El treceavo perdido [libre]

-¿Leo?-pregunté yo entre extrañada y sorprendida de verle.

-Ohh!! el perrito achuchable de Luna!!!-Ladydevimon se emocionó y empezó a abrazar y a revolver el pelo de aquel gaogamon, ahora en su forma más descontrolada Gato no distinguia entre digimon humanoide y bestia todo era atractivo para su acoso.

-Mi compañera y yo no sabes lo que nos alegramos de ver otra cara conocida en este horrendo lugar, ¡ya basta,Lady! -use el lazo de luz de mi digivice para que dejara al pobre Leo respirar y la atraje hacia mi lado.-Oh! no se si la habías visto antes, Leo... ella es Gato evolucionada y su niveles de acoso tb aumentan asi que te pido disculpas, LadyDevimon es bastante... indomable-dije con resignación apartando la atadura de su cuello.

-Grrr! Algún día te quitare ese horrible haz de luz aguafiestas, Ashe!-protestó Lady masajeándose la zona donde la luz de mi D-power la había sujetado.

-Si, si, Lady... cuando me obedezcas y te comportes quizá no tenga la necesidad de usarlo...-le reñí a mi compañera. -Por cierto Leo quien es tu amigo? son de fiar?-pregunté con  curiosidad mirando a kyubimon.

Antes de que ellos pudieran contestar, Lady detectó algo en la oscuridad del techo, sus ojos brillaron con luz carmesí y gritó:

-Ashe, cuidado!!!-en una milésima de segundo, Ladydevimon me estrujaba contra su pecho dando la espalda a la amenaza que caía de arriba.-DARKNESS SPEAR!!!-Lady, por instinto transformó su brazo en lanza y arrampó con todo lo que hubiera caído tras su espalda pero lo que su ataque encontró fue un amasijo de lianas sin vida ya pues un sealsdramon que apareció de la nada se había ocupado ya de él.

-Dios, Lady! No vuelvas a ponerme tus pechos en la boca, casi muero de asfixia!!-protesté al descubrir q su protección no había servido de nada, al menos hasta ver a aquel sealsdramon entrar en escena acompañado de una blackgatomon.

-Alégrate que sea mi precioso busto y no un digimon poderoso el que acabe contigo, Ashe!!-me reprochó Lady alerta por si el sealsdramon hacía alguna cosa rara. Sin embargo la blackgatomon pareció conocer a la kyubimon y su colega el lagarto pareció ser un aliado.

-Y esta gente? Alguien puede presentarnos?-pregunté sintiéndome un poco como fuera de lugar pues ahí parecían conocerse todos. Después de eso Leo volvió a su forma rookie y nos soltó una perorata sobre el miedo y el abandonar el lugar.

-Y sabiendo que este lugar es peligroso retrocedéis a vuestra forma rookie? eso si que es llamar a la muerte a gritos... además erais mas monos de champion-dijo Lady

-Nosotros como US jamás abandonaremos a nuestros camaradas, chicos! Tanto como si queréis salir de aquí como si no, dejarnos ir con vosotros! os guardaremos las espaldas! Los amigos de otros US son mis amigos también!-contesté con orgullo--Además no veo a Luna ni a Flora contigo, Leo. Eso solo puede significar que pueden estar en peligro... os ayudaremos!-mantuve mi decisión de seguir con ellos.

Sin embargo antes de esperar una respuesta por parte de nuestros acompañantes a LadyDevimon le volvieron a brillar los ojos, había descubierto más digimon o criaturas poco amigables cerca.

-Rápido! Salid de aquí! no estamos solos! Ashely! ayúdame a espantar a esas criaturas!-Lady se puso delante de nosotros mirando a unos arbustos en alerta apremiándonos a salir por detrás de ella.

-Lady, qué pretendes? qué hay allí?-pregunté sujetándola de su brazo normal y mirando con desconfianza.

-Recuerdas esa carta que apareció en tu mazo cuando evolucioné? la del bastón?-dijo Lady como sabiendo cada una de las cartas que yo guardaba pues yo casi ni me había dado cuenta de que tras la primera vez que evolucionó Gato a su etapa ultimate aparecieron 3 cartas más en mi mazo igual que cuando shinkeó a Gatomon por vez primera.

Tras las palabras de mi compañera miré rápidamente mi mazo, vi una nueva carta que antes no tenía y enseguida entendí su idea.

-CARD SLASH!! Carta objeto! CALL OF THE DEAD!!!-Grité activando la carta.

En la mano llena de cadenas de Ladydevimon apareció un misterioso báculo.

-Seres del Inframundo y la oscuridad!! Yo os invoco!!-del báculo salieron un montón de digimones que Gato y yo habíamos derrotado anteriormente: dokugumon, youkomon, Zobyrel (cuya aparición hizo saltar alguna lagrima a Lady) y otros varios digimones que salían del cacharro como sombras y fantasmas con el fin de molestar a aquellos que se ocultaban tras los arbustos. -Eso nos servirá para ganar tiempo, vayámonos ahora de aquí.- Ladydevimon extendió sus alas una vez desapareció el báculo de sus manos y nos agarró a todos llevándonos lejos de aquella sala volando por los corredores hasta nuestro siguiente destino...

Scott & Anubis

-alli hay otro!! - grita un Cadejo al ver a Scott desde la terraza que daba a su posición. Provocando que otros dos salgas de detrás de unas columnas para intentar atrapar lo. Por ser humano no daría el mismo poder pero toda energía cuenta...y de paso se divertía jugando a atrapar los.

