Jardín de Estatuas [Misión de Max 'Kenku' y Demyx]-Grupal-

Soulmon intentaba quitarse de la cara el resto de las ascuas de GeoGreymon mientras los tres, Agus, Max y él, reían levemente y se adentraban en el palacete que se encontraba ante ellos. Nada más comenzar a caminar por el palacio, el pie de Max dio con la mitad inferior de lo que parecía un Digimon partido por la mitad. Rápidamente pudo reconocer la boca característica de un Sukamon. ¿Acaso Demyx había acabado con ellos? Entonces, un Digimon con aspecto de medio pájaro media mujer apareció, gritando y alarmada por el estado en el que se encontraba su... ¿caquita? Se debía de referir a Sukamon. Antes de que hiciese nada, Max analizó a ese ser Digital con su Digivice D-arc rápidamente.

Harpymon, Digimon Bestia Mítica de Atributo Datos y Nivel Armadura. Digimon que se asemeja a las arpías de la mitología griega. Sus dos ataques característicos son la Sinfonía Silenciosa y el Viento Místico- como era de costumbre, una imagen tridimensional apareció en la pantalla del Digovice de Max mientras éste analizaba los datos del Digimon volador.

Una vez recopilados los datos del Digimon híbrido entre mujer y pájaro, ésta comenzó a gritar de forma atroz. Tanto Soulmon como Max se taparon sus oídos lo más fuerte que pudieron. Esta acción disminuyó los daños que le hacían en sus oídos Harpymon, pero aún había un tintineo rebotando en el cerebro de ambos. Sin esperar mucho más, una enorme manada de Digimons babosas verdes adornadas con ojos saltones y puntos morados en toda su piel, que se hacían llamar Numemons, aparecieron. Parecían estar al servicio de aquél horrendo Digimon volador.

¡Dios! ¡Este grito es inaguantable!- dijo Max mientras abría los ojos al darse cuenta de una cosa- Espera, si Demyx ha pasado por aquí... ¿Qué ha pasado con él y su compañero Digimon...? -una mirada seria se dirigió hacia Harpymon mientras, aguantando como pudo el ataque a altas vibraciones sonoras, agarró una de las cartas que tenía en su baraja- ¿Dónde está mi hermano?- dijo, dirigiéndose a la mujer ave mientras emitía una mueca de dolor y cerraba uno de sus ojos, tratando de aguantar, aunque parecía que en su cerebro había toda una orquesta musical tocando los más ruidosos instrumentos.

Sin embargo, la manada de Numemons comenzaron a lanzar sus "granadas arrojadizas orgánicas especiales". En resumidas cuentas, lo que lanzaron hacia el grupo compuesto por GeoGreymon, Soulmon y Max fueron sus propios excrementos, un ataque bastante asqueroso , a decir verdad. Max ni siquiera se inmutó, pues lo único que hizo fue extender la mano con su carta y la otra mano con su dispositivo digital, preparándose para el combate.

¿No queréis responderme? Responderéis, tranquilos. ¡Carta leída! ¡Chains of Hell! ¡Las Cadenas Infernales! ¡Id a por ellos! ¡Cazadlos! ¡No falléis mis queridas cadenas...! Aunque ya sé que no lo haréis...- dijo Max mientras pasaba la carta en la que aparecían un gran número de cadenas metálicas. Dichas cadenas aparecieron en el cuerpo de Soulmok y, en poco menos de un segundo, ya estaban sobrevolando a grandes distancias hacia los excrementos de los Numemon, tratando de atravesarlos y destruirlos, con el fin de cazar a los enemigos que había fijado el Tamer... Y sus objetivos eran Harpymon y todos los Numemons que pudiese agarrar. Lo bueno de esa carta era que las cadenas invocadas no se detenían hasta atrapar a sus objetivos.

Esto es un problema para vosotros muchachos... No debisteis enfadar a Max...- dijo Soulmon mientras agarraba fuertemente las cadenas con sus dos enormes y negras como la oscuridad más insondable y las sujetaba con firmeza frente a sus enemigos.

Para mala fortuna de Demyx y Greymon... Harpymon tenía dos dedos de frente. Un corto período de tiempo le bastó a la Digimon pájaro para patear al muchacho que se encontraba molestándole en las piernas, mientras que su Digimon tiraba del lazo que unía a su Digivice D-arc con el monstruo digital dinosaurio de piel anaranjada.

En cuestión de segundos, el muchacho con la túnica negra, manchada previamente por los ataques orgánicos de los Numemons y el Sukamon de antes, caía al vacío. Inesperadamente, el tiempo comenzó a hacésele realmente lento, como si, ahora, hubiese una fisura temporal que le hiciese moverse a cámara lenta. Un pequeño vistazo hacia la zona a la que caía le bastó para volver a la realidad: unas afiladas piedras, pasado el profundo acantilado le esperaban, dispuestas a empalar su joven cuerpo. El lazo digital había roto su conexión con el compañero prehistórico del muchacho rubio y, por ello, había vuelto a su lugar de origen: el dispositivo digital del chico de ojos claros.

Greymon: ¡Rápido, Demyx! ¡Utiliza tu túnica para planear como una ardilla voladora! ¡Vi que en una película funcionaba! ¡Te la vas a pegar como no lo hagas!

Demyx: ¡No pienso quedarme como Kami-sama me trajo al mundo! ¡¿Estas loco?! Además, ¡esto es la vida real! ¡Eso no funcionará!

