Re: コロシアムで¿戦いの伝説？誰が呼んでいますか？(¿Combates de leyenda en el coliseo?¿Quién es Summoner?) [Priv. Max "Kenku" y Demyx, o Seichiro Sano])

por Roku Ginshô Dom Mayo 29, 2016 7:07 am

Ante la desfavorable situación, Roku asintió con la cabeza a su compañero antes de perderlo de vista. Sabía que cualquier ataque que lanzara contra el espantapájaros se disiparía por las corrientes de viento generaba, pero su función en el plan no era el combate, sino distraer. Para ello podía recurrir a variar artimañas, pero todas la que se basaran en labia o conversación se descartaban, tanto por lo complicado de llamar la atención como por la herida de la lengua. Otras alternativas se basaban en llamar la atención con diversos ataques, pero eso lo agotaría en exceso.

Finalmente empezó a elucubrar su estrategia al ver cómo las llamas que se originaron en los primeros compases de la batalla empezaban a mitigarse por la acción del tornado, que atrayendo todo el oxígeno del lugar por las bruscas corrientes de aire no dejaba que el incendio siguiera alimentándose y creciendo. Los troncos carbonizados conservaban brasas y ascuas, siendo poco más que un triste recuerdo de aquella arboleda deprimente.

Saltando lejos del espantapájaros, el cual le seguía atacando con las flechas, fuertes presiones e incluso restos de sus mascotas, Roku se apostó en el lugar donde se encontraran amontonados el mayor número de árboles yacieran, y aunque Shiratorimaru no se forjó para dicha tarea, comenzó a desmenuzar la madera quemada con diversos golpes, usando una técnica de tala que leyó hace tiempo: alternaba dos cortes en diagonal con un golpe recto, aprovechando la cuña formada de los dos primeros tajos para agrietar el tronco y facilitar su desmenuzamiento. Un hacha sería más adecuada para esta labor, pero el peso y tamaño de su katana permitía este plan, si bien que la madera estuviera en un estado tan deplorable ayudaba.

Con esto, pateó fuertemente el tronco, y simplemente dejó que la fuerta centrífuga del tornado, así como los diversos ataques cortantes que albergaba, descompusieran el bloque de carbón en una nube de astillas, cenizas y polvo, que comenzó a rodear al digimon, que había visto como su estrategia se volvía contra él. Roku siguió con esta práctica, destrozando más troncos para luego arrojarlos contra el espantapájaros y que su propia habilidad hiciera el resto. Pronto estuvo rodeado de una espesa humareda que circulaba rápidamente con él como epicentro, sabiendo que si la desactivaba el samurai no tardaría en abalanzarse contra él. Aunque no tosía por el hecho de que su cara era pintada, su campo visual estaba muy mermado.

-¿Crees que con esto vas a acabar conmigo? -decía, disparando flechas a ciegas intentando acertar al digimon espadachín- Aunque no te vea puedo mantener este ataque todo el tiempo que quiera, pero tú te cansarás, y cuando eso pase serás pasto del tornado, ¿me oyes? ¡Esto es game over! -el sonido de aquella espesa capa de material erosionado rotando a grandes velocidades, así como el propio batir del viento, no le dejó apreciar los ataques que hacia él se acercaban, pero un sexto sentido hizo que se girara solo para ver cómo una lluvia de proyectiles se aproximaban a él, acabando con su defensa de un modo definitivo-. Oh, holy shi...
-¡Cañones Infinitoooooos!- fue lo que gritó el fantasma, que poseía dos pesadas armas en su espalda de las cuales expulsó aquellos gigantescos proyectiles.
-¡Ooooora! ¡Ora ora ora ora oraoraoraora!-[/b] repetía el Greymon, acompañando a los disparos de su compañero con otra salva de ataques, a los que sumó su movimiento emblemático ¡MEGA LLAMAAAAAA!

El cuerpo del espantapájaros estalló en llamas, no solo por la potencia y suma de aquellos ataques, sino también por las virutas de carbón que alimentaban el fuego incipiente, sumado al hecho de que aquel digimon estaba hecho, en su mayor parte, de paja. El dolor extremo desmanteló su habilidad, mientras sus maltrechos restos descansaban ya en el calcinado suelo. Su fin era inminente, y más cuando Musyamon se acercaba ya a darla el golpe de gracia. Con su cabeza, hecha jirones y con algo de fuego naciendo en las costuras, simplemente esbozó una sonrisa.

-He tenido mala suerte en el emparejamiento. Bien jugado, sois buenos... Pero mi equipo ha sido un asco... Malditos inútiles.

La hoja se clavó en su cara, y emanando un brillo rojo, empezó a drenar la escasa vida que le quedaba a aquel ser. No era mucho, pero al menos la salud asimilada permitió cicatrizar el corte de la lengua.

-Dilo, porfa, reconoce que nunca tendremos una situación como esta, porfiiiiii -suplicaba Bakemono-. Si lo haces te dejo tranquilo un ratete.
-”Muda”(inútil), espantapájaros... “Muda”.

Y tras esto, anunciaron su victoria en el primer combate de aquel extrafalario torneo.

Off: Y con esto toca narrar la siguiente ronda a otro.

por Akira Kurusu Lun Mayo 30, 2016 11:38 pm

Max sonrió ante el éxito de su plan mientras cerraba los ojos y se quitaba los auriculares, satisfecho, estirándose en el asiento y poniéndose cómodo, a la vez que entrelazaba sus dedos hacía arriba, haciéndolos crujir entre sí. Era uno de sus métodos para librar tensión después de una intensa batalla. La primera fase la habían superado con éxito y, además, sin ninguna baja entre sus filas. La verdad era que Musyamon era un valioso aliado. Sinceramente, lo veía como alguien realmente poderoso.

Lo único que sé, es que no quiero enfrentarme a ese despiadado samurai. No sé si seremos rivales para él, sinceramente...- pensaba el jovenzuelo de cabellos verdosos mientras se levantaba de su asiento, no sin antes coger su baraja de cartas y su Digivice, colocándolos en sus lugares correspondientes. Cuando llegaron a la plaza donde anunciaban los ganadores, el chico estuvo esperando a los tres Digimons que habían participado.

Soulmon, mientras tanto, recogió la medalla que había soltado Nohemon después de morir y la sostuvo entre sus doloridas y negruzcas manos, antes de ser teletransportado a través de una espiral digital, junto con Greymon y Musyamon, al lugar donde se anunciaban los ganadores, la plaza de los ganadores, en mitad de las gradas, suspendida en el aire y conectada con sus zonas adyacentes mediante firmes puentes elevadizos que sólo se bajaban para presentar los ganadores. Básicamente, se trataba de una plataforma conectada con pasarelas al resto del área de combates.

¡Oh! ¡Nuestros ganadores son Teemo, Yasuo y Gnar! ¡Un fuerte aplauso para nuestros gladiadores!- anunció Ranamon, la ídolo de masas y presentadora mientras sonreía tiernamente para todos sus fans... Sinceramente, parecía que muchos de los allí presentes iban a ver a la Digimon antes que los combates.

¡Oh! ¡Pero eso no es todo Rana-chi! ¡Parece que Yasuo-kun y Teemon-kun consiguieron dos y una medallas respectivamentes!- dijo el tal Summoner, con un micrófono en la mano, apareciendo justo delante de los participantes, acompañados de los "minions", una manada de Troopmons.

Ah, yo no la quiero- Soulmon le lanzó la medalla a Demyx sin pensárselo demasiado, lo cuál hizo que el resto de presentes allí se quedaran en completo silencio, viendo lo que ellos consideraban una idiotez por parte del Digimon fantasma. El joven Tamer del Digimon, quien tenía las manos metidas en los bolsillos, sonriendo de lado, pues tramaba poner nervioso a Summoner sin seguirle el juego de la sangrienta batalla por las medallas.

¿Ocurre algo?- preguntó aún manteniendo su sonrisa desafiante contra el enmascarado misterioso, mientras Soulmon se volvía a convertir en Tsukaimon y se posaba sobre el hombro izquierdo de su compañero humano.

