Re: Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko]

por Roku Ginshô Sáb Dic 10, 2016 5:36 pm

Cartera, evaluando la situación, apuntó con uno de sus ojos a Yoko, la cual ya se había puesto en pie, mientras que el otro seguía mirando la explosión de ira de su compañero. Al igual que muchos animales, esa ira se manifestaba en una proyección contante de sus propias heces, y aunque la cantidad de estas sin duda llamaba la atención, no era eso lo que preocupaba al Numemon. Sus dos glóbulos oculares apuntaban ahora al cropolito incrustado en la pared, y merodeándolo, se dispuso a hacer algo insólito y, por qué no decirlo, repugnante. Extendiendo su larga lengua, comenzó a lamerlo.

-Hum, una consistencia seca y áspera -el ápice de su lengua daba ligeros toques a la superficie-, y bastante densa, me temo -con sus dientes, raspó un poco de “eso”-. Sin duda es una dieta muy pobre, rica en grasas y poca fibra, me temo...-prosiguió con el espectáculo de degustar esa amorfa asquerosidad.

Mientras este numerito se efectuaba delante de la sorprendida muchacha, Kate procuraba defenderse de aquellos proyectiles con su láser. Habiendo usado esta técnica, el proseguir para desmenuzar aquellas plastas volvía a agotarla, irritando sus ojos y carácter. Algo había que hacer, pues el instestino de la babosa parecía no tener fin.

Por suerte, no estaba sola en esta contienda, pues el plan improvisado de Yoko atrajo el “fuego” del iracundo digimon. A las pocas palmadas dejaba la aleatoriedad de su aluvión para intentar impactar en la humana, gritando. Tal vez su enojo fuera por el hecho de que una “indefensa humana” osaba burlarse de él, o porque la estrategia había provocado que Cartera volviera a reírse, distribuyéndose las cacas entre dos blancos y quedando Kate libre para atacar.

La patada no hizo mucho daño, pero sirvió para abrir las heridas del párpado y agravar su dolor. Se llevó las manos (o lo que fueran esas cosas que le colgaban) al ojo, y por la cantidad de porquería que tenía de sostener sus armas, el escozor se hizo insoportable. A saber cuántas bacterias se acumularían en esas rasgaduras. Dejó de atacar para limitarse a gritar, mostrando serias aperturas que, sin duda, se aprovecharían para atacar.

O no, quizás la mejor opción fuera aprovechar y correr. O atacar a Cartera para recuperar el dinero aprovechando la distracción. Costaba pensar con esos alaridos, pero debían de hacer algo para avanzar en su camino. ¿Deberían hacer pagar a Schwarzenegger el ataque a Yoko? ¿O dejarle ko para seguir? Lanzarle a la corriente parecía una buena opción para que se callara... Aunque el acabar con su sufrimiento y asimilar su data no pintaba tampoco mal. Algunos digis aumentaban así su poder, pese a que en vez de un digno oponente era un simple lanza-cacas.

Absorta en sus pensamientos, Yoko debía determinar las acciones de Kate. Era una decisión que atañía a las dos, y que determinaría un punto de inflexión: ¿eran benévolas, o crueles? ¿querían lo que era suyo, o lo de los demás? Y a esto, se le sumaba el cómo proceder... Demasiadas decisiones, pero eso es ser una “tamer”, ¿no?

Nota: En el siguiente post toca decidir qué hacer con ese Numemon y alguna de las acciones propuestas (también puedes preguntarle a Cartera alguna duda). En sí es cómo vences al Numemon ya que el plan funciona. Puedes pegarle más, dejarlo así... Lo que se te ocurra.

por Yoko Littner Dom Dic 11, 2016 2:16 am

Esa vez sí que no pude evitar mostrar una mueca de asco. Cartera se dispuso a lamer la caca que había lanzado su compañero. Además, dio con todo lujo de detalles la alimentación que Schwarzenegger había ingerido previamente. Le bastó utilizar su boca, es decir, su lengua y sus dientes, para saberlo. Y era asqueroso que Cartera comiese los excrementos de Schwarzenegger...

Hablando del rey de Roma, esta vez el plan también tuvo éxito. Mi distracción improvisada, burlándome del Numemon lanza cacas, acompañado de las risas de Cartera, hizo que Schwarzenegger nos lanzase excrementos a los dos. Kate, cuyos ojos estaban agotados después de tanto trabajo, aprovechó el momento adecuado, cuando se encontraba detrás de Numemon, para saltar y darle una patada en uno de los ojos.

Schwarzenegger, adolorido, se froto con sus apéndices sucios su ojo dañado. Debido a la suciedad propia de estar lanzando cacas a diestro y siniestro, sumado a la suciedad propia de la zona subterránea en la que nos encontrábamos, hizo que la herida se le irritase, lo que provocó que Schwarzenegger gritase con más fuerza, incapaz de centrsrse en el combate en sí. Ahora sólamente quedaba decidir si rematarlo, echarle al agua, huir... Sin embargo, no me consideraba alguien vengativa, aunque el golpe que me dio Schwarzenegger aún me dolía... Y por su culpa los ojos de Kate habían empeorado...

Me parece que el resto te lo dejo a ti- miré a Cartera señalando a su vez a su compañero mientras me encogía de hombros- sólo una pregunta ¿no habrás visto a nadie sospechoso? A parte de nosotras dos claro- podría utilizar la crema que me había dado Ichabod para curar sus ojos... Pero, además de que pensaba utilizarla en Kate... Podría revolverse contra nosotros y atacar. No quería arriesgarme a eso.

Creo que te hemos dado suficiente dinero para no dar el chivatazo- dijo a modo de broma mi compañera mientras, de un salto, se subía a mi hombro izquierdo. En cuanto Cartera nos respondiera, nos iríamos corriendo de allí, antes de que Schwarzenegger se recuperase, puesto que no quería que me lloviese aún más caca. Aún teníamos muchas cosas que hacer...

por Roku Ginshô Dom Dic 11, 2016 7:09 pm

La batalla había finalizado. Yoko y Kate ganaron, y en lugar de probar las mieles del éxito decieron dejar las cosas como estaban. Prosiguiendo con la metáfora de la victoria como algo comestible, la pestilencia del lugar impedía que disfrutaran, y más cuando Cartera hizo... “Eso” hace unos segundos. El mundo digital era, en ocasiones, un lugar hediondo y repulsivo. Ambas se contentaban con alguna respuesta sobre el paradero del timador, pues no había que olvidar que, pese a todo lo acontecido, su verdadera meta era recuperar el dinero estafado.