Greymon: Tsk, hombre de poca fé... Espera... ¿¡No llevas calzoncillos puestooooos?!

Demyx: ¡Claro que los llevo idiotaaaaa! ¡Ayudameeee!

Demyx gritaba al ver que se acercaba cada vez más y más hasta las rocas picudas que le esperaban para ensartarle como a una brocheta humana... Sin embargo (y por azar del destino) consiguió agarrarse a una rama inestable pero que, por el momento, aguantaría su peso. Greymon se asomó al precipicio, preocupado por su amigo, viendo que se encontraba mirandole mientras colgaba de la rama de un arbol o quizas un arbusto.

Greymon: Menuda situación más cliché ¿no?

Demyx: ¿Podrías ayudarme, porfaplis?

Greymon: No me queda otra. Sin tí, no como en tu casa. Y la comida de tus padres está demasiado deliciosa para resisitirme...

Demyx: Solo me quiere por la comida que te puedo ofrecer... Debería soltarme y acabar con esta mentira...

Greymon: ¿Qué es esto? ¿Una telenovela de bajo coste? ¿Donde está la maldita lisiada?

Ambos entonces comenzaron a pensar en una manera de salvar a Demyx de la situación en la que se encontraba.

Demyx: ¿No tendrás una digievolución que pueda volar? ¿MetalGreymon o algo así?

Greymon: Acabo de convertirme en Greymon... No le pidas peras al olmo

Demyx: Supongo que, entonces, nuestra mejor baza es esta...

Dijo el muchacho mientras que, con la mano en la que tenía el Digivice D-arc, creaba de nuevo el lazo digital, extendiéndolo hacia arriba, intentando que Greymon volviera a agarrarlo y tirase de él hacia arriba. La buena noticia es que Demyx, pese a lo que comía, no pesaba apenas, por lo que Greymon, comenzó a estirar del lazo que le había lanzado Demyx y que se ató a su firme cola cuando el Digimon Dinosaurio se dio la vuelta. Pasaron unos cuantos minutos para que Demyx volviera a subir adonde se encontraba Greymon. Ambos se tumbaron en el suelo, agotados y resoplando fuertemente.

Demyx: Aggg estoy acabado...

Greymon: Tal vez... ¿Deberíamos volver al palacio?

Demyx: Por lo pronto... Descansemos un rato... Ya veremos qué hacemos luego...

Greymon: No tengo ninguna queja...

Después de aturdir a sus enemigos con su grito, Harpymon recogió a lo que quedaba de su compañero antes de que se volviera digitama, se revolvió contra max y soulmon con rabia. Los numemon cayeron enseguida en las cadenas pero ella no, estaba tan rebotada por los destrozos causados por esos dos tamers que lanzó su "Wind seeker" contra las cadenas que se arremolinaban contra ella. Las cuchillas de viento cortaban todo a su paso, podéis combatir contra los numemon e intentar esquivar a la vez las ráfagas de viento cortante de harpymon. Los numemon son muy tontos como para saber nada de lo que le preguntáis pero harpymon quizá lo sepa, sin embargo con el poder actual que tenéis no podréis derrotarla necesitáis algo más poderoso, y con lo enfadada q esta no hablara a menos q la derrotéis...

-Es muy poderosa!! MEGA FLAME!-Agus os intenta ayudar pero su llama es cortada por la furia del ataque de harpymon que rebota en su casco pero le hace severas heridas en el resto del cuerpo.-Deprisa muchachos! id a buscar al coronamon ese que decís, es nuestra única esperanza! yo la contendré pero daos prisa!!-os urgió geogreymon. Si atravesáis la masa de numemons llegareis a una plaza donde hay varios blimpmon, podéis pasar entre ellos ya q estan encadenados o derrotarles pero... tb son aliados de harpymon si los matais la cabreareis más y no sabemos lo que eso podría conllevar: un shinkeo, más poder en sus ataques y no queréis q geogreymon sufra eso no?XD

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Tras la posibilidad de que un humano se quedara en paños menores, cierta Gatomon en alguna parte del digimundo tuvo un ligero sangrado nasal sin motivo, pero eso no importa ahora jeje, lo que importa es saber que fue del dinosaurio rellenito y su desdichado tamer que cayeron por el abismo. Lo cierto esq cerca de donde ellos estaban se acercó tímidamente un unimon, les olisqueó con cierto temor, lo que más llamaba la atención de el es que presentaba un enorme boquete en una de sus alas, quizá si conseguís que pueda volver a volar os eche un cable pero primero debéis ganaros su confianza, ha sido atacado recientemente y se muestra desconfiado, quizá se os haya acercado por lástima hacia vosotros o x unas jugosas y frescas hierbas que tenéis justo detrás de vosotros... qué podréis hacer para que el digimon quiera hablar y le podáis ayudar a volver a volar?

¿En serio la primera vez que falla las Cadenas Infernales, las Chains of Hell, es contra un Digimon tan feo y absurdo? Válgame Dios, menudo día llevamos...- suspiró Soulmon con desgana mientras observaba cómo sus cadenas eran capaz de destruir a todos los Numemons o, al menos, a la gran mayoría, mientras que el resto seguían ahí, estúpidamente, sin responder a la pregunta de Maxwell. Sin embargo, eso no hizo más que enfurecer a Harpymon quien, tal y como había mencionado Soulmon, se había librado del poder de las cadenas que la perseguían y que habían acabado con un buen número de sus súbditos.

