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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Una promesa por cumplir [priv. Scott]
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Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
Jinrou retrocedió cada vez que yo avanzaba, pero pensé que aquello debía tener un límite ya que estábamos rodeados por una jaula de luz. Llegará un momento en el que ya no pueda retroceder más, y cuando esté arrinconado será el momento perfecto para atacar. Sin embargo, cada minuto que pasaba el plan inicial se iba desvaneciendo, era incapaz de arrinconar a Jinrou y pronto entendí el por qué. Sus manos, no solo eran unas cabezas de decoración. Esos ojos eran completamente funcionales, por eso es difícil encontrar un punto ciego.
De repente dejo de evadir mis ataques y le golpearon de lleno. Aquello me desconcertó unos instantes. ¿Qué estaba planeando? No lo entendí muy bien, pero seguí con lo que estaba haciendo y volví a atacar. Mis siguientes ataques decidí controlar mi fuerza, porque veía que, por alguna razón, no quería esquivar, así que no quería causarle más daño del necesario.
Cuando estuve lo suficiente cerca, golpeé a Jinrou con ambas espadas, empujándolo contra la pared de la jaula. ¿Por qué no trataría de esquivar eso?
- ¿Estás bien? – le pregunté.
- ¡Scott! – escuché a Grademon- ¡Despierta!
Vi al guerrero dorado agachado al lado del tamer de Labramon, que permanecía en el suelo. Le movía el hombro intentando hacerle reaccionar.
- Evolución… - murmuró MedievalGallantmon fijando su atención en el digivice.
- ¿Estaba intentando evolucionar a Jinrou? – me pregunté mentalmente.
- No por su propia voluntad- me contestó.
- ¿A qué te refieres?
No hico falta ninguna respuesta por parte del monarca. En ese momento. Jinrou se levantó y sus ojos, así como los de sus manos, se volvieron de un rojo muy intenso. Lanzando un rugido al aire mientras que de sus manos-boca emanó llamas de tal intensidad que el suelo parecía derretirse.
Di un paso atrás, era evidente que aquella bestia había dejado de ser Labramon, y el hecho de escuchar la máquina del Machindramon explotar, no hizo más que confirmar mi teoría. Jinrou río, casi se podía respirar sus ansias de luchar contra mí, aunque creo que sería más correcto decir sus ansias de acabar conmigo.
- Nos enfrentamos a alguien que no es Labramon, Irina- me dijo MedievalGallantmon- Tenlo bien presente.
- ¿Cómo ocurrió esto?
- No lo sé, pero parece controlado por alguien o por su propia locura- me contestó- Esto dejó de ser un combate de entrenamiento…
En ese instante, aquél que una vez fue el adorable Labramon, atacó creando un sinfín de agujeros o portales oscuros tanto en paredes, como el suelo y el techo, que amenazaban con tragarse a todo aquél que pasara cerca de ellos. Miré de reojo a Scott y vi como Grademon lo sujetaba para impedir que los portales lo tragaran, por el Machindramon no me preocupo, es imposible que puedan tragarse algo como eso. Jinrou saltó a uno de los portales sin previo aviso. ¿Estaría huyendo? Pero sus palabras me hicieron permanecer alerta. Aun así, fui incapaz de evitar ser empujada y caer por uno de esos portales.
El extraño lugar por el que caí, era literalmente la oscuridad. No había nada más. Aún así sentí que podía moverme por aquel extraño lugar. Pero ahora el problema estaba en que me encontraba en un terreno que beneficiaba a digimons oscuros, y en especial a digimos como Cerberusmon.
Miré a todas partes, intentando averiguar donde se encontraba Jinrou, pero lo único que había era una oscuridad muy densa. Preparé las espadas, sabía que tendría que usarlas en cualquier momento.
- Mantente alerta, Irina- me dijo MedievalGallantmon.
De repente dejo de evadir mis ataques y le golpearon de lleno. Aquello me desconcertó unos instantes. ¿Qué estaba planeando? No lo entendí muy bien, pero seguí con lo que estaba haciendo y volví a atacar. Mis siguientes ataques decidí controlar mi fuerza, porque veía que, por alguna razón, no quería esquivar, así que no quería causarle más daño del necesario.
Cuando estuve lo suficiente cerca, golpeé a Jinrou con ambas espadas, empujándolo contra la pared de la jaula. ¿Por qué no trataría de esquivar eso?
- ¿Estás bien? – le pregunté.
- ¡Scott! – escuché a Grademon- ¡Despierta!
Vi al guerrero dorado agachado al lado del tamer de Labramon, que permanecía en el suelo. Le movía el hombro intentando hacerle reaccionar.
- Evolución… - murmuró MedievalGallantmon fijando su atención en el digivice.
- ¿Estaba intentando evolucionar a Jinrou? – me pregunté mentalmente.
- No por su propia voluntad- me contestó.
- ¿A qué te refieres?
No hico falta ninguna respuesta por parte del monarca. En ese momento. Jinrou se levantó y sus ojos, así como los de sus manos, se volvieron de un rojo muy intenso. Lanzando un rugido al aire mientras que de sus manos-boca emanó llamas de tal intensidad que el suelo parecía derretirse.
Di un paso atrás, era evidente que aquella bestia había dejado de ser Labramon, y el hecho de escuchar la máquina del Machindramon explotar, no hizo más que confirmar mi teoría. Jinrou río, casi se podía respirar sus ansias de luchar contra mí, aunque creo que sería más correcto decir sus ansias de acabar conmigo.
