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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
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Buscando un camino (Priv. Ethrios)
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Re: Buscando un camino (Priv. Ethrios)
-Está bien tomate tu tiempo, entiendo que los humanos necesiten descansar luego de una situación tan complicada como esa...- realmente no entendía como se comportaban los humanos, ya que para mí seguían siendo unos seres desconocidos, cuyos sentimientos podían entorpecer en muchas ocasiones sus decisiones. Dejando de lado sus características, avanzamos hasta llegar al sitio, el cual parecía ser una especie de junglas cuyos arboles debían medir alrededor de cinco metros de altura más o menos y en ellos se podían ver unas especies de lianas colgando, sin duda imitaba una selva entre medio de un espacio desértico.
Amablemente decline su oferta -no gracias, me encuentro perfectamente bien en estos momentos – debido al tiempo que había pasado vagando solo por el digimundo me encontraba acostumbrado a vagar poro días con poca agua y comida hasta el punto de desfallecer, pero con respecto al cansancio era otra cosa. Acercándome a la orilla del rio procedí a sentarme apoyando mi espalda en el árbol cuya sombra fuera la más acogedora mientras esperaba que ella terminara de tomar agua y se refrescara.
Viendo como la enana se sentaba a unos pocos metros de mí y se sumía en sus pensamientos decidí interrumpirla para saber cuáles serían sus pensamientos en este momento. - ¡Ey enana! - la llame intentando captar su atención y una vez la obtuve continúe con mi charla -Y bien enana haz decidido que harás de ahora en adelante? – estaba claro que una vez que los humanos tenían, aunque sea un solo contacto con el digimundo sus vidas no volverían a ser normales por al menos un tiempo, estos lo quisieran o no terminarían volviendo una y otra vez por estos lares -está claro, que aunque salgas de aquí tarde o temprano te encontraras nuevamente en el digimundo y es esa ocasión tal vez con quien te encuentres sea un digimon malvado- era un poco gracioso tratar a otros de malignos cuando esa definición perfectamente se podía adaptar a mi -deberías intentar unirte a uno de los clanes que existen en este mundo- de aburrimiento rompí una pequeña rama que cayó de un árbol.
Pese a ser miembro de un clan y poder recomendarle unirse a este opte por callarlo, ya que pese al poco tiempo que la conocía se notaba no ser apta para entrar en tan extraño sitio. -Si como tú dices quieres ayudar a otros podrías unirte a los Rk o a los US- no me agradaba ninguno de ellos ya que a mi parecer los RK solo era una especie de fanáticos religiosos cuyos miembros ni siquiera serían capaces de respirar sin que su dios se los ordenara, por otra parte, los US era una tropa de voluntarios dispuestos a arriesgar sus vidas por otros sin obtener nada a cambio –“una banda de religiosos y un grupo de boyscout vaya elección más difícil tendrá la enana…”- obviamente por las razones correctas opte por no mencionar a los CE, los cuales eran un grupo cuyo único objetivo era hacer lo que desearan aunque esto fuera simplemente sembrar el caos y la destrucción donde fuese que pasaran.
Amablemente decline su oferta -no gracias, me encuentro perfectamente bien en estos momentos – debido al tiempo que había pasado vagando solo por el digimundo me encontraba acostumbrado a vagar poro días con poca agua y comida hasta el punto de desfallecer, pero con respecto al cansancio era otra cosa. Acercándome a la orilla del rio procedí a sentarme apoyando mi espalda en el árbol cuya sombra fuera la más acogedora mientras esperaba que ella terminara de tomar agua y se refrescara.
Viendo como la enana se sentaba a unos pocos metros de mí y se sumía en sus pensamientos decidí interrumpirla para saber cuáles serían sus pensamientos en este momento. - ¡Ey enana! - la llame intentando captar su atención y una vez la obtuve continúe con mi charla -Y bien enana haz decidido que harás de ahora en adelante? – estaba claro que una vez que los humanos tenían, aunque sea un solo contacto con el digimundo sus vidas no volverían a ser normales por al menos un tiempo, estos lo quisieran o no terminarían volviendo una y otra vez por estos lares -está claro, que aunque salgas de aquí tarde o temprano te encontraras nuevamente en el digimundo y es esa ocasión tal vez con quien te encuentres sea un digimon malvado- era un poco gracioso tratar a otros de malignos cuando esa definición perfectamente se podía adaptar a mi -deberías intentar unirte a uno de los clanes que existen en este mundo- de aburrimiento rompí una pequeña rama que cayó de un árbol.
Pese a ser miembro de un clan y poder recomendarle unirse a este opte por callarlo, ya que pese al poco tiempo que la conocía se notaba no ser apta para entrar en tan extraño sitio. -Si como tú dices quieres ayudar a otros podrías unirte a los Rk o a los US- no me agradaba ninguno de ellos ya que a mi parecer los RK solo era una especie de fanáticos religiosos cuyos miembros ni siquiera serían capaces de respirar sin que su dios se los ordenara, por otra parte, los US era una tropa de voluntarios dispuestos a arriesgar sus vidas por otros sin obtener nada a cambio –“una banda de religiosos y un grupo de boyscout vaya elección más difícil tendrá la enana…”- obviamente por las razones correctas opte por no mencionar a los CE, los cuales eran un grupo cuyo único objetivo era hacer lo que desearan aunque esto fuera simplemente sembrar el caos y la destrucción donde fuese que pasaran.
