コロシアムで¿戦いの伝説？誰が呼んでいますか？(¿Combates de leyenda en el coliseo?¿Quién es Summoner?) [Priv. Max "Kenku" y Demyx, o Seichiro Sano])

Soulmon se vio atrapado en las garras de Centarumon. Lo que utilizó el Digimon mitad hombre y mitad animal para atrapar a su fantasmagórico rival fue la cadena de hierro (o de cualquier otro material) presente en su mano izquierda. Usando dicha cadena, atrapó uno de los brazos de Soulmon, adivinando dónde escondía éste sus extremidades bajo el manto blanco que cubría su verdadero rostro y aspecto. El Digimon cuadrúpedo aprovechó la ocasión para atacar con un cañón que escondía en su mano derecha y disparó al eje central de Soulmon, inmovilizando momentáneamente al Digimon espectral que emitía varios gemidos de dolor. Sin embargo, cuando se acostumbró un poco al dolor, el fantasma digital sólo pudo sonreír.

Eres más estúpido de lo que pensaba. Primero, ¿sabías que tengo un compañero Humano? Lo sabrías si hubieses visto la repetición de nuestro anterior combate. Segundo, yo sí que vi tu anterior combate. Lo hiciste bien, de verdad. Pero lo único que sabes hacer es atacar aprovechando tu velocidad. No causas un gran daño, como lo puede hacer Witchmon o tu excompañera, Dokugumon. Tercero, he sido entrenado para soportar dolores más poderosos que éstos. Si bien es cierto que has dañado de forma moderada mis funciones y, por lo tanto, algunos de mis ataques no podrán ser ejecutados, como la Garra Tenebrosa o la Necro Magia... Lo cual me lleva al punto número uno. Mi compañero Humano. Tamer, si prefieres llamarlo así. Está observando todo el mapa y todas vuestras acciones. Incluso me apuesto lo que sea a que ya vio a Witchmon espiarnos-- ante el asombro de Centarumon y las palabras de Soulmon, Maxwell asintió estando de acuerdo con su compañero Digimon sentado en su asiento mientras sonreía pícaramente de lado- ¿Y sabes que es lo más divertido? Que mi Tamer utiliza el Digivice de clase D-arc, ¿sabes qué significa eso? Porque lo sabes ¿no? Pues significa que puede darme increíbles poderes... Como vas a comprobar en unos instantes. Cuando quieras, Maxwell.

Lo sentimos Musyamon, pero estábamos seguros de que Witchmon estaría escuchándonos. Bueno, seguros al 100% no, ero era una alta probabilidad, puesto que Wizardmon no había acabado del todo con ella, seguía apareciendo en pantalla- tras estas palabras, pudo observar cómo Musyamon clavaba su espada en Witchmon y ésta era desintegrada completamente, convirtiéndose en datos y, posteriormente en un DigiHuevo, lo que significaba que había sido derrotada- Aunque bueno, parece que ya has sido capaz de solucionar ese pequeño contratiempo- Maxwell entonces cogió dos cartas en las que aparecían un Digimon en cada una de ellas, aprovechando que Centarumon seguía agarrado a Soulmon quien, poco a poco, recuperaba algo de movilidad, no para atacar, pero si para sujetarse a las cadenas del Digimon cuadrúpedo con sus garras de color azabache- ¡Cartas leídas! ¡Cerberusmon y Stingmon!- dijo el peliverde levantándose de su asiento, claramente viniéndose arriba de la emoción, pasando por la ranura lectora de cartas de su Digivice primero la carta en la que aparecía Cerberusmon, el Digimon perro infernal de nivel Megacampeón y, después, Stingmon, el Digimon Insecto de nivel Campeón.

Lo mejor de todo es que Max ha utilizado cartas con las que no necesito mover ni una sola articulación, salvo mi boca... La cuál no has paralizado por completo- - Soulmon sonreía mientras desde su boca comenzaba a emanar un intenso fulgor de color verde y las llamas se abrían paso, seguido de unos cañones que se colocaron encima de donde deberían de ir los hombros del Digimon fantasmal. Estando tan cerca, no podía fallar- ¡Fuego Infernal! ¡Disparo de Luna!-[/color][/b]- la combinación de cartas que utilizó previamente Maxwell le dio la capacidad de exhalar un poderoso fuego de color verde proveniente del mismísimo Infierno Digital. A ello se le sumó un poderoso proyectil ovalado lanzado desde el pecho de Soulmon. Ambos ataques combinados lograron desintegrar al Centarumon en, literalmente, una marea de datos digitales que, al igual que Witchmon, se reagruparon y formaron un Digihuevo

Hehehe, ¡bien hecho, Soulmon!- felicitó el muchacho peliverde mientras observaba cómo se formaba el Digihuevo blanco con lunares de color gris y desaparecía al instante, sobrevolando la zona.

Tuvimos suerte de que no viesen nuestro anterior combate. Si lo hubiesen hecho, habrían procurado gastar antes todas tus cartas, aunque la batalla se volviese bastante larga... Pero bueno, este es mi pequeño premio- dijo sonriendo Soulmon agarrando la medalla del Centarumon, antes de que ésta se cayera junto con el puente que estaba derrumbándose. Afortunadamente, el Greymon de Demyx y el Monzaemon se mantenían en la zona que no había sido derruida por sus constantes ataques. Ellos dos, junto con el pequeño Wizardmon, podían hacerse cargo perfectamente del Deputymon, por lo que Soulmon se quedó sobrevolando la zona, descansando y recuperándose de los daños sufridos.

PD: Editado todo lo referente a las cartas. He eliminado la carta de Machinedramon de este post y la he sustituido por Stingmon

Demyx estaba sonriendo abiertamente. Musyamon había conseguido rematar a Witchmon, después de que ésta intentase acabar con Monzaemon. Dadas las heridas que había recibido tras el ataque anterior del diminuto Wizardmon, la Digimon bruja fue presa fácil de la espada voladora de Musyamon, que la empaló como si fuese una brocheta digital. No pasó mucho tiempo hasta que la pareja formada por Soulmon y Maxwell combinaron los ataques de Stingmon y Cerberusmon, cada uno de ellos otorgados por su respectiva carta que estaba incluida en el mazo del peliverde. Demyx no era menos y, de hecho, había aprendido de su hermano y mentor a utilizar con cabeza las cartas. Sin embargo, los Metal Knuckle que utilizó en la anterior pelea, tan sólo le serviría para potenciar los ataques ejecutados con las garras de Greymon, no podía aprovechar el factor sorpresa que otorgaba la habilidad de excavar presente en dicha carta. Sin embargo, había otras cartas que si podía utilizar... Tan sólo tenía que fijarse en su baraja.

