Re: Digimon Adventure Rol: Quimera Party [Evento/Capitulo]

por cadejo Dom Jul 05, 2015 4:08 am

Digimon Adventure Rol: Quimera Party [Evento/Capitulo] - Página 3 Kp10

Explosiones, derrumbes, gritos, lamentos, llantos, egoísmo por supervivencia aplastando los justos pero débiles, un completo y total caos. El cambio de un día festivo a uno de desesperanza paso en un simple abrir y cerrar de ojos. Ya haya sido por el destino o acción artificial, la destrucción trajo a su paso la tormenta más oscura que había tenido la ciudad, nubes negras como el básico del espacio, cubrieron el cielo, taparon el sol y mediante estruendosos relámpagos, hacia parecer que final de este paraíso terrenal estaba llegando a su final. La confianza en un único sistema de defensa había vuelto perezosos a los ciudadanos, por lo el actual escenario era algo inevitable. No Quedo rincón de la superficie de aquella ciudad que quedara inexplorado por las fuerzas del Chaos Empire, ya sea quimeras o escuadrones armados y listos para aumentar las bajas inocentes, por el simple placer del asesinato o las obtenciones de su data y/o bienes monetarios.

Zona Norte/ Wuan Wu

Distrito Deep Saber:

-¡¡Honey Wave!! – tras el grito, unas ondas de energía amarilla impactan contra unas quimeras viscosas, semejantes a Numemons o Geremons pero con una silueta de Gawappmon; aquellas criaturas al ser impactadas terminaron por dividirse a la mitad, como si estuvieran cortando gelatina, logrando liberar a los Chamelemons, que habían sido envueltas por estas repulsivas criaturas – ¡Busquen un mejor lugar para atacar! – Les ordena y recomienda su libertador, un Butterflamon, con una campera de los Union Saver – ¡maldición estas cosas son persistentes! - al ver como las mitades de las quimeras aún se movían, volviendo a unirse o creando versiones más pequeñas de la original. Los Chamelemons también eran soldados de los U.S. por lo que se apresuraron a asentir y usar sus capacidades de invisibilidad para buscar un mejor lugar para contener aquella amenaza viscosa que acosaba a todos en el muelle…aunque no eran los únicos enemigos en juego.

Mientras el mar se llenó de turbulencias creadas por las capsulas que cayeron en esta y soltaron las abominaciones del mar. El principal dilema de estos estaba una especie de Seadramon de tres cabezas, una de Waru Seadramon, otro de Mega Seadramon y la del medio era la de un Seadramon normal, posiblemente una de las primeras quimeras de Cadejo, pero no por ello la menos peligrosa. Varios fueron los que sucumbieron ante sus ataques combinados de agua y electricidad – ¡Ahora Ges! – grita un Hyogamon, iniciante entre el grupo de los Bantyo. Este Ogremon de hielo, se había unido junto a su amigo Gesomon, para afrontar aquella amenaza de tres cabezas, la cual estaba a punto de devorar a una Lunamon que tuvo la mala suerte no lograr salir del agua a tiempo. Siendo lanzado por su compañero hacia la amenaza, el ogro de hielo, logran golpear con un poderoso puñetazo congelado a la cabeza del medio, tumbando a su objetivo y salvando a los inocentes - ¡Dope Cancel!- no pierde tiempo y usa sus poderes para hechizar a la quimera y bajar sus atributos. Su enemigo se sorprendió por el golpe pero no tardo en recuperar se y enfrentar a su nuevo contrincante. Mientras la cabeza del medio escupía un torrente de agua a presión, las otras dos usaban sus cuernos para rodear el ataque con una corriente de rayos. Hyogamon, con los ojos bien abiertos por la sorpresa de tal ataque, tampoco tardó en reaccionar, dando un salto para esquivar el ataque también realiza una técnica defensiva – Snow Barrier – creando un muro de nieve, que aunque es destruido prácticamente al instante, logra evitar su muerte. La fuerza de la colisión, provoco que nuestro héroe perdiera el equilibrio durante el salto, y terminara por rodar un poco sobre el puente, lo que lo dejaba como presa fácil para las fauces de la quimera…pero su compañero logro aprovechar el tiempo y atrapo por detrás a la quimera, usando sus tentáculos para sujetar los cuellos de la quimera, y su mandíbula para apresar el cuerpo. Normalmente la quimera hubiera logrado zafarse del abrazo de Gesomon con facilidad, pero sus atributos habían sido disminuidos por la técnica de Hyogamon – ¡¡lo tengo!!- ante aquella noticia, Hyogamon se apresura para dar un golpe final…pero alguien se le adelanta - ¡Ultimate Stream! – un poderoso rayo de energía, atraviesa con ferocidad y desde la retaguardia, a Gesomon y la quimera de Seadramons. Aquello no había sido un acto de bondad para eliminar a la quimera, sino una manera de sacrificar una pieza ya perdida para mantener la ventaja – ¡¡Gesooo!! – conmocionado por lo ocurrido.

-jejeje – ríe de manera burlona, el Metal Seadramon que había realizado el disparo – de todas formas esa quimera ya era obsoleto, ya llegan los reyes – claro miembro de los Chaos Empire. Dando una simple mirad al cielo, de donde una capsula prácticamente del tamaño de todo el distrito, aparece de entre las oscuras nubes y no tarda en impactar sobre el mar, levantando una gran ola que golpea tanto a enemigos como aliados. Aunque aquel primer golpe y sorprendió a varios, no era nada comparado a lo que había dentro de la capsula. Ya escondida en las profundidades, la denominada Quimera Rey del Océano, mantiene su cuerpo escondido mientras miles de diversos tentáculos, orgánicos, mecánicos, con espinas, cierras o incluso cabezas; salen del agua y empiezan a eliminar todo a su alcance, los que podrían considerarse con más suerte, puesto los que eran atrapados, al instante terminaban siendo llevados al fondo, donde las inmensas fauces de la quimera se encargaban de dar les su final.

Distrito Jungle Trooper - Acient Tree:

-feo…. Horrible… ¡adg! ¡Espantoso! – mientras revisa con rapidez, cada cosa que le han traído sus subordinados, en su mayoría un montón de Toy Agumons - ¿Qué tal esto señorita Dersy? – pregunta con algo de timidez, mientras le acerca un vestido, a al joven humana de 15 años, de pelo largo de tonalidad azul oscuro, con mechones que cubren rodean su rostro y cubren su frente, y con cola de caballo que llega hasta las rodillas; de tez clara, levemente bronceada y ojos castaños pero vivases. Vestía su diseño del uniforme de los Chaos Empire, una camisa blanca, de mangas largas, con encaje en las mangas; un saco negro con el logo de los C.E. como escudo, y unas líneas curvas decorativas y fosforescentes; unos tirantes rojos finos; una falda cuadriculada, que poseían en sima una más pequeña con encaje y una flor al costado; en los pies tenía unas medias largas y zapatos con hebilla - ¡yeha! Este si está lindo – tomando con los ojos brillantes el vestido, solo para luego ver se al espejo con el vestido en sima para un primer plano de cómo le quedaría.

-¡¡arg!! – grita por dolor un inocente Digimon que, mientras tanto, es aplastado por una quimera de Volcamon, con brazos y casco de Skull Meramon. Dersy no tenía planes de pelear, la verdad le interesaba poco eso, prefería aprovechar el momento para hacer sus compras gratuitas, junto a su séquito de Digimon cute y su adorado ExTyranomon, a quien delegaba el trabajo de cargar con todo lo que “compraba”.

Zona Sur/Zhu Qiao

Dsitrito Nightmare Soldier:

-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡HAAAA!!!!-
-¡¡YA DEJA DE ASUSTARTE!! – Grita Baromon, golpeando con fuerza la cabeza, del joven humano, recluta de los Chaos Empire – pe..pero…pero sus caras se ponen tan aterradoras- responde con timidez y vergüenza – ¿¡para que mandaron a un cobarde como tú?! – haciéndose un face palm. Aquella furia de Baromon era bien justificada, el joven humano (Gapa), era el más asustadizo del clan, pero por motivos de diversión personal, Cadejo le había encargado el ataque sobre este distrito. Cada vez que el joven veía uno de los rostros asustados de los Digimons oscuros y ya de si terroríficos, soltaban una reacción semejante, terminando por empezar una especie de competencia de susto – …al menos las quimeras están aquí – dice renegado, pues si no fuera por ellas de seguro los habitantes les estarían atacando.

Distrito Wind Guardian:

Las agradables corrientes de aire, que solían llevar a los viajeros por cualquier área del distrito de manera segura, ahora eran frenéticas, fuertes y peligrosas corrientes de aire que invitaban a los más valientes a intentar domar las. Fue por este motivo que solo los Digimons más aptos lograron combatir a las fuerzas del C.E. que habían empezado a destruir todo lo que se les cruzaba. Incluso las quimeras que no había estado preparadas para aquellas corrientes peligrosas y tuvieron la desgracia de acabar aquí, terminaban por perder la conciencia (semejante a la muerte para ellas, puesto no podrían volverse datos)…pero aun así había varias que lograron domar aquel aire.

Entre todo el caos, había dos figuras que destacaban por el la batalla por el distrito: Butenmon “Gir”, un general de Chaos Empire y experto señor de la guerra; y su rival, miembro reconocido de los Union Saber, Dinobeemon “Delta”. Una batalla de disparos y cortes con espada, resonaba por todo el lugar, sumando bajas tanto de quimeras de nivel medio y alguno otros soldados de los U.S. que Butenmon atacaba solo para molestar a su contrincante.

Zona Oeste/Qing Long

Distrito Metal Empire:

-¡¡Justice Massacre!! – utilizando todo su arsenal al mismo tiempo para atacar a varias quimeras al mismo tiempo. Por suerte este distrito era un área completamente comercial, llena de fábricas, y como todos habían dejado de trabajar por el día de los U.S. , Assaultmon podía pelear con completa libertad y sin temor por heridos….aunque en cuanto a cantidad, él las tenia de perder, puesto fueron pocas las unidades de los U.S. que asignaron a patrullar esta sección de la ciudad durante las fiestas. Por el momento su exceso de artillería era suficiente para mantener a las abominaciones a raya – y yo que pensé que me perdería la diversión – un comentario algo irrespetuoso para un miembro de los U.S. en especial por la situación actual de la ciudad.

-¡¡Plasma Crack!! – la excitación de Assaultmon, por su batalla contra las descerebradas quimeras, le dejo con la guardia baja para un enemigo más astuto que logro rodear lo para dar un golpe por la retaguardia – ¡¡haaaaaaa!! – Grita el centauro mecanizado cuando es golpeado por una gran esfera eléctrica, que lo impulsa y hace atravesar el muro de un galpón cercano – ¡jajaja! ¡Inútil! Deberías prestar más atención a tu alrededor. Recuerda que peleas con los grandiosos Chaos Empire – fanfarronea el Atlur Ballistamon, seguro de haber eliminado de ese solo golpe a su adversario, después de todo había logrado eliminar a los otros dos guardias que estaban por el área. Con una personalidad engreída y brabucona, este recluta de los C.E. había sido enviado a esta área para eliminar a los pocos guardias, permitiendo un rápido avance de las quimeras al centro de la ciudad, un trabajo delegado por Commnadramon quien reconocía la fuerza del recluta…y también su incapacidad para pelear con cerebro ante más de un enemigo a la vez – Pao Gong – se escucha de una voz calma, seria y en tono normal, cosa que ayudo a evitar que el miembro del C.E. pudiera reaccionar a tiempo. Cortando el aire, hatsa impactar en el hombro del escarabajo mecanizado, una flecha de luz golpea y deja clavado en una pared de ladrillos al ególatra rufián, quien no tarda en soltar un grito de dolor, antes de usar sus mansos para liberase de la flecha y el muro – ¡¡¡COMO TE ATREV……UUFFFF!!! – siendo embestido al instante en que se da vuelta. Aunque siendo un ser mecánico, la jornada de Pajiramon, logra sacarle todo el aire de su cuerpo, antes de romper la pared y mandarlo a volar unos metros – En nombre de las Bestias Sagradas, te encuentras arrestado, no te resistas – dice con tono serio, apuntando con su ballesta su adversario, listo para atacar le en caso de que se moviera indebidamente.

-¡¡¡arrggggg!!!! – Grita con furia, mientras se levanta más que furioso – ¡¡No me importa que seas una Deva, te aplastar… haaaa!! – siendo interrumpido de nuevo, pero esta vez por una lluvia de balas, que atravesaron y destruyeron la pared de la izquierda, terminando por dejar al enemigo bien herido, pero no aun no derrotado del completo – no deberías subestimar a los Union Saver – dice el Assaultmon mal herido, con voz seria y entrando con postura dominante.

-Soldado tu movimiento era innecesario e injustificado, ya había tomado a este delincuente bajo mi responsabilidad- le critica su aliada con un tono serio y seco - …¿en serio vas a venir con eso? – sorprendido, pero recibiendo su respuesta por la mirada intimidante de la oveja digital -…he… - sin conseguir el valor para buscar una excusa, estaba a punto de disculparse con su intimidante compañera, pero entonces su adversario, aun en el suelo incapaz de moverse mucho por las heridas, reírse de la nada – jejeje, ustedes ya están muertos jeje, el rey de las maquinas ya ha llegado – dice con arrogancia, dejando a los dos soldados de las fuerzas del bien, confundidos. Entonces sin previo aviso, el suelo tiembla y un gran estruendo se escucha desde el exterior. Por haber estado en el interior de aquella fabrica, se había perdido el espectáculo, pero desde el cielo, atravesando las nubes oscuras de la tormenta, una inmensa capsula había caído sobre aquel distrito, reduciendo, por su peso y tamaño, varias cuadras a polvo.

-No me digas que hay adentro hay una quimera….- una vez salió junto a Pajiramon y observaron con la boca abierta la inmensa capsula. Podía sentirse el miedo y la preocupación en el aire…aunque la Deva seguía sin demostrar muchas emociones en su rostro. Entonces la capsula se abrió, partiéndose en dos luego de que se activaran algunos mecanismos. Saliendo de la misma, con un cuerpo de una envergadura semejante a la capsula, apareció una quimera, que a simple vista se notaba que era una combinación entre Apocalymon (por su cuerpo), Valvemon (por su tonalidad predominante) y Gundramon (por la enorme cantidad de armas en todo el cuerpo); claramente esta abominación digital, no solo poseía un tamaño descomunal, sino una gran defensa y poder de fuego…al menos seguro era algo lento para moverse.

Distrito Nature Spirit – Bantyo Park:

-¡Machine Gun Dance!¡Blockade Seed! – Arbormon utiliza sus dos técnicas de manera seguida para derrotar a más de una quimera a la vez, principalmente a las que se acercaban a los ciudadanos que reunieron todos en un solo lugar del parque. Mientras él, junto a otros capaces de pelear, defendían al grupo, los dos altos mandos de U.S. se encargaba de salvar a los que estaban dispersos por el parque. Puede que toda la ciudad estuviera bajo sitio, pero por la presencia de esos tres poderosos Digimons el parque era el lugar más seguro de la ciudad.

-¡No te dejare! – dice con algo de arrogancia y seriedad, Valkyramon, cortando con su espada a una de las quimeras, dejándola fuera de combate y salvando así a dos Digimons inocentes – ¡vayan con el grupo! ¡Les llevaran a un refugio! – al tiempo que les indica, rápidamente, con la mano la dirección del grupo. Sin tiempo que perder y llenos de pánico, los rescatados obedecen y apuran el paso. No muy lejos de allí, Imperialdramon F.M. sujetaba del cuello a una quimera con el cuerpo de Yakasmon y cabeza alas y cola de Tyilinmon. La insolente criatura había intentado inútilmente cortar al líder de los U.S. pero sus espadas terminaron por romperse, y ahora preso de la mano de su adversario, era dejado fuera de combate por la técnica a quema ropa del Positron Laser, de Imperialdramon F.M.

- ¡¿Haz logrado comunicarte!? – Pregunta el líder a su mano derecha, sin dejar de dar le su merecido a las demás quimeras – ¡¡Laser Javelin!! – Valkyrmon invoca una gran lanza que dispara contra un pelotón de quimeras, mitad Troopmon (su cuerpo) y mitad Snimon (cabeza, brazos y alas), los cuales quedan derrotados por la explosión que la arma provoca – no, aun nada… la verdad me preocupa, deberíamos ir…pero – con notoria preocupación, pero era consiente que no podían irse hasta que todos los ciudadanos que había en el parque estuvieran a salvo en los bunker subterráneos. Aunque no dijo nada, la mirada de Imperialdramon demostraba los mismos sentimientos y preocupaciones que su colega y amigo – al menos ya casi estamos term….¡¿qué es eso?!- al aparecer e en el cielo una enorme capsula, cuya trayectoria le llevaría directamente a impactar contra el Bantyo Park – ¡¡ION BLASTER!! – sin intención de esperar que la quimera que estuviera adentro lograra aterriza o salir de la capsula, Imperialdramon dispara su potente rayo de energía desde su pecho, destruyendo en el aire (mediante explosiones en el interior, porque el rayo atraviesa la capsula) la capsula, salvando miles de vidas que hubieran perecido si esta impactaba en el parque…por desgracias eso no elimino a la amenaza del interior.

Flotando en el aire, apareciendo de entre las nubes de la explosión, se encontraba la quimera, rey de las bestias. Con cuerpo de Blizzarmon; sus rastas eran las lianas con mini cabezas de plantas carnívoras, de Blossomon; un par de brazos extra, debajo de los principales, que pertenecían a Bantyo Leomon; aunque lo que provocaba más temor a la vista era el pelaje rayado y cabeza de Baihumon, junto a las esferas divinas que rodeaban la espalda de la quimera, obviamente no podía ser la data del “Baihumon”, quien pertenecía a las verdaderas Bestias Sagradas, pero aunque fuera data de un Baihumon normal su poder seria de temer.

Zona Este/Qing Long

Distrito Dragon´s Roar – Roar Coliseum:

…Bueno se podría decir que aquí también hubo varios inocentes escapando de las quimeras…pero la verdad la mayoría vio la oportunidad para probar los resultados de sus entrenamientos, por lo que fueron varios lo reaccionaron con violencia y valor, ante el ataque quimérico. No solo unidades de los Union Savers, sino varios civiles, fueron los que conformaron este ejército que lograba defender el coliseo, el cual pronto de volvió un entero campo de batalla – ¡¡ajjaaja, eres mio!! – dice Flamon, corriendo con igual intensidad y alegría contra una quimera, listo para dar le un buen golpe, demostrando así su valía…pero Tyranomon le gana de ante mano con un “Wild Buster”, tacleando y dejando fuera de combate o herido, no solo a una sino a tres quimeras – ¡jajaja eres muy lento niño! – se le burla mientras sigue su batalla contra la próxima quimera a la vista.

-¡¡Maldita lagartija deforme!! – le grita para desquitar se, antes de buscar rápidamente otro enemigo - ¡esta si será mío! – al divisar a otra quimera que tenía maso menos su tamaño - ¡Baby Salam….- su enemigo es robado nuevamente por otro contrincante, no habia reglas en esta batalla campal, eran todos contra las quimeras. Esta vez fue Paririermon, la otra digi con la que estaba entrenando minutos antes, la que le robo la presa – Mejor no te pongas en medio de la batalla o saldrás herido, ejeje – también burlándose del aspirante a Bantyo, quien no tarda en explotar de furia, para luego aumentar sus histeria y buscar otra quimera a la cual derrotar. No le importa cual solo quería demostrar su potencia aniquilando la mayor cantidad de quimeras…aunque estas eran mucho más fuertes que él. Sin perder los ánimos, volvió a intentar con otra quimera, pero el resultado fu el mismo, su objetivo fue robado por Rinkmon; la siguiente por la Deva Andiromon; y la última por Bantyo Mamemon, quien le trato más como un bebe, incluso le dio un golpe en la cabeza por estar en su camino – ¡¡¡HAAAAAAAA!!!- grita con gran frustración, mientras se agarra la cabeza …entonces es cuando la ve, una quimera solitaria, unión entre Numemon y Sukamon, iluminada por un haz de luz y dejada de lado por todos los demás peleadores del coliseo -…- se quedó mirándola algo molesto por unos mili segundos, no era lo que esperaba…pero bueno era mejor que nada. Echando una mirada rápida y maliciosa para todos lados, se lanza contra su patético adversario – ¡¡Este!!¡¡Sí!!¡¡Es!!¡¡Mío!! – ya a milímetros de dar le un puñetazo….cuando de la nada otra quimera pájaro, cae sobre su objetivo y lo impulsa a él unos centímetros para atrás, rebotando con el trasero por el piso agrietado - ¡¡¡HAAAAAAAAAA!!!! – de nuevo por frustración y enojo, parecía como si todo el universo estuviera en su contra ese día. Des pues de eso simplemente se queda sentado en el suelo con la cabeza gacha.

-¡Con que aquí estabas!- se escucha decir a una voz femenina y muy enojada. Al levantar la mirada Flamon, ve a su sensei, una Renamon plateada denominada como Chitan. Al parecer fue ella quien bajo a aquella quimera pájaro, puesto estaba bajando de la misma. Flamon no demostró mucha emoción por ver la, su depresión por no poder dar a ningún objetivo le dominaba completamente en ese momento - ¡Se supone que estés ayudando a Starbimon con los civiles!- le reprocha acompañando su palabra con un golpe en la cabeza - …pero si la mayoría de los civiles están peleando – con notoria frustración y depresión – puede que algunos, pero no todos, ahora muévete y ayuda a tu compañero – mientras le toma de la parte trasera del cuello de su chaqueta para levantar lo - …seguro habrá enemigos que vayan por los débiles – sabiendo que aquello animaría un poco a su alumno, quien recupera algo de esperanza y sale corriendo en busca de su amigo peludo.

