Incendios de la luna llena [Misión]

Veemon y yo llegamos a la linde del bosque, minutos después de haber recibido nuestra misión, utilizando el portal que había en la base. En el tiempo que llevaba en el clan ya me había acostumbrado a eso de teletransportarme de un lugar a otro en un instante, era algo útil para mí que pasaba mucho tiempo patrullando por el Mundo Digital. Cuando el portal se cerró tras nosotros miramos a nuestro alrededor, era un gran bosque en el que se podía respirar tranquilidad y donde los rayos del sol que atravesaban las copas de los árboles mostraban un espectáculo de luz sin igual. Me costaba creer que hubiese gente que pudiese destruir un lugar como ese, sencillamente no podría entender sus razones. Pero para eso estaba allí, para averiguar lo que estaba pasando con esos incendios y ponerles fin.

- Cuando encuentre a esos tipos…- comenzó a decir Veemon, que no le gustaba que destruyesen ese tipo de lugares.
- Tranquilízate, antes que nada empezaremos por inspeccionar el terreno- le dije para calmarlo un poco- Nos vendría bien hacernos una idea más clara del lugar y buscar alguna zona que ya esté quemada. Puede que encontremos algo que nos ayude, pistas o algo así.
- Si, será lo mejor- contestó Veemon.

Nos pusimos en camino avanzando por el bosque. Mientras caminábamos noté que los digimons, que veíamos en los árboles,  parecían nerviosos e inquietos. Realmente era lo que me esperaba, muchos de ellos habrán perdido sus casas y, los que no, tendrán el miedo metido en el cuerpo por desconocer si el que provocó los incendios volverá a actuar y dónde. Al cabo de un rato llegamos a una zona quemada donde el paisaje era desolador, el negro y gris de las cenizas había sustituido el verde del suelo y los árboles carbonizados y sin hojas parecían estacas clavadas en un suelo sin vida donde reinaba el silencio.

- Será mejor que comencemos a buscar alguna pista- dije seriamente mientras apartaba la mirada de lo que parecía ser un nido carbonizado.

Veemon y yo buscamos por los alrededores cualquier cosa que nos pudiera ayudar a identificar a los culpables: marcas en los árboles, huellas, o incluso supervivientes. Aunque eso último parecía imposible en un sitio tan desolado como ese.

- No entiendo la razón por la que alguien podría provocar esto repetidas veces en el mismo bosque- comentó Veemon mientras inspeccionaba un tronco caído- ¿Crees que podría ser por venganza?
- Es una posibilidad- le contesté- Los pirómanos del Mundo Humano a veces queman los bosques por eso o simplemente por llamar la atención de algo. No creo que haya mucha diferencia entre un pirómano humano y otro que sea un digimon.  

A medida que pasaban los minutos, las esperanzas de encontrar pistas iban disminuyendo. Encontrabamos algunas huellas pero era imposible saber si eran de los causantes del incendio o de las victimas que corrían por sus vidas cuando se produjo. Asi era imposible descubrir nada, pero yo no estaba dispuesta a volver a la base con las manos vacías. Espera, ¿y si alguien hubiese visto algo? tal vez hubo algún testigo que viera algo sospechoso en los momentos previos a los incendios. Aquella era una posibilidad que teniamos que tomar en cuenta.

- Veemon, deberiamos volver a los limites del bosque. Allí vimos algunos digimons que podrian haber visto algo durante los incendios- le dije a mi compañero- E incluso podrían haber visto al pirómano que buscamos.
- Bien pensado - comentó bajando de una roca de un salto en la que se habia subido para tener un mejor campo de visión- Porque aquí no parece que haya nada a parte de las cenizas.

Dicho esto, ambos volvimos sobre nuestros pasos, saliendo de la zona quemada e intentando localizar a algún digimon que pudiese explicarnos algo sobre lo que estaba pasando. Cualquier cosa, por minima que pudiese parecer, nos sería de mucha ayuda.

Tras un rato de caminata, lograste ver a muchos digimons que escapan rápidamente, lo que era extraño, no se había escuchado ninguna explosión ni caída de árbol, ¿Qué les sucedía si no había señales de incendio?, te preocupaste mucho porque todos los posibles testigos se estaban alejando a toda velocidad, ya fuera volando o corriendo, parecía estar aterrados, entonces decidiste ir al lugar de donde podrían estar escapando, y cuando comenzaste a correr, escuchaste un gran aullido, era algo sumamente extraño.
Luego de correr un rato, llegaste a una zona quemada, aunque en esta se notaban las casas o huecos que usaban los digimons para pasar las noches, todo estaba quemado y destruido, aunque esta escena era más horrible porque además de las casas destruidas, habían muchos objetos rotos y también habían cuerpos de digimons, aunque los cuerpos eran de forma reciente, ¿pero de donde provenían?, esa era la duda que pasaba por tu mente al ver esos cuerpos inconscientes tirados en el suelo como si los hubieran embestido con mucha potencia.
Luego de acercarte a los cuerpos y verificar que estaban inconscientes, comenzaste a ver a tu alrededor, y antes de que pudieras pensar en qué dirección ir, escuchaste nuevamente el aullido de antes, pero más fuerte, entonces viste como tu compañero se acercaba al lugar de donde provenía el aullido, pero antes de poder advertirle para que tuviera cuidado, tus ojos se abrieron impactados al ver que tu compañero era embestido por una especie de lobo que salió de entre unos arbustos a toda velocidad. Al ver como tu compañero era lanzado contra un árbol, te quedaste observando al gran lobo, y lo identificaste como “Garurumon”, pero… este tenía algo diferente… no era un Garurumon ordinario… las rayas de su cuerpo eran azul oscuro… y sus garras en lugar de violetas eran negras… algo no tenía sentido… ¡¿Qué digimon era este?!

Grrrr… ¡RAAAARW! ¡AAAAHHHH! –grito el lobo comenzando a gruñir con mucha fuerza- GRRRR… ¡GURURU THRUST! –Grito con total furia el lobo comenzando a correr a toda velocidad contra Veemon- ¡NADIE PERTURBARA MI HOGAR SIN MORIR!
¡SPIKING FINISH! –Grito un digimon hombre insecto que embistió al lobo con dos púas que salían de sus brazos- ¡Cállate lobo! ¡Todos en el bosque sabemos que eres el causante de estos incendios! ¡Y toda la resistencia que impones demuestra que tenemos razón!
Hack… GRRRR… ¡QUE NO FUI YO! –se levanto y comenzó a correr a toda velocidad- ¡GURURU THRUST! –observaste como el gran lobo comenzaba a tratar de embestir al hombre insecto sin parar-

Antes de poder decir nada, el hombre insecto le dio una poderosa patada al lobo en la quijada lanzándolo contra un árbol, después observo a Veemon y se acerco a él, parecía preocupado, pero después comenzó a reírse, algo no andaba bien, entonces observaste como preparaba sus púas para clavárselas a Veemon mientras estuviera tirado en el suelo. Al ver eso corriste a empujar al hombre insecto, que después te observo furioso, tanto que intento atacarte, pero antes de completar su golpe, Veemon despertó y le dio un puñetazo en la cara desorientándolo.
Al observar al hombre insecto, notaste que en su mirada solo había vacio, y al ver que intentaba cortarte tanto a ti como a tu compañero, no dudaste ni un segundo en enfrentar al insecto, aunque antes de poder siquiera sacar tu digivice, una sombra cubrió tu cuerpo junto con el de tu compañero, y al levantar la mirada, viste al gran lobo que saltaba sobre el hombre insecto y comenzaba a morderlo con mucha potencia.