Hm, no, por supuesto que no... ¿¡Qué iba a pasar?! Anda, descansad un momento- mientras decía eso Summoner, perdiendo parte de su gracia y extravagancia que le caracterizaba, se acercó con cautela hacia el muchacho de cabello verdoso- No sé qué pretenderás... Pero no te saldrás con la tuya, "Kenku"- dijo Summoner, volviéndose a separar del Tamer peliverde e indicando a sus tropas que volvían al palco junto a Zanbamon y los demás líderes, deteniéndose a mitad de camino para avisarles del próximo reto- Oh, sí, lo olvidaba. El próximo combate será en el Abismo de los Lamentos. Tenéis una hora para descansar- tras estas palabras, el enigmático personaje se encaminó con su séquito fuera del área.

¿Kenku? ¿Cómo demonios conoce Summoner ese apodo tuyo?- preguntó Tsukaimon mientras volvía al área de descanso al que habían llegado con anterioridad.

No lo sé... Pero me mosquea mucho...- mencionó el muchacho, frunciendo el ceño, mientras seguía con las manos metidas en los bolsillos... Y el estómago le rugía. Aunque no había peleado directamente, el combate en el Bosque Retorcido de su compañero y el resto le había dado apetito... Quizás hubiese sobrado algo de comida del banquete de antes...

por Demyx Sáb Jun 04, 2016 1:36 pm

El combate concluyó en la derrota de Nohemon por parte de Soulmon y Greymon gracias al plan del Tamer del primero. Sin pensárselo demasiado, Greymon fue a coger la medalla que había dejado caer Nohemon, recordando las palabras del hermano de su Tamer. Sin embargo, el compañero fantasmal de éste se le adelantó y recogió la medalla del suelo, a lo que Ryu, hinchando los mofletes como un niño pequeño, se enfadó brevemente. Sin embargo, tras acabar el combate, los tres Digimons duelistas y los dos Tamers llegaron a un área donde se anunciaban a los ganadores. Tanto Max como Demyx llegaron por su propio pie, mientras que Musyamon, Greymon y Soulmon, estos dos últimos volviendo a sus formas de Agumon y Tsukaimon respectivamente, fueron teletransportados a la zona.

Nada más llegar, fueron vitoreados por gran parte del público, pero abucheados por otra parte, seguramente, fuesen quienes habían apostado a favor del equipo conformado por Minotarumon, Woodmom y Nohemon o, dicho de otro modo, por Alistar, Maokai y Fiddlesticks, quienes habían perdido por no trabajar en equipo, aunque era mas bien culpa de Minotarumon, por ser tan cabeza hueca. En la zona de los ganadores, fueron felicitados tanto por Ranamon, la presentadora y por el misterioso Summoner. Sin embargo, como si quisiera desafiarlo, Max y Soulmon le regalaron la medalla al Agumon de Demyx, quienes se quedaron impresionados... Y contentos, debido a que estaban más cerca de lograr su objetivo: darse un buen atracón. Sin embargo, ¿qué pretendían Max y su Digimon, para querer desafiar a Summoner? Quizás fuese para poner nervioso al sujeto y descubrir su identidad...

Tras unas palabras y unas miradas nada agradables entre Summoner y Max, dado que se respiraba la tensión en el ambiente, el primero les dió permiso para descansar una hora, diciéndoles que el próximo combate se sucedería en el Abismo de los Lamentos.

Demyx: Pues este descansito lo usaremoa para comer y echar una pequeña siesta, ¿no crees, Ryu?

Ryu: Ya te digo, ese combate me ha dejado hambriento

Demyx: Pero si tu siempre tienes hambre

Ryu: Eso lo aprendí de ti

Demyx: Eso también es verdad, sip

Esa era la conversación que se sucedía entre la pareja mientras se dirigían, junto al hermano de Demyx, a la sala donde habían estado anteriormente comiendo. Son embargo, cuando llegaron a la sala, Demyx y Ryu se separaron de la otra pareja, comenzando a alimentarse de nuevo... Debían recuperar fuerzas para lo que les aguardaba...

__________

Pasada cincuenta y cinco minutos, Demyx se dirigió al asiento en el que había estado previamente, en el combate anterior, apoyando a su compañero. Pudo observar que, delante de su palco personal y al lado del que correspondía a Max, había una niña pequeña, de no mas de 12 años de edad, vestida con un vestidito de color violeta con ositos. Tenía una diadema del mismo color recorriendo su pelirroja melena y poseía un Digivice estándar colgado en su mochilita rosa. La niña, de manera alegre, sonrió y le saludó con su pequeña mano.

Agumon, por otra parte, fue teletransportado a la nueva zona: El Abismo de los Lamentos. Se trataba de un enorme puente que cruzaba un gran abismo y que conectaba dos montañas entre sí. No había más terreno, por lo que debían tener cuidado con sus movimientos. No podrían, ir todos los luchadores al mismo tiempo y moverse con libertad. Aunque la parte buena para ambos equipos es que les sería dificil ser sorprendidos en un ataque sorpresa por el equipo contrario, puesto que, lo único en lo que se podía ocultar los distintos luchadores era en ciertas malezas que había a lo largo del puente. Probablemente, si algún luchador cayese por el abismo, moriría o sería descalificado. Aunque no sabían qué pasarían con las medallas.

Ranamon: ¡Chicooooos! ¡En breves dará comienzo el siguiente combate en el Abismo de los Lamentos! ¡Esta vez se tratará de una pelea de cinco contra cinco! ¡Ganará quien elimine a sus oponentes y consiga las medallas como en la anterior ronda! ¡Oh! ¡Se me olvidaba! ¡Si caeis al abismo, moriréis engullidos por una terrible bestia que lleva dos meses sin comer! ¡Se enfrentará el equipo formado por Teemo, Yasuo, Gnar, Tibbers y Veigar contra el equipo formado por Trundle, LeBlanc, Lucian, Elise y Hecarim! ¡Suerte a ambos equipooos!

La siguiente batalla estaba a punto de empezar. Y parecía que esta vez era una batalla mucho mas peligrosa y complicada, puesto que debían atacar de frente y se trataban de un numero mayor de enemigos... Aunque también de aliados.

PD: bueno basicamente es eso. Los aliados serían Tibbers = Monzaemon (no me importa si es Champion o Perfect) y Veigar = Wizardmon, mientras que nuestros enemigos son Trundle = Hyogamon, LeBlanc = Witchmon, Lucian = Deputymon, Elise = Dokugumon y Hecarim = Centarumon. Espero que os guste mis ideas ^^

por Roku Ginshô Dom Jun 05, 2016 9:34 pm

Tras la victoria aplastante el equipo fue transportado una vez más para recibir los vitores del público, ceremonia que el humano estimaba innecesaria. ¿Harían eso en cada ronda? El torneo no se acabaría nunca. Y aunque la presentadora y la turba de las gradas vociferaban con fuerza él no oía nada. Al parecer estar tanto tiempo en el incendio, entre las explosiones y finalmente en aquel huracán le había dejado un tapón de aire que solo le dejaba oir una molesta presión. De la escena solo apreció que el tamer del digimon fantasma (ahora en su etapa rookie) intentaba molestar a Summoner dando su medalla al saurio naranja.

“Hay otras formas de provocarle”, pensaba el japonés, y en su cabeza empezó a repasar formas en que podría provocar a Summoner... Pero como se aburría pensó en forma de matarlo: katana atravesando el vidrio del ojo izquierdo y llegando por la cuenca al cerebro, coger su cabeza y dar un tirón seco hacia atrás para partirle el cuello, saltarle encima y descender las escaleras usando su columna como un monopatín... Al menos así se entretenía, era mejor que mirar el horizonte esperando que aquel estúpido proceso acabara.

Esto, por supuesto, solo servía de entretenimiento, pues había dos impedimentos para esta acción: el primero era la presunta humanidad de Summoner, no era lo mismo matar a un digimon, que se acabaría reencarnando, que una persona; mientras que el segundo eran los tres individuos del palco, los cuales no le dejarían irse tranquilamente si desnucara al anfitrión y organizador.

