Amenaza: ¿Bromista? [Priv. Yukari]

por **Hibiki Sanjō** Sáb Oct 07, 2017 12:48 am

Amenaza: ¿Bromista?

Tranquilo día en la Zona Imperial, una de las ciudades mas misteriosas y antiguas del Digimundo, es una de las pocas que siguen adorando rigurosamente a Yggdrassil y apoyan sin discusión las decisiones de los Royal Kinght. Protegida por montañas y acantilados, esta ciudad se resguarda de cualquier enemigo utilizando a la naturaleza como su aliada, mientras sus experimentales tropas se encargan de aniquilar a los herejes. La ciudad se encuentra divida en varias partes por su gran tamaño y seguridad de los habitantes, por lo que es común que al principio parezca un ambiente oscuro lleno de tensión. La estructura en toda la ciudad es de un estilo del medioevo. Pero vamos, no todo podía ser paz y tranquilidad incluso en una ciudad como esa, ¿no?, hace no demasiado se producieron avistamientos, ¿pero de qué?, de una de las más grandes amenazas que la ciudad había tenido en mucho tiempo y que de alguna forma aún no se lograba neutralizar.

Un bromista.

¿De verdad alguien podía ser así de peligroso?, claro que sí, pues algunos decían que la apariencia del mismo era el de un gran demonio, sin embargo solo lograban ver la sombra del mismo, nunca se verdadera forma, mas otros habitantes de la ciudad decian haber visto a un pequeño ser sobrevolar, un digimon virus según muchos, pero el rasgo más destacable en este ser era un dibujo en su frente, una calavera.

—Je je je— Una risa malévola podía oirse en uno de los callejones de la ciudad, ahí mismo se proyectaba una sombra, pero no era la sombra de aquel ser demoniaco que muchos decian haber visto, sino el de un pequeño digimon volador, era azul y tenía garras, además de alas en lugar de manos, era un DemiDevimon. —¡Sí!, hoy será el gran día!— Vociferaba entre carcajadas mientras parecía razgar un plano con sus garras mientras mantenía una sonrisa que a cualquiera le parecería sospechosa, cualquiera diría que estaba a punto de cometer un gran golpe, y claro, pobre de todo aquel que decidiese llegar a la Zona Imperial, ¡pobre!, pues tendría que vérselas con el bufón definitivo, una molestia para la sociedad, un rezagado de la misma.

¡El mismísimo DemiDevimon!

por **Yukari** Sáb Oct 07, 2017 1:24 am

—No.
—¿Por qué no?
—No me culpes luego si te creen una hereje
—¡Imposible! Oh, vamos, Lucy ~

Como siempre; Lucemon era el que solía tener la razón y su compañera, desde que había tocado esa especie de ciudad medieval, había empezado a actuar de forma extraña. ¿Algún virus quizás? Uno que atacara humanos, claro... O simplemente alguna vieja debilidad por lo medieval, por los caballeros y las leyendas. Ciertamente, mientras Lucemon avanzaba a su lado, levitando a pocos centímetros del suelo gracias a sus pulcras alas, la humana avanzaba también, cubierta con una toalla blanca, o manta, o bufanda, o lo que sea. Cierto era que estaba parcialmente cubierta por ella y el gorro de cawboy que llevaba no le daba especialmente una imagen de alguien confiable.

Las miradas estaban puestas sobre ellos, pero el primero no parecía prestar demasiada atención a ello y a la segunda... Bueno, tan convencida de hacer lo que se había propuesto tampoco era como si se percatara de mucho. Habían tenido un desacuerdo, claro, todo eso porque Luce no había querido vestirse como ella y acompañarla en su infantil juego. Sí, juego... ¿Qué mosca le había picado a Yukari de todas formas? El calmado ángel se había negado y a pesar de todo, ella no estaba para nada desanimada. ¿De donde había sacado los Bits?