¡KILLER BITE! –le mordió el brazo volviéndolo puros datos- ¡KILLER BITE! –volvió a morderlo, pero esta vez en el hombro- ¡TE VOY A MATAR STINGMON! ¡ES LA ULTIMA VEZ QUE ME MOLESTARAS! ¡CHAOS FIRE! –Lanzo una potente llamarada al digimon insecto justo en el pecho-
¡AAAHHH! ¡SI MUERO! ¡TEN VIENES CONMIGO! ¡PERRO INSIGNIFICANTE!- lograste ver como con su otro brazo alargaba una de sus púas y se la clavaba en el hombro al gran lobo que seguía lanzando la llamarada aun con el inmenso dolor que debía estar sintiendo- ¡HELL SQUEEZE! –Volvió a clavarle su púa pero esta vez levanto una especie de vapor, lo que significaba que le estaba quemando el interior de su cuerpo- ¡AAAHHH! –Termino desapareciendo en puros datos que se fueron por el cielo-
Je… nadie… puede con el… gran… Gururu… Gururumon –dijo el digimon lobo comenzando a expulsar datos por sus heridas mientras caía en las cenizas- hack…

Al ver a ese digimon de nombre “Gururumon” sentiste algo de lastima, realmente parecía sufrir de dolor, aunque hubiera atacado, podría tener sus razones, aunque no podrías ser capaz de escucharlas si otros digimons insecto –los que precisamente estaba inconscientes- lo atacaban mientras estuviera débil y sin poder defenderse. Eran al menos 6 digimons insecto, aunque todos Rookie, igual podrían eliminar a Gururumon mientras estuviera en esa condición.

Off:

Ni siquiera llegamos a los limites del bosque cuando empezaron  salir corriendo los digimons que habiamos visto antes. Lo raro de todo eso era qie ni Veemon ni yo habiamos escuchado nada, ni siquiera vimos humo que pudiese indicarnos que habia un incendio. Si no habia fuego, ¿de que huian todos esos digimons? No tardamos mucho en escuchar un aullido que parecía proceder de algún lugar más adelante.

- Es obvio que huyen del aullido- dijo Veemon- Sea quien sea espero que sepa algo porque nos ha espantado a los posibles testigos.

Avanzamos tratando de seguir el aullido y averiguar de quien se trataba, sin embargo, encontramos algo mucho peor. Se trataba de un pequeño pueblo o aldea completamente arrasado, y lo peor de todo, vimos los cuerpos de varios digimons tirados en el suelo. Me acerqué a uno de ellos y suspiré de alivió al comprovar que sólo estaba inconsciente, los siguientes dos que miré les ocurría los mismo. Veemon se aseguró del resto, menos mal que ninguno estaba muerto.

De nuevo escuchamos el aulido de antes y Veemon se acercó para tratar de averiguar de quien se trataba. Sin embargo ese ultimo aullido habia sonado muy cerca, demasiado cerca.

- ¡Veemon, espera es...- intenté advertirle pero era demasiado tarde, un digimos similar a un lobo apareció de entre unos arbustos y embistió contra Veemon provocando que chocara contra un árbol y quedara inconsciente por el golpe.

Miré al digimon, claramente era un Garurumon pero que yo sepa un Garurumon tiene las garras violetas en vez de negras y las rayas de su cuerpo más claras que el digimon que tenía delante. ¿Sería alguna clase de sub-especie de Garurumon? No, no podía ser posible, no leí nada de eso y Veemon tampoco me dijo que pudiese haber un digimon como ese. El gran lobo empezó a correr hacia Veemon dispuesto a embestirlo una vez más.

- ¡Veemon, despierta! - le grité pero fué inutil.

Por suerte para mi compañero un Stingmon entró en escena y empezó a pelear contra Garurumon acusandole de haber provocado los incendios ¿seria verdad? Stingmon derribó a Garurumon de una patada y después de volvió hacia mi compañero, al parecer con preocupación. Suspiré de alivió al ver que por lo menos uno de ellos estaba de nuestra parte, pero cuando vi que aquel insecto humanoide sacaba una de sus puas comprendí que estaba equivocada. Ese tipo no queria ayudar a Veemon, queria matarlo. Mi cuerpo se movió por si solo y corrí hacia allí empujando con fuerza a Stingmon. No podía permitir que le hiciese daño a mi compañero.

- ¡Alejate de él!- le advertí, aunque sabía, que con Veemon inconsiente, poco podía hacer.

Stingmon intentó atacarme, no debió hacerle mucha gracia aquél empujón. Por suerte, Veemon despertó a tiempo y reaccionó de inmediato dadole un buen puñetazo en la cara.

- ¡Ponle la mano encima a mi compañera y te eliminaré!- le amenazó.

Stingmon no parecía dispuesto a rendirse por las buenas. Bien, en ese caso tendria que rendirse por las malas. Metí la mano en mi bolsillo para sacar mi digivice, pero antes de que pudiera hacerlo, ese extraño Garurumon saltó sobre el insectó humanoide. Ambos mantuvieron una pelea donde finalmente el lobo resultó ganador, aunque también resultó herido. Antes de caer, ese digimon dijo algo que hizo extrañarme. Su nombre era Gururumon y no Garurumon como pensaba. Era la primera vez que veia a ese digimon.

- Has tenido suerte de que no pelease yo contigo- dijo Veemon que parecía molesto por el ataque de antes- Vamonos, Sigrun. Tenemos una misión que cumplir, no podemos perder el tiempo. ¿Sigrun?

Veemon se habia dado cuenta de que no le seguía y se volvió para saber por qué. Yo estaba de pie a varios metros de donde se encontraba ese tal Gururumon, parecía que estaba sufriendo mucho. No podía abandonar a alguien en una situación así, ademas ¿y si los digimons insceto que estaban inconscientes despertaban y lo atacaban como pasó con Stingmon? Puede que tuviese sus razones para atacarnos.

- Sigrun, ¿no estarás pensando en ayudarlo?- me preguntó Veemon que ya me conocía lo suficiente como para saber que era eso precisamente lo que me estaba pasando por la cabeza- Ese digimon nos atacó sin razón alguna y Stingmon le acusó de haber provocado los incendios...
- Precisamente por eso- le dije interrumpiendole- Oye, sé que nos arriesgamos con esto pero no puedo darle la espalda, y menos cuando podría saber lo que está pasando aqui.

Veemon se quedó callado un momento, realmente no sabía lo que diria. Parecía molesto por el hecho de que Gururumon nos atacara y no estaba muy contento con lo que le dije de ayudarle. Por fin puso fin a su silencio.

- Está bien... si tu quieres ayudarle le ayudaremos- dijo sonriendo, aunque en el fondo no estaba tan convencido.

Yo me acerqué un poco más a aquél lobo, aunque guardé distancia por si acaso atacaba de nuevo.

- ¿Por qué nos atacaste antes? Nosotros no te hicimos nada- le dije con calma.

Mientras tanto, Veemon vigalaba de reojo a los otros digimons por si se levantaban y decidían atacarnos.

