Re: Encuentro en la ciudad antigua (priv. Ed Elric, Sigrun Vinter y Yatterwa)

por Sigrun Vinter Dom Jul 28, 2013 6:03 pm

Suspiré de alivio cuando el Roachmon desapareció de mi vista aunque no pudimos descansar mucho porque aún teniamos algo por terminar. Aún habian digimons intentando hacerse con esa reliquia y teniamos que impedirselo. Gabumon nos avisó de algo de los tejados, al parecer esos tipos intentaban escapar por ahí. Ahora que mi compañero era más grande no sabia si esos tejados soportarian su peso por lo que volvió a ser Veemon. Antes de continuar con la carrera me volví hacia Ed, habia escuchado el final de su conversación y queria comentarle algo, para empezar no queria que se hiciese ilusiones si lo habia conocido ese mismo día. Para mi Ed era un amigo pero sólo eso.

- Oye Ed, luego me gustaria hablar contigo cuando todo esto acabe- le dije antes de salir corriendo junto con mi compañero para seguir a Gabumon.

No tardamos mucho en subir a la torre y llegar a la ventana. Gabumon habia logrado saltar y ahora nos tocaba a nosotros. Tras un par de segundos salté, estuve a punto de perder el equilibrio al llegar al tejado pero sólo se quedó en un susto. Veemos saltó después, él pareció tener más equilibrio que yo por lo que su salto fue mejor.

por Ed Elric Jue Ago 01, 2013 4:23 pm

Esto no había terminado, esa gran araña era muy escurridiza, y contaba con la ventaja de poder escalar muros y paredes con la misma facilidad con la que camina normalmente en el suelo. Afortunadamente el Digimon que se había unido a nuestra lucha pudo divisarla en la parte alta de las murallas, e inmediatamente luego de avisarnos corrió en su búsqueda. Pensé que estaba corriendo hacia el lado opuesto, luego entendía que estaba por cometer una locura, algo bastante arriesgado, pero no pude detenerme a pensar en eso, de seguro sabía lo que hacía. Lo que realmente me sorprendió es que Sig lo siguió ¿Realmente pensaba saltar esa distancia? Si para un Digimon parecía algo complicado, no me imagino lo que será para un humano. Sólo esperaba lo mejor.
A media carrera, ella se paró y me dijo que le gustaría hablar conmigo. Era obvio que se refería a... aquel "incidente" por llamarlo de alguna manera. Así que la miré seriamente y asentí, en ese momento me sentí más tranquilo a pesar de la adrenalina que recorría nuestros cuerpos.
Ahora era nuestro turno de actuar pero, ¿qué podíamos hacer? Analicé la situación y sentí un toque en el hombro.

-Ed, el techo de allá es bastante bajo y la murallas se conectan a través de la torre-

¡Eso es! Podríamos llegar por el otro lado y KoDogumon se vería atrapado. Les dije a los demás nuestro plan mientras entraban en uno de los edificios.

-Excelente Monodramon, eso haremos. ¡Subiré por el otro lado y arrinconaremos a ese Digimon. Si lo atrapan antes, traten de inmovilizarlo y lo interrogaremos luego! Vamos amigo-

Mientra corríamos hacia la casa con el tejado bajo me adelanté un poco y me coloqué de espaldas a la pared, agachándome y juntando mis manos para hacer de soporte a Monodramon. En ese momento aumentó su velocidad y pisando mis manos lo impulsé hacia arriba. Para amortiguar un poco la caída extendió sus alas y cayó suavemente.
En cuanto a mi, como la casa estaba pegada a la muralla, no tuve muchos problemas saltando y usando el gran muro para llegar al tejado. Luego subimos una escalera con una gran cantidad de escalones hasta llegar a la cima. A lo lejos se podía ver que los demás ya habían subido, bueno, al menos Veemon y Sigrun... Gabumon, algo por el estilo.

por **Yatterwa** Vie Ago 02, 2013 12:24 am

-¡Ugh, que rabia si tan sólo te hubieras quedado callado! -dijo KoDogumon hecho una furia. Yo seguí sin moverme, sonriendo.

-¡Petit fire!-la llama azulada impactó contra él. Pero era mucho más fuerte que yo, porque no le hizo demasiado daño. Sólo sirvió para enfurecerle más. Estaba haciendo tiempo para que la tamer viniera, era consciente de que yo no era rival para él.

-¡Idiota, será la última vez que te metas en el camino de alguien! - el KoDogumon intentó embestirme, pero yo agaché la cabeza y le clavé mi cuerno. Gritó. Pero entonces utilizó su telaraña para deshacerse de mí y lanzarme lejos... me lanzó al vacío.
Recordé a Keramon.
Oh, Dios...
Qué tremendo golpe en la cabeza. Qué dolor... todo se apagaba... mi inocencia...

-¿Es... la primera vez que se apaga... mi inocencia... yo... era así...? - no sabía si calificarlos como pensamientos irracionales o dolorosamente lúcidos... los adoquines de la calle... -Yo... tuve que cambiar... era demasiado doloroso como ahora...