Ethrios
Re: Buscando un camino (Priv. Ethrios)
Mientras reposaba unos cuantos segundos sentada a la orilla del lago, pensaba en todo lo que había pasado desde el punto en el que me había encontrado por primera vez en el Digimundo. Cerré mis ojos por unos instantes mientras respiraba profundamente llenando mis pulmones con el fresco aire que corría gracias a la vegetación y naturaleza del lugar -Jamas pensé que en el Digimundo existieran lugares tan naturales como en el mundo humano- Dije en voz un poco baja y como pensamiento personal, ya que había estado rodeada únicamente de naturaleza por todos lados en mi viaje, era como si me encontrara yo misma con el entorno, una conexión especial...
Mientras mis pensamientos nadaban de un lado a otro en mi mente logre escuchar que Beel me llamaba, volteando mi cara para ver de que se trataba. Con una leve sonrisa escuche las palabras que el Digimon tenía para decirme, si bien era una cuestión que ni yo misma había pensado por un largo tiempo, puesto que en realidad no me había puesto a visualizarme en algún futuro -Si bien es una gran pregunta- Mencione mientras regresaba la mirada al cielo viendo como las nubes recorrían el cielo muy lentamente -No estoy segura de que es lo que quiero hacer de ahora en adelante, jamas pienso en que es lo que haré después, creo que solo dejo que las cosas pasen sea para bien o mal- Tome de mi bolsillo aquel Digivice que guardaba la primer estatuilla a la que se le llamaba Digispirt, el espíritu de un Digimon que se había guardado para fusionarse con su portador como medio...
Las palabras de Beel lograron tomar completamente mi atención luego de que hablara sobre los clanes que existían, puesto esta información era un poco desconocida -Nunca había escuchado de ellos- Por lo que el Digimon mencionaba se trataban de diferentes organizaciones que tenían un objetivo en el Digimundo. Sin comentar nada por unos cuantos segundos pensando muy bien las palabras anteriores solté un gran suspiro -No creo estar lista para pertenecer a una organización, después de todo no conozco a otros seres del Digimundo, creo que tu eres mi único amigo- Aunque la oferta proporcionada por el contrario sonaba un poco inquietante me quede con cierta duda, que quizá en algún momento resolvería por mi misma, ya que el interés por informaciones crecía lentamente muy a menudo en mi mente y ahora tenía idea de investigar los clanes que había mencionado Beel. Inmediatamente me gire para mirar a Beel completamente de frente mirándole a los ojos -No suelo toparme con gente buena, ni mucho menos ahora que estoy en el Digimundo, creo debo agradecerte por todo lo que haz echo por mi, sin ti creo que no seguiría hasta el punto de hoy, de verdad me haz ayudado mucho- Dije a modo de agradecimiento mientras dejaba salir una pequeña sonrisa...
Si ahora creo que era el momento de devolverle el pañuelo rojo que me había dado en un inicio -Creo que tengo algo que te pertenece por aquí- De mi bolsillo saque un pañuelo rojo que me había dado al inicio del viaje, cuando me había lastimado el brazo en aquella ocasión. Me levante de donde me encontraba sentada para después caminar hasta el lugar donde se encontraba el Digimon -Muchas gracias por todo- Extendí mi mano cargando el pañuelo, si bien en un principio no había querido devolverle ya que le había agarrado cierto aprecio al pedazo de tela...
Mientras mis pensamientos nadaban de un lado a otro en mi mente logre escuchar que Beel me llamaba, volteando mi cara para ver de que se trataba. Con una leve sonrisa escuche las palabras que el Digimon tenía para decirme, si bien era una cuestión que ni yo misma había pensado por un largo tiempo, puesto que en realidad no me había puesto a visualizarme en algún futuro -Si bien es una gran pregunta- Mencione mientras regresaba la mirada al cielo viendo como las nubes recorrían el cielo muy lentamente -No estoy segura de que es lo que quiero hacer de ahora en adelante, jamas pienso en que es lo que haré después, creo que solo dejo que las cosas pasen sea para bien o mal- Tome de mi bolsillo aquel Digivice que guardaba la primer estatuilla a la que se le llamaba Digispirt, el espíritu de un Digimon que se había guardado para fusionarse con su portador como medio...
Las palabras de Beel lograron tomar completamente mi atención luego de que hablara sobre los clanes que existían, puesto esta información era un poco desconocida -Nunca había escuchado de ellos- Por lo que el Digimon mencionaba se trataban de diferentes organizaciones que tenían un objetivo en el Digimundo. Sin comentar nada por unos cuantos segundos pensando muy bien las palabras anteriores solté un gran suspiro -No creo estar lista para pertenecer a una organización, después de todo no conozco a otros seres del Digimundo, creo que tu eres mi único amigo- Aunque la oferta proporcionada por el contrario sonaba un poco inquietante me quede con cierta duda, que quizá en algún momento resolvería por mi misma, ya que el interés por informaciones crecía lentamente muy a menudo en mi mente y ahora tenía idea de investigar los clanes que había mencionado Beel. Inmediatamente me gire para mirar a Beel completamente de frente mirándole a los ojos -No suelo toparme con gente buena, ni mucho menos ahora que estoy en el Digimundo, creo debo agradecerte por todo lo que haz echo por mi, sin ti creo que no seguiría hasta el punto de hoy, de verdad me haz ayudado mucho- Dije a modo de agradecimiento mientras dejaba salir una pequeña sonrisa...