-Hummmm, no, de haberme topado con alguien, mi deber es apresarlo -una vez más, hizo el gesto de encogerse de hombros-, o dejarle pasar si me enseña un salvoconducto o me da algo, como bien sabéis -se reía, burlón-. Pero hay muchas formas de moverse por aquí sin que nos demos cuenta a ver...-pensaba- Si el digimon es del tipo “mutante”, como nosotros, el olor y demás importa poco. De hecho, algunos secretamos una mucosa que nos protege del entorno. Podrías nadar por ahí sin, bueno, morirte del asco. De hecho, si usas una data nuestra, ganarías esa inmunidad durante un tiempo -adquiría un porte erudito y comenzó a explicar-: cuando asimilas los datos de un digimon, estos pasan a tu ser, por lo que mientras se van regulando y adaptando a tus datos, no es raro que dicha “miniparte” te eche una mano.

Nota: Esta teoría se saca de los juegos de rol Digimon World DS, Dusk/Dawn y Ciber Sleuth, donde al acabar con un digimon te da sus datos para que accedas a X evoluciones. No tiene mayor sentido que, por la ganancia de poder/subida de nivel, Kate habría podido ignorar el hedor por el resto de la misión.

Su comparsa, el derrotado, seguía emitiendo unos atroces gritos. Le dolía, y quería que todos supieran de su estado. Era irritante, pero ciertamente la culpa era de ellas, pues un zarpazo en la lengua o un buen golpe lo habría dejado k.o.

-Si es un digi marino, podría usar también la solución del nado -explicaba-, o si vuela, pasarnos por encima. Ya si es bestia podría olernos si logra ignorar la peste, o anticiparse a nuestras rutas si nos percibe antes -seguía pensando-... O ya si es un digimon como Bakemon, hacerse invisible y atravesar las paredes. Si no me decís cómo era, no puedo elucubrar más, ¡¡pero es un buen pasatiempo!!

Reía, en sintonía con los gritos, pero el sonido se iba opacando por uno que ya conocían. El sonido de fricción de una masa gelatinosa contra la piedra. Los gritos de Schwarzenegger habían atraído al resto de la guardia y estaban viniendo. ¡¡Maldito Schwarzenegger!!

Nota: Es lo que tiene jugar a ser legal bueno, que hay consecuencias. En este caso, darle un golpe y dejarlo calladito habría venido mejor.

Podían hacer más preguntas a Cartera, arriesgándose de ser alcanzadas por la horda de babosas que se aproximaban, pues para hacer ruido debían de ser un montón. O simplemente correr y alejarse. O rematar a Schwarzenegger de una maldita vez, por chivato. Igual había otras opciones... Pero cuál... Debían de pensar rápido.

por Yoko Littner Lun Dic 12, 2016 1:28 pm

La información que nos aportó el Numemon llamado Cartera nos resultó muy útil. Así que si derrotamos al otro Numemon, a Schwarzenegger, Kate adquiriría, por un momento al menos, una "invisibilidad" para el resto de los Numemon. Salvo que en lugar de no poder verla, lo más correcto sería decir que no podrían olerla. No era mal plan... Pero, no sé, matarlo y asimilar sus datos... No digo que no se lo mereciese, motivos tenía. Pero yo no era tan cruel. No tenía estómagonpara eso.

En resumidas cuentas, si Kate asociaba datos de los Digimons que derrotaba, durante breves instantes podía utilizar las distintas características del Digimon absorbido. Podía ser Numemon u otros Digimons cono un Bakemon, un Ikkakumon, un Birdramon, etcétera.

Sin embargo, los gritos de Schwarzenegger empezaba a atraer a varios Numemons. Si nos descubrían, sabrían que andaríamos por aquí. Podríamos acallar al Numemon llorón y pasar desapercibidas si Kate asimilaba el data de Schwarzenegger... Al menos en cuanto al olor se refería. Si preguntábamos algo más a Cartera, seguramente nos alcanzarían. No podíamos perder el tiempo, así que agarré a Kate entre mis brazos y eché a correr de allí en la dirección opuesta de donde venían los Numemons alertados por Schwarzenegger

Con mi compañera en brazos, le eché un poco del extraño ungüento que me había dado previamente Ichabod en las zarpas de Kate.

Échate eso en los ojos, Kate. Aunque igual te escueza un poco, creo que te aliviará- le dije a mi amiga mientras ella asentía y miraba mi cara de fastidio.

¿Por qué no has ayudado a ese Numemon también? Sueles ayudar a todo el mundo...- preguntó la felina mientras se echaba la medicina en sus globos oculares.

En bastantes problemas nos hemos metido ya por su culpa al dejarle vivo... Si quiere curarse, que se sople los ojos- mi comentario, por algún motivo, hizo que mi compañera se riese momentáneamente. Teníamos que salir de allí antes de que nos encontrasen. Ya nos costaba enfrentarnos a un Numemon, como para enfrentarnos a más de uno. Esperaba, eso sí, que Cartera no sufriese ningún castigo por haber sido amable con nosotras... A pesar de que hayamos tenido que darle parte de nuestro dinero. Comprobé, mientras nos alejábamos, que la otra bolsa con dinero se encontraba guardada en el mismo lugar en el que lo había escondido momentos antes.

por Roku Ginshô Lun Dic 12, 2016 3:03 pm

Reiterando su decisión anterior, ni Yoko ni Kate atacaron al malherido Numemon, pese a las molestias que estaban produciendo sus alaridos. Acallarlo tendría muchas ventajas, sí, pero no era su estilo. Por piedad, caridad, amabilidad... O por el hecho de que ninguna de las dos quería que en Kate residiera un fragmento de esos come-cacas. Sería algo que dificilmente podrían olvidar, y sin duda las haría sentirse, en más de un sentido, sucias.

El chapoteo de los Numemons sobre los charcos de su propia mucosa alertaban de su proximidad, y sin perder un segundo se fueron de allí a tope de su velocidad. Cartera se despedía meciendo su tentaculillo, con la sonrisa que en esos pocos minutos ya habían atribuido de característica. Era una valiosa fuente de información, pero el riesgo de quedarse a escucharla haría que les prendieran esos guardias... Y que dos chicas solas se enfrentaran a una amalgama de tentáculos no anunciaba nada bueno. Como bien atestiguaba cierto sector del cine animado japonés.

Aprovechando la “paz” del trayecto, pues ningún otro guardia les cortaba el paso, Yoko decidió sanar a su compañera, empleando la pomada entregada por Ichabod. Mientras hablaban, Kate aplicó la medicina en sus ojos, y era cierto que funcionaba, pues el dolor desaparecía. Mas surgió un molesto efecto secundario:

Roku Ginshô escribió:-Lo primero es una pomada antiinflamatoria. Si Kate sale dañada en algún momento podrás sanarla con ella, pero es muy fuerte y sus músculos quedarán medio paralizados. Cuidado con olerla o podría causar mareos. Aún... Aún ando intentando mejorar la fórmula...

