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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
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Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
~[Narrador]~
Las calles finalmente se llenaron de gente; la orquesta finalmente había comenzado a tocar para darle la ambientación al lugar y la guardia estaba preparada para evitar cualquier clase de problema. Oficialmente la fiesta podía considerarse como iniciada, o quizás no… aun faltaba algo realmente importante, al menos para el propio Slayerdramon que se encontraba a cargo de la fiesta. Según se había visto, uno de los miembros de los Royal Knights había llegado en pleno vuelo, y no se trataba de nadie más que el propio UlforceVeedramon junto con su compañera humana; y ya que los Royal Knights actuales deberían de dedicarle unas palabras a los antiguos, ¿Qué mejor que comenzar con uno que realmente es de los originales?, el propio Blue Flash dedicándole unas palabras a sus hermanos desaparecidos… nada podría ser mas poético que eso, además de poder comenzar mejor una fiesta de ese tamaño. Con esa idea en mente, Slayerdramon envió a un Grademon para que reuniera a todos los Royal Knights que pudiera; ya que si el propio UlforceVeedramon había aparecido, había una minúscula posibilidad de que otro Royal Knights también asistiera a la fiesta, y lo mejor sería cederles la palabra antes de que todo se considerara como iniciado.
Grademon acato la orden y se aparto de Slayerdramon, comenzando a caminar entre todos los visitantes, buscando con la mirada al gigantesco dragón de armadura azul; pero antes de que pudiera encontrarlo, el guerrero de armadura dorada piso una especie de charco de baba en el suelo, resbalando y cayendo al suelo de forma inminente. Tan pronto como Grademon cayo, vio a una humana de apariencia joven perseguir a un Nunemon con un listón rosado pegado en el cuerpo… o eso creyó ver. La verdad es que el guerrero estaba usando lentes para poder ver correctamente, y al resbalarse estos se cayeron de su rostro, y para empeorarlo; cuando se levanto, sintió un crujido de cristal, lo que obviamente le indico que el mismo acababa de romper sus lentes. Grademon ahora tenía un problema serio… debía de encontrar al caballero dragón o si no su jefe lo mataría… pero afortunadamente un humano con lo que parecía ser la máscara de un dragón de metal le ayudo a caminar entre la gente; guiándolo hacia el Royal Knight. Ese humano fue la salvación de Grademon, aunque no pudo agradecerle ya que cuando Grademon llego a su objetivo, el enmascarado se fue por otro camino, alejándose y perdiéndose entre la multitud rápidamente; pero fuese como fuese, Grademon ya estaba allí, y con o sin lentes, sería imposible no identificar a esa gran mancha azulada de aproximadamente… ¿Cuánto? ¿5 metros?... medir la altura de las cosas es complicado para quienes tienen problemas de vista.
Señor UlforceVeedramon… -Grademon entrecerró los ojos para asegurarse de que le hablaba a la persona correcta, y efectivamente lo era… para su suerte- le quisiera pedir que vaya al escenario principal con el Rey Slayerdramon para que pueda dedicarle unas palabras a sus compañeros… si no es mucha molestia claro –El guerrero bajo la mirada para ver difícilmente a una humana de cabello rubio, la compañera del caballero santo- usted señorita también puede acompañarlo y dedicar unas palabras… todos los miembros de los Royal Knights deben de ir para poder hacerlo y mostrar respeto a los, sin ofender claro, antiguos caballeros reales…
Una vez dicho eso, Grademon se alejo lentamente, moviendo un poco las manos para poder ver por dónde iba; pobre digimon, pisar sus propios lentes realmente es tener mala suerte… pero nada podría ser peor que ser confundido con un caballero real… pero… espera… ¿eso ocurrió?... bueno, sea como sea; la música comenzó a sonar, ya era momento de que todo iniciara, después de todo; la fiesta no podía posponerse más tiempo. Las mesas de comida fueron abiertas y cualquiera podía ir y servirse todo lo que quisiera comer, desde cocteles de carne hasta ensaladas diversas; copas de vino, agua saborisada para los jóvenes que no disfrutaran del alcohol e inclusive algunos artistas callejeros aprovecharon la ocasión para entretener al público que no quisiera bailar y se alejara a las calles más tranquilas, donde lo único que se esperaba hacer por allí seria comer y ver espectáculos varios.
~[Plasma]~
Tan pronto como comencé a caminar por el lugar, la música empezo a sonar… eran piezas ligeramente animadas para poder inspirar a los que no quisieran bailar o quienes tuvieran nervios a sacar a sus parejas a la pista y poder relajarse un poco… la verdad es que seguía sorprendido por cómo era todo… parecía realmente sacado de una de esas historias que leí antes de decidir quedarme; aunque algo me llamo la atención, y ese algo fue un digimon que aterrizo por la zona donde me encontraba. Según el libro que había leído, se trataba de UlforceVeedramon… el Royal Knight más veloz en tácticas aéreas de todos… ¿sería el acompañante de algún otro humano?... posiblemente… bueno, no es de mi importancia… yo solo estoy para aprender más de esta ciudad, de los Royal Knights y para quitarme esta sensación de ser perseguido que tanto me invade desde que escape de ese laboratorio. Pero repentinamente ese objetivo de mi estadia… cambio de un instante a otro… y todo porque un digimon portador de una armadura dorada apareció de la nada, chocando con una mesa de comida…
¿Se encuentra bien señor? –Me acerque y lo ayude a enderezarse- ¿tiene problemas de vista?
Egh… si… pise mis anteojos y ahora no veo casi nada… muchas gracias joven… -El digimon me observo fijamente, frotrandose los ojos un poco- ¿Magnamon…?... ¡Oh! ¡Debes ser otro Royal Knight que ah llegado! ¡Bien! ¡Bien! Entonces vayamos rápido al escenario, necesito unos anteojos de repuesto
¡¿E-eh?! ¡Es-espera un momento! ¡No soy Magnamon! –Trate de alejarme pero ese digimon me sujeto del brazo- ¡Suéltame!
Podre estar medio ciego pero ese casco es sin duda el de Magnamon, además él era el más amable de los Royal Knights, así como tú lo has sido… además, no tengas nervios, serán unas palabras y podrás disfrutar de la fiesta como todos los demás –El digimon comenzó a caminar- vamos, me ayudaras a llegar al escenario
¿Cómo me metí en este problema…?
- Tamer
- Digi Puntos :453Cuentas :Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Plasma Inazuma
Rango: Holy Knight
Unidad: Shiny MiracleInventario :
Plasma Inazuma
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
Finalmente el peli azul llego a la entrada del enorme palacio donde se llevaba a cabo la fiesta, a sus costados, a sus espaldas y justo frente al joven personas, Digimons y bueno... más personas vestidas de la manera más elegante posible entraban a la fiesta conversando entre si como si se conociesen de toda la vida.
Bueno, este era un evento para celebrar y hacer amistades, entonces... Tsurugi bajó del lomo de su compañero.- Liollmon, eres demasiado grande... tendras que entrar al Digivice. -Exclamó mientras mostraba el aparato moradizo a su compañero el cual de un respingón dio un paso atrás.- ¡Pero yo quiero disfrutar la fiesta! -Replicó el Digimon que parecia enojado.- Mira Liollmon, en el momento debido te sacare para que puedas disfrutar de la celebración pero por ahora es crucial que no llamemos la atención ¿Lo entiendes? -Hablo el tamer con una voz tranquilizante, el Digimon bajo la mirada y sus orejas se doblaron, resignado dio un paso adelante.- Vale, esta bien, más te vale sacarme como lo prometiste. -Acto seguido Liollmon se convirtió en Datos los cuales fueron absorbidos por el Digivice IC de su tamer el cual ahora se proponía a entrar a la celebración.
La dulce música celta era un manjar para los oidos del oji amarillo, comparado con la ciudad que era algo oscura y pobremente iluminada el castillo en sus interiores contaba con gigantescas lamparas con un número excepcional de Candlemons en ellas iluminando calidamente la morada, las personas charlando, otras comiendo y otras simplemente bailando introdujeron en Tsurugi un sentimiento de tranquilidad, no le costo mucho reconocer a ciertos personas que habia visto antes por ejemplo, la cabellera verde del señor Roseworth se encontraba a unos metros de distancia junto a una dama con un hermoso vestido que tenía un extraño color rosa en su larga y sedosa melena.
Luego cerca de la mesa de postres y aperitivos se encontraba un totalmente reconocible Digimon reptil de color azul brillante y junto a él su tamer de pelo rubio puntiagudo, vaya... todos estaban aquí.
Tsurugi dio un par de pasos entre la multitud y antes de dar otro paso pudo ver un canal de algo verde y viscoso, ladeo la cabeza a los lados para poder observar como una pequeña señorita perseguia a un Numemon con un lazo rosa en su cuerpo, al verle aunque pareciese tierna la chica Tsurugi no pudo evitar sentir un profundo sentimiento de oscuridad, se sacudió la cabeza y continuo su camino no era momento para andar pensando en cosas malas.
el joven Kurone se dirigió a la mesa de postres y aperitivos y se posó a un lado de esta comiendo algo de la mesa cada cierto tiempo, y cada que pasaba un mesero con copas de vino, champagne, o lo que sea que fuese Tsurugi tomaba al menos una.
Sabia que tenia 15 años pero ultimamente necesitaba algo para relajarse completamente, aunque sinceramente el peli azul tenia ganas de bailar con alguien pero el problema consistía en que no conocía a nadie, era cierto que habian chicas hermosas, una con vestido azul brillante que dejaba ver su torso llamo especialmente la atención del peli azul sin embargo como se había pautado antes Tsurugi no la conocía ni a ella ni a nadie más, bueno vale, estaba el señor Roseworth, estaba Hao que días antes se lo encontro en la zona Helada junto con el señor Roseworth, había un hombre de cabello marrón y una mascara de cara completa al igual que la de Tsurugi, basandose en la expresión corporal de aquel hombre a lo mejor pudiese haber sido aquel chico que corrió del Cyberdramon hacia ya semanas en un bosque de las zonas verdes pero no podía asegurar nada y sinceramente no tenia ganas de caminar hasta el para preguntar.
Simplemente se quedó sentado al lado de la mesa de aperitivos comiendo, hacía tiempo que no degustaba comida tan deliciosa, si alguien iba a invitarle a bailar pues bien por ello, si no era así no tenía problema en quedarse comiendo mientras observaba la fiesta, aunque hubo algo que si pudo llamar su atención, era un Grademon arrastrando a un Tamer con mascara de Magnamon, eso... eso era peculiar.
También un chico de cabellos café con un extraño mechón amarillento en su debido momento se acercó a la mesa de comida para tomar algo y luego marcharse, sin duda alguno Tsurugi logró poner su vista en aquel joven, analizando incluso su expresión corporal, su cabello, su altura, lo que fuese al final no pudo reconocerle, quizás... en esta fiesta habían personas interesantes, quizás quedarse comiendo no era la solución.
Tsurugi se levantó de la silla y se perdió entre la multitud de gente que se encontraba bailando, quizás estaba buscando a la joven con el vestido azul, luego de varios minutos buscando entre la gente Tsurugi pudo denotar que en una esquina se encontraba aquella chica sorbiendo una bebida transparente de una copa de vidrio, Tsurugi se acercó a la misma y quitandose la mascara se dirigió a ella. - Disculpe, se que usted no me conoce sin embargo pensaba qué podria concederme esta pieza de baile. -Dijo extendiendo su mano hacia la contrario, primero que nada se quitó la mascara por que al menos para él que un extraño con el pelo azul y una mascara tan espeluznante le ofreciera un baile a quién fuese seria aterrado y bueno... perturbador.
Ansioso por la respuesta Tsurugi tragó grueso, no había tratado a una chica desde que llego a Digimon y en el mundo humano aunque muchas estaban enamoradas del oji amarillo nunca se llevo bien con eso de las chicas y todo el rollo.
Bueno, este era un evento para celebrar y hacer amistades, entonces... Tsurugi bajó del lomo de su compañero.- Liollmon, eres demasiado grande... tendras que entrar al Digivice. -Exclamó mientras mostraba el aparato moradizo a su compañero el cual de un respingón dio un paso atrás.- ¡Pero yo quiero disfrutar la fiesta! -Replicó el Digimon que parecia enojado.- Mira Liollmon, en el momento debido te sacare para que puedas disfrutar de la celebración pero por ahora es crucial que no llamemos la atención ¿Lo entiendes? -Hablo el tamer con una voz tranquilizante, el Digimon bajo la mirada y sus orejas se doblaron, resignado dio un paso adelante.- Vale, esta bien, más te vale sacarme como lo prometiste. -Acto seguido Liollmon se convirtió en Datos los cuales fueron absorbidos por el Digivice IC de su tamer el cual ahora se proponía a entrar a la celebración.
La dulce música celta era un manjar para los oidos del oji amarillo, comparado con la ciudad que era algo oscura y pobremente iluminada el castillo en sus interiores contaba con gigantescas lamparas con un número excepcional de Candlemons en ellas iluminando calidamente la morada, las personas charlando, otras comiendo y otras simplemente bailando introdujeron en Tsurugi un sentimiento de tranquilidad, no le costo mucho reconocer a ciertos personas que habia visto antes por ejemplo, la cabellera verde del señor Roseworth se encontraba a unos metros de distancia junto a una dama con un hermoso vestido que tenía un extraño color rosa en su larga y sedosa melena.
Luego cerca de la mesa de postres y aperitivos se encontraba un totalmente reconocible Digimon reptil de color azul brillante y junto a él su tamer de pelo rubio puntiagudo, vaya... todos estaban aquí.
Tsurugi dio un par de pasos entre la multitud y antes de dar otro paso pudo ver un canal de algo verde y viscoso, ladeo la cabeza a los lados para poder observar como una pequeña señorita perseguia a un Numemon con un lazo rosa en su cuerpo, al verle aunque pareciese tierna la chica Tsurugi no pudo evitar sentir un profundo sentimiento de oscuridad, se sacudió la cabeza y continuo su camino no era momento para andar pensando en cosas malas.
el joven Kurone se dirigió a la mesa de postres y aperitivos y se posó a un lado de esta comiendo algo de la mesa cada cierto tiempo, y cada que pasaba un mesero con copas de vino, champagne, o lo que sea que fuese Tsurugi tomaba al menos una.
Sabia que tenia 15 años pero ultimamente necesitaba algo para relajarse completamente, aunque sinceramente el peli azul tenia ganas de bailar con alguien pero el problema consistía en que no conocía a nadie, era cierto que habian chicas hermosas, una con vestido azul brillante que dejaba ver su torso llamo especialmente la atención del peli azul sin embargo como se había pautado antes Tsurugi no la conocía ni a ella ni a nadie más, bueno vale, estaba el señor Roseworth, estaba Hao que días antes se lo encontro en la zona Helada junto con el señor Roseworth, había un hombre de cabello marrón y una mascara de cara completa al igual que la de Tsurugi, basandose en la expresión corporal de aquel hombre a lo mejor pudiese haber sido aquel chico que corrió del Cyberdramon hacia ya semanas en un bosque de las zonas verdes pero no podía asegurar nada y sinceramente no tenia ganas de caminar hasta el para preguntar.
Simplemente se quedó sentado al lado de la mesa de aperitivos comiendo, hacía tiempo que no degustaba comida tan deliciosa, si alguien iba a invitarle a bailar pues bien por ello, si no era así no tenía problema en quedarse comiendo mientras observaba la fiesta, aunque hubo algo que si pudo llamar su atención, era un Grademon arrastrando a un Tamer con mascara de Magnamon, eso... eso era peculiar.
También un chico de cabellos café con un extraño mechón amarillento en su debido momento se acercó a la mesa de comida para tomar algo y luego marcharse, sin duda alguno Tsurugi logró poner su vista en aquel joven, analizando incluso su expresión corporal, su cabello, su altura, lo que fuese al final no pudo reconocerle, quizás... en esta fiesta habían personas interesantes, quizás quedarse comiendo no era la solución.
Tsurugi se levantó de la silla y se perdió entre la multitud de gente que se encontraba bailando, quizás estaba buscando a la joven con el vestido azul, luego de varios minutos buscando entre la gente Tsurugi pudo denotar que en una esquina se encontraba aquella chica sorbiendo una bebida transparente de una copa de vidrio, Tsurugi se acercó a la misma y quitandose la mascara se dirigió a ella. - Disculpe, se que usted no me conoce sin embargo pensaba qué podria concederme esta pieza de baile. -Dijo extendiendo su mano hacia la contrario, primero que nada se quitó la mascara por que al menos para él que un extraño con el pelo azul y una mascara tan espeluznante le ofreciera un baile a quién fuese seria aterrado y bueno... perturbador.
Ansioso por la respuesta Tsurugi tragó grueso, no había tratado a una chica desde que llego a Digimon y en el mundo humano aunque muchas estaban enamoradas del oji amarillo nunca se llevo bien con eso de las chicas y todo el rollo.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :20Ficha :Relaciones :Cronologia :[En proceso]NPCs :[En proceso]Nivel On Rol :RookieInventario :
Tsurugi Kurone
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
Sigrun
A penas llevábamos unos minutos observando las estatuas de la plaza cuando oímos música, Ulforce y yo pudimos contemplar cómo una orquesta llegaba al lugar para llenar de música la velada. Entonces alguien se acercó a mí, vestía un elegante traje negro y llevaba una máscara que cubría toda la cara. Pidió que le contara mi historia y la de mi compañero y que, a cambio me ofreciera un baile.
En ese momento dudé, en los días anteriores ya me había imaginado este momento, pero la persona que me pidió el baile no era la que yo había imaginado. Pero si él había preferido invitar a otra entonces yo no pensaba quedarme sentada, no iba a dejar que me arruinaran la noche.
Estaba a punto de hablar con el chico que me invitó a bailar, cuando un Grademon se acercó y habló con mi compañero, que estaba al lado. Al parecer quería que tanto él como yo diéramos un pequeño discurso en honor a los antiguos miembros y hermanos de Ulforce.
- Por supuesto- respondió mi compañero.
- Iremos enseguida- le dije antes de volverme hacia el chico- Por favor, espérame aquí. Te debo un baile y una historia- le dije con una sonrisa.
Mi compañero y yo nos dirigimos hacia el escenario, una vez los dos arriba, Slayerdramon anunció que dedicaríamos unas palabras a los antiguos Royal Knights y muchos tamers y digimons se reunieron alrededor del escenario para escucharnos.
Por suerte, ya no tenía problemas con los discursos. No era la primera vez que hablaba en público, en la base por ejemplo para dirigirme a la unidad de los Blue Thunder Dragons o al resto del clan.
Miré a mi compañero y con gesto de cabeza le indiqué que empezara el primero.
- Gracias, Slayerdramon. Es para mí un placer estar esta noche aquí para honrar a mis hermanos y antiguos miembros del clan. Me entristece que ellos no estén aquí esta noche para disfrutar de esta velada, pero me alegra saber que, a pesar del tiempo que ha transcurrido, hay quien no les olvida. – después Ulforce dirigió la mirada hacia las estatuas de sus hermanos- Estéis donde estéis, el Mundo Digital no os olvidará nunca.
El público se deshizo en aplausos hacia Ulforce, que les agradeció inclinándose levemente hacia adelante. Una vez que los aplausos finalizaron pude empezar a hablar.
- Antes que nada me gustaría agradecer en nombre de mi clan, a los que han organizado este baile. Como sublíder, es un honor estar presente en una celebración que recuerda los orígenes del clan que tanto luchó por este mundo. Aquellos honorables digimons dieron sus vidas por el Mundo Digital, y nosotros, los miembros actuales de los Royal Knights, nos esforzamos día a día por seguir ese legado y que no se pierda en el tiempo. Así que, por muchos años que pasen y aunque la mayoría de ellos no estén hoy con nosotros, su espíritu seguirá presente para toda la eternidad.
Otra ola de aplausos se escuchó en aquella plaza durante casi dos minutos. Aún en mitad de aquéllos aplausos, Ulforce y yo bajamos del escenario y varios tamers y digimons nos rodearon para poder saludarnos y hablar con nosotros. Avanzamos entre la gente, saludando a todos los que podíamos, a medida que nos alejábamos toda aquella gente volvía al escenario, por lo visto alguien más iba a decir algo.
Ulforce se quedó cerca del escenario para escuchar a esa persona, pero yo regresé donde antes. Los bailes pronto empezarían, así que me reuní con el chico de antes.
- Lamento haberte hecho esperar- me disculpé.
Una vez terminó el último discurso y se dio inicio oficial al baile, acepté la mano que me ofrecía aquél chico y ambos nos dirigimos a la pista de baile. Éramos los primeros en salir, así que nuestro baile sería el que daría inicio a los demás.
Se me daban bastante bien los bailes de salón, así que iba muy tranquila y segura.
- Dime, ¿Qué es lo que quieres saber de mi compañero y de mi exactamente?- le pregunté mientras empezaba a dar los primeros pasos del baile.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :642Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Burst Mode/Future ModeNivel On Rol de los Digi Aliados :Draco: Ultimate [BlackMetalGreymon]
Kara: Rookie [Dorumon]Icono :Rango y Unidad :Sigrun Vinter
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)
Ulforce
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)Rango y Unidad Digi Aliado :Draco
Rango: Knight
Unidad: Dragons DestroyersInventario :
Sigrun Vinter
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
Gato, Blurr y yo fuimos a entrar en el baile y de gracias que Blurr me agarró fuerte pues un Numemon corría como loco por nuestro lado y casi nos tira y nos llena de babas.
-Hey! más cuidado!-dijo Gatomon desenfundando su florete.
-Gracias, por sujetarme Blurr, entre q no estoy acostumbrada a ir con tacones y la gente q va como loca casi me desgracian.-dije yo
-No temas, Ashe. Yo te protegeré esta noche, no dejaré ni que tu maquillaje se estropee ni que tu preciosa melena se enrede y afee-dijo acariciando mi peinado recogido y dirigidos mis rizos a un lado de mi cuello.
Mientras tanto Gatomon nos miraba atentamente casi asesinando a Blurr con la mirada a través de su antifaz.
-Una mirada más de cordero degollado a Ashe y eres perro muerto!-amenazó ella.
-Haya paz, chicos! Recordar que venimos a conseguir mi ascen... estooo a divertirnos!-dije intentando mediar.
Después entramos en la sala, todo estaba muy bonito y había un monton de gente y de Royal Knight, es decir digimon con armaduras que a mi querida digimon le volvían loca, empezando por el grademon que se estampó contra el suelo como la alta figura de.... (al verle enseguida cogí a mi digimon para que no echara a perder su anonimato).
-No! Es él... es EEEELL!! Ulforce, ULFORCE!! ULFOORRCÍIIIIIIN!!!-la cogí mientras se revolvía en mis brazos y le tapé la boca.
-Adiós tranquilidad....-dijo Blurr en un suspiro colocándose bien su antifaz negro a juego con su traje
-Gato, tranquilizate! Ten en cuenta que es un baile anónimo y con tus gritos y salideces todo el mundo descubrirá quién eres tú y por contra quienes somos nosotros!-le dije en voz baja mientras me acercaba poco a poco a la mesa de comida, tenía bastante hambre, mientras Ulforce y Sigrun daban su discurso.
-Ashely por favor! tienes que dejarme ir a bailar con él, es mi sueño, necesito acosarle y tenerle cerca, te lo ruegooo!!-me suplicaba mi gata
-Ni que te fueras a morir por que ese dragón no te sacara a bailar...-dicho esto Gato le asesinó con la mirada y yo medié antes de que dijera algo.
-Chist! Blurr! no la lies más!! Gatomon... a su lado parecerás una pulga, te recuerdo que es bastante alto...-le dije yo
-Ya lo tenía pensado de antes, además tiene que inaugurar el baile y no parece tener pareja, porfa Ashely... hagamos...-se acercó a mi oído y me dijo su plan.