¿Sangre...?

No sabía porqué, tenía la sensación de que me había enfrentado a ése trance. Las campanas tocaban por mí y por otras víctimas de la peste negra hacía siglos... luego, fui bendecido con la magia, con Witchenly... y me lo arrebataron...quería volver pero lo peor era que sabía que no podía, lo había perdido.

-Du... ele... - pude ver mi zarpa moviéndose moribunda y los escombros.

Oí mi propia voz dentro de mi cabeza, pero con un tono antipático y desconfiado, demasiado sarcástico:

"Odio estas sensiblerías. Te hacen débil, por eso no me las puedo permitir, estoy en un mundo de lobos vestidos de cortesanos. Si tengo que sacrificarlas para no acabar bajo la bota de otro, que así sea."

Me preguntaba qué estupidez me había llevado a proteger todo aquello. No era mi asunto. Debí haberme alejado... la misma voz, aunque seguía siendo de la misma persona que antes, parecía conmovida.

"Sois mi rey, y os protegeré de todo lo que sea necesario. Es mi deber."

por Sigrun Vinter Lun Ago 05, 2013 10:27 pm

Mientras corriamos escuché el plan de Ed y asenti para indicarle que estaba de acuerdo. Acorralariamos a esa araña y le obligariamos a contarlo todo. Veemon y yo seguimos corriendo y no tardamos mucho en llegar a la parte alta de la muralla. Gabumon iba adelantado y cuando llegamos a alcanzarle vimos como el Kodogumon lanzó a su adeversario al vacío.

- ¡Gabumon!- grité al verle caer.

Miré hacia abajo y vi que estaba en el fondo aparentemente inconsciente o eso era lo que quería creer. Después de todo lo que nos habia ayudado no queria creer que estubiese muerto. Volví la mirada hacia la enorme araña con rabia, pagaría lo que le habia hecho a Gabumon.

- ¡DigiSoul, carga!- grité al activar mi digisoul y transferirlo al digivice.
- ¡Veemon digievoluciona en... Veedramon!

Veedramon rugió para atraer la atención de Kodogumon. Por suerte, la muralla era lo suficientemente ancha como para que mi compañero pudiese moverse con comodidad. Sin esperar más le dí la orden a Veedramon de que atacase mientras yo bajaba de la muralla para ayudar a Gabumon. De todos modos sabía que mi compañero podría apañarselas solo hasta que volviese.

- ¡V Breath Arrow!- atacó Veedramon.

Nuestro objetivo no era destruir a ese digimon, a pesar de que nos gustaría hacerlo, si no entretenerle el tiempo necesario para que Ed y Monodramon pudieran sorprenderle por la retaguardia.

Mientras mi compañero peleaba yo me acerque a Gabumon y me agaché a su lado. No quise arriesgarme a moverlo por si acaso empeoraba su heridas.

- ¿Gabumon?- le llamé intentando que volviera en si.

por Ed Elric Vie Ago 09, 2013 3:51 am

Corríamos desde el extremo de la muralla, teníamos que llegar has la segunda torre para poder atrapar a esa gran araña y realizar un vasto cuestionario.
Mientras tanto giré mi cabeza hacia la derecha y pude ver gran parte de la ciudad, en calma, como aquella que se siente después de la tormenta. A la distancia se notaban algunos edificios en llamas y otros humeando, incluso algunos Digimon, no diferenciaba de ciudadanos o enemigos, heridos en las calles y otros que ayudaban apagando los pequeños y aislados incendios, como así también a los mismos heridos.
Puse mi vista al frente nuevamente y un ataque de Veedramon daba de lleno en KoDogumon haciéndolo retroceder con giros sobre sí mismo. No quedó realmente herido, era parte de nuestro plan, pero sí sintió el golpe posiblemente se encontraba mareado y algo amedrentado por la reciente evolución de Veemon... ¿donde estaba Gabumon y Sigrun? Había visto con mis propios ojos que ellos llegaron hasta arriba de la gran pared de roca, pero ahora no podía verlos por ningún lado. Pero al ver al Digimon de Sig pude suponer que estaba bien, al menos eso quería creer.
Muy bien, tenía que acabar mi misión ahora mismo, necesitaba más información lo antes posible. KoDogumon miró con miedo a el dragón azul e hizo una red con su tela que cubría toda la abertura de la puerta de la torre, quería ganar tiempo para poder escapar, así que se volteó y empezó a correr.
Algo lo detuvo, cuando abrió los ojos y levantó la vista se topó con la gran sonrisa de Monodramon. Tal fue la sorpresa que hizo que la araña retrocediera pero no pudo cubrir una distancia siquiera considerable.

-¿Pensabas ir a algún lado? Y yo que te necesitaba para algo jeje-

Puse mi bota derecha sobre el enorme huevo de su cuerpo mientras cruzaba los brazos.
KoDogumon giró la cabeza lo más que pudo y vio su camino interrumpido nuevamente, su cara de sorpresa se transformó en la de temor.