Paró de golpe, culpa de la maléfica risa que se escuchó—¡Ahí está, Lucy! Hagamos la buena obra del día —¿Para qué? De todas formas no se quejó, no dijo nada, giró su dirección siguiendo a la humana y ella, en cuanto dio de la pequeña sombra que desconocía, pero que fingió conocer, sonrió de forma orgullosa—¡Sí! ¡Hoy será el gran día para desenmascarar al ladrón! —¿De qué hablaba? Yukari sujetó la blanca tela a su alrededor en pose orgullosa, irónicamente y quitandole seriedad a la situación, Lucemon detrás suya estaba bostezando.

Eso era perfecto.
Un gran combo.

por **Hibiki Sanjō** Sáb Oct 07, 2017 1:56 am

Las cosas habrían salido de maravilla para la rubia, claro, hubiese sido así si no fuese porque el maléfico DemiDevimon le había oído en su energético monólogo, porque bueno, sí que parecía estar sola a pesar de que hubiese llamado a alguien por el nombre de Lucy, uno que por lo menos a su parecer era bastante ridículo, ¡y sí!, era bastante capaz de decírselo a la cara, pero no le tenía de frente ni mucho menos parecía estar en la situación más cómoda, y claro, ¿qué era lo mejor que podía hacer?, jugar con la situación, moldearla y así llevarla a su propio gusto, después de todo... ¿quién podría desconfiar o siquiera sospechar de alguien como él?, vamos, que era la víctima. Tomó un poco de aire, sonrió orgulloso y salió del callejón como si hubiese visto un fantasma, aleteando a una gran velocidad. Allí mismo al salir divisó a quienes serían sus potenciales víctimas, sin embargo no cambió su semblante, se mantuvo con falso miedo dibujado en toda su expresión.

—¡Ayuda!— Vociferó intentando sonar lo más convincente posible, lo cual en realidad sí era bastante convincente pues era un imitador nato, además de un gran actor y bastante bueno persuadiendo, no por nada era un bromista, un molesto de primera. —¡Se escapó y me robó una reliquia muy importante!— ¿Una reliquia importante?, claro que sí, una reliquia, vaya lo convincente y al mismo tiempo sucio que podía ser, ¿no? —¡Se ha ido volando!—

Y no, aquello no era ni mucho menos de la mitad de su plan, había sido convincente, pero aún había un factor que podía convertirse en una amenaza potencial; aquel Lucemon que acompañaba la rubia que si bien salían las cosas podría poner a su favor para así cumplir su propio objetivo.

¿Un maestro de la manipulación?, sí, lo era.

por **Yukari** Sáb Oct 07, 2017 1:12 pm

Arqueó una ceja. Las cosas no estaban siguiendo su principio, nada de lo que había pensado empezaba a suceder en realidad, sino que, de la nada parecía más bien estar metiéndose en problemas. Lucemon la había advertido, se metería en problemas, ese atuendo era sospechoso. ¿Intentar encontrar un ladrón? Acabaría siendo ella la ladrona ¡La estaban engañando! Observó como aquél oscuro Digimon salía volando del callejón y escuchó claramente su grito, Yukari entreabrió sus labios, indignada.

Nos meteremos en problemas, y en territorio de los Royal Knights —Lucemon parecía demasiado calmado a pesar de todo ¿Confiado de que podrían salir de esa? Realmente ella lo dudaba, pero aún así, no iba a darse por vencida. Pisó el suelo con fuerza, se quitó capa y sombrero de un rápido gesto y corrió en dirección a Lucemon.

¡Vuelve a Cupimon! —Le insistió, él la observó, curioso y a pesar de todo, volvió a su forma precedente con bastante alegría; claro... Significaría ser cargado por Yukari, eso le gustaba. Tomó al pequeño ser en brazos, lo apretó con cuidado contra su cuerpo y salió corriendo del callejón también.

¡No iba a dejarse vencer por un bromista!