Si ahora creo que era el momento de devolverle el pañuelo rojo que me había dado en un inicio -Creo que tengo algo que te pertenece por aquí- De mi bolsillo saque un pañuelo rojo que me había dado al inicio del viaje, cuando me había lastimado el brazo en aquella ocasión. Me levante de donde me encontraba sentada para después caminar hasta el lugar donde se encontraba el Digimon -Muchas gracias por todo- Extendí mi mano cargando el pañuelo, si bien en un principio no había querido devolverle ya que le había agarrado cierto aprecio al pedazo de tela...
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :0Cuentas :
Haruhi DaudojiFicha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Human SpiritIcono :Rango y Unidad :Iggy
Rango: Teniente
División: Eden Army
Unidad/Sub-division: Holy Wings of LawRango y Unidad Digi Aliado :Rose
Rango: Cabo
División: Eden Army
Unidad/Sub-division: Holy Wings of LawInventario :
Iggy
Re: Buscando un camino (Priv. Ethrios)
-Jajajaja- Sin duda la enana podía ser un poco incrédula y con tendencias de ayuda hacia los necesitados, pero sin duda era alguien realmente graciosa –“amigo”- habiendo sido llamado de muchas formas en el pasado ser llamado amigo era un evento que solo había ocurrido de tal forma que era posible contar las veces con una mano y sobrarían dedos para contar. - “debe ser realmente triste que el primer amigo que hace esta muchacha sea yo”- aguantando las ganas de apretar mi estómago y reir a carcajadas sobre sus palabras intente mantener una postura seria. –“No, no, no esto es realmente imposible”- intentar mantener la compostura era más difícil que luchar contra un millar de digimons con un poder superior al mío.
- “tranquilo, intenta no decir nada para arruinar el momento”- mientras ella decía algunas palabras sobre que yo era ‘gente buena’, en ese momento me debatía si contarle o no la triste verdad. De entre todos yo era uno de los más calificados para ser llamado un ser maligno o villano como suelen decir los humanos. Dentro de mi largo historial de vida podría estar contando durante todo el día la cantidad de fechorías realizas: robos, destrucción, caos y asesinatos, aunque claro este último era lo menos malvado según pienso yo debido a que los digimon no podemos morir realmente y tan solo volvemos a nuestra forma de tama un aburrido ciclo de destrucción y renacimiento, digo aburrido para mis enemigos por supuesto. Pese a pensar no ser apto para aceptar su agradecimiento opte por callar y dejar que ella hablara, sin duda y según mi punto de vista yo no había hecho nada para ser recompensado por tales palabras, mis actos tan solo habían sido un servicio a cambio de una retribución, es decir tan solo un negocio.
Viendo como la enana se acercaba a mí y sacando aquel pañuelo rojo el cual sinceramente había olvidado que ella tenía intentó devolverlo. Me levante y haciendo ademan de tomarlo extendí mi mano sobre la suya y cuidando no fracturársela por mi fuerza - “¡cielos! a veces es un fastidio interactuar con humanos en esta forma”- cerré su mano. -Quédatelo, piensa que es algo así como un suvenir o más bien un recordatorio de tu deuda para conmigo- ciertamente podría haberle dicho toma y quédatelo es un regalo para ti, pero no aquellos diálogos aburridos y trillados no van conmigo, además no debe olvidar que me deberá algo para el futuro.
Luego de aquella escena que algunos llamarían conmovedoras sacudí mis ropas del polvo arrastrado por el viento y desde uno de los bolsillos de mi chaqueta saque una pequeña botella de metal que los humanos conocían como cantimplora. -¡¡Ey atrápala!!- suavemente se la lance a sus manos para que pudiera atraparla fácilmente -Supongo que hubiera sido buena idea dártela antes, aunque obviamente está vacía- la razones para no haber entregado aquel objeto eran dos: primero no era mi obligación ayudarla más allá de lo necesario y segundo simplemente no me apetecía en aquel entonces.
-Creo que estamos casi listos para partir – declare al mismo tiempo que llenara la cantimplora con agua -desde este momento no nos detendremos hasta llegar a nuestro objetivo por eso siempre que tengas sed procura beber de aquello- el motivo de que el viaje fuera tan lento era el miedo sobre Behemoth que poseía la enana, pero claro a veces era bueno caminar unos cuantos kilómetros diarios. Espere que ella rellenara la cantimplora y luego de que su tarea hubo acabado continúe avanzando guiándola a nuestro quizás último destino… una ciudad atestada de idiotas.
- “tranquilo, intenta no decir nada para arruinar el momento”- mientras ella decía algunas palabras sobre que yo era ‘gente buena’, en ese momento me debatía si contarle o no la triste verdad. De entre todos yo era uno de los más calificados para ser llamado un ser maligno o villano como suelen decir los humanos. Dentro de mi largo historial de vida podría estar contando durante todo el día la cantidad de fechorías realizas: robos, destrucción, caos y asesinatos, aunque claro este último era lo menos malvado según pienso yo debido a que los digimon no podemos morir realmente y tan solo volvemos a nuestra forma de tama un aburrido ciclo de destrucción y renacimiento, digo aburrido para mis enemigos por supuesto. Pese a pensar no ser apto para aceptar su agradecimiento opte por callar y dejar que ella hablara, sin duda y según mi punto de vista yo no había hecho nada para ser recompensado por tales palabras, mis actos tan solo habían sido un servicio a cambio de una retribución, es decir tan solo un negocio.