Mientras tanto, el Digimon pistolero utilizaba a Ryu como escudo para evitar que Wizardmon atacase. No pasó mucho tiempo hasta que Deputymon, maldiciendo al Digimon fantasmagórico que acababa de derrotar (y desintegrar por partes iguales) a su compañero cuadrúpedo, comenzó a disparar tanto a Greymon como a Wizardmon. El Digimon con un aspecto similar al de un tiranosaurio rex se cubrió con sus dos garras, intentando que los disparos en forma de estrella no le hiciesen un daño demasiado considerable.

Greymon: ¡Au! ¡Au!¡Au!¡Au! ¡Eso pica bastanteeeee!

Demyx: ¡Ryu! ¡Cuidado! ¡El suelo se derrumba bajo tus pies! ¡Rápido! ¡Es la hora de WWE! ¡Es la hora del Pressing Catch!

Greymon: ¡¿Cómo que de Pressing Catch?!

Demyx: ¡Que le hagas un Suplex, leñe!

Greymon: ¡Aaaaah! ¡Ahora lo entiendo! ¡Greymon Ultra Fighting Superplex!

Sin más dilación, Greymon se giró hacia un lado rápidamente, agarrando del tobillo al Digimon mutante con forma de pistola viviente, para así atraerle, haciendo que el Deputymon comenzase a disparar hacia el aire, Cuando lo tuvo entre sus brazos, Greymon colocó el brazo derecho de Deputymon detrás de su propia cabeza y, levantándolo como si fuese una bamdera sobre su cabeza previamente, lo dejo caer al suelo hacia atrás, a la par que Greymon se tiraba al suelo.

Demyx: ¡Ahora! ¡Carta leída! Dragon's Pride, el Orgullo del Dragón!

Un aura de color rojo carmesí inundó el cuerpo por completo del Digimon dinosaurio al que los ojos se le tornaron de un color amarillo asesino. Simplemente, Greymon se sintió el protagonista de su propio anime.

¡Whoaaaaaaaaaaaa! ¡Super Mega Llama del Caos!

Realmente, el ataque de Greymon tan sólo era una Mega Llama normal potenciada por la carta anterior... Pero bueno, Ryu era especial. Deputymon apenas podía moverse, tan sólo faltaba que alguien le rematase... Y ese era el trabajo de Wizardmon.

Wizardmon. ¡Nube de Trueno!

El relámpago acabó con la vida de Deputymon, haciendo que se desvaneciera en una cortina de humo y datos. Antes de que el puente se cayera del todo, Greymon se apresuró hacia el extremo donde se encontraban Musyamon y Monzaemon a salvo, seguido de Wizardmon, que se puso a volar tras de sí.

Demyx: ¡Bien hecho Ryu! Pero... ¿Greymon Ultra Fighting Superplex? ¿Super Mega Llama del Caos? ¿Quién te crees que eres?

Greymon: Super Ryu, por supuesto, el Greymon superhéroe favorito de los niños

Wizardmon: Super Ryu es un nombre demasiado simplón para un superhéroe

Annie: Desde luego

Monzaemon: Sim... ple

Greymon: Sois todos unos aguafiestas...

Soulmon descansaba en el aire resoplando varias veces, intentando recuperarse del ataque eléctrico causado por Centarumon a bocajarro momentos antes. Sin embargo, ver que Wizardmon y Greymon habían puesto fin a la carrera de gladiador de Deputymon le sacó una pequeña sonrisa al fantasmagórico ser digital.

Bien hecho, muchachos- felicitó la levitadora forma de vida digital mientras se ajustaba su sombrero de hechicero en la cabeza y comprobaba que, poco a poco, podía moverse con mayor libertad que en anteriores momentos temporales. Sin embargo, Max se preocupó mirando la pantalla y hablando con todo su equipo.

Hmmm no lo entiendo, de verdad.- aún quedaba un oponente. Trundle, se hacía llamar. Empezaba a estar un poco harto ya de esos nombres en clave... Y más teniendo en cuenta que no le gustaba un pelo la actitud de ese Summoner.. Sí, tenían que destruir Digimons. No era nada nuevo, ya lo habían hecho antes. Pero los de antes eran completamente malvados. ¿Quién le decía a Max que Witchmon, Centarumon, Minotarumon o el resto de Digimons a los que se habían enfrentado no eran esclavos de otros Digimons más malvados o que estaban participando allí por la gloria o por la recompensa para dar de comer a sus familiares? Ese sentimiento le reconcomía desde que había empezado el torneo... Pero, por eso mismo, había que acabar con Summoner cuanto antes. La Union Savers debería de estar actuando en este lugar pero no hacía nada. Su meta ya no sólo pasaba por convertirse en un miembro de ese clan, sino también por cambiar el clan desde dentro y ayudar a todos los Digimons o humanos que pudiesen, independientemente de si unos "eran más importantes" que otros. Sí, era cierto que el Coliseo ya existía desde hace mucho. Pero nunca se había tenido informes de tales matanzas. En cierto modo, el actual estado del Coliseo del Mundo Digital le recordaba al Coliseo del Antiguo Imperio Romano, donde obligaban a los esclavos a pelear para que sus amos se hiciesen ricos a costa de las vidas de dichos gladiadores... Y, en ocasiones, estos gladiadores conseguían su libertad... Pero era extraño encontrar un amo tan generoso.

¿Qué ocurre, Maxi?- preguntó Annie, la Tamer del enorme Monzaemon que tenían todos a sus espaldas. El enorme monstruo de peluche amarillo permanecía impasible mientras miraba hacia el horizonte.

