Jardín de Estatuas [Misión de Max 'Kenku' y Demyx]-Grupal-

Un día nuevo comenzaba a avecinarse mientras Max despertaba pronto en su habitación. Después de despertarse, Max se dio una ducha rápida, se quitó el pijama y se vistió con su ropa característica. Entonces, se acercó a la especie de cama flotante, que en realidad estaba enganchada al techo con unas cuerdas resistentes, donde dormía Tsukaimon y comenzó a zarandear a su Digimon lentamente.

Eh, Tsukaimon, despierta, tenemos que irnos- Max cogió a Tsukaimon entre sus brazos mientras el pequeño Digimon comenzaba a despertarse lentamente.

¿Eh? ¿Adónde tenemos que irnos?- preguntó Tsukaimon aún somnoliento, frotándose los ojos con sus pequeñas manos.

¿No recuerdas que Jijimon nos dijo que teníamos que ir a su tienda? Tenía una misión para nosotros y para Demyx y Agumon- dijo Max mientras el Tamer se colocaba su mochila con sus utensilios más útiles como botiquines o comida.

Ah si, es cierto- dijo Tsukaimon despertándose por completo en los brazos de su Tamer y colocándose en la cabeza del mismo, mientras ambos se acercaban a la habitación de Demyx.

¡Demyx! ¡Koromon! ¡Despertad! ¡Tenemos que ir adonde Jijimon!- al decir esto, Max comenzó a ir hacia la salida de la casa con Tsukaimon en su cabeza- ¡Hasta luego papá y mamá!

¡Hasta luego señor y señora Ueki!- Tsukaimon también se despidió de los padres de Demyx y Max, quienes ya sabían de la existencia de los Digimons de sus hijos.

Comenzaron a andar con prisa hacia la tienda que era el refugio de Jijimon, quien, en estos momentos, estaría disfrazado de un amable anciano. A los pocos minutos llegaron a la tienda de cartas, entrando dentro y saludando a su maestro Jijimon.

¡Hola Jijimon!- dijo Max sonriendo mientras saludaba al pequeño Digimon anciano que era el maestro de tanto Max como de Tsukaimon.

¡Hola, maestro!- Tsukaimon saltaba de la cabeza de su Tamer y comenzaba a revolotear con sus orejas-alas por la tienda.

¡Hola, muchachos! ¿Dónde están Demyx y Koromon?-preguntó Jijimon acercándose al Tamer peliverde ayudandose a andar con su bastón en forma de zarpa.

Está en casa, supongo que vendrá más tarde- afirmó Max, restándole importancia- ¿qué es lo que tenemos que hacer?

Bueno, tenéis que ir al Mundo Digital- comenzó a explicar Jijimon, siendo interrumpido por el pequeño Digimon murciélago.

¿Al Mundo Digital? ¡Suena emocionante!- el pequeño Digimon de color morado sonreía posándose en el suelo, al lado de Jijimon y de Max.

Si, tenéis que ir al Mundo Digital -afirmó de nuevo Jijimon comenzando a caminar hasta la trastienda, seguidos de Tsukaimon y Max- tenéis que ir a la Zona Prehistórica del Mundo Digital y allí tendréis que contactar con Babamon, una vieja amiga mía- continuó contando Jijimon los detalles de la misión, llegando los tres a la trastienda- Aquí está el portal hacia el Mundo Digital, tan sólo tenéis que cruzarlo para llegar a la casa de Babamon, allí os explicarán todos los detalles.- Jijimon quitaba un mantel que había en la pared y que contenía una especie de agujero dimensional con extraños colores, lo cuál hizo que tanto Tsukaimon como Max se quedasen impresionados.

¿Y qué haremos para volver? ¿Volver a cruzar el portal?- preguntó Max, aunque sospechaba que eso era lo que había que hacer.

En efecto, tendréis que volver a cruzar el portal para volver al Mundo Humano- afirmó Jijimon dando un golpe con su bastón.

¡Pues vamos allá!- Max se adentró de un salto en el portal Digital, seguido de Tsukaimon que lo cruzó revoloteando con sus orejas-alas.

En el transcurso en el que eran transportados por el Portal Digital hacia el Mundo Digital, pudieron ver varias cosas. Datos volando, Digihuevos dirigiéndose a lo que los Digimons llamaban La Ciudad del Comienzo, fragmentos de códigos binario y varias partes del Mundo Digital, entre las que se distinguían una zona glaciar, una zona volcánica... y una zona en la que habitaban Digimons dinosaurios, rocosos y con forma de aves enormes, por lo que Max y Tsukaimon se adentraron en la zona, ya que el Portal Digital tenía como destinatario esa zona, la Zona Prehistórica.

En pocos minutos, Max y Tsukaimon aterrizaron de golpe delante de la casa de Barbamon, cayendo bruscamente y golpeándose ambos la cabeza.

Bueno... supongo que ya hemos llegado a la Zona Prehistórica- dijo Max levantándose del suelo acariciando su cabeza dolorida, junto a Tsukaimon, quien también se levantó. Ambos miraron hacia todos los lados y vieron una inmensidad de variedad de Digimons, en donde eran habitantes todos ellos, en lugar de los humanos, que era a lo que estaban acostumbrados. Lo bueno era que Tsukaimon no se tenía que hacer pasar por un muñeco de peluche. Entonces, en el letrero de una de las casas ponía el nombre de "Jefa Babamon", por lo que ambos pasaron hacia dentro, llamando antes a la puerta.

Babamon, estamos aquí- dijo Tsukaimon sonriendo al entrar con su Tamer a la casa de Babamon.


OFF: Espero que esto sea suficiente :3

Demyx soñaba que vivía en un mundo lleno de sitares y comida deliciosa junto a Koromon (?) hasta que Max, bien temprano por la mañana comenzó a llamarle tanto a él como a Koromon, por lo que Demyx se puso la almohada encima de la cabeza como para no oír a su hermano mayor llamarle.

Koromon: ¿No vamos a ir con tu hermano y Tsukaimon?

Demyx: Gññññ... no aún no, es demasiado temprano

Koromon: No sé cómo es que tengo un Tamer tan perezoso.