Intercambiando el chico del pelo verde impresiones con su objetivo, regresaron a la sala donde se les expuso en primer momento las condiciones del torneo, pero esta vez estaban solo ellos. La estancia ahora dejaba ver lo enorme de sus dimensiones, aunque al chico esto le importó poco. Buscó entre los manjares y bebidas presentes alcohol o similar, y con este realizó gárgaras para desinfectar la herida de la lengua, escupiendo en el suelo. Al fin y al cabo, le resultaba menos desagradable que hacerlo de nuevo en la vasija, por si alguien quería beber.

Una vez desinfectada la herida, preparó su característico ataque en su katana, pero con una potencia del 1%, emanando una débil llama en la punta, que mantuvo unos momentos esperando a que esta parte se pusiera al rojo. Tras la espera colocó el hierro candente en el corte de su boca, cauterizando la herida. Por suerte el calor no era tal para abrasarle la boca, tampoco quería quedarse sin papilas gustativas y ciertamente no disponía de hilo para suturar el corte.

Luego se masajeó con los dedos la cavidad auricular esperando liberarla del aire que allí permanecía atorado. Acabando así sus curas de urgencia, abandonó la estancia, indicándole un digimon que guarecía las salidas que tenían una hora de descanso y que a dónde iba. Sin querer mentir, Musyamon le dijo que iría al baño.

Y así fue. Una vez en aquel lugar, y procurando que nadie estuviera en esa zona, regresó a su forma humana, observando cómo las heridas pasaban a su cuerpo, y percatándose de que solo una pequeña parte de estas perduraban, teniendo una quemadura en la lengua en lugar del tajo tratado, lo cual era bueno.

-¿Y si hay cámaras en el baño?
-Pues qué le vamos a hacer. Aunque sepa qué soy no es como si pudiera hacerme algo. Voy a descansar, despiértame cuando haya pasado la hora.

De vuelta a la arena como Benkei, esta vez los llevaron a una arena helada consistente en un puente que conectaba dos laderas montañesas. La escarcha del lugar impregnaba la parca maleza, y ciertamente lo que preocupaba al samurai era que con el suelo en esas condiciones invernales no podría moverse como le gustaría.

Les dijeron los nombres de sus oponentes, pero estos no le informaban de nada trascendente, así que atendió a otra circunstancia más palpable, y es que esta vez eran dos más en el grupo: una especie de mago y un oso de peluche gigante.

-Bueno, esta vez la batalla va a ser más cruenta. No solo somos más, sino que además tenemos el problema del escenario y el hecho obvio de que es la segunda ronda. Aquí no ocurrirán errores de novato como en el combate anterior -decía a Gnar y Teemo, para luego dirigirse a sus nuevos aliados-. La supervivencia depende del trabajo en equipo. Soy Benkei, un placer.
-¡Yo soy el gran Veigar! -decía aquel digimon, que parecía de la especie Wizardmon, pero era más pequeño que el resto de sus “hermanos”.

Mientras que el oso simplemente rugió, empezando a caminar hacia la batalla. Roku enseguida analizó que eso era malo. Les había tocado con un megalómano que quería destacar y una bestia incapaz de entender el concepto “cooperación”. ¿Qué debería hacer para que sobrevivieran al combate?

por Akira Kurusu Jue Jun 09, 2016 3:37 pm

La hora que tuvieron tanto Tsukaimon como Max para descansar, se la pasaron hablando acerca de quién podría ser Summoner y de su conocimiento acerca de uno de los apodos de Max. Kenku sólo le llamaban su grupo de amigos... Y Natsuki. Pero no sabía nada acerca de ella desde hacía meses. Estaba realmente preocupado por ella, aunque quizás se hubiese ido de vacaciones con su familia... Eso era lo que el joven quería creer, aunque sabía que, de ser así, le hubiese avisado. Estaba completamente desaparecida, eso era un hecho. Sin embargo, por lo pronto lo único que podía hacer era concentrarse en realizar esa misión. Desbaratar los planes de los malvados era una de las cosas que a ambos más les gustaba y Summoner parecía ser uno de ellos. Hablando de malvados, también había perdido el rastro de Devimon. No sabían nada acerca de él, ni tampoco de los Keramons que, según el Digimon demonio, querían destruir tanto el Mundo Digital como el Mundo Humano. Era todo muy extraño, tanto Natsuki como Devimon y los Keramons habían desaparecido... Cierto era que esos Keramons habían sido derrotados, pero Devimon, aunque era peligroso, se había rebajado a ayudar a Max y Tsukaimon a derrotarlos... No era algo normal en él, por lo que debía estar bastante aterrado con la presencia de esos Digimons. Sin embargo, no le darían más vueltas a algo a lo que no tenían respuesta por lo que, en el poco tiempo que les quedaban de relax, comerían todo lo que pudiesen, sin el ansia que le caracterizaba al hermano del peliverde, claro está. Mientras se dirigían de nuevo al palco, vieron a Musyamon adentrarse en el baño. Suponían que no podría aguantarse las ganas de orinar hasta el combate siguiente.

Nada más llegar a la zona, la pareja vio que en los palcos de alrededor ya se situaba Demyx. Antes de que el hámster violeta fuese teletransportado, enfrente de ellos vieron a una niña que, seguramente, cursase los estudios de primaria, quien saludaba a ambos hermanos Tamers. Max se dio cuenta de que esa niña era la misma que habían visto momentos antes de comenzar la primera ronda.

Entonces tenía yo razón. Esa niña es una Tamer bastante competente... Veamos qué sabe hacer la pequeñuela- pensó el muchacho mientras se sentaba en su asiento y volvía a encender la pantalla, el radar, además de preparar su Digivice y sus cartas para cuando lo necesitasen. Sus enemigos, por lo que había oído previamente por parte de Ranamon, eran Trundle, LeBlanc, Lucian, Elise y HecarimBien, veamos a qué nos enfrentamos en este Abismo de los Lamentos- dijo el muchacho preparándose mientras se estiraba en el asiento y veía a su compañero acompañado del Musyamon y de Agumon, además de un oso amarillo de peluche bastante grande y un mago realmente pequeño. A estos dos últimos Digimons no dudó en escanearlos para obtener información y sacar todo el provecho que pudiese.

Monzaemon, Digimon Marioneta de nivel Perfect y Atributo Vacuna. Un Digimon que está completamente envuelto en el misterio. Desde su aspecto, es un juguete de peluche intacto de un oso, por lo que se rumorea que hay alguien dentro, que consiguió ingresar a través de la boquilla donde se une en su parte trasera. Su ataque característico es el Ataque Mágico que varía dependiendo de lo que quiera hacer. Si lanza corazones azules, dañará a sus enemigos. Si lanza corazones rosas recuperará la salud de sus objetivos- el Digivice recogío esta información acerca del Digimon con aspecto de oso de peluche gigantesco, por lo que el Digivice procedió a escanear los datos del diminuto mago-Wizardmon, Digimon Demonio Humanoide de nivel Champion y Atributo Datos. Digimon que domina la hechicería de los elementos fuego y trueno. Suelen ser Digimons sabios, pero no por ello rechazan una pelea o son pacíficos en su totalidad. Tiene la habilidad de volar, a pesar de no poseer alas. Su ataque más caracteristico es la Nube de Trueno, con la que lanza una gran cantidad de relámpagos desde su báculo. Éste especimen de Wizardmon es bastante más pequeño que sus congéneres. - el Digivice analizó los datos de aquél diminuto Digimon mago mientras el chico asentía.

Oye, chica, ¿cómo te llamas?- preguntó el muchacho de cabello verdoso a través del micrófono implementado en sus auriculares. Usaba el chat grupal para que todos los integrantes del mismo equipo

Me llamo Annabeth, pero puedes llamarme Annie- dijo la chiquilla con una dulce voz mientras miraba nerviosa adonde se encontraba el muchacho.