¡Y-Yo también lo vi! —¿Creerían en lo que una humana les dijera? Cupimon giró un poco su cabeza, como si su ternura pudiese afectarlos a todos y hacer la historia de su Tamer más creíble— Un ser enorme, salió volando después de amenazarnos y robarle al niño —Inspiró hondo, como si estuviese agitada por el susto. De reojo, miró hacia el DemiDevi y sus ojos lo dijeron todo: te venceré.

Pobre Cupimon, él no entendía qué le sucedía a su amiga.
Que locura...

por **Hibiki Sanjō** Sáb Oct 07, 2017 8:45 pm

DemiDevimon acabó irritado, sin embargo... ¿demostrarlo?, no, eso solo desbarataría sus planes, debía mantener su temple, no perder el control y seguir con su plan tal y como lo había planeado, pero maldición, ¡había estado tan cerca de librarse del par de rubios que le habían estado siguiendo!, aparentemente la tamer decidiría seguirle el juego, incluso transformando al ángel en un pequeño querubín. DemiDevimon gruñó por lo bajo, eso no había estado pero para nada en sus planes, por lo que, aún con gente en los alrededores fue que se acercó a la humana, volando.

—Oye, chiquilla— Sonrió intentando ser lo más convincente posible. ¿Un monstruo gigante?, no había cooncordancia, ella no podía ser la culpable con su serafín, sin embargo eso no quitaba que fuese un extraño giro de los acontecimientos. —Agradezco tu cooperación, pero creo que puedo con esto por mi cuenta, tengo un valioso objeto que recuperar— ¿Que sabía que era un mentiroso?, tal vez, era bastante probable que le estuviesen siguiendo el paso y él ni en cuenta, pero hacer declaraciones contra él en un sector así de público tampoco parecía ser la mejor idea.

Parpadeó, miró hacia todas partes y bufó.

—Seguiré por ahí, ya sabes lo que dicen, DemiDevimon que se duerme, se lo lleva la corriente— Resopló y comenzó a alejarse, silbando.

por **Yukari** Sáb Oct 07, 2017 9:04 pm

Cupimon sabía con certeza que siquiera Yukari tenía idea de sus acciones. Simplemente actuaba, pensando que de aquella forma, lo que podría resultar ser un peligro, se desvanecería. Después de todo, realmente no quería correr peligros en ese tipo de ciudad en la que Fuji seguramente tendría un ojo echado encima, uno nunca sabía.

Aún así, desvió su atención hacia el DemiDevimon que se acercaba a ella, la había llamado chiquilla... ¡Curioso! Sonrió de lado a lado, divertida y aún con el querubín en sus brazos, se inclinó hacia el extraño Digimon— ¿En serio? Yo creo que como nos encontraran a nosotros habría sido una lástima... Quién sabe... Nos habrían podido equivocar con unos ladrones —Musitó en bajo.

Cupimon no pronunció palabra, demasiado entretenido con juguetear como un niño que era en aquella evolución, con el cabello de la Tamer. Al final, cuando DemiDevi se alejó, él también se liberó del abrazo de Yuki, posándose en su cabeza, quizás para tener mejores vistas de las que en sus brazos tendría. Yukari siguió al otro digimon, entretenida, curiosa como siempre lo era.

¿Qué tal si te ayudo entonces? Si realmente hay un ser peligroso por ahí, será malo para la ciudad —Después de todo... Eso sería un problema y Yukari en especial, no quería tener que verse metida en algún tipo de problema serio, o dejar directamente que la ciudad sufriera por culpa de un ladrón.

Claramente, y todos sabían, más allá de su buen moral, la curiosidad la empujaba.

por **Hibiki Sanjō** Sáb Oct 07, 2017 9:14 pm

Un momento, uuuuuun momento, ¿de verdad al parecer ella se había creido lo del ladrón?, el demonio sonrió para sí mismo, ladino, sombrió, sin embargo en una posición en la cual la fémina no podría ver su expresión, aquella malicia que desbordaba por cada poro de su rostro. Aún seguía volando, se le daba bastante mal tener que caminar con las patas... o garras tan pequeñas que tenía, además de la clara desventaja de no tener brazos. ¡Maldita evolución infante!.