Mientras tanto en la mente de Anubismon todo aquel alboroto y gasto de energía innecesario, le molestaban bastante a aquel titiritero que buscaba usar a estos seres inferiores como celdas de poder y así liberarse de su prisión. Por lo que mientras se concentraban en la pelea, un nuevo adversario apareció de la nada misma - ¡Suficiente! - ordena con enfado una figura difusa y que desprendía un extraño color verde. Aunque era muy débil aun en el mundo físico, este ser lograba mantener gran poder en el universo mental, lo que le facilito extender sus brazos y apresar en cada uno a la misteriosa sombra y el rebelde Plutomon - Podrás seer fuerte en tu mundo, pero aquí mando yo - dirigiendo se al Plutomon, mientras le absorbía la suficiente energía para que durmiera; mientras que a la sombra no le tuvo piedad, devorando su energía por completo, al punto de marchitar la carta de donde vino.
Aunque aquello le dejaría solo con Anubismon, era claro que este estaba muy herido y agotado como para poder liberarse siquiera de las lianas, y mas aun para mantener su forma evolucionada en el mundo físico. No tardo mucho para que los efectos somníferos de las lianas fueran a poner su mente a dormir en un profundo trance...trance que puede que le ayudara a revelar algo de lo que pasaba. Aquel trance no solo les ponía a dormir, sino que a algunos les ayudaba sincronizar mas con la mente colectiva, llegando involuntariamente hasta la pequeña luz escondida en la oscuridad del obre.

"....¡¡Con mas fuerza Hackmon!! .... ¡¡Si Senpai!!......"


Luna & Dracomon

- a mi no me mires - dijeron los Cadejos al unisono - solo marcamos y ellas lo recolectan jejejeje - mofándose del imponente dinosaurio, que claramente no estaba para bromas - pero si te sientes muy solo te prestamos a nuestros amigos jejejeje - dicen (si quieres mata a los otros tres y esto lo dice otro cade nuevo) y detrás del Dark Tyranomon, nacen de las lianas, cinco Tyranomons.

Aquella desesperación y miedo de Luna no era mas que energía y alimento para las sombras de la mente colectiva. Entre mas probaba mas deseaba y mas motivos le daba a la mente de la joven para entrar en un estado de pánico descontrolado. Aunque el camino seria largo, doloroso y agotador, el miedo que liberaba la joven, a grandes cantidades, no solo alimentaba a su enemigo sino que la hundía cada vez mas en la oscuridad del obre, donde podría hallar una luz para calmarse un poco.

"....¡¡Feliz cumple Hack!!! todas trabajamos duro para darte este pastel, pero que te guste...."


V-mon, Flora & Sigrun

Segundo golpe directo a un Cadejo en un solo día, la Lider de los Royal Knight esta que arde. A diferencia del anterior puñetazo, este fue con suficiente fuerza, por el pánico, para abollar la cara del Cadejo planta, lo que permitió ver las lianas desordenadas de su rostro - jejeje eso no es amable - dice de manera escalofriante mientras las lianas se re-acomodan formando su cara. Aunque quizá el espectáculo fue vistos por algunos, no hubo mucho tiempo para interrogaciones, ya que el dragón azul no tardo en mandar a ese Cadejo con el otro, estorbando el ataque que mandarria su enemigo y dando tiempo para que contra ataque al mismo tiempo. Calor, ardor, fuego eso era lo que paso. El aliento del dragón fue tan potente que no tardo en incinerar a sus adversario que solo pudieron soltar unos chirridos agudos, mientras sus cuerpo se quemaba vivos; y se observaba como el fuego era otro de sus puntos débiles...después de todo eran plantas. Por desgracia aquel incendio pronto se expandió por todas las raíces en aquel túnel, dejando en claro que seria mejor para los héroes, salir de allí lo antes posible.


Ashely, Gatomon, Diana, Oshin & Leonardo

-pe..pero... - con las orejas gachas y una mirada tanto triste como preocupada. La felina no esperaba aquella respuesta, siempre habían estado juntas en las aventuras y jamas iban por riesgos tan altos como sus vidas...claramente algo debió cambiar en ese momento que se separaron. No sabia que decir, que palabras juntar para intentar convencer a su amiga...o si debía convencerla, se le veía en los ojos la determinación de pelear, y quizá arrebatar le eso seria un acto egoísta. Su mente lidiaba con todo eso cuando de la nada, y sin percatarse el motivo, la Lady Devimon la toma junto a los demás y se los lleva a todo rápido volando.

- ¿tu crees? - pregunta un cade a otro mientras caminaban distraído por los pasillos - pos claro, ahora somos como empleados para el obre, debería de dar nos vacaciones, seguros dentales, médicos y bonos por maternidad ¿como cuidaremos a los Cades bebes sino? - mientras abraza una semilla con un chupete pegado - ¡¡¡jejej si a por los derechos de los secuaces Cadejos!!!! - responde con entusiasmo, terminando ambos por alzar los brazos...cuando de la nada la Lady Devimon los enviste, terminando uno por sujetarse de la cara de Leonardo y el otro de la pierna de Lady Devimon - ¡¡¡HAAAAAAA!!! - gritan al no saber aun que paso.


Sealsdramon

Los espectros liberados por la carta de la chica, lograron distraer a algunos de los Cadejos que estaban entre los arbustos, dándole mas ventaja a Sealsdramon, quien aprovecho para disfrutar el decapitar a estos enemigos antes de dar les el golpe final - Debo recordar pedirles estos clones a los científicos cuando regrese a la base, es realmente relajante matar lo -dice como nota personal para él mismo, mientras suelta una leve risa algo maliciosa. Luego de observar que sus anteriores compañeros ya no estaban se dispone a seguir en con su plan * ¿Donde estas Royal Knight? * piensa mientras mira a los costados esperando una señal...entonces escucha unos ruidos fuertes y se juega a ir en aquella dirección.



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aquellos que están atrapados pueden:
1° crear enemigos con la forma de sus pj que vayan por los que aun andan libres.
2° les deje como inicios de recuerdos de la vida de Jesmon, si quieren pueden inventar la continuación de estos u otros, cosa que le sirvan a sus pj para pasar el tiempo e intentar descubrir que pasa en el templo.

La gracia es que Jesmon esta atrapado en el obre también, aunque sus memorias quedaron dispersas y por ende su conciencia reprimida. La idea de Comm es meter a Ulforce en la conciencia colectiva para intentar sacar a Jesmon, quizá así se tranquilice todo (en los escritos que encontró decía sobre la batalla y como jesmon dio su vida para sellar el mal).

