Buscando un camino (Priv. Ethrios)

-“Ajajaja… la enana por lo menos es sensata”- sus palabras eran un tanto admirables. Al principio la juzgue como la típica muchacha idealista cuyas acciones serian ir a lanzarse temerariamente frente a un enemigo con fin de salvar a otros, pero al parecer ella poseía un mejor sentido de la auto preservación. Había otra razón para admirarla sin estar demasiado tiempo a mi lado ya estaba comprendiendo cuan desagradable me resultaba el compartir mi tiempo con una gran cantidad de seres siempre y cuando esto no tuviera que ver con mis negocios.

-Claro tu ve y yo aquí te espero...- la despedí con un movimiento de mi mano sin saber si siquiera lo había visto puesto que en ningún momento deje que mi mirada se alejara del techo. Según las propias palabras de la enana no debería demorar demasiado en bajarlos de su nube dejándoles claro que no sería su mesías -idiotas…- aquellos seres cuyas esperanzas solían recaer contantemente en otros casi siempre terminaban de forma trágica, aquí en el digimundo uno debía siempre avanzar por medio de su propia fuerza forzando su camino sin importar los obstáculos -bueno… no creo que muchos piensen así- siendo netamente parte de mi ideología no estaba en condiciones de aseverar  si existía alguien más que la compartiera.  Coloque mis manos detrás de mi cabeza mientras reclinaba la silla y apoyaba mis pies sobre una especie de escritorio -que tranquilo se siente aquí…-

Como si mis palabras hubieran sido escuchadas por la persona incorrecta un fuerte sonido pudo ser escuchado *¡¡¡Booom!!!* - ¿Acaso serán fuegos artificiales? - a lo mejor la enana fallo en transmitir sus pensamientos y los aldeanos comenzaron a celebrar con mayor intensidad. -Qué manera de cele…- *¡¡¡Booom nuevamente el sonido de una explosión pudo ser escuchado la cual debido al movimiento que casi me hizo caer de mi ubicación parecía estar más cerca. -No sin duda esto es demasiado intenso para ser fuegos artificiales- me levante de donde me encontraba movido por la curiosidad y me acerque por la ventana solo para darme cuenta que era lo que realmente ocurría…

Mientras los aldeanos se encontraban en la celebración un pequeño grupo de digimons se habían acercado lentamente a la aldea con un objetivo un tanto siniestro.

-Nyojojojo Esos idiotas no esperan esto- Aquel cuya risa era extraña y parecía comandar al grupo era un Vademon, algo así como la versión digimonesca de un alíen -Nyojojojo ¡avancen y destrúyanlo todo a su paso este pueblo debe volverse cenizas! – ordeno indicando con sus dedos el inicio del ataque.

Como si un interruptor fuera encendido las tropas comenzaron su movimiento lento pero constante. El grupo estaba constituido por una docena de Fla wizarmon y una veintena de Candmon. Todos ellos siendo digimon del tipo fuego tenían una increíble facilidad para quemar todo a su paso, sin duda alguna las palabras de Vademon eran ciento por ciento literales.

Como el comandante que era Vademon avanzo detrás de las líneas observando los alrededores en busca de posibles digimon que pudieran captar su avance -Nyojojojo que pueblo más descuidado ya una vez fueron atacados por mi señor King Etemon, si no hubiera sido por aquel digimon…- Vademon mordió su labio en señal de frustración al recordar el momento en que su querido amo había resultado en un estado tan lamentable que ahora no podía casi ni moverse.

-Señor…Señor…¡¡Tu idiota cabeza de globo!!- de pronto una voz chillona saco de su estado de pensamientos al Vademon. Un pequeño Candmon que no paraba de saltar se acercó a él para informarle que ya habían arribado al pueblo.  -Jum!! No entiendo como estas a la cabeza de esta misión, eres lamentable- pese a que otros hubieran sido destruidos al momento de pronunciar aquellas palabras este digimon era especial, en realidad se trataba de la mano derecha de King Etemon, pero por cierta batalla había vuelto a esta forma tan débil.

-Nyojojojo será porque cierto idiota decidió tener un combate contra otro de su mismo nivel y perdió? – sus palabras eran una completa burla hacia su compañero -bueno como sea…- dijo sacudiendo su cabeza y tomando una actitud de mandato - ¡Ataquen a todo lo que se mueva! - fueron las órdenes dadas.

Inmediatamente una lluvia de fuego comenzó a caer copiosamente sobre el pueblo, hambrientas por consumir todo a su paso se alimentaron de los materiales de los hogares, pero eso no era todo. Bolas de fuego se impactaron sobre los edificios provocando las explosiones cuyo característico sonido se volvía más intenso.

