Conectarse
Últimos temas
Click en los botones para ir a los respectivos temas
El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
¿Quién está en línea?
En total hay 289 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 289 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 312 durante el Miér Oct 09, 2024 12:32 am
Staff
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios |
Mejores posteadores
Scott Desaster (2239) | ||||
cadejo (2039) | ||||
Roku Ginshô (1249) | ||||
Fuji Raikomaru (1033) | ||||
Sigrun Vinter (1013) | ||||
Kurai (909) | ||||
Diana S. Bennet (844) | ||||
Ed Elric (640) | ||||
Ralian (621) | ||||
Luna Kobayashi (589) |
Creditos
-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Página 2 de 3. • Comparte
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Cuando sonrió me sentí un poco reconfortado y me permití bromear. Ugh, de nuevo ése comportamiento extraño brotó sin que me diera cuenta. Era exasperante para mí, YO que JAMÁS doy mi confianza ni en esta dimensión ni en ninguna...
-Menudo primer día, entonces. Tranquila, sé que eres fuerte, sólo es cuestión de que te acostumbres. Y tendrás a un consejero que se esfoorzará hasta el extenuamiento por darte buenas indicaciones para que traces tu camino...-no sé cómo pero le había empezado a dar palmaditas en mi hombro... ¡como vulgares colegas de cantina! ¿¡Qué era eso!? ¡Incluso había sonreíso! ¡No era mi sonrisa de elgante ironía burlona sino que era una sonrisa cálida!
Carraspeé y me aparté rápidamente. ¿He dicho alguna vez que no me gusta el contacto físico?
Me quedé un poco pensativo ante las preguntas de Irina y tardé algún tiempo en razonar porque estaba tranquilizándome o al menos intentándolo... lo conseguí. Normal en alguien de mi categoría, pero continuemos. Eran buenas preguntas...realmente hay quien me ha hecho preguntas que rozan el culmen de la línea de la idiotez. Pero volviendo al asunto anterior, era cierto que un spirit tan interesante no se escondería debajo de la roca, pero la Ciudad Imperial era muy grande y realmente había muchos edificios antigüos donde el digispirit podía estar... recordé cómo obtuve el mío, no de forma totalmente accidental puesto que mi búsqueda de poder era para ser capaz de utilizarlo óptimamente una vez lo encontrase. Además, sospechaba que los distintos digispirits me daban distintos fragmentos de mi vida. Por ejemplo, éste me daba claridad sobre los tiempos donde ya conocía algo más sobre magia y comenzaba a estdiar más que rudimentarios acercamientos a los que me sometían cuando era un Gabumons. Sin embargo, ya he mencionado que mi memoria no parece jugar en mi mismo bando.
-A este punto, la manera de la que obtuve éste viejo tomo podría iluminar un poco tu camino-por suerte, lo había salvado del fuego. Encarné una ceja al ver que la tapadera se había quemado y traté de contener mis ganas de pasear las páginas rápidamente para ver si se habían dañado; si lo hacía, podía acabar haciendo algo con el destartalado y antiguo libro aún peor, así que pasé con cuidado las páginas-Je, estos viejos libros aguantan bastante bien, pero aún así hay que mimarlos. Sólo necesitará arreglos en la tapa que podría intentar hacer yo mismo o mandar a hacer por una cantidad de dinero no demasiado módica. Gastos y gastos. Ser arcano no es barato, aunque somos expertos en hacer inversiones de futuro... -me quedé mirando el tomo unos instantes y sonreí- Al fin de al cabo, ¿cuánto crees que cuesta el conocimiento que nadie más que yo poseerá?
Hay libros que contienen tanta sabiduría que merecen más caricias que algunas insulsas mujeres que me he cruzado. Alguien que practica magia y no respeta la letra escrita es como poco imprudente y poco merecedor de otro título que no sea "mago de pacotilla". Ese idiota pagaría también por poner en peligro mi querido pedazito de sabiduría.
-Tal y como decía, conseguí éste tomo en un lugar muy famoso de esta ciudad; las catacumbas. Dicen que nadie que no haya nacido allí puede salir. En parte esas leyendas tienen razón pues tras mi incursión me informé un poco sobre el laberinto que estuve explorando y descubrí que no eran las propias catacumbas sino una especie de "antesala". Las catacumbas estaban descendiendo aún más abajo. Al parecer, hace tiempo incluso -omití que yo había tenido que ver-un grupo de digimon atacaron la ciudad para intentar hacerse con la reliquia que se supone que hay allí abajo. No puedo asegurarte que ése digispirit esté allí, pero podría ser un punto en el que comenzar a buscar vistos estos indicios; te acompañaría, por supuesto. Me interesa, es una fuente de conocimiento a pesar de la peligrosidad que implica adentrarse... pero hay algo que ansío.
-O podemos dar un paseo por la ciudad... -hice una leve inclinación. Un arcano ha de tener clase con las mujeres, aunque claro, yo solo se lo otorgo a las que lo merecen, y al menos ésta no era idiota. No soy un machista, pero todas las mujeres que me he cruzado por este mundo no tienen el carácter de una verdadera arcana. Aunque claro, tampoco es que me importe, yo no tengo esa estupidez de necesitades afectivas. Y no, del otro tipo tampoco, aunque soy bueno en ello-como turistas. Estoy seguro de que si estamos cerca de él, podremos saberlo...podrás notarlo, supongo. El mío estaba en las páginas del tomo y bastó con abrirlas para que se adheriera a mi escáner. De todas formas, si alguien también lo busca iremos siempre un paso por delante suyo...ellos no deberían poder notarlo.
Me quedé callado unos instantes, observándola con la mano en la barbilla, esperando su decisión. Me divertía que no fuera un simple hámster que se deja manejar... a veces tengo la sensación de que todos los idiotas que me rodean son hámsters dentro de la ruedecita del destino que corren para no caerse, sin ningún otro objetivo que seguir corriendo. Yo prefería dirigir mi vida, y probablemente si cupiera la remotísima posibilidad de estar en la misma situación que ella, no habría aceptado ayuda tampoco de un principio. Eso me divertía mucho, y me molestaba un poco... mis consejos siempre han sido buenos, y no me gusta regalarlos y por supuesto me ofendía que fueran rechazados. Um, a veces me digo que quizás soy un poco irascible...¡pero qué tontería!¡Es obvio que es el resto del mundo el que se equivoca, no yo!
-Menudo primer día, entonces. Tranquila, sé que eres fuerte, sólo es cuestión de que te acostumbres. Y tendrás a un consejero que se esfoorzará hasta el extenuamiento por darte buenas indicaciones para que traces tu camino...-no sé cómo pero le había empezado a dar palmaditas en mi hombro... ¡como vulgares colegas de cantina! ¿¡Qué era eso!? ¡Incluso había sonreíso! ¡No era mi sonrisa de elgante ironía burlona sino que era una sonrisa cálida!
Carraspeé y me aparté rápidamente. ¿He dicho alguna vez que no me gusta el contacto físico?
Me quedé un poco pensativo ante las preguntas de Irina y tardé algún tiempo en razonar porque estaba tranquilizándome o al menos intentándolo... lo conseguí. Normal en alguien de mi categoría, pero continuemos. Eran buenas preguntas...realmente hay quien me ha hecho preguntas que rozan el culmen de la línea de la idiotez. Pero volviendo al asunto anterior, era cierto que un spirit tan interesante no se escondería debajo de la roca, pero la Ciudad Imperial era muy grande y realmente había muchos edificios antigüos donde el digispirit podía estar... recordé cómo obtuve el mío, no de forma totalmente accidental puesto que mi búsqueda de poder era para ser capaz de utilizarlo óptimamente una vez lo encontrase. Además, sospechaba que los distintos digispirits me daban distintos fragmentos de mi vida. Por ejemplo, éste me daba claridad sobre los tiempos donde ya conocía algo más sobre magia y comenzaba a estdiar más que rudimentarios acercamientos a los que me sometían cuando era un Gabumons. Sin embargo, ya he mencionado que mi memoria no parece jugar en mi mismo bando.
-A este punto, la manera de la que obtuve éste viejo tomo podría iluminar un poco tu camino-por suerte, lo había salvado del fuego. Encarné una ceja al ver que la tapadera se había quemado y traté de contener mis ganas de pasear las páginas rápidamente para ver si se habían dañado; si lo hacía, podía acabar haciendo algo con el destartalado y antiguo libro aún peor, así que pasé con cuidado las páginas-Je, estos viejos libros aguantan bastante bien, pero aún así hay que mimarlos. Sólo necesitará arreglos en la tapa que podría intentar hacer yo mismo o mandar a hacer por una cantidad de dinero no demasiado módica. Gastos y gastos. Ser arcano no es barato, aunque somos expertos en hacer inversiones de futuro... -me quedé mirando el tomo unos instantes y sonreí- Al fin de al cabo, ¿cuánto crees que cuesta el conocimiento que nadie más que yo poseerá?
Hay libros que contienen tanta sabiduría que merecen más caricias que algunas insulsas mujeres que me he cruzado. Alguien que practica magia y no respeta la letra escrita es como poco imprudente y poco merecedor de otro título que no sea "mago de pacotilla". Ese idiota pagaría también por poner en peligro mi querido pedazito de sabiduría.
-Tal y como decía, conseguí éste tomo en un lugar muy famoso de esta ciudad; las catacumbas. Dicen que nadie que no haya nacido allí puede salir. En parte esas leyendas tienen razón pues tras mi incursión me informé un poco sobre el laberinto que estuve explorando y descubrí que no eran las propias catacumbas sino una especie de "antesala". Las catacumbas estaban descendiendo aún más abajo. Al parecer, hace tiempo incluso -omití que yo había tenido que ver-un grupo de digimon atacaron la ciudad para intentar hacerse con la reliquia que se supone que hay allí abajo. No puedo asegurarte que ése digispirit esté allí, pero podría ser un punto en el que comenzar a buscar vistos estos indicios; te acompañaría, por supuesto. Me interesa, es una fuente de conocimiento a pesar de la peligrosidad que implica adentrarse... pero hay algo que ansío.
-O podemos dar un paseo por la ciudad... -hice una leve inclinación. Un arcano ha de tener clase con las mujeres, aunque claro, yo solo se lo otorgo a las que lo merecen, y al menos ésta no era idiota. No soy un machista, pero todas las mujeres que me he cruzado por este mundo no tienen el carácter de una verdadera arcana. Aunque claro, tampoco es que me importe, yo no tengo esa estupidez de necesitades afectivas. Y no, del otro tipo tampoco, aunque soy bueno en ello-como turistas. Estoy seguro de que si estamos cerca de él, podremos saberlo...podrás notarlo, supongo. El mío estaba en las páginas del tomo y bastó con abrirlas para que se adheriera a mi escáner. De todas formas, si alguien también lo busca iremos siempre un paso por delante suyo...ellos no deberían poder notarlo.
Me quedé callado unos instantes, observándola con la mano en la barbilla, esperando su decisión. Me divertía que no fuera un simple hámster que se deja manejar... a veces tengo la sensación de que todos los idiotas que me rodean son hámsters dentro de la ruedecita del destino que corren para no caerse, sin ningún otro objetivo que seguir corriendo. Yo prefería dirigir mi vida, y probablemente si cupiera la remotísima posibilidad de estar en la misma situación que ella, no habría aceptado ayuda tampoco de un principio. Eso me divertía mucho, y me molestaba un poco... mis consejos siempre han sido buenos, y no me gusta regalarlos y por supuesto me ofendía que fueran rechazados. Um, a veces me digo que quizás soy un poco irascible...¡pero qué tontería!¡Es obvio que es el resto del mundo el que se equivoca, no yo!
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Al parecer Eisenheim le tenía mucho aprecio a ese libro, sólo habia que ver el cariño con el que pasaba las páginas. El libro parecía algo dañado, seguramente por el mago de fuego de antes. Seguramente Eisenheim estará deseando ponerle las manos encima a ese tipo y hacerselo pagar. Tras eso, empezó a hablarme de las catacumbas y de que fué ahí donde encontró su digispirit, y su hay abajo hubo uno ¿por que no podía haber dos? Luego Eisenheim sugirió que tambien podriamos dar un paseo por la ciudad.
- A pesar de lo peligroso que dices que es prefiero bajar a las catacumbas a echar un vistazo. Me parece más probable encontrarlo allí que aquí arriba. Tampoco me apetece estar dando vueltas sin sentido por toda la ciudad.- le comenté- Ademas, si tu encontrastes tu DigiSiprit alli, hay posibilidades de que pueda haber otro. Bueno, ¿Dónde está la entrada?
Estaba bastante decidida a encontrar ese DigiSpirit, me daba igual si tenia que entrar en unas oscuras catacumbas llenas de peligros y a saber que más. Sabía que allí abajo podría haber algo y tenía que descubrirlo como sea. Quien sabe, tal vez tuviese la oportunidad de volver a hablar con el digimon de mi sueño y que me explicase más cosas, sobretodo quería saber que significado tenía mi colgante y por qué me lo habia dado. Tal vez eso explicaría por qué reaccionó al libro de Eisenheim ¿estaría conectado el colgante de alguna manera al libro? Eso debía aumentar las posibilidades de encontrar mi DigiSpirit en las catacumbas, teniendo en cuenta que fue allí donde Eisenheim encontró el suyo.
- A pesar de lo peligroso que dices que es prefiero bajar a las catacumbas a echar un vistazo. Me parece más probable encontrarlo allí que aquí arriba. Tampoco me apetece estar dando vueltas sin sentido por toda la ciudad.- le comenté- Ademas, si tu encontrastes tu DigiSiprit alli, hay posibilidades de que pueda haber otro. Bueno, ¿Dónde está la entrada?