- Nos enfrentamos a alguien que no es Labramon, Irina- me dijo MedievalGallantmon- Tenlo bien presente.
- ¿Cómo ocurrió esto?
- No lo sé, pero parece controlado por alguien o por su propia locura- me contestó- Esto dejó de ser un combate de entrenamiento…
En ese instante, aquél que una vez fue el adorable Labramon, atacó creando un sinfín de agujeros o portales oscuros tanto en paredes, como el suelo y el techo, que amenazaban con tragarse a todo aquél que pasara cerca de ellos. Miré de reojo a Scott y vi como Grademon lo sujetaba para impedir que los portales lo tragaran, por el Machindramon no me preocupo, es imposible que puedan tragarse algo como eso. Jinrou saltó a uno de los portales sin previo aviso. ¿Estaría huyendo? Pero sus palabras me hicieron permanecer alerta. Aun así, fui incapaz de evitar ser empujada y caer por uno de esos portales.
El extraño lugar por el que caí, era literalmente la oscuridad. No había nada más. Aún así sentí que podía moverme por aquel extraño lugar. Pero ahora el problema estaba en que me encontraba en un terreno que beneficiaba a digimons oscuros, y en especial a digimos como Cerberusmon.
Miré a todas partes, intentando averiguar donde se encontraba Jinrou, pero lo único que había era una oscuridad muy densa. Preparé las espadas, sabía que tendría que usarlas en cualquier momento.
- Mantente alerta, Irina- me dijo MedievalGallantmon.
Irina Giorgatos
Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
~[Narrador]~
El hombre bestia no dudo en atacar. Apareció repentinamente frente a su oponente y le propino una patada en el rostro, riendo con arrogancia mientras sus ojos vigilaban cada articulación de la Gaiomon. Su objetivo era jugar un poco con ella, golpearla y desorientarla; algo propio de una bestia o monstruo con ansias de cazar… aquel instinto primitivo diciéndole “divirtámonos un rato antes de terminar”.
Una vez la patada fue realizada, Jinrou se impulso hacia atrás y se hundió en aquella oscuridad, como si fueran arenas movedizas o alguna especie de liquido semi espeso. El reía con calma mientras en distintas partes del escenario aparecían aquellos ojos rojizos moviéndose de un lado a otro como si nada. No se molestaba en ocultar su presencia al 100%; se divertía pensando que su oponente sabía que estaba luchando contra un oponente distinto... le hacía gracia que se prepararan para enfrentarse a alguien a quien desconocían y que de algún modo, compartía el cuerpo con aquel cachorro con el que comenzó todo.
Durante unos instantes se quedo esperando en la oscuridad, observando a su rival mientras soltaba unas leves carcajadas de forma involuntaria. Verdaderamente podía sentirse el tipo de monstruo que era... uno sin preocupaciones. Parecía que sin importar el que, aquel monstruo que dominaba el cuerpo del cachorro no tenia alma... no tenía preocupaciones... solo ansias de divertirse a costa del dolor ajeno. No se estaba molestando en lo mas mínimo por ocultar su risa, sus ansias de matar o inclusive su burla hacia su oponente... no tenia respeto ni consideración; no pensaba en hacer sufrir a su oponente a base de dolor psicológico o emocional por estarlo forzando a luchar contra alguien que inicialmente era bueno... solo pensaba en jugar, como cualquier niño... solo que este tenía una mentalidad psicótica y degenerada hasta el punto de ser enfermiza. Pronto saldría de su escondite y atacaría como una serpiente, pero adoptando un estilo distinto al que usaría una serpiente para matar a su víctima. Normalmente se le podría considerar al ataque de una serpiente como "letal en 2 golpes", haciendo una leve referencia a que las serpientes venenosas tienden a morder en puntos clave... atacar en zonas del cuerpo para que su veneno se propague mas rápidamente... debilitando a su presa de forma rápida y efectiva... pero el ataque de "Jinrou" no fue de ese modo. Si, ataco de forma rápida y certera como lo haría una serpiente venenosa, pero no ataco a un punto clave en el cuerpo de Gaiomon; se ahorro todo ese proceso y simplemente la golpeo en la espalda con sus cañones para después seguir de largo en su recorrido y sumergirse en la oscuridad.