-Miedo me das, Gato... está bien pero como te sobrepases o montes un escándalo, saco el lazo... no me fio de tus acosos en esa etapa.... Nada de meter manos a través de la armadura ni de besos eh?-le advertí yo
-¿Me quitas lo mejor?...errr está bien...Seré buena, te lo prometo... todo sea por no sentir ese horrible lazo en mi cuello de nuevo...-me dijo ella casi en súplica.
-Más te vale, porque no me contendré en sacarlo, me oyes? Blurr discúlpanos, Gato va a hacer su entrada triunfal, guardanos comida eh?-me disculpé ante Blurr mientras llevaba a Gato de la mano hacia los aseos.
Tras nuestra entrada a los aseos, salió un destello de luz por la rendija de la puerta y apareció LadyDevimon manteniendo su máscara y llevando un vestido acorde a la gala como este la cual se acercó con paso firme y con cierto autocontrol hacia Ulforce.
-Hola mi querido Ulforcín... jejej se que no es lo propio pero... me concederías este baile? Para mí sería un enorme placer acosart... estooo bailar con el sublider de los RK -dijo Lady mirandome de reojo mientras yo tenía mi digivice aun en la mano en señal de amenaza, aun asi yo estaba sorprendídisima del autocontrol que parecía demostrar mi digimon, aun así no me fiaba ni un pelo... su personalidad podría desatarse en cualquier momento.
-No deberías haberla dejado, Ashe... nos la va a liar, lo se en cuanto vea a su adorado ulforce con otra chica nos la va a liar...-me dijo Blurr mientras apuraba una ración de gambas.
-No seas gafe, Blurr... demosle un voto de confianza..-le dije mientras yo me ponía las botas con las croquetas.
-No se, no sé... en fin, quieres bailar?-me preguntó
-Blurr, yo no se bailar y lo sabes además hemos venido a supervisar, no a bailar-dije mientras seguía comiendo.
-Bueno... como gustes... -Blurr hizo un hondo suspiro y empezó a mirar a su alrededor, no se atrevía a pedirle un baile a humanas pero tampoco se cerraba en banda, y a su alrededor solo parecía haber una Lilamon muy guapa, pero el solo era un rookie... No se imaginaba que alguien como él podría bailar con una ultimate tan bella como ella asi que por el momento prefirió seguir comiendo pero mirando a la bella digimon de reojo.
-Hey! más cuidado!-dijo Gatomon desenfundando su florete.
-Gracias, por sujetarme Blurr, entre q no estoy acostumbrada a ir con tacones y la gente q va como loca casi me desgracian.-dije yo
-No temas, Ashe. Yo te protegeré esta noche, no dejaré ni que tu maquillaje se estropee ni que tu preciosa melena se enrede y afee-dijo acariciando mi peinado recogido y dirigidos mis rizos a un lado de mi cuello.
Mientras tanto Gatomon nos miraba atentamente casi asesinando a Blurr con la mirada a través de su antifaz.
-Una mirada más de cordero degollado a Ashe y eres perro muerto!-amenazó ella.
-Haya paz, chicos! Recordar que venimos a conseguir mi ascen... estooo a divertirnos!-dije intentando mediar.
Después entramos en la sala, todo estaba muy bonito y había un monton de gente y de Royal Knight, es decir digimon con armaduras que a mi querida digimon le volvían loca, empezando por el grademon que se estampó contra el suelo como la alta figura de.... (al verle enseguida cogí a mi digimon para que no echara a perder su anonimato).
-No! Es él... es EEEELL!! Ulforce, ULFORCE!! ULFOORRCÍIIIIIIN!!!-la cogí mientras se revolvía en mis brazos y le tapé la boca.
-Adiós tranquilidad....-dijo Blurr en un suspiro colocándose bien su antifaz negro a juego con su traje
-Gato, tranquilizate! Ten en cuenta que es un baile anónimo y con tus gritos y salideces todo el mundo descubrirá quién eres tú y por contra quienes somos nosotros!-le dije en voz baja mientras me acercaba poco a poco a la mesa de comida, tenía bastante hambre, mientras Ulforce y Sigrun daban su discurso.
-Ashely por favor! tienes que dejarme ir a bailar con él, es mi sueño, necesito acosarle y tenerle cerca, te lo ruegooo!!-me suplicaba mi gata
-Ni que te fueras a morir por que ese dragón no te sacara a bailar...-dicho esto Gato le asesinó con la mirada y yo medié antes de que dijera algo.
-Chist! Blurr! no la lies más!! Gatomon... a su lado parecerás una pulga, te recuerdo que es bastante alto...-le dije yo
-Ya lo tenía pensado de antes, además tiene que inaugurar el baile y no parece tener pareja, porfa Ashely... hagamos...-se acercó a mi oído y me dijo su plan.
-Miedo me das, Gato... está bien pero como te sobrepases o montes un escándalo, saco el lazo... no me fio de tus acosos en esa etapa.... Nada de meter manos a través de la armadura ni de besos eh?-le advertí yo
-¿Me quitas lo mejor?...errr está bien...Seré buena, te lo prometo... todo sea por no sentir ese horrible lazo en mi cuello de nuevo...-me dijo ella casi en súplica.
-Más te vale, porque no me contendré en sacarlo, me oyes? Blurr discúlpanos, Gato va a hacer su entrada triunfal, guardanos comida eh?-me disculpé ante Blurr mientras llevaba a Gato de la mano hacia los aseos.
Tras nuestra entrada a los aseos, salió un destello de luz por la rendija de la puerta y apareció LadyDevimon manteniendo su máscara y llevando un vestido acorde a la gala como este la cual se acercó con paso firme y con cierto autocontrol hacia Ulforce.
-Hola mi querido Ulforcín... jejej se que no es lo propio pero... me concederías este baile? Para mí sería un enorme placer acosart... estooo bailar con el sublider de los RK -dijo Lady mirandome de reojo mientras yo tenía mi digivice aun en la mano en señal de amenaza, aun asi yo estaba sorprendídisima del autocontrol que parecía demostrar mi digimon, aun así no me fiaba ni un pelo... su personalidad podría desatarse en cualquier momento.
-No deberías haberla dejado, Ashe... nos la va a liar, lo se en cuanto vea a su adorado ulforce con otra chica nos la va a liar...-me dijo Blurr mientras apuraba una ración de gambas.
-No seas gafe, Blurr... demosle un voto de confianza..-le dije mientras yo me ponía las botas con las croquetas.
-No se, no sé... en fin, quieres bailar?-me preguntó
-Blurr, yo no se bailar y lo sabes además hemos venido a supervisar, no a bailar-dije mientras seguía comiendo.
-Bueno... como gustes... -Blurr hizo un hondo suspiro y empezó a mirar a su alrededor, no se atrevía a pedirle un baile a humanas pero tampoco se cerraba en banda, y a su alrededor solo parecía haber una Lilamon muy guapa, pero el solo era un rookie... No se imaginaba que alguien como él podría bailar con una ultimate tan bella como ella asi que por el momento prefirió seguir comiendo pero mirando a la bella digimon de reojo.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :312Cuentas :Ficha :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :UltimateIcono :Rango y Unidad :Ashely Shirley
Rango: Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Green Light Speed
Gatomon
Rango: Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Green Light SpeedRango y Unidad Digi Aliado :Blurr
Rango: Sub-oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: The Huntress MoonInventario :
Ashely_mellorine
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
Cansada como estaba de hacer fotos sin obtener ninguna pista de quien era quien, decidió pasear por el lugar. El espacio vibraba de vida, parecían haber acudido de todas partes del digimundo para disfrutar de la fiesta, la música sonaba invitando a un hermoso vals, lo cierto es que la chica no tenía ni idea de que en el digimundo se escuchase música del mundo humano, aunque, claro, el digimundo era toda la red, logicamente, si buscabas, podrías encontrar todo lo que hubiera dentro de internet, hasta paginas web para escuchar música.
Incosncientemente, su cuerpo empezó a valancearse queriendo unirse a la música, pero sus intenciones fueron totalmente detenidas por Cat, que le chistó molesta desde su lugar entre las capas de gasa del vestido. La joven tamer rodó los ojos y se acercó a la mesa de las bebidas y cogió una copa de vino tinto mientras escuchaba una pequeña queja desde su falda. Tomó un sorbo disfrutando del sabor fresco a uva y madera. Y observó el movimiento de la multitud.
En lo alto del escenario, Sigrun se acercaba al microfono haciendo que todos envolvieran la tarima, Alanna se acercó dejando la copa en la mesa, ansiosa por escuchar a su amiga, y, ante la apariencia nerviosa de esta, antes de que comenzase a hablar, dio un grito entusiasta cubierta por la máscara, aunque, ciertamente, sin ella tampoco le habría importado montar el espectáculo.
- ¡SIGRUN! ¡TÍA BUENA! ¡QUIERO UN HIJO TUYO!- Grito dando saltos haciendose oir por encima del murmurllo de la multitud llamando la atención, y haciendole un signo de "tranquila" a su amiga, sobre el escenario.
Tras su pequeño show inició el discurso, y, con calma, en su finalización, todo empezó a moverse despacio. Su amiga fue a bailar con un joven desconocido, y ella volvió a su sitio junto a la mesa de bebidas para acabar su vino. Menos mal que no lo había tomado antes, o con sus saltos se habría manchado. Sonrió al pensar que el misterio, que le otorgaba la máscara, se había esfumado de golpe. Su comportamiento era muy facil de reconocer. Eso estaba claro.
A lo lejos, pudo ver a un chico al que no pudo menos que reconocer, Sig le había hablado de él tantas veces, se lo había descrito en tantisimas ocasiones, que era imposible no saber quien era, y se acercó enfadada, a reclamarle que hubiera hecho preocupar a su amiga, recordaba cuando Sig la había llamado, con voz rota, porque había visto como ese idiota le pedía ir al baile a otra persona.
Se acercó iracunda, con pasos graciles, bajo las protestas en susurros de Cat, y, cuando llegó junto a él, le golpeó el hombro con suavidad pero una tremenda cara de enfado. No iba a gritar, no quería montar un nuevo pollo, pero exigía una explicación, siempre había pensado que ambos estaban hechos el uno para el otro, y no entendía porque no había ido con Sig a un evento tan importante d su propio clan.
- Tú, ¿que cable se te cruzó para pedirle venir al baile a alguien que no fuera Sig?- Preguntó sin preocuparse de si el chico la reconocería o no, no se habían visto nunca, pero tal vez, como había hecho en su caso, el chico hubiera recibido una descripción de Alanna.
Incosncientemente, su cuerpo empezó a valancearse queriendo unirse a la música, pero sus intenciones fueron totalmente detenidas por Cat, que le chistó molesta desde su lugar entre las capas de gasa del vestido. La joven tamer rodó los ojos y se acercó a la mesa de las bebidas y cogió una copa de vino tinto mientras escuchaba una pequeña queja desde su falda. Tomó un sorbo disfrutando del sabor fresco a uva y madera. Y observó el movimiento de la multitud.
En lo alto del escenario, Sigrun se acercaba al microfono haciendo que todos envolvieran la tarima, Alanna se acercó dejando la copa en la mesa, ansiosa por escuchar a su amiga, y, ante la apariencia nerviosa de esta, antes de que comenzase a hablar, dio un grito entusiasta cubierta por la máscara, aunque, ciertamente, sin ella tampoco le habría importado montar el espectáculo.
- ¡SIGRUN! ¡TÍA BUENA! ¡QUIERO UN HIJO TUYO!- Grito dando saltos haciendose oir por encima del murmurllo de la multitud llamando la atención, y haciendole un signo de "tranquila" a su amiga, sobre el escenario.
Tras su pequeño show inició el discurso, y, con calma, en su finalización, todo empezó a moverse despacio. Su amiga fue a bailar con un joven desconocido, y ella volvió a su sitio junto a la mesa de bebidas para acabar su vino. Menos mal que no lo había tomado antes, o con sus saltos se habría manchado. Sonrió al pensar que el misterio, que le otorgaba la máscara, se había esfumado de golpe. Su comportamiento era muy facil de reconocer. Eso estaba claro.
A lo lejos, pudo ver a un chico al que no pudo menos que reconocer, Sig le había hablado de él tantas veces, se lo había descrito en tantisimas ocasiones, que era imposible no saber quien era, y se acercó enfadada, a reclamarle que hubiera hecho preocupar a su amiga, recordaba cuando Sig la había llamado, con voz rota, porque había visto como ese idiota le pedía ir al baile a otra persona.
Se acercó iracunda, con pasos graciles, bajo las protestas en susurros de Cat, y, cuando llegó junto a él, le golpeó el hombro con suavidad pero una tremenda cara de enfado. No iba a gritar, no quería montar un nuevo pollo, pero exigía una explicación, siempre había pensado que ambos estaban hechos el uno para el otro, y no entendía porque no había ido con Sig a un evento tan importante d su propio clan.
- Tú, ¿que cable se te cruzó para pedirle venir al baile a alguien que no fuera Sig?- Preguntó sin preocuparse de si el chico la reconocería o no, no se habían visto nunca, pero tal vez, como había hecho en su caso, el chico hubiera recibido una descripción de Alanna.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :41Ficha :Cronologia :Nivel On Rol :Rookie Spirit
Alanna Tale
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
A la celebración siguieron llegando personas, algunos de ellos importantes para los RK, aunque no me moleste en prestarles algo de atención, yo no venia aquí a besarles los pies como la gran mayoría, si acaso a relajarme y vigilar el lugar, sonreí al ver cómo había personas que no dejaban de hablar de ellos, de los mas mencionados a los cuales identificaba por meros papeles de datos en nuestra base, simples nombres con posiciones dentro de aquel estructurado clan, “conocer bien al enemigo” ese era un lema que podría aplicarse, pero mi poco interés acerca de su historia me lo impedia por completo
Además de eso lo único que llamo mi atención fue una linda jovencita que paso corriendo de forma algo graciosa mientras perseguía un numemon - ¿Rena? – pregunte en mi mente, era algo obvio que se trataba de ella, pero no estaba enterada de que decidiera venir a la celebracion, mas no podía hacer mucho por ella, aquellos digimons viscosos no eran del todo de mi agrado, su mascota parecía correr hacia la comida, típico comportamiento de aquellos seres digitales, gire mi vista hacia otro lado, quizá más tarde hablaría con mi sublider
- Elith – recibí una llamada de parte de mi digimon el cual seguía sin querer salir
- ¿Qué es lo que quieres? – le pregunte molesta volviendo a tomar de aquella bebida
- Se amable – dijo agregando una risa que me dejo dudosa
Aunque unos minutos después supe porque lo había dicho, quizá de alguna forma lo presintió o simplemente sabia que tarde o temprano pasaría, un joven se acerco directamente hacia donde estaba, me le quede viendo mientras sujetaba su mascara, y al ver como se la estaba quitando desvie mi vista hacia abajo un tanto nerviosa
Escuche sus palabras claramente, es verdad, no me conocía, y su voz no era reconocible para mi, por primera vez en mucho tiempo estaba muda, y no me sentía capaz de verlo a la cara, “se amable” me recordé a mi misma, repitiendo las palabras de mi digimon, suspire casi imperceptiblemente y en un acto algo atrevido para mí, mi vista fue a dar a la mascara en su mano, parecía una especie de calavera extraña que de no ser porque estaba mas que acostumbrada a mi digimon oscuro quizá me hubiera incomodado un poco, mas por fortuna ese no era el caso, con algo de nervio tome el brazo que me ofrecía haciéndolo un poco a un lado y busque su otra mano, sostuve la mascara y sin verlo a la cara directamente, guiándome por su menton volvi a colocarla en su sitio con cuidado, una vez habiendo terminado me atrevi a mirarlo directamente antes de hablar
- Estamos en un baile de mascaras – le sonreí a aquel chico viendo aquel color amarillento entre los orificios de los ojos – Si haces eso el fin de usarlas se perdería – una risa nerviosa salió de mis labios – Dejemos nuestras entidades en secreto ¿te parece? – tome su mano con la mía y me apoye un poco en él para levantarme, en ese momento el digivice se activo dejando salir a mi wizarmon que se materializo detrás mio
- Buenas noches – aviso haciendo una reverencia propia de un caballero antiguo, algo exagerado a mi gusto pero no podía realmente quejarme – Si me permiten y para que sus pertenencias no les estorben yo las cuidare si así lo desean – le dije un gracias con la mirada y le pase mi bolso antes de tomar el brazo de aquel chico junto con el mio – vamos entonces, aunque te advierto que no tengo mucha practica para este tipo de eventos –
Cuando habíamos comenzado a avanzar entre la multitud parecía que el baile se había pausado momentáneamente, uno de los miembros, Sigrun, junto con su compañero digimon habían subido a un escenario a decir algunas palabras, por mera educación segui el curso de las cosas aplaudiendo como los demás, con una sonrisa fingida, al igual que la atención que ponía a sus palabras, por suerte aquellos discursos no duraron mucho, y posterior a las alabanzas y tamers haciendo multitud para conocerlos se reanudó el baile
- Y digame señor – bromee un poco con aquel chico para intentar calmarme, había ido a contados bailes en mi vida y nunca a uno tan elegante como este, aun así le segui el paso y me deje guiar por su ritmo – ¿Lleva mucho tiempo en el digimundo? - comencé una platica casual mientras aquellas melodías contuniaban sonando
Además de eso lo único que llamo mi atención fue una linda jovencita que paso corriendo de forma algo graciosa mientras perseguía un numemon - ¿Rena? – pregunte en mi mente, era algo obvio que se trataba de ella, pero no estaba enterada de que decidiera venir a la celebracion, mas no podía hacer mucho por ella, aquellos digimons viscosos no eran del todo de mi agrado, su mascota parecía correr hacia la comida, típico comportamiento de aquellos seres digitales, gire mi vista hacia otro lado, quizá más tarde hablaría con mi sublider
- Elith – recibí una llamada de parte de mi digimon el cual seguía sin querer salir
- ¿Qué es lo que quieres? – le pregunte molesta volviendo a tomar de aquella bebida
- Se amable – dijo agregando una risa que me dejo dudosa
Aunque unos minutos después supe porque lo había dicho, quizá de alguna forma lo presintió o simplemente sabia que tarde o temprano pasaría, un joven se acerco directamente hacia donde estaba, me le quede viendo mientras sujetaba su mascara, y al ver como se la estaba quitando desvie mi vista hacia abajo un tanto nerviosa
Escuche sus palabras claramente, es verdad, no me conocía, y su voz no era reconocible para mi, por primera vez en mucho tiempo estaba muda, y no me sentía capaz de verlo a la cara, “se amable” me recordé a mi misma, repitiendo las palabras de mi digimon, suspire casi imperceptiblemente y en un acto algo atrevido para mí, mi vista fue a dar a la mascara en su mano, parecía una especie de calavera extraña que de no ser porque estaba mas que acostumbrada a mi digimon oscuro quizá me hubiera incomodado un poco, mas por fortuna ese no era el caso, con algo de nervio tome el brazo que me ofrecía haciéndolo un poco a un lado y busque su otra mano, sostuve la mascara y sin verlo a la cara directamente, guiándome por su menton volvi a colocarla en su sitio con cuidado, una vez habiendo terminado me atrevi a mirarlo directamente antes de hablar
- Estamos en un baile de mascaras – le sonreí a aquel chico viendo aquel color amarillento entre los orificios de los ojos – Si haces eso el fin de usarlas se perdería – una risa nerviosa salió de mis labios – Dejemos nuestras entidades en secreto ¿te parece? – tome su mano con la mía y me apoye un poco en él para levantarme, en ese momento el digivice se activo dejando salir a mi wizarmon que se materializo detrás mio
- Buenas noches – aviso haciendo una reverencia propia de un caballero antiguo, algo exagerado a mi gusto pero no podía realmente quejarme – Si me permiten y para que sus pertenencias no les estorben yo las cuidare si así lo desean – le dije un gracias con la mirada y le pase mi bolso antes de tomar el brazo de aquel chico junto con el mio – vamos entonces, aunque te advierto que no tengo mucha practica para este tipo de eventos –
Cuando habíamos comenzado a avanzar entre la multitud parecía que el baile se había pausado momentáneamente, uno de los miembros, Sigrun, junto con su compañero digimon habían subido a un escenario a decir algunas palabras, por mera educación segui el curso de las cosas aplaudiendo como los demás, con una sonrisa fingida, al igual que la atención que ponía a sus palabras, por suerte aquellos discursos no duraron mucho, y posterior a las alabanzas y tamers haciendo multitud para conocerlos se reanudó el baile
- Y digame señor – bromee un poco con aquel chico para intentar calmarme, había ido a contados bailes en mi vida y nunca a uno tan elegante como este, aun así le segui el paso y me deje guiar por su ritmo – ¿Lleva mucho tiempo en el digimundo? - comencé una platica casual mientras aquellas melodías contuniaban sonando
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :513Nivel On Rol :MegaIcono :Rango y Unidad :Elith
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Vaal
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Rango y Unidad Digi Aliado :
Elith
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
-Elluka Clockworker, es un gusto igualmente. -Hizo una reverencia después de presentarse, tomando los costados de su vestido con las yemas de los dedos y bajando un poco su cabeza en conjunto. Un gesto tan natural y agraciado que cualquiera que no la conociera podría darse cuenta de su noble origen. El porte y elegancia de una princesa, incluso de una reina o emperatriz, se hacía más que notorio incluso en su expresión facial. Analizó minuciosamente a la pareja de tamer y digimon de manera discreta después de presentarse al muchacho. Le era conocido por alguna razón, pero no el mismo "conocido" que llenaría aquellos huecos en su cabeza, más bien era que se habían visto recientemente ¿Verdad? Era el chico del Veemon de aquella vez que enfrentaron al dúo de hermanos Devimon. Quizás no la había reconocido por la máscara, tal vez era el maquillaje, e incluso quizás era que pasó la mayor parte del tiempo como Lekismon, o eso esperaba Elluka. No soportaría la idea de ser un rostro que se olvidase tan fácilmente ¡Qué golpe más bajo al ego! Aún con ello, la sonrisa imperial de la joven vestida de novia medieval se permanecía intacta y callada, cual doncella esperando su momento.
Escuchó que llamarían a los Royal Knight para un discurso, o por lo menos era lo que entendía entre las conversaciones que capturaban sus oídos casualmente. Se aferró del brazo derecho de Fuji sin darse cuenta de ello. Elluka no quería que se fuera, su cara se enrojecía al pensarlo. Seguramente se perdería entre el tumulto de gente que se había formado ¿Qué haría si no lo veía? El mundo se tornaría una catástrofe... Pero no era el momento de comportarse como una niña mimada. Suspiró y dejó ir poco a poco la extremidad ajena, tomándose la mejilla que ardía en vergüenza.
-Lo siento. -Murmuró para después reír audiblemente de manera nerviosa. A pesar del notable temblor en su voz, su risa era como un aria sin defectos. A veces se preguntaba si la gente que tan perfecta la consideraba algún día vería cuan irritable, furiosa e insegura es. Una vez que vio retirarse a su amado caballero, dirigió sus ojos de cielo eléctrico al muchacho con su compañero Veemon y les regaló una expresión divertida al mismo tiempo que se encogía de hombros.
-¿No es maravilloso? -Suspiró mientras miraba desaparecer al hombre de la cabellera esmeralda entre la marea de gente. Se ajustó la voz y trató de corregir su contexto. -Todo está perfectamente arreglado, incluso da aires naturales de la era de las justas, ¿No creen? -Una vez más, su voz se notaba nerviosa y temblorosa. Elluka comenzaba a pensar seriamente en ser menos obvia, pero no podía evitarlo, ese hombre la traía ¿Cómo dicen? ¿De un ala?
Suspiró una vez más. Estaba pensando mucho más en el hombre que en el mismo lugar y su decoración ostentosa. Sus fantasías fueron interrumpidas y su vista fue capturada por un joven con una máscara de un plateado metálico y una elegante gabardina oscura como la noche y de detalles rojos carmesí. Arqueó una ceja tan intensamente que su frente pudo haberse arrugado por el esfuerzo.