Demyx: No soy perezoso... Solo que me gusta mucho dormir

Koromon: Lo que tú digas, pero debemos ir adonde Jijimon a realizar nuestra primera misión.

Demyx: Bueno, siendo la primera vez, nos perdonarán que lleguemos tarde.

Koromon: Está bien... tú mismo, yo no voy a cargar con la culpa

Ambos volvieron a dormirse durante dos horas más y, entonces, se despertaron. Demyx vistió su túnica negra, símbolo de su grupo de música que formaba junto a su amigo Axel, quien también era Tamer. De todas formas, su amigo no tenía constancia de esta misión, por lo que, después de desayunar bien que, cuando se dice desayunar bien, se refiere a comerse unas veinte tostadas, salió caminando lentamente junto a su Koromon en brazos hacia la Tienda de Jijimon, la tienda donde varios Tamers con el Digivice D-arc se hacían con sus cartas para ayudar a sus respectivos Digimons. Al llegar, Koromon saltó de los brazos de Demyx y comenzó a brillar.

Koromon: ¡Koromon digievoluciona en...! ¡Agumon!

Demyx: Jijimon, perdón por llegar tarde, nos entretuvimos con un asunto.

Jijimon: Está bien... Supongo que te dormiste

Demyx: En efecto...

Entonces Jijimon, saltó hacia la cabeza de Demyx y le propinó un fuerte, aunque no tanto, bastonazo.

Demyx: ¡Au! ¡¿Pero qué haces?!

Jijimon: ¿Así es cómo piensas salvar el Mundo Digital? ¿Durmiéndote?

Agumon comenzaba a reírse debido al golpe que le había dado Jijimon a su Tamer hasta que Jijimon miró al Digimon amarillo con forma de dinosaurio, lo cuál hizo que Agumon se mantuviese callado.

Jijimon: Bueno, dejémonos de tonterías y acompañadme a la trastienda, debéis viajar hacia el Mundo Digital, concretamente a la Zona Prehistórica y allí hablad con Babamon.

Cuando llegaron Agumon y Demyx al lugar donde habían estado con anterioridad Max y Tsukaimon, vieron un portal Digital, muy extraño, al cual se quedaron mirando tanto Demyx como Agumon.

Jijimon: ¡Vamos que no tengo todo el día!

Entonces, Jijimon les empujó fuertemente contra el Portal Digital y, en menos tiempo del que ellos creían, aunque se les hizo rápido pues se marearon, fueron transportados a la Zona Prehistórica del Digimundo. Allí vieron una casa en la que ponía "BABAMON", por lo que entraron y, dentro de la casa, se encontraron a Max y a Tsukaimon.

Agumon: Sentimos la tardanza.

En la choza de Babamon no había nadie, pero a pocos metros de ella habia una anciana tomando el intenso sol de la Zona Prehistórica en una tumbona con gafas de sol y un bikini que hacía de su cuerpo la imagen más grotesca que uno podia ver pero parece que la anciana digimon no tenía complejos y al oír pasos de gente y voces que se acercaban a su cabaña se levantó de un salto de la tumbona cogió su bastón y se puso delante de los jóvenes con intención de atacarles, pero su actitud cambió al verles.

-Eh? humanos? tamers? Oh! No seréis vosotros los chicos que envió Jijimon por un casual?-preguntó Babamon-Perdonad mis modales, esta zona no es una de las zonas del Digimundo más seguras que digamos y hay que estar siempre alerta! Hay muchos digimon dinosaurios y muy antiguos con intención de comerte si te pillan desprevenidos, que insensatos al adentrarse en esta mision solo por un puñado de estatuas...si lo más peligroso es lo que rodea a las estatuas, digimon esqueleto, dragones incontrolables como growlmon y metalgreymon, moriréis si dais un paso mas en esta zona de muerte , brutalidad y destruccion con ese nivelillo que me traeis- Babamon puso una voz como de cuento de terror sobre la luz de una linterna en una noche de campamento.

-Jajajja pero por lo demás solo tendreis que encontrar al digimon o digimons que convierte a la gente en estatuas y destruirlos o al menos convencerles de que devuelvan a los digimon a su estado normal, lo que os resulte más fácil. Lo haría yo misma pero estoy mayor y además me da pereza enfrentarme a los digimon de la zona... son demasiado territoriales y a la minima que pongas un pie en su territorio te atacan sin cesar, pero bueno mucha suerte muchachos! - dijo mientras volvía a su tumbona a seguir tomando el sol

-Ah muchachos! como es una mision muy peligrosa, tendréis a amigos mios vigilandoos por lo que pudiera pasar, por lo demás adelante, mucha suerte y que no os coman los monstruos!! literalmente-dijo esto ultimo con cierto recochineo.

Algunos metros más adelante de la casa de Babamon, donde empezaban los problemas y se empezaban a vislumbrar estatuas de digimon. se abría lo que podia considerarse como los desiertos rojos del Oeste Americano y había un pueblecito casi desierto, pues los digimon se habían ido debido al ataque de los digimon que convertían a la gente en estatuas. solo persistía una guardería cercana. donde había varios agumons y uno lloraba desconsoladamente a los pies de la estatua de lo que parecía una greymon, posiblemente su madre.

A medio kilómetro del Pueblo del Oeste Americano se libraba una batalla, entre lo que parecía ser un Tyrannomon y un digimon pajarraco, un Kokatorimon, la disputa se establecía en una zona rocosa con varias cuevas y un jardincito del que crecía DigiMeat, posiblemente una casa familiar que estaba destrozándose a causa de la batalla.

OFF: Tenéis que  ir a los dos sitios, primero a uno o luego a otro o uno a cada lado, eso depende de vosotros yo os guiare segun vuestra elección. Mucha suerte^^

Al oír la historia que le estaba contando Babamon, la cuál solo servía para meter miedo y espantar a los miedosos, Max asintió a todo lo que decía cruzándose de brazos, sin perder su brillo de ojos valiente y desafiante, con ciertos matices de rebeldía, que tanto le caracterizaba... No se podía decir lo mismo de Tsukaimon, el cuál estaba algo asustado por la historia que había contado Babamon.