¿Eh? ¡Oh, sí!- decía Max volviendo de su particular mundo de pensamientos y cabilaciones, mientras movía un par de veces su cabeza hacia los lados, volviendo a preocuparse en el combate- Podrían habernos atacado los cinco miembros a la vez, ¿recordáis cuando anunciaron el duelo entre equipos de cinco? Bueno, nos hemos encargado de Dokugumon, Witchmon, Centarumon y Deputymon... O Elise, LeBlanc, Hecarim y Lucian, como prefiráis llamarlos... Pero falta uno, ¿dónde demonios estará Trundle?- preguntó Max mientras
buscaba en el mapa. El radar no mostraba al enemigo hasta que no se encontrase a una determinada distancia de algún miembro de su equipo.

¿Quién sabe? A lo mejor se peleó con sus compañeros de equipo y éstos se deshicieron de él... - dijo el Wizardmon de tamaño diminuto mientras agitaba su bastón como si estuviese dibujando algo en el cielo... Una runa o algún dibujo mágico... O simplemente, lo primero que se le venía a la mente.

¿Y arriesgarse a quedarse en desventaja? No, Witchmon estaba bastante coordinada con sus compañeros, eso hay que admitirlo y les felicito por ello. Pero, aunque es cierto que se puede ganar en inferioridad numérica como han estado ellos, las habilidades de Deputymon y Centarumon funcionan mejor si las utilizas como tácticas de guerrilla. Quiero decir, ellos son dos Digimons que funcionan muy bien a larga distancia incluso, Centarumon funciona bien a media distancia. Si a eso le sumamos que, en caso de conocer el terreno, pueden preparar emboscadas o trampas, podrían haber hecho un gran destrozo. Además, Centarumon es un Digimon realmente veloz. Probablemente a Soulmon le hubiese costado horrores derrotarlo si nos encontrasemos en Campo Abierto. Si a eso le sumas que Deputymon y Witchmon podrían haber cubierto la retaguardia de Centarumon y, por otra parte, Dokugumon podría haberos tendido emboscadas desde detrás vuestro... Seguramente el combate hubiese sido ganado por ellos. Podrían atacar desde múltiples distancias, mataros y aún así, no os dariais cuenta de dónde se encuentra cada uno- mientras explicaba sus ideas, se aclaró un poco la garganta, la cual tenía ya reseca de tanto hablar, mientras se golpeaba ligeramente el mentón con su dedo índice de la mano derecha, a la par que posaba el dedo pulgar debajo del mismo, volviendo a hablar- Pero nos encontramos en un entorno con pocos escondites y con opción a poca movilidad, lo cuál sólamente beneficiaba a Dokugumon y a Witchmon. Pero a la primera la eliminamos rápidamente, mientras que a la segunda... Bueno, la espada de Musyamon se encargó de ella... Centarumon y Deputymon no aprovecharon bien el entorno, para su desgracia y eso se debe a que no lo conocían y a que usualmente necesitan un tiempo para acostumbrarse. Lo cual nos lleva al puto de inicio... ¿por qué Trundle no intentó equilibrar la batalla para hacerselo más fácil a su equipo? A no ser...- entonces el muchacho abrió los ojos como platos ante la escena que se presentaba en el radar, recordando las palabras de Soulmon: "si habrían procurado gastar nuestras cartas". Tenía razón. Ya había utilizado previamente las cartas de Machinedramon, Cerberusmon y Stingmon, mientras que Demyx había utilizado Afro, DigiCannon Revision, Metal Knuckle y Dragon's Pride. ¡Sí que tenían una estrategia desde el principio!

Entonces, todo el equipo lo vio. Una figura ligeramente familiar para ellos. Se trataba de Ogremon, posiblemente fuese el Ogremon con el que se habían enzarzado anteriormente Musyamon, Tsukaimon y Agumon, así como sus Tamers, momentos previos a la participación del equipo en la primera ronda. De un saltó pasó de uno de los extremos del derumbado puente hasta el otro. Entonces, vieron que era un Digimon muy familiar a Ogremon, pero que no era un Ogremon, en el sentdo estricto. Parecía más bien una subespecie del mismo, pues aunque mantenía su cara de idiota, su boca abierta y su larga melena blanca, la tez de aquél Digimon se había vuelto azulada, el arma que portaba era un gran cristal, los cuernos de ambos lados de su cabeza habían desaparecido y había aparecido otro en mitad de su cabeza y... Tenía clavados varios cristales en sus hombros. El errático Digimon era acompañado por copos de nieve, haciendo que cambiase el clima repentinamente. Un proyectil fue disparado al cielo por el ogro azulado y, mientras éste reía, comenzó a girar su mazo de hielo, que formó un poderoso vendaval a su alrededor que amenazaba con arrastrarles hacia el Abismo de los Lamentos.

¡Es una trampa! ¡Witchmon y el resto eran tan sólo cebos para debilitarnos y gastar lsa cartas mías y de Demyx! ¡Detened a ese Digimon antes de que ese vendaval os tire al precipicio! ¡Lanzadle todo lo que tengáis! ¡Aunque lo esquive, no podrá seguir generando ese vórtice al mismo tiempo que evade nuestros ataques!- gritó Max mientras se levantaba de su asiento, tremendamente aterrado, pues sabía que el cambio del Digimon ogro no era tan sólo un cambio "de skin" como se decía en algunos videojuegos. Se había vuelto muchísimo más poderoso y eso lo podía sentir desde su asiento.

¡Necro Magia!- Nuevamente en activo, Soulmon lanzó una onda de energía negativa que se dirigió hacia aquél Digimon... Pero Soulmon estaba lo suficientemente débil y no podía causarles grandes daños, al menos no hasta que se recuperase lo suficiente.

¿Huh? ¿Eso es lo único que tienes, fantasmita? Hyogamon puede con eso y más- el Digimon helado que se hacía llamar Hyogamon, ni siquiera tuvo el impulso de dejar de generar aquél vendaval. Simplemente, golpeó con su puño el proyectil de Soulmon y lo deshizo en el aire, a lo que Max y Soulmon se quedaron petrificados.

PD: Corregí ya lo de las cartas

Mientras Ryu seguía discutiendo con Demyx, Monzaemon, Annie y Wizardmon acerca de si era o no era [i]cool]/i] llamarse Super Ryu, el Guerruero Superhéroe Dragón favorito de los niños, Max comenzó a hablar y a dar su opinión sobre la pelea. En un principio, todos estaban de acuerdo en que había raro tras todo el ataque de sus cuatro rivales, pues, sabiendo que no podían ganar aprovechando al máximo sus ventajas, el equipo de Witchmon se había lanzado en un ataque de cinco contra cuatro, en clara desventaja numérica. Veigar optó por la opción más lógica: Se habían peleado con él y sus propios camaradas se habían deshecho del estorbo. Pero Demyx estaba con Max, no podrían haberlo hecho sabiendo la desventaja en la que se encontraban.