No podía abrir los párpados. No dolía, no había escozor ni irritación, y ciertamente se encontraba mejor, pero en esos momentos la digimon felina no podría recurrir a su visión nocturna, ni a la normal. Al menos le quedaba el olfato... Privado por la desagradable peste del camino. El oido, único sentido que podría usar Kate para guiarse por el lugar. Cuando asimilara la medicina, se restituiría su vista, pero hasta entonces, meterse en una pelea sería excesivamente arriesgado.

Las antorchas del lugar ayudaban a que Yoko pudiera moverse sin problemas, por lo que Kate, al ser portada, no corría riesgo de carse a las fétidas aguas. En la carrera dislumbraba ya la escalera que permitiría su salida de ese escatológico infierno. Sí, por fin podrían volver a ver el Sol, y perseguir al ladrón... En caso de haber escogido el camino correcto. Ya podía imaginarse respirando aire puro y no ese vaho asqueroso.

No obstante, unos barrotes cercaban esa salida. Habría que superar este último obstáculo para salir fuera. Había muchos carteles que no podía leer al estar en digimoji, pero algunos dibujos de calaveras con rayitos indicaban “peligro”, o algo así. Pudo distinguir que, como en las celdas, había una parte que podría abrirse, como una puerta. Muchas cadenas rodeaban estos, cada una con un cerrojo. Algún Numemon tendría las llaves... O usaría sus tentáculos para forzarlos.

Ocuparse de ellos costaría, pero vio otra solución. Una especie de caja de puzzles chinos adosada en el cerrojo principal, como un sistema de seguridad. Si lograba deducir el dibujo, probablemente la puerta se abrería... Pero claro, podía ser cualquier cosa...

-Es un objeto metálico, o al menos, brilla.
-Dividido en figuras geométricas sería un triándulo y un semicírculo.
-Tiene un asa.

Dos rutas, y un tiempo limitado, pues el sonido de los Numemons se iba haciendo más y más fuerte.

Nota: Se permite un intento para forzar los candados (es decir, cómo intentar que se abran) y dos para la caja de puzzles.

por Yoko Littner Mar Dic 13, 2016 2:03 am

Ahhhh... Esto ya es otra cosa...- mencionó Kate, sintiéndose aliviada tras notar la pomada hacer efecto en sus malheridos ojos, relajándose... Al menos momentáneamente, puesto que puso una cara de muy pocos amigos, al comprobar un efecto secundario del ungüento curativo- Tú, vaca lechera, ¿qué demonios me has puesto en los ojos? ¡No puedo abrir los párpados!- decía quejándose procurando no levantar en absoluto su voz, no fuese a ser que los Numemons nos descubriesen.

¿Qué dices? ¿Cómo que no puedes abrir los párpados? ¡Y no me llames Vaca Lechera!- me ofendí, sacudiéndole un suave golpe a mi compañera en la cabeza, justo entre oreja y oreja. Sabía que ese golpe no le haría daño... Pero bueno, un golpe si que se merecía por todas las veces que me había llamado de ese modo.

No me duele, ni siento los ojos irritados ni nada por el estilo... Es más, me siento aliviada... Es simplemente que mis ojos permanecen cerrados. Me siento Lee Sin- mi amiga hizo referencia a uno de sus personajes favoritos en un conocido videojuego de ordenador al que estaba enganchada.

Bueno... Será un efecto pasajero. Aunque la medicina de Ichabod aún no esté perfeccionada, no creo que nos diese un medicamento que te dejase ciega de por vida, vamos... Además, aún conservas tu super-sentido del olfato ¿no?- mencionaba mientras seguíamos nuestro camino, ahora más relajadas ya que habíamos dejado atrás a los guardias... Aunque no nos deteníamos y yo caminaba con paso firme.

Sí, bueno, no es que pueda utilizarlo de maravilla ¿sabes? Parte de él lo tengo "censurado" por el nauseabundo olor que llena este lugar... Puedo utilizarlo sí, pero no a su máxima potencia, por así decirlo. Podré oler a enemigos que estén en distancias medias-cortas, pero no más allá, a no ser que desprendan un olor más potente y distinto que esta peste y que esos Numemons- me explicó brevemente mi compañera mientras resoplaba con pereza al ver que, en esos momentos, no podía ser de mucha más utilidad.

Bueno... Tu descansa mujer, no te preocupes. Ya me las apañaré como pueda. Eso sí, tu avisame si hay algo sospechoso ¿eh?- intenté animar a Kate que, salvo una ligera sonrisa y un asentimiento de cabeza leve, no hizo mucho más... Por algo debíamos de empezar, al menos...

Todavía dispongo de mis orejotas y mis oídos, estaré atenta a todo lo que me resulte extraño...- me dijo a modo de agradecimiento por mi preocupación hacia ella... Como para no estarlo, eres mi amiga y mi compañera, so boba...

Un brillo de luz incrementó mis esperanzas. Unas escaleras se presentaban ante mi... ¿habíamos llegado al final de esas odiosas alcantarillas? ¡Si eso parecía! Rápidamente, subí a toda velocidad por esas escaleras, ilusionada. No sólo yo, también Kate, ambas queríamos salir de allí cuanto antes, perder de vista a los asquerosos Numemons y sus practicas... Vomitivas. Y estábamos más cerca de lograr atrapar a ese maldito ladrón. Por no hablar de que respiraríamos aire de verdad de nuevo...

Sin embargo, nuestra ilusión se derrumbó cuando vimos unos firmes barrotes ante nosotras. Había una inscripción grabada en el idioma de los Digimons en varios carteles. Si Kate pudiese ver, tal vez podría leer ese idioma... Pero no me arrepentía por preocuparme por el bienestar de mi mejor amiga. Eso sí, pudimos apreciar que una parte de los barrotes, que estaba rodeada por varias cadenas y un cerrojo, podía abrirse. Claro está, no teníamos las llaves... Podríamos intentar forzarla. Pero primero miraríamos a ver si por allí se encontraba la llave. ¿Quién sabe? Igual esos idiotas podrían haberla dejado por allí...

Entonces, pude ver, en el cerrojo principal, una especie de caja de puzzles chinos. Seguramente si resolvía el puzzle, la cerradura se abriría, al instante... Pero... ¿qué podría ser?

¿Qué pasa? ¿Por qué no salimos? Estoy ciega pero noto los rayos del Sol en la cara... El aire aquí huele más limpio y todo...- preguntó la Gata Ciega mientras ponía una cara extraña.