Anubismon o ahora “Labramon” sencillamente estaba sumergido en la oscuridad. No sabía que ocurría, no sabía que había pasado con su “yo oscuro” ni con aquel que lo inmovilizo… tampoco visualizaba aquella sombra que le había salvado la vida… sencillamente no veía nada. Le recordaba un poco a sus sueños… vacios oscuros donde apenas si sabía que hacer o pensar… espacios negros que no le ayudaban a hacerse una idea clara de que pasaba exactamente en su mente. No obstante, en aquel vacio de oscuridad apareció una luz… diminuta pero resaltante. El cachorro digital quiso acercarse pero no sabía cómo… pero tampoco le importaba el no saberlo, ya que al escuchar una voz provenir de aquella luz decidió no ir. Era una voz femenina, diciendo cosas que eran fácilmente mal interpretables y Labramon sencillamente no quería ver nada. Prefirió tachar eso como un “momento privado” y quedarse en su lugar… en aquella oscuridad que si bien incomodaría a muchos, a él no tanto… después de todo, casi todas las noches convivía con un aura similar; y ahora que sabía lo que vivía dentro de sí mismo… con mayor razón no tenía motivos para sentirse incomodo. Si, su lado oscuro quería matarlo pero… era solo otra parte de la misma criatura digital. Ambos eran el mismo… la única diferencia era la mentalidad que tenían.

… ¿también estas aquí…? –pregunto repentinamente a la oscuridad, mientras veía a su “yo oscuro” aparecer detrás de él; aun con su forma mega pero ligeramente traslucida… igual que un fantasma- veo que tu plan no funciono… al final el que te ayudo termino traicionándote… -dijo vagamente, haciéndose bolita como un cachorro normal- ahora estas atrapado con quien más odias… y sin poder…
… supongo que mi único consuelo es que cuando todo esto termine, quienes me mantenían preso antes de todo esto… morirán, ya sea porque sus energías sean drenadas o porque intentaran huir –menciono para comenzar a alejarse- yo voy a explorar la oscuridad…
Si sabes que somos la misma mente y que si yo no me voy, tu tampoco… ¿cierto? –Cerrando los ojos, el cachorro suspiro con pesar mientras seguía hecho bolita-
¡Ja! Somos parte del mismo digicore pero no de la misma mente… yo soy yo, y tu eres tu… yo puedo irme cuando quiera y regresar cuando quiera… así ha sido siempre –con aquellas palabras, Plutomon termino por alejarse tranquilamente hasta desaparecer-
… no sé que me da más miedo… que él tenga razón… o que tenga que seguir su ejemplo… -El cachorro suspiro nuevamente y observo la luz- … no voy a ir… no tiene caso… quien sea que sea Hackmon… está ocupado con alguien y parece intimo… no voy a meterme en mentes ajenas… suficiente tengo con la mía

Mientras tanto, en el exterior, en los jardines de aquel templo; el humano al verse descubierto por aquellos seres no tuvo más remedio que continuar huyendo. Incapaz de hacer nada más, esperaba encontrar a alguien o algo para poder salir de allí, o al menos un lugar donde ocultarse el tiempo suficiente para buscar a su compañero digimon… pero claro, sería difícil. Su única salida era correr y esperar no ser atrapado… pero la duda era la próxima: quien llegaría primero… ¿el lugar para ocultarse o el inevitable cansancio por correr demasiado?, lo más probable sería el cansancio… después de todo, al ser un mero humano tenía sus límites; y estaba acercándose peligrosamente a ellos.

Internamente, en aquel vacio infinito, aunque los gritos llegaran a los oídos del can, este permaneció en su lugar; tratando de pensar en que hacer exactamente... pero sin éxito. No podía hacer nada más que esperar, ignorar todas las voces que llegaran a su mente, inclusive la de el mismo si llegaba a hacer o decir algo. No quería arriesgarse a nada mas... a diferencia de su lado maligno, el se mantenía allí, esperando pacientemente... y aun si jamás pudiera salir, seguiría esperando, quizás porque como un canino, era fiel a sus instintos y compañeros... por lo que no sería de extrañar que confiara plenamente en su compañero humano, aun si sabía que no habían muchas más opciones. Era doloroso, pensar que ese sería su final... o que los gritos de una conocida eran próximos y que quizás el podía hacer algo pero... no podía hacer nada realmente. Labramon ya había aceptado que en ese mundo, en su mundo mental, el no tenía la fuerza para hacer nada... si apenas pudo con su propia oscuridad, y esa misma oscuridad fue aplastada tan fácilmente por el dominante de esa tierra, el no tenía ni siquiera la chance de pensarlo. Permaneció inmóvil y tranquilo aun con los disparos cerca, buscando una forma de salir o moverse a una zona segura sin arriesgarse a ser consumido por la oscuridad... aunque bueno, en esa situación no había muchas opciones en las que pensar... quizás esperaría a que alguien más lo encontrara o a que su mente fuera iluminada, pero lo que se refería a moverse o hacerle caso a alguien, no lo haría... no correría ningún riesgo en esa situación.

Por otro lado, la maldad del can si se había tomado las molestias de asistir a los disparos. El no tenía nada que perder, después de todo, no era más que una idea en aquel mundo "imaginario"... y si desaparecía, podría regresar cuando quisiera, ya que su verdadero hogar era el digicore o corazón del cachorro actual. Rio con gracia al ver a la humana sufrir tanto por unas simples lianas, aunque su risa paro lentamente cuando recordó que el había sido producto de las mismas... o más bien, su forma actual era producto de la energía que habían drenado esas cosas al cachorro. Sintió algo de asco por recordar la traición que sufrió, pero ya no tenía caso quejarse; estaba atrapado como todos y nada lo cambiaria. A diferencia de Labramon, "Andruh" o Plutomon, no confiaba en el humano ni ningún otro que estuviera fuera de esa prisión mental.

