La mafia et la mer. De belles dames! {Priv. Lena}

-¡Con un demonio, Elluka! Es una misión, no un desfile. -Reclamé a mi compañera pero no parecía interesada en siquiera escucharme.
-Es una playa, y estamos de incógnito, deja de ser tan escandaloso, s'il te plaît. -Me contestó con una voz monótona y casi imperceptible, y eso sólo me hizo enojar más. Estaba mucho más al pendiente de que nadie se estuviera fijando en ella, que el hacia dónde íbamos. Me perturbaba la tendencia humana por mostrar carne en público, aún cuando no nos meteríamos al agua. ¡Y es que ella prácticamente iba en ropa interior! Ella lo llamó bikini, yo lo llamé sinvergüenza. Aún si yo le insistía más en ponerse la camiseta encima, ella se iba a seguir rehusando. -Deja de estar mirando a todos lados, así no se comportan los ciegos. -Volvió a dirigirse hacia mi con ese mismo desinterés.
-Tch... -Chasqueé la lengua y apreté ligeramente mi agarre en el brazo de la pelirrosa. Volví a mi acto de jóven con ceguera al instante. Luka dijo que de quitarme la venda de mis ojos, llamaría demasiado la atención. Si de por sí, un par de europeos en una playa nipona era bastante raro. Sin embargo, yo sabía que ella esperaba que me mantuviera más alerta al no desligarme por completo de mis habilidades sensoriales. Estar disfrazado de humano era bastante distracción ya.

No había demasiada gente, y mayoría de los visitantes eran muchachos adolescentes, dispersos por todos lados en grupos de amigos risueños. ¿La razón? Los rumores que corrían de boca en boca contaban que en cierto punto de la playa yacen monstruos y bestias nunca antes vistas. Esa era su versión, claro. Los reportes de soldados indicaban que todo se trataba de actividad ilegal con digimon, pero no quedaba claro si Digital INC estaba detrás de todo el asunto, o si era algún tamer desviado que quería hacerse con sus cinco minutos de fama. Fuese lo que fuese, alguien debía actuar rápido, y nosotros estábamos por la zona.

Una presencia irregular captó mi atención repentinamente, y me tensé por inercia.
-¿Encontraste algo?
-En el agua, Luka, ahí hay un digimon. -Musité. -Es... No es muy fuerte. Se aproxima a la costa. ¿Es un ataque? -No estaba seguro, no tenía la precisión de siempre.

Escuché más de un estruendo que simulaba ser explosión, y me giré para ver el origen. ¿Fuegos artificiales? ¿Tan temprano? Dudaba mucho que el festival hubiera empezado a tal hora del día.
-Oye, ¿no crees que...? -Llamé a mi compañero, que también parecía confundido. Antes de que pudiera terminar mi oración, un siguiente escándalo se robó el momento. Todos en la playa desaparecieron como cucarachas ante la luz.
-Los humanos son bastante simples... -El querubín dio la espalda para ver si alguien más sobraba en la playa, y yo lo seguí con la mirada. Bastante conveniente.

Tan fugaz como un relámpago, una rubia se lanzó sobre mi y evitó que las hélices del ahora revelado Frogmon impactaran contra mi. Mi sombrero había volado un par de metros, y la arena se había pegado en mi pierna.
-¡Aleron! -Grité, pero antes de haberme percatado, mi compañero evadió el ataque sin siquiera darse la vuelta... Se había vuelto más consciente de su alrededor. En dado caso que impactaran, no era como si ese ataque le hubiera hecho demasiado daño. Regresé mis ojos hacia la rubia, y fruncí el ceño al notar cómo me había mirado. Era bella, pero se le veía boba en sobremanera.

Cuando ella me ayudó a levantar y montó su acto junto a un Mamemon, arqueé una ceja. Mi compañero se veía dispuesto a eliminar al digimon rana, pero detuve su camino extendiendo el brazo derecho.
-No, no. Quiero ver cómo se desarrolla esto. -Murmuré, y él pareció entender. Colocó el sombrero en mi cabeza, se volvió a aferrar de mi brazo, y yo me quedé en pie.
-Es mucha coincidencia. -Contestó con sequedad. Con un chasquear de dedos, llamó a Olive, su paloma de inmaculado blanco, y esta se posó sobre su hombro. -Definitivamente tienen algo que ver.
-Sin duda alguna. -Reí por lo bajo, pero me interrumpí al sentir la piel en mis brazos erizar. En cuanto miré a Frogmon, este había vuelto a atacar. Lanzó sus dos hélices nuevamente en dirección hacia los Hurricaine Lovers. Sin embargo, ninguno de los dos tenía planes de ir a ayudarles.