Distrito Virus Buster:

La destrucción de la central eléctrica, afecto mucho a la ciudad, aunque su reparación empezó al instante, y se mantuvo en curso, aun bajo el agobiante ataque de las quimeras. Priorizando la necesidad de la corriente eléctrica, todo aquellos que pudieran pelear se juntaron alrededor de la central para defender la mientras los mecánicos trabajaban contra reloj para volver a brindar los servicios a la ciudad, más que nada a la central de los U.S. no porque conocieran los daños de la base, sino porque claramente le darían mejor uso a la corriente eléctrica que áreas de entretenimiento, comercio y de viviendas. Por consecuencia, muchos civiles terminaron siendo víctimas de las quimeras en aquella área.

La defensa de la central eléctrica estaba bajo el mando de Metallife Kuwagamon, miembro de los U.S. y reconocido entre sus pares por su accionar frió y calculador, lo que no extrañaba su sacrificio de los civiles, con tal de recuperar la electricidad y así salvar miles de vidas; aunque era muy responsable y quienes le conocían sabían que cuando todo termine se entregaría para su castigo por sus decisiones si así lo deseaba la ciudad y/o sus superiores. La inteligencia y astucia de este líder, logro mantener la defensa de la central…al menos hasta la llegada de la quimera rey del trueno. Llegando de una enorme capsula que cae del cielo, e impacta a unos metros de la central, aparece una quimera entre Thunderballmon (por su cuerpo pequeño y redondo), Thunderbirmon (por las alas que salen de su espalda y su cola, re-dimensionadas al tamaño de la pequeña quimera), Boltmon (por la hacha, más pequeña que la original; y los tornillos al costado del cuerpo) y Rhino Kabuterimon (por la coloración, azul, dorada, y roja; además del cuerno en la frente, que es algo mas pequeño).

Zona Central/Huanglong

Great Park:

El antes parque de diversiones, ahora paso a ser un parque del terror. Por su cercanía al mar, no solo tuvo que lidiar con las quimeras que caían del cielo en sus capsulas, las cuales destruyeron varias atracciones mecánicas y puestos de juego; sino también las que salían del agua, puesto sus capsulas cayeron en estas o venían de Distrito de los Deep Saver. Entre las quimeras que acabaron la diversión sana, estaban los que eran mitad Mamemon (por su cuerpo y tamaño) y mitad Devimon (por sus alas y brazos, proporcionales al cuerpo de la quimera); estos pequeños seres revoloteaban por todo el parque espantando, y atacando (en ocasiones no de forma muy violenta) a todo ser que encontraban por el parque. Otra de las amenazas de menor tamaño (no a poder sino a estatura) era una combinación de un Pukumon con un Pumpmon, cuyo aspecto era una calabaza flotante, con hacha en la cabeza y bufanda verde como cola de pescado; y que tenía los brazos musculosos y con puños de espinas, de Pukumon. Esta última quimera era una de las que perseguía con intención de asesinato, a un grupo de Digimons bebes -¡¡Sukara!! – ataca el Deva Vikaralamon, guarda espaldas de estos pequeños Digimons. Aquel disparo de sustancia viscosa, logra atrapar a la quimera y evitar su movilidad, permitiendo que el jabalí le envistiera y mandara a volar lejos de allí…aunque aún quedaban varias amenazas a las cuales enfrentar se.

Base de los Union Saver:

En el instante que la alarma de quimeras se activó, la base se selló por completo, evitando la salida o entrada tradicional a la misma. Aunque el pánico reino por unos momentos, los miembros del clan, lograron traer el orden entre los suyos y los civiles que estaban de visita, llevando a todos a áreas seguras, mientras los demás miembros, más calificados o los únicos que quedaban, se debían preparar para el contra ataque. Aquella quimera que empezó el desastre aún estaba perdida dentro de la base, pero pronto se volvió una de las tantas que intentaron derrumbar aquella central.

En la entrada principal, una quimera con cuerpo de Trailmon y cabeza de Triceramon, intentaba derribar las placas de Digicrome, que protegían las entradas de la base, pero solo logro realizar dos golpes antes de que un enemigo le cayera del cielo, dándole un único golpe mortal -¡Bao Chui!- un ataque que transformaba su cuerpo en un enorme maso, Caturamon, quien despertó por el alboroto del todo el ataque; ayudado por la gravedad logro impactar mortalmente sobre aquella quimera, aunque sería una de tantas que tendría que enfrentar. Su furia por tal brusco despertar, se notaba en su mirada. Una vez retomada su forma original, prosigue con un “Swanhojana” un aullido que creo una onda expansiva mortal, para las demás quimeras que se alineaba para atacar le – ¡¡Todas ustedes me las pagaran por haber me despertado!!

Mientras tanto en otra área de la base, un miembro antiguo pero muy cobarde (Eckhard), de los U.S. debía enfrentar sus temores para pelear con otras quimeras que lograron traspasa las defensas. Usando su spirit de Gokumon, el miembro de los primeros Tamers, logra ganar algo de valor y enfrente a sus enemigos, salvando a sus subordinados…los cuales antes le había obligado a atacar a las espantosas quimeras – central…ya …ya me encargue de la de la zona este - se comunica siguiendo el código, esperando no tener que seguir peleando con quimeras tan espantosas, prefería pelear contra algo menos aterrador.

Central Park:

En este terreno, por conectar varias secciones de la ciudad, se volvió un área de batalla muy variado y algo desértico, puesto los civiles se apresuraban a ir a algún lugar más cubierto para escapar de aquellas monstruosidades que caían del cielo.

No muy lejos de allí, caminado por una avenida que daba directo al área de la plaza donde estaba la fuente de Yggdrasil, se hallaba caminado entre saltos, con total tranquilidad y una sonrisa algo aterradora, ante tanto caos; un joven de pelo castaño y negro en la parte frontal – jejeje que lindo día – con felicidad. Con escombros cayendo a su alrededor y quimeras sobre volando el cielo sobre su cabeza, Cadejo, sigue caminando hasta llegar un poco más adentro de la plaza central, donde se para sobre unos escombros para observar a la distancia lo que ocurría a las afueras de la base de los Union Saver. En eso sin que se percatara, una quimera, conocida como Holymilledarmon, peor de un tamaño mucho menor a las demás de su tipo (del tamaño de una casa); vuela en picada hacia él, aparentando al ojo de cualquier espectador, que estaba por atacar al joven humano. Al llegar al suelo, se eleva una grande y denza nube de polvo, evitando ver lo que ocurrió. Para cuando esta se empezaba a dispersar, se podía ver al verdad sobre el joven. Vestido ahora con una campera similar en aspecto a la anterior, pero con coloración plateada y bordes fosforescentes de color violeta; en la espalda el símbolo de los Chaos Empire, y en el hombro derecho la letras del clan dentro de un pequeño escudo del mismo; era claro para cualquiera que ese era un miembro del mal que azotaba sin discriminación y piedad a toda la ciudad, pero fue lo que estaba haciendo lo que dejo más claro quién era. Mientras la nube se dispersaba, Cadejo (con su visor puesto) se encontraba acariciando la parte frontal de la enorme quimera, la cual emitía una especie de ronroneo, demostrando su felicidad y agrado por la caricia – haz sido una buena niña, papi está orgulloso – dice con ternura y tomando lo como un juego.

por Sigrun Vinter Sáb Jul 11, 2015 6:39 pm

Hawkmon

Hacía ya un tiempo que regresé al Mundo Digital, tras pasar una verdadera tortura a manos de esa gente de Digital Inc. Había extrañado mucho este mundo, sentir su brisa y volar por sus cielos. Siempre estaré eternamente agradecido a Luna y Floramon por liberarme, siento que aunque les diese las gracias un millón de veces no sería suficiente.

Nada más regresar me dediqué a buscar al pequeño Dracomon que estaba cuidando, busqué y pregunté en todas las zonas hasta que finalmente di con él. Curiosamente había encontrado a la tamer que me liberó la primera vez y a su compañero, y terminó por unirse a los Royal Knights con ellos. Me alegré muchísimo de que ahora tuviera una familia y un hogar, ese pequeño se lo merecía.

Aún no le dije al pequeño que había regresado, no sé exactamente él por qué, tal vez porque no quería que mi presencia influyera en su nueva vida o que intentase volver conmigo. Dracomon está mejor con Sigrun, es más feliz allí y además se está volviendo más fuerte. He oído que ya puede evolucionar al nivel champion a voluntad. Estoy seguro de que pronto llegará al nivel mega.

En aquellos momentos me encontraba de camino a Ciudad Central, quería visitar a Luna y Floramon. Sabía que se encontrarían allí, ya que había oído que los Union Saver estarían organizando una fiesta en honor a su líder. Espero que no estén muy ocupadas.

Caminaba bajo mi forma de Hawkmon, ya que mi vuelo no era tan bueno en esa forma. Sin embargo, desde que regresé pasaba más tiempo como rookie, así no gastaba tantas energías en mantener etapas más poderosas. Además, ya he comprobado que puedo evolucionar a voluntad.

Por fin llegué a una colina, una vez arriba podría ver la costa y toda Ciudad Central. Tenía ganas de volver a ver a Luna y Floramon, además también me vendría bien pasar un buen rato en la fiesta que estaban organizando. Mientras pensaba en las cosas que haría allí, llegué a la cima de la colina, pero la visión que tuve de Ciudad Central no era la que había imaginado. Vi columnas de humo negro elevándose hacia el cielo, explosiones y edificios destrozados. También vi algún digmon sobre los edificios, disparando a quien pasase cerca. No… eso no era un digimon. No estaba seguro de lo que era exactamente, pero tenía que hacer algo, no podía quedarme de alas cruzadas viendo como esas cosas destrozan Ciudad Central.

Mis plumas empezaron a arder y me envolvieron en fuego, comenzando con el proceso de evolución.

- ¡¡Hawkmon ultradigievoluciona en… Zhuqiaomon!!

Desplegué mis cuatro grandes alas de fuego y me elevé para dirigirme hacia la ciudad, lanzando un chillido agudo de rapaz. Sobrevolé la ciudad, intentando comprender lo que había pasado y por dónde empezar. Miraba a donde mirase habían de esas criaturas, todo era como una plaga. Ya nadie sería capaz de decir que allí hubo una fiesta.

Miré hacia una calle próxima a la base de los Union Saver, pude ver a dos criaturas metálicas similares a los WereGarurumon perseguir a tres tamers y sus digimon. Eran una Piyomon, un Psychemon y un Bearmon. La tamer de la Piyomon tropezó al poco de entrar en una avenida y sus compañeros fueron a ayudarla, pero era tarde, los WereGarurumon metálicos se disponían a saltar sobre ellos.

Reaccioné deprisa y descendí un poco, antes de lanzar una llamarada de mi pico que impactó sobre aquellas criaturas, lanzándolas hacia atrás y provocando que chocaran contra un edificio con gran fuerza. Su poder no debía de ser superior a un ultimate. Me quedé en el aire, observando aquellas criaturas totalmente inmóviles. Era extraño no verlas desaparecer en datos, supongo que al ser quimeras se comportan de manera distinta al morir. Ahora que las vi de cerca podía estar más seguro de lo que eran. Qimeras. Había oído hablar de ellas, se que son creaciones del Chaos Empire pero nunca las había visto. Evidentemente, el Chaos Empire estaba detrás de esto.

Miré a los tres tamers y sus digimons. Por sus uniformes parecían agentes de los Union Saver, y por suerte no les vi ninguna herida de gravedad. Se me quedaron mirando con la boca abierta del asombro, seguramente por mi actual aspecto.

- Este lugar es peligroso- les dije- Marchaos a un lugar más seguro.
- N-No podemos- dijo el Psychemon- Hay mucho que hacer aquí.
- Ahora no podemos darnos por vencidos- dijo su tamer- ¡El Chaos Empire no va a derrotarnos!

Los demás también hablaron. Estaban de acuerdo con no abandonar la ciudad y ayudar a quien lo necesitase. Parecía que el miedo había desaparecido por completo, era realmente increíble.

- Tened cuidado- les dije antes de batir mis alas y volar para buscar a otra quimera a la que enfrentarme o a Luna y a Floramon, viendo la situación quería asegurarme de que estaban bien.

Pero antes de alejarme lo suficiente oí la voz del tamer de Psychemon.

- ¡Tenemos que seguir adelante! ¡La Bestia Sagrada está con nosotros!- exclamó con grandes ánimos- ¡Los Union Saver derrotaremos al Chaos Empire!

Les miré de reojo y sonreí, mientras los veía correr hacia donde estaban otros agentes del clan. Yo no era una de las Bestias Sagradas y mi poder no es nada comparado al del verdadero Zhuqiaomon. Sin embargo, aunque realmente no pueda hacer más que un mega cualquiera, ver a esos tamers y digimons con ese ánimo y esas ganas de seguir luchando me hizo sentir bien.

Puede que los Union Saver estén en inferioridad numérica, pero si mi presencia les ayuda a no abandonar, aunque sólo sea a algunos de ellos, habrá merecido la pena todo el viaje hasta aquí.

Sigrun

No podíamos quedarnos en las alturas mucho tiempo, así que decidimos dirigirnos hacia otra zona para buscar más kimeras. Pero no tuvimos que buscar mucho, vimos una gran kimera volar no muy lejos de nosotros. Era morada y tenía varias patas, su cabeza era similar a la de Megadramon y parecía tener dos cañones sobre la espalda. De repente lo vimos caer en picado, hacía alguien que caminaba por allí.

- ¡Es Lancelo! – grité preocupada.- ¡Deprisa AeroVeedramon, tenemos que ayudarlo!

AeroVeedramon se lanzó a toda velocidad hacía allí, confiaba en poder llegar antes que la quimera y apartar a Lancelo. Pero no sucedió así. Estábamos demasiado lejos y la quimera llegó antes. Cuando la quimera llegó al suelo, apareció una gran nube de humo que nos impidió ver que había pasado. Empezaba a temer que lo hubiera aplastado.

Pronto la nube de humo empezó a disiparse y pudimos ver de nuevo a Lancelo pero con una ropa distinta, con el símbolo del Chaos Empire bien visible en la espalda. Cuando llegamos aterrizamos a varios metros de Lancelo, que acariciaba a la quimera como si fuese su mascota.

- ¿Lancelo? ¿Qué… qué estás haciendo?- le pregunté mientras escuchaba a esa quimera ¿ronronear?

El uniforme, la quimera… ¿cómo alguien como Lancelo podía pertenecer a un clan tan horrible como el Chaos Empire? No lo comprendo… si fue atacado por una quimera en la Ciudad Imperial…

- Sigrun, nos engañó por completo- me dijo AeroVeedramon mientras gruñía y mostraba los colmillos - no es quien dijo ser.
- ¿A qué te refieres?
- Piénsalo, en ningún momento vimos a su compañero y el digivice que nos mostro dudo que fuese real. Decía tener Digispirit, pero no se transformó en ningún momento de la pelea, y parecía saber demasiadas cosas como para ser novato en este mundo. Además…- mi compañero miró a la quimera- Dudo que una quimera así se someta de esa manera ante cualquier soldado del Chaos Empire ¿Me equivoco, Cadejo?
- ¿Cadejo? – murmuré sorprendida volviendo la mirada al tamer.

Pensándolo bien todo cuadraba, pero me sentí como una idiota. ¿Y si hubiese usado ese plan para intentar sacar información de los Royal Knights? Habría defraudado a todos en el clan, sobre todo a Ralian, que confió en mí para el puesto de sublíder.

DarkTyrannomon

Acabé por llegar al Bantyo Park, pero por el camino ayudé a algunos digimon que quedaron atrapados bajo los escombros. Esta etapa no era una buena opción para la agilidad pero para la fuerza era muy útil, he podido ayudar a un par de digimons.

Una vez que logré llegar al Bantyo Park vi como alguien disparaba a una enorme capsula antes de que cayera. Se trataba del líder de los Union Saver, Imperialdramon Fighter Mode. Con la nube de la explosión aún en el cielo, me acerqué a él. Las órdenes de Sigrun fueron ayudar a los Union Saver, y parece que aquí tienen bastantes digimon a los que proteger.

- Perdone…- no tenía mucha idea de cómo tenía que dirigirme a alguien como él, así que pensé que lo mejor era mostrar respeto- ¿Puedo ayudar por aquí?

Imperialdramon dejó de mirar al cielo y me miró. He de reconocer que impone mucho respeto estar frente a él, y estaba algo asustado. Aunque puede que esto último tenga más que ver por la situación en Ciudad Central.

- No puedo involucrar a civiles, esto es muy peligroso- me dijo con amabilidad. luego me señaló una dirección- Allí estamos reuniendo a los digimon y tamers para llevarlos a los refugios.
- Pero yo no soy un civil, soy un Royal Knight- le repliqué con cierto tono infantil. Vine aquí a ayudar y no quería que me apartasen de eso.

Al escucharme, Imperialdramon pareció sorprenderse un poco.

- ¿Los Royal Knights? ¿Por qué razón están aquí?- me preguntó con cierta calma, a pesar de que pensé que se enfadaría por decir de que clan era.

Sin embargo, él no parecía ser la clase de digimon que se enfadan por esas cosas. Al menos, no hasta escuchar toda la historia, así que no dudé en explicarle los motivos de estar allí.

- Sigrun, Veemon y yo vinimos a pasar el día aquí simplemente, a pesar de que la fiesta no tenía nada que ver con nosotros. Luego ha pasado esto, así que Sigrun me ordenó ayudar a los Union Saver mientras ella y Veemon se encargan de las quimeras de otra zona.- le expliqué.
- Así que los sublíderes de los Royal Knights nos están ayudando, reconozco que esto no me lo esperaba- dijo sorprendido- Pero viendo la situación que tenemos me alegra tener más aliados de lo esperado.
- ¿Sabías que eran los sublíderes?- le pregunté, ya que me di cuenta de que sólo dije sus nombres, no sus rangos.

Realmente es agradable hablar con alguien como Imperialdramon, no sé si odia a los Royal Knights o hasta que punto, pero conmigo no parecía mostrarlo. ¿Habrá notado que soy más parecido a un niño pequeño, a pesar de mi apariencia actual?

- Como líder, es mi deber conocer las identidades de los miembros más importantes de los otros clanes.- me dijo antes de volver la mirada al cielo.

La nube de humo se disipó y reveló una horrible criatura, una gran quimera. Era la quimera más grande que había visto en todo el ataque, y parecía increíblemente poderosa. Aún así no creo que pueda ganar. Es decir, Imperialdramon está aquí y él es muy poderoso. Dudo que haya quimera que pueda derrotarlo.

Aún así tenía algo de miedo al ver esa cosa tan grande, de todos modos me quedé donde estaba, quería ser útil y ayudar en lo que pudiera.

por Luna Kobayashi Dom Sep 20, 2015 11:57 pm

Luna suspiró. Parecía que después del estupor inicial, los U.S habían despertado. El equipo médico se movía atendiendo heridos, y el resto de agentes terminaban con cualquier quimera que pudiera haber entrado en la base, sin embargo, era el equipo médico el que tenía más trabajo, llevando camillas para trasladar heridos a la enfermería. Uno de ellos, señaló a Leonardo, al cual Luna aún llevaba en la espalda y se ofreció a llevarlo. Luna miró por unos instantes a la enfermera, recordando lo que Travis había dicho. No había médicos que pudieran tratarlo. Aún así, era evidente que la explosión le había dejado con heridas bastantes serias. Flora miró hacia Luna, entre confundida y dubitativa por la actitud de su tamer; la digimon flor ya intuía que había algo que Luna sabía. Repentinamente, se oyó un ruido que sobresaltó a Luna, ruido al que siguió la enfermera explicando que sólo era la base sellándose. Luna dejó a Leonardo con cuidado en la camilla tras asentir. "Lo cuidaremos bien. Si te tranquiliza, puedes quedarte en la sala de espera, donde te informaremos de cualquier cambio en su condición”. Al llegar a la planta de enfermería, tanto Flora como Luna sólo pudieron sorprender ante la cantidad de digimons y humanos que necesitaban atención médica. Los enfermeros trabajaban presurosos y sin pausa, así que sin dudar un segundo la enfermera se llevó la camilla con Leonardo y la perdieron de vista. Flora, aunque en su forma de Lilamon no podía hacer mucho, se ofreció a ayudar, en lo que Luna se sentaba en la sala de espera y esperaba. La digimon administraba polen como suerte de anestesia a los que sufrían mayor dolor o a aquellos que estaban en medio de un ataque de ansiedad, tranquilizándolos con palabras dulces. Luna pensaba una y otra vez en que no podía ayudar a Leonardo. Pero quería buscar la manera de ayudar al digimon que se acercaba a aquel lazo de paternidad que no había tenido. Quería ayudar a su padre. Quería ayudar a Ciudad Central. “A quién quiero engañar... apenas sé cuidar de mí, ¿cómo se suponga que cuide de todas estas personas, si ni siquiera puedo hacer nada por Leonardo?” pensaba agachando la cabeza. A pesar de aquella actividad frenética se sentía sola en una sala de espera. Incluso si había tantas personas heridas a su alrededor, Luna sólo se sentía capaz de lamerse las heridas. “Soy una persona horrible. Me odio.”

Un golpe sacudiendo toda la estructura de la base, la sacó de sus pensamientos. Todo se quedó en un nervioso silencio, a pesar de que la actividad frenética seguía. Luna se dijo que quizás, la base caería, después de todo. Oyó la voz de Travis colándose por el intercomunicador de su oído, dándole instrucciones.

