Viajar es un placer, pero también una maldición[Iggy]

El lugar paradisiaco a menudo es descrito por islas de ensueño repletas de diversiones, eventos y encuentros mágicos donde los seres son capaces de disfrutar de todo esto mientras un agradable sol los baña con la cálida luz. Mientras el mar transmitía la frescura y la suavidad de sus olas creaban una agradable melodía atrayente, si todo esto junto a unas doradas arenas se podía considerar como el mejor lugar para descansar, pero esto es el digimundo y no todo es como debería ser.

Esta isla era un lugar especial dentro de un gran grupo de las mismas solo esta podía ser considerada de ensueños solo por las apariencias, sin embargo, en el interior del lugar en medio del bosque y con la brillante luz lunar una extraña figura danzaba alrededor de una fogata al ritmo de una música étnica. Los tambores replicaban sin cesar aumentando o disminuyendo su intensidad de acuerdo al momento de la ceremonia que estaba a punto de ocurrir.

-Nuestra deidad oh!! Ser que trasciende las eras – comenzó a cantar la extraña figura que gracias a las luces de la fogata se revelo como un baromon. -Nosotros tus fieles siervos expresamos nuestra gratitud- acompañado de movimientos rítmicos exagerados parecidos a los que haría una persona al quemarse. -Ooooh!!! Gran ser supremo danos tu sabiduría, concédenos tus dones y muéstranos tus mandatos – de su mano derecha fueron arrojados una especie de polvos que entrando en contacto con las llamas produjeron una pequeña explosión y el fuego se volvió morado.

Sacando unos extraños instrumentos musicales el baromon procedió con la última parte del ritual -Adunk nak athran Khrun… Adunk nak athran Khrun …¡¡¡ADUNK NAK ATHRAN KHRUN!!!-  cayendo de rodillas mientras el fuego retornaba a su color natural. -El ser sus órdenes ha dado, él ha pedido el sacrificio de una gran cantidad de digimon…- comento con un tono frio sin emoción.

-Gran chaman ¿en…entonces es momento de que esta isla vuelva a funcionar? – pregunto un Sharmamon un tanto temeroso, no porque tuviera problemas en sacrificar la verdad es que aquel evento siempre le provocaban una gran emoción lo suficientemente grande como para impedirle hablar.

- ¡Por supuesto hermano! - hablo el baromon al tiempo que expandía sus brazos -es tiempo de darle la bienvenida a los muchos sacrificios cuyas vidas harán felices a nuestro dios- una estruendosa risa se extendió en el lugar a medida que cada uno era contagiado con ella.

-Bienvenidos a la isla shank…- leyó el joven de cabellos oscuros -usted ha ganado una entrada para este fantástico lugar…- como si no creyera en aquella invitación sus ojos se movían de izquierda a derecha releyéndolo. Hasta que por fin luego de unos cuantiosos minutos ya fuera porque lo creía o simplemente se rindió de intentar verificar la veracidad de esto acepto la idea.

-¡¡Las gane en un concurso!!- exclamo el pequeño psychemon de forma alegre. A los ojos del muchacho aquel digimon solo parecía a ser una variante de color por sobre los gabumon, pero como este conocía las diferencias no sería capaz de decirlo a aquella criatura. -Aquel que me las dio me dijo que podía llevar a un amigo- comento alegremente el pequeño - ¡y sabes… y sabes! - siguió afirmándose de las mangas del muchacho, aquel pequeño no iba a continuar hasta que el joven preguntara, pero este al saberlo de antemano solo hizo un gesto en su cabeza indicándole que podía proseguir.  - ¡Yo dije! ¡llevare a mi amigo Vlad…! - lo último fue dicho con un tono más bajo por vergüenza.

-Tranquilo Kid…- dijo el muchacho colocando las manos en frente y calmando los ímpetus de su amigo -para empezar- colocando un dedo sobre su frente como si pensara algo - ¿cómo fue que te hiciste de esos boletos? - una pequeña parte de su mente todavía estaba reacia a aceptar la situación.

-Bueno veras…ummm…- psychemon comenzó a buscar en sus memorias –“¿fue en un concurso de canto? mmm no, ¿uno de comida? No tampoco, entonces…”- mostrando una alegre cara junto con una mirada que decía tener la respuesta el pequeño Kid tomo una pequeña bocanada de aire y respondió. - ¡No recuerdo! Solo me acuerdo de sus palabras...- mirando a los ojos uno no podía evitar pensar que aquel digimon era demasiado distraído.