Frente a todo el incesante bombardeo un Vademon y un Candmon avanzaron hasta encontrarle casi en el centro del pueblo y por medio de un extraño dispositivo procedieron a dar un pequeño discurso -Nyojojojo uno, dos, tres probando…uno, dos, tres probando… ¡¡¡Ejem!!! Habitantes de este por orden de nuestro jefe y señor todos ustedes han sido seleccionados como los ganadores de un gran premio- comento con un pulgar arriba el cual rápidamente bajó -el cual consiste en su ¡¡aniquilación!! -


La voz de aquel digimon pronto fue acallada por los ruidos de las explosiones y los gritos de los pobres aldeanos corriendo de un lado para otro, en su estado actual no eran capaces de actuar por su cuenta necesitaban a alguien que los dirigiera tal vez un valiente compañero o quizás el héroe que tanto habían esperado…

- ¿Eso es todo? - viendo todo lo acontecido desde la ventana del lugar parecía que pronto el pandemónium sería liberado en este pueblo cosa que no podía importarme menos, la enana ya pronto estaría por llegar y podríamos largarnos pronto de este sitio hacia nuestro próximo objetivo. Volví a tomar asiento sin preocuparme que el fuego pudiera adueñarse de este edificio mientras esperaba que ella regresara.

Las palabras del viejo Mushroomon fueron de gratitud, y que en base a ello, intentarían ser mas ''independientes'' ya que mis palabras tenían un cierto de razón, no podían andar por la vida dependiendo de alguien que los defendiera en todo momento. Sin mas por hablar salí del salón en donde se encontraba un gran banquete y los aldeanos continuaron su celebración ahora en nombre de un nuevo propósito.

Lo que parecía una tranquilidad y alegría al instante se convirtió en destrucción. -Pero que!?- Sentí un gran temblor acompañado del ruido de una explosión. Lo que parecía ser humo comenzaba a salir de un lugar no muy lejos de ahí, pensé que se trataba de la misma celebración pero al escuchar otra explosión deduje que no era algo que los Floramon estuvieran planeando... Rápidamente comencé a correr en dirección del hotel en donde había dejado a Beel, quizá el sabría que hacer... -No, Beel no querrá ayudarlos, seguramente me dirá que no es problema de nosotros y que no nos incumbe, quizá tiene razón, pero no puedo dejar que todo este lugar sea destruido si puedo evitarlo- Sin pensarlo dos veces y aprentando mis puños me volví vuelta atrás sin entrar al hotel...

Sabía que Beel deduciría que me implicaría en ayudar a los demás, a decir verdad, solo haría lo que estuviera en mis manos para detener a los causantes de esta catástrofe, ignorando por medio mis palabras anteriores. Sabía que los aldeanos lucharían gracias a mis palabras anteriores, pero tampoco era una opción dejarlos morir como en una guerra, simplemente todos se unirían, pero al ver lo que estaba ocurriendo, no estaba segura si lo lograrían...

Mientras corría nuevamente a donde se encontraba todo el bullicio, puede ver como las casas de paja y plantas se encontraban encendidas en un gran fuego ardiente. Era muy difícil describir la escena que estaba mirando, como los Floramon luchaban con baldes de agua el apagar los incendios ocasionados por los Digimon que estaban cometiendo estragos...

Mas adelante pude ver como varios Mushroomon peleaban por la existencia de su pueble mientras gritaban a unos extraños Digimons. El viejo Mushroomon se encontraba muy cerca de ahí, a lo que inmediato fui a su lado -Que esta pasando?, quienes son ellos?- Dije mientras lo ayudaba a correr a un lugar mas seguro... El viejo Digimon no sabía exactamente que era lo que querían esos bandidos, quizá solo causar estragos, pero algún propósito deberían de tener en mente. -Intentare ver, que es lo que puedo hacer, usted no se mueva de este lugar- Dije mientras salía de una de las casas que eran de piedra. Inmediatamente me encamine a la zona mas afectada, pudiendo notar quien era el que estaba ocasionando tanto estrago.

Al ver que un Vademon se encontraba a la cabeza trate de hacer algo, no me iba a poner a gritarle cual era su propósito o ideas de destruir este pueblo, simplemente me las arreglaría para derrocarlo -Como se atreve a venir así simplemente a causar estragos, yo aun sigo aquí así que esto me incumbe- Un sentimiento de enojo brotó en mi mientras el Digivice parecía reaccionar un poco... -Oye! tu, que te crees?, crees que puedes llegar y simplemente destruirlo todo?- Dije mientras aventaba una piedra en contra del Digimon, acertando en su cabeza... Sabía que me estaba metiendo en problemas...

-Nyojojojo ¡Así es como se hace mis subordinados! ¡QUEMEN, DESTRUYAN MUESTRENLE TODO EL SUFRIMIENTO POSIBLE! Nyojojojo- Vademon se encontraba demasiado sumido en sus ansias de destrucción como para notar a la muchacha que se acercaba a ellos. Indicando con sus gestos de general que se incrementaría el radio de destrucción -¡¡¡QUE NO QUEDE NADA, ME HAN OIDO NADA DE NADA!!!!  ¡¡¡¡¡NYOJOJOJO!!!!!- poniendo su mano sobre su boca su risa pudo ser escuchada en casi todos los rincones del lugar.