-Luna, prepárate. Tú y Floramon seréis los refuerzos de Caturamon. Las quimeras intentan echar abajo el blindaje de la base, y ciertas placas están cediendo. Necesito que Flora le comunique al jefe de enfermería que se trasladen a una planta más segura-explicó Travis, el cual estaba aún en el C.O.R.E. Observaba un modelo holográfico en tres dimensiones de la base, utilizando un gesto rápido de la mano para ir viéndolo desde todos los ángulos. Varias zonas rojizas indicaban las partes más debilitadas de las placas de digichrome, y entre ellas, se encontraba la enfermería.

-Está sellado, ¿cómo saldremos de aquí?-preguntó Luna.

-¿Recuerdas las ventanas rotas de la cafetería? Esa planta está sellada del resto de la base, y es posible que haya alguna que otra quimera intentando entrar. Saldréis por ahí-explicó Travis. Luna iba a protestar, pero no pudo, sabía que levantar el blindaje de la base podía significar su caída. La única forma de sacar tropas sin abrir la puerta, era utilizando el lugar por el que las quimeras habían entrado, en primer lugar-
Tened cuidado.

Apenas recibieron las intrucciones, se pusieron en marcha. Luna temblaba un poco ante la pesada placa de blindaje, sobre la que había un número y una letra pintada. Travis le había dicho que aquellas cuyo segundo número fuera 0, significaba que eran placas plegables que hacían la función de puerta. Se abriría durante los segundos suficientes para que Luna y Lilamon pudieran salir. Un par de agentes las acompañaban para neutralizar a cualquier quimera que aprovechando estos segundos, intentase entrar en la base.

-Nuestra prioridad, Flora, es salir lo más rápido posible y evitar enfrentamientos para no perder tiempo-susurró Luna, agarrándose a la mano-flor con la que Lilamon la aferraba su cintura, dejando la otra libre por si era necesario defenderse. Luna añadió nerviosamente-No me dejes caer, ¿vale? ¿Y algún consejo para esto de volar? Sabes que le tengo cierto respeto a las alturas...

-Por supuesto, Luna. Para superar el miedo inicial a volar, lo mejor es que no mires hacia abajo y cierres los ojos y confíes en mí-aconsejó Flora, con voz tranquilizadora.

-¡Ahora, chicas!-exclamó Travis. Luna emitió un chillidito al notar cómo repentinamente todo se movía a velocidad vertiginosa, y al notar cómo a su lado, quimeras intentaban alcanzar a Lilamon que se movía entre ellas con gracilidad propia de un hada inalcanzable. Luna no podía evitar sentirse en una atracción donde desde los lados, maniquíes y animatrónicos hacían el ensayado amago de alcanzar a los pasajeros. “Solo que si estos nos alcanzan, estaremos en problemas porque no son animatrónicos. Ellos quieren matarnos”. Cerró los ojos, notando que temblaba. Aunque cerró los ojos, supo justo en qué momento Flora había saltado en picado como una caída libre, ya que sintió presión en el estómago que parecía elevarse. En ese momento abrió los ojos levemente, y se llevó una imagen de Ciudad Central desesperanzadora; las cápsulas de las que habían salido las quimeras, humos y ruinas junto a los sonidos de luchas y gritos que acompañaban a esa portal de la destrucción. Luna dejó el cuello laxo y cerró más fuertemente los ojos. Repentinamente paró, y notó que Lilamon la dejaba en el suelo con delicadeza, a lo que Luna le devolvió una sonrisa que salió tremendamente tirante.

-Ya está. Pensé que sería peor-consiguió decir Luna en un débil hilo de voz tan tembloroso como sus piernas. La chica con una sonrisa nerviosa tranquilizó a su digimon con un tembloroso-Estoy bien, sólo es el susto

-Recordad, ayudad a Caturamon. Es un digimon experimentado en batalla así que seguid sus órdenes. Y un consejo, evitad que la superioridad numérica acabe con vosotras-Luna asintió. Tendrían que enfrentarse a una horda. Junto a un deva experimentado en batalla, pero hordas al fin de al cabo. Luna oyó un sonido agudo. Le pareció el sonido de un tren avanzando a toda velocidad, e inclusive, notó esa sensación de aire succionado que se podía notar en las estaciones cuando un tren llegaba. Lilamon estaba volando a lejos de ella, buscando al deva entre los cuerpos de las quimeras. La digimon se extrañó al percatarse que los cuerpos de las quimeras parecían trenes descarrilados. Luna emitió un chillido al notar cómo algo se acercaba a gran velocidad, gruñendo y haciendo ese pitido. “¿Es un trailmon?” Parecía tener la cara de otro digimon. Iba directo hacia la base. Y en esa trayectoria, ella estaba en medio. No sabía si el miedo de todos esos instantes anteriores era la razón, pero se quedó mirando cómo se acercaba, como un cervatillo a punto de ser arrollado. Cuando apenas faltaba un segundo, fue cuando el cerebro de Luna se activó y le dio la orden de apartarse de ahí, pero era tarde, ya lo tenía encima así que sólo pudo ponerse las manos delante, en un intento desesperado. Se preparó para notar qué era sentir que un tren te pasara por encima, pero oyó un gran estrépito y no eran sus huesos astillándose bajo el peso de la locomotora. Esta, había sido apartada de un plumazo, y había volcado hacia un lado, como si una gran fuerza la hubiera descarrilado de su recorrido. Luna pudo entrever entre sus brazos, que se trataba de una especie de martillo azulado, que se metamorfoseó a un digimon con forma de perro. Era Caturamon, el deva. Luna, aún con las manos alzadas, apenas podía quitar una cara de estupor y sorpresa.

Caturamon:

-¡Luna! ¡Lo siento!-Flora parecía pálida. La digimon se apresuró a volar junto con su tamer, aún sin poder creer lo que había ocurrido, aún con el corazón agarrotado por el hecho de que aunque intentó acercarse, sus alas no volaron lo suficientemente rápido como para impedir algo tan horrible. De no ser por Caturamon, Luna habría sido hecha papilla. "Hubiera tenido cachitos de mí por todas partes. Como si fuera una fiesta. Tenemos toda la casquería que quieras. ¿Alguien quería ver qué tiene por dentro la luna?" se dijo Luna en sus pensamientos, inclusive, poniendo un tono irónico y ridículo en las últimas frases de su pensamiento. Su mente intentaba imaginárselo y se preguntó porqué tenía una vena tan sádica consigo misma. Aquello no tenía gracia. "No tiene NADA de gracia". Pero se estaba riendo en una carcajada que mezclaba puro nervio y alivio. Miró hacia Flora, que tenía gesto preocupado y se limpió las lágrimas, obligándose a parar de reír para que Flora no pensase que se le habían caído los tornillos.

El deva las miró, encarnando una ceja unos instantes. Parecía más curioso por la actitud de Luna que otra cosa, pero luego paseó la mirada por ambas.

-¿Refuerzos?-su tono era de protesta, más bien. Parecía el tipo de digimon al que no le gustaba contar con un escuadrón.

-Se teme que nuestros enemigos sigan en su ahínco de destruir la base-respondió Flora con respeto. Al fin de al cabo, los devas eran digimon muy importantes para los U.S y en concreto éste había salvado la vida de Luna-Déjeme darle las gracias por su intervención, de no ser ella, Luna...

-Habría muerto. Como sea, novatas, si van a ser mis refuerzos no se expongan a ser arrolladas por estas bestias. Ataca desde el aire, ahí estarán medianamente a salvo-respondió Caturamon, dirigiéndose a Lilamon. Luego miró a Luna- Y la humana, que se esconda en un sitio seguro pero cerca, por si necesitas su energía para pelear o puede ayudar en algo con su digivice.

En seguida se oyó el traqueteo de más de aquellas quimeras de Trailmon con cabeza de Triceramon avanzando hacia allí. Otra horda se acercaba.

-Esos desgraciados.

* * *

Leonardo emitió un gruñido que se vio ahogado por la presión del respirador sobre su morro. Abrió lentamente los ojos, a la par que paseaba la mirada por la habitación, observando los aparatos a los que estaba conectado. Una sonda. Pitidos. El respirador. La máquina de pulso. Cables sobre su cuerpo.Se levantó repentina y súbitamente, arrancando el respirador y quitándose los cables con brusquedad, volcando la sonda. No tenía guantes y sus cicatrices y zarpas estaban al descubierto. Por un momento pensó que estaba en un laboratorio de Digital I.N.C, como todos esos digimon que alguna vez había visto condenados a soportar esos horribles experimentos. A su mente, vino la lucidez tras unos segundos, y se percató de que estaba en los U.S. Hacía mucho tiempo que ya no estaba más en Digital I.N.C. Le extrañó no ver a ninguna enfermera, que alertada por el escándalo, fuera a comprobar qué le ocurría. Hizo un esfuerzo por levantarse, notando un pinchazo cuando se apoyó para bajarse de la camilla. Cuando salió de la habitación, supo el porqué. Todo estaba abarrotado. Había camillas en el pasillo. Sus propias heridas eran serias, incluso ocultas tras diversas medias, pero había muchos digimon de esta manera. El equipo médico estaba sobresaturado. “¿Por qué todo el mundo está así?” Entonces se acordó. El ataque de las quimeras. Sí era cierto. Estaban siendo asediados. “Esos monstruos. El Chaos Empire”. Los odiaba casi tanto como a Digital I.N.C. “Tras frusilerías infantiles sobre caos, dañan a personas inocentes.” Se dijo que no podía quedarse en pie viendo arder las ciudad hasta los cimientos sin siquiera hacer nada. No, el era un agente. Además, Luna y Floramon debían estar ahí fuera combatiendo aquella pesadilla. “Yo también tengo que estar, y perder la vida si hace falta”. No tenía tiempo para estar relegado en una cama. La base estaba cerrada a cal y canto.

Pero tenía que recuperar el digivice. Si la situación era tan crítica, no le importaba que aquella fuera la última vez que lo usaba. Si Flora y Luna le necesitaban, estaría allí, al máximo de su fuerza incluso si eso significaba morir justo después. Sabía que aquello era un veneno. Era menos rápido, estaba más cansado y su cuerpo era una pesada mortaja, pero aún así, no quedaba remedio. Travis lo tenía.“Debe estar en su despacho”. Aprovechando la confusión, no tuvo problemas para ir hasta el despacho. Tuvo que revolver cajones, y romper armarios cerrados, pero ahí estaba. Junto a unos diseños, escritos a bolígrafo, como si Travis se hubiera dedicado a abrir el digivice para crear unos planos, o como si esos fueran los planos que se usaron para fabricarlo. Leonardo encarnó las cejas. “¿Qué significa esto? ¿Porqué tiene estos planos?”

En cuanto lo encontrase, se lo sacaría a golpe. No se fiaba de aquel tipo. Para nada. Y esas pruebas parecían confirmar sus sospechas de que Travis escondía algo. Se oyó un fuerte estrépito que tambaleó la base. Parecía como si estuvieran aporreando la base con tal de entrar. Intentando volver a la enfermería, mientras caminaba por el pasillo, se encontró con que todos corrían en dirección contraria. Evacuaban con toda la rapidez que se podía a los enfermos. Probablemente ya alguien había notado que había desaparecido, pero a juzgar por la situación, era una preocupación menor. Cuando llegó hasta la enfermería, entendió el porqué.

Una pequeña grieta en la pared. Apenas cabía él agachado, pero estaban rompiendo los blindajes. Encontró la manera perfecta de salir sin ser notado, sin embargo, que parte de los blindajes hubiera cedido sólo ponía la situación peor para la ciudad. Se agachó, y tuvo que realizar un par de movimientos angostos para poder deslizarse hasta fuera, pero lo consiguió. El humo y el polvo de aquel campo de guerra en el que se había convertido Ciudad Central, y en concreto, los alrededores de la base, era tan espeso como la niebla. En esos momentos, estaba cerca de Luna y Floramon, pero la poca visibilidad junto con los sonidos de la batalla hacía imposible que nadie encontrase a nadie. “Esto es malo, muchísimos civiles deben estar perdidos en mitad de este caos”. Leonardo se aventuró a las calles, mientras corría. Tenía que protegerla. A esa Ciudad.

Oyó unos chilliditos, provenientes de unos encombros, y encontró a varios digimon bebés atrapados, unos Leafmon, que no podían moverse ni tenían fuerza como apartar aquellos escombros; estaban asustadísimos y debía dolerles. Los pequeños digimon se encogieron, temiendo que se tratase de un enemigo, pero Leonardo dijo un quedo “Os sacaré de aquí” que resumía el bando en el que estaba. Leonardo observó la piedra que los mantenía atrapados, y ciertamente era excesivamente pesada para que un pequeño digimon bebé pudiera levantarla, incluso suponía un esfuerzo para un digimon de nivel rookie, sin embargo, Leonardo se veía capaz de hacerlo con algo de fuerza bruta. Apretó los dientes al notar la carga en los brazos, pero agarró con firmeza el escombro, notando que se movía. Se levantaba. Emitió un gruñido por la fuerza empleada. Al sentir que se le iban a quebrar los brazos y que la fuerza les fallaría, apoyó una rodilla en el suelo, ayudándose de la espalda.

-Marchaos. Avanzad, pero siempre a paso seguro y aprovechando vuestro tamaño para ocultaros. En cuanto veáis a un agente, id con él. Estaré bien-Leonardo emitió una especie de bufido en el que se mezclaba un quejido, pero su voz sonaba firme y autoritaria-¡Marchaos de una vez!

Ante el grito de digimon, ambos bebés emitieron un apresurado “¡Sí!” de inconfundibles timbres femeninos. Enseguida corrieron y botaron perdiéndose entre escombros para evitar ser vistos. Leonardo notó cómo la roca cedía sobre él, y esta vez se quedaba atrapado, enterrado bajo esa piedra y sin poder encontrar fuerzas para levantarla. Ni siquiera podía alcanzar el digivice oscuro. Apretó el puño.

Una repentina iluminación del cielo hizo que alzase la mirada hacia arriba, pero apenas podía ver nada. Sólo que el cielo se había quedado, por un momento, completamente blanco y brillante.

* * *

Desde arriba, Flora lanzaba múltiples rayos solares, que caían sobre las quimeras. Caturamon transformaba su cuerpo en un martillo y golpeaba el suelo, creando terremotos que hacían saltar a las quimeras por los aires y las hacían un blanco fácil el indefenso. Hicieron frente a la horda sin problemas. Luna se sorprendió al ver que habían podido hacerlo, así que, en seguida se reunió con Lilamon y Caturamon.

-Parece que no tienen más que ofrecernos. Bien hecho. Os subestimé a ambas-dijo el deva.

-Nos halagan esas palabras y más, viniendo de un deva-dijo respetuosamente Lilamon con una leve sonrisa.

-Como sea.

Luna suspiró. Si se trataba de tan sólo eso, no habría problema. Ni siquiera había tenido que usar cartas. Las habilidades de pelea del deva eran muy buenas, incluso para un digimon perfeccionado. Luna se tomó un momento para mirar el mar, y el cielo. Todo estaba teñido de negras nubes provocadas por el humo de los edificios caídos, de la destrucción.

-Será un día largo. No va a ser fácil que todo vuelva a la normalidad-dijo Luna, al observar el panorama."Contando con que sobrevivamos a hoy, claro, aunque de momento, va bien en eso."

-Pondremos todo lo que esté en nuestra mano en las labores de reconstrucción. El esfuerzo de todos hará que la ciudad sea como antes-Flora parecía optimista ante la idea, pero Luna no estaba segura. Antes de la reconstrucción vendría algo más desagradable; el conteo de víctimas. El rostro de Lilamon se ensombreció por esa misma razón, y añadió-Estoy segura de que aquellos que han perecido, no querrían ver que la Ciudad Central se queda para siempre así, como un campo de batalla. Volveremos a levantarla, por ellos y por nosotros.

-Como sea, yo sólo soy bueno peleando, así que en cuanto todos esos monstruos hayan tenido suficiente, yo me iré a dormir.

Se decía de ese deva en concreto que solamente se le veía en este tipo de situaciones. Que reposaba, mudo y con los ojos cerrados, simplemente durmiendo, como si fuera un perro vigilante.

Luna notó que el flequillo y los mechones de pelo subían hacia arriba, ante una racha de viento. “No, es la sensación de la presión de algo bajando”. Y de entre las nubes, algo comenzó a surgir. Caía pesadamente, rompiendo las nubes en su descender.

-¿Qué clase de cosa...?-preguntó el deva.

Luna contó dos pares de alas, extensas y doradas. Se preguntó si aquello era un digimon. De momento, sólo podía ver el casco de madera de lo que parecía un dirigible. Era inmenso. Luna se fijó que en las zonas donde aún quedaban nubes, se podía ver cómo rayos de luz las agujereaban. Era un dirigible alado. La zona del morro estaba coronada por un un armazón de madera, con un relieve que imitaba la cabeza de un Phoenixmon. Se colocó encima de la base, cubriéndola por completo. Precisamente porque Luna no encontraba sus facciones, precisamente por su hieratismo, Luna sentía miedo. Las piernas de Luna hicieron un movimiento para dar un paso hacia atrás de manera instintiva.

-Debemos intentar detenerlo, Luna-susurró Lilamon, que había alzado sus ojos claros hacia arriba. El deva también dirigía la mirada hacia el cielo, gruñendo y al oír las palabras de Flora, emitió una especie de ladrido que expresaba un asentimiento.

-¿Lo...lo habéis visto siquiera?-balbuceó Luna.

-Es imposible no verlo-dijo Caturamon con cierta irritación en su voz, por la obvierdad de la pregunta. Luego, miró a Lilamon, esbozando una semisonrisa bajo sus colmillos-A pesar de parecer frágil, tienes agallas, hada.

Flora estaba seria, y aunque normalmente habría respondido muy educadamente gratitud por el halago, su mente sólo podía temer que si no la detenían, en el instante en el que aquella quimera extendiera su rastro de destrucción muchas vidas se perderían. Luna aún quería huir, pero, ¿dónde? No había dónde hacerlo. No podría salir de la ciudad a tiempo antes de que ser aniquilada.

-Al menos, no tengo que cansarme explicando porqué tenemos que pelear contra ese engendro-fue el primero en lanzarse, y si bien era pequeño en comparación con la quimera, el poder del deva salió a relucir; su cola, se transformó en un gigantesco mazo, cuyas inscripciones se encendieron en un tono azul y desprendían una especie de vaho azulado-¡Toma esto! ¡Bǎo Chuí!

El golpe fue directo hacia uno de los costados de su parte de Blipmon, provocando que la quimera se balancease. Mientras Caturamon caía al suelo aterrizando del salto, Lilamon sobrevoló a la quimera, extendiendo sus flores pétalos dejando que de esta salieran un sin fin de delgadas vigas que eran como una lluvia lila (Lila Shower).Muchas impactaron en aquellas alas de Phoenixmon, lo cual provocó que la quimera utilizase un ala para apartar a Lilamon y la otra para repeler a Caturamon como si fueran motitas de polvo molestas. Luna perdió de vista a Lilamon cuando una de esas alas la golpeó. El deva, consiguió recomponerse, aunque muy enfadado, y aunque Lilamon volvió a volar y Luna podía verla de nuevo, parecía haberse golpeado bastante fuerte a juzgar por sus dificultades para volar.

-¡Acabemos esto, cuanto antes ocurra eso, antes podré dormir!-esta vez todo su cuerpo se transformó en un manzo, como si hubieran lanzando un martillo directamente hacia la quimera. Lilamon lo ayudó desde la distancia juntando sus manos, y en lugar de disparar pequeñas bolas de energías solar, creando una más grande.

Parecía que esta vez sí habían dañado algo a la quimera, por un rugido de dolor. La habían herido lo suficiente para que esta se decidiera a que ahora no eran una molestia, sino un objetivo. Luna observó que Flora esbozó una especie de expresión sorprendida, como si de repente hubiera pasado algo inesperado; y es que, la digimon notaba que no podía mover sus pétalos de la espalda para volar. De hecho no se podía mover ni un ápice. Así que, como un peso muerto, cayó al suelo. Luna abrió mucho los ojos, sin entender muy bien qué había ocurrido. Pero algo iba mal. Caturamon aterrizó a su lado, después del salto. Temblaba un poco.

-Ese desgraciado...-masculló el digimon. Por cómo daba pasos vacilantes y cómo temblaba, Luna se dijo que la quimera debía haber hecho algo para inmovilizarles (Life force)-Dudo que pueda hacer nada... siento como si no hubiera dormido en años. Probablemente por eso tu digimon...

Luna miró en dirección hacia donde Lilamon había caído.

-Supongo que quizás se ha quedado atrapada-se temió el deva.

-¡Tengo que...!-Luna exclamó eso llevada por la preocupación, pero mirar a aquella quimera la hizo silenciarse súbitamente. Trató de moverse también, pero tampoco podía.

-Esa quimera no se está ensañando con tu digimon. Por suerte para nosotros y por desgracia para quienes confiaban en nosotros, no somos rivales, apenas somos como pequeños insectos molestos para ese pajarraco.

-Pero, ¿entonces qué va a...?-las palabras de Luna quedaron interrumpidas por que la quimera volvió a moverse.