En el fondo quería volverse fuerte, lo suficiente como para vengarse de todos aquellos que le hicieron de lado, aquellos que le menospreciaron... a aquellos que le habían convertido en aquello que era en el presente. ¡Bah!.

—¿Me ayudarías?— Se volteó y le miró con falsa sorpresa, ¿acababa de decirle que le ayudaría en sus planes sin siquiera saberlos en realidad?, acababa de decir que tenía que recuperar un importante objetivo, sí, ¿pero qué era aquel objeto que debía recuperar que tanto le hacía importancia?, seguramente era algo importante, pero que al mismo tiempo le serviría para sus maliciosos planes, lástima que la rubia cayese redondita. —Gracias, así podremos recorrer más terreno, soy pequeño, no podría hacerlo solo—

Insistía, era un maestro a la hora de convencer y persuadir.

por **Yukari** Sáb Oct 07, 2017 9:35 pm

¡No hay problema!! —Pronunció, alegre como de costumbre, quizás más de lo debido, más de lo que era usual. Pero la situación la divertía, ya sin importar si realmente había un ladrón o no. Después de todo... ¿Habría alguno? Y si realmente había... Parecía ser que no era nadie demasiado peligroso, habían visto sombras, pero ninguno había sufrido daños.

Avanzó unos pasos más rápida, tomó con un brazo el cuerpo del DemiDevi y como hizo antes con Cupimon, lo sujetó contra su cuerpo— ¿Qué mejor forma de encontrar un ladrón que mirar desde lo alto? —Inquirió, retórica. Miró a un lado y otro de la calle, sonrió al dar de unas cajas, perfectamente situadas, un golpe de suerte.

Cupy —El querubín en su cabeza se levantó, levitando gracias a sus pequeñas alas. Miró a su Tamer con curiosidad y al percatarse de lo que planeaba retrocedió.

En realidad, hacía un buen tiempo que se había dado cuenta de la forma correcta, más o menos, para usar aquello que llamaban Digisoul. Una energía de un color rojo vino pareció desprenderse de su cuerpo como un ligero destello, se apoderó de sus piernas, como misteriosa energía y, saltó, saltó más de lo que sin se lo habría permitido. Usó una de las cajas como apoyo y saltó de nuevo, llegando al techo de una de las casas más cercanas. Clavó una de sus rodillas en el desnivelado techo y soltó al DemiDevi con un suspiro.

Uaaah ~ Esto realmente cansa —No mentía, para nada, a pesar de que estaba quizás exagerando un poco. Inspiró aire y lo dejó escapar con un suspiro de sus pulmones— Ese fue un buen salto, Yuki —Pronunció dulce Cupimon ya llegado al techo, suerte de poder volar.

Gracias ~ —Canturreó, se levantó, agradeciendo su buen equilibrio y, apoyando las manos en su cintura observó desde lo alto la ciudad con orgullo— ¡Bien! ¿Y ahora, DemiDevi? —Inquirió, girando su cabeza hacia el Digimon— ¿Qué recuerdas del dragón?

por **Hibiki Sanjō** Sáb Oct 07, 2017 9:44 pm

Planeaba seguir con su camino, después de todo tenía que planear un tanto mejor las cosas ahora que parecía haber alguien que se inmiscuía en sus planes así como si nada, por lo que tendría que reconsiderar las cosas, ver mejor su próximo movimiento y tener un ojo encima del querubín que suponía aún un gran problema a su parecer. ¡Pero wow!, sí, definitivamente aquello no se lo había esperado, y es que habría intentando zafarse, luchar por su huída si no fuese por lo rápido que pasó todo, para así finalmente acabar por lo alto de un edificio, un gran salto, sí, tal y como lo había dicho el ángel, sin embargo aún había algo que le disgustaba.