- ¡Ooooh! Parece que una interesante señorita ha aparecido…- comento para sí mismo el Candmon al ver la presencia de Iggy en las inmediaciones, mientras aquella muchacha no interfiriera con sus planes él no me movería de su sitio, no más bien en estos momentos carecía de la fuerza necesaria para aquello.

-¡¡¿¿¿???!!- ambos resultaron bastante sorprendidos por las palabras de aquella chica, aunque al que más le impacto fue a Vademon, literalmente a él le impacto una piedra directamente en tu cabeza.

-¡¡Ugggh!!- gimió el Vademon al sentir el impacto en su cabeza y de inmediato una gran vena de ira se formó en aquella zona. - ¡TU Maldita mocosa como te atreves! - le grito el digimon apuntándole con su arma. - ¡Quien te crees que eres para entrometerte en nuestro camino!¡Yo el gran Vademon te destruiré! – El dedo en su gatillo comenzó a tensionarse estaba a punto de disparar hacia la joven muchacha, pero en el momento exacto de disparar fue detenido por el Candmon.

- ¡Detente un segundo idiota! - le ordeno el Candmon que pese a tener aquella apariencia su verdadera forma era la de un Mugendramon.

- ¿Qué quieres decir con que me detenga? - pregunto intrigado el Vademon - ¡no ves que estoy a punto de acabar con una insolente molestia! – para él cuya cabeza había sido golpeada no había otra acción posible más que acabarla con sus propias manos.

- ¡Piensa un poco idiota! ¿No te parece que aquella mocosa es demasiado insolente al verse tan débil? – Candmon parecía demasiado cauteloso ante los movimientos de la extraña -puede que se esté montando un farol al pararse aquí siendo tan débil o simplemente posee una fuerza mayor- sus dudas estaban bien fundadas el actuar sin conocer a sus enemigos era el peor error posible. -Por mi parte en estos momentos no deseo arriesgarme sin haber recuperado mi fuerza así que… ¿qué te parece usar algunos de nuestros peones para atacarla mientras el resto sigue con la destrucción? – una pequeña sonrisa malvada apareció en su rostro la cual pareció volver en sus sentidos a Vademon.

-Nyojojojo- rio este bajando el arma y recuperando la compostura - ¡Ey mocosa veamos si puedes sostener tus palabras! - rápidamente destino a cuatro Candmon y tres Fla wizarmon a ser los enemigos de ella mientras el resto seguía en la espiral de destrucción, siendo tantos enemigos y habiendo dos cuya fuerza parecía ser imposible detener todo esfuerzo sería inútil por parte de una persona solitaria si esta no tuviera el poder de luchar o contara con un grupo respaldándola.

-Jajaja ¿Cuál es tu nombre muchacha? – pregunto el Candmon cuya verdadera identidad era Mugendramon, esperando que ella respondiera agrego unas cuantas palabras más.  -Solo porque hace tiempo que nadie se nos oponía tendrás la oportunidad de luchar de uno en uno contra los enemigos que hemos dispuesto para ti y si llegaras a resultar victoriosa puede que hasta pelees contra mí… claro si lo haces antes de que todo se vuelva cenizas- sin duda pese a parecer calmado en el fondo tan solo era otro amante de las peleas y la destrucción.

- ¡Tcht! ¿Dónde demonios esta la enana? – pregunte pateando el pequeño escritorio convirtiéndole en nada más que estillas por la fuerza aplicada. Este lugar ya no era óptimo para quedarse, estaba claro que el fuego consumiría todas las casas y los aldeanos terminarían destruidos por los atacantes.

Sin apuro me levante de mi asiento mientras el fuego comenzaba a consumir este edificio también -entonces… solo hay dos opciones…- según lo pensaba aquella enana podía todavía estar con los aldeanos o…-no me digas que fue a enfrentarlos “al final y al cabo pese a sus palabras de no quererlos proteger sucumbió ante aquel deseo de ayudar ¿no?”- quería creer que la situación era así, pero me resultaba difícil pensar que no hubiera llegado ya acá siendo que dijo que no demoraría.

Con un mínimo de esperanza abandoné el edificio mientras este comenzaba a caerse a pedazos y trepando al techo del más cercano me dirigí donde aquella voz molesta se escuchó. No tarde ni cinco minutos en llegar a donde me proponía y ahí como me lo suponía se encontraba la enana haciéndole frente a todos ellos.

-Acaso será idiota…- murmure llevando mi mano hacia mi cara mientras evitaba que el fuego llegará a donde me encontraba. -No puedo creer que de verdad lo haya hecho…- lo mejor en este caso sería unirse al grupo de aldeanos y juntos intentar hacerle frente a la situación, pero no ella eligió igual que un héroe trágico lidiar con ello a solas.

- ¿Debería ayudarla…? - cuestionándome a mí mismo llegue al consenso de que no, esta era la de enana y debía enfrentar sus propias consecuencias quizás así vería la realidad del mundo aunque obviamente intercedería si su vida estaba en peligro obligándola a deberme un favor.