¿Digimons que nos van a comer? ¿Cómo es posible eso?- Tsukaimon, asustado, se posaba en el hombro de su Tamer peliverde mientras ambos se dirigían hacia la zona que les había señalado Babamon como su objetivo.

¡Oh vamos, Tsukaimon! ¡Por supuesto que existen Digimons gigantescos, pero eso no quiere decir que nos vayan a comer! -sonrió Max divertido al notar el temor de su Digimon, quitándole importancia a ello, ya que no consideraba que estaban en peligro.

Entonces, cuando estuvieron andando durante un tiempo, se encontraron una aldea, con una guardería con varios Digimons y con uno de los Agumon, un Digimon de la misma especie que el Digimon de su hermano, el cual estaba llorando al ver una estatua de un Digimon dinosaurio más grande que Agumon, que parecía ser la forma evolutiva de este. Al parecer, el padre (o la madre) de este Agumon, había sido petrificado por algo o alguien.

¿Qué te pasa pequeño? ¿Qué le ha pasado a tu mamá?- se dirigió el joven Tamer hacia el Agumon que lloraba cuando, oyó gritos y ruidos fortísimos a lo lejos- ¡Demyx! ¡Agumon! ¡Encargaros de ayudar a este Agumon! ¡Nosotros vamos a ver de dónde provienen los ruidos esos!- gritó Max a lo lejos a su hermano y al Digimon de éste para que cuidase a la aldea de los Agumons, y se fueron corriendo hacia donde se encontraban dos Digimons peleando. Uno de ellos era un dinosaurio rojo, mientras que el otro era un Digimon con forma de pollo gigante que no podía volar.

¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué están peleándose?- preguntó Tsukaimon observando el titánico combate que se estaba celebrando en una especie de jardín pequeño.

No lo sé, pero lo mejor va a ser que digievoluciones, son demasiado poderosos como para que intentes hacerles razonar en tu forma de Tsukaimon- sugirió Max apuntando con su Digivice hacia Tsukaimon, mostrándose la pantalla del Digivice D-arc de color verde en el que ponían las letras: "EVOLUTION"

¡Tsukaimon digievoluciona en...!- el Digimon comenzó a iluminarse y a desprender una luz púrpura mientras comenzaba a transformarse- ¡Soulmon!- el pequeño Digimon de Max pasó de ser una especie de hámster violeta volador a ser un fantasma con gorro de brujo y cubierto por una manta en su cuerpo.

¡Acerquémonos a ellos!- Max se acercó a ambos Digimons que estaban peleando mientras Soulmon se preparaba para ejecutar su ataque rápidamente, para inmovilizarse y que parasen de combatir.

¡Garras del Mal!- Soulmon estiró rápidamente dos de sus enormes garras negras como el carbón, con las cuales Soulmon agarró el cuello tanto del Digimon con forma de Dinosaurio Rojo, como del Digimon con forma de pollo no volador y, aunque tanto Soulmon como Max sabían que no podían agarrarles durante mucho tiempo y, mucho menos inmovilizarles durante mucho rato, ya que Soulmon aún no poseía la fuerza suficiente.

Y ahora nos vais a responder a la siguiente pregunta, ¿por qué os estáis peleando?- preguntó Max haciendo como de intermediario entre ambas partes- relajaos y dad vuestras versiones de los hechos, no quiero haceros daño, solo queremos arreglar el problema con los Digimons que se han convertido en estatuas y que éstos Digimons dejen de ser estatuas

Demyx junto a Agumon, escuchaban atentamente las historias que le contaban aquella anciana Digimon. Sin embargo, a pesar de que podrían ser lo sugicientemente aterradoras como para echar a correr a muchas personas y Digimons, ellos se encogieron de hombros, sin tener miedo de las historias que les contó Babamo.

Tras ello, siguieron lentamente a Max y a Tsukaimon, sin preocuparse demasiado por la misión y haciendo más bien de turismo. Observaban cómo había varios Digimons dinosaurios preocupados por la reciente oleada de Digimons que aparecían petrificados, mientras que otros Digimons seguían con sus vidas despreocupadamente... Al menos todo lo despreocupadamente que podían encontrarse en esa situación, en la que parte de sus vecinos y amigos se habían convertido en piedra repentinamente. Entonces, Max les gritó a Demyx y a Agumon que se encargasen de otro Agumon que se encontraba allí llorando, mientras él y Tsukaimon iban a atender el origen de unos ruidos que todos en aquél momento habían percibido, especialmente el Digimon compañero de su hermano mayor.

Agumon: ¿Otro Agumon?

Demyx: Vaya, eso suena interesante.

Entonces, Demyx y Agumon se acercaron con un paso más firme hacia donde se encontraban un gran número de Agumons, de los cuales uno de ellos estaba llorando frente a una estatua de lo que parecía ser un Agumon mucho más grande y poderoso. Entonces, el Agumon de Demyx señaló con una de sus garras a la estatua de Greymon. La verdad es que la figura de ese enorme Digimon era imponente... Aunque daba algo de miedo ver un Digimon tan grande convertido en dura piedra. La sensación que les llegaba tanto a Demyx como a Agumon era una mezcla entre asombro y sorpresa.

Agumon: ¿En eso me convertiré yo?

Demyx: Todo parece indicar que sí.

Agumon: ¡Qué bien! ¡Tiene pinta de ser muy poderoso!

Demyx: Pues no lo parece tanto si ha quedado petrificado...

Agumon: ¡Pero yo seré más fuerte aún!

Entonces, Demyx y Agumon se acercaron al Agumon que estaba llorando, intentando consolarle y ayudarle. Seguramente aquél Greymon debía ser un miembro de su familia o un ser querido para el segundo Agumon.

Demyx: ¿Te encuentras bien?

Agumon: ¡Tienes que ser fuerte! ¡Nosotros ayudaremos a tu madre!