-Ya sabes que hacer amigo-

-Claro que sí, Ed-

Monodramon crujió sus nudillos y para nuestro enemigo, todo se tornó negro.
Una vez abajo, ya en las calles de la ciudad, vimos a Gabumon muy mal herido y a Sigrun a su lado ¿Qué había ocurrido? Dejamos al Digimon inconsciente a un lado y corrimos para ayudar.

-¿Se encuentra Gabumon bien?-

-¿Cómo paso esto? Aguanta Gabumon, te llevaremos a que te curen las heridas y te pondrás bien, eres fuerte, podrás resistirlo. Sig, tu estas bien ¿verdad?

por **Yatterwa** Lun Ago 12, 2013 1:30 pm

¿Qué estaba haciendo allí? Técnicamente lo sabía lo que no sabía era qué clase de locura me había llevado a hacerme el maldito héroe, que se igualaba a hacerse el estúpido. Me ponía de muy mal humor. ¡Y si moría por eso, demonios, habría demostrado que me habían extirpado todos y cada una de mis neuronas en el viajecito! Además, tenía que volver a Witchenly. ¡Tenía que hacerme fuerte para volver! ¿¡POR QUÉ DEMONIOS NO HABÍA APROVECHADO LA SITUACIÓN!? Esa reliquia... hubiera sido tan fácil esperar a que estos estúpidos me hubieran hecho el trabajo de adentrarse en las galerías, cogerla para luego poder arrebatársela yo mismo.

Tenía encima un enfado monumental. Otra de las cosas era la maldita araña, quería desintegrarla, pero no tenía el poder suficiente como para hacerlo, no por ahora. Si no fuera tan bondadoso, iría a la ciudad de inicio y le daría una maldita lección...¿¡cómo se atrevía!? ¡Era un ultraje!

Bueno, si podía enfadarme así, supongo que vivir, viviría.

Alguien me llamaba. Creí que era alguien importante, porque despertar era prioridad; algo me decía que fuera donde fuera tenía que estar ahí para él...

-...porque el resto sólo desean traicionarlo - terminé en mi cabeza. Sin embargo, cuando entreabrí los ojos sólo vi a esas dos personas con las que había hecho el héroe.

Pude suspirar, e incluso sentarme en el suelo. En condiciones normales les hubiera dicho que me dejasen solo, pero por mucho que mi cabezonería -¿cabezonería? Es vigor y vitalidad-hubiera servido para no irme antes de tiempo, no me iba a curar la herida en la cabeza. Se me hizo raro ver sangre; sólo sangran los humanos, o los digispirit mientras que los digimon se deshacen en datos.

Me sujeté la cabeza y procuré no dar rienda suelta a mi lengua, para que no se percatasen del cambio. Aquel golpe había despertado mi inteligencia, ya volvía a ser Eisenheim, no ése criajo estúpido que me recordaba a esos tiempos mozos, cuando aún me llamaba simplemente Heim.

-Es...estoy bien, gracias. Dentro de lo posible, claro, me he caído de no sé cuantos metros - añadí amargamente - Aunque eso de curarme las heridas, no suena mal.

Había sido fácil. Sólo tenía que hablar como esa gente que tanto me exaspera

por Sigrun Vinter Mar Ago 13, 2013 9:38 pm

Me alegró ver que Gabumon estaba despertando, parecía que se encontraba medianamente bien, teniendo en cuenta la altura de la que cayó. Vi la herida del digimon y me extrañó bastante ¿sangre? creía que los digimons en vez de sangrar se deshacian en datos. ¿Por qué el no? Miré a Veedramon, él estaba con aquella araña, habia puesto una de sus patas encima para impedir que escapase cuando recobrase el conocimiento pero parecía intrigado por el hecho de ver sangre en Gabumon.

- Somos nosotros quienes deberiamos darte las gracias- dijo Veedramon sin apartar la pata del digimon insecto- A pesar de no conocernos de nada nos estas ayudando a atrapar a esos tipos, asi que gracias.

Estaba de acuerdo con las palabras que dijo mi compañero, Gabumon habia resultado ser un gran aliado en esa extraña aventura para impedir que se hicieran con ese objeto que seguiamos desconociendo. Ya interrogariamos a ese digimon araña más tarde, ahora queria ayudar a Gabumon con esa herida. Como no tenía vendas a mano rompí un trozo de mi camiseta (llevaba una de tirantes debajo) y vendé la herida de la cabeza de Gabumon. El vendaje improvisado negro resaltaba sobre el pelaje claro del digimon, y puede que no fuese el mejor pero era lo minimo que podía hacer.