-¡Disculpa! -Llamó al sombrío mientras daba un paso hacia adelante, sin alejarse demasiado del joven y su azul compañero. Tocó su hombro un par de veces para llamar su atención. Le era muy familiar, demasiado para su gusto. Sentía una necesidad extrema de verlo bien, era como si tuviese una pieza más de su rompecabezas y no supiese dónde acomodarla. Se dispuso a hablar, pero la atención de todos fue requerida a los Royal Knight que se posaban en el escenario. La bella joven que dio el discurso también le resultaba conocida a la pelirrosada, pero no era una intensidad mayor tal y como lo era el enmascarado de acero. La inmensidad del digimon que acompañaba a la muchacha del discurso era increíble, pero los ojos de Elluka solo se centraban en su caballero de ojos de oro. No pudo evitar esbozar una sonrisa de orgullo y se posó alzando el mentón. Ese hermoso hombre parado ahí al frente era para ella y para nadie más ¿Verdad? Antes de que se diese cuenta, el baile había iniciado con la misma muchacha de máscara escamada abriendo la pista. Tomó una postura más casual, y volvió a llamar al muchacho de la gabardina.
-Disculpa, ¿Te conozco? -Preguntó con una voz aguda. ¡Era obvio que lo conocía! Y lo más probable es que él no la supiese como Elluka Clockworker. Una parte de ella no quería preguntarle su nombre, no deseaba el saberlo ¿Pero por qué? Tampoco deseaba presentarse como Louise Françoise, se suponía que ya no eran una misma persona. Se ajustó la voz y se tomó un mechón del cabello, peinándolo con las manos frenéticamente. Muy bien, Elluka, ya iniciaste la conversación ¡Ahora termínala! Era lo que pensaba, pero ni una palabra salía de sus labios de rosa.
Escuchó que llamarían a los Royal Knight para un discurso, o por lo menos era lo que entendía entre las conversaciones que capturaban sus oídos casualmente. Se aferró del brazo derecho de Fuji sin darse cuenta de ello. Elluka no quería que se fuera, su cara se enrojecía al pensarlo. Seguramente se perdería entre el tumulto de gente que se había formado ¿Qué haría si no lo veía? El mundo se tornaría una catástrofe... Pero no era el momento de comportarse como una niña mimada. Suspiró y dejó ir poco a poco la extremidad ajena, tomándose la mejilla que ardía en vergüenza.
-Lo siento. -Murmuró para después reír audiblemente de manera nerviosa. A pesar del notable temblor en su voz, su risa era como un aria sin defectos. A veces se preguntaba si la gente que tan perfecta la consideraba algún día vería cuan irritable, furiosa e insegura es. Una vez que vio retirarse a su amado caballero, dirigió sus ojos de cielo eléctrico al muchacho con su compañero Veemon y les regaló una expresión divertida al mismo tiempo que se encogía de hombros.
-¿No es maravilloso? -Suspiró mientras miraba desaparecer al hombre de la cabellera esmeralda entre la marea de gente. Se ajustó la voz y trató de corregir su contexto. -Todo está perfectamente arreglado, incluso da aires naturales de la era de las justas, ¿No creen? -Una vez más, su voz se notaba nerviosa y temblorosa. Elluka comenzaba a pensar seriamente en ser menos obvia, pero no podía evitarlo, ese hombre la traía ¿Cómo dicen? ¿De un ala?
Suspiró una vez más. Estaba pensando mucho más en el hombre que en el mismo lugar y su decoración ostentosa. Sus fantasías fueron interrumpidas y su vista fue capturada por un joven con una máscara de un plateado metálico y una elegante gabardina oscura como la noche y de detalles rojos carmesí. Arqueó una ceja tan intensamente que su frente pudo haberse arrugado por el esfuerzo.
-¡Disculpa! -Llamó al sombrío mientras daba un paso hacia adelante, sin alejarse demasiado del joven y su azul compañero. Tocó su hombro un par de veces para llamar su atención. Le era muy familiar, demasiado para su gusto. Sentía una necesidad extrema de verlo bien, era como si tuviese una pieza más de su rompecabezas y no supiese dónde acomodarla. Se dispuso a hablar, pero la atención de todos fue requerida a los Royal Knight que se posaban en el escenario. La bella joven que dio el discurso también le resultaba conocida a la pelirrosada, pero no era una intensidad mayor tal y como lo era el enmascarado de acero. La inmensidad del digimon que acompañaba a la muchacha del discurso era increíble, pero los ojos de Elluka solo se centraban en su caballero de ojos de oro. No pudo evitar esbozar una sonrisa de orgullo y se posó alzando el mentón. Ese hermoso hombre parado ahí al frente era para ella y para nadie más ¿Verdad? Antes de que se diese cuenta, el baile había iniciado con la misma muchacha de máscara escamada abriendo la pista. Tomó una postura más casual, y volvió a llamar al muchacho de la gabardina.
-Disculpa, ¿Te conozco? -Preguntó con una voz aguda. ¡Era obvio que lo conocía! Y lo más probable es que él no la supiese como Elluka Clockworker. Una parte de ella no quería preguntarle su nombre, no deseaba el saberlo ¿Pero por qué? Tampoco deseaba presentarse como Louise Françoise, se suponía que ya no eran una misma persona. Se ajustó la voz y se tomó un mechón del cabello, peinándolo con las manos frenéticamente. Muy bien, Elluka, ya iniciaste la conversación ¡Ahora termínala! Era lo que pensaba, pero ni una palabra salía de sus labios de rosa.
- Tamer
- Digi Puntos :532Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :Ancient SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :
Mega
Ultimate
Icono :Rango y Unidad :Elluka Clockworker
Rango: Demi God
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Venus Dove
Rango y Unidad Digi Aliado :Aleron
Rango: Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Venus Dove
Lion
Rango: Cabo
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Venus DoveInventario :
Elluka Clockworker
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
Fuji pudo percibir como uno a uno los demás tamer que asistirían al baile iban llegando al mismo, las máscaras y trajes eran elegantes, y los vestidos de las damas le parecían obras de arte con diversos estilos; sin duda, para el joven esa noche era lo más cercano a las galas del mundo humano, a las cuales él que acostumbraba a asistir con regularidad por su posición social, y económica. Los digimon y tamer que llegaban a reconocerlo, los saludaban a la distancia, y Fuji respondía con ligeras sonrisas ante cada uno de los gestos de los demás. – Me sorprende la cantidad de personas que ha asistido, estoy casi seguro que ha de haber personas de los tres clanes aquí –Dijo con una sonrisa ligera en el rostro a su acompañante, mientras sus ojos dorados a través del antifaz observaban a todos, y cada uno, de las personas que acudían al baile.
Cuando pudo sentir a la joven aferrarse a su brazo, le entregó una cálida caricia en la mejilla con la zurda. – No te preocupes, no hay monstruo en esta fiesta más peligroso que tu acompañante, y las estatuas solo son decoración… Supongo –Con esa característica sonrisa ladina intentó tranquilizar la ansiedad de la dama, sin dejar de sonreír ni por un momento.
La presencia de una voz conocida acercándose a ellos, produjo una natural risa en el peliverde mientras realizaba una reverencia saludando al conocido. – Es bueno verte en una noche tan hermosa, joven Hao, felicidades por tu ingreso al clan; he escuchado que has sido asignado a mi división, es un placer tener dos nuevos compañeros de su calibre entre nosotros –Exclamó risueño el caballero, antes de señalar con la diestra a su acompañante, como si la estuviese enseñando. – Ella es Elluka Clockworker, mi pareja; es una suboficial de los Union Saver con tanto futuro como talento –Su voz se volvió particularmente dulce al hablar de la dama con cabellos de cerezo, al igual que su mirada mostró por unos momentos un particular brillo. Sin embargo, poco tiempo pudo atender a la compañía antes de llevar la mirada al escenario.
Sigrun, la joven que había hecho los arreglos para que se uniese al clan como uno de los altos mandos se encontraba dando el discurso de apertura al baile. Arqueó una ceja, puesto le producía curiosidad saber cómo manejaría la muchedumbre, ¿se pondría nerviosa?, fue grata su sorpresa cuando escuchó un grito de la multitud, desubicado, pero bien recibido puesto claramente intentaba calmar a la albina. Cuando terminó, junto con Ulforce, el peliverde aplaudió suavemente antes de observar a las tres personas a su alrededor. – Supongo que es mi turno, Hao, espero podamos vernos más adelante, procura divertirte, es una orden –Con la diestra palmeó suavemente el hombro del rubio frente a sí, antes de entregar una mirada fugaz a su acompañante para relajarla.
Su andar al escenario fue ligero, la gente se abría paso a medida que este se acercaba sin necesidad de que este pidiese permiso para avanzar siquiera. Ondeando su traje de pulcra semejanza imperial, subió las escaleras hasta llegar al centro del escenario, y llamó la atención de los pocos distraídos con un golpear de palmas. - ¡Buenas noches, damas, caballeros y digimon!, es un honor para mí como Holy Knight of the Deadly Rose, honrar la memoria de aquellos ancestrales caballeros cuya memoria no ha de ser olvidada, ¿Y qué mejor forma de recordarlos que con una ocasión festiva?, alcen sus copas, disfruten del banquete, bailen y diviértanse en honor a aquellos que ya no pueden hacerlo, esta noche no hay lealtad más que la noche misma –Fuji realizó una reverencia profunda antes de que los aplausos comenzasen a sonar en respuesta a su discurso, con ello la música dio inicio y el baile se dio por comenzado.
Descendió del escenario con la misma calma que había llegado, pero su mirada se tornó sorprendida al ver a su acompañante, aparentemente cortejada por otro caballero. Una de sus cejas verdosas se arqueó en respuesta, y comenzó su andar en dirección a ambos. – Vaya, muchas gracias por cuidar a mi acompañante en mi ausencia –Dijo al joven de cabellos castaños, antes de tomar la mano de su acompañante con la diestra, y posar la zurda alrededor de su cintura para dar un giro al ritmo de la música, empezando el baile. - ¿Será un encanto particular que atrae a las masas a ti?, eso mi amada, es el carisma de la realeza –murmuró sin detener sus gráciles movimientos.
Cuando pudo sentir a la joven aferrarse a su brazo, le entregó una cálida caricia en la mejilla con la zurda. – No te preocupes, no hay monstruo en esta fiesta más peligroso que tu acompañante, y las estatuas solo son decoración… Supongo –Con esa característica sonrisa ladina intentó tranquilizar la ansiedad de la dama, sin dejar de sonreír ni por un momento.
La presencia de una voz conocida acercándose a ellos, produjo una natural risa en el peliverde mientras realizaba una reverencia saludando al conocido. – Es bueno verte en una noche tan hermosa, joven Hao, felicidades por tu ingreso al clan; he escuchado que has sido asignado a mi división, es un placer tener dos nuevos compañeros de su calibre entre nosotros –Exclamó risueño el caballero, antes de señalar con la diestra a su acompañante, como si la estuviese enseñando. – Ella es Elluka Clockworker, mi pareja; es una suboficial de los Union Saver con tanto futuro como talento –Su voz se volvió particularmente dulce al hablar de la dama con cabellos de cerezo, al igual que su mirada mostró por unos momentos un particular brillo. Sin embargo, poco tiempo pudo atender a la compañía antes de llevar la mirada al escenario.
Sigrun, la joven que había hecho los arreglos para que se uniese al clan como uno de los altos mandos se encontraba dando el discurso de apertura al baile. Arqueó una ceja, puesto le producía curiosidad saber cómo manejaría la muchedumbre, ¿se pondría nerviosa?, fue grata su sorpresa cuando escuchó un grito de la multitud, desubicado, pero bien recibido puesto claramente intentaba calmar a la albina. Cuando terminó, junto con Ulforce, el peliverde aplaudió suavemente antes de observar a las tres personas a su alrededor. – Supongo que es mi turno, Hao, espero podamos vernos más adelante, procura divertirte, es una orden –Con la diestra palmeó suavemente el hombro del rubio frente a sí, antes de entregar una mirada fugaz a su acompañante para relajarla.
Su andar al escenario fue ligero, la gente se abría paso a medida que este se acercaba sin necesidad de que este pidiese permiso para avanzar siquiera. Ondeando su traje de pulcra semejanza imperial, subió las escaleras hasta llegar al centro del escenario, y llamó la atención de los pocos distraídos con un golpear de palmas. - ¡Buenas noches, damas, caballeros y digimon!, es un honor para mí como Holy Knight of the Deadly Rose, honrar la memoria de aquellos ancestrales caballeros cuya memoria no ha de ser olvidada, ¿Y qué mejor forma de recordarlos que con una ocasión festiva?, alcen sus copas, disfruten del banquete, bailen y diviértanse en honor a aquellos que ya no pueden hacerlo, esta noche no hay lealtad más que la noche misma –Fuji realizó una reverencia profunda antes de que los aplausos comenzasen a sonar en respuesta a su discurso, con ello la música dio inicio y el baile se dio por comenzado.
Descendió del escenario con la misma calma que había llegado, pero su mirada se tornó sorprendida al ver a su acompañante, aparentemente cortejada por otro caballero. Una de sus cejas verdosas se arqueó en respuesta, y comenzó su andar en dirección a ambos. – Vaya, muchas gracias por cuidar a mi acompañante en mi ausencia –Dijo al joven de cabellos castaños, antes de tomar la mano de su acompañante con la diestra, y posar la zurda alrededor de su cintura para dar un giro al ritmo de la música, empezando el baile. - ¿Será un encanto particular que atrae a las masas a ti?, eso mi amada, es el carisma de la realeza –murmuró sin detener sus gráciles movimientos.
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :1145Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Ancient Spirit X Evolution.Nivel On Rol de los Digi Aliados :Lily - Super Ultimate.
Dahlia - Super Ultimate.Icono :Rango y Unidad :Fuji Raikomaru
Rango: Holy Knight
Unidad: Deadly RoseRango y Unidad Digi Aliado :Lily (Lilithmon)
Rango: Maestre
División: Deadly Rose
Inventario :
Fuji Raikomaru
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
Con su ojo contemplando a aquella chica, la impresión era doble para el muchacho. Por una parte contemplaba a la mujer que se había coronado como una de las amazonas* que dirigían a los Royal Knight, aquella a la que había visto gobernando un dragón, proeza que en las leyendas solo habían conseguido los dioses o sus elegidos. Sin embargo, la delicadeza de sus rasgos hacía esto difícil de creer, pues Roku le sacaba prácticamente una cabeza. ¿Mediría metro sesenta? Y aunque la máscara cubriera gran parte de sus facciones no podía tener más de dieciocho años. ¿Alguien tan joven había alcanzado ya semejante posición? ¿Qué experiencias cargaría en sus hombros? Ella estaba disfrutando de las mieles de un éxito más que merecido mientras el japonés solo había encontrado el amargor de una derrota constante.
Pero no era envidia lo que recorría sus entrañas. La admiraba. Al igual que los humanos habían personificado a sus dioses para convertirlos en seres a imitar Roku se encontraba ante el ideal que quería alcanzar.
Alguien que pudiera entender el corazón del digimundo desde una perspectiva humana. Saber discernir la verdad entre la maraña de mentiras que constituía un mundo que, en síntesis, era artificial. Ya había conocido a gente así, como Hao y su compañero, con el que mantenía un vínculo fraternal, o Eruna, que recorría el digimundo con sus compañeros para hacerlo un lugar mejor.
Roku no tenía ni esa disposición ni entereza, pues el rencor hacia estos seres seguía anidado en su alma, sin redención posible. Puede que nunca fuera capaz de hacer algo productivo por nadie, ni humano, ni digital, pero aunque estas ideas surcaban sus pensamientos, esa noche no le importaban lo más mínimo.
Gracias al digimundo había conocido gente asombrosa capaz de lograr proezas con las que él solo podía soñar. Ya pensaría en su debilidad o defectos otro día, pues en ese baile, si bien debía atender a su encargo, pensaba disfrutar conociendo gente que pudiera trascender todas las limitaciones con las que él vivía y, por ende, ser de utilidad a la gente, y no como él, limitado a ser una existencia dañina a ambos lados.
Aún seguía observando los dos zafiros que se escondían tras el antifaz cuando un digimon de aspecto cómícamente bélico vino a solicitar su presencia. Era obvio que ella tendría que atender a otros asuntos de mayor importancia que perder el tiempo con un don nadie. Al parecer tenía que encargarse del discurso en honor a los antiguos caballeros reales, sin embargo el que respondió fue el enorme ser que estaba a su lado. Todo este tiempo pensó que era una estatua, por su gesto serio y solemnidad, y si ella ya le insinuaba de un porte noble su compañero era de proporciones épicas.
Roku ya se disponía a alejarse del lado de ambos héroes, al fin y al cabo, ¿qué pintaba allí? Pero algo inesperado detuvo su marcha:“Por favor, espérame aquí.”fue la frase que salió de sus labios, concluyendo con un“Te debo un baile y una historia”que acompañó con una gentil sonrisa. La mente del chico colapsó, pues ya había razonado que lógicamente ese era el escenario menos plausible, y que si lo hizo fue simplemente porque no tenía nada que perder. Y era ahora cuando vio que de verdad estaba aceptando.
Ella, junto con su compañero digimon, ya se estaban alejando, siendo justo el opuesto de Roku, petrificado ante el cortocircuito que se encontraba en su cabeza. ¿Qué debía hacer? ¿Qué sería lo más adecuado para no perjudicar al honor de ella en ningún momento? Su cerebro repasaba todos los pasajes sobre etiqueta, protocolo y educación de los libros que había leído, pero su cuerpo seguía inmóvil.
Permaneciendo en esta tesitura empezó el ansiado discurso inaugural. Aunque aún con el espíritu enturbiado, Roku fue asimilando las ideas esenciales que se recogían en estas presentaciones, pues las necesitaría para saber qué preguntar a la chica: “hermanos” y “olvido” fueron los elementos predominantes en las breves palabras que dedicó el digimon. Ella se extendió más, hablando del clan, de un heroico sacrificio por parte de unos RK originales, siendo el actual clan unos herederos. El baile, entonces, conmemoraba la muerte de estos en una guerra pasada, y antes de deducir más de la historia de un mundo que le era desconocido, resonó en el ambiente.
- ¡SIGRUN! ¡TÍA BUENA!¡QUIERO UN HIJO TUYO!- al parecer el digimundo no cohibía “ese tipo” de relaciones, y todos podían manifestar sus sentimientos sin tapujo ni limitación; al japonés esto le resultaba extraño, pero por otra parte, veía bien que el digimundo permitiera una libertad inexistente al otro lado.
La sorpresa radicaba en que la sublíder de los RK aunara en su persona esta doble faceta. Por una parte ejercía un dominio bélico sobre el clan para garantizar la seguridad del mundo digital, pero desde otra perspectiva ella tenía el éxito y apoyo propios de una idol japonesa. Tras esta intervención un hombre de gran envergadura tomó la palabra, y aunque sus ademanes y gestos le convalidaban de verdad como un “caballero” en el más estricto sentido dieciochesco, Roku no podía atender a sus palabras, pues su mente se prospeccionaba en otra dirección.
-Su nombre es Si.. Si...Sieg...-intentaba pronunciar el chico, con una clara dificultad debido a la exótica procedencia del nombre-¿Siegrunu? No, así no... Sig...Run...-la ausencia de vocales explosivas en estas sílabas convirtió este detalle sin importancia en una epopeya para el chico.
Acababa ya un discurso al cual no había prestado atención y la srta. Sigrun estaría a punto de acudir para corresponder a su palabra. Probablemente tras el discurso tendría sed, y si había acudido al baile sin cenar tendría hambre al no poder hacer como otros invitados, que en estos momentos podían deleitarse con el fastuoso banquete que se ofrecía. No sería respetuoso dejar que desatendiera esto por bailar con él, así que se movió a la zona donde se disponían los refrigerios.
Desplazándose evadiendo a los demás enmascarados llegó al lugar donde podía llenar una copa, pero no sabía qué le gustaría a la dama. Sin complicarse demasiado acudió al líquido elemental y llenó el recipiente con agua. Mientras efectuaba esto se fijó en un chico que estaba allí apostado, solo, bebiendo. Le llamó la atención los motivos vegetales de su máscara y un extraño mechón de pelo diferente al resto que conformaban sus cabellos. Roku se inclinó respetuosamente en señal de saludo, y pudo ver un rastro de despojos y restos de comida que conducían hacia la mesa de aperitivos.
-¿Pero quién ha hecho esto? ¿Acaso al evento a acudido Gargantúa y no han avisado?-preguntaba el japonés recordando la obra de Rabelais-En fin, por lo menos ahora sé dónde sirven el banquete.
Se dirigió allí despidiendo con un leve gesto de la mano al muchacho. Al llegar hasta allí se encontró con una muchacha de cabellos otoñales y ojos esmeralda que estaba acompañada por un digimon que se asemejaba a las representaciones gráficas del licántropo. Pudo apreciar que él se servía gambas y ella estaba degustando una especie de fritura esférica. Mientras preparaba un plato con ambos manjares.
-Disculpe mi osadía-le dijo-. Pero es extraño que alguien como usted se encuentre aquí sola. No prive a los jóvenes de su compañía-le decía señalando hacia el joven que se encontraba en la zona de bebidas-. De nuevo, disculpe si su acompañante es este digimon, no quería faltarles al respeto, pero considero un pecado que una flor tan bella permanezca lejos del jardín. Lamento mi exceso de metáforas, pero esta noche es especial, así que no permanezca aquí, sola. Disfrute de la ocasión, señorita.
Con esta palabrería Roku pretendía que ambos no se percataran de que estaba portando las últimas raciones de esa mesa, al menos hasta que el servicio encargado reabasteciera las diferentes zonas. Inclinando de nuevo su cabeza para despedirse, y con el plato listo se dirigió a donde debería estar Sigrun, y como era predecible para alguien con nociones de etiqueta y honor, allí esperaba. Ella se disculpaba por la espera y agarró su mano, pero el chico le ofreció lo que había recogido a última hora.
-No, discúlpeme a mí, no he esperado en el sitio designado. Pensé que igual tendría hambre o sed, y he ido a por esto-decía buscando una mesa vacía o que no hubiera gente pululando-. Si no le apetece podemos dejarlo en aquella mesa para después del baile.
Mientras cumplía los deseos de la muchacha, Roku suspiró. Estaba nervioso. Si bien había bailado en ocasiones escolares y fiestas familiares, nunca se había encontrado en esta situación. Efectuando el baile inaugural con una de las anfitrionas. Durante los primeros minutos todas las miradas estarían en ellos, y el mínimo error podria afectar a la reputación de ella. ¿Qué hacía bailando con un desconocido? Aunque todos portaban máscaras muchos de ellos eran reconocidos pese a esto, siendo Sigrun ejemplo de ello, pero él era un don nadie. Procurando abandonar estos pensamientos, aplicó presión en su dedo dislocado, el dolor ayudaba a centrarse. Se encontraba efectuando esto cuando notó algo cálido y agradable en su mano dañada. Era la mano de Sigrun.
Acompañó sus pasos hacia la pista, y aunque era cierto que en esos momentos todos les miraban, ya le daba igual. Ella estaba haciendo un esfuerzo por ser agradable con un completo extraño, y lo menos que podía hacer él era esforzarse en efectuar un baile que les costara olvidar. Antes de que empezara a tocar la banda, Roku realizó una genuflexión cortés ante Sigrun para después ofrecerle la mano.
Así empezaría el baile.
La canción empezó a sonar. Lo mejor de todo es que conocía la balada, pues la banda ya la había tocado varias veces. Conocía el ritmo de la melodía. Empezaba con un compás lento y luego aceleraba, llegando un punto donde aparecía una segunda tonadilla que constituía el clímax para regresar al acompasamiento inicial. Cuando sintió la manó de Sigrun apoyarse en la suya empezó a dar los primeros pasos.