Estaba bastante decidida a encontrar ese DigiSpirit, me daba igual si tenia que entrar en unas oscuras catacumbas llenas de peligros y a saber que más. Sabía que allí abajo podría haber algo y tenía que descubrirlo como sea. Quien sabe, tal vez tuviese la oportunidad de volver a hablar con el digimon de mi sueño y que me explicase más cosas, sobretodo quería saber que significado tenía mi colgante y por qué me lo habia dado. Tal vez eso explicaría por qué reaccionó al libro de Eisenheim ¿estaría conectado el colgante de alguna manera al libro? Eso debía aumentar las posibilidades de encontrar mi DigiSpirit en las catacumbas, teniendo en cuenta que fue allí donde Eisenheim encontró el suyo.
Irina Giorgatos
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
-Bien, hubiera sido muy decepcionante que te hubieras echado atrás-dije, con una sonrisa satisfecha. Si era una idiota, al menos tenía carácter. Pero cada vez me convencía más de que podía ser otra de las pocas personas que calificar de "dignas" de mi inteligencia-Te llevaré hasta allí.
Caminamos hasta llegar a una de las entradas de las catacumbas. Yo había entrado por otra, y había acabado saliendo por aquí la última vez. Pero la otra estaba vigilada y no quería pelear con dos idiotas o perder tiempo convenciéndolos. Ésta, era una vieja pieza de mármol que daba a una escalera de piedra. El mármol, al contacto con la magia, se apartaba; de otra forma, era imposible apartarlo. Mi viejo tomo hizo su trabajo, y yo lo completé con unas palabras arcanas; la roca reaccionó al libro, y yo le di la orden de que se apartase. Ojalá me sirviera con todas las puertas.
Lo hice como si fuera nada. Quiero decir, para alguien como yo no es nada, pero quien no está acostumbrado a la magia, suele quedarse con la boca abierta y reconozco que me agradaría dejar a Irina sin palabras por mi poder mágico.
-¡Este comportamento es tan pueril e impropio de mí!¡Buawhf!-pensé airado conmigo mismo.
-Escúchame.Al parecer éste lugar es una especie de gran cubo que se convulsiona y cambia a cada determinado cierto tiempo, de ahí que sea fácil perderse. Puede haber algún pobre diablo aquí abajo encerrado, encontré uno cuando bajé -le expliqué mientras bajábamos las escaleras. Busqué alguna metáfora para hacer más fácil la explicación y ahorrarme dudas-Como un cubo de rubik, es un gran cubo que se conforma por otros más pequeños y que son capaces de girar. Supongo que el central es el único que no lo hace, y que ahí está lo que quiera que guarde éste laberinto. Bien, nos espera una gran velada de escrutinio, señorita.
La luz de fuera cada vez era más y más pequeña por lo que ponía cuidado al bajar...¡qué torpeza sería para alguien de mi categoría caer por ellas! Pero lo cierto es que si lo conseguía era por mi pericia, cada vez todo estaba más oscuro. Esperaba encontrar la de las antorchas.
Me sorprendió que las antorchas estaban apagadas... la última vez que vine, estaban encendidas. Estoy seguro de que es fuego mágico lo que las alimentaba, inextinguible y bastante útil si no querías bajar a mantenerlas. Por eso, si estaban apagadas era porque alguien se había encargado de eso, y no por sí solas.
La gran roca de mármol que servía de entrada, volvió a su lugar, por lo tanto, estábamos a oscuras. En las paredes seguían las inscripciones mágicas, aunque ahora estaban apagadas. Probablemente, el libro era el que alimentaba con la magia de su interior las runas con esa energía mágica luminosa.
Pero en cuanto Irina dio un paso hacia delante, comenzaron a iluminarse. De hecho, fue un fogonazo que me dejó muy sorprendido; esa reacción ni siquiera la hubiera esperado de alguien tan entendido y talentoso en magia como yo. Sin duda Irina, tiene una relación especial con éste mundo de la magia, aunque no sea exactamente una arcana. Y yo quiero averiguarlo, y, si es posible, que ella se beneficie de esto.
Sólo se habían iluminado algunas, como si quisieran mostrarnos un camino.
-Interesante. La magia, es impredecible-le dije a Irina, con una sonrisa-No te imaginas lo interesante que es esto para mí. Captas mi atención y haces que no quiera apartar la vista de ti ni un minuto...-luego me apresuré a aclarar-como arcano e investigador de la magia, claro.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Eisenheim me llevó hasta una de las entradas a las catacumbas, esta parecía oculta tras una pieza de marmol, muy pesada por cierto, Estuve a punte de sugerir moverla haciendo palanca con algo pero mi acompañante sacó el libro y con una simples palabras la movió. Lo normal ers que me hubiese impresionado al ver a alguien hacer magia ante mis ojos pero por alguna razón no me impresioné tanto, seamos sinceros, estoy en un mundo donde cada minuto que pasa descubro algo nuevo ¿me tengo que impresionar por cada cosa medianamente rara que vea? Para empezar yo no soy de las que se dejan impresionar fácilmente.
- Interesante- dije únicamente cuando ya teniamos el camino libre.
A medida que descendiamos por las escaleras de piedra, Eisenheim me habló del laberinto y de como cambiaba su recorrido con el paso del tiempo. Lo comparó con un cubo de rubik, asi que tendriamos que tener memoria para recordar el camino de vuelta.
En las paredes habian antorchas apagadas aunque yo no le dí demasiada importancia, pensé en usar una para iluminar el camino pero no tenía con que encenderla, y para empeorar las cosas aquella pieza de marmol volvió a su lugar y nos quedamos a oscuras. A ver cómo nos apañamos ahora.
Di un paso hacia delante y los simbolos que habian grabados se iluminaron. Observé a Eisenheim pero él no parecía haber hecho nada por activar esas cosas y sin embargo yo... Bueno, era una sensación extraña, pero me sentía bien con aquellos simbolos e inscripciones a mi alrededor, era como si me sintiera como en casa. Eso era raro teniendo en cuanta que hablamos de unas catacumbas.
Eisenheim me sonrió y dijo que la magia era impredecible y que ahora yo captaba su atención. ¿De qué va? Odio sentirme observada.
- Lo que tu digas pero a ver si guardamos un poco las distancias ¿de acuerdo?- le dije seriamente- Odio tener una segunda sombra.
Desvié mi mirada hacia las inscripciones iluminadas de la pared y me acerqué a ellas. Acerqué mi mano y acaricié los simbolos mientras sentía una agradable cosquilleo en los dedos, era como si reaccionasen con mi contacto, como si se ¿alegrasen? Sé que suena raro decir que unos simbolos grabados en la pared se alegren de sentir a alguien, pero a mi esa es la sensación que me dió.
Miré hacia adelante, habia un pasillo iluminado por los simbolos y otros que seguían a oscuras, claramente nos estaban mostrando el camino asi que empezé a caminar hacia alli. A medida que caminaba tenía la sensación de que alguien me llamaba, que habia algo al final de ese largo pasillo que me atraia.
............
OFF: aún no he puesto la sala para que no la encontrasen tan pronto. Pero si quieres hago que aparezca en mi proximo post.
- Interesante- dije únicamente cuando ya teniamos el camino libre.
A medida que descendiamos por las escaleras de piedra, Eisenheim me habló del laberinto y de como cambiaba su recorrido con el paso del tiempo. Lo comparó con un cubo de rubik, asi que tendriamos que tener memoria para recordar el camino de vuelta.
En las paredes habian antorchas apagadas aunque yo no le dí demasiada importancia, pensé en usar una para iluminar el camino pero no tenía con que encenderla, y para empeorar las cosas aquella pieza de marmol volvió a su lugar y nos quedamos a oscuras. A ver cómo nos apañamos ahora.
Di un paso hacia delante y los simbolos que habian grabados se iluminaron. Observé a Eisenheim pero él no parecía haber hecho nada por activar esas cosas y sin embargo yo... Bueno, era una sensación extraña, pero me sentía bien con aquellos simbolos e inscripciones a mi alrededor, era como si me sintiera como en casa. Eso era raro teniendo en cuanta que hablamos de unas catacumbas.
Eisenheim me sonrió y dijo que la magia era impredecible y que ahora yo captaba su atención. ¿De qué va? Odio sentirme observada.
- Lo que tu digas pero a ver si guardamos un poco las distancias ¿de acuerdo?- le dije seriamente- Odio tener una segunda sombra.
Desvié mi mirada hacia las inscripciones iluminadas de la pared y me acerqué a ellas. Acerqué mi mano y acaricié los simbolos mientras sentía una agradable cosquilleo en los dedos, era como si reaccionasen con mi contacto, como si se ¿alegrasen? Sé que suena raro decir que unos simbolos grabados en la pared se alegren de sentir a alguien, pero a mi esa es la sensación que me dió.
Miré hacia adelante, habia un pasillo iluminado por los simbolos y otros que seguían a oscuras, claramente nos estaban mostrando el camino asi que empezé a caminar hacia alli. A medida que caminaba tenía la sensación de que alguien me llamaba, que habia algo al final de ese largo pasillo que me atraia.
............
OFF: aún no he puesto la sala para que no la encontrasen tan pronto. Pero si quieres hago que aparezca en mi proximo post.
Irina Giorgatos
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Lo cierto es que me sentí algo indignado al ver que Irina no se asombrase. ¡Y para colmo me insinuaba que yo podría ser tan poca cosa que me rebajaría a ser la sombra de alguien! No fue lo que dijo exactamente, pero aún así me crucé de brazos, con gesto de fingida indiferencia porque lo cierto es que por alguna razón las cosas que pensase de mí me importaban. Normalmente, no suelen hacerlo... ¡todo el que no cree que soy maravilloso está en un error!¡Yo mismo soy capaz de ver mi grandeza! Por supuesto, sólo los inteligentes podrían verla en mí también... el bajo mundo del intelecto pensará que sólo son delirios de grandeza.
-¡Ja! Yo no me degradaría a ser la sombra de alguien, señorita...¡Incluso si me rebajase a intentarlo, sinceramente, creo que en menos de un minuto ése alguien sería la sombra!
Y una mala, por cierto, dudo que cualquiera pueda ser capaz de igualar siquiera a mi sombra.
De todas formas ella no siguió la discusión puesto que parecía más interesada en aquellas runas que en discutir conmigo. No sabía si sentirme como un ganador o un vencedor, sinceramente. Yo miré hacia el fondo del pasillo. Temía que apareciera algún guardián, como un golem. Ya ocurrió la última vez. ¡Y cuando liberé a ese Golenmon de ése hechizo que lo mantenía forzosamente como guardián, se limitó a irse a "dormir"! ¡Cada vez que me acuerdo me hierve la sangre! Y digo lo de temer porque sinceramente, no tenía ganas de pelear contra un estúpido trozo de piedra que no es capaz de pensar por sí mismo... sería un gasto de mi talento.
Pero había algo al fondo del pasillo;me puse en guardia, dudaba que fuera un amigo. La figura era alta, y se acercaba con gran parsimonía... las antorchas se encendían a su paso. Era un colosal hombre de fuego, un meramon. Bueno, si creía que por el tamaño me iba a asustar podía darse la vuelta tan tranquilamente como vino. Al poder divisar lo que parecía un mago de túnica roja propia de magos que controlan el fuego; no sabía si era el mismo bastardo de antes, aunque podría serlo. Ya sabía dónde habían ido las llamas de las antorchas.
Aquel Meramon debía ser o su sirviente, o su gólem. Es importante éste apunte para el no entendido de la magia; los arcanos nos referimos como a "gólem" a cualquier ser animado o creado con la energía mágica que se comporta de manera autómata y no tiene atisbo de razonamiento, por lo que cuando el mago le dio la orden, el meramon hizo un sprint hacia nosotros. Y la orden era la de llevarle a Irina viva...quedaba bastante claro porque la estúpida criatura lo repetía como si le fuera la vida en ello. Mi bastón comenzó a chisporrear y se formó una esfera de electricidad azulada, que le lancé en pleno pecho y que bastó para hacerle caer hacia atrás y alejarlo de nosotros.
-¡NO LO TIENES QUE REPETIR MIL VECES PARA QUE ME DE CUENTA, DESCEREBRADO!-le lancé otro rayo cuando se estaba levantando. Ahora que lo tenía medianamente alejado, no iba a parar hasta dejarlo inútil.
El magucho de pacotilla hizo algo. Bueno, más que algo, una estupidez. El maldito zoquete comenzaba a formar una gran bola de fuego en sus manos; supe que éste era peligroso por idiota. ¿¡Es que no sabía lo que se supone que pasa cuando lanzas una en unas galerías como ésta!? ¡Nos alcanzaría a todos!
-¡Estúpido!-grité. No me molesté en avisarle, sólo me limité a tirarme encima de Irina, no sabía si ella sabía cómo comportarse cuando se daba una explosión y sinceramente, no quería que me demostrase que era idiota en un momento tan crucial, si es que lo era.
Sorprendentemente mi sombrero no salió ardiendo. Tampoco hubo explosión. Y no se había echado atrás...era peor. El meramon había absorbido toda y cada una de la energía de la bola de fuego así que ahora, sus llamas se habían vuelto completamente azuladas. Ahora era un BlueMeramon.
-¡Maldita sea!¡Esto será más difícil de manejar...tanto para mí como para él!-pensé, quitándome de encima de Irina-¡Para colmo, acabo de hacer el estúpido!¡Lo pagará muy caro!¡A ÉSE MAGO ZOQUETE LO COLGARÉ BOCA ABAJO Y JURO QUE LE HARÉ TRAGAR UNA RACIÓN DE RAYOS TAN GRANDE QUE ME ASUSTARÁ INCLUSO A MÍ MISMO, AUNQUE SEA LO ÚLTIMO QUE HAGA!