Poco después la pareja descubriría que Greymon era la madre de aquél Agumon que lloraba

- Apártate Humano!!! Ese pollo pagará por lo que ha hecho!! FIRE BLAST!!-Lanzó una llamarada Tyrannomon a la q el kokatorimon esquivó por muy poco con un alocado aleteo

- Jajajjajaja!! Acabarás como tu esposa, Tyrannomon!! FUEGO PETRIFICADOR!!- con un rayo verde lanzó el temido ataque petrificante

- Cállate!!!SLASH CLAW!!- con sus poderosas garras corto el ataque de Kokatorimon como si de una piedra se tratara pero un rayo desviado le dio de lleno a su pierna que se petrificó al instante

- Jajajjajaj!!! Estás acabado Tyrannomon!! En breve seras un nuevo ejemplar para el Jardín de Estatuas de los Hermanos Kokatorimon y Akatorimon jajajajaj

-Eso nunca!!! Antes te convertiré en data y pagarás por lo que le has  hecho a mi bella Tyrania!!- Tyrannomon seguía atacando pero sus movimientos eran más torpes y lentos debido a la pierna de piedra, si no había algo que lo impidiese estaría acabado y se convertiría en una estatua más de piedra.

Ante la causa de los ataques petrificantes cometidos sobre los digimon del Ancient Canyon, dentro de la casa de Tyrannomon se podía encontrar a la bella Tyrannia, la esposa de de Tyrannomon que fue pillada de improviso y convertida en piedra por Kokatorimon mientras alimentaba a sus niños un gigimon y un guilmon que se disponía a irse a jugar y abandonaba la mesa familiar. Los 3 habían sido convertidos en piedra mientras el cabeza de familia, Tyrannomon intentaba vengarse de Kokatorimon por lo que había hecho a su familia.

Mientras tanto en la guardería digimon, el Agumon permanecía aferrado a su mamá

-Mamá por favor vuelve en ti....-sollozaba Agumon a los pies de la Greymon y escuchó atento las palabras de Demyx y su compañero

-De veras eres tan fuerte hermano?- preguntó fijandose en los recien llegados por primera vez

-Podrás hacer que la maestra vuelva a su estado normal??-dijo otro de los Agumon asombrado por su hermano y su tamer

-Venga porfa porfa!!!-Los demás Agumons se agolparon alrededor de Demyx y su compañero.

-Yo vi todo lo que paso, yo lo vi!!!-grita un Koromon desde un tejadillo del aula donde Greymon enseñaba a sus alumnos, e intentaba captar vuestra atención--Pero fui demasiado débil y pequeño para evitarlo, Buaaaahhhh!!!-llora el Koromon

-Venga Koromon, no te lamentes y cuentales lo que ocurrio, sino no podrán ayudarnos! Y estoy seguro de que le daran una buena tunda a esos digimon jaja y traeran a la Maestra de vuelta-dijo uno de los Agumon

-De veras crees que curarán a mami?-preguntó el hijo de la maestra aun con lagrimas en sus ojos

-Si! por favor continua Koromon!-insistió

-Está bien, unos Akatorimon estaban armando bulla (jaleo) fuera y entonces la Maestra fue a decirles amablemente que se callaran que estabamos en clase pero luego todo ocurrio muy deprisa, los akatorimon se enfadaron y empezaron a luchar contra la Maestra y en uno de sus ataques, la Maestra se transformó en piedra y salieron todos los agumon de la clase, despues se debieron asustar por su gran numero (son muchos agumon los que hay en la escuela) y se fueron dejando a la Maestra asi -dijo el koromon

-Seguro no fueron muy lejos... tenemos miedo de que vuelvan y nos conviertan a todos en estatuas... que podemos hacer?-siguió el agumon

A algunos metros de allá estaban el grupo de Akatorimon amarrando a unos Monochromon a unos carros cuyo contenido estaba tapado por unas lonas

-Jejejjeje ya tenemos muchas!! Nuestra hermana estara contentisima!-dijo uno de ellos

-Si!! tendra un Jardín de estatuas precioso!! Yo iré al Cañón Supremo, a ir llenando el Blimpmon que nos llevara de nuevo a Tierra Flotante, vosotros 2 ir a recoger el resto de estatuas y si podéis conseguir más aun no tengo ninguna de agumon y me gustaría que Greymon y agumon estuvieran juntos, eran tan repugnantemente tiernos... jaja- dijo el q parecía el cabecilla

-De acuerdo, yo iré a avisar también a los Kokatorimon que traigan las suyas y ya volveremos todos juntos a casa jijijijij- dijo otro de ellos

¿Por qué habrán creado todos este entramado unos digimon como esos? La verdad se acerca!!! jeje

Asombrado, Soulmon retiró las garras del mal que estaban sujetando a los dos Digimons que peleaban. El Dinosaurio rojo se hacía llamar Tyrannomon, mientras que el pollo gigante se hacía llamar Kokatorimon y parecía ser el responsable de todo el desorden de las estatuas Digimons. Bueno, mejor dicho, era uno de los responsables, según Kokatorimon había más de su especie y de otra especie de Digimons, los Akatorimon, que, al menos por el nombre, debían de ser algún tipo de Digimon parecido.

Así que tu eres el responsable de todo esto Kokatorimon...- Max observaba al Digimon pajarraco, sin mostrar ningún ápice del sentimiento de rabia que estaba intentando contener mientras miraba con desprecio a aquél Digimon con forma de pollo que se reía con una risa malévola e irritante.

¿De qué te ríes, maldito pajarraco? ¿Te crees fuerte por petrificar a los demás Digimons? ¡Eres tan sólo un Digimon con forma de ave cobarde! ¡Y me juego lo que sea a que no puedes volar! ¡Debes de ser la vergüenza de los Digimons ave!- Soulmon si que comenzaba a mostrar sus sentimientos de rabia por la injusticia que estaba cometiendo aquél malvado Digimon. Lo cierto es que estaba aprovechando su habilidad para volar para reírse cruelmente de aquél Kokatorimon. No solía ser malvado o reírse de las desgracias ajenas a menos que fuese alguien realmente malvado... Y sólo lo hacía para poner de los nervios a sus enemigos y que éstos perdiesen su concentración para así ganar más fácilmente las batallas.