Viendo como la enana se acercaba a mí y sacando aquel pañuelo rojo el cual sinceramente había olvidado que ella tenía intentó devolverlo. Me levante y haciendo ademan de tomarlo extendí mi mano sobre la suya y cuidando no fracturársela por mi fuerza - “¡cielos! a veces es un fastidio interactuar con humanos en esta forma”- cerré su mano. -Quédatelo, piensa que es algo así como un suvenir o más bien un recordatorio de tu deuda para conmigo- ciertamente podría haberle dicho toma y quédatelo es un regalo para ti, pero no aquellos diálogos aburridos y trillados no van conmigo, además no debe olvidar que me deberá algo para el futuro.
Luego de aquella escena que algunos llamarían conmovedoras sacudí mis ropas del polvo arrastrado por el viento y desde uno de los bolsillos de mi chaqueta saque una pequeña botella de metal que los humanos conocían como cantimplora. -¡¡Ey atrápala!!- suavemente se la lance a sus manos para que pudiera atraparla fácilmente -Supongo que hubiera sido buena idea dártela antes, aunque obviamente está vacía- la razones para no haber entregado aquel objeto eran dos: primero no era mi obligación ayudarla más allá de lo necesario y segundo simplemente no me apetecía en aquel entonces.
-Creo que estamos casi listos para partir – declare al mismo tiempo que llenara la cantimplora con agua -desde este momento no nos detendremos hasta llegar a nuestro objetivo por eso siempre que tengas sed procura beber de aquello- el motivo de que el viaje fuera tan lento era el miedo sobre Behemoth que poseía la enana, pero claro a veces era bueno caminar unos cuantos kilómetros diarios. Espere que ella rellenara la cantimplora y luego de que su tarea hubo acabado continúe avanzando guiándola a nuestro quizás último destino… una ciudad atestada de idiotas.
Ethrios
Re: Buscando un camino (Priv. Ethrios)
La refrescante brisa que corría en ese lugar, esa extraña jungla en medio de la nada era gracias a toda la flora del sitio, debido a esto se podía sentir humedad en todo los alrededores. Sin haberlo notado antes desde el momento en que llegamos al lugar, habían muchos árboles, arbustos y palmeras que brindaban extraños frutos que nunca antes había visto, si bien era muy claro que en el Digimundo también existían ciertos frutos tan similares a los del mundo humano.
Ciertamente las palabras del Digimon llegaban a ser un poco bruscas, pero en el fondo sabía que no era del todo desalmado, simplemente le daba igual lo que ocurría a su alrededor, o eso me daba a entender con sus palabras. De buena intención y con gratitud guarde el pañuelo rojo en mi bolsillo, el cual estaba ahí desde que inicie mi viaje en el Digimundo. Sabía que Beel no iba a aceptar el echo de llamarlo amigo así que simplemente lo figuré como un compañero de viaje.
Sin mas por el momento, antes de partir me dispuse a tomar una pequeña cantidad de esos extraños frutos que parecían ser comestibles, sería una buena idea para el camino. No precisamente el Digimon tendría que comer de estos, mas sin embargo, yo siendo una simple humana carecía de resistencia como el Digimon, en un punto del viaje, tendría que alimentar a mi cuerpo ya que mis reservas de energía eran claramente una debilidad que debía llevar conmigo, quizá no perderíamos mucho tiempo, pero era bueno el tener diferentes opciones para no parar demasiado.
Devolviendo la mirada al Digimon pude ver como este lanzaba algo a mis manos -Gracias Beel- Dije en un tono serio para terminar guardando la cantimplora en mi mochila después de llenarla con el agua del pequeño arrollo que corría a un costado de nosotros -Tienes razón, debemos seguir, esta vez tratare de no retrasarnos- Sabía que desde un principio el objetivo de Beel no se estaba cumpliendo con rapidez debido a mi compañía. Quizá y cargar con una humana como compañera no era del todo bueno ya que necesitaba descansar de vez en cuando. En esta ocasión planeaba utilizar mis fuerzas para resistir lo mas que pudiera al punto de no retrasar el viaje y hacer que llegáramos a buen momento a nuestro siguiente destino.
Mientras caminábamos a nuestro rumbo un gran silencio comenzó a correr entre el Digimon y yo, no sabía ahora de que tema conversar puesto que tras pensar mucho en los acontecimientos que habían ocurrido, me causaba cierta intriga el hecho que siguiera conmigo si bien el puede irse en cualquier momento a continuar con lo que sea que estuviera haciendo antes de encontrarse conmigo -Puedo preguntarte algo?- Dije mirando al frente, sin alguna expresión, simplemente mi rostro se tornaba serio como de costumbre -Que es lo que te hace acompañarme, no estoy segura, creo que en este punto del viaje podrías recuperar tiempo y devolverte a hacer lo que tenías que hacer desde un principio, creo que he recibido mucha ayuda de ti, si soy una carga puedes dejarme, estaré bien- Ciertamente la duda comenzaba a divagar en mi mente, puesto que por las palabras del Digimon me ponía a pensar que no era del todo correcto que estuviera conmigo. Quizá y lo único que lo ataba a mi en este momento era una responsabilidad que no tenía por que tener...
Ciertamente las palabras del Digimon llegaban a ser un poco bruscas, pero en el fondo sabía que no era del todo desalmado, simplemente le daba igual lo que ocurría a su alrededor, o eso me daba a entender con sus palabras. De buena intención y con gratitud guarde el pañuelo rojo en mi bolsillo, el cual estaba ahí desde que inicie mi viaje en el Digimundo. Sabía que Beel no iba a aceptar el echo de llamarlo amigo así que simplemente lo figuré como un compañero de viaje.