Maldita sea...- Maxwell se encontraba visiblemente enfadado, notando como una de sus mejores cartas no habían conseguido hacerle gran cosa a esa mujer pájaro que gritaba furiosa al ver a sus compañeros babosos caídos. Lo peor de todo es que no había conseguido ninguna respuesta sobre el paradero de su hermano y el del compañero Digimon dinosaurio del mismo y lo que sí que había logrado... Era cabrear más de lo que ya estaba a la Digimon alada.

¡¡Es muy poderosa!!- mencionó el enorme Digimon naranja de aspecto jurásico mientras observaba uno de los ataques de viento afilados que tiró Harpymon contra el grupo formado por Max, Agus el GeoGreymon y Soulmon- ¡MEGA FLAME!- una poderosa bola de fuego apareció desde la boca del GeoGreymon. El ataque llameante se dirigió sin pausa hacia Harpymon pero, como era de esperar, éste chocó contra el ataque de Harpymon, logrando éste último deshacerse de la bola ígnea pertenecientes a Agus- ¡Deprisa muchachos! ¡Id a buscar al Coronamon ese que decís, es nuestra única esperanza! ¡¡¡Yo la contendré pero daos prisa!!- Agus parecía completamente seguro de que podría retener a Harpymon durante un buen rato, por lo que tanto Max como Soulmon se miraron y luego miraron al dinosaurio escupefuego.

De acuerdo, te confiamos esta tarea... ¡Vamos Soulmon!- el muchacho peliverde se maldijo por su falta de fuerza mientras chasqueaba su lengua.

¡Por aquí!- Soulmon señaló el camino detrás de la aglomeración de los cuerpos de Numemon que, si realmente estaban derrotados, pronto comenzarían a convertirse en datos que, a su vez, se convertirían en Digihuevos que volarían hacia la Ciudad del Inicio, girando así la rueda de la vida de los Digimons... Por llamarlos de alguna forma.

Mientras corrían hacia la zona que había indicado Soulmon previamente, aunque Soulmon no corriese precisamente sino que flotaba en dicha dirección, llegaron a lo que parecía ser un hangar. Allí se encontraban varios Digimons con aspecto de zepelin. Su plan inicial era buscar otra salida del castillo por la que Harpymon no pudiese seguirlos mientras se entretenía con GeoGreymon... Pero poder coger un Blimpmon era mucho más sencillo.

Blimpmon, Digimon Máquina de Nivel Campeón y Atributo Datos. Se trata de un Digimon que siempre se ha usado como método de transporte aéreo. Fuera de ello, no tiene mucha utilidad en combate, pero aún así, posee diversos métodos para poder defenderse y atacar. Sus ataques característicos son la Explosión Zeppelin y la Bomba de Hielo.- dijo el analizador de Digimons integrado en la interfaz del Digivice bicolor del tipo D-arc perteneciente al muchacho peliverde.

Creo que si les convencemos por la fuerza a estos Digimons de que nos ayuden, Harpymon se volverá bastante más peligrosa...- mencionó Soulmon mientras la pareja se acercaba al Blimpmon más cercano con cautela.

Entonces, convenzcamosles con palabras amables... Recordemos que apoyan a Harpymon. Lo bueno es que no se han movido de aquí, por lo que dudo que sepan que en realidad somos nosotros los que hemos venido a liberar a los Digimons cautivos... Tú sígueme el juego- susurró el joven, llegando al poco tiempo a situarse justo enfrente del primer Blimpmon, mostrando una cara convincente de alguien que necesita ayuda y asustada-¡Blimpmons! ¡Blimpmons! ¡Ayudadnos! ¡Han atacado unos bandidos! ¡Han herido a los Numemons, a los Kokatorimons y a los Akatorimons! ¡Incluso a Sukamon! ¡Nuestra señora Harpymon está luchando contra ellos, pero nos ha ordenado que vayamos a buscar a un médico para atender a los heridos! ¡Si tardamos puede que nuestros compañeros mueran!- esperaba que los Blimpmon no fuesen muy listos porque, aunque no actuaba del todo mal, sabía que sus engaños no confundirían a cualquiera... Pero los Blimpmon eran Digimons máquina, puede que funcionase....

Tanto Greymon como Demyx seguían tumbados en el suelo, descansando y recuperando sus fuerzas como buenamente podían. Había sido un día de locos, de eso no había ninguna duda. Primero se habían enfrentado a unos pollos gigantes incapaces de volar pero que, curiosamente, podían petrificar con un raro ataque que consistía en lanzar rayos petrificadores. Después, tras una travesía aérea en la que un Blimpmon se "pinchó" y se estrelló a la vera de un enorme palacete, se adentraron dentro de éste y fueron atacados por babosas y una caca mutante que manchó casi en su totalidad el atuendo oscuro de Demyx. Tras acabar con ellos, una mujer arpía les hizo frente. Y ese combate les llevó a ambos amigos a la situación en la que se encontraban, después de que Demyx fuese lanzado con intención de que se despeñase contra unas rocas afiladas, salvándose por los pelos.

Demyx: Menudo día...

Greymon: No sé si tanta comida compensa lo que sufro a diario contra los Digis malvados

Demyx: Amo la comida como el que más pero, ¿no te sientes a gusto al ayudar a los demás?

