Blowin' the blues away. [Priv. Scott]

Luz roja bañando los pasillos, gritos de desesperación por parte de los débiles. Los más inteligentes, guardaban silencio y permanecían inmóviles, puesto sabían que no tardarían mucho en ser ejecutados. Finalmente se hiso presente su mayor temor: el humano vestido de obsidiana y sangre, marcado por el mismísimo diablo, acompañado de sus 2 sombras: la mente y el puño. Observo atentamente al más inteligente de todos, un Ebemon, quien se acercó para dar su informe. Un paquete había perdido su rumbo durante su transporte a una cede mejor preparada. Aquel paquete contenía una bestia de la cual, el humano era su padre, y le repugnaba pensarlo; pero no podía centrarse en su asco hacia aquella abominación. Debía recuperarla a como diera lugar.

Mando a preparar una aeronave y dejo a cargo de la penitencia de los incompetentes a cargo de sus 2 sombras. El humano, líder de aquel clan aún en proceso de reformación, no tenía tiempo para designar castigos en situaciones de ese tipo. Tenía un serio problema; atado de manos y con una espada al cuello en el borde de un precipicio. Un movimiento en falso y todo por lo que tuvo que pasar, se volvería una estupidez.

Abordo la nave junto a su compañero y su mano derecha, partiendo rápidamente hacia la zona imperial, lugar donde el paquete había tenido la desgracia de caer. Rogaba que el paquete no se hubiera abierto, puesto sería una catástrofe, aunque lo dudaba; porque había ordenado especial refuerzo en su estructura.

Finalmente el vehiculo de transporte sobrevoló la zona. Habían tardado más tiempo del que hubieran deseado, puesto ya estaba escureciendo y para colmo de todo, había Knightmons por todo el lugar. La sola presencia de esos caballeros, significaba que o bien la guardia del emperador de la zona había sido enviada, o los Royal Knights estaban allí. Cualquiera de las 2 eran igualmente malas.

Desciende en la zona de impacto… Nova, estate preparado… Labra, no digas nada e inspecciona el paquete en cuanto bajemos, asegúrate de que no haya daños… -Alzo la cabeza para ver al conductor, un MetalMamemon- Larry… prepárate para cargar el paquete en cuanto termine la burocracia…

Tras su descenso, la nave mantuvo sus motores encendidos. La necesitaban en pleno vuelo para realizar la recolección rápidamente, pero la voz de quien parecía estar a cargo de investigar hiso acto de presencia y “arruino” los planes del momento. Si bien el encargado de recuperar el paquete sabía que debería hablar, no esperaba que tuviera con ser con “ese” individuo. Lo conocía, por nombre y un poco por apariencia, pero en su primer y último encuentro… las situaciones no fueron las mejores.

Un pequeño ataque de memoria llego a la mente del humano vestido con como el tercero fuera de la aeronave, un ataque donde no podía encajar las piezas correctamente; pero eso no tenía cabida en ese instante, primero lo primero: el paquete. Las compuertas laterales de la nave se abrieron, dejando lugar a una plataforma metálica inclinada 45 grados para el descenso de los viajeros. El primero en bajar fue el humano, con sus visores oscuros cubriendo su rostro y su capucha puesta. Siguiéndole, un Labramon con pañuelo militar salió rápidamente para acercarse a la nave a inspeccionar, y finalmente, aunque no termino de salir, un BlackWarGreymon.

El humano se paró frente al contrario, con sus brazos en la espalda, tratando de mantener una postura tranquila y, ¿profesional? Realmente no lo sabía con exactitud. Pero de todos modos, no tenía tiempo para algo como eso; estaba claro quiénes eran, y debía seguir los procedimientos que estaba intentando establecer temporalmente en sus filas.

Saludos, Caballero Santo Raikomaru Fuji –Realizo una ligera reverencia, retirando las manos de su espalda para extenderlas en señal de “cortesía” hacia los lados- yo soy Bisuto Rensa, propietario del objeto que se encuentran investigando… aunque no creo que haga falta mencionar que se trata de propiedad del Chaos Empire… pero no se preocupe, nos lo llevaremos de inmediato… vera, todo esto solo fue… un error de unos novatos que toquetearon más de lo que debían

Todo le parecía correcto, sencillamente era razonable… todo excepto la revisión del interior del paquete. El humano simplemente no podía permitir que ese paquete se abriera, era demasiado peligroso. No pudo evitar hacer una pequeña mueca de disconformidad ante ese dato, pero no se podía hacer nada al respecto, más que intentar determinar todos los datos posibles para que la situación quedara a su favor.