Vlad llevo su mano izquierda hacia su rostro mientras suspiraba, no podía replicarle nada a su compañero –“que se le va a hacer”-  no era bueno ser tan paranoico ya que pocas veces uno tenía la oportunidad de viajar a lugares insospechados completamente gratis.

-Bien vamos- dijo acariciando la cabeza de kid, por suerte y como siempre se encontraban en el digimundo ya que sus encuentros eran solamente en ese mundo. -Entonces según la invitación una embarcación saldrá de un puerto cerca de aquí…- casi se podía decir como si esto estuviera planeado.

- ¡Yeiii! ¡Vamos vlad apúrate! – le instigo el pequeño psychemon mientras este Coria alegremente hacia el barco con los brazos abiertos. Sin duda era una extraña forma de moverse.

Tardando tan solo un cuarto de hora ambos llegaron hasta lo que parecía ser una especie de… ¿crucero? ¡Si! aquella embarcación sin duda podía ser llamada así, aunque su apariencia era un poco siniestra como un indicio de la futura desgracia que podría llegar a suceder.

- ¡Sus boletos por favor! - un Sharmamon vestido de marinero detuvo a Vladimir mientras le pedía su boleto.

- ¡Eh! Si aquí tiene – entregando los dos tickets, Vladimir no pudo más que pensar en lo raro que se veía un digimon de ese tipo con esa ropa, pero él no era nadie para juzgar las vocaciones de otros.

-Todo parece en orden señor, ahora puede abordar el barco. El viaje comenzara en unos cuantos minutos - le explico dándole un saludo con su gorra la que sirvió para ocultar una extraña risa.

Vlad y el alegre Kid abordaron el transporte impacientemente aunque sus motivos eran un tanto diferentes, ya una vez abordo como faltaba tiempo para viajar el psychemon comenzó a recorrer el barco mientras el muchacho se encontraba en la proa contemplando el paisaje.

Vladimir apoyo sus codos sobre la barandilla izquierda del barco, y entrelazando sus dedos apoyo su cabeza. -Entonces como terminara esto... uff…- suspiro ante la expectativa del viaje, aunque en ocasiones algunos digimons que parecían ser camareros se acercaron a él ofreciéndole sus servicios vlad los despacho gentilmente -gracias, pero estoy bien- repetía una y otra vez cuando estos le preguntaban si necesitaba algo.

Entre los pasillos del barco muchos digimons transitaban manteniendo conversaciones entre sí, contentos por haber obtenido tan magnifico viaje sin costo alguno. Todo ser que no fuera lo suficientemente paranoico estaría encantado por obtener algo sin costo alguno, así fue como en unos cuantos minutos el ruido y las risas contagiaron completamente el lugar. Con aquello el barco se encontraba listo para partir, la pasarela para abordar fue quitada, los marineros se colocaron en su posición y con el estridente sonido se dio inicio al viaje.

El viento suavemente meció los negros cabellos de vlad al mismo tiempo que la brisa marina acariciaba su nariz imprecándola con el olor de mar. Esto fue suficiente para acallar sus preocupaciones, tal vez esto sería solo un verdadero viaje de relajación sin nada más que descanso y diversión. Considerando eso Vlad no pudo evitar sonreír, ya que siendo un hombre de negocios como lo era el, la mayoría del tiempo la pasaba en juntas laborales e incluso cuando ingresaba al digimundo no tenía tiempo de descansar. Se podría decir que esta era la primera vez en mucho tiempo en que realmente tendría un tiempo de relajación. - ¿Dónde se habrá metido el pequeño curioso? – se preguntó aceptando una especie de zumo de naranja por parte de un digimon.

Tan rápido como el crucero había comenzado a avanzar Kid había recorrido casi a totalidad el mismo. La proa, la popa e incluso las calderas no presentaron la suficiente resistencia para su sed de curiosidad lo que provoco alguno que otro disgusto sobre todo para los trabajadores de barco, pero el simplemente feliz como era les restaba importancia y se disculpaba siguiendo su recorrido turístico por el sitio.