Sin embargo, Max y, más adelante, Demyx se dieron cuenta de la estrategia del enemigo: Sus anteriores enemigos, se habían sacrificado con una doble intención: en primer lugar, para gastar todas las cartas que pudiesen y, en una segunda instancia, para debilitar poco a poco al equipo formado por Demyx, Ryu y compañía.

En un instante, llegó la prueba de que tenían razón. Hyogamon, dando un enorme salto, digno de un saltador de pértiga olímpico, llegó del extremo del puente roto en el que se encontraba al otro, comenzando a generar un enorme vendaval compuesto de viento y hielo mientras reía maliciosamente. Sorprendentemente, ese Digimon era la fusión entre el Ogremon que habían vencido con anterioridad y... Un bloque de hielo. O al menos eso parecía. Max sugirió al resto de sus compañeros que atacasen a Hyogamon para que el vendaval no les tirase a todos de la plataforma y los mandase volando al Abismo de los Lamentos. Difícilmente podría tirar a Monzaemon al abismo con ese ataque debido a su enorme tamaño, pero aún así Musyamon, Soulmon, Wizardmon y el propio Greymon corrían grave peligro. El Digimon de Max intentó atacar con una de sus esferas al Digimon helado, pero, debido a lo debilitado que se encontraba Soulmon debido al ataque a bocajarro que había recibido previamente de Centarumon, no poseía aún la fuerza necesaria para derrotarlo.

Ryu: ¡Mega Llama!

Demyx: ¡Vamos! ¡Atacad con todo!

Hyogamon: ¡Barrera de Nieve!

El Digimon de color azul hielo extendió una de sus manos hacia delante, creando un muro de hielo que, aunque repelió el ataque de Ryu, se vino abajo nada más contactar con el fuego, derritiéndose al instante. Sin embargo, Hyogamon no dejaba de provocar ese vendaval.

Demyx: Sé que estáis todos cansados, pero, ¡debéis darlo todo! ¡Este es el último enemigo que tenemos por delante en esta ronda! ¡No se os ocurra daros por vencidos o me quedaré sin mi banquete!

Era la forma de Demyx de animar a todos sus compañeros, pero la verdad es que no quería que ninguno de ellos fuese derrotado. Al menos no por alguien que sacrifica a sus compañeros por su propio beneficio. Probablemente Hyogamon buscaba venganza, si es que era el mismo Ogremon que habían conocido anteriormente.

Wizardmon: Tienes razón. ¡Ataquemos todos a la vez! ¡Esfera Explosiva!

Monzaemon: ¡Ataque Mágico!

Ryu: ¡Mega Llama!

Hyogamon: ¡¿Otra vez?! ¡Muro de Nieve!

Sin embargo, al igual que pasó anteriormente, el muro de nieve se derritió al contacto con la esfera de fuego que Wizardmon fabricó en su mano y que, momentos después lanzó contra el ser digital helado que se hallaba frente a ellos. Los corazones azules de Monzaemon navegaban lentamente por el aire, mientras que Hyogamon se vio obligado a detener el ataque del vendaval para esquivar saltando el flamígero de Greymon. Sin embargo, vio asombrado que uno de los corazones azules gigantescos de Monzaemon estaba a punto de colisionar con él, pero utilizó su maza de hielo para evadir el ataque. Sin embargo, el corazón se llevó la maza y comenzó a ascender. Mientras tanto, Hyogamon volvió a aterrizar en el suelo.

Hyogamon: Tsk, a Hyogamon le quedan más armas aparte de esa...

Sin ningún tipo de remordimiento, se llevó una de sus enormes manazas al hombro del lado contrario y se arrancó uno de los cristales que portaba, blandiendolo como si fuese una maza y apuntando con ellas a sus adversarios.

Hyogamon: ¿Quien será el primero en morir?

[color=blue]Demyx: Tengo una idea. Encadenad vuestros ataques y disparad primero los que podáis usar poderes de fuego para elimiar su barrera y luego atacad todos los demás. Creo que sigue siendo lo suficientemente estúpido como para no aprender de sus errores.

Max se sentía impotente, pues su compañero no podía hacer nada en aquél momento. Sin embargo después del golpe que había recibido, tardaría un rato en recuperarse. Sí, era cierto, tenía una carta llamada HP Incress o Incremento de Vida que podía reponer al completo las fuerzas de su compañero digital... Pero no quería malgastar esa carta, pues el jovenzuelo era consciente de que aquella no sería su última pelea en el coliseo... Y, sinceramente, no la utilizaría en ese momento. Es posible que estuviese subestimando a Hyogamon, pero eran 5 contra 1... Si coordinaban bien sus ataques podían derrotarlo, aunque tuviesen que pasarlas canutas.

¿No utilizarás esa carta?- preguntó Soulmon mientras observaba la primera andanada de ataques combinados de Greymon, Monzaemon y Wizardmon. Pudieron molestarle momentáneamente y deshacerse de una de la mazas de hielo de Hyogamon... Que posteriormente recambió con uno de los carámbanos que poseía en sus hombros.

No, en absoluto. Summoner nos guarda sorpresas peores que ésta, estoy seguro. Y quiero conservar mis dos cartas del triunfo para la ocasión, si te soy sincero- dijo el peliverde mientras observaba lo que sus compañeros hacían. Sus dos cartas de triunfo eran Chains of Hell y HP Incress, dos de las cartas más útiles que tenían... Y aunque aún le quedaban unas cuantas, ya había usado bastantes en las dos primeras rondas. Quería reservarlas, por si acaso, para tener un plan B. Lo cierto es que Soulmon no destacaba demasiado por su fuerza física o mágica y, quizá dependiese demasiado de las cartas... Pero era realmente bueno con los ataques por sorpresa.