Ella se movía delicadamente al son de la música, obviamente no era su primer baile. Parecía algo natural en ella y, de hecho, parecía disfrutarlo, o al menos eso denotaba su expresión facial. Roku observó que el resto de asistentes al evento ya se habían unido al baile, por lo que al menos ya no sentiría aquellas miradas en su nuca.
Podía ahora pensar bien en las preguntas, pero el razonar en estas chocaba con su atención a la danza, por lo que empezó a cometer errores, los cuales su pareja en este primer baile enmendó, siendo ella la que marcaba el compás. El joven seguía pensando cómo formularlas de forma cortés, pero deparó en el problema de la máscara. Al ser completa interrumpía el paso de su voz, por lo que producía un extraño eco que, sumado a la canción, imposibilitaría cualquier intento de comprensión. La única alternativa que se le ocurrió fue acercar su rostro al oído de la chica e intentar efectuar las preguntas sin degenerar en un violento volumen que la molestara.
-Srta. Sigrun-comenzó-, en primer lugar felicitarla por su actual posición en el clan. Para su corta edad es un mérito más que notable-proseguía, pensando en la primera pregunta-, ciertamente me fascina cómo llegó al mundo digital y qué méritos efectuó para alcanzar tal honor. Debe de ser una excelente historia-pensaba lo escuchado en los discursos iniciales y en la figura de su compañero-. Teniendo en cuenta que su compañero es “hermano” de los RK, no he llegado a entender si refiere a los originales o a los actuales-ahora lamentaba no haber atendido a las palabras del último conferenciante-.Soy novel en el mundo digital, y por ello no conozco los orígenes del clan, ni la batalla donde perecieron -retirándose de su oreja, y con ademanes de la cabeza, señaló las colosales estatuas-, y ciertamente me interesaría saber si alguno de los fundadores sigue vivo, pues la historia me fascina-con la historia de los RK y la llegada de Sigrun a su posición pensaba que bastaría para cumplir esta parte de su trabajo, pero su curiosidad personal no se contentaba solo con esto-, pero también me fascina tu fortaleza. Si no es una indiscreción, ¿te espera alguien en el mundo humano?
Pero no era envidia lo que recorría sus entrañas. La admiraba. Al igual que los humanos habían personificado a sus dioses para convertirlos en seres a imitar Roku se encontraba ante el ideal que quería alcanzar.
Alguien que pudiera entender el corazón del digimundo desde una perspectiva humana. Saber discernir la verdad entre la maraña de mentiras que constituía un mundo que, en síntesis, era artificial. Ya había conocido a gente así, como Hao y su compañero, con el que mantenía un vínculo fraternal, o Eruna, que recorría el digimundo con sus compañeros para hacerlo un lugar mejor.
Roku no tenía ni esa disposición ni entereza, pues el rencor hacia estos seres seguía anidado en su alma, sin redención posible. Puede que nunca fuera capaz de hacer algo productivo por nadie, ni humano, ni digital, pero aunque estas ideas surcaban sus pensamientos, esa noche no le importaban lo más mínimo.
Gracias al digimundo había conocido gente asombrosa capaz de lograr proezas con las que él solo podía soñar. Ya pensaría en su debilidad o defectos otro día, pues en ese baile, si bien debía atender a su encargo, pensaba disfrutar conociendo gente que pudiera trascender todas las limitaciones con las que él vivía y, por ende, ser de utilidad a la gente, y no como él, limitado a ser una existencia dañina a ambos lados.
Aún seguía observando los dos zafiros que se escondían tras el antifaz cuando un digimon de aspecto cómícamente bélico vino a solicitar su presencia. Era obvio que ella tendría que atender a otros asuntos de mayor importancia que perder el tiempo con un don nadie. Al parecer tenía que encargarse del discurso en honor a los antiguos caballeros reales, sin embargo el que respondió fue el enorme ser que estaba a su lado. Todo este tiempo pensó que era una estatua, por su gesto serio y solemnidad, y si ella ya le insinuaba de un porte noble su compañero era de proporciones épicas.
Roku ya se disponía a alejarse del lado de ambos héroes, al fin y al cabo, ¿qué pintaba allí? Pero algo inesperado detuvo su marcha:“Por favor, espérame aquí.”fue la frase que salió de sus labios, concluyendo con un“Te debo un baile y una historia”que acompañó con una gentil sonrisa. La mente del chico colapsó, pues ya había razonado que lógicamente ese era el escenario menos plausible, y que si lo hizo fue simplemente porque no tenía nada que perder. Y era ahora cuando vio que de verdad estaba aceptando.
Ella, junto con su compañero digimon, ya se estaban alejando, siendo justo el opuesto de Roku, petrificado ante el cortocircuito que se encontraba en su cabeza. ¿Qué debía hacer? ¿Qué sería lo más adecuado para no perjudicar al honor de ella en ningún momento? Su cerebro repasaba todos los pasajes sobre etiqueta, protocolo y educación de los libros que había leído, pero su cuerpo seguía inmóvil.
Permaneciendo en esta tesitura empezó el ansiado discurso inaugural. Aunque aún con el espíritu enturbiado, Roku fue asimilando las ideas esenciales que se recogían en estas presentaciones, pues las necesitaría para saber qué preguntar a la chica: “hermanos” y “olvido” fueron los elementos predominantes en las breves palabras que dedicó el digimon. Ella se extendió más, hablando del clan, de un heroico sacrificio por parte de unos RK originales, siendo el actual clan unos herederos. El baile, entonces, conmemoraba la muerte de estos en una guerra pasada, y antes de deducir más de la historia de un mundo que le era desconocido, resonó en el ambiente.
- ¡SIGRUN! ¡TÍA BUENA!¡QUIERO UN HIJO TUYO!- al parecer el digimundo no cohibía “ese tipo” de relaciones, y todos podían manifestar sus sentimientos sin tapujo ni limitación; al japonés esto le resultaba extraño, pero por otra parte, veía bien que el digimundo permitiera una libertad inexistente al otro lado.
La sorpresa radicaba en que la sublíder de los RK aunara en su persona esta doble faceta. Por una parte ejercía un dominio bélico sobre el clan para garantizar la seguridad del mundo digital, pero desde otra perspectiva ella tenía el éxito y apoyo propios de una idol japonesa. Tras esta intervención un hombre de gran envergadura tomó la palabra, y aunque sus ademanes y gestos le convalidaban de verdad como un “caballero” en el más estricto sentido dieciochesco, Roku no podía atender a sus palabras, pues su mente se prospeccionaba en otra dirección.
-Su nombre es Si.. Si...Sieg...-intentaba pronunciar el chico, con una clara dificultad debido a la exótica procedencia del nombre-¿Siegrunu? No, así no... Sig...Run...-la ausencia de vocales explosivas en estas sílabas convirtió este detalle sin importancia en una epopeya para el chico.
Acababa ya un discurso al cual no había prestado atención y la srta. Sigrun estaría a punto de acudir para corresponder a su palabra. Probablemente tras el discurso tendría sed, y si había acudido al baile sin cenar tendría hambre al no poder hacer como otros invitados, que en estos momentos podían deleitarse con el fastuoso banquete que se ofrecía. No sería respetuoso dejar que desatendiera esto por bailar con él, así que se movió a la zona donde se disponían los refrigerios.
Desplazándose evadiendo a los demás enmascarados llegó al lugar donde podía llenar una copa, pero no sabía qué le gustaría a la dama. Sin complicarse demasiado acudió al líquido elemental y llenó el recipiente con agua. Mientras efectuaba esto se fijó en un chico que estaba allí apostado, solo, bebiendo. Le llamó la atención los motivos vegetales de su máscara y un extraño mechón de pelo diferente al resto que conformaban sus cabellos. Roku se inclinó respetuosamente en señal de saludo, y pudo ver un rastro de despojos y restos de comida que conducían hacia la mesa de aperitivos.
-¿Pero quién ha hecho esto? ¿Acaso al evento a acudido Gargantúa y no han avisado?-preguntaba el japonés recordando la obra de Rabelais-En fin, por lo menos ahora sé dónde sirven el banquete.
Se dirigió allí despidiendo con un leve gesto de la mano al muchacho. Al llegar hasta allí se encontró con una muchacha de cabellos otoñales y ojos esmeralda que estaba acompañada por un digimon que se asemejaba a las representaciones gráficas del licántropo. Pudo apreciar que él se servía gambas y ella estaba degustando una especie de fritura esférica. Mientras preparaba un plato con ambos manjares.
-Disculpe mi osadía-le dijo-. Pero es extraño que alguien como usted se encuentre aquí sola. No prive a los jóvenes de su compañía-le decía señalando hacia el joven que se encontraba en la zona de bebidas-. De nuevo, disculpe si su acompañante es este digimon, no quería faltarles al respeto, pero considero un pecado que una flor tan bella permanezca lejos del jardín. Lamento mi exceso de metáforas, pero esta noche es especial, así que no permanezca aquí, sola. Disfrute de la ocasión, señorita.
Con esta palabrería Roku pretendía que ambos no se percataran de que estaba portando las últimas raciones de esa mesa, al menos hasta que el servicio encargado reabasteciera las diferentes zonas. Inclinando de nuevo su cabeza para despedirse, y con el plato listo se dirigió a donde debería estar Sigrun, y como era predecible para alguien con nociones de etiqueta y honor, allí esperaba. Ella se disculpaba por la espera y agarró su mano, pero el chico le ofreció lo que había recogido a última hora.
-No, discúlpeme a mí, no he esperado en el sitio designado. Pensé que igual tendría hambre o sed, y he ido a por esto-decía buscando una mesa vacía o que no hubiera gente pululando-. Si no le apetece podemos dejarlo en aquella mesa para después del baile.
Mientras cumplía los deseos de la muchacha, Roku suspiró. Estaba nervioso. Si bien había bailado en ocasiones escolares y fiestas familiares, nunca se había encontrado en esta situación. Efectuando el baile inaugural con una de las anfitrionas. Durante los primeros minutos todas las miradas estarían en ellos, y el mínimo error podria afectar a la reputación de ella. ¿Qué hacía bailando con un desconocido? Aunque todos portaban máscaras muchos de ellos eran reconocidos pese a esto, siendo Sigrun ejemplo de ello, pero él era un don nadie. Procurando abandonar estos pensamientos, aplicó presión en su dedo dislocado, el dolor ayudaba a centrarse. Se encontraba efectuando esto cuando notó algo cálido y agradable en su mano dañada. Era la mano de Sigrun.
Acompañó sus pasos hacia la pista, y aunque era cierto que en esos momentos todos les miraban, ya le daba igual. Ella estaba haciendo un esfuerzo por ser agradable con un completo extraño, y lo menos que podía hacer él era esforzarse en efectuar un baile que les costara olvidar. Antes de que empezara a tocar la banda, Roku realizó una genuflexión cortés ante Sigrun para después ofrecerle la mano.
Así empezaría el baile.
La canción empezó a sonar. Lo mejor de todo es que conocía la balada, pues la banda ya la había tocado varias veces. Conocía el ritmo de la melodía. Empezaba con un compás lento y luego aceleraba, llegando un punto donde aparecía una segunda tonadilla que constituía el clímax para regresar al acompasamiento inicial. Cuando sintió la manó de Sigrun apoyarse en la suya empezó a dar los primeros pasos.
Ella se movía delicadamente al son de la música, obviamente no era su primer baile. Parecía algo natural en ella y, de hecho, parecía disfrutarlo, o al menos eso denotaba su expresión facial. Roku observó que el resto de asistentes al evento ya se habían unido al baile, por lo que al menos ya no sentiría aquellas miradas en su nuca.
Podía ahora pensar bien en las preguntas, pero el razonar en estas chocaba con su atención a la danza, por lo que empezó a cometer errores, los cuales su pareja en este primer baile enmendó, siendo ella la que marcaba el compás. El joven seguía pensando cómo formularlas de forma cortés, pero deparó en el problema de la máscara. Al ser completa interrumpía el paso de su voz, por lo que producía un extraño eco que, sumado a la canción, imposibilitaría cualquier intento de comprensión. La única alternativa que se le ocurrió fue acercar su rostro al oído de la chica e intentar efectuar las preguntas sin degenerar en un violento volumen que la molestara.
-Srta. Sigrun-comenzó-, en primer lugar felicitarla por su actual posición en el clan. Para su corta edad es un mérito más que notable-proseguía, pensando en la primera pregunta-, ciertamente me fascina cómo llegó al mundo digital y qué méritos efectuó para alcanzar tal honor. Debe de ser una excelente historia-pensaba lo escuchado en los discursos iniciales y en la figura de su compañero-. Teniendo en cuenta que su compañero es “hermano” de los RK, no he llegado a entender si refiere a los originales o a los actuales-ahora lamentaba no haber atendido a las palabras del último conferenciante-.Soy novel en el mundo digital, y por ello no conozco los orígenes del clan, ni la batalla donde perecieron -retirándose de su oreja, y con ademanes de la cabeza, señaló las colosales estatuas-, y ciertamente me interesaría saber si alguno de los fundadores sigue vivo, pues la historia me fascina-con la historia de los RK y la llegada de Sigrun a su posición pensaba que bastaría para cumplir esta parte de su trabajo, pero su curiosidad personal no se contentaba solo con esto-, pero también me fascina tu fortaleza. Si no es una indiscreción, ¿te espera alguien en el mundo humano?
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
El fulgor aumentaba con la llegada de los invitados tal fue el caso de los miembros de los RK, y sus cortos discursos, el Sr. Fuji se despidio y acompañado por Ellukase dirigieron hacia lo que parecia ser una especie de tarima fabricada para la presentacion del los miembros, me mantuve en la entrada por unos minutos, veemon tiro de mi pantalon y señalaba hacia el area de comidas, la verdad no me apetecía ningún bocadillo por el momento, asi que accedi simplemente a acompañarlo.
Pues Veemon ahora que? Quieres hacer algo en especifico? Porque no vas a ligar con alguna digimon o algo asi- Veemon realizo una mirada fria hacia mis ojos, la broma no le había agradado para nada aun así me causaba mucha gracia y no pude contener la risa- Jajajaj Tranquilo..- Intentaba calmarlo no me gustaba que se tomara las cosas tan enserio siendo el el que siempre me decía mi no hacerlo.
Pues no se Hao, no conoces a nadie mas alguien con quien platicar o algo por el estilo?- Observe los alrededores en busca de alguien que me pareciera familiar, pero ademas de dificil era imposible pues todos portaban mascaras el hecho de revisar era simplemente estupido.
Todos usan mascaras....- Veemon se movio a un lado para dar paso a los recien ingresados al evento- Es imposible reconocer a alguien, asi que..- La cara de veemon resplandecio ante mi respuesta sabai que iriamos por comida y eso le alegraba- No queda mas que ir a la barra de comidas- Se adelanto entre la multitud, yo me abri paso suavemente entre las personas, no podia ser tan brusco podria ocasionar un conflicto o algo por el estilo.
Al llegar a la barra de comidas tome asiento y observe como Veemon se hartaba de todo lo que habia.
Ñam Ñam ñam- Mordisco tras mordisco, la comida se volvió migajas siendo digerida por veemon, deje de observarlo y dirigi mi mirada hacia la multitud, solamente pensaba como mi vida habia cambiado con la llegada de una persona, todo, la rutina, completamente habia desaparecido la monotonía de mi vida, ya nada era igual, con un acompañante tan leal y sincero alguien en quien puedes confiar en las malas y en las buenas, el numero de personas que transitaban el evento era impresionante, diria yo que un 25% de nuestra poblacion podria estar en el digimundo, teniendo en cuenta que hay mas digimons que personas...
A lo mejor la persona para conversar estaba simplemente a metros de mi, me voltee nuevamente hacia veemon- Oye veemon... cuando supiste que era yo tu tamer..que sentiste?- Veemon detuvo su mandibula y trago la comida restante en su boca, para voltearse y mirarme fijamente- Pues Hao, la verdad cuando se construye un lazo como este desearias que jamas termine, aunque es asi infinito no es tan constante, pues quien sabe puede llegar el dia en que los digimons malos se rebelen y tomen posesion del digimundo causando una guerra entre el mundo real y este, o viceversa recuerda que no todos consideran a los digimons aliados, pero no es el caso mientras estemos juntos somos invencibles, a que no compañero?- Extendio su mano y cerrando su puño me lo mostro, respondi de igual manera chocando los nudillos.
Sigue en lo que estabas gloton, pero deja un poco para los demas invitados.- Sonrei y dirigi mi mirada nuevamente hacia la multitud tome una bebida recien servida por los empleados del evento, muy refrescante conocia sus ingredientes pero era exquisita, me arrecoste sobre la barra reposando mi codo sobro los laterales y relajando mi espalda sobre la barra.
Ahh esto va a estar buenisimo.
Pues Veemon ahora que? Quieres hacer algo en especifico? Porque no vas a ligar con alguna digimon o algo asi- Veemon realizo una mirada fria hacia mis ojos, la broma no le había agradado para nada aun así me causaba mucha gracia y no pude contener la risa- Jajajaj Tranquilo..- Intentaba calmarlo no me gustaba que se tomara las cosas tan enserio siendo el el que siempre me decía mi no hacerlo.
Pues no se Hao, no conoces a nadie mas alguien con quien platicar o algo por el estilo?- Observe los alrededores en busca de alguien que me pareciera familiar, pero ademas de dificil era imposible pues todos portaban mascaras el hecho de revisar era simplemente estupido.
Todos usan mascaras....- Veemon se movio a un lado para dar paso a los recien ingresados al evento- Es imposible reconocer a alguien, asi que..- La cara de veemon resplandecio ante mi respuesta sabai que iriamos por comida y eso le alegraba- No queda mas que ir a la barra de comidas- Se adelanto entre la multitud, yo me abri paso suavemente entre las personas, no podia ser tan brusco podria ocasionar un conflicto o algo por el estilo.
Al llegar a la barra de comidas tome asiento y observe como Veemon se hartaba de todo lo que habia.
Ñam Ñam ñam- Mordisco tras mordisco, la comida se volvió migajas siendo digerida por veemon, deje de observarlo y dirigi mi mirada hacia la multitud, solamente pensaba como mi vida habia cambiado con la llegada de una persona, todo, la rutina, completamente habia desaparecido la monotonía de mi vida, ya nada era igual, con un acompañante tan leal y sincero alguien en quien puedes confiar en las malas y en las buenas, el numero de personas que transitaban el evento era impresionante, diria yo que un 25% de nuestra poblacion podria estar en el digimundo, teniendo en cuenta que hay mas digimons que personas...
A lo mejor la persona para conversar estaba simplemente a metros de mi, me voltee nuevamente hacia veemon- Oye veemon... cuando supiste que era yo tu tamer..que sentiste?- Veemon detuvo su mandibula y trago la comida restante en su boca, para voltearse y mirarme fijamente- Pues Hao, la verdad cuando se construye un lazo como este desearias que jamas termine, aunque es asi infinito no es tan constante, pues quien sabe puede llegar el dia en que los digimons malos se rebelen y tomen posesion del digimundo causando una guerra entre el mundo real y este, o viceversa recuerda que no todos consideran a los digimons aliados, pero no es el caso mientras estemos juntos somos invencibles, a que no compañero?- Extendio su mano y cerrando su puño me lo mostro, respondi de igual manera chocando los nudillos.
Sigue en lo que estabas gloton, pero deja un poco para los demas invitados.- Sonrei y dirigi mi mirada nuevamente hacia la multitud tome una bebida recien servida por los empleados del evento, muy refrescante conocia sus ingredientes pero era exquisita, me arrecoste sobre la barra reposando mi codo sobro los laterales y relajando mi espalda sobre la barra.
Ahh esto va a estar buenisimo.
- Digi Puntos :102Ficha :Relaciones :Cronologia :-En Proceso-NPCs :-Ninguno-Nivel On Rol :Champion
Fura Kiiro
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
El discurso de los sub-lideres de los Royal Knight no tardo en llegar, llamando la atención de todos los presentes, en especial del joven Zephyr que prestaba mas atención a las palabras de Sigrun que de Ulforce, algo que se notaba en su rostro que se iluminaba mas cuando la joven tenia la palabra, y quienes le conocían sabrían que sus halagos, que se juntaban con los de todo el publico al final del discurso, eran únicamente para la joven. Por su llegada algo tardía, el joven estaba por detrás en la multitud, logrando adentrarse apenas un poco durante el discurso, pero no mucho. Cuando las palabras cesaron y todos se dispersaban para continuar con el baile, el Royal Knight, intento acercarse mas a su superior (aunque técnicamente por ser parte de los black knight solo rendía cuentas al líder); pero antes de poder llegar cerca del escenario donde ella había estado con su camarada digital, otra joven le detuvo y sin presentarse prosiguió a atacarle con un interrogatorio algo hostil "- Tú, ¿que cable se te cruzó para pedirle venir al baile a alguien que no fuera Sig?-".
- ¿¡heee?! - tomando un paso de distancia entre él y la chica enojada, al tiempo que su cerebro intentaba reaccionar por el repentino suceso y cambio de meta - ¡espera! ¿¡a que te refieres con que eso no se me cruzo?! desde el dia que supe del baile la anduve buscando pero siempre andaba ocupada con algo y no la encontraba nunca en ningún lugar ...- responde con el mismo tono atacante que la joven lanzo asía él, pero calmándose al final y apenándose un poco por revelar de esa manera que le gustaba Sigrun (algo que se mostraba por el rojo que le llegaba al rostro), algo que apenas si hablaba con su compañero digital pero por el repentino suceso soltó sin pensar - ...ademas... no vine con nadie mas que Yuyun... mi compañero digital - aclarando al final ya con tono calmado y desviando algo la mirada por pena del comentario anterior.
Mientras aunque también escucharon el discurso, teniendo a Carlos sin el mínimo interés, Rony dejándose llevar por las emociones en las palabras y Yuyun que por su fanatismo en el credo de Yggdrasil y las historias de los Royal Knight, era el mas emocionado por las palabras de ambas cabecillas de su clan. Una vez que terminaron y la multitud se disperso, Carlos fue directo a atacar el banquete de las mesas, mientras que Rony, luego de hacerle prometer a su camarada que se comportara, acompaño al Yuki Agumon a ver los telares y obras colgadas en una de las paredes, las cuales mostraban los logros y hazañas de leyendas, que habían realizado los Royal Knight en los tiempos de antaño.
-pulgoso no aparques todas las botanas - Dise Carlos a Blurr, mientras le obliga a corre se empujándolo un poco para poder alcanzar unas botanas de pezcado que estaban en la mesa - jam jam jam - come sin muchos modales - no esperaba ver los por aqui - luego de tragarse unas cuantas botanas.
- ese conmemora la primera batalla de los Royal contra los terceros Demon Lords. En realidad los enemigos no habían alcanzado el poder de los primeros, así que no fue una batalla muy dura, pero se supone que les dio a entender a los Royal que el mal aun no olvido las técnicas prohibidas....se podría decir que fue inicio para la siguiente aventura de los caballeros - le comenta con orgullo a Rony, mientras contemplan unas pinturas. El humano notaba la emoción y el orgullo en la voz del Digimon, lo que le daba mas emoción a las historias, aunque como Rony no sabia mucho de las leyendas del Digimundo, solía perderse en algunas cosas...pero daba algo de pena interrumpir al pequeño dragón blanco.
- ¿¡heee?! - tomando un paso de distancia entre él y la chica enojada, al tiempo que su cerebro intentaba reaccionar por el repentino suceso y cambio de meta - ¡espera! ¿¡a que te refieres con que eso no se me cruzo?! desde el dia que supe del baile la anduve buscando pero siempre andaba ocupada con algo y no la encontraba nunca en ningún lugar ...- responde con el mismo tono atacante que la joven lanzo asía él, pero calmándose al final y apenándose un poco por revelar de esa manera que le gustaba Sigrun (algo que se mostraba por el rojo que le llegaba al rostro), algo que apenas si hablaba con su compañero digital pero por el repentino suceso soltó sin pensar - ...ademas... no vine con nadie mas que Yuyun... mi compañero digital - aclarando al final ya con tono calmado y desviando algo la mirada por pena del comentario anterior.