Greymon: Sí, eso también es reconfortante, no te lo voy a negar. Sobretodo cuando las personas o Digimons o ambas te recompensan con más comida de la que puedes almacenar en tu barrigota

Demyx: No me creo que sea yo el que diga esto pero... Comes demasiado, Greymon

Greymon: La vida es corta y hay que disfrutarla al máximo. Y uno de los mayores placeres de la vida es la comida deliciosa.

Demyx: ¿Que la vida es corta? Pero si los Digimons cuando morís, revivís, no me fastidies... Los Humanos no tenemos esa suerte, por desgracia...

Greymon: ¿Te asusta la muerte, Demyx?

Demyx: Hay muy poca gente a la que la muerte no le de miedo o no le asuste. Y la mayoría de los que no le temen a la señora de la guadaña son psicópatas o gente que no tiene nada que perder. Casualmente, no soy uno de ellos. Aunque si que creo que es peor la muerte de alguien querido que la de uno mismo. Lo experimenté cuando Devimon te asesinó.

Greymon: Aunque los Digimons renazcamos como Digitamas una y otra vez... Eso no significa que no nos aterre perder la vida. Pero tenemos suficiente poder para luchar por nuestra vida y por nuestros amigos. Lo que ocurre es que hay demasiados Digimons dispuestos a utilizar su poder para infundir temor al resto. En eso comparto mi visión con Soulmon y con tu hermano y se debe detener a los malvados. Aunque, obviamente, yo soy mucho más achuchable y regordete y por eso caigo mejor

La última frase de Greymon hizo que ambos sonrieran tontamente a la vez que se incorporaban y se sentaban en el arenoso suelo. Mientras contemplaban el gran acantilado por el que por poco Demyx se convierte en brocheta humana, un extraño Digimon se les acercó. Se trataba de un Unimon, un Digimon que se asemejaba a los pegasos y a los unicornios de los cuentos mitológicos del Mundo Humano. Era de color blanco ceniza, con un casco metálico de color rojo y una crin rubia. Poseía también un par de alas negras, teniendo una de las alas herida. El Unimon les miraba con cautela pero curioso a la vez .

Demyx: ¿Qué pasa, chiquitín?

Greymon: ¿Chiquitín? ¿Tú has visto el tamaño que tiene? Si es casi igual de grande que yo...

Demyx realizó un "Ssshhh" mientras se llevaba su dedo índice enguantado a la boca y cogía varios trozos de hierba que tenía detrás de si mismo. Con cautela, intentó acercarle la comida, sin saber si ese extraño Digimon alado comía esa clase de alimentos. El tono que utilizó Demyx para acercarse al Digimon corcel alado fue relajado y tranquilo, pero con un toque de respeto hacia esa majestuosa criatura.

Demyx: Tranquilo.... Tranquilo... No te haremos nada. No estamos como para meternos en otra pelea... Estamos realmente agotados... Toma, comete esto...

Los blimpmons escucharon a los recién llegados como diciendo ¿y estos de que hablan? En realidad a los blimpmons poco le interesaban los asuntos entre otros digimon y humanos, solo vivían allí porque tenían un garaje calentito y les daban digimeat todos los dias con eso eran felices, ni siquiera sabían quien era o no su señor.

-Tíos, nos importan un bledo vuestros asuntos, te dejaré usarme solo con la condición de que me traigas aquí en la mañana, el cocinero prepara un caldo de digimeat para desayunar que levanta a un muerto! Ah! y por favor no dejéis que mi carrocería se dañe, no me gusta batallar-contestó el blimpmon más cercano a vosotros relamiéndose (al menos interiormente) al decir lo de la digimeat.

En el fondo del garaje había un comedero con restos de digimeat y un maletín que rezaba "Kit del buen mantenimiento de un blimpmon", realmente estaban bien cuidados y como allí no había llegado la batalla, sus instalaciones estaban bastante aceptables, salvo por alguna q otra masa misteriosa en la entrada, recuerdo de vuestra batalla con los numemons. En el interior del blimpmon había unos asientos, un mapa de navegación y diversos motorcitos que servían para dirigir al digimon en el cielo, además el propio digimon te ayudaba si tenías alguna duda de como dirigirlo, mientras sepáis a donde ir.... Además el garaje de blimpmons parecía haberse corrido la voz de que era un lugar seguro y los digimon heridos por las anteriores batallas se habían reunido allí, quizá si los lleváis con vosotros os puedan ayudar y tb los podáis salvar... son todos digimon nivel rookie de distintas familias, los dejo a vuestra elección sus aspectos.

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El unimon seguía receloso además cada vez que intentaba plegar las alas relinchaba de dolor pero el hambre que corroía su estómago era más fuerte y empezó a mordisquear las hierbas que le ofrecíais, le gustaban de veras y se las zampó todas gustoso, aunque aun se negaba a hablar, seguía actuando como un caballo del mundo real y quejándose de vez en cuando por el dolor que le producía el ala mala. De momento no os teme ya pero sigue mostrándose un poco desconfiado quizás con los restos de esa hierba tan densa y olorosa que dejó el digimon y algunas ramitas secas cercanas podríais hacer algo con esa herida fea que tenía el unimon y terminar de ganaros su confianza mientras intentáis que os diga algo...