Sin mas por el momento, antes de partir me dispuse a tomar una pequeña cantidad de esos extraños frutos que parecían ser comestibles, sería una buena idea para el camino. No precisamente el Digimon tendría que comer de estos, mas sin embargo, yo siendo una simple humana carecía de resistencia como el Digimon, en un punto del viaje, tendría que alimentar a mi cuerpo ya que mis reservas de energía eran claramente una debilidad que debía llevar conmigo, quizá no perderíamos mucho tiempo, pero era bueno el tener diferentes opciones para no parar demasiado.
Devolviendo la mirada al Digimon pude ver como este lanzaba algo a mis manos -Gracias Beel- Dije en un tono serio para terminar guardando la cantimplora en mi mochila después de llenarla con el agua del pequeño arrollo que corría a un costado de nosotros -Tienes razón, debemos seguir, esta vez tratare de no retrasarnos- Sabía que desde un principio el objetivo de Beel no se estaba cumpliendo con rapidez debido a mi compañía. Quizá y cargar con una humana como compañera no era del todo bueno ya que necesitaba descansar de vez en cuando. En esta ocasión planeaba utilizar mis fuerzas para resistir lo mas que pudiera al punto de no retrasar el viaje y hacer que llegáramos a buen momento a nuestro siguiente destino.
Mientras caminábamos a nuestro rumbo un gran silencio comenzó a correr entre el Digimon y yo, no sabía ahora de que tema conversar puesto que tras pensar mucho en los acontecimientos que habían ocurrido, me causaba cierta intriga el hecho que siguiera conmigo si bien el puede irse en cualquier momento a continuar con lo que sea que estuviera haciendo antes de encontrarse conmigo -Puedo preguntarte algo?- Dije mirando al frente, sin alguna expresión, simplemente mi rostro se tornaba serio como de costumbre -Que es lo que te hace acompañarme, no estoy segura, creo que en este punto del viaje podrías recuperar tiempo y devolverte a hacer lo que tenías que hacer desde un principio, creo que he recibido mucha ayuda de ti, si soy una carga puedes dejarme, estaré bien- Ciertamente la duda comenzaba a divagar en mi mente, puesto que por las palabras del Digimon me ponía a pensar que no era del todo correcto que estuviera conmigo. Quizá y lo único que lo ataba a mi en este momento era una responsabilidad que no tenía por que tener...
- Tamer
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Rango: Teniente
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Unidad/Sub-division: Holy Wings of LawRango y Unidad Digi Aliado :Rose
Rango: Cabo
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Iggy
Re: Buscando un camino (Priv. Ethrios)
Estaba comenzando a pensar que la enana solía mal interpretar las cosas de forma muy abrupta, en ningún momento me pareció que nos retrasara y tampoco era como si tuviera prisa por proseguir mi marcha simplemente por ahora me encontraba vagando por el digimundo viajando de aquí para allá sin motivo aparente tan solo yendo donde me llevara el viento. Obviamente no iba a explicarle la razón de mi viaje, ya que esto no me apetecía ni tampoco era algo que ella debía saber.
-¿¡eh!? ¿Cómo que si puedes hacerme una pregunta? Este es un mundo libre ya claro que esta en mi responderla o no- estuve a punto de darle un suave golpecito en su frente con una de mis garras pero claro ella era una humana y yo un digimon de nivel mega por lo que no me apetecía averiguar que sucedería en caso de no regular mi fuerza. –Mmm… a ver… veamos…- ¿cuál era el motivo de porque la ayude? Adoptando una pose pensativa con una de mis manos acariciando mi barbilla respondí a su duda. –Capricho, simplemente eso, realmente no existe un motivo especial por el cual te he ayudado ni tampoco porque aun lo sigo haciendo, fácilmente podría abandonarte a tu suerte aquí casi al medio de la nada solo siendo acompañada de tu suerte y escasos conocimiento sobre el digimundo- aquello sería algo gracioso de ver, una pequeña e inexperta muchacha sola en un sitio tan peligroso rodeada de criaturas desconocías –es más quizás si la circunstancia fuera diferente yo podría estarte atacando en este mismo momento – abrí mi mano enseñando mis garras expresando mi punto –pero claro atacarte no me da ningún beneficio, en cambio el ayudarte ha hecho que estés en deuda conmigo…- hice una pequeña pausa en mis palabras sin detener mis pasos –ahora que lo pienso se podría decir que simplemente te ayude porque es lo más rentable- puede que sonara cruel pero era toda la verdad.
-Creo, que el momento de platica ya ha terminado, ahora es mejor seguir avanzando hasta el pueblo- No deseaba ser interrogaba por mase tiempo sobre mis razones o decisiones en lo que llevaba del viaje junto a la enana por lo tanto lo mejor era seguir nuestro camino.
El último tramo entre nuestro punto actual y donde nos dirigíamos resulto ser el más tranquilo hasta el momento, no se divisaban enemigos, el clima era agradable y por sobre todo marchamos a un óptimo ritmo lo cual nos permitió luego de unos cuantos kilómetros llegar al pueblo donde nuestros caminos deberían separarse.