Mientras aunque también escucharon el discurso, teniendo a Carlos sin el mínimo interés, Rony dejándose llevar por las emociones en las palabras y Yuyun que por su fanatismo en el credo de Yggdrasil y las historias de los Royal Knight, era el mas emocionado por las palabras de ambas cabecillas de su clan. Una vez que terminaron y la multitud se disperso, Carlos fue directo a atacar el banquete de las mesas, mientras que Rony, luego de hacerle prometer a su camarada que se comportara, acompaño al Yuki Agumon a ver los telares y obras colgadas en una de las paredes, las cuales mostraban los logros y hazañas de leyendas, que habían realizado los Royal Knight en los tiempos de antaño.
-pulgoso no aparques todas las botanas - Dise Carlos a Blurr, mientras le obliga a corre se empujándolo un poco para poder alcanzar unas botanas de pezcado que estaban en la mesa - jam jam jam - come sin muchos modales - no esperaba ver los por aqui - luego de tragarse unas cuantas botanas.
- ese conmemora la primera batalla de los Royal contra los terceros Demon Lords. En realidad los enemigos no habían alcanzado el poder de los primeros, así que no fue una batalla muy dura, pero se supone que les dio a entender a los Royal que el mal aun no olvido las técnicas prohibidas....se podría decir que fue inicio para la siguiente aventura de los caballeros - le comenta con orgullo a Rony, mientras contemplan unas pinturas. El humano notaba la emoción y el orgullo en la voz del Digimon, lo que le daba mas emoción a las historias, aunque como Rony no sabia mucho de las leyendas del Digimundo, solía perderse en algunas cosas...pero daba algo de pena interrumpir al pequeño dragón blanco.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :232Cuentas :Ficha :Cronologia :Nivel On Rol :UltimateNivel On Rol de los Digi Aliados :Champion
Icono :Rango y Unidad :Ronaldo Antonio Kooi
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: East Blue Dragon
Carlos Kooi
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: East Blue DragonRango y Unidad Digi Aliado :Le-Amien Kooi
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: East Blue DragonInventario :
Rony & Carlos
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
Luna se había girado para irse de allí, y en ese momento un tamer pasó por su lado como una exhalación, por lo que Luna tuvo que dar un pasito al lado para no chocarse de bruces. El tamer, apresurado, volvió la vista hacia atrás, a un pequeño digimon con forma de pelota que vestía una armadura. Caminaba a trote, agarrándose con las manos el fajín metálico y con aspecto igual de apresurado que el humano, aunque también más cansado, cosa entendible por el peso de la armadura. El bamboleo del digimon hacía que la armadura rechinase, “clonk, clonk”.
-¡Venga, no seas lentorro!
-¡Esperame, yo también quiero ver el discurso de la sublíder!-lloriqueaba el digimon mientras se esforzaba por correr más y el ritmito del sonido se intensificaba. El pobre digimon se cayó de bruces al suelo, justo al lado de Luna, así que ella no pudo evitar tenderle la mano para que se pusiera en pie y reanudase su marcha. No le pudo dedicar más que una mirada excusándose, pues su tamer tamborilleaba el suelo con el pie, en señal de impaciencia.
-¡Si no te das prisa, no sólo nos perderemos el discurso, sino que además será imposible acercarme a pedirle bailar!-pataleó el tamer, esperando a que el Gladimon llegara hasta su lado antes de apresurarse de nuevo. "¿Discurso?". Ciertamente no era algo que extrañar en una ocasión como aquella, así que Luna bajó la cabeza y caminó hasta la muchedumbre que se había formado en torno al escenario. Aunque a pesar de su servicio prestado al clan sólo era una soldado raso en cuanto a lo que puestos se refería, irse no sería lo más correcto. También sería feo no ver el discurso de Sigrun, independientemente de los asuntos de diplomacia, así que no le quedaba de otra, lo cual no mejoraba su mal humor. Se sentía hasta agobiada, físicamente hablando, así que se quitó el antifaz antes de enfrentar a la muchedumbre que se concentraba delante del escenario por el que Sigrun y UlforceVeedramon subían.
Luna se dijo que Flora tenía que estar ahí, entre toda esa gente, probablemente en primera fila. La digimon, a pesar de la turbación inicial, se había encaminado hacia UlforceVeedramon al verlo, para saludarlo y hacerle la pregunta de que si ya tenía algún compromiso inicial para el primer baile, sin embargo un Grademon se acercó para decirles algo, por lo que prefirió no interrumpir. Flora supuso al ver que se encaminaban hacia el escenario que como las figuras principales de la fiesta debían decir algunas palabras en honor de esos caballeros que habían dado su vida por el digimundo, así que estuvo muy atenta a las palabras de todos los R.K que fueron invitados a dedicarlas, si bien prestó mayor atención a las de UlforceVeedramon. Recordaba la primera vez que lo había visto en las Tierras Flotantes, cómo su valentía la había impresionado. No estaba acostumbrada a sentir nervios o inseguridad, pero cuando él estaba cerca sentía un revuelo de emociones en su corazón tan plácido, oleaje en el calmo mar de sus emociones. Cuando UlforceVeedramon se giró, no pudo evitar reparar en sus anchas espaldas y Flora se ruborizó. Si Luna hubiera estado allí para notarlo le habría dado un codazo cómplice y dicho algún comentario que la digimon en su inocencia no habría entendido. La mirada de Flora estaba llena de admiración, al ver cómo UlforceVeedramon tenía ese algo para empujar a todo miembro del clan a superarse, a ser mejores. Incluso a ella, que no pertenecía al clan. Quería cuidarlo, y ayudarlo a resplandencer aún más. Y pedía que ojalá eso pudiera ser a su lado.
Cuando Luna pudo encontrar con la vista a su digimon, vio que su mirada relucía de admiración, lo podía notar incluso tras su visión irritada por las lentillas. Era precioso por un lado, pero a Luna sólo se le cruzó un pensamiento por la cabeza, provocando que palideciera: “Dios mío, que Leonardo no vea cómo Flora está mirando a Ulforce, por favor. Esto es demasiado cruel”. No podía evitar sentir conmiseración hacia Leonardo y preguntarse cómo se iba a sentir. Así que lo buscó abriéndose paso entre gente irritada por tener que apartarse levemente y perder algo de las palabras de la valquiria. No sabía exactamente qué podía hacer ni qué haría, pero no quería dejarlo solo. Pero no aparecía por ninguna parte. No sabía si sentirse aliviada ante el hecho de no encontrar ni rastro del cánido.
* * *
Leonardo no aguantó mucho oyendo a los R.K. Cuando UlforceVeedramon empezó a hablar sintió que toda la bilis se le subió del estómago a la garganta. Lo que más le enfadaba era pensar que él no iba a tener el privilegio de UlforceVeedramon, al que Floramon le guardaba celosamente su primer baile. Sólo había que verla para ver cuánta ilusión le hacía, y cómo sentía que el R.K era una suerte de dios que bajaba de los cielos. Se alejó de la plaza, buscando refugio en una calejuela, y dándole un fuerte puñetazo a la pared de un edificio, tan fuerte que se había hecho daño, pero no le importó. Le enfadaban muchas más cosas en cuanto a los R.K. Todo el mundo recordaba a esos “gloriosos” caballeros, pero nadie recordaba a aquellos que habían muerto bajo sus espadas. Era injusto, y todos parecían ignorar deliberadamente esto.
A Leonardo no le entraba en la cabeza que hubiera humanos en ese clan. Para él, era una contradicción. Si Yggdrassil decía que había que eliminar el mundo humano para proteger el digital, tenía que hacerse sin chistar. ¿Es que los humanos R.K no se preguntaban eso, o era otra cosa que ignoraban deliberadamente? ¿O es que simplemente estaban confiados que su estatus de caballeros haría que sus familias se librasen, como si estuvieran por encima?
Cuanto más lo pensaba, más furioso se ponía.
* * *
-¡Oshin! No tenemos todo el día... coge lo que sea que quieras y vamos. Ese tipo podría volver por su antifaz-una gaomon apremiaba a una blackgatomon, que revolvía lo cajones del caserón de un comerciante, mientras que su commpañera, simplemente sostenía su objetivo, un libro, mientras inspeccionaba la estantería. Las ladronzuelas llevaban los suyos, Oshin uno violeta con motivos felino y Diana uno dorado y negro, simple pero que cumplía su función; pasar inadvertidas por aquella mascarada.
-Relájate, apuesto a que está comiendo a más no poder mientras escucha los sermones de esos R.K-Oshin a menudo compartía trabajos con Diana, pues ambas eran mercenarias. Tenían caracteres muy diferentes, porque la cánida era reservada, pero se llevaban bien. La gata saltó al alféizar de la ventana, y siguió curioseando el arcón, que contenía joyas-Por esto podría sacar un buen dinero.
Oshin captó a través de la ventana a alguien pasar, y se agazapó, antes de emitir una expresión de sorpresa.
-¡Eh, Diana! ¡Ahí fuera está tu perrito!
-¿Qué?
-Lo que oyes, ahí está. Ya sabes, tu novio-Diana dejó caer un libro en gesto de disgusto por el calificativo, y se asomó con cuidado, viéndolo caminar a lo lejos-Es él, ¿verdad?
-Sí.
-¡Ja, has reconocido que sois novios!-dijo la gata, riéndose.
Diana entornó los ojos, con gesto molesto.
-Me refería a que sí es ese agente, no que se agente es mi novio
-Diana no pudo evitar preguntarse qué hacía ahí. Era donde menos se había esperado encontrarlo.
-Pues es una suerte. Si está pululando por aquí y me ve cargada puede sospechar. Y aunque pueda escapar fácilmente de la celda de los U.S, prefiero ahorrarme el viaje. ¡Usa tus dotes femeninas y distráele! ¡Así!
-Oshin bromeó haciendo una suerte de bailecito con la cola, y Diana tuvo que dejar de mirar por vergüenza-¿Qué tal, si de hecho bailáis?
-¡Deja de desvariar! Sabes que no puedo...
-Eh, ahora no estás en el templo, ¿no?-dijo la gata, encogiéndose de hombros. Diana le había comentado lo duras que eran las normal del lugar. Acto seguido tomó a Diana de los guantes mientras ponía voz de súplica-Porfa, porfa.
-¡Vale, vale!-accedió Diana para deshacerse del abrazo de su amiga-Nos reuniremos en una hora en la tab...
-¡Ah, no! ¡Ya te encontraré yo, tú diviértete!-dijo Oshin complacida, mientras hacía un gesto burlón y ponía morritos. Le gustaba ver a Diana molesta y refunfuñar, pero también quería que fuera más honesta con sus sentimientos-¡Recuerda, tienes que darle un besito! Ya me contarás cómo te trata. ¡Ah, y si es demasiado rudo, dale un puñetazo!
Diana suspiró y añadió que no había más remedio mientras se quitaba los guantes de boxeo y la gata los recogía, además de sacudir un poco el pequeño rizo que hacía de flequillo, así que salió sigilosamente de la casa, preparada para doblar la esquina como si simplemente estuviera paseando y cruzarse con Leonardo. Ensayó una cara de sorpresa, pero al verlo más de cerca Diana no tuvo que fingir. Hablar de Leonardo con un atuendo elegante hacía pensar que quedaría fuera de lugar por su aspecto de renegado. Pero resultaba que Leonardo tenía un aspecto presentable, si bien era una elegancia más propia de un militar vestido con sus mejores galas que un hombre de alta sociedad. Realmente con sólo añadir unos galones hubiera dado a pensar que Leonardo dentro de los U.S era algo más que un simple agente.
-¿A...gen...te...?-dijo eso en el hilo de voz que le quebada de la impresión que se había llevado.
-¡Diana!-la sorpresa era mutua, ¿qué tenía que hacer allí aquella mercenaria y digimon con tendencia de asceta?-¿¡Qué clase de crimen te traes!?
-Vaya, Leonardo, qué manera de saludarme-dijo, utilizando el sarcasmo para tratar de reponerse-¿Es que no hay día que no estés de servicio?
-Responde. No reaccionaría así si, literalmente, cada vez que nos cruzamos, no estuvieras delinquiendo.
-Simplemente, casualidad. Después de mi último viaje meditativo, esta era la ciudad más cercana. Tras de la época de ayunas y entrenamiento, necesitaba descansar, así que llevo hospedándome en una posada unos meses hasta encaminarme de nuevo a las montañas.
Leonardo se llevó la mano al mentón, dudando por unos instantes, como si procurase pillar alguna contradicción en lo dicho. Pero parecía que el rostro de Diana le distraía, porque procuraba no mirarla mucho, visiblemente nervioso a juzgar por como miraba a todos lados. Siempre era tan serio y recto que no podía imaginar que algo pudiera interferir en su concentración. En cambio, a Diana sí le desconcentraba la sombra de su amiga sobre el tejado, haciendo el signo de la victoria antes de escabullirse, tanto como señal porque había salido de la casa, como para incitarla a que las cosas iban bien con Leonardo.
-¿Por qué miras así?
-Nada.
Diana decidió proponer el baile, Leonardo parecía más sombrío que de costumbre.
-Sé que es repentino, pero podríamos bailar. Se supone que para eso es esta mascarada.
-No sé...
-Vamos agente, ¿no puedes tomarte el día libre y unirte a la diversión por una vez?-Diana cayó en la cuenta de que quizás él tenía ya compañera de baile, y que por eso le dio esa evasiva respuesta-Si es que no te espera nadie, claro, no quiero que te lleves un regaño por mi culpa.
Leonardo negó con la cabeza mientras decía: “No es eso”. Tras dudar unos segundos más, añadió:
-¿Segura? Quizás sea el muchacho que te acompaña esta noche el que se moleste.
-De hecho no me acompaña ningún muchacho. No pensaba bailar, al menos hasta que nos hemos cruzado. Creo que tú bailarás tan mal como yo, así que estás libre de espanto-luego añadió con timidez-Aunque... sorprendentemente no pareces fuera de lugar.
-Me siento muy fuera de lugar, créeme. No me gustan estas cosas pero tenía que venir. De hecho si me hubieran dicho que algún día llevaría guantes de lino, no lo habría creído.
Diana y Leonardo rieron porque ambos comprendían esto perfectamente. Ninguno de los dos estaban hechos a la opulencia.
-Bien, será agradable hablar. Si es que soy digno de acompañarte.
-Claro que sí, agente.
Leonardo levantó el brazo tal y como lo había visto hacer a los caballeros durante la velada. Diana no entendió esto, y Leonardo tuvo que mover la cabeza, señalando su brazo. Diana se avergonzó por no entender un mensaje simple de protocolo y se apresuró a engancharse del brazo de Leonardo. Caminaron por un rato mientras hablaban sobre la obra de Romeo y Julieta, a propósito de que ambos jóvenes se enamoraron en un baile. Diana se enteró de que la obra favorita de Leonardo era Hamlet.
* * *
Tras una infructuosa búsqueda, Luna decidió que de todas formas, se alejaría de allí, ya que apenas los otros R.K terminasen lo que iban a decir, todo el mundo se iba a poner a bailar. Notaba cada vez más dificultades para estar ahí, pues no estaba hecha para eso. Se tuvo que secar lágrimas de los ojos irritados, aunque estaba segura de que se colaba alguna por no tener pareja en el evento. Pensaba en lo diferente que podría haber sido todo. Sabía que esto era un desagradable detalle que jamás podría olvidar, incluso si fingía haberlo hecho. Tenía una colección de frases y gestos que aunque sus interlocutores tachasen de nimios, a ella se le habían grabado a fuego. “Incluso si es su padre, ¿cómo podría quererla, si fuera verdad eso?”. Luna se dijo que debía tranquilizarse, hacía tiempo que no era niña y esas mujeres sólo buscaban chismorrear sobre algo, así que sacó las gafas del elegante bolso de mano -por cierto, opinaba que era incómodo- y las abrió, con manos temblorosas. Su padre no tenía qué ver en todo aquello. Se arrepintió de no haberle pedido a Travis que la acompañase. Al menos se habrían divertido. Pero Luna tenía una lista de motivos para no hacerlo, una lista casi tan larga como la agenda de números de ex-novias de Travis, todas encantadoras y elegantísimas -y lo más importante, dispuestas a soltarse la melena-. Pensar en esto no fue buena idea porque -además de notar un agujero en el estómago que le quitó cualquier atisbo de hambre- se quedó parada y de pie entre una muchedumbre que se dispersaba tras oír el discurso, y eso hacía entorpecer el paso de aquellos que querían buscar la oportunidad de hablar con la sublíder, y con suerte, pedirle un baile, aprovechando que bajaba del escenario. Luna perdió de vista la melena rubia de Sigrun, por unos momentos hasta que se reunió con alguien más, aquel que se hubiera llevado el privilegio de bailar con la sublíder. "Vaya, le ha tocado el premio gordo, supongo" pensó Luna para sí antes de notar un empujón de alguien que trataba de acercarse a ver las dotes de baile de la valkiria, empujón que hizo que Luna se encorvase un poco y se le cayeran las gafas al suelo.
-¡Ay, no!-exclamó con voz casi inaludible, al saber que lo más probable es que si se quedasen ahí en el suelo iban a acabar pisadas. Una oleada de furia le subió por el estómago, y tuvo ganas de gritarle a quien hubiera sido. "¡La calle es de libre circulación, pero diantres, si tiras a alguien discúlpate! ¿¡Es que esta gente no tiene modales!?" pensó, aunque en el fondo sabía que, probablemente, los tenía pero los reservaba hacia gente más interesante. Podría haberse tirado un rato maldiciendo, pero el horror le esperaba si se rompían, así que se agachó con rapidez, pasando de la ira al nerviosismo. ¡No aguantaría toda la noche con las lentillas, y bastante mala era la situación! E igualmente no quería que sus gafas fueran pisoteadas como basura.
-¿Luna?-reconoció la voz de Leonardo, que recogió las gafas y se las dio con mimo-¿Estás bien? Tienes mala cara.
La tamer se quedó descaradamente sorprendida al ver que Leonardo traía a alguien del brazo. Igualmente, una parte de ella se alegró. Se trataba Diana, una digimon con la que había trabado amistad. Luego Luna se dio cuenta de que era lógico; aparte de Flora, era una de las pocas digimon con las que aceptaría bailar, y no por propia iniciativa sino porque la otra lo pidiera. Luna se quedó estudiando a Leonardo, y percibió que a pesar de estar al lado de Diana, quedaba algo de tristeza en sus ojos y que de vez en cuando, miraba alrededor como esperando a ver lo inevitable.
-Sí... pero, ¿vosotros dos estáis...?-la verdad es que Luna no sabía exactamente qué preguntarle. O bueno, sí lo sabía, pero lo dijera como lo dijera era algo violento. Leonardo carraspeó al ver que Luna iba a juntar los índices de las manos, como tratando de hacer ver el resto de la pregunta, a la cual le faltaba un “saliendo juntos”.
-Nos encontramos por casualidad-añadió Leonardo, enrojecido por lo inadecuado de la pregunta. Diana tenía la misma cara de incomodidad, e hizo el gesto de llevarse la mano libre a la cara avergonzada.
-Oh. Hola Diana. Estás preciosa-saludó Luna, tratando de arreglar su metedura de pata.
-Gracias, Luna, tú también lo estás. ¿Estabas esperando a tu pareja de baile?-preguntó la digimon cánida. Luna se quedó callada ladeando la cabeza, incómoda, y Diana lo interpretó como un asentimiento, pero al no ver a nadie, añadió-¿Te ayudamos a encontrarlo? Es difícil ver más allá de tu propio morro con tanta gente.
-No, es que no va a venir porque no tengo pareja de baile-atajó Luna. Entre tres personas que no dominan muy bien el arte de la conversa, aquello estaba siendo desastroso, así que Luna intentó arreglarlo exclamando alegremente-¡Pero qué bien que hayas sacado a bailar a este gruñón! ¡Os veis súperlindos juntos!
-Yo también me alegro de haberlo podido convencer.
Leonardo, sabedor de cómo era Luna, le preguntó con el ceño fruncido de preocupación:
-Luna, puedo bailar contigo, si te hace ilusión participar en este baile inaugural. No es justo que seas la única que no bailes-Diana apoyó el ofrecimiento soltando el brazo de Leonardo, aún sintiéndose algo apurada por haber hecho que la chica se sintiera mal.
-¡No, no, no! ¡Ale, vosotros dos a bailar, y muy pegados! ¡Me vería ridícula, y además, ya que habéis coincidido tenéis que divertiros!-Luna movió las manos enérgicamente y añadió-No te ofendas Leo, lo de ridículo, es por el tamaño... tú estás muy guapo. Yo me buscaré algo que curiosear.
Al ver que todos se colocaban en posición, Luna insisitió.
-¡Venga, pasadlo bien!-aprovechó para alejarse de la pista de baile, y Leonardo la siguió con la mirada sin poder quitarse del todo la preocupación de encima, sabía que Luna no era precisamente el culmen de la feminidad, pero podía intuir lo mal que debía sentarle estar en un ambiente de cuento de hadas sin poder participar, y que se sentía arrastrada a estar allí, incluso si al principio parecía buena idea al pensar en Floramon. “Ha sido un golpe directo a su autoestima. Es lo último que ella necesita” se temió Leonardo.
-Discúlpame con ella, estaba tan guapa y es tan mona que me parecía imposible que estuviera sola. Hablé de más-le dijo Diana a Leonardo, que negó con la cabeza dando a tener que no había por qué disculparse-¿Sabes? Ella y tú os parecéis, al menos en lo que he visto. Tu niña estará bien, y de todas formas, si vas tras ella, se va a sentir responsable de que no bailes, salta a la vista. Si quieres hacer algo por ella, baila y diviértete. En serio.
Leonardo se repeinó el pelo hacia atrás, suspirando. No estaba seguro de si eso era bueno, él no se consideraba la mejor persona a la que parecerse, pero Diana llevaba bastante razón en lo que decía. Se fijó en el resto de bailarines, e intentó imitarlos, así que tomó a Diana de la cintura. Ella encarnó una ceja sorprendida preguntando:
-¿Sabes bailar, agente?
-No realmente, sólo me fijo en cómo lo hacen. Dudo seguirte bien el ritmo, ya que tú sí sabes. ¿Tu entrenamiento de sacerdotisa no incluye baile rituales?
-Es un estilo abismalmente diferente, Leonardo, así que es como si tampoco supiera-Diana bajó un poco la voz por sentirse halagada ante el hecho de que lo recordase-Al menos, los dos haremos el mismo ridículo, agente.
Leonardo esbozó lo que parecía la sombra de una sonrisa, y la música dio comienzo. A pesar de que no eran expertos, no bailaban estrafalariamente mal, e igualmente el ambiente de armonía entre ambos relajaba cualquier tensión entre ambos. Ciertamente Leonardo sentía la tristeza como un eco, imaginándose a UlforceVeedramon estando así de cerca de Floramon, pero, ¿qué podía hacer para impedirlo sin que tuviera consecuencias en la felicidad de Flora? Nada. Así que nada debía hacer, incluso si le dolía. Era agradable bailar con Diana, eso no lo podía negar, y de algún modo se sentía algo mejor.
-No te metas en tantos líos, Diana. Sé que no vendrías hasta aquí por algo como un baile, ni siquiera para un baile conmigo. No te quedes sola y viaja siempre en grupo-le advirtió, ahora que tenía ocasión. Diana se sorprendió del hecho de que Leonardo no era tan ingenuo como le había parecido, así que no se molestó con intentar negarlo.