Pues a ver... Resulta que tenemos ante nosotros unos barrotes cerrados con varios candados. Podemos forzarlos o, hacer un puzzle chino para desbloquear el cerrojo principal... El problema es que si forzamos los candados tendría que forzarlos todos y no soy tan buena... Y no consigo distinguir cuál es la figura real que representa este puzzle... Seguramente tengamos intentos limitados, así que no me quiero arriesgar hasta no estar segura...- le dije mientras miraba de varias formas al puzzle, intentando desentrañar los misterios de ese rompecabezas

¿He de recordarte que nos persigue una multitud de Numemon armados con cacas? MUCHAS cacas- me advirtió mi compañera, poniendo de nuevo cara de pocos amigos.

Sí, lo sé, no me metas prisa...- le contesté yo suspirando pesadamente, aunque, después de tanto observar los posibles dibujos, pude visualizar lo que parecía un semicírculo, un triángulo y un asa, si se ordenaban correctamente. Entonces, comencé a imaginar y llegué a la conclusión de que se trataba de un instrumento de viento, alargado que, puesto de manera geométrica, podía ser representado por las formas geométricas que acababa de descubrir en el puzzle, por lo que formé esa imagen, esperando los resultados...

OFF ROL: No sé si estas serán las soluciones, pero bueno, es lo que se me ocurría con esas características a estas horas de la noche xD

Posibles instrumentos que se me han ocurrido que son la solución:

por Roku Ginshô Mar Dic 13, 2016 7:08 am

Nota: Quisiera aclarar que nada impedía hacer los dos intentos de la caja en este post y, a su ver, describir el intento de forzar las cerraduras. Debes tener en cuenta que, aunque ciega, Kate sigue ahí.

Algo fallaba, pues aunque para ella ese era el dibujo acertado, no había movimiento alguno por parte de la puerta. Si tan solo fuera tan fácil como decir “Ábrete Sésamo”... No, el camino nunca es tan fácil, y menos este, lleno de babas y heces. No podía rendirse, por supuesto, ¡aún tenía tiempo! Si tan solo supiera el dibujo adecuado de ese puzzle... Debía pensar, ignorando el jaleo de los Numemons que venían, chapoteando con sus viscosos cuerpos. El solo imaginarse ese espectáculo daba arcadas. Era el tipo de disracciones que NO necesitaba.

¿Qué más pistas podría haber? No podía ser tan difícil si estaba diseñado por Numemons. ¿O tal vez era complicado precisamente para que no pasaran? Divagaciones, atender a las posibles pistas: la ciudad era un bazar gigante, había cuatro distritos con cuatro líderes, lo de los Gottsumones, Ichabod y el otro, el primer robo, el timo de la armadura, las alcantarillas, los numemons, las cacas de los numemons, la sala del pilar, Ichabod yéndose, Cartera y Schwarzenegger... ¿Y eso era todo? Tampoco habían pasado tantas cosas, pero se les había echo eterno... Y lo que quedaba.

¿Algo de esto serviría para componer el dichoso dibujo? Puede que sí, o puede que no. Definitivamente debía intentarlo una segunda vez, pero claro, ya había perdido tiempo cuando pensaba en los instrumentos de viento. ¿Sería mejor pasar a los cerrojos o continuar con la caja? Agobiarse no serviría de nada, y aún no estaban allí. Podía conseguirlo, y sin entrar en pánico. Solo debía meditar qué camino facilitaría salir del apestoso alcantarillado: cerrojos, o caja. ¿Podría elegir ambas? ¿Qué era mejor, atender a dos vías de escape o concentrarse solo en una? Ciertamente, nada le impedía ocupar los cerrojos y la caja a excepción de la dificultad extra que supondría.estar a dos cosas de un modo simultáneo.

Kate seguía ahí, y aunque momentáneamente ciega, podría echar una mano, ¿no? Bueno, una garra. Pelear sería complicado, y el número complicaría las cosas demasiado. Igual lograría derribar a uno o dos antes de que cuatro se le tiraran encima, y aunque ganara tiempo, huir dejándola atrás sería rastrero. ¿O tal vez no? Si saliera para hacerse con un salvoconducto podría volver a por ella y no habría pasado nada. A excepción de, claro, perder más tiempo y hacer que el timador se distanciara más de ellos.

Esa opción era, entre todas, la peor. Mejor volver a la caja... ¿O a los cerrojos?

por Yoko Littner Dom Dic 18, 2016 8:22 pm

Sabía que realizar una posible combinación aleatoria no sería de mucha utilidad, ya que el puzzle no solo no se abrió, sino que me dejó con una cara de tonta de tres pares de narices. Aunque, sinceramente, era difícil concentrarse con el ruido de los chapoteos y el arrastre de sus asquerosos cuerpos que provocaban los Numemons... Aun me costaba creer que esos seres estaban en un nivel por encima de Kate...

¿Qué? ¿Nada?- preguntó Kate, impaciente mientras movía sus sensibles orejas hacia el lugar de donde provenían aquél espeluznante y nauseabundo sonido, que no auguraba nada bueno... Ni nada limpio...

Nope, aún nada...- me disculpé negando, frustrada, mientras le daba un ligero golpe al suelo, a modo de desahogo, pero no lo suficientemente fuerte como para que lo oyesen nuestros perseguidores.

Pues date prisa, Yoko. Los tenemos encima casi...- me susurró al oído mientras me animaba a continuar.

Bien, pensemos, tiene que tener algo que ver con el distrito al que vamos. Nos dirigimos al distrito de Lampmon, persiguiendo a un timador que se dedica a estafar con sus Digihuevos Armadura a los incautos como nosotras. Nos metimos en las alcantarillas, por el distrito de Bastemon y, después de pelear contra un Numemon y evitar a otros tantos, llegamos a una zona con un pilar en el centro, para después separarnos de Ichabod y Hollow e ir cada uno por un distrito distinto: ellos fueron al distrito de Sinduramon y nosotras al de Lampmon.

¡Espera! ¿No se suponía que el pilar que señalaba el centro de la ciudad, tenía un dibujo grabado señalando cada uno de los distritos?- le pregunté en voz baja a Kate mientras esta asentía.

El distrito de Bastemon estaba señalado con el dibujo de un gato, el de Sinduramon con una bestia, el de Baalmon con una letra o garabato extraño y el de Lampmon...- comenzó a repasar Kate siendo cortads por mi, que creí haber descubierto la clave de ese puzzle.

¡El distrito de Lampmon está representado por una lámpara de aceite! Y con las figuras geométricas que parecen que se puede formar con las piezas de este puzzle... Son un triángulo, un semicirculo y una especie de asa...- dije comenzando a ordenarla de la forma en la que estaba pensando, esperando que esa fuese la solución correcta... O acabaríamos totalmente pringadas de los deshechos de los Numemons- y con dichos elementos se puede llegar a formar una lámpara de aceite- finalmente logré representar la figura de dicha lámpara típica de las historias de Las Mil y Una Noches y esperé a ver si surtía efecto.