No sé quién demonios te crees que eres para causar estos problemas, pero... ¡Te aseguramos que tu y tus amigos vais a pagar por esto! ¡Ayudaremos a Tyrannomon y a los demás Digimons de la zona a que devolváis a su forma original a los Digimons que habéis convertido en estatuas! ¡Aunque tengamos que hacerlo por las malas! ¡Prepárate, pollito!- el lado más oscuro de Max comenzaba a hacerse visible mientras que mostraba su apoyo al Tyrannomon. Al mismo tiempo, el muchacho de cabellos verdosos hizo una señal con su cabeza al Digimon fantasma para que Soulmon comenzara a generar una esfera oscura entre sus manos recubiertas por la manta blanca que cubría su siniestro cuerpo digital.

¡Necro Magia!- Soulmon, al ver que había terminado de generar la esfera oscura cargada de los sentimientos negativos del Digimon y de su Tamer hacia el Kokatorimon, disparó la esfera oscura hacia el pajarraco Digimon. Probablemente, al tratarse Soulmon de un Digimon de Atributo Virus y Kokatorimon un Digimon de Atributo Datos, el daño que el Digimon Ave recibiría sería mayor que si lo recibiese, por ejemplo, un Digimon de Atributo Vacuna.

Empieza la batalla -dijo Max tajantemente con una expresión totalmente cambiada de furia en el rostro del joven peliverde. Estaba totalmente preparado para enfrentar al Digimon Champion que se encontraba ante él. Soulmon apoyaba a su Tamer, haciendo crujir sus manos negruzcas por debajo de su manta.

¡Te vas a enterar pajarraco!- Soulmon, algo más animado, también mostraba su cara de furia hacia Kokatorimon, aunque era menos visible para todo el mundo dadas las circunstancias en las que se encontraba al tratarse de un Digimon fantasma recubierto de una tela blanca y un sombrero de brujo puntiagudo, cuya sombra ocultaba parte de su rostro marcado entre el tejido blanquecino.

El tamer rubio y su Digimon, Agumon, observaban como el mismo Agumon imploraba para que su madre volviese a ser como era antes, a liberarse de su estado actual de estatua. Al oír las palabras de los dos extranjeros, éste se dio la vuelta preguntando si el Agumon de Demyx era realmente fuerte.

Agumon: ¡Por supuestísimo que sí! ¡Soy el Agumon más fuerte del Mundo!

Demyx, tras escuchar las palabras de su prehistórico (y digital) amigo y compañero, susurró en el oído de Agumon para que el resto de los Digimons que se encontraban allí y residían en la aldea no oyeran la pequeña conversación que tendrían Demyx y Agumon entre sí.

Demyx: ¿No crees que te has pasado un poco, Agumon?

Agumon: Si, puede ser... Pero tenía que hacerlo... Hay que darles esperanzas a estos pequeños y, no sé tú, pero yo espero poder ayudarles en todo lo posible.

Demyx: Soy vago pero no insensible... Por supuesto que les vamos a ayudar

Entonces Agumon se volvió a dirigir hacia sus "hermanos" pequeños, aunque más bien se trataba de sus compañeros de datos... Por así decirlo. Entonces, adoptando una pose heroica, sonrió con una sonrisa de autosuficiencia y orgullo.

Agumon: ¡Por supuesto! ¡Haré que Greymon vuelva a ser como antes! ¡Y no sólo eso, sino que gracias a mis subordinados Max y Tsukaimon devolveremos a todos los Digimons a la normalidad!

Demyx: Como Tsukaimon te oiga decir que es tu subordinado, te va a pegar una paliza, yo te aviso.

Agumon: ¡Yo ayudaré a Greymon y los demás y les devolveré a la normalidad! ¡Os lo prometo! ¡Yo siempre cumplo mis promesas!

Entonces, vieron cómo los demás Agumons se agrupaban alrededor de Demyx y del Agumon compañero de éste, alabándolos, especialmente a Agumon, que pretendía ser su salvador. Mientras tanto, un Koromon apareció y comenzó a explicar todo lo acontecido. Dijo que unos Digimons llamados Akatorimons estaban montando jaleo hasta que Greymon se enfrentó a ellos, pero uno de ellos petrificó a Greymon.

Demyx: Unos Akatorimons ¿eh?

Agumon: ¡Les venceremos! ¡Pero no puedo hacerlo yo solo! ¡Tenemos que atacarles todos juntos! ¡La unión hace la fuerza!¡Todos los Agumons podremos con ellos!

Demyx: Buena jugada...

En esa ocasión el rubiales se cruzó de brazos asintiendo mientras sonreía de medio lado y pensaba: "en menudo fregado me estoy metiendo... Bueno, supongo que de vez en cuando tengo que actuar"

Tyrannomon se quedó admirado de las agallas del joven tamer y de soulmon, se le veía visiblemente emocionado de que alguien le pudiera ayudar, pues se veía acabado con una pierna convertida en piedra,

-Gracias por ayudarme, chicos!-dijo Tyrannomon llorando de felicidad

-Jajajja lloras como una nena, Tyrannomon!-reía Akatorimon y se mofaba tanto que las palabras de Max le pillaron desprevenido y solo escuchó a medias-Cómo me has llamado mocoso??? RED EYES SCAR!!!- atacó con su ataque petrificante

-Esquivar ese ataque, es lo que hace que nos convirtamos en estatuas!!-ayudó Tyrannomon

El ataque de Akatorimon chocó de lleno con el ataque de Soulmon disgregandole en diversos rayos rojos que petrificaron a su paso, pasto, flores y alguna que otra rama de arboles, según donde impactaran

-Grrr! me estás empezando a fastidiar de verdad Tyrannomon!! Cállate ya!!-gruñó Akatorimon y volvío a centrar sus ataques a Tyrannomon ignorando las palabras de Max y su digimon-AKATORI ATTACK!!!- Gritó empezando a correr hacia Tyrannomon que le sorprendió el ataque, con la intención de embestirlo. ¿Podrán Max y Soulmon proteger al herido Tyrannomon?

Mientras tanto en el colegio de los Agumon...