Al acercarte al lobo “Gururumon”, notaste que se estaba retorciendo de dolor, realmente parecía sufrir, además de que de sus heridas salían datos, aunque hubiera atacado sin razón aparente, se notaba que no merecía sufrir ese tipo de dolor, realmente nadie debería, aunque a veces a la gente haya que hacerla entender por la fuerza, el dolor físico no es algo que nadie deba merecer a no ser que se lo busque. Luego de ver al lobo, te acercaste mas y al tratar de despertarlo, este se levanto de golpe, alejándote unos pasos y haciendo que Veemon se pusiera en guardia, pero antes de atacar, Gururumon comenzó a temblar y después a gritar de dolor, evidentemente esas heridas le causaban más dolor del que parecía.
Luego de que Gururumon dejara de gritar de dolor, te acercaste y repetiste la pregunta, aunque él no parecía un digimon con el que se pudiera hablar normalmente, en esas condiciones no tenía muchas opciones, solo tenía la opción de hablar con tranquilidad o seguir moviéndose empeorando sus heridas para finalmente morir.

Hack… ustedes… ustedes deben… deben ser… hack… aliados del monstruo… ¡AAAAHHHH! –Cayó de nuevo al suelo y comenzó a retorcerse de dolor- ¡MALDITO INSECTO! ¡CUANDO REVIVAS TE MATARE DE NUEVO! ¡AAAAHHHH! –Te observo y después observo a Veemon- hack… tu… tu eres… igual a… estos in… insectos…

Al escuchar esas palabras, no sabias si quería provocar a Veemon o insultarlo o que cosa, pero de algo estabas segura, lo estaba logrando, lo provocaba muy bien, ya que Veemon dejo su posición de vigía para acercarse y comenzar a gritarle al lobo, que parecía no inmutarse de lo que hacia Veemon, como si supiera lo que iba a pasar, aunque eso era imposible, nadie puede saber que pasara, incluso los digimons adivinos no podrían saber con certeza lo que puede pasar.

Conozco a los digimons como tu… los dinosaurios… solo buscan hacerse fuertes… para ganar en la cadena alimenticia… -observo los arbustos de donde salió- ustedes… deben ser aliados del monstruo que causo este desastre… -comenzó a gruñir con fuerza- y aun si no lo fueran… hack… se perfectamente que desean ver mi muerte como el resto de estos insectos… haaa… todos quieren verme morir… grrr… pero no lo harán… les mostrare que nadie puede detenerme para ser el lobo mas fuerte…

Al decir eso, Gururumon se levanto y se puso en posición de pelea, realmente parecía sufrir de dolor, pero tampoco parecía importarle, y con solo ponerse en posición de pelea, Veemon se preparo de igual forma, y aunque no querías que esos dos digimons pelearan entre sí, algo interrumpió el momento, y era el despertar de los demás digimons insecto. Eran 6 digimons, 3 Kunemons y tres Dokunemons. Los 6 digimon insecto observaron a Gururumon y comenzaron a emitir una especie de chillido, que después se volvió silencio, y en un segundo comenzaron a lanzar lo que parecían descargas eléctricas al lobo, aunque, raramente, también se las lanzaban a Veemon, que estaba cerca de Gururumon.
¿Por qué atacaban también a tu compañero?, ¿lo estarían confundiendo como un aliado de Gururumon?, si era así, desde ese instante podías asegurar de que Gururumon no era un digimon querido por la zona, parecía mas bien un digimon odiado, como si fuera un monstruo, ¿se debería a su apariencia diferente?, realmente no estabas segura de nada con respecto a ese tema, pero de algo estabas segura, y eso era que ahora esos digimons te causarían molestias, y por tanto debías erradicarlos, antes de que ellos hirieran mas a Gururumon que parecía saber quien había hecho todo, quién era ese “monstruo”.

GRRRR… hack… ¡NO DEJARE QUE ME MATEN! ¡TENGO POR QUE VIVIR! –Grito Gururumon comenzando a gruñir con fuerza pese a sus heridas graves con el combate con Stingmon- ¡GURURU THRUST! –Comenzó a correr a toda velocidad para taclear a un Kunemon-
¡ELECTRIC THREAD! –Gritaron los tres Kunemons mientras lanzaban una red eléctrica desde la boca capturando a Gururumon y electrificándolo con mucha potencia- ¡Vas a morir lobo inútil! ¡No queremos a digimons como tú que solo causan problemas!
¡AAAAHHHH! ¡Los… LOS MATARE INSECTOS DESGRACIADOS! –Grito Gururumon tratando de librarse de la red electrificada- ¡AAAAHHH! ¡Nadie me impedirá ser el lobo más poderoso! ¡NADIE NI SIQUIERA ESE MONSTRUO NI USTEDES PODRAN DETENERME!

Off:

Gururumon estaba sufriendo mucho, tanto que dudaba incluso que me hubiese escuchado. Me acerqué un poco más para intentar despertarlo y ver si podía ayudarlo pero el lobo se levantó de golpe haciendo que Veemon se pusiera alerta pensando que atacaría. Sin embargo, el dolor que sentía el lobo era demasiado grande y volvió a caer. Apenas sin fuerzas, dijo que nosotros eramos aliados del montruo ¿montruo? Entonces es posible que sepa algo, aunque lo primero es lo primero, antes habria que ayudarlo. Pero antes de que pudiera hacer algo, ciertas palabras de Gururumon ofendieron a Veemon.

- ¡Como te atreves a decir eso si no me conoces!- le gitó Veemon- ¡No sabes nada de mi!

Le dije a Veemon que se calmara, que este no era el momento de pelearse. Mi compañero decidió dejarlo por el momento, intentó repetirse mentalmente que tenía una misión y que no podía fallar atacando a un posible testigo. Sin embargo lo siguiente que dijo fue la gota que colmó el vaso.

- ¡¿Crees que por conocer a un digimon dinosaurio ya lo conoces a todos?!- le dijo con enfado- Eso es penoso...
- Calmate...- intenté decirle antes de ver como Gururumon comenzaba a levantarse.

De repente, los digimons que estaban inconscientes se despertaron y comenzaron a atacar a Gururumon pero también a Veemon. Deberion de confundirlo con un aliado suyo. No sabía por qué el lobo era tan poco querido en ese bosque pero si no haciamos algo nunca lo averiguariamos.

- ¡Veemon, ayudalo! - le dije a mi compañero.

Veemon no me dijo nada, por suerte me hizo caso y atacó a los DoKunemons que lanzaban esas redes electricas a Gururumon. Les dió varios puñetazos seguidos a cada uno derribandolos y evitando sus ataques saltando de un lado a otro, menos mal que la velocidad era nuestro punto fuerte. Uno de los DoKunemon le lanzó a Veemon una red pegajosa, Veemon la esquivó y la red cayó sobre los otros dos DoKunemon que pensaban atacarle por la espalda.

- ¡Ahora verás lo que pasa por atacarme! - le dijo al tercer DoKunemon antes de golpearle con su Victory Punch con todas sus fuerzas.

Ahora solo teniamos que ocuparnos de los Kunemons que electrocutaban a Gururumon y habria que hacerlo rápido. Sin embargo, Veemon también podría verse afectado si intenta quitarle esa red electrica. Entonces se me ocurrió algo.

- Veedramon puede romper esa red a distancia...- pensé antes de activar mi digisoul y de trasmitirlo al digivice- ¡DigiSoul, carga!
- ¡Veemon digievoluciona en... Veedramon!
- ¡Veedramon, liberalo deprisa!

Veedramon lanzó su Cutter Shot con mucha puntería rompiendo la red que mantenía preso a Gururumon. Sin dar tiempo a que los Kunemon reaccionasen y volviesen a atacar a Gururumon, Veedramon los golpeó con su cola, mandandolos contra un árbol. No sabía como reaccionaría el lobo ante eso, puede que viese que no fuesemos una amenaza para él por haberle ayudado o puede que nos atacase ahora que estaba libre y habia visto digievolucionar a Veemon en algo más parecido a un dinosaurio. Por lo que sabiamos, Gururumon no estaba muy contento con esa especie en particular.