¿No es demasiado sencillo?- preguntó Kate mientras se ponía nerviosa al oír cada vez más y más cerca a nuestros perseguidores

Precisamente por eso creo que es la solución correcta. A veces las cosas son más sencillas de lo que parecen... Además que tiene que ser lo suficientemente sencillo para que los Numemon puefan entrar y salir a su antojo, recuerda que son los guardias de esta zona subterránea- dije sonriendo y esperando y rezando a Yggdrassil, Kami-sama y cualquier dios que se me ocurriese que mi deducción y la solución que coloqué en el puzzle fuesen correctas.... Sino nos esperaba una buena...

por Roku Ginshô Lun Dic 19, 2016 2:29 am

Con un “click”, el cerrojo que se encontraba en el interior de la caja se abrió, permitiendo mover los barrotes y acceder al exterior. Probablemente, al forzar los candados circundantes, estos fueran ordenando la caja, por lo que eran dos formas de acceder al exterior. Esto no tenía ninguna lógica, pues en el mundo humano solo era posible con medidas de seguridad de última tecnología, vinculadas por una red wi-fi, pero estaba claro que, en este mundo, esa línea de pensamiento no era a veces la acertada. Aunque nada de eso importaba, eran libres, ¡por fin! ¡¡aleluya!! Ya celebrarían este éxito después, no sería muy agradable conseguir la “contraseña” de aquella cerradura para que segundos después fueran sepultadas por una avalancha de Numemons que a saber qué acabarían haciendo con ellas. La opción más “light”, que simplemente las apresaran, supondría estar allí más tiempo, oliendo las heces y andando sobre baba. “Gracias, pero no, gracias”, ya añoraban poder respirar como el resto de mortales.

A la mínima, empezaron a subir los escalones, y con un golpe seco acabaron liberando la tapa, puerta, o lo que fuera, y por fin, el exterior. Dolía. El deslumbrante sol cegando sus ojos, el viento azotando su piel con diminutos granos de arena, y el ruido de la turba andando por el bazar, jaleo que apenas dejaba oir sus propios pensamientos. Pero eso daba igual: aire fresco, un agradable calorcito, y lo mejor de todo, la ausencia absoluta de Numemons. Sí, podía envidiar a Kate, que se ahorraba el “flash” del Sol, y poco más en lo que pensar. Cuando sus ojos se acostumbraron vio un panorama igual, y a la vez distinto, del de Bastemon.

Sí, había gente, puestos con mercancias deslumbrantes, tabernas y demás... Igual que su primer paseo por esta ciudad. Y una diferencia, una muy pequeña, bastaba para despertar cierto temor: las jaulas con esclavos. Digimons marcados como animales, encerrados, con ojos tristes, y la gente pagando por ellos como mercancía. Era difícil de ignorar. Y más aún el ruido de los Numemons acercándose, pudiendo ver sus cuerpecillos llegando a la escalera. Por inercia, entró en la multitud, para perder, de una vez por toda, a esos desagradables perseguidores.

Pudo avanzar así sin levantar sospechas, y respirar tranquila, hasta que reparó en su verdadera misión: encontrar al timador de una maldita vez, y de ser posible, irse de allí antes de que las babosas las delataran y acabaran en una jaula. Al fin y al cabo, no había Gottsumones ni un Meteormon para ampararlas. Necesitaba información, algo que les ayudara a saber si allí se encontraba el maldito estafador. Para ello, tendría que preguntar... Pero, ¿a quién?

Igual, ese distrito debería tener una policía o unos guardias, o algo que le sirviera de información. También había otra taberna, como la que visitó en el de Bastemon, y podría haber algún informante. Otras opciones serían preguntar a alguno de los transeúntes o gritarlo a los cuatro vientos, pero... ¿Esa acción sería segura? ¿Serviría para algo?

por Yoko Littner Jue Dic 29, 2016 1:45 am

Finalmente, con la combinación que realicé en el puzzle, el candado central realizó un ligero chasquido que indicó que se había abierto por completo. Y menos mal, porque los Numemons estaban realmente cerca. En cuanto se abrió el candado y después de intentar cerrarlo de nuevo lo mejor que pude para cubrir nuestro rastro, corrí con mi compañera en brazos, abriendo la tapa con rapidez y volviéndola a cerrar, saliendo al fin al exterior.

El sol impactó directamente en mi cara. Tal vez se debiese a que mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad que inundaba por completo el sistema de alcantarillado, pero el contraste de la luminosidad que había en una y otra zona era considerable. Sin poder evitarlo, cerré momentáneamente los ojos, colocando mi mano derecha encima de mi frente, haciendo sombra sobre mis ojos para que así quedasen menos dañados.

Es increíble que ese puzzle tuviese una solución tan simple- susurró Kate mientras respiraba con ganas al notar que ya habíamos salido de allí, a pesar de que seguía ciega durante estos instantes.

Estoy de acuerdo... Mi manía de pensar demasiado casi nos cuesta un festival de cacas...- dije yo suspirando, esperando a acostumbrarme de nuevo a la ardiente luz solar.

Por favor... No digas eso...- Kate comenzó a temblar, en una mezcla entre terror y asco por igual, intentando borrar la imagen de los Numemons persiguiéndolas y haciendo cualquier tipo de cosas.

Cuando mis ojos se acostumbraron, pude ver que ese distrito, el de Lampmon, era muy parecido al de Bastemon. Había un barullo de gente considerablemente notable, mercancías llamativas y extravagantes... Y un buen puñado de Digimons encerrados en jaulas, siendo vendidos como esclavos de todo tipo: trabajadores como unos Goburimons y Apemons o sexuales como unas Sistermon o, incluso, D'arcmons vestidas con harapos. Mi mirada de tristeza fue notable, aunque intenté ocultarla para evitar sospechas entre el gentío.

Es increíble que a día de hoy siga habiendo esclavos... Aunque sea en otro mundo...- susurré apenada mientras podía observar esos ojos suplicando ayuda desesperadamente, mientras que Kate enmudecía, compartiendo mi tristeza- ¿Los Union Savers no pueden hacer nada con esto?

Dudo que no sepan lo que pasa aquí... Pero imagino que Lampmon tendrá mucha influencia y no podrán intervenir aquí sin provocar una guerra... Es lo que pienso- susurró también mi compañera Digimon mientras intentaba imaginar a los Digimons que yo le describía que estaban metidos en sus jaulas.

Sin embargo, un ruido nos alertó. Eran los Numemons, habían logrado dar con nuestra pista. Rápidamente, nos mezclamos con el gentío. Pudimos resoirsr con calma al saber que habíamos perdido a los Numemons. Pero, entonces, nos percatamos de que casi habíamos olvidado nuestra misión: encontrar al timador.