Lo que yo pensé se hizo cierto; el muy idiota a pesar de haber planeado potenciar a su gólem de fuego con su propia magia, no tenía el suficiente dominio sobre la magia para controlarlo ahora que el meramon había evolucionado.
Como buen gólem autómata estaba pegándole a aquello que le hubiera atacado, y por tanto interrumpido en su misión, incluso si era el mago que le había creado.
-Sería juicioso darle esquinazo. Ése gólem no parará hasta cumplir su orden, que es atraparte viva-le advertí a Irina, mientras agarraba una de las antorchas de la pared, que se habían vuelto a encender cuando el digimon evolucionó-Y el único que puede cancelar la orden es su creador.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Estaba admirando aquellos símbolos cuando escuché unos pasos, alguien se acercaba a nosotros. Uno de ellos era un digimon completamente rodeado de fuego y el otro… el otro parecía ser el mismo tipo de antes ¡es que no me va a dejar en paz! ¡Ya estoy harta de ese mago de fuego! Ese mago le dijo algo a su acompañante y este empezó a correr hacia nosotros mientras repetía la orden del que parecía ser su amo una vez tras otra. ¿Capturarme viva? ¿Estará buscando lo mismo que yo? Eso tenía sentido, yo era la única que podía sentir el digisiprit, si ese mago buscaba lo mismo me necesitaría viva para que yo lo encontrara para él. ¡Ja, si es así ya puede esperar sentado! ¡No pienso decirle nada!
Eisenheim atacó al digimon del mago con un rayo. Me sentía un poco inútil en ese momento, yo no podía lanzar rayos como Eisenheim y dudo que unos puñetazos le hagan mucho efecto a esa criatura. De inmediato el mago de fuego generó una bola de fuego en su mano ¿Acaso es idiota o quiere morir en ese túnel con nosotros? Intenté pensar en algo para evitar que atacara pero no podía hacer mucho, además tampoco tuve tiempo de reaccionar antes de que Eisenheim se tirase encima de mí. ¿Acaso se estaba usando como escudo? ¿Por qué? ¿Por qué arriesga su vida de esa manera? Por suerte, no hubo explosión ni nada parecido. El mago de fuego había usado ese poder para fortalecer a su sirviente o lo que fuera esa cosa.
Eisenheim se quitó de encima y yo pude levantarme. La situación se había complicado, no podíamos hacer nada por derrotarlos. Mi “acompañante” agarró una antorcha y me sugirió que lo mejor sería darles esquinazo. ¿Pero cómo lo lograríamos? Esos tipos estaban entre nosotros y el camino que teníamos que seguir y no habría manera de pasar por su lado sin que nos atrapen. ¿Qué podíamos hacer? Miré hacia los símbolos que estaban a mi derecha y me acerqué ellos, de nuevo tenía esa sensación de que me estaban llamando. Cuando los toqué con los dedos aumentaron su brillo y se escuchó un rugido uno de los túneles que estaban a oscuras. Un segundo después algo impactó contra el mago de fuego y su golem y luego aterrizó entre nosotros y ellos. Parecía un dragón blanco que tenía la cola azul y unas garras también azules.
- ¡Intrusos, lamentaréis haber pisado este lugar!- dijo mostrando sus colmillos al mago de fuego y al golem- ¡Defenderé a mi señor de saqueadores como vosotros!
El digimon se abalanzó sobre sus enemigos con la fiereza de un verdadero dragón. ¿Cómo había llegado ese digimon aquí? Los símbolos… ¿es posible que lo hubiese llamado al tocar las inscripciones? ¿Sería el guardián de este lugar?
- Irina…- me dijo una voz que parecía sonar en mi cabeza.
Miré hacia los símbolos que había tocado y que hicieron venir al dragón, de nuevo la sensación de que me llamaban. Volví a acariciar los símbolos y esta vez se abrió lo que parecía ser una puerta secreta que había estado oculta en la pared. ¿Sería un atajo? Fuese lo que fuese, había algo al final de ese oscuro túnel, algo que tenía que averiguar. Agarré del brazo a Eisenheim y entre en el nuevo túnel, no podíamos desaprovechar la oportunidad de perder a esos dos, pero esperaba que el dragón blanco pudiese con ellos.
- Suerte… - murmuré antes de perderlo de vista.
La puerta se cerró cuando ambos entramos, si no fuera por la antorcha que llevaba Eisenheim estaríamos a oscuras. Miré a Eisenheim, aún seguía sin comprender porque había estado dispuesto antes a arriesgar su vida por protegerme.
- Eisenheim, lo que has hecho antes… sinceramente, no entiendo porqué lo has hecho- le dije mientras avanzábamos a la luz de la antorcha- Si hubiese habido una explosión tu hubieses sido al primero al que hubiese alcanzado.
Al cabo de unos minutos llegamos hasta un arco de piedra que daba paso a una sala. El arco estaba flanqueado por dos antorchas que iluminaban un poco la zona. Entré en la sala, pero allí no había nada, estaba completamente vacía. A pesar de todo seguía teniendo la sensación de que allí había algo. Seguí avanzando y cuando estuve en el centro exacto de la sala, el lugar captó mi presencia y las paredes se iluminaron con miles de inscripciones como las de antes. Con una iluminación como esa, la antorcha de Eisenheim era un poco inútil.
Se repente empecé a encontrarme realmente mal, la vista se me nublaba y parecía que todo daba vueltas. Me estaba mareando y parecía que me iba a desmayar en cualquier momento, alargué el brazo intentando sujetarme a algo, pero al estar en el centro no había nada cerca y Eisenheim estaba un poco más atrás así que tampoco podía apoyarme en él.
Me desplomé en el suelo y perdí el conocimiento.
......
OFF: Si quieres puedes controlar a Gargoylemon, y si tienes que destruirlo para que ese par de dos nos den alcanze eres libre de hacerlo.
Eisenheim atacó al digimon del mago con un rayo. Me sentía un poco inútil en ese momento, yo no podía lanzar rayos como Eisenheim y dudo que unos puñetazos le hagan mucho efecto a esa criatura. De inmediato el mago de fuego generó una bola de fuego en su mano ¿Acaso es idiota o quiere morir en ese túnel con nosotros? Intenté pensar en algo para evitar que atacara pero no podía hacer mucho, además tampoco tuve tiempo de reaccionar antes de que Eisenheim se tirase encima de mí. ¿Acaso se estaba usando como escudo? ¿Por qué? ¿Por qué arriesga su vida de esa manera? Por suerte, no hubo explosión ni nada parecido. El mago de fuego había usado ese poder para fortalecer a su sirviente o lo que fuera esa cosa.
Eisenheim se quitó de encima y yo pude levantarme. La situación se había complicado, no podíamos hacer nada por derrotarlos. Mi “acompañante” agarró una antorcha y me sugirió que lo mejor sería darles esquinazo. ¿Pero cómo lo lograríamos? Esos tipos estaban entre nosotros y el camino que teníamos que seguir y no habría manera de pasar por su lado sin que nos atrapen. ¿Qué podíamos hacer? Miré hacia los símbolos que estaban a mi derecha y me acerqué ellos, de nuevo tenía esa sensación de que me estaban llamando. Cuando los toqué con los dedos aumentaron su brillo y se escuchó un rugido uno de los túneles que estaban a oscuras. Un segundo después algo impactó contra el mago de fuego y su golem y luego aterrizó entre nosotros y ellos. Parecía un dragón blanco que tenía la cola azul y unas garras también azules.
- Gargoylemon:
- ¡Intrusos, lamentaréis haber pisado este lugar!- dijo mostrando sus colmillos al mago de fuego y al golem- ¡Defenderé a mi señor de saqueadores como vosotros!
El digimon se abalanzó sobre sus enemigos con la fiereza de un verdadero dragón. ¿Cómo había llegado ese digimon aquí? Los símbolos… ¿es posible que lo hubiese llamado al tocar las inscripciones? ¿Sería el guardián de este lugar?
- Irina…- me dijo una voz que parecía sonar en mi cabeza.
Miré hacia los símbolos que había tocado y que hicieron venir al dragón, de nuevo la sensación de que me llamaban. Volví a acariciar los símbolos y esta vez se abrió lo que parecía ser una puerta secreta que había estado oculta en la pared. ¿Sería un atajo? Fuese lo que fuese, había algo al final de ese oscuro túnel, algo que tenía que averiguar. Agarré del brazo a Eisenheim y entre en el nuevo túnel, no podíamos desaprovechar la oportunidad de perder a esos dos, pero esperaba que el dragón blanco pudiese con ellos.
- Suerte… - murmuré antes de perderlo de vista.
La puerta se cerró cuando ambos entramos, si no fuera por la antorcha que llevaba Eisenheim estaríamos a oscuras. Miré a Eisenheim, aún seguía sin comprender porque había estado dispuesto antes a arriesgar su vida por protegerme.
- Eisenheim, lo que has hecho antes… sinceramente, no entiendo porqué lo has hecho- le dije mientras avanzábamos a la luz de la antorcha- Si hubiese habido una explosión tu hubieses sido al primero al que hubiese alcanzado.
Al cabo de unos minutos llegamos hasta un arco de piedra que daba paso a una sala. El arco estaba flanqueado por dos antorchas que iluminaban un poco la zona. Entré en la sala, pero allí no había nada, estaba completamente vacía. A pesar de todo seguía teniendo la sensación de que allí había algo. Seguí avanzando y cuando estuve en el centro exacto de la sala, el lugar captó mi presencia y las paredes se iluminaron con miles de inscripciones como las de antes. Con una iluminación como esa, la antorcha de Eisenheim era un poco inútil.
Se repente empecé a encontrarme realmente mal, la vista se me nublaba y parecía que todo daba vueltas. Me estaba mareando y parecía que me iba a desmayar en cualquier momento, alargué el brazo intentando sujetarme a algo, pero al estar en el centro no había nada cerca y Eisenheim estaba un poco más atrás así que tampoco podía apoyarme en él.
Me desplomé en el suelo y perdí el conocimiento.
......
OFF: Si quieres puedes controlar a Gargoylemon, y si tienes que destruirlo para que ese par de dos nos den alcanze eres libre de hacerlo.
Irina Giorgatos
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Me quedé realmente asombrado. Irina había conjurado un digimon... bueno, en realidad, había activado las runas que fueron quienes lo hicieron pero aún así, era igual de impresionante. ¿Cómo podía manipular la magia si no era una arcana? Realmente la estupefacción me dejó paralizado y ella me agarró del brazo, para introducirme en un camino secreto.
La puerta se cerró, pero mi idea de coger una antorcha era acertada como todas las que suelo tener. Los sonidos de lucha se oían vagamente desde aquí. Entonces Irina me preguntó porqué había hecho el idiota. Bueno, no me lo preguntó así de directamente pero era lo que había hecho y no tenía otro nombre.
-¿¡Crees que yo sí!?-fue lo único que dije cuando me advirtió de eso. ¡Claro que lo sabía!¡Me habría calcinado! Pero no sabía porqué, lo había hecho inconscientemente. ¿¡Porqué demonios me comporto como un bobo, como si nunca hubiera visto una mujer en mi vida!?-Ni sé porqué se me ocurrió esa tontería, pero lo hice, y lo volvería hacer. ¡Y ni si te ocurra recordármelo! Suficiente tengo con no saber qué me pasa...-moví la antorcha, apenas podíamos ver por donde íbamos-Debemos encontrar una fuente de luz...
La sala reaccionó en cuanto Irina se colocó en el centro. Las runas cobraron un fuerte brillo, claro como el sol, era como si quisieran esclarecer algo y yo me obsesionaba con qué, qué tenía que ver Irina con la magia, porqué la desdeñosa dama arcana la mimaba más que a arcanos que dedicaron su eternidad a ella. Era todo un misterio. La luz mágica era como el sol, así que decidí apagar la antorcha recitando un pequeño hechizo que sólo sirve con pequeños fuegos debido a que mi magia está ligada al elemento de la electricidad más que al de fuego.
Suspiré. Mis nervios... me dolía la cabeza. Debía calmarme. Un guardian se haría cargo de esos dos que nos seguían y al final del día, yo ya sabría cuál era la razón de aquella chica con la magia y por tanto sabría porqué estaba actuando así y mis nervios volverían a estar calmados cuando estuviera en mi habitación solo, sin ningún idiota que los crispase. Me puse los dedos en la sien, masajeándola con cuidado.
-Doy mil vueltas a porqué...pero...-pensé, cerrando los ojos durante un instante. Era como si unos engranajes pugnasen por moverse dentro de mi cabeza...¡ja!¡Yo soy tan inteligente que mis engranajes siempre van e irán a la velocidad de la luz!¡Debía ser el ambiente cerrado del lugar!
Cuando me giré para preguntarle a Irina si había encontrado algo, la vi tirada... se había desmayado. ¿Las runas serían una trampa?
Muchas veces las runas se utilizan para guardar objetos de otra persona que no sea su dueño, pero sólo eran runas menores capaz de generar pequeñas explosiones puesto que es un arte complicado que pocos saben manejar y que, en su mayoría, se adhieren a las armas de guerreros mágicos como Mistymon.Nunca había oído nada de runas que robasen la energía vital... o puede que simplemente, manipular las runas le hubiera pasado factura en forma de cansancio. Fuera como fuera, tenía que ayudar a Irina...
Oí cómo un rugido agonizantes llegaba de lejos. El guardián había sido derribado... demonios... no me iba a arriesgar a ver si ellos eran capaces de hacer funcionar las runas como Irina para que le mostrasen el pasaje secreto o no.
-¡Irina, despierta! ¿¡Es que no había un mejor momento!?-¡Demonios!¿Qué se supone que haga con una persona desmayada?-¡Ngghn!¿¡Qué te ha pasado!? ¡Responde!