Las alas comenzaron un movimiento suave y casi bello si no se era consciente de las implicaciones que tenían. Fue un movimiento lento; la quimera se había encargado de que nadie pudiera interrumpirla. El viento huracanado paró. Extendió sus alas, que eran como un manto sobre la base. Luna y Caturamon no se encontraban bajo las alas, pero podían ver cómo a unos metros delante suya, todo se oscurecía. “Claro.La sombra de las alas”. Entonces, las alas e volvieron completamente doradas, tan doradas que parecían un nuevo y mortal sol, dejando que lucilos formasen pequeñas columnas que nacían de ellas y descendían sobre todo lo que abarcaban.“Es hermoso” pensó Luna, sabiendo que no tenía mucho sentido.“Si no fuera porque sé qué ocurrirá, sería hermoso. Y en realidad si fuera esto lo último que debiera ver...”. Sabía que tenía que estar loca para pensar que la destrucción era bonito. Reduciría a nada todo lo que tocasen. Eran hermosas alas de destrucción. Uno podía sentirse maravillado y pensar que aquellas alas tenían que ser el comienzo de un mundo divino, nada tan visualmente bello podía traer otra cosa, pero Luna sabía que eso sólo era una ilusión, y que aquel pensamiento era fruto del shock y la histeria. Como una broma cruel, serían espectadores tras una vitrina de la destrucción. Su carácter miedoso gritaba que quería vivir, por encima de todo, quería vivir y que era un alivio no estar bajo ellas. Pero no tardó en comprender que, al contrario de toda lógica, deseaba morir. “No. Sólo quiero correr el mismo destino que las personas a las que quiero”. Se encontró que del pálido y la expresión medianamente aliviada, pasó al llanto y a chillar histéricamente:

-¡Flora! ¡Leonardo! ¡Travis! ¡Todos! ¡NO! ¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO!

En la sala de control, Travis desvió la mirada de la pantalla, donde veían cómo las columnas bajaban. Todos el mundo en el CORE estaba callado, a excepción del ruido de los equipos informáticos, que emitían un frío pitido regular, observando fijamente las pantallas. El sentimiento general era de sorpresa, como si no pudieran creer que nada hubiera parado eso, e incluso cuando impactara sobre ellos y los matara seguirían estupefactos. Travis, se aferró al borde de uno de los escritorios sobre los que se hallaban los paneles informático, y se levantó, aunque sin ser capaz de dejar de mirar hacia abajo, preguntándose porqué en sus momentos finales, apenas podía pensar siquiera. Fue el único que habló para pronunciar unas palabras quedas que, sacaron a aquellas personas de su estupor.

-Ha sido un honor, señores.

por **Scott Desaster** Lun Oct 12, 2015 9:33 pm

~[BR]~

Defender el puesto no fue una tarea tan difícil como esperaba en un principio… quizás sería simplemente porque ahora me encontraba en nivel Mega y estos enemigos no parecían superar el poder de un Champion, o quizás simplemente no estaban hechos para el combate directo sino mas bien para bromas pesadas y ser molestos de por sí. Fuese como fuese, cada criatura que se me acercaba y que estaba segura que no era un digimon real; recibía o un golpe de mi báculo o una patada directamente al rostro, aunque en varias ocasiones no podía llegar a ser al rostro… ya fuera porque no lo tenían o porque mis manos se adelantaban para que fuera mi báculo el que realizara el golpe. Pero la verdad de todo es que comenzaba a cansarme… esas cosas no dejaban de aparecer y era la única del lugar… solo había caos y destrucción a mi alrededor… algo que me causaba un sentimiento de furia interna… algo que no me gustaba para nada; algo que me recordaba ampliamente a cuando abrí los ojos por primera vez. Comenzaba a invadirme un sentimiento… o más bien, varios sentimientos… enojo, confusión, tristeza, dolor, decisión, rabia, desagrado y quizás… muy pero muy en el fondo de mi digicore… miedo.

No entiendo porque siento miedo de estas criaturas… o quizás no es de ellas el provenir del miedo… sino más bien… de la escena que están ayudando a construir a lo largo de toda la ciudad. Si… es eso… odio el caos… odio esta destrucción sin sentido… me recuerda tantas cosas y a la veces me hace olvidar muchas otras… es como si estuviera regresando a una vida donde no conocía lo que conozco hoy… y aun cuando no me molesta del todo pensar que podría recordar alguna vida pasada que tuve; también me daba lástima… a cambio de esas memorias estaba perdiendo varias que ya tengo actualmente.

¿Vale la pena olvidar para recordar…? –Murmure para mí misma, sentada en el mostrador de nuestro puesto de trabajo, observando a la nada misma de la destrucción- tsk… no es momento para ponerse filosófica… -me levante de mi pequeño asiento; sintiendo como se aproximaban muchas más criaturas extrañas, esta vez parecían Devimons combinados con Mamemons…- egh… realmente son feos… pero bueno; están de suerte… -sonreí de lado, mientras ellos se daban cuenta de mi existencia y se dirigían hacia mí a toda velocidad- siempre fui mejor en el beisbol que en el tiro con arco

Al momento que mencione eso, algunos disminuyeron la velocidad pero otros siguieron su curso rápidamente; lo cual casi por acto reflejo me hiso levantar mi báculo para luego agitarlo en un Angulo de 45 grados, realizando un gran impulso para así darle un golpe al que estaba más cerca de golpearme; lanzándolo cual bola de beisbol por el cielo hasta meterlo en un contenedor de basura ocasionalmente abierto. Los demás se detuvieron totalmente para seguir con la mirada a su amigo hasta que este cayó en el contenedor, después me observaron aunque no llegaron a hacer nada; después de todo, me adelante un poco aprovechando su distracción y así golpearlos a todos, pero aun con ese aprovechamiento… varios se dispusieron a evitar mis golpes y comenzar a atacarme con sus zarpas o puñetazos dispuestos a herirme a toda costa.

Resulto gracioso él como esas bestias trataban de golpearme; usando únicamente la fuerza bruta como cualquier montón de animales pero… eh de aceptarlo, cuando conseguían acertar un golpe; eran capaces de hacerme retroceder un par de pasos, generando una expresión de total desagrado en mi rostro, algo que parecía animarlos mas y mas para atacar.

Tsk… ¡Aléjense de mi! –Clave mi báculo en el suelo, creando un gran círculo en el suelo, el cual libero una gran cantidad de energía apartando a esos molestos mini monstruos del diablo- egh… realmente son criaturas molestas… -observe a uno que se las arreglo para levantar un gran contenedor de basura y lanzármelo- veo que se enfadaron… bien, como deseen

Deje mi báculo en el suelo, clavando mis pies en el suelo, recibiendo aquel contenedor con bastante esfuerzo; pero frenándolo finalmente. Aquellas criaturas me observaron totalmente quietos, seguramente no esperarían que pudiera hacer algo así, pero bueno; eso me permitió lanzarles el contenedor de basura y encerrarlos allí dentro. Lo cierto es que me resulto gracioso el cómo quedaron atrapados pero no podía reírme… las cosas comenzaban a ponerse más feas… y eso quedo claro en el momento que una criatura con 4 brazos de guadaña, ojos vendados y cuerpo de animal apareció de la nada. Parecía una rara mezcla entre un Angemon con un Kyukimon, aunque no tenía el poder de ninguno de los 2… si no de ambos juntos y eso lo supe en cuanto apareció frente a mí y me golpeo con sus guadañas; logrando cortar parte de mi armadura como si fuese un trozo de papel ante unas tijeras sumamente afiladas.

Esa cosa continúo atacando a diestra y siniestra con sus 4 brazos; girando sobre sí mismo de vez en cuanto para impedirme cualquier tipo de bloqueo, y lo que es más frustrante es que conseguía lo que buscaba. Me resultaba bastante molesto el que una criatura amorfa como esa me pusiera las cosas difíciles en un combate, y no podía hacer nada… estando sola y sin gran cantidad de movimientos ofensivos y de rápida ejecución; no tengo las de ganar un combate contra alguien que evidentemente se basa en la velocidad para ganar.

El combate continuo por unos minutos; donde la mayoría del tiempo me la pase huyendo y buscando el modo de usar el caos a mí alrededor para despistar a esa cosa o al menos hacerla tropezar para tomar ventaja pero no… no logre nada. Cada vez que estaba por doblar y confundirlo con una finta, el aparecía frente a mí con sus guadañas listas para golpearme y si no fuera porque tenía mi báculo en mano; en más de una ocasión ya me habría rebanado en 2.

Tsk… ¡¿Qué cosa era?!. Ese monstruo no dijo nada, ni siguiera emitió un sonido; simplemente dio un salto hacia atrás y preparo sus guadañas para un próximo golpe, aunque no podría hacer nada para contraatacarlo, después de todo si no puedo alcanzarlo no puedo atacarlo; es un fundamento básico de combate aunque… quizás no deba alcanzarlo… solo atraerlo y mantenerlo a un ritmo reducido. Ahora viene otro problema: ¿Cómo se supone que conseguiré que este monstruo de velocidad se mantenga quieto por al menos 4 segundos en lo que puedo matarlo?, irónica, afortunada y literalmente; un rayo de luz me dio la respuesta a mi problema. Aquella criatura había sido impactada por una flecha de luz que se clavo en su hombro izquierdo; haciéndola retroceder rápidamente mientras era perseguida por la caída de muchas otras flechas. En ese instante alce la mirada y vi a Anubismon en el cielo, creando sus flechas de energía lo más rápido que podía y lanzándolas inmediatamente contra ese monstruo de 4 brazos.

Qué bueno verte, Anubismon… créeme, no pudiste llegar en mejor momento –reí levemente, relajando un poco mis músculos por la tensión de tener que huir y vigilar todos mis puntos ciegos- ¿Por qué tardaron demasiado?... 5 minutos mas y no sé si seguiría aquí para recibirlos con un puesto de trabajo considerablemente intacto
No creo que sea momento para bromas, BR –Anubismon se veía bastante serio, asique seguramente la situación tendría ese nivel de gravedad- escucha… olvida el puesto… tenemos que dirigirnos a la ciudad para darle apoyo a los Union Savers… esas criaturas no dejan de aparecer de sus capsulas y francamente, dudo que paren de salir… para colmo, quieren acceder al cuartel general, lo que parece ser un problema grande -¿Cómo es que Anubismon sabe todo esto?- tenemos que ir y darles una mano…
Entiendo… -Realmente no me gusta dejar mi trabajo actual por otro pero bueno, no es momento de comodidades- supongo que lo mejor será irse antes de que esa cosa regrese con ganas de una revancha… -Sentí un gran impacto, y Anubismon seguramente también lo sintió porque levanto las orejas-
Parece que no somos los únicos en el parque que enfrentan esas cosas… las atracciones ya están demasiado destruidas como para explotar de ese modo o causar tremendo impacto… alguien más está luchando –Scott tenía razón en su lógica, eso sí…- pero no tenemos nada que hacer aquí… será mejor irnos…
Esperen… yo me quedare –No puedo creer que realmente lo vaya a hacer- si hay alguien más enfrentando esas cosas… lo mejor será que le dé algo de apoyo… además… mucho no puedo hacer para destruir esas cosas en gran numero si no se reúnen primero… vayan ustedes…
Y después de que vinimos para ayudarte… egh… realmente nos lo complicas mucho, BR –Scott me observo algo serio, pero dispuesto a aceptar- bien Anubismon, prepárate para hacer daño… -Repentinamente hubo una sonrisa en el rostro de Scott, una sonrisa algo… rara-
¿BlackMetalGarurumon? –Anubismon también sonrió de esa forma algo rara, ¿Qué les pasa a estos 2?-
Es la única posibilidad… -Scott me volvió a mirar un momento- te recomendaría ir a darle apoyo a quien lo necesite BR… nosotros iremos a la base US a darle algo de apoyo táctico a Luna

Tan pronto como Scott dijo eso, se fue corriendo, seguido por Anubismon quien tomo vuelo rápidamente; yo por mi parte me dirigí hacia el lugar proveniente de ese gran impacto y para mi sorpresa; me tope con un Vikaralamon. Realmente no esperaba encontrarme con ese digimon pero evidentemente estaba dispuesto a hacer gran daño a esas criaturas, por lo que darle una mano no sería una mala idea… además, me vendría bien alguien que pueda compensar mi escasa velocidad con resistencia si esa criatura de 4 brazos aparece de nuevo.

¡Hey! ¿Quieres apoyo? –Reí levemente, acercándome al gran jabalí con mi báculo en mano- el parque está lleno de estas cosas y quizás unos refuerzos no vendrían mal… en especial porque hay una de estas cosas con 4 brazos que se mueve más rápido de lo que puedo…

~[Scott]~

Confió en que BR podrá cuidarse sola… por eso estoy tan dispuesto a que siga su decisión de quedarse… solo espero que realmente pueda hacer algo. Aunque por el momento, nuestra mayor preocupación debería ser la base de los Union Savers… por lo que me conto Anubismon, Luna tendrá muchos problemas si es el centro del ataque asique lo mejor será darle algo de apoyo… explosivo.

Esas capsulas no dejan de abrirse de la nada… deberíamos destruirlas o bloquearlas de algún modo… además de que el fuego corta muchos caminos para las evacuaciones… ¿es que no tienen ningún digimon para apagar las llamas? –Comente observando el inmenso caos que se encontraba en el suelo-
Debemos suponer que los Union Savers tienen el 90% de sus tropas, tanto de rescate como de combate enfrentándose a esas cosas… de nada sirve evacuar a la gente si no te deshaces del peligro antes… aunque acepto que deberían darle prioridades un poco más elevadas a las calles y zonas de evacuación –Anubismon observo las calles bastante serio- ¿Qué sugieres?
¿Qué sugiero?... sugiero que congelemos todo el problema… las capsulas, el fuego, todo… si congelamos las capsulas al menos la tendrán algo difícil para salir y si llega el caso, podrían morir congeladas asique seria un punto extra a considerar –Me levante en la espalda de Anubismon, observando la altura- muy bien… aquí vamos…

De un momento a otro, me deje caer de la espalda de mi compañero, comenzando a descender rápidamente hacia el vacio… o más bien, hacia el escenario caótico que se mostraba a nuestros pies. Quizás sea por darle algo más de drama al asunto, pero también es algo de utilidad ya que si nos transformamos en el aire a mitad de una caída; podemos tomar el impulso de la gravedad para después dispararnos a nosotros mismos ganando una velocidad apropiada para disminuir el tiempo no solo de viaje, si no de destrucción a esas criaturas amorfas. Fuese como fuese, no perdimos demasiado tiempo; Anubismon comenzó a caer en picada hasta quedar a mi lado, y el resto fue cosa sencilla, solo fue tomar el digivice y cargarlo de energía hasta que finalmente comenzó a brillar; fusionando nuestros cuerpos en medio de la caída.

Rápidamente sentí como mi cuerpo se fusionaba con el de Anubismon, a medida que nos recubría una armadura metálica; así como también sentía mis propios instintos salvajes, siendo domados por la adrenalina del momento, creando una especie de “nueva personalidad”. Puede sonar exagerado pero es la verdad… cuando nos fusionamos normalmente desarrollamos esta “actitud” en base a mi comportamiento.

¡BlackMetalGarurumon! –Es aquí cuando nuestro comportamiento cambia drásticamente… jeje-

~[BlackMetalGarurumon]~

En mitad de la caída ya tenía un gran impulso… aunque no era del todo suficiente; necesitaba aun mas impulso. Observar hacia delante y comenzar a tomar mi propia aceleración aumento drásticamente la velocidad, algo bastante útil ya que el suelo estaba próximo a nuestro cuerpo pero eso no supuso ningún problema. Antes de llegar a impactar solo fue cuestión de inclinar el cuerpo hacia delante; cambiando el ángulo de caída a uno curvo, lo que nos permitió entrar en las calles corriendo/volando a toda velocidad, atravesando las llamas de los vehículos y destrucción causada por aquellas criaturas… aunque también a las mismas criaturas; cortándolas por la mitad con mis alas si se cruzaban lo suficientemente cerca. Fuese como fuese, aun quedaba bastante camino a la base de Luna… lo que significaría que tendría suficiente tiempo como para hacer una contribución a este escenario tan… ¿agradable?... si… agradable es el mejor término para este tipo de escenas. El caso es que de camino a la base de Luna, abrí varios compartimientos alrededor de mi cuerpo, exhalando una gran onda fría a medida que todo comenzaba a congelarse a mi alrededor, aunque no sería suficiente con eso… el Blizzard Attack puede crear una poderosa tormenta para congelar todo lo que haya a su alrededor pero no sería suficiente.

Tras pensar segundos y segundos hasta completar una secuencia casi interminable de 15 segundos, cree una gran esfera azul brillante en mi boca; para después expulsar una onda congelante desde la misma, congelando todo lo que se cruzara en su camino. El fuego se extinguía ante el hielo, los edificios que pudieran estar colapsando se congelaron resistiendo unos segundos más de la cuenta, pero cayendo finalmente por el mismo peso del hielo y concreto congelados. Inclusive algunas de esas cosas fueron congeladas en el acto, y posteriormente despedazadas por mis garras y alas, abriéndome paso tan rápido como me era posible.

Quizás no habría hecho un gran cambio en una ciudad tan grande con solo calmar un poco la situación en unos… ¿Cuántos?, ¿10 kilómetros a la redonda?... oh bueno, no importa; el caso es que aporte mi grano de arena a la situación, aunque mi atención fue captada rápidamente por una inmensa criatura de alas doradas y apariencia extraña. Pensé por un instante en cargarme pero seguramente tendrían a varios miembros de los Union Savers encargándose… o eso creí hasta que una pequeña onda de sonido alcanzo a mis receptores auditivos. El grito de Luna… un grito de desesperación… un grito de posible muerte… algo que no podría permitir… después de todo; si estoy dispuesto a ayudar es para que Luna no muera.

Clave mis zarpas en el suelo, flexionando levemente las piernas mientras hacia un giro algo precipitado pero necesario; y así de un instante a otro, conseguí catapultarme volviendo a estirar las piernas con toda la fuerza posible. Note como esa extraña criatura comenzaba a preparar alguna especie de ataque… dispuesto a destruirlo todo a su paso; inclusive a sus propios compañeros amorfos… aunque con solo ver esta clase de comportamiento puedo confiar en que estas cosas son simples animales suicidas… atacan por instinto o porque fueron liberados con la intención de atacar… no se tendrán piedad los unos a los otros con tal de lograr lo que buscan: daño absoluto.

Grrrr… ¡GRACE CROSS FREEZER! –Dando un gran salto en el aire con la intención de acercarme hasta estar prácticamente junto a esa criatura, abrí cada compartimiento de mi cuerpo, abriendo paso a una lluvia de misiles contra ella; pero no solo a su cuerpo en general, sino también a sus alas y cabeza si es que la tenia- ¡COCYTUS BREATH! –La observe e inmediatamente dispare un aliento gélido, queriendo congelarlo o al menos apartarlo de su lugar, antes de comenzar a caer y aterrizar sobre un auto, aplastándolo como si fuese una bola de papel- GRRRRR… estas cosas… comienzan a agotar mi paciencia…

por Rony & Carlos Miér Nov 25, 2015 2:05 am

Esta persecución doble solo termino llevando a todos a las zonas más mecanizadas y profundas de la base, un área que podría considerarse como las cañerías, subterráneo o calderas de la base…aunque sin tanto calor en este último caso. Además del ruido de los pasos (exceptuando Carlos que en ese estado flotaba) se escudaban los gritos de cada uno, tratando de convencer a su presa que se detenga, en caso de Carlos eran más que nada insultos, mientras que Rony y la joven Union Saber solo buscaban convencer (esta última, al dúo de Tamer y Digimon y en ocasiones con algo de ferocidad). En fin, toda aquella persecución termino cuando por un puente metálico, bastante largo, recto y con áreas de poca o nula iluminación; la Master Jokermon logra escapar de Carlos, dejando al mismo furioso y confuso, empezando a mirar en todas direcciones en busca de su desaparecido adversario - ¡¿pero dónde estás, cobarde?! – se queja mientras tanto con notoria ira y frustración…aunque en su nivel actual jamás hubiera sido capaz de lograr nada.

-¡Maldición Carlos! – Dice Rony apenas llega, algo cansado pero completamente disgustado, hasta donde está su compañero -¿¡Por qué escapaste así de la nada!? – con tono molesto aunque era más preocupación por su camarada.

-…lo…lo se…¡pero vi una quimera aquí! – ya algo avergonzado, más que nada por su debilidad. En el fondo entendía que Rony se preocupara por su bien estar, puesto eran como hermanos…pero su ego era demasiado fuerte y ahora estaba más que herido porque es verdad que con ese nivel no lograría nada, en ocasiones sentía que siempre terminaría así por ello le eran difícil resistir sus instintos de ir por adversarios fuertes. No porque conociera el nivel de su adversario pero nunca vio que una quimera sea de menor nivel que un Champion.

-¿¡Una quimera?!- sorprendido al inicio pero pronto más molesto, porque eso era un accionar suicida para alguien del nivel de su camarada. Logro resistir dar le un golpe por piedad, ya que conocía bien a su amigo como para saber que su ego ya estaba bastante herido….y bueno no siempre podía ser duro con él -…y ¿dónde está la quimera? – preocupado mientras mira para todos lados…pero solo viendo caños y oscuridad. Pero aunque ninguno de los dos conocía la ubicación del adversario, este no había huido solo se escondió de momento.