-Sé cuidarme, pero es un detalle, agente. Llevas razón. Pero no lo hago por que sí.
-No tienes que agradecerlo. Para proteger y servir, como dicen. Y sé que no eres así, debes tener una buena razón, pero eso no te justifica-a pesar de que eran palabras de regaño, las pronunció con suavidad. Luego, se quedó unos segundos callado antes de decir repentinamente-¿Quieres dejar de bailar? Sé que era una excusa para que no viera lo que esa gata ladrona y tú os traíais entre manos, y si no te apetece no tiene sentido seguir.
-...eso es verdad, que era una treta, pero también es cierto que estoy cómoda, Leonardo.
-Entonces está bien.
* * *
La desafortunada Flora, cuando estaba a punto de alcanzar a UlforceVeedramon tras que el dragón bajase del escenario, se percató de que alguien se había abierto paso con mayor rapidez que ella hasta el azulado caballero. Era una ladydevimon de vestido elegante pero una actitud de desparpajo y seguridad que la digimon flor no podía tener.
La ladydevimon le dijo algo a UlforceVeedramon, con mirada traviesa y alegre. No hacía falta ser muy listo para imaginar que le ofrecía un baile, y que parecía ilusionada con ello. La digimon hada se limitó a sonreír levemente con esa paciencia infinita que la caracterizaba, diciéndose que tratándose de UlforceVeedramon, se conformaba con al menos, verle, incluso si lamentablemente estuviera demasiado ocupado aquella noche como para poder dedicarle alguna palabra. Rechazó varias ofrecimientos para aquel primer baile lamentándolo mucho -pues ella, quería reservar el primer baile de la velada para UlforceVeedramon, incluso si él no lo hubiera querido-, y decidió acercarse a la zona donde la comida estaba siendo engullida por los invitados, aunque en su caso, simplemente para tomar una de las copas y servirse agua antes de tomar asiento y observar a su príncipe desde la lejanía, con una mirada cálida y amable, como si observase una estrella hermosa y lejana en el firmamento, mientras los veía bailar.
Flora se imaginó que ni Luna ni Leonardo habrían estado de acuerdo con eso en caso de estar en su situación. Leonardo se habría enfadado, muchísimo, y Luna se habría puesto infinitamente triste aunque fingiera que no le importase. Pero Flora, más ingenua que sus dos compañeros, tenía fe ciega en que UlforceVeedramon le ofrecería un poco de su amabilidad. Sintió que el corazón le palpitaba más rápido, esperando paciente sin dejar de admirar cómo UlforceVeedramon bailaba grácilmente, prácticamente hipnotizada.
* * *
Luna no pudo evitar entornar los ojos hacia arriba, rindiéndose en la tarea de buscar a Floramon con la mirada. Se llevó una mano al entrecejo, frotándoselo por la preocupación y la presión, y terminó diciéndose que Floramon iba a estar bien y que si debía compadecerse de alguien era de sí misma. En ese momento comenzó a tocar la música, y aquello más que llovizna era un chaparrón sobre el corazón, sintiendo una sensación muy desgradable que la volvía aún más al ser familiar, acompañado del ruido de las olas yendo y viniendo en la orilla. Se repitió a sí misma que no había agua cerca y que sólo estaba imaginándoselo. Trató de distraerse, pero sólo encontró a gente bailando. De reojo, pudo ver la melena de Sigrun, cuyo compañero de baile se había inclinado hacia su oído, pero pronto se perdió entre el resto de gente danzando. Dado al color de su pelo era la única a la que podía reconocer, el resto eran figuras desvaídas por las dificultades que le daban las lentillas.
Luna, por su parte sólo quería que la noche pasase rápido, volver a casa y ya. Pero sabía que no había pasado apenas tiempo, y que a ese paso, se le haría además de doloroso, eterno. Para que al menos no fuera tan eterno, se dijo que tenía que entretenerse de algún modo. No quería mirar. Podía haber optado por esconder su tristeza debajo de algo rico que comer, cualquiera de esos platos exhibidos en las brillantes bandejas parecían delicatessen dignos de reyes, pero había un problemita y es que la zona de la comida se había convertido en un circo romano; si se acercaba, saldría con un cuchillo o tenedor clavado en la frente. Además, tenía cerrado el estómago por el cúmulo de preocupaciones, al que ahora se le sumaba el sentimiento de desaliento que sentía.
Oficialmente era la peor noche que había pasado en el mundo digital, independientemente de lo que pudiera pasar luego. Nunca había palpado tan de cerca su propia soledad, ni su insignificancia como en esos momentos. Apretó los puños para guardar la compostura, era lo único que podía hacer, aguantar y distraerse. Sentía que si no, le iba a ser imposible seguir por más tiempo.
Se fijó en que en diversos puntos de la plaza había estandartes militares que colgaban de gruesos palos de digizoid pesado -lo cual hacía muy difícil levantarlos- y se movían al viento. Luna supuso que debía haber 13, como los R.K, aunque serían imitaciones de los originales los cuales eran guardados y cuidados por el clan como tesoros -y no se equivocaba-. Se repartían por la plaza, y Luna comenzó a pasear por delante de ellos, mirándolos. Cada uno era diferente, pero descubrió elementos comunes, como la forma, que podía explicarse como un rectángulo en posición vertical cuyas bases terminaban en picos triangulares que al ondear dejaban un etéreo rastro de píxeles que oscilaban entre tonos verdosos y azulados hasta volver de nuevo al mismo color de la tela. Otro ejemplo era que todos tenían bordado en su parte superior un triángulo escarlata -el símbolo de dorumon-, de cuyos bordes dorados salía el marco a todo el estandarte.
En un primer vistazo el que más le llamó la atención cuyo marco dorado se unía al tallo de una rosa florecida y dorada, sobre una tela de un color rosa muy resultón y característico. “¿Rosa? ¿Hay un R.K rosa? ¿Será chica, como el power ranger rosa?” pensó, con curiosidad. No había visto a todos los R.K nunca. Sin embargo el estandarte que más le gustaba era uno de color blanco puro, pues su símbolo eran tres floretes cruzados bordados en hilo dorado, con el añadido de que las finas hojas de las armas eran abrazadas por líneas curvas que convergían en la silueta de un dragón rojo. Le había fascinado, y contenerse de tocarlo cada vez era más difícil. Primero se atrevió a pasar los dedos por las puntas del estandarte, que se deshacían continuamente como si estuvieran incendiadas por esa estela de píxeles, con precaución, mientras veía el espectro de colores blanco-azul-verde-blanco pasar e iluminar sus manos. Movió la mano debajo de las partículas, ahora con más soltura al ver que lo único que hacían era provocar una especie de cosquillas al colarse entre sus dedos. Luego, paseó la mano por la tela, de tacto suave e hilada a mano por alguna costurera con aguja y dedal maestros. Sin duda, aunque fueran réplicas de los originales eran piezas hermosas y debían valer mucho por sí mismas.
-Qué piezas de arte. Mola-dijo ella. De hecho hasta habría disfrutado más del momento si la voz que parecía destinada a desalentarla dentro de sí misma no añadiera, con mucha ironía y malicia: “Y por estas cosas, no estás bailando. Estás aquí sola. Seguro que prefieres esto al tacto de una mano viva.” Luna a veces consideraba de veras abrirse el cráneo a golpes para sacar a ese duende, a ver si así se callaba de una vez. Siempre tenía facilidad para que le acudieran esos pensamientos, incluso si deliberadamente intentaba echarlos. Pero Luna sabía que, como inmundos insectos, habían anidado e infestado cada rincón de su ser. Pululaban. Por un segundo hizo el gesto de rascarse el antebrazo, con gesto preocupado, como si los sintiera debajo de la piel.
-¡Venga, no seas lentorro!
-¡Esperame, yo también quiero ver el discurso de la sublíder!-lloriqueaba el digimon mientras se esforzaba por correr más y el ritmito del sonido se intensificaba. El pobre digimon se cayó de bruces al suelo, justo al lado de Luna, así que ella no pudo evitar tenderle la mano para que se pusiera en pie y reanudase su marcha. No le pudo dedicar más que una mirada excusándose, pues su tamer tamborilleaba el suelo con el pie, en señal de impaciencia.
-¡Si no te das prisa, no sólo nos perderemos el discurso, sino que además será imposible acercarme a pedirle bailar!-pataleó el tamer, esperando a que el Gladimon llegara hasta su lado antes de apresurarse de nuevo. "¿Discurso?". Ciertamente no era algo que extrañar en una ocasión como aquella, así que Luna bajó la cabeza y caminó hasta la muchedumbre que se había formado en torno al escenario. Aunque a pesar de su servicio prestado al clan sólo era una soldado raso en cuanto a lo que puestos se refería, irse no sería lo más correcto. También sería feo no ver el discurso de Sigrun, independientemente de los asuntos de diplomacia, así que no le quedaba de otra, lo cual no mejoraba su mal humor. Se sentía hasta agobiada, físicamente hablando, así que se quitó el antifaz antes de enfrentar a la muchedumbre que se concentraba delante del escenario por el que Sigrun y UlforceVeedramon subían.
Luna se dijo que Flora tenía que estar ahí, entre toda esa gente, probablemente en primera fila. La digimon, a pesar de la turbación inicial, se había encaminado hacia UlforceVeedramon al verlo, para saludarlo y hacerle la pregunta de que si ya tenía algún compromiso inicial para el primer baile, sin embargo un Grademon se acercó para decirles algo, por lo que prefirió no interrumpir. Flora supuso al ver que se encaminaban hacia el escenario que como las figuras principales de la fiesta debían decir algunas palabras en honor de esos caballeros que habían dado su vida por el digimundo, así que estuvo muy atenta a las palabras de todos los R.K que fueron invitados a dedicarlas, si bien prestó mayor atención a las de UlforceVeedramon. Recordaba la primera vez que lo había visto en las Tierras Flotantes, cómo su valentía la había impresionado. No estaba acostumbrada a sentir nervios o inseguridad, pero cuando él estaba cerca sentía un revuelo de emociones en su corazón tan plácido, oleaje en el calmo mar de sus emociones. Cuando UlforceVeedramon se giró, no pudo evitar reparar en sus anchas espaldas y Flora se ruborizó. Si Luna hubiera estado allí para notarlo le habría dado un codazo cómplice y dicho algún comentario que la digimon en su inocencia no habría entendido. La mirada de Flora estaba llena de admiración, al ver cómo UlforceVeedramon tenía ese algo para empujar a todo miembro del clan a superarse, a ser mejores. Incluso a ella, que no pertenecía al clan. Quería cuidarlo, y ayudarlo a resplandencer aún más. Y pedía que ojalá eso pudiera ser a su lado.
Cuando Luna pudo encontrar con la vista a su digimon, vio que su mirada relucía de admiración, lo podía notar incluso tras su visión irritada por las lentillas. Era precioso por un lado, pero a Luna sólo se le cruzó un pensamiento por la cabeza, provocando que palideciera: “Dios mío, que Leonardo no vea cómo Flora está mirando a Ulforce, por favor. Esto es demasiado cruel”. No podía evitar sentir conmiseración hacia Leonardo y preguntarse cómo se iba a sentir. Así que lo buscó abriéndose paso entre gente irritada por tener que apartarse levemente y perder algo de las palabras de la valquiria. No sabía exactamente qué podía hacer ni qué haría, pero no quería dejarlo solo. Pero no aparecía por ninguna parte. No sabía si sentirse aliviada ante el hecho de no encontrar ni rastro del cánido.
* * *
Leonardo no aguantó mucho oyendo a los R.K. Cuando UlforceVeedramon empezó a hablar sintió que toda la bilis se le subió del estómago a la garganta. Lo que más le enfadaba era pensar que él no iba a tener el privilegio de UlforceVeedramon, al que Floramon le guardaba celosamente su primer baile. Sólo había que verla para ver cuánta ilusión le hacía, y cómo sentía que el R.K era una suerte de dios que bajaba de los cielos. Se alejó de la plaza, buscando refugio en una calejuela, y dándole un fuerte puñetazo a la pared de un edificio, tan fuerte que se había hecho daño, pero no le importó. Le enfadaban muchas más cosas en cuanto a los R.K. Todo el mundo recordaba a esos “gloriosos” caballeros, pero nadie recordaba a aquellos que habían muerto bajo sus espadas. Era injusto, y todos parecían ignorar deliberadamente esto.
A Leonardo no le entraba en la cabeza que hubiera humanos en ese clan. Para él, era una contradicción. Si Yggdrassil decía que había que eliminar el mundo humano para proteger el digital, tenía que hacerse sin chistar. ¿Es que los humanos R.K no se preguntaban eso, o era otra cosa que ignoraban deliberadamente? ¿O es que simplemente estaban confiados que su estatus de caballeros haría que sus familias se librasen, como si estuvieran por encima?
Cuanto más lo pensaba, más furioso se ponía.
* * *
-¡Oshin! No tenemos todo el día... coge lo que sea que quieras y vamos. Ese tipo podría volver por su antifaz-una gaomon apremiaba a una blackgatomon, que revolvía lo cajones del caserón de un comerciante, mientras que su commpañera, simplemente sostenía su objetivo, un libro, mientras inspeccionaba la estantería. Las ladronzuelas llevaban los suyos, Oshin uno violeta con motivos felino y Diana uno dorado y negro, simple pero que cumplía su función; pasar inadvertidas por aquella mascarada.
-Relájate, apuesto a que está comiendo a más no poder mientras escucha los sermones de esos R.K-Oshin a menudo compartía trabajos con Diana, pues ambas eran mercenarias. Tenían caracteres muy diferentes, porque la cánida era reservada, pero se llevaban bien. La gata saltó al alféizar de la ventana, y siguió curioseando el arcón, que contenía joyas-Por esto podría sacar un buen dinero.
Oshin captó a través de la ventana a alguien pasar, y se agazapó, antes de emitir una expresión de sorpresa.
-¡Eh, Diana! ¡Ahí fuera está tu perrito!
-¿Qué?
-Lo que oyes, ahí está. Ya sabes, tu novio-Diana dejó caer un libro en gesto de disgusto por el calificativo, y se asomó con cuidado, viéndolo caminar a lo lejos-Es él, ¿verdad?
-Sí.
-¡Ja, has reconocido que sois novios!-dijo la gata, riéndose.
Diana entornó los ojos, con gesto molesto.
-Me refería a que sí es ese agente, no que se agente es mi novio
-Diana no pudo evitar preguntarse qué hacía ahí. Era donde menos se había esperado encontrarlo.
-Pues es una suerte. Si está pululando por aquí y me ve cargada puede sospechar. Y aunque pueda escapar fácilmente de la celda de los U.S, prefiero ahorrarme el viaje. ¡Usa tus dotes femeninas y distráele! ¡Así!
-Oshin bromeó haciendo una suerte de bailecito con la cola, y Diana tuvo que dejar de mirar por vergüenza-¿Qué tal, si de hecho bailáis?
-¡Deja de desvariar! Sabes que no puedo...
-Eh, ahora no estás en el templo, ¿no?-dijo la gata, encogiéndose de hombros. Diana le había comentado lo duras que eran las normal del lugar. Acto seguido tomó a Diana de los guantes mientras ponía voz de súplica-Porfa, porfa.
-¡Vale, vale!-accedió Diana para deshacerse del abrazo de su amiga-Nos reuniremos en una hora en la tab...
-¡Ah, no! ¡Ya te encontraré yo, tú diviértete!-dijo Oshin complacida, mientras hacía un gesto burlón y ponía morritos. Le gustaba ver a Diana molesta y refunfuñar, pero también quería que fuera más honesta con sus sentimientos-¡Recuerda, tienes que darle un besito! Ya me contarás cómo te trata. ¡Ah, y si es demasiado rudo, dale un puñetazo!
Diana suspiró y añadió que no había más remedio mientras se quitaba los guantes de boxeo y la gata los recogía, además de sacudir un poco el pequeño rizo que hacía de flequillo, así que salió sigilosamente de la casa, preparada para doblar la esquina como si simplemente estuviera paseando y cruzarse con Leonardo. Ensayó una cara de sorpresa, pero al verlo más de cerca Diana no tuvo que fingir. Hablar de Leonardo con un atuendo elegante hacía pensar que quedaría fuera de lugar por su aspecto de renegado. Pero resultaba que Leonardo tenía un aspecto presentable, si bien era una elegancia más propia de un militar vestido con sus mejores galas que un hombre de alta sociedad. Realmente con sólo añadir unos galones hubiera dado a pensar que Leonardo dentro de los U.S era algo más que un simple agente.
-¿A...gen...te...?-dijo eso en el hilo de voz que le quebada de la impresión que se había llevado.
-¡Diana!-la sorpresa era mutua, ¿qué tenía que hacer allí aquella mercenaria y digimon con tendencia de asceta?-¿¡Qué clase de crimen te traes!?
-Vaya, Leonardo, qué manera de saludarme-dijo, utilizando el sarcasmo para tratar de reponerse-¿Es que no hay día que no estés de servicio?
-Responde. No reaccionaría así si, literalmente, cada vez que nos cruzamos, no estuvieras delinquiendo.
-Simplemente, casualidad. Después de mi último viaje meditativo, esta era la ciudad más cercana. Tras de la época de ayunas y entrenamiento, necesitaba descansar, así que llevo hospedándome en una posada unos meses hasta encaminarme de nuevo a las montañas.
Leonardo se llevó la mano al mentón, dudando por unos instantes, como si procurase pillar alguna contradicción en lo dicho. Pero parecía que el rostro de Diana le distraía, porque procuraba no mirarla mucho, visiblemente nervioso a juzgar por como miraba a todos lados. Siempre era tan serio y recto que no podía imaginar que algo pudiera interferir en su concentración. En cambio, a Diana sí le desconcentraba la sombra de su amiga sobre el tejado, haciendo el signo de la victoria antes de escabullirse, tanto como señal porque había salido de la casa, como para incitarla a que las cosas iban bien con Leonardo.
-¿Por qué miras así?
-Nada.
Diana decidió proponer el baile, Leonardo parecía más sombrío que de costumbre.
-Sé que es repentino, pero podríamos bailar. Se supone que para eso es esta mascarada.
-No sé...
-Vamos agente, ¿no puedes tomarte el día libre y unirte a la diversión por una vez?-Diana cayó en la cuenta de que quizás él tenía ya compañera de baile, y que por eso le dio esa evasiva respuesta-Si es que no te espera nadie, claro, no quiero que te lleves un regaño por mi culpa.
Leonardo negó con la cabeza mientras decía: “No es eso”. Tras dudar unos segundos más, añadió:
-¿Segura? Quizás sea el muchacho que te acompaña esta noche el que se moleste.
-De hecho no me acompaña ningún muchacho. No pensaba bailar, al menos hasta que nos hemos cruzado. Creo que tú bailarás tan mal como yo, así que estás libre de espanto-luego añadió con timidez-Aunque... sorprendentemente no pareces fuera de lugar.
-Me siento muy fuera de lugar, créeme. No me gustan estas cosas pero tenía que venir. De hecho si me hubieran dicho que algún día llevaría guantes de lino, no lo habría creído.
Diana y Leonardo rieron porque ambos comprendían esto perfectamente. Ninguno de los dos estaban hechos a la opulencia.
-Bien, será agradable hablar. Si es que soy digno de acompañarte.
-Claro que sí, agente.
Leonardo levantó el brazo tal y como lo había visto hacer a los caballeros durante la velada. Diana no entendió esto, y Leonardo tuvo que mover la cabeza, señalando su brazo. Diana se avergonzó por no entender un mensaje simple de protocolo y se apresuró a engancharse del brazo de Leonardo. Caminaron por un rato mientras hablaban sobre la obra de Romeo y Julieta, a propósito de que ambos jóvenes se enamoraron en un baile. Diana se enteró de que la obra favorita de Leonardo era Hamlet.
* * *
Tras una infructuosa búsqueda, Luna decidió que de todas formas, se alejaría de allí, ya que apenas los otros R.K terminasen lo que iban a decir, todo el mundo se iba a poner a bailar. Notaba cada vez más dificultades para estar ahí, pues no estaba hecha para eso. Se tuvo que secar lágrimas de los ojos irritados, aunque estaba segura de que se colaba alguna por no tener pareja en el evento. Pensaba en lo diferente que podría haber sido todo. Sabía que esto era un desagradable detalle que jamás podría olvidar, incluso si fingía haberlo hecho. Tenía una colección de frases y gestos que aunque sus interlocutores tachasen de nimios, a ella se le habían grabado a fuego. “Incluso si es su padre, ¿cómo podría quererla, si fuera verdad eso?”. Luna se dijo que debía tranquilizarse, hacía tiempo que no era niña y esas mujeres sólo buscaban chismorrear sobre algo, así que sacó las gafas del elegante bolso de mano -por cierto, opinaba que era incómodo- y las abrió, con manos temblorosas. Su padre no tenía qué ver en todo aquello. Se arrepintió de no haberle pedido a Travis que la acompañase. Al menos se habrían divertido. Pero Luna tenía una lista de motivos para no hacerlo, una lista casi tan larga como la agenda de números de ex-novias de Travis, todas encantadoras y elegantísimas -y lo más importante, dispuestas a soltarse la melena-. Pensar en esto no fue buena idea porque -además de notar un agujero en el estómago que le quitó cualquier atisbo de hambre- se quedó parada y de pie entre una muchedumbre que se dispersaba tras oír el discurso, y eso hacía entorpecer el paso de aquellos que querían buscar la oportunidad de hablar con la sublíder, y con suerte, pedirle un baile, aprovechando que bajaba del escenario. Luna perdió de vista la melena rubia de Sigrun, por unos momentos hasta que se reunió con alguien más, aquel que se hubiera llevado el privilegio de bailar con la sublíder. "Vaya, le ha tocado el premio gordo, supongo" pensó Luna para sí antes de notar un empujón de alguien que trataba de acercarse a ver las dotes de baile de la valkiria, empujón que hizo que Luna se encorvase un poco y se le cayeran las gafas al suelo.
-¡Ay, no!-exclamó con voz casi inaludible, al saber que lo más probable es que si se quedasen ahí en el suelo iban a acabar pisadas. Una oleada de furia le subió por el estómago, y tuvo ganas de gritarle a quien hubiera sido. "¡La calle es de libre circulación, pero diantres, si tiras a alguien discúlpate! ¿¡Es que esta gente no tiene modales!?" pensó, aunque en el fondo sabía que, probablemente, los tenía pero los reservaba hacia gente más interesante. Podría haberse tirado un rato maldiciendo, pero el horror le esperaba si se rompían, así que se agachó con rapidez, pasando de la ira al nerviosismo. ¡No aguantaría toda la noche con las lentillas, y bastante mala era la situación! E igualmente no quería que sus gafas fueran pisoteadas como basura.
-¿Luna?-reconoció la voz de Leonardo, que recogió las gafas y se las dio con mimo-¿Estás bien? Tienes mala cara.
La tamer se quedó descaradamente sorprendida al ver que Leonardo traía a alguien del brazo. Igualmente, una parte de ella se alegró. Se trataba Diana, una digimon con la que había trabado amistad. Luego Luna se dio cuenta de que era lógico; aparte de Flora, era una de las pocas digimon con las que aceptaría bailar, y no por propia iniciativa sino porque la otra lo pidiera. Luna se quedó estudiando a Leonardo, y percibió que a pesar de estar al lado de Diana, quedaba algo de tristeza en sus ojos y que de vez en cuando, miraba alrededor como esperando a ver lo inevitable.
-Sí... pero, ¿vosotros dos estáis...?-la verdad es que Luna no sabía exactamente qué preguntarle. O bueno, sí lo sabía, pero lo dijera como lo dijera era algo violento. Leonardo carraspeó al ver que Luna iba a juntar los índices de las manos, como tratando de hacer ver el resto de la pregunta, a la cual le faltaba un “saliendo juntos”.
