tu piloto- mencionó Kate finalmente mientras nos contaba la última parte de su plan a lo que yo estaba de acuerdo. Tan sólo faltaba la confirmación de Ichabod y de Kudamon.
- Tamer & Digimon
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Kate Littner (Gatomon)
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Yoko Littner
Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]
Nota: El empleo de la fisionomía de Gatomon para guiarse por la oscuridad, sumado al plan de la fogata es una buena estrategia a seguir. Sin embargo hay un par de factores que no se han tomado en cuenta, como el humo. Ya no es el olor (que con el pestazo se opaca), sino el problema de que literalmente no se va a poder respirar... Bueno, ya verás más adelante.
Pero bien “visto” apreciar las facultades de un gato.
-Si pudiera aplaudir, sin duda lo haría -afirmaba el joven mientras su digimon, apostado en sus hombros, asentía-, pero como dije antes debemos procurar no hacer ruido. Me encuentro sorprendido, pues habéis pasado de dar un plan absurdo y tomaros el asunto como una broma a encontrar una solución acertada. Bravo.
-Pero es Kate quien ha pensado cómo movernos. Y tú pensaste lo de escondernos. Si nos hubiéramos quedado con el plan de Yoko habríamos hecho aguas por todos lad...
Apretando la punta de la cola, Ichabod hizo que se digimon ahogara un grito. Era evidente su expresión de dolor, pero llevando sus pequeñas patitas a la boca, se notaba su esfuerzo por no pegar un estridente grito. Probablemente, el tamer no quería enfriar los ánimos de sus acompañantes, y menos aún ameritar solo a una por encima de la otra. Así, felicitaba a las dos por igual, como un equipo.
Mientras Kudamon pasaba a limpiar unas tenues lágrimas del manifiesto daño que había sufrido, los numemons comenzaban a llegar. “¿Pero qué es ese pestazo?”, decía alguno, como si la alcantarilla oliera a rosas, “¿por qué está todo tan oscuro?” afirmaba otro al apreciar la ausencia de antorchas, “¿qué es eso del fondo?” señalaba otro, mostrando sorpresa por la hoguera. Todos podían ver las expresiones de las babosas próximas al fuego mientras que, a una distancia prudencial, ya comenzaban a moverse.
Gritaban estos alarmados a sus compañeros, indicando que trajeran cubos y demás para sofocar el fuego. El por qué tenían cubos en una alcantarilla era una pregunta con una respuesta desagradable, pues probablemente los usaran a modo de retretes portátiles. Kate indicaba por dónde debían colocarse para no topar con ninguno de aquellos viscosos seres, pero al poco surgió un problema.
El abundante humo de la hoguera impregnaba aquel pasillo, y aunque ese olor ocre no suponía una molestia mayor que la multitud de numemones que avanzaban, sí que generaba otro problema. El aire era, literalmente, irrespirable. El CO2 ocupaba aquel espacio, y los pulmones, humanos y digitales, no podían sobrevivir a una inhalación prolongada de dicha sustancia. Por ello, empezaron las toses.
Una carraspera inicial fue seguida de un sonoro quejido, que derivó a una descontrolada y dolorosa expulsión del humo que luchaba por aferrarse a sus alveolos. Ellos mismos se estaban delatando con ese ruido, problema que se habría solventado de cubrirse con un paño o similar la boca y la nariz, pero era tarde. Los ojos y la nariz empezaban a irritarse, por lo que Kate, obligada a tener los ojos abiertos, sufrió más que nadie.
Pero no fue la única. Los curiosos ojos de Numemon se sujetaban por un tentáculo, por lo que su “parpadeo” era cubrir el globo ocular con una membrana de su gelatinoso ser, no suendo una acción instantánea como en los humanos o digimons más... “Ortodoxos”. Así, ellos también se encontraban ante una solemne irritación, y sus toses y esputos sin duda eran más ruidosos que los del grupo protagonista. Al fin y al cabo, estos debían proteger el sitio, no esconderse, por lo que el lujo de ser ruidosos les estaba permitido.
En pocos minutos lograron alejarse de aquel lugar, y si se toparon con algún Numemon, pisándolo, chocando contra él o incluso tosiéndole encima, el humo impidió a este alertar a los demás. Ya estaban en otra gruta, iluminada por las antorchas, y empezaban a caminar ya sin prisa, pero tampoco de un modo pausado. Seguían siendo unos ilegales allí.
Los ojos de Kate brillaban en un rojo intenso, no por ira o algo similar, sino por una irritación la cual delataba que, de tener que repetir la estrategia, no podría depender de su vista. Pero no podían perder más tiempo, y el deambular los condujo a una sala cuadrada.
A diferencia del resto del lugar, estaba iluminada por candiles de aceite enormes, por lo que ni una sombra ocupaba el recinto. Lo más llamativo era un pilar que presentaba un dibujo en cada cara. Por la que daba al lugar del que venían exponía una silueta similar a la cabeza de un gato, mientras que en las tres restantes tenían una especie de lámpara de aceite común, la cabeza de una bestia con grandes colmillos y por último, lo que parecía una letra, pero sin poder distinguir muy bien el idioma de origen.
-Creo que alcanzamos el centro de la ciudad, srta. Littner -señalaba el muchacho-. Ahora estamos en una encrucijada, cuatro caminos por los que movernos. Descartando el obvio, que sería regresar, distan tres... ¿Por cuál avanzamos?