Con una personalidad infantil y una risa algo macabra que se escucha como eco por todo el lugar, Master Jokermon no tardo en atacar por sorpresa, desde arriba, al duo recién re-encontrado. Con una sonrisa tan grande como la del gato sonriente, y su enorme maso alzado en el aire, ya estaba a poco de aplastar a sus perseguidores como meras cucarachas – ¡¡Cuidado!! – grita la joven de los U.S. haciendo que ambos miraran para arriba, pero era muy tarde para que ellos pudieran reaccionar…por suerte la joven si podía y lo hizo. Ya con D-Scanner en mano, la muchacha evoluciona sin titubear y a máxima velocidad en un Sagitarimon –¡¡¡Judment Arrow!!! – dice con voz algo femenina, mientras esta en el aire debido al salto que realizo durando la evolución. Tres flechas de Chrome Digizoid, impactan en Master Jokermon, alejándole de aquel par, aunque no eliminando lo – ¡Queden se detrás!- les ordena luego de colocarse entre ellos y la quimera, que termino cayendo en el puente, a una corta distancia de ellos.

por cadejo Miér Nov 25, 2015 3:20 am

Luego de varias bajas y sacrificios, como consecuencia de aquel ataque inesperado y a gran escala de los Chaos Empire; los soldados del orden y la justicia por fin habían conseguido recuperarse del susto y empezar a contra atacar e incluso provocar algunos retrocesos de las fuerzas invasoras. La esperanza volvía a emanar un tenue rayo en el corazón de los soldados e incluso de los civiles que eran llevados lo antes posible a bunkers bajo tierra para su seguridad…pero aquella esperanza no duraría mucho para aquellos que peleaban en el frente. Levantándose con un poder más descomunal que el de sus hermanas, nuevas bestias emergían de las fauces del Chaos y la destrucción, criaturas retorcidas y cuyo único deseo era la aniquilación de todo, las denominadas Reyes Quimeras. Aquellas criaturas de aspectos variados era la máxima culminación de las quimeras de primera generación; armas vivientes despojadas de toda emoción y obligadas a servir a los Chaos Empire hasta el fin de sus días. Eran diez hermanas en total, todas dotadas de cualidades únicas y llevadas a aquella fiesta en la Ciudad Central…aunque por suerte no todas terminarían por ser liberadas al mismo tiempo.

Zona Norte/ Wuan Wu

Distrito Deep Saber:: Era claro que un ataque organizado era la única posible salida a aquella situación, pero era difícil coordinarse en tal caos. Si no eran atacados por tropas enemigas, en las cuales estaba el Metal Seadramon, una gran desventaja puesto entre los defensores de la ciudad no había muchos Megas; era la espantosa y poderosa quimera la que los atrapaba con sus diversos tentáculos, para arrastrar los al fondo, terminando por volverse su cena.

-¡¡Honey Wave!! ¡¡Sweet Kick!! – realiza una combinación de ataques para proteger a unos Digimons heridos de las garras de aquellas viscosas quimeras…aunque por desgracia cada cortada solo provocaba que aparecieran dos más de estas, por suerte solo debía ganar tiempo mientras los Chamelemons, que lograron sobrevivir, se llevaban a los heridos…desgraciadamente esta técnica de rescate era mucho más arriesgada que antes…pero un Union Saver no puede negarse a ayudar al necesitado. Desafortunadamente en una batalla de esta magnitud uno no tiene un solo adversario. Sin aviso alguno, uno de los tentáculos de aquella espantosa quimera Rey rompe el suelo de madera del muelle y de un manotazo le manda a volar, a la mariposa Digital, contra unas cajas las cuales terminan cayendo le encima, restringiendo sus movimientos y lastimando una de sus alas. Aunque no lo pareciera, aquel destino fue el mejor ante el encuentro con las extremidades de aquella quimera hambrienta de data, en si se podría decir que la quimera fallo en su ataque.

-¡¡jeje, insecto insignificante!!- dice el Metal Seadramon con total arrogancia, al tiempo que lanza el golpe final sobre el Butterflamon, con un golpe de su pesada cola – ¡¡ni se te ocurra!!¡¡Dope Cancel!! – grita el Hyogamon algo herido pero dispuesto a seguir peleando hasta el final. Al bajar los atributos del Mega, aunque sea un poco, logra usar su puño congelante para desviar el coletazo del adversario, salvando a su camarada, y al mismo tiempo, logrando destruir parte del cargamento que le evitaba moverse con libertad…aunque de momento no sería capaz de aprovechar su ventaja área. Corrieron más suerte que la de los Chamelemons, que a pesar de su invisibilidad fueron atrapados por los tentáculos de la quimera Rey, quien no tardo en llevarlos al fondo para acabar con sus vidas.

Distrito Jungle Trooper - Ancient Tree:: -¡¡Ear Lancer!! – se escucha decir a un destello rosa que pasa con rapidez alrededor de todos los pequeños subordinados de Dersy, casi al mismo tiempo que cada uno emite un quejido de dolor intenso antes de volverse datos y por ultimo Digitamas. Sorprendida por la escena y sin poder reaccionar a tiempo ante las acciones de esta misteriosa adversaria (el género se nota en su voz), la joven emisaria del caos, solo puede quedarse estupefacta al ver como su nueva enemiga deja el suelo de un salto y cae sobre la cabeza de su querido Ex Tiranomon, solo para que luego de las palabras -¡Carrot Bakudan!- la ahora revelada, por un breve instante, Bitmon; lanzara dos zanahorias granadas en la boca de su adversario; terminando por saltar, con una voltereta, de la cabeza de aquel dinosaurio de juguete. Termino por girarse para ver le caer de espaldas al ExTyranomon ante el daño interno por la explosión de aquellas armas tan inusuales en la Tierra, pero moneda común en este mundo.

-¡¡Mi pobre Tyra!!- grita aterrorizada por lo ocurrido a su querida mascota – ¡¡Maldita coneja!!¡¡Tú inútil, acaba con ell…!! ¿!heee?! –Grita indignada y seriamente molesta l inicio, aunque intentando delegar su venganza a su quimera subordinada…pero cuando ve la situación de su quimera, simplemente queda sorprendida y asqueada, evitando que termine de dar al orden.

Mientras la pequeña coneja rosada se encargaba de los Digimons subordinados, era su compañero el que se encargaba de la quimera…o mejor dicho la mantenía ocupada. Aquel ser mitad Volcamon y mitad Skull Meramon, se encontraba estrangulando a un indefenso Digimon, o al menos eso hacia hasta que de la nada un queso añejo le explota en la cara. El ardor en los ojos de la quimera por parte de aquella extraña granada comestible, provoco que soltara por instinto a su víctima e intentara con sus manos llamenantes, arrasar con la molestia en sus ojos; aquel acto también provoco que retrocediera un paso para atrás, poco pero lo suficiente para que continuara la táctica de sus misteriosos atacantes, los que se estaban ocultando en unos arbustos cercanos. En las metas de estos héroes estaba salvar al Digimon, pero su naturaleza también le llevaba obligatoriamente, a realizar un ataque de gran incomodidad (aunque siendo quimera no lograrían provocar ninguna emoción, pero igual sentirían una satisfacción personal al hacer lo de todas maneras) y asquerosidad sobre el enemigo. Detrás de la quimera, esperando todo ese tiempo que retrocediera, estaba una rosada mier….bueno gracia digital; un obsequio asqueroso dejado por la técnica de un Tyumon que junto a su tamer, planearon el resbalón que sufrirá su objetivo al retroceder un solo pasó. En cuanto fue pisado aquel regalo, la quimera termino por resbalar por su viscosidad, cayendo de espalda al piso. Aquel suceso era todo lo que el equipo esperaba (en sentido táctico y por placer personal). Con el enemigo en el suelo, el tamer se apresuró a sacar al Digimon herido del lugar, aunque no sin antes provocar la evolución de su compañero. Aquella habilidad de pasar rápido de un Rookie a un Ultimate, era una clara muestra de destreza, capacidad y el largo tiempo que ambos pasaron juntos al punto de que su lazo de amistad le permitiera eso. Habiendo entrado a la escena como un mero roedor rosa de aspecto algo gracioso y feo, ahora nuestro segundo héroe digital tomaba la forma de una extraña y ruda criatura rosa, que protegida por un tacho de basura como armadura (y su tapa como escudo), no le daba cuartel a su adversario . Justo al mismo tiempo que termina su evolución, la quimera se empezó a levantar, desafortunadamente la lluvia de abono (para ser menos vulgar) que salía de la bazooka del Gerbemon, no tardo en sepultar a la monstruosa criatura…aunque no necesariamente eso sería algo letal, menos para un ser sin sentimientos. Pero al menos quedara en claro la reacción de Dersy al ver a su subordinado bajo esa montaña de “regalos”.

Zona Sur/Zhu Qiao

Distrito Nightmare Soldier:: En un área tan tenebrosa y algo tétrica de la ciudad, sería difícil para un novato distinguir entre los civiles y los enemigos, después de todo varios civiles eran seres muy aterradores. Por Suerte las tropas de los Union Saber, destinadas a cuidar aquel distrito, reconocían con facilidad a sus aliados y a los inocentes, por lo que tardaron en tomar medidas defensivas ante él ataque, resguardando a los indefensos y levantando barricadas para contrarrestar los ataques de las quimeras.

-¡Ren! ¿Qué tal van las comunicaciones? – dice, el aparente jefe del escuadrón, a un subordinado que estaba unos pasos más atrás, el cual se mantenía algo cubierto para proteguer el dispositivo de comunicación (una especie de radio de largo alcance) al tiempo que intentaba conseguir respuestas de la central. El líder era un joven de alrededor de dieciocho o veinte años, tez pálida como la luna, cabello rubio algo enrulado y su presencia emanaba un aire de misterio debido a la máscara de cerámica que cubría sus ojos y recorría el perfil derecho del joven (me sería difícil decir si esto era parte de un disfraz o su vestimenta habitual). Su uniforme, mas estético y elegante que el de los otros escuadrones de los distritos de la ciudad, hacia bastante juego con la máscara del joven, dando un estilo victoriano a todo su atuendo. Aunque claro los demás seres que le ayudaban detrás de aquella barricada también poseían un uniforme similar o un atuendo semejante, lo único que denotaba su rango eran unas líneas doradas en sus mangas. El joven que estaba con la radio intentando comunicarse con alguien, poseía un aire más mecanizado antiguo o mejor dicho steampunk, más que nada por sus guantes de cuero gruesos y sus googles con engranes decorativos, y que en si sus lentes poseían un cierto aumento haciendo que los demás vean sus ojos de un tamaño algo anormal. En cuanto a sus características físicas, poseía ojos negros y profundos (aún más por el aumento de la pieza ya mencionada); pelo azul largo y algo desprolijo pero gracias a que lo mantenía recogido parecía más estético y elegante que lo que en realidad era; a pesar de tener diecisiete su altura era baja, pero eso le ayudaba en su trabajo de mantenimiento a la hora de estar en lugares estrechos; por otra parte su cuerpo estaba mejor formado que cualquiera otro en esa barricada, también por los diversos trabajos de mantenimiento que realizaba en sus rondas – ¡aun nada, señor! – le responde con respeto a su jefe, mientras sigue intentando conseguir algo cambiando de señales – ¡argg! – protesta entre dientes su líder, ante las noticias *si tan solo pudiéramos comunicarnos, podríamos coordinar mejor la defensa de la ciudad* piensa durante su breve protesta por la mala suerte – ¡mantengamos esta área segura hasta que los altos mandos puedan contactar nos!- animando a sus compañeros, para que no estén como él en el fondo.

-¡¡¡haaaa!!!! – un grito se escucha a lo lejos, llamando la atención de todos los soldados. Corriendo espantado y con lágrimas en sus ojos, llegas hasta ellos un joven, quien se apresura en resguardarse detrás de los soldados – ¡hey! tranquilo, ya estas a salvo – le dice una Digimon al muchacho, el cual ya se había puesto en posición fetal y empezado a mecer hacia delante y hacia atrás. Pero las palabras no lograban atravesar el pánico que invadía a este chico, y el contacto físico de la mano del Digimon sobre el hombro del joven fue interrumpido por los gritos molestos de un Digimon que estaba viniendo de la misma dirección por dónde provino el humano – ¡¡¡GAPA MALDITO Y ESTUPIDO COBARDE!!! ¡¡Primero corres de tus propias quimeras y ahora te resguardas con el enemigo!! – irritado el Baromon. Aquellas pablaras no tardan en hacer eco en las mentes de los Unions Savers, quienes ahora se percatan que el joven portaba el uniforme de sus enemigos. Aunque todos al inicio dan un paso atrás, pronto reaccionan de manera más ofensiva, rodeando a Gapa; mientras otros se preparan a hacer frente al Baormon - ¡¡Maldita escoria!!- dice un Ogremon, tomando al miembro de los Chaos Empire por el cuello - ¡¡ahora te hare pagar por tus atrocidades!!- actuando emotivamente, sin poder escuchar las ordenes de su líder que le indicaban soltar al prisionero…aunque en el fondo también quería algo de venganza por toda esta carnicería. Por desgracia aunque las amenazas del ogro trajeron la atención del joven a al realidad, el hecho de escuchar esas palabras sumado a la cara del Digimon y el clan al cual pertenecía el mismo como los demás seres que le rodeaban, solo provoco un aumento en la tensión y pánico del muchacho, llevando le a un inevitable colapso mental. Aquella pérdida de conciencia y expulsión de espuma desde su boca, no disminuyeron las ansias de venganza de Ogremon, pero sí lograron ganar unos minutos para que el spirit del joven despertara y se hiciera cargo de la situación. Un aura oscura rodeo a Gapa y un sentimiento de terror recorrió los huesos de todos los soldados del bien…pronto ellos contemplarían porque este asustadizo tamer fue mandado a aquella área.

Distrito Wind Guardian:: -¡¡¡hermano!!! – grita una PIyomon mientras es empujada por su hermano Falcomon, para salvar la de las garras de una quimera (Cuerpo y garras de Devidramon; un par de alas de Angemon; cola de Garurumon; pie izquierdo de Tyranomon; pie derecho de Stegomon; cabeza de Birdramon, pero con el caneo como mascara de Airdramon). Con sus ojos llenos de lágrimas, la pequeña pájaro rosada, solo puede ver como el tiempo parece ir más despacio mientras las garras de aquella criatura atraviesan el estómago de su hermano, terminado por volverlo solo datos. Sin intenciones de dar un momento de luto a la joven Piyomon, la quimera no tarda en echar su mirada en ella, que ahora se encontraba indefensa y paralizada por la perdida y el miedo; en resumen incapaz de percibir bien la realidad –¡¡¡graaaa!!! – se le escucha rugir a la bestia antes de lanzar su zarpazo…pero antes que este logre dañar a la joven Digimon, seis aguijones, afilados como navajas, atraviesan los puntos vitales de la quimera, provocando que entre en shock y quede considerada como muerta por un buen rato. Luego de que el cuerpo de la quimera es echado a un costado, se logra divisar la figura del héroe, un Crhysalimon, quien aunque salvo la vida de aquella Digimon, lamenta enormemente no haber llegado a tiempo para ayudar al Falcomon. Este miembro de los Unions Saver, demuestra ser de confianza en cuanto se observa el símbolo del clan tatuado en su coraza, más específicamente en su hombro izquierdo. Aunque había palabras de consuelo en su mente, le Digimon es incapaz de decir nada por su orgullo dañado al fallar en proteger a ambos civiles, por lo que simplemente se dispone a sujetar a Piyomon con sus tentáculos, dándole algo de consuelo con su cuidadoso abrazo….aunque no fuera mucho; y planeando llevar la a un lugar más seguro, con otros miembros del clan que ayudaban a la evacuación de los civiles a los bunker subterráneos. Aunque seguramente en el fondo estaba agradecida de ser salvada, la probé Digimon aún estaba en shock por todo lo ocurrido y simplemente se queda inmóvil como si solo fuera una muñeca de trapos…motivo por el cual no logra avisar a su salvador de la enorme espada que se alza sobre su espalda, dispuesta a quitar la vida de ambos Digimons de un solo golpe –¡jajajaja…escoria! – dice la siniestra figura que estaba dispuesta a ser el verdugo de ambos seres. El Chrysalimon no tarda de intentar voltearse para ver a este nuevo enemigo, pero no llegaría a visualizarlo, puesto la espada ya estaba en curso y claramente esta llegaría primero a su cabeza que sus ojos a visualizar la identidad del atacante…por suerte un nuevo aliado, y antiguo rival de aquel verdugo, no estaba dispuesto a ver morir más de sus camaradas a manos de aquel Digimon -¡¡¡HAAAAA!!!- grita este nuevo salvador, envistiendo al verdugo justo a tiempo, evitando por centímetros que esos dos Digimons fueran cortados como mantequilla. Chrysalimon permanece atónito ante todos esto por unos minutos, siguiendo con la mirada la trayectoria de aquellos dos entes digitales, esperando poder contemplar a ambos para diferenciar a su aliado y a su enemigo…aunque lo que más le motivaba a no moverse era la mera curiosidad y el regreso de su mente a la realidad, luego de que esta entrara en un pequeño estado de pánico por su posible muerte.

-¡¡Ya deja de involucrar a otros!! - grita salvador mientras aún se aferra a su adversario, esperando chocar contra algún edificio, pero este no tarda en recuperar algo de noción sobre lo ocurrido y le golpea con ambas manos la espalda , provocando su separación y mandando al héroe unos metros para abajo. Es en estos momentos que los espectadores pueden contemplar que ambos contrincantes eran un Dinobeemon (el bueno) y un Butenmon (el malo). Es luego de divisarlos y reconocer a su aliado, que Chrysalimon continua con su deber y se apresura en llevar a la Piyomon a un lugar seguro.

-¡¡Esto es una guerra no una batalla de dos Digimons!! – volando hacia abajo, en dirección a Delta (Dinobeemon), utilizando su técnica “Dance of the Sun” para partirlo a la mitad. Para escapar de aquel destino fatal, Delta usa su técnica ”Hell Masquerade” moviéndose a tal velocidad que deja un imagen pasada de cuando estaba cayendo, la cual es atravesada por la espada de Gir (Butenmon) como si fuera un fantasma – ¡Lo es hasta que diga lo contrario! – Grita Delta, con algo de furia, mientras aparece al costado del Butenmon, propinándole un puñetazo en el perfil izquierdo, que le manda a volar unos metros…pero sin lograr realizarle ningún daño significativo por culpa de su dura armadura –jejeje – ríe entre dientes algo emocionado.

Zona Oeste/Bai Hu

Distrito Metal Empire:: -¿¡cómo se supone que detengamos esa cosa?!- algo temeroso ante el tamaño e intimidación que provocaba la figura de aquella quimera. Assaultmon estaba feliz matando quimeras y unidades de los Chaos empire, después de todo era lo único divertido de su día…pero reconocía que aquello estaba fuera de su liga, no veía ninguna chance de ganar. Por suerte su orgullo le evitaba retirarse, pero no que el miedo le traiga dudas a su juicio, sin ser capaz de pensar con claridad.

-no lo hacemos – le responde con todo frio, mirando fijo a la quimera que empezaba a moverse (mediante levitación) en dirección al centro de la ciudad. Aquellas palabras solo provocaron una sorpresa en Assaultmon, quien rápida y emotivamente trata de contradecir a la Deva, asegurando que como Union Saver no podía dejar ir libre a tal monstruosidad…claro que le encantaría hacer lo, pero de nuevo su orgullo no le dejaba. El centauro mecánico estaba a punto de mandarse a la caza, pero Pajiramon le detiene – es claro que su poder es el de un mega o superior, no hay nada que los dos juntos podamos hacer para detener esa quimera….pero podemos evitar que cause más muertes –siendo estas últimas palabras las que detienen a Assaultmon, dejándolo en la duda y con curiosidad – Esta es una zona prácticamente deshabitada. Solo debemos mantener lo aquí todo el tiempo posible – explica de manera rápida y concisa. Era verdad, aquel distrito era más que nada una zona industrial, llena de fábricas y depósitos de almacenamiento. De hecho considerando el daño que provoco al caer y el que realizaba al moverse (por su inmenso tamaño y sus cañones que destruían con facilidad los edificios que le estorbaban), era casi un milagro que no hubiera matado a nadie aun, todo porque no había nadie a quien lastimar en este distrito. Al final Assaultmon dio una rápida mirada alrededor, mientras comprendía el plan de la Deva, terminando por convencerse que ese plan era su única maniobra de acción – maldición, odio jugar al ratón – protesta con un tono humorístico, haciendo referencia al juego del gato y el ratón. Luego de aquellas palabras Assaultmon es el primero en mandarse a llamar la atención de la quimera, con Pajiramon siguiéndole justo detrás.

Distrito Nature Spirit – Bantyo Park:: La ayuda de los Royal Kinghts no era algo muy extraño para el líder de los Union Saver, después de todo ya hubo otras ocasiones donde ambos clanes pelearon hombro con hombro, aunque también hubo momentos donde eran adversarios dispuesto a matarse el uno al otro, quedando en claro que la confianza en los miembros de ese clan nunca sería absoluta; en fin, lo único que podría haber llamado la atención de Imperialdramon F.M., de ese momento, sería que un R.K. le solicite asistirlo en esta batalla, ellos no suelen hacer esas clases de comentarios, ni siquiera se presentan de no ser necesario, o si su ego no se los demanda. Incluso podría aplicarse a la mayoría de los guerreros del Digimundo, tomando en cuenta la catastrófica situación actual. Por todo eso es que Imperialdramon no tarda en deducir que aquel dinosaurio negro debía ser alguna especie de novato entre ese grupo de caballeros milenarios. Pero bueno al final todo el ataque parecía ser obra de los Chaos Empire, por lo que aceptaría cualquier ayuda de momento.

Volviendo a la situación de aquella creación artificial que escapo de su muerte y ahora estaba levitando en el cielo, con una mirada fija en quien destruyo su capsula y casi le mata. Aquella mirada y su estado inmóvil, indicaban claramente que ya había elegido su presa y solo esperaba que esta hiciera su próximo movimiento, puesto aun sin emociones las quimeras conservan suficiente intelecto táctico para tomar decisiones en batalla. Imperialdramon F.M. podía sentir y ver las intenciones de la quimera, no cabía duda que él era su objetivo…solo le quedaba asegurarse de que fuera el único que esa quimera podría tener. Cerrando los puños con fuerza, asegurándose de que la furia alimente su poder pero no le deje ciego en la batalla, el guerrero dragonico sale como rayo hacia la monstruosa quimera. Este líder no se andaba con rodeos, reconocía el poder que debía tener esa criatura y estaba obligado a acabar la antes de que hiciera algún daño a la ciudad. Con una velocidad difícil de seguir para los novatos, Imprialdramon F.M. llega en un abrir y cerrar de ojos hacia la quimera, dispuesto a pelear de momento a mano limpia. Por suerte para la quimera, esta fue creada previendo la batalla con seres de semejante poder y prestigio, por lo que logra mantener el ritmo del enfrentamiento como igual.