Al liberar a Gururumon de la red de los Kunemons, lograste observar como el lobo lanzaba un gran aullido levantando algunas cenizas, luego viste una expresión de horror en los rostros de los Kunemons, que trataron de escapar lo más rápido que pudieron para salvar sus vidas, aunque todo fue en vano ya que Gururumon los embistió a todos y después, con una mordida los volvió datos, en definitiva, este digimon parecía sufrir, pero cuando peleaba, no le importaba su estado físico, parecía que solo peleaba con los músculos, ignorando completamente la razón, como muchos digimons salvajes, pero a el parecía importarle aun menos.
Luego de dejar que los digitama de los Kunemons se fueran por el cielo, Gururumon se dio vuelta y observo fijamente a Veedramon, después comenzó a gruñir como un perro antes de atacar, realmente parecía tener algo contra los digimons dinosaurio, aunque realmente era difícil saber que, ya que se notaba que consideraba a Veemon débil y/o molesto, y eso podía deberse a miles de razones diferentes ya que no conocías absolutamente nada, excepto que era una especie de sub-especie de Garurumon. Luego de unos momentos, Gururumon comenzó a correr a toda velocidad directamente hacia ti; ante tal acción Veedramon se paro frente a ti y se preparo para atacar, aunque el lobo rápidamente lo rodeo, era sorprendente, aun teniendo esas heridas se movía muy ágilmente, pero eso no quitaba el dolor que debía estar sintiendo.

Grrrr… agradezcan que estoy herido… si no acabaría contigo dinosaurio… -al decir eso se fue caminando como pudo por donde había venido- hack… y agradece que esa humana se preocupo por mi… si no los habría devorado a los dos

Al escuchar esas palabras arrogantes del gran lobo de rayas oscuras, Veedramon no pudo evitar correr para embestirlo contra un arbusto y comenzar a amenazarlo, era… era algo simplemente impactante ver como Veedramon había perdido la paciencia con unas simples palabras de parte de ese lobo que estaba marchándose, de una u otra forma, en paz sin poner resistencia ni agresión de ningún tipo.
Tras unos segundos de rabia, Veedramon volvió a amenazar al lobo, aunque esto no decía nada, lo que te llevo a creer que el había planeado hacer enfadar a Veedramon, ¿pero para que quería algo así?, estaba herido y Veedramon claramente tendría la ventaja de fuerza, ¿Por qué rayos querría hacerlo enojar?, ¿sería acaso para comprobar eso de que eran aliados del “monstruo”?, si esa era la razón de por qué hiso enojar a Veedramon, estaba claro que Gururumon no cambiaria de opinión si era amenazado y sujetado contra un árbol con pocas opciones para seguir vivo.

Lo sabia… todos los dinosaurios son iguales… -abrió la boca y le lanzo una llamarada a la cara haciendo que Veedramon lo soltara- hack… solo quieren mis datos… solo buscan mi fuerza… ¡SOLO QUIEREN DESTRUIRME COMO EL MONSTRUO QUIERE DESTRUIR MI HOGAR! ¡SOLO ESPEREN A QUE RECUPERE MI FUERZA! ¡ENTONCES TE MOSTRARE DINOSAURIO! ¡TE MOSTRARE TU TUMBA!

Al gritar esa promesa de volver para vencer y matar a Veedramon, Gururumon se fue corriendo a toda velocidad aun con el dolor de sus heridas, tu por otra parte te acercaste a ver a Veedramon, que se encontraba bien gracias a su piel que resistía las altas temperaturas, y esa llamarada que Gururumon había lanzado no era tan potente como parecía. Luego de que Veedramon se calmara y volviera a ser Veemon, comenzaste a caminar en la dirección por la que Gururumon se había ido, aun sentías que era posible razonar con él, aun con esas ideas negativas que tenia contra Veemon y con otros digimons, sentías que era posible hablar con él y demostrarle de que podían ser aliados, después de todo, los dos tenían un enemigo común, el “Monstruo” que estaba incendiando el bosque.
Luego de caminar por unos 10 minutos, llegaste junto con Veemon a una especie de cueva, y parecía que arriba de su entrada, antes había un árbol, aunque ahora solo era un tronco quemado y seco, también había muchas cenizas por todo el lugar, era una escena muy fea, aunque antes de sumergirte en tus pensamientos de quien pudo comenzar los incendios, una voz interrumpió tus pensamientos y viste como Veemon señalaba a un pequeño Tsunomon que brincaba desde dentro de la cueva para salir, aunque se veía feliz, al salir, su sonrisa se borro de su rostro y comenzó a temblar de pánico, algo parecía darle miedo, aunque no tenias una apariencia atemorizante como Veemon, seguramente ver a un par de extraños le causaba mucho terror.

Haaa… ¡Por favor no me maten! –Grito totalmente aterrorizado mientras temblaba de pánico- ¡Por favor déjenme vivir! ¡Ten piedad de mi dinosaurio! –al escuchar “dinosaurio”, supiste que le temía a Veemon, ¿pero por qué?, después sentiste el llanto del pequeño digimon de un cuerno- ¡BUAAA! ¡POR FAVOR NO ME MATEN!

Gurumon se deshizo de los Kunemos con extrema facilidad a pesar de estar herido. Cuando aquellos insectos desaparecieron, el lobo se volvió hacia nosotros y nos atacó. ¿cómo podía moverse asi con esas heridas? Tras unos segundos tensos, el lobo pareció marcharse pero sus palabras volvieron a afectar a Veedramon que acabó estampandole contra un árbol.

- ¡No sabes nada de mi!- le amenazó Veedramon- ¡Si quisiera podria eliminarte ahora mismo!
- ¡Veedramon, sueltalo! - le ordené.

Mi compañero afojó un poco sus garras pero Gururumon terminó de soltarse lanzandole una llamarada a la cara a Veedramon. Tras eso, se marchó corriendo no sin antes prometer que volvería para matar a Veedramon. Cuando perdí de vista al lobo, fui hacia donde estaba mi compañero, al parecer su piel lo habia protegido de sufrir quemaduras.

- Ese lobo, se cree que...
- ¿Por qué has hecho eso?- le pregunté interrumpiendole.
- ¿A qué te refieres?
- Sabes muy bien a lo que me refiero. Ese digimon sabe quien provocó esto, debió de ver algo, algo a lo que llama "Monstruo"- le dije seriamente- Y tu vas y le atacas. ¿Acaso pensabas matarlo?
- Pero... si nos atacó él. Yo sólo me defendí- se excusó.
- Tenemos una misión, pero dejando a un lado eso quiero defender este bosque porque también forma parte de este mundo. ¿Has olvidado lo que le prometimos a Aquilamon antes de que muriese?

Veedramon se quedó en silencio. Sabía que no lo habia olvidado pero necesitaba tenerlo siempre presente, tenía que dejar de lado esa pelea con Gururumon si queriamos salvar el bosque. Mi compañero volvió a ser Veemon, recordar eso debió de hacer que se calmara.

- Lo siento, Sigrun- se disculpó-Me he comportado como un idiota.
- Aun estás a tiempo de corregir ese error- le dije ya un poco más traquila- Vamos, tenemos que encontrar a Gururumon e intentar razonar con él, tenemos que hacerle ver que no somos sus enemigos.