La respuesta de los Blimpmons fue... Sorprendente, la verdad. O eso pensaban tanto Tamer como Digimon, pues pudieron observar que no les importaba nadie que no fueran ellos, ni siquiera Harpymon y el restl de sus enemigos. Mejor, así no tendrían que fingir. Parecía que lo único que les motivaba era la comida que alli servían...

Je...- una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del muchacho peliverde que, tras ver un objeto sospechoso a lo lejos, se acercó a dicho objeto, al lado del montón de comida que había allí. Dicha comida era lo que les motivaba a los Blimpmons a ayudar a los pajarracos que se dedicaban a petrificar a los distintos Digimons.

¿Qué es tan gracioso, Maxi?- preguntó el compañero Digimon del muchacho mientras lo miraba inquisitivamente.

¿No te das cuenta de lo que acabs de decir ese Blimpmon? Es casi como lo que dirían Demyx y Ryu- ante la respyesta de su Tamer, el animal digital volador asintió con su pequeña cabeza, sonriendo también, al igual que había hecho el muchacho con anterioridad. Cuando ambos llegaron al lado de la digimeat, pudieron ver una especie de manual, como si les ayudase eso a utilizar al Blimpmon- - "Kit del buen mantenimiento de un Blimpmon" ¿eh?- dijo el muchacho, abriendo el libro de instrucciones y leyéndolo un poco por encima, cerrándolo y acercándose al Blimpmon, con algo de DigiMeat, ofreciéndosela- Entonces nos ayudarás ¿no? Bien tenemos un trabajo para ti, no nos llevará mucho tiempo. Además seguro que podemos conseguir más comida para ti- la pareja se subió a bordo del Blimpmon, colocándose cada uno en su asiento y preparándose para despegar cuando, de pronto, una pequeña muchedumbre de Digimons, la mayoría en su nivel de Rookie, comenzó a invadir el hangar. Alborotados y desconcertados, sus caras rebosaban terror y confusión, hablando a voces entre ellos y empujándose para subirse a los Blimpmon.

¡QUIETO TODO EL MUNDO!- gritó el compañero de Maxwell- ¡Hay sitio para todo el mundo! ¡Haced una fila y proceded a subiros a bordo de los Blimpmons! ¡Os sacaremos de aquí a todos! ¡Pero tenéis que calmaros!- el Digimob oscuro dijo esto mientras Max hablaba con el resto de los Blimpmons, bajándose y cogiendo toda la comida- Quien venga con nosotros y transporte a estos pequeños, tendrá ración extra de comida hoy!- dijo volviendo a subir en el Blimpmon en el que se encontraba anteriormente, con la ración de digimeat extra entre sus brazos- ¡El resto de Digimons, id subiendo s los Blimpmons! ¡Os venis con nosotros!

Ryu: Tenías hambre ¿verdad pequeño?

Demyx: Pero si es más grande que tú, cabezón...

Ryu: Ya, ya lo sé. Es una forma de hablar

Demyx: Lo sé, lo sé. Pero sí, tienes razón, se ve que tenía hambre

Ryu: Pero, parece que aún no se fía mucho de nosotros...

A pesar de que Demyx y su Agumon compañero llamado Ryu le habían dado algo de comida al equino volador, éste aún seguía receloso, sin confiar en la pareja. Quizá esto se debía a que, al menos una de las alas que poseía el Digimon volador estaba herida. Era totalmente normal que alguien, Digimon o no, estando herido no se fiase de alguien al que acabase de conocer.

Demyx: Creo que deberíamos arreglar ese ala que tiene herida

Ryu: Ya pero, ¿cómo lo vamos a hacer?

Demyx: Hmmm si...

Demyx entonces pudo visualizar unas pequeñas ramas de árboles y unos trozos de hierba y pequeñas plantitas que desprendían un fuerte pero agradable olor, más aún cuando uno se acercaba a oler esa fragancia.

Demyx: Quizás podamos usar esta medicina para algo junto con estas ramas de árboles. Son lo suficientemente resistentes como para hacer un vendaje casero...

Ryu: Pero tendrás que usar alguna tela o algo para usarlo de vendaje.

Demyx: Pues... No queda otra...

Demyx se quitó sin pensárselo dos veces su clásica túnica negra, quedándose con una camiseta de manga corta de color rojo y unos pantalones vaqueros de color azul. Entonces comenzó a rasgar su túnica, ante la mirada atónita de su compañero digital.

Ryu: ¡¿Demyx!? ¿¡Qué demonios haces?!

Demyx: Tengo varias túnicas más en mi armario, en casa. No te preocupes

Entonces, el muchacho rubio seleccionó las partes que no estaban manchadas por los anteriores ataques de los Numemon y el Sukamon y las puso al lado de los trozos de madera más rígidos que encontró. Entonces, agarrando la hierba medicinal, se acercó a Unimon, con intención de ayudar al Digimon volador.

Demyx: Tranquilo, que te ayudaremos con esa herida... Estas hierbas seguramente te ayuden...

Los pequeños digimon saltaron emocionados al ver que se iban a ir por fin de aquellas horribles tierras donde lo habían pasado tan mal. Pero un toque de atención de tu tsukaimon enseguida les hizo callarse y sentarse en la parte trasera del blimpmon muy modositos y calladitos.

-Con uno solo de nosotros teneis mas que suficiente, hay solo teneis comida para uno asiq nosotros no nos movemos.-protestó un blimpmon cercano mientras se acomodaba en su hangar y  se volvía a dormir plácidamente.