Fuese como fuese, el digimon oscuro se acerco a la escena, aplaudiendo con ironía mientras veía las lianas debilitarse. El no tenía la fuerza para luchar, seguramente porque no era más que oscuridad que no afectaría a la propia oscuridad, pero quizás podría intentar ayudar físicamente, porque... ¿qué perdía? Nada realmente, y enfrentarse a la digimon monja no era una opción por la mera razón de que el siendo oscuridad y además incapaz de saber cómo realizar sus habilidades especiales, no tendría mucha oportunidad aunque fuera por varios niveles encima.

Bravo, bravo... es bueno ver que la fe y confianza terminan volviéndose desesperación con el tiempo -comento irónico, mientras extendía las manos, preparando sus garras- quiero probar una cosa... ¡CHAOS RIGHTS! -Aprovechando la oscuridad del propio ambiente, el dios oscuro rodeo sus garras con aquella energía oscura y se lanzo para terminar de cortar las lianas que aprisionaban a la humana- esto es un gran descubrimiento... jeje... puedo usar mis poderes pero... aun se siente débil... -se volteo para ver las lianas un momento- ¿o el enemigo es demasiado fuerte...?

Andruh, aunque nunca se molestaría en ayudar a nadie, quizás haría una excepción en esa ocasión. Ayudar a un humano era algo que nunca aceptaría, pero en ese mundo, no era un humano al que ayudaba exactamente... era solo una representación mental de un humano, y en todo caso, tampoco quería ser prisionero. Sí, todos podrían morir en el proceso de enfrentar a ese mal y eso seguiría siendo una victoria para el oscuro ser, pero pensándolo bien, al final no sería lo mismo; la sensación de ser él quien obtuvo la victoria sobre el cachorro y el saber que el mataría a quienes más odiaba... esa necesidad era lo bastante grande como para rebajarse al nivel de ayudar a otros.

Mientras tanto, por el lado del mercenario, este de tanto correr llego a una escena bastante sorpréndete y peligrosa. Alrededor de 6 dinosaurios luchando, 5 contra 1 y claramente el solitario tenía todas las de perder. Creía tener una idea de quien podría ser el DarkTyrannomon pero no estaba en posición de ponerse a confirmar cosas, solo buscar una manera de ayudarlo; aunque alguien se le adelanto, para su buena suerte. Un digimon desconocido apareció y, además de asesinar brutalmente a un chico planta, dio una indicación clara de lo que seguramente sería la forma de matar a los otros adversarios. Ya sin muchas opciones, Scott no tuvo más opción que acercarse con cautela a la batalla, dirigiéndose hacia el DarkTyrannomon... no solo para comprobar lo que quería, si no porque ese digimon podría ser su única defensa en ese momento.

¡Sera mejor que le hagas caso! -Se limito a decirle al Tyrannomon oscuro, manteniéndose a una distancia moderada para no sufrir algún ataque accidental- en este momento no creo que debamos cuestionar la información sobre puntos débiles enemigos

Floramon abrió los ojos al notar el fuerte abrazo de Ulforce protegiéndola de las llamas, y no pudo evitar acomodarse un poco apoyando la cabeza en el pecho del digimon mega mientras decía casi imperceptiblemente:

—Sí. Yo... me asusté por la presencia del fuego. Gracias...— no pudo evitar sentir el acto reflejo de sobresaltarse al ver las llamas más cerca, pero las alas de UlforceVeedramon, como una gallarda capa, expelieron las peligrosas llamas. Floramon lo miró completamente absorta, mientras volaba a la velocidad de la luz y sacaba tanto a Floramon como a su tamer de allí—Si no hubiera sido por tu rápida actuación habríamos tenido una desgracia.

Floramon le apartó la mano de la cabeza para ponerlas ella mientras sonreía levemente. No podía hacer mucho, pero si al menos aplicar un gaia healing le bajaba el chichón a su caballero, sería bastante.

—Debemos apresurarnos. Todo esto indica que la situación se está descontrolando. Aquí habitaba el treceavo R.K, ¿no es cierto? ¿Quizás deberíamos seguir avanzando hasta encontrarle? Él podría ayudarnos a derrotar a esos seres y así, liberar a todos del peligro.

* * *

“Qué odioso es quedarse a solas contigo misma, ¿ver—”

Algo interrumpió la corriente de pensamientos de Luna. En ese espacio, su cuerpo parecía una sombra. Se palpó la cara, no llevaba gafas. No había nada más que una sinuosa silueta desteñida sin rasgos. “¿Es así como me veo?” pensó, aún palpándose en busca de algún tipo de rasgo identificativo. No era exacto decir que era una silueta, sino una especie de borrón negro.

Alguien parecía haberla liberado, o al menos, haber ahuyentado a aquel ser que se estaba nutriendo de sus debilidades mentales. Era un tipo en armadura, negra, y con una capa roja.

—¿Quién....?—al abrir la boca y tratar de pronunciar estar palabras, Luna se oyó a sí misma como si las estuviera diciendo bajo el agua, sin ser capaz de reconocer o encontrar algún rasgo identificativo en su voz.

Luna se llevó la mano a la boca unos instantes, tapándola, sorprendida. Se dijo que de la misma manera en la que esa otra persona la había visto mientras que ella no se podía ver a sí misma, esa deformación de su propia voz era más bien una proyección de su mente en cuanto a lo confusa que se sentía. Probablemente su interlocutor la oía perfectamente.

—¿Estamos en un espacio mental, o algo así? ¿Quién nos ha arrastrado hasta aquí? ¿Qué tienen que ver todas esas enredaderas?

* * *

El ser quedó atontado antes de deshacer su silueta y quedar en el suelo, con pequeños espamos. Al parecer el ataque había funcionado. Leonardo buscó entre las lianas con cierto desespero, temiendo encontrar algún signo de la humana. Pero sólo estaban esas lianas. Al ver que volvían a comenzar a moverse, se alejó levemente.