Y eso es en lo que consistía el plan de Kenku. Ahora era Musyamon el que había comenzado a pelear contra Hyogamon. Intercambiaban golpes entre katana y maza helada, además de que el Digimon samurai aprovechaba su pequeño tamaño y su mayor agilidad para provocarle daños... De hecho, le hizo un tajo bastante feo, pero el Digimon helado seguía luchando como un valiente. La segunda andanada de ataques de Greymon, Wizardmon y Monzaemon llegó, pero esta vez Hyogamon utilizó un muro mucho más poderoso para repeler los ataques. Los corazones de Monzaemon tan solo se llevaron el muro.

Monzaemon, lanzale un corazon rosa a Soulmon- el muchacho se dirigió al enorme Digimon de aquella niña pequeña, quien asintió y le repitió la orden a su compañero. El oso amarillo obedeció y, nada más ver a Soulmon cerca, le lanzó un único corazón rosa, mientras que Hyogamon andaba ocupado con Musyamon. El Digimon fantasma aceptó gustosamente la cura que le ofreció el Digimon gigante de peluche. No curaba el agotamiento, eso era cierto, al menos no por completo, pero si las heridas.

Mientras tenía lugar la curación del Digimon fantasmagórico, Musyamon había utilizado los hilos que había dejado previamente Dokugumon para inmovilizar al Digimon helado. Musyamon trató de quemar a Hyogamon pero, entonces, éste bloqueó su capacidad de crear fuego.

¡AHORA! !Soulmon sal del interior delc corazón curativo de Monzaemon! ¡Os enseñaré cómo trabaja un Showman- dijo Max mientras sonreía, pues se le acababa de ocurrir una de sus ideas descabelladas... Pero que, misteriosamente, a veces daban resultado- ¡Wizardmon! ¡Lánzale tu mejor Esfera Explosiva a Soulmon!- dijo sin remordimientos el peliverde, mientras que ambos Digimons se quedaban algo confusos, a pesar de que el fantasma ya estaba acostumbrado a las locuras de su Tamer- ¡Recibe ese ataque con tu Necro Magia, Xorem!- el peliverde señaló con su mano derecha abierta hacia la pantalla mientras sonreía de una manera algo agresiva y temeraria.

Creo que ya sé lo que intentas... ¡De acuerdo! ¡Hagámoslo!- dijo Soulmon mientras asentía con una sonrisa igual de temeraria que la de su Tamer.

Pero... ¡Puedo matarte! ¡¿Estáis locos?!- dijo Wizardmon titubeando sin saber lo que hacer mientras que Soulmon asentí@.

¡Saldrá bien! ¡Tú hazlo!- dijo el fantasma, sabiendo que ese ataque le iba a doler, quisiera o no.

Va... Vale... ¡De Acuerdo! ¡Esfera Explosiva!

¡Necro Magia!- justamente cuando la esfera de fuego estaba a punto de impactar en el Digimon fantasma, la esfera de energía oscura apareció en las manos del fantasma, atrayendo el ataque ígneo de su compañero, comenzando a absorber las características de dicha bola de fuego.

Muy bien, ¿querías espectáculo, Summoner? ¡Atraviesa a ese cubo de hielo con patas! ¡Este es el ataque que perforará a nuestro enemigo! ¡ESTE ES EL ATAQUE QUE NOS DARÁ LA VICTORIA! ¡ESTE ES NUESTRO ATAQUE FINAL! ¡NOS LA JUGAMOS A TODO O NADA!- Max se había venido completamente arriba, mientras que Soulmon volaba hacia la espalda de un distraído Hyogamon que acababa de anular el ataque de Soulmon y necesitaba recargar su recién usada barrera de hielo. Rápidamente, Soulmon combinó tres ataques: Su Necro Magia, para absorber energía, la Esfera Explosiva de Wizardmon, para derretir el cuerpo helado de Hyogamon y su Garra Tenebrosa para atravesar al enemigo- It's SHOWTIME!!!- el muchacho, eufórico y confiando al ciento por cien en su desesperado, suicida y temerario plan, chasqueó los dedos justamente cuando Soulmon procedía a atacar a su enemigo.

¡Me estoy quemando, maldita seaaaa! ¡Necro Garra Explosiva!- la garra entró limpiamente en la espalda de Hyogamon que gritaba desesperadamente mientras aullaba de dolor, pues estaba siendo quemado de dentro hacia afuera. El Digimom fantasmal, tefminó con todas las esperanzas de vida de Hyogamon cuando agarró uno de sus órganos internos, probablemente el corazón y comenzó a estrujarlo, como quien estruja un paño húmedo al secarlo. Y bien que se estaba secando con el fuego que recorría no solo la mano de Xorem, sino también del cuerpo de Hyogamon en su totalidad. El color azul hielo de Hyogamon estaba oscureciéndose al pasar tiempo al contacto de sus células y organos con el calor de la garra de Soulmon, hasta brillar por completo e ir haciéndose más pequeño, hasta convertirse en un SnowGoburimon, un Digimon novato, con el cual Soulmon acabó de otra Garra Tenebrosa. En un principio, los datos de color cián del Digimon comenzaron extenderse por la zona... Pero, repentinamente, se dirigieron hacia el cuerpo de Soulmon, para el asombro de todos.

¿Has absorbido los datos de ese Digimon?- preguntó Max mientras suspiraba alegremente y pasaba las manos por su cara, aliviado de que su extraño plan tuviera éxito.

Eso parece... Pero los datos vinieron solos, ya sabes que nunca absorbo a nuestros rivales...- dijo Soulmon como si estuviese disculpándose.

¿Qué demonios ha sido esoooo?- dijo Annie mientras se recuperaba de la impresión que le había dado el ataque combinado de Wizardmon y Soulmon, quien, este ultimo, se soplaba la mano, intentando sanar las quemaduras del ataque del pequeño brujo Digimon.