Jeje... ¿qué pasa...? ¿Problemas para acorralarme como intentabas hacerlo antes...? -se escucho en el completo vacio infinito, mientras aquellos ojos se "encendían" y "apagaban" en distintos sitios; como si se tele portara a distintas ubicaciones sin el menor problema... como si "acorralara" a su rival- debo decírtelo... "gracias" por alentar al uso de esta forma... "gracias" por emocionar a mi facción débil... "gracias" por atacar con toda tu fuerza hiriéndolo y dándome poder... "gracias" por ser tan tonta -rio ligeramente, para finalmente aparecer por debajo de ella y atacar con fuerza hacia el brazo izquierdo, tratando de dislocarlo... pero decidió no hacerlo; aun quería jugar, aun quería simplemente divertirse con su oponente, por lo que decidió fallar, sin siquiera tocarla... un mero roce para después mirarla sonriendo con malicia- "gracias"... por dejarme salir... jeje
Una vez dicho eso, Jinrou se quedo en su sitio, sin volver a tomar distancia... sin volver a sumergirse en la oscuridad; esperando un golpe de su oponente. No planeaba recibir más golpes, pero tampoco planeaba tomar una victoria fácil en su juego. El mismo había incitado en "jugar hasta la muerte". Aquel que sobreviviera tenía derecho a salir... y aun cuando el podía ganar con solo ejecutar unos cuantos movimientos en el orden apropiado, no iba a hacerlo... seguía conservando una pequeña parte del comportamiento infantil de aquel Labramon que alguna vez fue. Normalmente ese monstruo que era ahora no dudaría en acabar las cosas de forma rápida y efectiva... pero sumando ese peculiar toque "infantil" de antes, no podía evitar querer jugar... querer demostrar que era superior... igual que un abusivo de la escuela; él buscaba darle una oportunidad a su oponente antes de humillarla y dañarla... buscaba darle confianza para después pisotearla como si fuera basura. El daño físico era algo que podía conseguir sin esforzarse... pero el daño que verdaderamente le alegraba ver... era el psicológico y emocional... un daño incorpóreo, pero que en gente de gran orgullo como lo parecía ser su oponente... podía ser mucho más doloroso que cualquier herida física.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
Antes de que pudiera hacer nada, Jinrou apareció delante de mí y me dio una patada en la cara que me tiró al suelo. Aquella oscuridad lo ocultó hasta el último momento, fue imposible verlo aun habiendo atacado de frente. Él tiene el terreno de su lado, así será imposible predecir sus movimientos. Cuando le miré, ya estaba desapareciendo de nuevo en las sombras, sin embargo sus ojos no lo hicieron y desaparecieron de un lado para aparecer en otro, no se preocupaba en ocultarse, era como si se riera de mí.
Pude levantarme mientras escuchaba esa risa venir de todos lados, burlándose de mí. Sentí rabia, tanta que por un instante me cegó y empecé a atacar a todos lados con el Rinkazan. Deseando que alguna de aquellas cuchillas de luz diera en el blanco, pero simplemente se perdían en la oscuridad.
- ¡¡Aparece de una vez, cobarde!! – grité con fuerza.
Jinrou atacó, pero de nuevo la oscuridad jugó a su favor y pudo acercase por mi espalda sin que yo lo viera, golpeándome en la espalda con su mano-cañón. Sentí un intenso dolor que se agravó con la caída. Durante un instante fui incapaz de moverme del suelo porque temí que me hubiese roto la columna. Por suerte no fue así, la armadura de Gaiomon me protegió de eso.
A medida que aquella siniestra voz se escuchaba, los ojos seguían moviéndose de un punto a otro, burlándose de mí. En ese momento, más que rabia lo que sentía era miedo. No era capaz de hacer nada a pesar de que tenía el Double Spirit, no tenía el control suficiente como para sacar todo su potencial.
Quise levantarme, pero antes de que pudiera hacerlo Jinrou volvió a atacar, esta vez en dirección a mi brazo pero falló, o más bien fracasó a posta. Eso sólo me volvió a recordar que estaba jugando conmigo, que no era rival para él. Sentí que mis fuerzas me abandonaban, quedé de rodillas en el suelo sintiendo que el miedo me impedía reaccionar. Aún mantenía las espadas en las manos, pero se podía notar como las hojas temblaban. Estaba atrapada en un lugar del que no podría salir si no derrotaba a Jinrou, y no tenía poder para hacer eso. No podría salir de allí, estaba condenada a morir sin volver a ver la luz.
…
Podía sentir el miedo de Irina, era muy intenso pero no puedo reprochárselo, está en una situación difícil, de la que no encuentra la salida. Tal vez haya llegado el momento de que tome las riendas de la situación. Con este nuevo fragmento de mi alma, mi poder aumentó aún más.
- Irina, tranquilízate, no todo está perdido- le dije.
- No podré salir de aquí… no puedo derrotar a Jinrou…- me dijo mentalmente, visiblemente asustada.
- Deja que sea yo quien luche en esta batalla.
- ¿Qué… qué quieres decir?- me preguntó.
- Ahora soy lo suficientemente fuerte como para controlar el cuerpo, pero necesito que me cedas tú el control- le expliqué- No te preocupes, te sacaré de aquí y liberaré a Labramon. Sólo tienes que calmarte un instante, trata de dejar de controlarlo todo por un momento.
Irina cerró los ojos y al momento su conciencia empezó a dejar paso a la mía. Sentí que mis manos sujetaron las espadas y sentí cada centímetro de la armadura de Gaiomon sobre mí. Cuando Gaiomon abrió los ojos, ya no mostró los ojos azules de Irina, si no unos ojos dorados, mis ojos.
Me levanté sujetando con firmeza mis espadas, mirando a Jinrou que se encontraba a unos metros frente a mí. Me mantenía calmado, estaba sobradamente acostumbrado a este cuerpo y a las batallas.
- No dejaré que sigas haciendo daño a Irina, ni que sigas usando a Labramon- le dije con calma pero con determinación- ¡Ahora te enfrentarás al verdadero dueño de este cuerpo!
De inmediato uní mis espadas para formar mi arco, para dispar una flecha negra de energía [Rinkageki]. Esta vez, el arco reconoció mi presencia y la flecha obedeció mis órdenes avanzando velozmente hacia Jinrou.
Pude levantarme mientras escuchaba esa risa venir de todos lados, burlándose de mí. Sentí rabia, tanta que por un instante me cegó y empecé a atacar a todos lados con el Rinkazan. Deseando que alguna de aquellas cuchillas de luz diera en el blanco, pero simplemente se perdían en la oscuridad.