-Nos encontramos por casualidad-añadió Leonardo, enrojecido por lo inadecuado de la pregunta. Diana tenía la misma cara de incomodidad, e hizo el gesto de llevarse la mano libre a la cara avergonzada.
-Oh. Hola Diana. Estás preciosa-saludó Luna, tratando de arreglar su metedura de pata.
-Gracias, Luna, tú también lo estás. ¿Estabas esperando a tu pareja de baile?-preguntó la digimon cánida. Luna se quedó callada ladeando la cabeza, incómoda, y Diana lo interpretó como un asentimiento, pero al no ver a nadie, añadió-¿Te ayudamos a encontrarlo? Es difícil ver más allá de tu propio morro con tanta gente.
-No, es que no va a venir porque no tengo pareja de baile-atajó Luna. Entre tres personas que no dominan muy bien el arte de la conversa, aquello estaba siendo desastroso, así que Luna intentó arreglarlo exclamando alegremente-¡Pero qué bien que hayas sacado a bailar a este gruñón! ¡Os veis súperlindos juntos!
-Yo también me alegro de haberlo podido convencer.
Leonardo, sabedor de cómo era Luna, le preguntó con el ceño fruncido de preocupación:
-Luna, puedo bailar contigo, si te hace ilusión participar en este baile inaugural. No es justo que seas la única que no bailes-Diana apoyó el ofrecimiento soltando el brazo de Leonardo, aún sintiéndose algo apurada por haber hecho que la chica se sintiera mal.
-¡No, no, no! ¡Ale, vosotros dos a bailar, y muy pegados! ¡Me vería ridícula, y además, ya que habéis coincidido tenéis que divertiros!-Luna movió las manos enérgicamente y añadió-No te ofendas Leo, lo de ridículo, es por el tamaño... tú estás muy guapo. Yo me buscaré algo que curiosear.
Al ver que todos se colocaban en posición, Luna insisitió.
-¡Venga, pasadlo bien!-aprovechó para alejarse de la pista de baile, y Leonardo la siguió con la mirada sin poder quitarse del todo la preocupación de encima, sabía que Luna no era precisamente el culmen de la feminidad, pero podía intuir lo mal que debía sentarle estar en un ambiente de cuento de hadas sin poder participar, y que se sentía arrastrada a estar allí, incluso si al principio parecía buena idea al pensar en Floramon. “Ha sido un golpe directo a su autoestima. Es lo último que ella necesita” se temió Leonardo.
-Discúlpame con ella, estaba tan guapa y es tan mona que me parecía imposible que estuviera sola. Hablé de más-le dijo Diana a Leonardo, que negó con la cabeza dando a tener que no había por qué disculparse-¿Sabes? Ella y tú os parecéis, al menos en lo que he visto. Tu niña estará bien, y de todas formas, si vas tras ella, se va a sentir responsable de que no bailes, salta a la vista. Si quieres hacer algo por ella, baila y diviértete. En serio.
Leonardo se repeinó el pelo hacia atrás, suspirando. No estaba seguro de si eso era bueno, él no se consideraba la mejor persona a la que parecerse, pero Diana llevaba bastante razón en lo que decía. Se fijó en el resto de bailarines, e intentó imitarlos, así que tomó a Diana de la cintura. Ella encarnó una ceja sorprendida preguntando:
-¿Sabes bailar, agente?
-No realmente, sólo me fijo en cómo lo hacen. Dudo seguirte bien el ritmo, ya que tú sí sabes. ¿Tu entrenamiento de sacerdotisa no incluye baile rituales?
-Es un estilo abismalmente diferente, Leonardo, así que es como si tampoco supiera-Diana bajó un poco la voz por sentirse halagada ante el hecho de que lo recordase-Al menos, los dos haremos el mismo ridículo, agente.
Leonardo esbozó lo que parecía la sombra de una sonrisa, y la música dio comienzo. A pesar de que no eran expertos, no bailaban estrafalariamente mal, e igualmente el ambiente de armonía entre ambos relajaba cualquier tensión entre ambos. Ciertamente Leonardo sentía la tristeza como un eco, imaginándose a UlforceVeedramon estando así de cerca de Floramon, pero, ¿qué podía hacer para impedirlo sin que tuviera consecuencias en la felicidad de Flora? Nada. Así que nada debía hacer, incluso si le dolía. Era agradable bailar con Diana, eso no lo podía negar, y de algún modo se sentía algo mejor.
-No te metas en tantos líos, Diana. Sé que no vendrías hasta aquí por algo como un baile, ni siquiera para un baile conmigo. No te quedes sola y viaja siempre en grupo-le advirtió, ahora que tenía ocasión. Diana se sorprendió del hecho de que Leonardo no era tan ingenuo como le había parecido, así que no se molestó con intentar negarlo.
-Sé cuidarme, pero es un detalle, agente. Llevas razón. Pero no lo hago por que sí.
-No tienes que agradecerlo. Para proteger y servir, como dicen. Y sé que no eres así, debes tener una buena razón, pero eso no te justifica-a pesar de que eran palabras de regaño, las pronunció con suavidad. Luego, se quedó unos segundos callado antes de decir repentinamente-¿Quieres dejar de bailar? Sé que era una excusa para que no viera lo que esa gata ladrona y tú os traíais entre manos, y si no te apetece no tiene sentido seguir.
-...eso es verdad, que era una treta, pero también es cierto que estoy cómoda, Leonardo.
-Entonces está bien.
* * *
La desafortunada Flora, cuando estaba a punto de alcanzar a UlforceVeedramon tras que el dragón bajase del escenario, se percató de que alguien se había abierto paso con mayor rapidez que ella hasta el azulado caballero. Era una ladydevimon de vestido elegante pero una actitud de desparpajo y seguridad que la digimon flor no podía tener.
La ladydevimon le dijo algo a UlforceVeedramon, con mirada traviesa y alegre. No hacía falta ser muy listo para imaginar que le ofrecía un baile, y que parecía ilusionada con ello. La digimon hada se limitó a sonreír levemente con esa paciencia infinita que la caracterizaba, diciéndose que tratándose de UlforceVeedramon, se conformaba con al menos, verle, incluso si lamentablemente estuviera demasiado ocupado aquella noche como para poder dedicarle alguna palabra. Rechazó varias ofrecimientos para aquel primer baile lamentándolo mucho -pues ella, quería reservar el primer baile de la velada para UlforceVeedramon, incluso si él no lo hubiera querido-, y decidió acercarse a la zona donde la comida estaba siendo engullida por los invitados, aunque en su caso, simplemente para tomar una de las copas y servirse agua antes de tomar asiento y observar a su príncipe desde la lejanía, con una mirada cálida y amable, como si observase una estrella hermosa y lejana en el firmamento, mientras los veía bailar.
Flora se imaginó que ni Luna ni Leonardo habrían estado de acuerdo con eso en caso de estar en su situación. Leonardo se habría enfadado, muchísimo, y Luna se habría puesto infinitamente triste aunque fingiera que no le importase. Pero Flora, más ingenua que sus dos compañeros, tenía fe ciega en que UlforceVeedramon le ofrecería un poco de su amabilidad. Sintió que el corazón le palpitaba más rápido, esperando paciente sin dejar de admirar cómo UlforceVeedramon bailaba grácilmente, prácticamente hipnotizada.
* * *
Luna no pudo evitar entornar los ojos hacia arriba, rindiéndose en la tarea de buscar a Floramon con la mirada. Se llevó una mano al entrecejo, frotándoselo por la preocupación y la presión, y terminó diciéndose que Floramon iba a estar bien y que si debía compadecerse de alguien era de sí misma. En ese momento comenzó a tocar la música, y aquello más que llovizna era un chaparrón sobre el corazón, sintiendo una sensación muy desgradable que la volvía aún más al ser familiar, acompañado del ruido de las olas yendo y viniendo en la orilla. Se repitió a sí misma que no había agua cerca y que sólo estaba imaginándoselo. Trató de distraerse, pero sólo encontró a gente bailando. De reojo, pudo ver la melena de Sigrun, cuyo compañero de baile se había inclinado hacia su oído, pero pronto se perdió entre el resto de gente danzando. Dado al color de su pelo era la única a la que podía reconocer, el resto eran figuras desvaídas por las dificultades que le daban las lentillas.
Luna, por su parte sólo quería que la noche pasase rápido, volver a casa y ya. Pero sabía que no había pasado apenas tiempo, y que a ese paso, se le haría además de doloroso, eterno. Para que al menos no fuera tan eterno, se dijo que tenía que entretenerse de algún modo. No quería mirar. Podía haber optado por esconder su tristeza debajo de algo rico que comer, cualquiera de esos platos exhibidos en las brillantes bandejas parecían delicatessen dignos de reyes, pero había un problemita y es que la zona de la comida se había convertido en un circo romano; si se acercaba, saldría con un cuchillo o tenedor clavado en la frente. Además, tenía cerrado el estómago por el cúmulo de preocupaciones, al que ahora se le sumaba el sentimiento de desaliento que sentía.
Oficialmente era la peor noche que había pasado en el mundo digital, independientemente de lo que pudiera pasar luego. Nunca había palpado tan de cerca su propia soledad, ni su insignificancia como en esos momentos. Apretó los puños para guardar la compostura, era lo único que podía hacer, aguantar y distraerse. Sentía que si no, le iba a ser imposible seguir por más tiempo.
Se fijó en que en diversos puntos de la plaza había estandartes militares que colgaban de gruesos palos de digizoid pesado -lo cual hacía muy difícil levantarlos- y se movían al viento. Luna supuso que debía haber 13, como los R.K, aunque serían imitaciones de los originales los cuales eran guardados y cuidados por el clan como tesoros -y no se equivocaba-. Se repartían por la plaza, y Luna comenzó a pasear por delante de ellos, mirándolos. Cada uno era diferente, pero descubrió elementos comunes, como la forma, que podía explicarse como un rectángulo en posición vertical cuyas bases terminaban en picos triangulares que al ondear dejaban un etéreo rastro de píxeles que oscilaban entre tonos verdosos y azulados hasta volver de nuevo al mismo color de la tela. Otro ejemplo era que todos tenían bordado en su parte superior un triángulo escarlata -el símbolo de dorumon-, de cuyos bordes dorados salía el marco a todo el estandarte.
En un primer vistazo el que más le llamó la atención cuyo marco dorado se unía al tallo de una rosa florecida y dorada, sobre una tela de un color rosa muy resultón y característico. “¿Rosa? ¿Hay un R.K rosa? ¿Será chica, como el power ranger rosa?” pensó, con curiosidad. No había visto a todos los R.K nunca. Sin embargo el estandarte que más le gustaba era uno de color blanco puro, pues su símbolo eran tres floretes cruzados bordados en hilo dorado, con el añadido de que las finas hojas de las armas eran abrazadas por líneas curvas que convergían en la silueta de un dragón rojo. Le había fascinado, y contenerse de tocarlo cada vez era más difícil. Primero se atrevió a pasar los dedos por las puntas del estandarte, que se deshacían continuamente como si estuvieran incendiadas por esa estela de píxeles, con precaución, mientras veía el espectro de colores blanco-azul-verde-blanco pasar e iluminar sus manos. Movió la mano debajo de las partículas, ahora con más soltura al ver que lo único que hacían era provocar una especie de cosquillas al colarse entre sus dedos. Luego, paseó la mano por la tela, de tacto suave e hilada a mano por alguna costurera con aguja y dedal maestros. Sin duda, aunque fueran réplicas de los originales eran piezas hermosas y debían valer mucho por sí mismas.
-Qué piezas de arte. Mola-dijo ella. De hecho hasta habría disfrutado más del momento si la voz que parecía destinada a desalentarla dentro de sí misma no añadiera, con mucha ironía y malicia: “Y por estas cosas, no estás bailando. Estás aquí sola. Seguro que prefieres esto al tacto de una mano viva.” Luna a veces consideraba de veras abrirse el cráneo a golpes para sacar a ese duende, a ver si así se callaba de una vez. Siempre tenía facilidad para que le acudieran esos pensamientos, incluso si deliberadamente intentaba echarlos. Pero Luna sabía que, como inmundos insectos, habían anidado e infestado cada rincón de su ser. Pululaban. Por un segundo hizo el gesto de rascarse el antebrazo, con gesto preocupado, como si los sintiera debajo de la piel.
- Tamer & Digimon
- Faltas :1Prueba de Rol :ADigi Puntos :402Ficha :Nivel On Rol :RookieNivel On Rol de los Digi Aliados :Leonardo
Champion
Icono :Rango y Unidad :Luna Naitoenjeru
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Flora
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Rango y Unidad Digi Aliado :Leonardo
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TortuleInventario :
Luna Kobayashi
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
~[Scott]~
Ayudar a ese Grademon me ah mantenido distraído durante la corta estancia que llevo en esta fiesta pero aun así no ah servido para que quisiera quedarme… si, prometí quedarme hasta el final pero… a cada paso que doy, solo veo parejas… constantemente 2 personas hablando entre sí, tomándose las manos, riendo… cosas tan despreciables para mí pero que también quisiera sentir… cosas que desearía haber experimentado. Fuese como fuese, lo único que me quedaba por hacer en esta dichosa fiesta es deambular como tiendo a hacerlo en otros lugares… sin rumbo, sin objetivos, sin el gusto de quedarme quieto… simplemente caminar hacia el vacio, esperando a que algo ocurra… a que el tiempo avance… a que todo se termine para poder marcharme de nuevo a mi lugar de confort… a mi zona de paz y quietud… a esa pequeña habitación sin luces, cama ni ningún mueble, donde solo está el piso ligeramente limpio y al que llamo “mi habitación”. Suena deprimente que yo, siendo un mercenario con bastante dinero propio para hacer lo que quiera sin preocuparme demasiado, no tenga ni siquiera una cama donde dormir… pero, tampoco suena tan mal… durante mi infancia dormía en el mismo lugar, pero con la diferencia de que no pensaba… no tenia oscuridad para relajarme… siempre tenía esa molesta luz reflejada en aquellas paredes blancas impidiéndome pensar. Así de un momento a otro me di cuenta de que estaba vagando por la zona central de toda la celebración… cerca de la zona por donde llegaban los que parecían querer ser el centro de la atención llegando con carruajes y todas esas estupideces, así como también el lugar donde la gente se encontraba mas y mas reunida… seguramente porque allí se encontraba el escenario principal donde tocaba la orquesta más grande y donde esperaba un Slayerdramon a que se reuniera la gente… posiblemente seria la zona donde se iniciaría el baile.
Tan pronto como me percate de que me encontraba en ese lugar, me dispuse a marcharme porque siendo justo… odio tanta gente reunida… claro, debería de culparme a mí mismo por estar allí pero no puedo, porque no decidí venir… más bien fue algo forzado a lo que no pude negarme por más que quisiera. Ahora regresando un poco al presente mismo; me dispuse a irme del lugar, continuando mi caminata hacia lo que parecía ser una salida a una sección diferente de la celebración. Debía de pasar por mucha gente, teniendo que soportar sus charlas, intentando ignorar sus comentarios ególatras e irritantes… hablando del lugar, de cómo hubieran decorado ellos de estar a cargo… cosas que simplemente me hacían rabiar… me hacían querer gritar “si tanto les disgusta la decoración lárguense y dejen de fastidiar”… comenzaba a pensar que las plagas estaban trasladándose al mundo digital… ya no mas humanos… solo plagas… seres insignificantes… gente que no sabe apreciar lo bueno cuando lo tiene frente a sí misma… pero… si describo así a las plagas… yo también soy una. “Gente que no sabe apreciar lo bueno cuando lo tiene frente a sí misma”… si uso esa definición automáticamente me estoy tachando como una plaga… porque yo no supe apreciarla… no supe apreciar a Louise cuando la conocí. Algo broto con solo verla y tener que pasar un día con ella… y pude habérselo dicho… pude haberlo hecho y haber hecho que se brote floreciera mas… pude haber llenado el inmenso vacío que sentía en mi pecho… pero no pude por temor y ella se fue… desapareció… quizás esperaba que se lo dijera… quizás esperaba que no la dejara ir y se molesto… no lo sé… solo sé que ahora mismo me siento más… vacio que de costumbre. Mis pensamientos comenzaron a apoderarse de mi mente… nublándola como si quisieran destruirme por dentro pero antes de lograrlo, una voz me libero de ese extraño trance en el que me encontraba. Fue un muy simple “disculpa” con un tono elevado para demostrar que me estaban llamando de algún modo; y como no podía hacerme el oídos sordos a causa del tono elevado en mi dirección y que nadie más se podría dignar a hablar a alguien al que se nota su cicatriz sobresaliendo por su máscara… tuve que voltear para ver de quien se trataba. Tan pronto como voltee, sentí como esa misma persona toco mi hombro un par de veces, lo cual me hiso sentir cierto alivio ya que… al menos ahora tenía la certeza de que me hablaban a mi; pero cuando vi a esa persona, me sorprendí ligeramente… era una mujer de hermoso vestido blanco con decorados de oro, cabello rosado y portadora de una máscara blanca que no cubría muy bien su rostro pero combinaba bastante bien con el vestido. No sé porque pero mi corazón en cierto modo “latió”… en el sentido de que podía sentir su latido a diferencia del resto del tiempo donde había ocasiones en las que dudaba de si seguía latiendo.
Ver a esa mujer se me hiso tan… agradable… aunque no sentía conocerla de ningún lado… pero ese cabello suyo me hacía sentir extraño… era como conocer a quien nunca vi… como reconocer a alguien ajeno a mi vida… no entiendo el porqué pero tampoco me moleste en buscarle la vuelta… simplemente me deje estar. Ella estuvo por decir algo pero fue entonces cuando se llamo la atención de todos para que vieran al escenario, y ella hiso como todos los demás… observo al escenario fijamente. Yo no me moleste en mirar allí, simplemente incline la mirada levemente para intentar enterarme de que ocurría, y entonces me di cuenta de que allí estaba Sigrun… es aquí cuando uno se preguntaría “¿Cómo?”, pues es muy simple… dudo que dejaran subir a cualquier persona con un UlforceVeedramon de compañero al escenario para abrir el baile… estaba claro que era ella pero sin estarlo por la máscara… es bastante… curioso.
Es sorprendente como podemos reconocer tantos rostros en un baile enmascarado… -alcance a decir con la mirada aun inclinada hacia el escenario, pero sin verlo directamente-
Fue así como volví a sentir la voz de esa mujer… ¿no me había ido?... supongo que no… después de todo… los seres vivos, independientemente de si son plagas, humanos o demonios en mi caso, siempre buscaran la comodidad… y tener a esa mujer cerca me hacía sentir… cómodo de algún modo; algo que me hacia incapaz de irme por más que lo deseara aun cuando odiaba tanto la cercanía de las demás personas. Ella me hiso una pregunta bastante clara, “¿te conozco?”… ¿Qué clase de broma podría ser esta?... ¿no fue ella quien me llamo en primer lugar?... ¿Por qué no me conocía si me llamo?... yo debería de haber preguntado eso antes… pero supongo que el momento me lo impidió. Quizás me estaría confundiendo con alguien más… sería lo más probable… per bueno… supongo que este podría ser el momento idóneo para no “vivir solo esta noche”.
Es curioso que quien me haya llamado al principio me pregunte lo que yo debería preguntar… “¿te conozco?”… -dije levemente, observándola fijamente, manteniendo mi postura para mantenerme en “personaje anónimo”- lo lamento pero de conocernos, podría reconocerla con la máscara puesta señorita… así como eh alcanzado a reconocer a la señorita de cabello rubio del escenario… una presencia no se olvida, y aun con mascaras podemos reconocer las presencias… y yo… lo siento pero no reconozco la suya… -suspire de forma leve, llevando mis brazos a mi espalda, cruzándolos para tener un pequeño soporte en la espalda baja y poder continuar mi habla- sin embargo… quizás… podamos aprovechar este anonimato para conocernos… aunque sea, nuestras presencias y si así llega el día donde volvamos a encontrarnos… podre reconocerla…
Quería conocerla… quería saber quién era ella para hacer que mi corazón latiera de modo que pudiera darme cuenta de ello… pero… no podía hacerlo de forma directa… no podía exigir su nombre… no podía exigir nada porque el anonimato que era el sello del baile lo impedía. No obstante, aun así podría conocerla… por lo menos su esencia… intentar recordar… “¿Por qué me siento tan extraño junto a ella?”… quizás ya tengo algo que hacer aquí esta noche… y es conocer a esta mujer, y de forma simultánea que ella me conozca… quizás así podamos lograr responder la pregunta que ambos debimos haber dicho… “¿te conozco?”. Note como el baile había sido abierto ya… después de todo, casi todos los presentes comenzaron a bailar a nuestro alrededor, manteniendo distancias cortas y miradas fijas… es algo que me resultaba incomodo de ver pero bueno, era el objetivo principal de este evento… bailar… y supongo que ahora debería de intentarlo yo con esta dama… así al menos hasta que su pareja real llegue porque dudo seriamente que una mujer así pueda estar sola porque si.
… señorita… no soy nadie que usted conozca y dudo que desee conocer… ni yo desgraciadamente la conozco a usted… pero, ¿podría concederme esta primera pieza… hasta que su verdadera pareja llegue? –di un paso hacia atrás y estire mi brazo derecho, parándome ligeramente de perfil para mantener una postura apropiada para la ocasión- quizás así podamos responder nuestra duda… “¿Quién es usted?”
La dama estuvo por tomar mi mano pero repentinamente un sujeto extraño apareció y simplemente se la llevo… y pese a que quería decirle lo que opinaba al respecto de eso, simplemente desistí. Flexione mi brazo poco a poco hasta recuperarlo por completo, apartando la mirada para simplemente alejarme de aquella pareja… honestamente me dejaba cierto mal sabor de boca el haber perdido un baile y una satisfacción de curiosidad pero… ¿Qué podía hacer? No iba a meterme en problemas ahora… lo mejor sería dejar las cosas como están; quizás algún día encontraría a esa chica… o quizás no… es el encanto de estas estúpidas mascaradas.
Fuese como fuese, continúe alejándome del lugar, ignorando prácticamente todo lo que ocurría a mi alrededor… y fue en esa indiferencia hacia todo y todos, que termine alejándome a una zona más desalojada de la ciudad. Estaba bien decorada como el resto del lugar, pero la cantidad de gente que allí paseaba era mínima… solo algunos miembros de la “alta sociedad”, hablando de cosas sin sentido o riendo por tonterías comunes… si… no encajaba en ningún lugar de esta fiesta, ni siquiera con los “solitarios” que se auto apartaban de todo para hacer lo que saben hacer: los tontos. Me dispuse a darme la media vuelta e irme por donde vine, pero en el giro me percate de una presencia bastante familiar y muy reconocible… pese a que el vestido no ayudo mucho a la primera vista, fue esa forma de apreciar los detalles tan insignificantes lo que me confirmo algo: Luna estaba presente allí. La observe mirando unos estandartes, completamente sola… ¿sería malo decir que no me sorprende…? Seguramente si, asique mejor me ahorro ese comentario. Me acerque con los brazos cruzados, para simplemente toser un poco esperando llamar su atención.