Caminando sin rumbo Kid llego hasta una zona donde muchas sillas se encontraban colocadas y tan inquieto como era se acercó encontrándose con una muchacha… pobre de ella que no sabría con lo que se enfrentaría. El pequeño kid la miro a los ojos le sonrió -¡Mucho gusto mi nombre es Kid! - se presentó este con un pequeño exceso de energía y casi sin darle tiempo a la muchacha que respondiera el bombardeo de preguntas - ¿Cómo te llamas? ¿Qué haces aquí? ¿tú también te ganaste las entradas? ¿es tu primera vez en un barco? ¿te gusta la mar? ¿quieres ser mi amiga? – demasiadas preguntas podrían abrumar a cualquiera, pero para los estándares de kid hacer esto era casi normal algo así como pestañear o respirar.

-Mmm ¿solo? - se cuestionó el pequeño digimon llevando una de sus garras hacia su boca mientras en su cabeza e formaba una interrogativa. Moviendo su cabeza de izquierda a derecha negó enérgicamente ante ello hasta el punto que la piel que cubría su cuerpo quedo desordenada - ¡No! - exclamo al tiempo que con sus garras acomodaba aquello. -Yo he venido con mi amigo- sus ojos se iluminaron con la última frase, estaba más que claro que si no se le detenía parlotearía sin fin sobre aquello. Adelantándose a cualquier situación desagradable vlad le había advertido sobre agobiar a otro con tantas palabras.

Kid que era un digimon curioso tal vez podría tener el mismo pensamiento que la jovencita con respecto a lo extraño de la situación, pero siendo un digimon incapaz de desconfiar de otros podía creer de todo corazón que ellos solo tenían buenas intenciones. -Ellos…Ellos ¡quizás son buenos y solo quieren hacernos felices! – sus ojos de color morado adoptaron un brillo intenso, era casi increíble como su inocencia primaba por sobre su curiosidad.

Kid sin un deje de vacilación miro a la muchacha a los ojos y de la forma más sincera que pudo revelo sus pensamientos - ¡eres muy agradable! - comento con la sonrisa tan grande como su cara pudiera formarla y como la única pregunta que realmente deseaba que ella respondiera seguía estando inconclusa la volvió a formular de forma pausada y separada de las demás. - ¿En…entonces…quieres ser mi amiga…? – pregunto poniendo toda su esperanza en recibir una respuesta afirmativa.

Kid se quedó mirando como aquella muchacha sorbía de su refresco y esperando que esta terminara para continuar hablando -Mi amigo esta por aquí cerca ¿quieres conocerlo? – siempre expectante ante la idea de hacer nuevos amigos no podía dejar de lado al más antiguo de ellos y aunque este no lo pidiera Kid siempre haría que vlad conociera a nuevos individuos.

Mientras tanto dos digimon de aspecto dudoso llevaban a cabo una simple conversación sobre la gran cantidad de invitados que habría para la gran celebración que sería anunciada cuando el barco estuviera por sobre la mitad de camino. Esta iba a ser una sorpresa en más de un motivo para todos aquellas que esperanzados subieron a un crucero pensando que tendrían las vacacione de su vida.

-Ya está retrasado…- murmuro Vladimir mirando su reloj de bolsillo, una extraña reliquia cuyo valor era desconocido y la cual nunca solía portar debido a lo anticuado que esto era en comparación a los digitales. –“¿Quizás debería ir a buscarlo? No reamente es mejor esperarlo aquí sobre todo porque suele recorrer lugares que para mí pueden resultar demasiado complicados.”- En varias ocasiones en las cuales kid desapareció de su vista debido a que se escabullo dentro de tuberías o entradas demasiado pequeñas para un ser de un tamaño considerable, por lo tanto, vlad había acordado para consigo mismo quedarse siempre en el último lugar en donde se hallaran juntos esperando que este llegara por su propia cuenta.

El navío impulsado por los grandes motores lentamente comenzó a ganar velocidad, las olas a su lado parecían chocar contra la coraza de este disolviéndose en espuma; para luego volver a impactar nuevamente repitiendo el ciclo de manera interminable. Suponiendo que el clima no cambiara y la velocidad se mantuviera constante no tardarían en llegar al punto donde la gran noticia seria revelada.

Al oír aquellas palabras pronunciadas por la muchacha los ojos del pequeño digimon adquirieron un intenso brillo atribuible a la alegría. -Kyum! ...- un leve sonido salido de su boca al sentir su cabeza siendo acariciada por aquella chica, la emoción estaba invadiendo complemente al psychemon, al punto de podérsele notar en su radiante sonrisa, eso acompañado de sus mofletes inflados le daban una apariencia la cual algunos llamarían como tiernas mientras otros lo considerarían un digimon raro.