—Podría haber subido por mi cuenta— Ahora sí, ya en lo alto logró zafarse del agarre y recuperar el aliento que había perdido producto de la adrenalina, lo rápido que había sido eso y lo alto que habían subido lograría que perdiese todo el aire en mucho menos tiempo del esperado, y sí, para la próxima realmente prefería subir por su propia cuenta antes que recibir un aventón de una estrella como el que le había brindado la humana. —No era un dragón, sino algo más parecido a un...— Pensó, pensó, pensó, debía de haber algún digimon que cumpliese los requisitos. —N-no lo sé, tenía un aspecto amorfo, quizás un demonio, tenía alas, eso puedo confirmartelo— Y sí, estaba siendo mucho más serio que de costumbre, después de todo debía serlo.

Y sí, había tartamudeado, pero había sido completamente fingido, ¿por qué?, porque tenía que ser convincente, vamos, era un buen actor por lo mismo, incluso comenzó a sollozar mientra susurraba cosas inentendibles por lo bajo. Sí que era malvado para ser tan pequeño.

por **Yukari** Sáb Oct 07, 2017 9:59 pm

Así que tenía alas... Eso no ayudaba casi, muchos Digimons tenían alas. Podían ser alas postizas, claro, siempre y que allí se encontraran. Pasó a cruzarse de brazos, pensativa y Cupimon de nuevo se sentó en su cabeza, imitando los gestos de la humana.

Vi muchos Digimons con alas... Por ejemplo, tú las tienes, las evoluciones de Cupimon también. Pero estuvo todo el tiempo conmigo —Bueno, ya era algo, dos menos. ¿Por qué sino DemiDevi debería estar buscando un ladrón? A lo que se refería era que... Sería estúpido robarse a si mismo ¿Cierto? Y Cupimon... O mejor dicho, Lucemon... Sí, él era mucho más maduro que ella a veces.

Pero al final sí fue el pequeño ángel quién se movió, voló hacia el otro y acarició su cabeza, suave, amistoso, cariñoso, vamos, como un querubín debía de comportarse— Está bien, está bien, no llores, lo encontraremos —Aseguró. Sí, estaba haciendo bien su deber, dar ánimos a la víctima.

De todas formas... ¿Un ladrón en medio del día? —Pensó en voz alta, nada más— ¿Los ladrones no actúan por la noche? —Ladeó su cabeza, inocente— ¿No deberíamos de esperar que llegue la noche y atraparlo? Por ejemplo... Usando un objeto de valor como señuelo... —Claro ¿Pero qué tipo de objeto?— ¡Oh! Quizás haya sido una especie de cuervo y haya llevado tu preciado objeto en su nido... —Se agachó, apoyando una mano en el suelo.

Yuki, aquí no hay cuervos —¡Cierto! ¡Esas aves solo estaban en su mundo! Sonrió, pidiendo perdón en silencio.

por **Hibiki Sanjō** Sáb Oct 07, 2017 10:35 pm

—Sí, pero también dije que era amorfo, si es amorfo seguramente será algún tipo de demonio, o quién sabe, una criatura, un bicho muy feo o tan solo un ángel deforme, ¿no has visto a ese tal Angemon?, ew— ¿Odio hacia los digimon ángel?, no realmente, pero iba en su código, en la naturaleza general de la especie tener cierto repudio hacia los seres celestiales, después de todo él era un pequeño demonio alado, un vástago, una criatura igual de deforme que la que hacía mención en su falso relato.

Al parecer el pequeño ángel buscaría reconfortarle, vamos, no se lo habría esperado pero para nada, aquel que según él podría ser una amenaza parecía incluso darle apoyo moral, de verdad estaba sorprendido de su propia capacidad de persuación, además de claro, orgulloso de lo mismo.