Los agumon y el koromon alababan a los recién llegados pero en el momento en que les pidieron que les ayudaran a derrotar al grupo de Akatorimons se acobardaron, miraron al suelo y retrocedieron, y el Koromon con solo la mención de eso se hizo caca encima.

Al cabo de unos tensos minutos en silencio el hijo de la profesora Greymon tomó la palabra.

-Vosotros parecéis muy fuertes y además Agumon se ve tan cool y fuerte... pero... pero nosotros... nosotros no seríamos rival pare esos digimon... eran varios y además están en nivel Champion... nosotros solo somos principiantes... no ganaríamos una batalla con ellos...-dijo mientras limpiaba al pequeño Koromon

Me parece que Demyx y Agumon tendrán que intentar convencer a los pequeños para que se unan a ellos en la lucha jeje.

Tanto el joven Tamer como su Digimon fantasmal observaron cómo el ataque de Soulmon y el de su enemigo chocaban, haciendo que el ataque del Digimon con forma de pájaro petrificase diversos elementos de aquella zona tosca y calurosa. Aún así, Tyrannomon, a pesar de que no les podía ayudar con ataques que no fuesen cuerpo a cuerpo debido a su pierna petrificada, podía darles consejos a ambos amigos... Sin embargo, aquél emplumado enemigo comenzó a correr hacia Tyrannomon, ya que no quería ser vencido y quería evitar que Tyrannomon les ayudase, por lo que decidió atacarle con una embestida, sin embargo, Max ya se estaba llevando su mano a su baraja de cartas que tenía colgada en su pantalón y extrayendo del sitio una carta.

Canción Carta leída:

Entonces, Soulmon observó que la carta que tenía su Tamer era la de Stingmon, una carta sobre un Digimon de Nivel Campeón como él, como Tyrannomon y como Akatorimon, por lo que sabía que tenía que acercarse rápidamente hacia donde se encontraba Akatorimon, ya que Stingmon usaba ataques a corta distancia.

¡Tajada del Fantasma!- Soulmon desapareció entonces, reapareciendo en la espalda de Akatorimon, intentándo propinarle un potente golpe de Karate en la nuca.

Mientras tanto, Max observaba la carta que tenía entre sus dedos índice y corazón, sonriendo de lado de forma satisfactoria y comenzando a pasar la carta por el lector que poseía su Digivice D-arc.

¡Carta leída! ¡Stingmon!-]gritó bien alto para que todos lo oyesen, especialmente Soulmon, mientras pasaba la carta por el lector, ofreciéndole así un poder a su Digimon compañero.

¡Ataque Punzante!- entonces, dos aguijones luminosos que solía tener Stingmon para atacar, aparecieron en los fantasmales brazos de Soulmon, atacando al emplumado enemigo con uno de los aguijones proporcionados gracias a las cartas, mientras que con el otro aguijón intentaba atacar la pierna petrificada de Tyrannomon para liberarle de su cautiverio.

Hay que saber controlar la ira, la ira solo te ciega, aunque es buena si sabes utilizarla...- dijo Max acercándose al lugar donde estaban los tres Digimons sonriendo desafiante sin pestañear ni una sola vez, mientras observaba al Akatorimon- pagarás por lo que has hecho a estos buenos Digimons.- el joven Tamer peliverde, con una sonrisa fría, se dirigía a Akatorimon, amenazándole- aunque estás a tiempo de huir, si no vuelves a petrificar a los habitantes de este lugar y devuelves a la normalidad a los que están petrificados.

Demyx y Agumon observaron cómo, de repente, la actitud de los Agumon y el Koromon que allí se hallaban cambiaron. Una expresión mezclada de pánico y decepción hacia ellos mismos se hizo visible, tanto, que el Koromon se había hecho popó encima. El Agumon que era hijo de la Digimon petrificada, mientras limpiaba a Koromon, argumentaba que ellos eran demasiado débiles para luchar contra sus enemigos, pero el Agumon de Demyx, intentando animarles, comenzó a darles detalles importantes de sí mismo y de Demyx.

Agumon: Mirad chicos, yo tampoco soy muy fuerte, sólamente puedo llegar a este nivel, al nivel Principiante, al menos de momento... ¡Pero sigo siendo el Aumon más poderoso

Demyx: La unión hace la fuerza, he visto Digimons más débiles que, cuando se unían, vencían a un rival mucho más poderosos que ellos.

Agumon: No dejéis que el miedo os domine, chicos. Vuestras limitaciones las ponéis vosotros, no ellos. Si creéis firmemente que podéis vencerles, lo lograréis, estoy seguro de ello.

Demyx: Nosotros hemos llegado vivos porque confiamos el uno en el otro y nunca nos hemos dado por vencidos. Es más, nosotros, gracias a otro Tamer y su Veemon logramos vencer a un Flymon, un Digimon de nivel Campeón y encima, era volador.

Agumon: Nos costó mucho derrotarle, eso es cierto, pero ¡Juntos no habrá nada que pueda pararnos! ¡Os lo prometo, chicos!

Ambos, Tamer y Digimon, esperaban que su charla hubiese surtido efecto en la moral de los allí presentes y que estuviesen dispuestos a ayudarles a vencer a sus enemigos. Lo único que les faltaban eran ganas de vencer sus temores y de combatir contra el enemigo.

Agumon: Sé que os pido mucho. Nunca habéis participado en un combate, pero para eso vivimos los Digimons de noble corazón. Combatimos contra el mal sin importarnos las consecuencias, protegiendo todo aquello que nos importa. ¡Especialmente nosotros, los digimons con aspecto de Dragón! ¡Somos los más fuertes!

La charla de Demyx y Agumon progresaba realmente bien. No podían haber hablado mejor para motivar a sus compañeros... Aunque fuese un poco. Sin embargo, no sabían si esa charla iba a dar resultado. A veces, el miedo podía nublar el juicio y los corazones de cualquier peleador, por muy veterano que fuera.

-WAGGG!!!-gritó Akatorimon al recibir de lleno el ataque de Soulmon con los atributos de Stingmon- Estúpido mocoso y su molesto digimon...- dijo incorporándose pesadamente

-Nooo!!!-gritó Tyrannomon al ver como su pierna se convertía en data, pues el ataque de soulmon bien intencionado para liberarle de la petrificación de la pierna, hizo que su pierna real y petrificada se hiciera añicos.