Mientras Imperialdramon F.M. se dirigía a enfrentar a aquella intimidante y poderosa quimera que le esperaba en el cielo, una horda de otras quimeras y subordinado de los C.E. eran atraídos por el orden que gobernaba en la plaza, puesto al tener a las dos cabezas del clan en un solo lugar permitía a esta área mantenerse en su mayoría intacta. Aunque amenazante aquella horda no sería rival para el sublíder de los U.S., aunque si le tomaría algo de tiempo reducirlas a cenizas. Es por ello que algunas unidades lograban pasar su defensa y llegar más adentro de la plaza, en especial un Allomon y su compañero Cyclomon, ambos dispuestos a generar la mayor cantidad de bajas civiles y de los U.S. posibles.

-jejeje, con esos dos ocupados será fácil reducir este lugar a cenizas – Dice el Allomon –tsk, nunca me gustaron estos héroes de leyendas – comenta el Cyclomon mientras destruye una de las estatuas sin dudar.

Zona Este/Qing Long

Distrito Dragon´s Roar – Roar Coliseum:: Luego del parque que era protegido por las cabezas de los Union Saver, se podría decir que el Coliseo era el Segundo lugar más seguro de la ciudad. Prácticamente contando con un ejército personal, conformado por todos los luchadores que asistieron ese día a las grandes batallas. Eran pocos los secuaces del Chaos Empire que lograban mantener el ritmo de esa batalla sin cuartel; apenas las quimeras más fuertes lograban ser rival para todos esos energéticos y apasionados luchadores digitales, sin considerar a algunos miembros de la unidades Bantyo de los Union Savers…aunque sus aspirantes debieron conformarse con la tarea de proteger a los civiles de quimeras casi inofensivas, criaturas que eran más una molestia que una amenaza.

-¡¡arg!!¡Esto es una burla! – se queja el Flamon luego de dar un golpe fulminante a una quimera que iba hacia los civiles y que sus compañeros pasaron por alto, debido al número de esas criaturas – por fin llegas – le reprime su compañero Starbimon, quien a diferencia suya obedeció la orden de sus superiores desde el inicio y protegió a los civiles mientras Flamon buscaba pelea entre los adversarios más fuertes – ¡caya! ¡Que les salve de esa quimera que se les escapo! – Refunfuña con mal humor, al tiempo que se cruza de brazos y desvía la mirada –esa es una de las tantas que te correspondían, mientras estabas en tu casería sin sentido tuvimos que lidiar con tu parte del trabajo – algo más enojado y molesto. Esas palabras provocaron más malestar y molestia al Flamon, quien solo resoplo y continuo con su postura evasiva.

Entonces un gran estruendo y una sacudida de todo el edificio y posiblemente la isla, se siente de golpe. Un miedo y preocupación instintiva se activa en todos los Digimons de la zona –¡¿Qué…que…que fue eso?!- con algo de temor en su voz, mirando inicialmente hacia delante en dirección de donde se sintió más fuerte el ruido seco, luego procediendo a mirar a su amigo – Vino de la arena central – lo único que consigue responder sin dejar de mirar en la dirección de donde estaba ese lugar.

-¿que fue eso?- dice un Togemon que hace unos instantes estaba peleando con algunos enemigos en la arena central, cuando de la nada una onda de aire le tumba y manda contra las gradas, al igual que a los demás luchadores del lugar – fue otras de esas malditas capsulas…- protesta un Leomon mientras se frota la nuca y se reincorpora despacio - …debe ser otra de esas estúpidas quimeras - termina por decir mientras abre uno de sus ojos en dirección al centro de la arena, donde cayó la capsula. Como resultado de la caída y cubriendo de momentos al enigmático enemigo, había una leve cortina de polvo, en el cual dos destellos royos hacen notar que el nuevo contrincante aún está vivo.

Distrito Virus Buster:: -¡¡No dejen que se acerque!! – ordena Metallife Kuwagamon, indicando con la mano a sus subordinados que se dispersen en grupo para atacar de diferentes flancos a aquella redonda y pequeña quimera. Mientras sus tropas se preparan lo más rápido posible, su líder opta por tomar la parte más peligrosa de aquella estrategia. Sin dejar que el miedo le invada, este valiente insecto metálico, camina sin titubear y con la cabeza alta contra la quimera, llamando su atención por ir de frente a combatirla – No sé si puedes entender mis palabras, pero como autoridad de los Union Saver te ordeno que retrocedas y regreses por donde viniste, de lo contrario serás exterminado –con tono serio, ganando algo de tiempo. Era claro desde antes que aquellas palabras no serían nada más que ruido sin sentido para una quimera, por lo que no fue raro que esta siquiera caminando hacia su nuevo adversario, con completa confianza -…de acuerdo, si eso es lo que decides – dice con el mismo tono pero voz algo más baja, como si lo dijera para si mismo. Comprendió el andar de la quiera como una señal de que no se retiraría - …Emit…Blade!! – empezando con un tono bajo y luego saliendo como un grito mientras se manda de un salto con gran fuerza, hacia delante, dispuesto a cortar al quimera con las navajas de energía que salían de los dedos de sus manos. Aunque aquel golpe podría ser frenado sin problema por la quimera, esta no lograría prever que era una mera distracción. Al instante en que ambos contrincantes ya estaba a uno centímetros el uno del otro, varios ataques de energía diversos, fueron enviados hacia la quimera, dando la señal al jefe de aquella escuadrilla de los U.S. que debía retirarse un poco. Sabiendo que aquellos no vencería a tal criatura, Metallife Kuwagamon se dispuso a dar su grano de arena en esta táctica de entretenimiento. Casi al mismo tiempo que dio un impulso para atrás, esquivando el ataque combinado, realiza su técnica “Homing Laser” que consistía en disparar, desde sus dedos, varios rayos de energía que perseguían a su objetivos hasta impactar les…tal vez no lo suficiente para matar pero si para detener…de momento.

Zona Central/Huanglong

Great Park:: La llegada de una aliada era justo lo que necesitaría el Deva, puesto aunque las cosas aún no se habían salido de control pronto las cosas podrían cambiar. Observando desde un tiempo breve, sobre una de los puestos del parque, estaba un Clockmon, que no hizo esperar su presentación ante los dos Digimons, y los pequeños que se resguardaban detrás del Deva – Jejeje, que suerte pensé que esta área estaba desierta – con arrogancia y notoria malicia. Puede que este adversario no sea rival en poder ante los dos defensores del parque, pero su técnica que permitía disminuir el tiempo en los cuerpos de sus adversarios, y las dos quimeras que aparecen de entre las sombras, en el camino entre él y sus futuros dos adversarios; seria todo lo necesario para igualar la batalla y dar le algo de diversión de momento…ya los aniquilaría cuando se aburriera de ellos.

Su estrategia era clara para él y sus dos secuaces. Clockmon provocaría una alteración del tiempo en sus adversarios o sus ataques y así ayudaría a sus dos quimeras gemelas, quienes se encargarían de provocar dolor en cada golpe. A casi me olvido, estas dos criaturas idénticas, son seres con cuerpo de Grappu Leomon (torso y brazos), cabeza de Hanumon, manos de Gryzmon, piernas de Boarmon además de la chapa metálica que este posee en su cabeza, y su cola como una segunda cola; los cuernos y capa de Bullmon. Ambos poseían todos los ataques especiales de aquellos Digimons que los conformaban y su nivel podría variar de ultimate a mega, como si fueran una armor especial – jejeje, juguemos un poco – empezando el enfrentamiento. También habría que recordar que en caso de apuro, solo deberían poner a los bebes como blanco, y que aquella criatura de 4 brazos aún estaba rondando por el parque.

Base de los Union Saver:: En el exterior una contienda con quimeras lleva a la derrota de varias a manos de tres héroes, pero ni estos fueron capaces de vencer a la enorme y poderosa amenaza que cubría el cielo y estaba a pocos minutos de acabar de una vez toda la base de los U.S.; incluso con la ayuda de un extranjero, toda parecía acabado.

Mientras en el interior un joven y su débil Digimon dependían del poder de una joven integrante de los U.S. para evitar ser devorados por la quimera que ayudo a llevar este infierno a la ciudad…y cabe mencionar que en todo esto, nuestro otro héroe, portador del Spirit de Gokumon, termino perdido en su propia base – ¡¡¡pero donde movieron las escaleras!!! – mientras corre como desesperado por los pasillos de la base, confundido, puesto los portones de protección le dificultaban la movilidad de un área a otra de la base, y modificaban la estructura de los pasillos. Si podría ir rompiendo las paredes…pero teme que luego le den la factura.

Central Park:: Su identidad había sido descubierta, aunque tampoco planeo mantener la tapada por mucho tiempo. Podía notarse en la cara de ambos y sus tonos, que sus dos amigos (según él) estaban estupefactos y/o enojados por la noticia. Al inicio no les vio llegar, fue después de que se despejara la nube de polvo que logro escucharlos y ver les. Este encuentro fue una pequeña y grata sorpresa para Cadejo, aunque antes de saludar sus ansias de vencer a un amigo le llevaron a responder a Digimon azul -pues la verdad, si te equivocas. Había aclarado cuando se rompió, que mi Digivice no era verdadero, no es mi culpa que tuviera que retirar antes de que pudiera cumplir mi palabra y contar les mi verdadero nombre – dice con un tono relajado y confiado, como si no fueran enemigos, sino buenos amigos – ¡ha! y las quimeras no actúan así solo ante mí, sino ante todos mis subordinados también, jejeje – agrega, finalizando con una risa engreída. Para entonces dejo de acariciar el mentón de su creación, la cual miraba con fiereza a aquel dúo, dispuesta a atacar en cuanto le dieran la orden –bueno es mejor tarde que nunca, jejeje – extendiendo las manos mientras sus palmas miraban hacia arriba. Su risa no indicaba nada bueno, aunque su plan se aclaró en un instante cuando todo monitor de la ciudad se prendió por si solo y comenzó a emitir estática, inicialmente. Entonces de la nada aquella lluvia de grises desapareció y en su lugar apareció la imagen del joven, una transmisión global y en vivo para dar un solo mensaje – ¡Yo soy Cadejo Shiroi! ¡Lider de los Chaos Empire!...y espero que disfruten ¡De la Kimera Pary! – luego de ello varias tomas de las quimeras destruyendo la ciudad o erradicando las tropas de los Union Saver, se proyectan en la transmisión, antes de que esta se corte. Aunque seguro que ese dúo debió ver aquello de reojo, puesto comprenderían que debían estar atentos al villano que se les había presentado con un tono engreído y perturbadoramente siniestro –y ¿ustedes son invitados o anfitriones? jejeje- diciendo de manera indirecta si estaban en su contra o a su favor, respectivamente.

por Sigrun Vinter Dom Dic 06, 2015 4:02 pm

En la base de los Union Saver, la enorme quimera lanzó una especie de rugido metálico de furia, mientras sus ojos en la cabeza de Phoenixmon se iluminaban de un rojo intenso. El ataque de BlackMetalGarurumon lo había dañado pero no lo suficiente para derrotarlo, a simple vista parecía que no le había hecho gran cosa y que solo lo había hecho enfadar.

La quimera empezó a cargar otro ataque, dispuesta a borrar de la faz de la tierra, no sólo a la base, sino también a aquellos que estaban fuera. Abrió su pico y lanzó una especie de rayo de luz o de calor, que descendía como un cometa dispuesto a eliminar a todo aquel que se cruzase en su camino.

Cuando todo parecía perdido, cuando parecía que nada podía frenar aquél rayo a tiempo, una gran llamarada cruzó el cielo impactando en el ataque de la quimera, haciéndolo estallar antes de que llegara a su destino, y que además debió de provocar un pitido de oídos a la quimera por su cercanía a la explosión.

Segundos después, un gran pájaro de fuego que rivalizaba en tamaño con la quimera, apareció en el cielo volando a toda velocidad con sus cuatro alas ardientes. Sin ni siquiera frenar, el ave de fuego embistió a la creación del Chaos Empire, logrando que retrocediera algunos metros y permitiéndole interponerse entre la criatura y la base.

- ¡No permitiré que destruyas este lugar ni hieras a humanos y digimons!- dijo la gran ave de fuego, que en los analizadores de los digivice era reconocida como Zhuqiaomon.- ¡¡Antes deberás enfrentarte a mí!!

…

Sigrun

Cadejo, el líder del Chaos Empire. ¿Por qué tuvo que aparecer en un día así? Mientras él hablaba, yo sólo pensaba en una manera de derrotarlo. ¿Derrotarlo? ¿En qué estoy pensando? Se trata del único tamer capaz de desafiar a Ralian y salir vivo, yo no tengo poder para poder enfrentarme a él.

Pero puede que tenga una oportunidad, no veo a Commandramon, tal vez se esté ocupando de otra zona de la ciudad. Ahora mismo sólo lo acompaña esa quimera, y creo que AeroVeedramon podría derrotarla. ¿Pero qué haré si acude Commandramon mientras yo peleo con la quimera? El único que podría hacer algo contra Darkdramon…

Metí la mano en mi bolsillo disimuladamente, mientras de reojo veía el mensaje de Cadejo por los televisores de la ciudad. Si pudiese mandarle un mensaje a Ralian… Desgraciadamente no pude hacerlo, algo debía de estar interfiriendo e impidiendo que pudiese pedir ayuda. El Chaos Empire debió de haber bloqueado las comunicaciones de los Digivice, para impedir que Ciudad Central pudiera recibir cualquier tipo de ayuda del exterior. Realmente saben cómo sembrar el caos.

AeroVeedramon y yo estamos completamente solos contra Cadejo, y hay que hacer algo antes de que a Commandramon se le ocurra venir aquí. Si le quito su digivice podré impedir su evolución matrix, pero antes debía destruir a esa quimera y no pienso contenerme.

- AeroVeedramon- le llamé, tratando de mantenerme tranquila para poder luchar mejor- Es hora de que este lugar recupere su equilibrio. ¡Adelante!

Sin perder tiempo, mi compañero se lanzó al ataque contra la quimera y Cadejo mientras cargaba de energía las cuchillas de sus brazos. La quimera gruñó y yo pensé que trataría de frenar el ataque de mi compañero, pero no fue así.

Algo embistió contra mi compañero y lo mando hacia atrás con gran fuerza. Tuve que apartarme para no ser aplastada por AeroVeedramon. Cuando miré a donde estaban Cadejo y la quimera, vi a un digimon aterrizar delante de ellos, tenía aspecto de centauro con una armadura roja.

- ¿Un Sleipmon?- murmuré.

Conocía a esa especie por los libros de la biblioteca de la base, pero este tenía algo distinto. Su cabeza estaba cubierta por un casco, y algunas zonas de su cuerpo parecían mecanizadas.
Cuando AeroVeedramon se levantó miró a su nuevo adversario, y para mi sorpresa, retrocedió un paso.

- ¿AeroVeedramon?- le miré preocupada, su rostro parecía que expresaba dolor, aunque él trataba de ocultarlo.

AeroVeedramon

Sufrimiento, muerte, desesperación… digimons que mueren a mi alrededor. ¿Por qué? ¿Por qué las imágenes de mis pesadillas aparecen ahora? ¿Por qué justo ahora que aparece esa nueva quimera?

- ¡Son demasiado poderosos! ¡No podemos con ellos!
- ¿Es nuestro final? ¿Moriremos aquí?

Esas voces… ¿Quiénes son? Puedo sentir su desesperación, su miedo… pero también me siento culpable al escucharlas. ¿Pero por qué? Si al menos pudiese poner rostro a esas voces...

DarkTyrannomon

Imperialdramon es muy valiente, esa quimera da mucho miedo y él se lanzó contra ella sin dudarlo. ¿Cómo podría ayudarlo?

Al mirar hacia Valkirymon, me di cuenta de que dos digimons habían logrado atravesar su defensa y ahora estaban destruyendo todo lo que encontraban a su alrededor. Eran un Allomon y un Cyclomon, estaban a mi mismo nivel pero me superaban en número. Aún así no pienso retirarme. Tengo que ayudar a los Union Saver, esa fue la orden de Sigrun. Tengo que ser valiente.

- ¡Spino Darts!

Las espinas verdes de mi espalda salieron disparadas como dardos que cayeron sobre los dos digimons.

- ¡No permitiré que destruyáis lo que os apetezca!

por Luna Kobayashi Lun Feb 01, 2016 6:08 pm

El padre de Luna, poco a poco, se había alejado de las zonas derruidas, procurando llegar a su destino. Muchos biohíbridos infiltrados habían roto filas, asustados por el ataque. Pero sólo eran soldados, fuertes, pero soldados que no eran necesarios y de los que no se preocupaba. Le daba igual su suerte. Lo único que importaba era que ya estaban dentro del mundo digital. Los pasos posteriores serían cruciales para no despertar las sospechas de los clanes que podrían borrarles de un plumazo, así que en principio, la presencia de Digital INC debía ser invisible. Blackgatomon escoltaba celosamente al padre de Luna, pero de vez en cuando se giraba.

-¿Buscas algo en particular?

-No, señor-mintió ella.

-Ve. Échale un vistazo a mi hija de paso, quiero saber si al final del día acaba muerta porque no corrió lo suficientemente rápido o se quedó parada de miedo mientras una quimera acababa con ella.

La gata asintió y se puso en marcha.

***

Leonardo incluso desde su posición bajo los escombros había notado cómo la temperatura ambiente caía, e incluso había hielo adosado sobre la roca que lo atrapaba. Al menos las llamas de los edificios derruidos había sido apagadas con aquel aliento gélido. Leonardo no podía saber mucho desde esa posición, tan sólo podía presuponer que aquel fogonazo de luz junto a aquel ruido era un ataque muy poderoso bastante cerca. Trató de moverse, intentar buscar a Luna y Flora -la tamer se asustaba con simples tormentas, seguramente estaba completamente aterrada y sin ser capaz de moverse, o eso pensaba Leonardo- pero no le daban las fuerzas.

***

Luna abrió mucho los ojos ante la aparición de BlackMetalGarurumon y de Zhuqiaomon, dejando escapar un suspiro aliviado al ver cómo los ataques de ambos digimon conseguían hacer que la quimera rugiera. Luna se fijó en que el aliento helado había entumecido las alas de la kimera hasta el punto de ir completamente desnivelada, como si cojease. Por supuesto, en cuanto a BlackMetalGarurumon ella no sabía el nombre, ni si aquel digimon era de un tamer -pues, Luna no había visto nunca a Scott en su forma matrix-. “Bueno, al menos una cosa sabemos. Va en contra de mi enemigo. Y como comúnmente se dice, el enemigo de enemigo es mi aliado” pensó Luna, cayendo de rodillas porque sus piernas no podían dejar de temblar tras el susto. Zhuqiaomon en cambio, tenía una voz que le resultaba muy familiar, y de hecho, no podía olvidarse de cómo cuando lo necesitaron, también había resurgido.

-¿Hawkmon?-se preguntó, aunque estaba bastante segura de que era él.

Esta vez la quimera sí esbozó una especie de rugido, encolerizada. Parecía que la aparición de digimon que sí eran rivales para ella la había despertado. La madera que cubría aquel cuerpo crujía atronadoramente. Las tablas de madera se abrieron dejando paso a unos cañones a sus costados (Surprise Cannon-AncientTroiamon) que dirigió en dirección a la zona donde BlackMetalGarurumon había aterrizado sobre el coche, mientras que lanzaba por su cabeza de Phoenixmon una llamarada de color rojizo (Crimson Flare) hacia Zhuqiaomon.

El deva hizo un ladrido para captar la atención de Luna, que estaba algo ida observando la lucha con las manos cubriéndose la cabeza.

-Vamos a ayudar a tu digimon. Ella está justo ahí abajo-señaló con la cabeza hacia los contendientes y la lucha que se llevaba a cabo. Luna trató de ponerse en pie, un aunque se quedó quieta por miedo unos segundos, arrancó a correr después de asentir.

El deva se movía con fluidez entre las ruinas y grietas en la calzada, y Luna lo seguía como podía, ambos con miradas atentas a su alrededor. Luna cerraba fuertemente los ojos cada vez que la lucha hacía que se oyera algún estallido, rugido o golpe.

-¡Ahí está!-dijo el deva, dando un par de saltos hasta ella. Aunque no estaba atrapada, yacía en el suelo, en su forma rookie.

-¿¡Está muerta!? ¡Oh, Dios, oh, Dios!-se temía Luna repitiendo esto histéricamente, que dado a lo ocurrido estaba con los nervios de punta.

El deva olfateó a la digimon y notó su respiración, así que hizo un ademán a Luna para que la echase sobre su lomo y salieran de allí.

-¡Tranquilízate y corre, humana! Si no nos damos prisa, tus amigos podrían matarnos sin querer.

-¿¡Qué!?-prefirió hacerle caso, así que echó a correr. Aunque dudaba poder tranquilizarse.

***

Travis rió entre dientes. “Por un momento creí que iba a morir, de veras lo creí” pensó el chico, viendo la parte positiva del susto; había liberado adrenalina. Se mezclaron suspiros de alivios, exclamaciones de alegría y sollozos contenidos de miedo.

-¿Es… la bestia sagrada?-preguntó uno de ellos-¿La bestia sagrada que…?