-Bien veamos como resuelves esto enana…- murmure desde mi lejana ubicación mientras me acomodaba en el techo esperando ver el resultado de su decisión.

-Jajajaja que chica más interesante- pese a que su pregunta recibió una negativa no podía estar enojado con aquella chiquilla, sobre todo cuando se encontraba en una posición donde unos pocos minutos más le permitirían alcanzar su forma final arrasando completamente con el pueblo.

-Nyojojojo te ha dejado como un idiota al no responderte Nyojojojo- en el mundo siempre existían seres que no comprendían completamente el ambiente y en este caso Vademon era uno de ellos, en otras palabras, un tarado ególatra cuyos ojos solo podían verse a él y su adorado jefe King Etemon.

-Tu…realmente no lo ententes tonto…- Candmon movió su cabeza en completa decepción viendo como su compañero no entendía sus intereses - “aunque tampoco es como si esperara que lo hiciera”- la verdad es que ante sus ojos Vademon era un ser desechable alguien a quien no dudaría en desechar cuando el momento fuera propicio. De pronto los ojos del digimon tomaron un brillo malicioso con una pizca de admiración, los aldeanos que parecían ser demasiado débiles para hacer algo habían salido a defender el pueblo -admirable…- murmuro de forma involuntaria lo que viniendo de su boca no podía ser bueno.

-Nyojojojo !Mira a eso débiles y patéticos digimon!- como si sus gestos fueran para acentuar su irritante voz el Vademon cubrió su boca mientras sus ojos formaban una extraña figura -Nyojojojo y pensar que solo serán usado como combustibles por las llamas- aunque fueran diez, veinte o incluso más aldeanos no resultarían un problema gracias a sus fuerzas actuales.

-Lamentable…- desde mi posición era capaz de observar todo lo acontecido sin ningún problema en cambio escucharlos ya era un asunto diferente. Viendo cómo eran los aldeanos el resultado de la batalla está claro, ninguno de ellos podría hacerles frente a sus contrincantes -si tan solo otros fueran los oponentes…- lamentable mente tenían la desventaja en elemento y por mucho que se esforzaran el daño que recibieran era por lo menos el doble de lo que ellos infringirían.

-El primer caído ha aparecido...- un pobre Mushroomon fue consumido por las llamas de los ataques consumiéndolo lentamente hasta que su cuerpo se deshizo en haces de luz. Aquello fue tan absurdo que fácilmente pude intervenir desde mi posición evitando fácilmente la aniquilación de aquel aldeano, pero porque habría de hacerlo con seres que abiertamente mostraron un trato hostil hacia mi persona, y aunque hubiera ayudado ¿quién me asegura que la compensación fuera proporcional a la ayuda entregada? Aunque el motivo más importante de todos era sin duda hacer que la enana creciera con las adversidades, ella debía dar una mirada hacia el abismo del dolor sin apartar la mirada y cuando fuera capaz de avanzar sin flaquear estaría lista para afrontar las vicisitudes de la vida.

-No es como si nuestra muerte sea eterna…- encogiéndome de hombros le reste importancia al asunto. -Ahora veamos a la enana…- a continuación, mi vista se centró en ella, pese a que su mensaje no estaba completamente claro para mí, tanto su voz como el quiebre de esta misma me daba a entender el impacto que esto tuvo en su corazón. Cargar con la culpa y el peso de una muerte era algo sofocante hasta el punto que si te descuidas podría consumir tu alma.

- ¡¿eh?!-  incluso a mí me sorprendió como pudo usar eso en su favor. Inicialmente luego de que fuera derrumbada por la trágica muerte iba a intervenir para impedir que fuera lastimada, pero viendo aquel cambio de forma una sonrisa se dibujó en mi rostro. Apoye mi cabeza sobre mi mano y mentalmente la anime a que peleara –“¡tú puedes enana no te rindas!”- aquella pequeña frase que nunca será escuchada fue el deseo más sincero que podía entregarle.

-Nyojojojo aquel Mushroomon ardía espléndidamente -  si aquel digimon era desagradable siempre podía serlo más. Luego de aquellas palabras su cuerpo comenzó a moverse de un lado a otro mientras sus manos lo recorrían de una forma casi asquerosa.

- ¡Uggg! Y pensar que esa manía tuya no ha desaparecido- asco y repulsión eran lo que se podía leer en la cara de Candmon hacia su compañero raro.

-Nyojojojo ¡tú solo no sabes disfrutar del momento! – los movimientos de su cuerpo fueron detenidos al ver como la muchacha había sido envuelta en una luz cambiando su forma de una simple débil humana a un digimon del tipo acuático.

Ambos vieron como aquella Mermaimon atacaba a los Candmon que felizmente atacaba a los digimon sin siquiera inmutarse. Antes sus ojos ella era todavía débil e inexperta como si sus poderes hubieran despertado recientemente o simplemente estaba esperando el momento de demostrar de que estaba hecha.