-Idiotas!! Mi petrificación afecta a todo el cuerpo o miembros! solo podeis librar a mis víctimas de mi petrificación venciéndome o dejándome inconsciente y eso ya te digo yo que no ocurrirá jajajjajaja- diciendo esto empezó a revolotear y huyó del lugar antes de que osaran atacarle nuevamente tras haber dicho su vulnerabilidad. Pero  Kenku y su digimon,tenían una garantía contra Akatorimon, volando o revoloteando en su caso no podría ir muy lejos, podrían alcanzarle rápido sin embargo la data de Tyrannomon se estaba desvaneciendo por momentos a través de su pierna mutilada, si no hacían algo rápido, Tyrannomon moriría.

-No os preocupéis por mí, esos bichos son más importantes que yo, tenéis que impedir que hagan más daño! A mi solo me queda que el Espíritu de Fuego se apiade de mí y me devuelva la pierna...

Off: Max tienes 2 vias a elegir, o hacer una y después la otra. Puedes ayudar a Tyrannomon preguntandole sobre el espiritu del fuego o perseguir a Akatorimon. A tu eleccion queda, yo me adaptaré a lo q elijas jejjeje

En la guardería digimon....

Tras los argumentos de Demyx y Agumon, los otros agumon se quedaron pensativos, mientras el agumon hijo de la profe, el único ataviado con correas rojas en las manos como el digimon de Demyx, después de acariciar la zarpa de su madre y echarle un último vistazo, tomó una decisión...

-Tienes razón si nos unimos podremos llegar lejos, podríamos cubrirte las espaldas, no creeis chicos?-intentó animar a sus amigos, pero estos retrocedieron aun mas

-Pueden petrificarnos...-dijo uno timidamente
- O comernos...-lloriqueó Koromon
-Parecen muy fieros, no tendríamos posibilidad con ellos...-dijo otro
-Si! yo los vi por la ventana del aula, eran 4 o 5-dijo uno del fondo

El agumon de las correas se enfadó.

-Sois todos un atajo de cobardes!! Mi madre se sacrificó por nosotros y así se lo pagáis? Si no hubiera ido ella delante seguro que todos nosotros hubieramos sido petrificados!!-sus compañeros siguieron mirandole algunos desafiantes y otros compungidos

-Pues ve tu solo con el tamer y su digimon! nosotros no queremos arriesgarnos, no sabemos luchar y no tenemos posibilidad con ellos!- dijo uno de los agumon, mientras los otros empezaron a mirarse como sin estar del todo de acuerdo con el agumon renegado.

-No me esperaba eso de ti, tu eras mi mejor amigo, Agus! y los demás?- preguntó casi con lágrimas en los ojos a sus otros compañeros que seguían dubitativos--Esta bien, ya se a q atenerme... Yo iré con vosotros Demyx y Agumon, vengaré a mi madre y haré pagar a esos Akatorimon por todo lo que han hecho!!- tras decir eso, un poder oculto rodeó al agumon y tras unos instantes, digievolucionó en un atlético Geogreymon-Yo te vengaré mamá! Vamos chicos!!-rugió a Demyx y Agumon y echó a correr en dirección a donde habían ido los akatorimons.

No lejos de allí, los Akatorimon seguían cargando las estatuas, para su misteriosa hermana en el Blimpmon.

El joven peliverde lamentó terriblemente lo que acababa de hacer. Por su culpa y la de Soulmon, la pierna petrificada de aquél Tyrannomon, que pensaba que iba a librarse de la petrificación, se convirtió en Datos. Una risa maníaca provenía de aquél Digimon con aspecto de polluelo gigante mientras intentaba escapar revoloteando, seguido por Soulmon, el Digimon fantasma con gorro de brujo.

¡Soulmon! ¡Déjale marchar!-dijo efusivamente Max negando con la cabeza verde, mientras ayudaba a aquél Digimon dinosaurio de color carmesí a mantenerse en pie.

¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¡Debemos atraparlo antes de que cause más estragos!-Soulmon se negaba a dejarlo escapar, incluso tenía preparada su Garra Tenebrosa para estirarla y alcanzar el cuello de ese pollo amorfo.

Debemos ayudar primero a Tyrannomon, por nuestra culpa está así- con una voz serena se dirigió hacia Tyrannomon, mirándole con una cara de compasión- Tyrannomon, antes has mencionado algo del Espíritu del Fuego, ¿de qué se trata?

Está bien... Ayudémosle- dijo Soulmon asintiendo, observando que su presa se escapaba lentamente, por lo que él, lo único que hacía después de recibir las órdenes de su Tamer de no ir tras él, era ajustarse bien su sombrero, mientras dirigía su siniestro rostro hacia aquél rojizo dinosaurio, interesándose ahora por el Espíritu del Fuego- espero que ese tal Espíritu del Fuego te pueda ayudar, amigo, esa pierna no tiene muy buena pinta- dijo al ver que poco a poco, la herida de su pierna le iba consumiendo y convirtiéndole en datos, usando Soulmon su ataque Garras del Mal, para intentar servir de apoyo a su nuevo colega, sujetando con una de sus garras lo que quedaba de la pierna amputada del Tyrannomon, cortándole como pudo la "hemorragia" de datos que tenía, retrasando que el Tyrannomon pudiese convertirse en Datos y morir.

Te ayudaremos, confía en nosotros... aunque sea por nuestra culpa que estés en esta situación, te debemos el ayudarte a recuperar tu pierna o, por o menos, a que no te mueras- asintió Max con una pequeña sonrisa esperanzadora hacia el Tyrannomon, mientras veía que Soulmon, hacía lo posible para que Tyrannomon no se fuese tan rápidamente.