Oh, eso... He observado muchas veces el ataque Necro Magia de Xorem, y siempre me he preguntado cómo genera esa bola de energía oscura... Acabo de llegar a la conclusión de que Soulmon genera una especie de agujero negro en cuanto a la atracción gravitatoria que ejerce entre sus manos y que absorbe todo tipo de energía, aunque preferentemente es energía oscura digitalizada de su propio cuerpo y del ambiente. Es casi imperceptible para los humanos. Sin embargo, si se aplica la suficiente energía, además de oscuridad, puede recoger otros elementos en el proceso. Claro que esto produce daños en los brazos de Soulmon y que pueden llegar a extenderse a todo su cuerpo si no impacta en algo como el cuerpo de Hyogamon. Sin embargo, el fuego siempre ha sido un elemento muy afín en ciertos videojuegos RPG... Claro, solo es una teoría de lo que ha pasado, tenía la corazonada de que iba a funcionar... Lo cierto es que nunca habíamos probado esta estrategia y quería ver que pasaba... - dijo Max mientras se reía y se rascaba la nuca despreocupado, a la par que Ranamon anunciaba al grupo de Max, Soulmon y compañía como ganadores y el Digimon fantasmagórico recogía la medalla de SnowGoburimon, Hyogamon o quien fuera en el pasado... Y que ahora formaba parte de Xorem, quien seguía soplándose la mano quemada.




PD: Creo que me he motivado demasiado en este post... Espero que la combinación de ataques esté permitida, sino tendré que pensar otra solución para derrotar a Hyogamon y absorber los datos dd SnowGoburimon para formar a IceDevimon en un futuro.

PD2: Teneis que admitir que me ha quedado un poco épico (?)

Una nueva oleada de los ataques combinados de Greymon (o Ryu), Wizardmon y Monzaemon fueron lanzados contra Hyogamon. Todo esto sucedía cuando el misterioso espadachín Musyamon peleaba mano a mano contra el ogro de color azul cielo... Aunque lo mas apropiado era decir que estaban peleando espada a maza o maza a espada... Algo por el estilo.

Hyogamon esquivó esta vez esos ataques. Sin embargo, Musyamon aprovechó la oportunidad para contraatacar efusivamente. Asimismo, Soulmon habló con Monzaemon, como si tuviesen toda esa estrategia planeada. Monzaemon lanzó uno de sus corazones rosas para recuperar la vitalidad del Digimon Fantasmal.

Demyx: ¿Teniais esto planeado? ¿Y no me habiais dicho nada?

Ryu: Es algo muy feo desde luego...

Realmente no estaban preocupados o enfafados por la actuación de sus compañeros. Todo lo contrario, si eso les ayudaba a derrotar a Hyogamon mejor que mejor... Y hablando de derrotar, Soulmon y Max realizaron un ataque conjunto con el diminuto Wizardmon. A pesar de que las llamas avanzaban por su brazo, la esfera creada con oscuridad y fuego se iba formando como una auténtica supernova en miniatura. No pasó mucho tiempo hasta que Soulmon apareció en la espalda del enorme monstruo y atravesó su grueso cuerpo, quemando todo su ser hasta que se transformó en SnowGoburimon y el Digimon fantasmagórico lo atravesó.

Demyx: Soulmon, Max... ¿Qué demonios habéis hecho?

Ryu: Hyogamon parecía que, literalmente, se estaba convirtiendo en la Antorcha Humana, de los 4 Fantásticos de Marvel, el mejor de los cuatro.

Demyx: El mejor es Mister Fantástico

Antes de que pudiese reprocharle Greymon nada a su Tamer, Annabeth, la Tamer de Monzaemon, también le preguntó a Maxwell acerca de lo que acababa de ocurrir, obteniendo momentos después su respuesta. Una vez más, el hermano peliverde de Demyx retuvo su título de Showman de la Familia Miyamoto. Lo cierto es que Demyx había podido observar es que la especialidad de su hermano eran los ataques por sorpresa y los momentos en los que "se venía arriba" ante la adversidad, como si solo estuviese jugando pero, en un momento, se pusiera serio de verdad. Era algo con lo que sus enemigos debían de tener cuidado. Por otro lado, Demyx y Ryu luchaban (y hacían casi todo) de una manera mucho más relajada. Aunque a veces actuaban instintivamente.

Nuevamente el grupo fue teletransportado hacia el mismo lugar en el que celebraron su victoria anterior. Demyx en esta ocasión tenía una sola medalla, la de Deputymon. Annie y Wizardmon no habían obtenido ninguna medalla en este combate, mientras que Max había conseguido 3: La de Dokugumon, la de Centarumon y la de Hyogamon. Para acabar, Musyamon consiguió una, la de Witchmon.

Ranamon: ¡¡¡Aquí tenemos de nuevo a los ganadores!!!

Un nuevo coro de voces y gritos de alegría y euforía llenó las gradas, mientras Demyx y Ryu, que había vuelto a su forma de Agumon, saludaban a todos los espectadores.

Summoner: Vaya fuegos artificiales más vistosos y bonitos... ¡Bravo! ¡Bravissssssimo!

Obviamente ese comentario iba para el muchacho peliverde que se encontraba a la derecha de Demyx, a quien éste miraba orgulloso.

Summoner: Oh, tu tambien lo hiciste muy bien, pequeño Miyamoto. Ese suplex que tu Greymon se sacó de la manga, me trajo gratos recuerdos de mis tiempos juveniles en los que solía ver wrestling... Grandes tiempos, sí... El resto también lo habéis hecho fenomenal, me sorprende el genial trabajo de tanque-support que ha tenido Monzaemon en este combate. Buena resistencia, buen daño, curaciones para sus aliados... Por no hablar del pequeño Wizardmon, quien ha ayudado notablemente para acabar con Deputymon y Hyogamon. Probablemente, tus compañeros estarían muertos de no ser por tí y... Tú, Musyamon. Los tienes bien puestos, machote. Da igual si te enfrentas a un enemigo volador como Witchmon o a un monstruo especialista en el cuerpo a cuerpo como Hyogamon... Eres un fenómeno, un asesino despiadado. ¡Eres la caña! Jujujujujuju

Esas eran las muestras de elogios que recibieron todos de parte del extraño Summoner. Parecía mas amable que en su anterior encuentro... Pero tanto Demyx como Ryu no podían negar una cosa: Estaba como una auténtica cabra.

La pareja conformada por Maxwell Miyamoto y Soulmon seguía extrañada momentos después de que, misteriosamente, el espectro digital absorbiera y asimilase en su interior los datos de SnowGoburimon, a pesar de que Xorem nunca absorbía los datos intencionadamente. Algo estaba pasando y ambos sabían que Summoner estaba detrás de ello, al menos por las palabras que mencionó Hyogamon cuando comenzaron a pelear contra ellos.