-Pequeña niña deberías conocer que en este mundo siempre hay seres más fuertes que tu- el Candmon comentaba dando una especie de consejo. -Veamos que puede más… si tus fuerzas o nuestros números…- sin duda no la iban a dejar ir fácilmente.

De pronto en el lugar donde los floramon se encontraban se formó una nube, pero no de las que rocían sus agradables gotas de lluvias. El lugar donde estas nubes se ubicaban se transformó literalmente en el infierno en la tierra; grandes llamaradas caían atraídas por la gravedad hacia los floramon acabando con algunos y lastimando a otros hasta que solo fuego y olor a quemado podía ser apreciado.

-Entonces señorita ¿esta lista para luchar?- pregunto el Candmon intentando apreciar la cara que pondría ella al ver como todos eran eliminados poco a poco.

-¡¡Nyojojojo!!- su risa fue aún más estruendosa -que mocosa más ingenua. ¿Acaso piensas que con esa débil fuerza puedes lastimarme?; ¡A mí un refinado y maravilloso digimon! – se notaba, aunque sonreía que se encontraba molesto por la intrusión de la muchacha, ella tan solo siendo una piedra en el zapato desde su punto de vista todavía tenía la osadía de intentar entorpecer sus planes, pero por sobre todo lo atacaba pese a que no lo lastimara.

- ¡Te tienen cabezón! - le comento el Candmon a Vademon en forma de burla al verlo como ya era la segunda vez que lo golpeaba aquella muchacha -al parecer eres como un imán de sus golpes ¿qué te parece si cambias de profesión y te conviertes en un recibidor de golpes? – aunque no existiera aquella profesión eso no evitaba que este se burlara con eso.

Por un corto periodo de tiempo el ataque enemigo seso al ver como una parte de estos mismos se acercaban a la Mermaimon sin ser ordenados. Todo esto ocurrió cuando algunos escucharon la voz de la digimon siendo atraídos por ella y cayendo bajo su conjuro volviéndose sus esclavos.

-Bien jugado enana…bien jugado…- en vez de sacrificar aldeanos, la enana había optado por usar a los enemigos como sus peones. Una actitud casi aplaudible, total como ellos eran los malvados que importaban si eran eliminados por sus compañeros.

-Si tan solo esa táctica fuera posible…- apoye mi rostro sobre mi puño cerrado, sabiendo como trabajaban aquellos digimon estaba claro que no se dejarían amedrentar por que unos cuantos de sus subordinados fueran puestos en su contra, incluso aquel feo digimon parecía estar demasiado contento por cómo estaban ocurriendo los acontecimientos.

-Nyojojojo crees que un pequeño grupo de digimon podrá hacer algo, para que sepas ellos desde el principio no tenían ningún valor- Vademon fácilmente podría encargarse de toda la situación el mismo y sin mucho esfuerzo, pero aquella muchacha lo había hecho enojar por lo tanto debía sufrir para pagar el precio de aquello.

-¡¡Tcht!!- tal parece que mi posición había sido descubierta lo que me pareció raro, no porque me encontraran sino era el hecho de que tardaran tanto tiempo en hacerlo. Tampoco era mucha importancia si ellos sabían dónde me encontraba, en este momento yo solo era un espectador y como la mocosa había entendido no era de mi incumbencia que un pueblo completo se volviera cenizas, mi trato era solo con ella y nadie más.

El Vademon solo usando el dorso de su mano evito el ancla de Mermaimon -¡Esa técnica no te resultara otra vez!- no podía permitirse ser golpeado nuevamente por aquella chica, su dignidad no se lo permitiría.

-Nyojojojo- tomando su arma Vademon apunto a uno de los Fla wizarmon controlados por Iggy - ¡Rayo de Abducción! - atrayéndolo hacia el - ¡Lanzamiento de Besos Diabólicos! - con ello un beso fue impregnado en el Fla wizarmon y este fue nuevamente disparado con el rayo de abducción, pero en esta ocasión fue usado para lanzarlo en dirección a las casas que aún se resistían a caer ante el fuego. -Nyojojojo ¡qué te parece esto mocosa! – se burló mientras mandaba a los que todavía estaban bajo su mando a atacar a sus compañeros controlados.

Antes que la chica pudiera asimilar las palabras del Vademon justo donde el Fla wizarmon había sido lanzado comenzaron a caer meteoritos y planetas destruyendo completamente esa zona junto con todo digimon que se encontrase ahí solo dejando un inmenso cráter.

-Nyojojojo que bonito espectáculo, me encanta ver como los débiles intentan salvar a otros Nyojojojo- Vademon se burló del sacrificio de aquel woodmon. Limpiándose un ojo como si una lagrima se hubiera asomado continúo degradando aquello sin importarle realmente lo sucedido.

-Nyojojojo ¡en ningún momento has sido realmente una amenaza para mi grandioso ser! – para Vademon aquella muchacha seguía siendo nada más que una perdida mínima de tiempo, ante sus ojos era un ser inferior cuya interferencia no alteraría sus planes.