- ¡¡Aparece de una vez, cobarde!! – grité con fuerza.
Jinrou atacó, pero de nuevo la oscuridad jugó a su favor y pudo acercase por mi espalda sin que yo lo viera, golpeándome en la espalda con su mano-cañón. Sentí un intenso dolor que se agravó con la caída. Durante un instante fui incapaz de moverme del suelo porque temí que me hubiese roto la columna. Por suerte no fue así, la armadura de Gaiomon me protegió de eso.
A medida que aquella siniestra voz se escuchaba, los ojos seguían moviéndose de un punto a otro, burlándose de mí. En ese momento, más que rabia lo que sentía era miedo. No era capaz de hacer nada a pesar de que tenía el Double Spirit, no tenía el control suficiente como para sacar todo su potencial.
Quise levantarme, pero antes de que pudiera hacerlo Jinrou volvió a atacar, esta vez en dirección a mi brazo pero falló, o más bien fracasó a posta. Eso sólo me volvió a recordar que estaba jugando conmigo, que no era rival para él. Sentí que mis fuerzas me abandonaban, quedé de rodillas en el suelo sintiendo que el miedo me impedía reaccionar. Aún mantenía las espadas en las manos, pero se podía notar como las hojas temblaban. Estaba atrapada en un lugar del que no podría salir si no derrotaba a Jinrou, y no tenía poder para hacer eso. No podría salir de allí, estaba condenada a morir sin volver a ver la luz.
…
[Medieval]
Podía sentir el miedo de Irina, era muy intenso pero no puedo reprochárselo, está en una situación difícil, de la que no encuentra la salida. Tal vez haya llegado el momento de que tome las riendas de la situación. Con este nuevo fragmento de mi alma, mi poder aumentó aún más.
- Irina, tranquilízate, no todo está perdido- le dije.
- No podré salir de aquí… no puedo derrotar a Jinrou…- me dijo mentalmente, visiblemente asustada.
- Deja que sea yo quien luche en esta batalla.
- ¿Qué… qué quieres decir?- me preguntó.
- Ahora soy lo suficientemente fuerte como para controlar el cuerpo, pero necesito que me cedas tú el control- le expliqué- No te preocupes, te sacaré de aquí y liberaré a Labramon. Sólo tienes que calmarte un instante, trata de dejar de controlarlo todo por un momento.
Irina cerró los ojos y al momento su conciencia empezó a dejar paso a la mía. Sentí que mis manos sujetaron las espadas y sentí cada centímetro de la armadura de Gaiomon sobre mí. Cuando Gaiomon abrió los ojos, ya no mostró los ojos azules de Irina, si no unos ojos dorados, mis ojos.
Me levanté sujetando con firmeza mis espadas, mirando a Jinrou que se encontraba a unos metros frente a mí. Me mantenía calmado, estaba sobradamente acostumbrado a este cuerpo y a las batallas.
- No dejaré que sigas haciendo daño a Irina, ni que sigas usando a Labramon- le dije con calma pero con determinación- ¡Ahora te enfrentarás al verdadero dueño de este cuerpo!
De inmediato uní mis espadas para formar mi arco, para dispar una flecha negra de energía [Rinkageki]. Esta vez, el arco reconoció mi presencia y la flecha obedeció mis órdenes avanzando velozmente hacia Jinrou.
Irina Giorgatos
Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
~[Narrador]~
Jinrou se quedo sonriendo con calma, disfrutando de su obra. Haber quebrado tan "fácilmente" a una humana orgullosa y segura de sí misma le resultaba divertido. El verla allí arrodillada ante él, le recordaba una época donde ese instinto primitivo… donde aquel monstruo que reinaba actualmente ese cuerpo, era alguien real; alguien capaz de infligir dolor y sufrimiento en quien se le cruzara. Aquella época realmente no se excedía de unos 20 o 15 años en el pasado… pero, ¿realmente seria verdad?, eso sería difícil saberlo ya que esa era la edad aproximada que tenía el cachorro ahora consumido por esta entidad maléfica. De cualquier forma, su sonrisa se borro ligeramente cuando vio aquellas manos temblorosas ponerse firmes. Arqueo una ceja en señal de curiosidad, y finalmente sonrió ligeramente, aun con confianza pero alegría de algún modo… y no porque su oponente se levantara para seguir jugando, si no porque estaba jugando con otra persona. "El verdadero dueño de este cuerpo". Esa frase hiso emocionar al hombre bestia, el cual permitió que aquella flecha siguiera su curso hasta incrustarse en el hombro del demonio. No hiso amagues de ningún tipo; no se molesto en dar alguna señal o tratar siguiera de esquivar el proyecto. Sencillamente Jinrou recibió la flecha y posteriormente rio, tomándola con una mano-cañón para después tirar de ella y quitarla de su hombro. Quebró la flecha solo con ejercer presión con su mano, y después comenzó a retroceder lentamente, sin sumergirse en la oscuridad como antes… ahora estaba molestando a otra persona, y por ende, debía usar otros métodos.