… Larry, será mejor que apagues el motor, estaremos aquí más tiempo del que planeamos… también trae los papeles de mi asiento –Masajeo ligeramente su sien izquierda, en señal de molestia, pero disposición a seguir los protocolos designados- Señor Raikomaru, tengo algunos registros de vuelo y programación de envió, para que confirme que nuestro paquete sufrió un accidente, no obstante, si quiere analizar los sistemas de vuelo, cantidad de combustible y estado de los motores, con gusto le permitiré hacerlo… no obstante, el contenido es frágil y no estoy del todo conforme con que deba ser inspeccionado… -Observo los cigarrillos que se le ofrecían, a lo que simplemente negó con la cabeza- lo siento, no fumo ni bebo… como seguramente estará pensando, soy el “alma de las fiestas”

Bromeo por un momento, pero luego se quedó observando al caballero en silencio, esperando a que el pequeño MetalMamemon trajera consigo unos papeles. El humano sabía que habría burocracia, y por ende tuvo la delicadeza de traer unos papeles para certificar sus palabras. Aunque no contaba con si serian lo suficientemente legales o no, los tenia para tratar de arreglar el asunto lo más rápido posible.

… ¿mmmh…? –Vio por encima del hombro del humano a su compañero canino, alzando un brazo en señal de aprobación- … ufff –Suspiro con cierto alivio, mientras que el MetalMamemon salía de la nave con los papeles- bueno, señor Raikomaru, aquí tiene los registros de vuelo y envió, para confirmar mis palabras… y si no le parecen suficientes, mi compañero acaba de confirmarme que no hay problema con inspeccionar más a fondo

En ese caso, destrúyanlo inmediatamente –Corto el humano de forma repentina, sobresaltando al MetalMamemon que tenía a su lado- el contenido es frágil, pero no podemos permitir que sea inspeccionado o analizado por mano de nadie, ni los caballeros sagrados veladores de la justicia divina de Yggdrassil, ni los agentes interconectores entre el mundo de las plagas y el digimundo

Aunque su objetivo era recuperar el paquete, si no podía llevárselo en ese mismo instante, el humano prefería su total destrucción. La importancia de su contenido era alta, lo suficiente como para poder decir abiertamente “Preferimos perderlo todo antes que enseñarlo”.

Aunque desconozco de que “guerra” está hablando, Señor Raikomaru… no puedo permitir que el contenido del paquete sea revelado, a nadie… inclusive varios de mis científicos desconocen el contenido… pero saben que no deben mirarlo –Se inclinó ligeramente para ver el paquete a la distancia, siendo “custodiado” por el Labramon- no tengo problema con que revise los programas de vuelo, con que nos haga esperar un par de horas para poder llevárnoslo o si debe acompañarnos con el hasta la zona de destino… -Regreso a su posición original, viendo al humano que tenia de frente fijamente- pero definitivamente, es preferible que se destruya antes que alguien lo vea…
Señor, ¿en verdad… lo dice en serio? –Larry, el MetalMamemon, tenía problemas para comprender la situación, sin embargo, no sabía que el asunto fuera tan serio como para llegar a ese punto-
Así es Larry… como líder del Imperio Caótico, está en mi sentido del juicio decidir que se destruye y que no de nuestra propiedad… y definitivamente, ese paquete tiene que destruirse si no podemos tenerlo nosotros –Sabía que estaba complicando las cosas al declarar su posición en el clan más irracional del digimundo, pero era la única forma que veía para dejar en claro lo importante que resultaba ese objeto-

Si dijera que es, no tendría sentido tratar de evitar que sea visto –Menciono el humano, cruzándose de brazos ante todas las “respuestas” que había escuchado- y Cadejo, nuestro legitimo emperador, se encuentra en estado desaparecido… suponemos que junto a nuestro segundo líder, Commandramon, se perdieron en la Deep Web… o simplemente fueron al mundo humano, no lo sabemos… lo único que podemos decir, es que ahora yo estoy a cargo de los despojos del imperio que dejo Cadejo

Se mantuvo cruzado de brazos, incluso cuando trajeron aquellos banquillos de madera. El humano se mantuvo de pie, sin embargo, el MetalMamemon no pasó la oportunidad y se sentó en el banquillo, moviendo sus pequeños piececitos como un niño pequeño esperando a que la charla de los “adultos terminara”. Pero aquella historia no parecía tener un final satisfactorio… ni siquiera su desarrollo le parecía suficiente. El humano encapuchado mantuvo su rostro lo más neutro posible, aunque sus puños apretaron sus brazos por inercia. Enterarse de todo eso, no era algo gracioso ni mucho menos tranquilizador. Él tenía la desgracia de estar a cargo de un clan que había salido de su rumbo hacia tiempo, y sin ningún tipo de instrucción o guía, debía seguir adelante. Nadie sabía de la guerra, y seguramente quienes lo sabían, ya lo habían olvidado por la administración completamente irracional del antiguo líder.