-No lo creo, pero no es algo que nos interese ahora. Apuesto a que los agentes al verlo se sienten mejor y más seguros para pelear. Dejemos que sigan pensando que están amparados bajo la bestia sagrada-fue lo que respondió Travis.

El agente a cargo, asintió y ordenó a todos los que estaban allí.

-La base no puede caer. Intentad bajar el gasto de energía al mínimo, no sabemos cuánto durará todo esto. Que el C1 busque en el radar las quimeras que tenemos a cinco kilómetros a la redonda. Que el C2 se encargue de evaluar los daños en las placas de la base.

Travis suspiró. Por suerte, ya todo el mundo parecía volver a sus cabales, salir de la sorpresa para enfrentarse a lo que tenían delante. Se dijo que ya no tenía nada que hacer allí, realmente, pero quedarse era la única opción que tenía.

Off:Los que estén involucrados en la pelea, podéis controlar a la kimera con tal de que quede una batalla épica (?)

por **Scott Desaster** Miér Feb 10, 2016 8:51 pm

~[BR]~

Aquel digimon al que ofrecí mi ayuda no dijo absolutamente nada, aunque tenía cierto sentido ya que pararse a hablar durante una batalla seria una cosa realmente estúpida... mas con esa bestia de 4 brazos corriendo por allí buscando alguna presa para pelear. aunque el momento de silencio perfectamente entendible se corto cuando apareció un Clockmon de quien sabe donde... ¿sería un aliado?... me lo plantee por unos momentos pero lo negué inmediatamente cuando aquellas criaturas aparecieron detrás de ese reloj con patas. Igual de horribles que sus otros amigos, estas criaturas desprendían un aire de asesinos controlados como marionetas... pero a diferencia de sus los otros, estos se veían más poderosos, y seguramente lo serian... aunque no me planteo que sean tan veloces como esa bestia de 4 brazos de antes. Luego de enfrentarme a una cosa así y mantenerme más o menos intacta... luchar contra estos 2 sería algo sencillo, mas teniendo en cuenta de que somos un Digimon Nivel Ultimate y una Mega... pero... ese Clockmon... egh... con el presente si podría haber problemas. no es como si Vikaralamon o yo no pudiéramos matarlo cuando quisiéramos... es un nivel Champion, y con un simple golpe podríamos acabar con su existencia pero aun así el es un digimon que posee una cualidad... especial: retrasar el tiempo. Con esa capacidad podríamos ser blancos fáciles si no actuamos rápido contra el... ya que si hace eso y esa cosa de 4 brazos llega... estoy segura de que todos moriremos... y no deseo eso.

tsk... ¿en serio llegamos a este punto...?... ¿aliarse a esas cosas?... -Apreté ligeramente mi báculo, pensando en cómo abrirme paso para acabar con ese reloj lo antes posible- escúchame... no me interesa si lo que ocurre te divierte o no... solo me interesa tomar tu cabeza y estrellarla contra el suelo hasta que llegue un punto donde tengan que cortártela para ponerte una nueva...

Ahora no puedo lanzar el primer golpe... tengo que intentar analizar al enemigo antes de atacar definitivamente, asique mantenerme en una posición firme y calmada me ayudara... en cualquier caso, lo que sea que lancen no será nada comparado con lo que tuve que vivir hace pocos minutos.

~[BlackMetalGarurumon - Narrador]~

el lobo metálico se mantuvo en su posición unos instantes, sin dejar de gruñir ni "rechinar sus colmillos", pensando únicamente en como destruir aquella criatura que cubría los cielos amenazante y "victoriosa", buscando la destrucción de no solo la ciudad, si no lo que serian los cuarteles del Clan al que pertenecía la humana por quien luchaba en ese instante: Luna. aunque poco tiempo hubo para "gruñir y amenazar", puesto que el accionar de la bestia fue rápido y directo en base al ataque-amenaza-advertencia de su "rival" canino. Los grandes cañones apuntaron y dispararon tan pronto fueron alineados de modo que tuvieran un alto índice de acierto en su objetivo diminuto en ese instante puesto la gran distancia entre el punto que ocupaba la bestia en el cielo y el lobo del suelo. Aun así el disparo fue preciso... aunque no logro dar al objetivo correcto. Si bien el fuego enemigo logro llegar al punto al que debía llegar, no dio al blanco que se esperaba, y todo gracias al auto aplastado a las patas del lobo. Consto de un movimiento rápido y muy improvisado, pero logro ayudar unos instantes a evitarle un severo dolor físico a BlackMetalGarurumon; la maniobra fue simple, el lobo abandono el techo aplastado del automóvil y sujeto el parachoques de una mordida, acto seguido lo arrojo cual platillo volador contra los disparos, logrando que uno impactara y por consecuencia creara una explosión bastante grande. La explosión del auto consiguió alcanzar a los demás proyectiles, iniciando una cadena de explosiones que si bien acabo con la poca resistencia de varios edificios del lugar, no logro dañar completamente al lobo metálico.

BlackMetalGarurumon mantuvo su posición, observando a través del humo con sus sensores especiales de calor implementados gracias a su gran equipamiento de combate y casería... intentando buscar el punto principal de poder de aquella bestia, ya que si lo destruía, quizás además de cortar el poder de ese monstruo podría asesinarlo. Desgraciadamente poco tiempo para analizar hubo, ya que la bestia no dudo en disparar nuevamente, tomando por sorpresa al lobo metálico, quien tuvo que echarse hacia atrás de un salto para evitar el daño de los proyectiles... aunque eso poco ayudo realmente. Los ataques aparecieron demasiado rápido y a una distancia corta, por lo que la explosión causada por el impacto contra el suelo fue lo suficientemente fuerte como para empujar a la bestia metálica contra un edificio derrumbado y que además cayeran muchos escombros sobre el mismo. Externamente parecía que BlackMetalGarurumon había quedado fuera de combate... pero internamente, era todo lo contrario. El gran lobo de metal oscuro se encontraba ya rozando la línea de su paciencia... quizás el fuera la máquina de casería perfecta según los datos generales del digimundo, pero con el "espíritu" de un humano dentro, poco más que una bestia con instinto protector pero un gran problema de control de ira. El ser digital con espíritu "orgánico" comenzó a levantarse del suelo, apartando una gran cantidad de escombros que se encontraban en su espalda, gruñendo con una rabia descomunal y con sus ojos dispersos en la nada como si quisieran controlar su propia rabia pero sin éxito alguno. Finalmente BlackMetalGarurumon consiguió levantarse y echar a un lado todos los escombros que se encontraban sobre su cuerpo, para observar a la bestia alada fijamente... casi desafiándola a que volviera a disparar si se atrevía; aunque obviamente aquel monstruo se atrevería a hacerlo, después de todo no dudo antes en atacar y no dudaría ahora... después de todo, ahora tenía a 2 oponentes que podrían causarle problemas serios si no se daba prisa. Claro que el lobo ignoraba completamente la existencia del ave gigante que le ayudaba en la batalla... para él su existencia no era nada que importara, lo único que importaba eran 2 cosas: la primera era la supervivencia de su amiga humana y compañeros de la misma, y la segunda era la aniquilación total del monstruo alado que intento asesinar a su amiga.

fuese como fuese, el lobo flexiono sus piernas por un momento y después se impuso con un gran salto hacia el cielo, abriendo un gran cráter en donde se encontraba antes debido a la fuerza del salto, aunque poco interesaba eso. Una vez en el cielo, BlackMetalGarurumon observo atentamente a su enemigo, quien por tercera vez abrió su cuerpo para disparar aquellas armas que tenia guardadas pero eso no sería eficaz esta vez. Si bien aquellas armas parecían tener una gran resistencia para continuar atacando aun durante un ataque masivo... seguían siendo posibles accesos al interior del monstruos, porque después de todo para algo más que cargar y soltar proyectiles explosivos serian esos cañones. Una ligera "sonrisa" se dibujo en el rostro del lobo metálico, quien tan pronto como vio el armamento de su oponente, disparo los pequeños misiles de sus hombreras (Giga Missile) contra los cañones del monstruo alado. Para cualquiera eso habría sido una completa tontería ya que el tamaño de esos misiles eran totalmente minúsculos... una partícula de la célula mas pequeña intentando dañar a un elefante podría ser una comparación aproximada a esa situación, pero tan pronto como los misiles se internaron en las armas de la bestia alada antes de que esta disparara; BlackMetalGarurumon realizo un giro brusco para alejarse del lugar lo más rápido posible, y no fue hasta que su oponente quiso dispararle por la espalda, que aquellos misiles hicieron explosión. El radio de la explosión fue lo suficientemente grande como para impulsar ligeramente el cuerpo del can mecánico, quien se volteo para ver el grado de destrucción causado en su oponente... aunque poco fue lo que ocurrió ciertamente. Los cañones estaban dañados, y la explosión quizás pudiera haberlo desorientado un poco pero más que eso no se consiguió... bueno, después de todo algo tan grande debería de tener una defensa elevada o un refuerzo en su cuerpo para resistir explosiones de gran magnitud... pero bueno, con sus armas dañadas no sería un problema tan difícil de tratar... seguía siéndolo, pero al menos ahora no tanto como hacia 5 minutos. El lobo se mantuvo observando su obra unos instantes, antes de abrir la boca y exhalar un gran aliento gélido (Cocytus Breath) contra la bestia, tratando de congelar alguna zona de su cuerpo y forzarla a retroceder. Era una estrategia bastante simple: mantener al enemigo alejado y neutralizado para atacar; pero aun una estrategia así de sencilla tenía sus problemas... el problema de esta era que comparando tamaños, mantener neutralizado a aquel monstruos o forzarlo a retroceder sería algo difícil... y tomando en cuenta la resistencia que tuvo ante la inmensa explosión que se formo dentro de su propio armamento, seria aun mas difícil de llevar a cabo. Pero la ventaja de esto es que se trata de una estrategia de 2 o más integrantes... es decir que mientras el Lobo pudiera mantener distraído al monstruo, atacarlo sería una tarea relativamente sencilla para todo aquel que pudiera aportar algo con que destruirlo.

GRRRRR... -El lobo mantuvo su posición, para después acercarse y volver a disparar su aliento gélido, tratando de mantener distraída a la criatura- ¡FREEZE BOMBER! -Nuevamente abrió todos los compartimientos de su cuerpo y de allí disparo una infinidad de misiles contra el monstruo volador, los cuales al hacer contacto con el mismo explotaron y posteriormente comenzaron a congelar la zona de la explosión- veamos cómo te las ingenias ahora...

por Rony & Carlos Mar Mar 15, 2016 12:23 am

-Esa cosa parece un Impmon con mascara de Dracmon...- dudando de qué tipo de monstruo digital era, hasta que no tarda en caer que seguramente era una quimera de los Chaos…¿pero cómo entro? La base se cerró antes de la caída del escudo, no había manera de que este ser pudiera entrar en la base. Aquellos pensamientos destruían su tranquilidad y seguridad…pero su guerrera interior le obligo a dejar las dudas de lado y concentrarse en el ahora.

Mater Jokermon, aún sin identificarse como tal principalmente por su incapacidad de comunicar algo más que meras risas; simplemente expresaba su sonrisa alargada y con un toque siniestro e incómodo por la situación actual y el área poco iluminada donde estaban. La tensión sobre quien haría el siguiente movimiento era notoria, la joven no quería actuar de manera precipitada, puesto desconocía todo sobre su enemigo…exceptuando que su poder podría ser igual o superior al suyo; mientras que Master Jokermon simplemente disfrutaba el momento. En fin, luego de un corto lapso de tiempo - ¡¡Judgement Arrow!!- la joven rompe el silencio con un rápido ataque con sus flechas. Tres son lanzadas a su adversario, el cual las evita con un salto y unos golpes con su martillo. Pero las verdaderas flechas amenazantes eran enviadas a los soportes del puente colgante de hierro y al suelo, dejando que la gravedad obligue a su adversario a retroceder, mientras ella toma los dos civiles y los lleva lo más lejos posible. “Un Union Saver protege y luego pelea” esas eran las palabras que su sensei le había enseñado, las palabras con las que Imperialdramon FM unió a los clanes del orden y al justica, y fundo a los Union Savers.

-¿¡Pero qué haces!? – protesta Carlos, con ganas y gran frustración. No podía aceptar la idea de huir, cada fibra de su ser solo quería pelear, aun si la derrota fuera fatal. Por suerte su tamer le logro reprender antes de que la Sagittarimon le respondiera – ¡¡CAYA DE UNA VEZ!! – dándole un fuerte coscorrón, algo que en condiciones normales nunca haría, pero era la única manera de sacar de su afán de batalla a su camarada y evitar que se mandara a morir por su orgullo – las flechas de Sagittarimon no le hicieron ni un rasguño ¿¡Qué podrías hacer tú?!- haciendo que su camarada desvía la mirada mientras se frota el chichón y refunfuña entre dientes.

La huida del grupo no llego muy lejos, apenas lograron llegar a un terreno más estable, amplio e iluminado (al parecer la zona del portuaria de la base, aunque las salidas marítimas permanecían cerradas con las mismas puertas metálicas que las demás entradas de la base), antes de que su adversario les alcanzara y de un salto terminara entre ellos y su salida más cercana. El siguiente ataque con su martillo, dio inicio a la inevitable pelea entre la centauro y él. La spirit tuvo que lanzar a Carlos y Rony, a un costado mientras evitaba ser golpeada y se preparaba para contra atacar. La caída y rodada de ambos no fue cien por ciento segura, pero al menos Rony logro proteger a su camarada en un abrazo – ¡Busquen refugio y escapen cuando puedan! – les ordena su salvadora, aunque Rony ya lo veía venir en cuanto se reincorpora de los golpes menores…pero al igual que su camarada huir no estaba en sus planes, tal vez retirarse en busca de ayuda pero nunca huir y dejar a otro pelear solo contra un adversario superior.

por **Elluka Clockworker** Mar Jun 21, 2016 8:47 pm

Elluka se sintió frustrada al notar que los tamers no habían prestado la más mínima atención a su amenaza. Se apresuró a sacar su digivice para tomar cartas en el asunto y preparó su mano rodeada de datos digimon para transformarse. Sin embargo, se quedó un tanto impactada por las palabras del muchacho. No comprendía a qué se refería, pero al momento de quedarse a oscuras le tomó un par de segundos el comprender que el dicho muchacho estaba relacionado con el incidente. Un grito mezclado con un fémino gruñido salió de los labios de la dama al intentar transformarse en su espíritu bestial, pero se detuvo al notar las explosiones en el cielo.
-No... -Murmuró y se llevó ambas manos a la boca en señal de frustración ¿O era quizás miedo? Los edificios derrumbándose y los gritos de auxilio a lo lejos la consumieron en gran medida. -¡Usted! -Llamó a quien consideró culpable del asunto, pero no parecía estar en el lugar. Elluka nuevamente se propuso a transformarse, con un gruñido aún más grande que el anterior. -¡Spirit...! -Exclamó la pelirrosada al aire y friccionó su mano cubierta de cadenas de datos por encima del lector del digivice. -¡...Evolution! -Finalizó y su cuerpo lentamente comenzó a tomar la forma de la princesa de los felinos digitales, Bastemon.

Comenzó a correr a toda velocidad en dirección a la búsqueda del chico, pero había tanto escándalo alrededor que era difícil decir dónde necesitaban más ayuda. Ver la gran amenaza dirigiéndose a la base central del clan fue lo que hizo que Elluka reaccionara finalmente y se apresurase a su hogar. No eran las cosas que estaban ahí lo que le preocupaban, su mayor temor era por aquellos que habían decidido quedarse dentro de la base descansado por la festividad. Lágrimas de desesperación comenzaron a brotar de los ojos de Bastemon y su velocidad aumentó por el mismo sentimiento.

La felina divisó un disturbio en su camino. Una figura familiar también se encontraba luchando contra el desastre. ¿La conocía de algún lado? Otra de las piezas de su pasado parecía asomarse, y esta vez en el peor de los casos. Si su memoria no le fallaba, estaban siendo atacados por no una quimera, sino un Sleipmon. Lo conocía de algún lado, pero tampoco estaba segura de dónde o cómo. La cara de miedo del AeroVeedramon era algo que Bastemon comprendía muy bien: reflejaba frustración. Era la misma expresión que Aleron ponía al momento de recordar a su antiguo tamer. Empatía o deber, la dama gatuna ya sabía qué hacer con respecto a ello. Tomó aire y cargó con todas sus fuerzas contra el Sleipmon haciendo gala de un grito rasposo de guerra. De acuerdo con sus cálculos, Bastemon y Sleipmon deberían tener sólo un nivel de diferencia entre sus capacidades.

Appeareance theme

-¿Todo en orden, mademoiselle? -Preguntó dando la espalda a la joven para protegerla. Ignoró casi por completo el hecho de qué daño había hecho a Sleipmon, podría ser casi nulo debido a que sólo utilizó un ataque físico. Bastemon no sería de mucha ayuda en el momento, y Elluka lo sabía. Fue una decisión rápida, no había tiempo de pesar las cosas dos veces. El digimon felino regresó a su forma humana para recuperar un poco de energía, y retrocedió de un salto para alejarse un poco más del peligro que representaba aquel digimon de nivel mega.

Comenzaba a hacer calor en el lugar por las bolas de fuego que volaban por todos lados, y aún así corría una suave brisa que hacía mover sus hilos de cerezo en la simple coleta que recogía su cabellera.
-Oficial Clockworker, es un gusto. -Se presentó sin dar la cara a la chica o a su digimon, y prosiguió a evolucionar nuevamente. Friccionó sus datos en la palma de la mano contra el aparato de brillo platinado y gritó lo que el espíritu le aclamaba desde su interior. -¡Double Spirit! -Desenlazó las cadenas de datos y se cubrió por completo, transformando cada parte de su elegante cuerpo en una coneja humanoide con temática de princesa. Los datos desaparecieron poco a poco dejando ver a Crescemon con ellos. Elluka sabía que depender de ese poder en momentos así era bueno, más con ataques a distancia y un compañero. -Mademoiselle, le recomiendo que despierte pronto a su compañero. -La voz de la coneja era bastante calmada y dulce a diferencia de la firme voz de Elluka hacía unos momentos.

por cadejo Jue Jul 07, 2016 1:39 am

Zona Oeste/Bai Hu

Distrito Nature Spirit – Bantyo Park:

Zona Central/Huanglong

Great Park:

Central Park:

off: para apurarnos con esto salteo las partes donde no hay users.

por Sigrun Vinter Miér Jul 13, 2016 11:21 pm

Zhuqiaomon vio venir la llamarada de la quimera, así que agitó sus alas y se elevó varios metros más para poder esquivarla. La llamarada simplemente paso de largo e impactó en el océano, levantado una gran columna de vapor.

Desde las alturas, el ave de fuego observó como BlackMetalGarurumon se deshacía de los proyectiles provocando explosiones en cadena de los mismos, antes de que impactaran. El digimon metálico luchó con una agilidad sorprendente, pero comparando tamaños era mucho más pequeño que aquella criatura. Pero BlackMetalGarurumon no estaba solo y Zhuqiaomon no iba a quedarse quieto.

Mientras el lobo negro luchaba y mantenía a la quimera ocupada, el ave de fuego extendió sus cuatro alas empezando a cargar una esfera de fuego en cada una de ellas. Las esferas giraban sobre su propio eje, creciendo cada vez más. Normalmente para usar ese ataque no requería mucho tiempo, pero Zhuqiaomon quería asegurarse de reunir suficiente potencia como para poder destruir esa cosa. Una estrategia que no habría podido hacer solo, porque cargar de más un ataque significaba quedar expuesto a cualquier ataque, pero la intervención de BlackMetalGarurumon estaba siendo de mucha ayuda.

Cuando el hielo del lobo empezaba a limitar los movimientos de la quimera, las esferas de fuego eras casi tan grandes como las propias alas del ave. Zhuquiamon lanzó un potente chillido de rapaz, y agitó sus grandes alas provocando que cada una de aquellas esferas se convirtiera en un potente torrente de fuego. Las cuatro giraron entre sí, formando un tornado ígneo, mucho más largo que la propia ave.

El ataque impactó de lleno en la quimera que, afectada por el hielo, fue incapaz de esquivar aquellas grandes llamaradas. El hielo que la aprisionaba se derritió, pero el daño que había recibido ya era irreversible. La madera que lo recubría ardió y la quimera sólo pudo rugir de furia mientras luchaba por mantenerse en el aire. Sin embargo su lucha solo duró unos instantes, se quedó inmóvil y cayó al océano cerca de la base.

La caída de un cuerpo tan pesado levantó grandes olas, la base estaba preparada para resistir la furia del agua, pero los que estaban en los alrededores podrían ser arrastrados con facilidad.

Zhuqiaomon descendió rápidamente hasta quedar entre las olas y los que estaban fuera de la base y volvió a extender sus alas. No iba a permitir que aquella quimera causara daños aún después de muerta.

- ¡¡PURGATORY CLAWS!!

Agitó sus alas generando un viento destructivo que dirigió hacia delante, todos los que estaban detrás no sufrirían los daños del ataque. Ambas fuerzas colisionaron, logrando anularse la una a la otra. Únicamente cayó algo de agua, de los restos de la ola, sobre los presentes en forma de lluvia de unos segundos.

El ave de fuego se quedó unos instantes en silencio, observando desde el aire el cuerpo inmóvil de la quimera, cuya parte superior sobresalía de la superficie del agua. Pero cuando ya estuvo seguro que aquella criatura no se levantaría más descendió hasta aterrizar frente a la base y plegar sus grandes alas. Sólo con dos pasos se acercó hasta donde se encontraban Luna y el Deva junto a una inconsciente Flora.

- ¿Está bien? – preguntó antes de ver que la respiración de la Floramon parecía estable. Luego miró a Luna- ¿Y tú cómo estás?