Hola Annie, yo soy Maxwell. Llamame Max o Maxi, por favor. Lo primero que debo hacer, Annie, es felicitarte por tener un Digimon tan poderoso. Felicidades, no todos los Tamers llegan al nivel Perfect. Esto no te gustará y es una pena, podríamos utilizar a Monzaemon y ganaríamos más fácilmente que si no lo hacemos. Pero tu serás nuestra baza de apoyo. En las circunstancias en las que nos encontramos, Monzaemon es el que más peligro corre. Si no me crees, mira el estrecho puente ante el que se encuentran nuestros compañeros- antes de que Annie pudiese quejarse, Max le dijo esa característica del campo de batalla.

Tienes razón... Monzaemon tendrá dificultades para pelear allí...- dijo Annie mirando a la pantalla instalada enfrente de su asiento, mientras asentía con su pequeña cabecita a regañadientes.

Pero eso no es malo, Annie. Monzaemon puede curar a nuestros nakamas con su Ataque Mágico... Incluso puede dañar desde la distancia a nuestros enemigos. Puede que incluso incline la balanza a nuestro favor. Pero de momento dejemos nuestra estrategia así...- tras estas palabras, el muchacho peliverde apuntó con su Digivice a la pantalla e hizo que Tsukaimon se transformase en Soulmon, quien estaba dispuesto a ganar también ese combate, pues hacía crujir sus oscuros nudillos con una risita diabólica.

Bueno, aquí no se podrán esconder. Ese Nohemon me tocó mucho las narices en el anterior combate.

por Demyx Dom Jun 12, 2016 4:33 pm

Demyx atendía con especial detenimiento a la estrategia o plan de batalla que tramaba con Annie, la Tamer de Monzaemon. El chat de voz estaba abierto para todos para que pudiesen escucharlo y comprobar que Tibbers se quedase en la retaguardia, a pesar de que fuese el Digimon con más nivel de los integrantes de su equipo. Agumon, tras comenzar el combate y con ayuda de su amigo rubio, se transformó en el poderoso Greymon de nuevo, quien miraba hacia el estrecho puente que conectaba ambas cadenas montañosas entre sí... Y que se situaba encima de aquél enorme foso. Tenía pinta de que, como había dicho Ranamon previamente, nadie podría sobrevivir si se precipitase sobre la zona. La buena noticia es que tanto Soulmon como el diminuto Wizardmon que les acompañaba en el equipo, alias Veigar, podían sobrevolar la zona.

Demyx: Me pregunto quién de nuestros enemigos tiene también la capacidad de volar...

Greymon: Puedo hacer las funciones de una torreta, como en esos videojuegos a los que jugáis Max y tú

Demyx: No mientas, tú también los juegas

Greymon: No lo niego... Pero ya has comprendido a que me refería. Si confirmamos que hay un enemigo volador, puedo disparar desde el suelo mis Mega Llamas

Demyx: Creo que lo más inteligente es ocuparnos de las unidades terrestres. Soulmon y Wizardmon pueden encargarse de las unidades aéreas, en caso de que el equipo enemigo disponga de ellas

Greymon: ¿Desde cuando hablas así de bien?

Demyx: He comido bien, así que tengo fuerzas de sobra, Ryu

Greymon: Pues entonces ya somos dos

Demyx: Tengamos cuidado, el enemigo no vendrá de uno en uno como en el anterior combate. Si han superado la anterior ronda, seguramente sepan trabajar en equipo

Greymon: También han podido ganar por suerte. O porque sus enemigos han sido más tontos que ellos

Demyx: También es posible. Pero lo veo improbable

Esta conversación se llevaba a cabo por el chat de voz de todo el grupo, para que el resto de sus compañeros escuchasen la conversación, por si podían sacar alguna utilidad a los pensamientos de la pareja.

Ranamon: ¡Chicooooos! ¡El combate dará comienzo dentro de 1 minuto! ¡Que empiece el combate! ¡YA!

Ranamon habló por la megafonía para que se escuchase por todo el coliseo. Los gritos llenos de euforia del público hacían vibrar la construcción. Los nervios de los participantes seguramente se encontrasen a flor de piel, aunque estaban más acostumbrados a la pelea gracias a la ronda que ya habían superado anteriormente.

Demyx: Si os véis en apuros, intentad tirad a vuestros enemigos por el abismo. Seguramente ellos intentarán hacer lo mismo. ¡Hagámoslo lo mejor que podamos! ¡Y ganemos al enemigo! ¡Avancemos hacia el banquete!

Las ganas de dar fuerzas a sus compañeros, hicieron gritar a Greymon, Monzaemon y Wizardmon de alegría, de ansias de pelea, como si fuesen guerreros espartanos en la batalla de las termopilas. Eso sí, esperaban que no acabasen muriendo... Pero ya no se podían echar para atrás. La batalla estaba por empezar.

PD: Lo siento Roku, te toca seguir コロシアムで¿戦いの伝説？誰が呼んでいますか？(¿Combates de leyenda en el coliseo?¿Quién es Summoner?) [Priv. Max "Kenku" y Demyx, o Seichiro Sano]) - Página 3 1036251537

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por Roku Ginshô Lun Jun 13, 2016 4:56 am

-Bueno, a ver -decía el samurai viendo que todos procuraban asignarse ya sus roles-, esto no funciona así. Debemos ver nuestras habilidades individuales y encontrar sinergias -tras esto señaló a Greymon y al fantasma-. Yo ya he luchado con ellos -su dedo apuntaba a Veigar-, ya he visto lo que pueden hacer los de tu especie, pero agradecería que pudieras explicarme si tienes alguna habilidad oculta -ahora señalaba al oso-. Ese digimon no muestra signos de raciocinio, así que su tamer amolde sus patrones a los que disponemos de raciocinio.
-¡Yo no soy como los demás Wizardmons! -decía indignado- En apariencia puede... ¡Pequeño, pero poderoso! -parecía tener un complejo por su estatura- ¡No solo domino el fuego y el rayo como mis hermanos, sino que tengo un ataque secreto! -tras esto levantaba su cetro, orgulloso- ¡Con mi truco mágico soy capaz de alterar la gravedad! ¡Puedo lanzar poderosos orbes y levitar, o aplastar lo que haya en una pequeña zona! ¡También puedo disparar una enorme esfera que incrementa su poder con el nivel del enemigo! -empezó a reírse- ¡Cuanto más grande, más daño! Pero solo puedo hacer esta técnica una vez, dos como mucho...
-Entiendo. Al estimar nuestra fuerza conjunta creo que lo más adecuado es...

Antes de poder finalizar la frase, la anunciadora declaró el inicio de la batalla, entrando el saurio, el mago y el oso en un estado de animosidad que les hizo abalanzarse a la batalla sin mediar antes una estrategia. Expirando con dejadez, desenvainó su hoja, y murmurando el nombre de la técnica, proyectó al dragón negro de su espada, que sobrevolando el puente cercó a sus tres compañeros, impidiéndoles avanzar y evaporando la tenue capa de hielo.

-¡No pienso dejar que hagáis el idiota! ¡Ir de frente es pedir a gritos que nos hagan una emboscada! -apuntaba, molesto, con la hoja a estos tres- ¿Es que no aprendísteis nada de la anterior ronda? ¡Greymon! Si ya viste cómo acabó el minotauro, ¿para qué lo imitas ahora? Creo que tu tamer ha dado con la clave...-decía pensando unos segundos- Bueno, el grandullón -refiriéndose a Greymon- y yo iremos en la primera fila, somos los más resistentes. El fantasma y el mago, al poder volar, por los laterales del puente, así atacaremos los flancos y podremos sorprenderles. El oso es el más lento, mandarlo el primero sería gritar que lo acribillaran a balazos, por eso irá detrás como apoyo hasta que sea seguro que pueda unirse al combate. ¿A alguien se le ocurre un plan mejor?