Mientras ambos avanzaban topándose con alguno que otro digimon cuyo objetivo al igual que el suyo era disfrutar del viaje el pequeño digimon tarareaba una alegre melodía. -Mmm… nombre? - repitió este llevándose una de sus garras sobre la boca, sus pasos se volvieron un poco más lentos mientras pareció darse cuenta de su terrible error. Una corriente eléctrica recorrió su espalda mientras varios signos de exclamación eran dibujados en su mente sobre su cabeza, como podía haberse olvidado el decir el nombre de su amigo, una falta tan grande no debía pasarla por alto y aunque claro para Vladimir eso no hubiera significado nada Kid solía tomárselo muy en serio.

-Esto…- entre exaltado y temeroso Kid no pudo evitar tartamudear involuntariamente. -Mi…mi amigo se llama Vlad…- la preocupación del pequeño junto a los signos de alerta fueron remplazados por unas grandes interrogantes. Kid que conocía a Vladimir desde hace algún tiempo siempre lo llamaba acortando el nombre por lo que solía olvidar cual era -je je je…- rio nerviosamente mientras una especie de sudor frio recorría su frente - ¡si se llama Vlad! - exclamo y asintió intentando convencerse a sí mismo mientras tomaba la mano de Iggy apurando el paso.

Luego de unos cuantos minutos de una vaga contemplación hacia el mar vlad parecía un tanto aburrido de todo aquello y el hecho de tener los labios resecos por acción de la brisa marina no parecía estar ayudando a lo contrario. No teniendo muchas opciones lamio suavemente sus labios sintiendo el salado sabor que estos tenían y respirando hondamente absorbió la esencia marina sintiéndose nuevamente revitalizado estiro su cuerpo para que sus músculos tuvieran un pequeño descanso después de mantener aquella posición durante tanto tiempo.

-Conociendo a Kid ya debería estar por llegar…- comento para sí mismo y como si sus palabras fueran una especie de llamado desde cierta distancia pudo notar la pequeña figura de su compañero acercándose, aunque había algo raro, el no venía solo y otro ser la acompañaba lo que sin duda intrigo al muchacho, pero ya se encargaría de averiguar el asunto cuando Kid estuviera frente a él.

El pequeño psychemon a ver a su compañero soltó la mano de la muchacha y rápidamente avanzo hasta que sus pasos cambiaron de ser una caminata a convertirse en un trote -¡¡Vlaaaaaaaad!!- grito enérgicamente captando la atención de su amigo, el cual rápidamente miro hacia su dirección notándolo y antes de que este hubiera podido pronunciar alguna palabra kid salto a sus brazos.

Vladimir rápidamente sostuvo entre sus brazos a kid resistiendo el pequeño impacto de la fuerza generada por el salto de este - ¡Vaya! Aunque nos separemos por unos segundos siempre eres tan enérgico al reencontrarnos – Vladimir estaba acaricio la cabeza de kid y cuando estaba a punto de preguntarle que había hecho al separarse una muchacha apareció presentándose.

-Encantado de conocerte Iggy- la saludo soltando a kid y haciendo una pequeña reverencia que el psychemon imito. -Espero que kid no te haya causado ningún problema, a veces suele ser un tanto curioso lo que provoca alguno que otro desastre...- la sed de conocimiento del pequeño lo había llevado a experimentar desde una pequeña descarga eléctrica hasta casi caer de un abismo, pero Vladimir siempre había estado alli para salvarlo -Eh… bueno con respecto a si es mi compañero… es un tanto complicada nuestra relación- al ser un usuario de digispirit se podía decir que Vladimir era su propio compañero debido a que siempre lo acompañaban los espíritus del digivice y con los cuales hablaba de vez en cuando ¿entonces que era kid?¿era realmente un compañero?¿un amigo o simplemente un digimon que casualmente lo seguía?  -Kid es mi amigo- fue la respuesta elegida por el muchacho.

- ¡Somos mejores amigos! - casi al mismo tiempo kid dio una respuesta parecida a la de vlad. El pequeño se acercó nuevamente a la muchacha esgrimiendo una gran sonrisa - ¡Y sabes! - parecía que estaba a punto de contar algo - ¡Vlad…vlad se puede transformar en digimon! No es eso grandioso- se notaba en su rostro que para él era algo genial.