Resoplé y saqué mi D-Scanner. En mi forma de Wizardmon iba a ser difícil cargarla, así que tendría que volver a mi forma humana. Seguro que ya he mencionado lo poco que me gusta estar en ella, pero tendría que hacerlo. Me miré las manos y encarné una ceja, tras pasarme la mano por el cabello.
La cargué. Pesaba. Bueno, más bien, yo soy bastante poco nato para trabajos tan burdos que requieran fuerza física. Mi cerebro es más fuerte que cualquier músculo. Comencé a buscar cualquier signo en la habitación de pasadizo, pero no había nada y los símbolos no reaccionaban a mí con la misma fuerza que con Irina.
La puerta se cerró, pero mi idea de coger una antorcha era acertada como todas las que suelo tener. Los sonidos de lucha se oían vagamente desde aquí. Entonces Irina me preguntó porqué había hecho el idiota. Bueno, no me lo preguntó así de directamente pero era lo que había hecho y no tenía otro nombre.
-¿¡Crees que yo sí!?-fue lo único que dije cuando me advirtió de eso. ¡Claro que lo sabía!¡Me habría calcinado! Pero no sabía porqué, lo había hecho inconscientemente. ¿¡Porqué demonios me comporto como un bobo, como si nunca hubiera visto una mujer en mi vida!?-Ni sé porqué se me ocurrió esa tontería, pero lo hice, y lo volvería hacer. ¡Y ni si te ocurra recordármelo! Suficiente tengo con no saber qué me pasa...-moví la antorcha, apenas podíamos ver por donde íbamos-Debemos encontrar una fuente de luz...
La sala reaccionó en cuanto Irina se colocó en el centro. Las runas cobraron un fuerte brillo, claro como el sol, era como si quisieran esclarecer algo y yo me obsesionaba con qué, qué tenía que ver Irina con la magia, porqué la desdeñosa dama arcana la mimaba más que a arcanos que dedicaron su eternidad a ella. Era todo un misterio. La luz mágica era como el sol, así que decidí apagar la antorcha recitando un pequeño hechizo que sólo sirve con pequeños fuegos debido a que mi magia está ligada al elemento de la electricidad más que al de fuego.
Suspiré. Mis nervios... me dolía la cabeza. Debía calmarme. Un guardian se haría cargo de esos dos que nos seguían y al final del día, yo ya sabría cuál era la razón de aquella chica con la magia y por tanto sabría porqué estaba actuando así y mis nervios volverían a estar calmados cuando estuviera en mi habitación solo, sin ningún idiota que los crispase. Me puse los dedos en la sien, masajeándola con cuidado.
-Doy mil vueltas a porqué...pero...-pensé, cerrando los ojos durante un instante. Era como si unos engranajes pugnasen por moverse dentro de mi cabeza...¡ja!¡Yo soy tan inteligente que mis engranajes siempre van e irán a la velocidad de la luz!¡Debía ser el ambiente cerrado del lugar!
Cuando me giré para preguntarle a Irina si había encontrado algo, la vi tirada... se había desmayado. ¿Las runas serían una trampa?
Muchas veces las runas se utilizan para guardar objetos de otra persona que no sea su dueño, pero sólo eran runas menores capaz de generar pequeñas explosiones puesto que es un arte complicado que pocos saben manejar y que, en su mayoría, se adhieren a las armas de guerreros mágicos como Mistymon.Nunca había oído nada de runas que robasen la energía vital... o puede que simplemente, manipular las runas le hubiera pasado factura en forma de cansancio. Fuera como fuera, tenía que ayudar a Irina...
Oí cómo un rugido agonizantes llegaba de lejos. El guardián había sido derribado... demonios... no me iba a arriesgar a ver si ellos eran capaces de hacer funcionar las runas como Irina para que le mostrasen el pasaje secreto o no.
-¡Irina, despierta! ¿¡Es que no había un mejor momento!?-¡Demonios!¿Qué se supone que haga con una persona desmayada?-¡Ngghn!¿¡Qué te ha pasado!? ¡Responde!
Resoplé y saqué mi D-Scanner. En mi forma de Wizardmon iba a ser difícil cargarla, así que tendría que volver a mi forma humana. Seguro que ya he mencionado lo poco que me gusta estar en ella, pero tendría que hacerlo. Me miré las manos y encarné una ceja, tras pasarme la mano por el cabello.
La cargué. Pesaba. Bueno, más bien, yo soy bastante poco nato para trabajos tan burdos que requieran fuerza física. Mi cerebro es más fuerte que cualquier músculo. Comencé a buscar cualquier signo en la habitación de pasadizo, pero no había nada y los símbolos no reaccionaban a mí con la misma fuerza que con Irina.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Poco a poco fui despertando, ¿qué había pasado? ¿me desmayé? Desmayarme de repente delante de Eisenheim, que vergüenza. No me gusta ser débil y seguramente ahora Eisenheim estará pensando que no puedo soportar un poco de magia o la caminata hasta allí. Miré a mí alrededor, aquello no era el laberinto, se trataba de una sala bien iluminada con grandes ventanales. Las paredes estaban decoradas con tapices y pinturas en las que se representaban distintos digimons, la mayoría de ellos con apariencia de mago. Me levanté del suelo y me di cuenta de que el suelo también estaba decorado con un gran mosaico en el que había representado un dragón heráldico (también llamado Wyvern).
La estaba no estaba vacía como pensé en un principio, en el suelo y con la espalda apoyada en la pared estaba sentado un digimon. Tenía la apariencia de un caballero medieval con una capa roja, lo reconocí enseguida.
- MedievalGallantmon…- dije acercándome.
Era el mismo digimon que apareció en mi sueño y me pidió ayuda para poder vengarse. No había cambiado, seguía siendo semitransparente como un fantasma o un alma en pena.
- Me alegra verte de nuevo, Irina- me dijo MedievalGallantmon que parecía alegrarse.
- Yo también me alegro. Por cierto, ¿Qué es este lugar?- le pregunté.
El digimon me invitó a sentarme con un gesto de su mano, así que me aproximé y me senté a su lado. Era más grande e imponente de lo que parecía en mi sueño, a pesar de parecer un fantasma se podía notar que debía de haber tenido un enorme poder cuando estaba vivo.
- Esta es la Sala de Reuniones, bueno, más bien una réplica mental por así decirlo- antes de que pudiese preguntar nada sobre eso, MedievalGallantmon siguió hablando. -Necesitaba hablar contigo Irina, pero mi poder está al mínimo y no puedo hablarte mas que en sueños o cuando estás inconsciente.
- ¿Entonces lo de desmayarme fue cosa tuya?- le pregunté, no sabía si enfadarme o no, pero me resultaba imposible enfadarme con ese digimon.
- Lo siento, pero era la única manera y la sala del laberinto en la que te encuentras rebosa magia y era el único lugar en el que podía hacerlo- se explicó.
Sonreí, a pesar de haber tenido que desmayarme delante de Eisenheim no podía reprochárselo a MedievalGallantmon. Estaba desesperado, no tuvo otra opción. Me quedé en silencio un instante y me di cuenta de que delante de MedievalGallantmon descansaba una doble hacha en el suelo.
- Se llama Dynas- me dijo cuando se dio cuenta de que miraba el arma- Me ha acompañado en todas mis batallas, pero… lamentablemente su poder no fue suficiente para ganar mi última batalla.
- ¿Tu última batalla? ¿Te refieres a…
- La batalla en la que perdí la vida- dijo MedievalGallantmon levantando la mirada de su arma y mirando a su alrededor- Fue aquí, aquí fue donde me acorralaron como a un animal y me asesinaron.
- Si este lugar está en la mente, ¿por qué no te imaginas un lugar más alegre?- le pregunté.
- Para no olvidar lo poco que recuerdo de mi vida, sólo recuerdo un poco mis últimos momentos y aún así…- apretó el puño- No soy capaz de recordar los rostros de los que me dieron muerte y me arrebataron mi hogar y todo lo que más quería.
Puse mi mano en el brazo de MedievalGallantmon (el hombro estaba muy alto) para intentar calmarlo, no sabía que decir en una situación así, nunca hablé con un espíritu, pero sentía que tenía que hacer algo para ayudarle.
- No te preocupes, te ayudare a recuperar tu memoria- le dije y pareció que surtió efecto porqué dejó de apretar el puño.
- Gracias, Irina. El simple hecho que hayas llegado hasta ese punto del laberinto ya me demuestra que no me equivoqué contigo- me contó sonriendo antes de ponerse serio- Pero antes de seguir quiero advertirte algo, sobre los DigiSpirits que te pedí que buscaras.
- ¿Qué pasa con ellos?
- Esos DigiSpirits con trozos de mi alma que se dividió cuando me dieron muerte y quedaron esparcidos por todo el Mundo Digital. Cuando estén todos juntos, podré regresar a la vida del todo, sin embargo…- hizo una pequeña pausa antes de continuar- A medida que adquieras esos DigiSpirits mi vida comenzará a entrelazarse con la tuya de tal manera que si alguno de nosotros dos muere…
- También morirá el otro- finalicé su frase con el rostro serio.
- Así es, por eso no podía permitir que siguieras con la búsqueda sin antes saber eso. Tú decidiste ayudarme y te mereces saber las consecuencias de lo que eso supone. Por eso te lo volveré a preguntar ahora que sabes todo, ¿Vas a ayudarme?
A pesar de que esa decisión era muy importante no me lo pensé mucho. Estaba completamente decidida a ayudar a MedievalGallantmon, e incluso si eso supone que a partir de ahora ambos compartiríamos el mismo cuerpo.
- En el sueño te dije que te ayudaría y yo cumplo mis promesas, da igual lo duro que sea el camino- le dije sonriendo.
- Valor y honor. Me recuerdas a mí- me dijo MedievalGallantmon sonriendo y levantándose, yo también me levanté y esperé lo que tenía que decir- Te entregaré el Rookie Spirit, esto supone que te convertirás en un digimon y que necesitarás el Human Spirit para volver a tu forma humana- me dijo mientras todo empezaba a volverse negro y yo sentía como abandonaba ese lugar- A partir de ahora, seremos dos almas en un mismo cuerpo…
Esa última frase la escuché en mi cabeza cuando no veía mas que oscuridad a mi alrededor, pero pronto empecé ser consciente de que había vuelto en mí. Abrí los ojos poco a poco, me sentía un poco mareada, debía de ser porque aún no me había acostumbrado a esas charlas en la mente. Me di cuenta de que no estaba en el suelo si no en brazos de alguien, tenía la vista algo nublada aún y no fui capaz de reconocer su rostro. Era humano, y Eisenheim me dijo que él lo era. ¿Sería él?
- ¿Eisenheim?- pregunté cuando pude ver con claridad.
Si ese era Eisenheim tengo que reconocer que no está tan mal a pesar del pelo blanco. ¡¿Qué estoy diciendo?! Intenté olvidarme de esa tontería que acababa de pensar y me puse de pie de nuevo en el suelo pero tuve un mal presentimiento y volví la mirada hacia pasillo por el cual entramos.
- Ha caído, ¿verdad?- le pregunté refiriéndome al dragón blanco de antes.
Sentí pena por ese digimon, ahora sabía que estaba protegiendo a su señor, MedievalGallantmon, o más bien un trozo de su alma. Debía de haber tenido una gran lealtad hacia él para haber permanecido aquí tanto tiempo y morir intentando defenderle.
Volví la mirada hacia los símbolos brillantes de las paredes, debían de haber miles pero sólo hubo uno que me llamó la atención y que empezó a brillar con más intensidad que los otros. Aquello debía de ser lo que andaba buscando, el Rookie Spirit que MedievalGallantmon iba a entregarme y que comenzaría a unir nuestras vidas.
La estaba no estaba vacía como pensé en un principio, en el suelo y con la espalda apoyada en la pared estaba sentado un digimon. Tenía la apariencia de un caballero medieval con una capa roja, lo reconocí enseguida.
- MedievalGallantmon…- dije acercándome.
Era el mismo digimon que apareció en mi sueño y me pidió ayuda para poder vengarse. No había cambiado, seguía siendo semitransparente como un fantasma o un alma en pena.
- Me alegra verte de nuevo, Irina- me dijo MedievalGallantmon que parecía alegrarse.
- Yo también me alegro. Por cierto, ¿Qué es este lugar?- le pregunté.
El digimon me invitó a sentarme con un gesto de su mano, así que me aproximé y me senté a su lado. Era más grande e imponente de lo que parecía en mi sueño, a pesar de parecer un fantasma se podía notar que debía de haber tenido un enorme poder cuando estaba vivo.
- Esta es la Sala de Reuniones, bueno, más bien una réplica mental por así decirlo- antes de que pudiese preguntar nada sobre eso, MedievalGallantmon siguió hablando. -Necesitaba hablar contigo Irina, pero mi poder está al mínimo y no puedo hablarte mas que en sueños o cuando estás inconsciente.
- ¿Entonces lo de desmayarme fue cosa tuya?- le pregunté, no sabía si enfadarme o no, pero me resultaba imposible enfadarme con ese digimon.
- Lo siento, pero era la única manera y la sala del laberinto en la que te encuentras rebosa magia y era el único lugar en el que podía hacerlo- se explicó.
Sonreí, a pesar de haber tenido que desmayarme delante de Eisenheim no podía reprochárselo a MedievalGallantmon. Estaba desesperado, no tuvo otra opción. Me quedé en silencio un instante y me di cuenta de que delante de MedievalGallantmon descansaba una doble hacha en el suelo.
- Se llama Dynas- me dijo cuando se dio cuenta de que miraba el arma- Me ha acompañado en todas mis batallas, pero… lamentablemente su poder no fue suficiente para ganar mi última batalla.