Mientras pronunciaba estas palabras, una soga impactó contra él, adheriéndose a su torso y tirando fuertemente su cuerpo al vacío. Mientras viajaba de este modo, pudo ver al causante: un digimon araña que sobrevolaba el propio abismo al encontrarse en una plataforma de hielo bajo la cual se arremolinaban potentes corrientes de viento, similares a las que podía crear el espantapájaros. “Han pensado en lo mismo” fue lo único que albergaba la mente del samurai hasta que su oponente, con sonrisa burlona, se despedía de él con la mano, lo que le enfureció.

-¡Ni se te ocurra darme por muerto! ¡Kirisute gomen!-una vez más, el dragón apareció, y reforzando sus piernas con la capa negra se colocó sobre la cabeza de este, acercándose al oponente con un vuelo improvisado- ¡¿Y ahora qué?! -su espada empezó a emitir un fuerte brillo con el que ensartó el abdomen del insecto- ¡¿Qué se siente al morir?!

Desesperada, la araña volvió a lanzar tela hacia el puente, esta vez para huir del filo que ya la empalaba, y se dispuso a tirar para salvarse, aunque esto hiciera que la espada le seccionara en dos su parte trasera. Con todo esto, cuando su única salvación se pegó al puente, el dragón llameante destrozó la cuerda, haciendo que cayera al vacío como pretendía hacer con Roku. Y así habría sido de no ser por una bruja que recogió a su aliado antes de su inminente fin.

Con una sonrisa burlona, chasqueó los dedos, incrementando el poder del tornado y desmenuzando la plataforma, dejando a Roku suspendido en el aire, lo cual no habría sido problema de no ser por otro ataque de la hechicera, consistente en un poderoso chorro de agua a presión que lo alejaba del puente una vez más.

A esto se le sumó la llegada de los atacantes, que al igual que la araña se movían en plataformas de piedra y hielo impulsadas por las mágicas corrientes de viento. Un centauro y un pistolero, para ser más concretos, que comenzaron a disparar al grupo mientras los sobrevolaban en círculos. Con esa estrategia era obvio que les ganaban en movilidad, haciendo que todos pudieran controlar el espacio aéreo y evitando cualquier incursión frontal.

O en otras palabras más simples: estaban en problemas.

Off-rol: El “vuelo mágico” es gracias al otro ataque de Witchmon, que arroja vientos al enemigo que usalmente le cortan, pero controlando la potencia hace que sus compañeros puedan volar... Imitando un poco la distorsión de Leblanc y eso.

por Akira Kurusu Lun Jun 20, 2016 12:57 pm

El combate acababa de empezar. Musyamon y Greymon se suponía que irían en la vanguardia, resistiendo la mayoría de los ataques puesto que eran los más resistentes, mientras que Wizardmon, alias Veigar y Soulmon volarían y atacarían a los enemigos desde el aire. Sin embargo, Musyamon no sabía qué hacer con Monzaemon, salvo utilizarlo como Digimon de apoyo, debido a su enorme tamaño. Greymon, Wizardmon y Monzaemon se lanzaron de cara, mientras que Musyamon impedía que avanzasen más de lo necesario, reprochándoles luego, especialmente al Digimon compañero del hermano del peliverde.

¿Qué demonios intentabáis hacer...?- les recriminó también el muchacho peliverde mientras suspiraba e intentaba pensar acerca de cómo iban a acabar con su enemigo... Aunque, la verdad, es que no quería derrotar a nadie. Pero cumpliría su misión, de eso estaba seguro. Además, los Digimons revivían, por lo que resultaba un alivio para él. Al menos en parte. Aún odiaba tener que quitarle la vida a los Digimons, por mucha capacidad de resurrección que tuviesen. A pesar de ello, lo haría si con ello conseguía que el mundo fuese más seguro.

Después de la recriminación de Musyamon, todos se pusieron a idear una estrategia. Sin embargo, el enemigo había atacado antes de que todos los miembros pertenecientes al mismo equipo que el joven Miyamoto y su compañero fantasmagórico pudiesen reaccionar. Un Digimon arácnido que conocía muy bien, llamado Dokugumon, que según la pantalla de la consola que había delante de Max se hacía llamar Elise, había agarrado a Musyamon con su tela de araña y lo tiraba al vacío. El guerrero samurai se había salvado gracias a una técnica que le permitía invocar a un dragón negro, con el que voló hasta donde se encontraba Dokugumon, clavando su katana en el abdomen del Digimon arácnido que, cuando intentó salvarse del ataque de Musyamon, la espada de éste le cortó de cuajo la parte inferior del cuerpo de la araña, que huía despavorida hacia el puente con una de sus telas naturales... Que fue calcinada por el dragón del Musyamon, haciendo que su enemigo cayera al vacío... Aunque fue salvada por uno de sus compañeros, una bruja con traje escarlata y una escoba, quien se reía fuertemente.

Witchmon, Digimon Demonio Humanoide de nivel Campeón y Atributo Datos. Rival por naturaleza de Wizardmon que domina la magia del viento y del agua. Es un Digimon que puede llegar a ser muy cruel y orgullosa. Puede volar gracias a su escoba mágica, como una auténtica bruja. Sus ataques característicos son el Vendaval Baluluna, con el que ataca con un poderoso viento y la Presión Aquary, que consiste en lanzar potentes chorros de agua a presión- el Digivice recogió la información de aquél Digimon femenino que acababa de salvar a su compañero arácnido.

Demonios, Dokugumon... No te lances tú sóla contra ellos... Mira cómo te han dejado ya...- le advirtió Witchmon a su compañera, señalando la parte inferior que le faltaba a Dokugumon- ¡Vendaval Baluluna!- con ese ataque, chasqueando los dedos, incrementó el poder de los tornados, destrozando la plataforma en la que se encontraba Musyamon- ¡Presión Aquary!- el segundo ataque del Digimon bruja hizo que Musyamon se alejase del puente nuevamente, dejándole a merced de sus dos compañeros, Hecarim y Lucian, según la pantalla de Max.

¡Soulmon!- advirtió Maxwell a su compañero que voló tremendamente rápido, aprovechando que era el que se encontraba más cerca de Musyamon. Los dos aliados de Witchmon y Dokugumon apuntaban a Musyamon, quien se encontraba en el aire.

¡Garra del Mal!- una garra negruzca apareció de debajo de las sábanas blancas que cubrían el misterioso cuerpo de Soulmon, agarrando a tiempo al Digimon samurai, antes de que recibiera los ataques de Hecarim y Lucian, Digimons que el Digivice de Max también analizó, empezando por el Digimon con forma de centauro y siguiendo con el Digimon pistolero.

Centarumon, Digimon Bestia Humanoide de Atributo Datos y nivel Campeón. Los tubos que se extienden desde la espalda brotan de vapor a alta presión, que al instante pueden impulsarlo, y es posible que se mueva cerca de la velocidad del sonido. Tiene un muy alto orgullo, y no le gusta recibir órdenes. El brazo derecho es un arma utilizada para disparar a los enemigos. Su ataque característico es el Cañón de Caza- el aparato oscuro analizó los datos de aquél Digimon cuadrúpedo, mientras que comenzaba a registrar momentos después los datos del pistolero- Deputymon, Digimon Mutante de nivel Campeón y Atributo Vacuna. Un Digimon mutado cuyo cuerpo se ha convertido en un cañón de pistola. Ama los juegos de azar y, en especial, el juego de la Ruleta Rusa. Su ataque especial es la Bala Justiciera, con el que dispara una bala enorme desde el cañón de su pecho

Soulmon dejó a Musyamon en el puente mientras se hacía invisible para que sus enemigos no le apuntasen y se dirigía hacia la parte justamente inferior del puente, donde nadie pudiese verle, volviendo a hacerse visible.

¿Dónde demonios está el quinto adversario...?- dijo por el chat de voz grupal mientras observaba que tan sólo cuatro miembros del otro equipo estaban combatiendo contra su propio equipo.