- ¿Mejor?- le dije al terminar de vendar su herida.

por Ed Elric Lun Ago 19, 2013 6:53 pm

-Sig, tu ropa...-

En mi mente tenía la idea de que las vestimentas de las mujeres era una de las cosas materiales más preciadas y valiosas para ellas, pero vi como Sigrun se arrancaba una tira de su camisa para usarla de vendaje sobre la cabeza de Gabumon. Si bien era algo provisorio, también era mejor prevenir y detener la hemorragia al menos el tiempo suficiente para llevarlo a un hospital o a un médico de la ciudad, y así tratar sus heridas de una manera más adecuada.
Nuestra otra necesidad era nuestro cautivo enemigo. Era deber el encontrar una sala o... una celda, ¡eso es! De seguro en había una prisión o algo por el estilo, en donde podríamos retener a KoDogumon el tiempo que fuera necesario, y aunque por más que fuera una celda precaria, pienso que sería suficiente ya que el invasor no se encontraba en su mejor forma.

-¿Gabumon se pondrá bien? ¿se recuperará?-

-Claro que sí, no duden en ello. Ahora necesito la ayuda de todos ustedes. Lo que haremos será lo siguiente: Monodramon, tu y Veedramon busquen una comisaría o una prisión y pidan permiso para mantener a KoDogumon ahí. Si trata de escapar manténganlo bajo control, aprovechen ahora que está inconsciente.
Sig... puedo llamarte así ¿cierto? Ayúdame a encontrar un hospital, llevaremos a Gabumon. Toma-

Me saqué mi abrigo rojo y se lo dí a ella para que lo sostuviera por un momento, luego me arrodillé y tomé al herido Digimon con mis brazos. De alguna me las arreglé para que quedara en mi espalda mientras que con mis manos puestas hacia atrás lo sostenía para que no cayera.
Sé que a los heridos no hay que moverlos de su lugar, pero no iba a dejarlo ahí mientras sufría y se desangraba.

-Gabumon, espero que te guste el caballito. Iremos a que te mejores. Sig, ponle mi abrigo encima, es mejor que no pierda el calor. Ahora ¿les parece si partimos?
Amigo, sabes que hacer-

Con una sonrisa en mi rostro miré a todos, quería darles a entender que lo peor había pasado y que de ahora en adelante, todo volvería a la normalidad.
En cuanto a Monodramon, estaba listo para cumplir con su parte. Miró hacia atrás.

-Veedramon, ¿me acompañas?-

por **Yatterwa** Dom Ago 25, 2013 4:03 pm

Parecían muy preocupados por mí. Y tenían por qué, si me conocieran sabrían que si el mundo perdiera a Eisenheim sería perder a una de las pocas personas inteligentes que lo pueblan. Aún así, agradecí que la chica me vendase, no quería mancharme...¡sólo los borrachos de bar se manchan de sangre, y yo, soy un hombre con clase!

-Sí, hemos hecho el idiota, pero parece que hemos tenido suerte y como... como dicen lo que acaba bien está bien-dije, cuando la chica me agradeció. Añadí para mis adentros que todos los idiotas tienen suerte, así que quizás tener la mala fortuna de una caída así era otra de la extensa lista de razones para demostrar mi inteligencia superior.

Cuando el chico dijo lo de la comisaría no pude evitar exclamar:

-¿¡Comisaría!?¡Lo que merece ese digimon es que su mísera vida toque fin!¡Y lo haría yo mismo si pudiera por su ultraje! -suspiré, gritar hacía que me doliera la cabeza así que me limité a suspirar- Pero éste imbécil ha tenido suerte de que no esté en mis mejores condiciones. La suerte de los tontos supongo...

Lo que nadie me iba a quitar era que cuando pudiera desintegrarlo, le hiciera una visita a la prisión. Pero me lo guardé para mí.
Comencé a balbucear de sorpresa cuando aquel chico me cargó en su espalda, y lo atribuí a que no estaba en la mejor de las condiciones. Normalmente también me habría quejado, pero sentía que tenía poca fuerza para quejarme. Además, al fin de al cabo, algún día el resto del mundo me cargará a caballito metafóricamente, con la salvedad de que yo los azuzaré como se azuza a los bueyes así que no era tan malo como pensé cuando vi al muchacho cogerme y cargarme.
Eso sí, espero que lo haga con la delicadeza que merezco. Eisenheim no merece ser tratado como un vulgar saco de patatas.

Sólo esperaba no transformarme en mi forma humana, la odio. Aunque sinceramente, creo que no podía. Ni siquiera lo intenté, sentía la cabeza darme vueltas y mis humos internos calmarse.

-Debo atender este... trance como un hombre de mi clase-me dije, tratando de quitarme de la cabeza la oportunidad que había tenido para investigar la reliquia-No escapará de mí ni de mi escrutinio.

Si tuviera que señalar uno de mis escasos defectos es mi poca paciencia y mi curiosidad erudita. Lo último más que un defecto es una virtud para el arcano.

por Sigrun Vinter Dom Ago 25, 2013 9:34 pm

- Por supuesto- dijo Veedramon cargando con el desmayado KoDogumon para buscar una comisaría y encerrarlo allí. Bajo esa forma era lo suficientemente grande y fuerte como para cargar con aquella araña sin problemas.