Por el rabillo del ojo y gracias a su altura, Zhuqiaomon pudo distinguir algo de movimiento entre unos escombros que había más adelante. Quiso avisar a Luna y al Deva de que allí había alguien pero en cuanto vio de quien se trataba empezó a enfurecerse. Las llamas de su cuerpo aumentaron, dando la sensación de un plumaje erizado. Se acercó al lugar y con el pico retiró los escombros y sacó al malherido Gaomon para dejarlo en el suelo sin demasiada delicadeza.

Había reconocido al digimon de cuando Digital Inc. lo había mantenido preso siendo Aquilamon, jamás podría olvidarlo. Sabía que había estado ayudando a esos humanos.

- ¡¡Miserable bastardo!! – gritó furioso Zhuqiaomon- ¡¿Cómo pudiste traicionar a tu mundo?! ¿¡CÓMO PUDISTE TRABAJAR PARA ELLOS?!

El ave de fuego sujetó con una de sus garras a Gaomon, no iba a matarlo allí mismo con Luna mirando. Se lo llevaría a otro lugar para eliminarlo.

- ¡¡¿No me reconoces?! – le gritó de nuevo extendiendo sus alas, a punto de levantar el vuelo- ¿¡No reconoces al Aquilamon que atraparon y mantuvieron prisionero!? ¡He sufrido torturas diarias por culpa tuya y de tu gente! ¡¡Voy a devolverte todo mi sufrimiento y el de muchos otros!!
…

Sigrun no sabía qué hacer, su compañero estaba completamente paralizado y no sabía por qué. Cierto que era un enemigo que les superaba en nivel, pero eso no era motivo alguno. Su compañero se había enfrentado a niveles mega como Tactimon y NeoVamdemon sin mostrar siquiera el menor temor

- ¿¡AeroVeedramon, qué te pasa?!- le preguntó Sigrun en vano. Luego escuchó las palabras de Cadejo- ¿Cómo que no es un Sleipmon cualquiera?

¿Acaso sería eso la razón por la que AeroVeedramon se comportaba de aquella manera? Sin tiempo a reaccionar, Cadejo ordeno a su quimera centauro que atacara, por suerte una Batemon apareció de la nada y atacó a la criatura. Por la diferencia de nivel no pareció causarle daño alguno, pero al menos logró ganar tiempo, aunque con AeroVeedramon en ese estado aquella ayuda podría no ser suficiente. El digimon parecía en shock incapaz de reaccionar ante nada.

La bastemon que les había ayudado volvió a su forma humana. Sigrun, al ver esos cabellos rosados, le vino a la mente recuerdos de su pasado antes del Mundo Digital. Aquél tiempo cuando tenía a una gran amiga…

Cuando la humana se presentó como la oficial Clockworker, Sigrun volvió en sí aunque aún tenía esa sensación de familiaridad, pero pronto descartó esa posibilidad. La oficial volvió a digievolucionar, esta vez en Crescemon y se dispuso a pelear contra la quimera.

La mente de AeroVeedramon era en esos momentos un hervidero de emociones, pero en ello predominaba el miedo y inquietud. La presencia de aquella quimera le hacía revivir sus pesadillas, las muertes de aquellos digimons a los que nunca podía ponerle rostro.

“Ya tienen a Gankoo…………………..¡Rayito, no te distraigas!.........................¡¡Cuidado!!................ Soy el Caos y lo consumo todo…………………………Lo siento hermanos, no hay otra salida……”

- ¿Quiénes son? ¿Quién es el Caos? ¿Por qué decían que no hay otra salida?- pensó la aturdida mente de AeroVeedramon- Gankoo… Rayito…

Aquellas dos palabras las dijo murmurando casi como si estuviera en trance, lo que confundió aún más a su tamer.

Cadejo decidió marcharse pero antes de hacerlo dijo algo que hizo reaccionar a AeroVeedramon: “El Royal Knight se encargará”.

- ¿Royal Knight? – dijo el dragón azul antes de que lo azotara un dolor de cabeza momentáneo.
- ¿Vuelves en ti?- le preguntó Sigrun.

Se escuchó un chasquido y al instante la quimera golpeó con su escudo a Crescemon.

- ¡Sleipmon!- le gritó AeroVeedramon sin pensar, por puro instinto.
- Dudo que la quimera te responda- le contestó su tamer mientras buscaba una manera de enfrentar a esa criatura.
- No es una quimera, o al menos no como las demás… lo que dijo Cadejo es cierto. Creo… no, estoy seguro de que es un Royal Knight.
- ¡¿Cómo?! No te fíes de lo que diga ese mentiroso, seguramente solo sea un Sleipmon normal. Además no hay ningún miembro de esa especie en la base.
- Estoy seguro de que es un Royal Knight, y si no hay registros actuales… entonces se trata de un digimon más antiguo. De un Antiguo Royal Knight.
- ¿Estás seguro de eso?
- Por alguna razón, puedo estar seguro- dijo mientras apretaba sus puños.

El miedo y la inseguridad empezaron a ser sustituidos por el odio, el odio hacia el Chaos Empire por la visión que tenía de un digimon como él. Por alguna razón que desconocía, sentía un fuerte deseo de salvarlo. Era algo más fuerte que si se tratase de de RK salvando a otro RK desconocido para él.

Sin pensarlo dos veces AeroVeedramon volvió con rapidez y se situó entre el centauro y la oficial. Mirar hacia Sleipmon le producía dolor de cabeza, como si algo se estuviese removiendo en su interior.

- Eres Sleipmon ¿cierto? El Royal Knight- le dijo el dragón azul.
- ¡Hablar a una quimera no servirá de nada!- le dijo Sigrun desde su posición.
- Algo me dice que debo intentarlo…
…

DarkTyrannomon se asustó al ver un ataque combinado como ese acercándose a toda velocidad hacia él. Su agilidad en esa etapa no le permitía moverse lo suficientemente rápido como para esquivar aquello, así que decidió centrarse en la defensa.

- ¡Iron Claws!

Sus garras se endurecieron volviéndose casi tan resistentes como el chrome digizoid, y enseguida las cruzó para formar un escudo improvisado. El ataque impactó con fuerza, la suficiente como para empujar a DarkTyrannomon un poco hacia atrás, dejando marca en el suelo de las garras de sus patas.

En cuanto aquella corriente cesó, corrió todo hacia ellos todo lo rápido que su pesado cuerpo le permitía. Durante la carrera, usó su Fire Blast para lanzar una llamarada de fuego a Cyclomon, tras eso trató de usar su Iron Tail, para dar un golpe con su cola a Allomon.

DarkTyrannomon no estaba muy seguro de si podría con ellos. Si se enfrentarse a uno solo, tendría más posibilidades pero eran dos contra uno. ¿Cuánto tiempo podría aguantar peleando contra dos rivales a la vez?

por Luna Kobayashi Sáb Ago 20, 2016 2:04 am

La gran ola fue destrozada por el viento huracanado que interpuso Zhuqiaomon, destrozándola y dejando sólo una momentánea lluvia. En seguida preguntó por el estado de Flora, que comenzaba a abrir los ojos y que pudo corroborar ella misma que estaba bien. Luna suspiró de alivio, y dijo: "Yo... también estoy bien..."

Luego, tras unos segundos añadió hacia MetalGarurumon y Zhuqiaomon un comentario bastante obvio. Quizás de la impresión, no encontró otra manera de agradecer:

-Me alegra que hayais derrotado a esa cosa...

Caturamon añadió algo molesto:

-¡Grr!¡Eso no hace falta ni decirlo, humana!-luego miró hacia Zhuqiaomon-Sin duda no es el deva pero es fuerte. Estoy sorprendido.

El fénix pareció captar algo. ¡Algo que le hizo enfadar! Floramon se encogió al ver cómo el plumaje del fénix se encendía y erizaba, a la par que dejaba a alguien en el suelo.

-Ese pobre diablo está destrozado-comentó Caturamon, mirando a los ojos cansados de Leonardo y a su magullado cuerpo.

-Es Leo...-exclamó Luna, que miró hacia los escombros. Lo habían dejado en la enfermería-¿Qué hacía allí...?

Zhuqiaomon emitió un grito, recriminándole algo. Leonardo no podía responder, y sólo alcanzaba a oír y entender lo justo. Digital I.N.C. Sí, al parecer uno de los digimon confinados había escapado. Leonardo sólo agachó la cabeza, como dando a entender que aceptaba su odio.

-¡Hawkmon, ten cuidado con él!-exclamó Luna, temiendo por el estado de Leonardo al ver cómo lo agarraba con la garra-¡Le... le harás daño si lo sujetas así!

Pero parecía muy enfadado por algo. En concreto por las lealtades de Leonardo.

-¿Qué dice? ¿Quiénes son ellos?-preguntó Caturamon, molesto por no entender, así que ladró-¡Hablen claro, diantres!

Floramon sabía todo sobre los actos de Leonardo. Digital I.N.C. Todo. La digimon se levantó, y se acercó hacia Zhuqiaomon. De lejos parecía la escena de una pequeña niña pidiendo algo a un gigante.

-El día en el que acepté ser compañera y amiga de Leonardo, acepté todo lo que fue, y todo lo que es. Hoy es un agente, pero ciertamente sus actos pasados a la órdenes de Digital I.N.C ha traído dolor a inocentes... como fue tu caso. Si la justicia ha de ser impartida sea así, pero, me atengo a la consecuencia de que me responsabilizaría de todo. Fue por eso que lo dejaron ser agente. Hoy es el día. Si esas acciones merecen un ajusticiamiento, ha de recaer sobre mí.

En ese momento, unos pequeños digimon aparecieron cerca del lugar refugiándose detrás de Flora. Los leafmon eran como migas comparados con el gran deva, pero aún así botaban para llamar su atención.

-¡Espere, espere, señor deva!-los pequeños se habían quedado cerca, resguardados en algún lugar, asustados por el combate entre la quimera y Zhuqiaomon-¡Él nos ayudó y nos dijo que nos pusieramos a salvo!

por **Scott Desaster** Miér Oct 12, 2016 10:12 pm

~[BlackMetalGarurumon]~

Enemigo erradicado… pero… ¿Por qué hay intranquilidad…? Raro… bestia eliminada… cruelmente… dolorosamente… agonía… ¿insatisfecho…? No… ¿incomodo? Quizás… pero no… ¿Qué? ¿Por qué? No comprendo… ¿Matanza incompleta…? Quizás… no… si… matanza incompleta… pero… no problema personal… ¿Por qué interés…? Desconozco… … problemas… serios… ¿Cómo saberlo…? Confiar en instinto… compañeros… problemas… enemistad… pero… ¿Quiénes…? ¿Plural…? No comprender… o… ¿quizás…? Pero… ¿Cómo…? ¿Sentido…? No… ahora… el sentido no existe.

~[Narrador]~

El lobo metálico comenzó a buscar la fuente de su incomodidad interna… aquello que le decía que estaba mal. Observo la zona de impacto de aquella monstruosidad voladora que apenas acababa de ser exterminada, creyendo que podría levantarse pero no era el caso… otra cosa estaba fuera de lugar, aunque no podía identificar el que. Pasaron unos momentos hasta el lobo metálico se percato de la furia de su aliado temporal. No comprendía exactamente el porqué aquella ave se había enfurecido así como así, pero cuando se percato del blanco de aquella furia, sintió un leve impulso por interponerse y volver aquella “celebración” un nuevo conflicto, muy estúpido si puede añadirse más. El blanco de la furia del fénix era un Gaomon, bastante maltratado ya por lo que fuera que le hubiera sucedido… pero no era un Gaomon cualquiera, BlackMetalGarurumon lo reconocía (En parte) por su olfato y sistemas avanzados para registrar rastros especiales. Aquel Gaomon era un amigo de BR, eso decían los registros del lobo, por lo que al ver la inmediata agresión contra el canido ya muy maltratado por el escenario general; no dudo en abalanzarse contra Zhuqiaomon y morderle un ala con toda la fuerza que aun tuviera (Metal Fang), tratando de que se mantuviera alejado de Gaomon. Tras unos momentos forcejeando mientras aun tenía sus colmillos clavados en el ala del fénix, el lobo soltó a su presa y se alejo gruñendo con furia mientras exhalaba una leve nube de vapor gélido… dentro estaba preparando cualquier ataque que pudiera permitirle congelar al pájaro para después destrozarlo, aunque no tenía mucho tiempo para ello. De algún modo, todo estaba mal en algún sentido… nada parecía funcionar correctamente… más allá del cuerpo del lobo, en el ambiente general. No encontraba una idea clara de que hacer ahora… ya había ido a proteger a quien quería, ya había ayudado contra una amenaza mayor… inclusive en el proceso pudo brindar su pequeño apoyo a los Union Savers y confirmar también la protección de su amiga. Fuese como fuese, tan pronto BlackMetalGarurumon se percato de la presencia de otros digimons, se dio cuenta de 2 cosas: la primera era que si atacaba, dañaría a esos pequeños y no estaba en posición para hacer daño a inocentes… con sus municiones casi agotadas y en proceso de recarga, no le resultaría conveniente volverse el nuevo blanco de ataque; y la segunda era que, si bien Zhuqiaomon no parecía ser capaz de controlar su ira, quizás el razonaría como el propio lobo… si dañaba aunque fuera por accidente a esos digimons pequeños, el seria el nuevo blanco de ataque y no estaba en posición de ello.

Una vez que todo pareció poner las cosas “a favor” de aquel Gaomon, BlackMetalGarurumon decidió dar por hecho su objetivo actual, y de hacerlo, retirarse para brindar apoyo a su compañera en el parque de atracciones. Quizás eso sería lo que no permitía sentir la victoria al 100%, el hecho de que una amiga estuviera en problemas (Aun a larga distancia) podía generar la incomodidad suficiente al lobo para ponerse en marcha. Por desgracia, con la poca energía que conservaba del enfrentamiento anterior, tendría que tomarse su tiempo para regresar con BR y brindarle el apoyo general que necesitaba… y sumando la existencia de todas las bestias amorfas que quedaban, su retraso se volvería más largo… pero bueno, la furia de un lobo metálico con “alas” filosas como cuchillas, siempre será una buena barredora cuando haga falta.

Mientras tanto en el parque de atracciones; BR (Kuzuhamon) esperaba una oportunidad para atacar a Clockmon rápidamente y quitárselo de encima, puesto ese digimon seguramente comandaría a las bestias que lo acompañaban. Finalmente la sacerdotisa se dispuso a atacar, pero el Clockmon fue, irónicamente, más rápido que ella. Mientras que las bestias se movían por cuenta propia, el Clockmon se apresuro a limitar los movimientos de la sacerdotisa quien termino apoyándose sobre su báculo solo para recibir los golpes de las otras 2 bestias como si nada. Aquello fue un golpe a su orgullo, pero aun así se mantendría tranquila… buscaría una solución para aquel problema… y afortunadamente, el mantener la mente tranquila le ayudo a eso. Una ligera sonrisa se dibujo en el rostro de la sacerdotisa; una sonrisa que confundió momentáneamente al Clockmon, el cual se percato de lo que planeaba su rival. Ella clavo su báculo en el suelo no solo para mantenerse de pie, si no para hacer aparecer un sinfín de sellos en el suelo, creando un gran círculo que pronto rodeo todo el campo de batalla. Quizás su cuerpo estaría desgastado y adolorido, pero aun así tenia las fuerzas suficientes para ejercer un ataque que pudiera mantener alejados a todos los presentes. “Taizoukai Mandara” se apresuro a gritar, levantando una gran barrera de energía para dañar a sus enemigos, vigilando que su poder no dañara a los niños ni a su protector. El resultado término con apartar a las bestias contra unos puestos de juegos, derribándolos; mientras que el Clockmon aprovecho su cuerpo mecánico para soportar el ataque que al no tener toda su potencia no era tan peligroso como lo sería en condiciones normales. Con sus enemigos alejados, Kuzuhamon relajo momentáneamente el cuerpo, esperando a que algo o alguien la ayudara… no sabía qué hacer exactamente, pero si sabía que pronto se le acabaría el tiempo. Finalmente la sacerdotisa no pudo mas con su propio cuerpo y tuvo que arrodillarse en el suelo, respirando agitada mientras internamente quería destruir al Clockmon; pero aun no podía… no tenía la energía suficiente y recuperarla le tomaría tiempo. No era capaz de llamar ni siquiera a los espíritus de los zorros que estaban al alcance de su cinturón… y el Clockmon parecía darse cuenta. Se rio con burla y se acerco para golpear a la digimon con su martillo. Debido a la diferencia de nivel, no le hiso ni un rasguño físico; pero la moral de la digimon había sido seriamente aplastada.

Finalmente las bestias salieron de los puestos de juegos, listas para atacar nuevamente; pero antes de siquiera intentar hacerlo, una lanza atravesó el hombro de una. Clockmon observo aquella lanza y después a su dueño, un Chaos Dukemon con una cintura roja atada a su mano izquierda. La bestia atravesada gruño con furia y se apresuro a golpear al caballero, el cual retrocedió pero no perdió el tiempo para usar su lanza y cortar el brazo de aquella criatura. La sacerdotisa observo atentamente al caballero, el cual continuo atacando como le era posible; mientras que la segunda bestia se unía a la batalla para ayudar a su hermana. No obstante, Clockmon decidió repetir la misma táctica que había utilizado contra la sacerdotisa, pero no tomo en cuenta que esta aun no estaba totalmente derrotada; por lo que no pudo evitar el golpe proporcionado por el báculo de esta, haciéndolo caer al suelo. Durante un momento, la sacerdotisa entro en un estado de furia liberada y sencillamente tomo su báculo para clavarlo en el cuello del Clockmon repetidas veces, hasta que finalmente gasto sus últimas energías disparando un rayo de energía desde el caculo; destruyendo al Clockmon rápidamente… pero aquel acto la había dejado exhausta, sin energías; regresando a su etapa Rookie totalmente agotada y casi sin poder moverse. El Chaos Dukemon por su parte termino alejando a ambas bestias y acercándose tanto al Deva como a la ahora Renamon de pelaje oscuro, transformando su mano zurda en su gran escudo para protegerlos de cualquier ataque que pudiera llegar. El caballero observo a los presentes y suspiro con cierto alivio de ver que todos (O casi todos) estaban bien. La Renamon por su parte intentaba recuperar el aliento, esperando a que aquello terminara… porque aun seguía. Quizás las otras 2 bestias se hubieran alejado heridas, pero aun quedaba una suelta… una que podía atacar cuando menos se lo esperara y que seguramente podría matarlos antes de que siquiera se dieran cuenta. Aquel monstruo de cuatro brazos seguía libre, y solo el Deva era el único a quien le había informado la Renamon.

La Renamon quiso levantarse pero su cuerpo no estaba en las condiciones más adecuadas para hacerlo; por lo que simplemente se quedo arrodillada en el suelo, intentando recuperar la respiración.

¿Se encuentran bien…? Lamento la demora… pero cuando vi a un BlackMetalGarurumon salir volando de aquí, quise confirmar que el área estaba asegurada pero veo que no –Comento el Chaos Dukemon, acercándose al Deva un momento- Soldado Niege Noir, de los Huntress Moon, señor…
Haaa… menos presentaciones… haaa… aun queda uno… -dijo la Renamon, tratando de sonar lo más clara posible- no bajes… la guardia… si no… nos matara a todos –Dijo gruñendo levemente. El solo recordar como esa bestia había logrado dañarla y causarle tantos problemas le hacía rabiar, y que ahora no tuviera la energía suficiente para ayudar al tal Niege a pelear, le hacía rabiar aun mas- no sé que sea… o que… lo conforme… pero… tiene 4 brazos… filosos como cuchillas… ten el escudo… presente…
Entendido… -Menciono Niege, observando en todas direcciones- tenemos que irnos de aquí lo más rápido posible… hay que llevar a estos niños a un área segura…
Apoyo esa idea… egh… pero hay que matar esa cosa rápido… -Poco a poco, la digimon recuperaba el aliento-
¡Pero habría que quedarse! ¡No podemos poner en riesgo a estos niños para matar una de esas co…! –El caballero fue interrumpido por una mirada de la digimon, que aun siendo nivel Rookie, tenía una mirada bastante “atemorizante”-
Escúchame bien… si no lo matamos… nos seguirá y matara a nosotros… y a todo el que este en ese “refugio”… y si no… bueno… mejor que muramos todos aquí y no poner en riesgo más vidas de las necesarias… -BR se sentía bastante sucia al decir aquello, siendo una digimon mas bien maternal con casi todo el mundo; decir aquello la hacía sentir un monstruo… y aun cuando no quería, debía pensar en otros…- tsk… hagan lo que quieran…
… tenemos que movernos… quietos somos blanco fácil… -Aclaro el caballero- busquemos un refugio cercano para dejar a los niños y esperar refuerzos
¿Cómo sabes que vendrán…? –Pregunto la digimon, frunciendo el seño levemente-
Antes de venir avise a mis oficiales… cuando vean que no regreso y que mi comunicador sigue activo, vendrán a buscarme… entonces tendremos refuerzos para enfrentar a ese monstruo que dices… -Niege respiro profundamente- mientras tanto, tenemos que darnos prisa… buscar un refugio improvisado es lo único que nos queda…

La Renamon no tuvo otra opción más que aceptar lo que decía el caballero oscuro. No se sentía bien ocultándose de un monstruo que se ocultaba precisamente, pero era la única solución viable en ese momento. Aun tenían al Deva para ayudarlos a cuidar a los niños… era algo; mas aun cuando ella no tenía la energía suficiente para evolucionar. Difícilmente podía mantenerse de pie y caminar; pelear sería algo imposible para ella… pero tendría que soportar lo mejor posible las cosas.

por Contenido patrocinado