Chasqueo la lengua en señal de disgustos y simplemente, relajo el cuerpo, dejando caer sus brazos en el aire. No tenía caso preocuparse por ello; estaba seguro de que nadie se lo diría nunca, porque nadie lo recordaría a este punto. Todos eran nuevos de algún modo, asique pensar en enfadarse con alguien o reprimir la falta de información respecto a su puesto, sería inútil.

… gracias por esta lección de historia, aunque quiero aclarar que… el Chaos Empire que estoy reafirmando, no es el mismo al que Cadejo estaba derrumbando… -Hiso una pausa de silencio para después soltar un comentario al aire- y por cierto, tengo 21 años, pero me he mantenido muy distante a estas tonterías de guerra; soy el tipo de persona que prefiere… velar por los suyos sin complicaciones

Ante la llegada de los nuevos individuos, el humano tuvo que alzar la mano izquierda rápidamente, lo cual dio la señal al BlackWarGreymon para moverse. Sabía que no podía herir a nadie, pero si podía interponerse indiscriminadamente entre los magos y el paquete. No iba a permitir que su contenido viera la luz tan fácilmente; aun no podía decir que se rendiría en ese aspecto. De cualquier forma, una vez el guerrero oscuro se puso en posición, el humano toco la pequeña cabeza del MetalMamemon, haciendo que este se levantara de la silla para así poder tomar el asiento.

Es un dolor de cabeza constante que no le desearía ni a mi peor enemigo, rodeado de pirómanos, terroristas, psicópatas y un ocasional exhibicionista que cree que por ir por ahí con una madera pintada de negro es considerado “censura” –Respondiendo a la primera pregunta, con un tono bastante seco y directo, pese a que decía la pura verdad- y no creo que sea precisamente el enemigo de todos… y aliado de nadie
He… señor… ¿no se refiere a mí por ninguno de los mencionados antes… verdad? –El humano giro la cabeza para ver al MetalMamemon, y con un simple “no” acompañado de una palmadita en la cabeza, la pequeña esfera metálica sonrió alegremente y suspiro aliviada- menos mal…
… egh… ¿Qué hare…? Honestamente, lo que todo imperio necesita –cruzándose de brazos, observo al humano que tenía frente a el- pilares… mire señor Raikomaru, no tengo interés en atacar la ciudad de los juguetes, no me importa que mis soldados quieran asaltar la tienda de caramelos de la esquina, mucho menos estoy dispuesto a encabezar un ataque contra algo tan frágil como la torre de cristal… lo único que a mí me importa es convertir del grupo anarquista número uno del digimundo a un imperio legitimo… y he conseguido obtener apoyo en distintas zonas… -Sonrió leve, casi riendo- supongo que no saludar con una explosión ayuda a que la gente escuche lo que tienes que decir

No estoy seguro de que los tres clanes podamos llegar a un acuerdo… no ahora, ni en un futuro próximo… quizás… ¿en algunas generaciones? No lo sé… pero tal y como estamos instalados actualmente… los Caballeros Sagrados son la inquisición, siempre lista para acabar con la vida de quienes sean potenciales amenazas y lo demuestren… los Agentes de la Unión son el puño de la ley humana en un mundo digital… y finalmente, el Imperio Caótico es el club de los renegados que solo quieren desquitarse con el mundo… -Guardo silencio un momento- nada me haría más feliz y me haría las cosas tan sencillas como llegar a la verdadera paz… sin treguas en una guerra que mis ruinas ya ni siquiera recordaban… pero es muy pronto para hablar de ese tema, con todo mi pesar lo admito…

Internamente, deseaba la paz, deseaba un modo de poder decir quién era sin que nadie pudiera tener malas opiniones de sí mismo, pero era imposible. Sabía que su clan había, dirigido en ese entonces por el antiguo emperador, dejado una mancha muy difícil de limpiar; y por más que lo intentaba, era difícil. Podía hacer desaparecer algunas partes, pero la mancha seguía siendo visible… aun no era momento para intentar nada; primero tenían que seguir con sus asuntos, terminar sus investigaciones y brindar lo que en su momento, nadie les brindo: ayuda.

¿Mmmh…? Oh… lo lamento, pero no puedo permitirlo… -El humano se inclino para ver al BlackWarGreymon interrumpiendo las acciones de los magos- como dije, no podemos permitir que su contenido sea visto o analizado… cualquier cosa referente a conocer lo que hay en el interior del paquete, es algo que no podemos permitir… aunque –Giro la mirada hacia el humano- alegando al lado infantil de mi persona… podría desistir de esta idea si usted promete no “enfadarse”