Jardín de Estatuas [Misión de Max 'Kenku' y Demyx]-Grupal-

Me parece que tu plan no ha salido como esperabas- se burlaba el pequeño mamífero volador en un susurro, mientras se llevaba sus diminutas patitas delanteras hacia su boca, ahogando una risita, ante lo que Maxwell no hizo otra cosa sino suspirar mientras se rascaba la nuca verdosa.

No sé por qué trato de volver a razonar con ellos... No me funcionó una vez y no me ha funcionado otra vez...- comentó, en un susurro inaudible para los Blimpmon que discutían sobre aquél espíritu del Fuego, sin lograr saber quien es... Pero, sin embargo, todos se animaron a ir hacia el lugar de la batalla, según ellos, " si le está plantando cara a esa arpía, por Yggdrassil que no pienso perdérmelo"- Bueno, creo que no ha sido inútil del todo- sonrió el muchacho hacia su compañero, mientras se acercaba a los Blimpmon, asegurándose que los Digimon, casi todos víctimas de Harpymon y sus huestes de pollos petrificadores, que se habían resguardado allí, se encontraban sanos y a salvo, por lo que se acercó donde se encontraban los Digimon más pequeños y, aparentemente, debilitados- ¿Estáis bien?- les preguntó, esperando una respuesta, mientras su cara esbozaba una sonrisa tranquilizadora- No os preocupéis, acabaremos con la tiranía de ese pajarraco. Los Kokatorimon y Akatorimon han sido derrotados en su mayoría, mientras que los Numemon y el Sukamon que custodiaba el castillo ya no os molestarán más- el chico extendió su dedo pulgar hacia arriba, con la intención de dar esperanza a aquellos que la necesitasen, volviendo después junto a Xorem y los Blimpmon.

De acuerdo, muchachos, el plan es el siguiente: Si hay algún Digimon que esté dispuesto a luchar y a acabar con esa tirana Harpymon, que se presente voluntario- el Digimon hizo un anuncio mientras recordaba que no le había ido muy bien intentando inspirar a Coronamon... Pero trataría de que alguno más ayudase en la batalla- Sé que estáis asustados la mayoría de vosotros pero, si no nos unimos, no podremos derrotar a esa villana. Hemos conseguido derrotar a casi todos sus soldados, ya solo queda ella... ¡Y está agotada! ¡Tenemos todas las posibilidades de ganar!- al acabar su breve discurso, el Digimon se subió en el Blimpmon que se encontraba a la cabeza, siendo seguido por Maxwell.

No seréis tratados como cobardes si no queréis pelear o participar en la batalla... Pero os puedo asegurar que seréis recordados como los héroes que liberaron estas tierras del yugo de esos pajarracos. ¡No son tan fuertes! ¡Y mucho menos ahora que está agotada y su ejército incomunicado! ¡La unión hace la fuerza!- el muchacho se quedó esperando por si alguno de los tantos y tantos Digimon que allí se encontraban se quisiera unir, volviéndose hacia los Blimpmon- Por cierto, Harpymon acabó con dos de los vuestros sin ningún miramiento, ¿vosotros no queréis vengaros?- mencionó el muchacho, con la intención de que eso les hiciese enfadarse para que acelerasen la marcha, mientras se le ocurría otra idea- Oh, hemos dicho que hemos acabado con la mayoría de su ejército... Pero eso no quiere decir que no haya Digimon en el castillo, aliados con Harpymon. Probablemente si os quedáis aquí, vengan a por vosotros y, en un lugar tan cerrado, lo tendrán demasiado fácil para convertiros en piedra- mencionó el muchacho, señalando la puerta, por la que acababan de entrar. Le resultaba extraño que no se hubiese encontrado a ninguno de los soldados de Harpymon en las inmediaciones... Pero debía intentarlo- Si alguno de ellos se presenta voluntario, esperadle- le sugirió a los Blimpmon, mientras el séquito de dirigibles despegaba.

El Digimon ave parecía haber desaparecido. ¿Habría sucumbido ante la combinación entre las técnicas ígneas de Agunimon y la carta de SkullBaluchimon, esa bestia hecha por huesos azulados? Todo parecía indicar que, de hecho, así era, por lo que el Digimon pelo rubio y armadura anaranjada se dirigió hacia Demyx.

Agni: ¿Ya hemos acabado, Demyx?

Demyx: Pues... No lo sé, la verdad

El chico de cresta de un rubio mucho más intenso que el de su compañero fusionado se encogió de hombros, esperando que ocurriese algo. Las llamas brotaban en el que había sido el reciente campo de batalla, aunque no era tan fuerte como para que se extendiese o supusiera un peligro real. Además, Agunimon estaba ahí para protegerle de cualquier peligro, por lo que el chico mantenía la calma y la confianza en el resultado de la fusión entre Ryu, su compañero Digimon y el Coronamon que había acompañado a Maxwell, el hermano mayor de Demyx.

Demyx: Esos dos están tardando mucho... ¿Dónde se han metido?

Agni: ¿Te refieres a Max y a Xorem?

Demyx: Claro, ¿a quién va a ser sino?

Agni: Cierto

Parecía que la actitud bromista y adoradora de la comida de Ryu había sido eclipsada o, al menos, reducida por la personalidad seria y responsable del Coronamon. Aunque tampoco era del todo así, puesto que también había matices que le recordaban a Ryu, como por ejemplo, su afán por gritar sus movimientos antes de realizarlos. No sólamente se habían unido los cuerpos de los dos Digimon para crear uno más poderoso, sino que también se habían unido las mentes de ambos, compartiendo características de los dos Digimon. O esa era la sensacion que tenia Demyx.

De pronto, un ruido les alertó. Sus sospechas de que el castillo no se encontraba totalmente desierto se hicieron realidad, pues oyeron pasos acercándose. Probablemente fuesen Maxwell y Demyx acompañados de alguien más... O quizá fuesen aliados de Harpymon, que, alertados por el ruido que habían provocado, probablemente hubiesen ido a ayudar a su jefa.

Demyx: Bien, esto va a ser como una película de Michael Bay... Y no me gusta utilizar el cuerpo de mis aliados para ésto pero... Agni, ¿puedes llevar lo que queda del Blimpmon que ha traído a Max, a Coronamon y a Xorem y llevarlo hacia la única entrada que hay?

Agni: ¿Y eso?

Demyx: Si no recuerdo mal las clases de ciencias... Los globos aerostáticos estaban hechos de helio y éstos eran volátiles ante el fuego. Si aún tiene restos de helio dentro de lo poco que queda, podremos utilizarlo como bombas caseras para impedir que tengamos demasiados enemigos aquí reunidos... Además, parte de su cuerpo puede utilizarse como metralla, así que podremos maximizar el daño

Agni: ¿Y no pudimos utilizar esta técnica contra Harpymon?

Demyx: Sí. Pero se me olvidó. Lo cierto es que me acabo de acordar ejejeje

Después de escuchar la respuesta de su Tamer, el Digimon siguió las indicaciones de éste y, con rapidez, llevó las pocas partes del cuerpo del Blimpmon que quedaban aún en perfecto estado. Las colocó en diversos puntos, al lado de la única entrada y salida que había de esa zona. Por último, el Digimon se colocó en posición de ataque, apuntando con su técnica Dardos de Fuego para que, nada más ver a un enemigo, arremeter contra las partes del Blimpmon y volar a los enemigos por los aires.



PD: Siento la tardanza