Vladimir solo puedo mirar igual que un padre ve a su hijo como kid revelaba aquella información que para él no era demasiado importante, puesto que al conocer a otros tamer cuya habilidad era convertirse ellos mismos en digimon no se le hacía raro poder hacer lo mismo. Tomando de las axilas a Kid lo alejo un poco de Iggy para no incomodarla - ¡Vamos kid! No debes ser descortés con alguien que conociste hace poco- luego se dirigió hacia Iggy disculpándose -lamento el comportamiento de mi amigo, suele ser un poco imprudente- Vlad era una de esas personas cuyo motivo por el que otros se encontrar en el digimundo poco le importaban, pero no porque no deseara interactuar con ellos, sino más bien ya que pensaba que todos eran libres para hacer lo que quisieran.

-Así como mi amigo ha dicho, soy lo que llaman un tamer con digispirit es decir usando el poder de los espíritus digitales puedo adoptar su forma- no sabiendo si la muchacha realmente era una tamer u otra cosa Vladimir dio una pequeña explicación de lo que era, para luego realizarle preguntas a la muchacha -y dime Iggy ¿tu posees un compañero digimon?- aunque simplemente podía preguntarle qué tipo de tamer era ella el opto por hacer una pregunta más vaga para no incomodar a la muchacha si es que esta no deseaba  revelar información.

-No deberías preocuparte, yo tampoco soy capaz de escucharlos en algunas ocasiones-  al no llevar mucho tiempo junto al digivice había cosas que vlad desconocía de este, por lo tanto, él siempre había atribuido el hecho de no poder comunicarse con los espíritus dentro del dispositivo con el poco vinculo que estos podían tener para con él.

- ¡Estamos aquí por un viaje de amistad! - Kid esta vez fue el más rápido en contestar y sonriendo afirmo que este era un tour que hacían dos amigos para divertirse. En la cabeza de este digimon solo había dos cosas que podían ocupar sus pensamientos casi al cien por ciento: una era el conocer todas sus inquietudes y la otra era el viajar junto a sus amigos para vivir aventuras.

-Jajajaja- vlad rio desde el fondo de su corazón con las palabras de su amigo, para luego de calmarse explicarle el motivo por el que se encontraban alli. -Si bien es como mi pequeño amigo dice, realmente he sido movido por la curiosidad de conocer aquel capaz de regalar un viaje a una gran cantidad de seres-  realmente no era curiosidad, sino la preocupación por conocer las intenciones ocultas detrás de los organizadores del viaje, ya que todo este asunto había resultado ser demasiado raro desde su punto de vista.

Habiendo contestado a su pregunta Vladimir realizo la misma que ella le hizo - ¿y dime cual es el motivo que te trae a ti por aquí? - aunque sabía que era un poco impropio el preguntar a una señorita sobre sus asuntos no podía evitar preocuparse por cualquiera que se hiciera amigo de kid.

Mientras ambos mantenían la conversación el crucero se acercó a su destino -HEMOS ARRIBADO A NUESTRO DESTINO!!!- aclamo una voz desde los altoparlantes del navío -señores pasajeros se les aconseja tomar sus pertenencias y preparase para abandonar la nave.- Pronto la mayoría de los pasajeros comenzaron a avanzar a tropel hacia el lado derecho de la cubierta donde una pequeña pasarela fue bajada, revelando una especie de puerto completamente de madera, hasta el punto de parecer imposible que este pudiera soportar el peso de todos los que descenderían.

Antes que cualquiera de los pasajeros pudiera descender frente a ellos apareció un digimon con traje de marinero - ¡Bien, con calma! - dijo poniendo sus manos en formando una barrera para detener a los que ya casi se lanzaban hacia abajo (no literalmente) -Formen una fila e irán bajando de uno en uno- aunque la orden era simple su voz hiso que rápidamente todos se ordenaran como él había dicho.

-Tal parece que tendremos que tomar nuestro lugar también ¿te gustaría acompañarnos? - Pregunto a la muchacha con la cual aún seguía conversando, sería una pena abandonar tan amena conversación en ese lugar.

-¡¡Si!! ¡Acompáñanos! - Kid como la mano de Iggy con sus garras instándola a que los siguiera, el pequeño digimon parecía haberle tomado cariño a la chica y no deseaba que su amistad fuera tan poco duradera.