Mientras tanto el blimpmon en el que os habíais subido se relamía tras poder haber saboreado el solito todo lo que quedaba de digimeat.

-Bueno gracias muchachos por la carne, ahora que vuestros alborotadores se han quedado calladitos os explicaré mi funcionamiento: generalmente me decís vosotros a donde queréis ir y yo os llevo sin que tengais que tocar mis palancas ni motores pero en caso de emergencia (si nos ataca alguien o algo asi) la palanca que esta justo debajo de mi ventana sirve para dirigirme en caso de que yo solo no pueda: si tirais de la palanca hacia adelante subire y hacia atrás bajare, luego si queréis que vire bruscamente para esquivar algo, dirigirla hacia el lado de giro. Yo siempre avanzo hacia adelante siguiendo la ruta más rápida y no debeis preocuparos por más, dicho esto: a dónde vamos? Una vez me lo digáis tirar de mi palanca hacia adelante y despegaremos.- explicó el blimpmon muy educadamente.

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Unimon masticó gustoso las hierbas y no pudo evitar sonreir levemente ante vuestras bromas, aunque no hablaba os entendía perfectamente. Sin embargo cuando os vio dirigiros hacia su herida relinchó asustado y retrocedió un poco. Deberiais intentar calmarlo para que vea que no le haréis daño, o con mas hierba o acariciandole o lo que queráis, sorprenderme jiejie.

En algun punto del digimundo al ver que Demyx se quitaba la túnica para rasgarla e improvisar asi un vendaje para el unimon, una Gatomon sufrio un sangrado nasal. Jejej XD

Ambos amigos pudieron observar que la comida de la que disponían sólamente les servía para que uno de los Blimpmon se movieran. Lo que hizo suspirar a Max mientras se rascaba su nuca.

Está bien, cogemos, vamos a por Coronamon, cogemos comida y moveis vuestro culo flotante para liberar a estos pequeños Digimons, ¿entendido? - dijo el muchacho de cabellos verdosos, dirigiéndose a los Blimpmons inactivos señalándoles con su dedo índice izquierdo.

Vosotros escondeos si viene alguien. No se os ocurra moveros. Permaneced inmóviles. Y como les pase algo, la comida que traeremos nos la comeremos nosotros, ¿de acuerdo Blimpmons?- preguntó seriamente Xorem mientras se posaba en el hombro derecho de su amigo humano.

Momentos más tarde, aquél extraño Digimon con forma de dirigible en el que se encontraban subidos, les explicó tanto a Maxwell Miyamoto como a Xorem su funcionamiento.

Entonces, a ver si lo he entendido. En primer lugar, te decimos a qué lugar queremos ir. Después tu te dirigirás a esa zona por la ruta más corta...[b]- comenzó a repetir las instrucciones, siendo interrumpido por Xorem inmediatamente.

[b]¿Funciona entonces como el sistema GPS de los automóviles, como el de tu padre?- preguntó el hámster volador bicolor mientras miraba las palancas curiosamente con sus dos grandes ojos amarillentos.

Eso parece... Bueno, sigamos. En tercer lugar, si queremos esquivar algún peligro o si Blimpmon es dañado, podemos virar con estas palancas...- señalaba el muchacho con su dedo mientras observabala maquinaria ¿biológica? de ese ser digital.

Bueno, ¡no perdamos más tiempo! ¡Hay cosas que hacer!- el pequeño Digimon puso su patita en la palanca que le indicó Blimpmon.

Cierto... ¡Llevanos hacia el Volcán Maximus, Blimpmon!- sentenció el joven muchacho valientemente, posando la mano sobre la patita de su compañero Digimon y accionándola para emprender el vuelo. Se dirigían directamente hacia la casa de Coronamon.

Parecía que Demyx y Ryu habían conseguido una tarea más difícil de lo que parecía a simple vista: dar de comer a un Unimon salvaje, es decir, sin Tamer y que encima, dado su estado, desconfiaba casi en su totalidad de los extraños.

Demyx: Buen chico, Unimon

Ryu: ¡El desayuno de los campeones!

Demyx: Realmente eso se le dice a los niños para que se coman todo el desayuno

Ryu: Y yo que pensaba que si comías te hacías más fuerte...

Demyx: Te gusta demasiado la comida

Ryu: Es gracioso que tú digas eso.

Demyx: Lo sé de sobra, si yo soy exactamente igual que tú pero en humano

La conversación entre ambos, Tamer y Digimon, hicieron reír a ambos, olvidándose durante un momento del equino volador que se encontraba delante de ellos herido, quien sonrió al oír la conversación entre ambos. Así que los entendía... Sin embargo, cuando ambos se acercaron a curar la herida de Unimon, este relinchó asustado, intentando alejar a la pareja.

Demyx: Oh vamos, Unimon, sólo queremos ayudarte.

Ryu: ¡Eso! Si quisieramos hacerte daño, te habríamos atacado y nos habríamos comido tu comida

Demyx: ¡Eso! ¡Tu asustale más, bocachancla!.

En una escena bastante cómica, el muchacho que hasta hace poco había llevado la túnica negra y que ahora vestía de forma sencilla, con una camiseta y unos pantalones vaqueros, golpeó fuertemente con sus nudillos en la enorme cabezota de su compañero, aunque sabía que no le haría mucho daño.