¿Qué hacemos, Yoko? No conocemos a nadie aquí... Y creo que es un barrio muy peligroso... Como cometamos un error acabaremos muy mal... Además, necesitamos información...- me preguntó mi compañera, a lo que yo me quedé pensando seriamente.

Lo primero va a ser camuflarnos. Cambiar nuestra apariencia, pero sin llamar la atención. Debe de haber por aquí algunas tiendas de tintes para el pelo, tanto para ti como para mí, además de sombreros o gafas de sol que cubran parte de nuestro rostro... Incluso maquillaje... Cosas por el estilo. Cambiar nuestra apariencia para pasar desapercibidas, algo básico. Recuerda que aún tenemos el dinero de Ichabod. Yo puedo teñir mi pelo de color castaño o rubio y a ti te podemos hacer pasar por BlackGatomon o por Mikemon... Son varios ejemplos de lo que podemos hacer...- dije en voz baja para que nadie más nos escuchase, solo Kate y yo. Era un plan típico de las películas de espías, agentes especiales y demás parafernalia. Podría funcionar- después, podemos recabar información por ahí sin preocuparnos por llamar la atención, al menos no mucho...

Puede funcionar...- asintió una ciega Kate mientras pensaba en mi plan con tranquilidad.

por Roku Ginshô Vie Dic 30, 2016 6:54 am

El pelo de la tamer deslumbraba de un modo llamativo, como si fuera fuego ondeando por los calurosos y constantes vientos del desierto. Sumado al contraste que se generaba con el blanco níveo de su compañera digimon, destacarían sin duda frente a los otros digimons del lugar, más allá del hecho de ser una humana. ¿Habría más humanos allí? Puede, no tenía tiempo para reparar en ellos. Su misión, y ya no solo eso, su integridad física, estaba en juego. De ser capturada, le acusarían de infringir la ley, y viendo el distrito en el que estaban, no sería extraño acabar en alguna de esas jaulas... Y eso sin duda pintaba incluso peor que la idea de regresar a las fétidas alcantarillas.

Por ello, debían hallar un modo de poder pasar desapercibida, más allá incluso de la ayuda que brindaba la multitud. Y por ello, decidieron buscar algún puesto o tienda que les facilitara la tarea de camuflarse. Todo sea con tal de no volver a toparse con los horribles Numemons. Pudieron encontrar una, con apariencia de “boutique” de moda, y aunque no había tiempo para atender al rótulo o mirar bien los productos, se aventuraron al interior, pues dentro sería más difícil que las encontraran.

Nota: Haberse guarecido en un edificio habría ayudado a ganar tiempo. Aunque los numemons irrumpieran para dar vuestras descripciones podríais haber salido por una puerta trasera o ventana.

Ya dentro, pudieron observar una amplia gama de vestidos, trajes e incluso cascos y armaduras. Suponían que, siendo digimons, la elegancia se sumaba a la utilidad, y al igual que las damas querían vestir telas perfectamente trabajadas que acentuaran sus encantos, los monstruos más bélicos preferirían atuendos que les permitieran exhibir una mayor fuerza. Eso sí, esta línea entre “hombre” y “mujer” en el digimundo, por suerte, no se centraba en un único rol. Las digimon femeninas podían llevar vestidos, sí, pero estos integraban partes de corazas para ayudarlas a pelear. ¿El digimundo se había librado del machismo? No, las esclavas antes vistas dejaba entrever que no, por desgracia.

Un producto llamó su atención, pues un cliente preguntaba sobre su aplicación. Con apariencia de un mando o “táser”, se pinchaba al interesado y, tras un leve zumbido, la colocación del pelo cambiaba absolutamente. Al parecer, era un microdisco con información cromática, que lo pasaba a luz y plasmaba en la “data” que componía al digiser, como una especie de “tinte láser”. Eso sí, el tiempo dependía de la carga (uno que fuera eterno no sería un buen negocio), y aunque comprara el más barato, era bastante caro...

Habiendo diferentes opciones, debía gestionar bien su presupuesto... Observando las posibilidades entre trajes y tintes, encontró tres opciones para ella y tres para Kate, si bien una de esas era, precisamente, ignorar el disfraz en pos de que la otra fuera más “discreta”. Eso sí, la discreción en el digimundo no es que fuera algo a destacar, pues todos los trajes aplicaban bastante bien el concepto de “fanservice”. En sí, las opciones eran:

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-Tintar la propia piel de Yoko en púrpura, pues el tinte no era exclusivo para el pelo, y portar un vestido que parecía más bien lencería. Aunque fuera bastante caro, no podría ser confundida como una humana, y un casco ayudaría a esconder su pelo.

Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko] - Página 4 Dch-1-115_front

-Tintar a Yoko de rubia y colocarle un traje-coraza, el cual sin duda la hacía irreconocible a como estaba ahora, si bien se podía destacar el hecho de que seguía poseyendo una figura humanoide. Era una opción de precio medio.

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-Vestir a Yoko como Bastemon aprovechando el parecido físico gracias a su pelo rojo. Si bien necesitaban ropa, era más barata que el tinte en sí.

Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko] - Página 4 MikemonDMO

-Tintar a Kate como un tigre, haciéndose pasar por Mikemon. La superposición de colores era bastante cara, pero eso sí, alejarse de la típica Gatomon ayudaría en la tarea de disfrazarla.

Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko] - Página 4 DMOBlackGato

-Usar un tinte oscuro para BlackGatomon. Si bien los guantes debían colorarse también, el precio era medio, así que la opción era bastante atractiva.

Digiarmadura de Oropel [Misión de Yoko] - Página 4 TailmonDMO

-Prescindir de disfraz alguno, pues en el digimundo una Gatomon no llamaría la atención, al menos, no más que cualquier otra.

El dinero permitía dos opciones de nivel medio o una cara, teniendo a segunda opción que recurrir a una de las opciones baratas. Debían decidir rápido, y una vez ya disfrazadas, podrían moverse con más comodidad, a salvo de las indiscretas miradas de esos asquerosos digimon.

Nota: Es decir, ir a uno de los destinos propuestos en el anterior post.

por Yoko Littner Sáb Dic 31, 2016 6:28 pm

Estaba claro que una muchacha con el cabello rojo era extremadamente raro en muchas partes del Mundo... Y el Mundo Digital no era una excepción. De hecho, me preocupaba que, por ser tan exótica, hiciesen cualquier cosa para tratarme como una exclava sexual... Y, sinceramente, no quería que un Numemon me toquetease con sus tentáculos... Por ejemplo.