Una vez que la distancia entre ambos oponentes era lo bastante amplia, Jinrou estiro los brazos hacia los lados, como si dijera "vamos, estoy esperando". El no se iba a molestar mas en esconderse para atacar, ahora iba a luchar un poco más en serio pero… sin dejar su aspecto infantil de brabucón. Internamente él tenía la capacidad de redirigir el dolor físico para no verse tan cansado como lo haría el cachorro que fue alguna vez; y externamente era el señor de aquel campo de batalla, pudiendo cambiar las reglas a su favor en cualquier instante. Si quería, podía ordenar que la oscuridad consumiera a sus oponentes y dejarlos totalmente ciegos, incapaces de usar su luz para defenderse… pero no iría a tales extremos. Planeaba hacer eso mismo, pero al ver a su nuevo oponente… decidió hacer algo que no esperaba hacer: enfrentarse a otro dueño legítimo.
Veo que esto será mas interesante de lo que supuse… pero bueno, mejor para mi… mas diversión -rio ligeramente, mostrando su "superioridad" sin obstáculos- sabes… tomemonos un momento para descansar… tanto tu como yo estamos "agotados", ¿no…? … no… no lo estamos -Su sonrisa poco a poco se volvió la de un maniático; dilatando sus pupilas mientras enseñaba los colmillos delanteros- aquí el dolor físico redice de nuestra percepción… si nuestras mentes detectan dolor, el cuerpo lo sentirá… pero, ¿Por qué seguimos de pie pese a que nuestros cuerpos han ejercido demasiada energía? Simple… -En aquel instante, Jinrou estiro un brazo hacia delante y disparo una bola de fuego, sabiendo que su oponente la bloquearía sin problema alguno- porque somos los autenticos dueños de estos cuerpos, y como dueños legitimos podemos redirigir el dolor hacia esas mentes débiles que tenemos que cargar…
De un momento a otro, Jinrou comenzó a correr hacia su oponente, repitiendo el uso de sus manos-cañones como propulsores, aproximándose hasta quedar lo bastante cerca de su rival para flexionar una pierna y tratar de darle un rodillazo. Una vez sintió contacto físico, independientemente de si había acertado o no, Jinrou rio con cierta burla para después observar a su oponente a los ojos.
¡Tú dices que impedirás que use a Labramon pero…! -De un momento a otro, el hombre bestia estiro la pierna para transformar el rodillazo en una patada al cuello de su rival- ¡¿Qué te dice que no es al revés y soy yo quien está siendo usado por ese mocoso insufrible?! -Al ejercer la presión suficiente, Jinrou logro apartarse durante un instante, pero se mantuvo en el aire el tiempo suficiente para que su oponente lo golpeara en el estomago, alejándolo unos cuantos metros. El rio y se levanto, frotándose el estomago ligeramente, sin expresar dolor de ningún tipo- jeje… no estoy repitiendo tus palabras… pero escucha -Jinrou rio a todo volumen, mientras el campo liberaba un brillo oscuro mostrando cientos de cadáveres por todo el lugar, tanto de humanos como digimons incapaces de volverse datos por estar atrapados en aquel infierno- ¡Ahora te enfrentarás al verdadero dueño de este cuerpo! ¡JAJAJAJA! -la risa callo repentinamente, mientras el cuerpo del hombre demonio se dejaba llevar por su propio peso para caer hacia delante, con una mirada perdida. Durante un instante, sus ojos rojizos adquirieron un tono amarillento, y entonces ocurrió-
¡AAAAAAAHHHH…! ¿Por qué…? ¿p-porque duele…? Hag… egh… ¿q-que ocurre…? ¿Dónde… estamos? -Aquel hombre demonio cayó de rodillas al suelo, tembloroso, llorando, confundido- Irina… ¿q-que ocurre…? ¿Q-que hacemos aquí…? ¿Por qué… me duele todo mi cuerpo…? No lo entiendo… ¿a-algo salió mal…? -El hombre bestia levanto la mirada y pudo ver todos esos cadáveres, haciéndolo entrar en shock. Todos le resultaban familiares pero los desconocía… y no porque estuvieran tan putrefactos que ya eran imposibles de identificar- ¿Q-que es esto…? N-no es gracioso… s-si es una broma… haaa… -El hombre bestia comenzó a hiperventilarse, llevando sus manos a la cabeza- ¡¡No me gusta esto!! ¡Scott! ¡Giga! ¡Saben que odio estas bromas! ¡¡No me gusta el terror!! ¡¡NO me gusta el Dark Área!! ¡¡NO ME GUSTA VER CADAVERES!!
Aquel digimon que hacia un instante había dicho cosas tan horribles, realizado actos terribles… ¿estaba llorando de verdad? Era difícil de creer pero… tenía sentido… porque no era él. Aquella entidad maligna había desaparecido y permitió que el "dueño" original del cuerpo regresara pero… en el peor momento. Labramon estaba de vuelta pero su cuerpo estaba herido, él no tenía recuerdos de lo que estaba sucediendo y ahora estaba rodeado de cosas que le disgustaban… sencillamente estaba al borde de un trauma perpetuo. El lloraba agitado, intentando convencerse de que era una pesadilla, pero cuando estaba romper en mas llanto, se detuvo poco a poco. Se había quedado sin aire para gritar; su respiración era irregular y sus ojos estaban perdidos.