Yo le puse el abrigo de Ed a Gabumon que parecía bastante molesto por el hecho de que, por el momento, KoDogumon permaneciese con vida. Yo también estaría molesta si por culpa de alguien cayese de la muralla como le pasó a Gabumon pero sabía que, si le matásemos, nunca sabríamos por qué atacaron la ciudad y qué estaban buscando.

- No te preocupes- le dije para intentar que se calmara- Recibirá su merecido pero por ahora él es el único que puede darnos explicaciones sobre lo que estaban buscando exactamente. Luego iremos a verle para interrogarlo, ahora lo mejor es que nos centremos en buscar un hospital donde puedas descansar. Antes me pareció ver que llevaban heridos del ataque a la zona sur de la ciudad, deberíamos buscar por allí.

…

Mientras tanto, Veedramon caminó en la dirección opuesta acompañando a Monodramon mientras buscaba la comisaría. KoDogumon murmuró algo incomprensible pero eso no importaba ahora, lo único que importaba era que estaba despertando y tendrían que encerrarlo antes para evitar darle oportunidades de escapar.

- Hay que darse prisa- le dijo a Monodramon- No me gustaría que despertase ahora y escapase.

Al cabo de unos minutos de caminar por la ciudad localizaron a dos Knightmons que hacían guardia frente a una puerta, al leer el cartel que había colgado en la pared, supo que habían encontrado lo que andaban buscando.

- Disculpad, este tipo era uno de los que estaban causando destrozos durante el ataque ¿podríamos encerrarlo aquí? – les preguntó a los guardias acercándose un poco a ellos.

por Ed Elric Vie Ago 30, 2013 8:59 pm

Una vez con el frágil Gabumon sobre mis espaldas, procedimos a buscar una enfermería para que se recuperara. Pensaba que tal vez todas las camillas estarían ocupadas y que no encontraríamos un lugar semejante en toda la ciudad, porque sabía que por las empedradas calles habían heridos desperdigados por doquier, pero por otro lado no perdía las esperanzas como nunca antes lo había hecho, incluso en el más extremo de los casos siempre guardaba un poco de esta en algún rincón de mi cuerpo. Si lo primero ocurría, deberíamos encargarnos nosotros mismos de las lesiones con los escasos conocimientos que teníamos sobre primeros auxilios.
No tenía idea de cómo curar a un Digimon, pero me pareció extraño cuando llevé rápidamente mí mano hacia mí frente para acomodar uno de los mechones de mi flequillo, siempre cuidando de que Gabumon no se cayera, noté que mi blanco guante ahora estaba teñido en algunas partes con rojo… Sigrun no estaba herida, por suerte, mucho menos yo. Saqué conclusiones y me quedé con las más viables, pero preferí guardármelas para después si es que la situación lo requería.
Anteriormente oí al Digimon, al cual cargaba, rechistar en voz baja. Al principio no le entendí bien, incluso teniendo su boca al lado de mi oreja, de todas formas escuché a la Tamer de la dorada cabellera decir algo con relación a eso, y aún sin saber con exactitud lo que hablaban, solté algunas palabras de aliento al aire.

-Vamos, esta es una buena experiencia. Todos ganamos algo, ya sea un golpe en la cabeza o un conocido más en la lucha por mantener la paz ¿No es así, Sig?
Y pienses como pienses, Gabumon, es bueno que hayas hecho de héroe esta vez. Sin tu sacrificio creo que no habíamos podido acabar con todo esto-

Miré a Sigrun con una sonrisa que me cubría todo el ancho de mi rostro y con mis ojos cerrados por completo… ¡Lo sabía! Tenía el rostro sucio, completo de tierra y yo como si nada frente a ella, y para dar un toque extra, no tenía otro par de manos para limpiarme. Me di cuenta de eso cuando le advertí sobre un charco de agua que se había formado en nuestro camino y mientras lo salteaba, miré mi reflejo en él.
Unos cortos minutos de caminata y preguntando direcciones, llegamos por fin al Hospital Real... o al menos lo que quedaba de él. Según los pobladores era el único de toda Zona Imperial. Una gran tienda al aire libre al estilo medieval, como todo lo de este lugar, repleto de Digimon, algunos muy heridos mientras que otros no tanto.
El edificio del hospital había quedado inhabilitado por el conflicto reciente, así que habían transferido e improvisado una suerte de enfermería en la ubicación actual.
Al acercarnos, una especie de enfermera o algo por el estilo, se acercó y nos dio la bienvenida, pero al ver al nuestro herido, con toda la dulzura posible, nos explicó que no habían camillas disponibles. Justo lo que temía.

-Bienvenidos al Hospital Real, mi nombre es Sistermon Noir y soy una de las encargadas de este hospital junto con Sistermon Blanc que se encuentra por aquél sector. Otros Digimon también nos ayudan por supuesto.
Siento mucho decir esto, pero nos quedamos sin lugar para más damnificados. Inclusive enviamos a los de menor gravedad a sus casas para que se recuperaran allí-

¡Vaya! ¿Ellas eran Digimon? Parecían humanas de verdad… Creo que si no se hubiera presentado me hubiera quedado con la idea de que en realidad lo era.