Debemos andarnos con muchísimo ojo... Solo por si acaso, Xorem- mencionó el muchacho peliverde mientras su compañero fantasmal asentía al mismo tiempo que colocaba correctamente en su sitio el sombrero de brujo que portaba mientras inspeccionaba su mano quemada, la cuál se recuperaba lentamente... Esta herida restringiría sus movimientos, al menos por el momento.

El grupo formado por Annabeth, Monzaemon, Demyx, Agumon, Wizardmon, Musyamom y ellos dos mismos fueron llevados de vuelta a la arena de los ganadores, por llamarla de algún modo. Allí fueron felicitados por Summoner y ovacionados por el público allí presente. Sin embargo, al poco tiempo el grupo se enteró de que serían enviados de nuevo a la arena para dar comienzo con las semifinales del sanguinario torneo, en breves instantes, por lo que no podrían descansar siquiera.

Disfruta del regalo, Maxwell. Aunque dudo que tú puedas llegar a ser más frío, puede que ahora tu digimon se adecúe más a ti. Oh, e igual se lleva una “sorpresa” en la arena. Suertecita.- mencionó el misterioso personaje mientras posaba su mirada oculta tras su máscara, aunque el muchacho pudo imaginarse a la persona detrás del disfraz sonriendo vilmente. Mientras hablaba con el muchacho peliverde, Summoner se acercaba al joven, quien tenía a su compañero fantasmal a su lado, y apoyó su mano derecha en el hombro izquierdo del Tamer. Era extraño pues, aunque las manos del misterioso ser estaban enguantadas, Max reconoció el tacto de esa mano... O más bien, le resultó familiar, como si Summoner fuese alguien que conociera. También le llamó la atención el pequeño tamaño y la delgadez de la mano del sujeto.

¿Quién rayos eres?- preguntó seriamente el peliverde mientras se cruzaba de brazos, intercambiando la posición de su mirada entre la mano de Summoner que se apoyaba en su brazo y la máscara del mismo. Sin embargo, la única respuesta que obtuvo fue que Summoner apartase su mano y se encogiese de hombros, como si estuviese diciendo: "tendrás que adivinarlo".

Poco tiempo después todos los Digimons fueron teletransportados a la nueva arena de combate, mientras que Annie, Demyx y el propio Maxwell volvieron a sus asientos, a través de otro teletransporte. La arena de combate, y nunca mejor dicho, en el que se encontraban los Digimoms integrantes de ese grupo era... Directamente un coliseo romano. Circular, lleno de arema y de estatuas de Digimons que parecían haber perecido combatiendo. Esa arena se hacía llamar, por las palabras de Ranamon, El Dominio de la Reina.

¿El dominio de la Reina?- preguntó Soulmon mientras apreciaba todas y cada una de las estatuas allí presentes- Qué creepy son todas estas estatuas, me recuerdan a la misión que realizamos hace tiempo, donde nos enfrentamos a los Kokatorimon, Akatorimon y compañía- Soulmon comenzó entonces a recordar parte de sus aventuras, en la que salvaron a un pueblo de Digimons de las garras de unos pajarracos digitales que se dedicaban a petrificar a todo el mundo.

[colof=#00cc00]Sí, a mi también me recuerda a eso, escucha...[/color][b]- dijo mientras configuraba su micrófono para que únicamente Soulmon le escuchase-[b]No sé qué está tramando Summoner... Pero no es nada bueno... Pero, antes, cuando me ha tocado, he podido deducir dos cosas. La primera es que tengo la sensación de que conocemos a Summoner de algo. La segunda es que, probablemente, Summoner sea una mujer o un hombre muy delgado- dijo el muchacho peliverde describiendo las sensaciones que encontró cuando Summoner y él entrarom en contacto físico directo-Además, puede que los datos de SnowGoburimon tengsn algo perjudicial para tu organismo... Estate atento...- mientras Xorem asentía ante la afirmación de su Tamer, éste pudo observar que Musyamon se escondía detrás de una de las estatuas, mientras que el Digimon espectro hacía lo propio con otra de las estatuas, una que parecía ser un Devidramon petrificado... Una estatua que, misteriosamente, a Soulmon se le hacía extrañamente familiar. Mientras tanto, Maxwell ya había reactivado el chat grupal con el resto del grupo-Está bien, conozcamos a la campeona...

[

Inmediatamente después de la misteriosa "celebración" de Summoner hacia el equipo de los hermanos Miyamoto, Musyamon y el resto. Wizardmon, Annie y el compañero Digimon de ésta, Monzaemon ya formaban parte del equipo en el que se encontraban peleando o, mejor dicho, sobreviviendo en ese coliseo mortal.

Sin tan siquiera descansar ni veinte minutos, los Digimons Ryu, Xorem, Musyamon, Wizardmon y Monzaemon fueron teletransportados a un enorme circo romano. El público se encontraba alrededor de los Digimons, lanzando vítores de alegría y euforia. El nuevo área en el que se encontraban se llamaba el Dominio de la Reina.

Ryu: ¿Dominio de la Reina?

Demyx: Esta zona es demasiado pequeña... ¿A quien nos vamos a enfrentar supuestamente?

Ryu: Supongo que a la tal Reina... Pero me pregunto de quién se tratará

Entonces, escucharon un gran ruido, como de una pared de piedra agrietándose. Musyamon, Xorem y Maxwell ya se habían ocultado tras ciertas esculturas. Wizardmon hizo lo propio, aprovechando su pequeño tamaño para esconderse en una grieta que había en una pared, esperando a la llegada de su enemigo. Ryu y Demyx se escondieron entonces en las estatuas contiguas a la que se encontraba ocultando a Max y a Xorem. Por último, Monzaemon se escondió en uno de los únicos lugares donde podía esconderse, bajo las órdenes de su Tamer Annabeth: detrás de un enorme pilar.

Entonces, una figura femenina hizo acto de presencia tras la pared agrietada. Era en realidad un Digimon sí, pero su aspecto era el de una mujer guerrera. Poseía el pelo verde azulado y también un cuerpo realmente atractivo. En una de sus manos poseía un gran espadón mientras que en el otro poseía una serpiente gigantesca. Una calavera de serpiente era utilizado como un casco de guerra. La mujer Digimon observaba con sus ojos rojos mientras sonreía, victoriosa.

???: ¡Presita presita! ¿Dónde estáis, pequeños?

Ryu: Supongo que esa es la Reina de este coliseo...