- ¿Tu última batalla? ¿Te refieres a…
- La batalla en la que perdí la vida- dijo MedievalGallantmon levantando la mirada de su arma y mirando a su alrededor- Fue aquí, aquí fue donde me acorralaron como a un animal y me asesinaron.
- Si este lugar está en la mente, ¿por qué no te imaginas un lugar más alegre?- le pregunté.
- Para no olvidar lo poco que recuerdo de mi vida, sólo recuerdo un poco mis últimos momentos y aún así…- apretó el puño- No soy capaz de recordar los rostros de los que me dieron muerte y me arrebataron mi hogar y todo lo que más quería.
Puse mi mano en el brazo de MedievalGallantmon (el hombro estaba muy alto) para intentar calmarlo, no sabía que decir en una situación así, nunca hablé con un espíritu, pero sentía que tenía que hacer algo para ayudarle.
- No te preocupes, te ayudare a recuperar tu memoria- le dije y pareció que surtió efecto porqué dejó de apretar el puño.
- Gracias, Irina. El simple hecho que hayas llegado hasta ese punto del laberinto ya me demuestra que no me equivoqué contigo- me contó sonriendo antes de ponerse serio- Pero antes de seguir quiero advertirte algo, sobre los DigiSpirits que te pedí que buscaras.
- ¿Qué pasa con ellos?
- Esos DigiSpirits con trozos de mi alma que se dividió cuando me dieron muerte y quedaron esparcidos por todo el Mundo Digital. Cuando estén todos juntos, podré regresar a la vida del todo, sin embargo…- hizo una pequeña pausa antes de continuar- A medida que adquieras esos DigiSpirits mi vida comenzará a entrelazarse con la tuya de tal manera que si alguno de nosotros dos muere…
- También morirá el otro- finalicé su frase con el rostro serio.
- Así es, por eso no podía permitir que siguieras con la búsqueda sin antes saber eso. Tú decidiste ayudarme y te mereces saber las consecuencias de lo que eso supone. Por eso te lo volveré a preguntar ahora que sabes todo, ¿Vas a ayudarme?
A pesar de que esa decisión era muy importante no me lo pensé mucho. Estaba completamente decidida a ayudar a MedievalGallantmon, e incluso si eso supone que a partir de ahora ambos compartiríamos el mismo cuerpo.
- En el sueño te dije que te ayudaría y yo cumplo mis promesas, da igual lo duro que sea el camino- le dije sonriendo.
- Valor y honor. Me recuerdas a mí- me dijo MedievalGallantmon sonriendo y levantándose, yo también me levanté y esperé lo que tenía que decir- Te entregaré el Rookie Spirit, esto supone que te convertirás en un digimon y que necesitarás el Human Spirit para volver a tu forma humana- me dijo mientras todo empezaba a volverse negro y yo sentía como abandonaba ese lugar- A partir de ahora, seremos dos almas en un mismo cuerpo…
Esa última frase la escuché en mi cabeza cuando no veía mas que oscuridad a mi alrededor, pero pronto empecé ser consciente de que había vuelto en mí. Abrí los ojos poco a poco, me sentía un poco mareada, debía de ser porque aún no me había acostumbrado a esas charlas en la mente. Me di cuenta de que no estaba en el suelo si no en brazos de alguien, tenía la vista algo nublada aún y no fui capaz de reconocer su rostro. Era humano, y Eisenheim me dijo que él lo era. ¿Sería él?
- ¿Eisenheim?- pregunté cuando pude ver con claridad.
Si ese era Eisenheim tengo que reconocer que no está tan mal a pesar del pelo blanco. ¡¿Qué estoy diciendo?! Intenté olvidarme de esa tontería que acababa de pensar y me puse de pie de nuevo en el suelo pero tuve un mal presentimiento y volví la mirada hacia pasillo por el cual entramos.
- Ha caído, ¿verdad?- le pregunté refiriéndome al dragón blanco de antes.
Sentí pena por ese digimon, ahora sabía que estaba protegiendo a su señor, MedievalGallantmon, o más bien un trozo de su alma. Debía de haber tenido una gran lealtad hacia él para haber permanecido aquí tanto tiempo y morir intentando defenderle.
Volví la mirada hacia los símbolos brillantes de las paredes, debían de haber miles pero sólo hubo uno que me llamó la atención y que empezó a brillar con más intensidad que los otros. Aquello debía de ser lo que andaba buscando, el Rookie Spirit que MedievalGallantmon iba a entregarme y que comenzaría a unir nuestras vidas.
Irina Giorgatos
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Por unos instantes lo vi. Era una sala que me había traído tanto alegrías como dolor... recordaba cómo en aquella sala, había visto por primera vez al rey, a MedievalGallantmon, mi rey. Poderoso, el héroe que nos salvó en su día, que nos reinaba... aún me pareció verlo ahí, sentado, como un fantasma...ver aquello hizo que mi espíritu, yo, todo, cada centímetro de mi se tambalease, y temía que bajo mi soberbia apariencia, todo fuera tan frágil como un cristal...
"Si haces bien tu trabajo, podrás estar cerca de él" me dijeron. Y me esforcé, quería estar al lado de alguien tan digno, quería ayudarlo a él y a Witchenly... quería ofrecerle mi humilde mano y juicio, pero debía esforzarme porque muchos lo harían, muchos con más experiencia que un aprendiz, aunque fuera uno aventajado... sin embargo, me percaté de que todas esas manos tenían cuchillos, todas querían que el rey cayera...para subirse ellos al trono.
Me asqueó esas ansias desmedidas de poder. Había todo tipo de círculos cortesanos que apoyaban a los distintos puñales y me gané su odio al no posicionarme, o más bien, al posicionarme como había que hacer. Un día, esos puñales se clavaron a la vez en su espalda, y no metafóricamente...le engañaron, lo...
-Y no supe hacer nada-musité. Él había sido mi rey, pero también mi único amigo en la corte, el mejor que pudiera tener y la persona más digna y honorable que había conocido. Por primera vez, mi ego bajó a quiniestos metros bajo el suelo, y tras mucho tiempo, en mis ojos se intentaron dibujar lágrimas...
Pero Irina se despertó lo suficientemente rápido como para obligarme a mí mismo a tacharlo como un momento de debilidad al rememorar mi tierra por la cercanía a la magia del lugar. Cuando Irina preguntó, sólo asentí, muy serio y dejé que se pusiera en pie. Por un momento, creí ver una capa ondeando sobre sus hombros, una capa roja que yo conocía bien y por unos instantes me quedé mudo...ni siquiera cuando Irina preguntó por el dragón blanco respondí de lo estupefacto que me encontraba.
En cuanto a ella, había encontrado lo que venía buscando. El digispirit. Algo se movió en mí, como una ola, y aunque no lo pensé en el fondo de mí, sabía que algo estaba comenzando. Algo... importante. Decidí hacer caso a ésa intuición que tengo, por una segunda vez;de una manera u otra, Irina era especial, aunque no supiera por qué, así que tenía que sacarla de ahí viva, era primordial y vital por alguna razón que desconocía, por alguna razón...
Odio lo ilógico. De veras. Y no sé porqué soporté aquel cúmulo que había sido el momento en el que me crucé con Irina.
-Irina, en el momento que utilices ése digispirit, no tendrás energías para volver a ser tú durante un tiempo-le advertí, poniéndome en guardia al ver cómo se abría un portal de fuego en la pared. El golem estaba al lado del mago, con algunos rasguños y nos miraron, con una sonrisa.
-¡Eliminar!-rugió el gólem, mirando a Irina.
-Supongo que no será demasiado malo que hayas conseguido eso si puedo matarte aquí-dijo el magucho de fuego con una sonrisa...abrí mi libro. Sabía que un enfrentamiento directo contra aquel gólem no sería inteligente... tenía que aprovechar toda la magia que flotaba en el ambiente y manejar las runas de la pared. Me dije que tenía lo que necesitaba; las runas, mi libro y lo más importante, mi talento no importaba si estaba en forma de digimon o humano. Eisenheim siempre sería Eienheim, bajo cualquier apariencia, junto con su talento y habilidad, así que no había posibilidad de fracaso. Comencé a leer, a entonar y susurrar-¿Te crees capaz de manejar magia rúnica, la más difícil, en tu apariencia humana?¡Es imposible que lo hagas, sólo eres un soberbio que cree haber nacido con todo sabido!
El muy estúpido detuvo a su gólem, como si quisiera ver mi hechizo fallar antes de atreverse a intentar matarme.
-Imbécil, yo también fui un aprendiz-me limité a decirle cuando terminé la parte del hechizo que requería palabras mágicas, mientras completaba con la mano derecha los gestos. Mis pulseras de madera tintinearon entre sí, y los tatuajes de mi cuerpo, incluyendo las medias lunas bajo mis ojos se tornaron doradas, más que el oro. Las runas adquirieron el mismo tono.
Supuse que quizá devolverían al gólem a su forma normal...incluso con mi habilidad, no podía pedir más, la magia rúnica era conocida por su dificultad. Pero me sorprendió gratamente el resultado. Me dio la sensación de que era como si las runas estuvieran predispuestas, como si de haberlo intentado como otro fin no hubiera funcionado. A pesar de ello, me sentí poderoso, había superado mis barreras humanas...
Las runas, se dispararon hacia el digispirit de Irina, y la armadura se volvió dorada. No sabía qué ocurría, sólo sabía que mis artes arcanas ayudarían a Irina a salir de allí...
Comencé a gritar porque los tatuajes me ardían...por desgracia, la fuerza de las runas me sobrepasaban, pero a pesar de que grité, se pudo adivinar una carcajada entre mis gritos.
-¡ESTE FUEGO PUEDE QUEMAR EL TUYO, MAGO DE PACOTILLA!¡TU MISERABLE VIDA TERMINARÁ AQUÍ!¡EL PODER DE LAS ARTES ARCANAS, EL PODER DE WITCHENLY TE TRAGARÁ!¡JA,JA,JA,AGGH...!-fue lo último que dije entre risas y gritos antes de caer al suelo y retorcerme de dolor, sentía que quemaba y sólo quería arrancarme mis tatuajes, pero por desgracia para eso tendría que desollarme.
Más les valía correr. Si ése poder podía matarme, a ellos los iba a desintegrar en los nueve infiernos.
"Si haces bien tu trabajo, podrás estar cerca de él" me dijeron. Y me esforcé, quería estar al lado de alguien tan digno, quería ayudarlo a él y a Witchenly... quería ofrecerle mi humilde mano y juicio, pero debía esforzarme porque muchos lo harían, muchos con más experiencia que un aprendiz, aunque fuera uno aventajado... sin embargo, me percaté de que todas esas manos tenían cuchillos, todas querían que el rey cayera...para subirse ellos al trono.
Me asqueó esas ansias desmedidas de poder. Había todo tipo de círculos cortesanos que apoyaban a los distintos puñales y me gané su odio al no posicionarme, o más bien, al posicionarme como había que hacer. Un día, esos puñales se clavaron a la vez en su espalda, y no metafóricamente...le engañaron, lo...
-Y no supe hacer nada-musité. Él había sido mi rey, pero también mi único amigo en la corte, el mejor que pudiera tener y la persona más digna y honorable que había conocido. Por primera vez, mi ego bajó a quiniestos metros bajo el suelo, y tras mucho tiempo, en mis ojos se intentaron dibujar lágrimas...
Pero Irina se despertó lo suficientemente rápido como para obligarme a mí mismo a tacharlo como un momento de debilidad al rememorar mi tierra por la cercanía a la magia del lugar. Cuando Irina preguntó, sólo asentí, muy serio y dejé que se pusiera en pie. Por un momento, creí ver una capa ondeando sobre sus hombros, una capa roja que yo conocía bien y por unos instantes me quedé mudo...ni siquiera cuando Irina preguntó por el dragón blanco respondí de lo estupefacto que me encontraba.
En cuanto a ella, había encontrado lo que venía buscando. El digispirit. Algo se movió en mí, como una ola, y aunque no lo pensé en el fondo de mí, sabía que algo estaba comenzando. Algo... importante. Decidí hacer caso a ésa intuición que tengo, por una segunda vez;de una manera u otra, Irina era especial, aunque no supiera por qué, así que tenía que sacarla de ahí viva, era primordial y vital por alguna razón que desconocía, por alguna razón...
Odio lo ilógico. De veras. Y no sé porqué soporté aquel cúmulo que había sido el momento en el que me crucé con Irina.
-Irina, en el momento que utilices ése digispirit, no tendrás energías para volver a ser tú durante un tiempo-le advertí, poniéndome en guardia al ver cómo se abría un portal de fuego en la pared. El golem estaba al lado del mago, con algunos rasguños y nos miraron, con una sonrisa.
-¡Eliminar!-rugió el gólem, mirando a Irina.
-Supongo que no será demasiado malo que hayas conseguido eso si puedo matarte aquí-dijo el magucho de fuego con una sonrisa...abrí mi libro. Sabía que un enfrentamiento directo contra aquel gólem no sería inteligente... tenía que aprovechar toda la magia que flotaba en el ambiente y manejar las runas de la pared. Me dije que tenía lo que necesitaba; las runas, mi libro y lo más importante, mi talento no importaba si estaba en forma de digimon o humano. Eisenheim siempre sería Eienheim, bajo cualquier apariencia, junto con su talento y habilidad, así que no había posibilidad de fracaso. Comencé a leer, a entonar y susurrar-¿Te crees capaz de manejar magia rúnica, la más difícil, en tu apariencia humana?¡Es imposible que lo hagas, sólo eres un soberbio que cree haber nacido con todo sabido!
El muy estúpido detuvo a su gólem, como si quisiera ver mi hechizo fallar antes de atreverse a intentar matarme.