—Si, en medio del día, es raro, lo sé, pero así se dieron las cosas, ¡no es mi culpa!— Y aún así seguía siendo raro que le siguiese la corriente en su extraño plan de recuperar un objeto que le pertenecía, ¿pero cuál sería su verdadero plan?. —¡No!, debemos recuperarlo ahora mismo, es de verdad demasiado importante y quién sabe lo que hará con él, incluso puede que se vaya de la ciudad en lo que pasa el día— Carraspeó. —Pero tengo una idea de dónde puede estar escondiéndose, ¿ves esa tienda de allá?— Apuntó con su mirada, pues claro, no tenía brazos como para hacerlo. —Quizás esa sea su guarida— Demasiado rebuscado, ¿no?, rebuscado y sospechoso, realmente no daba buena espina.

por **Yukari** Sáb Oct 07, 2017 11:05 pm

Su sonrisa se ensanchó. ¿Le desagradaba Angemon? No sabía la reacción que tendría Cupimon, pero a parte de permanecer quieto, pensativo, no dijo nada más que un ligero murmullo de duda.

¡Vaya! Pues Angemon más de una vez me salvó, le estoy agradecida y no tengo ningún problema con su apariencia —Admitió, sonriente, sin molestarse como tal, a pesar de que estuviese, de alguna forma, burlándose de su compañero o de su evolución. Pero lo tomó como hablarle a un niño: decían lo que se les antojaba al momento, sin preocuparse de lo que sus palabras pudieran causar.

Desvió su atención hacia la tienda, curiosa. Así que ahí... ¿Por qué debería de estar escondiéndose ahí? Porque... Ella no había visto nada, pero bueno... ¿Quizás el DemiDevi sí? Aun así... Se cruzó de brazos de nuevo, ladeó hacia un costado su rostro y miró hacia abajo, pensativa— ¿Seguro? De todas formas ¿Qué te robó? —Porque... Sería complicado ayudar sin tener idea de qué estar buscando en concreto.

Cupimon pareció inquieto, al final se acercó a Yukari, apoyándose en su hombro mientras tarareaba algo en bajo. ¡Ah! Aún no se acostumbraba a ese rápido cambio de personalidades de una evolución a otra— ¿Y por qué crees que sea esa tienda? —Claro, nadie se escapaba de que Yukari les hiciera miles de preguntas, siquiera ese DemiDevimon y en su momento, siquiera Cupimon.

por **Hibiki Sanjō** Dom Oct 08, 2017 12:55 am

Carraspeó, era obvio que haría esa pregunta pero de todos modos habría esperado que no lo hiciese, la esperanza era lo último que se perdía decian por ahí, y muy a pesar de todo la esperanza no la habría perdido hasta el momento en el cual había hecho susodicha pregunta, ¿qué era lo que iba a responder?, pues, sí, claramente tenía un respaldo en caso de que se diese aquella situación, sin embargo no sabía qué tan convincente podrían llegar a ser sus palabras.

—Porque le oí decirlo antes de que huyera, ¡claro que sí!, dijo que iría a esa tienda, claro que sí— Y vamos, curiosamente aquella tienda era una de objetos valiosos, caros, ¿qué clase de objeto podría haberle robado el supuesto ladrón al DemiDevimon que se seguía haciendo la víctima de forma satisfactoria?. —Un anillo, sí, un anillo santo— ¡Woah!, ¿de qué podría servirle un anillo santo a un Digimon virus y supuestamente malvado como podía ser un DemiDevimon?, quería creer que habían un montón de usos para él, pero en realidad solo era la cubierta, pues luego podría venderlo a un buen precio en bits para proseguir con sus planes, que sí, aparentemente se verían aplazados dado la aparición de la rubia, ¿por qué no simplemente le habría dejado planeando su cosas en aquel callejón?