—No creo que debas preocuparte. No parecía humano—Diana le lanzó una llamarada desde su cola de vulpina y finalmente el ser pareció morir del todo.

—Tenemos que descubrir qué está pasando. Yo, al menos, tengo que darle una explicación a esto y rescatar a Luna—fue lo que dijo Leonardo, señalando el resto de las enredaderas.

Leonardo y Diana caminaron, ambos en sus formas rookie.

En aquel espacio infinito cuyas fronteras solo eran las penumbras, lo último que pudieran esperar las personas atrapadas en ese limbo mental era encontrarse con otros cautivos. El hombre dios de armadura negra y capa ensangrentada seguía allí parado, frente a la humana, aguardando a que las lianas decidieran contraatacar; mientras la monja podía darse un pequeño respiro, cayendo arrodillada al suelo por un momento mientras sus pistolas dejaban salir cartuchos vacíos de balas. La situación era crítica y por supuesto, permanecer en aquel sitio solo significaría ceder, ninguno allí tenía la fuerza para detener al causante de todo esto. La monja apenas si podía mantenerse de pie, tomándose un merecido descanso de quien sabe cuánto tiempo de lucha y resistencia; la humana, no podía pelear, todo en ella lo indicaba; y el hombre dios simplemente no tenía el poder suficiente para hacerle frente a esa cosa. Aun cuando ataco con gran potencia y eficacia, lo cierto es que las lianas ni siquiera habían recibido un rasguño, solo se habían retirado momentáneamente; quizás para regresar en un número mayor y así terminar por aplastar a los 3 de un solo golpe.

El dios oscuro exhalo ligeramente y se volteo para ver a sus 2 cargas. Ninguna de las 2 que tenía frente a él le eran de utilidad, ya fuera peleando o apoyándolo de alguna otra forma. Podía matarlas, o matar a sus representaciones mentales pero ya se había decidido antes a ayudarlas… por insultante que resultara para su orgullo, ego o como quisieran llamarlo; solo le quedaba ayudar para intentar escapar de esa prisión mental oscura, para lograr sus propios objetivos.

Escúchame insignificante humana, desconozco donde nos encontremos o quien nos haya traído aquí, pero sí sé que no quiero quedarme para recibir más de esas molestas lianas, enredaderas, plantas o lo que demonios sean –Plutomon se aproximó a la humana, y así como un saco de patatas, la cargo en su hombro, para luego dirigirse hacia la monja- oye tú, monja… has estado aquí mucho tiempo, ¿verdad? ¿Dónde está la salida?
No existe… salida… estamos en un campo de guerra… la única forma de salir es… cortando el vínculo que nos une a todos –Alcanzo a decir la monja mientras que su cuerpo respondía poco a poco, permitiéndole levantarse- mi señor está intentando mantener el sello que mantiene al monstruo dueño de esas cosas bajo control pero… si quieren salir… deberán cortar el vínculo que nos une a todos…
¿Solo hay que cortar ese vínculo? Que sencillo –alcanzo a mencionar mientras miraba de reojo hacia todas direcciones en busca de las lianas-
No es tan sencillo… porque también debe romperse el sello externo… sino, todo lo que hagamos aquí contra el monstruo será inútil al 100%
Pfft… ya me lo veía venir… es de esos misticismos donde si no se hacen las cosas al mismo tiempo, solo pierdes tiempo –El hombre dios tomo a la monja por la cintura, y al igual que la humana, la cargo sobre su hombro- vas a guiarme hacia ese monstruo… tengo asuntos pendientes con él, y de paso, hablaras con esta humana para que no comience a fastidiarme, la conozco… y sé que comenzara a hablar en cuanto me ponga en camino

Sin mediar ninguna otra palabra, el hombre dios comenzó a caminar en una dirección completamente aleatoria. Aun cuando había aclarado que Sistermon Noir los guiaría, eso sería difícil por la posición que esta tenia; aunque bueno, no podía decirle nada a su “salvador”. El Plutomon era la única defensa que tenía para no caer totalmente bajo las enredaderas del enemigo, de modo que trataría de no hacerlo enfadar de ningún modo.


El pasillo que guiaba al núcleo donde se encontraba literalmente la raíz del problema, no era tan seguro como los individuos que lo atravesaban creían. Desde las paredes y el suelo, emergían pequeñas e ínfimas raíces, difíciles de sentir y mucho más de ver; buscando a sus presas para intentar sumergirlas en una pesadilla en la realidad. El dueño de las raíces no necesitaba que se acercaran más de lo debido al núcleo; no podía permitírselo, aun no tenía la fuerza suficiente para darles la verdadera sorpresa que desearía, pero estaba cerca de obtenerla. Tenía preso a un dios literalmente a un muro de distancia. Tan pronto terminara de drenar sus energías podría terminar forzosamente la batalla que lo mantenía encerrado, pero hasta entonces, debía entretener un poco más a sus visitantes; ya fuera con aquellas aberraciones hibridas entre sus plantas perfectas y aquel despreciable humano.

El lugar donde estaban esos 3 era demasiado pequeño para un ataque directo, por lo que solo causándoles temor, ansiedad y duda podría frenarlos lo suficiente; aunque cierto es que ese pasillo, siendo tan pequeño, apenas si podía enviar lianas lo bastante maduras como para ser efectivas. Desconocía que tanto más podría detenerlos antes de llegar al dios o peor, al núcleo; pero haría el esfuerzo, enviaría tantas raíces como fueran necesarias, por más que fueran como cabellos individuales, no les permitiría avanzar más.


La felina de pelaje negro se había perdido en el camino; quizás decidió escapar o fue capturada, lo cierto es que dar marcha atrás para confirmarlo era estúpido, puesto las raíces seguían en su sitio. El único camino para los 2 lobos era hacia delante y solo hacia delante; teniendo que atravesar todo obstáculo que se les pusiera por delante para llegar al exterior… ¿y porque al exterior? Muy simple, porque es allí donde parecían crecer las nuevas raíces que emanaban de las paredes. Lo que alguna vez fue un gran templo, ahora estaba volviéndose nada más que ruinas, cayendo bajo su propio peso debido a las raíces que atravesaban sus muros como si de papel se tratara.