Y después, cuando te encuentres bien, iremos a por ese polluelo y le enseñaremos a no cometer el mal. Se arrepentirá de haber petrificado a tantos Digimons -sentenció Soulmon sin poder disimular las ganas de derrotar a aquél malvado Digimon- ni siquiera dejaré que se convierta en Digihuevo, absorberé sus datos

Todo el mundo merece una segunda oportunidad, Soulmon... incluso él- compasivo como siempre, Max, no iba a permitir que su Digimon absorbiera los datos de su emplumado enemigo, aunque eso le hiciese más fuerte de lo que es, tenía esperanzas de que, si le derrotaban, nacería de un Digihuevo bondadoso.

Demyx y Agumon contemplaron en silencio la discusión entre el Agumon que quería ayudar y los demás Digimons. Únicamente ese Agumon estaba dispuesto a ayudar. Como sospechaban Demyx y Agumon, el resto de Digimons se habían acobardado y se habían quedado bloqueados por el simple hecho de que el miedo les hacía incapaces de siquiera ayudar.

El Agumon que sí había decidido ayudar, se hanía transgormado en un GeoGreymon, quien era una especie distinta a los Greymon comunes. Este Digimon de nivel Champion, GeoGreymon, un atlético Digimon Dinosaurio con correas rojizas en sus manos que se lanzaba directamente hacia donde estaban los Digimons pájaros causantes de todos los problemas de aquella zona. Mientras tanto, Agumon y Demyx observaban a los Digimons que se habían quedado bloqueados y, resoplando, Demyx comenzó a soltarles un sermón.

Demyx: Solo os digo una cosa... Y parece mentira que sea yo quien lo diga, con lo perezoso que soy... Si queréis conseguir algo, no esperéis que otros lo hagan por vosotros, no siempre va a haber gente como nosotros que os ayude. Tenéis que coger las riendas de vuestra vida y afrontar todaa las dificultades que se os presenten por delante.

Agumon: Cuando alguien malvado disfruta haciendo el mal y haciendo daño a los demás, lo único que hay que hacer es volverse contra ellos, aunque se tenga miedo.

Demyx: Como dice mi hermano, aunque se tenga miedo, el mal no puede salirse con la suya. En caso contrario, la oscuridad nos dominará a todos, ganará y... Nadie tendrá un final feliz. De eso estoy seguro.

Dicho esto, ambos amigos se apresuraron para alcanzar a su amigo GeoGreymon. El Agumon de Demyx aún no podía digievolucionar, pero confiaba en poder hacerlo pronto. Al poco tiempo, alcanzaron al GeoGreymon y Demyx le sonrió ansioso por entrar en una pelea en la que estaban acompañados de un enorme dinosaurio que era capaz de escupir fuego por la boca. Ansiaba el momento en el que Agumon consiguiera convertirse en un Digimon igual o, al menos, parecido a ese enorme escupefuego.

Demyx: ¿Tienes algún plan para derrotarlos, GeoGreymon?

Agumon: ¿O quizás quieres improvisar? A nosotros dos nos viene bien cualquiera de las dos opciones, no te preocupes.

Geogreymon llegó hasta la zona donde los Akatorimons empaquetaban las estatuas de los digimon atacados y uno de ellos le hizo frente

-Grrr!! Estúpido digimon, por tu culpa no pudimos empaquetar a esa preciosa estatua de la Greymon de la guardería- se encaró- TURBO ROOSTER!!- El akatorimon corrío como un rayo alrededor de geogreymon como queriendo confundirle.

-No consentiré que hagas mas daño ni a mi madre ni a ningún otro digimon de esta zona MEGA FLAME!!- atacó Geogreymon pero el pollo anaranjado era demasiado rápido para que su ataque diera en su objetivo.

Akatorimon esquivó el ataque y contraatacó.

-Muy lento! AKATORI ATTACK!!- el pollo realizó una embestida que tiró de espaldas al joven e inexperto geogreymon. mientras el resto del grupo de akatorimon subia en el blimpmon preparados para huir.

-Vamos hermano!! Ya volveremos a por la Greymon más tarde, de momento hemos de llevar las estatuas que hemos cosechado, o si no nuestra hermana nos matará!

-Voy!- dijo el akatorimon tras aturdir a su contrincante

-GRRR!! No dejaré que te salgas con la tuya!-Geogreymon se recuperaba del golpe y de un coletazo tiró dejo sin sentido al Akatorimon con un golpe directo al estómago antes de lanzarlo por los aires.

-Maldita sea... Vamos elevar el blimpmon deprisa!-decia uno de los akatorimon que manejaban el blimpmon.

- Demyx, Agumon! Id tras ellos! Quizá podáis impedirles que se lleven a nuestros compañeros! Yo me ocupo del Akatorimon, no creo que mi ataque haya acabado con él-rogó Geogreymon al tamer y a su digimon.

Sin embargo el Blimpmon ya comenzaba a elevarse, intentando dirigirse por un camino entre los picos más altos del Ancient Cannyon para llegar hacia el lugar recóndito entre las montañas donde se ocultaba su guarida y donde su hermana, una poderosa Harpymon les esperaba ansiosa por sus presentes.

...................................................................................................

-El Espíritu de Fuego, es un guardián que protege a los digimon de esta zona, es un digimon ancestral que siempre ayuda a los digimon de tipo dragón o fuego, es el único que podría sanarme-contaba Tyrannomon mientras su pierna se transformaba rápidamente en data.- Se que es arriesgado para un humano y un digimon de nivel champion, pero sois mi única alternativa para pedir socorro al Espíritu, con su poder de nuestro lado podre tener energía suficiente para reunir a mi familia y devolverlos a la normalidad... ¿Haríais eso por mí?- Pidió Tyrannomon a Kenku y a Soulmon.

Tyrannomon os contó que el Espíritu de Fuego, según una leyenda, se encuentra en el mismo centro de Ancient Cannyon, en una gruta que lleva al interior del Volcán Maximus que proporciona ese calor tan característico de la zona, y que está custodiado por un extraño digimon de fuego. ¿Os atreveréis a seguir el Sendero Sofocante, un camino cubierto de lava, donde cada paso malo provoca la activación de ardientes geiseres y donde digimons de fuego os cortarán el paso cada 5 minutos, hasta conseguir llegar a la gruta del volcán que lleva hasta el Espíritu de fuego?