-E… encantado de conocerte. Mi nombre es Edward Elric, este es nuestro compañero Gabumon y ella es Sigrun.
Con que no hay más camas ¿eh? Demonios… Lamentablemente no somos de aquí y no tenemos donde cuidar de él. No eres de aquí ¿cierto chico?-

La veía apenada por la mala noticia.
Pensé en Bearmon, pero por más gentil que pareciera, no creo que quiera que su posada se transforme en una clínica. Además, no sabíamos si ese edificio seguía en pie.
Miré a mí alrededor y ella estaba en lo cierto, todo colmado al cien por ciento. Pero, hacia la derecha cerca de un poste que sostenían la gran tienda, estaban las cajas de suministros vacías. Me quité a la peluda bestia de encima y se la dejé a Sig sin detenerme en hacerlo cuidadosamente, y comencé a acomodar las cajas de modo que quedaran tres de largo por dos de ancho.
Tomé mi abrigo y lo doblé de forma que quedara algo semejante a una almohada, de todas formas hacía un buen tiempo y no lo necesitaba.

-Ahí tienes, una nueva cama. Supongo que como eres un Digimon rudo, no te importará demasiado. ¿Qué dices?-

-Bueno, supongo que si al paciente no le importa, está bien para nosotros. Podremos cuidarlo-

Sistermon sonrió y su rostro se ruborizó.

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Veedramon cargaba con la arañota y esta balbuceaba cosas. Cosas que seguramente eran maldiciones y obscenidades. Me recordaba a cuando Ed se enojaba o se encontraba frente a una linda chica y las palabras sin sentido se le caían de la boca… Jajaja, luego de todo este tiempo Ed sigue siendo rarito.

-Pftch…-

Tapé mi boca con ambas manos, no quería que el evolucionado Veemon sospechara de que me reía solo. Miraba los edificios llamativos que tenían carteles en su entrada para saber que era y con suerte encontrar así la comisaría.
Me detuve en una pastelería con la vidriera llena de delicias de todo tipo, con dulces, crema, azúcar y glaseados. Los quería a todos, uno de cada tipo… o mejor dos, tal vez tres, de cada tipo. Pero no tenía dinero, Ed siempre era el que lo llevaba y ahora sé porque… lo maldigo por eso y por todo lo demás, inclusive por esas cosas que aún no hizo.
Despegué mí nariz del vidrio empañado para pedirle dinero al compañero de Sigrun.

-Oye, ¿no tienes dinero encima? Luego le diré a Ed que te lo pague…

Veedramon ya se había adelantado y hablaba con un par de esos Digimon con armadura por todas partes.
Tenía que ser fuerte por primera vez en mi vida frente a las masas dulces. Estoy seguro que si hacía bien lo que mi compañero me había mandado a hacer, me recompensaría de la manera que esperaba. Así que miré por última a través del cristal con mucha tristeza en mi estómago. Esperen delicias, pronto estarán felices a dentro mío, lo prometo.
Comencé a correr hacía donde estaban los guardias mientras leía el cartel de encima de sus cabezas

-¿Comisaría? ¡Ya llegamos!-

por **Yatterwa** Miér Sep 11, 2013 12:00 am

Sí, el chaval tenía razón en una cosa; la situación tenía algo de bueno, al menos esos no le pondrían las manos encima a la reliquia, cosa que podría hacer yo si lo planeaba bien y lo veía útil. Con mucha más clase, delicadeza y discreción que éstos ineptos. Habían provocado mucho, era como si un elefante borracho hubiera entrado en una cacharrería. ¡Esa no era manera de hacer las cosas! ¡No por todos los heridos, que también, sino por mantener la clase! ¡Bah, los villanos de esta dimensión ni siquiera son capaces de tener un poco de dignidad!

De todas formas no me gustaba que hubiera tantos heridos. Para que haya una élite ha de haber quien la mantenga y si la plebe es erradicada o se siente descontenta, sacudirá a la élite con revoluciones. Por eso, aunque sean idiotas, de vez en cuando hay que darles contento si es que se prefiere un reino donde las cosas funcionen como dios manda; si esta felicidad es completa, el reino funcionará como una hermosa máquina de relojería. Es tal y como veo las cosas.

Al ver tantos heridos, supuse que me dejarían en una camilla. Bueno, puedo comprenderlo aunque es un insulto que se me trate como a cualquier otro. Buawhf, da igual, yo soy lo suficiente hombre como para aguantar unas heriditas y ceder como todo buen caballero mi lugar. Pero... meterme en una caja...¡una caja!
Había que reconocer que tenía imaginación el chico creando una cama con un par de objetos como cajas y su abrigo... ¡aún así, no le perdono que me soltase así, tampoco que se le ocurriera meterme en una caja! No dije nada de estas quejas en alto, por supuesto, más que nada porque podían pensar que no tenía la fuerza de voluntad suficiente como para aguantar algo más que mantas de seda. Pero aún así, si la situación hubiera sido distinta.