-Imbécil, yo también fui un aprendiz-me limité a decirle cuando terminé la parte del hechizo que requería palabras mágicas, mientras completaba con la mano derecha los gestos. Mis pulseras de madera tintinearon entre sí, y los tatuajes de mi cuerpo, incluyendo las medias lunas bajo mis ojos se tornaron doradas, más que el oro. Las runas adquirieron el mismo tono.
Supuse que quizá devolverían al gólem a su forma normal...incluso con mi habilidad, no podía pedir más, la magia rúnica era conocida por su dificultad. Pero me sorprendió gratamente el resultado. Me dio la sensación de que era como si las runas estuvieran predispuestas, como si de haberlo intentado como otro fin no hubiera funcionado. A pesar de ello, me sentí poderoso, había superado mis barreras humanas...
Las runas, se dispararon hacia el digispirit de Irina, y la armadura se volvió dorada. No sabía qué ocurría, sólo sabía que mis artes arcanas ayudarían a Irina a salir de allí...
Comencé a gritar porque los tatuajes me ardían...por desgracia, la fuerza de las runas me sobrepasaban, pero a pesar de que grité, se pudo adivinar una carcajada entre mis gritos.
-¡ESTE FUEGO PUEDE QUEMAR EL TUYO, MAGO DE PACOTILLA!¡TU MISERABLE VIDA TERMINARÁ AQUÍ!¡EL PODER DE LAS ARTES ARCANAS, EL PODER DE WITCHENLY TE TRAGARÁ!¡JA,JA,JA,AGGH...!-fue lo último que dije entre risas y gritos antes de caer al suelo y retorcerme de dolor, sentía que quemaba y sólo quería arrancarme mis tatuajes, pero por desgracia para eso tendría que desollarme.
Más les valía correr. Si ése poder podía matarme, a ellos los iba a desintegrar en los nueve infiernos.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
- Lo sé, Eisenheim. Alguien me dijo esa peculiaridad del DigiSpirit- le dije acercando mi mano a ese DigiSpirit.
Justo antes de tocarlo, el maldito mago de fuego y su golem parecieron, esta vez la orden de ese golem había cambiado, ahora era un simple “eliminar” en vez de capturarme viva, claramente buscaban el digispirit, pero yo no iba a permitir que se saliesen con la suya. Ese digispirit era un trozo del alma de MedievalGallantmon y no permitiría que cayese en malas manos. En ese momento vi a Eisenheim abrir su libro y empezar a leerlo ¿Qué pretendía? No tenía ni idea pero las palabras del mago no me ayudaron para nada y menos cuando detuvo a su golem, era como si estuviese seguro de que iba a fallar.
Pero Eisenheim no falló, las runas se volvieron doradas y se abalanzaron sobre el golem como si lo estuviesen quemando a pesar de que estaba cubierto de fuego. Esa criatura cayó de rodillas cuando el efecto cesó, no había sido suficiente para destruirlo pero si lo dejó bastante débil. Tras eso, las runas se volvieron hacia mi DigiSpirit y este disparó un pequeño rayo de luz hacia las inscripciones de la pared, en mi mente se dibujó una palabra: “salida”. ¿El DigiSpirit me estaba mostrando una forma de salir de aquí o sería Eisenheim? No me dio tiempo a pensarlo porque en ese momento escuché un grito de dolor que me dolió escuchar.
Al girarme vi que Eisenheim estaba en el suelo retorciéndose de dolor, seguramente por culpa de los tatuajes o de la magia o de ambas cosas. Quise acercarme para ayudarle pero me quemé la mano al tocar uno de sus tatuajes del brazo. Me sentía impotente y me dolía en el alma escuchar esos gritos de dolor sin poder hacer nada. Miré hacia los símbolos, estaba segura de que allí había un pasillo oculto que me llevaría a la salida, pero no podía abandonar a Eisenheim allí con esos dos, y tampoco podía ignorar esos gritos que desgarraban como una espada de doble filo.
- ¡No pienso dejarte aquí!- le dije aunque dudaba que hubiese podido escucharme.
Saqué mi digivice y lo apunté instintivamente hacia el DigiSpirit que acabó entrando dentro como si se tratase de un rayo de luz. Luego vi su imagen en la pantalla y pude sentir la presencia de MedievalGallantmon un poco más cerca. En mi mano aparecieron datos que, al pasarlos por el d-scanner, me rodearon por completo cambiando mi aspecto y mi tamaño.
- ¡Espiritu Digital Rookie, digievolución…. Ryudamon!
Cuando los datos desaparecieron me había convertido en un pequeño dragón con armadura de samurái. Sin perder tiempo, corrí y embestí contra el mago de fuego para alejarlo de Eisenheim. Ese tipo quería aprovechar que no podía defenderse para matarlo antes de que intentase algo con la magia.
Técnicamente estaba en desventaja, es cierto que ahora soy un digimon y que puedo pelear como tal pero sigo teniendo a dos rivales contra los que pelear al mismo tiempo, además no podía permitir que se acercasen a Eisenheim. No estaba en la mejor de las situaciones pero podía sentir un nuevo poder correr por mis venas, un poder que me daría fuerzas para seguir por muy mal que esté la situación.
- ¡Marchaos de aquí!- les advertí aunque sabía que no me harían caso pero por lo menos quería que viesen que no soy de las que se acobardan en el último momento.
No sabía el porque quería proteger a Eisenheim, una parte de mi es por devolverle el favor por ese intento “fallido” (pero intento al fin y al cabo), de protegerme de la explosión que nunca ocurrió y la otra… la otra era muy confusa porque parecía que el alma de MedievalGallantmon, que ahora poseía, también quisiese defenderlo.
Justo antes de tocarlo, el maldito mago de fuego y su golem parecieron, esta vez la orden de ese golem había cambiado, ahora era un simple “eliminar” en vez de capturarme viva, claramente buscaban el digispirit, pero yo no iba a permitir que se saliesen con la suya. Ese digispirit era un trozo del alma de MedievalGallantmon y no permitiría que cayese en malas manos. En ese momento vi a Eisenheim abrir su libro y empezar a leerlo ¿Qué pretendía? No tenía ni idea pero las palabras del mago no me ayudaron para nada y menos cuando detuvo a su golem, era como si estuviese seguro de que iba a fallar.
Pero Eisenheim no falló, las runas se volvieron doradas y se abalanzaron sobre el golem como si lo estuviesen quemando a pesar de que estaba cubierto de fuego. Esa criatura cayó de rodillas cuando el efecto cesó, no había sido suficiente para destruirlo pero si lo dejó bastante débil. Tras eso, las runas se volvieron hacia mi DigiSpirit y este disparó un pequeño rayo de luz hacia las inscripciones de la pared, en mi mente se dibujó una palabra: “salida”. ¿El DigiSpirit me estaba mostrando una forma de salir de aquí o sería Eisenheim? No me dio tiempo a pensarlo porque en ese momento escuché un grito de dolor que me dolió escuchar.
Al girarme vi que Eisenheim estaba en el suelo retorciéndose de dolor, seguramente por culpa de los tatuajes o de la magia o de ambas cosas. Quise acercarme para ayudarle pero me quemé la mano al tocar uno de sus tatuajes del brazo. Me sentía impotente y me dolía en el alma escuchar esos gritos de dolor sin poder hacer nada. Miré hacia los símbolos, estaba segura de que allí había un pasillo oculto que me llevaría a la salida, pero no podía abandonar a Eisenheim allí con esos dos, y tampoco podía ignorar esos gritos que desgarraban como una espada de doble filo.
- ¡No pienso dejarte aquí!- le dije aunque dudaba que hubiese podido escucharme.
Saqué mi digivice y lo apunté instintivamente hacia el DigiSpirit que acabó entrando dentro como si se tratase de un rayo de luz. Luego vi su imagen en la pantalla y pude sentir la presencia de MedievalGallantmon un poco más cerca. En mi mano aparecieron datos que, al pasarlos por el d-scanner, me rodearon por completo cambiando mi aspecto y mi tamaño.
- ¡Espiritu Digital Rookie, digievolución…. Ryudamon!
Cuando los datos desaparecieron me había convertido en un pequeño dragón con armadura de samurái. Sin perder tiempo, corrí y embestí contra el mago de fuego para alejarlo de Eisenheim. Ese tipo quería aprovechar que no podía defenderse para matarlo antes de que intentase algo con la magia.
Técnicamente estaba en desventaja, es cierto que ahora soy un digimon y que puedo pelear como tal pero sigo teniendo a dos rivales contra los que pelear al mismo tiempo, además no podía permitir que se acercasen a Eisenheim. No estaba en la mejor de las situaciones pero podía sentir un nuevo poder correr por mis venas, un poder que me daría fuerzas para seguir por muy mal que esté la situación.
- ¡Marchaos de aquí!- les advertí aunque sabía que no me harían caso pero por lo menos quería que viesen que no soy de las que se acobardan en el último momento.
No sabía el porque quería proteger a Eisenheim, una parte de mi es por devolverle el favor por ese intento “fallido” (pero intento al fin y al cabo), de protegerme de la explosión que nunca ocurrió y la otra… la otra era muy confusa porque parecía que el alma de MedievalGallantmon, que ahora poseía, también quisiese defenderlo.
Irina Giorgatos
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Irina se acercó para ayudarme, pero en cuanto me tocó los tatuajes intentaron extenderse y quemarla a ella también, pero ella se apartó. En ese punto, yo apenas podía oírla, la sensación de ardor era la suficiente como para hacerme gritar sin poder contenerme, a pesar de que mi ego decía que parase de berrear, que no era propio de un arcano pero era demasiado doloroso.
Lo poco que alcancé a ver era que Irina había decidido luchar. ¡Tsk...!¡Yo no estaba en condiciones de volver a mi forma de digimon y darle una lección a aquellos tipos! Me sentía como un aparato eléctrico que recibe demasiada corriente de una vez, y si mis tatuajes me ardían era porque intentaban liberar algo de corriente. Técnicamente aquel dolor sería más benigno que permitir que esa corriente me llevase. Mi forma humana no me ayudaba a liberar más rápido esa sobrexplotación de energía... al fin de al cabo, los humanos son seres que están muy alejados de ella. Si esa corriente me llevaba...según todo lo que estudié...me convertiría en energía, mi cuerpo y mi alma se esfumarían y simplemente sería energía arcana. ¿Acaso...eso...no es lo que debería desear un arcano...?¿Ser...esas energías que tanto nos esforzamos por manejar...?
Irina se encaró con ellos. Al parecer había decidido utilizar su digispirit y se había transformado en digimon, dispuesta a pelear. Sonreí un poco, me gustaba, tenía coraje. El Flawizardmon parecía muy confiado a pesar de ver cómo su mejorado golem estaba ya débil.
-¡Pf!¡Qué decepción!¡Creí que la magia rúnica sería más impresionante!-se limitó a decir, viendo cómo el gólem se movía a tirones. Alzó su varita, e hizo un gesto con ella-¡Espíritus del fuego, a mí!-las llamas del coloso de fuego rodearon a Flawizardmon, que iba a utilizarlo para dar potencia a todos sus ataques que manejasen el elemento del fuego- ¿Y ahora, qué vas a hacer? Tu guardaespaldas no parece ser capaz de hacer otra cosa que rodar como una croqueta, y tú no me igualas siquiera en poder.
¡MALNACIDO!¡Croqueta!¿SE HABÍA ATREVIDO A HACERLO, EL MUY IMBÉCIL? Eso me impulsó a poder dejar de gritar unos momentos y a ser capaz de mover el brazo, intentando llegar a Irina.
-Si al menos te quedas...dales una paliza de mi parte por éste ultraje hacia mi persona-pude decir entre jadeos. Alargué la mano hacia Irina, ahora en su forma de digimon y toqué parte de la amradura que cubría al digimon y comenzó a oírse pequeños chisporreos recorriéndola. Sonreí burlonamente, se iban a llevar algo de mi parte, aunque no se lo sirviera yo-Acaba con ellos...aunque no consiga mantenerme despierto, mi talentosa fuerza arcana se unirá a ti y mi poder es suficiente para derrotar a todo lo que se me ponga por delante, así que esos tipos pronto se convertirán en el polvo que son...
Los chispazos se hicieron más fuertes. Ahora mismo, Irina sería capaz de utilizar el poder de mi magia del rayo contra él y unirlo a su propio poder, al menos en teoría. Pero vista la relación que tenía esa chica con las energías arcanas estaba seguro de que podría llevarlo a la práctica.
-¡Hidra de las mil lenguas de fuego!-nuestro enemigo sopló el final de la cerilla que tenía por varita y una llamarada de vivos colores tomó la forma de un ser con doce cabezas de dragones. ¿Era real...? No lo sabía...él estaba a mi mismo nivel, y yo ya sabía manejar algo de ilusionismo...quizás sólo pretendía asustarla. Aunque en mi posición actual, era imposible comprobarlo.
-I...ilu...-no pude decir más. El ardor cesó, pero sentía que me hubiera pasado por encima una manada de idiotas así que me desmayé. Esperaba que si era una ilusión realmente, Irina supiera enfrentarla. Y si era un ataque que mi magia del rayo junto con el poder propio de Irina pudiera contrarestarlo.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Ese maldito pirómano estaba usando el poder de su golem para aumentar el suyo propio. Eso me complicaría mucho las cosas pero yo no estaba dispuesta a irme y a abandonar a Eisenheim a su suerte. No sabía exactamente porque estaba dispuesta a proteger a alguien a quien había conocido ese mismo día pero, por alguna razón, quería hacerlo y daría mi vida si fuese necesario. Supongo que suena raro decir eso refiriéndote a alguien a quien apenas conoces, pues en mi caso era algo más extraño. Tenía la sensación de que Eisenheim era alguien especial para mí, pero no sabría decir en qué sentido ni si eso era influencia del DigiSpirit o no.