Aunque quizás lo peor llegaría cuando al salir al jardín exterior frente a la torre, todos pudieran reunirse para presenciar el gran “Finale”.


Aquel digimon lagarto desapareció rápidamente, escalando la torre a toda velocidad mientras cortaba cada liana que intentaba aplacarlo contra el suelo. Mientras tanto, el mercenario mantuvo cierta distancia del dinosaurio oscuro, pero sin apartarse demasiado para darle seguridad al mismo; obteniendo una pequeña sonrisa… que se borraría al escuchar lo que tenía que decir el reptil. Frunció el ceño y rechino los dientes, apretó los puños y trato desesperadamente contener su furia interna pero sin éxito. Grito y se sujetó la cabeza, cayendo de rodillas mientras las raíces que caían de la torre y que sonaban grotescamente del hoyo cortaban su ira. Respiro profundamente buscando calmarse y se levantó, dando un salto hacia DarkTyrannomon para subirse a su espalda.

Escúchame Draco… también tiene a Labramon… y seguramente estas cosas estén tomando toda su energía… asique solo quedan 2 opciones… o buscamos una forma rápida de cómo liberarlos a todos del exterior –Por un momento el mercenario trago saliva y después se dispuso a hablar- o saltamos dentro y los liberamos usando la fuerza bruta…

Por loco que sonaba, el humano realmente estaba dispuesto a saltar al hoyo e internarse en ese sinfín de raíces como si de agua se tratara. Se notaba en su tono de voz el arrepentimiento que tenía con cada palabra, pero también se podía sentir aquella seguridad y decisión respecto al tema. Quizás el mercenario no podría hacer mucho, pero haría lo que pudiera… ya no tenía nada más que hacer; aunque si podía convencer al dinosaurio de apoyarlo, lo intentaría.

Si quieres quedarte fuera de esta idea suicida, eres libre de hacerlo… pero mi compañero esta allí abajo esperando a que haga algo para liberarlo, y no voy a quedarme de brazos cruzados a esperar por un milagro

Off: Ultimas 2 rondas.

Parecía no ser la única que había quedado atrapada en aquel lugar, por lo que veía. No estaba sola: eso estaba bien. Y aunque no podía explicar por qué tenía la intuición sobre esto tan clara, estaba bastante segura de que la energía de alguien luchaba por mantenerlos conscientes, por controlar que no se disolviera en aquella... ¿soledad? ¿Trampa? Una digimon vestida como, lo que parecía, una monja descargó los cartuchos de unas pistolas que refulgían, las cuales emitían un leve humo por los disparos. El digimon de la armadura tenía un aspecto tremendamente amenazante, como si pudiera destruirla con sólo mirarla: así que cuando se giró y comenzó a aproximarse hacia ella, notó que quería temblar como un flan. La capa rojiza ondeaba. Luna reculó un par de pasos, y lo único que puso hacer fue taparse la boca con ambas manos, asintiendo, nerviosa. Luna emitió un chillidito cuando el digimon aproximó su mano hacia ella. ¿Le iba a romper el cuello como si fuera un simple pollo o algo así? La cogía de la cintura, así que, ¿la iba a partir a en dos? Palideció de pensar en tener separada las piernas del cuerpo. Pero todo eso era su imaginación: el digimon, tan sólo había acercado la mano para colocársela al hombro. Al oír las inteciones de ir a encarar a... lo que fuera que los había atrapado, Luna no pudo evitar protestar: ¡era una locura!

-¡Espera! ¿Vamos a ir directos al monstruo? ¿¡Así sin plan, ni nada!? ¡P-pero...!-una vez se paró a recapitular en cada palabra del desconocido de la armadura, dejó de patalear, y lo miró-¿Has dicho “la conozco”? ¿De qué me conoces?

¿Un digimon que conocía en un estadio superior? Podría ser, aunque, no llegaba a dar exactamente con quién podría ser. Lo más cercano que conocía era Leonardo, y que ella supiera no era tan poderoso para adoptar esa forma. Y ciertamente, lo descartaba: Leonardo nunca la llamaría “inútil”y no tenía tan malas pulgas. Se preguntó cómo estaría. Floramon sí que estaba a salvo, seguro, pero ¿y él...?

* * *

Las raíces crecían más y más y tapaban las rutas más accesibles. Taparon un tramo de las escaleras del torreón, y también taponaron el camino hacia atrás, así que se vieron obligados a escalar por el exterior del torreón hasta la siguiente ventana y seguir subiendo la escalera.

—Agente, ¿hay manera de que ellas puedan estar ahí arriba?—dijo Diana, notando que sus brazos se quejaban por la carga que se les sometía al escalar. Aquello era casi como escalar un precipicio: recordó que era de los entrenamientos más costosos para ella. Aunque al menos, no había ningún temporal que les impidiera la visión y les hiciera temblar el cuerpo como en las montañas donde se sometía a su entrenamiento.

—Si hay alguna posibilidad, por pequeña que sea tengo que..—Leonardo resopló. A él le recordaba a las rocas del Yggdra Canyon. Ese lugar le traía recuerdos, y no precisamente buenos.

Leonardo notó que un par de cascotes caían desde arriba y un ruido fuerte. Al alzar la vista observó cómo desde lo alto de la torre las raíces demolían la piedra del templo, provocando un ruido que llamó la atención de Diana, la cual no había visto que las raíces eran las que a pocos metros de su cabeza, habían destrozado la pared.