Durante un momento pareció que todo volvió a la realidad, pero no fue así. El digimon inocente desapareció otra vez, y eso era obvio ya que su intento de llanto se estaba volviendo poco a poco una risa maliciosa y burlesca. Pronto el cuerpo del hombre bestia se levanto nuevamente, con la cabeza baja y tratando de aguantar la risa sin éxito. Finalmente alzo la vista y vio a su oponente a los ojos. Ya ni tenía esos ojos amarillos que podían demostrar que era el nuevamente; habían regresado a ese color rojo como la sangre. Las lágrimas de sus ojos se evaporaron lentamente y todo rastro de cansancio se había desvanecido. Es allí cuando aquel brillo que permitía la vista de todos esos cadáveres se extinguió, volviendo aquel campo de batalla un mero vacio infinito de color negro.
Jeje… ¿quieres saber cuál es la mejor parte de ser el dueño real de este cuerpo? -Sonrió con ironía, entrecerrando los ojos para demostrar su desinterés por sus propias palabras- que puedo usar esa personalidad débil para ahorrarme el tener que sentir dolor físico por la batalla… y el bonus de eso es que… como mi escudo es tu amiguito -Comenzó a reír con burla, señalando con la cola a su rival- o al menos amiguito de tu otra ocupante… jeje… cada vez que lo lastimen, sentirán culpa y responsabilidad por ello… jeje… ¡¡TODO DAÑO QUE ESE MOCOSO SUFRA SE VOLVERA UNA CARGA EN SUS ESPALDAS!! Y yo… no sentiré absolutamente nada porque bueno… ¿Por qué debería interesarme una personalidad tan débil?
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
Observé como Jinrou se quitaba la flecha de su hombro como si nada, como si no sintiera dolor. Me mantuve sereno, me estaba enfrentando a un enemigo poderoso y debía tener cautela. Sin embargo, yo no era el único. Tal vez no tuviese mi fuerza, mi poder original, pero este seguía siendo mi cuerpo. Conocía mis puntos fuertes y mis limitaciones, sabía cómo aprovechar mis técnicas. Jinrou, al igual que yo, también debía andarse con cautela.
Por lo visto comprendió al instante que no luchaba contra Irina, eso se podía notar por su forma de moverse, no parecía tener intención de ocultarse más para atacar. Jinrou empezó a hablar pero a medida que lo hacía, una risa llena de locura empezó a sustituir sus palabras. Hablaba de que al ser los dueños legítimos de nuestros cuerpos, podíamos dirigir el dolor hacia las “mentes débiles” como las llamó, para poder luchar durante más tiempo. Fue lo único capaz de alterar mi calma y de hacerme sentir realmente molesto.
Disparó una bola de fuego, no traté de esquivarla. Sólo tuve que mover el arco como una lanza y bloquear la bola de fuego, deshaciéndola. Una vez me libré del fuego, pude ver como Jinrou se acercaba corriendo hacia mí, por el rabillo del ojo vi como trató de darme un rodillazo. De nuevo usé mi arco como lanza y bloqué su golpe, aunque tuve que girarlo rápidamente para que el otro extremo detuviera la patada.
Ese golpe nos hizo alejarnos el uno del otro, tomando distancia para que pudiéramos preparar un contraataque.
- No puedo saber quién es el verdadero dueño, pero lo que sí sé es que Labramon si se ha ganado ese derecho- dije mientras Jinrou empezaba a mostrar cadáveres por todo el lugar.
Jinrou cayó al suelo y sus ojos cambiaron de color, luego empezó a escucharse una voz distinta. Era Labramon, Labramon estaba hablando y estaba muy asustado.
- ¡Labramon! – le llamé- ¡No te preocupes, voy a sacarte de aquí! ¡Voy a ayudarte! ¡Trata de resistir!
Desgraciadamente no pude hacer otra cosa que ver como aquella entidad maligna volvía a tomar el control, suprimiendo la voluntad de Labramon. Aunque por un momento pensé que todo había acabado. Tal vez él no sea el dueño verdadero del cuerpo, no lo sé. Pero no pienso permitir que sufra a manos de ese desgraciado.
De nuevo la risa de Jinrou inundó aquél lugar, mientras sus ojos volvían a volverse rojos. De nuevo habló de usar a Labramon como escudo para evitar sufrir él el daño, y al mismo tiempo aprovecharse de que no le haríamos daño.
- Eres un cobarde- dije con voz tranquila, aunque por dentro estaba bastante enfadado- A mí jamás se me ocurriría usar a Irina de escudo y de pasarle el daño que yo sufra. ¿Quieres saber por qué? Porque yo no tengo miedo de una batalla. Pero tú… tú tienes miedo de recibir el daño, de no ser lo bastante fuerte de soportar una batalla. Si usas a Labramon es porque sabes que él es más fuerte.
Dividí el arco y volví a quedarme con ambas espadas, podría defenderme mejor de esta manera. No pensaba atacar, me mantendría a la defensiva hasta que viese una oportunidad de liberar a Labramon.
Por lo visto comprendió al instante que no luchaba contra Irina, eso se podía notar por su forma de moverse, no parecía tener intención de ocultarse más para atacar. Jinrou empezó a hablar pero a medida que lo hacía, una risa llena de locura empezó a sustituir sus palabras. Hablaba de que al ser los dueños legítimos de nuestros cuerpos, podíamos dirigir el dolor hacia las “mentes débiles” como las llamó, para poder luchar durante más tiempo. Fue lo único capaz de alterar mi calma y de hacerme sentir realmente molesto.