El mago de fuego parecía estar seguro de su victoria e incluso se atrevió a asegurar que yo no le igualaba en poder. ¿¡Cómo se atreve a insinuar que soy débil!? Estuve a punto de saltar sobre él para destrozarle la cara con mis garras, cuando noté como alguien tocó mi armadura con la punta de sus dedos. Al volver la mirada vi que Eisenheim se había arrastrado hasta donde me encontraba y tenía una buena razón.
Empecé a notar un nuevo poder correr por mis venas, un poder que el propio Eisenheim me estaba prestando para que tuviese una oportunidad de vencer. ¿Por qué? ¿Por qué hizo algo como eso? ¿Es que no ve que se debilita más?
- Eisenheim…- murmuré antes de volver la mirada hacia mi rival que había usado su magia para crear lo que parecía ser una hidra de doce cabezas.
Eisenheim se desmayó en ese instante lo que hizo que mi rabia hacia el mago de fuego aumentara. Lo iba a despedazar y destruiría a su golem (quien por cierto, ya estaba muy débil con todo el poder que le había quitado el pirómano). Una de aquellas cabezas se abalanzó sobre mí pero yo no podía esquivarlo. Eisenheim estaba demasiado cerca, si evitaba el ataque lo recibiría él.
- ¡ Defensive Stance! – adopté una posición defensiva como la de un armadillo mientras mi armadura se extendía por mi cuerpo, frenando las llamas del pirómano.
El ataque me hizo daño pero aún tenía fuerzas para seguir luchando, así que me levanté y me preparé para contraatacar. El mago sonrió maliciosamente e hizo desaparecer la hidra de fuego, era como si se lo hubiese ocurrido algo mejor. Chasqueó los dedos y ese maldito golem que apenas podía caminar, me golpeó haciendo que me estrellara contra la pared. Fue un duro golpe pero logré volver a levantarme, no podía rendirme. Eisenheim me había confiado su magia, no podía traicionarlo perdiendo esta batalla.
- Eres más débil de lo que pensaba, de todos modos ese DigiSpirit me interesa, entrégamelo y me pensaré dejar a ese patético intento de mago vivo- me dijo el pirómano refiriéndose a Eisenheim- Y puede que hasta te deje vivir a ti también, preciosa.
- ¡¡No te consentiremos que nos hables así!!- le grité, instintivamente había usado el plural, no entendí el porqué y tampoco le di mucha importancia- ¡Iaijin!
Lancé una hoja de hierro rodeada de electricidad (cortesía de Eisenheim) que impactó en el golem provocándole una descarga eléctrica. El golem gritó de dolor hasta que se deshizo en datos, no fue difícil acabar con él teniendo en cuenta lo débil que estaba.
- Has acabado con mi sirviente pero eso no significa que hayas ganado- dijo antes de pronunciar algunas palabras para crear clones de si mismo que me rodearon- ¡Nunca sabrás dónde me encuentro, jajajaja!
- Maldición…- murmuré. Si no sabía cuál era el autentico no podría atacar.
- Usa la magia de Eisenheim- me dijo la voz de MedievalGallantmon, al parecer pudo comunicarse conmigo gracias a esa magia que había recibido.
Cerré los ojos para concentrarme mientras el pirómano y sus clones, levantaban la cerilla/varita para atacar. En ese momento murmuré unas palabras y un círculo de luz con símbolos arcanos apareció justo debajo de mí, allí había dos símbolos que representaban la luz y el rayo.
- Voy a demostrarte… ¡El poder del trueno y la luz!- le grité y justo en ese momento el circulo se dividió en varios más pequeños que alcanzaron a los clones falsos y los deshicieron como su fuese humo.
- ¿C… cómo es posible?¿Cómo puede alguien como tu usar esa magia?- dijo con algo de miedo el pirómano.
- Cuando alguien se cruza en mi camino, yo no tengo piedad- le dije con el rostro serio- ¡Tongue Blade!
De mi boca salió un filo de acero que agarré por el mango como si fuese una espada, y sin previo aviso me lancé contra él. El mago de fuego quiso bloquear mi estocada con esa cerilla que usaba de varita, pero MedievalGallantmon me sugirió una finta y así lo hice. Me moví rápidamente a la izquierda y salté clavándole la espada en el pecho. El pirómano cayó al suelo agonizando al borde de la muerte.
- No creas que has ganado… yo no soy el único… interesado en esos DigiSpirits…- dijo mientras desaparecía- Tarde o temprano, alguien… logrará atraparte… y acabar de nuevo con tu vida…
El pirómano desapareció pero ni esas palabras lograron intimidarme ¿Alguien más me buscaba? Pues adelante, nadie va detenerme. Me giré hacia Eisenheim y vi que seguía inconsciente, entonces empecé a preocuparme.
- Despierta. Eisenheim, despierta- le dije mientras le movía el hombro pero no funcionó.
- Hay que devolverle su magia- me dijo MedievalGallantmon- Se recuperará más fácilmente, aunque yo volveré a estar al mínimo de mi poder y no podré hablar contigo por ahora.
- ¿Harías eso?- le dije mentalmente.
- Por Eisenheim daría hasta mi vida- me dijo convencido, debían de conocerse pero se lo preguntaré en otra ocasión, cuando pueda volver a hablar con él.
Siguiendo las instrucciones de MedievalGallantmon, puse mi garra en el pecho de Eisenheim y murmuré unas palabras. Al instante, sentí como la magia del trueno que me había dado me abandonaba y volvía a su verdadero dueño. También noté como el poder de MedievalGallatmon volvió a apagarse hasta quedar al mínimo de nuevo.
El mago de fuego parecía estar seguro de su victoria e incluso se atrevió a asegurar que yo no le igualaba en poder. ¿¡Cómo se atreve a insinuar que soy débil!? Estuve a punto de saltar sobre él para destrozarle la cara con mis garras, cuando noté como alguien tocó mi armadura con la punta de sus dedos. Al volver la mirada vi que Eisenheim se había arrastrado hasta donde me encontraba y tenía una buena razón.
Empecé a notar un nuevo poder correr por mis venas, un poder que el propio Eisenheim me estaba prestando para que tuviese una oportunidad de vencer. ¿Por qué? ¿Por qué hizo algo como eso? ¿Es que no ve que se debilita más?
- Eisenheim…- murmuré antes de volver la mirada hacia mi rival que había usado su magia para crear lo que parecía ser una hidra de doce cabezas.
Eisenheim se desmayó en ese instante lo que hizo que mi rabia hacia el mago de fuego aumentara. Lo iba a despedazar y destruiría a su golem (quien por cierto, ya estaba muy débil con todo el poder que le había quitado el pirómano). Una de aquellas cabezas se abalanzó sobre mí pero yo no podía esquivarlo. Eisenheim estaba demasiado cerca, si evitaba el ataque lo recibiría él.
- ¡ Defensive Stance! – adopté una posición defensiva como la de un armadillo mientras mi armadura se extendía por mi cuerpo, frenando las llamas del pirómano.
El ataque me hizo daño pero aún tenía fuerzas para seguir luchando, así que me levanté y me preparé para contraatacar. El mago sonrió maliciosamente e hizo desaparecer la hidra de fuego, era como si se lo hubiese ocurrido algo mejor. Chasqueó los dedos y ese maldito golem que apenas podía caminar, me golpeó haciendo que me estrellara contra la pared. Fue un duro golpe pero logré volver a levantarme, no podía rendirme. Eisenheim me había confiado su magia, no podía traicionarlo perdiendo esta batalla.
- Eres más débil de lo que pensaba, de todos modos ese DigiSpirit me interesa, entrégamelo y me pensaré dejar a ese patético intento de mago vivo- me dijo el pirómano refiriéndose a Eisenheim- Y puede que hasta te deje vivir a ti también, preciosa.
- ¡¡No te consentiremos que nos hables así!!- le grité, instintivamente había usado el plural, no entendí el porqué y tampoco le di mucha importancia- ¡Iaijin!
Lancé una hoja de hierro rodeada de electricidad (cortesía de Eisenheim) que impactó en el golem provocándole una descarga eléctrica. El golem gritó de dolor hasta que se deshizo en datos, no fue difícil acabar con él teniendo en cuenta lo débil que estaba.
- Has acabado con mi sirviente pero eso no significa que hayas ganado- dijo antes de pronunciar algunas palabras para crear clones de si mismo que me rodearon- ¡Nunca sabrás dónde me encuentro, jajajaja!
- Maldición…- murmuré. Si no sabía cuál era el autentico no podría atacar.
- Usa la magia de Eisenheim- me dijo la voz de MedievalGallantmon, al parecer pudo comunicarse conmigo gracias a esa magia que había recibido.
Cerré los ojos para concentrarme mientras el pirómano y sus clones, levantaban la cerilla/varita para atacar. En ese momento murmuré unas palabras y un círculo de luz con símbolos arcanos apareció justo debajo de mí, allí había dos símbolos que representaban la luz y el rayo.
- Voy a demostrarte… ¡El poder del trueno y la luz!- le grité y justo en ese momento el circulo se dividió en varios más pequeños que alcanzaron a los clones falsos y los deshicieron como su fuese humo.
- ¿C… cómo es posible?¿Cómo puede alguien como tu usar esa magia?- dijo con algo de miedo el pirómano.
- Cuando alguien se cruza en mi camino, yo no tengo piedad- le dije con el rostro serio- ¡Tongue Blade!
De mi boca salió un filo de acero que agarré por el mango como si fuese una espada, y sin previo aviso me lancé contra él. El mago de fuego quiso bloquear mi estocada con esa cerilla que usaba de varita, pero MedievalGallantmon me sugirió una finta y así lo hice. Me moví rápidamente a la izquierda y salté clavándole la espada en el pecho. El pirómano cayó al suelo agonizando al borde de la muerte.
- No creas que has ganado… yo no soy el único… interesado en esos DigiSpirits…- dijo mientras desaparecía- Tarde o temprano, alguien… logrará atraparte… y acabar de nuevo con tu vida…
El pirómano desapareció pero ni esas palabras lograron intimidarme ¿Alguien más me buscaba? Pues adelante, nadie va detenerme. Me giré hacia Eisenheim y vi que seguía inconsciente, entonces empecé a preocuparme.
- Despierta. Eisenheim, despierta- le dije mientras le movía el hombro pero no funcionó.
- Hay que devolverle su magia- me dijo MedievalGallantmon- Se recuperará más fácilmente, aunque yo volveré a estar al mínimo de mi poder y no podré hablar contigo por ahora.
- ¿Harías eso?- le dije mentalmente.
- Por Eisenheim daría hasta mi vida- me dijo convencido, debían de conocerse pero se lo preguntaré en otra ocasión, cuando pueda volver a hablar con él.
Siguiendo las instrucciones de MedievalGallantmon, puse mi garra en el pecho de Eisenheim y murmuré unas palabras. Al instante, sentí como la magia del trueno que me había dado me abandonaba y volvía a su verdadero dueño. También noté como el poder de MedievalGallatmon volvió a apagarse hasta quedar al mínimo de nuevo.
Irina Giorgatos
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
Me sentí tremendamente bien cuando mi magia volvió a mí. Además, volvió de manera distinta a como se fue, como si estuviera más limpia y descargada. Incluso creí saborear los momentos en los que MedievalGallantmon me enseñaba libros de la biblioteca real, y casi se me escapa una lágrima. Fueron los mejores tiempos, sin duda. Eso me llevaba a preguntarme, ¿qué poder residía dentro de Irina? ¿Y por qué hacía resaltar los buenos recuerdos? Era un misterio que se había acentuado mucho, hasta el punto de dejar de ser un simple hecho científico a tenerle algo de afecto.
Eso me hacía sentir confuso. No me gusta apegarme a las cosas, y aunque Irina fuera digna de ganarse mi aprecio, realmente no me gusta atarme emocionalmente a nada, teniendo en cuenta que debido a mi genialidad, tengo que defenderme del desprecio de la suerte.Puedo hacerlo, pero no estoy seguro de que mis allegados puedan por eso lo más sencillo era no tener allegados.
-¿Estás bien?-contrariamente a lo que debiera, fue lo primero que le pregunté a Irina, pero no hizo falta respuesta al ver que él ya no estaba... o había huido, o estaba muerto-Si ha huido lo seguiremos... nadie me llama croqueta y vive para contarlo.
Aunque la verdadera razón es que no quería que rondase a Irina, pero obviamente, no lo iba a expresar en alto. Me pregunté porqué no, pero a este punto la lógica, mi compañera del alma, me había dejado completamente solo.
-¿Desveló algo de importancia entre esa sarta de palabras estúpidas que soltaba por minuto?- pregunté, mientras suspiraba. Me levanté con alguna que otra dificultad. Aunque no podía tomar mi forma de wizardmon con las energías tan bajas, me sentía más cómodo de lo que imaginaba en mi forma humana cuando Irina también lo estaba, pero estando ella en esa forma, me hubiera gustado acompañarla también.
-Gracias... por eso...-dije, agarrando mi sombrero, y sin mirarla a la cara. Me sentía muy avergonzado por no haber podido luchar hasta el final, ¡demonios, se supone que mi talento es abismal! ¿¡Cómo pude caer!? ¡Yo! Qué contrariedad...¡seguro que pensaba que era un fanfarrón simple y charlatán! ¡Pero si había caído era por la complejidad de lo que intenté usar! ¡Yo no soy ni soberbio, ni charlatán, ni fanfarrón, ni ególatra!¡Nghhhhn!
Eso me hacía sentir confuso. No me gusta apegarme a las cosas, y aunque Irina fuera digna de ganarse mi aprecio, realmente no me gusta atarme emocionalmente a nada, teniendo en cuenta que debido a mi genialidad, tengo que defenderme del desprecio de la suerte.Puedo hacerlo, pero no estoy seguro de que mis allegados puedan por eso lo más sencillo era no tener allegados.