-No, soy de bastante lejos-les dije escuetamente cuando preguntaron si era de por aquí. Tan lejos como una dimensión... ugh, la echaba de menos. Luego, empecé a quejarme-Y por supuesto que puedo soportar estar aquí, viendo cómo está la situación. Esos idiotas, ¿porqué demonios han tenido que causar tantos destrozos? ¡Probablemente ni siquiera sabían qué venían buscando con exactitud!

-Hablando de eso...-les pregunté a ambos chicos. Sabía la respuesta, pero no estaba de más preguntar-¿Qué se supone que es y hace esa reliquia?

por Sigrun Vinter Sáb Sep 21, 2013 7:04 pm

Sigrun

Caminamos por la ciudad hasta llegar a la enfermería, bueno mas bien era un campamento improvosado lleno de camillas por doquier. Me recordaba a una de esas enfermerías imporovisadas que se suele montar cuando hay algún desastre y hospitales están llenos. Me quedé mirando un pobre Agumon que tenía el brazo bendado, en ese instante Ed me dió a Gabumon, pero podría avisar, un poco más y se me cae al suelo.

- Ed, la próxima vez me avisas que asi no se trata a un herido- le dije aunque no sé si me escuchó porque se fué a reunir cajas para hacer una "camilla", algo ingenioso sin duda.

Cuando la nueva camilla estaba lista dejé a Gabumon con delicadeza, intentando no hacerle más daño del que ya habria sufrido. Luego Gabumon nos preguntó por la reliquía, a decir verdad yo no sabía nada de eso, sólo sé que debía ser valioso.

- Lo siento pero no se exactamente lo que es ni lo que hace, sólo sé que no les pertenece a esos tipos y por eso quiero detenerles- le comenté- ¿Ed, tú sabes algo?

Veedramon

Después de hablar con los guardias, entré en la comisaría seguido por Monodramon. Me pareció que me preguntaba si levaba dinero encima ¿a caso no ve que no tengo bolsillos? En fin, me pregunté que habria visto que le llamara la atención y al ver que al lado habia una pastelería sonreí un poco. Los pasteles le habian tentado.

Cuando entramos un Knigthmon me abrió una celda y yo pude meter a esa araña dentro, no con mucha deliczadeza. El digimon caballero cerró la puerta con llave y se marchó. Me quedé viendo como la araña empezaba a despertar, el golpe que le dí al encerrarla debió ayudar a espabilar a ese digimon.

- Ya se puede ir preparando esa araña para el interrogatorio- le dijo a Monodramon sonriendo.

por Ed Elric Miér Oct 02, 2013 10:16 am

-Ehh, sí, sí...
Sentía el murmuro de Sigrun detrás mío mientras acomodaba las cajas. ¿Si qué era lo que decía? Ni idea, sólo escuchaba su voz. Tampoco sabía con certeza si se dirigía a mí, a Gabumon, a Sistermon o incluso si hablaba para ella misma o decía algo de suma importancia. Lo que sí era cierto, es que tenía que dar a entender de que estaba prestando atención, por más incoherente que fuera lo que yo respondiera.
-No estoy seguro, pero es obvio que se significa algo de gran importancia. Dudo que se trate sólo de una reliquia familiar, debe haber algo más detrás de esto, poder.
Ya Gabumon se encontraba en la improvisada camilla, listo para ser atendido y Sistermon comenzaba a realizar los preparativos para comenzar a curarlo. Primero removiendo la tira de tela que Sigrun había colocado con anterioridad como medio de precaución, la descartó en un cesto de desechos y se acercó a otro grupo de cajas que estaba cerca. Se agachó para abrir una de ellas... ¡Tenía dos enormes pistolas en la parte baja de su espalda! Eran de un tamaño considerable y parecían muy pesadas para que alguien de su tamaño y delicadeza las cargara. No pude reaccionar de otra forma más que abrir grande los ojos y tragar en seco mientras sentía que una gota de transpiración bajaba por un costado de mi rostro. A continuación se volteó con una jeringa que era de casi el doble de grande que sus armas, teniendo que sostenerla con ambas manos.
-Ehm… como… decía -proseguí mirando nuevamente al Digimon y a la Tamer-, Gabumon tiene razón, su manera de irrumpir en la ciudad fue muy caótica. Eso me da a entender que no encontraron una mejor manera de conseguir ese objeto y utilizaron la fuerza como único recurso acompañados por la ventaja del ataque sorpresa. Pienso que tampoco conocían al cien por ciento la situación, probablemente guiados por relatos o una leyenda. Incluso si lograran escabullirse sin que nadie los notara, hay una gran posibilidad de que sea en vano, la reliquia ni siquiera podría llegar a existir.
-Oh, pero ¿en que estaba pensando? Iba a ponerle esta pequeña inyección que se encarga de reconstruir datos, pero es cierto que él... él está sangrando. Creo que no podremos curar por completo la herida, sí que es extraño. Al menos me asegurare de que quede limpia y vendaré bien su cabeza. Sólo quédate ahí, iré a traer más gasas.
Sistermon recién se daba cuenta de ese "Digimon" no era como los demás, a pesar de haber visto sangre en la prenda de Sig, en mi abrigo, en el suelo y de seguro que en mis guantes también.
Mientras tanto, yo seguía pensando en voz alta sobre el tema de la reliquia, si los demás me oían era algo secundario. Creo que era momento de nombrar aquello que tenía en mente desde hace un tiempo.
-¿Por qué lo ocultas? ¿Por qué ocultas que eres un humano? Vamos, sé que debes estar luchando por mantenerte como Digimon y aún así no quieres revelar tu verdadera forma. Debe costar luego de quedar golpeado ¿no?
Necesitaba saber quien se encontraba detrás de la forma de ese Gabumon, nunca confié en un cien por ciento en los Tamers, mejor dicho, en sus Digi-Spirits. Necesitaba de alguna forma ver a los ojos de la persona para saber quien era y conocer sus intenciones, como si me permitiera saber lo que había en su interior y comprender lo que ocurría más allá de sus actos o sus palabras, pero el Spirit no lo permitía.
Había algo extraño en él, de todos los de su clase que había conocido, ninguno se había rehusado en ocultar su humanidad, menos aún estando herido. Tenía que lograr mi cometido, no importaba si era duro con él, si tenía que serlo... entonces lo sería.
-Ahora responde, Gabumon ¿quién eres? -me acerqué a él y sin cuidado tomé con mi mano derecha la pequeña capa que cubría sus hombros acercándolo un poco hacía mi-. ¿De donde provienes?