Con el objetivo de pasar desapercibidas, llegamos a una tienda en la que no sólo vendían tintes para el pelo, sino tambien tintes para todo el cuerpo, armaduras, entre otras cosas. Por suerte, era experta en cosplays, de hecho, era mi profesión, ser modelo de cosplay. Sin embargo, no sabía de qué podría disfrazarme en este Mundo Digital, además que siempre me había disfrazado para gustarme a mi y a los demás, nunca para ocultarme. Por suerte, también se podría disfrazar a Kate. Echando un vistazo rápido a las opciones, me puse a pensar en los distintos resultados, luchando contrarreloj, antes de que nuestros perseguidores nos encontrasen allí.

¿Todavía no te has decidido?- me preguntó mi compañera felina mientras suspiraba al ver que ni había resultados.

Tu disfraz lo tengo pensado de sobra. Pasarás a ser una BlackGatomon, pero yo... - dije mientras no me terminaba de decidir entre las múltiples opciones que se me planteaban- es que son todos preciosos... No puedo decidirme por uno solo...

Pues elige uno, el que te dé la gana y cuando nos libremos del estafador y volvamos a casa, coge tus ahorros, vuelves y compras el resto... Es la opción más lógica ¿no?- me dijo Kate emitiendo su opinión en un susurro para no levantar sospechas.

Está bien... Entonces elijo este...- dije mientras cogía el tinte de cabello rubio, un traje-coraza de color blanco, adornos de color rosa, un casco metálico que me cubriría el rosto y varias alas postizas. En los objetos alegaban que tenían relación con un Digimon llamado Angewomon. Fui a pagar ambos disfraces, yéndonos hacia los baños y cambiándonos allí. Yo me disfracé de Angewomon y Kate de BlackGatomon, así pasaríamos más desapercibidas... Y nadie estaba buscando a una Angewomon acompañada de una BlackGatomon.

¿Y ahora?- preguntó Kate mientras suspiraba, oliendo todavía la fragancia de los tintes, que seguían haciendo efecto... Aunque dicho aroma seguía siendo mejor que el presente en el alcantarillado o los Numemons.

No sé si, estando donde estamos, los policías ayudarán mucho pero... Probemos yendo a la comisaría de policías más cercana...- dije saliendo de la tienda con el disfraz puesto, después de pagar con el dinero que nos dio Ichabod anteriormente. Esperemos que haya suerte...

por Roku Ginshô Sáb Dic 31, 2016 8:57 pm

Nota: Siendo una boutique de moda, y teniendo en cuenta que el tinte es láser, más que ir a los baños, hagamos como que fueron a los probadores. Intentemos prescindir de las alusiones a los Numemons durante unos post.

Una pequeña alegría en ese día de locos. Las peleas, persecuciones, robos y demás horribles experiencias quedaron eclipsadas por aquel oasis de paz (sin haber una mejor metáfora para aquel desético lugar), una tienda donde no solo estaban las vestimentas que tanto amaba Yoko, sino también ingenios que facilitaban mucho el cosplay, pues un ligero zumbido, y todo su cabello pelirrojo pasó a ser semejante a hebras doradas, milagro que se repitió con Kate, cuyo pelaje blanco se tiñó de su opuesto, un negro carbón intenso. Eso si, el precio fue disparatado, un verdadero robo... Pero de todos los males vividos, era el menor. La ropa era cómoda, preciosa, y encima, le permitiría pasar desapercibida. Aunque fuera un mal trago, ahora estaban a salvo, y quién sabe, quizas pasarse por digimon, y no por tamer, ayudaba en el paseo por el distrito. La vuelta fue una cantidad tan paupérrima, que a lo sumo podría pagar un helado o tentempié, mas como soborno... Sería considerado más un insulto.

Nota: El dinero de Ichabod, como recurso, se acabó.

Los ojos se clavaban en ella al salir de la tienda, miradas indiscretas y directas. ¿El disfraz no servía? Con las angelicales alas, era cierto que la digimon podría ir volando, capacidad que se negaba por su condición humana (el disfraz era bueno, pero no tanto). ¿Tan raro era que una digimon decidiera andar en un paseo? Bueno, la artimaña ya estaba preparada, no había vuelta atrás... Pero segundos después, pudo escuchar algo que la tranquilizó.

-Menuda Angewomon, que entra a arreglarse y sale igual... -cuchicheaba un grupo- Las hay que nunca se deciden.
-Quizás era una digimon más horrenda,y la han arreglado a ese punto, ¿no?

Este rumor se repetía en determinados grupitos, cambiando algunas palabras, pero conservando la misma idea. Menos mal, la opinión se alejaba de que fuera una humana, y así, sin riesgo, se mezcló de nuevo con los transeúntes. Esta vez, ella y Kate irían a la comisaría, gendarmería, o como se llamara el edificio donde los guardas del distrito se preparan. Los carteles ayudaban en esta labor, pues aunque las letras seguían siendo indescifrables, los dibujos eran universales.

Por fin lo encontraron, y entrando con cierta seguridad, se sorprendieron al ver que quienes protegían el lugar eran... Como pequeñas cacerolas saltarinas. ¿Todos los distritos eran vigilados por digimons así de curiosos? El jefe, que se atusaba un bigote, gritaba a sus hombres, señalando la pared e indicando, con pautas a voces, que colocaran bien un gigantesco cartel.

-¡¡Vamos, oxidados!! ¡¡La ausencia de tronco nunca es una excusa para los Gladimons!! -golpeó a uno en la cabeza- ¡¡Vamos, vamos, que este solo es el de aquí, luego toca ponerlos por toda la ciudad!! Esto pasa por dejarlo a última hora -se puso rojo de furia- ¡¡Inútiles!!
-¿No se supone que si no ganamos unos mínimos, usted se quedaba el premio, y por ello avisamos a última hor...

Entre capones y coscorrones, acalló la voz de su soldado, pudiendo Yoko y Kate fijarse que en el cartel se anunciaba un concurso de danza, cuyo premio era... ¿Una armadura? ¿Estaría implicado el falsificador?

por Yoko Littner Dom Ene 01, 2017 1:30 am

La verdad es que el disfraz me encantaba. Era perfecto: cómodo, bello y, encima, realzaba mi belleza natural, aunque esté mal que yo lo diga. Los dos zapatos de tacón eran muy cómodos, aunque uno era distinto al otro... Supongo que las Angewomon vestían así normalmente. Lo mejor de todo es que con dicho disfraz y, especialmente atendiendo al casco que portaba, aunque me dejaba ver perfectamente, ocultaba gran parte de mi rostro, lo cuál era una ventaja puesto que podía pasar completamente desapercibida. Además mi cabello, que pasó de ser rojizo a ser de un color dorado brillante.

Kate, por otra parte, tenía un disfraz mucho más sencillo, tan sólo había cambiado su pelaje y sus guantes, pero eso ya la hacía pasar por un Digimon totalmente distinto. Esperaba que ambos disfraces diesen resultado, pues del dinero que nos dio Ichabod nos quedó una ínfima parte, suficiente para comprar un refresco o un helado como mucho. Aunque esperaba que sí, la calidad era bastante alta.