Ryu: ¡Au! ¡Tio burro! ¡Violento!

Demyx: ¿Y me lo dice el dinosaurio que puede lanzar fuego de su boca cuando le apetezca?

Ryu: ¡Pero yo no te ataco a ti, so bestia!

Realmente, los dos amigos no estaban enfadados el uno con el otro. Normalmente se comportaban así, causando varias risas en su casa día sí y día también. Se peleaban por cualquier tontería, pero nunca era nada serio y a los cinco minutoa estaban como siempre. Y esta no era una situación excepcional, ocurría lo mismo. Por lo tanto, el chico de pelo rubio agarró más cantidad de ese hierbajo que parecía encantarle a Unimon y se lo volvió a acercar al Digimon.

Demyx: De verdad, te lo prometemos, Unimon. Sólo queremos ayudarte con esa herida y ser tus amigos. No pretendemos hacerte ningún daño. Si no nos crees, puedes tirarnos por el acantilado si te traicionamos, no opondremls resistencia

Ryu: Ahí te has pasado Demyx, yo quiero seguir vivo.

Demyx; Y yo, pero necesitamos que confíes en nosostros ¿eh Unimon? Yo sé que tu eres un buen Digimon y uno muy listo. Mira, si dejas que te cure, luego te toco una canción. ¿Jazz? ¿Rock? ¿Pop? ¿Heavy Metal? Lo que quieras. Mira, tengo aquí mi instrumento. Soy músico y compositor ¿sabes?

El muchacho, con intención de calmar al Unimon sacó su sitar del estuche que siempre llevaba encima y pasó sus dedos por varias de las cuerdas de las que disponía aquél extraño instrumento, parecido a una guitarra, para que así el monstruo digital herido se calmase y comprobase que las palabras que decía Demyx eran ciertas. Esperaba que fuese verdad ese dicho de: "la música amansa a las fieras".

El Blimpmon siguió sus instrucciones sin problemas, sin embargo.. cuando vislumbraban el volcán la dificultad residía ahora en aparcar el vehículo.

-Señores míos, ahora necesitamos aterrizar: cuando descubráis un lugar propicio para hacerlo, tirar de mi palanca hacia atrás y descenderé. Es más fácil hacerlo en terreno abierto debido a mi tamaño. Una vez tiréis de mi palanca yo me encargaré de lo demás.

En los alrededores del volcán había terreno desértico muy bueno para aparcar pero también había algunas estatuas por ahi y bueno, lo suyo es conservar a los digimons lo más intactos posibles y si un blimpmon aterrizaba sin cuidado allá, posiblemente acabarían destrozadas. También recordar que Coronamon vivía en un punto alto del volcán puesto que desde su posición se podía ver la boca del mismo rodeada de las esferas de phoenixmon. Por lo que aterrizar pasando por la boca al interior del volcán era otra opción, había una planicie justo rodeando la boca, peeeeroo... no sabíamos como podían reaccionar las esferas de phoenixmon al contacto con la energía del blimpmon... podía reaccionar malamente activando la erupción del volcán y achicharrando vuestro transporte o dejaros pasar limpiamente... Dentro del volcán seguía Coronamon examinando los jeroglíficos quizá podríais llamarle la atención de alguna forma y que os ayude. En vuestras manos queda, jeje.

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El Unimon la verdad estaba muy divertido con esos dos elementos que se le habían acercado y mientras emitía un sonido mezcla entre relincho y risa parecía dispuesto a dejarse curar.

-Hiiiijijijijiaahahahahahah!!!-rió el unimon. -Sois realmente divertidos, colegas! Hacía tiempo que no me reía tanto! Gracias por  intentar ayudarme, de verdad esos mamones de los kokatorimon hicieron mucho daño a mis amigos y al intentar ayudarles me dañaron a mi. Humm que sacas ahi? se come?-habló por fin Unimon, parecía que solo os estaba analizando o tomandoos el pelo mientras fingía ser un caballo asustadizo y mudito. Unimon al ver el sitar empezó a mordisquearlo intentando sacarle gusto como si fuera una cabra comiendose un papel.
Al final Unimon se mostraba muy amistoso, por lo que os dejara curarlo, os dará información si queréis y os devolverá el favor con lo que le pidáis. Podéis aprovecharlo para reuniros con Max!!! Jeje.

Parecía que el Blimpmon no tenía ningún problema en llegar al destino que le habían marcado sus pasajeros: el Volcán Máximus. De hecho fue realmente sencillo y no tardaron mucho en llegar.

Los Blimpmons sois eficientes si se os soborna adecuadamente ¿verdad?-- bromeó con media sonrisa el muchacho de cabellos verdosos mientras se cruzaba de brazos, viendo aquél majestuoso e imponente volcán acercarse poco a poco.

Eso parece, sí.- repetía el mamífero volador que siempre acompañaba a su Tamer y amigo.

Señores míos, ahora necesitamos aterrizar: cuando descubráis un lugar propicio para hacerlo, tirar de mi palanca hacia atrás y descenderé. Es más fácil hacerlo en terreno abierto debido a mi tamaño. Una vez tiréis de mi palanca yo me encargaré de lo demás.- les sugirió el Digimon Dirigible mientras daba, una vez más, instrucciones claras, sencillas y concisas. Era todo un alivio que Blimpmon se encargase de cualquier percance allí. Al fin y al cabo, era la primera vez que montaban en un dirigible y, sobretodo, era la primera vez que montaban en uno que tenía vida propia.