El problema no era elegir uno, sino el hecho de no poder saber cuál había cogido aquel timador. Si tomaban uno equivocado, perderían más tiempo, y la distancia con respecto al delincuente se haría más y más grande. Lo lógico sería separarse, pero entonces limitarían sus fuerzas y recursos.
¿Qué deberían hacer, pues?
Pero bien “visto” apreciar las facultades de un gato.
-Si pudiera aplaudir, sin duda lo haría -afirmaba el joven mientras su digimon, apostado en sus hombros, asentía-, pero como dije antes debemos procurar no hacer ruido. Me encuentro sorprendido, pues habéis pasado de dar un plan absurdo y tomaros el asunto como una broma a encontrar una solución acertada. Bravo.
-Pero es Kate quien ha pensado cómo movernos. Y tú pensaste lo de escondernos. Si nos hubiéramos quedado con el plan de Yoko habríamos hecho aguas por todos lad...
Apretando la punta de la cola, Ichabod hizo que se digimon ahogara un grito. Era evidente su expresión de dolor, pero llevando sus pequeñas patitas a la boca, se notaba su esfuerzo por no pegar un estridente grito. Probablemente, el tamer no quería enfriar los ánimos de sus acompañantes, y menos aún ameritar solo a una por encima de la otra. Así, felicitaba a las dos por igual, como un equipo.
Mientras Kudamon pasaba a limpiar unas tenues lágrimas del manifiesto daño que había sufrido, los numemons comenzaban a llegar. “¿Pero qué es ese pestazo?”, decía alguno, como si la alcantarilla oliera a rosas, “¿por qué está todo tan oscuro?” afirmaba otro al apreciar la ausencia de antorchas, “¿qué es eso del fondo?” señalaba otro, mostrando sorpresa por la hoguera. Todos podían ver las expresiones de las babosas próximas al fuego mientras que, a una distancia prudencial, ya comenzaban a moverse.
Gritaban estos alarmados a sus compañeros, indicando que trajeran cubos y demás para sofocar el fuego. El por qué tenían cubos en una alcantarilla era una pregunta con una respuesta desagradable, pues probablemente los usaran a modo de retretes portátiles. Kate indicaba por dónde debían colocarse para no topar con ninguno de aquellos viscosos seres, pero al poco surgió un problema.
El abundante humo de la hoguera impregnaba aquel pasillo, y aunque ese olor ocre no suponía una molestia mayor que la multitud de numemones que avanzaban, sí que generaba otro problema. El aire era, literalmente, irrespirable. El CO2 ocupaba aquel espacio, y los pulmones, humanos y digitales, no podían sobrevivir a una inhalación prolongada de dicha sustancia. Por ello, empezaron las toses.
Una carraspera inicial fue seguida de un sonoro quejido, que derivó a una descontrolada y dolorosa expulsión del humo que luchaba por aferrarse a sus alveolos. Ellos mismos se estaban delatando con ese ruido, problema que se habría solventado de cubrirse con un paño o similar la boca y la nariz, pero era tarde. Los ojos y la nariz empezaban a irritarse, por lo que Kate, obligada a tener los ojos abiertos, sufrió más que nadie.
Pero no fue la única. Los curiosos ojos de Numemon se sujetaban por un tentáculo, por lo que su “parpadeo” era cubrir el globo ocular con una membrana de su gelatinoso ser, no suendo una acción instantánea como en los humanos o digimons más... “Ortodoxos”. Así, ellos también se encontraban ante una solemne irritación, y sus toses y esputos sin duda eran más ruidosos que los del grupo protagonista. Al fin y al cabo, estos debían proteger el sitio, no esconderse, por lo que el lujo de ser ruidosos les estaba permitido.
En pocos minutos lograron alejarse de aquel lugar, y si se toparon con algún Numemon, pisándolo, chocando contra él o incluso tosiéndole encima, el humo impidió a este alertar a los demás. Ya estaban en otra gruta, iluminada por las antorchas, y empezaban a caminar ya sin prisa, pero tampoco de un modo pausado. Seguían siendo unos ilegales allí.
Los ojos de Kate brillaban en un rojo intenso, no por ira o algo similar, sino por una irritación la cual delataba que, de tener que repetir la estrategia, no podría depender de su vista. Pero no podían perder más tiempo, y el deambular los condujo a una sala cuadrada.
A diferencia del resto del lugar, estaba iluminada por candiles de aceite enormes, por lo que ni una sombra ocupaba el recinto. Lo más llamativo era un pilar que presentaba un dibujo en cada cara. Por la que daba al lugar del que venían exponía una silueta similar a la cabeza de un gato, mientras que en las tres restantes tenían una especie de lámpara de aceite común, la cabeza de una bestia con grandes colmillos y por último, lo que parecía una letra, pero sin poder distinguir muy bien el idioma de origen.
-Creo que alcanzamos el centro de la ciudad, srta. Littner -señalaba el muchacho-. Ahora estamos en una encrucijada, cuatro caminos por los que movernos. Descartando el obvio, que sería regresar, distan tres... ¿Por cuál avanzamos?
El problema no era elegir uno, sino el hecho de no poder saber cuál había cogido aquel timador. Si tomaban uno equivocado, perderían más tiempo, y la distancia con respecto al delincuente se haría más y más grande. Lo lógico sería separarse, pero entonces limitarían sus fuerzas y recursos.
¿Qué deberían hacer, pues?
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
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