-Bien ya hemos llegad ¡Bienvenida a otro aburrido pueblo del digimundo!- habiendo recorrido un bosque, lo que parecía ser una jungla, un desierto, una fusión entre unas montañas con acantilado y una pradera; ahora nos encontrábamos en un rural pueblo marítimo. La aldea constaba de casa de piedras talladas con sencillas decoraciones de acuerdo al gusto de los habitantes, estas edificaciones estaban construidas de tal forma que desde las más cercanas hasta las lejanas iban aumentando el número de pisos que estas poseían; los edificios importantes tenían grandes letreros luminosos indicando cual era la función cumplida por esto; si uno seguía la línea de visión hacia abajo se podía apreciar una amplia playa de arenas doradas en las cuales la espuma creada a partir del oleaje descansaba sintiendo los alegres y cálidos rayos del sol.
Tome la mano de iggy y la guie para indicarle el lugar donde nos separaríamos – ¡mira enana! Allí está la estación de trailmon, si no me equivoco en unas tres horas más saldrá el trailmon rumbo a la gran estación donde podrás regresar a tu mundo o ir a cualquier parte que desees. Ya eso es tu decisión- lo que hiciera ella luego de yo cumplir mi deber quedaba solo en su criterio y no podía ser elegido por mí, la enana desde ahora en adelante debía ser capaz de decidir su destino en el digimundo –mientras que esperamos y como servicio especial te llevare a cualquier parte de este pueblo- no sé porque dije lo último aunque claro si yo me lo cuestionaba lo más probable es que me encogiera de hombros y me ignorara.
-¿¡eh!? ¿Cómo que si puedes hacerme una pregunta? Este es un mundo libre ya claro que esta en mi responderla o no- estuve a punto de darle un suave golpecito en su frente con una de mis garras pero claro ella era una humana y yo un digimon de nivel mega por lo que no me apetecía averiguar que sucedería en caso de no regular mi fuerza. –Mmm… a ver… veamos…- ¿cuál era el motivo de porque la ayude? Adoptando una pose pensativa con una de mis manos acariciando mi barbilla respondí a su duda. –Capricho, simplemente eso, realmente no existe un motivo especial por el cual te he ayudado ni tampoco porque aun lo sigo haciendo, fácilmente podría abandonarte a tu suerte aquí casi al medio de la nada solo siendo acompañada de tu suerte y escasos conocimiento sobre el digimundo- aquello sería algo gracioso de ver, una pequeña e inexperta muchacha sola en un sitio tan peligroso rodeada de criaturas desconocías –es más quizás si la circunstancia fuera diferente yo podría estarte atacando en este mismo momento – abrí mi mano enseñando mis garras expresando mi punto –pero claro atacarte no me da ningún beneficio, en cambio el ayudarte ha hecho que estés en deuda conmigo…- hice una pequeña pausa en mis palabras sin detener mis pasos –ahora que lo pienso se podría decir que simplemente te ayude porque es lo más rentable- puede que sonara cruel pero era toda la verdad.
-Creo, que el momento de platica ya ha terminado, ahora es mejor seguir avanzando hasta el pueblo- No deseaba ser interrogaba por mase tiempo sobre mis razones o decisiones en lo que llevaba del viaje junto a la enana por lo tanto lo mejor era seguir nuestro camino.
El último tramo entre nuestro punto actual y donde nos dirigíamos resulto ser el más tranquilo hasta el momento, no se divisaban enemigos, el clima era agradable y por sobre todo marchamos a un óptimo ritmo lo cual nos permitió luego de unos cuantos kilómetros llegar al pueblo donde nuestros caminos deberían separarse.
-Bien ya hemos llegad ¡Bienvenida a otro aburrido pueblo del digimundo!- habiendo recorrido un bosque, lo que parecía ser una jungla, un desierto, una fusión entre unas montañas con acantilado y una pradera; ahora nos encontrábamos en un rural pueblo marítimo. La aldea constaba de casa de piedras talladas con sencillas decoraciones de acuerdo al gusto de los habitantes, estas edificaciones estaban construidas de tal forma que desde las más cercanas hasta las lejanas iban aumentando el número de pisos que estas poseían; los edificios importantes tenían grandes letreros luminosos indicando cual era la función cumplida por esto; si uno seguía la línea de visión hacia abajo se podía apreciar una amplia playa de arenas doradas en las cuales la espuma creada a partir del oleaje descansaba sintiendo los alegres y cálidos rayos del sol.
Tome la mano de iggy y la guie para indicarle el lugar donde nos separaríamos – ¡mira enana! Allí está la estación de trailmon, si no me equivoco en unas tres horas más saldrá el trailmon rumbo a la gran estación donde podrás regresar a tu mundo o ir a cualquier parte que desees. Ya eso es tu decisión- lo que hiciera ella luego de yo cumplir mi deber quedaba solo en su criterio y no podía ser elegido por mí, la enana desde ahora en adelante debía ser capaz de decidir su destino en el digimundo –mientras que esperamos y como servicio especial te llevare a cualquier parte de este pueblo- no sé porque dije lo último aunque claro si yo me lo cuestionaba lo más probable es que me encogiera de hombros y me ignorara.
Ethrios
Re: Buscando un camino (Priv. Ethrios)
Simplemente lo que restaba del viaje me quede callada escuchando las palabras del Digimon que me acompañaba. Ciertamente hasta este punto de mi vida, podía entender un poco mas de las cosas, de que se trataba el Digimundo y que función hacia mi estancia aquí, debido a esto decidí internamente explorar un poco mas el Digimundo investigando quizá lo que había mencionado Beel en aquel momento, el hablar con los diferentes clanes que existían en este mundo iban a aclarar mis ideas y que mas, brindar mi apoyo a este lugar era en cierto punto algo que realmente quería hacer, después de todo había estado agarrándole un poco de cariño...