Disparó una bola de fuego, no traté de esquivarla. Sólo tuve que mover el arco como una lanza y bloquear la bola de fuego, deshaciéndola. Una vez me libré del fuego, pude ver como Jinrou se acercaba corriendo hacia mí, por el rabillo del ojo vi como trató de darme un rodillazo. De nuevo usé mi arco como lanza y bloqué su golpe, aunque tuve que girarlo rápidamente para que el otro extremo detuviera la patada.
Ese golpe nos hizo alejarnos el uno del otro, tomando distancia para que pudiéramos preparar un contraataque.
- No puedo saber quién es el verdadero dueño, pero lo que sí sé es que Labramon si se ha ganado ese derecho- dije mientras Jinrou empezaba a mostrar cadáveres por todo el lugar.
Jinrou cayó al suelo y sus ojos cambiaron de color, luego empezó a escucharse una voz distinta. Era Labramon, Labramon estaba hablando y estaba muy asustado.
- ¡Labramon! – le llamé- ¡No te preocupes, voy a sacarte de aquí! ¡Voy a ayudarte! ¡Trata de resistir!
Desgraciadamente no pude hacer otra cosa que ver como aquella entidad maligna volvía a tomar el control, suprimiendo la voluntad de Labramon. Aunque por un momento pensé que todo había acabado. Tal vez él no sea el dueño verdadero del cuerpo, no lo sé. Pero no pienso permitir que sufra a manos de ese desgraciado.
De nuevo la risa de Jinrou inundó aquél lugar, mientras sus ojos volvían a volverse rojos. De nuevo habló de usar a Labramon como escudo para evitar sufrir él el daño, y al mismo tiempo aprovecharse de que no le haríamos daño.
- Eres un cobarde- dije con voz tranquila, aunque por dentro estaba bastante enfadado- A mí jamás se me ocurriría usar a Irina de escudo y de pasarle el daño que yo sufra. ¿Quieres saber por qué? Porque yo no tengo miedo de una batalla. Pero tú… tú tienes miedo de recibir el daño, de no ser lo bastante fuerte de soportar una batalla. Si usas a Labramon es porque sabes que él es más fuerte.
Dividí el arco y volví a quedarme con ambas espadas, podría defenderme mejor de esta manera. No pensaba atacar, me mantendría a la defensiva hasta que viese una oportunidad de liberar a Labramon.
Irina Giorgatos
Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
~[Narrador]~
El rostro del parasito cambio. Su sonrisa se desvaneció, ¿habría sentido realmente el peso de aquellas palabras? ¿Podría ser que ahora dejaría de lado a Labramon para hacer las cosas el mismo…? La respuesta era un rotundo “no”. El hombre bestia simplemente se quedó quieto durante unos instantes, hasta que finalmente suspiro y volvió a sonreír de esa forma tan “infantil y desafiante”.
Listo, ya le envié tu mensaje –rio entredientes- ya le dije lo que opinas de él… que es un cobarde por usarme para su beneficio, que es un cobarde por depender de MI fuerza, que solo es un niño asustado que me utiliza porque sabe que soy más fuerte que él –se relamió de una forma grotesca, comenzando a caminar sin acercarse a su oponente, rodeándolo como si lo estuviera analizando- dime algo, ¿soy un cobarde por usar todos los recursos que puedo en una batalla? No lo creo… eso me hace más inteligente… pero, ¿Qué puede saber alguien que comparte su cuerpo con una tonta como ella? Nada supongo… simplemente… eres tonto como ella, ya que si te gusta compartir y no quieres hacerla pasar dolor, algo deben tener juntos, ¿no?
Deformo toda esa declaración como si fuera un juego; ignoro completamente el mensaje y lo distorsiono para afectar más a su “contraparte”. Aquello no era un cobarde… era una criatura sin buenas intenciones de ningún tipo, ni siquiera intenciones agresivas ante provocaciones. Él sabía lo que hacía, y le orgullecía independientemente de lo que opinara la gente; el usaba, como bien dijo, todos los recursos que tenía para obtener la victoria, y si tenía que aprovecharse de los demás, lo haría gustoso. No veía victorias sucias o limpias, solo victorias…
Aquello, no era un hombre, mucho menos un niño… era un diablo trastornado y desquiciado. Consciente de sus actos pero nunca afectado por ellos; desviando los mensajes y ataques a los demás para ver mutilaciones como si de un espectáculo se tratara. Daba asco… e inclusive daba más asco el saber que, sin importar que o quien lo enfrentara… el jamás dejaría de usar sus trucos sucios. Quizás antes él dijo algo sobre una “pelea de dueños originales”, pero eso no significaría que se quedaría allí a pelear el realmente… usaría un escudo ajeno a sus sensaciones para garantizar la victoria.