Los primeros digimon y humanos es pisar el puerto pudieron contemplar que frente a ellos se alzaba una especie de luau Hawaiano, más que nada era un sitio con un ambiente tropical lleno de mesas con múltiples tipos de comidas, al fondo se podía ver un escenario donde los shows serian presentado. Por sobre todo era un sitio agradable a la vista que incitaban a no abandonarlo, pero claro todo eso no era más que una trampa caza bobos la cual tardarían un tiempo en descubrir.

Desde una cabaña en la parte más alejada del luau y cerca de la falda de un volcán una figura se movía de aquí para allá en su interior. - ¡Moajajajajaja! - Aquella voz resonó de forma estridente pero debido a la distancia que lo separaba de donde se encontraban los turistas les era imposible escucharlo.  Hace unos cuantos minutos los miembros de la secta le habían informado que podía haber miembros de los US dentro de los pasajeros, los simples hechos de poder sacrificarle aquellos tipos a su deidad hacían que el día fuera aún mejor. -Ahora solo debemos averiguar cuál de ellos es -  en la mesa frente a él y junto a una pila de documentos se encontraban entre siete a nueve fotografías y de entre las fotos de humanos y digimon aparecían también vlad, Iggy y por supuesto kid.

-¡Según lo que nos informaron en el crucero de entre ellos uno o dos podrían ser miembros de los US!-  un Sharmamon informo mientras su gran chaman - ¡además señor! – de entre el interior de su chaqueta otra foto fue colocada sobre la mesa. En la foto se podía apreciar un digimon ave que seguramente era un piyomon -Este digimon se ha visto sobre volando por los alrededores de la isla, lo que debería ser imposible porque solo los que recibieron invitación deberían conocer la ubicación de este lugar – gracias a cierto aparato había una fina niebla que lograba desconcertar los sentidos a menos que supieras la localización exacta de este sitio y solo alguno de los clanes en el digimundo sería capaz de descubrirlo, para ser más claros solos los US serían tan entrometidos.

- ¡Perfecto! - exclamo con un aplauso el baromon -aquel insensato digimon si es que resulta tener relación con los US nos llevara hacia aquel sujeto-  aunque no tenía la certeza de quien era el verdadero miembro de aquel clan poco importaba ya que todos los turistas iban a ser sacrificados, pero debido a aquello era que el actuaba de forma cautelosa, solo bastaba un eslabón que dejaran pasar y su cadena de sacrificios seria destruida.

- ¿Entonces… entonces señor los capturamos de inmediato? -   pregunto el Sharmamon, ya que lógicamente tenían el número suficiente de miembros como para llevar de forma rápida esa labor.

Acariciando su barbilla con la mano izquierda baromon metido unos segundos sobre aquella decisión y llegando a un consenso dicto sus órdenes - ¡No! Esperaremos luego del show que les daremos, en ese momento se servirá un último banquete en el cual agregaremos unos somníferos especiales- aquel somnífero era incoloro e inoloro, además de no tener sabor y poseer una duración prolongada con la mínima cantidad. Sin duda era una medicina increíble ya que los sacrificios ocurrirían a mitad del día siguiente debido a las preparaciones que debían llevarse a cabo.

Habiendo recibido un si por parte de su nueva compañera temporal el trio ya se encontraba sobre el puerto pudiendo contemplar lo que otros antes habían hecho, cuando un pequeño digimon de apariencia aviaria, tal parece que ese digimon era conocido de la muchacha por como ambas actuaron al encontrarse.

-Mucho gusto en conocerte yo soy Vladimir- el muchacho peli negro realizo también una reverencia ante la digimon llamara rose.

-Y…y…y ¡Yo soy kid! - exclamo el psychemon haciendo una reverencia con los brazos abiertos mientras una sonrisa se apreciaba en su rostro.

La tal llamada rose le informo a Iggy que se encontraba aquí investigando sobre el extraño comportamiento en la zona, además en su conversación menciono US. Vlad no entendía a qué se refería, pero le llamo la atención el hecho de que fueran lo que fuesen tenían relación con la muchacha llamada Iggy - “¿serán acaso una especie de organización algo así como una agencia de detectives?”- se cuestionó en su mente, puesto que al no conocer más detalles uso los datos recién entregados para llegar a esa conclusión.