¿Apreciando los detalles menores en busca de distraer tu mente o haciendo tiempo para que el tío con el que hayas venido aparezca para apartarte de un viejo conocido? –Puede sonar mal pero estar con Luna es mejor que estar solo; no la considero como un plan B ni mucho menos… más que nada porque no sabía que ella estaba aquí, pero aun así, da gusto ver a un conocido- ¿Qué tal todo Luna? ¿También te obligaron a venir…? No espero que sea así pero… si es el caso, me alegra no ser el único…
~[¿BlackGabumon? – NPC de Freddy]~
¿Un Baile…? Nada de eso me sirve… ¿de los Royal Knights? Pfs, menos aun… ¿Qué han hecho por mí?, nada de nada… solo estar ahí promulgando la inaudible palabra de Yggdrassil como los testigos esos que tanto odian los humanos… ¿Qué razones tengo para asistir a esta fiesta?, realmente: NINGUNA. Pero, ¿Por qué voy entonces?, no lo se… supongo que es la dependencia de buscar más empleados y/o integrantes de mi red de trabajos… aunque si pienso bien las cosas, podría tener sentido. En fiestas de este estilo, suelen ir muertos de hambre o gente que agota sus últimos centavos en un traje mal cocido para comer gratis… podría encontrar material para trabajar, y si no… bueno, siempre puedo marcharme porque nadie allí se daría cuenta de mi así como nadie se percataría de si me voy. No tuve que hacer mucho para cambiarme… simplemente cambiar mi sombrero de trabajo por uno más elegante… nada de copa, sería sumamente estúpido y ridículo para alguien como yo… en cuanto a la máscara… mi propio abrigo cubre mi rostro, no debería tener problemas en principio pero… bueno, si debo usar algo forzosamente, siempre podre evolucionar a nivel Ultimate donde usar una máscara o antifaz es mucho más comprensible y olvidarme de todos los problemas. Parti de mi pequeña oficina en un pueblo montañoso para tomar el tren e ir hacia la zona imperial, esperando no demorar mucho… grave error el que cometi. El tren no solo se demoro cerca de 30 minutos, si no que al llegar tuve un ligero inconveniente con los guardias de seguridad… un inconveniente que me forzó a ponerme ligeramente agresivo.
¿A que se refieren con que “niños fuera esta noche”…? ¿Qué es esto una broma de mal gusto, caballeros…? –Si estos Knightmons fueran mis empleados, los despediría-
No nos engañas pequeño, se ve que eres un infante… anda, vete a casa, no pintas con los adultos aquí –El caballero rio junto con su compañero-
… ¿acaso por ser Rookie soy etiquetado como un niño…? Okey… -Respire profundamente y de un instante a otro, no solo alcance el tamaño de esos caballeros de hojalata… si no que lo duplique, así como pude enseñar un cuchillo de hueso en sus caras- ¿Sigo siendo un niño, mocosos insufribles? –Pregunte con un tono algo seco y directo, observando a los Knightmons temblar y negando con cierto temor- entonces… no fastidien –Dicho eso, regrese a mi etapa Rookie… odio ser Mega por asuntos personales- veamos… ¿Qué podría hacer…?
Observe el lugar con gran desinterés y como esperaba, no había prácticamente nada que hacer o ver allí. Algunos miembros actuales de los Royal Knights estaban dando discursos o cosas así… aunque eran humanos y realmente no comprendía porque… ¿no se supone que para Yggdrassil los humanos son intrusos y/o plagas…? Si la respuesta es “si”, entonces hay una contradicción en ese clan que supuestamente estaba dispuesto a destruir a la humanidad por el bien del mundo digital… y si la respuesta llegara a ser “no”, pues que dios más tonto se supone que tenemos los digimons. Aun así, tenía que darle una oportunidad a todo esto… por lo menos, encontrar algún muerto de hambre para ofrecerle empleo… pero, ¿Dónde podría buscar a ese muerto de hambre…? Ignorando la obvia respuesta de “en las mesas de comida”, cabe mencionar que “muerto de hambre” es un término que puedo utilizar para referirme a quien sea que parezca estar en problemas económicos… claro que en este lugar mucha gente no parece entrar en esa descripción pero mucha otra gente si cae… claro, debo rebuscar bien entre tantas personas, no me gustaría ofrecerle nada a nadie que no lo merezca ni que pueda serme de alguna utilidad. Comencé a deambular tranquilamente por la zona… observando a los humanos y digimons platicar… bailar… algunos incluso cantar como buenos despistados… nada de interés para mi, francamente… pero entre tantos objetivos vacios… vi algo que, pese a lo mal que pueda sonar, me hiso sentirme muy interesado a primera vista. Una Gaomon acompañada por un igual, solo que este vestido con un traje similar al de un militar en una ceremonia de condecoración o promoción/aumento de puesto. No puedo decir que fuera mero interés visual el que me capturo, si no un cierto interés… “dudoso”; sentía duda de quién era ella, tenia intriga por saberlo… ¿sería una conocida mía? Para nada, no suelo olvidar caras y menos la de una dama… ¿la habré conocido en mi vida pasad? Eso es posible pero poco probable… en mi vida pasada solo podía recordar el rostro de una sola dama… asique que ella me resulte tan… intrigante no tendría lógica.
Me quede allí quieto un momento, intentando analizar a esa Gaomon sin éxito alguno… lo único que podría hacer para sacarme aquella sensación de intriga seria ir y hacer preguntas directas pero… ¿debería hacerlo?, ella estaba acompañada y no pensaba meterme deliberadamente en una cita, tengo modales que si bien no suelo respetar en el campo del “respeto a terceros”, si hago caso cuando se trata de las relaciones publicas. Al final solo desistí para evolucionar a nivel Ultimate… la verdad es que caminar me resultaría más sencillo como BlackWereGarurumon, y me daría la oportunidad perfecta de usar el antifaz, uno negro por el ojo izquierdo y azul oscuro por el derecho; nada completo… aunque si debí alejarme un poco de tanta gente para ponerme algo encima; si bien el antifaz era el requerimiento mínimo… como nivel Ultimate no tenía prácticamente nada más que un par de pantalones puestos. Si bien la gente no se fijaría en eso por ser natural en mi especie, yo si lo haría y no podía simplemente quedarme así… para mi suerte, tener ropa para esta etapa siempre no es un desperdicio total. Salí de unos baños usando un traje más formal… nada del otro mundo realmente, un traje como los de varios humanos presentes en ese lugar… claro que ahora, no sabía qué hacer… después de todo, si me pongo a buscar gente, poco encontrare y si no… no tengo acompañante para bailar… egh…
¿Por qué decidí venir a este sitio…?
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :707Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :DNA Evolution (Super Ultimate)Nivel On Rol de los Digi Aliados :Nova: Mega
BR: MegaIcono :Rango y Unidad :Scott Shadowest Musahrahjy
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
Labramon
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: TitansRango y Unidad Digi Aliado :Nova (BlackWarGreymon)
Rango: Hades Knight
División: Hades Titans
Unidad/Sub-division: Titans
BR (Renamon)
Rango: Soldado
División: D-Brigade
Unidad/Sub-division: Shadow LizardInventario :
Scott Desaster
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
~[Narrador]~
Mientras la fiesta proseguía, varias personas continuaron esperando las palabras de los Royal Knights que habían asistido al baile, ya fuera para disfrutar de la fiesta o para hacer acto de presencia y dar buena reputación al clan de caballeros. Varios invitados aparecían pese a que el baile ya había comenzado formalmente, siendo la Sublider del clan quien abrió el baile inicial; siendo seguida rápidamente por casi todos los presentes. No obstante, en las calles más apartadas de toda la celebración, varios guardias comenzaban a movilizarse secretamente en busca de problemas; Slayerdramon no era ningún tonto, y sabia que aquella fiesta seria la atracción de varios ladrones que se aprovecharían del evento para asaltar las viviendas y tiendas de los que hubieran asistido, que serian prácticamente todos los habitantes de la ciudad mas todos los invitados del exterior. Con ese dato obvio en mente, Slayerdramon aprovecho el haber mandado a Grademon buscar algunos miembros actuales de los Royal Knights para enviar a un grupo de Knightmons y Yaskamons a vigilar las zonas apartadas del baile… cualquier ladrón que quisiera aprovecharse del evento para conseguir dinero tendría muchos problemas para huir del lugar libre de problemas.
Fuese como fuese, cuando Grademon regreso junto con su señor, este se encargo principalmente de buscar sus lentes de repuesto para poder ver claramente en caso de que Slayerdramon diera otra orden directa; pero para la sorpresa del caballero, cuando este consiguió sus lentes de repuesto vio que tenia a un ente equivocado al que había pensado inicialmente. Grademon vio al humano con casco de Magnamon allí parado al filo del escenario, a punto de ser enviado para dedicar unas palabras al publico referente a los Royal Knights antiguos y actuales… ¡Pero no tenía idea de si era o no miembro del clan! Aunque era más probable que no lo fuera por las protestas que dio el humano mientras era llevado contra su voluntad por parte del guerrero con armadura dorada. Grademon en ese momento quería ser tragado por la tierra y no ser escupido jamás, haber cometido tal error en un momento tan importante como el inicio formal del baile era un acto imperdonable… y era más que seguro que Slayerdramon se lo remarcaría. Cuando el sujeto extraño de cabello verde termino de hablar (A los ojos de Grademon y Slayerdramon, ese humano no parecía saber ni siquiera que decía… y la reacción de la gente, bastante apagada a sus palabras, confirmo ese pensamiento), llego el momento del pobre humano ahora sin su casco puesto… y también llego la hora del juicio para Grademon, quien simplemente se quito sus lentes de repuesto y los colgó del cuello de su armadura, preparándose para el mayor de los castigos por parte de su señor… pero antes, las palabras del humano.
Bueno… debo ser sincero… yo no formo parte del clan de los Royal Knights actualmente… ni pensaba unirme a ellos… realmente, estoy aquí por un error… ¡Pero…! No significa que no pueda decir algo, quizás por parte del público a los Royal Knights… aunque sé que será mas de mi parte… je… como sea… en estos días no sabía prácticamente nada de estos héroes pero… luego de leer tanto, ver sus hazañas… aprender todo lo posible de ellos… debo decir que de estar todos presentes, seguramente apreciarían cada detalle de este evento tan bien preparado… pero no están… lo que es una pena pero… así como UlforceVeedramon, quien antes nos brindo unas palabras… deben estar todos vivos, esperando para volver… no puedo figurarme que podría hacerlos esperar pero… son caballeros… son héroes… son leyendas… siempre aparecerán cuando los necesitemos, asique no me preocuparía por esperar… porque lo creamos o no… ellos están con nosotros siempre, en nuestras memorias y corazones… eso, es lo que importa… o eso creo yo… … muchas gracias por escuchar mis disparates… je…
Aquel discurso no había sido la gran cosa, viniendo de un mero espectador que había sido llevado por error; pero si logro algunos aplausos en señal de aprobación, algo que logro hacer a Grademon colocarse sus lentes con una amplia sonrisa, aplaudiendo igualmente junto con varios espectadores mientras el humano se retiraba del escenario, colocándose nuevamente su casco. El caballero dorado suspiro con cierto pesar… aquello no había salido TAN mal, pero aun así había sido un error… pero para su fortuna, Slayerdramon lo dejo pasar debido a la honestidad del humano a la hora de hablar, aunque si dejo en claro que no quería más errores similares, puesto aquello pudo haber sido terriblemente mal.
Mientras tanto, en las afueras de la ciudad, 2 digimons observaban la gran celebración con cierta molestia; observando las grandes estatuas en honor a los Royal Knights… sintiendo que allí faltaban 2 estatuas realmente importantes. Ambos digimons abandonaron la vista de las estatuas para dar comienzo a un pequeño plan; un plan que podría arruinar la fiesta… pero aun quedaba para eso, de modo que podría dejarse para después… aunque no para muy después.
~[Plasma]~
Honestamente, no sé cómo es que sobreviví a hablar frente a tanta gente… sé que no fue Magnamon porque el guardo silencio al no saber tampoco que decir… supongo que todas fueron palabras puras, aunque realmente no pensé casi nada… simplemente… hable por hablar. Sea como sea… me siento ligeramente feliz de haber dicho todo eso… inclusive creo que me gustaría unirme a este clan… sería interesante… aunque… no estoy seguro, y Magnamon tampoco está del todo seguro aunque ninguno de los dos rechazamos esta idea… quizás… en algún futuro, pero ahora mismo, no lo creo… egh… ahora me doy cuenta de que… no tengo pareja y el baile ha comenzado ya…
Realmente tengo mala suerte…
- Tamer
- Digi Puntos :453Cuentas :Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Plasma Inazuma
Rango: Holy Knight
Unidad: Shiny MiracleInventario :
Plasma Inazuma
Re: Baile Enmascarado: Honor a los Antiguos Caballeros [Tema Libre]
La sublíder de los Royal Knights estaba disfrutando del baile, de la música y de la compañía de aquél misterioso enmascarado. Cierto que no se trataba de la velada que había imaginado, pero estaba comenzando a aceptar lo que tenía ahora. Pronto, Sigrun empezó a darse cuenta de que su acompañante cometía errores en el baile. Tal vez estaba nervioso o no tenía mucha habilidad con los bailes, por lo que Sigrun decidió llevar ella el compás de la danza.
Tras eso, el chico de la máscara acercó su rostro a su oído para poder hablarle sin que la música le molestara. Le preguntó por cómo llegó al Mundo Digital y por los méritos que hizo para entrar a los Royal Knights.
- En Noruega empezó todo, fue allí donde encontré mi digivice, pero no fue hasta que me mudé a Japón cuando descubrí lo que era realmente y al digimon que ocultaba en su interior. – le contó mientras seguía bailando- Al Mundo Digital llegué tras toparme con personas que no veían en los digimons mas que seres con los que experimentar. Fue mi compañero quien me guió a este mundo, pero yo ya entré con la idea de hacer lo posible por protegerlo. Y en cuanto a la razón de mi posición, fue tras una batalla contra un poderoso enemigo, en la que también participó el líder de nuestro clan. Él recompensó mi papel en la batalla y me ofreció ser su mano derecha.
Luego le preguntó sobre Ulforce, si realmente era hermano de los Antiguos Royal Knights o de los actuales.
- Ulforce es un Royal Knight antiguo, aquellos de los que tanto hablan las leyendas. Tanto él como sus compañeros y hermanos lucharon en una batalla por salvar este mundo. Se dice que el enemigo al que se enfrentaron estuvo a punto de destruirlo todo, y que era tan poderoso que tuvieron que sacrificarse para derrotarlo. Pasó mucho tiempo hasta que Ulforce consiguió renacer y convertirse en mi compañero. Claro que, como la mayoría de digimons perdió su memoria al volver a nacer, por lo que ambos nos unimos a los Royal Knights, sin saber que él era uno de los originales. Cosa del destino ¿no crees?- dijo con una sonrisa- A parte de mi compañero, únicamente Alphamon logró renacer, aunque se podría decir que ahora comparte el cuerpo con el tamer que lidera el clan. Puesto que Alphamon es el resultado de su evolución matrix.
Y llegó la última pregunta. Tras decir que admiraba su fortaleza preguntó si había alguien esperándola en el Mundo Humano.
- Gracias, aunque ser fuerte sólo es parte de mi deber- le contestó- Mi familia. El Mundo Digital ya se ha convertido en mi hogar, pero sigo teniendo contacto con ellos y mi mundo de origen. Siempre que mis obligaciones aquí me lo permiten, voy a visitarles.
Mientras tanto, Ulforce ya había terminado de escuchar el discurso de aquel humano y se dispuso a observar a su tamer bailar con aquél misterioso enmascarado. Puesto que él no tenía pareja, supuso que su velada se basaría en observar el baile y charlar con los digimons que se acercasen a él. Al igual que Sigrun, Ulforce se había hecho una idea bien distinta de aquella noche, una lástima que el destino no tuviese ganas de complacerlo.
De repente, escuchó una voz a sus espaldas. No le hacía falta girarse para darse cuenta de quién era, pero no tenía otro remedio. LadyDevimon, la compañera de Ashley estaba allí, y quería bailar con él. Si hubiese sido un baile normal, se las habría apañado para tratar de librarse, puesto que sabía que aquella Ladyevimon era “peligrosa”. Pero siendo él uno de los homenajeados, muchas miradas estaban centradas en él, por lo que no podía rechazar la oferta de una dama.
- Por supuesto, será un placer- dijo ofreciéndole su mano antes de llevarla hasta la pista de baile.
No se situaron en la zona central, porque el tamaño de Ulforce podría molestar a los humanos que bailaban allí. Con paso tranquilo, el sublíder de los Royal Knights empezó su baile con LadyDevimon.
...
Garudamon aterrizó a las puertas de las murallas y entró en la ciudad a pie. Mientras caminaba se sintió aliviado de que todo estuviera en orden. La última vez que acudió a una celebración fue a la fiesta de los Union Savers, y al llegar se encontró un campo de batalla. Pero por lo visto los Royal Knights estaban teniendo mejor suerte, aunque más que suerte podría deberse a la férrea seguridad que habían organizado. El tamaño de este Garudamon era similar a la mayoría de Royal Knights, por lo que no tenía problemas a la hora de caminar. Además las calles ya no estaban tan llenas, la mayoría ya estaría de fiesta en el centro.
El digimon ave acudió sin pareja aunque no le importaba en absoluto, no era muy bueno bailando y sólo acudió allí por ver si podía encontrarse a alguien conocido. Una vez llegó al lugar de la celebración vio que la mayoría ya estaba bailando, por lo vito llegó tarde para el discurso de los sublíderes pero pude verles bailar con sus respectivos acompañantes.
Se sentía feliz de ver que habían llegado tan lejos. Aún recordaba cuando los conoció en el Mundo Humano, siendo Sigrun una completa novata como tamer y Ulforce un recién evolucionado a Rookie. En ese momento jamás habría imaginado que aquella tamer terminaría por convertirse en la sublíder de los Royal Knights, ni que su compañero era en realidad uno de los Royal Knights Antiguos.
Garudamon decidió acercarse a las mesas para tomar algo, pero fue en ese momento cuando vio a alguien que conocía. Vio a Flora sentada en una silla, en su forma de Lilamon, parecía estar observando a Ulforce bailar mientras los ojos le brillaban. El ave se acercó.
- Me alegra verte de nuevo, Flora. Me reconoces ¿verdad? Soy Hawkmon. – le dijo sonriendo- Esta fiesta me pilló bastante lejos y como Garudamon llegaría más rápidamente, sin tener que evolucionar a Zhuquiaomon. Habría sido difícil aterrizar y habría llamado más la atención. – miró a su alrededor pero fue incapaz de localizar a Luna o a Leonardo, así que supuso que estarían bailando- ¿Estás esperando a alguien?
Tras eso, el chico de la máscara acercó su rostro a su oído para poder hablarle sin que la música le molestara. Le preguntó por cómo llegó al Mundo Digital y por los méritos que hizo para entrar a los Royal Knights.
- En Noruega empezó todo, fue allí donde encontré mi digivice, pero no fue hasta que me mudé a Japón cuando descubrí lo que era realmente y al digimon que ocultaba en su interior. – le contó mientras seguía bailando- Al Mundo Digital llegué tras toparme con personas que no veían en los digimons mas que seres con los que experimentar. Fue mi compañero quien me guió a este mundo, pero yo ya entré con la idea de hacer lo posible por protegerlo. Y en cuanto a la razón de mi posición, fue tras una batalla contra un poderoso enemigo, en la que también participó el líder de nuestro clan. Él recompensó mi papel en la batalla y me ofreció ser su mano derecha.
Luego le preguntó sobre Ulforce, si realmente era hermano de los Antiguos Royal Knights o de los actuales.
- Ulforce es un Royal Knight antiguo, aquellos de los que tanto hablan las leyendas. Tanto él como sus compañeros y hermanos lucharon en una batalla por salvar este mundo. Se dice que el enemigo al que se enfrentaron estuvo a punto de destruirlo todo, y que era tan poderoso que tuvieron que sacrificarse para derrotarlo. Pasó mucho tiempo hasta que Ulforce consiguió renacer y convertirse en mi compañero. Claro que, como la mayoría de digimons perdió su memoria al volver a nacer, por lo que ambos nos unimos a los Royal Knights, sin saber que él era uno de los originales. Cosa del destino ¿no crees?- dijo con una sonrisa- A parte de mi compañero, únicamente Alphamon logró renacer, aunque se podría decir que ahora comparte el cuerpo con el tamer que lidera el clan. Puesto que Alphamon es el resultado de su evolución matrix.
Y llegó la última pregunta. Tras decir que admiraba su fortaleza preguntó si había alguien esperándola en el Mundo Humano.
- Gracias, aunque ser fuerte sólo es parte de mi deber- le contestó- Mi familia. El Mundo Digital ya se ha convertido en mi hogar, pero sigo teniendo contacto con ellos y mi mundo de origen. Siempre que mis obligaciones aquí me lo permiten, voy a visitarles.
Mientras tanto, Ulforce ya había terminado de escuchar el discurso de aquel humano y se dispuso a observar a su tamer bailar con aquél misterioso enmascarado. Puesto que él no tenía pareja, supuso que su velada se basaría en observar el baile y charlar con los digimons que se acercasen a él. Al igual que Sigrun, Ulforce se había hecho una idea bien distinta de aquella noche, una lástima que el destino no tuviese ganas de complacerlo.
De repente, escuchó una voz a sus espaldas. No le hacía falta girarse para darse cuenta de quién era, pero no tenía otro remedio. LadyDevimon, la compañera de Ashley estaba allí, y quería bailar con él. Si hubiese sido un baile normal, se las habría apañado para tratar de librarse, puesto que sabía que aquella Ladyevimon era “peligrosa”. Pero siendo él uno de los homenajeados, muchas miradas estaban centradas en él, por lo que no podía rechazar la oferta de una dama.
- Por supuesto, será un placer- dijo ofreciéndole su mano antes de llevarla hasta la pista de baile.
No se situaron en la zona central, porque el tamaño de Ulforce podría molestar a los humanos que bailaban allí. Con paso tranquilo, el sublíder de los Royal Knights empezó su baile con LadyDevimon.
...
Garudamon aterrizó a las puertas de las murallas y entró en la ciudad a pie. Mientras caminaba se sintió aliviado de que todo estuviera en orden. La última vez que acudió a una celebración fue a la fiesta de los Union Savers, y al llegar se encontró un campo de batalla. Pero por lo visto los Royal Knights estaban teniendo mejor suerte, aunque más que suerte podría deberse a la férrea seguridad que habían organizado. El tamaño de este Garudamon era similar a la mayoría de Royal Knights, por lo que no tenía problemas a la hora de caminar. Además las calles ya no estaban tan llenas, la mayoría ya estaría de fiesta en el centro.
El digimon ave acudió sin pareja aunque no le importaba en absoluto, no era muy bueno bailando y sólo acudió allí por ver si podía encontrarse a alguien conocido. Una vez llegó al lugar de la celebración vio que la mayoría ya estaba bailando, por lo vito llegó tarde para el discurso de los sublíderes pero pude verles bailar con sus respectivos acompañantes.
Se sentía feliz de ver que habían llegado tan lejos. Aún recordaba cuando los conoció en el Mundo Humano, siendo Sigrun una completa novata como tamer y Ulforce un recién evolucionado a Rookie. En ese momento jamás habría imaginado que aquella tamer terminaría por convertirse en la sublíder de los Royal Knights, ni que su compañero era en realidad uno de los Royal Knights Antiguos.
Garudamon decidió acercarse a las mesas para tomar algo, pero fue en ese momento cuando vio a alguien que conocía. Vio a Flora sentada en una silla, en su forma de Lilamon, parecía estar observando a Ulforce bailar mientras los ojos le brillaban. El ave se acercó.
- Me alegra verte de nuevo, Flora. Me reconoces ¿verdad? Soy Hawkmon. – le dijo sonriendo- Esta fiesta me pilló bastante lejos y como Garudamon llegaría más rápidamente, sin tener que evolucionar a Zhuquiaomon. Habría sido difícil aterrizar y habría llamado más la atención. – miró a su alrededor pero fue incapaz de localizar a Luna o a Leonardo, así que supuso que estarían bailando- ¿Estás esperando a alguien?
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :642Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Burst Mode/Future ModeNivel On Rol de los Digi Aliados :Draco: Ultimate [BlackMetalGreymon]
Kara: Rookie [Dorumon]Icono :Rango y Unidad :Sigrun Vinter
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)
Ulforce
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)Rango y Unidad Digi Aliado :Draco
Rango: Knight
Unidad: Dragons DestroyersInventario :
Sigrun Vinter
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