Muy bien… suficiente charla, ahora, a lo que nos concierne –apunto su cañón e hiso abrir la boca del mismo, cargando su próximo golpe- más te vale esquivarlo para continuar con esta pelea… porque si no, me enfadare y bueno… tendré que terminar de romper al niñito, así quizás te animes a dar la cara y enfrentar esta situación
Dicho eso, el Hombre Bestia disparo un torrente de fuego constante contra su oponente, ignorando si este lo fuera a esquivar o no, sencillamente comenzaría a pelear de un modo más… “táctico”. Si bien no era la palabra indicada para describir sus acciones, era el único posible para intentar definir su nueva forma de combatir. Antes luchaba como un niño con una mente sádica y trastornada, escondiéndose y atacando, manteniendo la moral del enemigo baja; pero ahora, estaba dando la cara de frente, y aunque sus tácticas para mantener al enemigo desanimado o sin motivos para contraatacar seguían presentes, era capaz de ejercer la suficiente “valentía” para no ocultarse de nuevo.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
Traté de mantenerme con calma a pesar de que aquel ser, fuese quien fuese, se dedicó a insultar a Irina. No debo dejarme llevar por mucho que quiera hacerle cerrar la boca. Debo mantener la cabeza fría porque esto claramente es un intento para hacerme perder el control. Estar en esta dimensión es un problema pero ese no es el asunto del que deba ocuparme prmero. Antes que nada va ayudar a Labramon. Si consiguiera hacerle volver en sí, él podría deshacer este lugar. ¿Pero cómo conseguiré eso? Esto es una situación realmente difícil, todo daño que haga a Jinrou lo recibirá Labramon.
Tengo dos opciones, una de ellas es lograr que me escuche para que él pueda controlar el cuerpo. Pero lo veo muy difícil, ya lo ha mostrado antes, no dejará que llegue ningún mensaje. Lo que me lleva a la siguiente opción. Si la conciencia de Jinrou es la que impide a Labramon ser él de nuevo, tendré que apartarla. Si lo dejo inconsciente, tal vez Labramon podrá recuperar de nuevo el control de sí mismo.
Una nueva ráfaga de llamas vino hacia mí. Tuve que saltar a un lado para impedir que me alcanzara, no quisiera tener más problemas de los que ya tengo. Deberia darme prisa y liberar pronto a Labramon, no es bueno que este demasiado tiempo así. Aún en el aire, esquivando el fuego, empecé a concentrar energía de la atmosfera en torno a Jinrou y, una vez mis pies tocaron e suelo, hice un gesto con la mano y la detoné. Aún así no concentré mucha energía por lo que la explosión no le haría daño, ese no era el objetivo si no que hiciera ruido, mucho ruido cerca de él y mucha luz. En vez de herirle lo que buscaba era dejarle aturdido.
Reaccioné de inmediato y me acerqué a él por la espalda con la clara intención de golpearle en la cabeza con el mango de una de mis espadas.
Tengo dos opciones, una de ellas es lograr que me escuche para que él pueda controlar el cuerpo. Pero lo veo muy difícil, ya lo ha mostrado antes, no dejará que llegue ningún mensaje. Lo que me lleva a la siguiente opción. Si la conciencia de Jinrou es la que impide a Labramon ser él de nuevo, tendré que apartarla. Si lo dejo inconsciente, tal vez Labramon podrá recuperar de nuevo el control de sí mismo.
Una nueva ráfaga de llamas vino hacia mí. Tuve que saltar a un lado para impedir que me alcanzara, no quisiera tener más problemas de los que ya tengo. Deberia darme prisa y liberar pronto a Labramon, no es bueno que este demasiado tiempo así. Aún en el aire, esquivando el fuego, empecé a concentrar energía de la atmosfera en torno a Jinrou y, una vez mis pies tocaron e suelo, hice un gesto con la mano y la detoné. Aún así no concentré mucha energía por lo que la explosión no le haría daño, ese no era el objetivo si no que hiciera ruido, mucho ruido cerca de él y mucha luz. En vez de herirle lo que buscaba era dejarle aturdido.
Reaccioné de inmediato y me acerqué a él por la espalda con la clara intención de golpearle en la cabeza con el mango de una de mis espadas.
Irina Giorgatos
Re: Una promesa por cumplir [priv. Scott]
~[Narrador]~
El hombre bestia observo a su oponente esquivar el torrente de fuego y se le dibujo una sonrisa, aunque lo que siguió a continuación no lo esperaba. Él contaba con que su oponente disparara alguna clase de flecha como intento hacerlo anteriormente; pero lo que ocurrió fue toda una sorpresa para mal. El hecho de que una explosión de luz se produjera a sus pies no solo logro que Jinrou se cubriera con sus brazos a modo de escudo, sino que también consiguió dispersar la oscuridad que los rodeaba. El gruño con furia al quedar ligeramente cegado por la luz, y no pudo evitar el golpe en la cabeza, cayendo al suelo inmóvil durante unos cuantos segundos.
Al final, la cola de la bestia se enrollo en la pierna del contrario y tiro con fuerza, buscando hacerlo caer, mientras que el cuerpo se levantaba gruñendo como un perro rabioso. La zona del casco que fue golpeada, se partió en pedazos, los cuales se hicieron pequeñas partículas de polvo cuando se separaron del cuerpo. Los ojos rojos de los cañones de sus manos comenzaron a moverse de forma errática, mientras echaba demasiado fuego. Se giró lentamente y observo al hombre dragón, rechinando los dientes molesto.
Eso fue un golpe bajo… no me lo esperaba de un oponente que pecaba de ser honorable… je… pero bueno –sonrió de forma forzada mientras enrollaba con fuerza su cola en la pierna del contrario- supongo que eso significa que ya no estamos jugando… y que verdaderamente esto es una batalla a muerte –Se relamió y apunto con uno de sus cañones al cuerpo del contrario- le dire al niño que los asesino a sangre fría, jeje… quizás con eso el trauma sea suficiente para quedarme yo al poder eternamente… aunque claro, primero tendré que deshacerme del humano y sus amigos para cerciorarme de que nada ni nadie me volverá a encerrar en esa patética mente infantil
- Tamer & Digimon
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