Mientras caminábamos por aquel desierto, lo que parecía un poco extraño luego de salir de lo que parecía ser una pequeña jungla, pude observar que en el Digimundo estaba dividido en ciertas zonas de diferentes formas como en el mundo humano, tratándose de la Sabana, la Jungla, el Desierto, la Playa y todos esos innumerables mundos también existían aquí en el mundo digital, creado por quien sabe quien. Si bien me preguntaba a mi misma el origen de este lugar, es decir, quien fue el fundador del Digimundo, quien regía detrás de todo esto, alguien debería estar a cargo después de todo. Relacionaba un poco a modo de lideres o presidentes... En algún punto de los viajes me gustaría llegar a conocer a quien se encargaba de controlar todo el Digimundo...
Mientras vagaba en mis pensamientos, buscaba otras expectativas que investigar, pude ver a lo lejos como nos íbamos acercando a lo que parecía nuestro siguiente destino. Si bien, la suerte me había acompañado desde un principio tras encontrarme con Beel, ya que conocía los lugares cercanos y los alrededores. Tras terminar de caminar unos cuantos kilómetros mas en linea recta llegamos a lo que parecían ser grandes edificios, el lugar se tornaba muy mecanizado, por lo que los Digimons de ahí también se veían algo peculiares, encajando con su entorno -Un lugar muy curioso- Dije mientras veía con detenimiento a mi alrededor.
Todo se veía muy interesante, toda la infraestructura del lugar se encontraba detallada con mucha maquinaria, elementos de metal y cables por doquier. Por siguiente escuche las palabras de Beel para voltearle a ver mientras este hablaba... Sus palabras acompañadas de gestos causaban cierto interés en mi, puesto que había mas mundos que descubrir y nuevas zonas por las cuales viajar, pero esta vez quizá y debería ir por mi parte -Así que esos Digimon en forma de tren pueden llevarme a mi casa?- Pregunté un tanto durante para ver un gran reloj en el centro de la sala el cual marcaba las cuatro de la tarde en punto y por las palabras del Digimon el próximo saldría a las cuatro y treinta -Creo que podemos dar un ultimo paseo- Tome la mano de Beel para moverlo hacía donde comenzaba a caminar mirando los edificios -Me gustaría saber que clase de Digimon habitan en esta parte del Digimundo, tu debes conocer un poco de aquí, cierto?- Cuestione sin soltarle de la garra mientras continuaba dando pequeños pasos por los alrededores.
Un gran edificio con muchas luces se encontraba adelante, mientras algo dentro de este llamaba un poco la atención en mi. Unas grandes pantallas como televisores se encontraban encendidas pero no se podía ver ningún canal simplemente estática. Solté de la mano al Digimon para acercarme un poco mas al aparador el cual reaccionaba con mi Digivice dejando ver unas imágenes del mundo humano, para ser exacta mostraban mi casa, la mansión en donde vivian mis padres y en otra pantalla la casa donde vivía mi abuela -Deben estar preocupados, ha pasado un tiempo desde la ultima vez que los vi- Solté un gran suspiro y tome en mis manos mi Digivice.
Mientras caminábamos por aquel desierto, lo que parecía un poco extraño luego de salir de lo que parecía ser una pequeña jungla, pude observar que en el Digimundo estaba dividido en ciertas zonas de diferentes formas como en el mundo humano, tratándose de la Sabana, la Jungla, el Desierto, la Playa y todos esos innumerables mundos también existían aquí en el mundo digital, creado por quien sabe quien. Si bien me preguntaba a mi misma el origen de este lugar, es decir, quien fue el fundador del Digimundo, quien regía detrás de todo esto, alguien debería estar a cargo después de todo. Relacionaba un poco a modo de lideres o presidentes... En algún punto de los viajes me gustaría llegar a conocer a quien se encargaba de controlar todo el Digimundo...
Mientras vagaba en mis pensamientos, buscaba otras expectativas que investigar, pude ver a lo lejos como nos íbamos acercando a lo que parecía nuestro siguiente destino. Si bien, la suerte me había acompañado desde un principio tras encontrarme con Beel, ya que conocía los lugares cercanos y los alrededores. Tras terminar de caminar unos cuantos kilómetros mas en linea recta llegamos a lo que parecían ser grandes edificios, el lugar se tornaba muy mecanizado, por lo que los Digimons de ahí también se veían algo peculiares, encajando con su entorno -Un lugar muy curioso- Dije mientras veía con detenimiento a mi alrededor.
Todo se veía muy interesante, toda la infraestructura del lugar se encontraba detallada con mucha maquinaria, elementos de metal y cables por doquier. Por siguiente escuche las palabras de Beel para voltearle a ver mientras este hablaba... Sus palabras acompañadas de gestos causaban cierto interés en mi, puesto que había mas mundos que descubrir y nuevas zonas por las cuales viajar, pero esta vez quizá y debería ir por mi parte -Así que esos Digimon en forma de tren pueden llevarme a mi casa?- Pregunté un tanto durante para ver un gran reloj en el centro de la sala el cual marcaba las cuatro de la tarde en punto y por las palabras del Digimon el próximo saldría a las cuatro y treinta -Creo que podemos dar un ultimo paseo- Tome la mano de Beel para moverlo hacía donde comenzaba a caminar mirando los edificios -Me gustaría saber que clase de Digimon habitan en esta parte del Digimundo, tu debes conocer un poco de aquí, cierto?- Cuestione sin soltarle de la garra mientras continuaba dando pequeños pasos por los alrededores.