Caminamos en la dirección en la que se fué el lobo. No sabía hasta que punto Veemon habria comprendido la situación, pero algo me decía que pasase lo que pasase haria lo correcto. Tras unos minutos de caminata, llegamos a lo que parecía ser una cueva. Sin embargo, por culpa de las llamas, todo estaba arrasado y lleno de cenizas. Empezé a pensar que sería culpa de ese "monstruo" del que habló Gururumon pero no pensé mucho más porque en ese instante salió un pequeño Tsunomon de la cueva, El pequeño, al vernos, le entró un miedo terrible y empezó a suplicar por su vida. Al escuchar la palabra "dinosaurio" supe que de quien tenia miedo realmente era de Veemon, ¿pero por qué razón?

- No te preocupes no vamos a hacerte daño- le dije con voz tranquila y agachandome para ponerme un poco a su altura- Mi compañero tampoco te hará daño.
- Puedes estar tranquilo- le dijo a Tsunomon mientras se sentaba en el suelo para no parecer tan peligroso, además estaba sonriendo y eso tendria que ayudar también- A Sigrun y a mí nos han enviado para averiguar quien esta provocando todos estos incendios. Sólo queremos proteger este lugar, no queremos atacar a digimons inocentes.

Al agacharte y Veemon sentarse, el pequeño Tsunomon dejo de llorar pero aun así sollozaba, evidentemente estaba realmente asustado, era algo tierno, además la mirada que ponía suplicante era algo no muy bueno si alguien más observaba, pero aun así era realmente tierno para ti, como Veemon antes de evolucionar. Cuando Tsunomon finalmente se calmo, salto a tus brazos y comenzó a moverse como si quisiera meterse dentro de tu ropa para sentirse seguro, el que Veemon estuviera sentado y quieto no parecía inspirarle mucha confianza, pero si la suficiente como para no rogar ni llorar por su vida.
Al ver a la péquela esfera con un cuerno en la cabeza en tus brazos lo acariciaste para tranquilizarlo, después de todo, era un digimon de nivel Bebe II, y por lo tanto, tendría miedo o no podría defenderse completamente, aunque eso te llevo a pensar, ¿y el digimon o persona a cargo del pequeño Tsunomon?, alguien debía cuidarlo, después de todo, Tsunomon es incapaz de cuidarse a sí mismo, menos en las condiciones de la cueva y con un maniático causa incendios suelto por el bosque, si, definitivamente alguien debía cuidarlo, y no dudaste en preguntarle quien era la persona a cargo de él, o al menos si sabia donde se encontraba su familia.

Sniff… no lo sé… sniff… me dijo que esperara… sniff… que buscaría comida pero aun no regreso… sniff… tengo miedo… sniff… ¡Por favor no dejes que me maten! –Volvieron a brotarle lágrimas al pequeño digimon de un cuerno- sniff… ¡No dejes que él me lastime! Sniff…

Definitivamente este pequeño Tsunomon no dejaría de tenerle tanto miedo a Veemon solo con demostrarle de que el pequeño digimon dinosaurio azul era inofensivo. Luego de un momento, decidiste ir con Tsunomon, ya que el digimon a su cargo había desaparecido, pudieron haber pasado dos cosas: 1, fue emboscado y atacado por digimons insecto como Stingmon y los Kunemons y Dokunemons, o 2, se encontró con Gururumon y del miedo desidia escapar y salvar su vida antes de que el gran lobo lo asesinara.
Al pensar en que algo malo pudo sucederle al digimon que cuidaba del pequeño Tsunomon, te sentiste mal por el pobre digimon, ahora no tenía a nadie que lo cuidara, fue entonces cuando escuchaste su voz, o más bien intentaste escucharlo, porque de la nada se escucha una inmensa explosión y después la caída de un árbol, y de no ser por Veemon, tu y Tsunomon habrían sido aplastados por el inmenso tronco que había caído seguido de la explosión. Luego de levantarte, sentiste calor, y después de ver el lugar de donde había caído el árbol, viste fuego… ¡Otro incendio! ¡Justo donde te encontrabas! ¡Eso no era algo muy favorable! ¡Menos por que el juego se pasaba de árbol a árbol dejándote rodeada por arboles llameantes que no dejarían de arder hasta consumir toda la madera de los troncos.

Haaa… ¡BUAAAA! ¡NO QUIERO MORIR! ¡POR FAVOR SALVENME! –grito Tsunomon llorando ante tal situación, y era algo entendible, estaban en una situación de vida o muerte, y era realmente peligroso y el fuego era muy potente, sin duda el pirómano sabia que querían atraparlo o era una casualidad que el fuego iniciara justo donde te encontrabas- ¡POR FAVOR AYUDENME! ¡POR FAVOR SALVENME HUMANA Y DINOSAURIO! –grito frotándose contra tu pecho realmente asustado y temblando de pánico- sniff… por favor… no dejen que muera… sniff… aun no quiero morir… sniff… no quiero irme con mama y papa… sniff… aun no

Sonreí cuando el Tsunomon saltó a mis brazos, era muy tierno. Me recordó a Veemon cuando lo encontré por primera vez en el Mundo Humano, el también fue un bebé digimon por aquel entonces. Empezé a preguntarme quien estaria a cargo del pequeño, porque era imposible que pudiese cuidarse solo en una situación como esa. Las palabras de Tsunomon no me tranquilizaron mucho, era posible que le hubiesen atacado y por eso no volvía, pero no dije nada en voz alta para no preocupar a Tsunomon. Decidí llevarme al bebé digimon porque en un lugar como ese y solo no sobreviviría mucho tiempo. Escuché una explosión y un árbol empezó a caer sobre nosotros. Veemon reaccionó deprisa y nos empujó para apartarnos del peligro, yo abrazé a Tsunomon para protegerlo de la caída.

- Gracias, Veemon- le dije levantandome de nuevo con Tsunomon en brazos.

Sentí calor y al mirar al frente vi un incendio. Las llamas eran gigantescas y avanzaban hacia nosotros con rapidez. ¿Cuando se habia producido? ¿Sería una causualidad que el incendio estubiese justo donde nosotros?

- ¡Tenemos que salir de aquí!- nos dijo Veemon.

Ambos corrimos mientras Tsunomon empezó a llorar, lo abrazé intentando tranquilizarlo pero sabía que, en una situación asi era muy dificil. Corrimos desesperadamente por el bosque con el fuego pisandonos los talones, vimos un rio y pensamos en cruzarlo pero al otro lado también se veian llamas. Al parecer habia más de un foco activo, lo que empeoraría nuestra situación. No se cuanto tiempo estuvimos corriendo entre árboles en llamas hasta que nos pareció ver una salida de ese infierno, pero cuando corrimos hacia allí el fuego nos cortó el paso.

- ¡Volvamos atrás y busquemos otro camino!- me dijo Veemon intentando hacerse escuchar entre el rugido del incendio.

Asi lo hicimos, pero en ese momento un árbol en llamas cayó conrtando nuestra única vía de escape. Estabamos atrapados en lo que parecía ser un circulo de fuego que cada segundo se cerraba más y más. Teníamos que salir de allí como sea, sobretodo por Tsunomon. Al mirar a mi alrededor vi que los árboles del interior del circulo aún no se habian quemado, podriamos usar uno para salir de allí. Puse a Tsunomon en mi hombro porque necesitaría las dos manos para poder activar mi digisoul.

- ¡DigiSoul, carga!
- ¡Veemon digievoluciona en... Veedramon!

Guardé de nuevo mi digivice y volvi a agarrar a Tsunomon.