Allí se encontraba el grupo formado por Soulmon, Greymon, Monzaemon, Musyamon y el pequeño Wizardmon. Cada uno estaba escondido detrás de una de las esculturas de piedra, salvo Monzaemon, que se escabullía tras una gran columna, mucho más grande que él.

No tiene sentido, ¿por qué se enfrenta en un combate en desventaja esa Digimon contra cinco adversarios al mismo tiempo?- preguntó Soulmon en voz baja mientras acechaba al Digimon femenino tras una de las esculturas pétreas, que tenía la forma de un Digimon.

Por favor, Xorem, fijate atentamente tras qué estás oculto... Es una estatua de un Digimon. Eso quiere decir que esa mujer digital es capaz de petrificar a sus enemigos. Lo que no sé es si lo puede hacer a través de un rayo como los Kokatorimon o qué... Espera...- dijo el muchacho, apuntando con su D-arc hacia el Digimon con atributos femeninos y una enorme espada que buscaba a sus oponentes a través del coliseo.

Mervamon, Digimon Dios Humanoide de Atributo Virus. Una Digimon guerrera que porta una gran espada en uno de sus brazos, mientras que en el otro porta una enorme serpiente. Es una gran guerrera no solo poderosa, sino también sensual y elegante. Tiene una gran variedad de ataques, pero los más famosos son el Golpe Giratorio Letal, el Acechador Nocturno y el Amor Venenoso- mencionó el Digivice del muchacho peliverde, recabando los datos de Mervamon, para después volver a su estado inicial.

[b]De acuerdo muchachos, tened cuidado, es un Digimon mucho más peligroso de lo que creeis...- mencionó por el canal abierto de sus auriculares al resto del equipo, especialmente a los Digimon.

¿Y si le quito el sostén y la dejo en ridículo delante de los demás? Eso acabaría con su orgullo de guerrera seguro. Ya sabes, puedo hacerme invisible y colocarme en su espalda y... ¡Zas! ¡Sorpresita!- mencionó Soulmon mientras sonreía lascivamente al pensar en esa escena.

Entonces matarte sería lo mas suave que Mervamon te haría, te lo puedo asegurar- mencionó Maxwell, contestando con dureza a Soulmon.

Aguafiestas...- Xorem balbuceó esas palabras observando de pronto que, Mervamon se encontraba frente a frente con el, pues ya se había librado del ataque que Musyamon le había realizado con anterioridad.

Ven aquí, ¡cariño! ¡Tengo una cosa que contarte!- a pesar de la apariencia pesada de la espada, Mervamon la blandió con velocidad de vértigo en dirección a Soulmon quien, por los pelos, lo esquivó, volviéndose invisible en el acto. Acto seguido, el Digimon fantasmal apareció en la espalda de Mervamon, dispuesto a atacarla.

¡Garra del Mal!- una garra negruzca apareció por debajo de la manta que cubría el cuerpo de Soulmon, dirigiéndose hacia la guerrera que, habilmente, apartó la garra del fantasma con su espada y, con el brazo que estaba cubierto por una gran sierpe, empujó a Soulmon contra una estatua de lo que parecía que había sido un Kokatorimon anteriormente, haciéndola añicos en poco tiempo.

¡Me has obligado a destruir uno de mis preciados trofeos! ¡Lo pagarás caro!- nuevamente, Mervamon se lanzó hacis Soulmon quien aun seguía en el suelo, parcialmente inconsciente después del golpe que había recibido. Sin embargo, esa no era ls única sorpresa. Yasuo, aunque seguía apareciendo en el radar de Maxwell, había desaparecido del coliseo, alejándose cada vez más del mismo.

¿Qué demonios...?[/b]

Demyx: Me parece que esta tiparraca nos va a causar muchos problemas

Ryu: Cierto... Desprende un aura demasiado peligrosa...

Wizardmon: ¿Podemos derrotarla?

Annie: Es cierto... Estáis demasiado cansados...

Monzaemon: Cansados...

Demyx: Por lo menos estais vivos...

Ryu: Cierto, pero creo que podremos derrotarla. De verdad lo creo.

Demyx: Es cierto, tan sólo necesitamos una estrategia adecuada.

Mientras los compañeros hablaban, Mervamon había encontrado a Soulmon y, aunque Xorem había esquivado el primer ataque, al contraatacar, Mervamon esquivó dicho ataque y le golpeó fuertemente al Digimon fantasmal de Maxwell. Todos se quedaron sorprendidos al ver el poderío de aquella mujer guerrera al estampar a Soulmon contra la estatua de un Kokatorimon... Lo cierto es que era algo irónico encontrarse un Kokatorimon petrificado...

Demyx: Bien, veamos... Que destruyan a los Digimons petrificados, los cuales son como trofeos para ellas, le provocará un cabreo bastante intenso...

Ryu: ¿Qué propones? ¿Ponernos a atacar a diestro y siniestro a las estatuas?

Demyx: No, en absoluto. Propongo que ataqueis y os escondais detrás de esas estatuas. Está claro que no se contendrá mucho a la hora de atacar, pero la ira puede nublar su juicio... Esperemos que no me equivoque...

Entonces, Wizardmon, Monzaemon y Greymon salieron de detrás de las esculturas y apuntaron directamente hacia la guerrera digital.

[b]Ryu: ¡Mega Llama!

Wizardmon: ¡Nube de Trueno!

Monzaemon: ¡Puñetazo Bum Bum!

Mientras que Ryu y Wizardmon atacaron a distancia con un ataque ígneo y uno eléctrico respectivamente, Monzaemon salió de su escondite para propinar un poderoso puñetazo a Mervamon. Ambos proyectiles fueron bloqueados por la espada de la guerrera, mientras que ella esquivó el puñetazo del oso gigante y le propinó un fuerte golpe con su brazo-serpiente, haciéndole retroceder, a pesar del gran peso de aquella bestia.

Mervamon: ¿Sólo tenéis eso, nenes? No vais a conseguir entretenerme con eso... Por cierto, ¿dónde está el que falta de vosotros? Igual ese espadachín podría durar frente a mi... No sé, 5 segundos aunque sea...

Claramente la guerrera infravaloraba a sus enemigos, mientras apoyaba la enorme espada en su hombro, resoplando de puro aburrimiento.