¿Dónde aterrizamos?- preguntó el pequeño roedor volador de color violeta, mientras aleteaba sus orejas que le servían como alas, intentando buscar una posición favorable para realizar dicha acción.

Veamos... Allí tenemos una explanada desértica que parece una muy buena opción para aterrizar. Sin embargo, veo varias figuras grisáceas totalmente quietas, ni siquiera el viento las mueve... Probablemente haya Kokatorimons y Akatorimon en esa zona... O incluso Blimpmon puede destruirlas sin querer al aterrizar...- comenzó a pensar en voz alta mientras se frotaba el mentón, mirando a todos los lados, visualizando otro posible destino- otra opción es atravesar la estrecha boca del volcán por la que Blimpmon puede pasar a la perfección si tenemos cuidado... Pero no sabemos cómo van a reaccionar las esferas de la bestia sagrada...- el joven chasqueó la lengua frustrado, intentando pensar en un plan mejor, que no tuviese riesgos. Entonces, Blimpmon sobrevoló ligeramente la cima del monte y pudo ver a una figura anaranjada, similar a Coronamon. Se encontraba aún observando el grabado que había en la pared. Entonces, con una idea en la mente, el chico chasqueó los dedos, mirando a su compañero Digimon- Ya sé cómo lo haremos. Xorem, tendrás que digievolucionar en Soulmon. Me transportaste a mi antes por lo que transportar a un Digimon como Coronamon no te supondrá ningún problema. Seguramente pese bastante menos que yo.- mientras comentaba los detalles de su plan con su amigo de nivel Rookie, éste intervino.

Pero seguimos teniendo las esferas. ¿no decías que podrían reactivarse y tener un efecto negativo?- preguntó Xorem, ladeando hacia un lado su cabeza, intentando pensar en posibles soluciones.

No creo que se activen si estamos cerca. Quiero decir, antes estuvimos en esa gruta junto a Coronamon y las esferas no se activaron. Puede que se activen únicamente si se tocan. Pero el cuerpo de un Soulmon es mucho más pequeño que el de un Blimpmon. Podrás hacerlo seguro.- dado que, ante la lógica de su plan, su compañero Digimon asintió, el chico de cabellos verdosos apuntó con su Digivice a su compañero mientras en la pantalla aparecía la palabra "EVOLUTION" una vez más.

¡Tsukaimon digievoluciona en...! ¡Soulmon!- una vez más, el mamífero Digimon se transformó en el fantasma que poseía un gorro de hechicero y comenzaba a descender hacia la gruta, intentando no tocar las esferas de Zhuqiaomon por si acaso. Sin levantar mucho la voz, por si el enemigo se encontraba cerca, comenzó a llamar a Coronamon- Coronamon, soy yo, Xorem, el Soulmon con el que te encontraste antes. Definitivamente te necesitamos, estamos seguros de que eres el elegido del que habla esa leyenda grabada en la pared. Por favor, acompañanos. Max, mi Tamer, está esperandonos en un Blimpmon.- le suplicó al Digimon león anaranjado, esperando que su respuesta fuese positiva. Sólo quedaba esperar qué contestaría el Digimon de nivel Novato...

Sorprendentemente, el Digimon con aspecto de equino volador y un casco metálico rojo se disponía a reirse ante la escena que protagonizaban Ryu y Demyx, discutiendo y haciendo el tonto.

Demyx: ¿Nos estabas vacilando mientras te hacías pasar por un Unimon desamparado?

Ryu: Eres una mala persona, Unimon... Con eso no se juegaaaa

Realmente, no se encontraban enfadados ni el uno ni el otro. Eso se demostraba porque tanto el dinosaurio como el chico de cresta rubia sonreían y se unían a la risa de Unimon y riendo con él. Habían hecho un nuevo amigo.

El Digimon alado se dejó curar sin ningún problema mientras explicaba qué es lo que había ocurrido. Mientras Demyx y Ryu frotaban las heridas con los fragmentos de la hierba medicinal que, previamente, habían recogido, Unimon les explicaba que un grupo de Kokatorimons estaban haciendo daño a sus amigos y éste, al ir a ayudarles, resultó herido.

Demyx: Bueno... Por lo menos no te has quedado petrificado...

Ryu: Sería una auténtica faena...

Demyx: Y que lo digas...

Entonces, cuando Demyx sacó su instrumento y comenzó a tocarlo brevemente. Sin embargo, Unimon sintió curiosidad, tanta que... Intentó comérselo. Apartándole suavemente con su mano negando, e indicándole que esperase, el rubio comenzó a tocar una pequeña composición con el instrumento de cuerda, mientras esperaba a que la medicina curase al Digimon alado. Parecía que Unimon quería devolverles el favor, por lo que, tras tocar la canción, Demyx guardó su sitar y miró al equino.

Demyx: ¿Puedes llevarnos al Castillo de Harpymon? Sé que es la líderde los Kokatorimon y Akatorimon y sé que es poderosa... Pero tenemos que detenerla. Si no quieres pelear, tan sólo llevanos allí y nosotros nos encargaremos del resto.

En su forma retornada de Agumon, Ryu asintió con su cabeza reptilínea, mientras emitía un "por favor", mientras miraban al Digimon que acababan de salvar.