¡Ataque Mágico!- un enorme corazón de color rosa lanzado por Monzaemon, impactó contra Musyamon, sanando alguna de las heridas que podían haberle causado Witchmon con el ataque. El pequeño Wizardmon había aprovechado que del conjunto de enemigos se estaban concentrando en el ataque hacia Musyamon y se había acercado volando, aprovechando su diminuto tamaño para pasar desapercibido y generar un poderoso ataque eléctrico.

¿Quién tiene un bastón y te va a enseñar lo que es el dolor? ¡Nube de Trueno!- una poderosa descarga eléctrica cayó sobre el Dokugumon que se encontraba partido a la mitad. Si bien no cayó directamente sobre él, sino hacia un lado, hizo que el Dokugumon se precipitase hacia el abismo, salvándose una más gracias a su tela de araña, quedando colgada, mientras respiraba pesadamente. Soulmon, aprovechando que él se encontraba justo enfrente del Digimon araña, atacó, generando una esfera de energía oscura, a la vez que "Veigar" volvía a su posición inicial.

¡Necro Magia!- Soulmon, sin esperar a que Dokugumon le viese o volviese con sus compañeros, le atacó con una bola de energía maligna, impactando en el ya debilitado Dokugumon y haciéndole caer al vacío, cortando con sus garras todas las telarañas que Dokugumon usaba para intentar salvarse. Cuando confirmó que el Digimon araña, entre gritos, seguía cayendo y no podía salvarse, Soulmon volvió a convertir su cuerpo en invisible, volviendo a la zona donde se encontraban sus compañeros.

Bien, ya somos 5 contra 4- felicitó Max con una sonrisa, aunque aún le preocupaba el Trundle enemigo... No había aparecido aún y eso le preocupaba... ¿Qué estarían tramando?

por Demyx Jue Jun 23, 2016 12:38 am

Musyamon, junto con Maxwell momentos después, acababa de recriminarle a Greymon y a los otros dos compañeros por la actitud imprudente que habían demostrado. Demyx intervino, pero no para defender a Greymon.

Demyx: Os he animado, pero no os dije que os lanzaseis a lo loco... Eres de lo que no hay Ryu...

Greymon: Ahhhh, callate... Quiero acabar ya con esto...

Mientras Ryu y Demyx discutían, Musyamon estaba pasando por graves problemas. Elise, quien parecía ser un Dokugumon, Digimon Araña de nivel Champion, le había agarrado con su tela de araña. Sin embargo, Yasuo, es decir, el compañero espadachín de Demyx y Ryu, había conseguido librarse del ataque de la araña, causándole una herida realmente fea. A pesar de ello, LeBlanc, quien era un Witchmon, había salvado a su compañera y, mientras le recriminaba a la araña, atacó varias veces a Musyamon, ayudando a sus dos amigos, Lucian y Hecarim, quienes eran un Deputymon y un Centarumon respectivamente, para que disparasen fuego a discreción contra Musyamon, mientras éste evitaba caerse al llamado Abismo de los Lamentos.

Para fortuna de todos, y más aún del Digimon espadachín, Soulmon, el compañero de Maxwell, había logrado agarrar a su compañero y lo había devuelto hacia el puente, logrando ponerlo a salvo. Para sorpresa de todos, salvo Demyx y Ryu que ya conocían las habilidades del Digimon compañero del hermano del Tamer rubio, el Digimon fantasma desapareció, aprovechando Veigar, es decir, el pequeño Wizardmon, la ocasión para hacer tambalearse a Dokugumon en una estrategia que se basaba en el ataque y la retirada, pudimos oír, a los pocos momentos tras el ataque del Wizardmon enano, el grito de Soulmon pronunciando un ataque tras otro que permitió vencer sin dificultad a la ya malherida Dokugumon, sonando al poco tiempo la voz de Ranamon anunciando que Dokugumon había sido derrotado. Ah sí, Monzaemon había utilizado su ataque para restablecer la salud de Yasuo.

Annie: ¡Chicos apartaros! ¡Monzaemon va a atacar! ¡Que los corazones azules no os toquen!

Monzaemon: ¡Ataque Mágico!

Annie: ¡Es lo único que podemos hacer por lo pronto!

Greymon: ¡Mega Llama!

Mientras los corazones azules de Monzaemon avanzaban con un vuelo lento, Ryu utilizó una gran bola de fuego contra Witchmon, el Digimon que más cerca se encontraba de él. Sin embargo, y como era de esperar, la bruja Digimon lo evadió fácilmente mientras volaba sobre su escoba. Sin, embarg, después de que se apartasen todos, los corazones azules de Monzaemon ya habían entrado en "territorio enemigo", por así decirlo. Es decir, que había llegado a la zona donde se encontraban LeBlanc, Lucian, Hecarim.... Y Trundle que aún no había dado la cara...

Wizardmon: ¡Bien! ¡Hemos podido superar a la muerte por ahora!

por Roku Ginshô Mar Jun 28, 2016 9:08 am

Unas negruzcas garras apresaron a Roku, y aunque su primer impulso fue cercenarlas de un tajo, al ver que estas nacían de los harapos que conformaban el fantasma con el que ya había cooperado antes relajó sus músculos dejándose mecer sin mostrar resistencia alguna. Durante el trayecto pudo ver como era el blanco de los ataques, y si bien era cierto que aquel digimon le estaba ayudando, él pensaba que podría haber usado el mismo truco que antes para desplazarse por el aire. Sí, cabalgar a su propio dragón tenía la desventaja de dañarle, pero podía contrarrestar las quemaduras con sus otras habilidades. De todas formas, pensó que debía ser agradecido, por lo que cuando estuvo en el puente miró a quien portaba el sombrero y le dijo “¡Gracias!” de un modo conciso y directo.

Lo que le sorprendió más fue recibir el impacto de un enorme corazón rosado que le hizo sentirse... Bien. Tampoco es que los daños fueran masivos, pues únicamente podría hablar de las quemaduras en sus pies cuando caminó por el improvisado puente de fuego, pero no notaba molestias ahí ni tampoco en su lengua, por lo que eran preocupaciones de las que se podía deshacer, al igual que el digimon arácnido el cual, probablemente por su estupidez, o puede que por el hecho de que todos fueran a por él, acabó despeñándose.

Pero quedaban tres oponentes a la vista, y si bien ya había visto qué podían hacer todos ellos, la amenaza más inmediata era la bruja, simplemente por el hecho de que era quien proporcionaba movilidad a sus compañeros. Al verla evadir el gigantesco proyectil del Greymon, dedujo que el “ataque mágico” del oso gigante tampoco serviría de mucho, a no ser que le limitaran todas las posibilidades de huida.

Y confabuló un plan.

-¡Eh, id pensando cómo vencer al caballo y a la pistola gigante! ¡La bruja es mía!

Una vez declarado esto, y sabiendo el desgaste que le supondría, realizó dos veces la misma técnica que convocaba una masa de llamas con forma de dragón, las cuales intentaron alcanzar, sin éxito, a la bruja, que simplemente volaba lejos de estas intentando disiparlas o bien con sus tornados o con sus proyecciones de agua, pero del mismo modo, las sierpes flamígeras evadían estos hechizos.

Podía parecer simplemente un juego de persecuciones, pero pronto se vería que todo era parte de un retorcido plan. Los dos dragones no pretendían atacar a la digimon, sino evaporar el hielo que se extendía por el puente para levantar una pequeña niebla, lo suficientemente espesa para la segunda fase, consistente en ir cercándola. Si huía de uno de los ataques, se acercaría más al otro, por lo que su zona se iba reduciendo más y más, siendo ocupada por el vapor antes mencionado.

Finalmente, los dragones pudieron atraparla volando alrededor de ella en una espacio aproximadamente de cinco metros cúbicos, por lo que aunque seguía disponiendo de un espacio por el que moverse, empezando a despertarse en ella el sentimiento de duda.