Como Vademon se encontraba ocupado regocijándose fue Candmon el primero en notar el ataque de la Mermaimon. El simplemente se apartó a una distancia prudente para no ser presa del fuego cruzado, en su actual forma el Candmon no sería capaz de tolerar la potencia de esto.

-Nyojojojo sabes que todos tus ataques serán inútiles- no es que fuera demasiado difícil para el Vademon esquivar aquel ataque o contrarrestarlo con el suyo propio, pero esta vez opto por un nuevo método. Usando nuevamente su rayo atrajo uno de los Fla wizarmon y lo coloco delante del ataque usando de escudo, al impacto el pobre digimon fue transformado en datos desapareciendo lentamente; junto con esto el ataque creo una cortina de humo impidiendo que ambos lados pudieran verse.

-Nyojojojo- en cuanto el polvo desapareció se podía ver al digimon alienígena intacto. Vademon tomo a uno de los Fla wizarmon controlados por Mermaimon y pasando su lengua por el rostro de aquel digimon exclamo - ¡mmm me encanta el sabor de la destrucción! - mientras su cuerpo parecía convulsionarse de alegría. Repitiendo el proceso nuevamente le lanzo un beso al digimon y se dispuso a lanzarlo directamente hacia Iggy que se encontraba en su forma de digimon…

Simplemente había decidido dejarla hablar y hacerla entender que necesitaba confiar en la fuerza de los demás en momentos determinados. -Esto es demasiado…- no iba a permitir que la enana saliera lastimada, yo le había dado mi palabra de ello y no sería el que la incumpliera. Aunque fácilmente podía acabar con el Vademon eso perdería cierto encanto por lo tanto mi prioridad era eliminar a aquel Fla wizarmon como se dirigía a la enana como una especie de terrorista suicida.

Con el cañón de mi arma apuntando al cuerpo del digimon solo fue necesario halar del gatillo para que el disparo lo borrara de la faz del digimundo cancelando el ataque meteórico debió a la falta de objetivo y que el tiempo fue lo suficientemente corto para que la acción se llevara a cabo. -Ahora lo siguiente…- Sin esperar más me levante de donde me encontraba limpiando mis ropas de toda la suciedad causada por el polvo levantado y con un salto llegue donde la enana se encontraba, esto fue posible porque la distancia no era mucha y siendo un digimon el esfuerzo no era bastante.

-Bien enana, veo que has decidido vender tu alma al demonio ¿no? - comente haciendo la broma mientras mi mano se posaba en su cabeza acariciándola, aunque esto resultaba un tanto difícil con aquel estrafalario sombrero. El Vademon al notar a ver como aparecí comenzó a cuestionar mis motivos, así como enojarse por lo sucedido, por supuesto que lo ignoré solo captando pequeños restos de información “- ¿Quién eres? - - ¡COMO TE ATREVES A INTERFERIR! -” fue lo único que escuché y por ende no le di demasiada importancia retomando mi charla con la enana. -Debes aprender que a veces es necesario usar la ayuda de los demás– sin duda yo seguía siendo aquel que predicaba sin dar el ejemplo, pero esa siempre ha sido mi forma de comportarme.

- ¡Debes sacar lo importante aquí! Guarda aquella sensación de impotencia al no poder defender a nadie y úsala como tu fuerza para que en un futuro no vuelva a ocurrir. Recuerda esto enana y grábalo en tu mente, los enemigos frente a ti no dudaran en eliminar a quien sea con tal de lograr su objetivo por lo mismo tu no debes tenerles piedad- una vez terminado aquello ahora solo faltaba encargarse del molesto digimon.

-Nyojojojo ¡pagaras por meterte en mis asuntos! - El Vademon apunto su arma hacia mi preparado para atacar, pero gracias a que ya lo había visto resulto demasiado fácil contrarrestarlo.

- ¿Solo esto tienes? - pregunte un tanto decepcionado mientras que con mi arma disparaba a la de él destruyéndola. -Con tu nivel actual no podrás lastimarme...- habiéndolo desarmado lo importante ahora era detener a los que incendiaban el pueblo. Dispara a disparo fueron disminuyendo sus números de manera acelerada hasta que solo quedaron el Vademon y el Candmon que parecía tener una posición mayor que los otros.

-Dos solamente ¿Eh? - comente poniendo un arma apuntando hacia el piso y la otra apoyada en mi hombro. Desde que decidí ayudar a la enana había decidido que ella le daría el golpe final al Vademon.