- ¡Derriba uno de esos árboles para usarlo como puente sobre las llamas!- le dije a mi compañero.

Veedramon embistió contra un árbol, derribandolo y provocando que cayese sobre la barrera de fuego. Ahora teníamos unos segundos para pasar sobre el tronco antes de que el fuego lo devorara. Cuando logramos salir de allí, me subí sobre Veedramon, aun con Tsunomon en brazos, y mi compañero empezó a correr para huir de las llamas. El viento debía estar de nuestra parte porque, en unos minutos, logramos dejar el incendio atrás. Bajé de Veedramon y miré atrás, era una escena horrible ver como esas llamasobresalían por encima de las copas de los árboles.

- Aún no estamos a salvo- dijo Veedramon mirando al cielo como si estuviese olfateando- El viento está volviendo a cambiar de dirección, en nuestra dirección.
- Hay que frenarlo, pero con tanto árbol el fuego...- me callé unos instantes al pensar en algo que podía sernos de ayuda- En el Mundo Humano usamos cortafuegos para evitar que el fuego avanze ¿Crees que podrás hacer uno, Veedramon?
- Lo intentaré, vosotros quedaos aqui. Esa zona estará llena de humo- nos dijo antes de volver a correr, esta vez hacia el incendio.

No sabría decir cuanto tiempo estubimos esperando desde que perdimos de vista a Veedramon. Tampoco le escuchaba derribar los árboles para hacer el cortafuegos por culpa del incendio. Toda esa zona estaría llenandose de humo y a punto de ser arrasado por el fuego. Tsunomon y yo estabamos en una zona segura por el momento pero Veedramon... ¿Y si no habia sido tan buena idea? ¿Y si habia enviado a mi compañero a una muerte segura?

Al cabo de unos agobiantes momentos vimos a Veedramon salir de la nube de humo y acercarse a nosotros. Tosía con fuerza por culpa del humo pero salió de allí antes de que fuese mortal.

- El cortafuegos... -tosió-... funciona y el icendio...-tosió-...ya no avanza más...-tosió- Por el momento estamos a salvo.

Suspiré de alivió al ver que Veedramon estaba bien, en ese momento me fije en sus manos y vi que tenia quemaduras en ambas.

- Tus manos...- le dije viendo las quemaduras.
- Tuve que...-tosió- apartar un par de árboles en llamas...- tosió-...para terminar el cortafuegos. Pero estoy bien, no me duele mucho...-tosió.

Tras haber detenido el incendio y haberle vendado las manos a Veedramon, decidiste buscar algún lugar para descansar, aunque realmente te preguntabas donde podría haber un lugar para descansar y también para conseguir agua y aliviar las heridas de las manos de Veedramon, ahora sí, estabas en un problema bastante grande. Luego de un momento, sentiste que tiraban de las mangas de tu ropa, y al darte vuelta, viste a Tsunomon sonriendo, aunque desconocías la razón, seguramente era porque le habías salvado la vida junto a Veedramon, bueno, un problema menos, evitar que Tsunomon se sintiera atemorizado por tu compañero que ahora se encontraba recostado en el suelo cansado y con las manos alzadas para que les diera algo de viento.
Cuando le prestaste atención a Tsunomon, viste como señalaba a una dirección con su cuerno, evidentemente quería que te dirigieras hacia esa dirección, aunque sentías dudas de eso, ya que con Veedramon herido era peligroso ir en una dirección aleatoria, aunque al ver detenidamente, lograste ver que era un área incendiada de antes, asique era imposible causar otro incendio para ponerte en peligro, por lo que era la mejor opción por el momento, además había un rio cerca por lo que alcanzaste a ver. Para ser un digimon que no puede cuidar de sí mismo, Tsunomon era buen guía, tal vez lo habían llevado a explorar con anterioridad y ahora recordaba esos recorridos con el digimon que lo cuidaba.

Por favor vengan conmigo… esto… el dinosaurio podría mojar sus manos allá… y dudo que el monstruo regrese a una zona que ya quemo –sonrió y salto a tus brazos- quiero agradecerte humana… por cierto… soy Tsunomon, pero mi hermano me dice “Tsuno” –se acomodo en tus brazos- ¿Cómo te llamas humana y dinosaurio?

Al escuchar esa sugerencia, decidiste hacerle caso a Tsunomon, después de todo parecía un buen digimon, además de que su miedo hacia Veedramon había desapareció, aunque no estabas segura, solo podías confiar en lo que te decía para sobrevivir hasta que Veedramon pudiera usar las manos de nuevo, aunque seguramente para eso pasarían varias horas, un día como mucho. Luego de caminar unos 30 minutos, llegaron a la zona, que a pesar de estar cubierta por ceniza como muchas otras zonas, se veía bastante bien, y el agua estaba limpia, por lo que no habría tantos problemas para calmar el ardor de las manos de Veedramon, quien ya era Veemon de nuevo, seguramente por el cansancio.

Mi hermano debió pasar por aquí, el siempre trata de ayudar –dijo Tsuno mientras observaba el agua- el ayuda a todo el que puede pero nadie le agradece, de hecho… creo que le tienen rencor… aunque no sé por qué… todos lo ven como un digimon malo…

Luego de escuchar esas palabras, te preguntaste quien podría ser su hermano, y quien podría odiarlo si solo trata de ayudar, realmente había muchas cosas que no entendías, y todas habían llegado de pronto: un pirómano que incendia el bosque, un lobo con odio hacia los dinosaurios, un pequeño Tsunomon con un “hermano” perdido o quizás muerto. Realmente estabas algo confundida pero decidiste no prestar mucha atención a esos problemas, era mejor simplemente dejarlos pasar y terminar la misión, para encontrarle algún lugar donde vivir a Tsunomon una vez que la misión terminara y atraparas al pirómano. Luego de sumergirte en tus pensamientos, escuchaste un aullido muy fuerte, y después de ver como algunos digimons pájaros se iban volando desde las copas de los arboles que estaban intactos, lo viste, viste a Gururumon saltar de entre unos arbustos hasta quedar del otro lado del rio.

GRRRR… ¡AAAAHHHH! ¡ALEJENSE DE AQUÍ Y DEJEN A ESE DIGIMON! ¡AHORA! –grito totalmente frenético y alterado mientras se preparaba para saltar- ¡DEJENLO O VERAN!

En ese momento no sabias de quien hablaba, entonces pensaste que solo estaba confundido, por lo que trataste de razonar con él, aunque fuera difícil, había que tratar de razonar con ese digimon tan terco.

Veedramon se acostó en el suelo para descansar un poco una vez que le vendé las manos. Aunque sabía que estaría así un día más o menos, por lo que no podría usar sus garras si no nos veíamos envueltos en otra pelea. Noté como Tsunomon tiró de mí y me mostró una zona donde había un rio, sería una buena idea porque, además al ser una zona ya quemada el fuego no será ningún problema. Curioso, a pesar de ser tan pequeño e indefenso Tsunomon era muy buen guía.

El pequeño digimon de nombre Tsuno saltó a mis brazos y, tras agradecernos nuestra ayuda, nos pusimos en marcha hacia el rio.

- Yo me llamo Sigrun y él es Veedramon, aunque en su forma anterior es Veemon- le dije mientras nos acercábamos al río.
- Encantado, Tsuno- le dijo Veedramon con amabilidad mientras caminaba.