-¿Estás bien?-contrariamente a lo que debiera, fue lo primero que le pregunté a Irina, pero no hizo falta respuesta al ver que él ya no estaba... o había huido, o estaba muerto-Si ha huido lo seguiremos... nadie me llama croqueta y vive para contarlo.
Aunque la verdadera razón es que no quería que rondase a Irina, pero obviamente, no lo iba a expresar en alto. Me pregunté porqué no, pero a este punto la lógica, mi compañera del alma, me había dejado completamente solo.
-¿Desveló algo de importancia entre esa sarta de palabras estúpidas que soltaba por minuto?- pregunté, mientras suspiraba. Me levanté con alguna que otra dificultad. Aunque no podía tomar mi forma de wizardmon con las energías tan bajas, me sentía más cómodo de lo que imaginaba en mi forma humana cuando Irina también lo estaba, pero estando ella en esa forma, me hubiera gustado acompañarla también.
-Gracias... por eso...-dije, agarrando mi sombrero, y sin mirarla a la cara. Me sentía muy avergonzado por no haber podido luchar hasta el final, ¡demonios, se supone que mi talento es abismal! ¿¡Cómo pude caer!? ¡Yo! Qué contrariedad...¡seguro que pensaba que era un fanfarrón simple y charlatán! ¡Pero si había caído era por la complejidad de lo que intenté usar! ¡Yo no soy ni soberbio, ni charlatán, ni fanfarrón, ni ególatra!¡Nghhhhn!
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
No pude evitar suspirar de alivio cuando vi que Eisenheim despertaba. A pesar de que no lo conocía bien realmente me importaba lo que le ocurriese, sobretodo porque sabía, de algún modo, que era alguien importante para MedievalGallantmon. Aunque aquello sólo era una sensación y nada más, no podía estar segura de que se conociesen y ahora que MedievalGallantmon volvía a tener su poder bajo mínimos me resultaba imposible comunicarme con él para preguntárselo.
Nada más despertarse me preguntó si yo estaba bien. ¿Eso es lo primero que pregunta después de haberse desmayado de esa manera y de haber sufrido tanto? Iba a decirle algo cuando Eisenheim se dio cuenta de que el pirómano ya no estaba, y de que sugiriese seguirlo si había huido.
- Eso no será necesario, el mago de fuego ha dejado de existir. Aunque si no llega a ser por tu poder no habría podido derrotarlo- le dije recordando la manera en la que destruí las copias del pirómano usando el poder del Trueno y la Luz.
Eisenheim se levantó y yo quise ayudarlo aunque por mi tamaño como Ryudamon poco podía hacer. Realmente me sentía extraña, y no de la misma forma que cuando estaba peleando. Durante la pelea, tenía el poder del Trueno de Eisenheim y MedievalGallantmon pudo recuperarse lo suficiente como para que yo pudiese notar su presencia y comunicarme con él. De esa manera, era como si ya llevase toda una vida con esta forma, como si ya estuviese sobradamente acostumbrada a ser un Ryudamon.
Pero Medieval quiso renunciar a ese poder extra que había recibido para ayudar a Eisenheim a recuperarse. Algo en lo que yo estaba de acuerdo. Aunque ahora, el poder de MedievalGallantmon había vuelto a apagarse, como una llama que pierde fuerza hasta consumirse, y como ya no sentía esa presencia, el cuerpo de Ryudamon volvió a resultarme extraño.
Eisenheim preguntó si el mago de fuego había desvelado algo de importancia. Entonces pensé en las últimas palabras que dijo antes de morir, que él no era el único que sabía de la existencia de los DigiSpirits de MedievalGallantmon, y que había más buscándome para acabar conmigo, de nuevo. Y digo el de nuevo porque recordé lo que me dijo MedievalGallantmon mientras estaba desmayada, me dijo que lo habían asesinado y estaba segura de que los que andaban buscándome eran los mismos que planearon y ejecutaron aquel asesinato.
Naturalmente, no podía decirle nada a Eisenheim de esto. De algún modo inexplicable para mí, me importa su seguridad y no quiero meterlo aún más en esto, además no quiero que se preocupe, odio que se preocupen por mí.
- No, no dijo nada- le dije tratando de parecer lo más sincera posible.
Tras eso Eisenheim agarró su sombrero y sin mirarme pronunció un tímido “Gracias”. Sabía que se refería a lo de devolverle su magia y su poder.
- No me lo agradezcas, tú me has ayudado mucho a encontrar el Rookie Spirit, era lo mínimo que podía hacer- le contesté.
No sabía qué era lo que estaba pasando realmente, pero cada vez me sentía más a gusto en compañía de Eisenheim, aunque puede que fuese efecto del DigiSpirit.
Nada más despertarse me preguntó si yo estaba bien. ¿Eso es lo primero que pregunta después de haberse desmayado de esa manera y de haber sufrido tanto? Iba a decirle algo cuando Eisenheim se dio cuenta de que el pirómano ya no estaba, y de que sugiriese seguirlo si había huido.
- Eso no será necesario, el mago de fuego ha dejado de existir. Aunque si no llega a ser por tu poder no habría podido derrotarlo- le dije recordando la manera en la que destruí las copias del pirómano usando el poder del Trueno y la Luz.
Eisenheim se levantó y yo quise ayudarlo aunque por mi tamaño como Ryudamon poco podía hacer. Realmente me sentía extraña, y no de la misma forma que cuando estaba peleando. Durante la pelea, tenía el poder del Trueno de Eisenheim y MedievalGallantmon pudo recuperarse lo suficiente como para que yo pudiese notar su presencia y comunicarme con él. De esa manera, era como si ya llevase toda una vida con esta forma, como si ya estuviese sobradamente acostumbrada a ser un Ryudamon.
Pero Medieval quiso renunciar a ese poder extra que había recibido para ayudar a Eisenheim a recuperarse. Algo en lo que yo estaba de acuerdo. Aunque ahora, el poder de MedievalGallantmon había vuelto a apagarse, como una llama que pierde fuerza hasta consumirse, y como ya no sentía esa presencia, el cuerpo de Ryudamon volvió a resultarme extraño.
Eisenheim preguntó si el mago de fuego había desvelado algo de importancia. Entonces pensé en las últimas palabras que dijo antes de morir, que él no era el único que sabía de la existencia de los DigiSpirits de MedievalGallantmon, y que había más buscándome para acabar conmigo, de nuevo. Y digo el de nuevo porque recordé lo que me dijo MedievalGallantmon mientras estaba desmayada, me dijo que lo habían asesinado y estaba segura de que los que andaban buscándome eran los mismos que planearon y ejecutaron aquel asesinato.
Naturalmente, no podía decirle nada a Eisenheim de esto. De algún modo inexplicable para mí, me importa su seguridad y no quiero meterlo aún más en esto, además no quiero que se preocupe, odio que se preocupen por mí.
- No, no dijo nada- le dije tratando de parecer lo más sincera posible.
Tras eso Eisenheim agarró su sombrero y sin mirarme pronunció un tímido “Gracias”. Sabía que se refería a lo de devolverle su magia y su poder.
- No me lo agradezcas, tú me has ayudado mucho a encontrar el Rookie Spirit, era lo mínimo que podía hacer- le contesté.
No sabía qué era lo que estaba pasando realmente, pero cada vez me sentía más a gusto en compañía de Eisenheim, aunque puede que fuese efecto del DigiSpirit.
Irina Giorgatos
Re: Buscando respuestas (priv.Yatterwa)
-Deberías intentar buscar el otro spirit que te haya asignado el destino-saqué mi D-Arc, para volver a mi forma de Wizardmon. Realmente es la forma en la que más cómodo me siento, además, Irina también es un digimon en estos momentos. Tras ajustarme el sombrero, guardar el D-Arc en el bolsillo interior de mi capa y sujetar mi báculo-Aunque el mundo digital es grande, pero tranquila, de alguna manera ése spirit está hecho a tu medida, y no sólo lo sentirás cuando estés cerca, sino que puedes intentar intuir los lugares donde podría estar escondido.
Me ajusté mejor el cuello de la túnica. Un arcano ha de tener clase, sin caer en el pedantería, discreto pero elegante.
-Me alegra haber sido de ayuda. Ya has visto que como aliado, valgo mi peso en oro, y tengo bastante sabiduría dentro de mí-me permití decir. Finalmente cedí un poco, y fui algo honesto con mi manera de pensar, por mucho que me fastidiase admitirlo-Tú también has resultado ser una agradable aliada. No sería malo que nuestros caminos se volvieran a encontrar, ¿no?
Realmente sentía que me gustaría que fuera así, pero me dije que ya bastaba. Suficiente pensamiento ilógico por aquel día, suficiente comportamiento anómalo. Pero aquello no parecía haber terminado. Cuando iba a caminar una especie de temblor hizo que el suelo retumbara. El resto de suelo que pisar se había volatizado y se veía como una especie de fondo azulado. Las runas estaban brillando, y las paredes se abombaron para formar una especie de sala en forma de orbe antes de volatilizarse junto con las runas... por unos instantes estuvimos sumidos en la penumbra del cielo en mitad de la noche, pero enseguida éste se iluminó con millares de puntos tintineantes... estrellas... era un mapa...
Bajo nuestros pies el suelo también había desaparecido. Tanteé con el pie antes de caminar por si acaso pero tal como me imaginaba era como si nos hallásemos sobre un suelo invisible por el que caminar.
-Es...¿un mapa celeste?-me pregunté. Era un espectáculo bastante hermoso, pero lo más importante es que aquel mapa celeste podía tener indicaciones del siguiente destino, ya fuera de Irina o mío. Los astros siempre han tenido mucho que ver en la magia. Era un mapa de estrellas con distintas constelaciones; muchas las había visto en mis libros, y pertenecían al mundo humano, y otras pertenecían al mundo digital.
Intenté acordarme de la posición de todas. Eso podía ayudarme a decidir mi rumbo. Pero me fijé en especial en una constelación, que en Witchenly llamábamos el viaje-y creo que en el mundo humano llaman el carro o el cazo-, que era de suma importancia para los arcanos que decidían buscar el saber a través de las dimensiones. Arcanos itinerantes los llamabamos. Muchos a veces no volvían, puesto que era peligroso. La buscaba para encontrar otra... nunca he tenido mucha imaginación para formar la silueta de las constelaciones.
-Qué interesante... este lugar nunca deja de asaltar y sorprender mi curiosidad científica-paseé por la sala. Ahora que lo pensaba, esto era como suelen decir, romántico, ¿no? Lo de observar el firmamento, simplemente por ocio. ¿Cómo podía alguien simplemente observar algo como besugo sin ver más allá de los sentidos, sin ver con el conocimiento? Ah, claro, a veces se me olvida que la mayoría del mundo es idiota...
Señalé hacia una en concreto. Muchas guardaban historias detrás. Leyendas, como dirían algunos. Pero yo vengo de donde la leyenda es realidad, así que es por lo que me guío... siempre hay algunas que se disfrazan de leyendas y son habladurías. Yo busco las de verdad.
-Esa es la constelación del guerrero errante. Dicen que un día, un guerrero caminó tanto cuando iba en busca de un wyvern que atravesó dimensiones; el mundo digital, el mundo humano... y otras aún más fascinantes. Recorrió los nueve infiernos y otros planos distintos. Al final, se dice que llegó al Finisterre... no es ése accidente geográfico del mundo humano sino el fin y el génesis de las dimensiones, más allá del espacio, más allá de los planos. Algunos dicen que tienen forma de gran cascada por la que cae en lugar de agua, estrellas. Y que debajo no hay nada... ni siquiera está el espacio... debajo, sólo reside el éter, es decir, la nada. Finalmente se percató de que su querido wyvern no era más que una estrella fugaz que a punto de morir se dirigía a aquella cascada estelar. Pero por el esfuerzo, se le otorgó el honor de estar en el firmamento... y por eso, esa constelación cambia de ubicación cada determinado tiempo.
Bajo mi capa se esbozó una sonrisa al encontrar la que yo buscaba.
-¿Crees que sea una señal?-le pregunté a Irina.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» Buscando respuestas [Prueba de Vanderwolf]
» Estrellas que vuelven a encontrarse [priv: Yatterwa]
» Magia, Auras, Portales, Infierno... Un dia lleno de rarezas [Privado Yatterwa]
» Encuentro en la ciudad antigua (priv. Ed Elric, Sigrun Vinter y Yatterwa)
» Buscando un nombre[Priv. Runari]
» Estrellas que vuelven a encontrarse [priv: Yatterwa]
» Magia, Auras, Portales, Infierno... Un dia lleno de rarezas [Privado Yatterwa]
» Encuentro en la ciudad antigua (priv. Ed Elric, Sigrun Vinter y Yatterwa)
» Buscando un nombre[Priv. Runari]
Página 2 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Nov 27, 2023 2:03 am por Garrod Ran
» [Gazimon/ Plutomon]
Dom Feb 24, 2019 2:25 pm por Pancho"Gaito"
» Introduccion
Vie Dic 14, 2018 11:32 pm por Milespinas
» [Candlemon/Wizardmon/Mystimon]
Sáb Nov 24, 2018 9:54 pm por Scott Desaster
» La aventura del Apócrifo comienza
Miér Nov 07, 2018 11:12 pm por Guillem Telast
» Danger? (priv. Roku)
Mar Nov 06, 2018 2:48 am por Yuri Matsuoka
» ATLAS DE LOCALIZACIONES REALES DE DIGIMON
Mar Oct 23, 2018 5:35 pm por Pieddark
» Petición de Lineas Evolutivas
Dom Sep 30, 2018 11:59 am por Scott Desaster
» Cuenta Alternativa! [Registro]
Jue Sep 27, 2018 10:57 pm por Koh