-¡Bueno, aquí estoy! ¡Si se acercan más los desharé de un solo golpe, así que esto es empate! ¡Aunque me retengas aquí solo lograrás cansarte, y mis compañeros no tardarán en acabar contigo!
-No has entendido nada. Aunque es normal, no los estás viendo, me temo... -decía Roku, agotado por haber mantenido durante un tiempo su técnica- Esto dista mucho de ser un empate. Es una victoria aplastante.
-¿A qué te refieres? ¡¿Ver el qué?!
-¡¡¡Los globos!!! -Bakemono, entusiasmado, aplaudía en esa realidad que solo existía dentro de Roku, y aunque nadie más pudiera oírle, esta vez estaba entusiasmado- ¡¡¡Los globos del oso, los han ido moviendo los dragones y ahora están dentro!!!
-Exacto -indicaba Roku ignorando ya a su oponente-, las llamas calientan el aire, provocando ráfagas de viento ascendente que se entremezclan con las obvias corrientes frías descendentes, por lo que es muy fácil hacer que un objeto que ondula en el aire gane velocidad al atraparlo en una de estas -tras esto, con su espada apuntó al espacio delimitado por los dragones-. Ellos no dejan de aumentar la temperatura, lo que se traduce en más velocidad. El punto flaco del “ataque mágico” es que se ve venir a kilómetros, pero si los ocultamos con niebla y fuego, además de brindarles velocidad, tenemos...
-¡¡¡Un pájarito enjaulado!!! -el diablillo empezó a reírse ruidosamente de su propio chiste, y aunque su escándalo no llegaba a nadie más, a Roku le servía para ignorar los gritos de la digimon recibiendo el impacto de todos aquellos corazones explosivos, deshaciendo los dragones cuando el silencio llenaba aquel espacio- Como ha quedado... ¡¡Y eso que solo le dimos amor!!

Bakemono seguía con sus risotadas mientras los dos oponentes restantes se adaptaban a la nueva situación. Antes de que las plataformas dejaran de servirles, ambos alternaron sus disparos con los de sus enemigos, y si bien nadie logró un tiro claro, ellos parecían contentos con el resultado. Al desplomarse sus medios de transporte, el centauro trotó un poco para anunciar un importante suceso.

-Ya he evaluado las condiciones del terreno, y tras los disparos de antes puedo decir que ya está todo listo -de una galopada se apostó delante del mago-. Ahora puedo usar TODA mi velocidad al saber dónde puedo acelerar, dónde frenar, dónde pivotear... ¡Bienvenidos a mi coto de caza!

Mientras su brazo se cargaba de energía, apostado en el pecho de Veigar, su compañero, más calmado, se limitó a lanzar sus revólveres al vacío, anunciando que ya no servían. Sacando dos extrañas piezas de artillería negras de debajo de su sombrero, y tras hacerlas girar velozmente en sus índices, se mostró complacido con el cambio.

-Bueno, llegó el momento de usar mis verdaderas armas, las purificadoras. Espero que duréis más de dos balas.

Off-rol: LeBlanc puede seguir viva (al fin y al cabo es lo que hace en el juego: cuando piensas que la has matado vuelve a salir). De Hecarim solo se me ocurrió eso de que corriera rápido una vez prepara el terreno (a cañonazo limpio, eso sí), y lo de Revolmon... Sí, son las pistolas de Lucian. No, no sé qué van a hacer.

por Akira Kurusu Sáb Jul 16, 2016 5:08 pm

El equipo en el que estaban Max y Soulmon había realizado un contraataque eficaz. Dokugumon había sido derrotado, al igual que Witchmon por parte de Musyamon... Al menos en un principio. Pero quizás había ido a reunirse con el tal "Trundle" que aún no había aparecido ante ellos, ni siquiera para ayudar a sus compañeros.

¿Será un Digimon estúpido como el Minotarumon de antes?- pensó Max mientras repasaba el campo de batalla presente en la pantalla que se encontraba justo delante de su cara... LeBlanc seguía apareciendo en el mapa, por lo que sujetó firmemente sus auriculares con su mano derecha, mientras su voz se tornaba seria- Tened cuidado, muchachos. LeBlanc sigue viva y se está moviendo... ¿Acaso...? ¿Esa Witchmon puede generar un doble de si misma?- esta última idea se le ocurrió cuando le vino a la cabeza un videojuego, cuyo nombre no recordaba, en el que una maga, cuando su vida era reducida hasta cierto punto, se dividía en dos, resultando una de esas dos magas la copia y la otra la original. Si seguía esa misma temática... Musyamon y Monzaemon muy probablemente habían eliminado a la Witchmon. falsa.

Por si fuera poco, Centarumon, alias Hecarim, había recorrido todas y cada una de las localizaciones que había en todo el mapeado que se encontraba ante ellos, es decir, el puente y sus alrededores... Obviando que no podía inspeccionar lo que era la idiosincrasia del abismo puesto que ya se encontraría criando malvas, junto a su compañera Dokugumon. Deputymon, por otra parte, se había deshecho de los dos revólveres que tenía y agarró un par de pistolas de un aspecto mucho más amenazador que su predecesora. Ambos Digimons amenazaban al grupo de Max, pero el muchacho tenía varias estrategias ideadas previamente. Sin embargo, le gustaría reservarse su carta Chains of Hell, capaz de detener a cualquier enemigo en un abrir y cerrar de ojos... Y cuyo único requisito es que su compañero Digimon se encontrase en etapa Champion o superior, cosa que cumplía con creces... Pero esa carta siempre era su as bajo la manga cuando necesitaba escapar, por lo que, por lo pronto no lo utilizaría, pero la retiraría de la baraja, para usarla lo más rápido que pudiese en caso de serles de utilidad.

¿Qué piensas de esos dos, Max?- preguntó Soulmon, volviendo a convertir su fantasmagórico cuerpo en invisible tanto para sus compañeros como para sus enemigos, comenzando a flotar y colocarse en la espalda del Revolmon, comenzando a generar una esfera de energía oscura- ¡Necro Magia!- la esfera oscura impactó con el extraño cuerpo del Digimon Revólver... Pero, cuando se disipó el humo, el cuerpo metálico de aquél Digimon seguía intacto, con el único cambio de que, del centro de su cuerpo que coincidía con el cañón del arma que formaba su cuerpo, salía un humillo negro, lo cual significaba que había disparado una bala que se había deshecho del ataque de Soulmon, quién había vuelto a ser invisible y se retiraba.

Deputymon tiene buenos reflejos y Centarumon una velocidad considerable... Tendremos que esforzarnos más de lo que pensaba... ¡Muchachos! ¡Necesitamos distraerles! Centarumon dijo que ya conocía el terreno... Entonces, ¿qué tal si fabricamos un nuevo terreno?- era una locura, lo sabía, pero ese puente estaba hecho de piedra, dura piedra sí, pero era piedra al fin y al cabo... No era imposible, al fin y al cabo...

por Demyx Dom Jul 17, 2016 12:54 am

Greymon: ¡Mega Llama!

Greymon, con su enorme boca, lanzó una bola de fuego a sus enemigos. El enemigo más cercano al dinosaurio naranja era una especie de mezcla entre humano y caballo fortalecido con un casco y un brazo de metal, además de unos tubos en la espalda que le servían para impulsarse.

[b]Demyx: Jobar... Si que es rápido el caballito.

Greymon: Puedo seguir lanzando bolas de fuego durante todo el día...

Demyx: No te molestes, Centarumon o Hecarim, como quieras llamarlo, es demasiado rápido. Necesitamos un plan para parar a esos dps...

Como respuesta a sus palabras, el hermano mayor de Demyx comenzó a hablar, explicando su plan... Su alocado plan...

Demyx: ¿A qué te refieres con que fabriquemos un nuevo terreno?

El muchacho de la túnica negra preguntó mientras se rascaba con nerviosismo su cabeza ante la idea de su hermano peliverde. Confiaba plenamente en su hermano, pero... Este plan era demasiado arriesgado, especialmente para Greymon o Monzaemon que no podían volar y si se liasen a destrozar su única vía de transporte que era el puente... Aunque eso también podía aplicarse a sus enemigos...