—¡Rápido, déjate ca...!—el cánido no pudo terminar la frase antes de notar de que la piedra a la que estaba agarrado temblaba por la presión a la que la estaban sometiendo las raíces. Era o soltarse o que las raíces los atravesase, así que tuvieron los reflejos los suficientemente rápidos como para soltarse. Pero aunque se soltó, era demasiado tarde, y al romperse el muro a pocos centímetros de su cabeza, una piedra lo golpeó, impidiéndole tener una caída medianamente controlada dejándose caer poco a poco. Diana sí pudo dejarse caer y clavar las garras de sus piernas en la piedra para aminorar la caída, buscando con las manos libres otro saliente. Miró al agente y suspiró, soltándose completamente. Mientras caía el cuerpo de Diana se envolvió de datos para cambiar a Kyubimon, y aprovechando su agilidad, usó como punto de apoyo la pared de la torre para saltar ágilmente y tomar a Leonardo de la nuca con las mandíbulas, antes de caer grácilmente sobre los restos de una torre a medio derruir, para luego saltar en sobre el pasto del jardín exterior.

El agente estaba medio inconsciente, y el golpe le había abierto una brecha pequeña por la que manaba sangre. Diana se dijo que al menos estaba lo suficientemente adolorido y atontado aún como para empeñarse en entrar al templo que se caía a pedazos a buscar a aquellas personas. La Kyubimon miró hacia atrás, viendo cómo todo estaba siendo despedazado por raíces. Dudaba que nadie pudiera salir vivo de ahí.

* * *
Floramon se quedó mirando alrededor. Algo no estaba bien. Las paredes parecían murmurar y el peligro no parecía haber desaparecido. Era como si el propio monasterio conspirase contra ellos. Los grabados contaban la historia de cómo Jessmon se había sacrificado y quedado atrapado. Parecía que el orgullo de Ulforce en el pasado había costado el aprisionamiento del treceavo.

-Eso no es así, Ulforce-san-trató de decirle. Sin embargo, el dragón golpeaba furiosamente la pared, con puñetazos de frustración. Envolvió su mano-flor sobre el hombro, tratando de transmitirle su fuerza. Decirle que no era así no le ayudaría: para el R.K era así. Y puede que lo fuera-Pero, escucha. Si realmente crees que es así y si es tan importante, Ulforce, ahora tienes la oportunidad de ayudarle, y de hacer las cosas mejor. Tenemos la oportunidad de sacarlo de allí, a él y a todos los que están en peligro.

Suspiró. No sabía porqué sentía una gran pesadumbre: le partía el corazón al ver la culpabilidad en Ulforce. Estaba completamente hundido, y la digimon flor no estaba acostumbrada a ver al que calificaba como “su caballero de brillante armadura” así.

-Ulforce, sé que sientes que no tienes manera ni derecho de mirar a tu hermano a la cara, pero también sé que eres lo suficientemente fuerte para..

Floramon, al bajar la mirada para buscar los ojos del RK, que estaba de rodillas frente a la pared, se percató de que algo se revolvía en torno al pie de Ulforce: era una de esas lianas reptando como una insidiosa serpiente, como la extensa mano de la clara presencia maligna en el lugar. Floramon se agachó junto al tobillo de Ulforce, y usó sus manos flor para intentar desenredar a aquella cosa del pie de Ulforce, la cual no tomó en gracia que rompieran su plan, porque comenzó a enrrollarse en torno a la mano de la digimon flor.

-¡Sigrun-san, el digisoul, rápido!-pidió Floramon, oponiendo resistencia a los susurros que oía, los cuales clamaban por una reina que se marchó.

Si bien el hombre dios había escuchado las preguntas y dudas de la humana respecto a su identidad, no hiso caso a ninguna de ellas, guardo silencio y continuo caminando mientras cargaba tanto a la humana como a la monja. Ambas habían sido relegadas a simples sacos de patatas que serían cargados hasta llegar a su destino; siendo la única que podía hablar directamente con el ser aterrador la Monja, puesto ella debía guiarlo hacia el lugar donde se encontraría aquel con quien quería pelear para vengarse. Dudaba si llevarlo o no, pero no tenía ninguna opción en realidad; sus fuerzas estaban casi extintas por lo que tenía que utilizar todas las oportunidades que tuviera antes de que fuera demasiado tarde.

Finalmente llegaron a donde se encontraba el monstruo y el señor de la monja. Eran del tamaño de colosos y se encontraban empujándose mutuamente, con las manos sujetadas entre sí, haciendo un esfuerzo increíble para ganar, pero se notaba a millas quien tenía la ventaja: el monstruo de las plantas. El señor de la monja, un dragón de armadura blanca, estaba cubierto por un sinfín de maleza y musgo; su cuerpo se veía cansado y adolorido, mientras que la planta lucha fresca como una lechuga. En cuanto el monstruo vio a sus visitantes, envió un sinfín de lianas para atraparlos; debía obtener todo el poder mental que pudiera para poder derrotar finalmente al dragón blanco, aunque el hombre dios no lo dejaría tan fácil. Plutomon disparo, aprovechando la oscuridad del espacio donde se encontraban, dos grandes rayos de energía para impedir el paso a las lianas, y entonces comenzó a correr rápidamente alrededor de la pelea, buscando un modo de cortar el “vinculo”.

¡¿Qué se supone que hagamos ahora?! ¡¿Qué vinculo nos une a todos en esta situación?! –Reclamo el hombre dios, volviendo a atacar para frenar a las lianas- ¡¿Cómo acabas con esto?!
Están en una pelea eterna… tiene que haber un vencedor… o tienen que dejar de pelear para que esta pesadilla acabe… -La monja señalo las manos de ambos titanes- ese es el vínculo…
Tch… muy bien –Dejo a ambas mujeres en el suelo y se quitó su capa- voy a hacer que dejen de tomarse las manos como un par de niñas, ustedes hagan algo útil y busquen como decirles a los de fuera que deben cortar el vínculo desde fuera si queremos que toda esta basura funcione –Sin decir nada más, el hombre dios corrió hacia las lianas, usando toda su ira como combustible para potenciar sus ataques e impedir ser dominado-
Egh… rápido humana… sé cómo contactar con el mundo exterior pero… tengo que acercarme a mi señor, el dragón blanco –observo al titán comenzando a doblegarse- deprisa… solo con tocarlo seré capaz comunicarme con el exterior pero… necesito ayuda para llegar hasta el


Se encontraban frente a un escenario de película de terror. Lianas por todas partes, maleza y otras plantas. Era una jungla viviente dentro de una pequeña recamara donde habían junto a las paredes una gran cantidad de vainas con personas en su interior. En el centro de la habitación, un orbe del cual emergían las raíces y donde se podía ver una mitad blanca y la otra morada. La mitad morada parecían dominar a la blanca en contadas ocasiones, pero la blanca podía contraatacar, volviendo a tomar la misma equivalencia dentro del orbe. Aquel orbe representaba la pelea entre Algomon y Jessmon, pero por cómo se veía la situación, pronto la batalla terminaría.