Llegamos al rio en una media hora, Veedramon ya había vuelto a ser Veemon. Realmente no me extrañaba, debía de estar agotado después de haber huido y frenado el incendio. Además ya no tosía al hablar así que estaba mejorando. Veemon se sentó en la orilla y metió las manos en el agua, después bebió un poco, bueno, bebió bastante pero es comprensible después de hacer un cortafuegos en esas condiciones. Dejé a Tsuno en el suelo cuando empezó a hablarme de su hermano, él debía de ser el digimon que le cuidaba. No sabía si ese hermano suyo podría seguir vivo con un pirómano suelto, digimons insectos peligrosos y un lobo con el que es imposible hablar. Estaba confundida pero, más que nada, sentí lástima. Creo que lo mejor que podía hacer era terminar cuanto antes con la misión para que el bosque fuese de nuevo un lugar seguro para Tsuno.

De repente, escuché un aullido bastante fuerte, por sabía perfectamente a quién pertenecía. Veemon se levantó y se puso alerta pero con las manos en ese estado, no podría pelear con comodidad ni aún que volviese a ser Veerdramon. De inmediato Gururumon hizo acto de presencia en la otra orilla del rio, parecía realmente enfadado, nos dijo que nos apartásemos de ese digimon. ¿A quién se refería? Debía de estar confuso.

Veemon estaba listo para atacar en el caso de que atacara, pero esta vez, estaba dispuesto a mantenerse sereno. Sabiendo que mi compañero no podría tener una pelea justa en ese estado me adelante unos pasos. Tenía que razonar con Gururumon, tenía que hacerle ver que no éramos sus enemigos.

- Gururumon, escúchame. Veemon y yo no hemos venido a luchar contigo, no queremos hacerte daño y tampoco queremos hacerle nada al bosque. Vinimos aquí para encontrar al causante de todo esto y detener los incendios que pudiesen producirse- le dije con calma.
- Todos tenemos un objetivo común- intervino Veemon que parecía dispuesto a hablar con el lobo en vez de dejarse llevar como la otra vez- Lamento lo ocurrido antes.

Luego de decirle todo al gran lobo de rayas oscuras, este comenzó a gruñir, evidentemente era muy terco y no parecía creer ninguna de tus palabras, lo que te puso bastante nerviosa, hasta que viste como se acercaba lentamente gruñendo con mucha fuerza y mostrando sus grandes colmillos que parecían estar listos para destruir a quien sea, lo que te hiso dar unos pasos hacia atrás hasta caer. Viste como Veemon se preparaba para hacer lo posible para defenderte, pero antes de que pudiera hacer algo, Tsuno salto hacia el Gururumon y temiste que Gururumon lo matara, ya que parecía que Tsuno iba a pelear, pero cuando viste bien, viste que estaba saltando en la cabeza de Gururumon mientras se reía alegremente, lo que sin duda, te dejaba confundida y sorprendida.

¡HURRA! ¡HERMANO! ¡HERMANO! ¡SIGUES VIVO! ¡QUE BUENO! ¡QUE BUENO! –Gritaba Tsuno mientras se reía tranquilamente mientras que Gururumon lo observaba- ¿Dónde estabas hermano?
… estaba ocupado… ¿y tú qué haces fuera de la cueva?... creí haberte dicho que no salieras hasta que llegara –lo bajo de su cabeza y lo miro seriamente- ¡¿y qué demonios haces con un dinosaurio y esta humana?! ¡Son aliados del monstruo! ¡No puedo dejar que estés con ellos! ¡Si algo me importa más que este bosque es que estés bien! ¡Asique mas te vale explicarme que sucede aquí y ahora! ¡No estoy de humor para esperar!
¡No son aliados del monstruo! ¡Son mis amigos! ¡Jajaja! ¡Y son buenos! –salto hasta a ti y se subió a tus brazos- ella se llama Sigrun y es muy buena, me ah cargado todo el día sin quejarse –se rio y salto hasta Veemon- y el es un dinosaurio agradable… además freno uno de los incendios de hoy, asique no puede ser malo, por favor perdónalo hermano… -notaste como puso unos ojitos tiernos que realmente parecían ganarse el corazón de cualquiera-
… tsk… bien… te creo… no son aliados de nadie… solo soy una humana y un dinosaurio trabajando juntos para frenar incendios… -viste como suspiro y te observo junto a Veemon- escúchenme con atención, par de extranjeros –se acerco lentamente- si llegan a lastimar a mi hermanito, o sale lastimado… no dudare en cambiar mi opinión de ustedes para tratarlos como enemigos… -lograste ver sus colmillos filosos justo frente a ti- asique para que quede claro, denle la gracias de que sigan vivos… pude matarlos pero como se trata de él me detuve… si no… estarían muertos y yo dándome un banquete con sus huesos

Luego de decir esto, Gururumon se alejo, aunque Tsuno pregunto por las heridas que tenía en los hombros, el se mantuvo callado, aunque tu sabias perfectamente de donde provenían esas heridas, entonces recordaste como Gururumon había asesinado a Stingmon cuando este lo trato como culpable de los incendios… ¿será verdad que él lo había hecho?... no, era imposible, eso pondría en riesgo a Tsunomon, y si en verdad Gururumon es su “hermano”, no podría permitirse que algo le pasara, pero algo si era raro, ¿si siempre trataba de ayudar porque lo odiaban en el bosque?

¡Señorita Sigrun! ¡¿Quieres jugar?! –pregunto Tsuno alegremente mientras te rodeaba saltando- por favor, por favor, por favor, mi hermano no tiene ganas de jugar ahora, seguro estará pensando como curar sus heridas, y se tomara su tiempo –al decir eso se rio tranquilamente- siempre se lo toma

Off:

Al parecer Gururumon no creyó nada de lo que dijimos asi que Veemon se paró delante mía y de Tsunomon para defendernos. Pero, para sorpresa de mi compañero y mía fue Tsuno quien nos defendió del lobo aunque no como pensabamos (y menos mal). Gururumon resultó ser su hermano, ese hermano que creia perdido o muerto.

Tras las presentaciones de Tsuno y sus ruegos con esos ojos, el lobo accedió a detener su ataque, aunque nos asvirtió que a la minima volveriamos a ser enemigos.

- No te preocupes, no dejaremos que le ocurra nada malo a Tsuno- le dije al lobo con calma a pesar de tener sus colmillos tan cerca.

Gururumon se alejó y Tsuno fue tras él para preguntarle sobre sus heridas, heridas que Veemon y yo ya sabíamos de donde eran.

- Si Gururumon intenta ayudar ¿por qué los demás lo odian como ese Stingmon?- me dijo Veemon- No lo entiendo.
- Ni yo, y ahora Gururumon no está muy hablador que digamos- le dije al observar como prefirió no contestar a las preguntas de su hermano- De todos modos aún es demasiado pronto como para preguntarle algo asi. Tsuno confía en nosotros pero su hermano no.

Tsunomon se acercó a nosotros y nos preguntó su queria jugar. No nos vendría mal descansar un poco de la misión y divertirnos un rato. Aquella tarde estuve jugando con Tsuno al escondite mientras Veemon seguía con las manos en el rio para aliviar sus quemaduras. Cuando ya se sintió un poco mejor se unió a los juegos y participó en algo que llamamos "atrapa al dinosaurio", he de reconocer que alcanzar a Veemon es bastante dificil aunque se dejó atrapar por Tsuno alguna vez. Luego ese juego paso a llamarse "atrapa a la humana", en fin fue una tarde muy divertida y que se pasó volando. Cuando quisimos darnos cuenta empezó a anochecer y decidimos quedarnos allí a dormir ya que la zona de la cueva posiblemente aún estaría ardiendo. Tsuno se acurrucó junto a su hermano y Veemon y yo nos quedamos un poco más alejados de ellos. No creo que Gururumon confíe aún lo suficiente en nosotros como para dejarnos estar cerca de su hermano cuendo él está durmiendo. Al cabo de un rato, me tumbé en el suelo y me quedé dormida pero Veemon se mantuvo despierto para hacer la guardia.