Cuando salimos de la tienda, un montón de comentarios se dirigían hacia nosotras. No directamente, sino más bien cuchicheos entre la multitud. Por lo que pude escuchar, cuchicheaban acerca de una "Angewomon" que no se decidía a comprar. Supongo que eso era buena señal.

Mejor no les hagamos caso y sigamos adelante- a modo de respuesta, tan sólo sonreí fríamente mirando a quienes hablaban durante un instante y siguiendo con nuestro objetivo: llegar a la comisaría.

Nos ayudamos a través de varios carteles que, aunque no entendía las letras, los dibujos eran un idioma universal. Las flechas y las imágenes grabadas en dichos carteles nos ayudaron a llegar a la comisaría del Distrito... Pudimos apreciar que, quienes se encargaban de la seguridad en el Distrito de Lampmon eran como una especie de... ¿Menaje de cocina con patas? Parecía como si una cacerola se hubiese puesto una armadura medieval adaptada a su rechoncho cuerpo, con varios estoques y una pluma como las presentes en los sombreros de los famosos mosqueteros. El distrito de Bastemon era vigilado por hombrecillos rocas, mientras que el de Lampmon por cacerolas guerreras. Era, cuanto menos, curioso.

Parecía que se estaban peleando por pelear unos carteles. En dichos carteles pudimos apreciar que se trataba de un concurso de danza y el premio parecía ser una armadura para digievolucionar a los Digimons. Probablemente se tratase del mismo sujeto al que perseguíamos. Con prudencia, me acerque, junto a Kate, hacia los guardianes, aclarando mi voz e intentando parecer una princesa o alguien que derrochaba pureza por todos los poros de su piel... O eso es lo que me transmitía a mi Angewomon...

Disculpen... ¿Nos pueden indicar dónde queda el concurso de baile? No somos de por aquí, pero soy una bailarina profesional en el Mundo Digital que nos hemos perdido y no conocemos muy bien la ciudad... - intenté decir lo más dulcemente que pude, poniendo un matiz de timidez en mi voz.

Yo soy su manáger... Se supone que debíamos encontrarnos con el guía turístico pero nunca apareció...- me siguió el juego mi compañera Digimon mientras resoplaba decepcionada.

por Roku Ginshô Dom Ene 01, 2017 10:29 pm

Nota: “Peleando por pelear unos carteles”, lo siento, pero es una línea graciosa.

El Gladimon líder se atusaba el bigote, evaluando con la mirada a ambas. No le encajaba un elemento que, ciertamente, había sido un fallo en su presentación. Con un leve movimiento, dos de sus hombres acudieron a su lado. Puede que aún no supieran qué problema había, pero se les reveló de inmediato:

-¿Y cómo sabéis del concurso, si lo estamos notificando hoy? Sospechoso...

Un nudo se les hizo en la garganta y en la boca del estómago. ¿Tras todo lo ocurrido, iban a quedar presas precisamente en ESE distrito? Habían sobrevivido a los Numemons, y solo querían que aquel falso comerciante les devolviera lo que era suyo, sin más. ¿Es que era mucho pedir? Ellas pensaban que no, pero en el digimundo, quién sabe. Si esto fuera un videojuego, iría apareciendo ese horrible, horrible rotulo, con la sentencia que más podía tener un gamer: “Game Over”.

-Señor, se han perdido, y de hecho, ha dicho que es bailarina y que el concurso es de baile, cuando es, ya sabe, Raks Sharki -el puño de su superior se hundió en su casco- ¡¡Ay!!

Entre gruñidos y maldiciones, el digimon hizo una serie de ademanes para que las guiaran al emplazamiento donde se llevaría a cabo dicho concurso. Aún tensas por el susto inicial, se movieron aparentando tranquilidad, ahora que lo peor habia pasado (o, al menos, eso deseaban). Poco después, llegaron a un emplazamiento... Clandestino. Una tarima lo bastante grande para que los participantes se movieran, y una zona donde se apostaría el público, pero sin asientos. Cutre, tremendamente cutre. El problema, no obstante, era otro: Yoko no sabía efectuar la danza del vientre. A lo sumo, sabía qué era por algún videoclip, película y anuncios, pero en ningún momento se había interesado por ella a un nivel profesional.

Nota: Ni en la ficha ni en ningún momento se ha especificado que tenga dicha habilidad, por ello se aclara esto antes de decir que en el pasado tomó clases y demás.

Ya era tarde para echarse atrás, y si quería acceder a ese trofeo, tendría que usar todo su ingenio para superar estos obstáculos. Al parecer, cada ronda se basaba en un estilo de la danza (¿había más de uno?) y debía ser acompañado con un canto. ¿Cómo podría informarse de las bases para poder hacer un papel correcto? No, correcto no bastaba, debía ganar.

Nota: En el siguiente post debes colocar un elemento que justifique los conocimientos sobre las Raks Sharki. Excepto que Kate y Yoko lo sepan por inferencia divina, casi cualquier cosa. Eso sí, ten en cuenta que no te lo podrán decir TODO, y que debe ser un método coherente (es decir, ir a una tienda de libros sin saberte mover por el distrito para conseguir uno y regresar... Pues no).

Se preparaban los participantes ante el primer desafío: Baladí.

Nota: El concurso podrá desarrollarse desde dos perspectivas: danza y canto. Se supone que la que no se elija se aplicará igual (mientras baile, Yoko cantará, y viceversa), y cada uno se basa en un reto distinto:

Danza) Partiendo de los movimientos de la danza, Yoko tendrá que encontrar referencias anime (o de j-pop) que se asemejen, y presentarlos como parte de su baile. A mayor número de pruebas, y mejor justificado (tanto por la narración como por la semejanza con los movimientos descritos) se considerara un éxito mayor.

Canto) Imitando el ritmo más típico en estas danzas, Yoko tendrá que componer una letra cuyo tema sea el más “típico” de la danza (expuesto ya en la info anexada). Las estrofas a conformar deben tener el patron 5-3-5-5-3, rimando los versos que comparten métrica, o la pauta 5-5-3-5-3, de igual rima. Encadenar varias dará una mejor puntuación.

Baladí: Movimientos sencillos en un compás masmoudi, siendo el tipo de danza más típica y reconocida, con movimientos muy sensuales, pero sosegados. Esta sensualidad, el deleite de los sentidos, suele ser el tema principal, empleando aceites y perfumes en las muñecas para, en sintonía con los movimientos, transmitir diferentes sensaciones para deleite de todos los sentidos.

Ej de poesía:

Arde el incienso-5a
mientras yo pienso-5a
nostalgia -3b
me miras menso-5a
¿con rabia?-3b

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