Un gran edificio con muchas luces se encontraba adelante, mientras algo dentro de este llamaba un poco la atención en mi. Unas grandes pantallas como televisores se encontraban encendidas pero no se podía ver ningún canal simplemente estática. Solté de la mano al Digimon para acercarme un poco mas al aparador el cual reaccionaba con mi Digivice dejando ver unas imágenes del mundo humano, para ser exacta mostraban mi casa, la mansión en donde vivian mis padres y en otra pantalla la casa donde vivía mi abuela -Deben estar preocupados, ha pasado un tiempo desde la ultima vez que los vi- Solté un gran suspiro y tome en mis manos mi Digivice.
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :0Cuentas :
Haruhi DaudojiFicha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Human SpiritIcono :Rango y Unidad :Iggy
Rango: Teniente
División: Eden Army
Unidad/Sub-division: Holy Wings of LawRango y Unidad Digi Aliado :Rose
Rango: Cabo
División: Eden Army
Unidad/Sub-division: Holy Wings of LawInventario :
Iggy
Re: Buscando un camino (Priv. Ethrios)
-Bueno sobre realmente llevarte a tu casa no tengo idea alguna, para ser precisos al no conocer dónde vives me es imposible afirmarlo al cien por ciento, pero claro ya que los otros tamer los usan casi a diario está más que claro que a ellos les resulta- obviamente si tuviera el poder de la adivinación todo resultaría más fácil, pero claro no lo poseía así como tampoco sabía muchas cosas sobre la enana, simplemente le tendí mi mano cuando ella la necesito.
-Un paseo entonces…- no me haría mal acompañar un rato a la enana recorriendo las calles de aquel pueblo – ¿conocerlos yo? Ja! Para mi todos los que habitan el digimundo o son clientes o son molestias con las que hay que tratar…- ciertamente por ser un pueblo casi turístico solían tener una gran afluencia de digimon de diferentes especies, pero claro la mayoría de los habitantes eran los que cuya habilidad natural les permitía aprovechar el mar y lo que este pudiera ofrecerles. A mi parecer este pueblo solo era un conjunto de edificios un tanto raros donde la mayoría se juntaba a establecer ciertas relaciones de diferentes tipos –Bueno…creo que por aquí puedes encontrar otamamon, gekomon, alguno que otro dolphmon y otros parecidos- mi primera respuesta fue lo suficientemente vaga como para hacerme recapacitar volviendo a dar una un poco más acertada de lo normal.
De pronto y como si de un insecto atraído por la luz se tratase, la enana soltó mi garra y se dirigió hacia el aparador del gran edificio frente a nosotros. Mirando aquellas pantallas que solo mostraban estática algo pareció captar su atención –¿Qué ocurre?- pregunte colocando mi mano en su hombro, ya que, pese a escuchar sus palabras decidí ignorarlas porque esto parecía ser más un comentario para ella misma que uno dirigido hacia mí –¿te encuentras bien? si te parece lo mejor será que volvamos aunque falta un poco quizás podamos convencer a un trailmon que te lleve a la terminan, ya ahí podrás volver al mundo humano y también a tu hogar- siempre podría obligarlos a llevarla si me subía junto a ella o te ultima forma acercarla a algún portal donde pudiera ella entrar, pero claro con lo último seria catalogada como un peligro por parte de los seudo guardias del digimundo.
-Un paseo entonces…- no me haría mal acompañar un rato a la enana recorriendo las calles de aquel pueblo – ¿conocerlos yo? Ja! Para mi todos los que habitan el digimundo o son clientes o son molestias con las que hay que tratar…- ciertamente por ser un pueblo casi turístico solían tener una gran afluencia de digimon de diferentes especies, pero claro la mayoría de los habitantes eran los que cuya habilidad natural les permitía aprovechar el mar y lo que este pudiera ofrecerles. A mi parecer este pueblo solo era un conjunto de edificios un tanto raros donde la mayoría se juntaba a establecer ciertas relaciones de diferentes tipos –Bueno…creo que por aquí puedes encontrar otamamon, gekomon, alguno que otro dolphmon y otros parecidos- mi primera respuesta fue lo suficientemente vaga como para hacerme recapacitar volviendo a dar una un poco más acertada de lo normal.
De pronto y como si de un insecto atraído por la luz se tratase, la enana soltó mi garra y se dirigió hacia el aparador del gran edificio frente a nosotros. Mirando aquellas pantallas que solo mostraban estática algo pareció captar su atención –¿Qué ocurre?- pregunte colocando mi mano en su hombro, ya que, pese a escuchar sus palabras decidí ignorarlas porque esto parecía ser más un comentario para ella misma que uno dirigido hacia mí –¿te encuentras bien? si te parece lo mejor será que volvamos aunque falta un poco quizás podamos convencer a un trailmon que te lleve a la terminan, ya ahí podrás volver al mundo humano y también a tu hogar- siempre podría obligarlos a llevarla si me subía junto a ella o te ultima forma acercarla a algún portal donde pudiera ella entrar, pero claro con lo último seria catalogada como un peligro por parte de los seudo guardias del digimundo.
Ethrios
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