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-Claro que sí jejeje, pero... tengo una pregunta ¿qué se supone que tenemos que preguntarle? No se me ocurre nada.
Llevé mis garras para frotarlas en la parte trasera de mi cabeza, era una situación incómoda porque no sabía en realidad qué hacer, me dijeron que lo trajéramos aquí pero nada más. Ya empezaba a tener hambre y Ed que aún no regresaba. Esperaba a que hayan encontrado un hospital rápido, ese humano moriría si no se mantenía aferrado a su Spirit, gracias a la fuerza de este era que podría aguantar tanto el dolor. De todas maneas no la tendría fácil mientras Ed y yo estuviéramos cerca.
-Creo que deberíamos ganar algo de tiempo hasta que los demás lleguen ¿Se te ocurre algo?... Ohh ¡Ya sé! -me acerqué a la reja y tomé los barrotes con mis garras-. Oye arañota, ¿cómo te llamas?
Miré a Veedramon y fruncí los hombros en señal de que era lo primero que se me había venido a la mente.

por **Yatterwa** Vie Oct 11, 2013 10:47 pm

-Ja, las leyendas pueden ser buenos hilos, pero sólo imbéciles las seguirían al pie de la letra, sin comprobar nada... sólo eran imbéciles con suerte-musité, con gesto de enfado al pensar en lo benevolente que era la fortuna con los idiotas. Bueno, yo la fortuna, no la querría ni regalada, al fin de al cabo, alguien con el mínimo de inteligencia es capaz de basar sus acciones en su talento-Dice mucho de ti que creas que oculto que soy humano, y simplemente, si me mantengo en esta forma es porque tengo el poder para hacerlo-aquel chico me cogió de la capa, instándome a decirle quién era y de dónde provenía. ¡Bah! ¡Qué manera más burda de intentar sacar información, cómo si me fuera a asustar!

Aparté su mano, fulminándolo con la mirada. Lo cierto es que ni pudiendo me iba a transformar. Odio mi forma humana, me recuerda a cuando era tan idiota, como actuaba antes de darme el golpe en la cabeza...y como actuaba cuando aún era un simple monje en el monasterio, cuando era humano...ni siquiera me importa qué me hubiera pasado en la vida humana y no hacía un gran esfuerzo por recordar mucho detalle. Sé que estaba a punto de morir por alguna enfermedad, y me desesperé lo suficiente como para buscar entre los libros de la biblioteca prohibida, libros que la inquisición había prohibido...pero que los monjes de mi convento no destruían sino que atesoraban para sí, como si tuvieran miedo a liberar algo si los quemaban... simplemente los tenían allí, encerrados en el olvido y en un sótano. Si actuaban así de cobardemente y de estúpidamente era porque aquellos monjes eran unos paletos superticiosos.

-¿¡Qué maneras son esas, de todas formas!? Te lo repetiré por si eres duro de oído, simplemente soy un viajero que viene de muy lejos. Más lejos que el mundo humano, si es a lo que te refieres, tampoco del mundo digital. Te sorprenderá saber, que vengo de la exótica Witchenly-bueno, al fin de al cabo, ni yo tenía claro porqué demonios no estaba en mi querida dimensión en lugar de estar aquí rodeado de idiotas...¡no podía ser voluntario, eso seguro!

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