Dentro de las vainas se encontraban las Sistermons que antes habitaron el templo, así como varios exploradores que tuvieron la mala fortuna de ser atrapados. Sin embargo, había una vaina abierta, o más bien cortada, cuyo contenido era desconocido, pero claramente fue una víctima de todo ese desastre.

Las lianas de la habitación reaccionaron ante los visitantes y trataron de abalanzarse sobre ellos, pero justo antes de llegar a tocarlos, estas se detuvieron repentinamente. En el orbe comenzó a predominar la esencia blanca del caballero santo, y entonces desde la habitación pudo escucharse un sonido de apertura. Una de las vainas que contenía a una Sistermon vestida de negro se abrió, permitiéndole despertar por unos momentos. La mujer digimon observo a los unos individuos libres y con muy pocas fuerzas levanto su brazo, señalando el orbe. Alzo la vista para ver el caballero dragón de azul y sonrió melancólica.

Hay que… romperlo… -la monja comenzó a derramar lágrimas en ese instante- solo un… Royal Knight… tiene la fuerza necesaria… por favor… Blue Flash… libere a nuestro maestro… de su agonía… por favor… acabe con este desastre…

~[Draco & Scott]~

Caer en el abismo hubiera sido doloroso si no hubieran estado todas esas lianas incapacitadas allí para amortiguar el impacto. Tanto el dinosaurio como el mercenario apenas si podían ver por dónde iban, pero para la fortuna de ambos, el humano tomo su digivice y activo una pequeña brújula para localizar a su compañero. Avanzando por los pasillos subterráneos pudieron ver como un gran número de lianas se encontraban quemadas y desgarradas, dando a entender que alguien había pasado por allí; pero tenían una misión más importante, encontrar a su compañero.

Tardaron unos minutos pero finalmente dieron con la recamara donde se encontraba el hombre dios, apresado contra una pared y sujetado por una gran cantidad de lianas que se introducían como agujas en su cuerpo. Se encontraba inconsciente y no parecía capaz de despertar con simples palabras; habría que quitarle las lianas del cuerpo primero.

Okey Draco… este es el plan… toma todas las lianas que puedas y tira con fuerza –el mercenario se acercó al cuerpo de su compañero, observándolo con nerviosismo- si le quitamos esas cosas, seguramente perderán fuerza o al menos podremos despertar a Anubismon y usar su fuerza para terminar con todo esto…

Off: ultima ronda, ya hay que finalizar con todo

Luna se llevó el puño a la sien, preguntando cómo lo harían. Empezó a decirse que si aquello era un espacio no físico, quizás las heridas físicas tampoco les afectarían. Existía la posibilidad de que si su representación mental moría, perdieran para siempre su consciencia y quedasen como un cascarón vacío, pero no podía asegurarlo. "¿Qué voy a hacer...?" se preguntó, estresada.

-...incluso si suponemos que funcionara así... estaría a salvo hasta que esta representación mental muriera, ¿no es cierto?-se dijo, mordiéndose el pulgar con gesto interrogativo. Luego, miró a Sistermon-Le daré una distracción, tú hazlo. No sé si funcionará pero.

Se dijo que iba a tener que actuar muy confiada. El plan era el siguiente: atraer la atención de Argomon, con lo que fuera. Dado que darle pataditas al coloso, tendría que usar las palabras. Y si la decidía atacar, sólo tenía que tener suerte de que el golpe no fuera mortal.

-Intentaré asustarlo-le dijo a la Sistermon-Tú acércate sigilosamente a Jessmon mientras él se ocupa de ese digimon y de mi, ¿de acuerdo?

Luna se dijo que le iba a dar donde más le dolía: el miedo. Estaba segura de que la idea de los R.K allí debía aterrarlo o como mínimo atraer su ateción: al fin y al cabo era culpa de estos haber quedado encerrado por quién sabe cuánto en ese lugar, probablemente mencionárselo no le dejaría indiferente. Además él no tenía por qué saber nada del mundo más allá del monasterio.

-¡Ríndete, maldita bolsa de lianas!-exclamó Luna-Sabemos tratar con los de tu calaña en los R.K, ¿sabes? UlforceVeedramon se dirige ahora mismo hacia aquí junto a los demás, ¡sólo para poner fin a esto! Estás acabado, ¡completamente!

* * *

Floramon se quedó impactada al ver a todas esas digimon atrapadas en aquella lianas. No pudo evitar preguntarse si Leonardo y Luna habían corrido esa suerte, pero se dijo que debía confiar en ellos y tener esperanza en que, aunque eso hubiera pasado, derrotando a aquel ser, recuperarían a los prisioneros sanos y salvos.

Parecía que la presencia de los intrusos enfadó a la entidad pero Jessmon, o lo que quedase de él dentro de aquel orbe, intervino. Floramon se acercó a la Sistermon y la movió con cuidado a una posición más cómoda, boca arriba: parecía muy debilitada pero tuvo las fuerzas suficientes para decirles qué hacer. Sólo un R.K podía hacerlo, y ese era Ulforce. Ella por su parte no sabía qué hacer para ayudar, además de encargarse como pudiera de los heridos así que Floramon empezó a reunir energía en sus pétalos y a emitir un polen sanador para asistir a la Sistermon. Esperaba que esas no fueran las últimas fuerzas de la monja.

-Resiste. Todo terminará pronto.