Demyx: ¿Acaso estás proponiendo que, yo que sé, Greymon se ponga a disparar a lo loco bolas de fuego contra el puente y lo derribe?

Greymon: Tu hermano se supera cada día más... Está como una auténtica regadera...

Demyx: Creo que lo ideal sería utilizar algún otro plan... Tiene que haber otra forma de derrotar a nuestros enemigos

Greymon: Estoy de acuerdo

por Roku Ginshô Lun Jul 18, 2016 7:43 am

-Bueno, esto ya lo dijo ese que no era Alex Mercer.... “¿Y ahora qué?” -la presencia seguía mostrando estos puntuales accesos a referencias del mundo gamer y otaku en general- ¿Guardamos partida? ¿Buscamos un checkpoint? ¿O mejor buscamos una FIESTA? Por los siete, adoro ese meme...
-Ya, ya, ya, solo cállate un minuto, ¿quieres? Necesito pensar en, ya sabes, salir vivo de aquí.
-Oh, hay un viejo proverbio chino que viene al caso, ¿te interesa?
-No veo por qué no.
-”La clave de vivir eternamente está en no morir”.
-Ahora veo por qué no...-tras esto, oprimió los párpados con su índice y pulgar mientras se esforzaba en encontrar un modo de sentenciar rápido el combate- Recapitulemos los eventos de la batalla...
-Oh, oh, tengo otro proverbio: “más vale pájaro en mano que ciento volando”.
-Si no se adecuan al contexto esas enseñanzas abstractas no sirven de nada -pero la chispa del ingenio estalló en su cabeza-. Pues va a ser que sí hay un contexto al que aplicarlo... Bakemono, ¿conoces el jenga?
-Más o menos. Es ese juego de bloques donde uno quita de la base alguno y lo coloca en la cima, y pierde el primero que la pifie, ¿no? -ahora el que meditaba era él- ¿Por qué lo preguntas?
-Eso mismo vamos a hacer con el puente.
-Claaaaro que sí, como tú vuelas y eso. Un momento, antes volaste, de acuerdo, punto para ti. Creo que eso mismo pensaban tus “amiwitos”, que mientras te ofuscabas maquinando han llegado a la idea de que eso es... Estúpido. Y creo que dijeron que hueles mal -durante unos segundos, se hizo el silencio-. Bueno, vale, no lo dijeron, pero me aburro y para ser un torneo aquí nadie está pegando a nadie...

Sin mediar más explicaciones, el samurai se dirigió al oso gigante, que pese a sus dimensiones parecía ser ignorado por todos, y se encaramó desde su espalda para poder llegar a los presuntos oídos, sin saber muy bien si estos eran funcionales, de adorno o cómo funcionaría aquel ser de felpa. Aproximándose a estos, empezó a decirle.

-No es que haya atendido mucho, pero “esto” lo pilota o controla alguien, ¿no? -esperó a ver si había respuesta-. En fin, tengo un plan, y es muy simple. Los dos oponentes que vemos no vuelan, así que voy a reventar el puente -apuntó con su espada al mago-. Dile a ese y al fantasma que divisen los pilares que sostienen el puente, para que lo entiendas, las columnas que hacen que esto se sostenga, ya que no es un puente colgante -ahora apuntó al dinosaurio-. El gigantesco cebo atraerá la atención para que los dos se queden en la zona a derruir, y tú te vas a encargar de cubrirme, ¿entendido?

Una vez proporcionadas todas estas informaciones, Musyamon regresó al suelo para poder iniciar la operación. Clavó su katana en el suelo y de esta comenzaron a manar llamaradas negras, pero no en la habitual forma de dragón, sino de un modo más tenue, pues era un proceso que debía realizarse poco a poco. Las maneras más bruscas amenazarían con destrozar el puente antes de tiempo, afectando a una mayor parte de la estructura que dificultaría salvaguardar al grupo.

-Eeeehm... Como intentar hacer palomitas con un mechero... ¿Falta mucho? -el fantasma protestaba- Esto va lentísimo, ¡y ya te he dicho que me aburro!
-Deja que te cuente una historia, ya que mencionaste China. ¿Sabías que para ellos, los ríos eran dragones? -este tipo de relatos siempre entretenían al digimon- Un entrenamiento consistía en “cabalgar al dragón”, consistente en cruzar una montaña oponiéndose a la corriente. Se suponía que, tras esto, uno vencía a la bestia y conseguía su fortaleza -tras la explicación, señaló a su espada y cómo iba fundiendo el hielo- El dragón del puente anda un poco dormido, así que vamos a despertarlo.
-Aaaaaah, claro, porque el hielo se ha ido uniendo a lo que viene siendo las piedras y lo que las une, comosellame. Si derrites el hielo, el agua no podrá sostener nada y todo se derribará... Sigue siendo aburrido, ¿lo sabías?
-Pues imagina a esos dos idiotas cayendo al vacío, ¿mejor?
-Síiiiiii. Seguro que gritan como en los dibujos animados.

por Akira Kurusu Lun Ago 01, 2016 5:17 pm

Soulmon asintió mientras escuchaba el plan de Musyamon por la boca de Monzaemon. Max también escuchaba la conversación con lo que, tras encojerse de hombros, asintió mientras se acomodaba en su asiento y le hacía una señal tanto a su hermano como a la Tamer de aquél enorme oso amarillo.

Es posivle que pueda funcionar, no lo negaré- Max se fijó en los pilares del puente y, posteriormente en la zona donde se encontraban sus enemigos.

Entonces, ¿lo llevo a cabo?- preguntó Soulmon comenzando a generar una bola púrpura de energía oscura de color violeta, pues ya conocía la respuesta de su compañero humano y amigo.

Sabes perfectamente que sí, Soulmon- mientras observaba la reacción tanto de Soulmon como del pequeño Wizardmon, el muchacho de cabellos verdosos se mordía la yema del dedo pulgar de su mano derecha, concentrándose en cualquier cosa que pudiera fallar en los planes del Musyamon, alias Yasuo.

¡Necro Magia!- el Digimon fantasmagórico lanzó su bola de energía hacia el Centarumon intentando llamar su atención para que no pudiese impedir que Musyamon ejecutara su plan- ¡Eh tú! ¡Yegüita! ¡Ven aquí y me demuestras lo que vale tu cañón de juguete!

¡Nube de Trueno![/b]- el pequeño Digimon con aspecto de diminuto mago copió lo que hizo Soulmon, salvo que su objetivo era Deputymon... Y que su ataque consistía en lanzar un trueno desde su místico báculo hacia el Digimon mutante con aspecto de arma andante.

Muy bien, Monzaemon y Musyamon, demostradnos vuestra magia- se suponía que ahora Monzaemon debía de servir como carnaza mientras Soulmon y Wizardmon se ocupaban de los pilares tal y como había sugerido previamente el Digimon samurai

por Demyx Mar Ago 09, 2016 4:13 pm

Demyx: Vaya, parece que nos toca ser el cebo.

Greymon: Habrá que hacerlo bien entonces

Demyx y Greymon tambien escucharon el plan que tenía Musyamon. Su parte del plan era doble: llamar la atención del enemigo y eliminar el hielo que cubría la zona perteneciente al gran puente sobre el que se encontraban ambos equipos. Y Greymon era el Digimon adecuado para ese trabajo.

Greymon: ¡Mega Llama!

El Digimon dinosaurio lanzó múltiples bolas de fuego a varios de sus objetivos: el puente helado, los enemigos que eran Centarumon y Deputymon y también algunas bolas de fuego. El objetivo de apuntar al puente era más que obvio: las bolas de fuego se encargarían de descongelar las zonas cubiertas por el duro hielo azulado. El objetivo de apuntar hacia sus enemigos era simple: A Centarumon y a Deputymon les sería mucho más difícil tocar las narices tanto a él como a sus compañetos. Y disparar bolas de fuego al aire servía para que, en el caso de que saltasen para esquivar ataques de sus compañeros se encontrasen con una sorpresa candente. Ahora era el turno de Musyamon.

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