- ¡DEJA DE ARRUINAR NUESTROS PLANES! - grito furioso Vademon mientras su rostro se ponía rojo de la ira - ¡SI NUESTRO LIDER KING ETEMON ESTUVIERA AQUÍ SERIAS ANIQUILADO! - era una afirmación de completa confianza hacia aquel que seguían, pero…

- ¿King Etemon dices? – pese al ya saber de quien se trataba me hice un poco el desentendido y quedándome unos segundos en silencio mientras clavaba repetidamente mi garra en mi mejilla como si lo estuviera pensando. - ¡Ah ya lo recuerdo! -  abriendo mi palma derecha la golpeé con mi puño izquierdo en señal que comprendía -era ese monito de la otra vez al cual le di una paliza ¿no? – al darse cuenta de mis palabras el Vademon se lanzó segado por la ira lo cual me permitió agarrarlo fácilmente impidiéndole escapar. - ¡Te tengo! - comente triunfante mientras una sádica sonrisa apareció en mi rostro.

- ¡Oye enana! - le grite a Iggy sin soltar al Vademon - ¿odias a este tipo? ¿lo encuentras despreciable? ¿crees que no debería ser perdonado? ¿deseas que sufra? – por cada respuesta afirmativa que ella hiciera una bala era disparada hacia las extremidades del digimon hasta que quedara completamente invalido, siendo sincero le dispararía pese a que ella respondiera de forma negativa. Una vez que el estado del Vademon era tan miserable que este no podía ni hablar realice la última pregunta. - ¿Quieres acabar con él? Si es así ahora como la gran heroína de este pueblo es tu trabajo darle fin y poner a salvo a los habitantes que quedan- como si de un trapo usado se tratara lancé a aquel digimon hacia la enana, el cual no era capaz de moverse y tan solo podía emitir breves gemidos.  Ahora el turno de la chiquilla si llevaría a cabo el último golpe o sería incapaz de ello, yo por mi parte clave mi vista al Candmon que no se había movido de su última ubicación.

-Me lo esperaba…- no es como si fuera una falta grave que ella no acabara con aquel digimon puesto que era su decisión y las consecuencias acarreadas por eso serian expresamente su culpa. -Si es lo que deseas por mi está bien, no es como si realmente posea algún interés por el destino del Vademon. Yo solo vine a ayudar porque estabas en peligro y lo pediste de forma amablemente-  Ante la escena de ver como aquel digimon era purificado no me quedo otra que encogerme de hombros, quizás purificándose podría volver siendo alguien más bueno o por lo menos normal, claro siempre podría volver con una peor actitud, pero ya eso ocurriría en otro lugar lejos de aquí y por sobre todo lejos de mi presencia.

-No tienes por qué agradecerme enana, recuerda que me debes un favor por esto- aunque amablemente acepte su apretón de mano no podía dejar que olvidara que esto no era una ayuda desinteresada puesto que aquí había intereses de por medio, ella necesitaba ayuda y yo se la prestaba a cambio de un favor futuro que me aseguraría de cobrar en su debido momento, pero como dije eso sería más adelante.

- ¿Extraño dices? ¿trampa? -  intentando ver lo raro de la situación rasque con mi mano izquierda la parte posterior de mi cabeza al mismo tiempo que apretaba un poco los labios. Ciertamente era raro que un digimon de tal nivel no hubiera participado como subordinado de aquel alíen pervertido, era incluso curioso como hablaban de igual a igual casi como si fueran compañeros –“es una especie de vela, con una llama que parece un meramon; tiene dos ojos, una boca, dos brazos, avanzan dando saltos y ataca con fuego… No, para mí es un Candmon común y corriente como todos los demás”- viera por donde lo mirase no poseía ninguna irregularidad con la cual hacer pensar que fuera una trampa o estuviera ocultando algo.

Candmon habiendo escuchado la pregunta de Iggy se acercó saltando lentamente hasta quedar a una distancia prudente en donde pudiera hablar sin tener que gritar y al mismo tiempo le permitiera tomar cobertura rápidamente en caso de ser atacado.  -No debe preocuparse por mí señorita- hablo con un tono educado diferente a como se había expresado antes, haciendo incluso una leve reverencia mientras un brazo se levantaba y el otro se dirigía a su estómago para acentuar más la pose. Rápidamente se volvió a su posee anterior quedando completamente erguido -A decir verdad, me encuentro completamente agradecido por su ayuda al eliminar tal molestia -  en su tono de voz se notaba completamente que poco y nada le importaba lo sucedido con el Vademon -¡mira que tener que fingir todo este tiempo una actitud de compañerismo ante tan débil digimon! si ya lo sabía yo en el momento que lo vi huir de aquel oponente, tampoco es que fuera tan terrible perder un poco de fuerza para derrotarlo, sin duda debí acabarlo a él y a su líder en vez de perder el tiempo intentando obtener los tesoros que ellos guardan, pero ¡no! Tenía que ir y elegir la opción más difícil desgastando mi energía, sin duda acabare con ese King Etemon en cuanto vuelva…- olvidándose completamente de nosotros el pequeño digimon comenzó un rápido y extendido monologo viendo sus errores, además de contarnos sin querer sus verdaderos planes.

Entonces como si todas las piezas de un extraño rompecabezas fueran unidas de forma instantánea una imagen muy clara se presentó en mi cabeza -Jajajaja ¡ahora lo recuerdo! – no podía evitar reír ante la situación. Como no lo vi venir antes, sus absurdos monólogos internos, ese deseo por los tesoros y por sobre todo ese tonto tono de voz educado.  -Tranquila enana, él no es un enemigo más bien es un “amigo”-  coloque mi brazo estirado frente a Iggy dándole a entender que no había nada de qué preocuparse.