Debía ser aproximadamente media noche, aunque no estabas seguro del tiempo, solo te guiabas por las estrellas del gran cielo despejado del área, aunque te quedaste despierto únicamente para proteger a tu Tamer y vigilar a Gururumon, disfrutabas de la bonita vista que te daban las estrellas y las constelación, fue entonces cuando tus pensamientos fueron interrumpidos por una voz, y al bajar la mirada, viste a Gururumon observándote fijamente, aunque no le tenias miedo en lo absoluto, tampoco te sentías seguro de desafiarlo o decirle algo que lo hiciera enojar, ya que no debía ser fácil enfrentarlo debido a su velocidad. Por un momento recordaste el momento en que ágilmente te rodeo para escapar la ultima vez, y no te sorprendiste ya que se veía que él era de los digimons de velocidad únicamente, no de nada más.

… puede que sea más que obvio… pero me das mala espina… aunque hayas frenado uno de los tantos incendios que inician últimamente… algo en ti me molesta… aunque mis instintos de pelea y de sentido de la orientación no sean los mejores… se cuando una persona no me agrada… agradece que mi hermanito y tu Tamer me caen bien –acomodo a Tsunomon tomándolo del cuerno y dejándolo más cerca de su pelaje- sino ahora trataría de matarte… aunque claro, seguro me partirías el cráneo… aunque eso sería una ventaja… así probaría que los dinosaurios solo piensan con el estomago…

Al escuchar eso simplemente lo ignoraste y volviste a contemplar el cielo, pero pronto paso una duda que realmente querías quitarte, bueno, dos, las cuales eran, ¿Por qué todos los digimons lo odian si siempre trata de ayudar?, ¿y por qué ese odio hacia los digimons dinosaurios?, aunque estabas seguro que Gururumon no respondería, lo preguntaste de todos modos, después de todo, con ese digimon no se pierde nada siendo tan terco.

Soy odiado por ser quien soy… -comenzó a gruñir- un lobo “sediento de sangre”… y tu deberías saber por qué te odio a ti y a tu especie… recuerdo habértelo dicho anteriormente… solo piensan en pasarse en la cadena alimenticia… aunque no me importa… si tratas de pasarme en la cadena alimenticia o tratas de alimentarte con los datos de Tsuno… -mostro sus colmillos como un perro enojado y en verdad parecía tener una “sed de sangre”- me encargare de que veas la sangre de “Sigrun” correr por el suelo… puede que ser un lobo odiado… pero matare a quien sea con tal de que Tsuno esté bien…

Luego de escuchar esas respuestas, no dijiste nada, no querías iniciar una discusión con ese lobo, que evidentemente no sabe diferenciar una conversación de una conversación de amenazas, aunque realmente sentías que Gururumon era de los digimons protectores únicamente con quienes él quiere, y en este caso, era Tsunomon.
Ya era de día y al despertar viste una enorme pila de peces a la orilla del rio, pero tampoco viste a Gururumon, lo que te llevo a pensar que era obra de él esa pila de peces listos para cocinarse, pero al acercarte a esa pila, viste un mensaje escarbado en la tierra que decía “si llegas a tocar esa pila de peces y no tu humana, te destripare dinosaurio, Gururumon”. Nuevamente pensaste y dijiste abiertamente, “este tipo… es raro”.

Off:

OFF: Puede que a partir de ahora cambie mi modo de narrar para incluir el punto de vista de Veemon. En casos como este es más sencillo y útil.
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Me sentía realmente bien observando el firmamento a pesar de todo lo ocurrido aquél día. No habia ni una sóla nube aquella noche, era como si el firmamento nos diera una "compensación" por haber pasado por tanto aquél día. Miré a mi tamer y después a mis manos que aún estaban vendadas, de todos modos ya me encontraba mucho mejor, mañana me quitaría las vendas y seguramente ya podria usar de nuevo las manos.

De repenté empezé a sentirme observado y miré hacia donde estaba Gururumon. Aquél lobo me estaba observando fijamente ¿que no me dejará en paz ni durante la noche? Me inquieta bastante esa mirada y parece que el lobo lo sabe y disfruta de ello. No le tengo miedo pero he de reconocer que es un digno rival, y es bastante rápido durante la pelea, ya me rodeó para escapar la última vez.

Gururumon empezó a decir que no le daba buena espina, que yo no le agradaba, que si le romía el craneo demostraría que los dinosaurios solo pensamos en nuestro estomago... ¡Que pesado! Siempre habla de lo mismo, ¿es que no se aburre todo el rato con el mismo cuento? Traté de ignorarlo, con un poco de suerte se cansaría de mi y se dormiría y yo podria seguir con mi guardia traquilamente. Aunque en mi cabeza me asaltaron dos dudas, además eran de esas dudas de las que no te puedes quitar de la cabeza hasta que las resuelves.

- ¿Se puede saber por qué todos parecen odiarte y por qué ese odio hacia mi especie?- le pregunté aunque sabía que no servíría de nada, probablemente me responda con un "¿a ti que te importa?" o un "Metete en tus asuntos".

Gururumon me respodió aunque lo que dijo tampoco es que me aclarase mucho. Vale, me dijo que lo odian por ser quien es pero eso no aclara nada. Y en cuanto a lo otro... bueno, que siempre pensamos en la cadena alimenticia según él. ¿Le habrá pasado algo grave con algún dinosaurio? ¿Y eso es responder? Parece que lo único que ha hecho es llenarme la cabeza de más dudas. Tampoco me gustó nada esas amenazas que incluian a Sigrun. Yo no le haría nada a Tsuno asi que espero que el haga lo mismo y mantenga sus colmillos lejos de mi tamer, por que si le hace algo no tendría piedad de él. Pero al contrario que Gururumon yo no atacaría a Tsuno en vengaza como como el pensaba hacer con Sigrun en su advertencia, si es que hablaba en serio. Mejor dejo de pensar en ello o no descansaré en toda la noche.



Cuando me desperté, vi a Veemon durmiendo a mi lado asi que me levanté con cuidado para no despertarle. Después de todo lo ocurrido ayer creo que se merece unos minutos más de sueño. No muy lejos de allí habia un montón de peces pero cuando me acerqué vi una nota que alguien habia escrito en el suelo. Nada más empezar a leerla ya sabía quien la habia escrito. Perfectamente podria haberse ahorrado de firmarla y lo habria averiguado tambien.

- Este digimon es... raro- pensé mientras reunía un par de ramas para hacer una pqueña fogata y cocinar los peces.

Me estaba costando porque allí todo estaba quemado y no serviría. Además de las ramas también busque algunas piedras para ponerlas alrededor y que fuese más seguro. Cuando ya lo tenía todo y volví me dí cuenta de que Veemon estaba ya despierto y sentado a viarios metros de los peces. Entre los dos preparamos la hogera aunque necesité el Victory Punch de Veemon para encender el fuego porque estaba tardando demasiado en encenderlo yo. Agarré unos cuantos peces y los clavé en unos palos situandolos cerca del fuego pero sin que las llamas llegaran a tocarlos para evitar que se quemasen. En unos minutos tendriamos el desayuno listo.