El ser alado comenzó a elevarse usando sus alas y se dirigió hacia el edificio en cuestión bajando lentamente. ¿Cómo lo haría la humana?, suponía que encontraría la forma. Había algo extraño en una de las paredes, un panfleto, en este destacaba un joven de ojos rojos acompañado de un gran dragón mecánico. Bah, ¿qué podía importarle a alguien como él?, lo evitaría, no tenía nada que ver con su propósito.

por **Yukari** Dom Oct 08, 2017 1:27 am

Así que lo había dicho el ladrón... ¿Eh? No sabía que decir... Cuando eso pasaba en las películas era porque algo malo solía suceder... Como esperarlos en una especie de... De... Trampa.

¿Y tú lo escuchaste decir eso? —Inquirió en bajo, insegura realmente. La línea de sus labios permaneció en una fina línea, pensativa. No, no, no, no había forma. Seguía pareciendo todo muy sospechoso— Suena a una trampa... DemiDevi... —Calló de golpe, el otro ya se había tomado la molestia de bajar volando del tejado.

Avanzó unos pasos, miró hacia el frente y suspiró, hastiada. ¡Vale! ¡Había subido! ¿Pero por qué debía de bajar ahora de allí? Es decir... ¡Habían buenas vistas de una ciudad medieval! ¡Amaba las ciudades medievales! Cupimon en su hombro se elevó de nuevo, volando a su alrededor. Sí, quizás haberle pedido que volviese a su forma anterior no había sido del todo una buena idea. Pero... ¡Pero había sido todo eso muy sospechoso!

Ah, bueno, bajemos... —Y, repitió el proceso, cerró sus ojos, concentró el Digisoul en sus pies y saltó, elegante, hasta lograr bajar del tejado. Nuevamente sintió el cansancio de antes y se recordó a si misma no volver a hacer tal tontería... En cambio... ¡Vaya sorpresa! Panfletos de un muchacho de ojos rojos que bien conocía... Pero lo que escribía a un lado era...— Hum... Está escrito en el idioma del Digimundo... Pero muy antiguo... Ni Cupimon sabe leerlo... —Pronunció en bajo el querubín, ya a su lado, como siempre.

Y sí, entretenidos como estaban, casi que olvidan al pobre DemiDevimon que acababa de ser robado. Esperen. ¿Un anillo santo? ¿Y eso qué era?

por **Hibiki Sanjō** Dom Oct 08, 2017 6:10 am

Por su parte el DemiDevimon comenzó a chusmear por los alrededores como si fuese lo más normal del mundo, lo que claro, no quitaba lo sospechoso que se veía un pequeño pseudomurciélago que rondeaba una joyería, ¿no?, tragó saliva y sus ojos brillaron en demasía al observar que a través de una de las ventanas una vidriera que traía consigo un anillo santo. Se había distraido, sí, incluso lo suficiente como para olvidarse de la rubia que había vuelto incluso más lentos sus planes iniciales, ¡con un demonio!, bien, ahora que recuperaría la compostura atinó a dirigirse una vez más a la posición de la tamer que yacía en conjunto a su Digimon.

—No sé si está por aquí, pero seguramente lo estará pronto, tendriamos que reconocer el terreno, ya saben, chusmear, cuidar que no haya nadie sospechoso en los alrededores, quizás habrá involucionado y querrá pasar desapercibido, ¿no?, si viene nos preocuparemos en recuperar el anillo santo— Sí, aquel supuesto anillo santo que debía recuperar, je, las cosas serían mucho más fáciles de lo que había imaginado si las cosas salían como él lo había planeado.

¿Un ladrón?, tenía que serlo, era un bufón, algo de la más baja categoría metaforicamente hablando. Volvió a dirigir su atención a la tienda, y esta estaba abierta, sin embargo no muy bien protegida, era claramente un buen objetivo, lástima por la ilusa que ahora le estaría ayudando a cumplir su malévolo plan, ¡pobre ilusa y pobre de su digimon!, já, ¿pena?, ¿misericordia?, para nada, seguramente también le acabarían tratando como la basura que era.

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