- ¿Amigo? - pregunto un tanto extrañado el digimon formando un gran signo de interrogación en la cabeza por lo repentino de mis palabras. Entendiendo rápidamente la situación él tampoco pudo contener una risa -Jajajaja ahora entiendo solo hay un beelzemon que me llama amigo y pensar que nos encontraríamos en el mismo sitio por motivos diferentes, es una lástima que no pueda permanecer aquí para rememorar viejos tiempos- ciertamente este lugar no sería amigable con él. -Bueno, dejando de lado nuestra amistad es momento de que me marcha debo terminar mi trabajo- dijo dándonos la espalda y comenzando a dar saltos para alejarse de la aldea. Ante de estar lo demasiado lejos para no ser escuchado se volteo hacia Iggy y le dirigió unas últimas palabras -¡¡Oh!! Por cierto, muchacha eres más interesante que los tesoros que he encontrado me encantaría volver a encontrarme contigo en otra ocasión, intenta no permanecer mucho cerca de ese beelzemon o cosas malas te pasaran Jajajaja…- aquellas fueron sus palabras antes de que su figura se hiciera pequeña desapareciendo a la distancia.

-¡Tch! Maldito viejo…- exclame ante sus palabras -Bueno, bueno la aldea ya está a salvo y es tu deber como la heroína informarles a los aldeanos que su seguridad se encuentra garantizada, por supuesto no te olvides de comentarles que deben apagar el fuego- me coloque detrás de su espalda y le di un pequeño empujo para que lo hiciera cambiando el tema, puesto que no tenia ganas de explicar por el momento lo sucedido.

- “Molesto, molesto, molesto, molesto, molesto, molesto, molesto, molesto, molesto, molesto, molesto, ¡¡¡¡MOLESTO!!!!”- no podía soportar su actitud para conmigo, odiaba a los que luego de tratarte mal o de forma indiferente luego de que por accidente los salvaras comenzaran a adorarte y tratarte como si fueran tus amigos de toda la vida.  -¡¡Tch!! Solo aléjense de mi vista, no los he ayudado porque quiera tan solo porque la muchacha me deberá un favor- comente de forma arisca mientras les hacía entender que ellos estaban vivos solo porque la enana había solicitado mi ayuda en el momento justo -por mi ustedes simplemente pueden arder y desaparecer del digimundo, para lo que me importan!!- simplemente rechace todos sus regalos ya que no necesitaba de sus estupideces y me aleje del grupo -solo deben estarle agradecidos a la muchacha que arriesgo su vida por ustedes- luego de eso los ignore completamente.

-Ya estaba bueno que nos alejáramos de un sitio tan aburrido...- viendo como al aumentar la distancia del pueblo ellos comenzaban a reconstruirlo me causo cierta gracia el pensar en la probabilidad de que algún día lejano podría volver, pero para acabar con todos sus habitantes -bueno enana la ciudad tan solo está a lo mucho a un día y medio de distancia, por lo tanto no nos detendremos a menos que sea necesario- aunque había un último lugar que atravesar antes de llegar a nuestro destino solo era un sitio de llegar y avanzar.

Todo sería más rápido si usáramos a Behemoth, pero claro tal parece que a mi compañera temporal no le había parecido agradable el viajar sobre él.  -Recuerda enana que lo sucedido en aquella aldea no es gratis – le recordé cuando ya nos encontrábamos avanzando por una pradera desolada -por el momento no te pediré nada, pero llegado el momento iré a ti para reclamar lo que se me debe – aunque no pediría nada exagerado como exigirle amputarse una extremidad, pero no podía dejar que olvidara que no todo es fácil en este mundo y a veces había que hacer pactos con el diablo para lograr los objetivos.

-Además esta vez tuviste suerte porque me encontraba yo cerca, pero para la próxima no olvides que, aunque lo desees es imposible derrotar a un rival que por mucho te sobre pasa en fuerza- arriesgarse para salvar a otros no era malo siempre que se obtenga algo a cambio, pero… -si vas a usar tu vida para proteger a los demás cuando ni siquiera puedes cuidarte a ti misma solo te convertirás en una víctima más de la situación- sin darle una señal mi mano bajo sobre su cabeza dándole un pequeño golpe -no quiero que las próximas noticias que reciba sean de tu muerte por imprudencia ¿entendido?- pese a preocuparme por ella lo que más me importaba era el tener que cobrar el favor y para ello la necesitaba en perfectas condiciones.

-Mira!! más adelante se puede apreciar un rio- le señale luego de cuatro horas de caminata continua, por su condición y la anterior batalla debía encontrarse por lo menos un poco cansada, aunque ello no lo dijera. Podíamos simplemente descansar unos pocos minutos antes de retomar la marcha.