- ¡Una nueva amiga! - exclamo kid no entendiendo de lo que ahí se hablaba, en su mente solo importaba hacer más amistades. Kid se acercó a la piyomon e hizo su pregunta habitual - ¿quieres ser mi amiga? - y se quedó ahí esperando la repuesta.

Vladimir al ver como la plática entre ambas parecía ser algo importante y como ello no era de su incumbencia tomo al pequeño kid -Veo que lo que conversar puede ser un poco delicado para que nosotros lo escuchemos, por lo tanto…- ya que la habían invitado a estar junto a ellos no era bueno romper esa invitación -¿que tal si se nos unen luego de que terminen de platicar? estaremos en ese lugar- señalo un lugar donde cocinaban brochetas a la parrilla -¡las estaremos esperando!- dijo extendiendo la invitación hacia rose incordiar. Con un movimiento leve de su mano ambos se alejaron hacia el puesto de comida donde el dueño los atendió rápidamente entregándoles un par de brochetas recién cocinadas.

-Y entonces él me dijo ‘no puedes morder eso kid puede ser peligroso’- el pequeño digimon parecía demasiado contento contando aquella anécdota hasta el punto de hacer una breve imitación de aquel que le advirtió aquello, ambos tenían una animada platica mientras esperaban que sus acompañantes les dieran alcance en aquel restaurante.

-Como siempre debo suponer que no hiciste caso y mordiste aquel circuito cableado ¿no? - el muchacho le había escuchado tantas veces historias similares que hasta ya casi podía predecir el resultado de las acciones llevadas a cabo por el pequeño psychemon. -Entonces que paso esta vez? ¿te quemaste? ¿te electrocutaste? -  resignado ante la situación el tan solo pudo bajar sus hombros y esperar que su digimon compañero le revelara la anecdótica situación.

-Uggg sabia horrible…- kid saco su lengua la cual limpio con sus garras al recordar aquel tan desagradable saber que era una mezcla entre oxido y uno que era demasiado amarga para compararlo con otras cosas. -Fue lo peor- en el rostro de kid una pequeña cara triste fue reflejada pero claro todo aquello duro tan solo unos segundos al ver como ambas se acercaban para acomodarse a su lado.

-Bienvenidas de regreso- saludo amablemente el joven de cabellera oscura haciendo un ademan ante ambas y esperando que estas tomaran asiento junto a ellos.

- ¡Bienvenidas amigas! - exclamo kid al verlas y agitando sus manos demostró la alegría de encontrarse nuevamente reunidos todos juntos en aquella mesa del restaurante.

-Por supuesto- Vladimir respondió afirmativamente mostrando un plato con unos cuantos pares de brochetas, estas no eran más que carne asadas en palillos junto a algunas verduras algo simple, pero lo suficiente como para llenar sus estómagos momentáneamente y así disfrutar del relajante paramo frente a sus ojos. -Según el dueño de este lugar estas son las mejores brochetas de la isla- comento Vladimir entregando a cada una de las muchachas. -Adelante pruébenlas antes que se enfríen- aunque era peligroso darles de comer comida exótica, pero para algo estaba kid el catador especializado en sabores múltiples.

-Ñam ñam woman wodo eswa dewisioso (coman todo esta delicioso)- mientras masticaba alegremente sus palabras eran distorsionada por la cantidad de alimentos ingeridos. En su cara se podía ver como el sabor era realmente delicioso.

Por su parte Vladimir solo observaba a su compañero sin probar bocado alguno, con un gesto de su mano llamo al dueño del lugar que al mismo tiempo era el camarero -Podría traer algo para beber por favor- pidió amablemente. Rápidamente y con la elegancia que solo un ser experimentado en el rubro de servicio podía mostrar el dependiente llego con una jarra llena de limonada acompañada de unos cuatro vasos, depositando estos sobre la mesa. Vladimir le agradeció el servicio y comenzó a servir entregándoles a cada uno un vaso lleno del helado, ácido y dulce liquido -adelante sírvanse- ofreció nuevamente a todos.

Kid tomo el vaso y más rápido de lo que se demoró vlad en servir el pequeño digimon vacío el contenido - ¡estaba delicioso! - exclamo comenzando con una nueva brocheta mientras Vladimir volver a servirle un poco más de limonada. Lo que ellos desconocían era que unas raras presencias los observaban a la distancia procurando que su presencia fuera lo suficiente tenue como para no ser percibidas.